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Revista de Estudios Sociales

Print version ISSN 0123-885X

rev.estud.soc.  no.32 Bogotá Jan./Apr. 2009

 

Jacquin al descubierto: transcripción de la Biographia

Santiago Madriñan

Egresado del programa de Biología, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia; Maestría y PhD. en Biología, Harvard University, Estados Unidos. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: Monograph of Rhodostemonodaphne (Lauraceae), 2004, Flora Neotropica Monograph Series, Vol. 92, Bronx, Nueva York: The New York Botanical Garden Press; Flora ilustrada del páramo de Chingaza: guía de campo de plantas comunes, 2004, Bogotá: Arte Litográfico, Ltda., y varios artículos sobre sistemática molecular y morfología de plantas publicados en revistas internacionales. Actualmente se desempeña como profesor asociado del Departamento de Biología y director del Laboratorio de Botánica y Sistemática, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. Correo electrónico:samadrin@uniandes.edu.co.


Se presenta por primera vez la transcripción de la Biographia (en su idioma original y traducida al español), documento manuscrito depositado en el Archivo de la Biblioteca Nacional de Austria que trata de la vida del famoso botánico austriaco Nicolás José Jacquin. En ella se dan a conocer datos sobre su educación temprana, el desarrollo de su vida profesional en Viena, y en particular encontramos detalles de su viaje a las Indias Occidentales entre 1754 y 1759. Este relato, nunca antes disponible en forma completa, es de suma importancia para el estudio de la vida de Jacquin y el desarrollo de la historia de las exploraciones científicas en América durante el siglo XVIII.

No resulta extraño que la primera impresión que tuvo Cristóbal Colón al desembarcar en las tierras americanas fue la de haber visto "árboles muy verdes, y aguas muchas y frutas de diversas maneras" (12 de octubre de 1492). Adicionalmente, se entiende su angustia al no poder reconocer las plantas que iba encontrando, entre "ellas muchas yervas [sic] y muchos árboles que valen mucho en España para tinturas y para medicinas de especería, mas yo no los conozco, de que llevo grande pena". Sin duda alguna, entre las características más fácilmente perceptibles del medio ambiente están la vegetación y el poder nombrar las plantas, y conocer sus usos ha sido tarea de la humanidad desde sus inicios.

Los sucesores de Colón tomaron nota de las plantas que encontraron, en muchos casos asemejándolas a plantas conocidas en Europa o nombrándolas bajo su vocablo indígena. Durante más de dos siglos fueron numerosos los exploradores que visitaron América y describieron plantas oriundas de estas tierras, las dibujaron, señalaron sus virtudes y las transportaron a Europa para su explotación en ultramar. Sin embargo, ninguno de estos naturalistas era botánico de escuela y, por falta de un sistema de nomenclatura estandarizado, es difícil dar crédito del hallazgo de una u otra planta o tener certeza de su identidad, a excepción de las más sobresalientes, como el tabaco o el maíz, ambas introducidas a España por Colón.

A mediados del siglo XVIII un médico sueco que estudiaba en Holanda concibe un método para organizar las plantas conocidas y les da nombres de fácil uso. No sin generar controversia, el Systema Naturæ (1735) de Carl von Linneo estableció una clasificación jerárquica de la naturaleza en tres reinos y delineó el methodus plantarum sexulais, mediante el cual subdividió el reino vegetal, haciendo uso consistente del binomio (ideado 200 años antes por los hermanos Bauhin), popularizándolo como forma ágil e inequívoca de nombrar las especies. Con Linneo nacen las ciencias naturales modernas, y lo hacen merecedor del reconocido título de "padre de la taxonomía", atreviéndose a decir de sí mismo: "Deus creavit, Linnaeus disposuit" (Dios creó, Linneo organizó).

De regreso en Suecia, Linneo publicó su obra maestra, los dos volúmenes del Species Plantarum, en 1753, en la cual compiló toda la información disponible a la fecha de las plantas conocidas en Europa hasta entonces y las describió sistemáticamente, entre ellas, las que traían los exploradores de Asia, África y América. Entre estas últimas incluyó las pocas cultivadas en Europa y aquellas que fueron depositadas en los herbarios europeos o dibujadas con precisión, donde podían observarse sus partes características. Es así como el tabaco aparece como Nicotiana Tabacum; el maíz, como Zea Maiz, y Linneo, como su autor. El Species Plantarum de 1753 es el punto de partida de la nomenclatura botánica moderna.

Si bien fueron muchos los viajeros con inclinaciones naturalistas, quienes desde la conquista de América describieron plantas oriundas de estas tierras, la extensa compilación bibliográfica hecha por Linneo del conocimiento botánico hasta entonces producido sólo incluía plantas americanas descritas por unos pocos autores. Entre ellos se destacan Francisco Hernández de Toledo, quien estuvo en México unos años, a partir de 1571; Georg Marcgrave y Willem Piso (Brasil, 1638); John Ray, James Petiver y Leonard Plukenet, quienes, sin haber visitado América, describieron numerosas plantas americanas a partir de muestras enviadas a ellos; Charles Plumier (Antillas y Cen-troamérica, 1689-1697); Anna Maria Sibylla Merian (Surinam, 1685-1701); Hans Sloane (Antillas, 1687-1689); Louis Éconches Feuillée (Antillas y Nueva Granada, 1703-1706; Perú y Chile, 1707-1711); y Mark Catesby (costa sudeste de Norteamérica y Ba-hamas, 1712-1719).

Para la nobleza europea del siglo XVIII, la acumulación de plantas y animales en jardines y zoológicos reales, al igual que objetos de historia natural en Gabinetes, se convirtió en una actividad que generaba prestigio a sus dueños. Frutas exóticas eran servidas en suntuosas cenas y paseos por alamedas bordeadas de jaulas con aves canoras, y los monos eran el deleite de sus dueños y de sus invitados. Es así como en 1752 y 1753 el emperador consorte Francisco I de Austria se ocupó en la construcción de un zoológico y jardín botánico en Schönbrunn, el palacio de verano de los Habsburgo. Con el fin de dotarlos, encomendó a un joven estudiante de medicina, con más inclinación hacia las plantas que hacia las enfermedades, Nicolas José Jacquin, un viaje por las Indias Occidentales, con precisas instrucciones de colectar plantas y animales vivos y objetos para el Gabinete. Dada la ascendencia francesa de Jacquin y sus contactos familiares en colonias francesas americanas, contó con inmensos favores durante su viaje (Madriñán et al. 2007).

Aun cuando había sido precedido por muchos naturalistas en las tierras que visitó en América, Jacquin tuvo la fortuna de haber llegado justo cuando se estaba gestando la revolución linneana, proviniendo además de una escuela holandesa donde los principios linneanos se difundieron rápidamente. El mismo Linneo, al saber de su llegada a Europa (por parte de Sauvages, en carta del 10 de julio de 1759, cuatro días después de ver a Jacquin en Montpellier, camino a Viena), le escribió solicitándole información de las plantas encontradas por él (carta del 1 de agosto de 1759). Inmediatamente, Jacquin le contestó a Linneo (carta del 28 de agosto de 1759) y mantuvieron una nutrida correspondencia de cerca de 100 cartas de parte y parte, hasta la muerte de Linneo, en 1778.

Jacquin ha sido extensamente estudiado por historiadores de su país adoptivo, Austria; sin embargo, es poco lo que se conoce de su extraordinario viaje por América. Mayor atención se le ha prestado a su insuperable papel como profesor, director del Jardín Botánico y rector de la Universidad Nacional de Austria y líder intelectual de su época. Entre sus biógrafos más destacados se encuentran Johannes Nepomuk Raimann (1818), Ernst Moriz Kronfeld (1905), Franz Stafleu (1967, 1971, 1980), Otto Nowotny (1993), Maria Petz-Grabenbauer (1995 y 1997) y Walter Lack (1998, 2000a, 2000b). La ausencia de sus diarios de viaje, y el hecho de que el mismo Jacquin no hubiera publicado detalles de éste, aparte de una pequeña reseña en latín en el prefacio de su Plantarum Rariorum Hortus Scönbrunnensis, de 1797, nos han impedido conocer los pormenores de su expedición.

En el Archivo de la Biblioteca Nacional de Austria se encuentra un manuscrito titulado Biographia (ÖNB Ser. Nova 9755), en el cual un editor anónimo (muy probablemente Johannes Nepomuk Raimann), quien firma como F. H. (interpretado como Fußnote von den Herausgeber), ofrece datos de sus primeros años, su educación y el desarrollo de la vida profesional de Jacquin en Austria; y el hijo mayor de Jacquin, José Francisco, nos brinda un recuento maravilloso y muy detallado de su viaje a las Indias Occidentales. Este último no sólo da detalles minuciosos del viaje, como nombres de personas, barcos y sus capitanes, y fechas (corroboradas por otras fuentes), sino que también menciona la existencia de los diarios de viaje de su padre. Hasta la fecha se desconoce el paradero de éstos. La dificultad de la lectura del manuscrito es quizás la razón por la cual éste ha pasado desapercibido. Johan-nes Nepomuk Raimann escribe un extenso obituario de Jacquin basado en este manuscrito (1818). Ernst Moriz Kronfeld (1905), Otto Nowotny (1993) y Hel-ga Hühnel (1992) nos ofrecen versiones parciales de este manuscrito, pero es muy poco lo que podemos aprender del viaje de Jacquin a partir de estos apartes. A continuación se presenta la primera transcripción completa de la Biographia traducida al español y en su idioma original.

Jacquin fue el primer botánico en visitar tierras de lo que hoy es Colombia. Estuvo en Cartagena y sus alrededores, y a él le debemos más de 200 plantas nombradas en su catálogo, publicado inmediatamente después de su regreso de América (Enumeratio sys-tematica plantarum, de 1760), y descritas y dibujadas con gran meticulosidad en las dos ediciones de su suntuosa obra Selectarum Stirpium Americanarum Historia (1763 y 1780).

Del último párrafo de la Biographia podemos extraer un texto que expresa con gran acierto la singularidad de la obra de Jacquin: "En sus volúmenes, que poco a poco ascendieron a 30, hizo lo siguiente: en sus obras les dio un nombre a las plantas que seleccionó e hizo una caracterización tan exacta y acertada de ellas que incluso el principiante mismo estaba libre de cualquier equivocación. Una exactitud de este tipo nunca se había visto en aquellos tiempos".

ARCHIVOS Y CORRESPONDENCIA

1. De Sauvages de La Croix, François Boissier a Carl Lin-naeus. 10 de julio de 1759. The Linnaean Correspondence, linnaeus.c18.net, carta L2557 (consultada el 16 de febrero, 2009).        [ Links ]

2. Jacquin, Nikolaus Joseph a Carl Linnaeus. 28 de agosto de 1759. The Linnaean Correspondence, linnaeus.c18.net, carta L2562 (consultada el 16 de febrero, 2009). [Original consultado en: Jacquin, Nikolaus Joseph. 1759-1771. Letters to Carolus Linnaeus. Linnaean Correspondence Vol. VII, folio 174. Londres: Linnean Society]        [ Links ]

3. Jacquin, Nikolaus Joseph. 1817. Nicolaus Jacquins Biogra-phie. Österreichische Nationalbibliothek, Handschriften-sammlung Cod. Ser. nov. 9755, 90 fols.        [ Links ]

4. Linnaeus, Carl a Nicolaus Joseph Jacquin. 1 de agosto de 1759. The Linnaean Correspondence, linnaeus.c18.net, carta L2573 (consultada el 16 de febrero de 2009).        [ Links ]

REFERENCIAS

5. Hünhel, Helga. 1992. Botanische Sammelreisen nach Amerika im 18. Jahrhundert. En Die Neue Welt: Öste-rreich und die Erforschung Americas, eds. Franz Warwik, Elizabeth Zeilinger, Jan Mokre y Helga Hünhel, 61-77. Viena: Österreichische Nationalbibliothek.        [ Links ]

6. Jacquin, Nikolaus Joseph. 1760. Enumeratio systematica plantarum, quas in insulis Caribaeis vicinaque Americes continente detexit novas, aut jam cognitas emendavit. Leiden: Lugduni Batavorum.        [ Links ]

7. Jacquin, Nikolaus Joseph. 1763. Selectarum Stirpium americanarum historia in qua ad Linnaeanum systema de-terminatae descriptaeque sistuntur plantae illae, quas in in-sula Martinica, Jamaica, Domingo, aliisque, et in vicinae continentis parte, observavit rariores: adjectis iconibus in solo natali delineatis. Viena: Officina Krausiana.        [ Links ]

8. Jacquin, Nikolaus Joseph. 1780. Selectarum Stirpium americanarum historia in qua ad Linnaeanum systema de-terminatae descriptaeque sistuntur plantae illae, quas in insula Martinica, Jamaica, Domingo, aliisque et in vicinae continentis parte, observavit rariores; adjectis iconibus ad auctoris archetypa pictis. Viena: Officina Krausiana.        [ Links ]

9. Kronfeld, Ernst Moriz. 1905. Jacquin. Osterreichische Rundschau 3: 237-251.        [ Links ]

10. Lack, Walter. 1998. Jacquin's 'Selectarum Stirpium Americanarum Historia'; the Extravagant Second Edition and Its Title Pages. Curtis Botanical Magazine 15, No. 3: 194-214.        [ Links ]

11. Lack, Walter. 2000a. A Garden for Eternity: The Codex Liechtenstein. Bern: Bentley Publishers.        [ Links ]

12. Lack, Walter. 2000b. Die Berufung von Nikolaus Joseph Jacquin an die Universität Wien. Ann. Naturhist. Mus. Wien 102 B: 375-388.        [ Links ]

13. Linnaeus, Carl. 1753. Species Plantarum. Dos vols. Estocolmo: Lars Salvius.        [ Links ]

14. Madriñán, Santiago, Bernadette Rossignol y Philippe Rossignol. 2007. Le botaniste hollandails-austrichien Nikolas Joseph Jacquin et sa famille de la Martinique. Généalogies et Histoire de la Caraïbe, 206: 5295-5301.        [ Links ]

15. Nowotny, Otto. 1993. Die Forschungs- und Sammelreise des Nicolaus J. Jacquin in die Karibik und zu den Küsten Venezuelas und Kolombiens 1755-1759. En Österreich und die Neue Welt, ed. Elizabeth Zeilinger, 89-94. Viena: Österreichische Nationalbibliothek.        [ Links ]

16. Petz-Grabenbauer, Maria. 1995. Zu Leben und Werk von Nikolaus Joseph Freiherr von Jacquin. Wiener Geschichts-blätter 50: 121-150.        [ Links ]

17. Petz-Grabenbauer, Maria. 1997. Nikolaus Freiherr von Jacquin (1727-1817). En Heimat großer Söhne: Exemplar-ische Leistungen österreichischer Naturforscher, Teknijer und Mediziner, eds. Helmuth Grössing y Gerhard Heindl, 9-26. Viena: Peter Lang.        [ Links ]

18. Raimann, Johannes Nepomuk von. 1818. Rede zur Gedächtnisfeier des Herrn Nic. Jos. Freyherrn v .Jacquin. Viena: Anton Strauss.        [ Links ]

19. Stafleu, Franz. 1967. Introduction to Jacquin's Caribbean 'Enumeratio,'. En reprint 1967 of Nikolaus Joseph Jacquin, Enumeratio Systematica Plantarum [1760]. Zug: Inter Documentation Co. AG.        [ Links ]

20. Stafleu, Franz. 1971. Jacquin and His American Plants. En Introduction to the Facsimile Edition of the Selectarum Stirpium Americanarum Historia [1763], F5-F32. Nueva York: Hafner Publishing Co.        [ Links ]

21. Stafleu, Franz. 1980. Nikolaus Freiherr von Jacquin und die Systematische Botanik seiner Zeit. En Nikolaus Freiherr von Jacquin: 250. Geburstag am 16. Februar 1977., Anzeiger der phil.-hist. Klasse der Österreichishen Akademie der Wissenschaften 117, So. 21, ed. Friedrich Ehrendorfer, 287-310. Viena: R. Spies & Co.        [ Links ]

Transcripción de la Biographia1

Convenciones

/1# indica el comienzo y el número del folio.

