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Discusiones Filosóficas

versión impresa ISSN 0124-6127

discus.filos vol.24 no.42 Manizales ene./jun. 2023  Epub 28-Feb-2024

https://doi.org/10.17151/difil.2023.24.42.5 

Artículos

El Realismo Científico y la Mente

Scientific Realism and Mind

Ricardo Restrepo-Echavarría1 

1 Ph.d. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador. ricardo.restrepo@utm.edu.ec. orcid.org/0000-0002-2224-313X. https://scholar.google.com/citations?hl=es&user=k9k5HsUAAAAJ.


Resumen

El Realismo Científico Estándar sostiene el enfoque metafísico de que el mundo es como es independiente de la mente. Sin embargo, el presente artículo demuestra cómo esta postura es incompatible con todas las teorías no-eliminativistas sobre la mente, lo cual hace que la postura sea inconsistente, incompatible con la ciencia, elimina la consciencia, la intencionalidad, la causación mental y la ética. Se propone una tesis realista alternativa que conserva la idea de que el mundo en general es de la forma que es, independiente de lo que pensemos sobre él, compatible con la mente como parte real del mundo. Este cambio restaura la posibilidad de consistencia, la mente, la consciencia, la intencionalidad, la ciencia y la ética.

Palabras clave: Metafísica; realismo científico; consciencia; mente; ciencia

Abstract

Standard Scientific Realism holds the metaphysical view that the world is the way it is independent of the mind. However, this paper demonstrates how this view is incompatible with all non-eliminativist theories of mind, leading it to be inconsistent, incompatible with science, and eliminating consciousness, intentionality, mental causation and ethics. An alternative realist thesis is proposed which preserves the idea that generally the world is the way it is independent of what we think of it, compatible with mind as a real part of the world. This reform restores the possibility of consistency, mind, consciousness, intentionality, science and ethics.

Keywords: metaphysics; scientific realism; consciousness; mind; science

1. Introducción

La idea metafísica central del Realismo Científico rechaza el subjetivismo, el idealismo y el positivismo. Postula que el mundo es, en general, como es, independientemente de cómo creamos/percibamos/juzguemos/observemos/verifiquemos (pensemos) que es. Así, en general, el mundo es o no es como lo pensamos, o es como lo pensamos solo hasta cierto punto. Además, el hecho de que lo pensemos no determina, por lo general, que el mundo sea como lo pensamos. La forma en que el mundo es, es referencia de nuestra cognición y generalmente sería de la forma en que es, sea que lo pensemos de la forma en que lo pensamos o de alguna otra forma. Casos como el funcionamiento de la gravedad cuando alguien salta de un edificio y la ausencia de armas de destrucción masiva en Irak son casos paradigmáticos del realismo científico. No importa lo que se diga o piense, los hechos son los que son. Sin embargo, también debemos reconocer que existimos, al igual que nuestra cognición, como parte del mundo y de su forma de ser. Pensamos, y nuestra existencia y cognición son en sí mismas un referente de nuestra teorización, sobre lo que podemos estar en lo cierto, en lo incorrecto o en algún punto intermedio. Sin embargo, el actual Realismo Científico Estándar (RCE) es incompatible con este hecho mental.

El propósito de este artículo es fundamentar un cambio metafísico necesario clave que el RCE debe hacer para ser plausiblemente verdad. El RCE adolece de agudos problemas internos de coherencia, cientificidad y fidelidad empírica, así como costos ontológicos y epistemológicos de entrada en lo que concierne a la consciencia, la ética y la causalidad mental ya que implica la eliminación de las mismas. La fuente del problema para el RCE es su negación del Realismo Mental: la idea de que la mente existe en el mundo.

Este artículo comienza con una revisión de las lecciones de las posiciones del subjetivismo, el idealismo, el positivismo lógico y el empirismo constructivo en epistemología y filosofía de la ciencia. Estas lecciones señalan los puntos débiles de estas posiciones que el Realismo Científico está en parte diseñado para superar, y que sirven de fundamento para el Realismo Científico. Sin embargo, la forma en que se plantea el RCE, intencionadamente o no, niega el Realismo Mental. En la segunda sección, identificamos la tesis metafísica del RCE correspondiente que niega la mente, demostramos la incompatibilidad entre ella y el Realismo Mental y objetamos el eliminativismo resultante. A continuación, proponemos una tesis metafísica realista alternativa, que hace sentido de la realidad de la mente, en un mundo independiente de lo que pensamos de él, y que ha internalizado las lecciones contra las alternativas no realistas, mientras que no cae presa de las mortales objeciones metafísicas y epistemológicas al RCE.

