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Perspectivas en Nutrición Humana

versão impressa ISSN 0124-4108

Perspect Nut Hum vol.14 no.2 Medellín jul./dez. 2012

 

INVESTIGACIÓN

 

Conocimientos y prácticas alimentarias en gestantes asistentes al programa de control prenatal, en municipios del departamento de Antioquia, Colombia. 2010

 

Knowledge and practices food in pregnant women, from municipalities of Antioquia, Colombia, 2010

 

 

Luz Estella Torres Trujillo1; Gloria Ángel Jiménez1; Gloria Calderon Higuita2; Julio Cesar Fabra Arrieta2; Sandra Catalina López Galeano3; María Alexandra Franco Restrepo3; Nataly Bedoya Ávalos3; Deisy Ramírez Puerta3

1 Escuela de Ciencias de la Salud. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín-Colombia. luz.torres@upb.edu.co.

2 Proyecto IAMI-Gestantes-MANA. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín-Colombia.

3 Estudiantes de Enfermería. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín-Colombia.

Como citar este artículo: Torres Trujillo LE, Ángel Jiménez G, Calderón Higuita G, Fabra Arrieta JC, López Galeano SC, Franco Restrepo MA, et al. Conocimientos y prácticas alimentarias en gestantes asistentes al programa de control prenatal, en municipios del departamento de Antioquia, Colombia. 2010. Perspect Nutr Humana. 2012;14:185-198.

 

Artículo recibido: 10 de mayo de 2012
Aprobado: 19 de julio de 2012

 


RESUMEN

Antecedentes: una dieta saludable, el reconocimiento de signos de alarma, la asistencia al control prenatal y el consumo de los suplementos recomendados son fundamentales para culminar con éxito la gestación. Objetivo: identificar conocimientos, prácticas alimentarias y consumo de suplementos en gestantes. Materiales y métodos: estudio descriptivo en 295 gestantes beneficiarias de un programa complementación alimentaria, en 12 municipios antioqueños. Resultados: más de 60% de las gestantes desconocía cómo debía ser su alimentación. 75% no identificó cuáles alimentos aportaban calcio, hierro y ácido fólico a la dieta. 74,6% consumía alimentos ricos en calcio por lo menos tres veces a la semana y 47,5% más de cinco veces. 90,5% nunca o rara vez consumía alimentos ricos en ácido fólico; no obstante, 87% consumía suplementos de micronutrientes. El bajo nivel educativo incrementó el riesgo de bajo consumo de: frutas y verduras (50%), alimentos fuentes de hierro (40%) y alimentos fuentes de calcio (20%) (p<0,05). Tener bajos ingresos incrementó en 20% el riego de tener baja frecuencia de consumo de los alimentos mencionados (p<0,05). Conclusiones: la mayoría de gestantes evaluadas desconocía los alimentos con aporte de micronutrientes y las razones para consumirlos. Es necesario implementar programas educativos sobre prácticas alimentarias durante la gestación en esta población.

Palabras clave: embarazadas, conocimientos, aptitudes y prácticas en salud, nutrición prenatal, alimentación suplementaria, prácticas alimentarias.

ABSTRACT

Background: Prenatal care, healthy diet, recommended supplements intake, and knowledge of signs and symptoms related with adverse consequences are key factors for a success pregnancy. Objective: To describe the knowledge about food recommendations during pregnancy, and food and supplements intake in pregnant women. Materials and methods: A descriptive study was developed. 295 pregnant women from 12 Antioquia's localities were recruited. Women were beneficiaries of a food complementary program. Results: 60 % of interviewed pregnant didn't have knowledge about food intake recommendations during pregnancy. 75 % did not identify the main sources of calcium, iron, and folic acid on a diet. 74.6% consumed calcium rich foods at least three times at week and 47.5% more than five times at week. 90.5% never or rarely consumed folic acid rich foods; nevertheless 87.0 % consumed micronutrients supplements. A low educational level increased the low intake of fruit and vegetables (50%), iron (40%) and calcium (20%) sources (p<0.05). A low income increased the low intake of fruit and vegetables, and iron and calcium sources by 20 % (p<0.05). Conclusions: Most of the evaluated pregnant did not have information about food intake recommendations during pregnancy. It is necessary to develop education strategies to increases this knowledge and promote healthy food intake habits during pregnancy in this population.

