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Íkala, Revista de Lenguaje y Cultura

Print version ISSN 0123-3432

Íkala vol.17 no.1 Medellín Jan./Apr. 2012

 

RESEÑAS

 

HERIDAS URBANAS

 

URBAN WOUNDS

 

 

María López Ponz*

* holds a Master of Arts in Translation and Interpreting from University of Salamanca. She is currently working as a researcher and writing her Ph.D. dissertation, which deals with the translation of hybrid literature written by Hispanics in the United States. Mailing address: Facultad de Traducción e Interpretación – Universidad de Salamanca, C/Francisco de Vitoria, 6-16, 37008, Salamanca, España. E-mail: marialopez@usal.es

 

 

Borderlands are physically present wherever two or more cultures edge each other, where people of different races occupy the same territory, where under, lower, middle and upper classes touch, where the space between two individuals shrinks with intimacy.

(Anzaldúa 1987, p. vii)

 

 

Manzanas, A., & Benito, J. (2011). Cities, borders and spaces in intercultural American literature. Londres, Inglaterra; Nueva York, Estados Unidos: Routledge. 176 pp. ISBN 978-0415887212


 

 

En la que probablemente sea una de las frases más citadas de su obra Imperial Eyes, Mary Louise Pratt (1992, p. 4) nos recuerda que las zonas de contacto no son más que espacios en los que culturas distintas se encuentran, colisionan y luchan, a menudo estableciendo relaciones de dominación y subordinación extremadamente asimétricas. Zona de contacto, tercer espacio o frontera son términos diferentes para denominar una misma realidad: el área ambigua y porosa que rodea a un límite. Y, como bien nos recuerdan Manzanas y Benito (2011) en su nueva monografía, los límites no son solo las líneas que, impecablemente dibujadas en los mapas, dividen territorios, sino también las rayas invisibles, pero perfectamente delineadas en nuestro subconsciente que separan grupos sociales, etnias o nacionalidades dentro de una ciudad, un barrio o un edificio.

Paradójicamente, la era de la globalización, de las migraciones constantes y masivas, de la caída de muros y barreras ha traído consigo la creación de nuevas y múltiples fronteras provocadas por la presencia amenazante de la mezcla, el contacto, el mestizaje. Los límites solo son necesarios en los espacios en los que cohabitan las diferencias. No los necesitamos cuando el Otro es una presencia distante y peculiar, situada en un territorio lejano como un animal salvaje en su hábitat, pero ¿qué ocurre cuando invade nuestro espacio? Pues que, al igual que encerramos a las fieras en zoológicos, lo confinamos en ghettos, en el mejor de los casos, y en centros de detención, en el peor. Zonas marginales, espacios invisibles en los que podemos mantener la ilusión de que no habitan el mismo territorio que nosotros. Sin embargo, el contacto es inevitable, porque la existencia de una frontera conlleva la creación de una zona fronteriza, una buffer zone en la que ambos grupos se cruzan, un espacio que puede ser abierto, plural e híbrido, pero también convertirse en un foco de conflicto y antagonismo.

Las ciudades se transforman así en el reflejo a escala del mundo en que vivimos, organizado según divisiones de raza, género, procedencia o nivel económico. La geografía de la metrópolis evidencia claramente la distribución del capital y muestra la estructura real de la sociedad: ''a First-Second- Third World city wrapped into one'' (Soja, 2000, p. 153), de lo que se infiere que la disposición del territorio urbano sufre la influencia de los mismos mecanismos de poder que separan y clasifican a las culturas, creando jerarquías que deciden el lugar y valor de las personas basándose en su procedencia, conformando ''a veiled cartography of power and exploitation'' (Soja, 1996, p. 110).

Esta organización en categorías es fundamental en la formación de la identidad puesto que, como afirman Manzanas y Benito (2011) tomando las palabras de Edward Casey, somos ''implaced beings'' (p. 3), somos quienes somos por virtud del lugar que habitamos y cambiamos si cambia el contexto a nuestro alrededor. No hay más que fijarse en algunos de los casos analizados en este libro, como el de los mexicanos que vivían en la región que ahora es Texas y que pasaron a ser estadounidenses y extraños en su propio hogar tras la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, que cedió ese territorio a los Estados Unidos. O el del protagonista de La terminal, una obra de ficción que retrata una situación que bien podría darse en la realidad, condenado a permanecer en un aeropuerto hasta que se resuelva la situación de su país, desarticulado por un repentino golpe de estado que deja al personaje sin nacionalidad.