2. Lo que Debe Ser la Metafísica Realista

Aquí revisaremos una introducción a la metafísica realista destilando algunas de las lecciones derivadas del análisis de las posiciones alternativas del subjetivismo, idealismo, positivismo lógico y el empirismo constructivo.

2.1 Subjetivismo, Idealismo y la Promesa de lo Real

Las formulaciones clásicas del subjetivismo y el idealismo fueron planteadas por Protágoras y George Berkeley. El primero formuló el homomensurasatz: la idea de que los humanos son la medida de todas las cosas; de las cosas que son, que lo son; de las cosas que no son, que no lo son. La motivación señalada allí es el ejemplo de tener la propiedad de ser frío (Platón). Algo es frío, sostenía Protágoras, si y sólo si, es sentido frío por un sujeto. El conocimiento es relativo. Las cosas son frías si se perciben frías y calientes si se perciben calientes, decía Protágoras, y lo mismo para el resto de propiedades de las cosas.

En relación con esto, George Berkeley teorizó famosamente que esse est percipi; que ser es ser percibido. Todas las cosas son simplemente cosas percibidas. Ser caliente, ser rojo, ser duro, oler a fresco, etc., son todas propiedades que conocemos de las cosas y no podemos siquiera concebir una cosa no percibida. Una cosa no percibida es como un cuadrado redondo; no podemos ni siquiera pensar en lo que podría ser.

Sin embargo, está claro que hay cosas que existen incluso cuando nadie las percibe. El Big Bang, varios procesos de la evolución y otros que causalmente llevaron a la evolución de los sujetos de percepción son ejemplos. Más aún, yo puedo percibir que la Gravedad no operará si salto de un edificio de 100 pisos, pero a la Gravedad no le importará lo que yo piense en mi acelerado camino hacia abajo. Un bolígrafo que se ve doblado bajo el agua cuando la luz que se refleja en él, no lo está. Cualquiera puede pensar que nuestro universo es geocéntrico, pero nuestro sistema solar seguirá siendo heliocéntrico. Puede ser que Hitler creyera estar haciendo el bien en sus masacres, pero no estaba correcto en este juicio ético y mereció ser combatido y derrotado, como sucede con tanta otra propaganda y agresión imperialista en el escenario mundial actual. Esto requiere un pensamiento crítico, lo que Arendt indicó que Eichmann no tenía. Lo mismo se requiere hoy para romper con la propaganda banal y agresiva del capital en los medios de comunicación de masas (Herman & Chomsky; Costa), y la manipulación masiva de la élite del “Big Data”, como se evidencia en casos como las revelaciones de Snowden (Greenwald) y Cambridge Analytica (Amer & Noujaim).

Las ilusiones, los sueños, las falsas creencias y otras formas de no representar las cosas como son, existen y son importantes de tener en cuenta para mejorar nuestras prácticas epistémicas, el aprendizaje, la refinación, la corrección, el pensamiento crítico, el conocimiento y la defensa de los principios éticos en la vida real. Ciertamente, hay cosas cuya existencia depende de nuestra perspectiva, pero no todas las cosas pueden ser así, ya que esto implicaría que no podemos equivocarnos en nada, que no existía el mundo antes de que naciéramos, que no existirá ninguno después de morir, y que no existe un mundo común que habitamos y compartimos con otros seres. El realismo, a diferencia de lo que implican estas tesis subjetivistas/idealistas, proporciona una forma de dar sentido a estos hechos. Estas formas de idealismo despojan a las personas de su capacidad de pensamiento y acción críticas, una condición que encuentra su ejemplo limitante en Heidegger con sus cavilaciones sobre cómo "la nada se nada en sí misma" mientras encubría el genocidio racista sin un comentario crítico desde la burbuja del alto prestigio del sistema educativo del régimen. La creencia en una realidad independiente nos proporciona los recursos conceptuales para buscar las verdades del mundo, fuera del confort autocomplaciente de la burbuja posmodernista que sólo reconoce el poder y la arbitrariedad.

El conjunto resultante de realismos posibles es compatible con el fisicismo, que afirma que todas las cosas, acontecimientos y propiedades son físicas o se realizan físicamente, y con el dualismo, que afirma una diferencia ontológica fundamental entre mente y materia. Sin embargo, cabe destacar que también es compatible con una variedad particular del idealismo. A saber, la visión de que la realidad en sí misma es fundamentalmente consciencia, mientras que la ciencia estudia el comportamiento externo de las cosas, como sostiene Bernardo Kastrup.

