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Bitácora Urbano Territorial

versión impresa ISSN 0124-7913versión On-line ISSN 2027-145X

Bitácora Urbano Territorial vol.32 no.2 Bogotá mayo/ago. 2022  Epub 06-Jul-2022

https://doi.org/10.15446/bitacora.v32n2.99438 

Dossier Central

Estrategias comunitarias y organización popular en pandemia. Caso Puente de Fierro, La Plata, Argentina [1]

Community strategies and popular organisation in pandemics. Case of Puente de Fierro, La Plata, Argentina.

Estratégias comunitárias e organização popular em pandemias. O caso de Puente de Fierro, La Plata, Argentina.

Stratégies communautaires et organisation populaire en pandémie. Cas de Puente de Fierro, La Plata, Argentine.

1Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La Plata, CONICET, Argentina, https://orcid.org/0000-0003-3325-6646 tomascanevari@gmail.com


Resumen

El trabajo se propone relevar la perspectiva de líderes de organizaciones sociales del asentamiento informal más populoso del aglomerado Gran La Plata, en Argentina, en torno a las principales problemáticas vinculadas a la pandemia de COVID-19, así como también las estrategias que despliegan para la reproducción de la vida cotidiana en un contexto de profundización de desigualdades. Se adopta un posicionamiento científico que apunta no sólo a conocer sino a reconocer a los actores protagonistas, para contribuir al fortalecimiento de una red barrial mediante técnicas de Investigación-Acción-Participativa. El artículo se sustenta en un sostenido trabajo de campo a lo largo del año 2020 y en entrevistas hechas a referentes de organizaciones asentadas en el barrio. El relevamiento da cuenta del agravamiento de las condiciones de pobreza, del aumento de demanda de comedores y de la insuficiencia de políticas de transferencia de ingresos. Las medidas sanitarias adoptadas por la pandemia impactaron fuertemente en contextos de elevada vulnerabilidad social, económica y ambiental como el estudiado. Para sostener la reproducción de la vida en este escenario de inestabilidad e incertidumbre, las organizaciones sociales con base territorial potenciaron su articulación en busca de fortalecer el rol de asistencia, contención y solidaridad.

Palabras clave: asentamiento de precaristas; desigualdad social; necesidades básicas; organización social; pandemia

Abstract

The aim of this study is to survey the perspective of leaders of social organisations in the most populous informal settlement in the Greater La Plata conurbation, in Argentina, on the main problems related to the COVID-19 pandemic, as well as the strategies they deploy to reproduce everyday life in a context of deepening inequalities. The work adopts a scientific position that aims not only to produce knowledge but also to recognise the actors involved, in order to contribute to the strengthening of a neighbourhood network through Participatory Action Research techniques. The article is based on sustained fieldwork throughout the year 2020 and interviews with representatives of organisations based in the neighbourhood. The survey reveals the worsening of poverty conditions, the increase in demand for soup kitchens and the insufficiency of income transfer policies. The health measures adopted by the pandemic had a strong impact on contexts of high social, economic and environmental vulnerability such as the one studied. In order to sustain the reproduction of life in this scenario of instability and uncertainty, social organisations with a territorial base strengthened their articulation in order to strengthen the role of assistance, containment and solidarity.

Keywords: squatter settlements; social inequality; basic needs; social planning; pandemics

Resumo

O objectivo deste estudo é fazer um levantamento da perspectiva dos líderes das organizações sociais no assentamento informal mais populoso da aglomeração da Gran La Plata, na Argentina, sobre os principais problemas relacionados com a pandemia da COVID-19, bem como as estratégias que utilizam para reproduzir a vida quotidiana num contexto de aprofundamento das desigualdades. É adoptada uma posição científica que visa não só conhecer, mas também reconhecer os protagonistas, a fim de contribuir para o reforço de uma rede de vizinhança por meio de técnicas de Investigação de Acção Participativa. O artigo baseia-se num trabalho de campo sustentado ao longo do año 2020 e em entrevistas com representantes de organizações sediadas na vizinhança. O inquérito revela o agravamento das condições de pobreza, o aumento da procura de cozinhas de sopa e a insuficiência das políticas de transferência de rendimentos. As medidas sanitárias adoptadas pela pandemia tiveram um forte impacto em contextos de elevada vulnerabilidade social, económica e ambiental, como o estudado. A fim de sustentar a reprodução da vida neste cenário de instabilidade e incerteza, as organizações sociais com base territorial reforçaram a sua articulação a fim de reforçar o papel de assistência, contenção e solidariedade.

