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Acta Colombiana de Psicología

Print version ISSN 0123-9155

Act.Colom.Psicol. vol.9 no.2 Bogotá July/Dec. 2006

 

ARTÍCULO

CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DEL CUESTIONARIO DE DEPENDENCIA EMOCIONAL EN POBLACIÓN COLOMBIANA

DESIGN AND VALIDATION OF THE EMOTIONAL DEPENDENCE QUESTIONNAIRE IN COLOMBIAN POPULATION

MARIANTONIA LEMOS HOYOS
NORA HELENA LONDOÑO ARREDONDO*
GRUPO DE INVESTIGACIÓN ESTUDIOS CLÍNICOS Y SOCIALES EN PSICOLOGÍA
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA, AMEDELLÍN, COLOMBIA

Recibido, septiembre 20/2006
Concepto evaluación, noviembre 7/2006
Aceptado, diciembre 12/2006

* Correspondencia: Nora Helena Londoño A., Facultade de Psicología, Universidad de San Buenaventura – Medellín, Colombia. Carrera 56C # 51 – 90 (Sector San Benito). nora_londono@yahoo.es; nora.londono@usbmed.edu.co.

Resumen

El propósito de esta investigación fue construir y validar un instrumento para evaluar Dependencia emocional. La muestra estuvo conformada por 815 participantes del Área Metropolitana de Medellín Colombia, 506 (62.1%) mujeres y 309 (37.9%) hombres, con edades entre los 16 y los 55 años. De los 66 ítems iniciales que contenía la prueba, fueron excluidos a través del análisis factorial 43 de ellos por no cumplir con los criterios para la selección. El cuestionario final quedó conformado por 23 ítems y seis factores. El Alfa de Cronbach de la escala total fue de 0,927, con una explicación de la varianza del 64.7%. Factor 1: Ansiedad de separación (7 ítems, α = 0.87), Factor 2: Expresión afectiva de la pareja (4 ítems, α = 0.84) , Factor 3: Modificación de planes (4 ítems, α = 0.75), Factor 4: Miedo a la soledad (3 ítems, α = 0.8), Factor 5: Expresión límite (3 ítems, α = 0.62) y Factor 6: Búsqueda de atención (2 ítems, α = 0.7.8). Se encontraron diferencias significativas con relación al sexo en las diferentes subescalas; las puntuaciones de las mujeres en Expresión afectiva de la pareja y Miedo a la soledad fueron mayores, mientras que los hombres reportaron puntuaciones superiores en Búsqueda de atención. Con relación a la edad se encontró que las subescalas Modificación de planes y Expresión límite puntuaban más alto en adolescentes y adultos jóvenes.

Palabras clave: dependencia emocional, estilo cognitivo, perfil cognitivo, construcción de pruebas, validación de pruebas.


Abstract

The purpose of this research project was to construct and validate an instrument to assess Emotional Dependency. The population sample was taken from the Metropolitan Area of Medellín (Colombia) and consisted of 815 participants, of which 506 (62.1%) were women and 309 (37.9%) were men, between the ages of 16 and 55 years old. The original questionnaire contained 66 items, and by means of a factor analysis test,43 of them were excluded for not complying with the selection criteria. Thus, the final questionnaire consisted of 23 items and six factors. The Cronbach Alpha score for the total scale was 0.927, which explained 65% of the variance, whereas for each specific factor the Alpha Scores obtained were the following: Factor 1: Separation Anxiety (7 items, α = 0.87); Factor 2: Couple’s Affective Expression (4 items, α = 0.84); Factor 3: Change of Plans (4 items, α = 0.75); Factor 4: Fear of Loneliness (3 items, α = 0.8); Factor 5: Borderline Expression (3 items, α = 0.62), and Factor 6: Attention seeking (2 items, α = 0.7.8). Significant differences related to gender were found in the different subscales. The highest scores for the female population were obtained in Factors 2 and 4, Couple’s Affective Expression and Fear of Loneliness, whereas men reported higher scores in Factor 6: Attention Seeking. With respect to age, it was found that the highest scores corresponded to the subscales Change of Plans and Borderline Expression in the Adolescent and Young Adult Population.

Key words: emotional dependence, cognitive style, cognitive profile, test design, test validation.


Introducción

La Dependencia emocional se define como un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de manera desadaptativa con otras personas (Castelló, 2000). Este patrón de necesidades incluye creencias acerca de la visión de sí mismo y de la relación con otros, tales como creencias sobrevaloradas frente a la amistad, la intimidad y la interdependencia. Además, creencias sobre las emociones generadas por las relaciones cercanas e íntimas, por la soledad y la separación. Son manifestaciones también los comportamientos interpersonales orientados a mantener la cercanía interpersonal como pedir o dar ayuda y consejos.

Tradicionalmente, se han considerado dos tipos de dependencia: la instrumental y la emocional. La primera se caracteriza por falta de autonomía en la vida cotidiana, inseguridad, carencia de iniciativa, búsqueda de apoyo social, indefensión, dificultades para tomar decisiones y para asumir responsabilidades y desenvolverse con eficacia. La segunda, la dependencia emocional, se caracteriza por excesivas demandas afectivas, relaciones interpersonales estrechas y relaciones de pareja desequilibradas, donde prevalece la sumisión y la idealización de la pareja, con baja autoestima e imperiosa necesidad del otro, que lleva a comportamientos excesivos de aferramiento y alto temor a la soledad (Castelló, 2000; 2002; 2005).