Las fronteras visibles existen, por supuesto, pero también las invisibles, y explorar ambos tipos a través de sus representaciones en la literatura y el cine estadounidense es el hilo conductor de la sugestiva y excelente obra que nos ocupa. Siguiendo la línea de trabajos anteriores como Intercultural Mediations: Hybridity and Mimesis in American Literatures (2003) o las magníficas antologías Narratives of Resistance: Literature and Ethnicity in the United States and the Caribbean (1999), Literature and Ethnicity in the Cultural Borderlands (2002) y The Dynamics of the Threshold: Essays on Liminal Negotiations (2006), Ana Ma Manzanas y Jesús Benito exploran en esta obra la configuración de las fronteras y su significado para los miles de individuos que habitan sus inmediaciones y nos ofrecen diversos ejemplos, extraídos de novelas, poemas o películas, en los que el afán por crear y reproducir barreras adquiere visos trágicos (''The Cariboo Café''), surrealistas (The Rag Doll Plagues) o cómicos (La terminal). A lo largo de una introducción y siete capítulos nos muestran las metáforas, contradicciones y dicotomías que plantean los espacios fronterizos con una escritura ágil y una destacable claridad expositiva y argumental.

En la primera parte, ''Chiastic Spaces: Ports of Entry, Ports of Exit'', se plantea la relación quiástica que se establece entre dos espacios con funciones opuestas: Ellis Island, la aduana de Nueva York a través de la que más de doce millones de inmigrantes entraron en Estados Unidos entre 1892 y 1954, y los centros de detención contemporáneos en los que se retiene a todos aquellos sospechosos de ser inmigrantes ilegales. Mientras que en Ellis Island se aplicaban rituales de americanización a los inmigrantes aceptados para asimilarlos a la nueva cultura, en los centros de detención se despoja a los sospechosos de todos los rasgos que los caracterizan como estadounidenses, un proceso que Manzanas y Benito ejemplifican con la película The Visitor, dirigida por Thomas McCarthy. Así, los autores utilizan estos edificios para ejemplificar la capacidad de los lugares para reconfigurar nuestra identidad:

If Ellis Island was the stage of an accelerated micro- melting pot where immigrants were put on an assembly line and came out as Americans, it is possible to look at contemporary detention centers as one stage of a reverse melting pot. (Manzanas & Benito, 2011, p. 14)

La segunda parte, dedicada a la ciudad como escenario de migraciones, analiza dos relatos cortos de Chuck Palahniuk y Helena María Viramontes: ''Slumming: A Story by Lady Baglady'' y ''The Cariboo Café'', respectivamente. Ambas historias giran alrededor de la línea que divide a la ciudad de la no-ciudad, el espacio habitado por los sin techo, los ilegales, los invisibles a los ojos de la sociedad. Una línea que es muy fácil cruzar hacia abajo, como hacen los protagonistas del relato de Palahniuk al convertirse en vagabundos por un día, pero casi imposible de atravesar en dirección contraria. La frontera, en apariencia permeable, se vuelve entonces un muro que encierra una ciudad fortificada: ''the corporate citadel that behaves like a sealed classical body'' (Manzanas & Benito, 2011, p. 43) y, aunque se cree la ilusión de un oasis protegido, representado por el Cariboo Café, habitar la no-ciudad supone no ser nadie a ojos del poder.

''Unbound Cities, Concentric Circles'' continúa la progresión temática de la sección anterior y emplea la novela Tropic of Orange de Karen Tey Yamashita para mostrar las ciudades como espacios aparentemente ilimitados, pero repletos de divisiones internas que forman círculos concéntricos al estilo de las circunvalaciones y vías de acceso que rodean a las metrópolis. El núcleo resulta prácticamente inaccesible, mientras que es en los cinturones exteriores donde habitan los marginados como el protagonista de la historia, un sin techo que es muy consciente de su posición: ''If he stepped over the invisible front line, he could get implicated, arrested, jailed, killed. If he stepped back, he'd just be invisible. Either way he was dead'' (Yamashita citado en Manzanas & Benito, 2011, p. 53). Mantenerse en su terreno implica ser invisible, pero invadir el territorio de la visibilidad, atravesar la línea para entrar en el espacio vetado, supone exponerse a la verdadera desaparición.

El capítulo cuatro, ''Borderlands'', está dedicado en exclusiva al límite entre México y Estados Unidos: una herida que sangra, en palabras de Anzaldúa (1987). Manzanas y Benito relacionan los dos conceptos opuestos propagados por los intelectuales chicanos: de un lado, el paraíso perdido de Aztlán y, del otro, la hibridación y discontinuidad de la frontera. Si en un principio el utópico objetivo del Movimiento Chicano era la recuperación de los territorios perdidos y la creación de una nación propia y cerrada dentro de los Estados Unidos, con el paso del tiempo fue ganando terreno la idea del mestizaje. Así, la identidad chicana pasó de construirse por oposición frente a los anglosajones a hacerlo por fusión de las dos influencias. Un giro fundamental recogido en las dos obras analizadas en esta sección: Borderlands/La Frontera de Gloria Anzaldúa y The Rag Doll Plagues de Alejandro Morales. Relacionándola con conceptos como la double consciousness de Du Bois o el border thinking de Mignolo, los autores examinan las tres etapas de la evolución del mestizaje: nación, conciencia y cuerpo.

