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Perspectiva Geográfica

Print version ISSN 0123-3769

Perspectiva Geográfica vol.28 no.1 Tunja Jan./June 2023  Epub Nov 24, 2023

 

Artículos

Cartografía social participativa como metodología de investigación territorial: un estudio de caso en el Pacífico afrocolombiano1

Participatory social mapping as a territorial research methodology: a case study in the Afro-Colombian Pacific region

Cartografia social participativa como metodologia de pesquisa territorial: um estudo de caso no Pacífico afro-colombiano

DORIVAL BONFÁ NETO2 
http://orcid.org/0000-0001-7570-5441

JÚLIO CÉSAR SUZUKI3 
http://orcid.org/0000-0001-7499-3242

2 Geógrafo y licenciado por la Universidad de São Paulo (USP), estudiante del Doctorado en Ciencias por el PROLAM/USP y en Geografía por la UNAL. Profesor en educación básica. Correo: dorival.neto@usp.br. Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7570-5441

3 Pregrado en Geografía, Letras y Química, con Maestría y Doctorado en Geografía Humana (USP) y Posdoctorado pela Uni versité Paris I, Panthéon-Sorbone, Université Rennes 2 y Université de Pau et des Pays de l'Adour. Profesor en la Universidad de São Paulo, Brasil. Correo: jcsuzuki@usp.br. Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7499-3242


Resumen

La cartografía social participativa contribuye a la comprensión de los referentes constituidos por los sujetos y los significados que los constituyen, sobre todo desde sus rela ciones con el territorio. Así, durante el trabajo de campo centrado en las actividades de pesca artesanal, a partir de talleres participativos con alumnos de la escuela municipal de Bahía Solano (Chocó, Colombia), con debates, elaboración de mapas y entrevistas, se busca ana lizar la construcción del territorio y las territorialidades tradicionales afrocolombianas en el Pacífico a partir de su relación con prácticas y conocimientos tradicionales involucrados sobre todo con la pesca que a menudo están ocultos o ausentes en los mapas oficiales. Se advirtió, entonces, que las visiones y los mapas construidos por niños y jóvenes de entre 13 y 18 años de la comunidad pesquera de Bahía Solano revelaron la conciencia social y cultural de estos sujetos, pues en gran medida perciben muchas de las territorialidades en las que se insertan y la relación con las actividades tradicionales.

Palabras clave: afrocolombianos; Bahía Solano; cartografía social participativa; pesca artesanal; territo rio; geografía

Abstract

Participatory social mapping contributes to understanding the referents constituted by the subjects and the meanings that constitute them, especially from their relationships with the territory. Thus, during the fieldwork focused on artisanal fishing activities and participatory workshops with students from the municipal school of Bahía Solano (Chocó, Colombia), which included debates, map-making activities, and interviews, we seek to analyze the construction of the territory and the traditional Afro-Colombian territorialities in the Pacific based on their relationship with traditional practices and knowledge involved especially with fishing, which are often hidden or absent in official maps. It was noticed, then, that the visions and maps constructed by children and teenagers between 13 and 18 years of age from the fishing community of Bahía Solano revealed the social and cultural awareness of these subjects, who perceive, to a great extent, many of the territorialities in which they are inserted and the relationship with traditional activities.

Keywords: Afro-Colombians; Bahía Solano; participatory social mapping; artisanal fishing; territory; geo graphy

Resumo

A cartografia social participativa contribui para a compreensão dos referentes constituídos pelos sujeitos e dos significados que os constituem, especialmente a partir de suas relações com o território. Assim, durante o trabalho de campo focalizado nas atividades de pesca artesanal, a partir de oficinas participativas com estudantes da escola municipal de Bahía Solano (Chocó, Colômbia), com debates, mapeamento e entrevistas, procura-se analisar a construção do território e as territorialidades afro-colombianas tradicionais no Pacífico a partir de sua relação com as práticas e conhecimentos tradicionais, especialmente aqueles relacionados com a pesca, que frequentemente estão escondidos ou ausentes dos mapas oficiais. Observou-se, então, que as visões e mapas construídos por crianças e jovens entre 13 e 18 anos de idade da comunidade pesqueira da Bahía Solano revelaram a consciência social e cultural destes sujeitos, já que em grande parte eles percebem muitas das territorialidades em que estão inseridos e a relação com as atividades tradicionais.

Palavras-chave: afro-colombianos; Bahía Solano; cartografia social participativa; pesca artesanal; terri tório; geografía.

1. Introducción

La cartografía social participativa es una mediación fundamental en la identificación de referentes espacia les y en la atribución de significados, ya que se refiere a la construcción colectiva de información geoespacial a partir de instrumentos técnicos de mediación, además de los mapas mentales, entre otras posibilidades, cuyo objetivo es registrar información y representacio nes del espacio en las cuales se identifica el uso y ocu pación del territorio para el proceso de automapeo, como afirma Marcos Aurélio Pelegrina (2020).

Este método de mapeo ha sido utilizado como ins trumento para la defensa de los derechos de las co munidades y pueblos tradicionales, ya que puede ase gurar y proteger su patrimonio cultural y ambiental a través de la búsqueda de la autoconciencia del grupo en la representación de su espacio, sus tradiciones y territorialidades (Acserald & Coli, 2008).

Los pueblos y comunidades tradicionales no pue den entenderse desligados de sus territorios a los que está íntimamente ligada su identidad, ya que se ca racterizan por estar vinculados al campo simbólico, de pertenencia, tierra, historia, prácticas tradiciona les, rituales etc. (Diegues, 2004; 2008). La territoria lidad de los pueblos tradicionales es lo que constru ye sus territorios, que son el escenario de todas las formas de reproducción de la vida en su dimensión social, política, económica y cultural (Moraes, 2005; Saquet, 2015).

Para comprender el territorio y las territorialida des de la pesca tradicional que involucra a los afrocolombianos, se realizó un trabajo de campo entre el 14 y el 31 de enero de 2020, guiado por la observación participante y entrevistas semiestructuradas, como propone Restrepo (2018), y también por composición de series fotográficas, conversaciones con los pesca dores y habitantes locales, paseos por el territorio y la realización de cinco talleres con jóvenes de 13 a 18 años en la escuela de la sede municipal de Bahía So lano (Chocó, Colombia), objeto principal del análisis, con un enfoque cualitativo.

FUENTE: elaboración propia.

