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Revista de Estudios Sociales

Print version ISSN 0123-885X

rev.estud.soc.  no.41 Bogotá Oct./Dec. 2011

 

El movimiento comunista birmano y el fracaso de su utopía revolucionaria (1945-1975)

Daniel Gomá

Este artículo tiene su origen en el proyecto de investigación "El papel de las fuerzas armadas en el escenario político del sudeste asiático contemporáneo" (2008 BP-B 00003; 2009-2011), financiado por la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) de la Generalitat de Cataluña (España).

Doctor en Historia de la Universidad de Barcelona, España. Docente e investigador del Departamento de Historia Contemporánea de la misma universidad. Correo electrónico: dgoma@ub.edu.


RESUMEN

El período entre 1945 y 1975 cubre la época en que el Partido Comunista de Birmania (PCB) soñó con hacerse con el poder en Rangún, primero mediante una revolución no violenta y más tarde con el recurso de la lucha armada. En sus inicios, la revuelta comunista llegó a amenazar la estabilidad del gobierno democrático de la Birmania independiente pero no logró derrocarlo. La falta de unidad interna entre los marxistas, la fuerte resistencia de los gobiernos de Rangún y la pérdida de apoyos sociales, entre otros factores, socavaron progresivamente el poder del PCB e impidieron cualquier posibilidad de triunfo comunista. A mediados de los setenta el PCB había dejado de ser una amenaza para el Estado birmano.

PALABRAS CLAVE

Birmania/Myanmar, comunismo, Partido Comunista de Birmania, budismo, revolución.


The Burmese Communist Movement and the Failure of Its Revolutionary Utopia (1945-1975)

ABSTRACT

Between 1945 and 1975 the Communist Party of Burma hoped to obtain power in Rangoon, first through a non-violent revolution and later by turning to armed struggle. While the Communist revolt initially threatened the stability of the democratic government of a newly-independent Burma, it failed to overthrow the regime. The disunity among the communists, the strong resistance of the government in Rangoon, and the loss of social support, among other factors, gradually undermined the power of the BCP and prevented a Communist victory. By the mid-1970s, the BCP was no longer a threat to the Burmese state.

KEY WORDS

Burma/Myanmar, Communism, Communist Party of Burma, Buddhism, Revolution.


O movimento comunista birmanês e o fracasso de sua utopia revolucionária (1945-1975)

RESUMO

O período entre 1945 e 1975 é a época em que o Partido Comunista Birmanês (PCB) esperava tomar o poder em Rangum, primeiro através de uma revolução não violenta e depois recorrendo à luta armada. No início, a revolta comunista chegou a ameaçar a estabilidade do governo democrático da Birmânia independente, mas não conseguiu derrubálo. A falta de unidade interna entre os marxistas, a forte resistência dos governos de Rangum e a perda de apoio social, entre outros fatores, minou progressivamente o poder do PCB e impediu qualquer possibilidade de vitória comunista. Em meados dos anos setenta, o PCB já tinha deixado de ser uma ameaça para o Estado birmanês.

PALAVRAS CHAVE

Birmânia/Myanmar, comunismo, Partido Comunista Birmanês, budismo, revolução.


Ha lucha armada que el Partido Comunista de Birmania (PCB) lleva a cabo actualmente contra el gobierno militar de Birmania (también llamada Myanmar), es la rebelión marxista más larga del sudeste asiático. Desencadenada en 1948, llegó a hacer temblar en sus inicios los cimientos de la recién creada Unión de Birmania. Sin embargo, pese a tener el poder al alcance de la mano, el movimiento comunista birmano no fue capaz de asegurar su triunfo. La falta de unidad, importantes factores políticos, una realidad social y cultural compleja y la propia dinámica interna del país alejaron cualquier posibilidad de victoria de un partido, el PCB, que en los primeros años de existencia de la Birmania independiente hubiera podido convertir a este país en una nación comunista, alterando de esta forma la realidad política y geoestratégica del sudeste asiático de la segunda mitad del siglo XX.


Dos partidos, dos revoluciones: el gran cisma

Oficialmente, el PCB nació el 15 de agosto de 1939 en Rangún, la capital de Birmania.1 Como la gran mayoría de movimientos marxistas del continente asiático, el comunismo birmano surgió como consecuencia de la lucha anticolonial de la primera mitad del siglo XX. Bajo control de Gran Bretaña desde 1885, el país fue escenario de un movimiento de liberación nacional desde 1900, y en este contexto de lucha nacionalista se tradujeron las primeras obras marxistas en lengua birmana, surgiendo poco después los primeros partidarios del comunismo. Sin embargo, el PCB tuvo problemas ya desde el momento de su nacimiento. Su fundación fue fruto de la iniciativa de unas pocas personas, la mayoría de las cuales tenían unos conocimientos limitados sobre marxismo y no tardaron en alejarse del Partido. Por ejemplo, Aung San, el primer secretario general del PCB, era también el principal dirigente de la Dobama Asiayone ("Nosotros los Birmanos"), la principal organización nacionalista, dominada por el movimiento thakin,2 y esa labor le otorgabauna gran influencia política y ocupaba de hecho todo su tiempo. Todas estas circunstancias afectaron de forma negativa al Partido. En palabras de uno de su fundadores, el PCB simplemente "se fue apagando lentamente" (Let Ya 1962, 11).

En realidad, dos fueron las grandes razones que evitaron un auge del PCB en el escenario político birmano en esta época. A pesar de su orientación socialista, la mayoría de los thakins rechazaban una parte significativa de las ideas marxistas, por ejemplo, la hostilidad a la religión en un país donde el budismo lo impregna todo.3 Por otro lado, la causa principal de la atracción de los nacionalistas birmanos hacia el marxismo radicaba en su crítica al imperialismo pero, en cambio, muchos no veían bien sus ataques al fascismo. A ojos de los thakins, Japón (embarcado en esta época en una alianza de corte fascista con la Alemania nazi y la Italia de Mussolini) era el único poder que podía poner fin al dominio colonial occidental en el sudeste de Asia, y los llamamientos de Tokio a una independencia de los países de la región hicieron que el imperio nipón recibiera el respaldo del movimiento nacionalista birmano, encabezado por Aung San (Hensengerth 2005).

