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Literatura: Teoría, Historia, Crítica

versão impressa ISSN 0123-5931

Lit. teor. hist. crit. vol.16 no.1 Bogotá jan./jun. 2014

https://doi.org/10.15446/lthc.v16n1.44332 

http://dx.doi.org/10.15446/lthc.v16n1.44332

LETRAS EN NÚMEROS: ALGUNAS EVIDENCIAS CUANTITATIVAS DE LA ACTUAL LITERATURA BRASILEÑA*

 

Luís Augusto Fischer
Universidade Federal do Rio Grande do Sul - Brasil
fischerl@uol.com.br


HASTA HACE DOS GENERACIONES ERA común una queja en el medio literario: la falta de profesionalización que impedía la dedicación exclusiva de los escritores al oficio. Los únicos contraejemplos notables eran Erico Verissimo y Jorge Amado (nunca se mencionaba a José Mauro de Vasconcelos, aunque fuera tan exitoso como los dos, y quizá haya vendido más que ellos). Completaba el cuadro la presencia marcada de escritores durante el tiempo libre, gente que al mismo tiempo que ejercía otros oficios -como el de médico y el de funcionario (Drummond, João Cabral, Guimarães Rosa, Pedro Nava, Moacyr Scliar)- también escribía.

La cosa cambió. Ahora es común que el sujeto viva de la literatura todo el tiempo. No solo de los derechos de autor por la venta de los libros, ideal que todavía parece distante en Brasil dada la aún escasa práctica de lectura voluntaria entre la gente adulta, sino de una mezcla que involucra libros y textos para medios de comunicación variados, conferencias y seminarios, aparición en festivales, traducción, edición, docencia en el área, becas, guiones, premios. Y aún podemos identificar quién vive bien de los derechos de autor, exclusivamente, a pesar de la revolución digital; sin ir muy lejos, Paulo Coelho y Luis Fernando Verissimo (queda fuera de consideración el mundo de la literatura para niños y jóvenes, que cuenta con profesionales de enorme éxito e ingresos, como un Pedro Bandeira), que en nada más se pueden comparar. Y, por otra parte, ¿alguien sabe de algún escritor de second métier con menos de 40 años?

Un espacio en el que se puede constatar tal cambio de panorama es la antología de la revista Granta: Os melhores jovens escritores brasileiros, publicada hace poco por el sello Alfaguara. La repercusión fue enorme. Marcelo Coelho, de Folha de São Paulo, percibió de un vistazo las novedades: abandonaron la escena los pobres y los marginados, así como la prosa regionalista viciosa, cediendo espacio a personajes refinados, que viven experiencias en Europa. No sorprendería, insinúa Coelho, que los jóvenes escritores brasileños escribieran directamente en inglés. Pero Granta tuvo un mayor impacto que este: se publicaron artículos periodísticos, textos críticos y comentarios en prácticamente todos los grandes diarios y revistas, para cuestionar la selección o para defenderla, hechos que demostraban la fuerza de la iniciativa.

En el jurado que eligió a los autores publicados solo había lectores hábiles: Beatriz Bracher, Cristóvão Tezza, Samuel Titan, Manuel da Costa Pinto, Ítalo Moriconi y Benjamin Moser, todos ellos escritores y críticos de gran experiencia y calidad, más Marcelo Ferroni, el editor. Vamos a contar con la premisa elemental de que eligieron a los mejores, sin presión de cualquier otra naturaleza. Es decir, vamos a tomar la selección como representativa del panorama actual en Brasil. La editorial informa que fueron 247 inscripciones voluntarias, de las que salieron los 20 publicados; se presentaron candidatos de 17 estados brasileños; los seis primeros en número de inscritos fueron, en su orden, São Paulo, Rio de Janeiro, Rio Grande do Sul, Minas Gerais, Pernambuco y Distrito Federal. Hay también cuatro escritores que viven fuera del país -Taiwán, EUA, Alemania y República Checa-, pero todos son autores nacidos en Brasil, salvo Chico Matosso, Carola Saavedra y Tatiana S. Levy.

