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Infectio

Print version ISSN 0123-9392

Infect. vol.14 no.4 Bogotá Oct./Dec. 2010

 

GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA

Guías de práctica clínica para la prevención de infecciones intrahospitalarias asociadas al uso de dispositivos médicos

Clinical practice guidelines for the prevention of nosocomial infections associated with the use of medical devices

Carlos Arturo 1, Jorge Alberto Cortés2, Carlos Hernando Gómez3, Julián Alfredo Fernández4, Mónica Patricia Sossa5, Fabián Beltrán6, Giovane Mendieta Izquierdo7, Franco Montufar Andrade8, Guillermo Ortiz9, Adriana Padilla10

1 Facultad de Medicina. Universidad Nacional de Colombia; Pontificia Universidad Javeriana. Departamento de Enfermedades Infecciosas, Colsanitas S.A.

2 Departamento de Medicina, Universidad Nacional de Colombia.

3 Unidad de Infectología, Hospital Universitario San Ignacio.

4 Grupo de Infecciones y Salud en el Trópico, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia.

5 Fundación Universitaria Sánitas.

6 Asociación Colombiana de Químicos Farmacéuticos Hospitalarios.

7 Fundación Universitaria del área Andina.

8 Hospital Pablo Tobón Uribe, Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax.

9 Hospital Santa Clara; jefe de posgrado de Medicina Interna y Neumología, Universidad El Bosque.

10 Asociación Colombiana de Terapia Intravascular, Fundación Ciencias de la Salud, Hospital San José.


Resumen

Las infecciones asociadas a la atención en salud representan un problema de salud pública y son un indicador de la calidad en prestación y gestión en salud. En este contexto, los programas de vigilancia y control epidemológico de estas enfermedades, y la adaptación e implementación de guías para su prevención son estrategias que pueden mejorar la seguridad del paciente y deben ser una prioridad para las instituciones.

Un panel de expertos de las áreas de infectología, cuidados intensivos, neumología, enfermería, terapia respiratoria y farmacia, preparó una guía de práctica clínica para la prevención de las infecciones asociadas a dispositivos médicos, mediante un proceso de adaptación de otras guías por medio de una estrategia de búsqueda sistemática basada en la “evidencia”.

Se propone que estas guías sean utilizadas por los trabajadores de la salud con el fin de establecer estrategias que prevengan la aparición de infecciones hospitalarias relacionadas con dispositivos de uso prioritario durante el cuidado intensivo. Se hacen recomendaciones basadas en información científica y adaptadas a nuestro medio en temas generales, como la introducción de listas de chequeo, el lavado de manos y los sistemas de vigilancia y supervisión; se formulan recomendaciones específicas para la prevención de las infecciones del torrente sanguíneo asociadas a dispositivos intravasculares, de las infecciones respiratorias asociadas al uso de asistencia respiratoria mecánica y de las infecciones urinarias asociadas al uso de catéteres urinarios.

Abstract

Healthcare associated infections (HAI) are an important public health problem and an indicator of the quality of healthcare and management. In this scenario, surveillance and epidemiologic control programs and the adaptation and implementation of clinical guidelines for HAI prevention are estrategies that can improve the safety of patient care and should be prioritized in the institutions. Evidence based clinical practice guidelines for the prevention of infections asociated with invasive medical devices were prepared by an expert panel in infectious diseases, critical care, pulmonary care, nursery, respiratory therapy and pharmacy by means of a process of adaptation of other guidelines available through a systematic review of the literature. These guidelines are intended to be used by healthcare workers with the aim of establishing estrategies to prevent HAI related to invasive medical devices. Recommendations based of scientific evidence adapted to our setting are made related to general estrategies such as checklists, hand washing, surveillance and supervision systems. Specific recommendations to prevent bloodstream infections related to intravascular catheters, respiratory infections related to mechanical ventilation and urinary tract infections related to urinary catheters are made.

Palabras clave: catheter-related Infections; Centers for Disease Control and Prevention (U.S.), cross infection, indwelling catheters, intubation, pneumonia, prevention and control [subheading], ventilator-associated; urinary catheterization; urinary tract infections. Intubación, Neumonía Asociada al Ventilador, prevención; /prevención & control /prevención y control; cateterismo; cateterismo arterial periférico; infecciones Nosocomiales, Cateterismo Urinario.