El estallido de la Segunda Guerra Mundial en Asia en 1941 y la consiguiente invasión japonesa de Birmania llevaron a los comunistas a impulsar una resistencia armada contra el ocupante. Mientras que Aung San y la mayor parte de los thakins se unieron al nuevo invasor ante la promesa nipona (luego incumplida) de una futura independencia de Birmania, los comunistas contactaron con los Aliados en India, y sus dos cabecillas principales, Thakin Than-Tun y Thakin Soe (este último uno de los fundadores del PCB), formaron un ejército guerrillero que causó numerosas bajas en las filas japonesas (Lintner 1990). Más importante todavía, el conflicto mundial convirtió al PCB en un verdadero partido político y una fuerza política de primer orden, con miembros dedicados exclusivamente a la labor revolucionaria.El final de la guerra mundial supuso el regreso temporal de los antiguos dominadores británicos. El PCB, que había abogado por apoyar a los Aliados durante la contienda, recuperó de nuevo la retórica antiimperialista que ya había utilizado contra las autoridades coloniales en 1939-1941 y buscó socavar su autoridad mediante huelgas y movilizaciones de los trabajadores y campesinos (Lintner 1990). Al mismo tiempo, formaba parte de la Liga Antifascista para la Libertad del Pueblo (AFPFL, por su sigla en inglés), la gran coalición de partidos nacionalistas y de izquierda liderada por Aung San que había dirigido desde 1944 la lucha contra los japoneses y que ahora, como principal formación política birmana, negociaba con Londres la transición a la independencia. En julio de 1945 tuvo lugar en Rangún el Segundo Congreso del PCB, que llevó a la formación de un Comité Central presidido por Than Tun, mientras que Thein Pe ocupaba una secretaría general hasta entonces en manos de Tha-kin Soe, el miembro más antiguo del Partido. El PCB decidió prolongar su participación en la AFPFL y apoyar la reclamación de independencia mediante la negociación con los británicos, a la vez que abogaba por una transición pacífica al socialismo y, por ende, al marxismo.

El regreso de las autoridades coloniales había traído importantes consecuencias. La relación con los británicos y la forma como debía abordarse el proceso descolonizador que llevara a la independencia provocaron no pocas tensiones internas en la AFPFL. Sin embargo, los no comunistas lograron moderar sus diferencias por el bien de la causa nacionalista. Pero no fue éste el caso del PCB, y su unidad interna no tardó en resquebrajarse. Tras un viaje a la India, en septiembre de 1945, donde entró en contacto con las tesis más radicales del movimiento comunista indio, Thakin Soe empezó a criticar el discurso de un desarrollo pacífico de la revolución y a atacar la negociación que la AFPFL mantenía con los británicos, en vista de una futura independencia de Birmania. Miembro de la línea dura del PCB, consideraba que el imperialismo británico era en realidad una forma de fascismo y que debía rechazarse toda colaboración con el poder colonial (Taylor 1983). Soe defendía que la única manera de alcanzar la independencia era mediante la lucha armada contra los británicos, y para ello no dudó en desencadenar una crítica furibunda contra la dirección del Partido por apoyar la política de la AFPFL (Pe Myint 1988).

En realidad, lo que subyacía en estas críticas era un en-frentamiento entre dos grandes corrientes. La primera era defendida por la mayor parte de los dirigentes del Partido y abrazaba las tesis de Thakin Ba Tin (también conocido con el nombre de Goshal), heredadas del Partido Comunista Indio y que respaldaban la directiva soviética de que los partidos comunistas de cada país del Tercer Mundo se integraran en un frente unido de tipo izquierdista y nacionalista como paso previo a la revolución.4 Para el Kremlin, considerado el gran referente del marxismo, las posibilidades de éxito de los partidos comunistas de los países en vías de descolonización eran escasas, y debían concentrarse en formar una alianza con los grupos nacionalistas y socialistas mediante un frente unido que liderara el proceso hacia la independencia. Ello explica por qué el PCB formaba parte de la AFPFL, organización de la que Than Tun era, además, secretario general. Al mismo tiempo, los comunistas debían ir socavando la autoridad de sus aliados para pasar a controlar dicho frente unido, de manera que, una vez obtenida la independencia, la victoria comunista sólo fuera cuestión de tiempo. La otra corriente era mucho más radical y localista y defendía que la situación de Birmania era única y, por tanto, requería la acción inmediata (Badgley 1971). Auspiciada por Thakin Soe, abogaba directamente por una lucha armada revolucionaria contra el poder extranjero.

La tensión entre los defensores de las dos corrientes no tardó en estallar. En una reunión del Comité Central en febrero de 1946, Soe acusó a los líderes del PCB de haber convertido a este último en un partido no comunista y advirtió de la equivocación de colaborar con la AFPFL, organización mayoritariamente no comunista, en la búsqueda de la independencia. A ojos de Soe, se había desperdiciado una buena oportunidad al final de la guerra, cuando los comunistas eran el verdadero poder político gracias a su fuerte organización militar y a su liderazgo en la lucha contra los japoneses. Por ello, para lograr una verdadera independencia, era necesario acabar también con los capitalistas birmanos mediante una violenta lucha de clases, esto es, promoviendo la insurrección de las clases trabajadoras (Hpei Myin 1956). La vía pacífica para alcanzar los objetivos revolucionarios fue rechazada por Soe bajo la acusación de "browderismo", esto es, de revisionismo.5 En un ambiente de fuertecrispación, Soe acusó a los principales dirigentes de colaborar con los imperialistas y los "oportunistas" y exigió su dimisión del Comité Central. Than Tun y Thein Pe admitieron que habían cometido equivocaciones, pero la pretensión de Soe de entregársele el control del Comité Central fue rechazada por la mayoría de dirigentes (Thomson 1959).

La reunión finalizó con el abandono del PCB de Soe y sus partidarios, quienes fundaron el Partido Comunista (Birmania), el PC(B), e iniciaron una lucha armada contra los gobernantes coloniales y la AFPFL. Los integrantes del PC(B) serían conocidos también como la facción Bandera Roja, y su objetivo sería la consecución de un Estado marxista en Birmania mediante una revolución violenta. La mayor parte de los dirigentes comunistas, sin embargo, permanecieron en el PCB y respaldaron a su líder, Than Tun. Para diferenciarse de sus rivales, serían conocidos como los Bandera Blanca. No obstante, la escisión en el seno del movimiento comunista tuvo un impacto considerable, pues dañó la confianza en el Partido y en sus líderes y sembró la confusión entre sus filas. Than Tun y Thein Pe eran conscientes de que el ataque de Soe no carecía de verdad, especialmente en lo concerniente a la relación con la AFPFL. La consecuencia fue la adopción de una línea más radical y el inicio de las críticas de los líderes comunistas hacia los dirigentes de la AFPFL (Aung San, U Nu, etc.), acusados de ser marionetas imperialistas (Hpei Myin 1956).

La escisión en el seno del PCB no pasó desapercibida entre los líderes de la AFPFL. Los intentos comunistas de apoderarse del control de la Liga fueron rechazados por Aung San, por U Nu y, en especial, por el Partido Socialista, la principal formación de la AFPFL. Con este fin, procedieron a reducir la influencia comunista en el seno de la Liga, especialmente en su Comité Ejecutivo, y Than Tun fue obligado a dejar el cargo de secretario general en julio de 1946. La consecuencia fue una campaña de descalificaciones que finalizó con la expulsión de los comunistas de la AFPFL en noviembre, bajo la acusación de que el PCB "había puesto los intereses de partido delante de los intereses del país" (AFPFL 1988, 54). La respuesta del PCB fue acusar a la Liga de "haber quedado reducida del estatus de un Frente Unido Nacional al de un partido capitalista, arrodillado ante el imperialismo" (CPB 1988, 57). Sin duda, las ambiciones políticas de Than Tuny sus yebaws6 del PCB y la presión de las huelgas en un momento en que las negociaciones con los británicos se presentaban difíciles agotaron la paciencia de los líderes de la AFPFL. Pero no es menos cierto que con esta decisión Aung San y sus partidarios daban un golpe de timón dentro de la Liga y se deshacían de un aliado incómodo y peligroso ante un futuro escenario político desligado de la dominación británica.