Key words: pregnant women, health knowledge, attitudes, practice, prenatal nutrition, supplementary feeding, feeding practices.

 

 

INTRODUCCIÓN

Una maternidad saludable y una lactancia exitosa dependen, en parte, de la información y la educación que reciba la madre, su pareja y el grupo familiar, sobre los diferentes aspectos que los afectan (1). El conocimiento que toda mujer debería tener sobre los cuidados prenatales llega a ser determinante para garantizar la salud del binomio madre-hijo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que mantener una dieta saludable, el reconocimiento de signos de alarma y la asistencia al control prenatal, entre otras, son prácticas fundamentales para llevar la gestación a feliz término (2).

Varios estudios han demostrado que las mujeres que recibieron una adecuada atención prenatal tienen menores tasas de mortalidad materna e infantil y, además, mejores resultados durante la gestación. Así mismo, el conocimiento sobre los cuidados prenatales guarda estrecha relación con mejores promedios de peso al nacer y nacimientos a término (3-6).

La política pública, definida a través de la Ley 1122 (7), Decreto 3039 (8) y el Conpes 113 (9) determina la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en grupos poblacionales de riesgo, entre ellos las gestantes, considerando aspectos como la afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), el nivel socioeconómico, la ubicación geográfica y las condiciones de desplazamiento. Es por ello que, acogiendo estas políticas, se han implementado planes y programas departamentales que incluyen la complementación nutricional en población vulnerable, los cuales deben integrarse o articularse a los programas de promoción y prevención, entre ellos el control prenatal (10-11).

Se ha establecido que la anemia por déficit de hierro es una condición de alta prevalencia en las gestantes, debido a los importantes requerimientos de hierro durante el embarazo y a dietas pobres en este elemento, especialmente en las dietas promedio de los países en desarrollo. Los requerimientos de hierro, calcio y folato durante el embarazo no alcanzan a cubrirse con la dieta y por eso debe indicarse su suplementación durante la gestación (12-18). En Colombia, la suplementación de micronutrientes en la mujer gestante ha sido establecida en la Resolución 412 de 2000, del Ministerio de Salud (19).

La educación en nutrición, entendida como la combinación de experiencias de aprendizaje diseñadas para facilitar la adaptación voluntaria de conductas alimentarias y otras relacionadas con la nutrición, que conduzcan efectivamente a la salud y al bienestar, ha sido reconocida como uno de los elementos esenciales para contribuir a la prevención y control de los problemas relacionados con la alimentación en el mundo. Los programas de educación en nutrición, deben considerar los factores económicos, organizacionales y ambientales que pueden afectar los hábitos alimentarios, emplear un enfoque participativo y utilizar métodos tradicionales y métodos nuevos que garanticen llegar al mayor número de gestantes y madres en lactancia de todo el país. En concordancia con lo anterior, las actividades de educación nutricional deben basarse en el estudio de conductas, actitudes y prácticas de los grupos de población a los cuales se dirigen las acciones. La valoración general de los conocimientos que tienen las gestantes sobre el tema de la alimentación no se ha determinado de manera suficiente en la región. Algunos aspectos sociodemográficos y clínicos podrían ser determinantes en esta materia, muchos investigadores han planteado el vínculo entre tales aspectos y la dieta, refiriendo que personas mayores, con un nivel educativo más alto tienen más conocimientos y una mejor conducta alimentaria (20-25).

