MATERIALES Y MÉTODOS

El estudio fue de tipo cualitativo no probabilístico. Se diseñó un cuestionario de entrevista de preguntas abiertas, y se aplicó a 30 trabajadores de taxis (taxistas) que laboraban en la ciudad de Taxco, Guerrero, México. Las entrevistas se aplicaron respetando el debido anonimato. Para la elección de los taxistas se utilizó la técnica de muestras por conveniencia ²¹.

La entrevista aplicada a los conductores de taxis incluyó 8 variables, las cuales fueron 1) edad, 2) escolaridad, 3) tipo de turno laboral (de tiempo completo, medio tiempo, doble turno, cobertura ocasional, y/o con otras ocupaciones secundarias), 4) si se había contratado el sexoservicio, 5) lugar que se acudía para dicho contrato, 6) frecuencia de visita, 7) precios pagados y 8) problemas observados en dichas visitas.

Como referencia, se tenían registrados un total de 358 taxis con permiso vigente en la ciudad de Taxco ²².

Asimismo, se contó con la colaboración de 5 informantes clave anónimos. Dichos informantes fueron médicos especialistas que laboraban en el Hospital General de Subzona con Medicina Familiar n.° 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como de la Escuela de Enfermería n.° 4 de la Universidad Autónoma de Guerrero y de la Jurisdicción Sanitaria 02 de la Zona Norte del Estado de Guerrero de la Secretaría de Salud. A los informantes clave considerados se les aplicaron entrevistas de preguntas abiertas, sobretodo para conocer la situación acerca de la movilidad y el turismo sexual en la ciudad mencionada.

Finalmente, se analizó la información estadística disponible en la Jurisdicción Sanitaria 02 de la Zona Norte del Estado de Guerrero de la Secretaría de Salud sobre los casos confirmados de VIH y sida en el municipio de Taxco, Guerrero. Estos datos estadísticos abarcaron 10 años, del 2006 al 2016.

RESULTADOS

La edad de las personas entrevistadas (taxistas) oscilaba entre los 17 hasta los 60 años. Básicamente, los rangos de edad con mayor número de trabajadores de taxis fueron en la categoría de 20 a 30 años (30%), así como en el subgrupo de 30 a 40 años (27%) (Tabla 1).

En cuanto al grado de escolaridad, el mayor porcentaje se encontraba en el rubro de secundaria terminada (30%), y preparatoria terminada (23%). Los profesionistas con licenciatura y/o carrera técnica (7%) explicaron que estaban de taxistas debido a que no encontraron empleo en su especialidad, o bien porque cerraron la empresa privada donde laboraban (Tabla 2).

Sobre el tipo de turno laboral, el mayor porcentaje (77%) confirmó laborar como taxista de tiempo completo. El 10% expresó tener la ocupación de taxista y también otras ocupaciones secundarias, tales como estudiante, artesano de platería o pequeño comerciante, por ejemplo. Asimismo, el 7% manifestó tener doble turno, y el restante 7% laboraba cubriendo turnos de manera esporádica u ocasional (Tabla 3).

Respecto a los trabajadores que manifestaron haber contratado el sexoservicio, aquí el mayor porcentaje 60% (18 casos) expresó haber contratado dicho sexoservicio. En el mismo sentido, el 23% (7 casos) confirmó desconocer la situación, no habían escuchado algo relacionado, no sabían nada sobre dicha situación o bien no les interesó hablar de ese tema en específico (Tabla 4).

Finalmente, el menor porcentaje, 17% (5 casos), solo había escuchado del tema por compañeros, conocidos, clientes e inclusive ratificaron que habían sido invitados a asistir; sin embargo, no habían realizado ninguna visita a dichos lugares (Tabla 4).

De los lugares visitados para contratar el sexoservicio, y tomando en cuenta solamente al 60% (18 casos) de los trabajadores que manifestaron haberlo contratado, se confirmó cómo se acudió sobretodo a las ciudades de Jojutla (56%), Iguala (22%), Taxco (17%) y Ciudad de México (6%) (Tabla 5).