A pesar de que Than Tun y sus partidarios optaron por una posición moderada tras su expulsión de la APFPL y excluyeron acciones contundentes contra sus antiguos aliados, era evidente que la cuestión de la independencia podía pasar a ser dominada por los comunistas si no se actuaba con rapidez. Por ello, Aung San fue objeto de fuertes presiones para que negociara, con la mayor celeridad posible, con el gobierno laborista británico de Clement Attlee el fin del dominio colonial sobre Birmania (Nu 1975). En abril de 1947 se celebraron elecciones para la formación de una Asamblea Constituyente con la finalidad de redactar una constitución para la futura Birmania independiente y designar un gobierno que dirigiera el proceso. En dichos comicios la AFPFL obtuvo una victoria aplastante, e incluso el asesinato de Aung San a manos de un rival político no frenó el proceso. El 17 de octubre de 1947, Attlee y U Nu firmaron el tratado por el que el Reino Unido reconocía la independencia de su antigua colonia. La Unión de Birmania se convirtió en un Estado soberano el 4 de enero de 1948.


La entrada en la clandestinidad y el inicio de la lucha armada

La escisión en el seno del comunismo birmano sería la antesala de la salida de los marxistas del marco político legal. Pese a la intensa lucha del PCB en contra del dominio colonial, lo cierto es que los beneficios políticos de la independencia fueron a parar casi en su totalidad a la AFPFL del primer ministro U Nu. Las elecciones de la Asamblea Constituyente de 1947 habían sido un ejemplo, puesto que la AFPFL obtuvo 173 de los 182 escaños en disputa.7 El PCB no boicoteó los comicios pero sólo presentócandidaturas en 27 circunscripciones de sus zonas de influencia de Pyinmana (centro del país) y Arakán (oeste), obteniendo únicamente siete diputados (Thomson 1959).

La Asamblea Constituyente promulgó en septiembre de 1947 una constitución para el futuro Estado independiente de Birmania que establecía que el sistema de gobierno debía ser parlamentario en la forma y liberal-democrático en la orientación política, mientras que la forma de Estado era una república federal. Asimismo, el texto constitucional garantizaba el derecho a la propiedad privada y a la iniciativa privada en la esfera económica pero al mismo tiempo aseguraba el Estado de Bienestar, una cierta planificación de la economía por el Estado y los derechos de los trabajadores y campesinos (Union of Burma Government 1958). Ello coincidía con la acción de la AFPFL anterior a la independencia y mostraba su respeto por la propiedad privada y el libre comercio, combinado con unas políticas socialistas como el control parcial del Estado sobre la economía y la defensa del Estado de Bienestar. No menos importante era el recelo que mostraba buena parte de la sociedad hacia los comunistas, especialmente en materia religiosa. Desde el final de la guerra varios miembros destacados del PCB habían mostrado una gran hostilidad hacia la preponderancia de la religión budista en la política y la sociedad. La devoción a los pongyis (monjes budistas) era absoluta y toda crítica era percibida como ataque no sólo a la religión sino a la propia identidad birmana. Un ejemplo fue la dura campaña desencadenada en diciembre de 1945 por la prensa local contra las ideas hostiles al budismo escritas por Thein Pe en su libro Tet pongyi (El monje moderno), que obligó incluso al autor a pedir disculpas públicas.8 Ello, combinado con una serie de acciones irreverentes hacia el budismo por parte de estudiantes marxistas, le granjeó al PCB numerosas antipatías y redujo su apoyo social (Thompson 1948).

La creciente debilidad política del PCB coincidió con otro acontecimiento que contribuiría a precipitar su salida del escenario político legal. A finales de septiembre de 1947 tuvo lugar en Szklarska Poreba (Polonia) la reunión fundacional del Kominform (Oficina de Información Comunista, sucesora del antiguo Komintern). En ella, la Unión Soviética, de la mano de su representante, Andrei Zhdanov, reorganizó el movimiento comunista internacional y lo dirigió por la senda de los levantamientos revolucionarios, en el caso de los países en vías de desarrollo o en proceso de descolonización. Estos últimos sólo tenían dos alternativas: orientarse hacia el imperialismo (Occidente) o acercarse a la URSS, el gran modelo revolucionario (Lintner 1990). La nueva orientación política (conocida como "línea Zhdanov") suponía un cambio radical de lo defendido hasta ahora por Moscú y abogaba por una acción contundente a favor de la revolución. Sus efectos no tardaron en llegar al PCB, donde su dirección se encontraba sumida en una profunda crisis ante el liderazgo del proceso de independencia por parte de la AFPFL.

La situación no se presentaba, por tanto, favorable para la revolución que ansiaban Than Tun y sus camaradas en el momento de la independencia. El sueño de controlar el Frente Unido se había desvanecido, e incluso estaban perdiendo el favor del campesinado y de los trabajadores, debido a la creación de organizaciones rivales por parte de la AFPFL (Thompson 1948). A ello se añadía un movimiento comunista internacional más militante y que animaba a enfrentarse con más decisión a los poderes locales. En febrero de 1948 el PCB decidió ratificar las tesis de Ba Tin (Goshal) publicadas en el diciembre anterior, y donde el asesor político de Than Tun señalaba que "esta 'independencia' [de Birmania respecto al Imperio británico] es falsa [...] Nosotros los comunistas y millones de personas, por tanto, consideramos que este Tratado [de independencia firmado por U Nu y Attlee] es una humillación nacional y una esclavitud permanente". Asimismo, afirmaba que 1948 sería "el año decisivo para obtener la independencia real" y, si fuera necesario, "aplastar al régimen imperialista, feudal y burgués de la [AFPFL]" (Ba Tin 1988). Las tesis de Ba Tin, que no hacían sino reflejar la nueva línea política auspiciada por Zhdanov unos meses antes, eran claramente un llamamiento a derrocar el gobierno de U Nu. 9

Tras una estancia en Calcuta ese mismo mes de febrero, durante el Segundo Congreso del Partido Comunista Indio, Than Tun mandó organizar una serie de demostraciones populares contra el Gobierno. Asimismo, en un discurso provocador celebrado en Pyinmana a comienzos de marzo, anunció la intención de su Partido de apoderarse del gobierno del país, de ser posible, sin que estallara una guerra civil (Thomson 1959). La respuesta del Gobierno fue inmediata y el propio U Nu declaró que "el programa comunista consiste en causar desorden [.] y entonces hacerse al poder mediante la violencia [.] Si los comunistas proceden contra la ley, nosotros debemos utilizar contra ellos todo el vigor de la ley" (Nu 1988, 4142). Estos acontecimientos desembocaron finalmente en la orden de detención contra la cúpula del PCB y en la consiguiente huida de los dirigentes comunistas a su zona de influencia de Pyinmana, el 28 de marzo. Than Tun ordenó ese mismo día a las organizaciones del PCB que se levantaran en armas contra el Gobierno. Empezaba la insurrección comunista.