Los conocimientos específicos sobre nutrición son materia de discusión. Según algunos autores las gestantes pueden tener conocimientos básicos sobre la ingesta de hierro; sin embargo los conocimientos sobre el consumo de líquidos, calcio y acido fólico suelen ser bajos en por lo menos la mitad de las gestantes (23). Las prácticas alimentarias deben interpretarse a la luz de los factores que condicionan estas prácticas. Algunos estudios regionales han reportado bajo consumo de suplementos de micronutrientes durante la gestación en grupos de mujeres vulnerables (hierro, ácido fólico y calcio), conducta poco favorable para el adecuado desarrollo fetal y la salud materna (24-26).

Dada la importancia que tiene el conocimiento de las mujeres sobre los cuidados prenatales y la nutrición adecuada durante la gestación, la carencia de investigaciones específicas en el contexto local y la necesidad de establecer una línea de base que permita evaluar los beneficios del Programa de Complementación Alimentaria, en el marco de la Estrategia de Atención Integral a la Familia Gestante y Lactante del Plan Departamental de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Antioquia (MANA), se realizó un estudio cuyo objetivo fue identificar los conocimientos sobre la alimentación y cuidados durante la gestación, la frecuencia de consumo de alimentos fuentes de calcio, hierro y ácido fólico; lo mismo que el uso de suplementos de los micronutrientes mencionados, en mujeres gestantes de 12 municipios antioqueños, potenciales beneficiarias del programa en mención.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo transversal. Se tomó como población de referencia un total de 2.950 gestantes registradas en 43 municipios, en las Empresas sociales del estado (ESE) de las nueve subregiones del departamento de Antioquia que, al primero de marzo de 2010, habían entregado las bases de datos de las gestantes beneficiarias de los programas, como requerimiento para la entrega del complemento alimentario.

Se obtuvo una muestra inicial de 340 gestantes, calculada asumiendo que el 50% de ellas no tenía conocimientos sobre la importancia de los micronutrientes (calcio, hierro y folato) durante la gestación, un 95% de confianza y 5% de error. Por conveniencia se escogieron los 12 municipios con mejor información de las gestantes en sus bases de datos y cuyas ESE habían aceptado participar en el estudio. Estos municipios fueron Amalfi, Arboletes, Betulia, Ciudad Bolívar, Copacabana, El Bagre, El Santuario, La Ceja, Liborina, Maceo, Santa Fe de Antioquia y Yarumal. La muestra fue distribuida proporcionalmente de acuerdo con el número total de gestantes registradas por municipio en cada subregión y seleccionadas de acuerdo con el día, la hora de programación y asistencia a la consulta prenatal.

La información fue de tipo primario, obtenida por medio de una encuesta semiestructurada diseñada de acuerdo con los intereses del estudio, que incluía los siguientes grupos de variables: sociodemográficas, antecedentes ginecológicos y obstétricos, conocimientos sobre la alimentación, prácticas alimentarias durante la gestación y consumo de suplementos de micronutrientes. La aplicación de la encuesta se realizó antes o después de la consulta prenatal en las ESE de los doce municipios seleccionados.

Variables

Variables socio demográficas: incluyeron estado civil, nivel educativo, régimen de afiliación al sistema general de seguridad social en salud, nivel del Sisbén (Sistema de identificación de potenciales beneficiarios de programas sociales), situación laboral, nivel de ingresos medidos en salarios mínimos legales vigentes (SMLV), grupo de edad y tipo de gestante.

Antecedentes ginecológicos y obstétricos de interés: número de embarazos, número de controles prenatales a la fecha y trimestre de ingreso al Programa de Control Prenatal.
Conocimientos sobre la alimentación y cuidados durante la gestación: se evaluaron varias preguntas elaboradas mediante consenso de expertos y revisión bibliográfica, formuladas de forma dirigida, para explorar los conocimientos de las gestantes sobre la adecuada alimentación, los cuidados prenatales, el consumo de micronutrientes a partir de la suplementación reglamentaria y de alimentos fuente de calcio, hierro y folato a través de la dieta (1,5,12,14,25-27).