Introducción Desde la Asamblea Mundial de la Salud del 2002, se reconoce la seguridad del paciente como un problema serio de salud pública, especialmente en los países en desarrollo, en los cuales el riesgo de infección intrahospitalaria es mayor (1). Como respuesta a este problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) creó en 2004 la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente (2), haciendo énfasis en algunas actividades principales, a saber, en el 2005 y 2006, “una atención limpia es una atención más segura”, en el 2007 y 2008, “la cirugía segura salva vidas”, en la que se incluye la importancia de la profilaxis antibiótica como un marcador de buena atención, y en el 2008 y 2009, “la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos”.

En Colombia se estableció la vigilancia de los efectos adversos mediante la Resolución 1446 de 2006 y, posteriormente, en junio del 2008, se publicaron los lineamientos para la implementación de la política de seguridad del paciente (3); allí se incluye la prevención de las infecciones asociadas a la atención en salud.

Recientemente se publicó en el sitio web del Ministerio de la Protección Social de Colombia -en el observatorio de calidad de la atención en salud- la información básica sobre la importancia de la evaluación de las tecnologías en salud (4), en la que se destaca la definición propuesta por la OMS para las tecnologías para la salud o tecnologías sanitarias, las que se entienden como «la aplicación de conocimientos teóricos y prácticos estructurados en forma de dispositivos, medicamentos, vacunas, procedimientos y sistemas elaborados para resolver problemas sanitarios y mejorar la calidad de vida». Previamente, el Ministerio de la Protección Social había publicado un documento que planteaba la necesidad de diseñar este modelo para el sistema de salud colombiano (5). En general, gran parte de los esfuerzos en estas evaluaciones se dirigen al análisis de las intervenciones para diagnóstico y tratamiento; muy pocas enfatizan en la prevención.

En el 2009, el Ministerio de la Protección Social, como parte del proceso de conformación de una Red en Resistencia Antimicrobiana e Infección Intrahospitalaria, presentó un informe de diagnóstico de la situación actual de la infección intrahospitalaria en Colombia. En este informe se evidenciaba cómo, a pesar de la normatividad vigente en cuanto a estándares de calidad y habilitación de atención de salud, aún existe en el país un subregistro importante, lo que no permite conocer adecuadamente la magnitud del problema. El dato global oficial registrado es de sólo 1,6%, mientras que diferentes estudios realizados en algunas instituciones permiten colegir que las cifras son mucho más altas. En estas condiciones, las infecciones asociadas al uso de dispositivos vasculares, respiratorios o urinarios y asociadas a procedimientos quirúrgicos tienen un alto impacto; asimismo, este tipo de infecciones son las que se han descrito en la literatura como las principales causas de mortalidad y las generadoras de costos extra para su atención (6-9).

El impacto, medido no sólo económicamente sino también en vidas humanas, ha sido señalado en múltiples estudios e informes, lo que ha llevado a que la prevención de las infecciones asociadas a la atención en salud sea uno de los cuatro objetivos de Medicare y Medicaid en los Estados Unidos para el mejoramiento de la calidad hospitalaria, una de las ocho metas para la seguridad del paciente de la Joint Comission y una de las cuatro prioridades de investigación del programa de seguridad del paciente de la OMS (10,11). En América Latina, con participación de hospitales colombianos, se llevó a cabo el estudio de efectos adversos (IBEAS) (12) y se encontró que 37,2% de los efectos reportados se relacionaban con infecciones asociadas a la atención.

En este contexto, los programas de vigilancia y control epidemológico de las infecciones asociadas a la atención en salud, y la implementación y adaptación de guías para su prevención, son estrategias que pueden mejorar la seguridad del paciente y deben ser una prioridad para las instituciones. En general, en las guías relacionadas con la prevención de dichas infecciones, se hacen recomendaciones basadas en el mejoramiento de procesos que han demostrado su utilidad y que no requieren ninguna evaluación adicional, como la introducción de listas de chequeo, el lavado de manos y los sistemas de vigilancia y supervisión, entre otros.

