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Íkala, Revista de Lenguaje y Cultura

versión impresa ISSN 0123-3432

Íkala vol.22 no.3 Medellín sep./dic. 2017

https://doi.org/10.17533/udea.ikala.v22n03a02 

Empirical Studies

Los marcadores conversacionales en la interpretación en servicios públicos: una cuestión de omisiones y adiciones

Conversational markers in government-provided interpretation services: a matter of omissions and additions

Les marqueurs conversationnels dans l'interprétation dans les services publiques : une question d'omissions et d'additions

Mireia Vargas-Urpi1 

1Doctora en Traducción y Estudios Interculturales, Universitat Autònoma de Barcelona. Profesora visitante, Departamento de Traducción y Ciencias del Lenguaje, Universitat Pompeu Fabra. Mailing address: Roc Boronat, 138, 52.609, 08018 Barcelona, España. E-mail: mireia.vargas@upf.edu


Resumen:

Según Wang (2013, p. 130), los marcadores conversacionales son elementos lingüísticos que cumplen una doble función: informativa e interactiva. En la segunda función se utilizan para gestionar la interacción entre los participantes de la conversación, en la transición entre temas y en la manifestación de actitudes del hablante, entre otras finalidades. Por este motivo, desempeñan un papel importante en toda conversación oral. Sin embargo, ¿qué pasa con los marcadores conversacionales cuando la conversación oral es posible gracias a la interpretación? En la investigación en interpretación en los servicios públicos, el estudio de los marcadores conversacionales ha sido más bien anecdótico y, salvo algunas excepciones en el ámbito judicial, poco sabemos del tratamiento que reciben este tipo de marcadores del discurso en esta práctica. Este artículo presenta el estudio de una conversación interpretada por una mediadora-intérprete en los servicios públicos en la combinación chino-catalán, grabada y posteriormente transcrita verbatim para facilitar su análisis. Los resultados reflejan la omisión de todos los marcadores conversacionales que habían empleado las interlocutoras primarias (una profesora de educación secundaria y la madre de un alumno chino), así como la adición, por parte de la mediadora-intérprete, de marcadores conversacionales que no habían aparecido en los mensajes originales. En las conclusiones reflexionamos sobre las posibles implicaciones de estos resultados y sobre el valor prospectivo del presente estudio.

Palabras clave: marcadores conversacionales; interpretación en los servicios públicos; mediación intercultural; marcadores discursivos.

Abstract:

According to Wang (2013, p. 130), conversational markers are linguistic elements performing a double role: informational and interactive. In their second role, they are used to regulate interaction between participants in a conversation, in transitioning to another topic, when stating speaker's attitude, and so on. Therefore, they perform a significant role in any oral exchange. However, what does it happen to conversational markers when that oral exchange is made possible by an interpreter? In research on public service interpreting, the study of conversational markers has been rather anecdotal and, except for some exceptions within the judicial sphere, our knowledge on the treatment this discourse markers receive in interpreting is scarce. This paper presents the study of a conversation interpreted by a mediator-interpreter in public services in the language pair Chinese-Catalan, which was recorded and subsequently transcribed verbatim in order to make analysis easier. The results reflect an omission of all conversational markers the primary interlocutors (a high school teacher and a Chinese student's mother) had been using, as well as the addition, by the mediator-interpreter, of conversational markers that were absent in the original message. In the conclusions, I reflect upon the potential implications of these results, and on the prospective value of this study.

Keywords: conversational markers; interpretation in public services; intercultural mediation; discourse markers .

Résumé:

Selon Wang (2013, p. 130), les marqueurs conversationnels sont des éléments linguistiques qui accomplissent une double fonction, informative et interactive. Dans cette dernière on les utilise pour traiter l'interaction entre les participants de la conversation, dans la transition entre des thèmes traités et dans la manifestation d'attitudes du sujet parlant, entre autres. C'est pour cela qu'ils jouent un rôle important dans toute conversation orale. Cependant: que se passe-t-il avec les marqueurs conversationnels quand la conversation orale est possible grâce à l'interprétation ? Dans la recherche en interprétation dans les services publics, l'étude des marqueurs conversationnels a été plutôt anecdotique et, à de rares exceptions près, dans le domaine judiciaire, nous savons peu de chose concernant le traitement que reçoivent ce type de marqueurs du discours dans cette pratique. Cet article présente l'étude d'une conversation interprétée par une interprète médiatrice dans les services publics dans la combinaison chinois-catalan, enregistrée et transcrite ensuite verbatim pour en faciliter l'analyse. Les résultats reflètent l'omission de tous les marqueurs conversationnels qu'avaient employés les interlocutrices primaires (une professeur d'éducation secondaire et la mère d'un élève chinois), ainsi que l'ajout, de la part de l'interprète médiatrice, des marqueurs conversationnels qui n'étaient pas apparus dans les messages originaux. Pour conclure, nous réfléchissons aux possibles implications de ces résultats et à la valeur prospective de la présente étude.

Mots-clés: marqueurs conversationnels; interprétation dans les services publics; médiation interculturelle; marqueurs discursifs.

Introducción

Uno de los principios en el que coinciden los códigos deontológicos para la interpretación en los servicios públicos1 es el de la precisión o exactitud. Para García-Beyaert et al. (2015, p. 9), esto implica que el intérprete, que facilita la comunicación entre dos personas que no comparten una lengua común, traslada los mensajes sin omisiones, adiciones, distorsiones o cualquier otro cambio con respecto del mensaje original. En algunos códigos incluso se especifica que interpretar de manera precisa lleva a transmitir "el contenido y la intención del original teniendo en cuenta el contexto sociocultural" (García-Beyaert, 2013). A raíz de estas definiciones, una pregunta que podemos plantearnos es hasta qué punto la transmisión de los marcadores conversacionales es necesaria para interpretar con precisión, teniendo en cuenta que son unidades lingüísticas que sobre todo matizan el significado de la proposición principal, o se orientan hacia la relación interactiva de los participantes, como veremos a lo largo del artículo.

