Introducción
La niñez y la adolescencia son etapas de desarrollo del ser humano susceptibles a cambios en los estilos de vida, influenciados por la moda, entorno social y familiar1, que repercuten sobre la “calidad de vida relacionada con la salud infanto-juvenil”2, que se determina, principalmente, por la alimentación y la baja actividad física (AF). Es así que en el mundo, al menos un 60% de la población no realiza actividad física (AF)3, además la inactividad se intensifica con los comportamientos sedentarios durante las actividades de la vida diaria (AVD).
Carson, et al.4, definen la conducta sedentaria como la realización de actividades de bajo gasto energético en posición sedente o reclinado, ante ello la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que “el sedentarismo afecta a más del 60% de la población mundial”5,6, y que esto se asocia a las dinámicas sociales actuales, uso de aparatos tecnológicos, la inseguridad que disminuye la realización de actividades al aire libre y las AVD que se realizan sentados, estos comportamientos condicionan los factores de aparición del sedentarismo, con consecuencias directas sobre la salud7.
Uno de los grupos poblacionales más afectados son los niños y adolescentes, ya que son más propensos a adquirir costumbres sedentarias8, viéndose reflejado en las jornadas escolares donde deben permanecer sentados la mayor parte del tiempo. Cárdenas, et al.9, mencionan que “niños y jóvenes invierten en su educación en promedio 360 horas al año, 8 horas/día”, lo cual fomenta la conducta sedentaria que se acrecienta por el uso de medios de transporte motorizados, la ausencia de infraestructura adecuada para la práctica de AF10, la inseguridad. Sumado a ello, los compromisos laborales de los padres, que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 47,3% de las mujeres en el mundo trabajan, condicionando el ingreso temprano de los niños al sistema educacional, pasando gran parte del día en los jardines infantiles y escuelas”5, fomentando una generación de conductas escolares ya mencionadas.
Con lo anterior, se adiciona el panorama alimentario donde el niño es inducido a ingerir desde la escuela y por influencias publicitarias de la televisión “chucherías y golosinas”11 de dudoso valor nutricional, generalmente con alto contenido calórico que no contribuyen a una dieta saludable, recurriendo al consumo de alimentos con exceso de grasas y carbohidratos, haciendo del sedentarismo, un círculo vicioso, que retroalimenta los factores de riesgo de la población infantil12.
Determinar los niveles de sedentarismo en la población infantil permitirá generar o fortalecer programas de AF en el ámbito escolar, para influir positivamente en la salud de los futuros adultos, situación que hasta el momento está generando un alto costo en la salud pública de un país como Colombia, como lo reportan Guerrero, et al.13, quienes indican que el sedentarismo es un predictor de enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) como la obesidad, hipertensión arterial y diabetes entre otras; situación comentada por el estudio de Hernández14, que demostró la asociación entre la inactividad física y la presencia de ECNT, hecho que añade una preocupación a la situación actual de la población infantil, que tiene una tendencia hacia el sedentarismo y puede tener manifestaciones de pre- hipertensión o hipertensión arterial.
Ferreira, et al.15, expresan claramente que la hipertensión infantil es una tendencia presente y fuera de tener asociado los factores de riesgo ya conocidos en el adulto (predisposición genética, desarrollos intrauterinos, estrato socioeconómico, tabaquismo y obesidad abdominal), se evidencian los factores extrínsecos como la AF y la conducta sedentaria, que están conllevando a incremento en los niveles de riesgo cardiovasculares en niños. Por tal razón, se planteó como objetivo determinar el nivel de sedentarismo de los estudiantes de una institución educativa de básica primaria y secundaria de la ciudad de Popayán.
Materiales y métodos
El estudio cuantitativo de tipo no experimental, con un diseño descriptivo y de corte transversal.
Participantes
La población estuvo constituida por 189 estudiantes. La muestra fue probabilística estratificada simple y correspondió a 124 estudiantes, la muestra se definió con un nivel de confianza del 95% y un margen de error del 5%. Finalizaron el estudio 92 estudiantes, 47 (51,1%) hombres y 45 (48,9%) mujeres con una edad promedio de 12,5±3,21 años en un rango de edad de 7 a 18 años, quienes cumplieron con los siguientes criterios de inclusión: estar legalmente matriculados en la institución educativa, firmar el consentimiento informado, presentar el asentimiento firmado por el representante legal. Del estudio fueron excluidos los estudiantes con discapacidad física, que no se presentaron a la evaluación y que se retiraron voluntariamente del mismo.