Actualmente existen algunas pruebas que se acercan al constructo de la dependencia emocional (Spouse Specific Dependency Scale SSDS, Interpersonal Dependency Inventory IDI, Relationship Profile Test RPT). La Spouse Specific Dependency Scale (SSDS) fue creada por Rathus y O’Leary (1997) para medir Dependencia emocional. Esta prueba se construyó inicialmente con 178 ítems, 129 ítems provenientes de otros escalas relacionadas con este constructo, nueve provenientes de los criterios del DSM III R para el trastorno de personalidad por dependencia, y 40 construidos a partir de la descripción hecha en la literatura. Luego de una primera revisión, la escala quedó conformada por 159 ítems agrupados en 15 componentes. Se aplicó a 196 estudiantes de la Universidad de Stony Brook (Nueva York), 65 hombres y 131 mujeres (edad media de 19.9 años y un rango de 18 a 26). El instrumento fue sometido a juicio de cinco expertos y analizado psicométricamente. Los resultados arrojaron una escala con tres componentes diferenciados por género, de 10 ítems cada uno: Apego ansioso, Dependencia exclusiva y Dependencia emocional. El coeficiente de confiabilidad general fue de 0.93 tanto para hombres y como para mujeres. El alfa para la subescala de Apego ansioso fue de 0.89 en hombres y 0.88 en mujeres, en Dependencia exclusiva los alfas fueron de 0.89 en hombres y 0.84 en mujeres, y finalmente, la subescala dependencia emocional obtuvo alfas de 0.84 y 0.86 respectivamente. Al analizar esta escala se encontró que fue diseñada con base en el tema de la violencia conyugal, de tal modo que está más orientada a este tipo de población donde se presentan estas dificultades y, además, se muestra cierta tendencia a evaluar la dependencia desde los rasgos del trastorno de personalidad por dependencia, por lo cual no se consideró idónea para evaluar el constructo en nuestra población.

El Inventario de Dependencia Interpersonal (Interpersonal Dependency Inventory IDI), creado por Hirschfeld, Klerman, Gough, Barrett, Korchin y Chodoff (1977), partió de la definición de Dependencia Interpersonal, entendida como un complejo de pensamientos, creencias, sentimientos y comportamientos que giran alrededor de la necesidad de asociarse de forma cercana con otros significativos. Un primer borrador del instrumento incluía 98 ítems que fue aplicado a dos muestras: una compuesta por 88 hombres y 132 mujeres (media de edad de 24 años), y otra constituida por 180 pacientes psiquiátricos con diferentes diagnósticos, 76 hombres y 104 mujeres. Posterior al análisis de confiabilidad y validez de la prueba, el instrumento quedó conformado por 48 ítems y tres subescalas: Dependencia emocional en otra persona, Falta de auto confidencia social en sí mismo y Aserción de autonomía.

Hirschfeld, Klerman, Gough, Barrett, Korchin y Chodoff (1977) realizaron también el análisis de validez del IDI con 48 ítems en una muestra de 187 participantes, 121 identificados como población normal y 66 como pacientes psiquiátricos. Se encontraron alfas de 0.87 para la subescala de Dependencia emocional en otra persona, 0.78 para Falta de auto confidencia social en sí mismo y 0.72 en Aserción de autonomía. No se encontraron diferencias de género en ninguna de las subescalas, tanto en pacientes psiquiátricos, como aquéllos considerados como población normal. Al evaluar los enunciados del Inventario de Dependencia Interpersonal se encontró que se centran en la evaluación de la dependencia de manera general, más que en Dependencia emocional acorde con la definición de Castelló (2000, 2005).

Finalmente, el Test de Perfil Relacional (Relational Profile Test – RPT) fue construido por Bornstein y Languirand en el 2002 (citado por Bornstein, Geiselman, Eisenhart & Languirand, 2002) y mide tres conceptos relacionados con la dependencia: Sobredependencia destructiva, Desapego disfuncional y Dependencia saludable. Bornstein, Geiselman, Eisenhart y Languirand (2002) llevaron a cabo una investigación para medir la validez de constructo de la prueba. Aplicaron el RPT además del Inventory of Altered SelfCapacities (IASC) y el Collins and Read’s Adult Attachment Scale, a 90 estudiantes de una clase de psicología general del Gettysburg College, con edades entre 17 y 21 años (edad media de 18 años con desviación de 0.82). Los resultados mostraron que las personas con puntuaciones altas en la subescala Sobredependencia destructiva experimentaban preocupaciones acerca del abandono, ansiedad sobre la disponibilidad de sus cuidadores, problemas con la cercanía y la intimidad, dificultad para resistir la presión externa y la influencia, además de alteraciones en la identidad y en la regulación del afecto. Las personas que puntuaron alto en la subescala Desapego disfuncional experimentaban sensaciones de desolación y dificultad para expresar afecto e insatisfacción con la vida. Por último, las personas con puntuaciones altas en Dependencia saludable consideraban que podían depender de los otros en algún momento, eran capaces de experimentar sentimientos genuinos de intimidad y cercanía, tenían pocas preocupaciones acerca del abandono por parte de otros significativos, y eran capaces de evaluar la crítica externa y resistir las influencias de otros en un momento determinado. Las mujeres obtuvieron puntuaciones significativamente más altas que los hombres en las subescalas Sobredependencia destructiva y Dependencia saludable.

