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Psicología desde el Caribe

versão impressa ISSN 0123-417Xversão On-line ISSN 2011-7485

Psicol. caribe vol.36 no.1 Barranquilla jan./abr. 2019

https://doi.org/10.14482/psdc.36.1.305.4 

Artículos de Investigación

Encuentros con la diferencia: la pluralidad en las experiencias de jóvenes universitarios

Encounters with the difference: the plurality in the experiences of university students

Ana María Arias Cardona* 

José Andrés Soto Vélez** 

* https://orcid.org/oooo-0002-4448-73n Universidad Pontificia Bolivariana (Colombia)

** https://orcid.org/0000-0002-4623-3681 Corporación Universitaria Lasallista (Colombia) Correspondencia: anamaria2468@gmail.com


Resumen

Este artículo se desprende de la tesis "Relaciones sociales en la universidad: poder, conflicto y pluralidad entre jóvenes", presentada por la autora, Ana María Arias Cardona, como requisito para optar al título de Doctora en Ciencias Sociales: Niñez y Juventud, en el Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud de la Universidad De Manizales-CINDE, la cual se centra en universitarios y analiza formas simbólicas de exclusión. Se enfoca en la categoría "pluralidad", cuyo objetivo es comprender cómo configuran los jóvenes su encuentro con la diferencia, cómo afrontan la diversidad en sus relaciones. El diseño es cualitativo, el método hermenéutico y las técnicas empleadas talleres y entrevistas. Participaron 119 jóvenes de dos universidades públicas y dos privadas de Antioquia (Colombia). Los resultados se agrupan en tres subcategorías: "Todos somos 'el otro' del otro: la diferencia como déficit"; "Preferir no es excluir: ¿optar por unos sin vulnerar a otros?"; y "Procesos de inclusión que evidencian movilizaciones solidarias". Esto permite concluir que la diversidad se lee como algo negativo, y que es difuso el límite respecto a la discriminación, pues dichos actos se han "naturalizado".

Palabras claves: Exclusión; inclusión; jóvenes; pluralidad; universidad

Abstract

This article summarizes the highlights of a thesis that analyses the symbolic ways of exclusion among university students. It focuses on the "plurality" category which objective was to understand how young frame their encounter with difference, how they confront diversity in their relationships. The design was qualitative, the hermeneutical method was used along with workshops and interviews techniques. 119 young people participated, from two public university and two private university in Antioquia (Colombia). The results are grouped into three subcategories: "We are all 'the other of the other: difference as deficit"; "To prefer is not to exclude: How to opt for certain ones without harming others?" and inclusion processes that show solidary mobilizations: which allows to conclude that diversity is read as something negative, that the limit regarding discrimination is diffuse and such, since those acts have been "naturalized".

Keywords: exclusion; inclusion; young students; plurality; university

INTRODUCCIÓN

La universidad es un escenario pensado para la universalidad. Se supone que es un espacio que legitima la diferencia. No obstante, en el quehacer docente se observa que los estudiantes presentan múltiples resistencias frente a la diversidad, y cómo aquel que no coincida con su postura personal suele ser catalogado como un sujeto no legítimo, quien, por ende, sufre el rechazo (Arias, 2016). Esto se evidencia en chistes, prejuicios, actitudes de indiferencia, comentarios descalificadores, dificultades para el trabajo en equipo, problemas en la convivencia, etc.

Por esto surge esta investigación, con el objetivo de comprender cómo configuran los jóvenes1 su encuentro con la diferencia y cómo afrontan la diversidad en sus relaciones, pues en el día a día, pese a la pretensión de hacer de la universidad un escenario de socialización política, lo que se observa son manifestaciones de individualismo y violencia simbólica que fragmentan los vínculos.