*), **), #, Nota indican notas al pie que aparecen en el original; estas notas vienen seguidas de números (o letras) superíndices que hacen referencia a las notas de pie de página transcritas.

palabra tachada en el original.

- palabras/letras que no se pueden descifrar.

[texto] texto o notas que insertó Santiago Madriñán

_____ espacio largo en el original

/1 Biografía

El barón Nikolaus Joseph von Jacquin, Doctor en Medicina, Señor Real e Imperial de las Minas, Caballero de la Orden Real de San Estefan, Rector en el año de 1809 y Profesor Emérito de Química y Botánica de la Universidad de Viena, miembro de la mayoría de las sociedades eruditas, nació el 16 de febrero de 1727 /2 en la ciudad de Leiden, Holanda.

Su padre, quien en el pasado fue un rico comerciante, pero que perdió la mayor parte de sus riquezas debido a que ciertos negocios tomaron un rumbo desafortunado, murió cuando él estaba aún muy pequeño. Después de consagrarse a la lectura de la literatura griega y romana, cuando estudiaba en el colegio de Amberes, /3 y de estudiar filosofía durante su estancia en el colegio de Lovaina, Joseph von Jacquin regresó a su ciudad paterna, escuchó las asistió a las clases de física de Muschenbroek y comenzó a estudiar farmacología con Gaubier, Bern-hard Siegfried Albin, así como con Adrian van Royen (profesor de botánica de allí). /4 Continuó este estudio en Ruán bajo la tutoría de Le Cat, y luego, en la Escuela Superior de París.

Por esa época un viejo amigo de la familia, Van Swieten, lo invitó a ir a Viena a terminar su sus estudios en la escuela escuela de medicina que se había organizado recientemente allí. /5

Jacquin aceptó la invitación a la cual del noble médico, quien quiso formarlo para que fuera su sucesor en la cátedra. Jacquin sintió entonces el fuerte deseo de consagrarse de manera exclusiva a la ciencia de la medicina.

Pero los deseos de la voluntad, los cuales crearon el lazo de amistad más fuerte entre él y Theodor Gronovius, lo llevaron /6 en ese entonces a interesarse también por el estudio que su compañero prefería: en ese entonces la botánica*)2; su interés por la botánica fue la causa de su prestigio posterior. Jacquin le fue tan fiel a la botánica como a su amigo, hasta el fin de sus días. /7

Por esa razón, viajó por primera vez que fue de París a Viena y no siguió los caminos las rutas convencionales sino que recorrió las montañas a través de caminos apartados y llegó a Viena en 1752 con la primera recolección de plantas.

Allí asistió con gran entusiasmo /8 a los cursos de medicina y buscó allí inferir, a partir de su origen mismo, los principios de esta ciencia tan difundida. En sus estudios e investigaciones se remontó al observador de la madre naturaleza más concienzudo de todos, al observador que, aún en el mundo académico actual, sigue siendo el verdadero primero.

El griego Hipócrates le brindó tantos sentidos a su /9 aguda perspicacia, les abrió campos tan variados a sus talentos que los extensos comentarios que escribió sobre este griego arrojaron los resultados más dicientes /10 de su alma de investigador. En las clases de medicina, Jacquin le daba a conocer estos comentarios de utilidad pública al que compartiera más sus intereses (por ejemplo, a un Störck, a un Schreibers, a un Lagusius (Ha-senöhrl); todos ellos eran personas de gran prestigio).

Ya para que él mismo pusiera en marcha sus investigaciones y pudiera seguirles el hilo libremente, nuestro Jacquin tuvo que estudiar incluso la crítica que otros habían hecho a los textos de Hipócrates. Esto requirió también de conocimientos filosóficos, —ése era su caso conocimientos que él poseía, y reveló, por primera vez, que él era un hombre versado en diversos saberes. /11

La estadía de Jacquin en París, así como las excursiones botánicas que hizo de París a Viena, incrementaron sus conocimientos en el contribuyeron de manera significativa a que adquiriera el conocimiento botánico más ilustrativo y más preciso posible. Por la misma razón, estando en Viena, le fue posible presentar un racion un inventario racional de la flora que había en aquella época en el jardín botánico imperial, en el Schön /12 brunn; por esa misma época Jacquin también visitaba dicho jardín asiduamente. El emperador Francisco I fue su creador (el jardinero Stockhofen le sirvió de guía).

Allí vivió plenamente en medio de las creaciones del mundo orgánico. Sus apacibles y tiernas inclinaciones se deleitaban mucho con este mundo.

Sin embargo, el gran mérito de haber diseñado el inventario de plantas del jardín de Schönbrunn /13 fue sin duda el haber dado a conocer, por primera vez en los Estados austriacos, el sistema sexual de Linneo (muchos se opusieron a este sistema aun en esa época) y, al mismo tiempo, el haberlo puesto en práctica en esa ocasión.

Puesto que el emperador vio a menudo en el jardín bo-tánic Jacquin pasaba se quedaba la mayor parte del /14 día en el jardín botánico, con el propósito de elaborar el inventario, no pasó inadvertido para el emperador, y cuando posteriormente a éste se le ocurrió ampliarlo, al jardín botánico con especies traídas desde las Indias Occidentales, eligió para ello al joven Jacquin, que acogió con gran entusiasmo esta oportunidad de enriquecer sus conocimientos sobre el reino vegetal. /15

Queremos oír hablar al respetable hijo de nuestro Néstor botánico sobre aquel viaje durante el cual Circe no pudo modificar de ninguna manera el objetivo irrevocable, fijado de antemano, de aquel hombre, qui multo-rum hominum mores vidit et urbes.

Con ello, el público académico obtiene una muestra de la buena voluntad y lealtad que el hijo le tuvo al padre, al ser su discípulo científico. /16 El público académico también sabrá disculpar las notas y observaciones que el editor se permite hacer de vez en cuando, con el propósito de que ningún hecho de la vida de este hombre extraordinario, por pequeño que sea, quede oculto para los sabios contemporáneos o para los contemporáneos suyos que recibieron una sólida instrucción en ciencias.

Viaje de mi padre a las Indias Occidentales /17

Mi difunto padre viajó en la diligencia el 9 de diciembre de 1754 de Viena a Trieste. Sólo lo acompañó Richard van der Schot. Llegó a Trieste el 16 del mismo mes.

Después de que en vano intentara varias veces hacerse a la mar, finalmente partió de Trieste el 19 de diciembre con el correo extra que iba para Venecia / imperial. Ese mismo día llegó a dicha ciudad.

El 27 de diciembre salió de Venecia hacia Florencia y pasó por Bolonia. Lo acompañó Brocaccio Antonio Giorgi. /18

El 1 de enero de 1755 viajó a Livorno y pasó por Pisa. En Livorno dependió del gobernador, Marqués Ginonri, un amante de los jardines y de las plantas. El gobernador le prestó muchos servicios y le hizo muchos favores. Mi difunto padre se quedó corto en alabanzas hacia él. Mantuvo contacto con él a través de cartas hasta el día en que regresó. El gobernador ya había muerto. Como signo de gratitud, mi padre llamó Ginoria a el /19 una especie.

El 21 de enero se embarcó hacia Marsella en una nave comercial con Van der Schot y con los dos ornitólogos, Francesco Borculla y Giovanni Buonamici.

Pero a causa de una tormenta que comenzó justo después de que el barco abandonara el puerto, pero sobre todo a causa de la torpeza del capitán, el barco se desarboló y no fue posible volver a tomar el control de la nave; la fuerza de las olas los empujó a través de las peligrosas islas Hyères al puerto de Tolón. Llegaron allí la mañana del 22 de enero, después de haber viajado durante 48 horas.

Entonces siguió su /20 viaje continuó en el correo que iba para Marsella *3**4

Estando en Marsella, visitó tanto las famosas Grutas de Roland como las Grutas Beaume de Laubiere, y también otros lugares como la aldea Carry –lugar curioso a causa de sus particulares fósiles– y la costa oriental. Allí reunió tantos fósiles que alcanzó a llenar traer 17 cajas con zoófitos y fósiles de todas las clases para el gabinete real e imperial de objetos naturales. Envió las cajas directamente desde allí.

El 21 de abril viajó a Martinique en un barco comercial que tenía 16 cañones y que estaba bajo el mando del capitán /21 Fonque. El 11 de mayo la quietud de los vientos y los vientos desfavorables los obligaron a atracar en Málaga. Se quedaron allí hasta el 13 de mayo, para poder beber agua fresca y alimentarse.

El 11 de junio atravesaron el Ecuador, lugar en el que Neptuno fue bautizado. Sin embargo, esto le costó a mi padre 27 liras, valor que correspondía al pasaje suyo y al de sus acom2pañantes. /

El 28 de junio de 1755 llegó a St. Pierre, que queda en Martinica; allí se dirigió en seguida se dirigió adonde su primo, quien fue el escribano del Almirante Jacquin.

(*Nota)5

Al llegar a St. Pierre lo confundieron con el hijo de la casa cuyo regreso de París estaban esperando. Por esta razón, estalló súbitamente una alegría*)6 que mi padre no pudo contener y que motivó aquel día algunas curiosas complicaciones. **)7

Estando allí viajó en diferentes direcciones y visitó Fort-Royal, Le Lamentin, Simon, la Cul de Sac Morini, St. Anne, el Riviere Falée, la Grand Caille, el Basse Point, la costa de Carbot y el Riviere Falée, y envió a Van der Schot y a los ornitólogos. También envió a los ornitólogos /23 a Granada.

El 1 de agosto mi padre envió desde St. Pierre, la primera encomienda para la colección imperial de especies y objetos naturales, en el barco St. Rochus, cuyo capitán era Le Fabre y que viajaba a Marsella. La encomienda incluía seis cajas, en las cuales había cerca de 1.600 piezas de conchas, muchos cangrejos y erizos de mar, madrépo-ras, fósiles, insectos, peces y algunas monedas, además de algunas semillas y esquejes de cañas de azúcar. *)8

En ese entonces, la Maladie de Siam (la fiebre amarilla) predominaba tanto en los alrededores de St. Pierre, especialmente entre los europeos recién llegados, que a mi padre le fue indispensable tomar todas las precauciones necesarias para evitar el contagio. De quince extranjeros que llegaron con él en el Felicite, trece habían muerto en el transcurso de un año y medio. La enfermedad atacó también a Van der Schot y a Buonamico, /24 pero por fortuna la superaron.

El 28 de febrero de 1756, Van der Schot se embarcó con la primera [sic] encomienda de las Indias Occidentales. El barco en el que zarpó a Europa se llamaba l' Esperence, y al mando estaba el capitán Chanvet. En dicha encomienda había aves y plantas vivas, diez cajas que contenían conchas, peces, zoófitos, fósiles, herramientas e ídolos del Caribe antiguo, entre otras cosas.

Entre los animales vivos que iban en la encomienda se encontraban un agouti, una ardilla voladora (¿Sciurus volitans?) del Misisipi y /25 el oso hormiguero de Cuma-ná, además de veintiséis aves exóticas.

Entre las plantas vivas de partes grandes los árboles y arbustos vivos de gran tamaño que hacían parte de la encomienda se encontraban 266 ejemplares de 40 especies diferentes; en su mayoría estas especies fueron llevadas por primera vez a Europa en esta encomienda; muchas de ellas aún eran bastante desconocidas y, u por consiguiente, no habían sido descritas.

El 30 de mayo de 1756, mi padre envió primero a los ornitólogos a San Eustaquio y luego los siguió /26 el 8 de mayo [sic]. Llegó a su destino el 10 de mayo. Allí se quedó en la casa del gobernador, cuya esposa era pariente de mi abuela (era una Von Heyningen; esta señora fue un gran apoyo para él). *)9

El 27 de mayo hizo una excursión a la isla de St. Mar-teen. Allí, el gobernador tenía como secretario a un pariente nuestro. Visitó las salinas de Simonsberg y tuvo la mala suerte de caerse por un peñasco y de herirse gravemente el pie con un cactus (Melocactus); sin embargo, pronto lo curaron con compresas /27 de hojas de Jatropha. El 9 de junio regresó a San Eustaquio. Allí le dio fiebre amarilla, pero por fortuna, poco tiempo después se recuperó de nuevo. Desde allá envió inmediatamente de regreso a Martinica al ornitólogo Barculli, con el propósito de que recogiera algunas plantas y animales que habían dejado allí. Barculli regresó a San Eustaquio el 20 de julio.

El 12 de agosto envió de regreso a Livorno a Giovanni Buonamici /28 con una encomienda en donde, además de muchas aves y plantas, iban dos cajas grandes de otras especies y objetos de la naturaleza. En la misma encomienda había conchas, fósiles de algunos peces, piezas de arte del Caribe, etcétera.

Entre los animales había 4 (?) ardillas voladoras y 43 (?) aves; entre las plantas había muchas variedades de piña (el emperador las había solicitado especialmente), muchos cactus y euphorbias carnudas; mi padre también echó allí una gran cantidad muchas semillas.

El 17 de agosto /29 mi padre viajó con Barculli a Guadalupe en un barco holandés. Pero un barco inglés los secuestró y los llevó a la isla de San Cristóbal. El 24 de agosto regresó a San Eustaquio.

El 9 de noviem El 9 de octubre quiso partir de San Eustaquio a Martinica, pero fue capturado por los ingleses. Éstos lo llevaron a Monserrate; de allí pudo salir para St. Pierre sólo hasta el 4 de noviembre y de ahí se embarcó para Martinica en una galera /30. Llegó a Martinica el 9 de noviembre. Estando allí emprendió nuevamente varias excursiones al Fort Royal, a le Lamentin, a Robert y a otras partes. Se quedó en Martinica hasta el 4 de febrero de 1757.

El 12 de noviembre de 1756 envió a Marsella una caja grande con madréporas, conchas y semillas frescas desde St. Pierre. El 4 de febrero de 1757 viajó a la isla de

Curazao donde; desde allí emprendió varias excursiones a la bahía de Santa Ana y a otros lugares, en embarcaciones de indios. /31

El 15 de mayo del mismo año envió desde allá una caja con madréporas y fósiles, en el barco la Demoiselle Jea-ne, que viajaba a Ámsterdam. Le envió la caja al alcalde de ese entonces, Wilhelm Gideon Deutz *)10, para que la despachara a Viena.

El 20 de mayo envió una gran encomienda a Viena bajo la custodia de un tal señor Aline (?) de Besanzón.