Para ofrecer un breve resumen, sigue un levantamiento de datos de los autores (tabla 1):

Tabla 1

Por los currículos, se ve que dichos jóvenes nacieron en las clases acomodadas y se ganan la vida como escritores, editores, columnistas, críticos, traductores, guionistas, entre otros. En suma, es gente del medio literario, en su gran mayoría. Se nota también otra similitud: de los 20 seleccionados, solamente uno no ha publicado en (ni trabaja para) una editorial carioca o paulista, aunque algunos se hayan estrenado en editoriales de otros estados. De São Paulo, aparecen las editoriales Cia. das Letras, 34 y Cosac Naify; de Rio de Janeiro, 7 Letras, Planeta, Agir, Record, Rocco, Globo y Alfaguara. Los dos que no publicaron en alguna de esas editoriales tienen, aun así, una relación fuerte con el centro cultural del país: Vinícius Jatobá es crítico militante de grandes medios y Miguel Del Castillo es editor de Cosac Naify. Un tercer caso es Cristhiano Aguiar: publicó en la editorial Dinâmica, de Pernambuco, pero coordinó una antología en Iluminuras, de São Paulo. Nada más elocuente en materia de concentración espacial, en el mapa brasileño: un filtro invisible opera todo el tiempo en la selección.

Esa Selección Brasileña Sub-40 presenta características dominantes que vale la pena aclarar y evaluar. Muchos de los seleccionados han vivido largos periodos en el exterior, en condición de estudiantes o en función de lazos familiares próximos. Hay tres hijos de inmigrantes que vinieron a Brasil en el ciclo de las dictaduras militares recientes. Este es un asunto explícito en tres de los cuentos, en una visita a la experiencia histórica de los padres. Además, el 60% de los cuentos de Granta presentan, en el centro de las tramas, relaciones entre hijos y padres, lo que constituye tal vez uno de aquellos "cronotopos" bajtinianos; en este caso, por cierto, una marca de generación y de clase: en las clases acomodadas brasileñas (y no solo brasileñas), es común que los hijos vivan junto a los padres por mucho más tiempo de lo que acostumbraba ocurrir en las generaciones anteriores. En los textos del 55% de los escritores de la antología aparecen citas o alusiones "cults" (mención a clásicos de la literatura, referencias al cine arte, etc.), que dan cuenta del exigente registro letrado en el que se formaron y operan.

Por su edad, es gente que en la niñez o en la adolescencia pasó a convivir con el computador y la Internet. Aún no estaba en la universidad cuando cayó el Muro de Berlín y la URSS terminó su vida, lo que marcó el fin de un largo ciclo del sueño socialista, ni cuando Fernando Collor fue electo presidente por aquí. Estos hechos fueron representativos de la aturdidora apertura de mercados experimentada a lo ancho del mundo. De igual manera, es gente que conoció el sexo con la sombra del SIDA, y que habrá sido asaltada una o más veces en la rutina de las ciudades brasileñas.

En cuanto a la calidad estética, pues bien, para este lector, de los 20, apenas unos 5 o 6 alcanzarían la titularidad en una imaginaria selección brasileña de escritores más o menos jóvenes -en el orden de aparición en la publicación-: Michel Laub, Daniel Galera, Antônio Prata, Julián Fuks, Leandro Sarmatz y nadie más. Algunos no comprometen la selección, pero no tienen fuerza. Y hay cuentos con inconsistencias más y menos groseras, como anacronismos (Antônio Xerxenesky), cosmopolitismo à outrance (Laura Erber, por lo exótico chic, y Luísa Geisler, por el deslumbramiento), error factual puro y simple (Vinícius Jatobá), clichés sobre la rutina de la clase media trivial (Vanessa Bárbara), sobre el realismo mágico (Cristhiano Aguiar) y hasta sobre Rio de Janeiro (Tatiana Levy, con un texto torpe, una caricatura de sí misma).

***

La antología ofrece mucho para el análisis y la interpretación. Como un ejercicio al estilo de Franco Moretti -el creativo teórico italiano que ha puesto de relieve las modalidades de análisis cuantitativo de la literatura (en libros como La literatura vista desde lejos)-, comparamos esta edición de Granta con otras dos antologías de gran impacto en la opinión pública, en años recientes. Además de la actual, con sus 20 autores, entraron en nuestra lista Os cem melhores contos brasileiros do século, coordinada por el ya citado Ítalo Moriconi (2000), y Geração 90: manuscritos de computador, coordinada por Nelson de Oliveira (2001). De la antología de Moriconi se ha considerado aquí, por motivos de proximidad histórica entre los autores, la última sección del libro, "Anos 90 - Estranhos e intrusos", que incluye un total de 17 cuentos, de 17 autores distintos; la segunda, de Nelson de Oliveira, trae textos de 17 autores, que aparecen en número desigual para cada uno (entre 1 y 10).1