FIGURA 1 Localización de Bahía Solano 

Los talleres nos permitieron dialogar con niños y jóvenes de la comunidad sobre la trascendencia de la pesca en la cultura y la economía local, como una me diación para plasmar las diferentes lecturas que tienen en relación con la actividad pesquera, su cultura y el mar. Para eso, se elaboraron mapas sociales participati vos en los que se reportó información no documentada basada en la experiencia y la percepción de los sujetos.

Esta actividad se basó en una pedagogía de la resis tencia, una pedagogía anticolonial, con el sentido de sensibilización de los sujetos acerca de sus acciones y de la importancia de sus saberes tradicionales y popu lares y de sus territorios, como propone Paulo Freire (1967). Así, fue necesario conocer a los estudiantes y la comunidad, como propone Bell Hooks (2017), lo que condujo a la valorización de la presencia y del cono cimiento de cada uno de los estudiantes de la escuela en relación con "la experiencia de aprendizaje cuando nuestras experiencias se consideran centrales y signifi cativas" (Hooks, 2017, p. 53, traducción de los autores).

En nuestra discusión, objetivamos, como primer plan, analizar la construcción del territorio y las territonalidades tradicionales afrocolombianas en el Pa cífico a partir de su relación con prácticas, saberes y conocimientos tradicionales involucrados sobre todo con la pesca artesanal, a menudo ocultos en los mapas oficiales, teniendo en cuenta el significado de la expe riencia de los talleres como expresión de conocimientos y de aprendizajes, y para eso pasamos por las siguien tes etapas: 1) demostración de la cartografía social par ticipativa como mediación reveladora de territorialida des vinculadas a las prácticas tradicionales, que sirven como una herramienta para la protección y (re)apropiación del territorio de los pueblos y comunidades tra dicionales; 2) caracterización de la región del Pacífico afrocolombiano; y 3) discusión acerca de la construc ción del territorio y las territorialidades tradicionales desde los mapas sociales participativos en relación con las prácticas y los conocimientos tradicionales.

Los mapas, entonces, aparecen como una herra mienta para indicar qué territorialidades están permea das y construidas por saberes y actividades tradiciona les, simbólicas y populares (Acserald & Coli, 2008), con una centralidad en la pesca artesanal, lo cual demues tra que el territorio está construido y es apropiado en conjunción con el modo de vida (Suzuki, 2013; 2017), basado en la relación entre cultura y espacio.

Se entiende, por tanto, que el territorio no está constituido solo por fronteras y por control, sobera nía, instituciones y poder (Moraes, 2005), sino tam bién por la relación cultural y social que los grupos establecen con el lugar a partir de sus modos de vida (Capel, 2016; Suzuki, 2013), sus prácticas producti vas, territorialidades e identidades (Porto-Gonçalves, 2002; Saquet, 2015).

2. Territorio y territorialidades afrocolombianas

Las sociedades, de acuerdo con sus acciones, ne cesidades, cultura y posibilidades que permean la producción y reproducción de sus modos de vida, establecen determinadas relaciones con el territorio. Estas relaciones múltiples, al tejerlas, dejan huellas materiales, inmateriales y simbólicas, que son consi deradas territorialidades. De esta forma, el territorio es la base de la vida y donde las sociedades arraigan sus mitos.

La construcción del mundo natural de los gru pos afrocolombianos constituye complejos de mode los locales de la naturaleza que incluyen rituales, el uso estructurado y organizado de los espacios, una ordenación del mundo en niveles y sistemas de cla sificación y categorización del medio ambiente, que aparece también como una construcción cultural y simbólica que tiene implicaciones para su uso y ma nejo. Estos usos y manejos del medio ambiente se dan a través de los denominados sistemas tradicionales de producción (STP), que expresan la estrecha relación entre cómo los sujetos significan los entornos natura les y cómo los transforman y se relacionan con ellos (Escobar, 2015).

Los STP se basan en la agricultura (maíz, plátano, arroz, yuca, etc.), la pesca, la recolección y la vincula ción de la producción y el consumo con redes locales y familiares de intercambio de productos, semillas y saberes (que se configuran como una serie de meca nismos de sobrevivencia comunitaria), y generalmente operan en pequeña escala y se orientan al autoconsumo y al pequeño comercio, organizándose según formas de apropiación territorial que son familiares, comunales e identitarias.

La noción de territorio para los afrocolombianos en el Pacífico es amplia e involucra tierra, mar, man glares y bosques, como espacio fundamental y multi dimensional para la creación y recreación de los STP, así como de manifestaciones culturales. Esta forma de territorio enfatiza el patrón de poblamiento, los usos y prácticas espaciales y culturales, la apropiación de los recursos y los STP presentes en el modo de vida de los chocoanos (Escobar, 2015). De esta manera, cada sociedad construye su territorio a su manera (Saquet, 2015), lo que significa cambios y permanencias inse parables en cuanto a su significado dentro de cada sociedad, comunidad o población humana (Capel, 2016; Little, 2015).

El territorio afrocolombiano es el instrumento por el cual esta sociedad se apropia del mundo, transfor mándolo y protegiéndolo, como elemento necesario para su supervivencia. El territorio comenzó a ser uti lizado como concepto en la región por los activistas y por movimientos sociales locales a partir de la década de 1980, cuando la región biogeográfica del Pacífico comenzó a verse amenazada por megaproyectos de desarrollo (puertos, actividades mineras, pesca indus trial, extracción vegetal, etc.), con lo cual se generó la inminencia de la desorganización de las territorialida des de los afrocolombianos (Restrepo, 2013).

Así, la existencia y resistencia de estos territorios se da en relación con la construcción de una iden tidad por parte de los grupos negros en el Pacífico (Porto-Gonçalves, 2002) y culmina con la promulga ción de la Ley 70 de 1993, que garantiza la titulación colectiva de terrenos baldíos a los afrocolombianos. El territorio de estos grupos une el pasado y el presente, es decir, manifiesta diferentes temporalidades y terri torialidades que necesitan ser defendidas:

[...] el territorio se considera como un espacio fun damental y multidimensional para la creación y re creación de las prácticas ecológicas, económicas y culturales de las comunidades, él une pasado y pre sente. En el pasado, las comunidades mantuvieron la autonomía relativa, así como las formas de conoci miento y estilos de vida conducentes a ciertos usos de los recursos naturales; en el presente, existe la necesi dad de su defensa (Escobar, 2015, p. 181).