El envío estaba conformado por dieciséis cajas que contenían fósiles, ma /32 dréporas, conchas, un cuerno tallad liso de rinoceronte y otro que había sido tallado primorosamente y que le compró al dominicano le Valse por 93 piastras; allí había además varias monedas del oriente y el occidente de las Indias; también iba una rama de una Achras sapota, en donde yacía un nido de colibrí que había sido elaborado con flores **)11; en el nido se encontraba la madre junto a sus pequeños y al distinguido /233 macho, que era un poco diferente en su aspecto. Mi padre también envió nidos del ave tropical y de otras aves, sierras de peces sierra, colas de rayas, peces voladores, tortugas, etc., pieles de serpientes, etc.; envió además varios animales vivos, por ejemplo, un gato salvaje y una especie de zorro, una ardilla del río de Lache y 67 pájaros. Entre las plantas vivas que se habían empacado había varios bulbos de pancracias, ezinas, etcétera.

Mi padre viajó el 5 de junio a Coro y /34 a Puerto Real de la Vega y realizó varias expediciones botánicas en esa sierra hasta el 24 de julio, fecha en que regresó a Curazao.

El 5 de agosto le entregó una caja al capitán Marquart, quien estaba al mando del barco le Jean. Este barco sólo zarpó hasta el 27 del mismo mes. La caja iba dirigida al alcalde Deutz, que vivía en Ámsterdam, y contenía fósiles, madréporas, conchas, así como algunas monedas y piedras magnéticas de /35 Santo Domingo; allí iban además los primeros ejemplares de platina (con el nombre de Juan blanco); éstos se querían llevar a Austria y tal vez a Alemania. En la caja también había amatistas y esmeraldas de la madre de las minas de esmeraldas más antiguas que había en Somondoco en la época de la Nueva Granada; había rubíes del Amazonas, mineral de cobre de La Habana, además de Una una rémora de aproximadamente dos /36 pies de largo, que había sido secada cuidadosamente; en la caja también se encontraban muchas flechas y otros utensilios de los salvajes, monedas, etc., al igual que 43 especies de semillas exóticas.

Mi padre se embarcó el 25 de agosto a Santo Domingo. Llegó allí el 21 de septiembre. Se quedó en Santo Domingo hasta el 4 de enero de 1758; después viajó a Jamaica en un barco de transbordo. /37 /38 /39

La mañana del 5 de enero de 1758, una pequeña flotilla inglesa, que estaba conformada por siete barcos de guerra y bajo el mando del almirante Cotes, los detuvo en el Marlborough. El 7 de enero, cuando estaban al frente de Léogane, un puerto que queda en Santo Domingo, se toparon con un corsarios inglés de 14 cañones se topó con ellos, los llevó consigo bajo banderas holandesas y ordenó que una canoa navegara durante todo el día detrás de ellos /40; cuando secuestró el barco inglés de transbordo, que venía de Jamaica. Por la tarde los llevaron a las pequeñas islas desérticas de Gonove, donde se toparon con cuatro barcos piratas ingleses que venían de Nueva York.

Una gran cantidad de personas con cara de pocos amigos subió a bordo y sencillamente los dejaron en cueros, de modo que sólo con muchos esfuerzos y gran imaginación pudieron salvar /41 unas pocas cosas.

Además de diversos Parte de los objetos personales que mi padre perdió fueron varios libros y su diario de viaje. Había llevado este diario con gran cuidado hasta ese momento. *)12 Sólo le fue posible salvar su libro de gastos, aunque haciendo un gran esfuerzo.

Algunos corsarios intentaban hacer saqueos en por las noches. Estos intentos fracasaron gracias a que por orden de las patrullas, que llegaron por petición de mi padre, hicieron vigilancia. /42

Estuvieron dos días más con la preocupación y la esperanza de poder entrar sin al país que estaba muy cerca. Estos hechos culminaron de una manera bastante trágica con un nuevo robo.

El 9 atracaron de enero, los corsarios llevaron sus barcos de nuevo al puerto y dejaron en libertad al barco que habían secuestrado. /43

En la noche del 10 de enero llegaron a Puerto Príncipe, que queda en Santo Domingo, donde - -; el barco en donde se encontraba mi padre mandó fue a recoger prisioneros de guerra. Allí visitó, en la medida en que su enfermedad crónica se lo permitió, - -, las pequeñas islas Bonas Terras, - del puerto, con el propósito de reunir más especies naturales. Como no encontró ninguna posibilidad de navegar hacia una colonia española, el 17 de enero se embarcó de nuevo /44 en el barco de transbordo y viajó a Jamaica.

El 18 de enero llegaron a la bahía de Leogane para proveerse de alimentos. Un cors corsario les quitó todos los alimentos y ya no pudieron conseguirlos en Puerto Príncipe.

Dado que no podían detenerse por mucho tiempo y tenían que continuar navegando en la tarde, mi padre no pudo revisar la vegetación tanto como quería. /45

La mañana del 19, cuando estaban al frente de Petit Goave, una ciudad de Santo Domingo de primera clase, tuvieron mi padre tuvo la mala fortuna de toparse otra vez con tres barcos piratas, los cuales de los cuales aún tenían un recuerdo fresco, debido a la desagradable manera como los habían tratado recientemente. Los piratas subieron a bordo, practicaron el viejo arte de quitarles los alimentos a los señores y se llevaron al otro lado la /46 mayor parte de los 27 prisioneros de guerra.

Después de que los comensales se sintieron relativamente satisfechos con las provisiones que les habían arrebatado a sus dueños de manera violenta, los corsarios tuvieron que ver el espectáculo de cómo se llevaban estas provisiones a otros barcos que pasaron muy cerca de ellos. El 20 de enero visitaron la isla Navassa; de allí partieron a Jamaica. Llegaron /47 el 22 al puerto de Port Royal en Jamaica.

Apenas hasta El 23 de enero le correspondió al barco de mi padre ir a tierra firme. Desde allí se pusieron en camino hacia Kingston.

El 1 y el 2 de febrero, mi padre hizo una excursión al Spanishtown. Lo había invitado el teniente general Moor. Moor estaba al mando debido a que el almirante Knowles estaba ausente. Mi padre tomó un cabriolé de dos ruedas y en el /48 viaje de regreso tuvo un accidente grave debido a que el eje del carro se rompió. Por este incidente, el negro que iba de cochero quedó tullido de una pierna.

Después de explorar los alrededores del Spanishtown, mi padre se embarcó el 19 de marzo en un bergantín que estaba atestado de esclavos negros. El bergantín era propiedad del comerciante Wead y viajaba a Cartagena. Por Una galera los acompañó y /49 una fragata grande de veinticuatro cañones los acompañó, los cuales los escoltaron hasta Boca Chica. Llegaron allí el 27 de febrero. Echaron el ancla. Este viaje por mar fue uno de los más penosos y difíciles de todo el recorrido que hizo mi padre. En las dos embarcaciones pequeñas había alrededor de 600 almas y 60 jóvenes negras que acababan de llegar del África, que estaban encadenadas unas con otras en camarotes /50 y que permanecían encerradas. Por eso, los pasajeros tuvieron que quedarse en la cubierta de la proa día y noche en soportando las peores condiciones climáticas y viendo cómo el mismo capitán trataba salvajemente a las jóvenes. El capitán no sentía piedad frente al aspecto de las lindas jovencitas de aquellas desdichadas víctimas.

El casco de ambos barcos estaba tan agujereado que la vida de mi padre y la de sus acompañantes estuvo en peligro; en efecto, el bergantín se echó a pique en su viaje de regreso. /51

La mañana del 28 de marzo levaron anclas y navegaron hacia Cartagena; allí mi padre fue a ver en seguida al gobernador mariscal de campo Don Diego Tabores. El 9 de abril envió a los ornitólogos a San Antonio de Tiro, a orillas del río del mismo nombre. El 16 de abril experimentó el Quebrento Luenos, que era /52 señal del vómito prieto o fiebre amarilla. Después de estar en peligro de muerte durante cuatro días comenzó a curarse lentamente gracias a los cuidados de Don Bernardo. El 25 de mayo pudo ver cómo en la América hispana se celebraba la fiesta del Corpus Christi, con todos sus desfiles suntuosos.

Después de hacer muchas excursiones tierra adentro, pensó que podía /53 regresar a Europa por el camino más corto de todos, aunque en ese tiempo sólo dos barcos iban a Cádiz; ésa era la ruta más corta de las Indias a Europa. Pero no pudo valerse de esa posibilidad, aun cuando ya había negociado el pasaje de ida por el alto precio de 500 Luis d'or, pues ningún barco se comprometía a transportar su gran cantidad de animales vivos. Por esta razón, ya había decidido aceptar la propuesta del mencionado /54 señor Wead de regresar a Jamaica en el mismo bergantín en que había llegado, cuando, estando en la casa del gobernador, le aconsejaron a tiempo que tuviera cuidado con ese capitán furioso e inmisericorde. El capitán, en un acto de fanatismo patriótico, había jurado que iba a echar al mar a los pasajeros, especialmente /55 a los que fueran austriacos; a los austriacos los odiaban en ese entonces a causa de las relaciones políticas de Austria con Inglaterra. La seriedad de tal amenaza se hizo patente en lo que ocurrió después. Verdaderamente la Providencia protegía a mi padre, pues cuando el barco estuvo fuera del alcance de los cañones de Boca Chica, el capitán intentó hacer realidad su amenaza con dos soldados españoles que le habían dado, así como con once o doce contramaestres negros de la realeza. /56

Los bandos se enfrentaron y las catorce personas mencionadas se defendieron de manera tan vehemente de los treinta hombr ingleses que conformaban la tripulación, que finalmente los vencieron y mataron al capitán para vengarse de los maltratos que habían sufrido. Ya aludí al otro destino desafortunado de ese barco; se rompió y regresó /57 con muchas dificultades; lo repararon pero le volvieron a salir fisuras; zarpó por tercera vez, pero finalmente se rompió por todas partes y naufragó.

Finalmente llegó un barco carguero español (el Marte, bajo el mando del capitán Joseph Jansi). Mi padre subió al barco que lo llevaría a Europa por un precio de 200 Louis d'or, gracias a la mediación del gobernador. El barco también accedió un a transportar /58 los objetos naturales y los animales vivos que hacían parte del equipaje de mi padre.

Salió de Cartagena el 29 de octubre y el 30 de Boca Chica, gracias a los vientos favorables. Después de un viaje de diecisiete días, vislumbró el cabo de San Antonio, en la isla de Cuba.

De ahí, vientos desfavorables empujaron la embarcación hacia Florida, a latitud 25, detrás de la isla Tortuga. Allí, a causa de los peligrosos arrecifes, no pudieron soltar la plomada durante varios días. /59 Con la ayuda de vientos más favorables, finalmente llegaron el 29 de noviembre a La Habana, al puerto de la capital de Cuba; todos los barcos españoles que regresaban a Europa tenían que atracar en este puerto, con el propósito de complementar su cargamento y someterse a otras disposiciones. El general gobernador mariscal de campo Francesco Caripal della Vega le tomó mucho cariño /60 a mi padre y le prestó un lugar cómodo para que desempacara e instalara sus animales; esto fue más que necesario, puesto que la curiosidad de los que vivían en el París americano [éste era el nombre que le daban a Cap Français, hoy Cap Haïtien, donde Jacquin estuvo en Santo Domingo] le causó grandes molestias. Las más curiosas fueron las mujeres. Estuvieron husmeando incluso hasta altas horas de la noche, hasta las 10; las mujeres, que poseían una curiosidad innata, le pagaron a mi padre para que les dejara ver sus animales y plantas; /61 reunió aun muchas más plantas y otros objetos de historia natural en esa preciosa región y viajó de regreso a Europa en el amanecer del 4 de enero de 1759.

Pasaron sin tropiezos el canal de las Bahamas, pero en su trayecto tuvieron que soportar una terrible tormenta, la cual ocurrió el segundo día y los llevó de regreso a la costa de Florida, en medio de diversas vicisitudes. /62

Por fortuna tenían un medio de transporte en excelentes condiciones; de lo contrario, habrían estado expuestos a peligros mucho más grandes, a causa de la torm estas tormentas, en un mar fuertemente salvaje.

Pasaron tan cerca de la isla Santa María de la[s Azores] que pudieron distinguir las casas. El 23 de febrero, al salir el sol, vislumbraron por primera vez la costa de Europa. Después de un viaje de quince días, finalmente llegaron el 25 de febrero, en horas de la tarde, en al precioso puerto de Ferrol /63. El gobernador general, subteniente Don Francesco Ocono, a quien mi padre fue a ver inmediatamente, se preocupó de manera especial por darle un paseo en un carruaje del gobierno (?) carruaje del gobierno que tenía cuatro bueyes. Puesto que él mi padre mi padre no encontró ningún barco que estuviera listo para zarpar a Burdeos, tuvo que aceptar que lo llevaran a San Sebastián, para embarcarse a Bayonne desde allí. Él ahora con su transporte Viajo en ______ pasó por Dax, Langon, /64 Burdeos, hacia San Macaire; pasó por Marmande y Pert Poseaux hasta Toulouse, y de allí fue a Montpellier. En Montpellier visitó el 6 de junio a su viejo amigo Sauvages. Luego se puso en camino lentamente por Nimes, Beaucarie, Lyon y Besanzón, hacia Estrasburgo; allí visitó a su amigo, el profesor Spielmann. De allí partió para Ulm y se embarcó a Viena por el Danubio /65. Finalmente llegó a Viena el el 17 de julio de 1759, después de haber estado ausente durante cinco años y siete meses. 6 días con Apenas hasta el 23 de julio llegó la encomienda que había traído consigo y que era en parte para el Schönbrunn, en parte para el gabinete de especies y objetos naturales del emperador, en parte para Su Majestad mismo.

La encomienda estaba conformada por diversas cajas que contenían madréporas, conchas, fósiles, entre ellos, más platina; también había allí piedras magnéticas grandes de Santo Domingo /66, así como muchas plantas y animales vivos, por ejemplo, una rata marsupial y un Puma concolor.

Ésta es la selección concisa y precisa que hizo el honorable hijo de Jacquin del diario personal y del diario de viaje del difunto. Los dos diarios fueron elaborados con minuciosidad. Agradezco aquí públicamente la amable disposición de Franz Jacquin para conmigo. /67

Aunque el hijo de Jacquin consagró su vida de manera permanente y diversa al saber, fue ninguno pudo no pudo evitar dedicar algunas horas de su tiempo a hacer una selección minuciosa de los diarios de su padre.

Si se tiene seriamente en consideración el nivel sobre el cual se elevaron en ese entonces*)13 los conocimientos de historia natural en el sentido amplio de la expresión, y de todas las ideas que mantuvieron cautivas las mentes más brillantes de la época – /68 para las cuales sólo cuya ilustración y claridad sólo se descubrió en los tiempos modernos–, y algo aún más especial, si se tienen en consideración las órdenes administrativas tanto escritas como orales que Jacquin recibió para su viaje y que acató obedientemente, no se les puede negar a nuestros veteranos la admiración que se merecen por que él haber hecho tanto en favor del progreso de las ciencias naturales en Austria, por haber recolectado tantas cosas, por haber enviado y traído tantas cosas por sí mismos, por haberlas clasi /69 ficado de manera tan cuidadosa, por haberles sido en general de tanto provecho a las ciencias naturales y por haber eliminado y superado tantos obstáculos. Finalmente, lo que asombra al hombre no sólo a los letrados (tal y como lo revela la opinión actual) sino a los hombres en general es que Jacquin le haya traído tantos tesoros a la capital de Austria, con un desinterés y esmero tan grandes, tan particulares, tan extraordinarios, propios de un tierno corazón *)14 /70

En primer lugar, quien dirigía el gabinete de especies y objetos naturales del emperador en aquella época era el Barón de Baillon, la fuente principal de las reglas administrativas ya que mi padre recibió. En estas reglas estaba condensado el fin último de la misión: reunir conchas, madréporas y corales, también fósiles y piedras preciosas de la madre naturaleza para el gabinete real e imperial de especies y objetos naturales del emperador. Para el zoológico de Schönbrunn, había que traer predominantemente pájaros cantores, ¿faisanes?! – y ¿pájaros de agua?; no se debía traer ninguna fie /71 ra ni ningún papagayo.