La investigación en interpretación en los servicios públicos ha crecido a un ritmo trepidante en los últimos años, a la vez que se ha producido una diversificación considerable de los temas de estudio. Sin lugar a dudas, se trata de una actividad compleja, que se puede estudiar desde muchas ópticas y centrar la atención en temas muy variados (Vargas-Urpi, 2012). Sin embargo, en este artículo nos interesa una cuestión que se ha explorado relativamente poco: la interpretación y el uso de marcadores conversacionales en los diálogos interpretados. Una prueba de la poca importancia que se ha dado al uso de los marcadores del discurso en general en la interpretación es que prácticamente no aparecen en la Routledge Encyclopedia of Interpreting Studies (Pöchhacker, 2015), una extensa obra de referencia que abarca los temas más relevantes en la investigación en interpretación actualmente.

Para este artículo, pues, partimos de un doble objetivo. En primer lugar, analizar la interpretación de los marcadores conversacionales utilizados por los interlocutores primarios. Al hablar de interlocutores primarios nos referimos a la persona proveedora de servicios (en nuestro estudio, la profesora) y a la usuaria, la persona con una competencia limitada en las lenguas oficiales, habitualmente de origen inmigrante, que necesita acceder a dichos servicios (en nuestro estudio, una mujer de origen chino inmigrada a Cataluña hacía relativamente poco tiempo). El segundo objetivo consiste en analizar los marcadores conversacionales empleados por la mediadora-intérprete que hace posible la comunicación entre las interlocutoras primarias: ¿qué marcadores utiliza con voz propia (non-renditions en términos de Wadensjö, 1998) y con qué finalidad?

De este modo, el marco teórico de este artículo se divide en dos bloques: en primer lugar, se define brevemente el objeto de estudio -los marcadores conversacionales- y se dan ejemplos de estas unidades en las dos lenguas del estudio: el chino y el catalán. En segundo lugar, se repasan algunos de los trabajos que han tenido en cuenta el papel de los marcadores conversacionales en la interpretación en los servicios públicos, como pueden ser las contribuciones de Gallai (2013) o Hale (1999). A continuación se presentan las grabaciones analizadas y el método empleado para su análisis, para después dar paso a la exposición de los resultados extraídos de dicho análisis y, finalmente, a las conclusiones.

Los marcadores conversacionales: definición, funciones, clasificación y traducción

Para Martín Zorraquino y Portolés (1999), los marcadores conversacionales se consideran un subgrupo dentro los marcadores del discurso, que para ellos también incluyen unidades como los conectores. Para Schiffrin (1987), en cambio, los marcadores del discurso (discourse markers) son elementos muy vacíos de contenido, equivalentes a las unidades que Martín Zorraquino y Portolés denominan "marcadores conversacionales".2

Como vemos, existen aproximaciones muy diversas al estudio de los marcadores del discurso (también conocidos como marcadores pragmáticos). Ante la imposibilidad, por cuestiones de espacio, de proporcionar una revisión exhaustiva de dichos estudios,3 nos basamos aquí en la definición que proponen Martín Zorraquino y Portolés:

Los marcadores del discurso son unidades lingüísticas invariables, no ejercen una función sintáctica en el marco de la predicación oracional y poseen un cometido coincidente en el discurso: el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las inferencias que se realizan en la conversación (1999, p. 4057).

Los marcadores del discurso son "enlaces supraoracionales que facilitan la cohesión textual y la interpretación de los enunciados" (Martín Peris et al., 2007). Al ser enlaces supraoracionales, una de las características definitorias que se les atribuye es la de estar limitados como incisos por la entonación, además de ser sintácticamente independientes de la oración (Martín Zorraquino y Portolés, 1999). Otra de las características de los marcadores del discurso es que:

Semánticamente son elementos que no presentan un contenido referencial o denotativo, sino que muestran un significado de procesamiento: el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las inferencias que se han de efectuar del conjunto de los dos miembros discursivos que conectan (Martín Peris et al., 2007, basados en Martín Zorraquino y Portolés, 1999).4

Martín Zorraquino y Montolío indican que los marcadores "se entienden como señales o pistas que el hablante utiliza a fin de dirigir cooperativamente el proceso interpretativo de su interlocutor" (1998, p. 109). En este sentido, el estudio de los marcadores del discurso se ha relacionado con la teoría de la relevancia de Sperber y Wilson (1986), porque los marcadores "guían al lector para que haga las inferencias y los explícitos necesarios, interprete de forma correcta los enunciados y diferencie del entorno esos elementos que son pertinentes para una situación concreta de comunicación" (Obis Monné, 2014, p. 135).

Centrándonos ya en el caso de los marcadores conversacionales, Wang propone definirlos como "elementos lingüísticos que se hallan habitualmente en el discurso oral y cumplen una función informativa (se dirigen al mensaje) y otra, interactiva (se dirigen al interlocutor)" (2013, p. 130). En la conversación oral, los marcadores conversacionales se utilizan con distintos propósitos, como reflejan Martín Zorraquino y Portolés (1999) en la siguiente clasificación de los marcadores conversacionales en español, posteriormente retomada por Wang (2013, pp. 131-132) y aplicada a los marcadores conversacionales en lengua china:

  • - Marcadores de modalidad epistémica: 1) expresan evidencia y refuerzan una aserción; por ejemplo, en español, desde luego, por supuesto; o en chino, dangran (当然, 'claro'); dui (对, 'correcto'); 2) guían al interlocutor sobre la fuente del mensaje, como en por lo visto, según parece; o en kanlai (看来, 'al parecer') y tingshuo (听说, 'dicen que').

