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Bitácora Urbano Territorial

Print version ISSN 0124-7913On-line version ISSN 2027-145X

Bitácora Urbano Territorial vol.31 no.3 Bogotá Sep./Dec. 2021  Epub Sep 20, 2021

https://doi.org/10.15446/bitacora.v31n3.87796 

Artículos

La percepción comunitaria del espacio urbano. La Plata, Argentina[1]

The community perception of urban space. La Plata, Argentina

A percepção comunitária do espaço urbano. La Plata, Argentina

La perception communautaire de l'espace urbain. La Plata, Argentine

1Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (CONICET-UNLP), Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UNLP karinajensen @iipac.laplata-conicet.gov.ar http://orcid.org/0000-0001-5905-5303

2Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (CONICET-UNLP), Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UNLP marianabirche@iipac.laplata-conicet.gov.ar http://orcid.org/0000-0001-8621-4330


Resumen

El objetivo principal del trabajo es profundizar en el conocimiento acerca de la percepción del entorno urbano por parte de los habitantes de la ciudad de La Plata. Para esto, se elaboró una encuesta de carácter semiestructurado, la cual permitió recabar los datos necesarios para indagar sobre la percepción de la ciudad y el paisaje urbano. Los resultados más interesantes se reunieron en dos grupos: preferencias de la población y principales conflictos. Dentro del primero, se determinó que existe una cierta preferencia por los espacios verdes amplios y, dentro del segundo, los comentarios se referían principalmente a cuestiones de accesibilidad urbana. En la actualidad resulta de suma importancia conocer la experiencia de quienes viven el paisaje de la ciudad, para construir información desde fuentes primarias que coadyuven a la mejora del entorno urbano y la calidad de vida de la población.

Palabras Clave: percepción; espacio urbano; paisaje

Abstract

The main objective of the work is to deepen the knowledge about the perception of the urban environment by the inhabitants of the city of La Plata. For this, a semi-structured survey was carried out, which allowed gathering the necessary data to inquire about the perception of the city and the urban landscape. The most interesting results were reunited into two groups: population preferences and main conflicts. Within the former, it was determined that there is a certain preference for large green spaces, and within the latter, the comments mainly referred to urban accessibility issues. Currently it is of utmost importance to know the experience of those who live the city landscape, in order to build information from primary sources that contribute to the improvement of the urban environment and the quality of life of the population.

Keywords: perception; urban space; landscape

Résumé

L'objectif principal du travail est d'approfondir les connaissances sur la perception de l'environnement urbain par les habitants de la ville de La Plata. Pour cela, une enquête se-mi-structurée a été réalisée, qui a permis de collecter les données nécessaires pour enquêter sur la perception de la ville et du paysage urbain. Les résultats les plus intéressants ont été reunis en deux: les préférences de la population et les principaux conflits. Dans le premier, il a été déterminé qu'il existe une certaine préférence pour les grands espaces verts et dans le second, les commentaires se référaient principalement aux problèmes d'accessibilité urbaine. Actuellement, il est de la plus haute importance de connaître l'expérience de ceux qui vivent le paysage de la ville, afin de construire des informations à partir de sources primaires qui contribuent à l'amélioration de l'environnement urbain et de la qualité de vie de la population.

Mots-clés: perception; espace urbain; paysage

Resumo

O principal objetivo do trabalho é aprofundar o conhecimento sobre a percepção do ambiente urbano pelos habitantes da cidade de La Plata. Para isso, foi realizado um levantamento semiestruturado, que permitiu reunir os dados necessários para indagar sobre a percepção da cidade e da paisagem urbana. Os resultados mais interessantes foram reunidos em dois grupos: preferências da população e principais conflitos. No primeiro, foi determinado que existe uma certa preferência por amplos espaços verdes e, no segundo, os comentários se referiam principalmente a questões de acessibilidade urbana. Atualmente, é de extrema importância conhecer a experiência de quem vive a paisagem da cidade, a fim de construir informações a partir de fontes primárias que contribuam para a melhoria do ambiente urbano e da qualidade de vida da população.

Palavras-chave: percepção; espaço urbano; paisagem

El entendimiento del territorio a través del paisaje implica la articulación de los aspectos culturales y naturales, asumiendo la interacción continua entre ambos. En este sentido, este artículo avanza sobre el conocimiento de los procesos existentes entre los habitantes y el entorno construido desde un enfoque paisajístico.

