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Justicia

versão impressa ISSN 0124-7441

Justicia vol.27 no.41 Barranquilla jan./jun. 2022  Epub 30-Jun-2022

https://doi.org/10.17081/just.27.41.5948 

Artículo

Regiones Transfronterizas, los desafíos y oportunidades de la integración: Estudio comparativo frontera Norte y Sur

Cross-border regions, the challenges and opportunities of integration: Comparative study of the North and South border

Maria Gabriela Zapata Morán1 
http://orcid.org/0000-0002-4386-084X

Jorge Hipólito Berlanga Ramírez1 
http://orcid.org/0000-0002-4509-6830

Hugo Salazar Mata1 
http://orcid.org/0000-0002-6254-3436

Envely Verástegui Malo1 
http://orcid.org/0000-0002-2625-6800

1Universidad Autónoma de Nuevo León. México


Resumen

Las regiones transfronterizas representan una de las zonas más complejas y vulnerables de todo el país. Al encontrarse geográficamente establecidas entre dos o más naciones, su cultura, necesidades y estilos de vida son diferentes a las que se presentan en el resto del país. El presente artículo tiene como objetivo el análisis de los desafíos y oportunidades a los que se ven enfrentadas día con día, así como también la integración regional y cooperación bilateral que se lleva a cabo dentro de estas zonas, tomando en cuenta las diferencias existentes entre la frontera norte y la sur. Asimismo, la participación y postura de los gobiernos tanto a nivel local como federal es imprescindible para el desarrollo de dichas comunidades, cuyos conflictos y necesidades son en gran medida invisibilizados, dejando de lado estrategias y políticas públicas fundamentales para el progreso y autosuficiencia de los ciudadanos que conforman estas comunidades transfronteriza.

Palabras clave: Regiones transfronterizas; integración regional; frontera norte y sur

Abstract

Cross-border regions represent one of the most complex and vulnerable areas in the entire country. Being geographically established between two or more nations, their culture, needs, and lifestyles are different from those found in the rest of the country. This article aims to analyze the challenges and opportunities that are faced every day, as well as the regional integration and bilateral cooperation that takes place within these areas, considering the existing differences between the northern and southern border. Likewise, the participation and position of governments at both the local and federal levels is essential for the development of these communities, whose conflicts and needs are largely invisible, leaving aside strategies and public policies that are fundamental for the progress and self-sufficiency of the citizens that make up these cross-border communities.

Keywords: Cross-border regions; regional integration; northern and southern border

Introducción

La manera en la que las regiones transfronterizas se han establecido dentro de las naciones es de suma importancia, debido a que representan alternativas de innovación con respecto a los espacios, lugares y escalas, además de que involucran la formación y desarrollo de nuevas estrategias dentro de la realización de bienes y servicios para los consumidores y habitantes dentro de esos espacios (Jessop, 2004).

Las regiones transfronterizas representan una cooperación entre diferentes actores, quienes deben trabajar en conjunto para la preservación del bienestar social, y su integración debe ser estudiada y analizada, pues significa una gran importancia debido a que se considera como una estrategia instrumentalizada para la prevención y resolución de problemas tanto internos como externos.

Sin embargo, estas regiones transfronterizas pueden tener diferentes retos y oportunidades dependiendo de los puntos geográficos en la que se localizan, pues se tienen que tomar en cuenta factores como las naciones que se encuentran al otro lado de la frontera, las agendas y políticas públicas que son llevadas a cabo, la biodiversidad de los ecosistemas y las situaciones sociológicas que se presentan entre los ciudadanos de la comunidad.

Es necesario que las relaciones bilaterales o multilaterales que se presentan entre estas regiones transfronterizas busquen constantemente el bienestar para todas las partes, y unas no se vean mayormente aprovechadas o sean beneficiosas a costa del resto de las comarcas, pues para que se cumpla el propósito de las integraciones regionales, es necesario que se ejecuten las acciones de manera equiparada.

Por su parte, la importancia de la integración regional recae en el multidimensionalismo, pues abarca asuntos trascendiendo del aspecto económico y comercial, pues también llega a ser enfocado en ámbitos políticos, sociales, culturales y ambientales, por esta razón, sus dimensiones traspasan fronteras, y sus amplios beneficios se ven reflejados en las diferentes naciones que los contemplan, y significa ir más allá de la priorización de los mercados nacionales (CEPAL, 2014).

Regionalismos

Los regionalismos pueden ser entendidos como los proyectos políticos dentro de la regionalización, “los proyectos políticos que surgen de la interacción entre actores gubernamentales estatales y actores no gubernamentales estatales y transnacionales” (Lerman, 2002: 13) así como otras maneras de organizaciones económicas y políticas (Mittelman, 1996: 193).