En cuanto a las plantas vivas, sólo se debían traer aquellas cuyo fruto fuera comestible o cuyas flores tuvieran fragancia y fueran muy bonitas. También se le recomendó a mi padre especialmente no dejarse convencer, ni por su propia afición ni por la de algún jardinero, de desacatar el punto [asunto] cualquiera de estas instrucciones. Por lo demás, todos los árboles y arbustos que mi padre trajera tenían que sembrarse en la vegetación, de tal manera que pudieran dar flores y frutos. /72

Finalmente, debía recolectar las monedas de los países que recorriera. Además de eso, tenía que recolectar aquellos productos naturales que fueran los predilectos de su mecenas, el emperador.

Estando ya lejos de Europa, mi padre recibió la orden de visitar tanto las colonias inglesas, francesas, holandesas, como las españolas, según lo encontrara necesario para el cumplimiento apropiado de su misión; recibió el pasaporte, que en ese entonces solicitaba el rey de España para visitar ciertas colonias, apenas cuando llegó a las Indias Occidentales /73 . No le pusieron ninguna cláusula de respaldo.

Pero las veces que escribió desde Marsella, fue de la opinión de que, de acuerdo con el mismo De la Condamine y con otros mensajes académicos que había recibido, - - - podría visitar las colonias españolas con el mayor de los éxitos; de manera que recibió la inesperada orden de recorrer las bahías mexicanas. - - Él se – prometió que las ciencias naturales se enriquecerían mucho de esta exploración visitar, viajar.

Debido a la descortesía y rudeza de los dos ornitólogos que le asignaron como compañeros de viaje —cuando sólo –sólo uno de ellos estuvo con él al lo acompañó hasta el final; debido a los grandes cuidados que había que tener con los animales para mantenerlos vivos, el número de animales por cuidar era casi siempre bastante grande y casi siempre se los rechazaban–, mi padre tuvo que resolver todos los asuntos /74 ; contó únicamente con la ayuda de uno de los ornitólogos y de un joven que compró en Martinica. De modo que, a causa de estas ocupaciones, le quedó - a éste - - - muy poca tranquilidad para su estudio preferido, la botánica.

Durante los primeros años comenzó a recolectar un herbario con gran dedicación, pero debido a que perdió todo varias veces a causa de las hormigas blancas [termitas] –al dejar en varias partes los tesoros que había recolectado en sus excursiones lejanas–, así, embargado por el mal humor, se limitó a dibujar y a describir de manera exacta las plantas que iba encontrando en cada lugar, que eran nuevas y raras para él, cuando tenía algo de tiempo.

Durante su en estancia inicial en la academia imperial de dibujo de Viena aprendió a dibujar plantas a la perfección y con toda precisión. Eligió para sus dibujos a mano el mejor método y el más propicio de todos, el método de Peter Pluminus (?), cuyos dibujos hechos con pluma se pasaron a grabados en cobre y despertaron en aquella época los más grandes elogios. /75

Después de su regreso a Viena, en julio de 1759, Jacquin dedicó el tiempo que le concedieron para descansar a redactar libros de botánica. Dedicó uno de sus libros a su mecenas Francisco I, la Historia Stirpium amricanorum. El año de 1763 fue también el de su nombramiento como Señor de las Minas y profesor de química y mineralogía en la Academia de Schemnitz, pero debido a que él no se creyó lo suficientemente hábil /76 en la lengua alemana, su modestia innata le causó algunas preocupaciones; dejó que estas preocupaciones tomaran fuerza porque era un hombre muy noble y sincero; pero la emperatriz María Teresa, quien había confirmado la elección de Jacquin como el encargado de llevar a cabo la misión en las Indias, eliminó esta incertidumbre con uno de sus típicos comentarios: la dedicación y la perspicacia innatas de Jacquin lo habilitarían para superar, en el término de medio año, los caminos que aún tuvieran algunas dificultades para él, para preparar, sin hacer grandes esfuerzos, sus clases en alemán /77 ; el éxito de Jacquin confirmó suficientemente las palabras de la emperatriz. La reina también le concedió de buen grado ese tiempo para prepararse. En el año

En 1768, Jacquin ocupó el puesto de Laugier, quien había renunciado, y se convirtió en profesor de botánica y química de la Universidad de Viena. No se limitó a compartir su saber con sus /78 estudiantes y a participar en las actividades de la universidad sino que tuvo una influencia significativa en el desarrollo de su disciplina en el exterior, tal y como lo hace un hombre letrado que fomenta todo lo bueno y útil.

Además, su casa fue el lugar de reunión de los hombres más inteligentes del interior y del exterior. Es conocido el [debate] que surgió entre Blake y Meyer sobre el carácter corrosivo de la cal. Las uno con otro hipótesis que uno y otro plantearon sobre este asunto, y que se refutaban recíprocamente, animaron a los /79 veteranos de la química a realizar experimentos. Los resultados que arrojaron dichos experimentos confirmaron la posición de Blake y sólo sirvieron para reforzarla aún más.

El aparato del cual se sirvió Jacquin para probar las hipótesis planteadas por Blake y Meyer era muy ingenioso; se trataba del acondicionamiento neumático más completo de aquel tiempo. Las verdades /80 que Jacquin condensó en uno de sus tratados *)15 fueron objeto de violentos ataques; sin embargo, como estos ataques eran tan apasionados, insoportables y en sí mismos aniquiladores, el buen hombre guardó silencio, teniendo su conciencia tranquila y sentimientos justos en su corazón. Precisó dejar al criterio de cada quien el hacer un examen imparcial de los resultados, para así salir victorioso del conflicto, alejándose de las pasiones.

El gran Lavoisier, el creador de la /81 química moderna, valoró los trabajos de química de Jacquin de una manera igualmente ilustre para la inteligencia y los conocimientos de ambos; no sólo le hizo homenajes públicos, con la más sincera ovación, sino que también instauró una correspondencia estrecha con él.

Pero el que este químico francés le enviara todas las veces a nuestro Jacquin las obras suyas que eran publicadas de vez en cuando es la mayor evidencia de la gran estima que le tuvo a él. /82

Estas relaciones también hicieron que Jacquin contribuyera a acrecentar la industria austriaca y los productos de manufactura; así ayudó a que su nueva patria se liberara de algunas relaciones comerciales opresivas.

En el año de 1727 comenzó la edición de su magnífica obra

Al ser nombrado como director científico del Jardín Botánico de Schönbrunn, durante el reinado del emperador Leopoldo II /83, Jacquin pudo editar su magnífica obra en cuatro volúmenes para el Hortus Schönbrun-nensen. Esto ocurrió entre 1797 y 1804.

Continuó su obra en 6 cuadernos que llevaban el nombre de Fragmentos botánicos.*)

En el año ____ [1794] se publicó su obra sobre las oxa-lis. Esta obra mereció que se estableciera como modelo de monografía botánica, junto con su Icones Plantarum rariorum.

En el año ____ [1809] presentó /84 la continuación del Hortus Schönbrunnenis. Ésta se conoce con el título de Fragmenta botanica.

Aun durante sus últimos años, continuó su actividad ca-rrer académica con la pasión de un adolescente de grandes aspiraciones. Su cuerpo y su alma lo secundaron en su publicación. Su alegría permanente y la jovialidad inmutable /85 de su espíritu tuvieron ciertamente una influencia evidente sobre el equilibrio de las funciones de su vida animal.

En 1811, aun durante sus últimos años, se publicó su obra sobre los órganos de fertilización de las Ascle-piadas. Éste fue un trabajo que sólo pudo ser hecho y emprendido por alguien que tuviera agudos ojos físicos y psíquicos y que estuviera en la etapa de florecimiento intenso de una fuerza imaginativa juveni /86 (él mismo preparó su canto de cisne para ésta *)16; este trabajo fue tan bueno que Wildenov, crítico reconocido en todas partes, aludió a él en el último cuaderno de su Hortus beroliensis diciendo que era un libro de oro (in aures suo libello).

Del mismo modo, también trabajó con toda dedicación en la continuación de su obra sobre las estapelias *) /87 y por sí mismo

Aun en su enfermedad dejó salir al niño más pequeño de su espíritu; después de permanecer mudo y ensimismado varios días, la primera pregunta que hizo la mañana de un agosto festivo fue: "¿Aún no florece ninguna esta-pelia?". No tuvo la alegría de poder terminar esta obra. Su cuerpo sucumbió después de 18 días lentamente por la debilidad de la edad (Marasmus senili) /88; esta debilidad empeoró día tras día en las últimas diez semanas de su vida. Murió teniendo 90 años y 8 meses.

Las tendencias de su cabeza anciana se conservaron incluso después de que su vida se extinguiera; pero el genio de la muerte, el cual apareció ante su estado moribundo, sólo necesitó girar su antorcha lentamente hasta ver desaparecer la llama de la vida que se desvanecía suavemente.

Incluso al mirar el féretro parecía como si el genio del sueño se hubiera apoderado de él; in /89 corruptible, el honorable Néstor permaneció allí con sus cabellos plateados, los cuales había vuelto blancos la edad; ¡él era la muestra más diciente de una era humana que había transcurrido hermosamente!-

Como padre fue en parte el hermoso Loos para su respetable hijo. El hijo fue quien lo sucedió desde 1792 en su trabajo docente y, más tarde, también quien continuó *) su obra. - él, el tierno anciano de 90 años - - se se sintió joven otra vez en sus nietas. /90

¡Nosotros, los oyentes de su saber preferido, llenemos de flores, la próxima primavera, el lugar de reposo de aquel para cuyo espíritu investigativo permanecieron abiertos todos los tesoros de la tierra! Su tumba yace en el seno fiel de esta tierra, una tierra que ya no le puede dar más.

El que tanto las quería se ha ido hacia allí. /91

Frutas y flores de antaño,
ya vosotras os despedisteis del año
abandonasteis al sacerdote
quien os habló del mundo.
¡Ah! Vosotras despertáis en la próxima primavera,
suspiráis inútilmente
por el amante de la flora
lo alabáis por medio de vosotras.
¿Morís llenas de venganza? Sí,
llenas de venganza languidecéis
¡Ah! Vosotras comprendéis, el sacerdote,
su flora nunca más le sonríe
y la próxima primavera
el sacerdote sólo os abandona
él podría hacernos venir, como vosotras,
¡siempre jóvenes con todas las primaveras! /92
Siendo joven, siempre saludó la primavera como muchacho,
también la saludó como anciano.
Os consoláis, flores y frutas; con
el comienzo de cada verano
le hace una corona de vosotras, Austrias,
a la diosa Flora conmovida;
en el pasillo eterno
corona su imagen con juventud,
vosotras ofrecéis
tesoros para esto cada época de nuestro año.
A vosotras, ¡pequeñas!, a menudo os nombraba todas
las regiones y las estaciones
por eso su gloria florece eternamente como vosotras,
en el mundo
flores del espíritu, como para la creación
ellas se transforman en juventud eterna
aquel que las lleva al mundo
también vive eternamente. /93
Como un sacerdote apasionado,
sólo nombra floras y niños
el nombre de Jacquin se une a los que resplandecen.
Donde sólo la diosa Flora se teje el cinturón,
la Tellus circundante
¡se escucha resonar el nombre de Jacquin!/
Hoy llevan luto por primera vez:*)17
Todas vosotras, pequeñas, las que estuvieron cerca a él de él*)
ellas aun murieron ante él
el ciclo del año terminó el matrimonio,
murieron
todas las flores de los campos de los Austrias
se marchitaron y desaparecieron
el cinturón de Flora desapareció.- Ahora Jacquin
inclina la cabeza.

16 de agosto de 1817 /94 /95

Por los diversos beneficios que le trajo al Estado y las ciencias lo ascendieron a miembro de la nobleza. Ésa fue la voluntad expresa con sus propias manos de María Teresa. - - Enviaron a su hijo a viajar a cuenta de José II, para para que siguiera el ejemplo de su padre y tomara dignamente la carrera docente; durante el gobierno del emperador de esa época, le dieron a Jacquin el estatus de barón, ya siendo un anciano de 90 años; y recibió la Orden de San Stefan.

Las facultades de la /96 Universidad de Viena lo eligieron como rector magnificus en los años 1808-1809.

Quien conoce el momento crítico que representó el año 1809 reconocerá que la Universidad de Viena fue dichosa porque la custodia de la custodia los tesoros científicos que se encontraban allí se pusieron bajo la tutela de un hombre cuyas virtudes personales fueron merecedoras incluso de la corona cívica, a la vez que su prestigio académico le inspiró respeto al enemigo. /97

Después de regresar de América, Jacquin mantuvo contacto, a través de cartas, con todas las regiones de Europa.

En relación con su gran modestia, que era en general conocida y valorada en la capital, para nadie puede pasar inadvertido que esta correspondencia frecuente se origina /98, en la mayoría de los casos, en las comunicaciones que científicos de renombre le escribían a él.

Éste también fue el caso del reformador de la historia natural, el gran Linneo. Jacquin se mantuvo en contacto con Linneo por carta hasta su muerte. Las cartas de amistad que se escribieron recíprocamente con Haller, con Gronovius, con Pallas, con Thunberg, con Schreber, con Gledisch, con Murray, con Thonies y con el famoso ex presidente de la academia londinense /99 , de Bank, el inolvidable compañero de viaje de Cook, son un gran tesoro de producción académica, son los resultados de su férrea dedicación, las flores más bellas de su espíritu investigativo; estas cartas servirían, en efecto, para recorrer psicológicamente la trayectoria educativa de este hombre desde sí misma, y mostrar qué mensajes, opiniones e ideas provenían de su propia genialidad, y cuáles /100 de cartas y comunicaciones de otros. Esta correspondencia ha de mostrar que el entusiasmo auténtico y tiernamente inocente es un elemento que está presente incluso en la relación entre los oponentes más radicales; este entusiasmo sabe cautivar en sí las naturalezas más heterogéneas; esto se refleja, por ejemplo, en la veneración que Jacquin sintió por Haller y por el gran Linneo, aunque en vi /101 da mantuvieron, no obstante, posiciones irreconciliables.

Sería sumamente interesante dar a conocer las cartas que Jacquin intercambió con sus amigos científicos; ése es tan sólo un deseo, un deseo que tal vez podríamos esperar del respetable hijo del Barón Jacquin.

En su intensa actividad académica /102 , esa aurora de las ciencias naturales que transcurrió durante la época dorada de las ciencias naturales, en el sentido más amplio de la expresión, el difunto Jacquin no dejó pasar casi ni un día sin recibir instrucción de los grandes astros del horizonte académico; asimismo, dio a conocer cada uno de los descubrimientos o producciones académicas, ya fuera de tipo práctico o filosófico, que iba haciendo en el campo del saber que su alma agradecida prefirió. /103 Por todo esto, la posteridad tardía también le rendirá homenaje al pie de su tumba; lo llamará: "Barón Niko-laus von Jacquin, uno de los botánicos más importantes de este siglo".