La sublevación del PCB puso de inmediato en aprietos a las autoridades de Rangún, que perdieron rápidamente el control sobre buena parte del centro del país. Los insurrectos contaban con al menos 25.000 hombres, muchos de ellos veteranos de la guerra mundial y con conocimientos de la lucha de guerrillas (Smith 1984). A ellos se unió la facción Bandera Roja, organización declarada ilegal desde 1946 y que impulsaba sin éxito una lucha armada a favor de la instauración de una república marxista. Aunque su radio de acción era limitado, circunscribiéndose al Arakán Yoma (la cordillera que separa la región arakanesa del resto de Birmania) y a unos pocos distritos en el delta del Irrawaddy, al sur de Rangún, su existencia era otro dolor de cabeza para el Gobierno. Este último estaba cada vez más acorralado, sobre todo tras la rebelión en verano de 1948 de las primeras unidades formadas por las minorías karen y mon, que se unirían a la acción armada que organizaciones de estas comunidades étnicas llevarían a cabo a partir de enero del año siguiente, con el fin de independizarse de Rangún y formar sus propios estados. Más grave todavía fue la rebelión en el mismo verano de 1948 de la Organización de Voluntarios del Pueblo (PVO, por su sigla en inglés), el brazo armado de la AFPFL, que contaba con unos 100.000 miembros, y que se escindió en dos grupos: los Cinta Amarilla, que se mantuvieron fieles al Gobierno, y los procomunistas Cinta Blanca (más de la mitad), que se unieron a la rebelión, aliándose con el PCB (Callahan 2005).

El año 1949 marcó el apogeo de la lucha armada de los comunistas. El Gobierno perdió el control de buena parte del país. Toda la región central de Birmania pasó a manos de grupos insurgentes. La alianza entre comunistas, PVO y guerrillas karen permitió la conquista temporal de Mandalay, la segunda ciudad del país, e incluso los suburbios de Rangún fueron escenario de duros combates, que amenazaron poner fin al gobierno de U Nu einstaurar finalmente un régimen marxista. Sin embargo, los rebeldes fracasaron en su intento de derribar al Gobierno. Las causas son varias pero pueden resumirse en la falta de unidad del bando comunista, los intereses de cada grupo rebelde, la formación de un verdadero ejército nacional y unos endebles apoyos sociales a los insurgentes. El primer caso es la clara demostración de que el faccionalismo que había imperado en el PCB desde 1945 no había desaparecido. Ni Soe ni Than Tun lograron unificar sus estrategias y las dos facciones fueron incapaces de articular una táctica común. Por su parte, la PVO, pese a su orientación marxista, nunca se dejó dominar por el PCB y también fue víctima de divisiones internas, debido a las ambiciones personales de sus diferentes líderes. Los grupos de base étnica, por su parte, recelaban de la colaboración con grupos de mayoría étnica birmana. Aunque ocasionalmente se establecieron alianzas entre las diferentes guerrillas, todas ellas tuvieron una vida corta. La falta de unidad de los grupos armados salvó al gobierno de U Nu de la ruina y permitió a éste reforzarse gracias al progresivo desarrollo del Tatmadaw (nombre del ejército nacional), que pasó a estar mejor dotado y más preparado para la lucha contra la insurgencia.

Ahora bien: el hecho que determinó el fracaso de la insurgencia, y en especial de la rebelión comunista, fue el escaso apoyo social. Aunque al principio el PCB contaba con apoyos importantes entre los trabajadores de los núcleos urbanos, su influencia fue decayendo ante el creciente peso de las organizaciones sindicales vinculadas a la AFPFL, esto es, al Gobierno. La denuncia del capitalismo era uno de los ejes de los marxistas birmanos pero la nacionalización de la economía era inviable ante el gran peso de la clase comercial y emprendedora. Además, el control parcial de la economía por el Estado permitía asegurar los derechos de las clases sociales más humildes, y ello restringía todavía más los apoyos del PCB en las zonas urbanas.

En realidad, el gran objetivo comunista era conseguir el respaldo de la clase campesina, base de las revueltas marxistas que habían logrado triunfar en Asia (China, Vietnam del Norte), y formar guerrillas en el campo que llevaran a la victoria final de la revolución. Esta política seguía la línea ideológica que Mao Zedong había impulsado en China en los años treinta y cuarenta, y se alejaba de la soviética, donde era la lucha obrera la que llevaba a la instauración del comunismo. Sin embargo, dicho objetivo resultó un rotundo fracaso y demostró la debilidad de los marxistas birmanos. La reivindicación de una reforma agraria era muy atractiva, pero no así la posibilidad de una colectivización agrícola, elemento básico de la política agrícola marxista, que era rechazada de plano por los campesinos. En la práctica, ello implicaba que sólo mediante el recurso de la coacción se podría implantar dicha colectivización, lo que conllevaría sin duda el fin de todo apoyo del campesinado al PCB. Además, el Partido debía hacer frente a la política de U Nu en materia agrícola. El Gobierno había impulsado desde 1948 un programa que había otorgado la tierra a los campesinos arrebatando su control a los terratenientes (mayoritaria-mente indios y británicos) y limitaba la extensión de las tierras, con el fin de asegurar un reparto más equitativo (Furnivall 1949). La defensa de la reforma agraria por parte del Gobierno tenía un claro componente nacionalista. Al promover la distribución de la tierra, el Gobierno entregaba al campesinado un fuerte poder económico y se aseguraba así su apoyo.

Otro factor del escaso apoyo social de los comunistas era su radicalismo. El uso de la violencia con fines políticos era percibido muy negativamente por la población. Además, los ataques a la religión budista tuvieron un impacto nefasto en el apoyo a los comunistas. Aunque el PCB moderó su posición en esta cuestión, el daño ya estaba hecho. De los grupos comunistas, los Bandera Roja eran los más extremistas y brutales. En los territorios bajo su control se impulsó la disolución de la estructura familiar, con el fin de alcanzar la sociedad revolucionaria, mientras que en el aspecto religioso no se dudó en ejecutar a los monjes que no renunciaban a los hábitos (Badgley 1969). Aquí radica la gran diferencia entre los socialistas de la AFPFL y los comunistas. Los primeros siempre tuvieron claro que sus políticas no funcionarían si no se adaptaban a los principios budistas y buscaron combinar dichas políticas con el budismo, lo que les granjeó el apoyo de la mayor parte de la población.

La consecuencia fue que el gobierno de U Nu pasó a tomar la iniciativa a partir de 1951. Ese año se expulsó a los Bandera Blanca de la región de Pyinmana. El fracaso de los comunistas fue todavía mayor, si se tiene en cuenta que desde 1952 se estableció una alianza entre el PCB de Than Thun, los Bandera Roja y la PVO Cinta Blanca, con el fin de frenar los avances gubernamentales. A mediados de los años cincuenta las facciones comunistas habían sido expulsadas de sus principales zonas de control. Por otro lado, el PCB se vio afectado por la irrupción en la escena política del Partido de los Trabajadores y Campesinos de Birmania (PTCB), una escisión de la AFPFL, cuyos miembros fueron conocidos como los Socialistas Rojos, debido a su programa político básicamente marxista. Aunque su éxito político fue limitado, debido a la clara hegemonía de la AFPFL, la propia existencia del PTCB demostraba que una formación de corte comunista (el PCB había sido declarado ilegal en 1953) podía participar en el escenario político democrático sin necesidad de recurrir a la vía armada.