Se puede afirmar que los regionalismos poseen peculiaridades propias que permiten comprender si alguno de los proyectos dentro del área de integración regional fue creado como un instrumento para la adhesión e involucramiento dentro de la globalización o como una contraparte hacia esta. Por su parte, la regionalización puede entenderse como un equiparable a la globalización económica, en el sentido que puede calificarse como una motivación a la elaboración de bloques regionales que se contrapone a la conformidad de ciertos intereses neoliberales para ayudar a los esquemas y la fidelidad tanto nacional como regional (Morales Fajardo, 2007).

La regionalización ha tenido una gran amplitud durante los últimos años, al mismo tiempo que ha significado una gran integración de ciertos Estados y la subjetiva discriminación de otros; por lo que los proyectos regionales se han desarrollado en innovadores contextos que cuentan con mayor complejidad. Ahora bien, hablar de regionalismos significa referirse a tres cosas, la primera de ellas se encuentra dentro de la esfera de las relaciones internacionales, en la que se involucra la elaboración, incremento o integración de un subsistema; la segunda, en el ámbito de economía política, se refiere al regionalismo como cierto nivel de integración económico-comercial dentro de puntos geográficos comunes; finalmente, la tercera de ellas, hace referencia a la política exterior, en la que un modelo que sustenta algún elemento dentro de la política externa, ya sea Estado-nacional o común, o armonizada (Bernal Meza, 2009).

Sintetizando el significado de regionalización, se puede definir tanto como el proceso de formación de determinados espacios comunes, tal como la consecuencia del desarrollo de la integración. El desarrollo de la regionalización figura poner en contacto una economía subjetivamente homogénea y de un grado de progreso relativo que llegue a compararse con el trayecto de una unión progresiva de estructura socioeconómica, así como también la confluencia política, con el propósito de establecer instituciones que den paso a continuar con políticas coordinadas en la esfera monetaria, financiera, industrial, comercial, entre otras.

Entre los ejemplos de diversos factores que han contribuido con la continuación del proceso de regionalización, se encuentran la firma del European Single Market Act y posteriormente el Tratado de Maastricht, así como también la disolución de la URSS, el aplazamiento en repetidas ocasiones de la negociación de la Ronda Uruguay del GATT, la cual participó en la privilegiación de vías regionales, no obstante, tiempo después, con el nacimiento de la Organización Mundial de Comercio facilitó la expansión de regiones comerciales (Bernal Meza y Masera, 2008).

Sin lugar a duda, el regionalismo es un componente esencial del orden económico internacional, que surgió terminada la Segunda Guerra Mundial. Las naciones que componen los espacios regionales se enlazan para obtener una óptima suficiencia de negociaciones internacionales, con una mayor competitividad dentro del mercado global y, eventualmente, para conseguir objetivos a través de las coordinaciones de esfuerzo dentro escenarios internacionales, en el trabajo de inversión o en el desenvolvimiento de proyectos tecnológicos y/o industriales (Bernal Meza y Masera, El retorno del regionalismo. Aspectos políticos y económicos en los procesos de integración internacional, 2008).

Regiones transfronterizas

Una estrategia adicional que se ha expuesto para prevalecer las oportunidades resultantes de la liberalización comercial a escala transfronteriza es el diseño de carreteras transnacionales o corredores económicos, así como también comerciales. En el caso de los países del continente americano, se puede encontrar esta estrategia principalmente en la formación del TLC y el Mercosur (Wong-González, 2005).

Ahora bien, hablando específicamente de las fronteras latinoamericanas, cabe resaltar que estas han asumido aumentos considerables de flujos de personas, capitales, mercancías, entre otros, que han traído consigo diversas consecuencias. Las regiones transfronterizas son conocidas por ser multidisciplinares, en lo que concierne a su nacimiento y desenvolvimiento, pues repercuten ciertos elementos tales como los económicos, ambientales, geopolíticos, culturales, etcétera (Dilla y Breton, 2018).

De manera progresiva, las zonas fronterizas se convierten en “regiones periféricas”, que traen consigo consecuencias perjudiciales del hecho divisorio que se dificultan en el momento en que el espacio fronterizo alcanza el escenario habilitado para el despliegue de la logística militar-armamentística, alimentada por la dinámica de tensión generada por los Estados. Como resultado de todo esto, ha ido surgiendo una connotación negativa consustancial al concepto tradicional de frontera, entendida como la franja de separación y espacio de seguridad con función invariablemente protectora y militar, peculiarmente caracterizada por una situación de discriminación y olvido respecto de las características de la nación (Rojo, 2010).