Instrumento
Se aplicó el test de sedentarismo de Pérez-Rojas García, validado por otros estudios13,16,17. El test consiste en subir y bajar un escalón de 25 cm de altura, durante 3 minutos, aplicando tres cargas con ritmos progresivos (17, 26 y 34 pasos por minuto). Se aplica cada carga durante 3 minutos y se descansa 1 minuto entre ellas. Para ejecutar el test se debe tomar la presión arterial y el pulso en reposo, definir el 65 % de la Frecuencia Cardiaca Máxima (FCM) del evaluado en un minuto. El resultado se divide entre 4, para llevarlo a la frecuencia en 15 seg., esa cifra se convierte en el límite de asimilación de las tres cargas físicas posibles a aplicar (17, 26 y 34 pasos por minuto). Teniendo en cuenta los resultados y la aplicación de la fórmula, se clasifica al individuo en sedentario severo si no vence la primera carga, sedentario moderado si vence la primera carga, pero no la segunda, activo si vence la segunda carga, pero no la tercera o muy activo si vence la tercera carga13.
Los parámetros antropométricos tenidos en cuenta para la medición fueron el índice de masa corporal (IMC) que, se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2)18, y para la clasificación se tuvo en cuenta las tablas de IMC para la edad de niños(as) y adolescentes de 5 a 18 años de edad de la OMS, cuya clasificación es: desnutrición severa (< -3 DS), desnutrición moderada (≥ -3 DS a < -2 DS), normal (≥ -2 DS a ≤ + 1DS), sobrepeso (> +1 DS a ≤ + 2 DS) y obesidad (> +2 DS)18,19.
Procedimiento
La recolección de la información se realizó en el primer semestre del año 2016, utilizando una encuesta que permitió identificar aspectos sociodemográficos, como también aspectos antropométricos e indicadores de salud. Se solicitó a los niños la autorización por medio del asentimiento informado firmado por sus padres o tutor. El test se aplicó durante las clases de Educación Física y los participantes tuvieron la posibilidad de desistir de su participación en el estudio.
Análisis de datos
Se utilizó el programa SPSS versión 24.0 (SPSS Inc., Chicago, EE.UU.). Se realizó análisis univariado aplicando medidas de tendencia central y de dispersión de la misma manera se aplicaron mediciones para evidenciar la uniformidad del grupo con la prueba Kolmogorov-Smirnov. Para el análisis bivariado se tuvo en cuenta un nivel de significancia estadística valor de p≤0,05 y se aplicó Chi cuadrado de Pearson.
Consideraciones éticas
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Sistema de Investigación de la Corporación Universitaria Autónoma del Cauca, quien revisó que los procedimientos de la investigación siguieran las consideraciones éticas de la declaración de Helsinki y la Resolución 8430 de 1993, clasificando el estudio en riesgo mínimo. Además, los participantes firmaron el asentimiento y consentimiento informado según el caso.
Resultados
La mayoría de los participantes fueron de quinto y séptimo grado y el 60,9% de los estudiantes pertenecían al estrato socioeconómico medio. Con relación a los estilos de vida el 79,3% de los estudiantes manifestaron practicar AF, y la mayoría, 40 (54,8%), que respondieron que si realizan AF son de grados iniciales, con una práctica semanal de 2 días (19,6%), 3 días (28,3%), una duración de 30 a 60 minutos (37%) y más de 60 minutos (31,5%) por sesión; siendo los hombres quienes más practican actividad física o deporte, ya que se encontró 40 (43,47%) hombres que manifestaron realizar AF vs 33 (35,86%) mujeres. En relación al uso de aparatos tecnológicos en el tiempo libre se evidenció que el 77,2% usa celular y el 62% ve televisión, y se evidenció que los escolares dedican más de 2 horas diarias al uso de pantallas (Tabla 1).
De acuerdo a los parámetros antropométricos, la media del peso fue de 43,2±12,4 Kg, de la talla 1,49±0,14 m y del IMC 18,9±12,9 (Tabla 2). La clasificación del IMC tuvo una tendencia al peso normal (72,83%), seguida del sobrepeso (23,9%), y la desnutrición severa, desnutrición moderada y obesidad presentaron una distribución del 1,09% cada una. Al comparar está variable con el sexo se observa la misma distribución de peso normal tanto para niños como niñas y con relación al grado de escolaridad no hay diferencia entre los estudiantes de grados superiores como inferiores.
