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Psicogente

Print version ISSN 0124-0137

Psicogente vol.20 no.38 Barranquilla July/Dec. 2017

https://doi.org/10.17081/psico.20.38.2543 

Resultado de Investigación

Satisfacción y motivación de la cirugía estética en mujeres y su relación con los esquemas desadaptativos tempranos*

Satisfaction and motivation of cosmetic surgery in women and the relation with early maladaptive schemas

María Paula Moretti1 

Leandro Casari2 

1Psicóloga. Docente. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Pontificia Universidad Católica Argentina. Email: morettimariapaula@gmail.com http://orcid.org/0000-0001-6014-192X

2Doctor en Psicología. Docente, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Pontificia Universidad Católica Argentina. Email: lmcasari@mendoza-conicet.gov.ar http://orcid.org/0000-0002-0139-0798


Resumen

El objetivo de esta investigación fue investigar los Esquemas Desadaptativos Tempranos (EDT) en mujeres con cirugías estéticas, e indagar si existían relaciones con: satisfacción, motivación hacia nuevas cirugías y variables relacionadas a la intervención quirúrgica. Se trabajó con una muestra de 67 mujeres de entre 18 y 40 años con al menos una cirugía, administrando el Cuestionario Esquemas Desadaptativos Tempranos de Young y una encuesta Ad Hoc. Como resultado el es quema Estándares Inflexibles se encontró en más del 50 % y se encontraron correlaciones significativas con las variables analizadas: motivación, satisfacción y variables quirúrgicas con EDT (cantidad, edad y antigüedad). Se discuten los resultados en función de la influencia entre los EDT y las intervenciones quirúrgicas estéticas.

Palabras clave: Cirugía estética; Mujeres; Esquemas Desadaptativos Tempranos; Satisfacción y Motivación.

Abstract

The purpose of this study was to investigate the Early Maladaptative Schemas (EMS) in women who have undergone cosmetic surgeries (CS) and to research if there was a relation to the satis faction with the CS, the motivation to undergo more surgeries and the variables related to cos metic surgery. A non-experimental, cross-sectional, descriptive correctional study was carried out. The deliberately selected sample was comprised of 67 women between 18 and 40 years old who had undergone, at least, one cosmetic surgery. Data was collected from the responses to Jeffrey Young's questionnaire entitled Early Maladaptive Schemas and an ad hoc survey. As a result, from the investigation, it was observed that the schema of Unrelenting Standards was found in more than 50 % of the sample, and meaningful correlations with the analyzed variables were found: motivation, satisfaction and surgical variables with EMS (quantity, age and age of the first one). The results are discussed in relation to the influence among the EMS and the cosmetic surgeries.

Key words: Cosmetic Surgery; Women; Early Maladaptive Schemas; Satisfaction and Motivation.

Introducción

En investigaciones recientes se ha reconocido que existe un crecimiento de una cultura de consumismo en donde el culto del cuerpo se ha vuelto un fenóme no de masas y ha asumido una importante dimensión social (Dorneles de Andrade, 2010; Henderson-King & Brooks, 2009). A su vez, se ha concluido que los medios de comunicación masivos juegan un papel esencial en la determinación del ideal de belleza física, en las per cepciones y valoraciones acerca del cuerpo en la actua lidad, como también que influencian positivamente la actitud hacia la cirugía estética e incluso promueven a la decisión de llevarla a cabo (Aafjes, 2008; Markey & Markey, 2010; Sharp, Tiggemann & Mattiske, 2014; Spe rry, Thompson, Sarwer & Cash, 2009; Swami, Taylor & Carvalho, 2009).

Diversos autores coinciden a la hora de definir a la cirugía estética como un procedimiento quirúrgico que se realiza no con el objetivo de sanar una patología en el paciente sino de modificar su cuerpo de modo tal que le permita acercarse a un ideal estético y se sien ta, por lo tanto, más deseable frente a un otro (Khoo, 2009; Mc Latchie & Leaper, 2006, citado en Rodríguez Palacios, 2010; Prado, Andrades, Sepúlveda, Benítez & De Carolis, 2005; Ziglinas, Menger & Georgalas (2014). Argentina, no ha sido un país fuera de esta tendencia. La Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética -ISAPS creó la encuesta global bianual de la ISAPS. Con ella, expertos en estadísticas independientes han obtenido y analizado información internacional y con fiable sobre esta moda de la cirugía estética revelando una jerarquía de 25 países de procedimientos tanto qui rúrgicos, como no quirúrgicos, quedando Argentina en lugar número 11.

En los últimos años, se han realizado diversas in vestigaciones que han podido reconocer diferentes rela ciones entre variables psicosociales con las intervencio nes quirúrgicas estéticas.

Por un lado, no solo se ha reconocido una in fluencia de los mecanismos y mensajes socioculturales (consumismo, medios de comunicación masivos, imáge nes de publicidades, programas televisivos, adoración de celebridades, objetivización de la mujer) sino también de los otros significativos (relaciones de pareja y sistemas familiares) en el anhelo y toma de decisión de llevar a cabo estas cirugías (Acuña, 2010; Calogero, Pina, Park & Rahemtulla, 2010; Calogero, Pina & Sutton, 2014; Cas tañeda et al., 2013; Markey & Markey, 2010; Sperry et al., 2009; Swami & Mammadova, 2012; Swami et al., 2009).

Por otro lado, se han reconocido motivaciones personales para realizar una cirugía estética. Las mismas no solo se encuentran articuladas a términos y aspectos físicos sino también psicológicos como, por ejemplo, búsqueda de mayor confianza en sí mismos (Adams, 2010; Nikolic, Janjic, Marinkovic, Petrovih & Bozic, 2013; Rubin, Klassen, Cano, Hurley & Pusic, 2009).