Hablando esencialmente de aquellos espacios transfronterizos caracterizados por tener en común ciertas características y semejanzas, así como una historia o un sentimiento compartido de pertenencia, la Cooperación Transfronteriza se comienza a distinguir un proceso natural y esencial, absolutamente legítimo, por lo que también es inevitable, encaminado a la puesta en común de iniciativas que conduzcan a la construcción de un territorio plenamente integrado. El desarrollo de estas regiones manifiesta ciertas identificaciones de nuevas áreas que componen nuevas verdades intercomunicadas de las otras existentes.

La integración

Como menciona Morales Fajardo (2007) en su estudio, a finales de la década de los 80’s, surgieron un gran número de investigaciones que se enfocaron primordialmente en el proceso de integración regional, ejemplos de esto, se encuentra la Comisión para América Latina y el Caribe (CEPAL) la cual concedió un notable estímulo a dichos proceso económico, sobre todo desde el regionalismo abierto, que surge como un método donde se prioriza el proceso de liberaciones económicas de las naciones pertenecientes a las regiones para formar parte de la globalización.

Por su parte, Bernal Meza (2009), afirma que esta teoría de integración regional fue en gran parte monopolizada por la visión neoclásica, que dividen los esquemas regionales en dos grandes grupos, el primero de ellos establece la formación de un comercio y en el segundo, se predomina la desviación de comercio. En el caso de América Latina, este suceso fue profundizado, sobre todo después de que el surgimiento del pensamiento estructuralista perteneciente a la CEPAL saliera del imaginario de políticas públicas y exteriores de cooperación. De acuerdo con esta perspectiva, los elementos de la integración tienden a ser formalizados a partir de dos ejes con distintos horizontes.

En el caso de las áreas de libre comercio, diversos autores (Bhagwati y Panagariya 1996; Krueger 1996), coinciden en que constituyen amenazas potenciales al sistema del mercado mundial y al bienestar de los socios, debido a el comercio es desviado y manejan el desarrollo de diferentes grupos, que cuentan con opuestos intereses a la liberalización multilateral.

La integración considera una acción de políticas económicas más exactas y profundas que la cooperación, a su vez que atiende una primera tarea, enfocada al decrecimiento de inconvenientes, para brindar a la transacción económica una mayor flexibilidad; en un segundo punto, se busca la eliminación por completo de dichas dificultades, con el propósito de instituir un mercado único, que no cuente con ninguna dificultad dentro de las regiones fronterizas, y que cuente con una transparencia superior en las tarifa no arancelaria. Como un fundamental concepto se tiene a la armonización de políticas, en la dimensión en que ésta implica la anulación de políticas de tratamientos entre las naciones que conforman el acuerdo.

Se considera que la integración regional tiene la posibilidad de ser estudiada bajo la perspectiva de la ganancia derivada en el desarrollo de espacios regionales, como lo es la cooperación potencial en las diferentes dimensiones del sistema social que se da en las naciones miembro de un acuerdo; las líneas estratégicas imprescindibles para las implantaciones competitiva de las naciones en la economía global; la modificación de las comunidades en pos de modelos de crecimiento y progreso, la conjunción de posturas y actitudes dentro de la economía política en los escenarios internacionales, aunado al resto de integrantes de los acuerdos; la elaboración de espacios defensivos, tanto en planos económicos como en las dimensiones políticas y culturales, frente al progreso de individuos con mayor poder, tal es la situación de la industria cultural (Bernal Meza y Masera, 2008)

Frontera norte

Es importante mencionar los procesos transfronterizos, los cuales se pueden definir como las dinámicas que se conforman por los intercambios de tipo económico, social y cultural que se dan entre dos países, los cuales dependen en gran medida de la porosidad de la frontera, y de qué manera impacta la globalización y la crisis económica, en la que no ha dejado de fluir esta dinámica propia de las ciudades-regiones contiguas (Acosta, Solís y Alonso, 2012).

Hablando concretamente de la frontera norte mexicana, es importante destacar que es una de las regiones fronterizas con mayor dinamismo mundialmente, es distinguida por ser una región heterogénea, y que cuenta con un desarrollo económico bastante avanzado en comparación con otras regiones del país, este espacio fronterizo cuenta con una población de 10 millones de habitantes, y se aproxima que 5 millones se encuentran en el lado mexicano, estos ciudadanos se encuentran distribuidos en aproximadamente 11 ciudades gemelas en ambos lados de la frontera. Cabe recalcar que estas ciudades aún no termi nan de formar una identidad propia establecida y son vulnerables a someterse a cambios socioculturales (Díaz-Bautista, Avilés y Rosas, 2003).