  • - Marcadores de modalidad deóntica: manifiestan actitudes del hablante y se utilizan para aceptar o rechazar el fragmento emitido por el interlocutor; por ejemplo, bueno, bien, vale; o hao (好, 'vale, de acuerdo, bueno'), haode (好的, 'vale, de acuerdo') o xing (行, 'vale').

  • - Enfocadores de la alteridad: sirven para marcar las relaciones entre los participantes de la comunicación e involucrar al interlocutor; por ejemplo, en español, oye, sabes, vamos; o en chino, ni kan (你看, 'mira'), shi bu shi? (是不是, '¿es o no es?'), ni xiang (你想, 'piensa').

  • - Marcadores metadiscursivos conversacionales: sirven para indicar la recepción del mensaje, marcar el cambio de turno o mantenerlo, señalar la apertura o cierre de una intervención, etc.; por ejemplo, en español, ya, sí, bueno, bien, eh; o en chino a (啊, 'ah'), zhe (这, 'esto'), nage (那个, 'eso').

En la investigación sobre marcadores del discurso en catalán no hemos detectado estudios que se hayan centrado en el subgrupo específico de los marcadores conversacionales, aunque existen numerosos estudios sobre marcadores del discurso (marcadors pragmàtics), algunos de ellos estrechamente relacionados con el discurso oral (por ejemplo, González, 2001, 2005, sobre marcadores discursivos en narraciones orales; o Cuenca, 2002, sobre interjecciones con funciones fática y metalingüística).5 En cualquier caso, la clasificación propuesta por Martín Zorraquino y Portolés (1999), basada en una perspectiva funcional, puede ser fácilmente aplicable al catalán.

Traducir los marcadores del discurso no es fácil, porque "en función del contexto en el que aparecen, éstos ENT#091;sicENT#093; pueden ejercer diferentes valores pragmáticos" (Wang, 2013, p. 530). Esto se debe, sobre todo, a la multiplicidad de funciones que puede cumplir un marcador (fijémonos, por ejemplo, en el caso de bueno en la clasificación anterior), y a la dependencia del contexto para entender su valor discursivo.

En su estudio del subtitulado de dos películas españolas al chino, Wang (2013, p. 539) descubre que los marcadores conversacionales más traducidos son los de modalidad deóntica (se tradujeron en un 75% de los casos en su corpus) y los de modalidad epistémica (traducidos en un 64,29%). Por el contrario, el mayor número de omisiones se encuentra en los enfocadores de la alteridad (solo traducidos en un 29,67% de los casos) y en los marcadores metadiscursivos conversacionales (9,26%). Si bien es cierto que los subtítulos tienen unas limitaciones espaciales y temporales que no encontramos en el caso de la interpretación de enlace, las proporciones anteriores son bastante significativas, ya que observamos que la función metalingüística (metadiscursivos) es la que menos se traslada en la traducción para el subtitulado, aunque Wang (2013, p. 543) señala que a pesar de estas omisiones, la información que transmiten se puede recuperar por el contexto en la mayoría de los casos analizados (90,72%).6 Sin embargo, Wang indica que los enfocadores de la alteridad son los más difíciles de recuperar por el contexto cuando se omiten en el subtitulado, lo que parece mostrar que las funciones discursivas que desempeñan sean más difíciles de transmitir en chino.

Interpretación en los servicios públicos, mediación intercultural y marcadores conversacionales

Como ya hemos comentado, en la interpretación en los servicios públicos se pone gran énfasis en la exactitud en la traslación de los mensajes. Existen numerosos estudios que señalan que las intervenciones propias del intérprete (non-renditions) deberían ser mínimas, para favorecer así la comunicación directa entre interlocutores primarios (proveedor y usuario). Incluso, en la mayoría de ocasiones se recomienda el uso de la primera persona en la interpretación, para promover esta comunicación directa que, en última instancia, reforzará, por ejemplo, la relación médico-paciente (Friedman-Rhodes y Hale, 2010, p. 130).

Desde esta perspectiva, cabría esperar que los marcadores conversacionales se tengan que interpretar siempre, ya que constituyen una parte importante del intercambio comunicativo. Pueden reforzar o matizar una aserción (modalidad epistémica), lo cual puede ser decisivo en una interpretación judicial; o pueden manifestar la aceptación o rechazo de una propuesta emitida por el interlocutor (modalidad deóntica) y, en este sentido, podemos imaginar la importancia de conocer las reacciones y la actitud del paciente en una interpretación médica; también pueden buscar maneras de implicar al interlocutor (enfocadores de la alteridad) y, por lo tanto, podríamos pensar que ayudan a crear cierta complicidad entre los interlocutores; o pueden servir para señalar un cambio de turno y, en este caso, implicar de lleno al receptor "intermedio" del mensaje, es decir, al intérprete.

En Cataluña, región donde tuvo lugar la interacción analizada en este artículo, conviven dos prácticas afines: la interpretación en los servicios públicos y la mediación intercultural. Los mediadores interculturales asumen más funciones que la de facilitar la comunicación (Vargas-Urpi, 2013; Grupo CRIT, 2014), siendo esta una de las diferencias importantes entre ambos. Asimismo, cuando desempeñan la tarea de facilitar la comunicación, el intérprete tiene una función vehicular y no intrusiva, mientras que el mediador puede intervenir activamente para promover la comprensión entre las partes (García-Beyaert y Serrano Pons, 2009; Vargas-Urpi, 2013). Por lo tanto, si bien se espera que los intérpretes limiten su voz propia, así como el uso de marcadores conversacionales propios, en la mediación intercultural tienen mayor libertad para expresarse y, en consecuencia, para emplear marcadores conversacionales cuando lo estimen necesario. Por este motivo, en nuestro estudio se contemplan también los marcadores conversacionales utilizados por la mediadora-intérprete.

