En el intento de controlar y erradicar las plagas en los cultivos, producir calidad y excelentes cosechas para alimentar a la creciente población, la aplicación de pesticidas es de gran importancia. Con los años, se ha dado la necesidad de buscar alternativas más fuertes y más eficaces para satisfacer la seguridad alimentaria, erradicar insectos y proteger plantaciones. Se estima que hasta un 45% de la cosecha mundial es destruida por enfermedades que son causadas por plagas en el reino vegetal 1, que a su vez son un eslabón importante en la cadena trófica porque a partir de las plantas, se alimentan otros seres vivos como los bovinos, porcinos, caprinos, equinos, aves, entre otros. En Colombia, los méritos de estos pesticidas no pueden ser discutidos, ya que se utilizaron masivamente formando parte esencial de la agricultura y actualmente su uso está restringido y prohibido desde la década de los años ochenta 2. Se ha establecido que la peligrosidad de los pesticidas del grupo de los organoclorados está dada por su toxicidad crónica, la persistencia de sus residuos en productos agrícolas, en animales y el medio ambiente, incrementado por el efecto acumulativo que estos compuestos tienen en tejidos adiposos de seres humanos y animales 3. En el Departamento de Córdoba el desarrollo de la ganadería intensiva favorece la producción y comercialización de leche y sus derivados. Estos alimentos sirven de vehículo a través del cual se pueden entregar cantidades poco predecibles de residuos persistentes de pesticidas, durante el proceso natural de lactancia madre-hijo, animal-cría, o mediante el consumo de leche cruda o pasteurizada, fórmulas lácteas modificadas o de sus derivados 4. Por tanto, las causas fundamentales de la presencia de residuos de pesticidas organoclorados en la leche son entre otras las inadecuadas prácticas agropecuarias 5 y la ganadería intensiva que contribuye con la producción y distribución de leche y sus derivados, que sirven como vehículo en la dispersión de estos contaminantes 4. Existen evidencias de que los residuos organoclorados son eliminados a través de la leche, transformándose de esta manera en una fuente potencial de aporte de sustancias nocivas para las crías, en una etapa temprana de su desarrollo en la que la leche es la primera y única fuente de nutrientes a partir del momento de su nacimiento, tanto para el caso del hombre como de otros mamíferos 6-7.
La toxicidad de estos compuestos ha sido confirmada en diferentes estudios, especialmente con animales 8-12, en los que se ha encontrado que inducen actividades enzimáticas mediante radicales libres, alteran la respuesta inmunológica, afectan los procesos reproductivos, alteran el metabolismo lipídico, el transporte de vitaminas y glucosa. Algunos son considerados mutagénicos, teratogénicos o carcinogénicos 13, no sólo en la especie humana sino en las comunidades bióticas con diferentes niveles de sensibilidad. Además, se han reportado estudios realizados en Argentina y Cartagena - Colombia que muestran la presencia de pesticidas organoclorados en leche cruda 14 y leche pasteurizada respectivamente 15, así como también, en leche cruda comercializada en el Departamento de Córdoba, Colombia 16, encontrándose concentraciones que superan los Límites Máximos Residuales (LMR) establecidos por el Codex Alimentarius de 2013, 17. Debido a que la economía del Departamento de Córdoba se basa en la agricultura y ganadería, con un enfoque en la producción de carne y leche, la investigación sobre el contenido de contaminantes orgánicos persistentes en los productos de origen animal de producción local es importante. A pesar de que este estudio se realiza en la ciudad de Montería y no da cuenta de toda la región, los resultados son significativos porque es el primero que se realiza en leche de vaca pasteurizada comercializada en la ciudad. Por lo anterior, el objetivo de la presente investigación es monitorear los niveles de residuos de pesticidas organoclorados en leche pasteurizada comercializada en la ciudad de Montería, y dar a conocer los riesgos a que está expuesta la población por el consumo de este producto.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área y tipo de estudio
La ciudad de Montería, capital del Departamento de Córdoba, es el centro ganadero, agroindustrial y cultural más importante de la región Caribe Colombiana 18. Se encuentra ubicada al noroccidente de Colombia (8044'52"n-75°52'53"0), sobre un área aproximada de 3 141 km2 y 18 m por encima del nivel del mar. Este estudio es de carácter descriptivo.