La unión de diferentes tiempos o temporalidades confirma que territorios, territorialidades y tempora lidades son capaces de manifestar relaciones, contra dicciones, diversidades, conflictos y unidades que nos ayudan a orientar investigaciones, proyectos y planes basados en necesidades y deseos de sujetos y grupos que conforma el territorio multidimensional. Como afirma Saquet (2015), esto permite considerar la te rritorialidad como:

[…] las relaciones cotidianas, momentáneas y procedimentales que los hombres mantienen entre sí, con su naturaleza interior y con su naturaleza inorgánica para sobrevivir biológica y socialmente. La territo rialidad es la ocurrencia de todas las actividades co tidianas, ya sea en el espacio de trabajo, ocio, iglesia, familia, escuela, calle, barrio, resultado y determi nante del proceso productivo de cada territorio (Saquet, 2015, p. 120, traducción de los autores).

Los grupos afrocolombianos, entonces, tienen sus propias territorialidades, según Saquet (2015), constituidas por tres niveles: la vida social, la vida no humana (animal y vegetal) y el dominio espiritual. Tal entendimiento está en línea con el concepto de terri torio utilizado por activistas de la región, movimientos sociales y algunos autores, como Diegues (2008), Es cobar (2015) y Porto-Gonçalves (2002), para los cuales la biodiversidad es una mediación de la conformación territorial y la cultura.

Por ejemplo, es común que los locales señalen la pérdida de los valores tradicionales como uno de los primeros factores que provocan la reducción de la biodiversidad y la degradación de los ambientes (Diegues, 2008; Escobar, 2015). Además, la identidad y territorialidad de los grupos afrocolombianos en el Pacífico (que se construyeron en paralelo durante las décadas de 1980 y 1990) están ancladas en el espacio terrestre y acuático (río y mar).

En este sentido de discusión de los territorios ne gros en el Pacífico biogeográfico, la cartografía social participativa nos permite identificar cuáles son las territorialidades fundamentales para la reproducción del modo de vida afrocolombiano.

Este subcampo de la cartografía participativa constituye el dominio social delimitado por premisas institu cionales, culturales y cognitivas, donde los actores sociales orientan estratégicamente sus acciones dis putando la legitimidad en el ámbito de las representaciones espaciales. [... ] Se construyen fronteras simbólicas, técnicas y morales en relación con otras prácticas organizadas, configurando una determina da pericia legítima, redes interpersonales y organi zativas, distribución de recursos y reglas internas del juego (Acserald & Coli, 2008, p. 17, traducción de los autores).

Por lo tanto, los mapas y la política cartográfica tradicional establecen disputas entre las distintas re presentaciones del espacio, articulando disputas terri toriales y conflictos con la disputa cartográfica, que nos plantea, en nuestro análisis, como posición po lítica la del uso de la cartografía social participativa, ya que legitima (aún más) la ocupación y apropiación del espacio por parte de los afrocolombianos, como existencia y resistencia.

3. Cartografía social participativa

Históricamente, los mapas fueron diseñados para fa cilitar y legitimar las conquistas, especialmente de los Estados nacionales sobre territorios, definiendo al Es tado como la entidad territorial soberana, así como para construir nacionalismos poscoloniales (Lacoste, 1976). Esto demuestra una exclusión en relación con las posibilidades de usos y de apropiación del len guaje cartográfico por parte de los grupos subordi nados, especialmente en el período actual de avance neoliberal y de las fronteras de expansión del capital monopolista.

De esta manera, la cartografía social participativa se manifiesta como un esfuerzo por resistir a las diná micas excluyentes del actual período de globalización y neoliberalismo (aunque en los últimos años hay ca sos de nacionalismos de diversos tipos que ponen en duda esa globalización, al menos en ciertos aspectos) con relación a la participación social, ya que en las representaciones cartográficas que contienen repre sentaciones espaciales se establecen disputas narrati vas sobre el espacio que se representa, es decir, en las disputas cartográficas están vinculadas a las propias disputas territoriales (Acserald & Coli, 2008).

Estas disputas, a su vez, tienden a intensificarse, de manera más o menos explícita, cuando las formas socioterritoriales estabilizadas experimentan cam bios significativos, como es el caso de las transforma ciones socioespaciales asociadas a la liberalización de las economías a fines del siglo xx o cuando la pro pia actividad cartográfica sufre los efectos de cam bios técnicos que le permitan ampliar su campo de acción y el universo de sujetos involucrados en ella, como es el caso reciente con el advenimiento de las tecnologías digitales en la producción cartográfica. Se ha entendido que la resultante difusión social de los mapas tiene múltiples efectos, desde la multipli cación democratizadora de las formas de interpretar el mundo hasta la intensificación de los mecanismos de control autoritarios propios de una "sociedad de vigilancia" (Acserald & Coli, 2008, p. 13, traducción de los autores).

Jacques Lévy (2008) critica la forma en que se es taban construyendo los mapas en una lógica cartesia na y euclidiana, con base en la precisión geodésica, especialmente los mapas tradicionales, que estaban eliminando las dimensiones de los mitos e imagina rios y valorando los usos técnicos como el militar, la navegación, la planificación institucional, etc.

En contrapunto a esta elaboración y a los usos tradicionales de los mapas, la cartografía social par ticipativa permite democratizar el acceso a los datos geoespaciales por parte de poblaciones excluidas de dicho acceso, como es el caso de las poblaciones tradi cionales que, además de acceder a estos datos geoespaciales, participan en la construcción de estos, según Pelegrina (2020), a través de la geocolaboración:

[...] se basa en la idea de que los usuarios pueden contribuir con su conocimiento del lugar, permitien do la ubicación espacial de diferentes fenómenos geográficos. La mayoría de estas herramientas se ba san en información geográfica voluntaria (volunteered geographic information - VGI), generada por los usuarios que integran la web, que editan información y datos geográficos de forma voluntaria y pueden servir tam bién como evaluadores o validadores de la informa ción ingresada. En otras palabras, los datos espacia les no son producidos por instituciones formalmente encargadas de esto, sino por ciudadanos que divul gan sus observaciones (Pelegrina, 2020, pp. 138-139, traducción de los autores).