A pesar de ser unidades lingüísticas estrechamente relacionadas con la conversación, su presencia en la investigación en interpretación en los servicios públicos es relativamente exigua y la mayor parte de estudios se han producido desde la investigación en interpretación judicial. A continuación repasamos algunas de estas contribuciones.7

La contribución más destacable en este campo es la de Gallai (2013), con una tesis doctoral sobre los marcadores del discurso en la interpretación policial. Se trata de una investigación pionera que combina la teoría de Wadensjö (1998) sobre el rol del intérprete con la teoría de la relevancia de Sperber y Wilson (1986). De este modo, Gallai analiza cinco interrogatorios policiales interpretados en las combinaciones inglés-italiano e inglés-portugués, centrándose en el estudio de diez marcadores discursivos. En sus conclusiones destaca que la omisión fue, de largo, la estrategia más empleada por los intérpretes de su muestra, lo cual puede incrementar las probabilidades de comunicación no efectiva (2013, p. 275). El autor plantea varias hipótesis para explicar la omisión de los marcadores discursivos; por ejemplo, las diferencias pragmáticas entre las lenguas o la falta de formación de los intérpretes y, por extensión, su falta de sensibilización hacia estos elementos. Gallai (2013, p. 276) también detecta otro fenómeno interesante: la adición de marcadores discursivos por parte del intérprete.

Anteriormente, Hale (1999) había analizado el caso de los marcadores well, now y you see, en un corpus de interrogatorios judiciales. Tal como explica en las conclusiones de dicho estudio, se centró en estos tres marcadores porque eran los que aparecían con más frecuencia a modo de introducción de las preguntas de los abogados, pero, a la vez, eran los que más habían omitido los intérpretes (Hale, 1999, p. 79). La autora se pregunta, a raíz de estos datos, hasta qué punto estas omisiones pueden influir -o no- en las respuestas de los testigos interrogados.

Descripción del estudio

En este artículo presentamos un estudio prospectivo inspirado en la tesis doctoral de Wang Yi-Chen (2013) sobre los marcadores conversacionales en el subtitulado del español al chino en las películas Volver y La mala educación de Pedro Almodóvar. Igual que hizo Wang en su tesis, nos basamos en la clasificación de Martín Zorraquino y Portolés (1999) para determinar el porcentaje de traducción de los marcadores conversacionales en una reunión interpretada por una mediadora-intérprete, grabada y posteriormente transcrita. En nuestro caso, además, también nos fijamos en los marcadores conversacionales que la mediadora-intérprete introduce motu proprio, observamos a qué categoría corresponden y señalamos su función.

La interacción analizada es una reunión que tuvo lugar en un instituto del área metropolitana de Barcelona. En este encuentro participaron la profesora (tutora) de un alumno de cuarto de educación secundaria obligatoria (ESO), que hablaba en catalán; la madre de este alumno, que hablaba en chino estándar, con un fuerte acento e influencia de su dialecto materno;8 y la mediadora-intérprete, que combinó durante la reunión el uso de chino estándar (para dirigirse a la madre) y catalán con cierta influencia del español (para dirigirse a la profesora). Hablamos de "mediadora-intérprete", porque si bien era una profesional contratada como mediadora intercultural por el ayuntamiento (alcaldía), su función en esta reunión era básicamente interpretar.

El objetivo de la reunión era hablar de las opciones que tenía el alumno para continuar estudiando al finalizar cuarto de ESO. Aunque en un principio contábamos con más reuniones grabadas, estas han sido desestimadas por la mala calidad de la grabación, que no permite escuchar con claridad las intervenciones de cada uno de los participantes. En algunas de estas reuniones había varios interlocutores que compartían alguna de las lenguas, por lo que se presentaron muchos solapamientos que dificultaban, todavía más, la transcripción y el análisis de los diálogos.

La reunión objeto de estudio fue registrada con una grabadora de audio y posteriormente transcrita verbatim. Para su análisis, se ha utilizado el programa para análisis cualitativo Atlas.ti, que permite etiquetar de manera muy cómoda los segmentos de análisis y, después, cruzar o filtrar los datos según los distintos códigos, recuperar segmentos según cada código, etc.

En nuestro caso, cada marcador conversacional se ha etiquetado con cuatro códigos:

  1. Identificación de la emisora: proveedora, usuaria o intérprete.

  2. Categoría según la clasificación de Martín Zorraquino y Portolés (1999).

  3. En la tercera etiqueta hay dos posibilidades:

  4. Si la emisora es una de las interlocutoras primarias, la tercera etiqueta corresponde a si el marcador conversacional fue traducido u omitido por parte de la mediadora-intérprete.

  5. Si la emisora es la mediadora-intérprete, la etiqueta distingue entre si el marcador conversacional corresponde a la traducción de un original, o si es una adición por parte de la mediadora-intérprete.

  6. Finalmente, en la cuarta etiqueta se especifica el marcador conversacional detectado (por ejemplo: eh?, no?, vale, etc.). Esto nos permite ver qué marcadores concretos son más frecuentes en esta interacción con tan solo observar la lista de códigos y ordenarla según el número de ocurrencias de cada código.