Sus obras son producto de la observación e intuición más intensas y fieles de su amiga fiel, la madre natu /104 raleza: "no se trataba de simples ocurrencias, ni de erudición inerte proveniente de libros, sino de la búsqueda de los rastros de la naturaleza, la cual guía con la señal de lo eternamente verdadero, con sagrado respeto, tierno reconocimiento y homenaje. Cuando su hijo más fiel la siguió a lo largo de una hermosa vida, inspiró en él la investigación más elaborada. Jacquin produjo los mejores resultados que se podían deducir de ello y, así, mostró total respeto por su mundo académico contemporáneo".

En sus volúmenes, que poco a poco ascendieron a treinta, hizo lo siguiente: en sus obras les dio un nombre a las plantas que seleccionó, e hizo una caracterización tan exacta y acertada de ellas que incluso el principiante mismo estaba libre de cualquier equivocación. Una exactitud de este tipo nunca se había visto en aquellos tiempos.

Biographia18 1

Nikolaus Joseph Freyherr von Jacquin Med. Doct. kaisl. königl. Bergwirth, Ritter des königlichen St. Stephans-ordens, im Jahre 1809 Rektor und emeritierter Professor der Chemie und Botanik an der Universität in Wien, Mitglied der meisten gelehrten Gesellschaften, wurde am 16 Febr. 1727. /2 zu Leyden in Holland geboren.

Sein Vater ein ehemals reicher Kaufmann der aber durch unglücklich sich veränderte Handelsverhältniße den größten Theil seines Vermögens verloren hatte, wurde ihm sehr früh entrissen. Nachdem er auf dem Gymnasi-um zu Antwerpen sich der römischen und griechischen Litteratur /3 widmete und die Philosophie auf dem Gym-nasio zu Löwen gehört hatte, kehrte er in seine Vaterstadt zurück, hörte den wohnte den physikalischen Vorlesungen Muschenbroeks bei und fing unter Gaubier, Bernhard und Siegfried Albin, Adrian von Royen (dortigem Professor der Botanik) die Arzneikunde zu studieren an. /4

Dieses Studium sezte er in Rouen unter le Cat und dann auf der hohen Schule zu Paris fort.

Während dieser Zeit erhielt er von Van Swieten, einen alten Freund seiner Familie, die Einladung nach Wien zu kommen, um an der neu organisierten Schule sein medizinischen Schule seine Studien zu vollenden. /5

Er folgte dem Rufe welchen er von dieses edlen Arztes welcher ihn zu seinem Nachfolger an der Lehrkanzel bilden wollte, und im dringend anlag sich ausschlies-send der Heilkunde zu widmen.

Allein die harmonischen Gemüthsneigungen welche zwi-schen ihm und Theodor Gronovius das unauflöslichste Band der Freundschaft knüpften, führten /6 schon damals seine Wahl auf das damalige Lieblingsstudium dieses sei-nes akademischen Mitgenossen – die Pflanzenkunde*)19 welche der Grund seines nachmaligen Ruhmes werden, und der er bis zum Ziele seiner irdischen Laufbahne so treu als seinem Freunde bleiben sollte. /7

Daher machte er diese seine erste Reise die von Paris nach Wien verlief, nicht auf den gewöhnlichen Wegen Strassen sondern er durchstrich auf Nebenwegen die Gebirge, und kam mit einer ersten Ausbeute von Pflan-zen im Jahre 1752 in Wien an.

Hier hörte er mit dem /8 größten Eifer den Lehrkurs der Medizin und suchte dort die Grundsätze dieser ausgebreiteten Wissenschaft aus der Quelle selbst zu schöpfen. Er ging in seinem Studium und seinen Forschungen bis auf den gründlichsten lautersten und noch für die heutige gebildete Welt ersten richtigen Beobachter der Mutter Natur zurück.

Der Grieche Hippokrates both seinem /9 geistvollen Scharfblicke so viele Seiten dar, öffnete seinen Talenten so vielfache Felder, daß ausführliche Kommentare über diesen Hellenen, die er in medizinischen Vorle-sungen dem nächsten Verwandten seines Geistes (ei-nem allgefeyerten Störck, einem Schreibers, einem La-gusius (Hasenöhrl ) auf's gemeinnützigste mittheilte, die sprechend/10sten Resultate seines Forschergeistes gaben.

Ja, diese Forschungen selbst anzustellen, und ungehin-dert den Faden derselben verfolgen zu können mußte unser Jacquin sogar auf die Kritik des Textes dieses Alten zurückgehen, welches auch philosophische Kennt-niße voraussezte, was bei ih und was bei ihm der Fall war und zuerst seinen mehrseitig gebildeten Geist be-urkundete. /11

Sein Aufenthalt in Paris sowohl als seine ersterwähnten botanischen Streifzüge von dort nach Wien vermehrten seine Kenntnisse in dem trugen vorzüglich bei, ihm die anschaulichste und genaueste Kenntniß der Pflanzen-kunde zu gewähren, und so war es ihm auch möglich ein raison in Wien ein raisonierendes Verzeichniß der damali-gen Flora des kaisl. botanischen Gartens in Schön/12brunn zu liefern; er brachte auch zu selber Zeit seine meisten Stunden in dieser von Kaiser Franz I (unter Leitung des Gärtners Stockhofen) erst geschaffenen Garten zu.

Dort lebte er ganz unter den Erzeugnißen der organi-schen Welt, die seinen stillen sanften Neigungen so sehr zusagte.

Das vorzüglichste Verdienst bei Entwerfung dieses Pflan/13zenverzeichnißes bestand aber unstreitig in dem grossen Ruhme, zum ersten male in den österreichi-schen Staaten das linneische Sexualsystem (welches damals noch so viele Gegner fand) bekannt gemacht, und bei dieser Gelegenheit auch zugleich schon in praktische Anwendung gebracht zu haben.

Da der Kaiser oft den botanis sich Jacquin zu diesem Behufe den größten Theil des /14 Tages im botanischen Garten zubrachte aufhielt, so konnte er nicht fehlen vom Kaiser bemerkt zu werden, und als dieser später auf die Idee gerieth von Westindien aus den botani-schen Garten in Schönbrunn zu bereichern so fiel seine glückliche Wahl auf den jungen Jacquin, welcher diese Gelegenheit seine Kenntniße im Pflanzenreiche zu er-weitern mit leidenschaftlicher Liebe ergriff. /15

Wir wollen dem würdigen Sohn unseres botanischen Nestors über diese Reise während welcher die Circe keiner Art das unabänderlich vorgesteckte Ziel dieses Mannes, qui multorum hominum mores vidit et urbes, —verrücken konnte, sprechen hören.—

Das litterarische Publikum erhält hierdurch einen Be-weis der loyalen Bereitwilligkeit dieses wissenschaftli-chen Zöglings seines grossen Vaters, und die liebens-würdige anspruchslose Bescheidenheit dieses, /16 edlen Nachfolgers in dessen Lehramte, die aus jeder Stelle hervorleuchtet, wird einzelne Noten und Bemerkungen die sich Herausgeber hin und wieder erlaubt mit der Neigung zu entschuldigen wissen, den unbedeutend-sten Umstand in dem Leben des merkwürdigen Mannes weder den gebildeten nach dem streng wissenschaftlich gelehrten Zeitgenossen vorzuenthalten.

Reise meines Vaters nach Westindien /17

Mein verstorbener Vater reißte bloß von Richard von der Schot begleitet mit der Diligener von Wien am 9ten Dezember 1754 bis Triest, wo er den 16ten ankam.

Von da fuhr er den 19ten, nachdem er vergeblich ver-sucht hatte, die Reise zur See zu machen, mit der Extra-post nach Venedig / kaisl. und langte den 19ten an.

Von Venedig ging er am 27ten mit dem Brocaccio Antonio Giorgi über Bologna nach Florenz. /18

Den 1ten Jenner 1755 reisete er über Pisa nach Livorno, wo er an den Gouverneur Marchese Ginonri, einem Garten und Pflanzenliebhaber angewiesen war der ihm viele Dienste und Gefälligkeiten leistete, dessen Humani-tät mein verstorbener Vater nicht genug anzurühmen wus-ste, und mit dem er bis zu seiner Rückkunft wo derselbe gestorben war, im Briefwechsel stand. Er benannte nach ihm aus Dankbarkeit das die Gattung Ginonia. /19

Den 21ten Jenner schifte er sich mit van der Schot und den zwei Vogelstellern Francesco Borculla und Giovanni Buonamici auf einem Kauffahrtheyschiffe nach Marseille ein.

Durch einen gleich nach ihrem Auslaufen entstande-nen Sturm mehr aber noch durch die Ungeschicklich-keit des Kapitains wurde das Schiff ganz entmastet, und aller weiteren Leitung unfähig, durch die gefährlichen hierischen Inseln vor den Hafen von Toulon getrieben wo sie nach einer Fahrt von 48. Stunden am 22ten des Morgens dann einbugsiert wurden.

Er sezte dann sezte seine /20 Reise mit der Post nach Marseille fort *)20**)21

Von Marseille aus besuchte er sowohl die berühmten Rolandsgrotten und die Grotten Beaume de Laubiere nebst noch anderen als den seiner Versteinerungen we-gen merkwürdigen Ort Carry und der östlichen Küste. Daselbst sammelte er so viele Fossilien, daß er im Stan-de war 17 Kisten mit Zoophyten und Fossilien aller Art an das Kkl. Naturalienkabinett zusammenbringen zu bringen, die er von dortaus gleich abschickte.

Am 21. April schifte er sich auf einem Kauffartheyschiff von 16. Kanonen unter Kapitän /21 Fonque nach Martinica ein. Am 11ten May zwingen sie Windstille und widrige Winde in Malaga einzulaufen und sie blieben daselbst bis 13ten frisches Wasser und Lebensmittel einzunehmen.

Den 11ten Juni passirten sie den Aequator woselbst die Relnition von der Taufe des Neptuns, meinem Va-ter für sich und seine Leute doch bei 27. Livres zu stehen kam. /22

Am 28. Juni 1755 kam er zu St. Pie in Martinica an, wo er sogleich zu seinem Vetter den Greffier en Chef d' Amirante Jacquin zog sich zog. (*Note)22

Hier ereignete sich bei seiner Ankunft die Verwechs-lung, daß man ihn für den zurück von Paris zurück er-warteten Sohn des Hauses hielt, wo dann die plötzli-chen Freudenausbrüche*)23, die mein Vater gar nichtauf der Stelle zu hemmen im Stande war, manche son-derbaren Verwicklungen zu Tage förderten. **)24

Von hieraus besuchte er in verschiedenen Richtungen Fort-Royal Le Lamentin, Simon den Cul de Sac Morini, St. Anna, die Riviere falée, la grand Caille, Basse point, die Ufer des Carbot und den Riviere falée, und sand-te Van der Schot und die Vogelsteller ebenso uns. Letztere wurden auch /23 noch vorläufig nach Granada geschickt.

Am 1. August sandte mein Vater von St. Pieron aus den ersten Transport für die kaisl: Naturaliensamlung auf dem Schiffe St Rochus Kapitain le Fabre nach Marseil-le. Er bestand aus 6 Kisten, worinn über 1600 Stück Konchylien, viele Krebse und Seeigel Madreporen, Fos-silien, Insekten Fische u einige Münzen, dann einige

Samen und Zuckerrohrstecklinge.*)25

Die Maladie de Siam, (das gelbe Fieber) herrschte da-mals so stark in der Umgebung von St. Pierre beson-ders unter den neuangekommenen Europäern daß er alle Vorsicht gebrauchen mußte um die Ansteckung zu vermeiden. Von 15 mit ihm auf der Felicite angekom-menen Fremden, waren in 1 ½ Jahren 13. gestorben und auch van der Schot u Buonamico wurden ergriffen /24 aber überstanden die Krankheit glücklich

Am 28ten Februar 1756 schiffte sich van der Schot mit dem ersten Transport aus Westindien, auf dem Schiffe l' Esperence Kapitain Chanvet nach Europa ein, welcher aus lebenden Vögeln und Pflanzen, 10. Kisten mit Kon-chylien, Fischen, Zoophyten, Fossilien, Werkzeugen und Idolen der alten Karaiben u.s.w. bestand.

Unter den lebenden Thieren befand sich ein Agouti ein fliegendes Eichhörnchen (Sciurus volitans?) von Missi-sipi und /25 der Orho hornigers von Cumana, dann 26. seltene Vögel.

An lebenden Pflanzen großtentheils Bäumen und Sträucher von bedeutender Größe befanden sich in diesem Transport 266. Exemplare von 40 ver-schiedenen Arten, die meisten derselben wurden zum ersten Mahle nach Europa geführt, und sehr viele davon waren noch ganz unbekannt und unb daher unbeschrieben.

Am 30ten May 1756. sandte mein Vater die Vogelsteller nach St. Eustache voraus, und folgte ihnen am 8. May /26 selbst nach, wo er am 10ten anlangte. Daselbst fand er bei dem Gouveneur, dessen Gemahlin eine Verwand-te meiner Grosmutter war (eine von Heyningen, große

Unterstützung.*)26

Am 27 May machte er eine Exkursion nach der Insel St. Martin, deren Gouverneur einen Verwandten un-serer Familie zum Sekretair hatte. Hier besuchte er die Salinen von Simhonsberg und hatte das Unglück durch einen Fall von einem Felsen auf Cactus Melo-cactus am Fuße bedeutend verlezt zu werden, wur-de aber bald durch Umschläge /27 von den Blättern der Jatropha geheilt. Am 9ten Juni kehrte er wieder nach St. Eustachius zurück, wo er vom gelben Fie-ber ergriffen, aber nach kurzer Zeit glücklich wieder hergestellt wurde. Er sandte von dort sogleich den Vogelfänger Barculli nach Martinica zurück um mehrere dort zurückgelassenen Pflanzen und Thie-re abzuhohlen, welcher von da am 20. Juli nach Eustachius zurückkehrte.

Am 12. August schickte er den Giovanni Buonamici /28 mit einem Transport nach Livorno zurück wo aus-ser vielen Vögeln und Pflanzen 2. grosse Kisten mit an-deren Naturalien zum Transporte vereinet wurden, in dem selben befanden sich Konchylien, Fossilien einige Fische, Kunstfabrikate der Karaiber u.s.w.

Unter den Thieren waren 4 (?) flieg Eichhörnchen und 43.(?) Vögel, unter den Pflanzen sehr viele Ananas Va-rietäten (welche der Kaiser besonders verlangt hatte) viele Cacti und fleischige Euphorbien, auch eine Men-ge viele Samen waren beigepackt.

Am 17 August /29 schifte mein Vater mit Barculla nach Guadueloupe mit einem holländischen Schiffe ein, wurde aber von einem englischen genommen und nach der Insel St. Christoph geführt, von wo er am 24. Au-gust wieder nach St. Eustache zurückkehrte.

Am 9ten No Am 31ten Oktober wollte er von St. Eu-stach wieder nach Martinica zurückkehren wurde aber von den Engländern gekapert und nach Montserrat zugesteuert, von wo er erst am 4. November nach St. Pierre und von da in einer Galetta auf /30 Martinica fuhr, wo er am 9ten November ankam, von wo er wieder mehrere Excursionen bis Fort Royal, le Lamentin au Robert. u.s.w. machte und bis 4ten Fe-bruar 1757 verblieb.