El declive del PCB y, por ende, de todo el movimiento comunista birmano se inició ya en esta época. Prueba de su creciente debilidad fue la negociación que tuvo lugar en 1956 entre el gobierno y los Bandera Blanca. Aunque no se llegó a un acuerdo, las autoridades de Rangún salieron beneficiadas. La combinación de presión militar y promesas de amnistía hicieron que muchos insurgentes abandonaran las armas. A lo largo de la década de los cincuenta se rindieron o recibieron amnistía tras deponer las armas unos 38.000 insurgentes; de ellos, una cuarta parte comunistas, y el resto, mayoritariamente de la VPO Cinta Blanca (Van der Kroef 1979). La insurgencia marxista quedó reducida a unos pocos miles de seguidores. En un discurso pronunciado con motivo del III Congreso Nacional de la AFPFL, en enero de 1958, U Nu señaló que el marxismo como guía ideológica y filosófica no era conveniente para el futuro de Birmania.10 Las posibilidades de una revolución comunista en Birmania no hacían sino alejarse a pasos cada vez más agigantados.


La presión del gobierno militar y el principio del fin

Pese a que la lucha armada del PCB y de la facción Bandera Roja había dejado de ser una amenaza directa para la estabilidad del gobierno de Rangún a finales de los cincuenta, seguía siendo una seria preocupación. La democracia birmana no era estable y la propia AFPFL padecía numerosos problemas internos que afectaban al Gobierno en un momento en que todavía quedaban por solucionar los conflictos políticos y étnicos surgidos en la década anterior. Con el fin de poner orden en su partido, U Nu dimitió del cargo de primer ministro a finales de septiembre de 1958, y el Parlamento solicitó la instauración de un Gobierno Provisional encabezado por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el general Ne Win, quien fue designado primer ministro el 27 de octubre.

El nuevo gobierno, dominado por los militares, continuó con la represión contra la insurgencia pero, además, añadió un nuevo aspecto a la lucha contra los comunistas: el uso de la religión como método de combate. En su denuncia del ateísmo del PCB, Ne Win y sus compañeros de armas aprovecharon para evidenciar el peligro que suponía el comunismo para un país como Birmania, cuya población era especialmente devota del budismo. Mediante la publicación de un libro panfletario redactado por oficiales del Ejército, titulado Dhammantaraya (El Dhamma en peligro),11 el Gobierno Provisional inició una guerra psicológica contra los comunistas, con el fin de reducir su apoyo social mediante el argumento de que el PCB era una amenaza para la religión. Pese a que este partido contraatacó destacando su apoyo al budismo, su tradicional defensa del laicismo y el recuerdo de sus actitudes hostiles hacia el budismo en el pasado pesaron como una losa. El propio Than Tun vio cómo se le atribuían comentarios críticos sobre la riqueza de la pagoda Shwedagon de Rangún, el centro religioso por excelencia del budismo birmano (Dhammantaraya 1958). Con una gran intencionalidad, el libro se publicó por primera vez en abril de 1958, para hacerlo coincidir con el aniversario de Buda, y se imprimieron numerosas reediciones en los meses y años siguientes.

Entre las advertencias del libro, se señalaba el riesgo de que el budismo birmano siguiera el camino del budismo indio. La religión había nacido en India, para luego extenderse por buena parte de Asia, pero en su país de origen se había convertido en religión muy minoritaria, debido a la indiferencia de los budistas, que habían sucumbido a la presión de la religión que luego sería predominante: el hinduismo. Así, se advertía que un destino similar aguardaba al budismo en Birmania si "se dejaba a los comunistas envenenar la mente de los jóvenes contra el budismo, tal y como llevan haciendo hasta ahora" (Dhammantaraya 1958). El libro, acompañado de una fuerte campaña propagandística, sirvió para movilizar a buena parte de la sociedad, sobre todo al sangha, el clero budista. Considerada la institución más respetada del país, el sangha tenía una influencia social sin parangón, y la implicación de sus líderes en la campaña tuvo un impacto mayúsculo. Por todo el país se congregaban mítines y reuniones donde algún monje advertía de los peligros del comunismo, asociando en muchos casos a los miembros del PCB con figuras enemigas del budismo incluidas en la tradición religiosa local (Von der Mehden 1960). Es difícil valorar con exactitud el impacto que el libro y la subsiguiente campaña tuvieron en la lucha contra los comunistas pero es indudable que el PCB acusó el golpe, pues le causó una drástica reducciónde su base de apoyo y, sobre todo, tuvo una consecuencia nefasta en su imagen, ya de por sí negativa a ojos de muchos birmanos. De hecho, las campañas militares que tuvieron lugar entre 1958 y 1960 fueron las más exitosas del Tatmadaw hasta la fecha.

Tras un breve paréntesis de dos años (1960-1962), donde se restableció un gobierno democrático dirigido de nuevo por U Nu, los militares volvieron al poder, esta vez mediante un golpe de Estado incruento que tuvo lugar el 2 de marzo de 1962, poniéndose fin así al sistema constitucional existente desde 1948. Indudablemente, la crisis política de la AFPFL y la lucha contra las insurrecciones de corte étnico y comunista habían llevado a una influencia cada vez mayor del Ejército en el escenario político, y la experiencia del Gobierno Provisional no hizo sino incrementar la ambición de los militares de gobernar en solitario el país. Sin embargo, en un primer momento, el nuevo gobierno militar, conocido con el nombre de Consejo Revolucionario y encabezado por Ne Win, se mostró conciliador, y en 1963 impulsó una negociación con los comunistas y otros grupos insurgentes para poner fin a la violencia. Sin embargo, dichas conversaciones de paz no tuvieron éxito ante unas autoridades poco generosas políticamente y unas facciones comunistas reacias a renunciar a sus objetivos revolucionarios. El problema radicaba principalmente en el cambio de gobierno en Rangún. Cuando en 1956 se llevó a cabo una primera negociación para que el PCB y otras formaciones abandonaran la lucha armada, el sistema político birmano era democrático, y entre los objetivos figuraba hacer del PCB un partido legal enmarcado en dicho sistema (Hensegar-th 2005). Sin embargo, ahora la situación era diferente. Ne Win no era partidario de compartir el poder, y en la práctica, su reclamación de negociaciones se reducía a una exigencia de rendición de los grupos armados, lo que puso fin a toda posibilidad de acuerdo.

