En el mundo de la contemporaneidad, las exigencias del mercado consumista y globalizado, la preponderancia y uso desmedido de la virtualidad, la tecnología, la fluctuación y el intercambio de conocimiento, la incidencia de los medios masivos de comunicación, la volatilidad, la celeridad de los procesos incursionados por el hombre, la pluralidad de roles, la interdisciplinariedad de enfoques y perspectivas, han enmarcado la prolífica y heterogénea sociedad del siglo XXI potencializando e incrementado una amplia gama de competencias y capacidades neurolingüísticas requeridas para la optimización de las condiciones de enseñanza-aprendizaje desde las primeras etapas de la niñez.

Todas estas circunstancias, han conducido a la ruptura -de forma concomitante- a la apertura de parámetros y paradigmas de la educación innovadora, los cuales han desvirtuado la idea de univer salización de criterios y categorías utilizadas en la pedagogía universitaria e incentivado el diseño de herramientas y estrategias direccionadas a disminuir el tiempo de captación, remisión y divulgación de la información de forma masiva y de trascendencia en cada perímetro del cosmos, característico de la Modernidad Líquida, en la que se hallan sumergidos los jóvenes, principales gestores de la transformación, quienes están convocados a propiciar y vivenciar estados de catarsis e introyección del cúmulo de experiencias significativas y conflictivas, encaminadas a la presentación, ejecución y culminación de propuestas-proyectos de investigación, con miras a la integralidad en el ejercicio de su formación profesional, en ámbitos inusitados.

En efecto, en conmemoración al infortunado fallecimiento del sociólogo, filósofo y ensayista Zygmunt Bauman (2007) y a su majestuoso legado, en el editorial, se tomó como fuente de inspira ción, porque de sus escritos indiscutiblemente emerge una pluralidad de pensamientos análogos y contrarios en torno a la materialización y vigencia de sus planteamientos plasmados en obras de su autoría como la denominada El reto de la educación en la Modernidad Líquida. A ésta se une a la preocupación por la plasticidad, la imitación, la pérdida de identidad de las personas, la incoherencia y el detrimento del componente axiológico y su participación en varios contextos culturales, facto res desdibujantes del sentido originario de la verdadera revolución del pensamiento y la cercanía al frenesí de los automatismos, la cibernética, los equipos móviles de última generación, entre otros artefactos seductores a la instantaneidad y maleabilidad de los sentidos; y no a la cúspide de la razón.