Bornstein, Languirand, Geiselman, Creighton, West, Gallagher y Eisenhart (2003) realizaron una nueva investigación para relacionar las puntuaciones obtenidas en esta prueba con seis pruebas más (Interpersonal Dependence Inventory, IDI; Separateness Scale, SS; Satisfaction with Life Scale, SWL; Toronto Alexithymia Scale, TAS; Need for Approval Scale, NAPP y Relational Interdependent SelfConstrual Scale, RISC). Se evaluó, además, la confiabilidad test retest a las 23 y 85 semanas. El estudio se llevó a cabo con una muestra inicial de 130 estudiantes de psicología general del Gettysburg College (75 mujeres y 55 hombres), quienes llenaron la batería de pruebas. A las 23 semanas, 50 de estos participantes volvieron a llenar el RPT y otros 50 más lo hicieron a las 85 semanas de la primera evaluación. Encontraron diferencias significativas al comparar las puntuaciones de los hombres y las mujeres en las subescalas Sobredependencia destructiva y Dependencia saludable, con puntuaciones más elevadas en las mujeres. Sobre la correlación entre las subescalas, se encontró que la subescala Dependencia saludable estaba inversamente relacionada el Desapego disfuncional y la Sobredependencia destructiva; las puntuaciones entre la Sobredependencia destructiva y el Desapego disfuncional no estuvieron relacionadas.

Al evaluar la confiabilidad de las subescalas se encontraron coeficientes alfa de 0.83 en sobredependencia destructiva, 0.68 en desapego disfuncional y 0.75 en dependencia saludable, que se consideraron aceptables, así como unas correlaciones con respecto a la escala total semejantes. La escala también mostró unos adecuados niveles de confiabilidad test retest a las 23 semanas en la mujeres (0.68 en sobredependencia destructiva, 0.71 en desapego disfuncional y 0.56 en dependencia saludable); en los hombres ésta fue adecuada en las subescalas Desapego disfuncional (0.80) y Sobredependencia destructiva (0.63), pero no en Dependencia Saludable (0.23). La confiabilidad a las 85 semanas fue aceptable para todas las subescalas con un valor de 0.65 en Sobredependencia destructiva, 0.55 en Desapego disfuncional y 0.48 en Dependencia saludable y no mostró diferencias significativas entre géneros.

Bornstein, Geiselman, Gallagher, Ng, Humees y Languirand (2004), desarrollaron una nueva investigación que constó de tres estudios para examinar la relación entre las puntuaciones del RPT con respecto al género, rol de género y el estereotipo sexual. En el primer estudio se tomó una muestra de 174 participantes, 92 mujeres y 82 hombres (con una edad media de 19,04 años y desviación de 0.85), de una clase de psicología general en Gettysburg College; a quienes se les aplicó el RPT en grupos de 10 a 12 personas. De este estudio, y tomando las puntuaciones obtenidas en los estudios previos (Bornstein et al, 2002; Bornstein et al, 2003), se obtuvieron puntuaciones para la población no clínica del RPT, además de unos niveles de confiabilidad aceptables: Sobredependencia Destructiva = 0.85, Desapego Disfuncional = 0.69 y Dependencia Saludable = 0.77.

El segundo estudio evaluó el impacto del estereotipo sexual en los ítems del RPT. Esta investigación se llevó a cabo con una muestra de 43 mujeres y 40 hombres de una clase de psicología general de la misma universidad, entre los 18 y 22 años (edad media de 19.9 años y desviación de 1.30) que no habían participado en estudios previos sobre el RPT. Para este estudio se utilizó una versión modificada del RPT donde se pedía a los participantes que calificaran cada uno de los ítems en una escala likert que iba desde estereotípicamente masculino a estereotípicamente femenino. Los resultados de este estudio arrojaron que las tres subescalas del RPT diferían en con respecto al grado en que ellas reflejaban comportamientos estereotípicamente masculinos y femeninos. La escala Desapego Disfuncional fue percibida como más estereotípicamente masculina, mientras que la Sobredependencia Destructiva más estereotípicamente femenina; resultados similares a los esperados.

El tercer estudio examinó la relación entre el RPT y los roles de género. Para su realización se utilizó el BSRI, cuestionario usado para evaluar este constructo. Ambas pruebas fueron aplicadas a 84 mujeres y 49 hombres de una clase de psicología general del Gettysburg College, quienes tenían entre 18 y 22 años (media 19.26 años y desviación estándar 1.01) y no habían hecho parte de ningún estudio sobre el RPT. Los resultados mostraron una correlación negativa entre las puntuaciones de masculinidad y la subescala Sobredependencia Destructiva para ambos géneros, así como ninguna relación con las de feminidad. Las puntuaciones de la subescala Desapego Disfuncional no estuvieron relacionadas con masculinidad, tanto en hombres como en mujeres, negativamente correlacionadas con feminidad en las mujeres, y negativamente correlacionadas con androginia en ambos sexos. La escala Dependencia Saludable estuvo positivamente correlacionada con masculinidad, feminidad y androginia en hombres.

Este último instrumento mostró un énfasis en rasgos del trastorno de personalidad por dependencia más que lo que se consideraría Dependencia emocional como tal. Esta razón llevó a considerar necesario la construcción de un instrumento que respondiera directamente al constructo de Dependencia emocional, denominándolo Cuestionario de dependencia emocional CDE.

