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Revista de Estudios Sociales

Print version ISSN 0123-885X

rev.estud.soc.  no.25 Bogotá Sep./Dec. 2006

 

"Perdí a mi esposo y a mi hijo" y otras historias de desplazados y desplazadas (II)

Graciela Uribe

Coautora del libro El orden de la guerra. Las FARC-EP, entre la organización y la política. Asesora de la Fundación Sinergia. Estas entrevistas fueron realizadas dentro del marco de la investigación "Desarraigos e imaginarios religiosos", llevada a cabo por la Facultad de Estudios Ambientales y Sociales de la Universidad Javeriana con el apoyo de Colciencias.


DIÁLOGO CON MONSEÑOR MÚNERA" 1

Lo religioso está jugando un papel definitivo

En este momento en el contexto del conflicto que vive el departamento del Caquetá percibo la vivencia religiosa desde mi experiencia personal de la siguiente manera: a mi modo de ver es muy significativo poder reflexionar, tematizar esta realidad porque si bien es cierto, lo religioso está jugando un papel definitivo en la capacidad de resistencia de la gente. Creo que fundamentalmente hay muchas manifestaciones que podremos juzgar. Unas permiten casi como anestesiar los impactos del conflicto, pero son muchos otros los que dan capacidad de resistir. 2 Digo esto por lo que he visto especialmente en este año y medio donde he tenido oportunidad de acompañar más la intensificación del conflicto. Porque durante el tiempo de la zona de despeje, siempre vivimos con una "borrachera" en toda la zona del alto, medio y bajo Caguán. "Borrachera" porque estábamos todos como muy ensimismados en esta danza de la paz. 3

Ahora nos ha tocado acompañar muchas situaciones de dolor y de sufrimiento de la gente y, especialmente, ver cómo la gente en ciertos momentos cuando ya no puede más, comienza a buscar de nuevo lo religioso. La gente muestra en sus manifestaciones religiosas que son muy cíclicas, unos momentos claves. Por ejemplo el Viernes Santo tiene una centralidad única, es este día el más importante, pues todavía somos un pueblo de Viernes Santo, no somos un pueblo de Pascua, ni un pueblo de la esperanza de la resurrección como proceso de fe. 4 Y aún está la concepción de la identificación enorme del propio sufrimiento personal, en el de Jesús, en el del Señor Crucificado. Y es muy interesante notar en las manifestaciones del Viernes Santo, cómo la gente necesita revivir la escena del Gólgota, no hay Semana Santa si no se revive la escena del Gólgota y del Vía crucis. 5

En la vivencia del conflicto armado por parte de la gente, el ritual litúrgico oficial que se practica al interior de la Iglesia no tiene peso. 6 En todos los lugares donde al mismo tiempo que se celebra lo oficial, aquellas prácticas que la gente vive con mayor intensidad se viven en la calle, en la plaza, donde la gente puede vivificar los hechos. Por ejemplo la importancia del Domingo de Ramos no sólo radica en el hecho de bendecir los ramos, la gente recurre a esto, porque dicho acto, tiene valor como señal de protección de modo particular. 7 En cuanto al Jueves Santo es importante la representación por la representación casi textual de la cena de Jesús con los niños, con los jóvenes, con quienes representan el Lavatorio de los Pies. Por otra parte el Viernes Santo, en el que se hace el Vía Crucis y sobretodo el sermón de las Siete Palabras que debe terminar con la representación de la escena de la muerte del Señor se vive como la posibilidad de sufrimiento y sacrificio. 8 E inclusive, en muchos lugares quieren que siempre se haga reproducir cuando se rasga el velo del templo y aparece la oscuridad, todo este imaginario, que prácticamente evoca la realidad de lo que la gente está viviendo y sufriendo como sufrió Jesús. Lo que veo es que hay una necesidad muy grande de relacionar ambas experiencias y de sentirlas, que el Señor de alguna manera las está viviendo con nosotros hoy. Y esto es absolutamente cierto, casi siempre la gente lo ha vivido históricamente igual. Ha sido una constante y hay una preocupación por parte de la gente de reconocer que muchos elementos de arraigo, de su tradición, se han perdido o los ha perdido la Iglesia oficial, ahora los nuevos sacerdotes no hacen tanto énfasis o lo han perdido ellos mismos, que ya los han trivializado, entonces sí hay una necesidad de reencontrarse con esa tradición de los mayores, que da seguridad, da identidad, porque ellos resaltan mucho este elemento.

Lo religioso permite dar una mirada más apaciguada al conflicto

En lo que tiene que ver propiamente con el conflicto, lo religioso le permite a la gente poder dar una mirada a la violencia de una manera más apaciguada, es decir, la posibilidad de expresar, de encontrar un referente mediador, que lo encuentran de manera especial en Jesús. Es la manera como Jesús afronta el sufrimiento, que permite contener por ejemplo la sed de venganza que quisiera expresar y esto también se manifiesta en las situaciones que hemos tenido de difuntos, de acompañamientos de las personas que han sido asesinadas por las bombas. 9 Se llega a unos topes en que la gente ya no aguanta más, porque ya le han tocado a una persona altamente significativa. Es allí cuando lo religioso juega como elemento de contención, de que esa rabia se pueda tematizar, por lo menos poniéndole la pregunta a Dios, poder decir ¿por qué Señor? 10 Poder esperar una respuesta, poder de alguna manera sentir que se puede llorar, que se puede compartir con otros y, especialmente, quienes logran traducir los sentimientos de una comunidad. Por ejemplo el sacerdote—pero no solamente él—, otras personas, que saben canalizar. Y lo encuentran mucho en los animadores, en los catequistas que te van llevando a tranquilizar y abrir la perspectiva del perdón, tal vez si estuviera solo, existiría la perspectiva de la venganza y la violencia.

La muerte violenta no es voluntad de Dios

Recuerdo en la manifestación del funeral del niño Oswald Andrés asesinado por una bomba que puso la guerrilla el día 27 de mayo, día del aniversario de las FARC. Un niño que ha sido un símbolo para nosotros. Nació en San Vicente del Caguán en una toma guerrillera ocho años atrás y murió en una bomba puesta por la guerrilla. Entonces me acuerdo que la mamá y otras personas expresaban la consolación de alguna manera diciendo: "es voluntad de Dios", me acuerdo de esa expresión. Contra esa expresión me rebelé mucho en una homilía y creo que eso dio un impacto, porque yo dije: "la voluntad de Dios era que este niño viviera, que gozara y viviera como todo hijo suyo". ¡No! Esta muerte no la ha querido Dios, y me resistía a expresar estos términos. Creo que ocasionó algún impacto en las personas. Entiendo que cuando se maneja el tema de la voluntad de Dios es muy complicado, y especialmente hay que trabajarlo mucho, porque es el tema famoso de la resignación ante la voluntad de Dios.

La resignación como resistencia

Hay una categoría que vale la pena explorar y lo que la gente logra a través de eso. Ese discurso sobre la "voluntad de Dios". Yo entiendo ahora ese discurso porque me ponía en la óptica de ellos. En el fondo lo que la gente necesita y encuentra en la experiencia religiosa es la "resignación". Yo diría que desglosando esa palabra, lo que se debería hacer es "darle una significación distinta". Y eso es lo que permite sobrevivir, resistir, la "resignación" no como doblegarse, sino como resistencia, resignificar, resignación. 11 Sería muy interesante elaborarlo ahora en las personas, pero por supuesto no está tematizado. Este elemento es evidente por ejemplo en el rezo del novenario para cerrar duelos. Estos son fundamentales para sanar heridas. Y nosotros como pastoral tendríamos que aprovecharlos mucho mejor, porque es una oportunidad maravillosa para ayudar a las personas a hacer duelo, a cerrar heridas, a resignificar, resignar, ese signo de muerte que es tan duro, tan contradictorio, tan absurdo, cuando es una muerte violenta, una muerte contra todo lo previsible, se encuentra como una posibilidad de poderla sobrellevar. 12