Introducción

En Latinoamérica, casi el 80% de la población vive actualmente en ciudades, una proporción superior incluso a la del grupo de países más desarrollados, por lo que la región es considerada como la más urbanizada del mundo (ONU Hábitat, 2012). Las ciudades se encuentran conformadas por espacios heterogéneos tanto en lo social como en lo cultural; en ellas se puede observar cómo en una misma área coexisten familias con distintos niveles socioeconómicos que van desde los más bajos hasta los más altos. También, se puede advertir cómo incrementa el número de urbanizaciones informales como las villas[2] y asentamientos [3], por un lado, y, por el otro, de barrios cerrados y countries que funcionan como guetos [4] urbanos aislados del tejido. La población de nivel socioeconómico alto se desplaza a estas urbanizaciones, que se localizan en su mayoría en las periferias de las ciudades, en búsqueda de una organización privada y eficiente de su vecindario que les provea de los servicios que antes solían ser públicos. Estas acciones generan la fragmentación socioespacial entre distintos sectores de la ciudad donde las condiciones de vida de unos son muy distintas a las de otros. Al respecto, a fines de la década del 90, Pérgolis (1998) señalaba, refiriéndose a las grandes ciudades latinoamericanas, que "la ciudad total está siendo sustituida por la ciudad fragmentada" (p.10); se refería al proceso de segregación sotioespatial llevado a extremas consecuencias.

En Argentina, en particular, se puede decir que, a partir de finales del siglo XX, el Estado ha actuado como facilitador, posibilitando grandes inversiones con capitales nacionales y extranjeros. Esto provocó procesos de desregulación político-administrativa del suelo urbano, que incrementaron la participación del mercado en la configuración de las ciudades (Clichevsky, 2001). De esta manera, las ciudades tuvieron que resistir en el largo plazo los efectos de la lógica cortoplacista, a la que se suman el incremento de los habitantes y, en consecuencia, el crecimiento y expansión de la mancha urbana, así como la movilidad a las áreas centrales donde se llevan a cabo las actividades principales. A su vez, en los centros urbanos se lleva a cabo un proceso de verticalización, incrementando la densidad residencial y reconfigurando un entorno construido donde se comienza a perder la escala barrial; el impacto de esto recae en las relaciones sociales mantenidas entre los residentes. En este sentido, como señala Aldo Rossi en La Arquitectura de la Ciudad:

Al describir una ciudad nos ocupamos principalmente de su forma, esta forma se resume en la arquitectura de la ciudad y es a partir de esta arquitectura que me ocuparé de los problemas de la ciudad. La arquitectura no representa más que un aspecto de una realidad más compleja pero al ser el dato último verificable de dicha realidad, es el punto de vista más concreto con que enfrentarse al problema (Rossi, 2015, p. 19).

A esta situación se le suma la ausencia o insuficiencia de políticas de planificación urbano territorial, como también la desregulación del suelo urbano, lo cual conlleva un déficit de servicios y de infraestructura, y una ausencia de espacios de uso colectivo, de espacios verdes, de espacios de asoleamiento para los peatones, de superficies de suelo absorbente y de forestación del ámbito urbano. La ausencia y la forma en que se configura el espacio urbano afectan la sociabilidad e interacción entre sus habitantes. En este sentido, se puede decir que

La multiplicación de los estudios sobre el paisaje como figura cultural producida en estos últimos veinte años indica la voluntad de interrogar esta forma débil y ambigua acuñada por la mirada estética, para encontrar nuevas aproximaciones al problema de la relación entre el hombre y la naturaleza. (Silvestri, 2012, p. 11 )

Es por esto que el presente trabajo propone la técnica de encuesta como una herramienta de conocimiento de la percepción comunitaria del espacio urbano. Esto permite, en primer lugar, comprender parte de los complejos procesos que se producen entre la ciudad y sus habitantes, y, en segundo lugar, pensar en la mejor manera de actuar sobre el entorno urbano y en las intervenciones que resultan preferibles a los ojos e interpretación de los habitantes de ese sitio. Los habitantes son los usuarios, los que viven ese espacio y los que configuran sus necesidades.

Para comprender cómo se construye el espacio urbano contemporáneo, es necesario articular la discusión sociológica y antropológica con respecto las relaciones sociales en el espacio. Para esto, es indispensable trabajar desde el concepto de paisaje, el cual permite abarcar las relaciones entre cultura y naturaleza a partir de una mirada estética. Respecto del entorno urbano, es sabido que el paisaje estuvo asociado a los primeros planteamientos del urbanismo. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX la planificación se constituyó como una disciplina asociada a lo urbano. Más adelante, se realizaron críticas referidas al aumento de la población, al deterioro del ambiente y a la extinción de los recursos naturales, esas críticas se hicieron internacionalmente en el informe "Los límites al crecimiento" (The limits to growth, 1972). El propósito de este informe elaborado por el MIT era advertir sobre los límites del medio natural y las reservas de los recursos no renovables, en contraposición al crecimiento económico exponencial, advirtiendo que, si las presentes tendencias de crecimiento en la población mundial, industrialización, contaminación, producción de alimentos y utilización de recursos naturales no se modifican, los límites del crecimiento del planeta se alcanzarán dentro de los próximos cien años.