Los autores

Primero, vamos a ver algunos rasgos de la vida de los autores. El grupo de escritores de Granta es el más metropolitano de los tres, con el 90% de nacidos en capitales; Geração 90 es el más marcado por la presencia de gente nacida en el interior (el 41%), pero al mismo tiempo es el único conjunto que no tiene a nadie nacido fuera de Brasil. En ninguna de las tres antologías hay alguien nacido en el centro-oeste o en el norte de Brasil; la tendencia destacada es la concentración en la región sudeste: el 64% en la antología de Os cem melhores, el 59% en Geração 90, el 50% en Granta. Llama la atención, en esta última, la fuerte presencia de escritores nacidos en Rio Grande do Sul (el 25% o el 30%, si se cuenta a Daniel Galera, nacido en São Paulo, pero educado en Porto Alegre) y la ausencia de escritores de Minas Gerais.

Sobre los autores: números porcentuales

1. Nacidos en capitales de estado o en ciudades del interior (los nacidos en el exterior entraron en la lista de los nacidos en capitales, porque esta medición quiere considerar las condiciones iniciales de información y formación).

CEM: 71% x 29%
G90: 59% x 41%
GRA: 90% x 10% (el conjunto más metropolitano).

2. Región brasileña de nacimiento. Son apenas tres regiones contempladas, NE (Nordeste), SE (Sudeste) y S (Sur), aparte del exterior. No hay autores del centro-oeste ni del norte en ninguna de las antologías. Entonces, en su orden, aparecen NE, SE, S y el exterior.

CEM: 12% x 64% x 18% x 6%
G90: 23% x 59% x 17% (no hay nacidos en el exterior)
GRA: 10% x 50% x 25% x 15% (el conjunto que tiene más gente de fuera, con más experiencia vivida fuera del país en su formación; el menos nordestino, el más sureño).

3. Estados de origen, de nacimiento. Se debe considerar que hay autores que desarrollaron notoriamente carreras en otros estados, por ejemplo, Rubem Fonseca, que nació en Minas Gerais y después migró a Rio de Janeiro, o Daniel Galera, paulista que creció en Rio Grande do Sul. La tabla 2 presenta números absolutos, no porcentuales:

2

G90: sin gente de fuera del país.
GRA: el más paulista y el que tiene más escritores nacidos en Rio Grande do Sul de los tres conjuntos; ausencia de escritores de Minas Gerais.

4. Edad de los autores en el año de publicación de la antología: 40 años o más x menos de 40 años.

CEM: 88% x 12% (el más viejo de los tres conjuntos; el primer número está compuesto por el 63% con más de 55 años)
G90: 59% x 41% (nadie con más de 45 años)
GRA: 100% con menos de 40 años

División interna de los autores de GRA: 30 años o más x menos de 30 años: 65% x 35%.

Granta demuestra el avance de la lucha feminista: hay 30% de mujeres en el grupo, frente al 12% y 6% de las dos antologías anteriores. Si quisiéramos contar por la edad dominante de los grupos, y consideramos como criterio el año de publicación de cada antología, en Os cem melhores el 63% tiene más de 55 años, plena madurez, frente al 100% de Geração 90 que tiene hasta 45 años, mientras que en Granta todos están por debajo de los 40 años, pero, cuidado, el 65% de ellos tiene más de 30 años.

Las tramas

Ahora veamos el material más interesante, los datos recogidos de las tramas y de los procedimientos narrativos. De los 20 cuentos de Granta, 6 o 7 pueden formar parte del campo de la autoficción, es decir, son textos en los que la vida real del autor es, de forma directa o indirecta, tratada como material narrativo; once tienen narradores en primera persona, testimoniales, y en 15 cuentos predomina el tiempo presente en las acciones (pero hay dos cuentos situados en el futuro inmediato, de aquí a un par de años). Esos datos, que se enfocan en el "yo" más que en un "otro", se destacan cuando es constatado que nada menos que el 50% de los cuentos presentan personajes escritores, marca clara de este tiempo. En la antología de Os cem melhores, ninguna de las tramas -ninguna, cero- era así, autorreferente, y en Geração 90 apenas el 18% de las historias presentaban personajes escritores. ¿La profesionalización antes mencionada habrá inducido a eso? ¿El lector común tendrá de hecho interés en la vida de los escritores -en egotrips, en historias testimoniales- en esa proporción?