Estos espacios fronterizos pueden considerarse como un observatorio de desplazamientos migratorios, tomando en cuenta la ubicación de los mercados laborales que atraen a la población migrante en los dos lados fronterizos, las redes sociales y familiares que ponen a su disposición esos migrantes para apoyar su desplazamiento, además se tiene que tomar en cuenta que es el caso de una frontera internacional, y existe una gran cantidad de requerimientos por parte de ambos gobiernos para el tránsito de individuos (Anguiano, 1998).

Como mencionan Larry Swanson (1994), se ha destacado la importancia de la emergencia de regiones económicas transnacionales en América del Norte, estimulada por acuerdos comerciales. Estas regiones económicas transnacionales, se componen sustancialmente a partir de la acción de ciertas instituciones, como los grupos empresariales, asociaciones comunitarias y gobiernos locales, donde se desenvuelven plenamente iniciativas para acrecentar notablemente flujos comerciales, ubicaciones industriales, programación del transporte, cruces fronterizos, etc. (Wong, 2005).

Ciertas instituciones como lo son los organismos y las instituciones educativas universitarias fronterizas entre Estados Unidos y México han tomado un rol de liderazgo en el ámbito de cooperación y elaboración de programas bilaterales, que ha traído como consecuencia una región fronteriza innovadora. Un plan de desarrollo fronterizo debe establecer esencialmente el campo educativo, por lo que se debe impulsar una rebelión académica que brinde la oportunidad de incrementar la competitividad de la nación en el entorno global (Díaz-Bautista, Avilés y Rosas, 2003).

Sin embargo, en el caso mexicano, la realidad de la frontera norte es que no se cuenta con instituciones fuertes o apoyo necesario del gobierno local para generar un cambio notorio que ayude a la cultura fronteriza a evolucionar progresivamente hacia un mayor bienestar ciudadano, por lo que se presenta una gran cantidad de áreas de oportunidad, para que el comercio ayude a incrementar los valores de la economía o puestos laborales, que permitan disminuir niveles de delincuencia y narcotráfico.

Como menciona Peña (2016), en la frontera norte mexicana, hay empleo, sin embargo, no hay trabajadores. La escasez de mano de obra dentro de la ya mencionada región es debido principalmente, a una recomposición en volumen y los elementos sociodemográficos de la migración mexicana laboral y de motores culturales, políticos y económicos que estimulan la migración del sur al norte, de manera nacional e internacional.

Ahora bien, mencionando concretamente la actividad turística de la frontera norte, la ampliación de sus sectores comerciales y en el área de servicios, así como también la instalación de las industrias maquiladoras y el incremento de otras, han generado con el paso del tiempo, una demanda de trabajadores que ha sobrepasado la oferta de ciudadanos fronterizos y las ha convertido en destinos para los flujos migratorios. De manera simultánea, la contigüidad de dichas localidades actúa como un factor de atracción para migrantes, debido a la posibilidad de emplearse alternativamente en dos mercados de trabajo (Anguiano, 1998).

Frontera sur

La frontera mexicana sur es un área distinguida por la gran variedad en ecosistemas, procesos históricos, etnicidad, cultura y estrategias productivas, así como en sus actividades propias con las naciones fronterizas. No obstante, existen algunas características distintivas que fueron comunes dentro de su desenvolvimiento, tal como la ausencia de atención del Estado mexicano, la falta de procesos industrializados, entre otros (Armijo, 2011).

Es bien sabido que los migrantes centroamericanos que tienen la intención de cruzar la frontera norte de México, se encuentran en constante búsqueda de incrementar la calidad de vida para ellos y sus familias, destacando además que son mayormente indocumentados. Estas particularidades, en conjunto con las estrictas restricciones de vigilancia y observación adquiridas por la autoridad mexicana, las cuales han motivado la creación de un entorno de constantes y violentas violaciones hacia los derechos humanos de los migrantes (Castillo y Toussaint, 2015).

Con la llegada de refugiados guatemaltecos al sureste mexicano, fueron surgiendo diferentes opiniones en las áreas de administración gubernamental, las cuales tomaban este suceso como un peligro para la seguridad nacional, pues se hablaba de un riesgo inminente por la existencia de los movimientos revolucionarios en Centroamérica, temiendo que se amplificaran a México, sobre todo si se contemplaban las características de pobreza, marginación, y conflictividad que forman parte de las entidades mexicanas, haciéndolas mayormente susceptibles. Todo esto trajo consigo el surgimiento de posiciones xenófobas sostenidas en una perspectiva basada en juicios amenazantes hacia la seguridad regional (Castillo, 2005a, p. 79; Castillo, 2000, p. 141; Castillo, 2005b, p. 1; Rodríguez Chávez, 2006, p. 2).