En este sentido, la cartografía social es utilizada como un instrumento para interpretar la dinámica de los territorios tradicionales, por ejemplo, dentro de las áreas de antropología y geografía (Gorayeb, 2014), ya que en la ciencia geográfica el uso de la cartografía en general, como base para la planificación territo rial, ocurre desde la geografía tradicional. El geógra fo Yves Lacoste (1976) critica este uso cuando afirma que los mapas fueron elaborados históricamente para legitimar conquistas territoriales y construir naciona lismos, ya que la cartografía tradicional ha sido utili zada para promover un poder dominante (como el de los militares y los grandes imperios), en vista de que los mapas son uno de los recursos más poderosos para representar el espacio y el territorio.

Para intentar romper con esta función histórica de los mapas tradicionales, el objetivo de la cartografía social participativa es identificar los vínculos socioambientales, económicos, culturales, simbólicos y ances trales de las comunidades con el territorio (Acserald & Coli, 2008; Pelegrina, 2020). Por ello, esta técnica es un instrumento de defensa de los derechos de las comunidades y pueblos tradicionales que asegura y protege sus territorios, su patrimonio social, cultural y natural, por medio de una búsqueda de la autoconciencia del grupo en la representación de su territorio y sus territorialidades.

Para Gorayeb (2014), los pueblos y comunidades tradicionales no pueden entenderse separadamente de sus territorios, ya que su identidad sociocultural está estrechamente ligada al territorio ocupado y se caracterizan por estar vinculados al campo simbólico, la pertenencia, la tierra, la historia, las prácticas tradi cionales, identidad y rituales, como demuestran Diegues (2004; 2008), Porto-Gonçalves (2002), Saquet (2019) y Suzuki (2013). Por lo tanto, la territorialidad de las poblaciones tradicionales es lo que construye sus territorios, pues albergan todas las formas de re producción de la vida en su dimensión social, política, económica y cultural (Capel, 2016; Moraes, 2005; Pe legrina, 2020).

La cartografía y el mapeo participativo, si se in tegran con la planificación territorial, movilizando y vinculando a los actores a los territorios y asociando a estos actores con la producción de conocimiento so bre el territorio, tienen el potencial de contribuir a dicho desarrollo territorial sostenible, como propone Saquet (2019), a partir de las singularidades sociales y naturales del territorio para que sean comprendidas y transformadas de manera solidaria, participativa, cooperativa, popular, ecológica, crítica y reflexiva, y, como propone Little (2015), a partir de un protago nismo del desarrollo social y económico de las etnias y sobre los pilares de la seguridad alimentaria, la au tonomía cultural y la seguridad territorial.

De esta manera, el mapeo participativo puede in cluir la autonomía territorial y cultural, la soberanía ambiental, el reconocimiento de los derechos de estos pueblos sobre sus conocimientos y saberes tradiciona les y sus territorios.

Sin embargo, Acserald y Coli (2008) señalan algu nos dilemas en el uso del mapeo participativo: 1) pue den "congelar" sistemas de fronteras y límites que son fluidos, como las zonas de pesca y agricultura, don de hay fronteras que, muchas veces, son ambiguas; 2) pueden excluir del mapeo conceptos de personas que no participaron en la representación territorial, a menudo, de las mujeres; 3) la cartografía participativa no necesariamente culmina en la participación de los sujetos en los procesos de toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas, que en la mayoría de los casos quedan concentrados en manos de polí ticos, empresarios y otros grupos de interés. Creemos que durante nuestros talleres y en la elaboración de los mapeos fueran abordados los tres dilemas señala dos por los autores.

En los mapas sociales que elaboramos como resulta do de los talleres realizados, buscamos la representación del territorio vivido y percibido por la comunidad, de los lugares que tienen relevancia en la cotidianidad local, de las vivencias, de las formas de trabajo y de los trabajos de existencia colectiva en un intento de insertar todo lo que era relevante para la comunidad estudiada. Así, los elementos que fueron incluidos en los mapas finales representan el producto de relacio nes sociales vividas y las territorialidades construidas alrededor de una práctica con significados culturales: la pesca artesanal (Diegues, 2004).

Como investigadores, nuestro papel está en la colaboración para la materialización de estas rela ciones sociales de manera que el mapa final reflejara la comprensión de los sujetos sobre sus territorios y la relación de sus culturas con ellos. Los mapas fue ron construidos con la participación efectiva de las comunidades involucradas por medio de métodos participativos de diálogo y construcción colectiva de cartografías durante los talleres realizados en el cole gio de Bahía Solano.

4. El Pacífico afrocolombiano

La geografía colombiana, conformada por selvas, sie rras y planicies costeras, favoreció el establecimiento de comunidades autosuficientes, ya que se encuentran relativamente aisladas de los grandes centros urbanos por las dificultades de transporte y no dependen del intercambio de sus productos básicos para facilitar la producción, caza, pesca y extracción (Carrizosa Umaña, 2014).

La costa Pacífica colombiana tiene un área de 116.000 km2, con 1.495 km de línea costera conti nental dispuesta en su conjunto en sentido sur-norte (Díaz & Galeano, 2016). La zona comprende territo rios de cuatro departamentos (Chocó, Valle del Cau ca, Cauca y Nariño) y 15 municipios, donde Bahía Solano, Tumaco y Buenaventura son los principales (Defensoría del Pueblo, 2016). Más del 90% de los aproximadamente 650.000 habitantes de la zona costera (en su mayoría afrodescendientes) vive en los núcleos urbanos de los municipios de Tumaco, Bue naventura y Bahía Solano, donde también se ubican las principales actividades comerciales y de servicios de la región (Díaz & Galeano, 2016).

Para Julio Carrizosa Umaña (2014), la región del Pacífico colombiano es un "sistema territorial ambiental", concepto que parte de un pensamiento complejo, ya que Colombia es un país formado por "conglomerados territoriales" y la región del Pacífico es uno de ellos. Los conglomerados territoriales son "generados en Colombia por las interrelaciones entre el imaginario, las personas y la realidad de la estructu ra física y biótica" (Carrizosa Umaña, 2014, p. 125).

Arturo Escobar (2015) denomina a la región "Pa cífico biogeográfico", expresión que trae la idea de una región constituida por procesos históricos que im plican las dimensiones geológica, biológica, política y sociocultural. Para Escobar, incluso factores como la geología, la geomorfología y el ecosistema también son constituyentes de procesos históricos, en una vi sión compleja por la cual "la historia en el suelo es propiedad de los procesos humanos y biológicos ('evo lución') así como físicos y químicos" (Escobar, 2015, p. 54).