Dentro de este grupo específico, también se manifestó tener conocimiento sobre la ubicación de lugares donde se ofrece dicha ocupación: "Fuimos a una despedida de soltero a un bar de Polanco en México, donde había mujeres de Alemania, Colombia, Venezuela, de varios países. Me gasté 1800 [pesos mexicanos] en una sola noche, y con varios compañeros pagamos de cuenta más de 19 000 pesos en total. Allá son prostitutas caras, porque te cobran de 2 000 a 2 500 o más por servicio, y el baile privado en 500 o 600 pesos" (entrevista anónima). "También hay en restaurantes de Iguala que están en el centro. Ahí las prostitutas están disfrazadas de meseras. Me dí cuenta porque yo trabajaba de chofer allá, y veía cómo estaba el negocio. Nosotros íbamos con varios compañeros a sacar a las meseras" (entrevista anónima). "En Iguala por la calle de Degollado y por el Periférico hay bares, ellas están afuera y cobran de 200 a 400, algunas vienen de Buenavista de Cuellar" (entrevista anónima).

Los datos anteriores ratifican cómo la localidad de Jojutla (Morelos) fue el principal destino de movilidad y turístico sexual para el mayor porcentaje de los trabajadores entrevistados.

La frecuencia de visitas a sexoservidoras fue variable, desde una vez por quincena, una vez cada 20 días, una vez al mes, o una vez cada 3 o 4 meses. Todo parece indicar que los bajos precios que se cobran por un sexoservicio en la ciudad de Jojutla influyeron para que se haya acudido de manera constante: "Los compañeros van mucho, mucho, mucho, cuando se ponen borrachos. Allá hay mujeres de todas las edades, de 15, 16 y 18 años, hasta mujeres grandes, hay de todo. Fuí hace un mes a Jojutla, me cobraron 50 pesos" (entrevista anónima). "Ya tiene tiempo que fui a Jojutla; ahí hay chiquitas de 17 años, son del CEBETIS o de la preparatoria. En los bares pagas 50 o 70 pesos por el cuarto. El cliente que llevé me invitó 2 muchachas de 100 pesos. Le cobré 1 500 por el viaje. Nos fuimos a las 10:00 de la mañana y regresamos a las 11:00 de la noche" (entrevista anónima).

De acuerdo con lo registrado, los precios de un sexo-servicio fueron variables; en Jojutla oscilaba entre 30 y 400 pesos mexicanos, en Iguala entre 200 y 1 000, en Taxco entre 300 y 600, y en la Ciudad de México (en prostíbulos de lujo) de 2 000 en adelante (Tabla 6).

En la ciudad de Jojutla, sobretodo, también el pago puede variar de acuerdo con el tipo de sexo que se pida: "Me cobró 300 pesos por un servicio completo. Depende qué es lo que quieras: sí solo se quitan la falda es un precio, si se quitan la blusa es otro precio, también por sexo oral y por cambio de posiciones te cobran más. Hay una calle donde hay muchas mujeres jóvenes y bonitas, algunas están disfrazadas de colegialas afuera de los bares, ahí puedes entrar y te cobran el cuarto" (entrevista anónima). "En Jojutla hay mujeres que cobran 100.00 pesos, a veces salimos en grupo con los compañeros" (entrevista anónima).

Sorprendentemente, se expresó que en Jojutla se puede contratar el sexoservico hasta por 30 pesos mexicanos: "En el taxi llevaba a clientes a Jojutla. Puedes encontrar hasta de 30 pesos y de 80 pesos. Cuando hacia viajes me quedaba a tomar cervezas y a bailar" (entrevista anónima).

Como se mencionó con anterioridad, todo parece indicar que los bajos precios en Jojutla (estado de More-los), aunados a la corta edad de las mujeres que ejercen el oficio han influido de manera determinante para que el segmento social considerado haya visitado de forma constante dicho sitio.