Las preguntas fueron calificadas por medio de una escala cualitativa ordinal, asignando tres opciones de respuestas posibles para cada una, que solo eran conocidas por las encuestadoras. La respuesta correcta de dos o más de estas opciones se calificó como ''Sabe'', una repuesta correcta de al menos una se calificó como ''Sabe parcialmente'' y no responder o decir opciones no relacionadas se calificó como ''No sabe''. Todas las respuestas fueron anotadas y posteriormente revisadas por una nutricionista experta para verificar la calificación. La estandarización de las encuestadoras se hizo antes y durante la prueba piloto.

Prácticas alimentarias : fueron evaluadas mediante un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos (CFCA), el cual permitió una aproximación al patrón de consumo habitual de alimentos fuente de calcio (leche, kumis, yogur, quesos), hierro (morcilla, carne roja de res, vísceras como hígado, bofe de res o pulmón, pajarilla de res o bazo) y folato (acelga, coles, brócoli o espinaca), al igual que frutas y verduras de cualquier tipo; medido de acuerdo con un listado de estos alimentos en relación con su frecuencia de consumo en unidad de tiempo, sin que se definieran porciones o medidas de referencia, ya que el interés estuvo dado en función de caracterizar la frecuencia de consumo de estos alimentos y no el aporte de nutrientes (1,5,14,26-30).

De esta manera se adoptaron y resumieron las frecuencias de consumo empleadas en la Encuesta nacional de la situación nutricional en Colombia 2010 (ENSIN), partiendo de la pregunta ¿en el último mes, cuántos días a la semana consumió alguno de los siguientes alimentos?, estableciéndose una escala cualitativa ordinal. Las opciones nunca o de uno a dos días por semana fueron redefinidas como consumo poco o no frecuente, de tres a cinco días como consumo frecuente y más de cinco días consumo muy frecuente. Igualmente se indagó sobre el número de comidas diarias (una, dos, tres y más de tres comidas) y si se tenían o no horarios establecidos para comer (29-30).

Análisis estadístico

La información fue procesada por medio de los programas Access 2007, EPIDAT 3.1 y SPSS 15.0. Se realizó un análisis descriptivo, univariado y bivariado; a partir del cual se hizo la exploración de la asociación entre el nivel de estudios (primarios o menos y secundarios o más) e ingresos (<=1SMLV y > 1 SMLV) con la frecuencia de consumo (poco o no frecuente y frecuente o muy frecuente) de frutas y verduras y alimentos fuente de hierro, calcio y folato. Para tal efecto se consideró la prueba Chi cuadrado de Pearson, el OR como medida de asociación, el nivel de significancia estadística y los intervalos del 95% de confianza.

Consideraciones éticas

Se informó a cada una de las gestantes sobre los objetivos del estudio y los procedimientos a seguir, indicando que su participación era voluntaria. Se obtuvo el consentimiento de forma oral. Se explicó a las gestantes que podían dar por terminada su participación en cualquier momento, manifestándoles que la información sería manejada de manera confidencial y una vez recolectada solo sería utilizada con fines académicos. Al terminar la entrevista, se le brindó información complementaria sobre hábitos alimentarios adecuados durante la gestación a cada participante.

 

RESULTADOS

De las 340 gestantes seleccionadas, únicamente completaron toda la encuesta 295 gestantes, de las cuales el 65,1% residía en la zona urbana. El estado civil más prevalente fue la unión libre con 45,4% (IC95% 39,5-51,3), determinándose que de cada 100 gestantes, por lo menos 72 se encontraban en unión legal o consensual al momento del estudio.

Aproximadamente 31% de las gestantes tenía al menos estudios primarios y 35% (IC95% 29,6-40,8) contaban con secundaria completa.

El 86,1% de las gestantes estaban afiliadas al SGSSS y en su mayoría eran amas de casa, con un bajo nivel de ingresos.

El 64,4%(IC95% 58,8-70,0) se encontraba entre los 20 y 35 años, con una edad promedio de 25±7 años, aproximadamente 47% era primigestante (Tabla 1).