En este documento se encuentra una serie de recomendaciones basadas en información científica y adaptadas a la realidad colombiana y latinoamericana, fruto del trabajo conjunto de varias sociedades científicas de diferentes profesiones de la salud: Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo, Asociación Colombiana de Neumología, Asociación Colombiana de Facultades de Terapia Respiratoria, Asociación Colombiana de Químicos Farmacéuticos Hospitalarios y la Asociación Colombiana de Terapia Intravascular que, bajo la coordinación del Capítulo Central de la Asociación Colombiana de Infectología, permitieron el desarrollo exitoso de este consenso.

Metodología

Adaptación de las guías de práctica clínica La adaptación de las guías de práctica clínica implica su modificación de acuerdo con las circunstancias o las diferentes condiciones ambientales (12-15). La adopción de las recomendaciones depende de su aplicabilidad, es decir, su pertinencia para un ámbito local en un contexto específico, o de la capacidad de transferir una recomendación de un ámbito a otro (16,17).

En el proceso de adaptación de estas guías, se desarrollaron las siguientes etapas: a. revisión sistemática de la literatura para identificar las guías pertinentes anteriormente publicadas; b. selección de las guías por criterios de coherencia, aceptabilidad y aplicabilidad; c. evaluación de las guías seleccionadas con el instrumento AGREE y selección por criterios de calidad y pertinencia de las guías para su adaptación; d. adaptación de las recomendaciones de las guías seleccionadas a partir de la metodología Delphi y el consenso de expertos; e. graduación del nivel de las recomendaciones con la escala Oxford.

Revisión sistemática de la literatura para búsqueda de guías de ptáctica clínica Para cada una de las búsquedas, se formuló una pregunta de investigación según la metodología PICO (24-34). Para el desarrollo de esta guía, la pregunta básica para cada una de las búsquedas fue: ¿cuáles son las mejores estrategias para la prevención de la infección intrahospitalaria asociada al uso de dispositivos? Se especificó que se realizaran búsquedas de guías de práctica clínica, aunque se buscaron también artículos originales para hacer revisiones sistemáticas sobre las recomendaciones en que hubiera resultados divergentes.

Según los términos propuestos en la pregunta de investigación, se obtuvieron palabras clave MeSH y DeCS. Se crearon diferentes combinaciones con estas palabras clave y, a partir de ellas, se hizo la búsqueda en bases de datos como Medline, Lilacs, Imbiomed, Cochrane, Google académico, y en bases especializadas, como US National Guideline Clearinghouse y la German Guidelines Clearinghouse. También, se consideraron como fuentes las bibliografías relacionadas en los documentos obtenidos durante la búsqueda primaria y se incluyeron en la búsqueda en otras fuentes de información, entre ellas: National Library of Guidelines, National Institute for Health and Clinical Excellence, Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN) e International Nosocomial Infection Control Consortium (INICC).

Selección y evaluación de las guías de práctica clínica encontradas Para la selección de las cinco guías sometidas a evaluación y la elección de las tres con mejor calificación, se tuvo en cuenta la actualización (publicación más reciente), coherencia, aceptabilidad y aplicabilidad de cada una de las recomendaciones encontradas.

Para evaluar la congruencia de las guías, se siguieron las recomendaciones del grupo ADAPTE (38), que evalúa: a. la estrategia de la búsqueda y de selección de la información que respalda las recomendaciones; b. la congruencia entre la información seleccionada y la forma como como los autores resumieron e interpretaron dicha información, y c. la congruencia entre la interpretación de la información y las recomendaciones.

La evaluación de la aceptabilidad y la aplicabilidad de las recomendaciones de las guías, se hizo teniendo en cuenta el contexto colombiano. Se consideraron las particularidades de nuestro contexto frente a disponibilidad de servicios, experiencia, recursos del sistema de salud, características de la población, creencias y juicios de valor.

Una vez identificadas las guías para cada sección, se procedió a evaluarlas usando el instrumento AGREE (30). La utilización de dicho instrumento como herramienta de evaluación de las guías de práctica clínica es ampliamente recomenda da y ha sido validada para diferentes tipos de guías en diversos contextos (40-39). El instrumento AGREE está diseñado para evaluar la calidad metodológica de las guías de práctica clínica y sus dominios responden a los criterios de alcance y objetivo, participación de los implicados, rigor en la elaboración, claridad y presentación, aplicabilidad e independencia editorial. Se calcularon los puntajes estandarizados para cada una de las áreas y se seleccionaron aquellas guías que presentaban mayores puntajes en las áreas de rigor, aplicabilidad y claridad. Las guías con mayor puntaje en la evaluación se incluyeron en la adaptación.