En la década de los 70, con la crisis del petróleo, el término paisaje resurgió con la idea de preservación de la naturaleza, de la mano de la ecología. Posteriormente, en la década del 80, el concepto de paisaje comenzó a tener una fuerte impronta ambiental, pero con una visión de intervención; se pasó, entonces, de una visión proteccionista de los espacios a una ligada a la intervención. De esta forma, la palabra paisaje comienza a desligarse del término de naturaleza con el que se la venía asociando: "Para que exista un paisaje no basta que exista naturaleza, es necesario un punto de vista y un observador, un relato que le dé sentido a lo que se mira" (Silvestri y Aliata, 2001, p. 15).

El paisaje puede ser comprendido como la imagen multidimensional de un proceso histórico-cultural en un territorio específico. Esta categoría combina dimensiones que incluyen aspectos físicos y simbólicos que caracterizan esa relación entre cultura y naturaleza. Se puede decir entonces que los paisajes evolucionan a lo largo del tiempo, como resultado de la actuación de las fuerzas naturales y humanas; además, un paisaje forma un todo cuyos componentes naturales y culturales se toman de forma conjunta y no de forma separada. Nogué (2008) plantea que

El paisaje es, a la vez, una realidad física y la representación que culturalmente nos hacemos de ella; la fisonomía externa y visible de una determinada porción de la superficie terrestre y la percepción individual y social que genera; un tangible geográfico y su interpretación intangible. (2008, p. 138)

Algunos de los aspectos a tener en cuenta para valorar la percepción del público sobre el paisaje pueden ser las relaciones físicas y psicológicas que los usuarios establecen con las áreas verdes y espacios abiertos (van den Berg y van Winsum-Westra, 2010).

El que la percepción tome un valor central para el presente estudio permite incluir en él la impronta del espacio y del tiempo, así como lo social, cultural, histórico y ecológico. Además, la cultura de quien observa el paisaje trae implícita sus capacidades, conocimiento, educación, experiencias pasadas, nivel socioeconómico, edad, sexo, estado de ánimo y expectativas (López, 2015).

Es por eso por lo que se puede asumir que la morfología urbana y el paisaje, que es la imagen que se produce a partir de ella, se constituyen actualmente como protagonistas y hechos que permiten verificar las transformaciones sociales y morfológicas propias del crecimiento urbano. El estudio de paisaje hoy se ofrece como herramienta para indagar sobre dos aspectos fundamentales del entorno construido: por un lado, la reivindicación como expresión de la relación entre la sociedad y el ambiente, entendido como un indicador de la calidad de vida de los habitantes. Por el otro lado, se puede estudiar el entorno como concepto integrador en las prácticas de planificación y gestión del territorio, con el fin de incidir en la recuperación de la identidad territorial.

Metodología

El presente trabajo consta de dos fases, la primera de ellas es la de armado de la estructura de la encuesta. En esta se definen preguntas cerradas y preguntas semicerradas en relación con la percepción del entorno construido, así como el modo de implementación. Seguidamente, se determina el universo a encuestar y se define la muestra mínima representativa para lograr el nivel de confianza adecuado. En la segunda fase, se lleva a cabo el procesamiento de los datos obtenidos y se elaboran los gráficos y planos georreferenciados que permiten llegar a las conclusiones. El tamaño de la muestra es de 413 personas, el nivel de confianza es de 95.68% y el porcentaje de error es 4.32%. La muestra es representativa del universo de análisis y es verificada según la edad, el género y la distribución espacial de la población. Como ya mencionamos, con el desarrollo de la encuesta se busca conocer la percepción de los habitantes respecto del espacio urbano. Esta fue implementada por dos medios: a través de una plataforma Web [5] y en modalidad presencial. La encuesta se conforma a partir de un cuestionario de carácter semiestructurado con preguntas abiertas y cerradas sobre el paisaje y el espacio público.