FUENTE: Observatorio Pacífico y Territorio (2016, p. 17).

FIGURA 2 Pacífico colombiano 

La región está ocupada de manera dispersa por ciudades pequeñas, playas y corregimientos (aglome raciones urbanas más pequeñas que la sede municipal o "cabecera municipal") y sus habitantes dependen de costumbres ancestrales, lo que les permitió con vivir con algunas de las condiciones límite del mar y del bosque, como la extrema humedad que puede llegar a los 12.000 mm anuales (Díaz & Caro, 2016). Allí existen pequeñas comunidades y pueblos de pes cadores, la gran mayoría de los cuales son afrocolombianos, pero también habitantes de diversos orígenes étnicos que resistieron y permanecieron después de la invasión europea, como los embera katío, wounaan y kuna, además de otros de diferentes flujos poblacionales hacia la región. Por ejemplo, los esclavizados fugitivos de fincas mineras de oro, llamados cimarro nes, y, durante el siglo XX, los paisas, provenientes del departamento de Antioquia, pero también personas de otros departamentos como Tolima y Boyacá (Carrizosa Umaña, 2014).

Toda esta diversidad cultural y socioambiental solo es posible manteniendo los múltiples territorios existentes como elemento determinante para la re producción material e inmaterial del modo de vida de las sociedades afrocolombianas e indígenas, basa das en la pesca, la agricultura y la extracción. Así, el modo de vida se da como una forma de apropiación y reproducción social en la que se insertan los sujetos y en sus múltiples relaciones tejidas con el medio, que son elementos decisivos en la producción de sus territorios y sus territorialidades.

5. Talleres y cartografía social participativa en el colegio: metodología y resultados

Se realizaron cinco talleres en la escuela de la sede municipal de Bahía Solano, la Institución Educativa Luis López de Mesa, que abarca los grados 6°, 7°, 8°, 9°, 10° y 11° (los últimos seis años de educación básica en Colombia), con acompañamiento del profesor Se bastián Rivera. El colegio otorga el título de "técnico bachiller en ciencias del mar" y por lo tanto cuenta con algunas asignaturas específicas relacionadas con la realidad local: 1) Hombre, mar y sociedad; 2) Mari nería; 3) Navegación marina; 4) Oceanografía; 5) Re cursos vivos marinos; y 6) Artes y métodos de pesca.

Durante la presentación de los talleres y en con versación previa con los estudiantes, la gran mayoría afirmó ser pariente o amigo de los pescadores, demos trando que casi todos conocían bien la actividad. Los talleres se realizaron entre el 22 y el 31 de enero de 2020. El primero se realizó el 22 de enero de 2020 con alumnos de 10° B (entre 14 y 16 años). El segundo taller se realizó el 23 de enero de 2020 con alumnos de 11° B (entre 16 y 18 años). El tercer taller se llevó a cabo el 29 de enero de 2020 con estudiantes del 11° A (de 16 a 18 años). El cuarto taller se realizó el 30 de enero de 2020 con alumnos de 9° C (entre 13 y 16 años). El 31 de enero de 2020 se realizó el último taller con alumnos de 6° B (edades entre 10 y 13 años). En todos los talleres, los alumnos formaron grupos de cuatro a seis participantes para la realiza ción de las actividades, conversaciones y debates que se propusieron.

El taller siempre comenzó con la formación de grupos seguida de nuestra presentación, en la cual contamos un poco sobre nuestra trayectoria personal y académica, los motivos de estar en actividad inves tigadora en Bahía Solano y algunas cosas de nuestro país de origen, el Brasil, con el fin de iniciar el diálogo con los estudiantes, generar empatía y establecer un vínculo de confianza. Luego, las cinco preguntas pro puestas se duplicaron en 10 hojas con dos preguntas por hoja y se distribuyeron de dos en dos a cada grupo de estudiantes, con las preguntas y respuestas que se encuentran a continuación.

¿Cuál es la importancia del mar?

"Para nosotros, la importancia que tiene el mar es que es la fuente más importante para nosotros, los cos teños, ya que muchos dependemos de él. Nos ofrece muchos recursos tales como el transporte, la pesca, el buceo, la extracción de sal, entre muchos otros. Los recursos que nos ofrece el mar son infinitos. En con clusión, el mar nos ensena todo lo que somos nosotros los costeños, tanto cultural como económicamente" (Estudiantes 10° B).

"La importancia del mar es que hay una gran di versidad de peces, la cual sirve como alimento para nosotros. Es el hábitat de muchos peces. El mar tam bién es importante porque con él podemos aprender más sobre los seres acuáticos" (Estudiantes 10° B).

"Es muy importante, ya que es uno de los recursos más necesarios a nivel mundial que nos brinda la na turaleza, ya que desde el comienzo de la humanidad se ha utilizado como medio de transporte, alimenta ción, comercio, rutas turísticas, culturales y ha sido fuente de descubrimientos de 'nuevos mundos'" (Es tudiantes 11° B).

"El mar es muy importante porque es el ecosiste ma más grande que tenemos, está lleno de animales marinos y también es importante porque le brinda beneficios al hombre con su riqueza en peces [...], que además nos brinda una gran biodiversidad" (Es tudiantes 9° C).

"La importancia del mar para nosotros sería [por] los peces y todos los animales marinos, la sierra, el atún, róbalo y las ballenas" (Estudiantes 6° B).

¿Cuáles son los beneficios de la pesca artesanal?

"Nos brinda trabajo mediante la pesca, podemos ven der el pescado y enseñarle a pescar a otras personas. Vendiendo el pescado pudimos comprar otras cosas y obtener dinero. Con la pesca artesanal podemos ob tener alimento" (Estudiantes 10° B).

"Se obtienen especies marinas aptas para el con sumo y la comercialización humana, la cual trae mu chos beneficios para los pescadores, comerciantes, compradores y terciarios" (Estudiantes 11° B).

"Los beneficios de la pesca artesanal principal mente se basan en la alimentación, en el comercio nacional e internacional. Por lo tanto, hay muchas personas que basa su vida de esa forma de pesca, que ayuda a la vida diaria" (Estudiantes 11° A).

"Los beneficios que nos traen son: la plata, la co mida, la ropa y estudio de sus hijos" (Estudiantes 9° C)

"Nos trae los pescados, la pesca artesanal es buena para coger pescados y recibir alimentos para los que aguantan hambre" (Estudiantes 6° B).