Lo religioso, abre una espiral de sentido

Todas estas situaciones de crisis que el conflicto está generando (sic) crisis personal, relacional, desarraigo (sic) de alguna manera es cortarte las raíces. Y es como lo más terrible que está haciendo el desplazamiento y la violencia. En este contexto es que lo religioso va permitiendo abrirle un espiral de sentido a todo lo absurdo que se va viviendo en esta experiencia de sufrimiento. Que no es el dolor físico, el dolor físico es llevadero, es el sufrimiento, la pena moral que deja el dolor, la pérdida, el duelo, es tremendo, se necesita mucho tiempo para subsanarlo. Entonces, las personas se abren mucho más a lo religioso, y eso es comprobado. Por ejemplo en la situación de crisis, y sobre todo cuando se plantea el problema de la culpa, que es otro elemento que habría que analizar, porque hay la posibilidad de plantear la culpa hacía sí mismo, de plantear la culpa hacia los demás. Y, hay un estadio, un momento, en que la persona le plantea la pregunta o la posibilidad de la culpa también a Dios y como esa es la más difícil, especialmente porque es la más difícil de expresar y de contener porque los demás no te van a aceptar, no vas a poder decirlo delante de una mujer, delante de la mamá o del papá: ¡por qué Dios, lo hiciste! Y estos momentos son fundamentales, uno encuentra en las personas a partir de esas crisis una necesidad muy grande de venir a misa durante un tiempo, una necesidad muy grande de pasar ratos de oración. Por ejemplo, en la Catedral de San Vicente—siempre está abierta—, frente al Santísimo o frente a las imágenes de la Virgen o del Divino Niño, las personas van encontrando procesos de sanación y posibilidades de sanación a veces en la homilía. Entonces es necesario trabajar la posibilidad de la reconciliación, que desde mi punto de vista es sólo una oportunidad de gracia, y esta sería una reflexión muy bonita e interesante. Más desde el punto de vista teológico se ve cómo la reconciliación es el don más grande que Dios le hace a la víctima, y el proceso de reconciliación puede empezar a construirse sólo a partir de la víctima, especialmente de la víctima que logra en algún determinado momento de ese proceso ponerse en paz, es decir perdonando. O por lo menos cuando la persona se pone en la perspectiva de pedir: que Dios les perdone, el que puede perdonar es prácticamente sólo Dios, bellamente la versión teológica sobre eso dice: "Cuando se atenta contra la vida de un hijo de Dios, el primero que es afectado, es Dios". Estoy transmitiendo muchos de los elementos que nacen del contacto con estas realidades, nacen de mi reflexión pastoral y espiritual, que es lo que de alguna manera lo les trasmito a las personas, sea en la parte homilética 13, que es cuando hay más oportunidad, y algunas veces en la parte personal.

Terapéutica de la palabra

Siento que a nosotros en los procesos evangelizadores nos falta la parte terapéutica de la "Palabra", 14 que de pronto se da más en los grupos evangélicos. Además, tenemos que darle mucha más centralidad a la palabra, porque hay esa oportunidad de hacer eco, en cómo predica el Pastor evangélico, ese Amén, ese Aleluya, en otras palabras, significa rendirse, aceptar, entregarse. Es en el fondo la experiencia religiosa que nuestra gente hace, que no tematiza y que nosotros nunca le ayudamos a tematizar. La Iglesia Católica, el obispo o el párroco (sic) quien habla mucho es el que hace la homilía, pero no hay esos procesos de retroalimentación y alguien me hizo plantear eso hace poco, que nos falta esa pedagogía y metodología liberadora de la palabra. Es la famosa logoterapia 15 que fue lo que mantuvo a los prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, que mantuvo en ellos viva la capacidad de sobrevivir y de resistir. Las comunidades campesinas agradecen muchísimo, porque necesitan tanto la visita ya sea de un técnico nuestro de CIFISAM 16 o del sacerdote que va a visitarlas, es porque en esos espacios se da la terapia, en la larga espera del sacerdote, a veces no es ni siquiera la visita en sí misma, es todo un conjunto de cosas. En todo lo que significa preparar una visita, las veredas acá son conformadas casi por uno o dos núcleos familiares y por lo menos en nuestra región, las distancias son enormes entre una finca y otra. Las personas en ese espacio logran tematizar mucho, nosotros tendríamos que ayudarles a eso y estoy seguro que con nosotros lo harían.

Las personas logran llorar sin ser juzgadas

Considero que hay otro elemento que falta mucho en la experiencia religiosa—y que lo hemos perdido—, es el que frente a la imagen o frente a la presencia del Señor, las personas logran llorar sin ser juzgadas, sin sentirse juzgadas, sin sentirse condicionadas. 17 Ese espacio que hemos perdido tantísimo, el de la confesión y de consejería, porque desafortunadamente como nuestra gente no se puede confesar, 18 se se puede ofrecerles ese espacio de diálogo directo. Lo he palpado también en el ministerio, 19 como a la gente fácilmente se le puede tocar una fibra que le permita expresarse a través del llanto, 20 eso les ayuda mucho. Recientemente en Cartagena de Chairá 21 en los grupos de oración carismática, me dejó un poco preocupado y sin palabras el tipo de manifestación de unos grupos de oración donde sienten una necesidad inmensa de expresar gritos y sentimientos contenidos y no sé si rabia, ahí guardada. Creo que allí encuentran una necesidad enorme de liberación de carga emocional reprimida y contenida— yo lo juzgué mal—, casi desde la versión oficial, habría pedido que eso se debiera quitar o llenar de contenido. Pero después de mirar el tipo de personas que estaban, que llegan allí, me hizo pensar que nosotros estamos fallando enormemente en la posibilidad de que la gente se encuentre, exprese, comparta y llore, especialmente alrededor de la palabra, por ejemplo alrededor de la procesión. 22

En días pasados se hizo una procesión en San Vicente del Caguán, una procesión Mariana culminando la Semana por la Paz. La había preparado uno de los nuestros y tenía total desconfianza de que la gente no iba a asistir a esa convocación, porque fue una tarde bulliciosa, escandalosa, de música estridente, hubo después una cabalgata organizada por el SENA. Pero también salimos con nuestro cuento, se organizó una procesión con la imagen de la Virgen donde se hizo una ofrenda floral en todos los sitios donde había estallado una bomba recientemente. Se preparó y se anunció este acto por la radio, era una procesión con antorchas, velas, rezando el Rosario, cantando y haciendo unas reflexiones en los lugares donde habían estallado bombas y donde muchas personas habían sido afectadas.

Este acto tuvo un enorme impacto, yo fui el primer sorprendido, no había visto la necesidad inmensa de que la Iglesia recupere el espacio perdido, donde podamos sentir colectividad. Terminamos con una celebración en el parque El Jardín, al otro lado del río. Luego hacía esta reflexión: si eso lo fortaleciéramos más, sería la condición clave para superar el miedo y la indiferencia. El otro riesgo que tiene el dolor y el sufrimiento es ir amontonando callo e ir aumentando la insensibilidad en nosotros, que nos acostumbramos sólo a enterrar muertos. La gente también se va acostumbrando y va cayendo en una rutina, eso nos ha pasado en muchos momentos.

La gente expresa lo religioso

La gente expresa lo religioso independiente de que la Iglesia le facilite los espacios. Sobre todo si la Iglesia no está atenta a coger los signos que tocan el alma religiosa de la gente y se queda sólo con las liturgias oficiales, no toca, no llega, es clave. ¿Por qué la Semana Santa responde? Porque la Semana Santa en muchas comunidades (sic) ellos se apropian. La liturgia oficial es la que puede realizar el obispo en la catedral, o el párroco en la parroquia principal, lo demás es el animador, el catequista, la persona que medio sabe alguna cosita, ese día se inventa todo y lo sacan a relucir, porque tienen necesidad. Lo mismo está pasando en la Navidad, en un sentido muy festivo que prácticamente ya se ha recuperado por supuesto, mucho más pagana, podría uno decir, reforzando más este otro elemento también de liberación de tanta tensión y de romper con unas rutinas que están muy marcadas; no es la rutina ordinaria, es una rutina que está marcada con acontecimientos, luctuosos, mas bien de muerte.

El duelo es clave

Con relación a los símbolos y expresiones religiosas como: Semana Santa, el culto a las imágenes, la procesión Mariana, la procesión con las velas encendidas, la velación de los difuntos con la visita, la misa de los lunes en el cementerio. Estas prácticas las encuentro constantes en muchas de las parroquias y los sacerdotes, los lunes prácticamente no celebran en el templo principal, sino que la misa hay que desplazarla al cementerio y es una necesidad enorme de reencuentro con los difuntos. Esto lo considero como una especie de duelo y es que me parece que el duelo es clave. El duelo en cada persona es un proceso muy distinto y en muchas personas hay una necesidad inmensa de resignificación, manteniendo viva la relación con el difunto, es decirle "yo no te olvido". El caso de una madre, la resignación como resignificación es esa relación, está siempre presente, mantiene viva esa relación y eso se da en las eucaristías por los difuntos. Estamos asistiendo a un fenómeno muy particular que desde la Iglesia oficial lo vamos a tener que estudiar: es el famoso caso de los estipendios 23. Estamos asistiendo a una práctica que por un lado, desde el punto de vista nuestro, pastoral, como obispos se nos está cuestionando mucho el elemento de lo que podría sonar simoniaco. 24 Por ejemplo, por un lado la gente necesita enormemente que su difunto, que su familiar sea nombrado en la misa, en esa misa en la que él está presente, y hay un reclamo enorme si el difunto no es nombrado; yo tengo que conjugar porque tengo el riesgo de volver la eucaristía en una práctica simoniaca y esto lo tenemos que estudiar y trabajar nosotros. Pero, por otro lado, no podemos multiplicar las misas para atender a cada persona.