Er sandte während dieser Zeit am 12ten November 1756. eine grosse Kiste mit Madreporen Conchylien und frischen Samen von St. Pierre nach Marseille ab.

Den 4. Februar 1757 schiffte er nach der Insel Curacao wo von wo aus er in Indianerboten mehrere Exkursio-nen nach der Bay St. Anna u.s.w. machte. /31

Von da aus schickte er am 15 May desselben Jahres eine Kiste mit Madreporen und Fossilien auf dem Schiffe la Demoiselle Jeane nach Amsterdam an den damaligen Bürgermeister Wilhelm Gideon Deutz *)27 zur weiteren Besorgung nach Wien, ab.

Am 20. May wurde von ihm ein grosser Transport un-ter Aufsicht eines gewissen Hr. Aline(?) aus Besancon nach Wien abgesandt.

Diese Sendung bestand aus 16 Kisten mit Fossilien, Ma/32dreporen, Conchylien einem glatten und einem als gearbei sehr zierlich gearbeiteten Rhinozeroshorn, wel-ches er von dem Dominikaner le Vahse, für 93. Piaster gekauft hatte, ferner aus mehrer westindisch und ost-indischen Münzen, einen Ast einer Achras Sapota mit einem ganz aus Blüthen verfertigten Colibrineste**,)28 worinn die Mutter samt ihren Jungen und dem etwas in der Gestalt abweichenden /33 Mannchen befindlich waren, Nester vom Tropikvogel und mehreren anderen Vögeln, Sägen vom Sägefische, Schwänze von Rochen, fliegende Fische, Schildkröten, usw. Schlangenhäute u.s.w. dann mehrere lebendige Thiere als eine wilde Katze und eine Fuchsart, ein Eichhörnchen von Rio de Lache; und 67. Vögel; an lebendigen Pflanzen mehrere Zwiebelgewächse Pancracia, Ezina u.s.w.

Am 5 Juni ging mein Vater nach Coro und /34 Puerto real de la Vega und botanisirte im dasigen Gebirge bis 24. Juli wo er wieder nach Curacao zurückkehrte.

Am 5. August übergab er eine Kiste dem Kapitain Mar-quart auf dem Schiffe le Jean welches erst am 27. des-selben Monats absegelte. Die Kiste war nach Amster-dam an Bürgermeister Deutz addressirt und enthielt Fossilien Madregoren, Conchylien einige Münzen und Magnetsteine von /35 St. Domingo, dann die ersten Ex-emplare von Platina (unter dem Namen Juan blanco) die nach Östreich vielleicht nach Deutschland gekommen sein mögen, ausserdem rohe Amethyste und Smaragde auf der Mutter aus den ältesten verlassenen Smaragd-gruben von Somondoco in Neugranada, Amazonen-stein, Kupfererz von Havana, ferner Eine eine sorgfältig getroknete über 2. /36 Schuhe lange Remora viele Pfeile und andere Gerätschaften der Wilden, Münzen u.s.w. dann 43. Arten sehr seltenen Samen.

Den 25ten August schifte er sich nach San Domingo ein woselbst er am 21. September anlangte.

Er blieb dort bis zum 4. Jenner 1758 worauf er mit einem Parlementair nach Jamaica sich einschifte. /37 /38 /39

Den 5ten Jenner 758 des Morgens wurden sie von ei-ner kleiner englischen Flottile bestehend aus 7. Kriegs-schiffen unter Kommando des Admiral Cotes auf dem Marlborough angehalten. Am 7ten Jenner aber im Gesicht von Leogane einem Hafen auf Skt. Domingo, begegneten sie stieß ihnen einem englischen Korsaren von 14 Kanonen, auf der sie unter holländischer Flagge mit sich nahm, und für den ganzen Tag hinter einem ihnen nachsegelnden Kanot fahren /40 ließ, als d auf daß er auch als seine Prise Beschlag sezte obgleich es eben-falls ein englischer Parlementair war, der aus Jamaika kam. Abends wurden sie zwischen die kleinen wüsten Inseln von Gonove zugesteuert, wo sie auf 4 englische Korsarenschiffe aus Neu York stießen.

Es kam eine große Menge feindlicher Mannschaft an Bord und plünderte sie rein aus, so daß sie kaum mit vieler Mühe und bittlichen Vorstellungen etwas retten /41 konnten.

Nebst mehreren Unter mehreren Habseligkeiten büß-te mein Vater auch mehrere Bücher und sein bishirher sehr genau geführtes Reisejournal ein,*)29 nur seine Rechnungen gelang es ihm mit vieler Mühe zu retten.

Den Nächtlicher Weile wurde jedesmal ein Versuch zur Plünderung von einigen Korsaren gemacht, der auf Ver-anlassung durch die /42 Wachsamkeit der ausgesandten auf Veranlassung meines Vaters ausgesandten Patrouil-len vereitelt wurde.

Noch 2. Tage wurden sie unter Angst und Hoffnung aufgehalten ohne an das Land welches nur einen Büch-senschuß entfernt war, betretten zu dürfen, und diese Ereigniße endigten sich tragisch genug mit einer wie-derholten Plünderung.

Am 9ten lief Jenner liefen die Korsaren wieder ein und erlaubten auch den Prisen weiter zu gehen. /43

Am 10ten Abends landeten sie in Port de Prince auf Skt Domingo, wo - - das Schiff worauf mein Vater sich be-fand, bestimmt war Kriegsgefangene aufzunehmen. Er besuchte daselbst soviel es seine fortdauernde Krank-heit die Beuterie zuließ, die kleinen Inseln Bones ter-res - des Hafens um Naturalien zu sameln, und da sich keine Gelegenheit fand, nach einer spanischen Besitzung zu segeln, schiffte er sich am 17ten wieder /44 auf dem nemlichen Parlementair ein, um nach Jamaika zuzusegeln.

Am 18ten landeten sie auf der Rhede von Leogane, um sich mit Lebensmitteln zu versehen, welche ihnen durch See die Seeräuber gänzlich genommen wurden und die sie in Porto Prince nicht erhalten konnten.

Da sie sich nicht lange aufhalten konnten und Abends schon wieder weiter segeln mußten, so konnte mein Vater die Kisten nicht so genau als es sein Wille /45 war, untersuchen.

Am 19ten des Morgens im Angesicht von Petit Goave, einer Stadt von Domingo erster Klasse hatten er das Unglück wieder 3 Seeräuberschiffen zu begegnen, von denen sie die ihnen aus unlängst erfahrener übler Be-handlung noch im frischen Andenken waren. Sie kamen wieder an Bord und übten ihre alte Kunst sich zu Herren der Lebensmittel zu machen und lokten daher den /46 größten Theil der 27. Kriegsgefangenen zu sich hinüber;

Nachdem diese herbeigerufenen Gäste sich genüg-sam von dem gewaltsam zugeeigneten Proviante ge-sättiget haben mochten, mußten die Korsaren das Schauspiel des Überganges desselben auf andern an ihnen vorbeikreuzende Schiffe sehen, und kamen dann am 20ten bei der kleinen Insel Navaye vor-bei, von wo aus /47 sie am 22ten in dem Hafen von Port Royal auf Jamaika einliefen.

Am 23ten war es ihnen erst, dem Schife meines Vaters, zugestanden auf festes Land zuzusteuern, von wo aus er sich auf Kingston begab.

Den 1ten und 2ten Februar machte mein Vater eine Ex-cursion nach Spanishtown wohin ihn der in Abwesen-heit des Admirals Knowles komandirende Generallieu-tenant Moor einlud. Er bediente sich eines zweirädrigen Cabrioletts und machte bei der /48 Rückreise durch das Lösen einer Wagenachse einen lebensgefährlichen Fall, und der das Amt eines Kutschers versehende Neger trug ein gelähmtes Bein davon.

Nachdem mein Vater die Umgegend untersucht hat-te, schiffte er sich am 19. Merz auf einer mit Neger-sklaven vollgepfroften Brigantine des Handelsman-nes Wead nach Karthagena ein, sie wurden vor von einer Galette begleitet, und /49 von einer 24 Kanonen starken Fregatte begleitet, welche sie bis Boca chica eskortirt wo sie am 27ten einliefen und die Nacht vor Anker lagen. Diese Seereise war eine der mühselig-sten und beschwerlichsten im ganzen Laufe seiner Fahrt, da sich auf den beiden kleinen Schiffen über 600. Seelen befanden, die auf der Brigantine frisch aus Afrika angekommenen 60. jungen Negerinnen die in der Kajüte aneinand /50 ergepreßt lagen, mit eingeschloßen, so mußten die Passagiere Tag und Nacht in während der schlechtesten Witterung auf dem Vordecke bleiben, und die roheste Behandlung des selbst durch den Anblick der holden Mädchen -dieser unglücklichen Schlachtopfer nicht erweichten Kapitains ertragen.

Über dieses waren beide Schiffe so lek, daß sie in der augenscheinlichsten Lebensgefahr schwebten, wie denn wirklich die Brigantine auf ihrer /51 Rückfahrt zu Grunde ging.

Am 28ten Merz des Morgens lichteten sie die An-ker und segelten nach Karthagena wo mein Vater sogleich den Gouverneur Feldmarschall Don Diego Tabores seine Aufwartung machte. Am 9ten April sendete mein Vater die Vogelfänger nach St Anto-ine de Tire am Fluße gleichen Namens. Am 16ten April empfand er die von den Spaniern so genannte Quebrento Luenos als /52 Vorbothe des Vomito prieto oder gelben Fiebers, von dem er nach 4tägiger Le-bensgefahr durch die Bemühung des Don Bernardo, wieder langsam zu genesen anfing. Am 25ten May genoß er das Schauspiel des im spanischen Amerika mit sovielen sonderbaren Prunkaufzügen gefeyerten Frohnleichnamfestes;

Nachdem er viele Exkursionen tiefer ins Land gemacht hatte, dachte er auf /53 eine Gelegenheit, um auf dem kürzesten Wege nach Europa zurückzugelangen, allein obgleich um diese Zeit ein paar Schiffe nach Cadix ab-gingen, so konnte er, wenn er sich auch über den hohen Preis von 500. Louisd'or für die Überfahrt hinweg ge-setzt hatte, diese Gelegenheit nicht benutzen, da keines dieser Schiffe seine vielen lebenden Thiere mitnehmen wollte. Er war daher schon entschlossen den Antrag des erst /54 erwähnten Hr Wead anzunehmen, und auf dessen Brigantine, auf der er angekommen war, wieder zurück nach Jamaica zu kehren, als er im Hause des Gouverneurs noch bei Zeiten den Fingerzeig erhielt, sich vor dem emp-findungslosen tollen Kapitain zu hüthen, und wirklich hatte lezterer in seinem patriotischen Fanatismus geschworen neuerdings zu übernehmende Passagiere, besonders /55 die damahls, der politischen Verhältniße mit England we-gen verhaßten Österreicher über Bord zu werfen. Daß es ihm Daß mit dieser Drohung Ernst war, bewies die Folge zur Genüge, und über meinen Vater waltete die Vorsehung ganz eigentlich, denn als sich das Schiff ausser den Kano-nen von Boca chica befand, versuchte der Kapitän in der That seinen barbarischen Vorsatz an den ihm mitgegebe-nen zweien spanischen Soldaten 11 und 12. königlichen /56 schwarzen Bootsmännern auszuführen.

Es kam zum Handgemenge, und die 14. ersterwähn-ten Leute wehrten sich gegen die englischen 30 Mann Kopfe starke Mannschaft so hartneckig, daß sie end-lich über selbe den Sieg davon trugen und ihre Miß-handlungen durch die Tödtung des Kapitains rächten. Des weiteren unglücklichen Schicksals dieses Schiffes ist schon oben Erwähnung geschehen, es barst, und kam /57 nur mit Noth zurück wurde ausgebessert, und erlitt neue Spalten, lief zum drittenmale aus, brach endlich auf allen Seiten an und ging solchergestalt gänzlich zu Grunde.

Endlich kam ein spanisches Paketboot (der Mars Kapi-tain Joseph Jansi )an ) welches durch Vermittlung des Gouverneurs, meinen Vater für 200 spanische Loui-dors nach Europa zu bringen, übernahm. Auch ein zur Transportirung der /58 Naturalien und lebenden Thiere machte sich derselbe anheischig.

Am 29. Oktober segelte er von Karthagena und am 30ten von Boca chica mit günstigem Winde ab und entdekte nach einer 17tägigen Fahrt das Cap St. Antonio auf der Insel Cuba.

Von hier aus trieben widrige Winde, das Schiff gegen Florida zu bis auf 25 Breite hinter die Insel Tortuga wo sie der gefährlichen Klippen wegen, mehrere Tage /59 das Senkbley nicht aus der Hand lassen durften. End-lich liefen sie mit günstigerem Winde am 29ten No-vember in Havana dem Hafen der Hauptstadt Cuba ein, wo damahls alle spanische nach Europa zurückkehrenden Schiffe einlaufen mußten, um ihre Fracht zu ergänzen, und weitere Befehle zu empfangen. Der General Gouver-neur Feldmarschall Francesco Caripal della Vega nahm meinen Vater auf das lieb /60 reichste auf, und verschaffte ihm einen bequemen Ort zur Auspackung und Aufstel-lung seiner Thiere, welches um so notwendiger war, da die Neugierde der Bewohner dieses damals sogenannten amerikanischen Paris ihn den größten Zudringlichkeiten aussezte, besonders war der weibliche Theil desselben bis in die späteren Abendstunden ja selbst bis 10 Uhr Nachts geschäftig, der ihm angebohrenen Neugierde seinen Tri-but zu entrichten, /61 mein Vater sammelte noch mehrere Pflanzen und andere naturhistorische Gegenstände in die-ser reitzenden Gegend und segelte am 4ten Jenner 1759 bei Tagesanbruch nach Europa zurück.

Sie passirten glücklich den Kanal von Bahana aber auf welcher Farth sie am 2ten Tag einen fürchterlichen Sturm zu er auszuhalten hatten, der sie wieder unter verschiede-nen Fahrlichkeiten an die Küste von Florida trieb. /62

Zum Glück hatten sie ein vollkommen gutes Fahr-zeug sonst würden sie durch den Stur diese Stürme auf hoher freyer See weit größeren Gefahren ausge-sezt gewesen sein.

Sie steuerten von der Insel St. Maria eine der so nahe vorbei daß sie die Häuser unterscheiden konnten, und entdekten am 23ten Februar bei Sonnenaufgang zu-erst die europäische Küste, wo sie am Abends vor dem prächtigen Hafen vor Ferole ankamen, in welchen /63 sie erst am 25ten nach einer Fahrt von 15 Tagen einliefen. Der Gouverneur General Leutenant Don Francesco Ocono, dem mein Vater sogleich seine Aufwartung machte, pflegte sonderbar genug in einem Staatswagen mit 4 Ochsen bespannten Staatswagen (?) herumzufah-ren. Da er ke mein Vat er kein nach Bordeaux segelferti-ges Schiff fand, so mußte er sich es gefallen lassen nach St. Sebastian zuzusteuern, und von dort nach Bajonne zu schiffen, von wo er nun aus er mit seinem Transport auf der über Dax, Langon /64 Bordeaux nach St Ma-caire, Marmonde, Pert Poseaux bis Toulouse und von da nach Montpellier zusegelte, von wo aus er am 6ten Junius seinen alten Freund Sauvage wieder besuchte. Er sezte dann seinen Weg langsam über Nimes Beaucaire Lion Besancon nach Strassburg wo er seinen Freund Professor Spielmann besuchte fort. Von daging er nach Ulm und schifte sich auf der /65 Donau nach Wien ein, wo er am endlich am 17 Juli 1759 nach einer Abwesenheit von 5 Jahren 7. Monaten an-langte, und 6 Tage mit noch bis 23. Juli zubrachte, den von ihm mitgebrachten Transport theils nach nach Schönbrunn theils in das kaisl. Naturalienkabinett zu überreichen, theils in die Hände S. Majästät selbst zu überreichen.