2.2. Positivismo Lógico, Empirismo Constructivo y la Realidad de lo que No se Puede Ver

Tanto el positivismo lógico (Carnap, Hahn & Neurath) como el empirismo constructivo (Van Fraassen) restringen el ámbito de las cosas posiblemente conocibles de forma científica, al conocimiento de las cosas directamente observables. En el caso positivista, lo que se conoce puede expresarse como una serie de enunciados, y como dijo Hempel (17) en aplicación del método de análisis lógico del Círculo de Viena, "el significado de un enunciado, se establece por las condiciones de su verificación", o es "empíricamente dado". Cualquier enunciado putativo sobre microfísica o psicología es puramente sobre las condiciones de su verificación y las condiciones de verificación son conductas observables externas. En el caso del empirismo constructivo, Van Fraassen afirma que el objetivo de la ciencia es dar una descripción empíricamente adecuada del mundo, es decir, una descripción correcta del mundo observable a simple vista y nada más.

Por consiguiente, las cosas microscópicas como los virus, las bacterias, las mitocondrias y los electrones, como cosas inobservables empíricamente a simple vista, no son cosas de las cuales la ciencia pretenda tener conocimiento. Igualmente, no podemos observar estados mentales clave de otras personas, como percibir el color rojo, sentirse feliz, pensar en las vacaciones y la indignación por la agresión internacional, aunque sí podemos observar evidencia conductual de tales estados mentales, como por ejemplo discriminaciones de colores, dilatación de las pupilas y otras manifestaciones corporales externas. Además, podemos observar el cerebro de los demás si su cráneo está abierto o a través de imágenes de resonancia magnética, aunque no parecemos observar directamente ninguna percepción de la manzana roja en la materia gris y blanca del cerebro de otra persona.

Sin embargo, el realismo proporciona un esquema conceptual que hace sentido del conocimiento intuitivamente alcanzable de cosas no observables, como los virus, las bacterias, las mitocondrias, los electrones, las percepciones, los sentimientos y los pensamientos de los demás, para los que la aplicación de los modos científicos legítimos de hipótesis, pruebas e inferencia proporcionan acceso.

3. Critica a la Tesis Metafísica del Realismo Científico Estándar

En esta sección, vamos a identificar la Tesis Metafísica relevante del RCE, el Realismo Mental, demostrar su incompatibilidad y criticar el eliminativismo de la RCE. Aquí hay tres formulaciones clave de la Tesis Metafísica del RCE, incluyendo una que aparece en la Enciclopedia de Filosofía de Stanford:

El mundo tiene una estructura definida e independiente de la mente (Psillos).

El mundo existe al margen de sujetos cognoscentes (Cárdenas, 93).

Metafísicamente, el realismo se compromete con la existencia independiente de la mente del mundo investigado por las ciencias (Chakravartty).

Así, el RCE, en su forma estándar actual afirma que la totalidad del mundo es como es, independientemente de la mente. Sin embargo, es significativo preguntar: ¿esta afirmación es compatible con algún tipo de realismo mental o implica el eliminativismo? El Realismo Mental afirma que la mente existe, es decir, que hay cosas que piensan, recuerdan, planean, sienten, perciben, etc. El idealismo, el dualismo de sustancia, el dualismo de propiedades, el no-reduccionismo físico y el reduccionismo son las formas en que se puede ser Realista Mental. Evidentemente, el idealismo es incompatible con esta afirmación del Realismo Científico, ya que afirma directamente lo contrario: a saber, que la totalidad del mundo es mental. Con pocas excepciones (Kastrup), esta incompatibilidad no evidenciaría un problema, pues la tradición protagorea es distante del realismo desde el inicio. El dualismo de sustancias, por otro lado, afirma que las sustancias mentales existen y son intrínsecamente independientes del mundo físico (Descartes; Yablo; Popper & Eccles). En consecuencia, esta tesis metafísica realista es incompatible con el dualismo de sustancias. Para la mayoría de los participantes en este debate, de nuevo, esto apenas supondría un problema. Sin embargo, una incompatibilidad entre el Realismo Científico y el dualismo de propiedades, el no reduccionismo físico y el reduccionismo aumentaría gradualmente el señalamiento de un problema mayor, ya que no quedaría espacio conceptual para ser realista sobre el mundo explorado por la ciencia y la existencia de nuestra vida mental.

Con respecto al dualismo de propiedades, este punto de vista sostiene que hay ciertas propiedades mentales que no son físicas pero que dependen metafísicamente de lo físico. Dado que el RCE afirma que el mundo está compuesto únicamente por cosas independientes de lo mental, sólo podría reconocer la existencia de la base física de tales propiedades mentales no físicas, pero no las propiedades mentales en sí mismas. Haciendo eco del famoso ejemplo de Jackson, la percepción consciente del color rojo tendría una identidad independiente de la actividad cerebral física con la que está correlacionada. En tal caso, solo reconocería la existencia de la base física de la percepción del color rojo, más no la existencia de la percepción de rojo en sí.