Pastoralmente sí tendríamos la necesidad de trabajar mucho estos elementos, hay una necesidad por el hecho de que muchos de los difuntos—de los muertos—, han sido enterrados mal, no con la suficiente dignificación; mucha gente siente profundamente eso, ve la necesidad de ir al cementerio, poner la flor, poner el agua, no solamente por los propios, sino también por aquellos cuyos cadáveres no fueron dignificados, honrados con el funeral, dado que fueron tirados en la fosa común. 25 Al respecto he tenido experiencias muy dolorosas, porque las personas fueron enterradas como NN, y eso sí queda muy dentro, hay una necesidad colectiva y esto lo expresa mucho la gente, en la necesidad de visitar al cementerio, es un elemento que a mí me cuesta mucho, habría que estar muy atento realmente con lo que expresa, siente y la vive la gente.

Devoción al Señor de los Milagros

Me ha llamado mucho la atención recientemente en Cartagena del Chairá, y es que hay una centralidad enorme a la devoción al Señor de los Milagros, la imagen del Milagroso de Buga, hasta el punto de expresarle allí sus novenas, de ofrecerle sus diezmos, sus ofrendas, de mantener viva ante él una velita.

En esa simbología hay tres aspectos muy particulares: la devoción que la gente misma, sin autorización explícita, pero con el permiso implícito donde había antes un confesionario que no se utilizaba, la gente acabó por desbaratar el confesionario e hicieron una capilla pequeña, en Cartagena del Chairá, al Señor de los Milagros. Y Cartagena es un templo parroquial, es el único de todo el Vicariato que tiene toda la imaginería que se pueda tener de todas las estatuas. Allí están todas las imágenes posibles, la Santísima Trinidad y otros santos protectores, la gente se armó y buscó esa imagen, la trajeron ellos y la pusieron en la Iglesia. Ha sido interesante porque el Párroco, Víctor, dice que es como permitirles también que puedan participar en otros templos, si van apareciendo elementos nuevos sólo le toca al sacerdote.

A mi modo de ver ha bajado un poco en la devoción al Divino Niño con la situación de violencia. Pero contrario a esto, está tomando más fuerza en algunos lugares, el Señor de los Milagros, que también está en Doncello. La gente le ha atribuido al Señor de los Milagros que en varios momentos se hubieran frustrado atentados de la guerrilla al pueblo, esto es muy importante, a la imagen bendita que los protege y van apareciendo exvotos 26 de los santuarios, en estos lugares donde se lleva algún recuerdo o algún reconocimiento del favor recibido. Pero fundamentalmente, la gente está pidiendo protección para los embates de la guerra y en el fondo el milagro, el milagro de que Dios los está protegiendo.

Lo religioso permite un diálogo más directo y menos frentero

La comunidad Peñas Coloradas 27 que es parte de la parroquia del Señor de los Milagros de Santafé del Caguán, se desarrolló mucho antes de la zona de distensión, y el Comité que funcionaba en la organización de la vida del pueblo de esta comunidad, prácticamente ha construido la parroquia. Allí ha habido dos sacerdotes africanos que le han dejado hacer muchas tareas a la gente, porque no tienen muchos recursos para traer de fuera.

Nosotros tenemos en ese Bajo Caguán, el emporio italiano, que está en Remolino y el emporio africano que está en Santafé y Peñas Coloradas, en Cartagena es otro italiano. Allí cuando les propuse que pensaran el nombre de la Virgen como patrona de la nueva parroquia, o si lo querían de otras evocaciones o de otro santo, hicieron una terna de candidatos en esa votación estaban San José, la Virgen de la Candelaria y alguien había sugerido la Consolata—los padres—y definitivamente se impuso María Auxiliadora, que apareció en la competencia, porque la comandante guerrillera que manejaba esa área prácticamente dio la plata para que se comprara la imagen e indicó la importancia para que se tuviera en cuenta. 28 Se ha aceptado el título protector de la comunidad y ya celebró su primera fiesta patronal. El padre Darío por esos lados ha acompañado la fiesta patronal del 24 de mayo. Está el hecho de que también sociológicamente nuestra gente está muy atenta a quien tenga autoridad, sea porque esté legítimamente reconocido o que alguien la imponga. Me pareció interesante el hecho de que el elemento más significativo es que se impone—ese es un poco el elemento—lo religioso; es lo que permite derribar barreras en todos los campos, en lo político, lo racial, lo económico, lo social, en todo somos excluyentes.

Pero la dimensión de lo religioso es lo que finalmente nos permite incluirnos, nos permite reconocernos. Son los dos elementos que hay que tematizar, ahí está, no sólo el hecho de que ella, la guerrillera, lo haya impuesto. El hecho es que también la presencia de María Auxiliadora permite que una comandante que generalmente es durísima, pueda manifestar esa dimensión de una mujer tierna y de una madre. Es muy importante este elemento y estoy seguro que eso ha jugado un papel, porque captando lo que me decía el padre Darío de cómo se dieron las cosas, eso fue muy pacífico y muy aceptado. Este hecho que lo comparto, tuvo un impacto muy bonito y significativo. Esta parte es una visión que nosotros en este momento no habíamos tenido con la lucidez que empiezo a ver ahora, la religión además de ser amortiguador, es la que permite un diálogo más directo y menos frentero. Una anécdota: durante la última parte de los diálogos, tratando de salvar el proceso, cuando estábamos hablando con monseñor Giraldo 29, durante esa semana intensa de reencuentros en esa Mesa de Negociación en los Pozos, Joaquín Gómez 30, vino varias veces con una camándula, y el día que no la trajo, Monseñor Giraldo le preguntó: "oye Joaco ¿por qué no has traído la camándula?". Él respondió: "estaba muy temprano y no pude echar mano de ella, y eso es para que se de cuenta Monseñor, que nosotros somos marxistas pero no ateos." 31

En el imaginario y en el sustrato colombiano hay una dimensión católica patente o latente, con una connotación mariana profundísima, y eso juega mucho en el papel de la madre; prácticamente en nuestra sociedad es la madre la que de alguna manera logra reconciliar extremos y logra dar la espera. 32 En la dimensión religiosa, si recupera todos estos aspectos femeninos, todos estos aspectos tiernos, tiene unas potencialidades enormes para la reconciliación, es allí donde definitivamente podemos descubrir que todo lo demás que nos ha dividido, todas las barreras que hemos puesto son artificiales, creadas por nosotros.

Misión y colonización

Frente al papel de los misioneros de la Consolata en la colonización, 33 hay un concepto que une la misión con la colonización y cómo los misioneros de alguna manera colocaron una impronta particular en el proceso colonizador. Me acordaba de los elementos que no he reflexionado, las preguntas que me hizo antes, me hacían encontrar respuestas en la tradición. Los misioneros de la Consolata vienen a Colombia y al Caquetá, cargados de la experiencia de 50 años de evangelización y colonización en el África, porque en el África a ellos prácticamente les fueron recomendados varios territorios que llevaron a un desarrollo enorme en todos los campos, en lo económico, social, cultural y por supuesto religioso. Llegar a Colombia y encontrar las posibilidades de un territorio propio como el Caquetá que se les confía con sólo cinco años de presencia misionera en Colombia, entregarles toda una inmensa región, se constituyó para ellos como casi revocar el sueño misionario que realizaron cuando llegaron a Kenia. Ahora con obispo propio, con la responsabilidad completa de iniciar, encontraron unas condiciones supremamente interesantes de pueblos nuevos, jóvenes, en construcción. Estos misioneros italianos jóvenes, cargados de una mística y de una pasión misionera enorme encontraron lo que usted conoce mejor que yo a través de todos los testimonios que ha recogido, en todos estos colonos que llegaron aquí, "con esa manotada de ambiciones", 34 cargados para construir un futuro nuevo. Ellos formaron una simbiosis muy especial, muy particular, que permitió construir en muy pocos años y con un dinamismo extraordinario, una experiencia de Iglesia muy interesante, con unos elementos muy típicos del estilo italiano que se transplanta un poco en África y que se reproduce acá. Es conformar los caseríos, las plazas, la Iglesia, el colegio, el teatro parroquial, otros elementos: lo religioso, lo educativo, lo cultural, después apoyando una labor de Estado, sufriéndola también, o mejor, haciéndola también a nombre del Estado, esto en el caso de la educación. Lo anterior se encontró sobre todo en los colonos que estaban abriendo estas nuevas fronteras de expansión de colonización, una simbiosis extraordinaria que permitió ese grande desarrollo, que tuvo dos elementos interesantes y fundamentales en ese proceso: haber confiado mucho y haber capacitado a muchos laicos.