Método

Diseño

El estudio es del tipo cuantitativo, bajo un enfoque empírico analítico, con un diseño no experimental, psicométrico, de corte transversal.

Participantes

La población objeto de estudio fueron estudiantes (últimos grados de secundaria y universitarios) y personas laboralmente activas, cuyas instituciones estaban ubicadas en área Metropolitana de ciudad de Medellín, Colombia.

Los colegios, universidades y empresas fueron seleccionados por conveniencia. La muestra fue estratificada para asegurar que cada subgrupo (adolescentes, adultos jóvenes y adultos) estuviera representado de forma significativa en el grupo total.

Se consideró como criterio para el tamaño de la muestra el que ésta fuera suficiente para realizar el análisis factorial del instrumento. Se calculó una fracción de muestreo no inferior a 10 participantes por pregunta para alcanzar niveles óptimos de confiabilidad. Se calcularon 660 participantes. La muestra total evaluada estuvo conformada por 815 participantes, 506 (62.1%) mujeres y 309 (37.9%) hombres, con rango de edad de 16 a 55 años. La ubicación de la muestra fue la siguiente: estudiantes de colegios de 10° y 11°, n = 260 (31.9%); estudiantes universitarios, n = 251 (30.8%) y personas laboralmente activas, n = 304 (37.3%).

Instrumento

El cuestionario fue construido con 66 ítems, autoaplicado, cada ítem valorado en una escala likert de seis puntos que va desde uno (Completamente falso de mí) hasta seis (Me describe perfectamente). Se construyó sobre la base teórica del Modelo de la Terapia Cognitiva de Beck (Beck, Freeman et al, 1995) tomando en cuenta el constructo de Perfil Cognitivo como un perfil distintivo que le es propio y específico a personas con dependencia emocional, en el que se consideran características psicológicas en función de las concepciones que la persona tiene de sí mismos y de los otros, la identificación de los estímulos que le son particularmente amenazantes y las estrategias interpersonales:

• Concepto de sí mismo: creencias sobre lo que es, piensa o como se describe a nivel cognitivo, emocional y social una persona. En el caso de la dependencia emocional nombra ideas de desvalimiento, susceptibilidad y poca valoración personal. Ítems 3, 4, 5*, 6, 7, 17, 18, 20, 21*, 30, 31, 32, 41*, 44, 45, 46, 47, 60, 65

• Concepto de otros: creencias sobre lo que se piensa que es, a nivel cognitivo, emocional y social, el otro. Para el dependiente emocional implica ideas de sobrevaloración e idealización del otro. Ítems 1, 16, 43.

• Amenazas: situaciones o eventos que generan estados emocionales perturbadores para el sujeto; en este caso refiere situaciones que nombren la posible ruptura de la relación o cualquier sensación de incomodidad del otro que pueda provocarla más adelante. Ítems 8, 9, 10*, 19, 22*, 23, 24, 34, 35, 36, 37, 48, 49, 50, 51, 56, 57, 58, 59.

• Estrategias interpersonales: modo como los diversos tipos de personalidad se relacionan y actúan con otras personas y el modo como utilizan el espacio interpersonal. Las conductas de aferramiento y de búsqueda de atención, así como conductas que buscan reparar la ruptura son las típicas en la dependencia emocional. Ítems 2*, 11, 12, 13, 14, 15, 25, 26, 27, 28, 29, 33, 38, 39, 40, 42, 52, 53, 54, 55*, 61, 62, 63, 64, 66.
* Ítems invertidos.

Procedimiento

Luego de la construcción del instrumento, se procedió a la revisión por tres jurados expertos, y luego se realizaron las modificaciones sugeridas y se llevó a cabo la prueba piloto con 40 personas.

Con la muestra seleccionada se realizó el trabajo de campo, se les presentó el consentimiento informado a los participantes y quienes aceptaron participar voluntariamente, respondieron el instrumento. Se construyó la base de datos en hoja de cálculo de Microsoft Excel 4.0 y se exportó al programa estadístico SPSS 14.0.

Análisis Estadístico

Se evaluó la consistencia interna de la prueba a partir del coeficiente Alfa de Cronbach de las subescalas y en la totalidad de la prueba. Se obtuvieron los datos de frecuencia y estadísticos descriptivos, se realizó la prueba de normalidad a cada una de las variables de análisis para identificar el tipo de prueba estadística a emplear: paramétrica o no paramétrica. Además, se consideraron los grados de libertad de las variables analizadas, revisando que fueran los mismos que se tenían en cuenta para el análisis de datos en las pruebas, y que los valores estadísticos presentados estuvieran en línea con los datos estadísticos proporcionados. Para todos los análisis llevados a cabo se supuso un nivel de significación estadística del 5% (α = 0.05). Como regla de decisión se tomó en cuenta:

• Si el valor de p<α se considera región de rechazo, por lo tanto se rechazó la hipótesis nula.

• Si el valor de p>α se considero región de aceptación, por lo tanto no se rechazó la hipótesis nula.

El análisis factorial se llevó a cabo con el método de componentes principales con rotación ortogonal varimax y oblicua (oblimin directo) para dimensiones no correlacionadas con todas las variables. Ambos análisis comenzaron por determinar si los datos se ajustaban al análisis factorial (AF), calculando el índice de Kaiser – Meyer – Olkin (KMO), con el criterio que si el índice era mayor que 0.7 se justificaba el AF. También se calculó la prueba de esfericidad de Bartlett.