 

Adicionalmente, se determinó que el número promedio de controles prenatales registrados fue de 4±2, 71,5% de las gestantes encuestadas había ingresado al programa durante el primer trimestre de gestación y el 28,5% restante lo había hecho de forma tardía.

Conocimientos sobre la alimentación durante la gestación:se evidenció que por lo menos 50% de las gestantes no tenía conocimientos específicos sobre la identificación e importancia de los alimentos con alto contenido de hierro, calcio y folato, al igual que sobre el porqué incluir frutas y verduras en la dieta. No obstante, hubo mayor reconocimiento de los alimentos ricos en calcio, en al menos 45% de los casos, mientras que hubo mayor desconocimiento sobre cuáles alimentos eran ricos en folato, con 94,9% (IC95% 92,2-97,6). Cerca de 80% de las gestantes no supo responder por qué era importante consumir los alimentos fuente de este nutriente (Tabla 2).

El 79,3% (IC95% 74,5-84,1) no sabía cuáles problemas de salud propios de la gestación, podrían ser prevenidos o controlados con una adecuada ingesta de líquidos; 76,6% no sabía por qué era importante incluir frutas y verduras en la alimentación (IC95% 71,6-81,6) y 78,6% (IC95% 73,8-83,5) de las gestantes no logró identificar cuáles alimentos se debían evitar o disminuir durante este periodo (Tabla 1).

Prácticas alimentarias durante la gestación: el consumo de alimentos ricos en calcio fue frecuente o muy frecuente para 74,6% de las gestantes, no así con relación a los alimentos ricos en folato, que el 90,5% de las gestantes evaluadas nunca o rara vez los consumían.
El 51,2 % de las gestantes consumía alimentos ricos en hierro por lo menos tres veces a la semana y por el mismo orden estuvo el consumo de frutas y verduras (Tabla 3).

Adicionalmente, se encontró que 63% de las gestantes solía hacer más de tres comidas diarias y fue mayor el porcentaje de gestantes que manifestó no tener horarios establecidos para comer. El 82,7% de las gestantes manifestó no consumir bebidas o preparados caseros especiales. También se determinó que 87% (IC95% 83,1-91,1) de las gestantes evaluadas consumía o estaba consumiendo micronutrientes en forma de pastillas como suplementación nutricional (Tabla 4).

 

La estimación del riesgo en relación con el nivel de estudios e ingresos y la frecuencia de consumo de los alimentos mencionados evidenció, que el incremento tanto en el nivel de estudios como de ingresos puede considerarse un factor que beneficia el aumento de la frecuencia de consumo de frutas y verduras y de los alimentos ricos en hierro y calcio (p<0,05); por el contrario, el bajo nivel de educativo y el bajo nivel de ingresos son factores de riesgo para la disminución en la frecuencia de consumo de estos alimentos (p<0,00). No obstante, para el consumo de alimentos ricos en folato, las diferencias no fueron estadísticamente significativas en ambos casos (Tabla 5).

 

DISCUSIÓN

La valoración general de los conocimientos que tenían las gestantes sobre la alimentación permitió concluir que eran bajos o deficientes. Los resultados relacionados con la edad de la madre, sumados al nivel de escolaridad, la condición de primigestante y el número limitado de controles prenatales, entre otros, podrían explicar en parte estos hallazgos. Otros investigadores han planteado el vínculo entre factores sociodemográficos y la dieta y refieren que personas adultas, con un nivel educativo más alto tienen más conocimientos y una mejor conducta alimentaria (21).

La descripción de los conocimientos específicos sobre nutrición mostró que el mayor déficit de conocimiento tenía que ver con los alimentos fuente de ácido fólico y el porqué deberían consumirse; igual situación se encontró con respecto al hierro y en menor proporción, con el calcio. Estos resultados preocupan, dada la importancia que tienen los micronutrientes citados para la salud de la madre y para el adecuado desarrollo fetal. Además, llama la atención que se tengan bajos conocimientos sobre la identificación e importancia de los alimentos ricos en calcio, en la medida que son de los más promocionados en los medios de comunicación.