Hacia principios de la década de 1990, en la región fronteriza de Chiapas, se comenzó a percatar de un grupo de individuos y pequeñas porciones familiares que no contaban con un destino específico dentro del área y que se trataba de una corriente que usaban a la región como paso hacia el norte. Tiempo después, este flujo se fue estabilizando como una migración dirigida a las comunidades de la frontera mexicana norte, con la intención de cruzar para ingresar dentro del territorio de Estados Unidos (Castillo y Toussaint, 2015).

Indudablemente, la mayor problemática en cuestión de seguridad fronteriza mexicana al sur es debido a las actividades pertenecientes al narcotráfico. A finales de la década de los 90’s las autoridades federales pusieron en marcha la Operación Sellamiento, que tenía como principal objetivo, mejorar la intercepción de drogas que se dirigían a Estados Unidos. Este programa fue reforzado a partir del 2000, con una mejora en la capacitación de personal e implementando tecnología más moderna que permitiera la detección oportuna de drogas. A pesar de que con la vigencia del programa se lograron resultados deseados, a partir del año 2003, dejó de funcionar pues la situación general no había mejorado (Armijo, 2011).

El narcotráfico siempre va de la mano de conflictos con armamento, situación que también ha incrementado en la frontera mexicana sur. Aún y cuando el mayor flujo de armas viene de Estados Unidos, de igual manera, se usan armas provenientes de las guerras civiles, así como también de las obtenidas a través de la corrupción del ejército; aunado a todo esto, los cárteles adquieren armas de diferentes partes del mundo (Armijo, 2011).

Aún y cuando cuestiones como el distanciamiento, los costos y las problemáticas se hacen presentes en el viaje que es cada vez más peligroso, la población migratoria emprende su trayecto haciendo uso de diferentes mecanismos para eludir problemáticas, así como diversas maneras de financiarlo, pues su costo es también cada vez es mayor. Todo esto ha traído como consecuencia que el proceso sea mayormente selectivo y que paulatinamente se fue convertiendo en una cuestión lucrativa para quienes se aprovechan de la necesidad de los migrantes (Castillo y Toussaint, 2015).

Hablando de las consecuencias que se presentan con el crecimiento de medidas fronterizas en Estados Unidos y el incremento de seguridad en la frontera mexicana sur, Armijo (2011), menciona que esto ha sido obligado a la población migrante a circular por nuevas rutas que resultan mayormente peligrosas para ellos, así como una gran utilización de intermediarios, quienes han pasado de ser prestadores de servicio a traficantes lucrativos con las necesidades de los migrantes.

En su estudio, Castillo y Toussaint (2015), mencionan que, en su recorrido por el territorio, un porcentaje de los migrantes es detenido por las autoridades mexicanas, mientras que otra proporción es detenida por patrullas fronterizas estadounidenses, asimismo, otro porcentaje sí consigue ingresar al territorio de Estados Unidos y quedarse dentro de él. Aun y cuando la estabilización de la cantidad de dicho grupo es casi imposible, debido a que el desplazamiento sucede en condiciones de indocumentación, gracias a ciertas evaluaciones, se calcula que desde la década de los 90’s, ha sido registrada una gran cantidad de incrementos.

En el caso de México, se ha tratado de buscar una reconciliación histórica, así como un mayor acercamiento con Guatemala, intentando establecer una mejor relación bilateral, lo que ha traído consigo que ambos gobiernos hagan a un lado las diferencias para estimular proyectos en conjunto en pro del desarrollo e incrementar la participación bilateral con el resto de los países centroamericanos (Sandoval, 2002).

Una gran cantidad de factores han coincidido para eludir las confrontaciones armadas que suceden en el estado de Chiapas; no obstante, el conflicto ocasionó una mayor presencia militar, sin embargo, esto no sucedió debido al flujo migratorio, ni se concentró en las primordiales áreas de internamiento, pero sí logró coincidir al mismo tiempo que otros sucesos, los cuales llegaron a afectar los procesos de migración, la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y las restricciones de las políticas de inmigratorias estadounidenses. Sin embargo, ciertos analistas han mencionado que el reforzamiento de las medidas migratorias que fueron ocurriendo después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, no son exclusivamente aspectos de seguridad tomando en cuenta el terrorismo, sino que de igual manera interfieren algunas limitaciones de movilidad que obtienen ventajas con la nueva era de la globalización (Armijo, 2011).

En el caso de México, se cree que el gobierno estadounidense interfiere en gran medida para llevar a cabo las decisiones de restricciones y medidas migratorias, presionando a la nación para endurecer las normas y que paulatinamente los índices de migración indocumentada decrezcan considerablemente, pues es bien sabido, como se ha mencionado con anterioridad, que México funciona como un puente para los centroamericanos que permite su paso a Estados Unidos.

