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Revista de Economía Institucional

versión impresa ISSN 0124-5996

Rev.econ.inst. v.12 n.22 Bogotá ene./jun. 2010

 

ANIMAL SPIRITS. CÓMO INFLUYE LA PSICOLOGÍA HUMANA EN LA ECONOMÍA


ANIMAL SPIRITS: HOW HUMAN PSYCHOLOGY DRIVES THE ECONOMY, AND WHY IT MATTERS FOR GLOBAL CAPITALISM


George A. Akerlof y Robert J. Shiller, Barcelona, Editorial Planeta DeAgostini, 2009, 327 pp.



Daniel Fuentes C.*

* Doctor en Ciencias Económicas, profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, España, [dfuentes@unizar.es]. Fecha de recepción: 14 de diciembre de 2009, fecha de modificación: 24 de marzo de 2010, fecha de aceptación: 1.° de julio de 2010.


La Gran Depresión fue la gran tragedia económica del siglo pasado. Además del daño directo que produjo, en términos de empleo y destrucción de valor agregado, surgió un vacío de poder que propició la aparición de ideologías totalitarias que llevaron a la Segunda Guerra Mundial. En opinión de Akerlof y Shiller, así como de muchos otros economistas y analistas, no se puede descartar que se repita una gran depresión como la de los años treinta. Las lecciones que entonces se aprendieron parecen haber sido olvidadas. Este libro rescata esas lecciones con un enfoque actual.

Sus autores argumentan que la economía no es guiada únicamente por motivos puramente racionales sino que también intervienen motivaciones no económicas e irracionales. De acuerdo con este punto de vista, los “espíritus animales” (expresión que Keynes acuñó en La teoría general del empleo, el interés y el dinero) serían la causa principal de las fluctuaciones de la economía. Así como la “mano invisible” de Adam Smith es la idea central de la economía clásica, los “espíritus animales” de Keynes son la clave de otra visión complementaria y no excluyente de la economía.

Es paradójico que los “espíritus animales” fueran relegados gradualmente a un segundo plano por la escuela keynesiana en su esfuerzo por minimizar la distancia intelectual entre la Teoría general y la economía clásica. Aunque las políticas de estirpe keynesiana tuvieron aceptación universal en los años cincuenta y sesenta, la supresión de los “espíritus animales” las debilitó frente a la nueva economía clásica de los setenta. Entonces se impuso la creencia de que el mercado era eficiente per se. En el Reino Unido el nuevo pensamiento adoptó la forma del thatcherismo y en Estados Unidos la del reaganismo, y desde allí se difundió al resto del mundo.

MARCO DE REFERENCIA

Ha pasado mucho tiempo desde que se descubrió que los gobiernos podían contrarrestar los efectos de las decisiones racionales e irracionales que impulsan a las economías capitalistas. Al tiempo que se cuestionaba el legado de Keynes y el papel del gobierno, se fue perdiendo en la memoria colectiva la experiencia de la Gran Depresión. Por ello, según Akerlof y Shiller, es preciso repensar el funcionamiento de las economías capitalistas desde un nuevo marco conceptual, en el que las personas no sólo tienen motivaciones racionales. Su libro se inscribe en un ámbito emergente de la economía conocido como “economía del comportamiento”.

Las diferencias filosóficas entre esta obra y los textos convencionales de economía son sustanciales. Los trabajos especializados buscan minimizar las desviaciones con respecto a las motivaciones puramente económicas y racionales. Existen buenos motivos para ello y todos los economistas se han esforzado, de una u otra manera, en seguir esta tradición. La economía de Adam Smith es bien entendida y las desviaciones menores con respecto a su sistema ideal son claras porque surgen en un marco teórico que los analistas supuestamente entienden a la perfección. Pero esto no significa que sin estas pequeñas desviaciones se pueda describir cómo funciona realmente la economía.

Animal Spirits. Cómo influye la psicología humana en la economía rompe con esta tradición. Según el punto de vista de sus autores, la teoría económica no debe proceder a partir de las desviaciones mínimas con respecto al sistema de Adam Smith sino de las que ocurren realmente y que se pueden observar. Su objetivo es que, puesto que los espíritus animales forman parte de la economía cotidiana, la descripción de su funcionamiento real siempre los tenga en cuenta.

LAS FUENTES

Akerlof y Shiller muestran un excelente dominio del conocimiento económico, y no es fácil encontrar una falla bibliográfica relevante entre las más de 350 referencias que citan. Su argumentación, de carácter explicativo, recurre ante todo a ejemplos de la actual crisis financiera internacional, bien documentados y bastante ilustrativos, aunque también hacen referencia a crisis anteriores y a la historia económica de los últimos 150 años. No es, desde ningún punto de vista, un manual de análisis económico al uso. Sigue, sin afirmarlo abiertamente, la tradición de las obras más conocidas de Galbraith (autor, por cierto, al que apenas hacen referencia). Los autores más citados son los propios Akerlof y Shiller, pero también Bernanke, Blanchard, Friedman, Keynes y Adam Smith.