La consecuencia de la ruptura de negociaciones entre Rangún y el PCB fue la adopción de este último de una nueva estrategia. Se abandonó definitivamente la táctica de negociar con Rangún y se puso fin a toda posibilidad de abandonar la lucha armada y aceptar el sistema político existente. El Partido denunció el abandono de la lucha armada con el calificativo de "revisionista" y prometió no ceder en su objetivo de hacer caer el Gobierno y promover la revolución mediante la lucha de clases violenta. Recurriendo al eslogan maoísta de "el poder fluye del cañón de una pistola" y a otros como "No al compromiso", el PCB se declaró en guerra total contra el régimen militar de Ne Win (Pe Myint 1988).


Purgas internas y presión gubernamental: el fin del sueño revolucionario

A mediados de los años sesenta el movimiento comunista birmano languidecía aislado en tres áreas del país. Los Bandera Blanca se concentraban en la región de la Pegu Yoma, cordillera al nordeste de Rangún, en unas condiciones ciertamente difíciles pero resistiendo las embestidas del Ejército. Algunas bolsas de resistencia existían también en el delta del Irrawaddy, en el sur del país. Más delicada era la situación de los Bandera Roja, agrupados en el distrito de Pakkoku, al norte de la Arakán Yoma, en el centro-oeste del país. Esta difícil situación de los comunistas no tardaría en verse alterada por un hecho que tuvo lugar fuera de Birmania y que marcó un antes y un después en la historia del marxismo birmano: el estallido en 1966 de la Revolución Cultural en China, donde Mao sumió al Partido Comunista Chino (PCCh), y por ende a todo el país, en el terror, con el fin de eliminar a sus rivales dentro del Partido. Los acontecimientos en China afectaron directamente a Birmania, donde la comunidad china se inclinó mayoritariamente hacia posiciones maoístas, despertando la alarma de las autoridades. Una violencia antichina estalló en 1967 causando miles de muertos. La reacción de Pekín fue romper relaciones con Rangún e iniciar un apoyo político y militar al PCB.

Las relaciones entre los comunistas birmanos y chinos se remontaban a comienzos de los años cincuenta, y en Pekín existía una especial simpatía hacia el PCB por mantener en política exterior una posición ideológica cercana a la del PCCh.12 Sin embargo, la relación entre estados era más importante, y no fue hasta los acontecimientos de la Revolución Cultural que Pekín se decidió a apoyar al PCB abandonando de este modo el pragmatismo en su política hacia Birmania. Los años 1966-1968 fueron los más estrechos en la relación entre el PCB y el régimen comunista chino. Sin embargo, este apoyo chino tuvo consecuencias nefastas sobre el comunismo birmano. Desde hacía años, una parte de la dirección del PCB residía en Pekín, donde el régimen chino formaba cuadros birma-nos que seguían la ideología maoísta. A mediados de los sesenta, buena parte de estos cuadros regresaron a Birmania. Mucho más jóvenes y radicales (defendían, por ejemplo, la doctrina maoísta de la confrontación directa con Rangún) que Than Tun y sus colaboradores, los recién llegados acusaron a estos últimos de "revisionistas" por haber negociado en el pasado con el régimen militar de Ne Win (Van der Kroef 1979). Los ataques de los comunistas formados en China sembraron la tensión en el PCB en un momento en que Mao desencadenaba en China, su país vecino, la Revolución Cultural.

Los sucesos en China tuvieron un efecto mimético en el PCB. En 1967 Than Tun decidió llevar a cabo su propia "revolución cultural", con el fin de eliminar a aquellos sospechosos de no seguir la línea oficial, esto es, los "revisionistas", y asegurar así su posición como líder supremo del partido. La purga, iniciada a finales de 1966, fue especialmente sangrienta y afectó a todos los escalafones del Partido, incluidos los miembros más veteranos. La crisis interna del PCB se agravó en marzo de 1967 con la expulsión de dos de sus dirigentes, Ba Tin (Goshal) y Yebaw Htay. El caso era extremadamente grave porque el primero había sido uno de los fundadores del Partido y su principal guía ideológico. El 18 de junio siguiente ambos fueron ejecutados por sus antiguos camaradas (Smith 1999). Muchos más cayeron en el siguiente año y medio. Estas purgas sangrientas diezmaron la dirección del PCB, donde diez de los 21 miembros del Comité Central murieron violentamente en este período (Badgley 1971). Finalmente, en septiembre de 1968 Than Tun fue asesinado por uno de sus guardaespaldas y dejó huérfano al PCB, del que había sido su principal dirigente desde 1945.

Unos meses antes de la muerte de Than Tun, el estado Shan (una de las regiones en que se dividía Birmania) fue escenario de la aparición de un nuevo grupo del PCB. Llegando del lado chino, tropas comunistas lideradas por un antiguo veterano del Partido llamado Naw Seng se instalaron en la zona nordeste del estado, colindante con el territorio de China y de gran importancia estratégica y potencialmente rica en recursos naturales. Se estableció allí una zona de control comunista conocida oficialmente como Región Militar del Nordeste (o Comandancia del Nordeste), que contaba con el apoyo de China, que le suministraba armamento pero también soldados, eufemísticamente llamados "voluntarios" (Lintner 1990). Tanto en su organización como en su propósito, esta zona bajo control del PCB era una clara herencia del maoísmo: crear una base en la retaguardia, segura, y desde ella impulsar una lucha armada fuerte y extender así la revolución a otras zonas mediante la guerra de guerrillas, culminando finalmente con el dominio de todo el país. En esta base de operaciones se formarían miles de combatientes que luego atacarían al régimen militar de Rangún. Dicho de otro modo, se buscaba crear un estado dentro del mismo Estado birmano aprovechando el apoyo chino y los beneficios de una economía local fundamentada en gran parte en la producción y tráfico de opio (Seekins 2002).

A finales de los sesenta, los comunistas de Bandera Blanca subsistían como podían en el delta del Irrawaddy y en la Pegu Yoma, mientras que un grupo cada vez más numeroso se había establecido en la zona shan, fronteriza con China. La dirección del PCB había pasado a manos de Thakin Zin, su presidente, mientras que Thakin Chit ocupaba la Secretaría General. Pero su situación era extremadamente delicada ante la presión gubernamental. Para poner fin a la constante amenaza de la insurgencia, el Tatmadaw había ido diseñando una nueva estrategia, que dio sus frutos a partir de 1970. Conocida como los "cuatro cortafuegos" (pya lei pya), se trataba en realidad de un programa de contra-insurgencia destinado a cortar de raíz los cuatro grandes recursos de los rebeldes, principalmente los comunistas: comida, fondos, informaciones de inteligencia y reclutas (Smith 1999). Se seleccionaron las diferentes áreas de actuación de los grupos marxistas y se procedió a despoblar dichas zonas y a destruir los cultivos.