Sin embargo, los migrantes indocumentados pueden presenciar una gran cantidad de desventajas en el área laboral, pues se persiguen beneficios económicos por parte de los empleadores, debido a que no les otorgan los salarios establecidos en la legislación. Es de esta manera en que las limitaciones para reducir la migración por motivos de seguridad han significado una excusa para mantener una estrategia que tiene como fin prolongar la división entre las clases sociales dentro de las fronteras (Armijo, 2011).

Aunque en el caso de la frontera de Chiapas no hayan sido construidos muros tal cual, o se hayan efectuado despliegues tecnológicos como sucedió en la frontera norte mexicana, existen impedimentos que se dan naturalmente como la flora y fauna regional, que dificultan considerablemente el tránsito de personas. Aunado a todas estas inevitables características, se debe de tomar en cuenta la delincuencia ubicada en ciertos puntos para atacar y abusar a los migrantes (Castillo, 2005a, pp. 88-89).

Como menciona Armijo (2011), cuando se habla de la crisis del Estado, se habla expresamente de términos relacionados a la protección social, sin embargo, la seguridad de los individuos y de la población migratoria en general, no puede ser asegurada, a su vez que las medidas de control y presión locales, que van desde el ínfimo contrabando que ocurre en las fronteras y las migraciones colindantes hasta el incremento de dinámicas delictivas, se intensifican y se hacen presentes nuevos retos para las autoridades. El gobierno en todo caso sigue ejerciendo un papel arbitrario contra actos violentos, el orden y la organización en las regiones transfronterizas.

Integración regional

Ahora bien, es importante definir qué es la integración, la cual se puede definir como una clase de regionalismo, la cual consiente a la región para desarrollarse en un actor notable del sistema, a su vez, incorpora intercambios comerciales, así como también la cooperación en diferentes ámbitos como lo son el económico y el sociopolítico, superando el modelo intergubernamental. Entretanto, es importante que este concepto se entienda como una planificación al servicio del Estado, al contrario de ser una herramienta utilizada para ejecutar dentro el sistema global, incrementar y perfeccionar la gobernanza, o ser el marco de política regional para mejorar las condiciones de cada nación en dichos procesos (Sanahuja, 2009).

Cabe destacar que la integración regional es una herramienta que permite conseguir un funcionamiento exitoso a la economía global, debido a que disminuye la vulnerabilidad externa, promueve la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), y suministra una mayor posibilidad para la salida del subdesarrollo, ejemplo de esto, sucede en América Latina, donde la CEPAL ha tenido un destacado papel, asimismo, ayudó a implementar proyectos de integración regional en la década de los 60’s, como el Mercado Común Centroamericano o la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Oyarzún, 2008).

El proceso de integración regional suele presentar incentivos determinados para la participación y la intervención y colaboración internacional, a la vez que se integran en ámbitos particulares para su implementación. En todo caso, la integración regional, así como el progreso de la gobernanza fronteriza incitan un incremento en la internacionalización de los gobiernos subnacionales (Oddone, 2013).

Hablando concretamente de los procesos de integración fronteriza internos, estos encuentran sus beses primordialmente en una visión estratégica de los liderazgos locales, como los gobiernos municipales, cuya participación puede definirse como esencial aun y cuando pueden presentar ciertas debilidades, pues este nivel de administración es el que se encuentra más cerca del ciudadano y cuenta con un gran poder en cuanto a relaciones con otro tipo de instituciones que sean mayormente convenientes.

El proceso de integración regional, tanto el que logra triunfar como el que todavía se encuentra emergente, pertenecen a los nuevos esquemas de cooperación internacional y son indispensables para entender la reestructuración del nuevo poder mundial. Por otra parte, al día de hoy, los Estados que tratan de instaurar una integración regional con las naciones limítrofes, regularmente presentan intereses como el crecimiento de su competitividad y la posición que tienen en el Sistema Internacional, aprovechar al máximo las ventajas competitivas con el interés de captar mayores y mejores inversiones, tomando en cuenta que características propias como la posición geográfica y las semejanzas culturales juegan un papel fundamental, motivar las condiciones económicas adecuadas que permitan incrementar la calidad de vida de los individuos, y a su vez, el libre tránsito de capitales, bienes y servicios (Rodríguez y Ochoa, 2014).