Los inconvenientes o problemas que manifestaron varias de las personas entrevistadas fueron, sobretodo, las infracciones de tránsito cometidas en el transcurso del mismo viaje, accidentes de automóvil, fraudes, robos y el haber tomado sustancias tóxicas anestésicas peligrosas y desconocidas que fueron puestas en las bebidas sin el consentimiento de los clientes. Estos robos y fraudes fueron realizados por sexoservidoras, meseros y personal que atendía en los bares: "Cuando íbamos con las prostitutas de Iguala, antes de llegar había un retén de militares, nos revisaron y vieron la cerveza que llevábamos. Nos quitaron el carro, y se llevaron a la cárcel al chofer. El abogado nos dijo que ahora era un delito ir manejando en estado de ebriedad. Tuvimos que pagar 1c500 por sacar el carro del corralón, y también le robaron cosas que había adentro" (entrevista anónima).

"Llevé una prostituta a mi cuarto, pero no sé qué le puso a las cubas, le puso algo y me quedé dormido; me robó dinero de la cartera, y ropa que tenía colgada en el closet. Yo trabajé en Estados Unidos y probé de todo lo que usted se pueda imaginar, y nunca me había quedado dormido tan rápido como esta vez. ¿Qué cree que le haya puesto a la bebida?" (entrevista anónima). "Le pusieron algo a la cerveza. Con lo que le ponen todo se hace muy lento y no distingues nada de lo que te dicen los meseros, las voces se distorsionan y ves todo en cámara lenta. Al otro día me dí cuenta que los meseros me robaron dinero, lo hacen para asaltar y quitarles el dinero a los clientes, por eso no recomiendo ir a esos lugares en Taxco" (entrevista anónima).

Los obstáculos explicados con anterioridad confirman los riesgos a los que se encuentran expuestos dichos trabajadores, sobretodo en su integridad física, debido a posibles accidentes automovilísticos, y ante latentes reacciones adversas, alérgicas, irreversibles o mortales que se pueden suscitar al consumir químicos anestésicos nocivos, que se suministran sin ningún conocimiento de la persona o cliente. A ello se suma el peligro de contagio de VIH.

Por otra parte, y de acuerdo con los informantes clave entrevistados, la localidad de Iguala ha funcionado tradicionalmente como zona de prostitución, ya que existe una amplia variedad de bares, restaurantes y prostíbulos en donde se concentra una gran cantidad de sexoservidoras provenientes de las ciudades de Buena Vista de Cuellar, Teloloapan y Chilpancingo, así como de comunidades rurales de los municipios de Taxco e Iguala y de diversas poblaciones del Estado de Morelos.

También en el caso del estado de Morelos, la ciudad de Jojutla fue un polo de atracción para el contrato del sexoservicio y de destino constante de movilidad y turismo sexual. A esta localidad acudían tanto clientes como sexoservidoras provenientes de las poblaciones de Acuitlapan, Zacatepec, Puente de Ixtla, Taxco, Iguala y Buena Vista de Cuellar.

Otro riesgo de dicha movilidad y turismo sexual es el contagio de enfermedades de transmisión sexual y sobretodo de VIH. En las entrevistas con el personal especializado de salud se menciona la existencia de una epidemia de VIH en la ciudad de Taxco, epidemia que no se ha dado a conocer de manera adecuada en los medios masivos de comunicación locales y regionales: "Tenemos muchos casos de sida de gente muy joven en el hospital. Hay una epidemia de sida en Taxco" (entrevista con informante clave anónimo).

Se destacó la ratificación sobre la carencia de información actualizada y fiable sobre el estado de salud de las trabajadoras sexuales que laboraban en las ciudades mencionadas, el descuido en cuanto a la inspección de prostíbulos, el atraso de la información estadística, así como el subregistro sobre casos de VIH/sida en las fuentes de datos gubernamentales y en las dependencias de salud locales.

Finalmente, y de acuerdo con la información estadística brindada por la Jurisdicción Sanitaria 02 de la Zona Norte de la Secretaría de Salud, se registraron 72 casos en total de pacientes con VIH/sida en los 10 años considerados; del 2006 al 2016 (Tabla 7).

Destaca cómo en el año 2010 las cifras del registro de casos de VIH y sida fueron las más altas de todo el periodo en el municipio de Taxco (10 casos). Según dicha información, para el año 2016 todavía no se tenían registrados casos de VIH-sida en dicho territorio.

En los 10 años señalados se registraron 16 casos confirmados de HIV, y 56 de sida. La suma total fue de 72 casos de HIV-sida (Tabla 7).