Los resultados anteriores contrastan con los reportados por Barbosa colaboradores (23), quienes encontraron que 93% de las gestantes consultadas tenían conocimientos sobre la importancia de la ingesta de hierro; coinciden ambas investigaciones en los bajos conocimientos sobre el consumo de líquidos durante el embarazo y conocimientos medios sobre el consumo de calcio.

Por otro lado, debe destacarse el bajo conocimiento presentado en cuanto al número de comidas recomendadas durante el periodo de gestación, debido a que solo 43,4% tenía claro cuántas veces debía comer en el día. Esta situación también difiere con la encontrada por Piña (24) en su estudio acerca de los comportamientos, actitudes y prácticas de alimentación y nutrición en gestantes de Lima, Perú, en el cual 91% sabían que debían consumir tres comidas principales y un refrigerio como mínimo. En este sentido se sabe que las futuras madres deben tener una dieta fraccionada para favorecer la digestión y absorción de los nutrientes (2,12,14). Al respecto Fowles (31) también reportó bajo nivel de conocimientos relacionados con las recomendaciones en la ingesta de frutas, vegetales y agua, así como del número de comidas diarias en gestantes. Suarez y colaboradores (32) en un estudio de intervención educativa encontraron alta proporción de mujeres en edad reproductiva, de la Provincia de Santiago de Cuba, con conocimientos inadecuados sobre la nutrición, al igual que sobre las vitaminas y minerales. Por su parte, Moreno y colaboradores (33) también reportaron que el nivel de conocimiento en la alimentación pre-test y pos-test fue deficiente en más del 60% de las gestantes evaluadas, en el Centro de Salud Los Granados del distrito de Trujillo, Venezuela.

El desconocimiento, tanto de los alimentos recomendados como aquellos que se deben controlar en esta etapa, puede llegar a ser un factor de riesgo para complicaciones tanto maternas como fetales, las cuales pueden tener repercusiones en la gestante y por lo tanto ameritaría otras investigaciones que permitan su valoración.

La evaluación general de las prácticas alimentarias mostró un porcentaje alto de gestantes que no tenían prácticas favorables con relación al consumo de alimentos. Este resultado debe interpretarse a la luz de los factores condicionantes. Por un lado, pueden influir los conocimientos que se tienen y las actitudes personales al respecto; por el otro, los ingresos económicos y otros aspectos sociales. En este estudio la gran parte de la población presentó un nivel bajo de conocimientos en alimentación y a la vez un nivel bajo de ingresos, por lo cual no pueden esperarse resultados óptimos en este sentido.

En el estudio se encontró bajo consumo de alimentos fuente de hierro, calcio y folato, lo que puede llegar a desfavorecer el adecuado desarrollo fetal y la salud materna; esta situación puede explicarse, en parte, a las deficiencias encontradas en otros estudios donde se ha evaluado el estado nutricional de las mujeres gestantes y se han estudiado los niveles de estos componentes en la madres (22-24,29).

El grupo de alimentos de mayor consumo fue el de frutas y verduras, a pesar de que en el área de conocimientos este grupo obtuvo bajos niveles acerca del porqué debían consumirse; le siguen en su orden el consumo de alimentos ricos en calcio, en hierro y, por último, en ácido fólico, del cual se reportó un consumo poco frecuente en 90,5% de las madres consultadas.
De los micronutrientes, cuyo conocimiento se evaluó, el que menos conocían las gestantes fue el ácido fólico, a la vez que, los alimentos fuentes del mismo son los que se consumían con menor frecuencia. Esto amerita suministrar a las gestantes mayor información sobre la importancia del folato para el desarrollo del niño y monitorear el consumo de su suplemento. A igual conclusión llegaron Abdelmonem y colaboradores (26), quienes encontraron bajos conocimientos acerca de los alimentos fuente de ácido fólico; estos investigadores sugieren que es necesario que los nutricionistas tengan un rol más activo en la educación de las mujeres en este tema.