El no reduccionismo físico sostiene que las propiedades o eventos mentales no son idénticos a las propiedades o eventos físicos básicos. En cambio, las propiedades o eventos mentales están relacionados con las propiedades o eventos físicos, por relaciones tales como la realización (funcional o de otro tipo), la realización múltiple, la superveniencia, la constitución, la composición, etc. Para los no-reduccionistas, la mente tiene una cierta autonomía metafísica, aunque se realice completamente en una base física. Algunas de las razones que se dan para ello es que la mente es físicamente realizable de forma múltiple y tiene diferentes propiedades identitarias y modales (Turing; Block; Pereboom; Macdonald & Macdonald). Dada la putativa existencia no-reductiva de lo mental, que evidentemente no podría ser independiente de la mente al ser idéntica a ella, y la negación del RCE de las cosas dependientes de lo mental, el RCE no podría reconocer su existencia. Desde este punto de vista, sólo la base de realización, pero no las propiedades mentales en sí mismas, podrían contarse como parte del mundo real.

Por último, llegamos a la posición del reduccionismo. A grandes rasgos, hay dos tipos de reducciones: las reducciones eliminativas y las reducciones reivindicativas (Railton, 1986). Las reducciones eliminativas son aquellas que implican la inexistencia de la entidad previamente pensada. Obviamente, este tipo de reducción mental sería directamente incompatible con el Realismo Mental, ya que afirmaría que lo que tomamos como ser nuestra vida mental, no existe. En cambio, Smart, Kim, Lewis y Penrose, entre otros, no eliminan la realidad mental. El reduccionista identifica la realidad mental con la realidad física, del mismo modo que se identifica un rayo con una descarga electromagnética. Conocer, pensar, percibir y sentir resultan ser idénticos a los procesos del cerebro. Por supuesto, esto no elimina la existencia de lo mental. Porque, por la indiscernibilidad de los idénticos, si conocer, pensar, percibir y sentir son procesos mentales, también lo son los procesos del cerebro con los que son idénticos. En consecuencia, para el teórico de la identidad lo mental sí existe. ¿Lo mental es independiente de la mente? Evidentemente no, ya que es directamente mente en sí misma.

Una forma en que se puede esconder esto es con la afirmación de David Papineau de que lo físico es lo identificable no mental y no biológicamente. Sin embargo, si esto es una reducción eliminativa, entonces el Realismo Mental es negado. Si se trata de una reducción vindicativa en el sentido de que lo mental puede ser identificado a través de diferentes conceptos, incluyendo aquellos que no incluyen términos mentalistas, entonces, de manera similar, esto lleva a que las cosas mentales (no independientes de lo mental) existen, en oposición al RCE.

Pasemos ahora a argumentar seis formas en las que la tesis metafísica contra la mente del RCE no puede ser correcta.

3.1 El eliminativismo del RCE acerca de la intencionalidad es incoherente y se auto-derrota

¿No somos los realistas seres mentales que participamos en esa estructura que consideramos real al llamarnos realistas? Definitivamente lo somos. Por lo tanto, para los realistas es incoherente sostener la RCE. Es como si alguien enunciara su creencia de que "los enunciados no existen en el mundo". Enunciando esta proposición, demuestra que es falsa. Al intentar creer que la tesis metafísica del mundo sin mente es verdadera, se demuestra que es falsa. No se puede sostener con coherencia. El aspecto mental relevante aquí es la intencionalidad, la capacidad de referir, es decir, estar en un estado mental que es sobre cosas tan diversas como el gato percibido en nuestro campo visual, una persona delante de nosotros que creemos falsamente que está bebiendo un martini, pensar en una persona llamada Jesús que murió hace milenios, pensar en un dragón o en un Dios que nunca existió, pensar en Oliver Twist, que nació en Londres en una determinada ficción, la creencia de que el Lucero del Alba, no el de la Tarde, sale por la mañana y no en la noche, aunque sean el mismo; y, por último de nuestros propios estados mentales, como "estoy teniendo este pensamiento". Lo que los filósofos realistas encontramos cuando tratamos de sostener que este estado mental es lo que es independiente de la forma mental que es, es que conduce a una incoherencia evidente que no permitiríamos en ningún otro caso y que por consiguiente no deberíamos permitir para nosotros mismos.