ESTRUCTURA DEL LIBRO

En la primera parte del libro se identifican y describen cinco espíritus animales y el modo en que afectan las decisiones económicas: la confianza, la justicia, la corrupción, la ilusión monetaria y las historias de la tradición oral.

1. La confianza. Desde el punto de vista del economista más ortodoxo la confianza en el futuro es racional, pues la gente utiliza la información de que dispone para hacer pronósticos y luego tomar decisiones racionales. Pero hay algo más. Muchas veces los agentes económicos identifican la confianza con la fe. Y la fe sobrepasa lo racional. En efecto, las personas confiadas o con auténtica fe suelen rechazar o descartar cierta información. Incluso pueden no procesar la información que tienen a su disposición o, aunque la procesen racionalmente, actúan de manera irracional. De conformidad con lo que creen que es cierto.

La existencia de confianza tiene, además, efectos sobre los multiplicadores keynesianos. De hecho, en las circunstancias actuales quienes desean invertir o gastar tienen dificultades para obtener el crédito que necesitan y los proveedores de bienes, para obtener el capital circulante que requieren sus actividades. El resultado es que el efecto de los multiplicadores fiscales habituales, bien sean del gasto del gobierno o de la reducción de impuestos, son mucho menores.

2. La equidad. Los economistas deberían saber, como sabe todo el mundo, que la gente se toma muy en serio la equidad. Aunque se han escrito miles de artículos sobre la equidad, los manuales de economía la relegan sistemáticamente a un segundo plano. La postura de la economía ortodoxa sobre las cuestiones de equidad es ambigua. Según Akerlof y Shiller, para relegar la equidad a un segundo plano sería preciso proporcionar una justificación sólida. Ellos opinan, en cambio, que hechos tan elementales como el desempleo involuntario se pueden explicar fácilmente si se tiene en cuenta la equidad.

3. La corrupción. Aunque la necesidad de proteger al consumidor siempre es relevante, éste no parecer ser el principal punto débil del capitalismo (sujeto a una abundante legislación sobre la materia). La excepción es la protección del ahorro. La mayoría de los trabajadores hoy no lo son por cuenta propia y los productos de que dispone el ciudadano común para proteger sus ahorros son valores financieros tales como acciones, obligaciones, planes de pensión y seguros de vida. La naturaleza física de estos activos pone en evidencia su insustancialidad y cierta debilidad frente a lo que Akerlof y Shiller llaman “conductas antisociales”. No son pocos los ejemplos de corrupción en el sistema capitalista. Y hacen referencia a tres casos concretos de la historia económica reciente: la relación entre las sociedades de ahorro y préstamo y la recesión de la economía estadounidense en 1991, el caso Enron y la recesión de 2001, y el caso de las hipotecas subprime y la recesión actual.

4. La ilusión monetaria. Una de las premisas fundamentales de la macroeconomía moderna es la de considerar que la gente logra ver a través del velo de la inflación. Akerlof y Shiller consideran que se trata de una hipótesis aventurada y totalmente improbable dada la naturaleza de los contratos salariales, de la determinación de precios, de las emisiones de bonos en general y de la contabilidad financiera. Todos estos contratos podrían eliminar fácilmente el velo de la inflación mediante la indexación, pero en la mayoría de los casos, los espíritus animales de las partes implicadas los llevan a no indexarlos.

5. Las historias de la tradición oral. La memoria colectiva se organiza con base en historias del pensamiento de las personas que dificultan la comprensión del curso aleatorio que tienen nuestras vidas. De hecho, los beneficios que se obtienen únicamente gracias al azar no encuadran en la mayoría de estas historias. La confianza de una nación, o de una economía, suele girar alrededor de historias, intuiciones y creencias colectivas. Entre ellas son de gran importancia las historias que aluden al inicio de una nueva era, que pretenden describir los cambios históricos que impulsarán la economía hacia horizontes nuevos y más prósperos. Akerlof y Shiller se preguntan si estas historias mueven los mercados y si las historias llenas de efectos desmesurados y falsas intuiciones tienen efecto real sobre la economía.

La segunda parte del libro describe cómo influyen estos cinco espíritus animales en las decisiones económicas y muestra su importante papel a la hora de responder las ocho preguntas siguientes, que sus autores consideran especialmente significativas:

1. ¿Por qué las economías entran en depresión? Akerlof y Shiller analizan las dos grandes depresiones que sufrió Estados Unidos, las de las décadas de 1890 y de 1930, y las relacionan con la crisis actual del sistema financiero internacional. Identifican algunos rasgos comunes: a la gente le sigue preocupando mucho la equidad, es igualmente vulnerable ante la tentación de la corrupción, sigue sintiendo rechazo cuando se entera de acciones reprobables de otras personas, aún no entiende bien la inflación y todavía está bajo el influjo de historias vacías de contenido en vez de detenerse a reflexionar sobre la economía.