LA EXPERIENCIA DE TRABAJO CON LA VICARÍA DEL SUR 35

CFVs

La gente tiene una gran capacidad de sufrir

Desde mi experiencia de trabajo con la Vicaría 36, me parece que la vivencia de las problemáticas que enfrenta el departamento del Caquetá y el conflicto armado, (...) creo que la vivencia de esta situación no se puede generalizar, porque las personas viven el conflicto de acuerdo a como los toque, sea personal o familiarmente. Los que lo viven muy de cerca, porque les ha tocado la muerte, las desapariciones o cosas muy graves lo viven con mucha intensidad, lo sienten mucho, pero lo soportan. La gente tiene una gran capacidad de sufrir y de saber que hay que seguir viviendo así sea sin mucha alegría, sin mucho entusiasmo pero lo asumen como algo que está metido en su vida, saben que tienen problemas pero que hay que salir adelante.37 Hay otra gente que a pesar de la situación tan grave, vive con mucha indiferencia a lo que pasa. Ellos siguen sus vidas, sus negocios, sus fiestas, sus trabajos. Tienen problemas a veces para salir de ciertas actividades, pero tratan de vivir una vida normal. Cuando hay un hecho muy llamativo o fuerte lo comentan, lo dialogan con los amigos, saben la noticia, riegan el chisme pero eso no cambia sus vidas. 38 Pero esto no lo podemos generalizar. Las personas que lo están sintiendo en carne propia pues lo viven de una manera y los que lo viven desde lejos se acostumbran, no lo sienten como tanto o al menos no lo expresan.

Muchas veces a la gente se le embolata el duelo

Se perciben algunas tendencias con relación a lo que pasa con relación a la muerte, a la violencia, a la guerra y con relación a la vida. Hay momentos de la muerte, que son muy duros y que toda la población los siente, cuando matan por ejemplo a una persona muy importante para la comunidad o una madre de familia o una persona querida en una población. Así toda la gente se manifiesta, toda la gente expresa dolor, toda la gente acompaña. 39 La gente se siente golpeada y eso lo sienten todos y lo comparten. 40 Sin embargo a mí me llama mucho la atención como la capacidad que tiene la gente de pasar muy rápidamente, de una noticia a otra y a veces de situaciones duras a momentos de fiesta. 41 Porque uno ve que una población ha sufrido una crisis profunda que todos lo sintieron, que todos la expresaron y a los quince o veinte días, con esa misma población parece que no hubiera pasado nada. La gente está en las cantinas, en el alboroto de la música, los que tienen algún acontecimiento lo están celebrando, la gente sigue adelante.

Por los casos particulares que he conocido, de cómo la gente hace esos duelos, si es que hace el duelo. A veces los impactos son tan fuertes, que no tiene tiempo de hacer estos duelos y de pronto esto puede crear traumas fuertes que van a conducir a crear otro tipo de actividades, por resentimientos. 42 Y yo creo que también son casos diferentes; ha habido casos de mucha crueldad y la gente no hace suficientemente el duelo, porque las situaciones han sido tan graves que a la gente le toca inmediatamente luchar por la vida. La gente sí siente y la gente sí lo llora y la gente sí lo expresa. Por eso se preocupan tanto de que se les celebre una misa, de que se haga un novenario, todo eso a la gente le preocupa muchísimo y lo hace. Y los vecinos acompañan y la gente cuenta y vuelve a contar, ¿pero que eso sea suficiente? No, porque inmediatamente tienen que salir muchas veces cuando les matan a los seres queridos. Entonces tiene que empezar a pensar en: "cómo nos vamos, a dónde llegamos, cómo vamos a vivir, qué conseguir, cómo hacemos con los niños, cómo los podemos poner a estudiar otra vez". Todo eso, entonces como se les embolata el duelo, tienen que empezar a pensar entonces en vivir.

Les ha tocado ver tantos muertos

La gente que no sale, que se queda, el ambiente mismo hace que la cosa del duelo se diluya. Porque la misma gente que en un primer momento acompaña, llora con ellos, se conduele, está y ora y reza, es la misma gente que en poquito tiempo está en otra cosa. Entonces, al final, todos siguen en lo que están. Yo no sé si el duelo es suficiente, yo no hablo mucho de los desplazados porque no he trabajado con ellos, yo hablo de la gente que se queda, que también ha tenido muertos. 43 Pero yo no veo realmente mucha gente traumatizada; es más bien una indiferencia ante la muerte, ver eso como la cosa más normal, la gente le dice a uno: "vimos el muerto y las balas le entraron por acá y le salieron por allá", "tenía no sé cuantas balas", "¡uy! Ese montón de sangre que había", "oiga, a su papá también lo mataron, yo vi cuando lo mataron". Lo expresan con mucha naturalidad, como si eso fuera cualquier cosa. O sea, no lo cogen como algo tan trágico, yo creo es por que les ha tocado ver tantos muertos. Yo no sé psicológicamente esto cómo se analiza.

Con esto no quiero decir que la gente esté insensible, yo creo que la gente sí lo siente, a la gente le duele, la gente llora. Pero ellos dicen: "como que ya nos vamos acostumbrando y que de todas maneras tenemos que vivir y hay cosas que no podemos evitar". Y esto es una cosa que se da más que todo en niños y en jóvenes. Ellos no le tienen ya miedo a la muerte porque todos buscan por distintos medios pertenecer a grupos armados. 44 Por ejemplo, ahora con el programa de soldados campesinos, donde se presentaron muchos jóvenes, yo decía, "pero ¿sí saben que los van a poner de carne de cañón?" Entonces ellos decían: "¡pero no hay nada más qué hacer! ¿Qué hacemos? Pues nos toca, o nos matan o los matamos". Como quien dice, no hay como esperanzas. No hay alternativas de vida. 45 Si cuando deciden a irse a un grupo paramilitar o a la guerrilla como les he oído a bastantes, uno no entiende, porque uno piensa si ellos han vivido los enfrentamientos. Por lo menos en Fraguita, 46 muchos jóvenes vieron los ocho guerrilleros, ahí en la cancha, que los acababan de matar y sin embargo ellos se van a la guerrilla, entonces es como indiferencia. Ahora, otra cosa son los mayores que les ha tocado luchar mucho, les da mucha tristeza ver que todas sus luchas y sus esfuerzos quedaron en que aquí lo mataron y aquí les dejaron tirados a los hijos. Pero a la gente que está creciendo en medio de este conflicto, yo creo no valora mucho la vida, trata de vivirla al máximo y por eso si hay una fiesta la disfrutan y si pueden meterse en lo que sea se meten.47

Uno puede interpretar esto de mala manera, pero ciertamente eso es la vida y la gente no se queda pensando que sólo hay muerte, siguen viviendo y así no lo expresen todos los días, pero muy en el fondo lo están sufriendo. Se puede decir que el resto de la población que tiene miedo, lo tienen muy profundo, pero aparentemente al que llegue siempre le dicen: "aquí no ha pasado nada" Y uno sabe que sí, que hace poco ha pasado algo y que la gente lo ha sufrido y que la gente tiene miedo, pero no lo están expresando continuamente y por eso están cambiando continuamente sus hábitos de vida, sus costumbres, la manera de celebrar, la manera de relacionarse, a veces los cambios no se notan. 48 Sólo cuando hay mucha confianza hablan con quien tienen confianza, ahí ellos sí expresan todo lo que significa toda la situación intensa que se vive, el miedo, la tristeza, la falta de esperanza, de salidas, pero eso no es lo que se expresa comúnmente.

Hay bastante resistencia de salir

En cuanto al desplazamiento yo pienso que se han dado distintos momentos. Un primer momento, cuando en los pueblos empieza la violencia y sobre todo cuando empieza la confrontación entre dos grupos armados, la primera tendencia es salir. 49 Eso se contagia, sale una familia y los demás están pendientes del trasteo: "entonces nos vamos a tener que ir, eso es mejor irnos, aquí ya no se puede vivir, para qué nos vamos a quedar aquí, para que nos maten, más vale salvar la vida aunque perdamos todo". Entonces la gente está como que ya se va. Pero pasan unos días y sí, se fueron unos, pero los otros se acomodaron, siguieron, como quien dice, vamos a ver qué pasa, a ver si esto se calma y entonces se quedan. Yo veo ahora que aunque ha salido mucha gente la tendencia es a resistir, porque es que ha habido situaciones muy duras para que muchísima más gente se haya ido. Por ejemplo, en un momento sí se notó que era mucha más gente la que estaba dispuesta a salir, pero después no se fueron, se quedaron. Y también uno nota en la gente que sale que el deseo es volver. Si uno habla con mucha gente lo que ellos quieren es volver y hay gente que está preguntando: "¿será que se puede volver, será que las cosas están mejor, será que no me matan? La gente que se quedó está y está viva y aunque amenazaron mucho pues no fue que a todos los mataron". Entonces eso mantiene a la gente en una incertidumbre que no sabe si quedarse ó salirse, pero a mí me parece que hay bastante resistencia de salir. 50 Hay riesgo de la vida, pero está la resistencia a quedarse porque allí está todo, lo que le da la subsistencia y si salen es porque sienten que los van a matar, se sienten amenazados de perder la vida, por salvar lo que tiene o el miedo por quedarse, por defender la vida. Y en este sentido es que digo que ha habido dos momentos. En un primer momento la gente salió fue por miedo y por amenazas, pero no amenazas directas, sino amenazas a toda la población. La amenaza de la guerrilla por ejemplo: "el que no esté con nosotros se tiene que ir y si no, es objetivo militar". Entonces una amenaza así es para toda la población, no para una familia. Esa amenaza produce miedo y mucha gente por eso salió, pero fue mucha más la que resistió. Cuando es directa, y le dicen a la familia: "si ustedes no se van los matamos", toda la gente sale, eso si es general que al que le dijeron que se fuera se fue. Pero cuando es una cosa más global mucha gente se queda, y se quedan porque en realidad ellos no ven posibilidades en otra parte, porque para la mayoría todo lo que tienen está en determinada región, no sólo lo que tienen materialmente, su tierra, sus cosas, sino también sus afectos, sus huertos, sus vecinos, su familia, todo. Entonces, sí, resisten, pero cuando ya es una amenaza directa no, prefieren salvar la vida que salvar las cosas.