A su vez, se ha determinado la presencia de rasgos y características psicopatológicas de personalidad en su jetos con anhelo de someterse a cirugías estéticas o próxi mos a realizarla, tales como: predominio de insatisfac ción corporal, llegando en ocasiones a trastornos de la imagen corporal como el trastorno dismórfico corporal, bajos niveles de autoestima, altos niveles de depresión y ansiedad y trastornos de personalidad (personalidades narcisistas e histriónicas) (Acuña, 2010; Akbudak et al., 2013; Carrion, 2011; Chung-Sheng, Su-Shin, Yi-Chun & Cheng-Sheng, 2010; Dakanalis et al., 2013; Moss & Harris, 2009; Nikolic et al., 2013; Pullido Garzón, 2015; Shridharani, Magarakis, Manson & Rodríguez, 2010; Von Soest, Kvalem & Wichstrom, 2012).

Por último, también se han encontrado diferen cias significativas entre el antes y el después de la cirugía estética en variables psicológicas: disminución de depre sión o sintomatología depresiva y de niveles de ansiedad, incremento de la valoración subjetiva positiva de la ima gen corporal y niveles de extroversión y mejoramiento tanto de la autoestima, como de la calidad de vida y re laciones de pareja (Benito Ruiz, Botella García del Cid & Ribas Rabert, 2010; Eriksen, 2012; Magdziarz-Orlitz, Gerlicz-Kowalczuk & Dziankowska-Bartkwoiak, 2012; Moos & Harris, 2009; Rankin, Borah, Perry & Wey, 1998; Von Soest, Kvalem, Skolleborg & Roald, 2009; Von Soest et al., 2012).

Es importante destacar que se ha reconocido cierta cuota de agresividad presente en los procesos qui rúrgicos. Toda cirugía representa una invasión hacia el cuerpo del paciente que daña antes de curar. Se trata de una experiencia que implica temor, dolor, incomodidad, disminución de la autonomía, pérdida del control sobre tiempo y espacio y que está sujeta a diversas complica ciones y riesgos, aun de muerte. Se la podría describir como una de las formas más demostrativas de cómo un paciente pone, literalmente, su vida en manos de un mé dico cirujano (Ferreres & Manrique, 2014).

A partir de estas relaciones encontradas entre va riables psicosociales con las intervenciones quirúrgicas estéticas, mas el reconocer esta agresividad presente en el proceso de la cirugía, se ha hecho énfasis en la impor tancia de un proceder ético del médico, incluso desde los momentos previos de la cirugía y se ha debatido la necesidad de inclusión del psicólogo a lo largo de todo el proceso. Es en el momento preoperatorio en donde se han centrado la mayoría de los autores. Dentro de esta primer etapa, se ha descrito al proceso de selección de pacientes como aquel que permitiría detectar pacientes con ciertas características o trastornos psicológicos que causarían bajos niveles de satisfacción ante el resultado de las cirugías estéticas, generando un procedimiento quirúrgico poco exitoso (Chatham, 2012; Chung-Sheng et al., 2010; Dakanalis et al., 2013; Ericksen & Billick, 2012; Harth, 2010; Herrero Zerpa y Rondón, 2004; Khoo, 2009; Koppmann Attoni, 2004; Mulkens et al., 2012; Shridharani et al., 2010; Vitolo, 2009; Ziglinas, Menger & Georgalas, 2014).

Una variable psicológica cognitiva poco estudia da en relación a las cirugías estéticas han sido los esque mas desadaptativos tempranos (EDT). Solo se encontró un estudio que analizó los EDT en mujeres sin cirugías estéticas hallando que el esquema Desconfianza/Abu- so predice la aceptación de intervenciones quirúrgicas estéticas, entendiendo por aceptación una actitud favo rable y motivación para realizarla en un futuro (Pullido Garzón, 2015).

Los EDT son el concepto principal del modelo cognitivo generado por el Dr. Jeffrey Young. Según este modelo, los niños, al desarrollarse, tienen cinco tareas primarias: autonomía, conexión, valoración, expectati vas razonables y límites realistas. Cuando los padres y el ambiente social no son óptimos, los niños se encuentran vulnerables a desarrollar EDT en una o más de las áreas. Cabe destacar que también los factores biológicos y tem peramentales juegan un papel fundamental en este de sarrollo cognitivo. Los EDT, por lo tanto, son esquemas cognitivos desarrollados durante la infancia que luego persisten durante toda la vida, resistiéndose al cambio y siendo organizadores para el funcionamiento conductual y emocional. Se trata de patrones cognitivos estables y creencias disfuncionales acerca de sí mismos y del am biente, que constituyen la base para el procesamiento e interpretación de experiencias. Su disfuncionalidad genera consecuencias negativas y pueden llevar, directa o indirectamente a relaciones destructivas, rendimiento laboral inadecuado, adicciones, trastornos psicológicos, conductas autodestructivas, experiencias interpersona les negativas o que perjudican a los demás (Young, Klosko & Weishaar, 2003).

Aunque la teoría de los EDT fue formulada hace más de 20 años, pueden encontrarse investigaciones donde dicha variable es estudiada en una diversidad de temáticas (Agudelo Vélez, Casadiegos Garzón & Sánchez-Ortiz, 2008; Bahamón Muñetón, 2013; Ferrel, Peña, Gómez y Pérez, 2009; Ferrel Ortega, González Ortíz & Mazeneth, 2013; León, Salazar y Puerta, 2013; Londoño et al., 2012; Restrepo y Zambrano Cruz, 2013) como también libros de Jeffrey Young donde propone actualizaciones sobre la temática (Riso, Du Toit, Stein & Young, 2002; Young et al., 2003).