Variable | N=92 | % |
---|---|---|
Grado escolar | ||
Tercero | 17 | 18,5 |
Quinto | 21 | 22,8 |
Séptimo | 20 | 21,7 |
Noveno | 16 | 17,4 |
Décimo | 18 | 19,6 |
Estrato socioeconómico | ||
Bajo | 2 | 2,2 |
Medio bajo | 33 | 35,9 |
Medio | 56 | 60,9 |
Medio alto | 1 | 1,1 |
Práctica de actividad física o deporte | ||
Si | 73 | 79,3 |
No | 19 | 20,7 |
N° días de práctica a la semana | ||
1 | 15 | 16,3 |
2 | 18 | 19,6 |
3 | 26 | 28,3 |
4 | 6 | 6,5 |
5 | 8 | 8,7 |
No aplica | 19 | 20,7 |
Horas de práctica al día | ||
< 30 minutos | 9 | 9,8 |
Entre 30 y 60 minutos | 34 | 37,0 |
> 60 minutos | 29 | 31,5 |
No aplica | 20 | 21,8 |
tiempo libre tv | ||
Si | 57 | 62,0 |
No | 35 | 38,0 |
Tiempo libre pc | ||
Si | 48 | 52,2 |
No | 44 | 47,8 |
Tiempo libre celular | ||
Si | 71 | 77,2 |
No | 21 | 22,8 |
TV= televisión, PC= computadora
Variable | Media | Mediana | Moda | DS | Mínimo | Máximo |
---|---|---|---|---|---|---|
Peso (kg.) | 43,2 | 44,3 | 48,9 | 12,4 | 19,0 | 74,4 |
Talla (m) | 1,49 | 1,50 | 1,35 | ,146 | 1,17 | 1,84 |
IMC | 18,9 | 18,6 | 23,3 | 12,9 | 12,2 | 27,4 |
IMC: índice de masa corporal; DS: desviación estándar
Referente a los niveles de sedentarismo se encontró que el 84,77% de los estudiantes son sedentarios, la población de escolares activa y muy activa sólo está representada en el 15,23% (Tabla 3).
Nivel sedentarismo | N=92 | % |
---|---|---|
Sedentarismo severo | 38 | 41,30 |
Sedentarismo moderado | 40 | 43,47 |
Activo | 13 | 14,13 |
Muy activo | 1 | 1,1 |
Los resultados del cruce de la variable nivel de sedentarismo con las variables sociodemográficas, de hábitos saludables y antropométricas no evidenciaron asociación estadísticamente significativa (p≤0,05) (Tabla 4), pero se encontraron diferencias numéricas que mostraron que los hombres tienden a ser más sedentarios, 42 (45,65%) hombres frente a 36 (39,1%) mujeres. También, se encontró que hay mayor población sedentaria en secundaria 46 (50%), comparándolo con la población de primaria 32 (34,78%).
Variables cruzadas | Valor X 2 | Sig. Asintótica |
---|---|---|
Nivel de sedentarismo*sexo | 6,513 | 0,089 |
Nivel de sedentarismo*grado escolar | 6,312 | 0,900 |
Nivel de sedentarismo*estrato socioeconómico | 6,371 | 0,702 |
Nivel de sedentarismo*clasificación IMC | 8,571 | 0,739 |
Nivel de sedentarismo*práctica de AF o deporte | 9,519 | 0,391 |
Nivel de sedentarismo*días de práctica de AF o deporte | 10,482 | 0,574 |
Nivel de sedentarismo*horas de práctica al día | 4,243 | 0,643 |
Nivel de sedentarismo*tiempo libre en TV | 2,180 | 0,526 |
Nivel de sedentarismo* tiempo libre en PC | 2,930 | 0,403 |
Nivel de sedentarismo* tiempo libre en celular | 8,320 | 0,842 |
X2 = Chi cuadrado de Pearson, IMC = índice de masa corporal
Discusión
Los resultados mostraron que el sexo no determina las conductas sedentarias, hecho que difiere de investigaciones recientes, que evidenciaron mayor grado de sedentarismo en las mujeres20,21. Con relación al grado escolar se encontró que los estudiantes de secundaria son más sedentarios, lo anterior se asemeja a lo encontrado en varias investigaciones como las de Abarca et al., y la de Buhring, et al.,8,22 resaltando un porcentaje mayor de sedentarios en los adolescentes de secundaria, afirmando que con el pasar del tiempo el sedentarismo en los jóvenes se ha incrementado.
A diferencia de investigaciones con poblaciones similares se encontró que los escolares del estudio, están en el rango del IMC normal, lo que resulta ser determinante en los estilos de vida saludable de la población, ya que un aumento del IMC se relaciona con la poca práctica de AF y el incremento de sobrepeso y obesidad (23. Por otra parte, en el estudio realizado por Siquier, et al.24, encontraron resultados similares con relación al IMC de la población.