El común de la gente cree en un Dios milagrero

Yo creo que siempre, no sólo en este conflicto sino en cualquier situación difícil, la gente se acuerda de Dios y va a misa. 51 La gente en un momento de miedo no se acuerda de otra persona, de buscar un sitio para esconderse, se acuerdan es de rezar, se acuerdan es de invocar es a Dios. Algunos confían únicamente es en Dios, pero es en el momento del miedo, en el momento del conflicto y del problema. No es una cosa como muy duradera, que lleve a cambios en la manera de vivir, no. La gente que tiene como una fe más profunda, un poco más ilustrada, más consciente, de mayor compromiso, pues le encuentra como más razón a pensar que Dios es el quenos acompaña, que al fin y al cabo el dueño de la vida es Él y yo no me voy a morir sino cuando Él quiera. Pero para el común de la gente es un Dios milagrero, que en un momento me puede salvar a mí. Pero Dios me puede salvar.

Entonces se recurre a una oración, una vela, un ramo bendito, lo que tenga como un recurso de Dios. 52 Entonces la gente en este tiempo reza. Me refiero a los que se quedan en las poblaciones, la gente en este momento acude más a la oración. Pero uno nota que es más que todo el grupo de gente que tiene preparación de lo religioso, que han tenido la posibilidad de reflexionar su fe, de entender que la fe es un compromiso, no sólo la práctica de oraciones. La otra gente sigue yendo a las fiestas en Semana Santa y el día del problema todo el mundo reza, y si ese día se toca la campana, pues todo el mundo va a la iglesia a rezar. En ellos podríamos decir que prevalece más un concepto en general, de un Dios más comparable con cualquier otro fenómeno, otro ser trascendente.

Pero para la gente que tiene preparación en lo religioso, Dios es muy personal, un Dios con el que hablan y le encomiendan todas sus cosas y al que le piden o al que le agradecen y al que le suplican, así sea con sus oraciones aprendidas de memoria, con sus prácticas tradicionales con las velas, mandar a celebrar una misa, ir a un rosario. O sea, no es como cualquier Dios, no, es Jesús, es el Salvador, es la Santísima Virgen, es Dios Padre. La población del Caquetá en general no es de las más religiosas de Colombia. Hay pueblos un poco más religiosos que otros, le pondría el caso de San José, 53 es un pueblo más religioso que Curillo. 54 Pero la gente no es tan tradicionalista ni tan apegada a las prácticas, sí tiene algunas creencias, algunas prácticas pero no mucha oración en familia, no muchas novenas, no muchas fiestas. Es una fiesta, fiesta patronal, es la Semana Santa, es la Navidad, son los difuntos. Los difuntos eso sí convoca, el difunto es algo especial, hay una fiesta por el difunto y así no sea amigo, toda la gente hace lo posible por participar. Pero yo creo que es por sentir que por ellos también se ore cuando se mueran y también haya solidaridad para la familia. Es como sentir que en su momento también les va a tocar.

Frente a los cultos hacia la muerte o los muertos yo no veo muchos, porque la prueba está en que en todos los pueblos se celebran misas los lunes y tampoco es que la mayor parte participe o se hace en el cementerio. Y eso no es un culto así especial como lo hay en otros pueblos. Aquí no, aquí no hay tanta tradición, pero la gente poco a poco que va comprendiendo lo que es la fe, va adquiriendo ciertas practicas, un poquito más conscientes. La gente que participa mucho es gente que entiende un poco más y que le da un poco más de valor a su fe y cree que lo debe de hacer no sólo por tradición sino por convicción.

Ese día la gente reza

Yo creo que el conflicto no está marcando diferencias sustanciales en la expresión de la religiosidad, de pronto una mayor devoción pero no constantemente. 55 O sea, como decía, momentáneamente sí, el día de la toma armada de un pueblo, el día del enfrentamiento de la guerrilla, los paramilitares o ejército, ese día la gente reza. Y ese domingo la gente va a misa y en esa situación así que la gente está con mucho miedo, se ponen felices de que en el pueblo esté el padre, felices de que en el pueblo esté la hermana y que inviten a rezar. Pero que eso influya a que la gente siga siendo muy devota, no. La gente sigue igual que antes, a los poquitos días sigue igual que antes. Yo diría que sí ha habido un proceso de unos años para acá, desde el noventa y nueve para acá, sí ha habido un proceso como de mayor religiosidad en estos pueblos. Yo diría no sólo religiosidad, sino prácticas, donde la gente empieza a darle más valor a lo que es la fe. Lo noto mucho en las organizaciones, no tanto en los animadores, las familias misioneras, sino lo que son las mismas organizaciones. 56 Yo lo noto por ejemplo en la Asamblea que hacen los jóvenes. Ellos son los que dicen empecemos con la oración, leamos la Biblia, cantemos, esto es una organización, todos nosotros somos católicos y entonces empecemos con la oración, terminemos con una oración, démosle gracias a Dios porque hicimos esta oración. Eso antes no lo hacían, si yo invitaba de pronto hacían oración, pero la gente mas bien callada y contestaba el Padre Nuestro. Ahora, yo no se lo atribuyo todo al conflicto, yo se lo atribuyo más como a un proceso que la gente va haciendo de entender más su fe y el conflicto influye, pero que sea lo único, no.

El Salmo 91

Con respecto por ejemplo a la tradición del Salmo 91, al menos de lo que yo conozco es muy antigua, 57 no es ahora con el conflicto. A la gente siempre le ha gustado ese salmo y todo el que haya podido comprar una Biblia y tenerla en la sala, la tiene abierta en el salmo 91. De dónde venga, no sé, pero yo siento que es un salmo de confianza, de protección de Dios: "El que esté al amparo del Altísimo a ese no le pasa nada y aunque vaya por un camino muy tenebroso se va a salvar". Entonces eso la gente lo entiende y lo reza, lo pronuncian y les gusta y sienten que Dios los va a proteger. 58 También ahora la lectura de la Biblia se ha incrementado y esto yo lo veo por dos motivos. Uno, porque se ha logrado con algunos grupos, que tengan un poquito de conocimiento de la Biblia, que les guste, que empiecen a leerla, que sepan interpretar muchos textos. No toda la Biblia, pero sí muchos textos, sobre todo parábolas, pasajes más sencillos. Otros han tenido una formación de talleres, eso por un lado y también porque las predicaciones de los sacerdotes han cambiado mucho. Antes no tenían nada ue ver con la Biblia, ahora tienen que ver con el evangelio el día. Han influido también las sectas, porque ellos todo lo hacen con base en la lectura y estudio de la Biblia. Además la gente siente que es bueno conocer la Biblia, nos piden que les enseñemos la Biblia. 59 Cuando ellos dicen "enséñenos la Biblia", más que todo dicen enséñenos a manejarla, a saber encontrar un versículo, saber encontrar una cita; entonces, pues los unos es por un motivo y los otros por otro. Es muy común encontrar que las familias sí tienen la Biblia, que hay familias que la leen a veces por la noche, hay unos que leen mucho, que la leen seguido. Hay distintas clases de personas, en este momento la Biblia no está tan ignorada como en otras épocas, en este momento la gente sabe de la Biblia, conoce los libros y hasta textos del antiguo testamento, sabe encontrarlos, leerlos y les gusta.

A la gente le gusta las imágenes

A la gente todavía le gustan las imágenes; los evangélicos ya se cansaron de esa pelea tan frontal contra las imágenes. 60 Pero hubo un tiempo, hace unos años, en que era seguido el echarle en cara a los católicos que eran idólatras porque tenían imágenes, todo eso hizo que la gente entendiera el valor de la imagen y cambiara también su fanatismo. Hay personas muy fanáticas hacia ellas que cambiaron un poco, pero eso no quita que a la gente le guste tenerlas en su casa, en la vereda o en el pueblo.