Skliar (2002) plantea que la dificultad para convivir con lo diverso sigue vigente a través del tiempo, a pesar del intento por legitimarla en la actualidad. Este autor señala:

La diversidad está aún centrada en los otros y no parece ser posible descentrarla de allí, impactarla, irrumpirla. No hay ninguna implicación del yo mismo, de la mismidad, en ella: los otros son los diversos; ellos son los diversos, nosotros no somos diversos. (p. 108)

Esta investigación asume la pluralidad como relación, eso significa "aceptar la heterogeneidad como un nuevo paradigma de organización social" (Magendzo, 2006, p. 11). A esta pretensión se unen múltiples autores en el debate académico, tales como Calderón (2012) -con sus ideas sobre cómo diferenciar el "nosotros"-, Eslava (2002) -en su invitación a abrirse a otras posturas-, y Juliano (1994) -en sus reflexiones sobre la relación-exclusión-.

La articulación de la pluralidad con las realidades de la sociedad actual se evidencia en el surgimiento de distintos grupos identitarios que persiguen la reivindicación de sus derechos a ser y estar en el mundo; de hecho, el mayor esfuerzo está puesto en el tránsito de una identidad colectiva y universal hacia realidades que permiten lo individual y lo privado.

Finalmente, lo que busca el paradigma actual es trascender la perspectiva universalista que se opone a toda demanda de pluralidad, ya que la diversidad se percibe como problema, en el cual aquel que nombramos como "el otro" se vislumbra como un peligro porque pone a tambalear los principios universalistas sobre los que hemos construido y naturalizado la realidad (Aguilar, 2013).

Es necesario tener en cuenta que, históricamente, se han presentado intentos por desterrar la pluralidad, impedir su expresión y estigmatizarla como fenómeno que pone en riesgo el equilibrio social basado en lo unitario (Magendzo, 2006). Por tanto, todo lo que no cumpla con el discurso hegemónico (hombre, blanco, católico, heterosexual, etc.) suele desvalorizarse.

Con respecto a lo que se viene nombrando como el "otro", se hace necesario profundizar en su papel en la construcción de la pluralidad, en la que es ineludible ese reconocimiento y aceptación del otro, entiéndase esta categoría del "otro" no en forma peyorativa, sino como expresión de esa persona que está fuera del campo del yo. Este proceso lo nombra Krotz (1994), citado en González (2009), como "alteridad", lo que en pocas palabras se refiere a una experiencia de diferenciación, es decir, de lo extraño, de lo que no soy yo.

Según Ibáñez (2004), citado en Ibáñez, Díaz, Druker y Rodríguez (2012), se puede entender la pluralidad (diversidad) en los siguientes términos:

La consecuencia de modos distintos de construir significados que dan lugar a una visión de mundo diversa en algunos o en muchos sentidos, no mejor o peor sino sólo diferente, que se constituye en el lenguaje según el modo de convivencia propio de cada cultura. (p. 217)

Por otra parte, Magendzo (2006) aclara esto, sobre la relación entre pluralidad y esos significados diversos de la realidad, al considerar que se debe entender la pluralidad como "un hecho fáctico de toda sociedad en la que existen una variedad no coincidente de creencias, convicciones, sentimientos y puntos de vista acerca de asuntos que se repuntan importantes" (p. 11).

Así, entonces, la pluralidad se encuentra en la construcción de múltiples significados sobre la realidad (Arias, 2016), una construcción que es diversa y no está ligada a supuestos universales, y se manifiesta a través de comportamientos concretos que abarcan modos de pensarse, sentimientos, expresiones, creencias en torno a asuntos sociales e individuales, como, por ejemplo, el género musical, la vestimenta, la religión, las preferencias sexuales, las ideologías políticas, etc.

En el contexto universitario circulan todos estos contenidos de la pluralidad, pues es un espacio apropiado para la socialización política, en donde lo diverso debería expresarse con mayor libertad. La universidad debe permitir una movilización más heterogénea; aunque el hecho de ser más plural no significa que esta se acepte y se viva con espontaneidad, los resultados de esta investigación son muestra de ello.

Específicamente, en cuanto a la pluralidad en las juventudes, se puede aseverar con Morales (2015) que, en la actualidad, a los jóvenes lo que los define es lo cambiante, una realidad que los empuja a construirse en lo cotidiano por medio de relaciones de poder, las cuales, cada vez más, abren el camino para una cultura heterogénea.