Sin lugar a duda, la integración fronteriza, como bien menciona Oddone (2013), establece una planificación política elemental para el progreso tanto económico como social, la gobernabilidad democrática y el decrecimiento de disimetrías; mientras que beneficia con estrategias que fomenten la equidad para las transmutaciones productivas y la implantación de regiones fronterizas dentro de la economía global actual. No obstante, las integraciones fronterizas fomentan la formación de bienes públicos regionales como consecuencia de las necesidades para enmendar problemáticas que no han tenido solución de forma individual o que no presentan suficientes estímulos para que un solo gobierno se haga cargo de todos los costos, de esta manera, se presenta a su vez como un plan para evitar problemas y la realización de acuerdos en la esfera medioambiental.

Es importante remarcar las diferentes necesidades que se pueden presentar en cada nación, pues dependiendo de las carencias que se presenten, son los instrumentos o herramientas que se pueden utilizar en mayor o menor medida, para fomentar la integración fronteriza, por ejemplo, al mismo tiempo que en ciertos países se tenga como prioridad establecer razones de seguridad, en otros, se puede buscar una mejora en los cimientos para mejorar la colaboración en el comercio.

En lo que respecta a los actores subnacionales, se debe de tomar en cuenta la manera en la que contribuyen y forman parte de la agenda de gobernanza en los procesos de integración regional. Esta última, se encuentra motivada a partir de los procesos nacionales que se encuentren participes dentro de su nación, además de que busca prevenir la repetición de funciones entre instituciones y entidades, mientras que busca una participación balanceada de estrategias relacionadas a la gobernanza en toda su extensión.

En el caso latinoamericano, durante el siglo XX, los proyectos de integración regional encontraron su origen en motivos políticos e incentivos económicos, de esta manera, la explicación que se dio para de este tipo de proyectos se vio justificada, por lo que se deben de asegurar las participaciones internacionales y locales, consolidando, además, los ámbitos económicos y políticos (Morales, 2007).

Siguiendo con ejemplo de América Latina, Sanahuja (2009), menciona que desde 1990, esta región definió un mapa de la integración donde se muestran diversas estrategias, en una de ellas, México se apartó de Latinoamérica y de la retórica de integración y adoptó una vía más práctica con América del Norte, mediante el primer acuerdo entre ambos hemisferios de esa época, posteriormente se complementaría con otros acuerdos bilaterales, funcionales a una planificación orientada a pluralizar mercados externos y atraer inversiones. Aun y cuando la integración regional y el regionalismo reaparecen en un escenario distinto al de los predecesores, todavía se distinguen regiones intermedias, periféricas y centro.

Uno de los temas más preocupantes que se vive en las fronteras es la falta de igualdad, que está todavía vigente en todas las dimensiones de la vida cotidiana, destacando las diferencias que se puedan encontrar en ambos lados de la frontera, tales como la riqueza, la falta de poder adquisitivo, de educación, etc. Es necesaria la participación de los Estados en todos sus niveles, para poder brindar y asegurar un mejor nivel de calidad de vida a todos sus ciudadanos independientemente de su posición geográfica.

Tomando en cuenta la perspectiva regional, la integración interindustrial de los estados limítrofes era justificada debido a que la contribución de esas instituciones a la economía nacional. Durante la década de los 80’s, la evolución de los estados norte fronterizos de México era tan grande que se planteaba la estimación de una franja fronteriza al norte del país mexicano en las relaciones bilaterales con Estados Unidos incrementaba al mismo tiempo de la crecida fuerza económica de esta área. La mayor implantación geoeconómica de México a Estados Unidos, que se fue acelerando desde principios de esa década, se ha basado principalmente en la región norte de México, ha tenido valiosas incitaciones para su progreso financiero e industrial, las infraestructuras de comunicaciones y carreteras, su liberalización del mercado, el aumento de servicios y demás aspectos consubstanciales (Sandoval, 2002).

Dicha integración fronteriza forma parte de un mayor proceso regional, en el cual el Sun Belt ha podido convertirse en la principal región industrializada de Estados Unidos, lo cuallo ha convertido en un área geoestratégica de gran relevancia para los proyectos de integración económica regional que forman parte de Estados Unidos, quien quiso comenzar con sus países fronterizos (Sandoval, 1996).

El control geopolítico que se puede encontrar presente en las regiones fronterizas de México, complementa la llamada “Gran Estrategia” de Estados Unidos, donde México es un participante indispensable dentro de esta estrategia, que trata sobre participación y colaboración en el área de seguridad para el resto del continente americano, debido a que en el caso de la configuración del Área de Libre Comercio de las Américas, no sólo se toma en cuenta el aspecto económico-comercial, sino los reforzamientos de las instituciones democráticas y la seguridad que forman parte del hemisferio occidental.