Atlas.ti nos ha permitido recuperar datos cuantitativos muy relevantes para describir la reunión analizada, como lo presentamos en la siguiente sección. En la figura 1 podemos observar una captura de pantalla con el etiquetado mediante Atlas.ti.

Figura 1: Análisis del diálogo mediante el programa Atlas.ti 

Resultados del análisis

La reunión analizada dura, en total, 24 minutos y 17 segundos. En medio de la reunión, la madre y la mediadora-intérprete se quedan solas y se produce una conversación monolingüe en chino que dura casi dos minutos (1:52) y que no se ha tenido en cuenta para el presente análisis. Por lo tanto, los datos que ofrecemos en esta sección corresponden solo a los momentos en los que las tres participantes se encontraban en la sala.

Hemos detectado 114 ocurrencias de marcadores conversacionales, distribuidos de la manera siguiente: profesora, 66; mediadora-intérprete, 24; madre, 24. Esta distribución es relativamente comprensible si tenemos en cuenta que la tutora ocupó turnos de palabra más largos que las otras dos emisoras. Por otro lado, es importante mencionar que los 24 marcadores conversacionales empleados por la mediadora-intérprete no corresponden a traducciones de los marcadores usados por las interlocutoras primarias (profesora y madre), sino que son en su totalidad adiciones propias (voz propia o non-renditions).

La tabla 1 resume la proporción de marcadores conversacionales según las distintas modalidades.

Tabla 1: Proporción de marcadores conversacionales según modalidad y persona que emite 

A continuación profundizamos un poco más en la descripción de estos resultados, clasificados según la modalidad de marcador conversacional.

Marcadores metadiscursivos conversacionales

Como se observa en la tabla 1, los marcadores metadiscursivos conversacionales y los enfocadores de la alteridad fueron los más utilizados, con diferencia, en la reunión analizada. En el caso de los marcadores metadiscursivos conversacionales, su uso es bastante equilibrado entre las tres participantes en la reunión. Cumplen funciones bastante paradigmáticas: indican, básicamente, recepción del mensaje y, en muchos casos, también, cambio de turno. Así, por ejemplo, la profesora utiliza sí o sí, sí, para indicar que está siguiendo lo que la mediadora-intérprete dice (véase tabla 2) o para empezar sus intervenciones. Cabe señalar que el marcador sí en catalán funciona de manera prácticamente idéntica al marcador sí que describen Martín Zorraquino y Portolés (1999, p. 4192), es decir, se utiliza para indicar recepción del mensaje y, al mismo tiempo, señalar que se está siguiendo lo que explica el interlocutor. No debe confundirse con "sí" cuando funciona como adverbio afirmativo. En la tabla siguiente, el sí de la profesora intercalado dentro de la intervención de la mediadora-intérprete indica esta correcta recepción del mensaje.

Para la transcripción se han utilizado los siguientes símbolos, basados en las convenciones desarrolladas por Gail Jefferson (Sacks, Schegloff y Jefferson, 1978):

= Dos intervenciones de distintos interlocutores sin pausa entre medio (este símbolo a menudo se utiliza para indicar que un interlocutor interrumpe a otro). ENT#091; ENT#093; Solapamiento, dos intervenciones que se suceden a la vez. (.) Pausa corta. (x) Vacilación. ::: Prolongamiento de la última sílaba de una palabra.

Tabla 2: Ejemplo de sí metadiscursivo* 

La madre también utiliza el sí en una ocasión para iniciar una intervención, uno de los pocos ejemplos de code switching (altrenancia de código) que encontramos en esta reunión, y el único relacionado con un marcador conversacional, como vemos en la tabla 3.

Tabla 3: Ejemplo de sí metadiscursivo utilizado por la madre 

Este uso de sí por parte de la madre denota recepción del mensaje, inicio de turno y, como señalan Martín Zorraquino y Portolés, parece "sugerir una actitud cooperativa con el interlocutor" (1999, p. 4192). También podemos inferir que la madre comprende el valor y significado de sí y que, por lo tanto, las omisiones de este marcador por parte de la mediadora-intérprete pueden quedar compensadas por los conocimientos de catalán (o español) de la madre.

Los marcadores metadiscursivos conversacionales utilizados por la madre son más variados: shi (是, 'sí') (7 ocurrencias); shi'a (是啊, 'sí') (3 ocurrencias); interjecciones como o (哦) (4 ocurrencias), a (啊 ) (1 ocurrencia) y ng (嗯) (1 ocurrencia); jiushi (就是, 'precisamente es') (1 ocurrencia), keyi (可以, 'vale') (1 ocurrencia) y el ya mencionado sí. Todos coinciden en la función básica de denotar recepción del mensaje o introducir cambio de turno, aunque las interjecciones pueden añadir información sobre la actitud del receptor ante el mensaje recibido. En el caso de la madre, cuando los marcadores conforman por sí solos una intervención (sobre todo en el caso de las interjecciones), en muchas ocasiones se solapan con la intervención de la mediadora-intérprete, que es quien le está dando la información. En este sentido, parece bastante claro que estos marcadores se orientan a la persona que está hablando en el mismo momento y que se usan para indicar que se le escuha y sigue.

La mediadora-intérprete utiliza marcadores metadiscursivos conversacionales en sus dos lenguas de trabajo, es decir, cuando se dirige a la profesora y cuando se dirige a la madre. En catalán utiliza *bueno (3 ocurrencias), *vale (2 ocurrencias),9 y no (2 ocurrencias); mientras que en chino utiliza las expresiones jiushi (就是, 'precisamente es') (5 ocurrencias) y jiu shuo (就说, 'precisamente digo') (1 ocurrencia), y la interjección a (啊). En la tabla 4 observamos varios ejemplos de uso de marcadores metadiscursivos conversacionales por parte de la madre y de la mediadora-intérprete.