Dieser Transport bestand aus mehreren Kisten mit Ma-dreporen, Konchylien, Fossilien, worunter wieder Platina, dann grosse Magnetsteine von St. Domingo /66. viele lebende Pflanzen und Thiere worunter sich Beutelrat-zen und ein Felis concolor befand.

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Dieses ist der kurzgefaßte und bündige Auszug aus den genau geführten Tagebüchern und Journalen des Ver-storbenen, wie er aus der Feder seines würdigen Sohnes floß, dessen gefällige Bereitwilligkeit ich hier offentlich dankbar anerkenne. /67

Das in stetter und vielfältiger litterarischer Beschäf-tigung dahinfliessende Leben des letzteren war kein konnte war nicht im Stande denselben abzuhalten, manche Stunde der emsigen Auswahl aus ersterwähn-ten Tagebüchern zu widmen.

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Wenn man die Stufe bedenkt auf welcher damals*)30 naturhistorische Kenntniße im weitesten Sinne des Wortes standen, und von die vielen irrigen Meynungen beherzt, die damals die aufgeklärtesten Köpfe gefangen hielten, und /68 welche nur deren Aufklärung und Erhel-lung nur den neuesten Zeiten aufbehalten blieb, und noch besonderes die schriftlichen sowohl als mündli-chen Verhaltungsbefehle, welche Jacquin zu seiner Rei-se erhielt gehörig ins Auge gefaßt hat, so kann man un-seren Veteranen die gerechte huldigende Bewunderung nicht versagen, daß er so viel für die Erweiterung der Naturkunde in Osterreich gethan, soviel gesammelt, verschickt und selbst mitgebracht, so richtig klas /69 sif-izirt, und überhaupt soviel für Naturkunde geleistet, so viele Hinderniße beseitiget und überwunden zu haben, und endlich, was dem Manne nicht allein den Gelehr-ten (wie aus gegenwärtiger Ansicht erhellet) sondern auch den Menschen Jacquin die Krone aufsezt, mit so großer, seinem kindlichen Gemüthe ganz eigenthümlicher, seltener Uneigennützigkeit und Gewissenhaf-tigkeit so große Schätze bis in die Hptstadt Östreichsgefördert zu haben.*)31 /70

Fürs erste war der damaliger Direktor des kais. Natu-ralienkabinettes Freyhr v. Baillon, er war die Hauptquelle der Ja erwähnten Verhaltungsregeln. In denselben war als Hauptzweck der Mission eingeschärft: für das k.k. Naa-lienkabinett, Konchilien Madreporen und Korallen dann Versteinerungen und Edelsteine auf der Mutter zu sam-meln, für die Schönbrunner Menagerie lebende Thiere vorzüglich Singvögel, Fasanen ?! – und Wasservögel? aber ja keine Raub /71 thiere und Papageyen mitbringen.

An lebenden Pflanzen sollte er nur solche bringen de-ren Frucht genießbar oder deren Blüthen wohlriechend sind und sehr schön ins Auge fallen. Auch wurde ihm besonders eingebunden sich nicht etwa durch eigene oder eines Gärtners Privatliebhabery verleiten zu las-sen den Punkt irgendeinen Punkt dieser Instrukzion zu übertretten. Übrigens sollten alle mitgebrachten Bäume und Sträuche in der Vegetation so fortgerükt sein, daß sie Blüthen und Früchte zu tragen fähig wären. /72

Endlich mußte er vorzüglich suchen die Münzen der durchgereisten Länder zu sammeln.

Nebstdem hatte er auch noch den besonderen Liebha-berneigun (?)S. Ma

Nebstdem hatte er auch diejenigen Naturprodukte zu sammeln, welche den Lieblingsneigungen seines Gönners des Kaisers entsprachen.

Es war im ferner der Befehl ertheilt sowohl die englisch französisch holländisch als spanischen Besitzungen zu be-suchen, nachdem er es zur tauglichsten Vollbringung seiner Aufträge nötig fände, auch war der damals von dem König von Spanien angesuchte Paß den er da /73 erst in Westindi-en erhielt, ohne Rückhalt Klausel darauf eingerichtet.

Als er aber gelegentlich von Marseille aus schrieb er sey der Meinung nachdem daselbst von la Condamine und anderen gelehrten eingegangenen Nachrichten, - - - daß er wohl noch mit dem größten

Erfolge das feste Land der spanisch Besitzungen besu-chen könnte, so erhielt er ein unverhofftes Verboth denmexikanischen Meerbusen zu bereisen - - und er sich davon - die meiste Bereicherung für die Naturkunde versprach, zu besuchen reisen.

Da ausserdem die gänzliche Unbehülflichkeit und Roh-heit der beiden ihm mitgegebenen Vogelfänger, wenn nur von welchen nur einer bei ihm aus - zu Ende seiner Reise begleitete, die große Sorge für die beständig in grosser Menge zu erhaltenden lebenden Thiere groß-tentheils auf ihn selbst zurückwarf und er alle /74 Ge-schäfte blos mit diesem Gehilfen und einem in Martinica erstandenen Jungen jungen vollbringen mußte, so erübrigte ihn - diesem - - -Beschäftigungen eine sehr spärlich zugemessene Muße für sein Lieblingsstudium die Botanik.

Er fing in den ersten Jahren mit vielem Fleiße an ein Herbarium zu sammeln, allein da er mehrentheils bei Zurücklassung der schon gesammelten Schätze, wäh-rend se entlegenen Exkursionen, durch die – weißen Ameisen alles wieder verlor, so beschränkte er sich vom Mismuthe überwältigt, auf die ihn neuen und merk-würdigen Pflanzen, soviel es ihm die Zeit erlaubte an Ort und Stelle nach dem Leben abzuzeichnen und zu beschreiben.

Sein Auf früherer Aufenthalt in der kl. Zeichenakademie in Wien machte ihn fähig, Pflanzen richtig und genau ab-zeichnen zu können. Er wählte zu seinen Handzeichnungen die beste und fördersamste Methode des Peter Plumi-nus(?) dessen Federzeichnungen in Kupferstichen damals mit gebührendem Lob aufgenommen wurden. /75

Nach seiner Rückkehr nach Wien welche im Juli des Jahres 1759. erfolgte, benuzte Jacquin die ihm gegönn-te Muße zur Verfaßung botanischer Werke von welchen er die Historia stirpiur amricanorum die der seinem Gönner Franz I widmete. Das Jahr 1763 war auch das seiner Ernennung zum k.k. Bergwirth und Professor der Chemie, Mineralogie an der Akademie zu Schemnitz, allein da er sich der deutschen Sprache nicht mäch-tig /76 genug wähnte, so flößte ihm seine angeborene Bescheidenheit mehrere Bedenklichkeiten ein die er laut werden zu lassen edel und freymüthig genug ge-nug war, allein die große Theresia, durch welche die auf ihn gefallene Wahl bestättiget wurde, hob diese Zweifel durch die höchst eigene Äußerung: daß Jacquins angeborener Fleiß und Scharfsinn die ihm etwa noch ihm Wege stehenden geringen Schwierig-keiten des fertigen Vortrages in dieser /77 Sprache mit unerheblicher Anstrengung, in der Frist eines halben Jahres leicht zu überwältigen im Stande seyn würde, was auch der Erfolg zur Genüge bestättigte; diese Zeit gönnte ihm die Monarchin auch gerne zu seiner Vorbereitung. Im Jah

Im Jahre 1768 wurde er in die Stelle des abgetrettenen Laugier zum Professor der Botanik und Chemie an der Wiener Universität, und erstrekte seinen Wirkungskreis nicht allein über die /78 Zahl seiner Zuhörer sondern so-gar auf den Zustand dieser Wissenschaft im Ausland, als ein alles Gute und Nützliche fördernder Gelehrter:

Uberdieß war sein Haus ein Sammelplatz der geist-reichsten Männer des Inn und Auslandes. Bekannt ist der zwischen Blacke und Meyer über die Atzbarkeit des Kalkes. Diese einander hierüber aufgestellten einander aufhebenden Behauptungen spornten den /79 Veteranen der Chemie zu Versuchen an, und die sich ergebenen Resultate derselben bestättigten Blake's Behauptung und waren nur geeignet, selbe in ein noch größeres Licht zu setzen:

Der Apparat dessen sich Jacquin bei der zur Prüfung dieser aufgeworfenen Meynungen bediente war sehr sinnreich, und bestand in der vollkommensten pneu-matischen Zurichtung der damaligen Zeit. Dieser in ei-ner eigenen Abhandlung*)32 geäußerten Wahrheiten /80 erregten stürmische Angriffe, zu denen aber da sie aber so leidenschaftlich und unhaltbar und in sich selbst zer-stäubend waren, der edle Mann im stillen Bewußtsein und gerechten Gefühle seiner Persönlichkeit schwieg, und das nur der naheliegenden Prüfung eines jeden unbefangenen anheim zu stellen brauchte, um siegreich aus einem Konflikte fern der Leidenschaften hervorzugehen.

Der große Lavoisier dieser Schöpfer der /81 neuen Che-mie würdigte die chemischen Arbeiten Jacquin's auf eine, dem Geiste und den Kenntnißen beider Gelehr-ten gleich rühmliche Art, nicht nur durch öffentliche Huldigungen des aufrichtigsten Beifalles sondern auch durch Eroffnung eines vertrauten Briefwechsels.

Den auffallensten Beweis der großen Achtung für ihn gewährt aber die jedesmalige Übersendung der von Zeit zu Zeit erschienenen Werke des französischen Chemi-kers an unseren Jacquin. /82

Durch diese Verhältniße wurde er auch in den Stand gesezt, zur Emporhebung des österreichischen Fabrik und Mausfakturwesens beizutragen, wodurch er seinneues Vaterland von manchen drückenden Handelsverhältnißen befreien half.

Im Jahr 1797 begann er die Herausgabe seines vortre-flichen Werkes

Durch die Ernennung Ubertragung der wissenschaft-lichen Oberaufsicht über den botanischen Garten in Schönbrunn unter Kaiser Leopold II /83 war Jacquin in den Stand gesezt, zwischen den Jahren 1797 u 1804 sein vortreffliches Werk dem Hortum Schönbrunnen-sem in 4. Bänden herauszugeben.

Er sezte dasselbe in 6. Heften fort die den Namen bota-nische Fragmente führen.*)

Im Jahre erschien sein Werk über die Oxalien das jederzeit als Muster einer botanischen Monographie aufgestellt zu werden verdient, und seine Icones Plantarum rariorum.

Im Jahre lieferte /84 er die Fortsetzung des Hortus Schönbrunensis, sie ist unter dem Titel botanische Fragmente in 6 Heften bekannt.

Noch in seinem lezten Lebensjahren sezte er seine litte-rarische Lauf Thatigkeit mit dem Feuer eines emporstre-benden Jünglinges fort, Geist und Körper unterstüzten sich in der Erscheinung dieses Gelehrten gegenseitig, und seine stette Heiterkeit, die sich /85 immer gleiche Jovialität seines Geistes hatten gewiß einen unbestreit-baren Einfluß auf die gleichmäßigen Funkzionen seines animalischen Lebens.

Im Jahr 811 noch in seinen lezten Lebensjahren, er-schien von ihm ein Werk über die Befruchtungstheile der Asklepiadeen, eine Arbeit die nur mit geschärften physischen und geistigen Augen, und mit der lebhaften Blüthe einer jugendlichen Einbildungskraft unternom-men /86 und durchgeführt worden, (bei der er sich sei-nen Schwanengesang *)33

selbst voraussezte) und auf eine solche Art ausgeführt werden konnte, daß Wildenow dieser vollgültige Rich-ter im lezten Heft seines Hortus berolinensis es als ein goldenes Buch (in aures suo libello) anführt.

Eben so arbeitete er auch mit allem Fleiße an der Fortset-zung seines Werkes über die Stapelien *) /87 und Selbst

Noch auf seinem Krankenlager beschäftigte er sich mit diesem jüngsten Kinde seines Geistes, nachdem er vie-le Tage stumm und in sich gekehrt verharrte, war seine erste Frage an einem heiteren August Morgen. "Blü-het noch keine Stapelie?" Er erlebte nicht die Freude dieses Werk vollenden zu können. Sein Körper erlag nach einem 18täg allmählig einer in den lezten zehn Wochen seines Lebens – immer mehr zunehmenden Altersschwäche (Marasmus senili) /88 welches sich auf 90 Jahre und 8 Monate erstrekte.

Die Züge seines ächt antiken Hauptes erhielten sich auch nach entschwundenen Lebensfunken; aber der Genius des Todes welcher – vor sein Sterbelager tratt brauchte dessen Fackel nur langsam zu wenden um die leicht verhauchte Lebensflamme schwinden zu sehen.-

Ja selbst auf der Bahre schien blos der Genius des Schlafes sich seiner bemächtiget zu haben, den un /89 entstellt lag der ehrwürdige Nestor mit seinem durchs Alter gebleichten Silberhaare da, der sprechendste Be-weis einer schön durchlebten Menschenära!-

Als Vater war ihm das schöne Loos zu Theil, an seinem würdigen Sohne, welcher seit 1792 der Nachfolger in seinem Lehramte und späterhin auch der Fortsetzer *) seiner Werke war, und – er der kindliche Greis mit 90 Jahren- - in seinen Enkelinnen sich sich verjüngt zu se-hen. /90

Ihm dessen Forschungsgeist alle Schätze der Erde offen standen, lasset uns, Ihr Hörer seiner Lieblingswissen-schaft! seine kleine Ruhestätte in dem treuen Schoße dieser Erde, die ihm nun nichts anderes geben kann, ihm kommenden Frühjahre mit Blumen krönen!