Para la elección de los factores y los ítems que lo conforman, se consideraron los siguientes criterios:

• Los factores debían tener un valor propio mayor que 1.

• La pregunta debía tener una saturación (carga factorial) igual o superior a 0.50.

• La pregunta se debía incluir en un solo factor; aquel en el que presentara un mayor nivel de saturación, preguntas con cargas similares en distintos factores fueron excluidas.

• Debía poseer una congruencia conceptual entre todas las preguntas que se incluyeran en un factor.

• Un factor debía estar conformado por tres o más preguntas, a excepción de aquellos factores en el que dos preguntas estuvieran claramente sustentadas por la teoría o por el coeficiente de consistencia interna.

• Un factor debía poseer una confiabilidad superior a 0.5.

Todos los análisis se llevaron a cabo mediante el programa estadístico SPSS (versión 14).

Resultados

Análisis descriptivo de la muestra

La muestra estuvo conformada por 815 participantes del Área Metropolitana de MedellínColombia, 506 (62.1%) mujeres y 309 (37.9%) hombres, con un rango de edad de 16 a 55 años.

La variable edad se distribuyó asimétricamente, con una media de 24.1 años (D.S. = 9.3). El mayor número de participantes estuvo conformadog por adolescentes entre los 16 y los 17 años (38.7%), seguido de adultos jóvenes entre los 18 y los 30 años de edad (29.9%) y los demás fueron de la categoría de adultos medios y mayores.

Respecto a la distribución según el estrato socioeconómico el mayor porcentaje de los participantes fue de personas que pertenecían a estratos 3 y 4 (54.8%), seguido por las de los estratos 5 y 6 (26.4%). El resto de participantes fueron del estrato 1 y 2 (18.8%). Con relación al nivel académico, el 32.6% había cursado sólo la educación básica; el 34.4%, la secundaria, y el 33% tenía estudios superiores. La categoría Tener o no pareja actual se distribuyó de manera relativamente homogénea, el 54,1% tenían en el momento de la evaluación pareja y el 45.9% no tenían pareja actual (véase tabla 1).

Patrón de respuesta del ítem

Inicialmente se analizó el patrón de respuesta de la muestra para cada uno de los ítems del CDE, encontrando que el ítem 38 presentaba una tendencia a agrupar en el valor de una a más del 70% de la muestra total (86%) por lo que se consideró necesario analizarlo más adelante de acuerdo a los resultados de la confiabilidad y el análisis factorial.

Confiabilidad

El alfa total de la escala fue de 0.950. Al realizar el análisis de confiabilidad de las subescalas se encontraron alfas aceptables para las subescalas concepto de sí mismo, amenazas y estrategias interpersonales. Sin embargo, en todas se señalaron ítems que debían ser eliminados para aumentar la confiabilidad. La subescala concepto de otros tuvo un alfa muy bajo (á= 0.437), que llevó a que se considerara pertinente pensar en eliminar esta subescala completamente. Los alfas finales para las subescalas fueron concepto de sí mismo 0.809, amenazas 0.903, y estrategias interpersonales 0.878 (véase tabla 2).

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Análisis Factorial

El análisis factorial exploratorio se realizó con el cuestionario de 66 ítems. La medida de adecuación KMO del Cuestionario de dependencia emocional alcanzó un puntaje superior a 0.7 y la prueba de esfericidad de Bartlett estuvo por debajo de 0.05, validando el procedimiento del análisis factorial (KMO = 0,954; Bartlett p = 0.000). El Alfa de Cronbach inicial de la prueba para los 66 ítems fue de 0.950, con un 55.46% de varianza total explicada para 13 componentes. De los 66 ítems iniciales que contenía la prueba, fueron excluidos los siguientes 43 ítems por no cumplir con los criterios considerados para la elección (numeral 4.9): 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 31, 32, 33, 34, 39, 40, 41, 42, 43, 47, 49, 52, 54, 55, 59, 60, 62, 66. La prueba finalmente quedó conformada por 23 ítems y seis factores (véase Anexo A), los cuales explican un porcentaje de la varianza de 64.7%. El primer factor quedó conformado por siete ítems, y al analizar la explicación de la varianza, éste es el que mayor porcentaje aporta con un 38.86%, y un valor propio de 8.94. El segundo y tercer factor quedaron conformados cada uno por cuatro ítems, con un porcentaje de explicación de la varianza de 6.34 y 5.70 respectivamente, y los ítems cargan con valores no inferiores a 0.6. El cuarto y quinto factor quedaron conformados por tres ítems, con porcentajes de explicación de la varianza de 5.02 y 4.68 respectivamente. Al cuarto lo cargaron ítems con valores no inferiores a 0.07, y al quinto ítems con valores no inferiores a 0.6. Por último, el quinto factor quedó conformado por dos ítems, con un porcentaje de explicación de la varianza de 4.1. Sus ítems cargaron con valores no inferiores a 0.75, lo cual hace que se le considere pese al poco número de sus ítems (véase tabla 3).

El valor Alfa de Cronbach alcanzado por las subescalas estuvo entre 0.617 y 0.871, el de la escala total fue de 0,927 (véase tabla 4).

La tabla 5 presenta los valores estadísticos de las medidas de tendencia central y dispersión y los percentiles de las subescalas de dependencia emocional.