Adaptación con la metodología Delphi La conversión de la información en recomendaciones para una guía de práctica clínica, debe considerar aspectos de organización -y del contexto cultural en donde se van a interpretar e implementar los datos, particularmente cuando estos son débiles o dispersos (41-43). Sin embargo, el desarrollo de novo de guías basadas en “evidencia” requiere, tiempo, conocimientos especializados y recursos importantes (42-43). Por esta razón, se ha venido fomentando el desarrollo de guías de práctica clínica mediante la adaptación de guías preexistentes (44).

La estrategia Delphi se llevó a cabo en las siguientes cuatro fases: 1. Exploración del tema en discusión: se trataron con los expertos las preguntas relevantes.

2. Se revisó la forma como el grupo de expertos considera el tema. En esta etapa se llevó a cabo la búsqueda sistemática de la literatura, con el fin de disponer de la información con mayor relevancia.

3. Exploración de los puntos de desacuerdo en una reunión de consenso cara a cara.

4. Evaluación final, la cual contiene toda la información analizada en el consenso y la retroalimentación de las evaluaciones.

Fuerza de las recomendaciones La evidencia para cada una de las recomendaciones se categorizó según la escala del Oxford Centre for Evidence-based Medicine, para estudios de prevención (45). Brevemente, el nivel de evidencia se clasifica de 1 a 4, en donde 1 se considera el mejor (estudios clinicos de asignación aleatoria y revisiones sitemáticas de los mismos) y el grado de recomendación se clasifica de A hasta C, donde A es la de mayor fortaleza.

Evaluación externa, retroalimentación y consolidación del documento final Una vez concluida la elaboración del documento preliminar de esta guía, siguiendo los lineamientos del SIGN, se sometió a una evaluación externa para recibir los aportes técnico-científicos de la comunidad científica nacional y recopilar las percepciones sobre su pertinencia, factibilidad, aplicabilidad, calidad y alcance clínico.

El documento preliminar fue enviado mediante comunicado oficial a las siguientes asociaciones médico-científicas: Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo, Sociedad Colombiana de Urología, Asociación Colombiana de Neumología, Asociación Colombiana de Facultades de Enfermería, Asociación Nacional de Enfermeras, Asociación Colombiana de Facultades de Terapia Respiratoria, Asociación Colombiana de Químicos Farmacéuticos Hospitalarios y Asociación Colombiana de Terapia Intravascular.

Simultáneamente, se publicó en la página web de la Asociación Colombiana de Infectología por espacio de tres meses, mediante un sistema que permitía el envió libre de comentarios y aportes. Al término de este periodo, se recibió respuesta con recomendaciones, comentarios, sugerencias y envío de información complementaria, desde la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo, la Asociación Colombiana de Neumología, la Asociación Colombiana de Facultades de Terapia Respiratoria, la Asociación Colombiana de Químicos Farmacéuticos Hospitalarios y la Asociación Colombiana de Terapia Intravascular.

La versión final de este documento se fortaleció gracias a los aportes de los evaluadores externos, a quienes sea esta la oportunidad de agradecer su interés y respaldo al documento que aquí se presenta.

tabla 1a y tabla 1b

Prevención de infecciones intrahospitalarias asociadas a dispositivos respiratorios Desde el inicio de la utilización de la asistencia respiratoria mecánica y la intubación orotraqueal y nasotraqueal, se ha identificado al respirador como el factor de riesgo más importante para la aparición de la neumonía, al punto de distinguir la neumonía asociada al respirador como una entidad diferente. De igual forma, cuando se vigilan estos dispositivos, el seguimiento de la intubación de la vía aérea es una de las estrategias más ampliamente instauradas.