Si uno le va a regalar a la gente cualquier estampita, la recibe con gusto, con cariño y la guarda. Pero la mayor parte de la gente ya no llega al templo sólo a buscar la imagen del Divino Niño o a buscar cualquier imagen a rezarle. Ya la mayor parte de la gente llega a las celebraciones, a la misa. Después al terminar van y prenden una lamparita o algo, pero eso se ha cambiado mucho, me parece que la gente ha entendido que la imagen es un medio.

Tocó unirnos a estos que tienen la verdad

Yo creo que la mayor parte de la gente que dio el paso hacia las sectas fue por miedo. El discurso católico era muy atemorizante, se hablaba del Infierno, de que todo el que no se convirtiera se iba a condenar. La intención de los evangélicos fue la de hacer ver los errores de la Iglesia, de hacerle creer a la gente que no todo lo que enseñaba la Iglesia era mejor. Ellos se remitían a los textos del Antiguo Testamento y, como la gente de la Biblia no sabía nada, y ellos le enseñaban dos o tres versículos fuera de contexto, entonces la gente decía "sí, hay errores en la Iglesia Católica y por eso nos tocó unirnos a estos que tienen la verdad", 61 entonces era un miedo a eso. También a los evangélicos les falló tanto lo del año dos mil, dijeron que se iba a acabar el mundo y el que no estuviera con ellos se iba a condenar. La gente vio que no pasó nada y dijo, "pues estos son charlatanes, son bobadas". Me parece que últimamente ya no hay un montón de gente que se vaya para otras sectas, si hay todavía algunas personas que lo hacen, sobre todo los que van a las sectas y tienen un poco más de conocimiento o de preparación, lo hacen impulsados por el deseo de ser pastores, ven que como saben un poco de Biblia, tienen facilidad de palabra o se desenvuelven bien, tienen mucho espacio, los alaban mucho, entonces les gusta. Pero eso son pocas personas, no son montones.

El lenguaje milenarista que tienen los creyentes ya no es tan atractivo como en otra época a pesar de que el conflicto está más agudo. Pero en otro momento, por ejemplo en el año noventa y nueve, dos mil, fue muy fuerte el trabajo de las sectas: todas decían que el mundo se acababa y que la gente tenía que pasarse a ellos porque se iban a condenar. Yo creo que el que tiene miedo recurre a Dios, no tanto a una iglesia, sino a Dios desde su casa, desde su oración personal o familiar. Me parece que también influye aquí en el Caquetá, el que las FARC y el ELN han hecho mucho la guerra a las sectas, para ellos la mayor parte de sus integrantes son informantes o le dan cabida a los paramilitares y los han hecho salir de los pueblos.

La gente le da mucha importancia al Padre

La fe depende mucho de la relación con el sacerdote, con la Iglesia institucional católica. 62Yo creo que nuestro pueblo es muy inconforme, la gente a veces critica al Padre, pero de todas maneras le da mucha importancia a lo que el Padre hace, a lo que el Padre dice, a lo que piensa, y les gusta mucho que el padre les visite, dialogue con ellos, les dé explicaciones, esté presente en determinados momentos del pueblo. 63 Pero hay mucha gente también que ya no le da tanta importancia, sobre todo la gente que simplemente va entendiendo el compromiso cristiano, no es que no aprecien el sacerdote, sino que lo relativizan, sienten que su fe no depende del sacerdote. La gente le da mucha importancia a la Eucaristía y por eso quieren que el Padre esté cuando hay difunto. Quieren la misa y quieren que el Padre esté. En este sentido yo creo que es muy importante la presencia del sacerdote, yo creo que sin entender ellos mucho el hecho de la mediación, pero sí lo ven como un mediador, ellos lo definen así.

La gente es muy solidaria

Hablando en general de la Iglesia, me parece que la gente que se considere cristiana es muy solidaria y en general creo que ha habido solidaridad con la gente. Cuando la gente sabe que hay un problema en cualquier familia, acompaña mucho, comparte, aunque son muy pobres se ayudan en todo. No sólo comparten lo poquito que tienen, acompañan a las personas, en cuidarle los niños, en preocuparse de un enfermo y sobre todo, compartir los momentos de dolor que han sido muy fuertes.

La Iglesia tiene mucha aceptación, pero también responsabilidades

En la Iglesia en cuanto a su jerarquía ha habido cosas muy buenas, a veces los padres o el que sea, pone la cara por mucha gente; son capaces de hablar con quien sea, guerrilla, paramilitares, a veces con miedo, si un grupo quiere ir a hablar la jerarquía no se corre y creo que eso es bueno. 64

Ya en la parte de acompañar, el acompañamiento de la jerarquía se reduce a celebraciones, no tanto de acompañar la minoría, de acompañar cada persona, también es que le queda difícil acompañar a cada persona, cada familia y meparece que ha faltado como más atención al problema de los desplazados como parte del conflicto. 65 No se puede decir que no ha habido programas, sí los hay, pero no tanto como la necesidad lo requiere. 66

Pero como los conflictos duran y ya viene otro y otro y no se sabe qué población acompañar, porque al mismo tiempo hay que acompañar a los que están en el conflicto, a los que se desplazan, a los que se enrolaron, a la población que en este momento no está tan en conflicto pero necesita atención en todos esos aspectos. 67 Sin embargo, yo diría que no ha estado ausente la Iglesia, ha estado presente tanto como puede. ¿Qué falta? Se podría hacer más. Si reflexionamos más, si nos uniéramos más, pondríamos más en común todas las potencialidades que tenemos, porque la Iglesia tiene mucha aceptación aquí en el Caquetá de todos, de la guerrilla, de los paramilitares, del ejército, de las personas del gobierno, mucho más del pueblo. Por lo general está asumiendo el problema, tiene mucha aceptación, pero también tiene muchas responsabilidades. Cuando yo hablo de la Iglesia me refiero a todos los bautizados.

Yo creo que la aceptación por parte de los grupos armados hacia la Iglesia, se debe a que aquí no ha habido un ataque directo a ninguno de los actores armados por parte de la jerarquía. Por principio no nos hemos puesto en el papel ni de aportar, ni de buscar ni a los unos ni a los otros. Si ha habido muchos momentos en los que se habla en las homilías, se habla en los entierros, se analiza y se le hace ver a la gente que este hecho de asesinar a estas personas es una injusticia, que no tienen derecho de quitar la vida y que eso va en contra de toda la ley de Dios, que es una injusticia el sufrimiento de la gente. Pero no como una denuncia formal contra determinado grupo, eso no se ha dado y yo creo que por eso ellos no se han sentido directamente atacados. Por otra parte yo creo que cualquier grupo armado de acá entiende que la Iglesia tiene peso dentro de la población, frente al gobierno, en general, no es que sea como desconocida o que para la gente sea lo mismo. Creo que eso también influye: que aquí no ha habido nunca escándalos, como decir que la Iglesia roba plata de la que le llega a la gente; más bien los recursos sehan administrado bien.

La Iglesia durante toda la historia del Caquetá, construcciones que han hecho, todo ha sido para el pueblo, puede haber un caso especial que alguien se haya de pronto enriquecido aquí, pero la gran mayoría no. La trayectoria es que los que vienen de otros lados, aman a los capuchinos, los Italianos vinieron fue a dar, a ayudar, no a llevarse nada y ahora que están los diocesanos, que no tienen tantos recursos para traer, tampoco se puede hablaraquí que el sacerdote tal se enriqueció a costillas de este pueblo, sino de construir, de ayudar, de que si aquí necesitan una escuela, miremos cómo la podemos construir.

Dios no nos ha abandonado

En el encuentro último que hubo de animadores cristianos de la comunidad hubo muchas denuncias muy fuertes y peticiones muy importantes en torno al conflicto mismo. 68

Esto demuestra, primero, que ellos presentan el conflicto vivido en sus pueblos y sus veredas con mucho realismo y Porque la gente ya no es tan ingenua, la gente analiza mucho las causas. No es sólo el hecho de que este se juntó con este, sino lo que hay debajo de todo, la problemática social, de injusticia. Es que no hay alternativa en Colombia para vivir, la situación ha llegado al extremo de que no hay esperanzas.

Lo segundo es una sensibilidad muy grande frente al sufrimiento de sus pueblos y su gente. Sí, uno nota que no no le ha pasado nada entonces tranquilo, no. Es que en este pueblo tal se está viviendo esa y esta situación, no es sólo pensando en su familia sino pensando en la población en general. Entonces a mí me parece que eso es bueno. Lo otro es una esperanza bastante fuerte, no esperanza tanto porque ellos vean en este momento posible una salida negociada o que crean que los planes del gobierno actual sean los mejores, no es ese tipo de esperanza. Sino una esperanza desde la fe, de que si estamos muy mal y va a haber todavía mucha más muerte, peso pero Dios no nos ha abandonado, nosotros estamos con Dios y tenemos que aportar así sea poquito, desde nuestra desde nuestro pueblo.