Con el conjunto de preguntas apuntamos a conocer qué mirada poseen los habitantes sobre estos espacios: el tipo de vínculo existente entre las personas y los espacios públicos. Así, la encuesta se dividió en tres secciones; la primera sección buscó relevar datos generales del encuestado: edad, sexo y ubicación geográfica aproximada. Para esto último, al entrevistado se le pidió que asignara la esquina más cercana a su vivienda con el fin de poder georreferenciar las respuestas y analizarlas espacialmente, incorporando los datos a un plano en GIS. En la segunda sección están las preguntas asociadas al lugar: se preguntó a los encuestados si podían nombrar algún espacio público, cuál era el que más disfrutaban y por qué, si se sentían identificados con algún espacio verde público de su barrio, cuál era el que más usaban y para qué, si lo usaban de noche y hasta cuántas cuadras caminarían para llegar a un espacio verde de uso público. Se indagó también sobre cómo se percibe ese espacio, se preguntó por los elementos que hacen falta en los espacios y si estos se usarían más si estuvieran en mejores condiciones. Finalmente, la tercera sección de preguntas se destina a conocer el factor de agrado por ciertos espacios. En esta última sección, mediante la comparación y elección de imágenes por parte de los encuestados, se obtuvo una valoración acerca de por qué preferían unas por encima de otras.

La valoración por medio de fotografías se desarrolló siguiendo la técnica de evaluación de los ambientes realizada por Corraliza (2009), mediante las dimensiones afectivas del ambiente. Fueron adoptados del modelo teórico el factor de agrado de los espacios verdes y espacios viales. El factor de agrado se refiere a contenidos emocionales relacionados con agradabilidad, sugestión e interés. Este factor se interpreta como una dimensión de atracción, donde se valora el atractivo o agrado que produce en los sujetos un determinado lugar o situación, reflejando en este caso la estética del paisaje. LeDoux (1996) sostiene que las preferencias son manifestaciones de emociones: tendemos a que nos gusten los objetos o situaciones que evocan emociones positivas (por ejemplo, felicidad) y tienden a disgustarnos los objetos y situaciones que evocan emociones negativas.

Luego de finalizada la encuesta se llevó a cabo el análisis de resultados en relación con el caso de estudio adoptado.

Caso de Estudio: el Partido de La Plata

El área de estudio denominada partido [6] es la capital de la provincia de Buenos Aires en la República Argentina. Se encuentra al nordeste de la provincia y muy cerca del límite sudeste del Gran Buenos Aires, capital nacional. La expansión del área urbana en la región La Plata se produjo de manera vertiginosa, sobre todo en los últimos treinta años. Este fenómeno ha sido impulsado (entre otras cosas) por los mecanismos del mercado y la imposibilidad de acceso al suelo urbano de las familias de bajos recursos. Esto conllevó la expulsión de la población hacia terrenos más alejados del centro (suelo productivo), lo que favoreció la expansión de las periferias y la consolidación de los barrios más alejados. Este crecimiento hacia los terrenos productivos de la ciudad fue configurando espacios urbanos fragmentados, que ya evidencian una baja calidad urbana y paisajística en estas nuevas zonas periféricas.

Esta situación, en adición a la falta de planificación y la carencia de espacios verdes públicos, genera un fuerte contraste con el paisaje que se configura por dentro del casco fundacional (Jensen y Birche, 2017). Es por este motivo que la noción de paisaje resulta clave para la ordenación del territorio: el trazado urbano es el que le da continuidad al paisaje y el que refleja las características de este. Los usos del suelo configuran distintos vínculos entre el tejido urbano, el tejido residencial, los espacios verdes, las urbanizaciones cerradas y los espacios del agua.

En este sentido, Francisco Zoido (2002) sostiene que los paisajes resultan un instrumento útil en una triple dimensión. Primero, por su contribución a la correcta localización y disposición de los elementos y usos del territorio, así como de las estructuras o sistemas que lo conforman. Segundo, por la ayuda que prestan al diagnóstico territorial, pues contienen y muestran en sus formas los aciertos y disfunciones en el uso del espacio geográfico y, al mismo tiempo, permiten comprender y explicar sus formas, tarea imprescindible para ordenarlo. Por último, permiten conocer la valoración del paisaje que tienen las personas que lo perciben, especialmente aquellas para las que es su espacio vivido de forma cotidiana, su lugar de trabajo o de residencia. (López, 2015). Esta valoración debe ser considerada como factor que coadyuva a la participación ciudadana, que permite opinar y decidir sobre las propuestas de ordenación territorial.

Para aproximarnos a la región de estudio a partir del paisaje, comenzamos por comprender dónde se encuentra localizada la ciudad de La Plata, ya que la realidad paisajística no se corresponde con la realidad territorial y sus subdivisiones político administrativas. La Plata se encuentra en lo que se denomina pampa ondulada, la cual se extiende desde el sur de la provincia de Santa Fe hasta el norte de la provincia de Buenos Aires.