3.2 El RCE es anti-ciencia

¿No son los científicos, incluidos los físicos, seres mentales que teorizan, observan, corrigen, elaboran, amplían y confirman teorías? Por supuesto que lo son. El realismo, como dejan claro las formulaciones anteriores, pretende prestar atención a la ciencia, debe ser coherente con ella y pretende proporcionar algún marco teórico para entenderla. La ortodoxia estándar de la actitud realista científica suele ir acompañada de una posición materialista o fisicista, que se supone que toma la física como referencia teórica central de lo que es la ciencia y lo que implica la perspectiva científica (Kim). En la física cuántica se suele mencionar la posibilidad de requerir un observador (mental) ineliminable. Sin embargo, hay una mente ineliminable más evidente en la teoría física en general. A saber, el ejercicio de las ciencias físicas implican ineliminablemente a los científicos físicos teorizando, haciendo observaciones y otras actividades mentales que existen en el mundo. El punto sobre la observación, inspirado por Russell, es que si afirmamos la completitud del mundo físico, basándonos en la teoría y la observación, pero esta posición en sí misma contradice la posibilidad de la teoría y la observación, entonces la completitud del mundo físico sería descartada antes que lo sean la teoría y la observación.

Curiosamente, Einstein parece haber planteado un punto similar, cuando señaló que todo el conocimiento, incluido el de la física, consiste en cosas mentales como conceptos y juicios.

El positivista o el pragmático es fuerte mientras luche contra la opinión de que hay conceptos anclados en el "A priori". Cuando, en su entusiasmo, [él] olvida que todo conocimiento consiste [en] conceptos y juicios, entonces eso es una debilidad que no reside en la naturaleza de las cosas sino en su disposición personal al igual que con la batalla sin sentido contra las hipótesis, cf. el libro claro de Duhem. En cualquier caso, la arremetida contra los átomos se apoya en esta debilidad. Oh, qué difíciles son las cosas para el hombre en este mundo; el camino a la originalidad pasa por la sinrazón (en las ciencias), por la fealdad (en las artes), al menos el camino que muchos encuentran transitable (CPAE 624).

Quizás fue esta aparente vinculación irreflexiva del realismo a esta perspectiva materialista no científica sin sentido lo que llevó a Einstein a declarar que: "Admito que las ciencias naturales se refieren a lo "real", pero sigo sin considerarme realista" (CPAE 624).

Tomemos, por ejemplo, esta expresión del mismo eminente físico, publicada en Nature en 1923:

La teoría de la conexión entre la gravitación y el electromagnetismo que se expone a continuación se basa en la idea de Eddington, publicada en años recientes, de fundamentar matemáticamente la "física de campos" en la teoría de la relación afín. Primero consideraremos brevemente todo el desarrollo de las ideas asociadas con los nombres de Levi-Civita, Weyl y Eddington (Einstein 448).

En este extracto, como en todos los trabajos de ciencias físicas, Einstein hace referencia explícita a personas, como Eddington, Levi-Civita y Weyl, y a sus ideas, teorías y su desarrollo. Hay científicos que se plantean preguntas, piensan, desarrollan ideas, discuten, verifican, etc. Si el mundo fuera independiente de la mente, estos temas y prácticas científicas no existirían en el mundo.

Así, el RCE no se corresponde con la realidad de las ciencias físicas y de otras ciencias, ya que parece suponer que las ciencias no funcionan inherentemente a través de la actividad mental de los seres mentales con conceptos, formación de hipótesis, observaciones, pruebas, teorías, diálogo, comprensión y desacuerdos, etc. El realista científico estándar se encuentra en la insostenible posición de decirles a todos los científicos físicos que sus trabajos son todos falsos por sus referencias explícitas a cosas que no son independientes de la mente, y que por lo tanto no existen. Sin embargo, por supuesto, el punto del Realismo Científico era proveer un marco conceptual que haga sentido de la creencia en la ciencia.

3.3 El RCE es empíricamente inadecuado

¿Acaso la psicología, la sociología, la ciencia política, la economía y partes de la zoología y la biología no son ciencias cuyos temas de conocimiento involucran esencialmente a personas y a otros animales que piensan, perciben y sienten en el árbol de la evolución de la vida? La "implicación empírica" de la metafísica sin mente del RCE es que la ciencia solo trata de cosas independientes de lo mental.

Pero, por supuesto, estas son ciencias cuya naturaleza depende de la existencia de lo mental. Lo mental está en lo medular de su proyecto de conocimiento y cada libro de texto de psicología, neurociencia, sociología, ciencia política, economía y zoología se apoya en gran medida en hacer referencia a fenómenos mentales como el aprendizaje, las preferencias, la percepción, el dolor, etc. Estas ciencias son radicalmente distintas sin estos fenómenos mentales y, de hecho, se dedican a investigarlos: a teorizar y verificar qué teorías son verdaderas y cuáles falsas. Más aún, dada la naturaleza general del argumento, el peso de la prueba le aboca al RCE a que refute el conjunto generalizado de libros de texto, revistas y posiciones expresadas por los investigadores en estos campos en sus comunicaciones científicas. O, de alguna manera, argumentar que todo este lenguaje científico, sin que lo sepan los científicos expertos en su campo, debe ser reinterpretado según una nueva encarnación de la teoría verificacionista del significado. Podríamos llamarla la "teoría materialista sin mente del significado”. Es muy cuestionable qué tan alentadoras son las perspectivas de tal teoría. Vale señalar que justamente la idea del Realismo Científico era que, entre otras cosas, no iba a implicar, como implicaba el positivismo, una radical reinterpretación de las teorías científicas. Pero parece que tendría que re-interpretar radicalmente porciones centrales de las ciencias.