Si estos esquemas constituidos en las primeras etapas del desarrollo persisten a lo largo de la vida or ganizando el funcionamiento general de la persona, podría pensarse, por lo tanto, que condicionan la mo tivación para realizar una cirugía estética y la respuesta o grado de satisfacción ante ella. Es a partir de ello que se plantean los siguientes objetivos de investigación. En primer lugar, describir los EDT en mujeres adultas que se hayan realizado al menos una cirugía estética. En se gundo lugar, analizar si existe alguna relación entre es tos EDT y la satisfacción con la última cirugía estética realizada, como también con la motivación para realizar nuevas cirugías de este tipo en un futuro. Por último, el tercer objetivo establecido, es indagar si existen rela ciones significativas entre los EDT con variables rela cionadas a las intervenciones quirúrgicas estéticas, tales como la cantidad y tipo de cirugías estéticas realizadas y la edad y antigüedad de la primera; y, por otro lado, si existen relaciones significativas entre dos variables socio- demográficas, estado civil y nivel de escolaridad, con las variables de satisfacción frente a la última cirugía estética y motivación para realizar nuevas cirugías de este tipo.

Método

Diseño

Se trabajó con un diseño no experimental, cuyo alcance fue descriptivo-correlacional (Hernández-Sampieri, Fernández-Collado & Baptista Lucio, 2014).

Participantes

La muestra, de carácter no probabilística intencio nal (dirigida), está conformada por un total de 67 muje res que se han realizado al menos una cirugía estética en su vida. La edad promedio es de 27,2 ± 4,9. En cuanto al estado civil el 80,6 % de la muestra se encuentran solteras mientras que el porcentaje restante (19,4 %) se encuentran casadas. En relación al nivel de escolaridad, la mayoría de las mujeres han concluido sus estudios se cundarios (44,8 %) y terciarios/universitarios (53,7 %). A su vez, varios fueron los datos recolectados con res pecto a las cirugías estéticas realizadas: de acuerdo a la cantidad, la mayoría de las mujeres (85,1 %) solo se han realizado una sola cirugía estética mientras que el 14,9 % restante de las mujeres se han realizado dos cirugías has ta el momento. La edad promedio al realizar la primera cirugía estética es de 22,43 ± 4,19, con una antigüedad de 4,8 años ± 3,29. Por último, el tipo de cirugía estética más frecuente es la mamoplastia (59,7 %), seguido de rinoplastia (23,9 %) y abdomenplastia (3 %).

Instrumentos

Para la medición y evaluación de las variables se utilizaron dos instrumentos:

1. Cuestionario de Esquemas Desadaptativos Tempra nos (CEDT)

El Cuestionario de Esquemas Desadaptativos Tempranos- Versión 1 (Young Schema Questionnaire) fue diseñado por Jeffrey Young en el año 1990 (Young, 1990). Si bien con el correr de los años Young ha llevado a cabo diferentes versiones del cuestionario a partir de revisiones teóricas de los esquemas tempranos y sus agru paciones (López Pell, Rondón & Cellerino 2012), en el presente estudio se utiliza la primera versión, traducida por Piracés (1995).

Existe diversidad de investigaciones que han uti lizado alguna de las versiones del instrumento, ya sea la original o la abreviada, contando con adaptaciones en Brasil, Colombia, España, Japón, México, Perú, en tre otros países (Calvete, Estévez, López de Arrayobe & Ruiz, 2005; Cazassa, 2007; Cid, Tejero & Torrubia, 1997; Glaser, Campbell, Calhoun, Bates & Petrocelli, 2002; León & Sucari, 2012; Oshima et al., 2014; Young et al., 2003).

Se trata de un cuestionario que evalúa la presen cia (o no) de 15 esquemas tempranos desadaptativos dis tribuidos en cinco dimensiones a partir de 123 ítems que el sujeto debe responder por sí o por no según co rrespondan a una descripción de sí mismo (Castrillón et al., 2005; López Pell et al., 2012).

Las cinco dimensiones y sus 15 esquemas desadaptativos que evalúa son los siguientes:

  1. Autonomía: Dependencia, Sometimiento/Carencia de individualismo, Vulnerabilidad frente al daño, Miedo a perder el autocontrol.

  2. Conexión con el mundo: Deprivación emocional, Abandono/Pérdida, Desconfianza, Aislamiento social/Alienación.

  3. Valoración: Defectos/Despreciabilidad, Indeseabilidad social, Incompetencia/Fracaso, Culpa/Castigo, Culpa/Vergüenza.

  4. Expectativas Razonables: Estándares inflexibles.

  5. Límites realistas: Límites insuficientes.

Tras la administración, se procede a evaluar cada esquema por separado, calculando el porcentaje de res puestas afirmativas. Se considera que aquellos sujetos que hayan respondido afirmativamente a un 60 % o más de los ítems correspondientes a alguno de los EDT, será considerado que dicho esquema está activado.

La confiabilidad del cuestionario fue calculada a través de The Kunder-Richardson Formula 20 (KR-20) encontrando valores aceptables (.92).

2. Encuesta Ad Hoc

Es un instrumento creado específicamente para la presente investigación que se compone de las siguien tes tres partes. La primera parte consta de una encues ta sociodemográfica en la que se recabaron datos sobre edad, estado civil, nivel de escolaridad, cantidad y tipo de cirugías estéticas realizadas hasta el momento, edad en que se realizó la primera cirugía estética y los años de antigüedad de esta primera operación. La segunda parte consta de una escala con formato de respuesta tipo Likert del 1 al 4 para conocer el nivel de satisfacción que presenta la mujer con respecto a la última cirugía estética realizada (1=Totalmente insatisfecha, 2=Moderadamente insatisfecha, 3=Moderadamente satisfecha, 4=Totalmente satisfecha). La tercera parte consta de una segunda escala también con formato de respuesta tipo Likert del 1 al 4 para conocer el grado de motivación que presenta la mujer para realizar nuevas cirugías estéti cas en un futuro (1=Totalmente desmotivada, 2=Moderadamente desmotivada, 3=Moderadamente motivada, 4=Totalmente motivada).