Los primeros en caer fueron los Bandera Roja. Mucho menos numerosos (no llegaban a quinientos) que su facción rival y más aislados, una gran ofensiva contra su zona de control de Pakkoku llevó a la aniquilación de la mayoría de sus miembros. La captura de su líder, Thakin Soe, el 10 de noviembre de 1970, marcó la desintegración de los Bandera Roja, facción que desapareció en las semanas siguientes.13 La situación tampoco era mejor en el caso de los Bandera Blanca. El PCB fue completamente aniquilado en el delta del Irrawaddy en 1973, y el liderazgo del partido quedó arrinconado en la Pegu Yoma. La última de las grandes ofensivas comenzó a finales de 1974 y tenía como objetivo eliminar las últimas bolsas de resistencia comunista en esta zona. A mediados de marzo de 1975, el Tatmadaw asestó el golpe definitivo al matar en combate a Thakin Zin y Thakin Chit, descabezando de nuevo al PCB. Este último quedaría confinado a partir de ahora en la zona de Kunlong, en el estado Shan, en la región fronteriza con China, donde unos seis mil hombres siguieron combatiendo sin éxito contra la dictadura militar de Ne Win (Fleischmann 1977).


Conclusión

La caída del último reducto comunista dentro de Birmania marcó el final de una era. El PCB, pese a no desaparecer, quedó recluido a partir de entonces en la zona fronteriza con China, lejos del centro del poder birmano. Con ello se evaporó para siempre su sueño de dominar Birmania. En el plazo de tres décadas (1945-1975), el PCB había pasado de ser el partido más poderoso del escenario político birmano a convertirse en un grupúsculo guerrillero sin influencia y aislado en el nordeste del país. Pasó de ser la formación política destinada a gobernar en el momento del final de la Segunda Guerra Mundial, a no ser más que una sombra de sí mismo treinta años más tarde, e, irónicamente, cuando otros partidos comunistas del sudeste asiático (Vietnam, Laos, Camboya), partidos "hermanos" al fin y al cabo, lograban hacer triunfar sus revoluciones.

El comunismo fracasó en Birmania, en primer lugar, por la fortaleza mostrada por el liderazgo político birmano después de 1948. Aunque estuvo a punto de perecer, el sistema constitucional sobrevivió hasta 1962, el tiempo suficiente para debilitar al movimiento comunista. La dictadura militar que le siguió continuó con la labor y acabó de eliminar la amenaza marxista. Sin duda, el refuerzo del Ejército fue fundamental para impedir el triunfo marxista, pero no menos importante fue el hecho de que los diferentes gobiernos de Rangún basaron su política interior y exterior en principios de neutralidad, lo que les granjeó las simpatías de los países del Tercer Mundo. Así, rechazando decantarse hacia el bloque occidental y adoptando políticas de corte socialista, las autoridades birmanas lograron evitar que las potencias comunistas apoyaran al PCB. Mientras que otros partidos marxistas de Asia recibieron el apoyo de la Unión Soviética o de China, el PCB careció de legitimidad y estuvo aislado del mundo comunista desde su nacimiento como organización comunista. Aunque a finales de los sesenta recibió un apoyo importante de Pekín, a comienzos de la década siguiente el régimen comunista chino restableció sus relaciones con Rangún y a finales del decenio había reducido su ayuda al PCB a la mínima expresión.

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la propia naturaleza del nacionalismo birmano y los orígenes mismos del marxismo birmano. Este último fue producto del primero y, por tanto, estaba condicionado por él. Cuando el PCB se convirtió en el partido más fuerte del país al finalizar la Segunda Guerra Mundial, ello no fue debido a sus ideas marxistas sino a su nacionalismo y, en concreto, a su férreo anticolonialismo. El problema es que elPCB tuvo que hacer frente después de 1945 a una AFPFL que demostró ser más representativa del verdadero nacionalismo birmano. Los líderes que dirigieron el proceso hacia la independencia (Aung San, U Nu, etc.) apoyaban doctrinas socialistas pero rechazaban la ideología marxista porque las ideas que ellos defendían procedían no sólo del marxismo-leninismo sino también del fascismo japonés y del sistema de democracia occidental. Dicho de otro modo, el nacionalismo birmano era una combinación de anticolonialismo local, elementos socialistas (incluidos los marxistas) y herencias occidentales. Los líderes de la AFPFL deseaban impulsar una revolución social pero siempre tuvieron claro que dicha revolución se tendría que hacer en el marco de un sistema político democrático, es decir, donde aspectos heredados del sistema político anglosajón tuvieran un papel determinante. El dominio colonial británico había llevado a los dirigentes del movimiento nacionalista a rechazar toda forma de autoritarismo o totalitarismo. En este sentido, la antipatía que sentían los thakins por Gran Bretaña no era menor que la que sentían hacia la URSS y explica por qué únicamente una minoría de ellos (Than Tun, Soe y unos pocos más) se inclinaron por el marxismo.

No es extraño, por tanto, que a medida que avanzaba el proceso hacia la independencia, el PCB se fuera alejando del mismo. La adopción de un sistema constitucional implicaría que los comunistas tendrían que ganarse el apoyo popular mediante elecciones y no implantando por la fuerza su idea de gobierno. Con el paso del tiempo, además, las posibilidades de salir vencedores se redujeron, como demostrarían los comicios de la Asamblea Constituyente de 1947. Los resultados de dichas elecciones convencieron a los líderes del PCB de estar delante de una realidad absoluta: la AFPFL se había convertido en la fuerza hegemónica del escenario político birmano y sería muy difícil derrotarla. En este sentido, el estallido de la insurrección de 1948 que llevó al PCB a la lucha armada no fue sino el resultado de un alejamiento progresivo de los comunistas respecto al sistema político ante la imposibilidad de controlar este último.

Su salida del marco legal redujo notablemente su margen de maniobra, y la consecuencia fue una pérdida de influencia, quedando reducidas sus posibilidades a una victoria únicamente por las armas. Ello tuvo nefastas consecuencias para el PCB. Aunque en los primeros tiempos logró amenazar la estabilidad del gobierno de Rangún, nunca logró asestarle el golpe final. Algunas de las razones fueron la resistencia del gobierno de U Nu y el refuerzo del Ejército. Asimismo, el hecho de que la AFPFL adoptara una política socialista, coincidente enmuchos puntos con las reivindicaciones de los comunistas, los debilitó políticamente. Pero no es menos cierto que su acción de rebelarse tuvo un efecto contrario en la población. La dominación colonial británica había conllevado una hostilidad de la sociedad birmana hacia toda forma de autoritarismo. El énfasis puesto en la acción armada, esto es, en la violencia, por parte del PCB resultó contraproducente en una sociedad que había padecido recientemente una guerra mundial y que detestaba el uso de la fuerza, debilitando de esta forma el apoyo social de los comunistas.