La región de La Plata es parte del territorio pampeano y comparte sus periodos de sequía y de inundaciones. En numerosas ocasiones estos procesos naturales han producido desastres de carácter social, generando situaciones de riesgo para la población, analizadas por Florentino Ameghino ya en el año 1884. Sumado a esta dinámica natural, en las últimas décadas el cambio climático ha contribuido a que los eventos climáticos se produzcan con mayor intensidad, como la gran inundación el 2 de abril del año 2013 [7]. La región está conformada por seis cuencas que integran el sistema hídrico regional de la vertiente del Río de la Plata. En general, se trata de pequeños cauces de poca profundidad, con canales de estiaje de unos pocos metros de ancho, con agua permanente solo en la cuenca media y baja. En este contexto, la ciudad se ubica en una ligera elevación de 15 msnm en un entorno con escasa pendiente hacia el río -lo que dificulta el correcto escurrimiento de las aguas frente a lluvias importantes- y es atravesada por los diferentes arroyos.

Dentro de este marco natural, para comprender la configuración urbana actual de la ciudad es indispensable ver cómo fue creciendo y modificándose a través del tiempo respecto de su planificación original. La Plata fue diseñada ex novo en el año 1882, con el fin de ocupar el rol de ciudad capital para la provincia de Buenos Aires y dejar a Buenos Aires como capital federal de la República. El diseño del casco urbano fue trazado a partir del cuadrado como forma básica y dominante, y reconoce dos conceptos generadores en su composición formal: la geometría y la simetría, que se unifican con la base productiva, tecnológica y organizativa de la ciudad industrial del siglo XIX.

El espacio público fue un elemento clave en la concepción de la ciudad, destacándose el papel de los numerosos espacios verdes públicos. El proyecto original de la ciudad comprendía tres parques urbanos (actuales Saavedra, Belgrano y Vucetich), 16 plazas ubicadas en las intersecciones de sus avenidas y diagonales, plazoletas que surgen del encuentro de la trama ortogonal y las diagonales principales, jardines en torno a sus edificios públicos, un boulevard de circunvalación del casco urbano, el arbolado de sus vías de circulación y un entorno inmediato de chacras y quintas. El diseño histórico determinaba una distribución equilibrada de sus espacios verdes en el área urbana, con el objetivo de brindar una dotación homogénea de equipamiento público recreativo de fácil accesibilidad para los habitantes (Domínguez, 2013). De esta forma, dentro del casco fundacional, caminando un máximo de 300 metros cualquiera podría acceder a una plaza o parque. Este plano reserva el 58% de su superficie para la construcción, el 35% para los espacios circulatorios y un 9% para las plazas y parques, lo que en ese momento hizo de La Plata la ciudad más verde de Argentina. Si bien este diseño permite una excelente identificación y distribución de los espacios públicos, con el transcurrir de los años resultó insuficiente, debido a la expansión no planificada del tejido urbano residencial.

Durante los últimos años, particularmente en la década de los 90, tuvieron lugar distintos procesos que dinamizaron cambios significativos en la configuración urbana de ciudad de La Plata. Entre estos procesos, la inauguración de la Autopista La Plata - Buenos Aires (1996) y la readecuación de la Autovía 2 (1993-99), han favorecido la aparición de nuevos emprendimientos como barrios cerrados que propician la fragmentación socioespacial de la ciudad. En este sentido, se puede decir, como afirma Frediani (2010), que

la fragmentación territorial puede definirse como el proceso por el cual se transforma la organización del territorio tanto en su aspecto físico como social, producto de la inacción política, la falta de medidas jurídico normativas y de procesos de cambio de carácter económico y sociocultural. (p. 30)

Estos barrios cerrados funcionan como ciudades en miniatura y poseen todo un sistema de 'espacio público' en su interior, independiente y desvinculado del sistema de espacios públicos de la ciudad, que busca crear entornos más seguros para quienes pueden pagar por ellos.

En este contexto, el crecimiento de la ciudad se enmarca dentro del modelo de crecimiento difuso, convirtiendo a la periferia de la ciudad en un sector de gran interés para las personas de altos y bajos recursos. En este sentido, la periferia platense es escenario de distintas lógicas que permitirían diferenciar una 'periferia por opción', destinada a la población de ingresos altos y medio-altos, de una 'periferia por necesidad', destinada a la población de más bajos ingresos y a los excluidos del mercado de trabajo (Frediani, 2010).