DISCUSIÓN

Los planteamientos sobre el punto de vista del actor ¹ fueron una guía conceptual que permitió explorar las definiciones y expectativas de los actores entrevistados.

Muchas de las ciudades en donde se practica la movilidad y turismo sexual en México ya han sido mencionadas en trabajos de López ³, Amador et ál. ⁴, Rasmussen et ál. ⁵ o Negroni et ál. ^6), por citar algunos ejemplos. A las anteriores ciudades también se suman las referidas en el presente estudio particular.

Esta obra también aporta un panorama sobre el fenómeno de movilidad y turismo sexual de un segmento social específico (trabajadores de taxis). Otros trabajos ya han tomado en cuenta diversas categorías sociales, tales como los adolescentes trabajadores de hoteles ⁵, centroamericanos en tránsito a los Estados Unidos ⁹, trabajadoras sexuales ¹¹, varones homosexuales y bisexuales ¹² o bien trabajadores sexuales jóvenes con profesión o que cursan la universidad ¹⁷, por citar solo algunos ejemplos.

Las entrevistas realizadas ratifican cómo la ciudad de Jojutla (estado de Morelos) fue el lugar más visitado en cuestión de movilidad con motivo de contratar dicho sexoservicio. En lo anterior influyeron determinantemente, tanto los bajos precios (inclusive desde 30 pesos mexicanos) hasta la corta edad de sexoservidoras que lo frecuentaban (desde 15 o 16 años), según las entrevistas realizadas.

En los datos estadísticos disponibles para el municipio de Taxco, se registró un total de 72 casos confirmados de VIH y sida en los 10 años considerados ²³.

Sin embargo, las afirmaciones de especialistas en salud entrevistados confrontan los datos anteriores, ya que manifestaron la existencia de una epidemia de VIH/sida que no se ha registrado en las estadísticas ni en los datos e información gubernamental oficial. Dicha epidemia se ha manifestado actualmente en la ciudad turística de Taxco (entrevistas con informantes clave anónimos, 2018).

Al parecer, la evolución y el aumento de contagios tampoco ha sido difundido de manera adecuada por los medios de comunicación masiva en la Zona Norte del Estado de Guerrero, ni ha sido controlada de forma adecuada por las dependencias de salud gubernamentales regionales (entrevistas con informantes clave anónimos, 2018).

Otros datos confirman la detección de 500 nuevos casos de sida en el año 2017 en el Estado de Guerrero ²⁴, y en municipios tales como Acapulco se han notificado cada año entre 300 y 350 casos nuevos de VIH ²⁵.

En otras fuentes ²⁶, se señala por ejemplo cómo en el Estado de Veracruz, y específicamente en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPACITS), se han registrado entre 100 y 120 nuevos casos mensualmente de VIH/sida. También se destacan las afirmaciones que confrontan las estadísticas gubernamentales: "Yo no sé por qué están maquillando las cifras, o las están ocultando, pero el registro que nosotros tenemos mensual en todos los CAPACITS del Estado es éste, si lo sumas al año son más de mil casos nuevos de VIH/sida" (26, p.1).

Y fuentes recientes ²⁷ ratifican cómo en la República Mexicana 41 personas se infectan diariamente con dicha enfermedad.

Finalmente, el presente escrito podría servir a profesores-investigadores de las instituciones académicas estatales, a los responsables de dependencias sanitarias gubernamentales regionales y a los administrativos de turno de las regidurías de los ayuntamientos locales. Sobre todo, porque estos últimos delegados de Gobierno cuentan con el poder administrativo, presupuesto y con el mayor nivel de responsabilidad en cuestiones de implementación de políticas públicas y de planeación de programas relacionados con la difusión de medidas profilácticas, preventivas, de supervisión, monitoreo o bien de sanción jurídica en cuestiones de salud.

En el mismo sentido, es prioritario diseñar e implementar investigaciones evaluativas (tanto formativas, como sumativas) desde el punto de vista de las ciencias sociales, la salud pública, la epidemiología y la geografía de la salud, con el fin de explorar la aplicación, eficacia, efectos e impacto de los programas preventivos en cuestión ♦