Entre las causas principales del fracaso de los comunistas también estuvo, sin lugar a dudas, un faccionalismo profundo, que impidió una unidad organizativa interna. La presencia en el PCB de dos líderes carismáticos y con personalidades muy fuertes, Thakin Than Tun y Tha-kin Soe, en el momento de finalizar la Segunda Guerra Mundial llevó a un enfrentamiento ideológico y personal entre ambos. Esta ausencia de un liderazgo cohesionado puso las bases para una división interna en el seno del movimiento comunista birmano que nunca desapareció. En este sentido, conviene señalar que la situación de este último no era tan diferente de los demás partidos tradicionales birmanos, donde el caudillismo o el poder en manos de una sola persona, el llamado hombre fuerte (strong man), ha sido la característica principal de la política local. La AFPFL, sin ir más lejos, padeció diversas escisiones entre 1948 y 1962, aunque su histórica trayectoria como líder del proceso de independencia y el peso de una personalidad como U Nu le aseguraron su permanencia en el poder. Incluso el Partido del Programa Socialista de Birmania (BSPP, por su sigla en inglés), fundado por los militares después del golpe de 1962, y que se convirtió en el partido único durante la dictadura de Ne Win (1962-1988), también fue escenario de divisiones internas importantes. Sin embargo, la diferencia sustancial es que tanto la AFPFL como el BSPP experimentaron sus divisiones estando en el poder y pudieron contrarrestar el daño, precisamente, porque controlaban el aparato político. En cambio, los comunistas se enfrentaron entre ellos, incluso cuando sus facciones principales, los Bandera Blanca y los Bandera Roja, luchaban por un mismo objetivo: derribar al gobierno nacional.

Un elemento no menos importante por destacar fue el fracaso del PCB a la hora de entender la realidad birmana. El ejemplo más claro es la relación con el budismo. Aunque una mayoría de comunistas no se oponían a la religión, reducían su culto a la esfera privada y rechazaban su influencia social y, en especial, el poder del sangha, el clero budista. Su repudio doctrinario del budis-mo les hizo perder el apoyo de la mayor parte de la población. La izquierda moderada, simbolizada por la AFPFL y encabezada por U Nu, en cambio, comprendió desde el principio que el marxismo no tenía un atractivo para la población birmana, muy creyente en su mayoría, y que sólo sería posible aplicar aquellos aspectos del socialismo que pudieran conciliarse con el budismo. Acercando principios socialistas y budistas, los líderes de la AFPFL lograron asentar su poder y derrotar al PCB. Sólo así se explica que, incluso después de que el golpe de Estado militar de 1962 derivara hacia un sistema autoritario de gobierno, el PCB nunca fuera percibido por la inmensa mayoría de la población birmana como una alternativa creíble a la dictadura de Ne Win.

Las luchas internas y las purgas revisionistas de 19671968, y sobre todo la muerte de su líder histórico, Than Tun, no fueron sino la puntilla del fracaso del PCB en su lucha por implantar la revolución en Birmania. La desaparición de Than Tun en septiembre de 1968 no hizo sino lanzar al nuevo liderazgo comunista a los brazos de Pekín. Cuando, a comienzos de la década de los setenta, los chinos restablecieron sus relaciones con Rangún, fueron dejando de lado rápidamente la ayuda al PCB hasta su mínima expresión a finales del decenio. Abandonados por su aliado chino y asediados por el Ejército de Rangún, los comunistas birmanos habían dejado de ser una amenaza y una alternativa de poder a la dictadura militar.


Comentarios

1 La reunión donde se fundó el Partido es considerada por los historiadores como el Primer Congreso del PCB. La cifra exacta de fundadores se desconoce actualmente, y su número oscila entre siete y trece.

2 Thakin, literalmente "dueño" o "señor", era el término con el que los birmanos se dirigían a los colonizadores británicos. A partir de los años treinta, la generación de jóvenes nacionalistas encabezada, entre otros, por Aung San y Nu adoptó este apelativo como señal de que eran dueños de su destino.

3 El budismo es la religión del 89% de la población de Birmania. Su papel es fundamental para entender la realidad de este país, considerado el más devoto del mundo budista y, en cuanto a población, con el mayor número de monjes y de donaciones religiosas. Su influencia social es innegable, y también su peso político. De hecho, la propia identidad de los birmanos como pueblo y como nación está estrechamente asociada a la religión budista. Desde los reyes de los antiguos estados birmanos a la dictadura militar de hoy, todos los líderes políticos han dado muestras de un gran fervor religioso como forma de legitimar y asegurar su poder.

4 Dichas directrices habían sido establecidas por el dictador soviético Iosif Stalin a finales de los años veinte y seguían vigentes en esta época. El objetivo era crear un frente unido de carácter izquierdista y nacionalista, esto es, una coalición de fuerzas progresistas en alianza con los partidos marxistas nacionales que prepara el camino para una futura conquista del poder de los comunistas. Esta política tuvo en China su mejor ejemplo, con los dos frentes unidos entre el Partido Comunista Chino de Mao Zedong y el partido nacionalista Guomind-ang de Chiang Kai-shek entre finales de los veinte y el término de la Segunda Guerra Mundial.

5 El browderismo es una forma de revisionismo ideada por el entonces líder del Partido Comunista de Estados Unidos, Earl R. Browder,quien defendía que capitalismo y comunismo podían coexistir y que la lucha armada revolucionaria no era necesaria porque el imperialismo estaba condenado a desaparecer ante el inminente triunfo de los movimientos de liberación nacional en los países sometidos.

6 "Camarada" en lengua birmana.

7 Los otros nueve fueron a parar a los comunistas (7) y a dos independientes. Conviene señalar que el número total de asientos de la Asamblea Constituyente era de 255, pero de ellos, 28 estaban reservados a miembros de las minorías étnicas, elegidos por sufragio universal en sus respectivas comunidades. Los 45 restantes estaban reservados para los pueblos de los territorios fronterizos.

8 Tet pongyi era una novela escrita en 1937, donde Thein Pe denunciaba la conducta de una parte del sangha, el clero budista, a la que acusaba de no seguir los preceptos religiosos. Entre las acusaciones destacaba el haberse secularizado demasiado, opinar y participar en política e, incluso, llevar a cabo actividades delictivas, todo ello bajo la protección que suponía pertenecer al sangha.

9 La nueva orientación política del PCB será, en parte, consecuencia de la adopción de la "línea Zhdanov". Sin embargo, conviene señalar que nunca hubo un contacto directo entre el PCB y el liderazgo soviético. La decisión de los comunistas birmanos de iniciar la lucha armada fue completamente independiente y nunca fue ordenada por Moscú.

10 The Nation, Rangún, 30 de enero de 1958.

11 Dhamma son las enseñanzas de Buda y es otra forma de designar a la religión budista.

12 A comienzos de los sesenta, el bloque comunista mundial había quedado escindido en dos: los países y partidos comunistas leales a la Unión Soviética y aquellas naciones y formaciones marxistas partidarias de la China Popular. La principal diferencia entre Moscú y Pekín era la defensa que el primero hacía de la coexistencia pacífica con Occidente, mientras que Pekín se oponía a ello y reclamaba la intensificación de la lucha revolucionaria, incluso por la vía armada, como forma de debilitar al mundo capitalista.

13 Soe permaneció en la cárcel hasta 1980, año en que fue liberado gracias a una amnistía. Nunca más volvió a la lucha armada, y en sus últimos años de vida, como líder del Partido de la Unidad y el Desarrollo, se dedicó a defender el restablecimiento de la democracia en Birmania. Murió en Rangún en 1989. Véase Seekins (2006).


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Fecha de recepción: 4 de junio de 2010 Fecha de aceptación: 20 de diciembre de 2010 Fecha de modificación: 10 de enero de 2011

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