Recolección y conservación de muestras
Durante los meses de junio a diciembre de 2013 en supermercados de la ciudad de Montería, fueron colectadas tres muestras por marca comercial de leche pasteurizada.
Las muestras en bolsas (500 mL), tomadas en condiciones asépticas, se identificaron como A, B, C, D, E, F, G y conservadas a temperatura de 4oc, para su posterior tratamiento y análisis. Para la recolección de las muestras se utilizó un muestreo simple por atributos siguiendo las directrices generales sobre muestreo, CAC/GL 50-2004 del Codex Alimentarius 19.
Equipos y materiales T4
Se utilizó un cromatógrafo de gases (GC) marca Perkin Elmer Autosystem XL, detector de captura de electrones (63Ni) y columna capilar RTX-5 (30 m x 0,25 mm i.d., 0,25 μm, Supelco Inc., Co., Bellefonte, PA). Cromatógrafo de gas acoplado a masas GC/MS, Thermo Trace Ultra con ionización: impacto electrónico y rastreo de modo ion selectivo, para la confirmación de los compuestos. Para las determinaciones se utilizó el método 8081a de la Agencia para la Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) previamente validado (Tabla 1).
Pesticida | %R | % DER | LD (mg Kg-1) | LC (mg Kg-1) | |
α-HCH | 91,7 | 2,75 | 2,83E-04 | 2,83E-03 | |
β-HCH | 93,7 | 1,22 | 1,02E-04 | 1,02E-03 | |
γ-HCH | 94,9 | 4,75 | 1,00E-04 | 1,00E-03 | |
δ-HCH | 89,6 | 2,91 | 1,05E-04 | 1,05E-03 | |
Heptacloro | 95,7 | 1,68 | 9,10E-05 | 9,10E-04 | |
Heptacloro Epóxido | 92,1 | 1,35 | 1,83E-04 | 1,83E-03 | |
α-Clordano | 92,9 | 1,95 | 1,23E-04 | 1,23E-03 | |
γ-Clordano | 91,8 | 4,93 | 8,70E-05 | 8,70E-04 | |
Aldrin | 94,2 | 4,90 | 9,30E-05 | 9,30E-04 | |
Dieldrin | 94,8 | 4,96 | 9,60E-05 | 9,60E-04 | |
Endrin | 88,4 | 5,66 | 1,03E-04 | 1,03E-03 | |
Endrin Aldehído | 89,7 | 2,63 | 1,19E-04 | 1,19E-03 | |
Endosulfán I | 94,0 | 3,42 | 1,32E-04 | 1,32E-03 | |
Endosulfán Sulfato | 90,2 | 3,40 | 1,03E-04 | 1,03E-03 | |
4,4-DDT | 96,0 | 2,56 | 9,20E-05 | 9,20E-04 | |
4,4-DDD | 95,2 | 3,38 | 1,95E-04 | 1,95E-03 |
%R: recuperación; DER: desviación estándar relativa; LD: Limite de detección; LC: Límite de Cuantificación
Extracción, limpieza y procedimiento analítico
La técnica de extracción y limpieza utilizada fue la reportada por Díaz 16. Brevemente: 1.0 gramo de tierra silícea (G.5-40 μm Merck) fue empacado en columna de vidrio 1.3 cm i.d. Un mL de leche pasteurizada fue vertido en la columna y eluída con 25.0 mL n-hexano-acetona-acetato de etilo (4:2:1) + 30 mL de metanol/hexano (5%v/v). El eluato se evaporó a sequedad usando un rota evaporador a 70°C y 60 r.p.m y se adicionó 1.0 mL de n-hexano. Se utilizó la técnica de extracción en fase sólida (SPE), empleando cartucho c-18; acondicionado eluyendo 6.0 mL MeoH/H2O (1:1 v/v) + 6.0 mL acetonitrilo/acetato de etilo (3:2). El extracto se eluyó con 6.0 mL de n-hexano. El eluato se evaporó a sequedad empleando las condiciones anteriormente mencionadas. El residuo se llevó hasta 1.0 mL con n-hexano. Se inyectaron 2.0 del extracto en un cromatógrafo de gases, conectado a un PC con un software Turbochrom Navigator para la adquisición de datos y control de las condiciones instrumentales. Como gas de arrastre se utilizó N2, con flujo de 60 mL/min, presión (12 psi), inyección splitless, temperatura del inyector (2000C) y temperatura del detector de 300oC. La temperatura programada del horno fue: inicial (100oC/2min), incrementos 15°C/min hasta 160 °C/6min, 30C/min hasta 2 50°C, sostenida por 10 min, temperatura final del análisis.