La pluralidad invita entonces a la aceptación de todo tipo de diferencias en el propósito de no discriminar, propone comprenderla como una relación y no concebirla desde una valoración negativa. Las diferencias no nos hacen ni mejores ni peores, solo diferentes. Equiparar diferencia con déficit no posibilita comprender la potencia de la diversidad, lo que evidencia la relevancia social y teórica de una investigación como esta.

DISEÑO METODOLÓGICO

Participantes

Participaron 119 jóvenes (hombres y mujeres) de distintos pregrados de ciencias sociales y educación de las siguientes instituciones de educación superior (IES) del departamento de Antioquia (Colombia): La Corporación Universitaria Lasallista, La Universidad Cooperativa de Colombia, El Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid y La Universidad de Antioquia, sedes Medellín, Carmen de Viboral y Santa Fe de Antioquia. Las dos primeras IES son de carácter privado, y las dos últimas son instituciones públicas.

Método

La investigación se orienta por el método hermenéutico y el diseño cualitativo, ya que se constituyen como herramientas apropiadas a la hora de abordar fenómenos humanos tales como el que se indaga en esta ocasión.

El método hermenéutico se refiere al uso de la reflexión y la intuición para describir y depurar la experiencia tal como se vive, en busca de introducirse en el contenido y la dinámica del sujeto estudiado, con el fin de estructurar una interpretación coherente sobre el todo de la persona (Arráez, Calles y Moreno, 2006). Salgado (2007), por su parte, recuerda que el diseño cualitativo se caracteriza porque pone énfasis en los puntos de vista de los sujetos participantes, en recolectar los datos en el contexto en el que la persona se desenvuelve, y más que variables puntuales, lo que se estudia son conceptos que no se van a abordar a través de mediciones.

Procedimiento

El trabajo de campo abarcó la realización de 14 talleres en los que se aplicaron diversas técnicas interactivas (foto-lenguaje, sociodrama, construcción de relatos, completación de frases y análisis de casos). Los instrumentos para la construcción de datos los diseñó la autora de la tesis. A fin de garantizar su validez y rigurosidad, fueron validados con pares académicos, se les realizó juicio de expertos y prueba piloto.

Posteriormente, se seleccionó a 23 jóvenes, de manera intencionada, para la realización de entrevistas en profundidad. Estos representaban múltiples manifestaciones de la pluralidad (religiosa, sexual, política, étnica, etc.).

De igual forma, se tuvo sumo cuidado en la aplicación de los lineamientos éticos que están contenidos en la Ley 1090 de 2006 de Colombia, de modo que se aplicaron aquellos que deben prevalecer en todo trabajo de carácter investigativo como lo son: el velar por la confidencialidad y privacidad de los sujetos participantes, respetar sus derechos, creencias y valores, además de garantizar que se les respete su libertad de elección y su dignidad como ser humano (Mondragón, 2007; Sánchez, 2002). Todos diligenciaron el consentimiento informado y las universidades dieron su aval institucional.

Análisis de datos

Los datos construidos en el trabajo de campo se sometieron a la técnica de análisis de contenido y se configuraron las tres subcategorías que se analizan en el apartado de resultados.

RESULTADOS

1. Todos somos el "otro" del "otro": la diferencia como déficit

Normalmente, se ha considerado que la exclusión se presenta desde unos cuantos de la colectividad que pertenecen a grupos sociales legitimados -es decir, aquellos que están en los estándares establecidos por el discurso hegemónico-, hacia aquellos que no cumplen con los lineamientos que mantienen el statu quo.

Sin embargo, lo que permite comprender el análisis de los datos recogidos en esta investigación es que la exclusión de aquel que consideramos el "otro" no se lleva a cabo en una sola dirección, sino que hacen uso de esta tanto las llamadas "mayorías" como las "minorías".

En definitiva, los participantes manifiestan en sus relatos una realidad que suele verse en las relaciones sociales y se encontró referenciada en la bibliografía consultada, en la que lo propio suele verse como legítimo y lo ajeno como indeseable. Esto puede explicar el por qué cada uno es el "otro" del "otro".