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Análisis comparativo de medias con relación al sexo

Se compararon los resultados para cada uno de los sexos, encontrando diferencias significativas en las subescalas Expresión afectiva de la pareja, Búsqueda de atención y Miedo a la soledad (véase tabla 6).

Análisis comparativo de medias con relación a los grupos de edades

Al comparar las medias entre los grupos de edad se hizo evidente las diferencias en las subescalas modificación de planes y expresión límite entre los grupos de edad de 16 a 18 años y el grupo de 19 a 25 (véase tabla 7).

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Discusión

El Cuestionario de Dependencia emocional (CDE) se adaptó consistentemente en la población colombiana. Si bien el trabajo corresponde a una primera etapa de validación (validación de constructo), los resultados arrojados a través del análisis factorial lograron identificar seis subescalas, conformados por ítems consistentes tanto conceptual como estadísticamente, con confiabilidad de cada una aceptable (Alfas entre 0.671 y 0.871), al igual que la escala total (Alfa de 0.927). El porcentaje de la varianza total acumulada fue de 64.7%, lo cual plantea que lo evaluado a través de esta prueba está representado por una sola dimensión (Dependencia emocional).

Aunque el instrumento teóricamente fue diseñado desde el Modelo de la terapia cognitiva de Beck, desde la conceptualización del Perfil cognitivo (Beck, Freeman et al, 1995), y se elaboró con cuatro subescalas referente al Concepto de sí mismo, Concepto de otros, Amenazas y Estrategias interpersonales, éstas no se reprodujeron en el análisis factorial, y la reagrupación de los ítems en seis subescalas, conceptualmente se aproximan más a la descripción de Dependencia emocional desde la teoría de Castelló (2005).

Sin embargo, se logró identificar un Perfil cognitivo con los subescalas arrojados en la investigación, las cuales contemplan aspectos sobre el concepto de sí mismo, las amenazas y las estrategias interpersonales del dependiente emocional, pero no frente al concepto con relación a los otros. Con relación al concepto de otros se había considerado que podría emerger un componente que expresara la sobrevaloración frente al otro, como lo descrito por Castelló (2005), aunque podría interpretarse que en el enamoramiento, todas las personas tienden a idealizar a sus parejas, lo cual puede llevar a que el concepto sobre otros no se considere como un factor propio para identificar a la persona con Dependencia emocional. Además, al realizar la revisión teórica se encontró que para esta dimensión no hay muchos acuerdos, ya que algunos autores no reconocen una concepción de otros muy clara (Castelló, 2000; Shaeffer, 1998; Norwood, 1985).

Igualmente, se debe tener presente que las personas objeto de amor de los dependientes emocionales no son, por sí mismas, figuras que tiendan a ser idealizadas por la gente en general, sino más bien características de personalidad del dependiente emocional las que llevan a que este proceso se desarrolle, y que podría entonces estar supeditado a los otros factores, de tal manera que no aparezca como un factor principal (Castelló, 2005).

Los siguientes fueron los factores que se identificaron a través del análisis factorial:

Factor 1, denominado Ansiedad de separación: se describen las expresiones emocionales del miedo que se producen ante la posibilidad de disolución de la relación. Si bien como cuadro clínico la Ansiedad por separación hace parte de los Trastornos de la infancia, la niñez o la adolescencia (American Psychiatric Association, 2002), las características esenciales de Ansiedad excesiva concerniente al alejamiento de aquellas personas quienes el sujeto está vinculado, Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida y separación de una figura vincular importante, son similares a los contenidos de los enunciados representados en los ítems de este factor. Sin embargo, como Trastorno el contenido de la preocupación es por pérdidas o porque éstas sufran posibles daños, y en el factor acá descrito el temor es por el abandono, la separación o el distanciamiento: Me preocupa la idea de ser abandonado por mi pareja, “Si mi pareja no llama o aparece a la hora no acordada me angustia pensar que está enojado conmigo”, “Cuando mi pareja debe ausentarse por algunos días me siento angustiado”, “Cuando discuto con mi pareja me preocupa que deje de quererme”, “Cuando tengo una discusión con mi pareja me siento vacío”, “Siento temor a que mi pareja me abandone”, “Si desconozco donde está mi pareja me siento intranquilo”.

La ansiedad por separación genera y refuerza las pautas interpersonales de dependencia, la persona se aferra demasiado a su pareja, le asigna significados y lo sobrevalora, lo percibe como necesario para vivir feliz y en calma, y como la opción directa para no sentir la angustia que le genera la soledad. La ansiedad por separación puede surgir ante el distanciamiento temporal que implica la vida cotidiana, separaciones rutinarias que pueden generar desconfianza del regreso de su pareja y que lleva a la activación de pensamientos automáticos de relacionados con la pérdida y la soledad (Castelló, 2005; Schaeffer, 1998; Beck, Feeman, Davis et al, 2004).

Factor 2, denominado Expresión afectiva: necesidad del sujeto de tener constantes expresiones de afecto de su pareja que reafirmen el amor que se sienten y que calme la sensación de inseguridad. La desconfianza por el amor de la pareja y la necesidad de un amor incondicional llevan a que el dependiente emocional demande de su pareja expresiones constantes de afecto, que le aseguren que es amado (Lynch, Robins & Morse, 2001). Esta demanda puede estar originada por una necesidad insaciable de la pareja, que es lo que ha asemejado este cuadro a una dependencia a sustancias (Castelló, 2005; Schaeffer, 1998).