Los escolares en su mayoría pertenecen al estrato socioeconómico medio, sin presentar relación con el sedentarismo, lo anterior se asemeja a la investigación realizada por Alcibíades, et al.25, quienes plantearon que es importante enfatizar en la asociación entre sedentarismo y estrato socioeconómico, ya que esta relación está sustentada en los estilos de vida más inactivos y los cambios en los hábitos en algunos estratos socioeconómicos.
Aunque la mayoría de los escolares dicen practicar AF, que puede identificarse como un hábito saludable, presentan comportamientos sedentarios marcados26, entre ellos la falta de realización de actividad física adecuada y el tiempo dedicado al uso de pantallas. Hay una tendencia de mayor actividad en los niños en numerosas investigaciones se ha demostrado que los escolares presentan un bajo nivel de AF, y que son los niños quienes practican mayor AF5,26,27 con relación a las niñas, lo que puede explicarse desde el concepto que las madres conducen a que las niñas tengan conductas de quietud o de recato, propiciando que los niños salgan a jugar con sus pares y no con las niñas28-30.
Complementando esta variable de práctica de AF se demostró que quienes más la realizan son los escolares en grados iniciales, lo que es explicado por Trejos, et al.31, al denotar que la práctica de AF disminuye con el edad y se debe en gran parte al desarrollo de caracteres sexuales secundarios que conllevan a que el juego y la AF queden en un segundo plano.
Respecto a la frecuencia semanal de AF y la dedicación en horas, se encontró que los escolares cumplen con las recomendaciones mundiales de la OMS3,31-34, que son cumplir con un mínimo de 60 minutos diarios de AF, mínimo 3 veces por semana, similar a los procesos investigativos adelantados por Ramos, et al.35, quien infiere la posibilidad de que los escolares no presenten problemas de salud relacionadas con ECNT, sin embargo, difieren de la investigación de Simons, et al.36, que identificó que los niños no realizan AF superior a 30 minutos a la semana, la cual coincide con la clase de educación física. Al respecto, la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional - ENSIN, encontró que sólo el 31,1% de la población de 5 a 12 años y el 13,4% de la población entre 13 y 17 años, cumplen con las recomendaciones de AF37.
Se ha planteado en esta investigación que la práctica de la AF tiene como limitante las horas que los escolares dedican a ver televisión, usar computadoras y celular, disminuyendo el tiempo a realizar prácticas saludables, lo anterior se asemeja a los hallazgos de Prieto, et al.29, quienes indican que a mayor tiempo de exposición a los aparatos tecnológicos es menor el tiempo de AF. Adicionalmente, Martínez, et al.38, refieren que el papel de la publicidad televisiva incita a que los individuos consuman alimentos con alto contenido energético y bebidas azucaradas, indudablemente poco saludables para la salud. Según, la ENSIN37 el 67,6% de la población entre 5 y 12 años y el 76,6% de la población entre 13 y 17 años, dedican tiempo excesivo frente a pantallas. Por su parte, Del Águila39, describió que la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes constituyen un problema de salud pública emergente en el Perú, e instó sobre la necesidad de prevenir oportunamente el desarrollo de enfermedades crónicas, garantizando calidad de vida durante la adultez.
La mayoría de la población objeto de estudio es sedentaria, hallazgo importante, ya que la edad de afectación de esta problemática es crucial en la instauración o no, de prácticas saludables, además con base a estos resultados se puede inferir la posibilidad de desarrollar tempranamente factores de riesgo para la aparición de ECNT37,38. Por otra parte, en el contexto local no se ha realizado investigaciones en poblaciones infantiles o adolescentes, pero sí en universitarios, encontrando que el 97% de la población es sedentaria13, situación similar a la reportada por Vidarte, et al.,16 en su estudio con población entre 18 y 60 años, donde más del 70% de la población es sedentaria.
No se presenta relación estadísticamente significativa con el nivel de sedentarismo, lo cual difiere de otras investigaciones13,40 que manifiestan que al cruzar los datos de niveles de AF y conducta sedentaria existe una relación inversamente proporcional, además plantean que las personas que no realizan AF representan la mayor parte de la población sedentaria.
Conclusiones
La mayoría de los escolares son sedentarios, evidenciando la presencia de un factor de riesgo para la salud temprana, que puede fomentar la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, la diabetes, entre otras.
No se encontró relación de los niveles de sedentarismo con las variables sociodemográficas, antropométricas y de estilos de vida.
Se resalta que la mayoría de los escolares son de estrato socioeconómico medio, que no permite evidenciar la diferencia que pudiese existir en los diferentes niveles económicos, de acuerdo a las posibilidades de adquisición de hábitos o estilos de vida que propicien el comportamiento sedentario.