La exclusión como algo natural

El discurso de los jóvenes participantes de esta investigación hace notoria la tendencia a la naturalización de la exclusión, al concebirla como una cualidad propia del ser humano en la que se nombra como instintivo ese asunto de excluir aquello que se considera inapropiado. Lo anterior puede ejemplificarse en las palabras de una estudiante de universidad pública: "De todas formas el hombre por naturaleza va a tender a excluir ciertas cosas en su vida" (comunicación personal).

Por otra parte, aparece que lo propio no es la única condición que suele utilizarse como punto de referencia para la exclusión, sino que también está atravesado por el discurso de lo hegemónico, en el que lo establecido en estándares sociales es lo que empuja, en cierta manera, a que los jóvenes excluyan al otro en su diversidad. Esto lo puede ejemplificar lo que escribió un joven de una universidad privada en la técnica de completación de frases: "Tenemos una idea de lo que es normal desde el capitalismo... de belleza, de lo que tiene que ser bueno, la moda, la ropa".

En este mismo sentido, la exclusión de unos hacia otros como algo naturalizado se ha extendido hasta tal dimensión que, en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los jóvenes universitarios también hacen uso de ese sistema de supresión de lo diverso. La dinámica por la que lo llevan a cabo se hace presente en la voz de una joven entrevistada:

A veces hay gente que tiene millones de amigos en Facebook, pero no comparten con otros... el que no tiene ochocientos mil "like" como que no es nadie. Se empieza a generar una especie de exclusión regulada por el Facebook. (comunicación personal).

De igual forma, fue un asunto bastante particular el que apareciera en los relatos de los participantes el fenómeno de la autoexclusión, en el que la tensión que generan las cuestiones que resultan de la interacción con el otro termina por generar una decisión consciente y voluntaria de hacerse invisible. Allí, nuevamente, aparece la tendencia a tomarse como selección "natural" y no hay un compromiso de responsabilidad con este asunto. Como expresaba un joven estudiante de una universidad privada: "El problema es del que se quiere discriminar. al que se autoexcluye, se le excluye" (comunicación personal).

LA EXCLUSIÓN COMO IRRESPETO A LA DIFERENCIA

En los relatos de los estudiantes aparece con fuerza la cuestión de lo "sutil", ya que se relacionan los comportamientos excluyentes con una manera indirecta de llevarse a cabo; es decir, se irrespeta lo diverso por medio de comentarios y comportamientos no directos hacia aquel que se identifica como diferente. En una plenaria realizada en una universidad pública se evidenció esto en la siguiente participación:

Ven un metalero pues y ahí mismo, empiezan a estigmatizar de que es un marihuanero, que es bruto, que no sé qué y no saben realmente la ideología que tienen, o sea, siempre los tratan mal y dicen palabras soeces o a veces los golpean.

Asimismo, aunque aparece el tema de la exclusión percibida como irrespeto a lo diverso, también fue un caso atípico el hecho de que algunos universitarios no conciban siempre las acciones excluyentes como falta de respeto; sino que, como mencionan algunos, "siempre y cuando venga de un amigo o amiga puede ser aceptado y percibido como natural" (comunicación personal).

También es relevante la forma en que algunos participantes reflexionan acerca de cómo la exclusión de la otredad está ligada a asuntos de lo que se considera deseado y lo que no lo es, al mismo tiempo que cuestionan y hacen la comparación entre componentes de la diversidad que pueden señalarse como de mayor gravedad. Este es un elemento que lleva a pensar que cierta porción de jóvenes realiza actos excluyentes en contra de la pluralidad basados en la premisa "esto es tan delicado que me es permitido e incluso, es necesario excluirle", es decir, justificado en la amenaza que se percibe en la diferencia.

En síntesis, el irrespeto hacia la diferencia parece estar admitido desde juicios que son sostenidos por el discurso de lo legitimado (heterosexual, mestizo, rubia, católico, etc.), mientras que la burla y la discriminación indirecta se manifiesta hacia aquellos que se consideran como elementos graves de la diversidad (gay, afro, indígena, etc.).