La integración regional hemisférica de igual manera implica la dimensión militar. Con el pretexto de las luchas contra los narcóticos, el país estadounidense está consignando a los militares latinoamericanos funciones policiacas, desde el punto de vista de incorporarlos a este desarrollo de la integración regional, dejando a un lado la soberanía de los países. Como se ha mencionado con anterioridad, las acciones que las autoridades migratorias mexicanas responden en mayor medida a las políticas de Estados Unidos, que a necesidades de seguridad pública dentro del territorio mexicano. La participación en conjunto de ambas autoridades ha llegado a desenvolverse dentro de todo el territorio, con estrategias para detener, detectar, y deportar a la población migrante de terceros países, sobre todo centroamericanos; de esta manera el gobierno mexicano ha logrado entrar en el área de seguridad nacional de Estados Unidos (Sandoval, 2002).

Método

Diseño

La metodología que se llevó a cabo en la presente investigación es de índole cualitativa, pues pretende llegar a una interpretación de los significados y utiliza un análisis que busca rescatar las diferentes temáticas, ideas y sentimientos que se encuentran presentes dentro de los datos recogidos (Echeverría, 2005).

Al mismo tiempo, es una investigación no experimental, ya que tiene como propósito observar los fenómenos tal cual son dados en su contexto natural, para que posteriormente sean analizados. De esta manera, se puede destacar que las variables no han sido manipuladas debido a que ya han sucedido (Agudelo, Aigneren y Restrepo, 2008).

Instrumento

Para la elaboración y análisis del marco teórico, se ejecutó una revisión documental de diversas fuentes que contuvieran datos sustentados que hicieran posible la obtención de información valiosa que permitiera comprender las situaciones socioculturales reales. Este instrumento es de gran importancia debido a que posibilita la revelación de intereses y perspectivas de la realidad característicos de los documentos previamente escritos (Sánchez, Fernández y Diaz, 2021).

Procedimiento

Una vez que el planteamiento del problema de la presente investigación fue desarrollado y la información recopilada a través de diversas fuentes, se procedió a realizar un análisis de datos, en el que se tomaron en cuenta los objetivos del estudio. Este paso es una de las etapas más importantes, debido a que es aquí donde la información es categorizada, sintetizada y comparada, con el propósito de adquirir una visión mas amplia y completa que permita expresar los resultados de manera clarificada y organizada (Herrera, 2017).

Finalmente, ya que el análisis de datos fue terminado, se llevó a cabo la conclusión del estudio, tomando siempre en cuenta la satisfacción de los resultados y objetivos que fueron establecidos desde el principio de la investigación.

Conclusión

La vulnerabilidad que representan las regiones transfronterizas es un tema muy importante que debería de ser estudiado a profundidad, pues son mayormente susceptibles a presentar retos y amenazas constantes que pueden recaer en la marginalización, es por esta razón que los Estados deben enfocarse en resolver los conflictos y solventar a estas regiones que se encuentran rezagadas.

Como ya se ha mencionado con anterioridad, la ubicación geográfica es uno de los factores con mayor importancia, ya que, gracias a esta variable, estas zonas tienen más probabilidades de enfrentarse a diferentes desafíos, por lo que es importante saberlos identificar y lo más importante, resolver.

Con la llegada y constante evolución de la globalización, las fronteras, en cierta medida continúan operando como campos de batalla, a su vez que trabajan como mediadoras ante la resolución de conflictos, así como también sirven como nuevos espacios que funcionan para la adaptación de los estados, sociedades y comunidades (Albert, Jacobson y Lapid, 2001).

Uno de los objetivos que las regiones transfronterizas deben plantearse, indudablemente es la disminución de desigualdad, debido a que la mayoría de estas, se encuentran lejos de las ciudades con mayor desarrollo, lo que significa una alienación dentro de sus avances locales, presentando diferentes problemáticas y exigiendo una mayor atención a sus necesidades particulares.

Finalmente, cabe mencionar la importancia del involucramiento de los gobiernos locales, que representan un imprescindible papel para el desarrollo local y nacional del Estado del cual forman parte; además, se hace necesaria la participación dentro de foros internacionales, debido a que se vería incrementada la cooperación binacional, mientras que las tensiones políticas se verían enormemente disminuidas (Ramos, 2002).

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Como citar: Zapata Morán, M. G., Berlanga Ramírez, J. H., Salazar Mata, H., & Verástegui Malo, E. (2022). Regiones Transfronterizas, los desafíos y oportunidades de la integración: Estudio comparativo frontera Norte y Sur. Justicia, 27(41), 53-64. https://doi.org/10.17081/ just.27.41.5948

Recibido: 01 de Junio de 2022; Aprobado: 18 de Junio de 2022

*Autor por correspondencia: gabrielazapmor15@gmail.com

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