¿Qué conocen de las fases de la luna según los pescadores?

"Se conoce según los pescadores que cuando se en cuentra en luna llena podemos obtener abundancia de muchos peces, porque con las fases de la luna se otorgan los cambios de marea, es decir, esto ayuda a que haya una buena faena de pescados" (Estudiantes 10° B).

"Según los pescadores, cuando la luna está llena hay una disminución de peces, cuando la luna está en menguante la pesca está normal" (Estudiantes 11° B).

"Luna llena: no se puede realizar la pesca artesanal porque en esa etapa del ciclo de la luna hay mu cha claridad y la marea comienza a crecer hasta el punto más alto. Media luna: en esta fase de la luna la marea empieza quebrar (ya no hay puja) y la pesca artesanal comienza a producir más pescado en ciertas partes, dos de ellas son Cabo Marzo y Punta Piña. Cuarto menguante: en esta fase de la luna se realiza más constante porque no hay casi luz en el mar y los pescadores aprovechan esa etapa. Menguante: en esta fase ya la luna quiebra y por lo tanto es cuando la pesca mejora demasiado y el pescado está más abun dante porque no hay tanta luz" (Estudiantes 9° C).

¿Qué conocen de la pesca artesanal?

"La pesca artesanal es un método donde se pesca a mano o con vara de pescar, con un empatamiento como el anzuelo, el nilón plomado, cebo o carnada de pes ca" (Estudiantes 10° B).

"Es la forma de pesca que se utiliza en la ZEPA1" (Estudiantes 11° A).

"La pesca artesanal es aquella que desempeñan todos los pescadores costeños del país, se dice artesa nal porque los instrumentos utilizados para hacer esta actividad son creados por los mismos pescadores" (Es tudiantes 11° B).

"En la pesca artesanal se utilizan muchos instru mentos de pesca como: anzuelo, plomo, trasmallo, boyas, atarraya, etc." (Estudiantes 9° C).

¿Cómo la pesca artesanal está en el modo de vida de Bahía Solano y del Chocó?

"La pesca artesanal es el modo de vida de nuestro municipio, ya que es nuestro alimento y lo podemos exportar a otras ciudades de nuestro país" (Estudian tes 11° A).

"Gracias al territorio donde nos encontramos, que nos brinda el mar con los peces, nos sustentamos de manera económica y con mucha alimentación. Por medio de la pesca hay hoy en día grandes empresas que se benefician de las riquezas que nos brinda el mar favoreciendo a ellos y a nosotros" (Estudiantes 10° B).

"Una de las formas de ingreso en el municipio de Bahía Solano y del Choco, y le genera [ingresos] a la comunidad chocoana" (Estudiantes 10° B).

"La pesca artesanal está en el modo de vida en Bahía Solano y en el Chocó, ya que es una actividad tradicional que se nos facilita a los habitantes debido a la relación que tenemos con el mar. Tenemos las siguientes: nos brinda la alimentación, el transporte y nos ayuda mucho en la parte económica" (Estudian tes 10° B).

"El pescado es uno de los productos que hacen parte de nuestra cadena alimentaria y nos brinda mu chos beneficios a nivel de salud. Gracias a estos bene ficios muchos pescadores viven de su labor, además de pescar para su alimentación, pescan para vender el producto para suplir otras necesidades diarias" (Es tudiantes 11° B).

"Está en la parte económica y social, ya que hace ver la humildad de cada familia, el trabajador sostiene la manera de vivir, ya que el comercio y la economía la tienen como base, en esta se refleja la cultura de los habitantes, también la relación entre lo exterior e interior del país, ya que Bahía Solano es uno de los ex portadores más grandes del país" (Estudiantes 11° B).

"La pesca artesanal marca la identidad en nuestro medio y es una forma de generar ingresos, es pasión de las personas. La pesca artesanal nos identifica, es lo que hacemos muchos y crecemos con la ayuda de esta" (Estudiantes 11° B).

"La pesca artesanal sirve como un sustento que influye en la economía del pueblo, dado que los pescadores, después de atraparlos, los venden, y los compradores los exportan y eso genera ingreso" (Es tudiantes 11° B).

"La pesca artesanal de Bahía Solano se basa más que todo en lo económico y cultural, nosotros los pes cadores artesanales nos beneficiamos del mar [...] económicamente y también para nuestros suministros personales" (Estudiantes 9° C).

"La pesca artesanal se considera una tradición en el Chocó que es realizada en el mar, es una manera de [obtener] alimento y es una función realizada para atrapar los peces" (Estudiantes 9° C).

"La pesca artesanal es la manera [en] que los pes cadores utilizan esta actividad para tener una vida mejor porque ellos y sus familiares, a través de esta actividad, tienen mucho conocimiento [sobre] cómo agarrar un pescado, en qué formas pescar y obtener una gran cantidad de peces. Los barrios de Bahía So lano que tienen más pescadores son Barrio Nuevo y Chambacú" (Estudiantes 9° C).

Entre las respuestas de los estudiantes y al final, cuando todos los grupos expusieron sus respuestas, se realizaron intervenciones en las que se destacó la importancia social, cultural, económica, ecológica y de seguridad y soberanía alimentaria que tiene la pesca artesanal, así como las formas en que la activi dad está estrechamente vinculada a la población. Los estudiantes complementaron y debatieron la infor mación que se estaba expresando. Durante estos pe ríodos, muchos jóvenes se manifestaban diciendo que su padre, su tío u otros miembros de la familia eran pescadores y que de ellos habían aprendido algunas de estas cosas, mientras que muchos otros aseguraban haber aprendido en la escuela y muchos estudiantes también, casi exclusivamente hombres, dijeron que ya practicaban la pesca de forma lúdica y habían rea lizado unas cortas salidas de pesca con su familia o conocidos.

Luego de ese momento, se mostraron dos videos que explican qué es la Zona Exclusiva de Pesca Arte sanal (ZEPA). Finalmente, se les propuso a los estudian tes que elaboraran mapas que pudieran demostrar cómo la pesca estaba presente en el modo de vida de Bahía Solano, además de enfatizar las territorialida des pesqueras. Como punto de partida se plantearon algunas preguntas, entre las cuales están: ¿quién es el pescador? ¿Cómo ve la comunidad a los pescado res? ¿Cuáles son los aportes del pescador artesanal a la comunidad? ¿Cómo la pesca está en el modo de vida de los solaneños? ¿Cuál es el circuito de la pesca? ¿Cuáles son los territorios donde hay pesca? ¿Cuáles son los desafíos y los problemas de los pescadores?