En la actualidad, el setenta por ciento de la población reside en la periferia por fuera del casco fundacional, alcanzando unas 19,220ha, en comparación con las 2,748ha dentro del casco. El área urbana correspondiente a la periferia del partido se dividió para su estudio en tres zonas de análisis, siguiendo lo planteado por el Código de Espacio Público (Ord. 9880, 2004), tal y como se muestra en la Figura 1.

Fuente: Elaboración propia (2020).

Figura 1 Población y espacios verdes por habitante según zonas de análisis en el partido de La Plata. 

En este sentido, la situación de la periferia resulta mucho más compleja, ya que es allí donde se configuran los procesos más intensos de crecimiento urbano y poblacional, y donde se evidencia la falta de espacios verdes en aquellos sectores de crecimiento no planificado. Se puede verificar que en el período 2001-2010, el crecimiento de la mancha urbana fue 2.6 veces superior al crecimiento poblacional (Jensen y Birche, 2019). De esta manera, podemos observar cómo la periferia se enfrenta a una rápida expansión de baja densidad, mientras que el casco se encuentra en un proceso de densificación en su área central (Figura 2).

Fuente: Elaboración propia (2020).

Figura 2 Altura de las edificaciones en La Plata. 

Estos procesos de densificación, si bien tienen un impacto menor sobre el territorio si los comparamos con los procesos de expansión de la mancha urbana, configuran ciertas problemáticas propias del área central de la ciudad. Algunas de ellas son la destrucción del patrimonio edilicio de la ciudad, la ocupación y/o impermeabilización del denominado ‘corazón de manzana’ [8], la pérdida del patrimonio arbóreo, la insuficiencia de algunas de las infraestructuras de servicios urbanos, entre otras.

En este contexto urbano de creciente complejidad resulta interesante señalar las similitudes y diferencias que se encuentran en la percepción de estos habitantes al consultarles por el entorno urbano en el que viven y, particularmente, por los espacios públicos.

Resultados

Respecto a los resultados obtenidos se puede decir que se recabó una gran cantidad de información sobre la percepción de los espacios públicos. Estos datos se procesaron y se elaboraron planos y gráficos de torta y de barra para ilustrar lo que los encuestados respondieron. A su vez, se cruzaron datos para obtener nuevos análisis. En este plano se mapearon y localizaron respuestas respecto a la experiencia del entorno urbano por parte de los habitantes platenses; se aprecia qué es lo que perciben los habitantes de las vías y por qué estas les agradan más o menos que otras.

En la Figura 3, se puede observar que las experiencias comentadas por los encuestados respecto de los espacios verdes del Casco fundacional y del Eje Noroeste resultan mucho más positivas que aquellas referidas a las otras zonas de análisis. Además, se pudo identificar que el mal estado de las veredas es una problemática que perjudica a todos los peatones, independientemente de la zona. Por otra parte, los encuestados también hablaron sobre por qué no utilizan los espacios públicos de noche, atribuyéndole a la inseguridad la mayor parte de las respuestas obtenidas.

Fuente: Elaboración propia (2018).

Figura 3 Comentarios extraídos de la encuesta "Paisajes platenses" respecto del espacio público. 

En lo referido a espacios verdes, particularmente, se pudo apreciar que existe una clara preferencia por los espacios arbolados frente a los espacios sin vegetación (332 de 413 encuestados) y también por aquellos espacios verdes que poseen color frente a los que no tienen (367 de 413 encuestados). Por otra parte, en la encuesta realizada se observa que son los parques (parques lineales, regionales y/o urbanos) los que ocupan los cinco primeros puestos para el espacio verde que más disfrutan las personas. Luego aparecen dos plazas: Plaza Moreno y Plaza Malvinas, ambas de gran tamaño y fuerte contenido cívico, seguidas del Parque San Martín.

Esto deja entrever que las preferencias de la población se inclinaron por los grandes espacios verdes, aunque muchos de estos no posean ciertas comodidades como recorridos peatonales accesibles o mobiliario. Así, se puede observar que la presencia de vegetación y un espacio amplio que permita alejarse de la ciudad pueden resultar muy atractivas para las personas. La rambla de Avenida Circunvalación (y en menor medida el Parque Ecológico y el Bosque), como es un parque de gran perímetro, posee una gran cantidad de intersecciones en su radio de cobertura, lo cual se traduce en una mayor accesibilidad a un mayor número de personas.

Por otra parte, al desagregar las respuestas acerca de la pregunta que hace referencia al espacio que más se usa en las distintas zonas de análisis, se obtuvieron los siguientes resultados (Figura 4):

Fuente: Encuesta Paisajes Platenses (2018).