Porque hay que ir sembrando vida, porque todo no puede ser muerte, porque tenemos que ir construyendo, porque esto va para una construcción, así sea tarde, la gente como que no ha perdido la esperanza, y veo estos grupos que están trabajando, no han perdido la esperanza. 69 Ellos ven muchas semillas de esperanza, muchas luces en medio de la oscuridad, presentan una situación dura, pero presentan también muchas luces. Yo creo que ven las mismas esperanzas que veo yo. Ven que cuando ellos hacen así sea trabajo muy pequeño en sus veredas, eso es un signo de esperanza, me refiero a que en todos los programas que se están haciendo actualmente, hay mucha esperanza, no sólo porque la vereda lo está haciendo, les está respondiendo, sino que la gente a pesar del miedo, no tiene miedo de reunirse, no tiene miedo de desarrollar un proyecto, de echarlo a andar, ellos ven en todo eso esperanza.

A pesar de que estos jóvenes, así como decía, muchos se están yendo a grupos armados como alternativa, hay otros que se están organizando como grupos juveniles. Todo eso lo vemos con mucha esperanza, y sobre todo tienen una manera muy bonita de interpretar la Biblia, muchos saben interpretar el texto Moisés que presenta el tema de toda esa seguridad que el pueblo de Israel experimentó durante el exilio, esa seguridad en Dios que los acompaño (A.T., Libro del Éxodo) . Ellos lo interpretan mucho desde la situación actual, que sí están muy mal, pero que eso no quiere decir que ya no hay alternativas, que no pueden echarse a morir, no. Ellos ven más bien como un reto de seguir trabajando y seguir iluminando y fortaleciendo a la gente, a sus pueblos. A la gente le ha tocado sufrir mucho y han vuelto a empezar a organizarse. Entonces ellos dicen: "va a suceder lo mismo, estamos en una guerra y pueda que se agudice más, pero después de esto sigue otra etapa en que vamos a poder vivir". Yo sí creo que no tiene que ver con las historias que han vivido. Porque es que la gente de aquí vino de una violencia en el interior del país, pero han vivido otras violencias aquí y no sólo las han vivido, y las han asimilado. Sin embargo la gente con esta última represión, después del M19, la represión militar que fue muy fuerte, la gente la recuerda todavía. Pero dicen, es que a nosotros ya nos tocó eso y después volvimos a empezar. Ahora nos tocó otra guerra, ¡pero de esta salimos!


Comentarios

1 Vicario Apostólico de San Vicente del Caguán y Puerto Leguízamo. Misionero de la Consolata. Entrevista hecha por: Graciela Uribe. Lugar: San Vicente del Caguán. Fecha: julio de 2003.

2 Nótese la relevancia que le da al sentir religioso, como una herramienta para amortiguar los efectos del conflicto, sin negar la importancia de otros factores, que sin embargo no nombra.

3 Monseñor se refiere a la euforia que se suscitó en San Vicente del Caguán durante el proceso de negociación entre las FARC y el gobierno del presidente Pastrana (1999-2002) , por ser el municipio sede de los diálogos.

4 Indirectamente Monseñor hace referencia a que la vivencia de espacios religiosos, como es el caso de la Semana Santa, tienen una mayor relevancia, si están relacionados con la muerte y el dolor, como es el caso de la celebración del Viernes Santo. Observa que, por ejemplo, el día de la Pascua, no tiene un significado tan importante, aunque su sentido sea el de la esperanza después de la muerte.

5 El sentido que le otorga la Iglesia Católica al dolor y al sufrimiento está relacionado con la posibilidad de renovación a través de la catarsis.

6 Nótese la importancia que le da a la vivencia del catolicismo oficial, representado por lo institucional y la religiosidad popular.

7 La bendición del ramo por parte del Padre, no adquiere eficiencia sino hasta que su uso responde a una necesidad. Por ejemplo en noches de tempestades, unas hojas del ramo, colocadas en la puerta de las casas, evita desastres. En este sentido se puede afirmar que los contenidos oficiales católicos están siendo adecuados a la dinámica cultural y el contexto de las comunidades. De esta manera se puede entender que la participación de las personas en actos de carácter religioso, no sólo tienen el fin de acercarse a Dios o fortalecer la fe, sino también de la posibilidad de usar símbolos que se presumen santos, en la solución de las problemáticas.

8 El Viernes Santo supone una preeminencia del Vía Crucis. Muchas personas, en las zonas rurales, representan este evento de manera particular. Prácticas como la flagelación, cargar una cruz pesada, caminar de rodillas o descalzos o la misma crucifixión, son actos que la gente asume como necesarios este día. Este hecho puede ser interpretado en una doble dimensión. La primera es que los actos corresponden a pagos de promesas por milagros recibidos. Y la segunda, es porque se percibe el sufrimiento y el dolor como la posibilidad de renovación, sanación, perdón.

9 Se hace un paralelo entre el sufrimiento de Jesús y el sufrimiento de las personas víctimas de la violencia. Este tipo de apreciación es bastante recurrente en otros relatos, no sólo de personas representantes del clero, sino de aquellas que no.

10 Monseñor parece asumir la religión como la explicación para que las personas que han sido víctimas de la violencia no pierdan la esperanza. Si bien esta esfera de la vida de una comunidad tiene un peso fundamental como amortiguador, no se pueden desconocer otros elementos, como la ideología, los afectos, la tierra, los hijos, entre otros.

11 En este sentido la resignación, entendida como resistencia, se puede interpretar, no como la asimilación pasiva de los hechos, sino como una estrategia de supervivencia en medio del conflicto.

12 Nótese la importancia que Monseñor le da a los rituales de las personas, sopesando la posibilidad de ser retomados por la Iglesia, como una estrategia de atención desde la Pastoral.

13 Parte de la liturgia que se refiere a la explicación de la Palabra de Dios.

14 Se refiere a la explicación de la Palabra de Dios.

15 Terapia que consistió en hablar sobre su experiencia.

16 Centro de Formación e Investigación de la Amazonía, con sede en San Vicente del Caguán.

17 Importancia que Monseñor le da a la imagen, no sólo como mediadora para la expresión de emociones, sino como representante de lo Divino, con el que se establecen relaciones de tipo afectivo. Visión contemplada por los antropólogos, pero desvirtuada por las Iglesias no cristianas.

18 La mayoría de la población del Caquetá vive en unión libre y por lo mismo consideran que confesarse significaría casarse y en la mayoría de los casos esto no es posible.

19 En el lenguaje religioso significa acción pastoral.

20 Nótese la importancia del llanto como acción liberadora.

21 Cartagena del Chairá, municipio situado en el norte del Departamento en la margen derecha del Bajo río Caguán, pertenece al Vicariato de San Vicente.

22 Nótese el reconocimiento de las fallas de los rituales católicos oficiales frente a la desarticulación de lo emocional de las expresiones de fe.

23 Valor de los servicios religiosos.

24 Compra o venta de cosas espirituales.

25 La mayor parte de población rural tanto de filiación católica como cristiana, le da una importancia relevante a los rituales de entierro. El hecho de no encontrar el cadáver de una persona o que este sea enterrado en fosas comunes es considerado una falta de respeto con el cadáver del difunto.

26 Exvoto se define como el pago en forma de figura alegórica del milagro recibido, la cual puede ser elaborada en cera de vela, en oro u otros minerales. Lo que caracteriza y diferencia al exvoto de otros pagos a los santos, es que representa exactamente aquello recibido.

27 Caserío del municipio de Cartagena del Chairá a orillas del río Caguán.

28 El hecho de que una comandante guerrillera le diera importancia a las creencias de las personas frente a los santos, nos hace pensar en el hecho religioso también presente en la guerrilla. Además, el hecho de que una mujer guerrillera tomara esta iniciativa tiene una importancia fundamental para la comunidad, dado que es una mujer la que afirma la creencia en otra mujer, que como se ratifica más adelante en el relato, imprime una dimensión tierna de madre en una mujer que por su comportamiento liminal se aleja de lo que es común en las mujeres campesinas.

29 Arzobispo de Medellín, en ese momento presidente de la Conferencia Episcopal.

30 Comandante del Bloque Sur de las FARC.

31 Se nota aquí la importancia que las creencias religiosas tienen para la guerrilla u otros grupos. Por lo general cuando se habla de estos y se analiza su acontecer militar y político se deja de lado la dimensión religiosa, otorgándoles una identidad secularizada dados sus comportamientos con la sociedad civil. Este tema ha sido muy poco estudiado y documentado en Colombia.

32 Monseñor Múnera afirma esto al observar el comportamiento de las mujeres frente al conflicto armado y el desplazamiento forzado de población. En la mayor parte de los casos, ellas se constituyen en un soporte imprescindible de las comunidades y familias, ayudando en la reconstrucción de sus proyectos de vida.