Por supuesto, podría especularse que tales ciencias se llevarán a cabo algún día sin lo mental. Es decir, la apuesta parece ser no sólo que nuestros conceptos mentales, teorías y entendimientos mentales cambiarán, sino que serán eliminados por completo. Pero apostar por una ciencia de la psicología sin la psicología, aunque sea radicalmente revisada, y de forma similar para el resto de las ciencias enumeradas, sólo puede considerarse una pura especulación en directa contradicción con un amplio y fundamental cuerpo de la ciencia en el que el Realismo Científico pretende ser realista. Por lo tanto, no podría ser en sí mismo una posición auténticamente realista.

3.4 El RCE implica eliminativismo de la consciencia

¿Debe el realismo implicar que mis percepciones azules conscientes no son azules, ya que el RCE implica que los fenómenos mentales no forman parte del mundo del que somos realistas? Por supuesto, el azul existe y aunque puedo dudar de que el océano sea azul en sí mismo, no puedo dudar de mi fenoménica percepción del azul. El mundo sería diferente sin la consciencia fenoménica, como una película, sin sonido, color, emoción ni guion, etc. La consciencia es la forma en que conocemos el mundo desde el interior, sea cual sea nuestra mejor física y fisiología. De forma vívida, Eddington (1928) sugirió que conocemos nuestro sistema nervioso desde adentro. Nuestra mejor comprensión realista del mundo debe reconocer el hecho de las cualidades fenoménicas conscientes que conocemos en la experiencia directa. Negar este hecho es negar la fuente más fundamental del conocimiento empírico propio. ¿Debe el realismo ser necesariamente eliminativo de la consciencia? Por supuesto que no, y esto sería un precio epistémico y metafísico de entrada bastante alto a pagar.

El realismo es compatible con varios marcos metafísicos sobre la consciencia, como debería ser. Sin embargo, un realismo que implique la eliminación de la consciencia, pues no es parte inherente al mundo independiente de la mente, es un realismo con enormes costos epistemológicos y metafísicos. Es metafísicamente difícil deshacerse de la consciencia y el realismo no debería eliminarla a priori, como tampoco debería eliminar las partes del mundo cuya existencia no depende de la mente.

3.5 El RCE implica eliminativismo ético

La ética, la justicia y la teoría política esencialmente implican cosas como la felicidad, el sufrimiento, la vida buena, el consentimiento, la virtud y el conocimiento; todo ello mental. Sin embargo, el RCE dice que el mundo es como es, independientemente de lo mental. Así que, según este punto de vista, la naturaleza del mundo es la misma tanto si existen o no la felicidad, el sufrimiento, la vida buena, el consentimiento, la virtud, el conocimiento, o si su distribución varía radicalmente. Sin embargo, sabemos que estos aspectos del mundo son cruciales para evaluar la historia del mundo y de las personas, así como para considerar si la sociedad debe estructurarse según los principios nazis o de justicia democrática, etc. ¿Debe el realismo eliminar la ética y la justicia? Para muchos realistas, esta posición eliminaría nuestra capacidad de pensar y proponer formas más éticas de organizarnos como humanos, animales y sistemas ecológicos y sería un costo de entrada epistemológico, metafísico y político sustancial que no todos estamos dispuestos a aceptar si hay alternativas que incluso puedan ser más probables de ser verdad. Por supuesto, tendría que probarse que tales alternativas existen, a lo cual se dedica la sección 4.

3.6 El RCE implica, en el Mejor de los Casos, una Versión del Epifenomenalismo

Decir que el mundo es como es independientemente de la mente es, o bien en el peor de los casos, elimina de entrada la mente, con los problemas expuestos anteriormente acerca de esta posición, o bien en el mejor de los casos, decir que la mente es un epifenómeno sin nexo causal con lo real, lo que en sí mismo nos lleva a la posición de eliminación, dado que sería algo que existe sin causa (pues de otro modo violaría la conservación de la energía) y sin efectos (pues de otro modo no sería un epifenómeno). ¿Podríamos dar alguna credibilidad ontológica a algo sin vínculo causal alguno con el resto del universo e incapaz de aportar soluciones a los problemas previamente identificados? Esta sería una posición teóricamente insostenible.