Procedimiento

Las mujeres se contactaron a través de diversas instituciones de salud que realizan cirugías estéticas en la ciudad de Mendoza, Argentina. En un primer momen to, se realizó una entrevista con los directivos de las mis mas donde manifestaron su aceptación para colaborar con la investigación.

Del listado de pacientes (y expacientes), se contac taron telefónicamente donde se comentó el propósito de la investigación. Aquellas mujeres que manifestaron su interés en participar se las citó en la institución don de fueron intervenidas y se les administraron los instru mentos de forma individual, previa firma del consenti miento informado.

La recolección de datos transcurrió entre los me ses de mayo y agosto, de 2015. Los análisis se realizaron con el procesador estadístico SPSS 22.0.

Resultados

En función al primer objetivo de investigación, describir cuáles son los EDT en mujeres argentinas adul tas que se hayan realizado al menos una cirugía estética, se analizaron las frecuencias de mujeres con esquemas activados. Se observó que solo dos esquemas no se en contraron activados en ninguna participante de la mues tra: Indeseabilidad Social e Incompetencia/Fracaso. A su vez, el esquema Estándares Inflexibles se encuentra activado en más del 50 % de la muestra, mientras que los 12 restantes, se encuentran activados en menos del 50 % (Ver Tabla 1 y Figura 1).

Tabla 1 EDT en mujeres adultas con cirugías estéticas (n=67) 

EDT M (DE) Activado Desactivado
Dependencia .71 (1.01) 3 % 97 %
Sometimiento 2.92 (2.49) 1.5 % 98.5 %
Vulnerabilidad frente al daño 2.85 (1.88) 3 % 97 %
Miedo a perder el autocontrol 1.31 (1.58) 6 % 94 %
Deprivación Emocional 1.23 (2.13) 4.5 % 95.5 %
Abandono/Pérdida 1.11 (1.24) 6 % 94 %
Desconfianza 1.88 (2.13) 4.5 % 95.5 %
Aislamiento Social .55 (.97) 4.5 % 95.5 %
Defectos/Despreciabilidad .73 (.56) 1.5 % 98.5 %
Indeseabilidad Social 1.44 (.83) 0 % 100 %
Incompetencia/Fracaso .38 (.81) 0 % 100 %
Culpa/Castigo 1.43 (1.29) 1.5 % 98.5 %
Culpa/Vergüenza .71 (1.13) 7.5 % 92.5 %
Estándares Inflexibles 6.14 (2.60) 52.2 % 47.8 %
Límites Insuficientes 2.95 (2.14) 25.4 % 74.6 %

Figura 1 Activación de los EDT en mujeres adultas con ci rugías estéticas (n=67) 

A partir del segundo objetivo: analizar si existe relación entre los EDT con la satisfacción con la última cirugía estética realizada, y con la motivación para reali zar nuevas cirugías estéticas; se analizó si existían corre laciones significativas entre los EDT con estas variables aplicando el coeficiente de correlación Spearman ya que dos variables (Satisfacción/Motivación) presentan nivel de medición ordinal.

(p < .05) y Estándares Inflexibles (p < .001). A mayor valor de estos esquemas mencionados, mayor grado de motivación para realizar nuevas cirugías estéticas.

Tabla 2 Correlaciones significativas entre EDT y satisfacción/motivación (n=67) 

Satisfacción Motivación
rho .272
Dependencia P n.s. .026
rho .264
Deprivación Emocional P n.s. .031
rho -.374
Aislamiento Social P .002 n.s.
rho .247
Indeseabilidad Social P n.s. .044
rho .246
Incompetencia/Fracaso P n.s. .045

Nota: Solo se expresan en la tabla aquellas correlaciones significativas (p < . 05)

En relación a la satisfacción de la mujer con res pecto a la última cirugía estética realizada se encontraron dos correlaciones significativas negativas de pequeña in tensidad (rho < .50) según Martínez Ortega, Tuya Pendás, Martínez Ortega, Pérez Abreu & Cánovas (2009), con Estándares Inflexibles (p < .05) y Aislamiento Social (p < .01): A mayor valor de los esquemas Aislamiento Social y Estándares Inflexibles, menor grado de satisfac ción con respecto a la última cirugía estética realizada.

El tercer objetivo de la investigación (Indagar si existen relaciones significativas entre los EDT con las siguientes variables relacionadas a las cirugías estéticas: cantidad y tipo de cirugías estéticas realizadas y edad y antigüedad de la primera cirugía estética; y si existen re laciones significativas entre las siguientes dos variables sociodemográficas: estado civil y nivel de escolaridad, con la satisfacción con la última cirugía estética y mo tivación para realizar nuevas cirugías de este tipo) nos permitió arribar a dos grupos de resultados.

Tabla 3 Correlaciones significativas entre EDT con: cantidad de cirugías estéticas, edad y antigüedad de la primera cirugía 

Cantidad de cirugías estéticas Edad de la primera cirugía Antigüedad de la primera cirugía
r -.263
Desconfianza p n.s. .031 n.s.
r .277
Indeseabilidad Social P .023 n.s. n.s.
r .250
CulPa/Castigo p .041 n.s. n.s.
r -.315
Vulnerabilidad frente al daño P n.s. n.s. .009

Nota: Solo se expresan en la Tabla aquellas correlaciones significativas (p < - 05)

Con respecto a la variable motivación hacia nue vas cirugías estéticas, se observan correlaciones signifi cativas de pequeña intensidad débil (rho < .50) según los criterios de Martínez Ortega et al. (2009), con los si guientes esquemas: Dependencia (p < .05), Deprivación Emocional (p < .05), Indeseabilidad Social (p < .05), Incompetencia/Fracaso (p < .05), Límites Insuficientes