33 En el capítulo 1 se explica detalladamente la historia de los misioneros de la Consolata quienes tuvieron una incidencia importante en la construcción de región en el Departamento. A estos se les debe gran parte del desarrollo de la infraestructura y de los procesos educativos, entre otros.

34 Hace alusión al libro de Uribe, Graciela (1992) . Veníamos con una manotada de ambiciones. Un aporte a la historia de la colonización del Caquetá. Bogotá: Editorial Presencia.

35 Entrevista a Clara Loaiza, religiosa de la Fraternidad Misionera Bethlemita. Forma parte del equipo coordinador de la Vicaría del Sur y coordina el equipo de Pastoral Profética. Lugar: Morelia, Vicaría del Sur. Caquetá, entrevistada por Graciela Uribe, julio de 2003.

36 La Vicaría del Sur forma parte de la Diócesis de Florencia, tiene un radio de acción en siete municipios del sur del Departamento, acompaña y promueve procesos de promoción y organización de comunidades indígenas y campesinas en la perspectiva de integrar Fe y Vida.

37 Las trayectorias de vida del caqueteño, construidas en medio de la guerra, han determinado una forma de enfrentar el conflicto, la reacción no es dejarse morir, sino generar estrategias de supervivencia.

38 Nótese como la guerra ha sido asimilada formando parte de la vida cotidiana de la gente, lo cual no significa que las reacciones sean las mismas para todos.

39 Las reacciones colectivas frente a la muerte dependen del papel de las personas en la comunidad; de igual manera tienen incidencia el género y la edad como variables determinantes a la hora de expresar el duelo frente a un hecho luctuoso.

40 Las experiencias de tragedia originadas por el conflicto armado, en un momento dado, pueden devenir en la movilización colectiva, en procesos de cohesión social, en la instauración de redes de solidaridad y apoyo, elementos muy importantes a la hora de generar estrategias para sortear el conflicto.

41 Nótese que la hermana recalca la capacidad de asimilar los hechos.

42 Las agresiones por parte de los grupos armados a la población civil se han constituido en hechos constantes, una muerte seguida de otras, las amenazas, la expulsión no le dan tiempo a la gente para vivir su duelo, expresar la tristeza. Esto en muchos casos termina en traumas, odios, resentimientos, emociones no depuradas que necesariamente deben ser trabajadas en programas de atención psicosocial.

43 Nótese la importancia que la hermana le da a las emociones y reacciones de las personas que deciden quedarse, las cuales muchas veces se invisibilizan en el reconocimiento de los efectos de las agresiones sobre la población que decide migrar.

44 La capacidad de asimilación y adaptación a los hechos es más fácil en niños y jóvenes, pero este proceso no está relacionado con la posibilidad de pertenencia a uno u otro grupo armado como lo afirma la Hermana, sino por las mismas potencialidades de estos grupos etéreos. En cuanto a las expectativas que para los jóvenes tiene la militancia en un bando o en otro, tiene que ver tanto con la necesidad de trabajo como con las necesidades de prestigio y respeto que los grupos jóvenes tienen. Así no sólo se busca ser parte de la guerrilla o de los paras, también hay otros grupos que se constituyen en espacios de construcción y reafirmación de la identidad.

45 La pertenencia a los grupos armados se constituye en una estrategia de tipo económico, dadas las pocas posibilidades de inserción laboral que un joven campesino tiene.

46 Inspección del municipio San José de Fragua.

47 El conflicto armado hace que los ritmos de vida sean mucho más acelerados, situación que más afecta a los jóvenes, pero que al mismo tiempo posibilita una mayor capacidad de adaptación.

48 Reconocer los cambios que origina la vivencia del conflicto armado, es reconocer cómo la cultura, las creencias, la idiosincrasia, los valores, se van transformando y se van adecuando. El mismo conflicto supone expectativas nuevas para la población, fundamenta otros proyectos y determina potencialidades para construir nuevos sentidos.

49 Las características de la movilización forzada de las personas, depende en gran medida del tipo de agresiones del actor que llega a una zona que ha sido controlada por otro grupo. En algunas ocasiones la llegada se limita a los enfrentamientos entre sí. En otras ocasiones se cometen masacres y se selecciona a quien debe migrar. Estas y otros tipos de acciones buscan finalmente atemorizar a la población, minimizar la fuerza del grupo armado presente en la zona, el posicionamiento y control del territorio. Esto incide en las características del desplazamiento forzado de la población.

50 La decisión de salir, también depende de cómo sea la incursión de los grupos armados y las relaciones que establecen con la gente.

51 Es común encontrar en los discursos de miembros del clero, referencias a que las personas sólo creen en Dios y se acercan a él cuando hay peligro o se ven en situaciones de extrema vulnerabilidad. A primera vista, esta actitud se podría leer como una falta de fe y de compromiso en lo que se cree. Nosotros creemos que depende en gran medida de cómo las personas han asimilado los contenidos religiosos. En el caso de los católicos, la aprehensión de los valores de la fe cristiana está supeditada en gran medida a la presencia e influencia de las familias y la Iglesia, del tipo de relación que se establece con el sacerdote y con otros representantes de la Iglesia, el apoyo y trabajo con las comunidades, entre otros. En este sentido se puede decir que las creencias dependen en gran parte de estos elementos y de acuerdo a ellos se expresan en un determinado contexto.

52 Las situaciones de peligro, potencian las creencias en los poderes sobrenaturales de ciertos elementos e imágenes; es así como ciertas oraciones tienen un efecto, para que el enemigo no me encuentre, para no morir, no salir herido, entre otros.

53 Hace referencia al municipio de San José de Fragua.

54 Municipio situado al sur del Caquetá, perteneciente a la Vicaría del Sur.

55 Nótese cómo la hermana es consciente de que la fe aumenta dadas las condiciones de peligro y vulnerabilidad, pero hace énfasis en que este no es un proceso que devenga en la consolidación y fortalecimiento de las creencias a largo plazo.

56 Estos cambios están relacionados con una mayor presencia de la Iglesia en las zonas rurales a través de las misiones, de grupos de oración, de animadores cristianos de la comunidad.

57 La creencia en el poder y eficiencia del Salmo 91, es muy común en la mayor parte de la zona rural de Colombia. A través de este se sortea el peligro, se debilita al enemigo; acciones que implican un debilitamiento del agresor y la posibilidad de salir bien de eventos difíciles.

58 Más allá de que a la gente le guste, esta oración tiene eficacia simbólica porque ha sido interiorizada por los sujetos, asimilada y adaptada a sus trayectorias vitales. Es la fe misma la que genera los efectos. Situación que no puede ser explicada racionalmente.

59 Es claro que una de las diferencias con las iglesias cristianas es la forma como los católicos se acercan a la Biblia. La lectura de este libro no ha sido una actividad muy habitual para los creyentes católicos, a diferencia de los cristianos para quienes es fundamental.

60 El culto a las imágenes está bastante ligado a procesos de sincretismo religioso. La imaginería católica fue asimilada y resignificada a partir de las creencias de las comunidades nativas, así muchas vírgenes encarnaban deidades femeninas. La Iglesia en determinado momento pensó haber ganado almas para el Cielo, pero lo que realmente estaba sucediendo era que las creencias locales seguían vigentes de alguna manera. Para las iglesias evangélicas la imagen no representa a Dios.

61 La hermana reduce la conversión al miedo y a la crítica que los cristianos hacen de lo católico, crítica que ve poco fundamentada. El hecho de cambiar de creencia, posiblemente tiene que ver con la frialdad del culto, la negación de la expresividad corporal, actitudes que a la hora de expresar las creencias tienen un valor fundamental.

62 Para la mayor parte de las zonas rurales, la figura del Padre es muy importante, no sólo como el representante de la Iglesia.

63 La presencia del padre legitima los símbolos que identifican a una comunidad, por ejemplo es de vital importancia que él esté presente en actos públicos, como la posesión del Alcalde. Además de legitimar, fortalece la identidad grupal que se construye.

64 El Padre es percibido como un mediador ante los grupos armados, facultad otorgada, más que por su rol como representante de la Iglesia, por lo que él puede representar a ojos de creyentes que se mueven en el ámbito de la fe.

65 Esa es una de las críticas que se le ha venido haciendo a ciertos sectores de la Iglesia Católica, su falta de compromiso con la problemática de la gente.

66 Hay algunos sectores de la Iglesia que acompañan a la población desplazada. Es el caso de los Jesuitas con el SJR, de la oficina de Pastoral Social, entre otras.

67 Para la Hermana la falta de compromiso de la Iglesia con poblaciones vulneradas se debe principalmente a que los eventos se suceden muy rápido y ellos no tienen la capacidad de reaccionar y estar en todos los lugares y circunstancias.

68 Nótese cómo ciertos espacios nuevos instituidos en la Iglesia Católica, se configuran como espacios para hablar, cuestionar, dialogar y lo más importante hacer catarsis de lo vivido.

69 La esperanza está mediada por la creencia en Dios.

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