Fleetwood postula que una idea primordial del naturalismo es que existir, o ser real, requiere tener poderes causales. Este dictamen es algo que se identifica en una variedad de contextos filosóficos (por ejemplo, Kim lo llama el Dictamen de Edwards). Si decimos que todo lo que existe es aquello que no tiene nexo causal con lo mental, como implica el RCE, entonces lo mental o bien es eliminado o bien es un epifenómeno, lo que de nuevo desemboca en el eliminativismo por falta de vínculos causales.

Además, parece bastante evidente que cuando vemos una estrella, la emisión de la luz provoca nuestra percepción y las ondas de aire que expresan una identificación son causadas por esta percepción junto con otros estados mentales. Negar esto es negar un dato clave en nuestra imagen del mundo. Esto no quiere decir que seamos perceptores perfectos ni que hagamos exactamente lo que pretendemos racionalmente, ya que es bien sabido que tenemos sesgos perceptivos y otros sesgos mentales, asociados al conocimiento, a la decisión y la acción (por ejemplo, Kahneman, Kornblith y muchos otros).

4. Una Propuesta Realista Reformada

¿Cómo podemos formular la tesis metafísica del realismo de manera que preserve su idea metafísica central, reconociendo al mismo tiempo el hecho de la existencia de lo mental sin caer en los costos lógicos, ontológicos, epistémicos y éticos de su negación? Estas son algunas alternativas que satisfacen estos requisitos:

Tesis Metafísica 1: El mundo es, en general, como es, independientemente de cómo se lo piense que es. Sin embargo, el modo en que se conoce el mundo es en sí mismo una parte (pero nunca el todo) del mundo. Las cosas de la naturaleza, a veces mentales y a veces no, a las que pretendemos referirnos con nuestras teorías científicas, hacen que nuestras teorías sean verdaderas o falsas.

Una aplicación de la realidad de la mente en el mundo es:

Realismo Mental Metafísico 1: La mente es, en general, independiente de cómo se piense que es. Sin embargo, la cognición sobre la mente es en sí misma una parte (pero no la totalidad) de la parte mental del mundo. Los hechos sobre la mente en sí hacen que nuestras teorías sobre ella sean verdaderas o falsas.

Esta formulación, al igual que la Tesis Metafísica del RCE, no cae presa de las acusaciones contra los contendientes del realismo. A diferencia del subjetivismo y del esse de Berkeley, postula específicamente realidades que no dependen de nuestra consciencia, dando así cabida al error, al conocimiento científico, al aprendizaje y al pensamiento y acción, críticos para la ciencia y la ética, entre otros. A diferencia del positivismo lógico y del empirismo constructivo no cae presa de la implicación inverosímil de descartar la posible realidad cognoscible de cosas inobservables a simple vista como los virus, las bacterias, las mitocondrias, los electrones, además de las percepciones, sentimientos y pensamientos de los demás.

Sin embargo, esta formulación es superior con respecto a la tesis pertinente del RCE en todos los puntos contra el RCE. En primer lugar, no hace incoherente la posición realista, ya que no niega la intencionalidad teórica inherente a ella. Reconoce la mente como parte del mundo que podemos conocer, incluso a través de la investigación empírica; de hecho, incluye la mente como parte del mundo, ya que acepta la existencia misma de nuestra consciencia, conocimiento, observación empírica y evaluación hermenéutica. En segundo lugar, es una posición abiertamente científica, en el sentido de que no implica la eliminación de campos científicos fundamentales, con seres mentales como son los físicos con sus observaciones, teorías, comunicaciones, etc. En tercer lugar, esta formulación no se vuelve empíricamente inadecuada al negar los sujetos mentales en la investigación científica en ciencias como la psicología, la sociología, la economía, la ciencia política y partes de la zoología y la biología. En cuarto lugar, no implica la inexistencia del hecho inmediato más evidente de nuestra existencia: que somos conscientes. Igualmente, en quinto lugar, no implica un epifenomenalismo insostenible que descarta la causalidad mental, y al final termina de nuevo en el eliminacionismo. Y por último, no implica el eliminativismo ético.

Lo que se requiere del realismo es que nuestra creencia en X o en que X es Y, no implique en general por sí misma la existencia de X ni que X sea Y. La creencia de que las brujas que vuelan en escoba existen o que la Tierra es plana no hacen que tales seres existan ni que la Tierra sea plana. La referencia o falta de referencia de tales proposiciones las hace verdaderas, parcialmente verdaderas o falsas. En general, opuestos a Berkeley, las cosas son como son, no necesariamente como las percibimos, y podemos tener o no razón sobre ellas, dependiendo de si son como las percibimos o pensamos. Este realismo está en consonancia con el realismo de Sankey, cuando afirma que “La ciencia descubre la verdad acerca del mundo que existe independientemente, en el cual nos encontramos nosotros mismos” (57). También está en consonancia con el punto de vista de Chomsky en materia del estudio científico de la “realidad mental” a la par del resto de la naturaleza.