En la Figura 3 está el océano Pacífico y aparen temente hay un turista tomando una fotografía de un delfín saltando en el mar. Lo interesante de esta representación del paisaje son las frases escritas por los estudiantes, como "La dedicación y la observación hacen un buen pescador", lo cual implican también que la persona puede ser un pescador y no un turista (a pesar de la ropa), pero expresa también cómo la pesca es algo que se aprende más en la práctica, con la observación, el ensayo y la experiencia, que mediante la teoría. Esto demuestra la conciencia de los estudian tes sobre este proceso en el cual el conocimiento de la pesca es, de hecho, tradicional y empírico.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 10° B Liceth Dayana Moreno, Birleima Tunay Dogirama, Francia Elena Romaña Córdoba y Elsa Yissely Cabeza el 22 de enero de 2020.

FIGURA 3 Mirador del parque hacia la playa 

El paisaje de la Figura 4 muestra el río Jella con lanchas que llegan. Un hecho curioso es que hay un dibujo de mujeres pescando en el puente, lo que demuestra la presencia femenina en la actividad.

También está la carretera y en los tres carros dibuja dos está escrito "Red de Frío", la cooperativa de pescadores que realiza el comercio.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 10° B Xiary Yussaira Girón Mosquera, Amanda Yaiiana Coban Gamboa, Yellen Bermúdez, Santiago Olaya Riasco y Elkin Valoyes Rentería el 22 de enero de 2020.

FIGURA 4 Distribución de la pesca artesanal 

La Figura 5 es la que representa una escala geo gráfica más grande entre todas las representaciones realizadas por los estudiantes, ya que abarca toda el área de Zona Exclusiva de Pesca Artesanal, desde Punta Ardita, al norte, hasta el límite de Nuquí con el Parque Natural Utría, al sur.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 11° B Natalia de Hoyos, Qely Andrea Ríos, Thalía Ruiz Córdoba y Natalia Velásquez Álvarez el 23 de enero de 2020.

FIGURA 5 Rutas de pesca artesanal en el Pacífico norte 

La Figura 6 es una de las que más captura los terri torios pesqueros de manera integral, pero sin perder las especificidades de cada lugar, demostrando exac tamente el recorrido de las pesquerías que realizamos en Bahía Solano. Abajo, a la izquierda, se encuentra el aeropuerto, seguido por la carretera a la ciudad. Abajo, a la derecha del dibujo, está el río Jella y los barrios a su alrededor, Onetti Nuevo y Onetti Viejo, popularmente llamado Chambacú, que es un barrio de pescadores. El puente Chambacú se identifica con las redes de comercialización circundantes (Masmepez, Red de Frío y Merluza Pesquera). También hay representación de los barcos pesqueros de Cristóbal y Alberto. Justo en la orilla de la playa de Bahía So lano hay un pescador con una red de pesca y en el puesto de la Esso hay un pescador con una línea de mano, pero arriba están los viveros, seguidos por las playas EL HUina y Punta Faro, donde, al frente, se re presenta a un pescador usando una caña. Arriba, a la derecha, se encuentran los Morros Nidales, donde los pescadores pescan con palangre. En el lado derecho, se encuentra la representación (de abajo hacia arriba) de las playas y corregimientos de Mecana, Cocalito, Huaca, Playa Potes y Nabugá, donde hay pescadores. De esta forma, el mapa captura mucho de la territo rialidad tradicional pesquera de Bahía Solano.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 11° A Andrés Camilo Ruiz Badillo, Yurleisy Moreno Castillo, Ferney Valois Todro, Yamile Córdoba Arias, Alex Yesin León Asprilla, Luisa María Polo Castillo y Paula Potes Vallois el 29 de enero de 2020.

FIGURA 6 Zonas de pesca en Bahía Solano 

La Figura 7 captura el territorio de Ciudad Mutis y las territorialidades de la pesca artesanal. En el lado izquierdo está el barrio Chambacú con algunas perso nas que trabajan en la agricultura junto al manglar y el puente Chambacú. En el centro están los puntos de acopio, como Red de Frío, Masmepez y la pesquera de Cristóbal. Otros lugares representados son: la Ca pitanía de Puertos, la casa del pescador Hugo, el ba rrio Chocolatal, Jairo (comerciante), Bienestar, Barrio Nuevo, la casa del pescador Walter, la casa de Jim my (el biólogo marino), además de la Esso, un puerto utilizado para embarque y desembarque y pequeñas pesquerías.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 10° A María Isabeth Gamboa Mosquera, Víctor Daniel Lozano Berrío, Wilmer Andrés Moreno Mosquera, Willian Rafael Sanclemente Rengifo y Juan David Poti Velásquez el 29 de enero 2020.

FIGURA 7 Bahía Solano: la pesca nos identifica 

En la Figura 8 se representa toda la bahía de Ba hía Solano. Abajo, a la izquierda, están los corregi mientos de Huaca, Mecana y Playa Potes. También están representados la desembocadura del río Jella y otros lugares que se encuentran en este territorio, como Chambacú, el puente y las pesqueras. En la parte central superior se encuentran algunas casas que son lugares importantes para el circuito de pesca y separada de esa parte se encuentra lo que sería el centro de la sede municipal, presentado bajo el título de "sociedad". A la derecha está la Esso y un pesca dor pescando con línea. Mas abajo se muestra una letra que indica "Punta Huina", que es otra playa de pescadores.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 11° A (nombres no disponibles) el 29 de enero de 2020.

FIGURA 8 Bahía Solano: pesca y cultura 

La Figura 9 destaca la diversidad de la fauna ma rina, de peces y de métodos de pesca. Se representan la línea de mano, la red, el palangre y los distintos ta maños de lanchas y canoas. Entre la fauna marina se identifican ballenas, atunes y peces espada. En el lado izquierdo están los montes (montañas) y los lugares re presentados en la parte que sería la ciudad (la más cen tral) se identifican como Cristóbal, Teolinda y la casa de don Emilio. También está representado el puente Chambacú y los manglares presentes en el barrio.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 9° C Estefanía Pacheco, Enyimaria Moreno, Eileen Nicol Anchico Reiña, Manuela Aivathegui y Freddy Días el 30 de enero de 2020.