La imagen y el conocimiento como pretextos de la exclusión

El asunto de la apariencia y las experiencias de los universitarios en las relaciones con sus pares se puede evidenciar en el siguiente fragmento de construcción de relatos:

Ana inicia hoy su primer semestre en la universidad. Aunque su cuerpo no armoniza con su hermoso rostro debido al rastro de una escoliosis que hace que se movilice con dificultad y que su apariencia exterior no sea "normal". „ Al verla llegar, unos critican, otros sienten compasión, otros admiración. . . Algunos compañeros deciden no arriesgarse y nunca socializan con ella, pero otros en cambio, deciden hacerla parte de su círculo.

También se manifestó una valoración negativa de algunos rasgos vinculados con la estética que llevan a juicios y actos excluyentes, la cual , de nuevo, se escapa de la tendencia a pensar que únicamente se discrimina a quienes se ubican en las minorías, ya que en los datos recogidos se identificó que las "rubias, bonitas y que están a la moda", también son objeto de exclusión y de prejuicios: "Que las niñas pintadas de cabello rojo son muy escandalosas, que son muy conflictivas" (comunicación personal).

Otro pretexto para la exclusión (y quizá para la inclusión-preferencia de algunas personas) es el rendimiento académico, el nivel de conocimiento que se observa en los demás, su desempeño, el reconocimiento que obtiene por aquello que sabe y la manera en que se expresa. De igual forma, aparece en los discursos de los participantes una suerte de "clasificación intelectual" que pareciera estratificar las carreras, lo que genera procesos de descalificación que los participantes leen como exclusión, tal como lo expresaba un participante en una plenaria en una universidad pública: "A mí me pasa mucho es que creen que la licenciatura es un cursito, una técnica, algo de cinco semestres y ¡salga!".

2. Preferir no es excluir: ¿optar por unos sin vulnerar a otros?

La generalidad en los discursos de los jóvenes universitarios que participaron en esta investigación indica que, para ellos, preferir o elegir a unos sobre otros no necesariamente conlleva a categorizar su comportamiento como exclusión. De hecho, suelen percibirlo como una opción que siempre va a estar ahí disponible para todos.

DE LOS FENÓMENOS GRUPALES

En esta subcategoría llama la atención cómo los jóvenes se refieren a la necesidad de conformar grupos con base en la afinidad hacia otros y a las categorías que estos representan. Este proceso se evidencia en la voz de uno de los participantes: "Siempre en un grupo se ve un perfil, como de categorizado, este grupo sabe más, este grupo sabe más, este otro sabe menos y así se va categorizando" (comunicación personal).

La preferencia como medio para organizarse en grupos que les facilite la socialización y la supervivencia en la universidad, la perciben los participantes como un asunto totalmente alejado de lo que conciben como exclusión. Por eso, tienden nuevamente a naturalizar dicho comportamiento, tal como lo expresa una estudiante de universidad privada durante la entrevista: "Los grupos están así y los que somos, somos: nosotras tres y ellos tres" (comunicación personal).

En los relatos de los jóvenes (tanto hombres como mujeres) sobresalen múltiples prejuicios (por ejemplo, en relación con el regionalismo y la diversidad sexual) que se vuelven "chiste" y legitiman modos de descalificación de lo no deseado: "ser pobre, grilla, bruto, mañé, gay", a través de expresiones de violencia simbólica.

De igual manera, los participantes refieren además que se da la "autoexclusión" como una decisión individual, pues al parecer suele darse más en aquellas personas que son conscientes de que alguna característica propia puede ser juzgada como negativa, e incluso, puede presentarse no en el hecho de dejar de hacer parte de un grupo, sino en el de asumir una actitud silenciosa en este.

De los prejuicios y estereotipos

Llama la atención que los jóvenes universitarios tengan como criterios para la exclusión e inclusión un elemento energético, en el que el factor que me indica si tengo afinidad o no con el otro es la "buena vibra" que tiene, o por el contrario lo discrimino porque su energía es negativa. Este asunto emerge como criterio "metafísico" de la exclusión.

