SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número51Slavoj y Boris Gunjevic. 2013. El dolor de Dios. Inversiones del apocalipsis. Madrid: Ediciones Akal [249 pp.].Mendieta, Eduardo y Jonathan van Antwerpen (eds.). 2011. El poder de la religión en la esfera pública. Madrid: Editorial Trotta [152 pp.]. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Revista de Estudios Sociales

versión impresa ISSN 0123-885X

rev.estud.soc.  no.51 Bogotá ene./mar. 2015

https://doi.org/10.7440/res51.2015.21 

Timothy. 2011. Religion and Politics in International Relations: The Modern Myth. Londres: Continuum International Publishing Group [296 pp.].

Ángela Sarmiento*, Gloria Miranda**

* Estudiante de Lenguajes y Estudios Socioculturales en la Universidad de los Andes (Colombia). Correo electrónico: am.sarmiento215@uniandes.edu.co

** Estudiante de Historia y Ciencia Política en la Universidad de los Andes (Colombia). Correo electrónico: gm.miranda136@uniandes.edu.co

DOI:http://dx.doi.org/10.7440/res51.2015.21


En el mundo contemporáneo, gran parte de la academia occidental ha leído las relaciones internacionales a través de marcos interpretativos basados en dicotomías tales como religioso-secular, barbarie-civilización, privado-público y tradición-modernidad. Estas lecturas se han encargado de situar un muro divisorio entre la religión y la política, haciendo que se entiendan como categorías contrapuestas y excluyentes. Se ha afirmado, además, con pocas excepciones, la supuesta secularización de la política internacional, alejándola de cualquier contenido religioso; una posible muestra de ello es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1945, que no hace mención alguna de un fundamento metafísico como, por ejemplo, la religión. De este modo, los acontecimientos del 9/11 han sido mayoritariamente interpretados desde los círculos académicos de Relaciones internacionales (RI) como un "retorno del exilio" de la religión, que reaparece como un actor maligno y bárbaro que amenaza la política del Estado liberal y secular. Sin embargo, hay quienes se han apartado de estas perspectivas, argumentando que la religión nunca ha estado ausente en la práctica internacional, sino que su significado es cambiante según el contexto histórico.

Los estudios del profesor Fitzgerald se enmarcan en este debate, haciendo un aporte importante a este campo. Especializado en estudios religiosos, filosóficos y antropológicos, Fitzgerald hace una deconstrucción del discurso internacionalista sobre la religión. La tesis principal de su obra sostiene que la religión, a diferencia de la construcción que la academia y los medios de comunicación han hecho de ella, no es una categoría aislada, ni se opone a lo que se entiende como secular; por el contrario, mantienen una relación mutuamente constitutiva, subrayada ya por autores como Talal Asad. Fitzgerald enfatiza la imposibilidad de que exista una disciplina como las RI que se entiende a sí misma como secular sin que esté lo religioso operando como su "otro" binario y, por lo tanto, como un elemento constitutivo de la secularidad misma de la política moderna, en la que el elemento religioso no necesariamente ha estado ausente sino presente bajo otras formas, como lo explica Charles Taylor (2006).

Por ello, Fitzgerald hace una crítica a aquellos estudiosos de las RI que se declaran a sí mismos y a su objeto de estudio como "seculares" y, por tanto, marginan lo religioso, al incluirlo por negación en sus análisis sobre las dinámicas sociopolíticas del mundo actual. Esto nos remite a lo que el autor entiende como "el mito moderno". Aquel que los estudiosos de RI no sólo han construido retóricamente desde una perspectiva occidental, creando una disyuntiva entre religión y política en la formulación del Estado moderno, sino que además ha servido como base para la ideología del capitalismo moderno liberal, pues la religión, como la entiende Occidente -irracional, bárbara y tradicional1-, niega por completo al sujeto liberal capitalista -racional, civilizado y egoísta-. De este modo, este "mito moderno" se ha convertido en el discurso, o más bien, en la herramienta teórica a través de la cual se entiende el orden global.

Por ello, el autor llama a la revaluación de estos conceptos como categorías analíticas dentro de las RI. Es necesario entender la religión y lo secular, no como conceptos universales e inmutables, sino como construcciones históricas propias de cada época y cultura. A esto se suma la concepción cartesiana de la religión que tiene el autor, no en cuanto a una diferenciación entre fe y razón -lo cual contradeciría su propio argumento-, sino en cuanto considera que, aunque la religión no existe tangiblemente, existe mientras está presente en el imaginario colectivo de cada grupo, sirviéndole como referente para entender el mundo y relacionarse con él.

Aunque su argumento central no es nuevo,2 podemos encontrar su aporte en el campo teórico. El autor hace un cuidadoso balance de la literatura que interpreta la religión y la política como categorías mutuamente excluyentes, y con base en ésta construye críticamente su argumento, que muestra cómo el discurso de la religión no pertenece únicamente a "las religiones",3 sino que tiene más aristas. Se detiene en demostrar cómo lo social, lo político, lo cultural y lo económico son elementos ineludibles para comprender cómo se formula e interpreta política y normativamente la religión en cada período histórico. Por último, este intento por deconstruir el concepto de religión no implica ser antirreligioso, sino problematizar sus significados y distanciarse de concepciones estáticas y ahistóricas. Una práctica no es religiosa o secular per se, sino que depende del lugar de enunciación y de quienes la interpreten.


Comentarios

1 El autor considera otro imaginario, principalmente por parte de los creyentes, en el cual la religión se observa como parte de la vida privada, personal, y excluida de lo político.

2 Véanse otras obras previas sobre el tema como Petito y Hatzopoulos (2003) y Thomas (2005).

3 El autor considera como cosas distintas "religión", "una religión" y "religiones".


Referencias

1. Petito, Fabio y Pavlos Hatzopoulos. 2003. Religion in International Relations. The Return from Exile. Nueva York: Palgrave Macmillan.         [ Links ]

2. Taylor, Charles. 2006. Imaginarios sociales modernos. Barcelona: Paidós.         [ Links ]

3. Thomas, Scott. 2005. The Global Resurgence of Religion and the Transformation of International Relations. Nueva York: Palgrave Macmillan.         [ Links ]