Sin embargo, es cierto que lo mental, como parte del mundo, también desempeña una contribución a que algunas X existan o a que algunas X sean Y. Este aporte siempre adopta una forma lógica y a veces una forma de correspondencia más predominantemente causal. La forma lógica tiene que ver con el significado y la referencia. Para que las afirmaciones "el flogisto existe" o "la materia es convertible en luz, conservando la energía" sean verdaderas o falsas, depende de lo que queramos decir con ellas, de manera que haya algo a lo que se refieran con suficiente precisión o no. Se trata de una aportación mental de nuestro conocimiento del significado y de nuestras capacidades de investigación disponibles para saber si las creencias expresadas de esta forma son verdaderas o falsas. Si por "el flogisto existe" queremos decir que el Sol está en el centro del sistema solar o por "la materia es convertible en luz, conservando la energía" que las brujas vuelan en escoba en las noches oscuras, sus valores de verdad cambiarían, aunque el mundo exterior a las personas involucradas no lo haya hecho. Llevado al extremo, los pensamientos autocumplidos cuyo significado se refiere a ellos mismos, conllevan una especie de inmunidad epistémica lógica. Un ejemplo de ello es el pensamiento expresado por "este mismo pensamiento existe," el cual es verdad aunque quien lo piense esté en un sueño.

Las contribuciones más predominantemente causales que hace la mente a nuestro conocimiento de ella es que ella misma es la referencia y el objetivo de estudio en el mundo causal, y sus características intrínsecas y muchas de las relacionales son como son independientemente de lo que podamos pensar que son, ya sea personalmente o como un esfuerzo de investigación científica. El modo en que la mente está en el mundo es lo que hace que las afirmaciones científicas que normalmente se encuentran en la psicología, y en otras ciencias, sean verdaderas, parcialmente verdaderas o falsas.

5. Conclusiones

Cualquier forma de realismo creíble sobre la ciencia requiere mínimo que no sea incoherente, que no descarte la posibilidad misma de la ciencia y que no descarte grandes campos que conforman el conocimiento científico. Además, para su credibilidad, es importante que de entrada no descarte directamente la conciencia, la mente, la causalidad mental y la ética. La versión estándar del realismo científico no satisface estos requisitos clave y objetivos teóricos. La tesis realista reformada propuesta sí lo hace, al sostener ambos, que el mundo es como es, independientemente de cómo lo pensemos; pero también que nuestra cognición y cómo conocemos el mundo son en sí mismas parte del mundo. Con un pequeño costo marginal de simplicidad, como se pretende, esta propuesta realista reformada, al igual que la RCE:

  • Niega la teoría subjetivista de que ser es ser creído

  • Niega la teoría idealista de que ser es ser percibido

  • Niega la teoría empirista de que ser es ser observable o verificable

  • Afirma una realidad/mundo independiente de nuestras creencias, percepciones, capacidad de observación o verificación (cognición)

Este mundo puede entonces servir de referencia para nuestra cognición, que puede entonces hacerla verdadera, falsa o algún grado de ambas en algún punto intermedio. Sin embargo, mejor que la RCE, esta formulación:

  • Reconoce la existencia misma de la cognición

  • No elimina nuestra psicología

  • No tiene una inconsistencia interna con nuestra cognición de que el mundo es como el realismo dice que es

  • No niega la ciencia de la psicología

  • No tiene una inconsistencia interna con el hecho de que todas las ciencias involucran lo mental y por consiguiente no es empíricamente inadecuado

  • No elimina nuestra consciencia e intencionalidad

  • No elimina la ética

  • No implica el epifenomenalismo y su inevitable retorno al eliminativismo

El Realismo Mental puede sobrevivir al Realismo Científico. Y si es que el Realismo Científico va a vivir, puede y debe, sobrevivir a la existencia de la mente. Cuando Wittengstein entretuvo la objeción a su análisis lógico de la filosofía, de que implicaba su propia falta de significado, concluyó que “de lo que no se puede hablar, hay que callar.” Y de ahí prosiguió a publicar su libro. La actual propuesta tiene como objetivo esclarecer un camino para que el Realismo Científico no caiga en problemas análogos.

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Cómo citar: Restrepo Echavarría, Ricardo. El Realismo Científico y la Mente. Discusiones filosóficas. Ene. 24(42), 2023: 75-95. https://doi.org/10.17151/difil.2023.24.42.5.

Recibido: 08 de Junio de 2022; Aprobado: 14 de Agosto de 2022

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