En Colombia se ha documentado una mayor frecuencia de neumonía asociada al respirador. En el estudio de Rosenthal et al. (46), la incidencia de neumonía asociada al respirador fue de 10 por 1.000 días de uso del dispositivo, con una prevalencia de 4%. El boletín anual de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá para 2007, informó sobre la incidencia de neumonía en las unidades de cuidados intensivos, por 1.000 días de asistencia respiratoria mecánica, la cual fue de: 11,6 en 38 unidades de adultos, de 5,7 en 19 unidades pediátricas, de 11,8 en 32 unidades neonatales y de 6,9 en 6 unidades cardiovasculares (81). En un estudio realizado en un solo hospital de Medellín, se encontró que no había factores de riesgo claramente identificables en los pacientes con neumonía asociada al respirador y una incidencia de 29 por 1.000 días de uso de asistencia respiratoria mecánica (3).

Estos datos muestran que la incidencia de esta condición es mayor en nuestro país y que se requieren importantes esfuerzos para disminuir la tasa de infección asociada al respirador. La observancia de las recomendaciones presentadas a continuación, puede ser útil para disminuir el riesgo de nuestros pacientes y la posibilidad de neumonía asociada al respirador.

Metodología Se hizo la búsqueda sistemática de acuerdo con el procedimiento descrito anteriormente. La búsqueda de potenciales palabras clave y de términos MeSH y DeCS relacionados con dispositivos respiratorios, prevención e infección intrahospitalaria, arrojó los siguientes resultados: Potenciales palabras clave: intubación, asistencia respiratoria, neumonía asociada al respirador, infección intrahospitalaria, infección.

Términos MeSH: intubation, pneumonia, ventilator-associated, prevention and control [Subheading], Centers for Disease Control and Prevention (U.S.), cross infection.

Términos DeCS: intubación, neumonía asociada al respirador, prevención; /prevención & control /prevención y control.

Algoritmos de búsqueda generados: GATEWAY. Límites considerados: Practice Guideline, Congresses, Consensus Development Conference, Consensus Development Conference, NIH, Guideline.

(“Pneumonia, Ventilator-Associated”[Mesh] OR “Intubation”[Mesh]) AND (“Cross Infection”[Mesh]) AND (“prevention and control “[Subheading] OR “Centers for Disease Control and Prevention (U.S.)”[Mesh])

Resultados Mediante la búsqueda sistemática en las bases electrónicas, se identificaron 40 guías de práctica clínica a partir de 1995 y hasta el 2010, con recomendaciones para la prevención de infecciones intrahospitalarias asociadas a dispositivos respiratorios (34,52, 83-120). De las 40 guías identificadas por la búsqueda sistemática en las diversas bases de datos revisadas, el panel de expertos seleccionó, por criterios de actualización, congruencia, aceptabilidad y aplicabilidad, seis guías, las cuales fueron evaluadas por cinco expertos con el instrumento AGREE, de acuerdo con los parámetros descritos con anterioridad (121).

Para la adaptación de las guías de prevención de la infección intrahospitararia asociada al uso de dispositivos respiratorios, se seleccionaron las dos que tuvieron los mejores puntajes en el área de rigor en la elaboración: epic2: National evidence-based guidelines for preventing healthcare-associated infections in NHS hospitals in England; (52) y Comprehensive evidence-based clinical practice guidelines for ventilator-associated pneumonia: Prevention (34), con un puntaje estandarizado (PE) de 87,6% y 73,3%, respectivamente. Para la selección de la tercera guía, como se tenían dos que obtuvieron el mismo puntaje en el área de rigor, se seleccionó Guidelines for the Management of Adults with Hospital-acquired, Ventilator-associated, and Healthcare-associated Pneumonia (92), que tenía un mayor puntaje en el área de aplicabilidad y de claridad en la presentación.

Prevención de infección intrahospitalaria asociada a dispositivos intravasculares Los dispositivos intravasculares son, hoy en día, imprescindibles en la práctica médica habitual. Se estima, por ejemplo, que en los Estados Unidos cada año se insertan más de 150 millones de dichos dispositivos para infinidad de usos, como administración de medicamentos, nutrición parenteral, monitorización hemodinámica, hemodiálisis, etc. (208). No obstante, estos son también fuente de complicaciones locales, sistémicas o ambas (209).

Las infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con el uso de dispositivos intravasculares son graves, con mortalidad atribuible cuantificada hasta de 35% (210) y un incremento significativo de la morbilidad. Asimismo, conducen a un incremento en los costos de atención por el aumento en la estancia hospitalaria de 8 a 24 días (210) y el mayor uso de medicamentos, antimicrobianos principalmente, con estimativos de sobrecostos de US$ 3.700 a US$ 29.000 por episodio (211).