Las creencias hacen referencia a los siguientes enunciados que conforman el factor: “Necesito constantemente expresiones de afecto de mi pareja”, “Necesito demasiado que mi pareja sea expresiva conmigo”, “Necesito tener a una persona para quien yo sea más especial que los demás”, “Me siento muy mal si mi pareja no me expresa constantemente el afecto”.

Factor 3, denominado Modificación de planes: el cambio de actividades, planes y comportamientos debido a los deseos implícitos o explícitos por satisfacer a la pareja o a la simple posibilidad de compartir mayor tiempo con ella. Para el dependiente emocional su pareja es el centro de su vida, de tal forma que no existe nada más importante, incluyéndose a sí mismo, a sus hijos o al resto de su familia. Así, es importante estar atento a las necesidades, deseos o incluso caprichos de la pareja para poder satisfacerlos (Castelló, 2005). Adicionalmente, este comportamiento hace referencia al deseo de exclusividad del dependiente emocional, el cual se da en ambos sentidos, tanto del dependiente que deja de involucrarse en otras actividades para estar enteramente dispuesto para su pareja, como en el deseo que su pareja realice lo mismo (Castelló, 2005).

Se incluye una serie de supuestos y preposiciones tales como: “Si mi pareja me propone un programa dejo todas las actividades que tenga para estar con ella”, “Si tengo planes y mi pareja aparece los cambio sólo por estar con ella”, “Me divierto sólo cuando estoy con mi pareja”, “Me alejo demasiado de mis amigos cuando tengo una relación de pareja”.

Factor 4, denominado Miedo a la soledad: dentro de la descripción del componente se identifica el temor por no tener una relación de pareja, o por sentir que no es amado. El dependiente emocional necesita a su pareja para sentirse equilibrado y seguro, de tal forma que la soledad es vista como algo aterrador, aspecto que es evitado por el dependiente emocional (Castelló, 2005; Schaeffer, 1998). El miedo a la soledad ha sido bastante tratado por Castelló (2005) quien ha afirmado que el dependiente, por encima de cualquier cosa, es consciente de su necesidad del otro, de no poder vivir sin su pareja, de la necesidad de contar con el otro y tenerlo a su lado.

Esta subescala está conformada por pensamientos automáticos del tipo “Me siento desamparado cuando estoy solo”, “No tolero la soledad”, y “Siento una fuerte sensación de vacío cuando estoy solo”.

Factor 5, denominado Expresión límite: la posible ruptura de una relación para el dependiente emocional puede ser algo tan catastrófico por su enfrentamiento con la soledad y la pérdida del sentido de vida, que puede llevar a que el sujeto realice acciones y manifieste expresiones impulsivas de autoagresión, relacionadas con las características de la persona con un trastorno límite de la personalidad. Las manifestaciones límites frente a la pérdida, las cuales pueden ser vistas como estrategias de aferramiento ante su pareja, reflejan el grado de necesidad que el dependiente tiene de la misma (Castelló, 2005; Bornstein et al, 2002).

Este factor está conformado por enunciados que describen eventos pasados, concepto actual sobre sí mismo y creencias sobre lo que se podría llegar a hacer, con el fin de retener al otro: “He amenazado con hacerme daño para que mi pareja no me deje”, “Soy alguien necesitado y débil”, “Soy capaz de hacer cosas temerarias, hasta arriesgar mi vida, por conservar el amor del otro”.

Factor 6, denominado Búsqueda de atención: se tiende a la búsqueda activa de atención de la pareja para asegurar su permanencia en la relación y tratar de ser el centro en la vida de éste(a). Se expresa a través de la necesidad psicológica que el dependiente tiene hacia su pareja (Castelló, 2005). La búsqueda de atención podría verse como una tendencia histriónica que se presenta en algunos dependientes emocionales (Morse, Robins & GittesFox, 2002), aunque debe aclararse que esta búsqueda puede hacerse también por otros medios, tales como la asunción de una posición pasiva y sumisa, si esto es lo que la pareja desea (Bornstein, 1998a, 1998b). Esta búsqueda responde también a ese deseo del dependiente emocional de tener la atención de su pareja en forma exclusiva, de tal forma que lleva a cabo lo que sea necesario para tener siempre su atención (Castelló, 2005).

Se describen los esfuerzos activos que se hacen para obtener la atención de la pareja: “Hago todo lo posible por ser el centro de atención en la vida de mi pareja”, “Para atraer a mi pareja busco deslumbrarla o divertirla”.

Las diferencias individuales con relación al género son: en las subescalas de Expresión afectiva de la pareja y Miedo a la soledad, puntuaciones superiores en las mujeres; y en la subescala Búsqueda de atención, puntuaciones más altas en los hombres. No se presentaron diferencias en las subescalas Ansiedad de separación, Modificación de planes y Expresión límite. Estos resultados pueden abordarse desde la teoría social cognitiva con relación a la identificación del género: es decir, la aceptación de ciertas pautas comportamentales en las mujeres, las cuales suelen ser más expresivas emocionalmente y buscan estar acompañadas, y en los hombres con pautas comportamentales que los hace ser atentos y galantes con sus parejas. Las expectativas sociales frente al comportamiento de la mujer en su rol femenino se aproximan al perfil de afectuosas, tiernas y poco autónomas. En el hombre se evidenciaron mayores conductas relacionadas con ser el centro de atención, lo cual puede estar relacionado con la imagen de conquistar, y mantener la superioridad frente a otros pares masculinos. De esta manera puede suponerse que en el hombre, los esquemas de dependencia se manifiestan a través de pautas interpersonales donde son evidentes los esfuerzos por atraer, conquistar y demandar ser el centro de atención de su pareja en diferentes contextos, tal como lo propone también Bornstein (1998a).