Tabla 4: Ejemplos de bueno, jiushi y a (marcadores metadiscursivos conversacionales) 

En el extracto anterior, la mediadora-intérprete utiliza bueno para iniciar su turno y parece que le sirve también para indicar que lo que va a seguir es un poco una recapitulación de lo que ha dicho la madre. A media intervención, la mediadora-intérprete deja una oración en catalán inacabada y cambia al chino para dirigirse a la madre y confirmar parte de la información recibida. En este caso, la mediadora-intérprete utiliza la expresión jiushi (就是) para iniciar su intervención en chino e introducir la pregunta hacia la madre. Esta última simplemente confirma la información con la repetición de la interjección a (啊).

Enfocadores de la alteridad

En el caso de los enfocadores de la alteridad, cabe señalar que la mayor proporción de ocurrencias corresponde a la profesora, mientras que, en cambio, la madre no pronunció ninguno. De nuevo, si observamos atentamente el discurso, podemos hallar algunas pistas que nos orientan sobre los motivos de esta distribución: al tratarse de una reunión en la que la profesora informaba a la madre de las opciones de futuro de su hijo al terminar la ESO, la profesora explica muchas cosas en esta reunión, y lo hace con un tono bastante cercano y que parece buscar, en todo momento, señales que le confirmen que sus interlocutoras la están siguiendo. Concretamente, utiliza eh? (22 ocurrencias), no? (15 ocurrencias), a veure ('a ver') (6 ocurrencias), *vale? (1 ocurrencia), *pues vinga ('pues venga') (1 ocurrencia).10

De este modo, los dos marcadores más usados por la profesora son eh? y no? Ambos funcionan como pregunta confirmatoria (question tag) al final de la oración, con usos similares a los de ¿eh? y ¿no? en español. Martín Zorraquino y Portolés (1999) y Ortega (1985) hablan de "apéndices comprobativos" para este tipo de enfocadores de la alteridad, ya que sirven para buscar cierta corroboración por parte del otro hablante. La tabla 5 nos muestra una de las ocurrencias de eh? en el contexto de la reunión analizada.

Tabla 5: Ejemplo de eh? (enfocador de la alteridad) 

Según Blas (1995, p. 101), ¿eh?, en español, marca y refuerza la complicidad interpersonal entre los participantes en una conversación, una función que también se podría atribuir al eh? en catalán que aparece en el fragmento anterior y en la mayor parte de ocurrencias analizadas. De este modo, eh? cumple una doble función: por un lado, como apéndice comprobativo y, por otro, como muestra de cooperación. Como se observa en la intervención de la mediadora-intérprete, no aparece ningún enfocador de la alteridad que pueda funcionar como equivalente en chino al eh? del original, por lo que hemos considerado que se trataba de una omisión.

Los ejemplos del uso de no? son parecidos, como vemos en la tabla 6.

Tabla 6: Ejemplo de no? (enfocador de la alteridad) 

Igual que en el caso anterior, la mediadora-intérprete reproduce el mensaje, aunque con ciertas omisiones (por ejemplo, no explica la causa de mezclar las lenguas, es decir, el hecho de haberlas aprendido a la vez). Una de estas omisiones es, pues, la del enfocador de la alteridad.

El uso de estos apéndices comprobativos podría estar relacionado o influenciado por la práctica discursiva en el aula, en la que la profesora seguramente utiliza estos marcadores para captar o mantener la atención de sus alumnos durante sus explicaciones. De hecho, el tono empleado durante toda la reunión es muy didáctico. Sin embargo, la profesora, ¿a quién dirige los enfocadores de la alteridad: a la madre o a la mediadora-intérprete? Al contar solo con una grabación de audio, no podemos recuperar la imagen y observar el lenguaje no verbal, que nos permitiría responder esta pregunta con más certeza (¿a quién miraba la profesora al hablar?). También podemos preguntarnos si el uso de enfocadores de la alteridad, tan frecuentes en las intervenciones de la profesora, es consciente o más bien es el uso de meras muletillas que ya forman parte de su modo de expresarse.

Finalmente, en cuanto a enfocadores de la alteridad, cabe mencionar que en cinco ocurrencias es la mediadora-intérprete quien recurre a esta modalidad de marcadores, siempre como adiciones al mensaje interpretado. En cuatro de estas ocurrencias, la mediadora-intérprete utiliza no? en intervenciones dirigidas a la profesora. El único ejemplo de enfocador de la alteridad en chino que aparece en nuestro corpus es el de shi ba? (是吧?, '¿verdad?'), que mostramos en contexto en la tabla 7.

Tabla 7: Ejemplo de shi ba (是吧?, '¿verdad?') (enfocador de la alteridad) 

A diferencia de la tabla 6, en el que predominaban las omisiones, en la tabla 7 observamos una prestación (fragmento interpretado) con varias adiciones con respecto al mensaje original de la profesora. La mediadora-intérprete no solo introduce el enfocador de la alteridad, sino que, además, proporciona a la madre información sobre un tema que asume que desconoce (la elección de centros educativos para la enseñanza postobligatoria).

Marcadores de modalidad epistémica

Los marcadores de modalidad epistémica, al igual que los de modalidad deóntica, aparecen en una proporción mucho menor en la interacción analizada. De los ocho marcadores de modalidad epistémica detectados, los dos subtipos propuestos por Martín Zorraquino y Portolés (1999), y aplicados al chino por Wang (2013, p. 143), también quedan representados en la reunión analizada (véase tabla 8).