Cabe destacar que a pesar de encontrarse un conocimiento aceptable sobre la identificación e importancia de los alimentos ricos en calcio, debería haber un mayor consumo de estos alimentos. Esto demuestra que el consumo de leche y sus derivados como yogur y queso no se realizó diariamente según las indicaciones, lo cual se requiere para garantizar la adecuada formación de sistema óseo (12,15). El bajo consumo de alimentos lácteos, principalmente leche, se reportó también en el estudio realizado por Piña en mujeres de Lima (24).

También debe considerarse como los conocimientos previos pueden incidir en el consumo de alimentos ricos en hierro, calcio y folato durante la gestación. Aunque este estudio solo valoró tales conocimientos de manera exploratoria, algunos autores han reportado el desconocimiento en la identificación de alimentos fuente de hierro, ácido fólico y vitamina C en gestantes (25-26,31).

Se encontró una buena adherencia del consumo de los suplementos de micronutrientes recomendados durante la gestación, no obstante al evaluar la aceptación de cada uno, se halló que el de menor proporción en su consumo fue el hierro, dadas las molestias características que genera la ingestión de hierro en forma de sulfato ferroso. Esto involucra la necesidad de incentivar el consumo de este en alimentos y afianzar las indicaciones que existen para evitar los efectos gastrointestinales que produce este tipo de presentación (32).

Sobre el hallazgo de que el incremento en el nivel de estudios e ingresos favorece el aumento en la frecuencia de consumo de frutas y verduras, así como de los alimentos ricos en hierro y calcio, cabe resaltar que en un estudio de cohorte de 63,561 mujeres gestantes, realizado durante los años 2002-2007 en Noruega, reportaron que las características socioeconómicas, como el nivel educativo y el nivel de ingresos, estaban relacionadas de manera significativa con la frecuencia de consumo de alimentos como leche, pan, cereales, huevos, frutas, vegetales y carne; coincidiendo en que un mejor nivel educativo y mayores ingresos han sido comúnmente asociados con una mejor salud (33).

Thiele y colaboradores (34) describieron una considerable variación entre la calidad de la dieta en diferentes grupos poblacionales, de acuerdo con los datos obtenidos de la encuesta de nutrición alemana realizada en hombres y mujeres en 1998, estableciendo que un mejor consumo de vitaminas y minerales estaba favorablemente asociado con los ingresos, el nivel educativo, la ingesta energética y la actividad física, entre otros. También se han reportado evidencias de manera indirecta sobre la relación entre el nivel socioeconómico con el estado nutricional de la gestante, el cual puede estar favorecido por la frecuencia de consumo de los alimentos mencionados. Sin embargo, otros autores no encontraron diferencias estadísticas relacionadas con el estado nutricional de las gestantes, según el índice de masa corporal (IMC), y factores como estado civil, nivel educativo e ingresos económicos; el tamaño de la muestra y la selección de grupos de gestantes en condiciones socioeconómicas similares podrían explicar tales resultados (35-36). Estos contrastes sugieren la necesidad de profundizar en estudios que permitan hacer estas comparaciones en grupos representativos de gestantes con condiciones socioeconómicas disímiles.

Los investigadores reconocen las limitantes del estudio relacionadas con la inferencia de los resultados por la selección a conveniencia de la muestra, la valoración de los conocimientos de manera exploratoria y la medición de la frecuencia del consumo de los alimentos sin considerar la cantidad y calidad de los mismos (tamaño de las porciones y aporte de nutrientes).

 

CONFLICTO DE INTERÉS

Por parte de las instituciones y los investigadores participantes no ha existido ni existe conflicto de interés para la divulgación de los resultados y conclusiones del presente estudio. Toda vez que se ha realizado con el propósito de obtener una línea de base que permita fortalecer las acciones de promoción y prevención dirigidas a la población gestante en el departamento de Antioquia, Colombia, y orientar las actividades educativas en pro de una adecuada alimentación durante la gestación.

 

FINANCIACIÓN

Gobernación de Antioquia
Universidad Pontificia Bolivariana.

 

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