FIGURA 9 Zonas pesqueras de Bahía Solano 

La Figura 10 cubre, de manera sucinta, la ciudad de Bahía Solano y, más abajo, las otras montañas serían los corregimientos Chambacú, Mecana, Huaca, Piña y Cabo Marzo (que ya es municipio de Juradó). También están los Morros de Vidal o "Vidales", con tres barcos de pesca, además de la gasolinera Esso con un camión de descarga y un barco más grande. La sede municipal (Ciudad Mutis) está representada por algunas casas.

FUENTE: trabajo de campo, hecho por los alumnos de 9° C Katherin Mairlen Mosquera Córdoba, Yisnery Potes Rivera, Liby Jhoana Moreno y Emily Gomes el 30 de enero de 2020.

FIGURA 10 Mapa de Bahía 

De esa forma, los dibujos lograron demostrar vi siones sobre los lugares donde más se manifestaron y cuál fue el alcance de la territorialidad de la pes ca artesanal, cuya información fue consistente con la percepción que tuvimos durante los levantamien tos de campo. En todos los dibujos se destacaron los territorios a orillas del río Jella (puente Chambacú), Red de Frío y Merluza Pesquera (lugares de comercio de pescado), así como el mar, los corregimientos y los puntos de pesca. Así, con las imágenes producidas, se hizo explícita la territorialidad de la pesca artesanal y cómo está presente en el modo de vida de todos en el municipio, bien sea haciendo el trabajo, conociendo a alguien que lo haga, teniendo en casa a alguien que lo haga o incluso por medio de la escuela y sus disci plinas específicas con énfasis en las ciencias del mar, lo que hace que los alumnos tengan un contacto con los conocimientos del mar y muchas veces este contacto se profundiza por las experiencias vividas en la co munidad. Cuando se les pregunta a los estudiantes si aprendieron más sobre la pesca en las clases escolares o en la práctica y la experiencia, la mayoría señaló la importancia de los aprendizajes afuera del espacio de la educación formal.

6. Consideraciones finales

La cartografía social participativa practicada en oposi ción al modelo hegemónico, como una construcción en la que las relaciones de poder se transformaron desde la mirada de los sujetos que se insertan en los territorios, fue plenamente valorada en los talleres en la Institu ción Educativa Luis López de Mesa. Los sujetos de la investigación fueron los estudiantes del colegio, cuyos mapas revelaron sus conocimientos sobre los territorios y territorialidades pesqueras de las cuales son partícipes y conocedores, en la gran mayoría de casos por ser fa miliares o conocidos de pescadores artesanales.

Las acciones e intervenciones permitieron captar la situación de los estudiantes como sujetos conscientes de la importancia de los saberes y prácticas tradicio nales y populares, capaces de formular un sentido po lítico y crítico para el colectivo del que forman parte, así como conscientes de sus apropiaciones del espacio, de sus territorialidades, pues, como propone Paulo Freire (1967), entendemos la necesidad de hacer del sujeto ajustado, acomodado, un sujeto crítico. De ahí la necesidad de que los jóvenes identifiquen y reflexionen sobre las prácticas tradicionales que se llevan a cabo en el territorio y los territorios construidos.

En los mapas sociales producidos como resultado de los talleres realizados, buscamos representar, en lugar de información técnica, el territorio vivido y percibido por la comunidad, los lugares que son re levantes para la cotidianidad local, las vivencias, los caminos, el trabajo y sus formas de existencia colec tiva, en un intento de insertar todo lo relevante para las comunidades estudiadas. Así, los elementos repre sentados en los mapas finales constituyen el producto de las relaciones sociales vividas y las territorialidades construidas.

En los dibujos y la oralidad se observaron las re laciones sociales establecidas en el territorio que po sibilitaron la construcción de mapas sociales partici pativos. Como investigadores, nuestro rol está en la colaboración para la materialización de estas relacio nes sociales, de manera que los mapas reflejaran la comprensión de los sujetos de su propio territorio y la relación de su cultura con él.

Así, a partir de los conocimientos existentes sobre la pesca, los territorios y sus territorialidades, busca mos, a través de reflexiones y actividades presentes en los talleres, la promoción de un aprendizaje activo en el que los estudiantes también sean protagonistas de sus propios procesos de enseñanza y aprendizaje, po sibilitando así un intercambio de saberes entre todos los sujetos involucrados en las actividades, así como un empoderamiento basado en sus propios conoci mientos y prácticas locales.

Los talleres también se realizaron como una forma de brindar algún aporte durante los días que estuvimos en Bahía Solano, ya que creemos que la investigación debe ser una calle de doble sentido y que no solo le cor responde al investigador "extraer" los datos que le con vienen, sino, más bien, contribuir de alguna manera a ampliar la comprensión del mundo en el diálogo que se desarrolla. Todo ello en busca de sociedades constructoras en las que los sujetos sean menos Homo economicus y más Homo politicus, conscientes, a favor del bienestar social, del patrimonio histórico y cultural, de la conservación ambiental y de las soberanías territo rial, ambiental, alimentaria y cultural.

Así, se hizo evidente que el concepto de territoria lidad está, sobre todo, conectado con las relaciones de parentesco, las prácticas laborales y toda una configu ración del lugar de reproducción del modo de vida, donde la cartografía social participativa se muestra como una herramienta importante para brindar una articulación entre saber y hacer, a través de un len guaje accesible para la representación y discusión de la realidad.

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1 Este artículo hace parte de una investigación doctoral en progreso, "Territorio, modo de vida y pesca artesanal marítima en Brasil y en Colombia", en el marco del convenio del Programa de Posgrado en Integración de América Latina de la Univer sidad de São Paulo (PROLAM/USP) y del Programa de Posgrado en Geografía de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL). Agradecemos a la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Educación Superior (CAPES, Ministerio de Educación de Brasil) por el financiamiento y a Yussely Aguilar Acevedo, abogada y coordinadora de la ONG Manglares Vivos, por el apoyo para los talleres que se realizaron en la Institución Educativa Luis López de Mesa (Bahía Solano).

1 La Zona Exclusiva de Pesca Artesanal (ZEPA) es un área marina protegida creada en 2013 para el uso exclusivo de la pesca ar tesanal y permite solo la pesca con línea y espinel (Díaz & Caro, 2016).

Recibido: 30 de Junio de 2022; Revisado: 02 de Diciembre de 2022; Aprobado: 30 de Diciembre de 2022

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