Las infecciones por dispositivos intravasculares se relacionan, en mayor medida, con microorganismos de la piel que colonizan el área adyacente al sitio de inserción o el mismo dispositivo, o por las manos colonizadas del personal sanitario que manipula los catéteres sin las debidas medidas de prevención.

De acuerdo con Alvarez et al. (80), en nueve hospitales colombianos durante un periodo de seguimiento de tres años, la infección relacionada con el catéter venoso central fue la más frecuente, con una tasa de infección de 11,3 casos por 1.000 catéteres-día y una letalidad cruda relacionada con infección de 18,5% (RR=2,02; IC95%, 1,42-2,87). Estos hallazgos justifican como prioritaria la implementación de estrategias de prevención de infección hospitalaria para pacientes colombianos, que requieren por su condición de salud el uso de dispositivos intravasculares.

Esta guía presenta las medidas de prevención con el mayor grado de evidencia encontrado tras el análisis de las guías de práctica clínica seleccionadas, con lo cual hace recomendaciones sobre la prevención de la infección relacionada con los dispositivos intravasculares en el momento de su inserción y mantenimiento, en adultos mayores de 18 años.

Metodología Se realizó la búsqueda sistemática de términos MeSH y DeCS de acuerdo con el procedimiento descrito anteriormente. Los resultados encontrados para: dispositivos endovasculares, prevención e infecciones intrahospitalarias, fueron los siguientes: • Potenciales palabras clave: catéter, catéter venoso central, catéter periférico, cateterismo, endovascular, prevención, infección intrahospitalaria, infección.

• Términos MeSH: catheterization; catheter-related infections; indwelling catheters, prevention and control [subheading], Centers for Disease Control and Prevention (U.S.); cross infection. • Términos DeCS: cateterismo; cateterismo arterial periférico; /prevención/prevención & control/prevención y control; infecciones nosocomiales

Algoritmos de búsqueda generados: GATEWAY: límites considerados: Practice Guideline, Congresses, Consensus Development Conference, Consensus Development Conference, NIH, Guideline («Cross Infection»[Mesh] OR «Urinary Tract Infections»[Mesh] OR «Catheter-Related Infections»[Mesh]) AND («Urinary Catheterization»[Mesh]) AND («prevention and control «[Subheading] OR «Centers for Disease Control and Prevention (U.S.)»[Mesh])

Resultados Mediante la búsqueda sistemática en las bases electrónicas, se identificaron 32 guías de práctica clínica publicadas desde 1994 hasta 2010, con recomendaciones para la prevención de infecciones intrahospitalarias asociadas a dispositivos intravasculares. Se incluyeron, también, las guías con recomendaciones para la prevención de infecciones hospitalarias, que contenían estrategias de prevención asociadas al uso de dichos dispositivos (52, 88,91,92, 97, 102,104, 108, 118,209, 212-233).

De las 32 guías de práctica clínica identificadas por la búsqueda sistemática, el grupo de expertos seleccionó, por criterios de actualización, congruencia, aceptabilidad y aplicabilidad, seis guías, y para la adaptación, se seleccionaron las tres con mayores puntajes en el área de rigor en la elaboración: epic2: National evidence-based guidelines for preventing healthcare-associated infections in NHS hospitals in England; Prevention of health care-associated infection in primary and community care (51) y Guidelines for the Prevention of Intravascular Catheter-RelatedInfections (220) con PE de 87,6%, 70,4% y 51,4%, respectivamente. A continuación, se presentan las recomendaciones adaptadas para la prevención de la infección intrahospitalaria asociada al uso de dispositivos intravasculares, con su correspondiente nivel de evidencia y grado de recomendación.

Prevención de infección intrahospitalaria asociada a dispositivos urinarios La infección urinaria asociada a sondas es la causa más común de infección asociada a la atención en salud, y representa hasta 30% de las infecciones adquiridas en el hospital. La tasa de adquisición de una nueva infección es cercana a 3% a 7% por día, cuando se usan sondas permanentes. La infección urinaria asociada a sondas se relaciona con morbilidad (bacteriemias, 1%), mortalidad (13% de quienes desarrollan bacteriemia), aumento de los días de estancia y costos hospitalarios; se estima un sobrecosto cercano a los US$ 590 por infección.

