Uno de los factores que evidencio la pandemia esta asociado a la contradicción que puede interpretarse por el desarrollo tan acelerado del conocimiento sobre el Covid19, desde una visión que liga en forma directa los beneficios de ese conocimiento al crecimiento de la economía, con todas las problemáticas que caracterizan ese crecimiento (acumulación de la riqueza en pocas manos, pobreza concentrada en países con pocas posibilidades y capacidades de gestionar conocimiento, entre otras). El contraste por el conocimiento que genera beneficios amplios, como es el caso en el marco de la pandemia con el caso ampliamente reconocido originado por las vacunas contra el Covid 19, y la concentración de esos beneficios en unas pocas naciones y unas muy pocas empresas privadas que se han nutrido en algunos casos con recursos públicos, y el resultado evidente de acentuar aún más la brecha entre sociedades que tienen acceso a los servicios de salud q1ue incorporan el conocimiento de frontera, frente a los demás países que tienen grandes limitaciones y dificultades de acceso a los servicios que se derivan de ese nuevo conocimiento.

La crisis sanitaria ha derivado en una profundización de las diferencias sociales y en la expresión de inconformismos e indignación en diferentes sociedades, es el caso de un país como Colombia, ya de por si reconocido por las inequidades, desigualdades y una falta de oportunidades para la población en general y en especial para los jóvenes.

Entre las evidencias que podemos tener y que caracterizan la situación de desarrollo del país, sin duda el Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación (SNCTeI) y sus debilidades relacionadas, entre otros factores, con los muy limitados recursos que los gobiernos destinan a este sistema y, por lo mismo, la baja capacidad para generar conocimiento , conocimiento útil que contribuya a caracterizar de fondo las problemáticas y a identificar y visibilizar las alternativas, los escenarios para que estas alternativas sean viabilizadas y, todo esto, en contextos de construcción colectiva y participativa.

Cómo superar tantas crisis superpuestas, la crisis en salud, la crisis social, la crisis económica, la crisis política, entre otras. Esa es la pregunta a la que todos debemos aportar, desde la reflexión. Y a las comunidades académicas, además, desde la generación y gestión del conocimiento.

Una de las alternativas surge desde el año 2015 cuando las Naciones Unidas anunciaron la iniciativa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como primera agenda global que se plantea adelantar acciones por el planeta y la paz y, por lo mismo, se focalizada en la superación de problemas que afectan a la humanidad y al planeta. Desde la óptica de los ODS es posible visibilizar, en los diez y siete objetivos, los instrumentos que ese compromiso multilateral ha generado para que los países y las poblaciones y comunidades puedan plantearse las metas hacia el logro de los ODS, la identificación de la situación que prevalece, las acciones para superar las dificultades y limitaciones, las acciones de mejora que se identifiquen hacia el propósito planteado y la evaluación para corregir el rumbo o acentuarlo. Y en esos propósitos el rol del SNCTeI es la de gestionar el conocimiento que sea pertinente para el logro de las metas establecidas para alcanzar esos objetivos, con todos los fines, incluidos aquellos relacionados con la construcción y generación de política pública que ponga los énfasis, disponga las capacidades en capital intelectual y trace metas e hitos acordes a los recursos que destine la sociedad y el Estado.

Para el SNCTeI y en especial para las universidades, es fundamental generar conocimiento desde la integración de las funciones misionales, emprendiendo acciones interdisciplinarias y multidisciplinarias para aportar al logro de los ODS. Entre otros ODS, como el primero que es el fin de la pobreza, o el segundo que es hambre cero, o el décimo que plantea la reducción de las desigualdades sociales, o el decimosexto que propone llegar a la paz fortaleciendo la justicia y la institucionalidad, o el cuarto ODS que plantea un derecho fundamental, acceso a educación de calidad. En el contexto de estos ODS, su adopción y compromisos de la sociedad con todos esos objetivos, serán parte importante de los medios para la reducción de la brecha social y de las diferencias sociales tan profundas que persisten en nuestras sociedades. Y ¿cuáles son y de qué características los conocimientos que como sociedad y como SNCTeI hemos generado y gestionado alrededor de estas temáticas de los ODS y cuál el que debemos generar en el inmediato futuro?

La respuesta a esta pregunta debe surgir de un trabajo de diferentes instituciones, incluidas todas las del SNCTeI, teniendo entre otros contextos la necesaria evaluación de los impactos y beneficios que surgen de la investigación y de la gestión del conocimiento, para lo cual es de gran interés que en todo proyecto, programa o misión de CTeI sean reivindicados y reconocidos los aportes que se hacen a los ODS, incluidos los indicadores cuantitativos y cualitativos a los que se aporta y las contribuciones al logro de las metas de país que se han establecido. Alcanzar la necesaria articulación para el desarrollo sostenible, demanda la cooperación entre entidades del Estado e instituciones del orden nacional e internacional. Las universidades y las instituciones del SNCTeI también deben integrar esfuerzos entre ellas y con entidades del estado en las regiones, territorios y a nivel nacional.

Para las universidades, resulta fundamental liderar en el país la relación primordial de la academia como ente que gestiona conocimiento que aporta a la transformación y los cambios sociales que requieren los países. Se trata, entonces, de adoptar metodologías para evaluar los aportes hacia el cambio social que las universidades y el SNCTeI generan en articulación con las políticas propuestas en nuestros países hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Desde otra arista, está el conocimiento que han forjado comunidades, conocimiento tradicional, conocimiento que es compartido y transmitido al interior de las mismas comunidades y se refleja en formas y calidad de vida más armoniosas con la naturaleza, los ecosistemas y el medio ambiente.