Tabla 8: Uso de marcadores de modalidad epistémica 

Para este grupo de marcadores conversacionales, la mayor dificultad en el análisis ha sido delimitar los marcadores orientativos de la fuente del mensaje en chino y, en concreto, en las intervenciones de la mediadora-intérprete. Para Wang (2013, p. 143) , expresiones como 'según el periódico' (baozhi shang shuo, 报纸上说) pueden considerarse marcadores de este tipo y, por lo tanto, podríamos pensar que expresiones basadas en esta construcción (por ejemplo, 'según la televisión', 'según la radio') también entrarían dentro de esta categoría.

En nuestro corpus, la mediadora-intérprete utiliza repetidamente expresiones para indicar que la profesora es la autora del mensaje; por ejemplo: laoshi de yisi jiu shi shuo (老师的意思就是说, 'lo que quiere decir la profesora es que'), laoshi shuo jiu shi (老师说就是, 'la profesora lo que dice es que'), ta de yisi jiu shi shuo (她的意思就是, 'lo que quiere decir es que'), entre otras. Aunque en un principio nos planteamos si estas construcciones podían funcionar como marcadores orientativos de la fuente del mensaje, nos dimos cuenta de que esta estrategia asimismo se detecta en intervenciones hacia la profesora (por ejemplo, la mare diu que, 'la madre dice que', en la tabla 4). Si bien en catalán es bastante evidente la ausencia de incisos de entonación que delimiten estas expresiones -una de las características de los marcadores discursivos en general-, en chino, en algunos fragmentos, sí se puede producir un inciso después de estas expresiones, por lo que no es tan claro que no pudieran ser consideradas marcadores.

Finalmente, teniendo en cuenta algunas de las características que indica Wang (2013, p. 142) para los marcadores en chino (por ejemplo, que no suelen tener más de tres o cuatro sílabas, o que no contribuyen al significado conceptual), hemos concluido que estas expresiones tan frecuentes forman parte del uso de la tercera persona y del estilo indirecto (reported speech) por parte de la mediadora-intérprete, y no deben considerarse marcadores conversacionales.

Marcadores de modalidad deóntica

Por último, los marcadores de modalidad deóntica detectados corresponden a tres ocurrencias emitidas por la madre: keyi (可以, 'vale') y xing (行, 'vale') repetido dos veces; y a un 'vale' emitido por la mediadora-intérprete. Quizás es comprensible que la profesora no emita ningún marcador de modalidad deóntica, porque todas las propuestas se dirigen a la madre, que es quien las acepta o pregunta según el caso. En cambio, el papel de la profesora es más bien el de informar. La omisión de la aceptación de la madre en los casos de keyi y xing hace que esta quede implícita (probablemente el lenguaje no verbal o el contexto compensó la no traducción de estos marcadores).

Conclusiones

A modo de conclusión, reflexionamos sobre algunos de los temas que han emergido a raíz de este estudio. Probablemente, el resultado más chocante es la omisión generalizada de los marcadores conversacionales por parte de la mediadora-intérprete, pues observamos que en ningún caso utiliza marcadores conversacionales equivalentes en la otra lengua en la interpretación de los mensajes a la otra interlocutora. De entre los factores que pueden propiciar esta omisión de los marcadores conversacionales, un factor importante a tener en cuenta es la modalidad de interpretación, en este caso, modalidad de enlace o consecutiva, que implica una retroalimentación diferida por parte del otro interlocutor primario, que en definitiva es el receptor final del mensaje y es quien tendría que dar esta retroalimentación instantánea, quizá en forma de marcadores metadiscursivos conversacionales. Por lo tanto, podemos preguntarnos: ¿hasta qué punto los enfocadores de la alteridad, que buscan la cooperación del interlocutor mientras el emisor está hablando, siguen teniendo valor en un diálogo interpretado? Por otro lado, ¿a quién dirigen los enfocadores de la alteridad los participantes primarios durante un discurso interpretado: al intérprete, para asegurarse de que capta bien el mensaje, o al receptor final, con la intención de que el intérprete se los traduzca?

Para profundizar en estas preguntas, sería interesante observar, por ejemplo, si con la interpretación simultánea (susurrado) durante una reunión, la proporción de traducción de los enfocadores de la alteridad aumenta. Asimismo, el estudio del lenguaje no verbal y, sobre todo, del contacto visual, nos permitiría tener mayores pistas sobre el destinatario de estas marcas conversacionales.

Otro factor que puede haber influido en la omisión de los marcadores conversacionales por parte de la mediadora-intérprete es su enfoque de la tarea: el uso de la tercera persona; la selección de la información para transmitir y, por lo tanto, las omisiones de ciertos fragmentos; la adición de información en otros casos, etc. Todas estas características se alejan del perfil imparcial del intérprete y se acercan al perfil interventivo del mediador intercultural. De hecho, el uso de la tercera persona, combinado con el estilo indirecto, parece indicar que más que interpretar, lo que se hará es dar una explicación de lo que ha dicho la otra interlocutora, por lo que no es de extrañar que elementos sin contenido referencial o denotativo se acaben perdiendo. Paralelamente, este rol más interventivo es también el que permite a la mediadora-intérprete incidir en el diálogo con su propio uso de marcadores conversacionales.

En tercer lugar, es posible que la omisión de los marcadores conversacionales en la interpretación, independientemente de la función que realizan, esté asimismo relacionado con la falta de formación específica en interpretación de enlace por parte de la mediadora-intérprete en cuestión y, por extensión, por falta de sensibilización hacia estos elementos, algo que Gallai (2013) también detectó.