Control de calidad analítica
La Tabla 1 muestra los parámetros de control y aseguramiento de la calidad para el análisis de POCS. El control de calidad incluye la calibración del instrumento usando estándares certificados: se preparó una mezcla estándar de 16 pesticidas organoclorados (Supelco) α-HCH, β-HcH, Y-HCH, δ -HCH, Aldrín, Dieldrín, Endrín, Endrín Aldehído, Heptacloro, Heptacloro epóxido, α-Clordano, γ-Clordano, Endosulfán I, Endosulfán Sulfato; 4,4-DDD y 4,4-DDT preparada en metanol y n-hexano grado cromatográfico 20; análisis de muestras dopadas y blancos acorde a los recomendado a la EPA. El coeficiente de determinación, pendiente y intercepto de la curva se evaluaron cada 12 muestras empleando un estándar conocido. La cuantificación se llevó a cabo por el método del estándar externo. El análisis de pesticidas fue confirmado por espectrometría de masas. El coeficiente de correlación (R) fue >0,996.
Análisis estadístico
El resultado del análisis de cada muestra se presenta como el promedio (±) las desviaciones estándar de las muestras analizadas por triplicado. Para evaluar diferencias estadísticamente significativas entre la concentración de un POC encontrado en diferentes marcas de leche pasteurizada se realizo análisis de varianza (ANOVA). El criterio de significancia se estableció p<0.05. El análisis estadístico se realizó con el software Statgraphics Plus 2.0.
RESULTADOS
Los pesticidas organoclorados se encuentran entre los organotoxinas más importantes. Entre las propiedades fisicoquímicas de estas toxinas está especialmente su alta solubilidad en lípidos, que facilitan la absorción y almacenamiento de estas en el cuerpo humano y animales. La existencia de estas toxinas en la leche que es uno de los alimentos más ampliamente usado y característico por contener lípidos, puede ser un índice cualitativo y cuantitativo de la presencia de estas toxinas en el cuerpo de los animales. La Figura 1 indica el porcentaje de muestras que presentan concentraciones de pesticidas en leche pasteurizada. De las muestras estudiadas (n=144) el 50% presento residuos de por lo menos un plaguicida. La relación de porcentaje en función de pesticidas en las diferentes marcas evaluadas fue: EAldrín/Dieldrín (12,5%), ΣHeptacloro/Heptacloro epóxido (10,4%), Endosulfán I (4,2%), Σα-HcH/β-HcH (4,2%), γ-HcH (6,3%), δ-HCH (4,2%), α-Clordano (4,2%), γ-Clordano (2,1%) y para Endrín (2,1%).
La Tabla 2, muestra la razón (X/LMR), donde las concentraciones de cada compuesto (Σ Aldrín/Dieldrín, α-Clordano; Σ δ-HcH/β-HcH, γ-HcH, δ-HCH, ΣHeptacloro/ Heptacloro epóxido, Endosulfán y Endrín), se encuentran por encima de lo establecido por Codex Alimentarius en todas las marcas comerciales excepto la D, donde γ-Clordano < 1.0. Especial interés muestra la marca G donde la razón (X/MLR) para la Σ Aldrín/Dieldrín > 100 excediendo los LMR establecidos por la FAO/OMS 17. Sin embargo, se observó que la razón (X/MLR) de Y-HCH (Lindano), es 1.0 en la marca comercial H.