Igualmente, se identificaron prejuicios racistas, estereotipos sexistas y de la región de la que se es oriundo. Fue muy reiterativo en todas las técnicas de construcción de datos el hecho de identificar estas actitudes en relación con algunos grupos sociales como el ser mujer u hombre, afro, gay o intelectual. Lo cual se evidencia en algunos relatos extraídos de la completación de frases: "Un día había un gay en la calle con pinta de grilla y me repudió"; "Un afro llegó a clase y todos se sintieron incómodos porque no aceptan la diferencia"; o "Las mujeres siempre pensamos lo que deberíamos, los hombres son más básicos y por eso viven más relajados".

Así, entonces, se evidencian las múltiples imágenes prefijadas sobre distintos grupos sociales. Quienes hicieron parte de esta investigación relatan diversas creencias negativas, casi siempre irracionales en cuanto no tienen un funda mento en la experiencia vivida, sino una generalización de un imaginario que fue avalado implícitamente por la cultura y, al parecer, nadie ha puesto en cuestión.

3. Procesos de inclusión que evidencian movilizaciones solidarias

Es muy importante que en las experiencias de los jóvenes universitarios aparezca también el reconocimiento de lo constructivo de la pluralidad, puesto que el hecho de hacerlo se convierte en un elemento esperanzador con respecto a la legitimación del otro y la afirmación de sus derechos. Este es un asunto que en el contexto colombiano y en el marco de las coyunturas actuales se hace urgente.

Como caso atípico, se hizo manifiesto el discurso de la inclusión e, igualmente, las actitudes solidarias hacia quien se muestra diverso en el contexto propio, al parecer movidos por la propia experiencia de haber sido excluidos en algún momento de la vida, o simplemente por posturas hacia lo solidario. Ejemplo de esto son algunas expresiones de la técnica de completación de frases: "Un día había un gay y era totalmente aceptado, tenía los mismos derechos de sus semejantes"; "Lo mejor de las relaciones de la universidad es conocer diferentes personas de distintas carreras"; "Un afro llegó a clase, se sentó, habló y deslumbró. Es el mejor de la carrera".

DISCUSIÓN

Tal como se enunció, el objetivo de esta investigación es comprender cómo configuran los jóvenes su encuentro con la diferencia, cómo afrontan la diversidad en sus relaciones. Al respecto se encontró que, fundamentalmente, la pluralidad se vive como algo negativo. No obstante, se presentan fenómenos grupales que bien pueden explicarse desde la psicología social como características de los grupos que implican la preferencia hacia algunos integrantes. Igualmente, se halló un esbozo de movilización solidaria hacia quienes presentan diferencias.

Cabe anotar que, si bien los jóvenes universitarios reconocen la diversidad que los caracteriza, esto no necesariamente significa que convivan y acepten lo plural en el contacto con el otro. Dicho asunto ya se evidenció en los resultados cuando se apunta al fenómeno de la exclusión como método a través del cual los jóvenes se relacionan con la diferencia que encuentran en el contexto universitario, así como les permite adquirir seguridad acerca de cómo su identidad no se verá amenazada por quienes, en lo diverso, desdibujan sus creencias arraigadas (inconscientes o no) en lo hegemónico.

Por tanto, los hallazgos de este estudio coinciden con lo que Baron y Byrne (2005) afirman acerca de cómo el ser humano suele dividir el mundo social en "nosotros" y "ellos", lo cual expresa sentimientos y creencias distintas sobre los otros. Quienes hacen parte de la primera categoría suelen percibirse en términos favorables, mientras los miembros de la segunda se ven de forma negativa.

En este sentido, durante ese proceso de división cognitiva, los jóvenes se forman de manera progresiva una idea de quién es el otro. A partir de esa primera representación definen a qué nivel les interesa ese individuo, lo que determina el inicio de sus relaciones o, por el contrario, el fin (Jaramillo, Arias, Arias, Restrepo y Ruiz, 2012).