En primer lugar, se analizó si existía una correla ción significativa entre los EDT y tres variables relacio nadas a las cirugías estéticas: cantidad de intervenciones quirúrgicas estéticas realizadas hasta el momento, edad y antigüedad de la primera cirugía, utilizando el coeficien te de correlación de Pearson (Tabla 3). Con respecto a la cantidad de cirugías estéticas realizadas hasta el momento, se presentaron dos correlaciones significativas positi vas de magnitud pequeña (r < .30) según Aron & Aron (2001), con los siguientes esquemas: Indeseabilidad So cial (p < .05) y Culpa/Castigo (p < .05): A mayor canti dad de cirugías estéticas realizadas, mayor valor en estos esquemas mencionados. En relación a la edad de las mu jeres al realizarse la primera cirugía estética, se encontró una correlación significativa de pequeña magnitud (r < .30) (Aron & Aron, 2001) con Desconfianza (p < .05): A menor edad al realizarse la primera cirugía estética, ma yor valor en este esquema mencionado. Por último, se observa una correlación significativa negativa moderada (r < .49) (Aron & Aron, 2001) entre la antigüedad de la primera cirugía estética realizada y el esquema Vulnera bilidad frente al daño (p < .01): A mayor antigüedad de la primera cirugía estética, menor valor en este esquema.

Una cuarta variable relacionada a la cirugía esté tica estudiada fue el tipo de cirugía. Se analizó si exis tían diferencias significativas entre los tipos de cirugías estéticas y los EDT. Para ello se utilizó la prueba no pa ramétrica U de Mann Whitney donde se compararon los tipos más representativos: cirugía mamaria (n= 40) y rinoplastia (n= 16), a partir de la cual no se encontraron diferencias significativas.

Seguidamente se analizó si existían diferencias sig nificativas con los niveles de satisfacción con respecto a la última cirugía estética realizada y de motivación para realizar nuevas cirugías de este tipo en un futuro, en las mujeres de acuerdo a dos variables sociodemográficas: estado civil (solteras y casadas) y nivel de escolaridad (te niendo en cuenta solo los dos grupos más representati vos: secundario completo y terciario/universitario com pleto). Utilizando la prueba no paramétrica U de Mann Whitney no se encontraron resultados significativos.

Discusión

Comenzando por el primer objetivo de la pre sente investigación, los resultados arrojaron que más de la mitad de las mujeres de la muestra presentan el es quema Estándares Inflexibles activado, lo que equivale a decir, expectativas extremadamente altas respecto a sí mismas con énfasis excesivo en el logro y reconocimien to, incluso a expensas de la felicidad, placer y salud. Las acompaña la creencia de que ninguno de sus logros será suficiente y la dificultad para sentirse satisfechas frente a sus rendimientos, ocupándose de actuar y funcionar cada vez con mayor esfuerzo (Young et al., 2003). Podría decirse que en esta búsqueda del logro y reconocimiento la persona considera lo que la sociedad y la cultura im ponen y proponen como ideal. En relación a esto últi mo, se ha reconocido que existe un crecimiento de una cultura de consumismo en donde el culto al cuerpo se ha vuelto un fenómeno de masas y ha asumido una im portante dimensión social (Dorneles de Andrade, 2010; Henderson-King & Brooks, 2009). A su vez, se ha con cluido que los medios de comunicación masivos juegan un papel esencial en la determinación del ideal de be lleza física, en las percepciones y valoraciones acerca del cuerpo en la actualidad y que influencian positivamente la actitud hacia la cirugía estética e incluso promueven a la decisión de llevarla a cabo (Aafjes, 2008; Markey & Markey, 2010; Sharp et al., 2014; Sperry et al., 2009; Swami et al., 2009). A partir de esto, podría conjeturarse que será aquella mujer que presente activado el esquema Estándares Inflexibles quien tenderá a buscar un cum plimiento de estas expectativas e ideales de belleza física que impone la sociedad, tomando los caminos que la misma propone para alcanzarlos, como la cirugía esté tica, más que aquellas mujeres que no presentan este esquema activado.

Por otro lado, es importante aclarar que son va rias las investigaciones previas que centran su atención en los EDT en diversas poblaciones y en relación a di ferentes variables. Se han estudiado en jugadores pato lógicos, homosexuales, hipertensos, depresivos, sujetos con conducta criminal, con problemas interpersonales, pacientes oncológicos, con trastornos de ansiedad y con problemas de consumo de alcohol, entre otros (Agudelo Vélez, Casadiegos Garzón & Sánchez Ortiz, 2008; Bahamón Muñetón, 2013; Ferrel, Peña, Gómez y Pérez, 2009; Ferrel Ortega, González Ortíz & Mazeneth, 2013; León, Salazar y Puerta, 2013; Londoño et al., 2012; Restrepo y Zambrano Cruz, 2013).

A su vez, también se han estudiado variables psicosociales en relación a las cirugías estéticas tanto en po blaciones que se han realizado cirugías como en pobla ciones que no han llevado a cabo ninguna intervención quirúrgica de este tipo. Sin embargo, ninguna investiga ción ha estudiado los EDT en poblaciones que se han realizado al menos una cirugía estética. Por lo tanto, en futuras investigaciones sería de interés profundizar en ambas variables (EDT y cirugía estética), con el objetivo de conocer aspectos cognitivos en sujetos con cirugías estéticas, generando diversos resultados que permitan ser contrastados.

Avanzando hacia el segundo objetivo de esta in vestigación, en primer lugar, al analizar si existe relación entre los EDT con la satisfacción de la mujer con su úl tima cirugía estética realizada, se descubrieron dos corre laciones significativas negativas con Estándares Inflexi bles y Aislamiento Social. Los resultados permitieron conocer que a mayor valor de estos esquemas, menor es el grado de satisfacción con respecto a la última cirugía estética realizada.