La Tabla 3 muestra las concentraciones en mg.Kg-1 (grasa de leche) de residuos de POCS estudiados. Los pesticidas que se encontraron en mayor concentración fueron Σα-HcH/β-HcH y δ-HCH con valores de 0,62 y 0,72 mg/Kg, en las marcas В y c respectivamente, lo que indica, menor grado de degradación a γ-HcH, que presentó concentración promedio de 0,15 mg/Kg. Los diferentes isómeros de HCH son considerados Compuestos Orgánicos Persistentes (COPS) dado que son, liposolubles (bioacumulación), volátiles (facilitan el transporte a grandes distancias), altamente tóxicos y peligrosos. Estas características afectan la salud del ser humano; e implican una regulación muy restrictiva relacionada con su producción y uso. Las marcas A, G, H y E presentan diferencias estadísticamente significativas (p < 0.05) para pesticidas Y-HCH (lindano) y Σ Aldrín/Dieldrín. Los pesticidas α y γ-Clordano, presentaron las menores concentraciones. La concentración promedio de pesticidas organoclorados totales fue mayor en las marcas E y G. Cabe resaltar, no se detectaron residuos de DDT, ni sus metabolitos en las muestras analizadas.
DISCUSIÓN
Los resultados de esta investigación, evidencian el grado de contaminación de leche pasteurizada distribuida en la ciudad de Montería. Donde todas las marcas contenían por lo menos alguno de los pesticidas monitoreados. Aunque las concentraciones fueron bajas constituyen un riesgo para la salud de la población Monteriana, dado el lugar que ocupa este alimento en la canasta familiar. Lo anterior indica que el proceso de pasteurización no destruye los pesticidas. En general, los resultados superan los LMR recomendado por el Codex Alimentarius. Además, son similares a los resultados reportados por Ruiz 14, con la presencia de pesticidas organoclorados en leche materna, (Heptacloro y su epóxido, Aldrin, Dieldrin, DDT, HCH, Clordano, Lindano, Endosulfán, y Endrin). Real 4, con niveles altos de Σα-HcH/β-HcH, ΣAldrín/Dieldrín y Endrín en leche comercializada en la ciudad de México y X/LMR >1. Castilla 15 con presencia de γ HCH, α-Clordano, γ-Clordano y Endosulfán I en leche pasteurizada comercializada en Cartagena, Colombia). La frecuencia de aparición y la concentración de Dieldrín y Aldrín son similares con las reportadas por Izquierdo 23 en leche pasteurizada comercializada en Cartagena, pero con valores más altos que los reportados por Avancini 24 en Mato Grosso do Sul-Brasil en el 2010.
Los resultados de este estudio indican la necesidad de monitorear estos contaminantes, con enfoques íntegros capaces de ayudar en las medidas de vigilancia y control de la leche pasteurizada distribuida en la ciudad de Montería. Independientemente de la fuente, estos compuestos no deben estar en la leche destinada al consumo humano, ya que puede afectar negativamente a la salud especialmente a la población infantil que es la más vulnerable.
Las Resoluciones 10255 y 1849 del Ministerio de Salud en Colombia prohíben el uso de α-Clordano y Endrín. El control de los productos alimenticios dispuesto en las resoluciones anteriores constituye una importante tarea de vigilancia compartida por las instituciones competentes en materia de Agricultura y Sanidad. Pero, desde el punto de vista sanitario, es además muy importante valorar la exposición real a los residuos de pesticidas presentes en el conjunto de la dieta y determinar su relación con los valores toxicológicos de referencia. De acuerdo al estudio de Tsiplakou en el 2010 26, varios pesticidas se han encontrado como factores que contribuyen a la enfermedad de Alzeheimer Parkinson y enfermedades del corazón. La presencia de pesticidas en forrajes y piensos de animales lecheros es indicio que pueden ser asimilados en sus sistemas corporales contaminando la leche y carne 21,27. Además, parece ser que algunos pesticidas organoclorados se encuentran en mayor concentración en las niñas comparado con los niños, así como también una mayor presencia de estos compuestos en niños amamantados que en aquellos alimentados con formula 28.