En un recuento de incidencias del escenario rural en contraste con el urbano, se acentúa en Granta la tendencia de las otras dos antologías: ahora, el 95% de las tramas tienen como escenario la ciudad (en Os cem melhores era el 88%; en Geração 90, el 94%). No es, sin embargo, que el mundo rural haya dejado de existir; pero parece cierto que, si se lo tiene en cuenta, es cuando ya fue alcanzado por las lógicas de la ciudad, de la mercancía, de Internet; sin oportunidad de supervivencia literaria para mundos precapitalistas, premodernos o analógicos.

Pero Granta se aleja de otra curva regular: en ella, el 90% de los personajes relevantes se encuentran en las clases acomodadas (de la clase media-media para arriba, es decir, clase de gente que no pasa por aprietos significativos en la vida). En la antología de Moriconi, la división era muy distinta: el 59% era gente acomodada; y en la antología de Nelson de Oliveira, ¡tan solo el 35%!

En contrapartida, Granta evidencia, en el 55% de los cuentos, escenas que ocurren, directamente, fuera de Brasil. Eso representa un cambio de impacto en la tradición local: en Os cem melhores, apenas en el 18% de las historias hay un mundo no brasileño, y en Geração 90 simplemente no aparece el exterior, siendo esta la que más se ajusta a la materia directa de la vida local, con autores fuertemente empeñados en indagar sobre las penurias sociales de los de abajo, como Luiz Ruffato, Rubens Figueiredo y Marçal Aquino.

En la literatura brasileña anterior, vale recordar que el más grande de todos, Machado de Assis, no solo nunca viajó, sino que nunca concibió escenas relevantes ocurridas fuera del estricto ámbito de su conocimiento directo (Brás Cubas en Portugal, por ejemplo, es pasado por alto en la narración). En la gran novela realista de la década del 30, quizá el único que ubicaba tramas fuera de Brasil era Erico Verissimo. Solamente en la generación nacida en las décadas de 1930 y 1940 eso se alteró: Moacyr Scliar, João Ubaldo Ribeiro, Ignácio de Loyola Brandão, Caio Fernando Abreu. En años muy recientes, la curva cambió de dirección: João Gilberto Noll publicó Berkeley em Bellagio; Bernardo Carvalho, Mongólia; Chico Buarque, Budapeste. Significativamente, en los títulos es apuntada esa novedad.

Ninguno de esos datos representa un juicio de valor: todos pueden funcionar bien en sus respectivos nichos. Pero el ejercicio estadístico -si tiene alguna relevancia en el campo analítico (y claro que la tiene, aunque los letrados no suelan hacerlo)- permite encontrar tendencias y evidenciar opciones generacionales. Granta parece haber fotografiado un momento cosmopolitizante, antipueblo y autorreferente, en la generación más joven, justamente aquella que navega en un mercado mucho más complejo que nunca. En todos los niveles, sea por las ganancias, por la madurez de los circuitos de difusión o por el reconocido consenso en cuanto al valor de la lectura, ahora hay una escuela que, aunque sin alta calidad, es accesible a todos por primera vez en la historia brasileña.

Una mirada panorámica permite observar dos líneas. Una convergente: la economía brasileña de hecho se dirige hacia fuera, con Brasil en el papel de un global player, y la nueva generación literaria parece sintonizarse con eso. Otra divergente: la nación sigue empantanada en penurias como, por ejemplo, la corrupción sistémica, por no mencionar las enormes desigualdades sociales ya casi invisibles de tan antiguas, pero la nueva generación parece pasar lejos del problema.


* Traducido del portugués por Karina de Castilhos Lucena.

1 Las antologías estudiadas, con sus respectivas siglas, son tres: Os cem melhores contos brasileiros do século (CEM); Geração 90: manuscritos de computador (G90); Granta - Os melhores jovens escritores brasileiros (GRA).

2 Las iniciales del lugar de nacimiento, en orden, significan: SP: São Paulo; RJ: Rio de Janeiro; MG: Minas Gerais; RS: Rio Grande do Sul; PR: Paraná; PE: Pernambuco; BA: Bahia; CE: Ceará; PB: Paraíba; SE: Sergipe.


Obras citadas

Granta - Os melhores jovens escritores brasileiros. 2012. Rio de Janeiro: Objetiva.         [ Links ]

Moriconi, Ítalo, coord. 2000. Os cem melhores contos brasileiros do século. Rio de Janeiro: Objetiva.         [ Links ]

Oliveira, Nelson de, coord. 2001. Geração 90: manuscritos de computador. São Paulo: Boitempo.         [ Links ]