En investigaciones previas se destaca la importan cia de detectar mediante un proceso previo a la interven ción quirúrgica (Selección del Paciente), pacientes con ciertas características o trastornos psicológicos debido a los bajos niveles de satisfacción que suelen tener ante el resultado de las cirugías estéticas (Chatham, 2012; Dakanalis et al., 2013; Ericksen & Billick, 2012; Harth, 2010; Herrero Zerpa y Rondón, 2004; Khoo, 2009; Koppmann Attoni, 2004; Shridharani et al.,2010; Vitolo, 2009; Ziglinas et al., 2014). Algunos investigadores mencionan expectativas muy altas y demandas irreales en relación a la intervención, lo cual coincide con el es quema Estándares Inflexibles (Koopmann Attoni, 2004; Ziglinas et al., 2014). En relación al esquema Aislamien to Social, patrón cognitivo que genera un sentimiento de estar aislado del resto del mundo, ser diferentes de los demás, y/o no ser parte de ningún grupo (Young et al., 2003), es importante aclarar que no se ha mencionado al aislamiento social como una variable que afecta la sa tisfacción con respecto a la cirugía estética. Sin embargo, Ziglinas et al., (2014), menciona pacientes con neurosis descompensadas y cuadros de psicosis en relación a in satisfacción con la cirugía. En ambos casos podrían in ferirse ciertas fallas en el establecimiento de la conexión con los demás de manera estable, confiable y duradera.

Es importante destacar que en la presente inves tigación no se encontraron correlaciones significativas entre EDT de la dimensión Desvalorización y la satisfac ción con la cirugía estética realizada. La Desvalorización, incluye esquemas relacionados a la expectativa de que uno no será deseable para los demás. Son esquemas que generan el sentimiento de ser intrínsecamente defectuo so y con fallas (Young et al., 2003). Esto último no coin cide con aquellas investigaciones en las que se ha desta cado que intensas preocupaciones sobre algunas partes del cuerpo, la insatisfacción corporal y el trastorno dismórfico corporal predicen bajos niveles de satisfacción postoperatoria de los pacientes (Dakanalis et al., 2013; Herrero Zerpa y Rondón, 2004; Ziglinas et al., 2014).

Continuando con el segundo objetivo, tras la sa tisfacción, se analizó si existe relación entre los EDT con la motivación de la mujer para realizar nuevas cirugías estéticas en un futuro. Se conoció que existen correlacio nes significativas positivas con los siguientes esquemas: Dependencia, Deprivación Emocional, Indeseabilidad Social, Incompetencia/Fracaso, Límites Insuficientes y Estándares Inflexibles.

Antes de detallar cada uno de estos esquemas es importante destacar que estos resultados no coinciden con una investigación previa de Pullido Garzón (2015). La misma manifiesta que el esquema Desconfianza/ Abuso es el que predice la aceptación de cirugías estéti cas en mujeres, entendiendo por aceptación una actitud favorable hacia la misma y motivación para realizarla en un futuro. Sin embargo, es importante aclarar que, por un lado, se trata de mujeres que nunca se han realizado cirugías estéticas y, por otro lado, que el autor arribó a esta conclusión aplicando la versión del cuestionario validada en Colombia que evalúa solo once EDT, dentro de los que faltan dos de los esquemas correlacionados significativamente en la presente investigación: Indeseabilidad Social e Incompetencia/Fracaso.

Estos últimos dos esquemas, pertenecen a la di mensión Desvalorización. El primero de ellos, Indeseabilidad Social, es un esquema que lleva a la creencia de que uno es indeseable para los demás (torpe, sexualmen te indeseable, bajo estatus, pobre en habilidades y con versaciones, necio). En segundo lugar, Incompetencia/ Fracaso es la creencia de que uno es fracasado (inepto, sin talento) en relación a los pares, en las áreas de logro (escuela, carrera, deportes, etc.) (Young et al., 2003). Los resultados permitieron conocer que a mayor valor de es tos esquemas, mayor grado de motivación para realizar nuevas cirugías estéticas en un futuro. Por un lado, esto coincide con los hallazgos de investigaciones que han in dagado acerca de las motivaciones en mujeres para llevar a cabo una mamoplastia. En ellas pueden reconocerse motivaciones que hacen referencia a una desvaloriza ción personal, ser poco deseable y atractivo para el otro, el creerse en menor nivel de competencia en relación a pares y el sentirse diferentes del resto de las mujeres, con inseguridad e incomodidad en situaciones sociales. Partiendo de ello, buscan sentirse más femeninas y atrac tivas, tener más confianza en sí mismas, sentirse menos tímidas con los hombres, mejorar su vida sexual, facilitar el encuentro de una pareja y conseguir un trabajo (Nikolic et al., 2013; Rubin et al., 2009). Por otro lado, los resultados coinciden con otras investigaciones que han concluido que suele predominar una insatisfacción con la imagen corporal (Acuña, 2010; Carrion, 2011; Pullido Garzón, 2015) y trastornos de la imagen corporal (como el trastorno dismórifco corporal) en sujetos que solicitan cirugía (Chung-Sheng et al., 2010; Dakanalis et al., 2013; Shridharani et al., 2010).

Al esquema Deprivación Emocional también se lo encontró correlacionado de manera positiva con la motivación para realizar nuevas cirugías estéticas. Podría pensarse esta correlación en función de estos hallazgos descritos sobre insatisfacción de la imagen corporal ya que también en la Deprivación Emocional se pone en juego el no ser deseable y ser desvalorizado por el otro: lleva a la expectativa de que los propios deseos de apoyo emocional no serán satisfechos por los otros sintiéndose privado de cariño, protección y empatía (Young et al., 2003).