Es, entonces, en el contacto con el otro, en espacios formales e informales, donde la pluralidad se hace visible, realidad que debe empujar a los jóvenes a ser conscientes de que el proceso de alteridad es bidireccional y no en un solo sentido. Por esto, el reconocerse como el "otro" del "otro" puede ampliar las posibilidades de convivir con lo diverso, y así trascender lo que sostiene Magendzo (2006) acerca de que la diversidad se vive como inferioridad; o lo que afirman Ojeda y González (2012), cuando analizan la discriminación hacia los "diferentes" como un acto de egocentrismo de quien la ejerce.

La universidad es, pues, uno de los tantos escenarios en los que se configuran grupos para realizar esa diferencia entre "nosotros" y "ellos", idea que sostienen Baron y Byrne (2005) cuando hablan de la división del mundo social. Al respecto, para algunos participantes de esta investigación no significa necesariamente la exclusión, sino que, además, les facilita la construcción de sus identidades.

Un aspecto que requiere profundizarse en futuras investigaciones, pues fue un hallazgo limitado en esta, hace referencia a la manifestación del sentido altruista en algunos jóvenes, por el que llevan lo diverso al plano de la solidaridad y el enriquecimiento de sus experiencias. Este fue un asunto que no tuvo tanta fuerza como el tema de la exclusión, pero es un vestigio de los cambios que se gestan paulatinamente en las sociedades en relación con la convivencia y lo plural, como reconocimiento de la condición humana.

Se llama la atención de las universidades sobre el papel que cumplen en la formación de estos jóvenes; esta educación no debe ser exclusivamente orientada a la preparación profesional, sino cultivar un pensamiento crítico que trascienda el género, las clases sociales, la etnia y el lenguaje, respetando así la humanidad de otros (Bolívar, 2005; Leiva, 2014; Sánchez y Ortega, 2008).

Tal como se ha señalado, la mayoría de los jóvenes percibe la exclusión como un fenómeno natural que emerge de forma espontánea y suele atribuirlo a factores externos; considera que la elección de unos en vez de otros no necesariamente significa excluir, y no siempre experimentan la pluralidad como negativa, pues en algunos casos (pocos, realmente) se manifiesta la inclusión.

La pluralidad no constituye una amenaza para la construcción de subjetividades ni para los procesos de socialización, por el contrario, deber percibirse como una oportunidad para el desarrollo del ser propio y del ser del otro. Los jóvenes, como miembros de la sociedad, no son ajenos a la tendencia a excluir por medio de prejuicios y estereotipos a aquellos que en el proceso de alteridad se identifican como lo diferente; pero también son capaces de aceptarlo e inclinarse al contacto con el otro que es diverso.

La convivencia se edifica, como señala Boggino (2008), al aceptar la diversidad subjetiva, social y cultural que nos caracteriza como seres humanos. Por tanto, los universitarios, en su reconocimiento del otro y con el otro, pueden construir lazos sociales por los que convivan con la diferencia, no simplemente tolerándola sino valorándola.

Finalmente, y en el sentido de esta investigación, el escenario de la universidad, comprendido como espacio formal de socialización, se presta para la manifestación de la pluralidad en las relaciones que los universitarios configuran entre sí; por tanto, como lo considera Macarena (2010), al tiempo que generan discriminación se edifican como escenarios constructores de sentidos positivos, de ahí los retos y desafíos que enfrenta. De ahí también que el impacto de esta investigación trascienda el nivel teórico y lo complemente con el nivel práctico, al servir de referente para que las instituciones de educación superior adelanten acciones en pro de una convivencia que valora las diferencias.

REFERENCIAS

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1A fin de proporcionar mayor agilidad en la lectura de este texto, se toma la decisión de hacer uso del término genérico jóvenes para referirse tanto a hombres como a mujeres. De igual forma, se aplica esta norma a aquellas ideas que se refieran a los diferentes géneros.

Citación/referenciación: Arias, A. & Soto, J. (2019). Encuentros con la diferencia: la pluralidad en las experiencias de jóvenes universitarios. Psicología desde el Caribe, 36(1), 45-60.

Recibido: 14 de Septiembre de 2016; Aprobado: 27 de Junio de 2018

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