La metáfora de la frontera como herida abierta o cicatriz que despierta la necesidad de vaciarla, curarla, desinfectarla se recupera en ''The Rhetoric of Spatial Cutting''. Fruto de esta imagen es que los puntos de control, los aeropuertos, las aduanas sean espacios cada vez más impersonales y asépticos: ''the border becomes the parenthesis'' (Manzanas & Benito, 2011, p. 97). En algunos casos, ese paréntesis existe de facto, construida la frontera como una barrera doble con una zona interior vacía, una verdadera tierra de nadie al estilo de la Línea Verde que divide Nicosia. No obstante, nos recuerdan, hay quien decide habitar esa área, como Li-Young Lee, quien en su poema ''The Cleaving'' revive el desarraigo de haber pasado su infancia de país en país y se declara habitante de los no-lugares, rechazando clasificarse en nacionalidades estancas que no significan nada para él.

En el capítulo seis, ''Terminal Thinking'', se someten a examen las reflexiones que suscita la película de Steven Spielberg, La terminal, donde un turista, despojado de nacionalidad debido a la desaparición de su país de origen por un golpe de estado, es retenido durante meses en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. Estados Unidos está literalmente cerrado para quien no es reconocible y clasificable. El filme tiene un final feliz que no siempre se da en la realidad, donde ''migrants or tourists may disappear into a system of prisons made up of hundreds of detention centres, local jails contracted to hold detainees, and prisons run by private corporations'' (Manzanas & Benito, 2011, p. 130). La no-identidad, la imposibilidad de encasillar nuestra pertenencia a un grupo social reconocido es, afirman Manzanas y Benito, inaceptable en el mundo estrictamente organizado en que vivimos. Las vacilaciones, matizaciones, alternativas no pueden existir en una sociedad que demanda un sí o un no, un lado u otro, como respuesta a cuestiones que, a menudo, requieren réplicas mucho más elaboradas.

Por último, la conclusión explora la metáfora de la muralla como cimiento de la torre de Babel; es decir, la frontera como preámbulo de la pluralidad y el mestizaje. Para ello, recurre a la película Babel, dirigida por Alejandro González Iñárritu, una certera representación del choque entre Norte y Sur, cuyo lugar de enunciación hay que buscarlo en las heridas abiertas por la desigualdad y la globalización. El lenguaje deja, por tanto, de ser un instrumento de comunicación para transformarse en un símbolo de la (des)espacialización de los personajes.

Cities, Borders and Spaces in Intercultural American Literature es una obra inteligente que plantea una original mirada sobre la cuestión de los límites. Lejos de recurrir a conceptos e ideas gastados y repetidos hasta la saciedad, ahonda en aspectos más desapercibidos y nos proporciona una nueva visión de la realidad que nos rodea. Indispensable para todos aquellos interesados en las literaturas híbridas y la configuración sociológica del espacio, la nueva monografía de Ana Mª Manzanas y Jesús Benito tiene, además, la habilidad de hacernos reparar en lo que sucede a nuestro alrededor, planteándonos incómodos interrogantes acerca de personas con las que compartimos el espacio, aunque no siempre seamos capaces de verlas.

 

REFERENCIAS

1. Anzaldúa, G. (1987). Borderlands. San Francisco, Estados Undidos: Aunt Lute Books.         [ Links ]

2. Manzanas, A., & Jesús, B. (1999). Narratives of resistance: literature and ethnicity in the United States and the Caribbean. Cuenca, España: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.        [ Links ]

3. Manzanas, A., & Jesús, B. (2002). Literature and ethnicity in the cultural borderlands. Ámsterdam, Países Bajos; Nueva York, Estados Unidos: Rodopi.         [ Links ]

4. Manzanas, A., & Jesús, B. (2003). Intercultural mediations: Hybridity and mimesis in American literatures. Münster, Alemania: Verlag.         [ Links ]

5. Manzanas, A., & Jesús, B. (2006). The dynamics of the threshold: Essays on liminal negotiations. Madrid, España: The Gateway Press.        [ Links ]

6. Manzanas, A., & Benito, J. (2011). Cities, borders and spaces in intercultural American literature. Londres, Inglaterra; Nueva York, Estados Unidos: Routledge.        [ Links ]

7. Pratt, M. (1992). Imperial eyes: Travel writing and transculturation. Londres, Inglaterra; Nueva York, Estados Unidos: Routledge.         [ Links ]

8. Soja, E. (1996). Thirdspace. Journeys to Los Angeles and other real-and-imagined places. Oxford, Inglaterra: Blackwell.         [ Links ]

9. Soja, E. (2000). Postmetropolis. Critical studies of cities and regions. Oxford, Inglaterra: Blackwell.         [ Links ]

10. Yamashita, K. (1997). Tropic of orange. Minneapolis, Estados Unidos: Coffee House Press.        [ Links ]

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