Hablar acerca de un libro sobre planificación regional y ordenamiento territorial supone evaluar la importancia de ambos temas para la sociedad actual, especialmente en América Latina, donde a pesar de algunos avances sociales y económicos en las últimas décadas aún existe una gran desigualdad social en cuanto a condiciones de vida, ingresos y servicios básicos, algo que debería preocupar a los gobiernos de la región más ahora, con el retroceso de estos y otros indicadores como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 y la crisis económica asociada a esta.

El objeto del presente libro es ofrecer un panorama y un debate acerca de las políticas de desarrollo regional y ordenación del territorio en España y México como fundamento para alcanzar un desarrollo urbano-territorial sostenible, tal y como plantean desde el comienzo los autores. El desarrollo regional y la ordenación del territorio promueven una puesta en valor inteligente del conjunto de activos que configuran el capital territorial, lo que consiste en un compromiso de dichas políticas con los objetivos del desarrollo sostenible (ambiental, económico y social) de un modo cohesionado y competitivo para cada territorio.

Es en este contexto conceptual y político en el que se encuadra el presente libro, que ofrece un panorama y un análisis de la evolución y del estado de la cuestión de las políticas de desarrollo regional y la ordenación del territorio que se han implementado desde los años cincuenta del pasado siglo en España y México en los diferentes niveles de gobierno (nacional, regional y local).

El libro tiene un carácter pluridisciplinar, pues autores procedentes de diversos campos reflexionan en torno a estos temas centrales: desde geógrafos y economistas hasta especialistas en derecho, sociología, historia y ciencias políticas, lo cual, adicionalmente, representa el fruto de la cooperación entre la Universidad de Alcalá en España y la Universidad Nacional Autónoma de México y supone una contribución a la consolidación y el desarrollo de la cooperación académica entre ambos países. Los autores, con una visión crítica y comprometida con los problemas actuales relacionados con la planificación y el desarrollo de sus países, abordan tanto los objetivos como los contenidos temáticos y los instrumentos de estas políticas, así como su marco legal y su organización administrativa.

Por otra parte, el libro tiene también una utilidad práctica a partir de la generación de un conocimiento para la acción en el ámbito de la gestión pública, lo que puede constituirse en una semilla para emprender y reforzar iniciativas de cooperación entre las Administraciones públicas de México y España que, a nivel local, regional o nacional, tienen competencias y responsabilidades en materia de ordenación del territorio y desarrollo regional.

El libro, en el cual participaron quince autores (diez españoles y cinco mexicanos), se divide en dos partes: la primera, que incluye seis capítulos, fue dedicada a España y comienza con el capítulo de Andreas Hildenbrand Scheid, quien hace el análisis y el balance de la política de ordenación del territorio realizada en España por las diecisiete comunidades autónomas que, desde 1983, configuran a nivel regional la organización territorial del Estado políticamente descentralizado y son las protagonistas de la planificación territorial.

En el segundo capítulo de esta primera parte del libro, Joaquín Farinós Dasí nos presenta las distintas aproximaciones y enfoques que caracterizan el complejo concepto de ordenación del territorio. Aboga por la interpretación de este como strategic comprehensive spatial planning, sitúa a la ordenación del territorio, por su integralidad o transversalidad, en el contexto del paradigma de la gobernanza territorial que conecta a la ordenación del territorio con los aspectos de democracia, participación y cooperación, y esto con los objetivos de cohesión territorial y desarrollo territorial sostenible.

En el tercer capítulo, Julián Mora Aliseda, Jacinto Garrido Velarde y Manuel Díaz González analizan la relación entre la ordenación del territorio y las políticas sectoriales de incidencia territorial, señalando que esto requiere de un enorme esfuerzo de coordinación y cooperación, tanto vertical (intergubernamental) como horizontal (interdepartamental). En la práctica, esto se suele caracterizar por un alto grado de conflicto y resultados frecuentemente insatisfactorios, por lo cual la política de ordenación del territorio, por regla general, se encuentra en una posición débil frente a la fuerza de las políticas sectoriales debido al juego de mecanismos de prevalencia jurídica, su capacidad para movilizar inversiones y el apoyo de lobbies particulares.

Juan Raposo Arceo, en el cuarto capítulo, centra su presentación en la escala local y analiza la interfaz de planificación territorial - planificación urbana desde la perspectiva del derecho. Así, analiza los instrumentos de planificación urbana en los municipios junto con los planes sectoriales de incidencia territorial, ya que los municipios son los destinatarios principales de las determinaciones establecidas por los proyectos de ordenación del territorio aprobados por las comunidades autónomas; así mismo, se aproxima a su papel para desarrollar y detallar, a nivel de usos globales y pormenorizados del suelo, dichas determinaciones mediante regulaciones y acciones concretas.