Der Liebling derselben ist dahin gegangen. /91
Früchte wie Blumen vordem, ihr nahmet
schon Abschied vom Jahre
Ließet den Priester allein, welcher
euch nannte der Welt.
Ach! ihr erwachet im nächsten Frühlinge,
sehnt euch vergebens
Nach dem Lieblinge der Floren ver
herrlicht durch euch.
Scheidet ihr ahndungsvoll? ja! ahndungs
voll welktet ihr hin
Ach! ihr verstehet, der Priester, nie
lächelt ihm mehr seine Flora
Und im kommenden Lenz` geht euch
der Priester nur ab Könnt er uns kommen, wie ihr, stets
jung mit jeglichen Frühling! /92 Jung als Knab` wie als Greis grüßt` er
den Frühling ja stäts. Tröstet euch Blumen und Früchte; mit
jedem beginnenden Sommer
Flicht mit euch ihm den Kranz, Austrias
Flora gerührt,
In der Unsterblichen Halle krönt
sie sein Bildniß mit Jugend,
Jede Zeit unseres Jahres, biethet ihr
Schätze dazu.
Euch, ihr Kinder! nannte er oft allen
Zonen und Zeiten
Darum blühe sein Ruhm ewig wie
ihr, in der Welt
Blüthen des Geistes, wie der Schöpfung
sie wandeln in ewiger Jugend
Ewig lebet auch der, der sie führt in die
Welt. /93
Wie ein begeisteter Priester, Floras
Kinder nur nennet Reiht sich der Name Jacquin gleich
an die Prangenden an. Wo nur Flora den Gürtel sich webet,
umkreisend die Tellus
Hört man erschallen Jacquin!/ Trau
ern das erstemal heut:*)34
All' ihr Kinder die nahe in ih ihm
waren*) sie schieden vor ihm noch
Ehe der Kreislauf des Jahres endete,
schieden sie hin
Alle Blüthen auf Austrias Fluren
welkten und schwanden
Floras Gürtel verschwand.- Jezt senke
Jacquin auch das Haupt.

am 16. 8ten 817 /94 /95

Seine vielfältigen Verdienste um den Staat und die Wis-senschaften erhoben ihn durch den eigenhändigen aus-drücklichen Willen Marien Theresiens in den Adels-stand. Auf Kosten Joseph II - - wurde seinem Sohn auf Reisen ausgesendet, um um würdig bei Ubernahme ei-nes künftigen Lehramtes würdig in die Fußstapfen sei-nes Vaters zu tretten, unter dem jetzigen Kaiser wurde er als 90jähriger Greis in den Freiherrenstand erhoben und erhielt den Skt. Stephansorden.

Die Fakultäten der /96 Wiener Universität wählten ihn im Jahr 1808/9 zu ihrem Rector magnificus.

Wer den kritischen Zeitpunkt des Jahres 809 kennt, der wird erstbesagter Universität Glück wünschen daß die Obhut der Obhut der dort befindlichen wissenschaftli-chen Schätze unter die Obhut eines Mannes gestellt wur-den, dessen Bür Privattugenden sowohl der Bürgerkrone würdig waren, als sein litterarischer Ruf schon längst auch dem Feinde hohe Achtung eingeflößt hat. /97

Seine Korresondenz erstrekte sich seit seiner Rückreise von Amerika nach allen Gegenden Europas.

Bei dessen grosser in dieser Hauptstadt allgemein be-kannter und geschäzter Bescheidenheit kann es nie-mand auffallen, daß dieser zahlreiche Briefwechsel meistens den schriftstellerischen Äusserungen gefeyerter Gelehrter an ihn seinen Ur /98 sprung zu verdanken hat.

Dies war auch der Fall bei dem Reformator der Natur-geschichte dem grossen Linnée.

Die Korrispondenz mit demselben sezte er bis an den Tod dieses berühmten Schweden fort. Die freund-schaftlichen Briefe die er mit Haller Gronovius, Pallas, Thunberg, Schreber Gleditsch, Murray Thonies und den berühmten ehemaligen Präsidenten der Londoner /99

Akademie Banks, diesen unvergeßlichen Reisegefähr-ten Cooks wechselte, gewähren einen großen Schatzlitterarischer Ausbeute, sind die Resultate seines eiser-nen Fleißes, die schönsten Blüthen seines Forschungs-geistes, wären wohl am besten im Stande die Bildungs-geschichte dieses Mannes aus sich selbst psychologisch durchzuführen, und zu zeigen, welche Mittheilungen Ansichten und Ideen er dem eigenen Genius, wel /100 che er fremden Mittheilungen zu verdanken hatte: Ja dieser Briefwechsel muß beweisen daß achter und kind-lich naiver wissenschaftlicher Enthusiasmus sogar ein vermittelndes Bindungsglied zwischen den entschie-densten Gegnern ist, der die verschiedenartigsten Na-turen in sich zu fesseln versteht, wie Jacquin's gleiche Verehrung für Hallern wie für den großen Linnée die im Le/101ben doch gegenseitig immerwährende Antipoden waren, an den Tag legte.

Die Bekanntmachung dieser litterarischen Mittheilun-gen so vollständig als möglich, wäre äußerst interres-sant, vielleicht kein eitler Wunsch und am vollständig-sten etwa von dessen würdigen Sohne Jos. Freyherrn von Jacquin zu erwarten.

Der stets regen Thätigkeit unseres verstorbenen Jac-quins /102 ging in dieser Morgenröthe der Naturwis-senschaft dem erst erwähnten goldenen Zeitalter der Naturwissenschaft im ausgebreitesten Sinne des Wor-tes fast kein Tag vorüber ohne Belehrung durch die

Sterne erster Größe am litterarischen Horizont vor-über, so wie er jede neue selbst gemachte praktische oder philosophische Ausbeute im Gebiethe seiner Lieblingswissenschaft dankbaren Gemüthes bekannt machte, /103 und daher auch die Huldigung der späte-sten Nachwelt ihm über das Grab nachrufen wird "Ni-kolaus Freyh: von Jacquin einer der größten Botaniker seines Jahrhunderts.

Seine Werke entspringen aus der lebhaftesten treusten Beobachtung und Anschauung seiner treuen Freundin Mutter Na/104tur:" nicht bloße Einfälle, nicht todte Bü-chergelehrsamkeit sondern die Spuren der Natur, die er durch die Fingerzeige der Ewigwahren geleitet, mit heiliger Ehrfurcht und kindlicher Anerkennung und Huldigung, als ihr treuester Sohn durch eine schöne Lebensdauer verfolgte erwekte in ihm das reifste Nach-forschen, und die hieraus sich ergebenden gediegen-sten Resultate legte er mit aller Achtung seiner gelehr-ten Mitwelt vor.

In seinem allmählig bis auf 30 Bände angewachsenen botan: Werken bezeichnete er die angeführten Pflan-zen mit solcher genauer und treffender Charakteristik, daß selbst Anfänger vor jedem Irrthume gesichert seyn mußten. Eine solche Genauigkeit war bis dazumal noch nie beobachtet worden.


Comentarios

1 1 Transcripción de Santiago Madriñán y Rüdiger y Ulla van den Boom, Instituto Goethe Chicago, German Cultural Center, 150 N. Michigan Ave, Suite 2000, Chicago II. 60601, Estados Unidos. Traducida al español por Johanna Córdoba.

2 /6 *) Nota: el hijo del barón y doctor Joseph von Jacquin contó que en una clase en donde van Royen explicaba la planta Costus arabicus/Costus speciosus, que en ese entonces se usaba como medicina, a Jacquin le maravilló y le deleitó tanto su hermoso aspecto, de la pla /7 que ese instante determinó su posterior amor inagotable a la botánica. Jacquin también estaba destinado a amar la botánica por su amistad con Gronovius. F. H.

3 *) Nota: estando en Marsella se dirigió a la casa comercial Audi-bert. Mantuvo nexos con la misma hasta su regreso. F[rancisco] Jacquin

4 /20a **) ad. 20 Aquí recogió para el conocido de la Condami-ne*)ª los argumentos más dicientes de un juicio académico de los que se entusiasman por todo tipo de investigaciones y descubrimientos de historia natural.

ª *) Nota: no es inoportuno aludir aquí al recuerdo de ese héroe de las ciencias experimentales quien no puede estar aquí en el lugar equivocado.

Este hombre que fue tan solicitado en toda la Europa ilustrada destinó casi toda su fortuna a experimentos en química, física y ciencias afines, para el fomento de la literatura de viaje; se dedicó durante toda su vida a las ciencias, con el más noble desinterés; se sintió siempre maravillado por los méritos de otros y lo demostraba con el entusiasmo más puro y sincero; con heroísmo estoico, se dejó /20b amputar un pie enfermo pocos años antes de su muerte, y sólo por la alegría que sintió de pensar que su amputación enriquecería el conocimiento científico, les llegó nueva vida a sus gestos inmóviles y rígidos. H. F. H.

(¿Atte?) Venuti le recomendó mi padre a este hombre en Florencia Livorno. Mi padre contrajo algunos compromisos con él. Pronto entablaron un fuerte lazo de Amistad. #b b /21 # Desde ahí hizo una excursión a Montpellier para - -entablar allí mismo amistad personal con Sauvages. En aquella ocasión también conoció personalmente al famoso Helvetier*)c.

Encontró una nueva Bignoia americana (¿Bignoia radicans?) en ese jardín. También la envió a Viena; se la envió a Ginori. Allí encontró además una Arachis hypogaea. Esta planta le causó gran asombro.

c*) cuyo libro tristemente célebre, Mendelsohn llamó relámpagos del entendimiento. F.H.

5 *) Nota: El gobernador de la isla francesa era el General Bor-pos. Éste le fue útil en muchos respectos. J. Jacquin.

6 *) estallido de alegría, que el espíritu noble del hombre gentil tampoco tuvo la calma de extinguir en el germen. F.H.

7 /22a **) ad 22. por ejemplo, la nana del pariente al que aguardaban, una negra que ya estaba arrugada por los años, detuvo a nuestro Jacquin cuando entró de manera sorpresiva (lo mismo hicieron todos los otros de la casa) cuando llegó súbitamente al cuarto —que era algo oscuro debido a que no tenía ventanas—, que tenía para su bebé, quien había regresado para su bebé que había llegado feliz de París; la nana corrió afanosamente a abrazar a su tierno recién llegado, pero éste rechazó el primer arrebato de su impulso báquico y la atajó con los brazos /22b ; con sus explicaciones sólo hizo que se congelara la profunda alegría de la vieja. F.H.

8 *) Probablemente los primeros que fueron llevados a Alemania.

9 *) Nota: ¡Los grandes favores recibidos adornan la vida tanto del padre como del hijo! F.H.

10 *) La especie Deutzia hace honor al nombre de este alcalde.

11 **) un símbolo del artificio humano más refinado. F.H.

12 *)Nota: Mi padre tenía la esperanza de que cuando regresara a Europa encontraría la copia de su diario de viaje, la cual había enviado a Viena. F. Jq.

13 *) en aquel tiempo, cuando el difunto emprendió el viaje.

14 *) Los expertos se habrán convencido de todas maneras de que lo que fue traído y todo esto no costó más que y se calculan las dificultades del transporte, y todo esto no costó más que

15 No hay ninguna nota de pie de página o comentario para ninguno de los dos * (comentario de Santiago Madriñán).

16 No hay ninguna nota de pie de página o comentario para ninguno de los tres * (nota de Santiago Madriñán).

17 *) la flora de Austria.

18 1 Umschrift bei Santiago Madriñán und Rüdiger und Ulla van den Boom, Goethe Institute Chicago, German Cultural Center, 150 N. Michigan Ave, Suite 2000, Chicago II. 60601, U.S.A.

19 /6 Note: Aus dem Munde seines Sohnes des Hr Prof. Joseph Freyh. v. Jacquin ist es, daß ihn bei einer akademischen Vorlesung, wo von Royen den damals offizinellen Costus arabicus / Costus speciosus erklärte, der Anblick dieser Pfl schönen /7 Pflanze so sehr überraschte als ergötzte daß dieser Augenblick auch schon an sich für dessen unvertilgbare Liebe zur Pflan-zenkunde entschieden haben würde, wenn er auch nicht durch Gronovius Neigung dazu bestimmt worden wäre. D. H. [oder F.H., oder J.H.]

20 *) Note: In Marseille war er an das Handelshaus Audilert addressirt mit welchem er dann bis zu seiner Rückkunft im Verkehr blieb. F. Jq

21 /20a **) ad. 20. Hier erhielt von den Enthusiasten für alle Art naturhistorischer Forschungen und Entdeckungen dem berüh-mten da la Condamine*)a die sprechendsten Beweise litter-arischer Schätzung*)

a *)Note Die Erinnerung an diesen praktischen Heros der Experimentalwissenschaften kann hier nicht am unrechten Orte seyn.

Dieser im ganzen kultivierten Europa gefragte Mann, wendete fast sein ganzes Vermögen auf Versuche in Chemie, Physik, und verwandte Wissenschaften, für Unterstützung reisender Litteratur, mit der edelsten Uneigennützigkeit lag er sein ganzes Leben den Wissenschaften ob, wurde stets von fremden Verdiensten zur lautersten und aufrichtigsten Begeisterung hingerissen, und ließ /20b sich wenige Jahre vor seinem Lebensende mit stois He-roismus ein beschädigtes Bein am Fuße ablösen, und nur durch die plötzlich in ihm aufglühende Freude über die Abnahme sich ergebende Bereicherung der Wissenschaft kam in seine unbewe-glichen starren Mienen erneuertes Leben. H. F.H. Diesem Manne war mein Vater von (Atte?) Venuti in Florenz Livorno empfohlen und manche Verbindlichkeiten schuldig, sie schlossen alsobald ein unauflösliches Freundschaftsband. #b b /21 # Von da machte er einen Abstecher nach Montpellier um daselbst die persönliche Bekanntschaft mit Sauvager - - an-zuknüpfen, bei welcher Gelegenheit er auch den berühmten Helvetier*)c persönlich kennen lernte.

Er fand im dasigen Garten eine neue amerikanische Bignoia (Bignoia radicano ?) die er ebenfalls nach Wien und an Gireri sendete. Auch fand er daselbst Arachio hypogaea die ihn sehr in Verwunderung sezte.

c *) dessen berüchtigt berühmtes Buch Mendelsohn ein Wet-terleuchten des Verstandes nannte. F.H.

22 *) Note. Der Gouverneur der französischen Inseln war General Borpos der ihn in vielen Rücksichten nützlich sein konnte. J. Jq.

23 *) welche die edle Seele des liebenswürdigen Mannes wahrscheinlich auch nicht alsogleich die Fassung hatte, im Keime zu ersticken. F.H.

24 /22a **) ad 22. z. B. die Amme des erstbesagten erwarteten Verwandten, eine durch Jahre schon eingerunzelte Negerin hielt unseren Jacquin bei seinem plötzlichen Eintretten (so wie alle anderen vom Hause) bei seinem plötzlichen ein-tretten in den wegen Mangel an Fenstern etwas finsteren Zimmer für ihren Säugling glücklich angekommenen von Paris zurückgekehrten Säugling, und eilte mit ungehemten Sturmschritten auf den harmlosen Ankömmling zu, der den ersten Anfall ihrer bacchantischen Begeisterung mit schnell hemmenden Armen abwehrte /22b und nur zu bald durch seine Erklärung die heftige Freude der Alten zu Eis gerin-nen machte. F. H .

25 *)Wahrscheinlich die ersten welche nach Deutschland gebracht wurden.

26 *)Note Wie zieret nicht dieses oftmalige Bekenntniß erhaltener grosser Gefälligkeiten sowohl Vater als Sohn! F.H.

27 *) Nach íhm íst díe Gattung Deutzía benannt.

28 **) eín Symbol der zartesten írdíschen Díchtung. F.H.

29 *) Note Mein Vater fand sich bei seiner Rückkunft nach Europa in der Hoffnung die nach Wien eingesendete Kopie dieses erstbesagten Reisejournals zu finden. F. Jq

30 *)zu jener Zeít ais der Verstorbene díe Reíse unternahm

31 *)Kenner werden sich ohnedieß überzeugt haben was herge-bracht wurde und das alles kostete nicht mehr als und man bedenke die Beschwerden des Transportes, und das alles kostete nicht mehr als

32 *) Zu beiden * gibt es keine Fußnoten oder Anmerkungen (Anmerkung der Herausgeber).

33 *) Zu den drei * gibt es keine Fußnoten oder Anmerkungen (Anmerkung der Herausgeber)

34 *) die Flora Östreichs

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