Al analizar estas diferencias de sexo también cabe anotar cómo aquellas subescalas en las que se encuentran puntuaciones más altas por parte de la mujer generalmente han sido entendidas como comportamientos demandantes y que denotan dependencia emocional, mientras que la subescala de búsqueda de atención puede analizarse no sólo desde un patrón dependiente sino como un rasgo narcisista. Estas expresiones comportamentales de la Dependencia emocional pueden ser más visibles en mujeres que en hombres (Sanathara, Gardner, Prescott & Kendler, 2003; AlonsoArbiol, Shaver & Yarnóz, 2002; Turner & Turner, 1999; Bornstein, Manning, Krukonis & Mastrosimone, 1993; Bornstein & O’Neill, 2000).

Con relación a las diferencias encontradas entre los grupos de edad se debe anotar que autores como Bornstein (1993) han señalado como la dependencia parece ser un factor estable a lo largo del desarrollo, de tal forma que sus puntuaciones pueden mantenerse constantes al ser evaluada mediante cuestionarios como los aquí utilizados. Sin embargo, se señala como al incrementar la edad la dependencia comienza a manifestarse con más frecuencia en comportamientos que podrían calificarse como “socialmente apropiados”, de tal forma que las diferencias encontradas entre los grupos de adolescentes y adultos jóvenes en las subescalas Modificación de planes y Expresión límite, tendrían desde allí una explicación. Estas diferencias se dan en dos escalas que tienden a involucrar comportamientos de apego ambivalente, aspecto que debe clarificarse en una futura investigación. Sin embargo, estos resultados son coherentes con lo encontrado por Brown y Wright (2003) y Dávila, Steinberg, Kachadourian, Cobb y Fincham (2004), quienes plantean que este tipo de apego puede llevar a mayores dificultades en las relaciones afectivas que las que llevaría un apego evitativo, más propio de comportamientos de desvinculación (Bartolomew & Larsen, 1992).

Conclusiones

La prueba de Dependencia emocional inicialmente mostró una confiabilidad de 0.950 para 66 ítems y 4 componentes: Concepto de sí mismo, Concepto de otros, Amenazas y Estrategias interpersonales.

Posterior al análisis factorial, el nivel de confiabilidad de la prueba reportó una Alfa de Cronbach de 0.927, con la identificación de 23 ítems y seis subescalas, con un rango de confiabilidad entre 0.871 y 0.617. Los componentes identificados fueron: Ansiedad de separación, Expresión afectiva de la pareja, Modificación de planes, Miedo a la soledad, Expresión límite, Búsqueda de atención.

Las dimensiones de Dependencia emocional que señala este cuestionario apuntan a un factor central disparador de la como es la ansiedad de separación y el miedo a la soledad. Sin embargo, también se hace anotación a las estrategias interpersonales utilizadas por la persona para mantener a su pareja a su lado, es decir, la expresión afectiva a la pareja, la modificación de planes, la búsqueda de atención y la expresión límite.

La diferencia entre el amor normal y la dependencia es meramente cuantitativa, es la distancia entre querer y necesitar (Castelló, 2005); por esto los factores que en ella están involucrados son aspectos que pueden aparecer en forma moderada en una relación de pareja normal, pero que en el dependiente emocional son permanentemente presentes y marcan su pauta de interacción con su pareja.

En el Cuestionario de dependencia emocional las diferencias individuales con relación al sexo reportaron en las mujeres mayores puntuaciones en las subescalas de Expresión afectiva de la pareja y Miedo a la soledad, mientras en los hombres las puntuaciones mayores fueron en la subescala Búsqueda de atención. Estas diferencias entre los sexos parecen estar influenciadas por el patrón cultural que percibe los comportamientos demandantes de afecto como algo femenino, así como el miedo a la soledad, y el tratar que busca conquistar, elogiar y mantener el centro de atención de la pareja, como un patrón más masculino.

En el cuestionario, se señalaron diferencias individuales con relación a la edad, encontrándose diferencias entre adolescentes y adultos jóvenes en las subescalas Modificación de planes y Expresión límite, siendo éstas más altas en los adolescentes. Se recomienda estudios posteriores que realicen la validez de criterio concurrente, predictiva y más evidencias de validez de constructo, como diferencias de grupos distintos, evidencia convergente, evidencia discriminante, entre otras.


Referencias

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ANEXO A
CDE

LEMOS M. & LONDOÑO, N. H. (2006)

Instrucciones:

Enumeradas aquí, usted encontrará unas afirmaciones que una persona podría usar para describirse a sí misma con respecto a sus relaciones de pareja. Por favor, lea cada frase y decida que tan bien lo(a) describe. Cuando no esté seguro(a), base su respuesta en lo que usted siente, no en lo que usted piense que es correcto.

Elija el puntaje más alto de 1 a 6 que mejor lo(a) describa según la siguiente escala:

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