En el quinto capítulo, José Antonio Segrelles analiza el desarrollo territorial a escala de proyectos, es decir, desde la óptica de la gestión territorial, a través de actuaciones concretas en el territorio, y evalúa la experiencia de la creación de un parque natural agrario en la comunidad autónoma de Valencia, concretamente Los Carrizales, en el municipio de Elche.

Para terminar esta primera parte del libro dedicada a España, Tomás Mancha Navarro, Rubén Garrido Yserte y M^a Teresa Gallo Rivera elevan la vista "hacia arriba", haciendo énfasis en que el desarrollo territorial también tiene una escala supranacional en los Estados miembros de la Unión Europea y analiza el desarrollo económico regional en los países del bloque europeo como objeto de la política de cohesión comunitaria, la cual cuenta con un instrumento de financiación específico, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, que promueve el desarrollo de las diferentes regiones europeas a través de ayudas financieras.

La segunda parte del libro, dedicada a las experiencias de política regional y ordenación del territorio en México, está compuesta por cinco capítulos y comienza con el de José Gasca Zamora, quien esboza un panorama de la evolución del enfoque territorial en la acción pública en México para promover el desarrollo del país, para lo cual ofrece un balance crítico sobre las continuidades y rupturas producidas durante ya casi cinco décadas en los sucesivos planteamientos de las autoridades político-administrativas a nivel nacional (federación), regional (estados) y local, para tomar en cuenta la dimensión territorial en sus políticas.

En el segundo capítulo de esta segunda parte del libro, Adrián Guillermo Aguilar Martínez ofrece un análisis detallado de las profundas transformaciones acontecidas en México durante la ocupación del territorio entre 1970 y 2015, cuando el proceso de urbanización se extendió a las diversas regiones del país después de mostrar una fuerte aceleración y concentración en las metrópolis más grandes. Esta dinámica territorial ha tenido fuertes impactos ambientales, sobre todo por la pérdida de la cobertura vegetal y la presión sobre el agua y otros recursos naturales, y un alto costo social, con un gran número de población en condiciones de pobreza y exclusión social.

Mario Miguel Carrillo Huerta, en el tercer capítulo, aporta un análisis y una valoración crítica del desarrollo que ha tenido la planificación regional en México desde sus inicios hasta la actualidad, así como de las tareas pendientes y los retos que determinan hoy su situación, para lo cual presenta ejemplos concretos de su aplicación a nivel de microrregiones (ámbitos territoriales entre el nivel municipal y estatal) y a nivel de mesoregiones (ámbitos territoriales que abarcan el territorio de varios estados). El autor también comenta el caso exitoso de Laja-Bajío, una de las seis microrregiones creadas para la planificación en el país.

En el cuarto capítulo, Felipe Torres Torres insiste en la necesidad de realizar una nueva conceptualización del desarrollo regional en México. Partiendo del repaso de las obras y los enfoques de los principales autores que desde el siglo XIX han configurado la generación del conocimiento sobre la cuestión regional en el país, realiza la valoración del papel de la planificación regional en los procesos de desarrollo en México y constata que, desde la perspectiva del desarrollo, tal planeación ha seguido un proceso temporal y conceptual discontinuo, en el sentido de buscar para sus regiones un mejor desempeño económico sostenido y, por ende, un mejor equilibrio territorial del país y de las condiciones de vida de sus habitantes.

El cierre de esta segunda parte del libro lo realiza Javier Delgadillo Macías, que ofrece un panorama de los antecedentes y las características actuales de la política regional y del ordenamiento territorial impulsados por el gobierno federal para promover el desarrollo nacional y de las entidades federativas, lo cual reafirma los problemas y los desencuentros ya detectados por varios autores de los capítulos anteriores: la falta de articulación entre los instrumentos del ordenamiento territorial y del ordenamiento ecológico, la descoordinación interinstitucional y el excesivo énfasis sectorial. Aun así, señala la existencia de acciones exitosas de carácter mesorregional en materia de planificación regional, como resultado de los esfuerzos de los niveles estatales de gobierno y, en algunos casos, de consorcios municipales.

En ambas partes del libro se sigue un hilo conductor común que ha guiado la secuencia de los diferentes capítulos, el cual consiste en el criterio de ir de lo general a lo específico y de la escala más amplia (nacional/regional) a la más detallada (local/proyectos).

Este libro es fruto de un arduo trabajo de un grupo de excelentes especialistas comprometidos con el trabajo que realizan y preocupados por el desarrollo sostenible de nuestros países y la mejora de las políticas públicas en materia de planificación regional y ordenamiento territorial, por lo cual los felicitamos y, al poner en las manos de los lectores este libro, esperamos que nos sirva para mejorar entre todos la realidad cotidiana de nuestros pueblos.