Figura 4 Espacios verdes más utilizados según zona. 

También se indagó entre los encuestados acerca de la necesidad de incorporar nuevos espacios verdes en la trama urbana. Al evaluar las respuestas obtenidas, se pudo corroborar la correspondencia, por un lado, entre aquellos que respondieron que no hacían falta más espacios verdes y los sectores planificados de la ciudad (casco fundacional y localidades del norte: Villa Elisa y City Bell), y, por otro lado, entre aquellos que respondieron que sí hacían falta más espacios verdes y los sectores sin planificación y con menor disponibilidad de espacio verde. De esta manera también se puede intuir la existencia de diferentes calidades de espacio público y entorno urbano dentro del tejido de la ciudad.

Respecto al espacio vial, se preguntó por qué tipo de calle agradaba más a las personas, dándoles a elegir entre tres imágenes que representaban cada tipo de vía (ver Figura 5).

Fuente: Elaboración propia, 2019.

Figura 5 Esquemas de tipos de calles en la Encuesta "Paisajes platenses". 

Dentro de los tres tipos de vías presentados, el primero hace referencia a una calle simple, el segundo a una calle con separador (con una plataforma central menor a un metro veinte) y el tercero a una calle con un paseo peatonal y mayor cantidad de vegetación en su plataforma central (mayor a un metro veinte). El resultado de esta pregunta se vuelca claramente hacia el tercer tipo, con un 86.5% de las respuestas, pero también observamos que el segundo tipo posee un 12.6% a su favor.

Sobre la pregunta que hace referencia al motivo de esta elección los encuestados afirmaban:

"Considero que las ramblas, aunque no necesariamente son espacios verdes, con presencia de árboles se convierten en lugares más agradables para pasar un rato, descansar, y también estéticamente"

"Pensada para la escala humana, el peatón y permite más activación del espacio público"

"Tiene vegetación y una rambla en donde uno puede esperar cómodamente para cruzar o simplemente esperar para encontrarse con alguien"

"Sombra a la hora de circular por la ciudad. En verano los lugares sin árboles son infernales"

De acuerdo a estas respuestas, se puede ver que el arbolado urbano es apreciado fundamentalmente por la sombra que produce, es decir, por su carácter protector. También son valorados por los encuestados el espacio público y la dedicación de este al peatón, e incluso se mencionan cuestiones estéticas. Como espacios públicos, las veredas sirven como escalones de entrada a la ciudad, activando las calles social y económicamente. Las veredas seguras, accesibles y bien mantenidas son una inversión fundamental y necesaria para las ciudades, y se ha demostrado que mejoran la salud pública en general y maximizan el capital social.

Sin embargo, varios de los encuestados también señalaron su preferencia por las vías del tipo 2 y 3 haciendo referencia a una mayor cantidad de espacio para el automóvil o la posibilidad de una calle con doble sentido de circulación para el auto. En coincidencia con esto, también se pudo identificar una preocupación en las áreas centrales por la disponibilidad de estacionamiento. Esto último señala la importancia que posee el automóvil privado como medio de desplazamiento principal para los habitantes de la ciudad y cómo el entorno urbano les dificulta o facilita sus desplazamientos y actividades. En este sentido, y aplicando la noción de paisaje, conocer al observador resulta una parte imprescindible de este análisis, para poder poner en relación toda la información obtenida.

Conclusiones

El entendimiento del territorio a través del paisaje implica la articulación de los aspectos culturales y naturales, asumiendo la interacción continua entre ambos. En este sentido, este artículo avanza sobre el conocimiento de los procesos existentes entre los habitantes y el entorno construido desde un enfoque paisajístico. A partir de esta mirada, sostenemos que la concepción territorial del paisaje demanda políticas adecuadas a nivel urbano y paisajístico, por eso las normativas y los planes de ordenamiento territorial se convierten en un marco propicio para la incorporación de objetivos y criterios paisajísticos, especialmente si cuentan con la participación de sus ciudadanos. Para esto existen diversos métodos e instrumentos que permiten integrar la opinión ciudadana a los procesos de planeamiento. Entre ellos, la encuesta se posiciona como una herramienta clave para obtener información primaria objetiva y directamente desde el territorio, y con ella se pueden nutrir los procesos de planificación a través de la incorporación de percepciones o aspiraciones de la población.

En este marco, el conocimiento sobre el paisaje debe apuntar a la acción, a frenar la pérdida de identidad y calidad paisajística del territorio; para ello, los métodos de diagnóstico deben abocarse a identificar los valores del paisaje con base en la opinión de la población.