2. ¿Por qué los principales bancos influyen en la economía? Éste es el capítulo central del libro, y trata casos concretos de quiebras bancarias en la crisis actual. Su análisis pone de relieve las principales flaquezas humanas que pueden contribuir a los episodios de pánico bancario, entre ellas la falta de confianza, la tendencia a la rigidez y al resentimiento por la falta de honradez y la corrupción. En estas circunstancias se suele confiar en la capacidad de los bancos centrales para solucionar todos los problemas del sistema financiero. Más allá de los aspectos puramente técnicos, los espíritus animales llevan a que los bancos centrales sean ineficaces para controlar algo tan gigantesco como la macroeconomía.

Luego, Akerlof y Shiller analizan las ventajas y desventajas de tres medidas que, en su opinión, permitirían afrontar la crisis financiera actual: el redescuento, las inyecciones directas de capital y el crédito directo de empresas patrocinadas por el gobierno.

3. ¿Por qué hay personas que no encuentran trabajo? Los autores del libro se preguntan por qué el ajuste de salarios no permite vaciar el mercado de trabajo, como debería suceder conforme a los postulados de la economía clásica. Su tesis es “más sencilla y más complicada que los razonamientos tradicionales”. Es más complicada porque atribuye a los empleados motivos más realistas, y más sencilla porque representa el salario como algo que depende en parte de lo que los trabajadores consideran justo, y un salario “justo” es casi siempre mayor que el salario de equilibrio del mercado. Se trata de un análisis del desempleo que explica con facilidad y naturalidad por qué aumenta la deserción del trabajo cuando desciende el desempleo.

4. ¿Por qué a largo plazo siempre se produce un equilibrio entre la inflación y el desempleo? Este capítulo centra su análisis en la teoría de la tasa natural. En opinión de los autores son varias las razones para que esta teoría no funcione y por las que no se debería adoptar sin espíritu crítico. La determinación de los salarios y los precios presupone todo tipo de consideraciones sobre la ilusión monetaria y la equidad. A Akerlof y Shiller les “atemoriza” que la Reserva Federal adopte la teoría de la tasa natural y considere su deber estabilizar los precios con costos que según la FED no serían muy elevados. Según ellos bastaría un puñado de partidarios de esta teoría para llevar la economía estadounidense a un gran hundimiento. Tal es su convicción a este respecto que dicen que esta inquietud fue una de sus principales motivaciones para escribir el libro.

5. ¿Por qué es tan arbitrario ahorrar para el futuro? Para Akerlof y Shiller son los espíritus animales los que explican el rompecabezas de la arbitrariedad y la variabilidad del ahorro. Señalan algunos errores de las teorías convencionales del ahorro, y explican por qué las políticas de ahorro y gasto pueden ser elementos claves para el crecimiento económico.

6. ¿Por qué los precios financieros y las inversiones corporativas son tan volátiles? A pesar de que los economistas han intentado dar explicaciones convincentes de los movimientos del precio global de las acciones nunca lo han conseguido. Al parecer, no es posible explicarlos en forma convincente mediante las variaciones de las tasas de interés ni de los dividendos ni de ninguna otra variable. A pesar de que los mercados financieros están en constante evolución y de que su complejidad va en aumento, es imposible explicar los desenfrenados virajes de los precios financieros sin recurrir al papel de las expectativas, la confianza, las historias y demás espíritus animales.

7. ¿Por qué los mercados inmobiliarios experimentan ciclos? Los mercados inmobiliarios son tan volátiles como los bursátiles. La mayoría de los espíritus animales influyen en ellos: es innegable que la confianza, la corrupción, la ilusión monetaria y la historia oral cumplen un papel fundamental en el sector inmobiliario. En buena medida el germen de la crisis actual es la creencia ciega en el alza imparable de los precios de la vivienda, que no encuentra explicación en factores objetivos como la carencia de suelo disponible, la presión demográfica o el crecimiento económico.

8. ¿Por qué la pobreza ha arraigado durante tantas generaciones entre las minorías más desfavorecidas? En opinión de Akerlof y Shiller, ésta es la mayor asignatura pendiente de la economía estadounidense, y dos de los espíritus animales, las historias de la tradición oral y la equidad, tienen un papel preponderante en la perpetuación de este problema.

CONTRIBUCIONES Y LIMITACIONES

Robert Solow, premio Nobel de Economía 1987, dice de este libro que “representa un severo y necesario correctivo” a la teoría económica. En efecto, numerosos profesionales de la macroeconomía y las finanzas han llegado tan lejos en su confianza en los mercados eficientes y en las previsiones racionales que no aciertan a comprender la dinámica que subyace en las crisis económicas. En palabras de Akerlof y Shiller, “mientras no seamos capaces de incorporar los espíritus animales al análisis económico seremos incapaces de discernir las fuentes reales del problema”.

Se podría pensar que el carácter descriptivo y divulgativo de esta obra puede privarla de rigor, en el sentido habitual de los manuales de economía. No obstante, éste es uno de los grandes méritos del libro. Es difícil imaginar otro modo de presentar el papel de los espíritus animales en la economía. Esta obra propone una nueva manera de abordar el análisis macroeconómico, atractiva y esclarecedora. El desafío consiste en incorporar los espíritus animales a los modelos tradicionales y en sacarles partido a las herramientas usuales del análisis económico desde esta nueva perspectiva.

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