Diferentes estudios muestran que hasta 25% de los pacientes hospitalizados han tenido un catéter permanente por periodos cortos, sin una indicación adecuada, y que 5% de los de cuidados crónicos manejados en casa, también los usan. En general, la infección urinaria asociada a sondas produce menos morbilidad que otras infecciones intrahospitalarias, pero en algunos casos puede llevar a la muerte (322). Además, la infección urinaria es la segunda causa más frecuente de prescripción de antibióticos en los pacientes hospitalizados (322).

Los reportes de seguimiento del National Healthcare Safety Network (NHSN) de 2006 muestran una tasa de infección urinaria asociada a sondas de 3,1 a 7,5 infecciones por 1.000 días-catéter, la cual es mayor en las unidades de quemados y neuroquirúrgicas. Se estima que entre 17% y 69% de las infecciones urinarias asociadas a dispositivos se pueden prevenir siguiendo las recomendaciones de control de infecciones.

El propósito de esta guía es ofrecer recomendaciones para la prevención de las infecciones asociadas al uso de sondas urinarios, en adultos mayores de 18 años. Las recomendaciones incluyen pacientes manejados con sondas permanentes a corto y largo término, más de 30 días o menos de 30 días, respectivamente, y con uso intermitente. No incluyen la infección urinaria en pacientes con catéteres para fines diagnósticos o aquéllos con complicaciones secundarias a procedimientos urológicos.

Metodología Se hizo la búsqueda sistemática de acuerdo con los procedimientos descritos y aplicados anteriormente. Los resultados obtenidos relacionados con dispositivos urinarios, prevención e infecciones intrahospitalarias, son los siguientes: Potenciales palabras clave: cateterismo urinario; dispositivos urinarios: urinario, prevención, infección intrahospitalaria e infección Términos MeSH: urinary catheterization; prevention and control [Subheading]; Centers for Disease Control and Prevention (U.S.); urinary tract infections; catheter-related infections; cross infection Términos DeCS: cateterismo urinario; /prevención; /prevención & control; infecciones nosocomiales

Algoritmos de búsqueda generados: GATEWAY. Límites considerados: Practice Guideline, Congresses, Consensus Development Conference, Consensus Development Conference, NIH, Guideline (“Cross Infection” [Mesh] OR “Urinary Tract Infections” [Mesh] OR “Catheter-Related Infections” [Mesh]) AND (“Urinary Catheterization” [Mesh]) AND (“prevention and control“ [Subheading] OR “Centers for Disease Control and Prevention (U.S.)” [Mesh]) Demás Fuentes.

Resultados Mediante la búsqueda sistemática en las bases electrónicas, se identificaron 38 guías de práctica clínica publicadas de 1994 a 2010, con recomendaciones para la prevención de infecciones intrahospitalarias asociadas a dispositivos urinarios (52, 77, 88,91,93, 97, 102,104, 108, 118,209, 323-338).

Para la adaptación de las guías de prevención de la infección intrahospitararia asociada al uso de dispositivos urinarios, se seleccionaron las tres que tuvieron los mejores puntajes en el área de rigor en la elaboración: epic2: National evidence-based guidelines for preventing healthcare-associated infections in NHS hospitals in England (52); Guideline for prevention of catheter-associated urinary tract infections 2009 (77) y Diagnosis, Prevention, and Treatment of Catheter- Associated UrinaryTract Infection in Adults: 2009 (342) con PE de 87,6%, 86,6% y 76,1%, respectivamente.

Se extrajeron las recomendaciones de las tres guías seleccionadas por cinco expertos y en el panel Delphi se realizó el consenso para la selección y adaptación de las recomendaciones relevantes en el contexto colombiano, de acuerdo con la valoración de los estudios primarios que generaron las recomendaciones de las seleccionadas.

Correspondencia: Carlos Arturo Álvarez. Unidad de Infectología, Hospital Universitario San Ignacio; Carrera 7 N° 40-62. Bogotá, D.C., Colombia. Teléfono: (571) 323-2667. Dirección electrónica: calvarem@gmail.com

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