De esta manera, conocer la percepción de la población de estos espacios públicos nos permitió identificar lugares y formas estratégicas para intervenir dentro de la trama urbana del partido de La Plata. También pudimos detectar cuales son los espacios que más se usan, qué es lo que valoran los habitantes y cuáles funcionan como atractores a nivel regional. A su vez, independientemente de la zona de análisis, se identificaron como aspectos positivos en la percepción la sensación de agrado, la vegetación ornamental, los aromas, los espacios donde el peatón es prioridad y la presencia de agua. Es así como el diseño y la planificación del paisaje pueden funcionar a modo de instrumento para la puesta en valor de un espacio.

Por otro lado, se observó que se valora como positiva la presencia de espacio verde tanto en los espacios públicos como en las vías. Y, respecto a estas últimas, se evidencia la necesidad de mejorar las condiciones de las veredas y el mantenimiento de los espacios públicos. Existen herramientas, como los estudios de paisaje, que son instrumentos de ordenación paisajística que tienen como función coadyuvar a la planificación territorial y urbanística. Estos instrumentos permiten un acercamiento a la realidad del territorio y resultan ser herramientas muy útiles para orientar los futuros desarrollos urbanísticos y territoriales con un enfoque participativo, preservando la identidad de cada lugar y contribuyendo a la funcionalidad de la infraestructura verde del territorio. Identificar mediante diversas herramientas como la encuesta los diferentes usos, problemáticas y lugares de agrado y disfrute, contribuye para poder pensar y plantear estrategias a partir del paisaje, en pos de lograr ciudades más integradas y con mejor calidad, donde el espacio público juegue un papel fundamental.

Referencias

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[1]El trabajo se enmarca en las becas de investigación doctorales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y en el proyecto de investigación 2018-2021, "El paisaje como factor de mitigación de la degradación socio ambiental en la región La Plata", acreditado con el código 11U175 por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

[2]Las denominadas villas surgen orgánicamente y acceden al suelo de manera espontánea debido a la urgencia habitacional. Las villas no siguen el trazado urbano, presentan pasillos con entradas y salidas y suelen densificar en altura.

[3]Los asentamientos informales requieren una logística y organización previa a la toma de la tierra, son organizados con apertura de calles y loteos, imitando el trazado urbano existente, con el objetivo de lograr una rápida regularización respecto de la tenencia de la tierra.

[4]Es un área separada para la vivienda de un determinado grupo étnico, cultural o religioso, voluntaria o involuntariamente, en mayor o menor reclusión.

[6]Subdivisiones político-administrativas del territorio de las Provincias que componen la República Argentina.

[7]En los últimos años, La Plata ha sufrido inundaciones de diferentes magnitudes, en los años 2006, 2008 y finalmente en el año 2013, siendo esta última una tragedia histórica con más de un centenar de muertos

[8]En La Plata, el tejido residencial posee una morfología que por ordenanza consolida la línea municipal y deja en el centro de la manzana un corazón verde mientras que las manzanas que albergan edificios públicos poseen el edificio en su centro y jardines alrededor de este.

Cómo citar este artículo: Jensen, K. y Birche, M. (2021). La percepción comunitaria del espacio urbano. La Plata, Argentina. Bitácora Urbano Territorial, 31(III): 27-40. https://doi.org/10.15446/bitacora.v31n3.87796

Autores

Karina Jensen Doctora en Arquitectura y urbanismo en el año 2018 y arquitecta egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo - Universidad Nacional de La Plata en el año 2011. Desde su egreso ha asistido a diversos cursos, seminarios y jornadas en relación con la temática del Paisaje, ambiente y ciudad en la cual se sigue formando y perfeccionando. Becaria Posdoctoral CONICET en el Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (IIPAC) y docente en la Cátedra de Teorías y Planificación Territorial Meda-Altamirano -Yantorno desde el año 2013 hasta la actualidad.

Mariana Birche Doctora en Arquitectura y urbanismo en el año 2020 y arquitecta egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo - Universidad Nacional de La Plata en el año 2014. Optante por el título de la Maestría en Paisaje, Medioambiente y Ciudad - UNLP en el año 2015. Actualmente es Becaria Posdoctoral CONICET en el Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido - IIPAC y docente en la FAU-UNLP (Cátedra de Teorías y Planificación Territorial Tauber-Delucchi) y en la FDC-UDE (Taller de diseño de paisaje y espacios verdes).

Recibido: 29 de Mayo de 2020; Aprobado: 05 de Julio de 2020

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