Por otro lado, en cuanto a las correlaciones po sitivas entre los esquemas Dependencia, Límites Insu ficientes y Estándares Inflexibles y la motivación para nuevas cirugías, podría pensarse que coinciden con los hallazgos de los estudios sobre influencias socioculturales mencionados.

En primer lugar, con respecto al esquema Depen dencia, podría inferirse que a mayor valor del esquema, más expuesta se encontrará la persona a funcionar de manera dependiente en el mundo, dejándose llevar por lo que los otros y la sociedad imponen, en este caso, una cultura de consumismo donde el culto del cuerpo se ha vuelto un fenómeno de masas con ayuda de los mensajes de medios de comunicación, promoviendo a diversos procedimientos estéticos (Aafjes, 2008; Dorneles de Andrade, 2010; Henderson-King & Brooks, 2009; Markey & Markey, 2010; Sharp et al., 2014; Sperry et al., 2009; Swami et al., 2009). A su vez, esto coincide con lo hallado sobre la influencia de otros significativos: un sujeto presenta mayor aceptación de las cirugías estéticas si algún miembro de la familia ya se ha realizado al me nos una cirugía estética obteniendo buenos resultados (Castañeda et al., 2013).

En segundo lugar, con respecto a la correlación encontrada entre motivación para realizar nuevas ciru gías estéticas y Estándares Inflexibles, podría deducirse que la persona que presenta mayor valor en este esque ma tenderá a buscar un cumplimiento de estas expecta tivas extremadamente altas que impone la sociedad con respecto a la belleza física incluso a expensas de la felici dad, placer y salud, estando motivada para realizarse más de una cirugía estética.

En tercer y último lugar, con respecto al esque ma Limites Insuficientes, se podría pensar que frente a esta sociedad descrita, aquella mujer que presente mayor valor en este esquema tendrá mayor dificultad para autocontrolarse y limitarse a solo una cirugía estética. Es decir, al ser sus límites internos insuficientes estaría más propensa a dejarse llevar por el fenómeno de masas en búsqueda del ideal de belleza propuesto.

También encontraron correlaciones significativas entre EDT y variables relacionadas a la cirugía estética.

Con respecto a la cantidad de cirugías estéticas rea lizadas, se presentaron dos correlaciones significativas positivas con Indeseabilidad Social y Culpa/Castigo: A mayor valor en estos esquemas, mayor cantidad de ciru gías estéticas realizadas. Son dos esquemas pertenecien tes a la dimensión Desvalorización, a partir de los cuales se vive con la expectativa de que no se será deseable para los demás en ninguna de las siguientes formas: atracción física, habilidades sociales, integridad moral, etc. A su vez, en el esquema Culpa/Castigo predomina la creen cia de ser moral o éticamente malo e irresponsable y me recedor de crítica o castigo (Young et al., 2003). Por un lado esto coincide con investigaciones previas que con cluyeron que suele predominar una insatisfacción con la imagen corporal (Acuña, 2010; Carrion, 2011; Pullido Garzón, 2015) y trastornos de la imagen corporal (como el trastorno dismórfico corporal) en sujetos que solici tan cirugía (Chung-Sheng et al., 2010; Dakanalis et al., 2013; Shridharani et al., 2010). Por otro lado, estando en una sociedad con las características descritas anterior mente: en la que existe un crecimiento de la cultura del consumismo en donde el culto del cuerpo ha asumido una importante dimensión social (Dorneles de Andra de, 2010; Henderson-King & Brooks, 2009) y en donde los medios de comunicación masivos determinan ideales de belleza física promoviendo actitudes positivas hacia la cirugía estética para alcanzarlos (Aafjes, 2008; Markey & Markey, 2010; Sharp et al., 2014; Sperry et al., 2009; Swami et al., 2009), se podría pensar que aquellos que se sienten desvalorizados, indeseables y errados, tratarán de ser parte de esta sociedad tratando de alcanzar lo que la misma propone: tanto el ideal como los caminos para ello (cirugía estética). Ahora bien, al ser los esquemas estructuras autoperpetuadoras, resistentes al cambio y persistentes a lo largo de la vida (Young et al., 2003), la cirugía no los modificaría y es así como continuaría la conducta del sujeto de realizarse nuevas cirugías es téticas en un futuro en respuesta a estos esquemas de desvalorización.

En relación a los tipos de cirugías estéticas es impor tante destacar que se encontraron tres tipos diferentes: mamoplastias (59,7 %), rinoplastias (23,9 %) y abdomenplastias (3 %). Estos porcentajes coinciden con lo revelado por la Sociedad Internacional de Cirugía Plás tica Estética-ISAPS (2011) que indica que las mamoplastias de aumento se han convertido en el procedimiento quirúrgico más popular (17 %), seguido por rinoplastia (9,4 %) y abdomenplastia (7,3 %). A su vez, aquí no se encontraron diferencias significativas entre los dos tipos de cirugías estéticas más presentes en la muestra (mamo- plastia y rinoplastia) con los EDT. Podría pensarse que los tipos de cirugía no dependen de los valores en los EDT. Es importante destacar que estas variables (tipo de cirugía y aspectos cognitivos como EDT) no han sido foco de estudio en investigaciones previas. Por ello, se podría visualizar a este camino de investigación como uno nuevo por comenzar a recorrer.

Con respecto a la edad de las mujeres al realizarse la primera cirugía estética, se encontró una correlación signi ficativa negativa con el esquema Desconfianza/Abuso: a menor edad al realizarse la primer cirugía, mayor valor en este esquema mencionado. Este resultado podría re lacionarse con los hallazgos ya comentados de Pullido Garzón (2015) quien afirma que este esquema es el que predice la aceptación de cirugías estéticas en mujeres. Podría pensarse que la mujer que presenta mayor valor en este esquema tomará la decisión de realizarse una cirugía estética más rápido y temprano en su vida que aquella mujer que presenta bajos niveles en el mismo.