En cuanto a la distribución de marcadores conversacionales según su modalidad, es posible que la mayor proporción de marcadores metadiscursivos conversacionales y enfocadores de la alteridad esté relacionada con el tema de la reunión: dar información a la madre. Por este motivo, la profesora busca, constantemente, señales de comprensión mediante enfocadores de la alteridad. Si el tema de la reunión hubiera sido otro (por ejemplo, llegar a un acuerdo, negociar una solución, etc.), probablemente la distribución de los marcadores habría cambiado, aunque es de esperar que la proporción de metadiscursivos conversacionales se mantendría. Esto es algo que se tendría que contrastar en otros estudios.

Como pregunta final, también podríamos plantearnos hasta qué punto la pérdida de los marcadores conversacionales afecta a la recepción del mensaje, a la interacción y a la relación entre los participantes. Quizás un estudio comparativo mediante simulaciones podría arrojar luz sobre esta cuestión, tal y como Hale (1999) planteaba ya en su estudio sobre interpretación judicial.

En definitiva, en este artículo hemos presentado tan solo una primera aproximación al estudio de los marcadores conversacionales en la interpretación en los servicios públicos y en la mediación intercultural, con una clara vocación prospectiva. Aunque se han desarrollado estudios sobre los marcadores discursivos en la interpretación judicial, la interpretación que se produce en los contextos sanitario, educativo o comunitario presenta unas características claramente diferenciadas: mayor proximidad entre interlocutores, establecimiento de una relación de confianza, fragmentos del discurso menos ritualizados y menos planificados que en el ámbito judicial, o convivencia del perfil del mediador y del intérprete en países como España o Italia. A pesar de estas diferencias, los resultados de nuestro estudio coinciden con Gallai (2013), al detectar una alta frecuencia de omisiones y adiciones por parte de los intérpretes.

Asimismo, cabe señalar algunas limitaciones importantes. En primer lugar, la revisión bibliográfica en cuanto a marcadores discursivos y marcadores conversacionales habría podido ser más completa, puesto que es un ámbito con mucha investigación, sobre todo desde la lingüística y desde la enseñanza de lenguas extranjeras. Por ejemplo, quizás se debería profundizar en el concepto de marcador conversacional en sí mismo, ampliar las definiciones de marcadores en catalán y contrastar estas definiciones con los discourse markers que aparecen en la mayor parte de literatura anglosajona. En segundo lugar, los resultados presentados no pueden ser extrapolables, ya que nos hemos centrado en la grabación de una sola interacción. Sin embargo, sí parece que indican algunas hipótesis de partida que se podrían contrastar con trabajos que comparen el uso e interpretación de marcadores conversacionales por parte de una muestra más amplia de hablantes.

Finalmente, en este artículo hemos demostrado que el método de Wang (2013) para el estudio de los marcadores conversacionales en el subtitulado se puede adaptar a otros contextos, como es el caso de la interpretación. Nos ha resultado especialmente útil, también, su descripción unificada de los marcadores conversacionales en chino (Wang, 2013, pp. 142-144). Desde el punto de vista metodológico, el programa Atlas.ti nos ha facilitado mucho la tarea de etiquetar con códigos la transcripción y, sobre todo, de cruzar resultados mediante la combinación de códigos. Esperamos, pues, aportar ideas que puedan retomarse en futuros trabajos.

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1Utilizamos el término "interpretación en los servicios públicos" porque nuestro estudio se centra en situaciones de interpretación de enlace que se desarrollaron en los servicios públicos (sanidad, educación, servicios sociales, justicia o policía, entre otros). Sin embargo, algunas de las reflexiones que planteamos se podrían extrapolar a la interpretación de enlace (o interpretación de diálogo) en general.

2Schiffrin se centra exclusivamente en el estudio de textos orales.

3Para una revisión crítica de los estudios que se han centrado en los marcadores del discurso, véase Bach (2001).

4Para más información sobre los marcadores del discurso en español, véase Martín Zorraquino y Portolés (1999), Portolés (1998) o Martín Zorraquino y Montolío (1998).

5Para una revisión de los estudios centrados en los marcadores pragmáticos en catalán, véase Payrató (2016).

6De hecho, según Wang (2013, p. 540), en un 54% de las omisiones de marcadores metadiscursivos conversacionales había suficiente espacio y tiempo para que se hubieran incluido en el subtítulo.

7Para una revisión más detallada del estado de la cuestión sobre el estudio de los marcadores discursivos en la interpretación judicial, véase Gallai (2013).

8Como explica Rovira-Esteva (2010), los dialectos chinos predominantes en Cataluña son las variedades del wu que se hablan en la ciudad de Wenzhou y en el distrito de Qingtian, en la provincia de Zhejiang. A pesar de ser dos zonas muy cercanas, estas variedades son ininteligibles entre sí, motivo por el cual Rovira-Esteva cuestiona el uso de la denominación de "dialecto" en este caso.

9Tanto *vale? como *bueno son dos castellanismos no aprobados por la normativa del catalán, a pesar de su uso muy extendido en la lengua coloquial. Ambos cuentan con alternativas sí admitidas por la normativa (val i bé, respectivamente), aunque González (1998) sostiene que *bueno y bé no tienen usos idénticos entre los catalanoparlantes, ya que en su estudio detecta algunos valores para *bueno no compartidos por bé. Los asteriscos indican el uso no normativo de estos marcadores.

10*Pues también es un castellanismo en catalán, que en este caso aparece combinado con el enfocador de la alteridad vinga (venga). La alternativa aceptada por la normativa, doncs vinga, también es muy habitual en la lengua coloquial.

Recibido: 07 de Septiembre de 2016; Aprobado: 12 de Mayo de 2017

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