La presencia de ΣHeptacloro/Heptacloro epóxido en las marcas comerciales a y e, con 50% y 33,3%, respectivamente de las muestras analizadas, está relacionada posiblemente con el uso de este pesticida en el cultivo de maíz, granos, sorgo, que luego son empleados en la alimentación animal o en la elaboración de ensilajes, heno o concentrados alimenticios 29. Con este resultado se confirma lo reportado por Díaz en el 2012 16, que determinaron en leche cruda comercializada en el Departamento de Córdoba, niveles de 4,4-DDT, α-HcH, δ-HCH, Aldrín, Dieldrín, Endrín, Heptacloro, Heptacloro epóxido y γ- Clordano, con concentraciones entre 0,0271 y 0,4696 mg/Kg, estimando que la población adulta mayor que habita en las subregiones Sinú Medio, San Jorge y Sabanas, se encuentran expuestas a un alto riesgo en la salud, asociado con los niveles de α-HcH, Aldrín y Dieldrín superiores a LMR establecidos por el Codex Alimentarius. Lo anterior muestra la biodisponibilidad de estos compuestos en el Departamento de Córdoba (Colombia) y que es comparable con un estudio similar que se realizó en Jordania por el uso excesivo de HCH durante los procesos agrícolas 30. Por lo cual, durante décadas se ha producido una gran cantidad de mezclas heterogéneas de diferentes isómeros con residuos de HCH que han sido vertidos sin control al medio ambiente 22. En las ocho marcas de leche pasteurizadas se evidencia la presencia de ΣAldrín/Dieldrín, Σα-HcH/ δ-HcH, α-Clordano, Endosulfán I, Endrín, β-HCH y, ΣHeptacloro/Heptacloro epóxido, con concentraciones promedio > LMR. La marca con mayor número de residuos de POCS durante el estudio fue la A (γ-HcH, ΣAldrín/Dieldrín, ΣHeptacloro/Heptacloro epóxido, α-Clordano y Endosulfán I) con niveles de concentración total de pesticidas 0,4104 mg/ Kg. Sin embargo, la marca G presentó mayor concentración de residuos de POCS totales de 1,4600 mg/Kg de grasa de leche. Mientras que las marcas C y D presentaron menor número de pesticidas, (δ-HCH y γ-Clordano) con concentraciones de 0,7200 y 0,0016 mg/Kg, respectivamente. En general todas las marcas, mostraron presencia de POCS y algunas sobrepasan el LMR para estos compuestos, indicando el poco control que ejercen las autoridades responsables en materia de salud pública a nivel municipal y departamental.
La presencia de contaminantes organoclorados en alimentos, matrices biológicas y ambientales es bien conocida. No se conocen estudios sobre residuos de pesticidas organoclorados en leche pasteurizada en Córdoba, siendo esta una región ganadera y agroindustrial. Como se ha mencionado, los pesticidas organoclorados se acumulan en la grasa de los animales dada su liposolubilidad y persistencia, por tanto, es lógico que sea en los alimentos de origen animal (pescados, huevos, leche y productos lácteos) donde se han encontrado residuos con mayor frecuencia. Estos resultados sugieren ejercer un mayor control por parte de las autoridades competentes sobre la calidad de leche pasteurizada distribuida en la ciudad de Montería lo que permite reducir el riesgo que representa para la salud humana consumir productos con altas concentraciones de POCS. Concentraciones altas de POCS encontradas en nuestro estudio, evidencian la posibilidad que se estén utilizando en la actualidad estos pesticidas para el control de plagas y malezas en los cultivos que son empleados en la alimentación animal o en la elaboración de ensilajes, heno o concentrados alimenticios 4,10,31. Por lo tanto, es necesario continuar monitoreando los residuos de POC en leche, en productos de otros animales y vegetales producidos en la región Cordobesa. Esta región, aún requiere estudios adicionales para examinar a fondo la contaminación por pesticidas en otros alimentos y agua para consumo humano, ya que se sabe los tratamientos convencionales del agua no remueven pesticidas, dando más bien unos subproductos más contaminantes cuando se aplica el proceso de desinfección con cloro. También es importante continuar monitoreando las tendencias de dichos contaminantes en el medio ambiente después que las restricciones y prohibiciones han entrado en vigor en el territorio Colombiano. Otros estudios permitirán una visión general de estos contaminantes en las áreas que contribuyen a los riesgos de exposición desde el punto de vista de la seguridad alimentaria♦