En lo referente a la antigüedad de la primera cirugía estética realizada, se observa una correlación significativa negativa con el esquema Vulnerabilidad frente al daño. Es un esquema que lleva a la creencia de que en cual quier momento ocurrirá un suceso sin previo aviso, tales como crisis médicas, emocionales o naturales, que los puede afectar junto con la sensación de que no podrán protegerse del mismo (Young et al., 2003). Los hallazgos permiten decir que a mayor antigüedad de la primera cirugía estética, menor valor en este esquema.

Frente a ello, podría pensarse a la situación qui rúrgica como capaz de generar mayores valores del esque ma Vulnerabilidad frente al daño, un aumento que, tras la cirugía, con el paso del tiempo, volvería a disminuir. Es de gran importancia aclarar que esto planteado no coincidiría con la característica de rigidez del esquema cognitivo de Beck y Young. Ambos definen al esquema cognitivo como estructura que se mantiene rígidamente y se resiste al cambio, es decir, como un patrón de pensa miento estable y duradero a lo largo de la vida. Agregan que generalmente no suele superarse sin terapia (Beck & Freeman, 1995; Young et al., 2003). A su vez, esta va riación coincide con aquellas investigaciones previas con diseño pre-post que buscan conocer el impacto de las intervenciones quirúrgicas estéticas sobre diversos aspec tos psicológicos del paciente. Los hallazgos permiten re conocer diferencias significativas en variables psicológi cas entre el antes y el después de la cirugía: disminución de depresión (o sintomatología depresiva) y de niveles de ansiedad, incremento en la valoración subjetiva positiva de la imagen corporal y mejoramiento de la autoestima, calidad de vida y relaciones de pareja (Benito et al., 2010; Eriksen, 2012; Klassen, Jenkinson, Ftzpatrick &Goodacre, 1996; Magdziarz-Orlitz et al., 2012; Moos & Harris, 2009; Rankin et al., 1998; Von Soest et al., 2008; Von Soest et al., 2012).

Finalizando la discusión del tercer objetivo, en se gundo lugar, en relación a las variables sociodemográficas, nivel de escolaridad y estado civil, se arribó al resultado de que no existen diferencias significativas entre las mu jeres solteras y casadas, ni entre mujeres con diferentes niveles educativos, en relación a la satisfacción con la cirugía estética realizada y con la motivación para realizarse más cirugías. Con respecto al estado civil, una in vestigación concluyó que uno de los motivos que presen tan las mujeres solteras para realizarse una mamoplastia de aumento era facilitar el encuentro de una pareja (Nikolic et al., 2013). Partiendo de este hallazgo podría pensarse que se encontrarían diferencias significativas entre mujeres solteras y casadas en función del nivel de motivación para realizar más cirugías estéticas siendo las primeras, las solteras, las más motivadas. Sin embargo esto no coincide con los resultados del presente estudio. Por último, podría pensarse que la satisfacción con la ci rugía estética y la motivación para realizar más interven ciones, no dependen de los niveles de escolaridad. Sin embargo, vale aclarar que en la presente investigación la mayoría de las mujeres de la muestra han concluido sus estudios secundarios (44,8 %) y terciarios/universitarios (53,7 %) siendo solo el 1,5 % aquellas mujeres que no han completado sus estudios secundarios. Sería intere sante obtener una muestra más heterogénea en lo que concierne a niveles de escolaridad para lograr un mejor análisis de los datos en futuras investigaciones.

A su vez, si se considera a los EDT como patrones cognitivos desarrollados durante la infancia temprana a partir de un ambiente social y familiar (Young et al., 2003) se estaría considerando a los EDT como estruc turas aprendidas durante los primeros procesos educati vos. Sería interesante, por lo tanto, considerar en futuras investigaciones, no solo los niveles de escolaridad sino también variables que hacen a la educación temprana para luego establecer correlaciones con variables quirúr gicas.

Para concluir, se encontraron múltiples resulta dos significativos entre los EDT con las variables anali zadas. Algunos permiten afirmar que los EDT no se mo dificarían a partir de la intervención quirúrgica (como por ejemplo la cantidad de cirugías estéticas), mientras que otros resultados podrían señalar que los EDT son plausibles de sufrir modificaciones (como la relación significativa con la antigüedad de la primera cirugía). Es importante destacar que son varias las investigacio nes previas con diseño pre-post que hallaron diferencias significativas en variables psicológicas entre el antes y el después de la cirugía (Benito et al., 2010; Eriksen, 2012; Klassen et al., 1996; Magdziarz-Orlitz et al., 2012; Moos & Harris, 2009; Rankin et al., 1998; Von Soest et al., 2008; Von Soest et al., 2012) sin considerar, ninguna de ellas, los EDT. Podría ser esto un nuevo camino de in vestigación que permitiría responder a la pregunta de si los EDT se modifican o se mantienen tras una cirugía estética sin realizar psicoterapia.

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*Articulo derivado: Este artículo es producto de la tesis de Licenciatura en Psicología titulada: "Satisfacción y motivación de las cirugías estéticas en mujeres, y su relación con Esquemas Desapatativos Tempranos", realizada en la Facultad de Psicología, Universidad del Aconcagua, Mendoza, Argentina (2015)

Referencia de este artículo (APA): Moretti, M. & Casari, L. (2017). Satisfacción y motivación de la cirugía estética en mujeres y su relación con los esquemas desadaptativos tempranos. Psicogente, 20(38), 222-239. http://doi.org/10.17081/psico.20.38.2543

Recibido: 23 de Junio de 2016; Aprobado: 27 de Marzo de 2017

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