Palavras-chave: assentamentos de squatter; desigualdade social; necessidades básicas; organização social; pandemia

Résumé

L'objectif de cette étude est de sonder le point de vue des dirigeants des organisations sociales du quartier informel le plus peuplé de la conurbation de Gran La Plata, en Argentine, sur les principaux problèmes liés à la pandémie de COVID-19, ainsi que sur les stratégies qu'ils déploient pour reproduire la vie quotidienne dans un contexte d'inégalités croissantes. Il adopte une position scientifique qui vise non seulement à connaître mais aussi à reconnaître les protagonistes, afin de contribuer au renforcement d'un réseau de voisinage au moyen de techniques de recherche-action participative. L'article se fonde sur un travail de terrain soutenu tout au long de l'année 2020 et sur des entretiens avec des représentants d'organisations basées dans le quartier. L'enquête révèle l'aggravation des conditions de pauvreté, l'augmentation de la demande de soupes populaires et l'insuffisance des politiques de transfert de revenus. Les mesures sanitaires adoptées par la pandémie ont eu un fort impact sur des contextes de grande vulnérabilité sociale, économique et environnementale tels que celui étudié. Afin de soutenir la reproduction de la vie dans ce scénario d'instabilité et d'incertitude, les organisations sociales ayant une base territoriale ont renforcé leur articulation afin de consolider le rôle d'assistance, de contention et de solidarité.

Mots-clés: lotissement spontané; inégalité sociale; besoins essentiels; planification sociale; pandémie

"En el marco de restricciones a la movilidad, el rol de las organizaciones reforzó su importancia y fue necesario preguntarse en qué medida el territorio ofrece soportes a individuos y sus familias."

Introducción

Se ha dicho en numerosas reflexiones que la pandemia por COVID-19 ha profundizado y hecho más evidentes las severas condiciones de desigualdad de las sociedades contemporáneas. Estas desigualdades se reconfiguran, potencian y enquistan de manera particular en medianas y grandes ciudades latinoamericanas. La pandemia, además de alterar los mundos de vida (Habermas, 2010), expuso la fragilidad del orden urbano y promovió una rediscusión de sentidos en torno a los múltiples planos de la desigualdad y su dimensión territorial (Canevari, 2021a). El presente artículo se sustenta en un trabajo de campo sostenido durante el 2020 y en una serie de entrevistas hechas a mujeres referentes de organizaciones sociales en Puente de Fierro, el más habitado de los 164 barrios populares [2] del Gran La Plata, uno de los 4,416 de la Argentina (RENABAP, 2020). Se trabajó en un relevamiento sobre las principales problemáticas que atraviesa el barrio, según la perspectiva de referentes territoriales, la importancia de la organización y las estrategias que despliegan para la reproducción de la vida cotidiana en el primer año de pandemia. Se procura identificar relaciones, diversidades y conflictividades, no solo para mayor conocimiento, sino también para reconocer a los actores protagonistas y contribuir al fortalecimiento de una red barrial mediante dos técnicas de Investigación-Acción-Participativa (Fals Borda, 1986): Agendas Científicas Participativas y Mesas de Trabajo Permanentes (Bozzano y Canevari, 2019). El artículo combina datos territoriales y sociodemográficos, presentados en la introducción; un apartado que resume el constructo teórico y metodológico; el relevamiento de sentidos que en cada testimonio condensa saberes y experiencias y, hacia el cierre, las reflexiones finales con perspectivas de transformación.

La primera medida adoptada por el gobierno nacional argentino en 2020, ante la emergencia sanitaria, fue decretar el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) desde el 19 de marzo hasta el 30 de noviembre en todo el país, para aplanar la curva de contagio, retardar la circulación del virus y preparar al sistema de salud. La propagación del virus requiere el contacto cercano entre las personas, por lo que en las zonas de alta densidad poblacional, el riesgo de propagación es mayor. Tal es el caso de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), de la cual La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, se ubica en su extremo sur. Esta región concentra el 37% de la población total de Argentina en una superficie que abarca sólo el 0.4% del territorio nacional. Es el principal aglomerado urbano del país, la segunda mayor área urbana de Sudamérica y una de las veinte mayores del mundo. Esto se traduce, además, en la concentración de las principales actividades económicas y políticas. Las características descriptas han convertido a la RMBA en la preocupación central de sanitaristas y decisores políticos ante la pandemia.

La pandemia profundizó problemas estructurales de desigualdad e informalidad en América Latina, la región más urbanizada y desigual del mundo (CEPAL, 2019). En 2020 se alcanzaron niveles de pobreza y pobreza extrema que no se han observado en los últimos 12 y 20 años en América Latina, respectivamente, con 33.7% en el primer caso y 12.5% en el segundo. Esto llevó a un empeoramiento de los índices de desigualdad en la región y en las tasas de ocupación y participación laboral, sobre todo en las mujeres (CEPAL, 2021). Aparecen allí, aunque se parta de un análisis de carácter socioeconómico, múltiples dimensiones de la desigualdad, como cuestiones de género y territoriales, entre otras.

La aparición del COVID-19 encontró a la Argentina en una situación socioeconómica que había llevado al Congreso de la Nación a declarar la emergencia alimentaria en septiembre de 2019 con el 35.4% de la población en la pobreza y el 7.7% en la indigencia; el 52.6% de pobreza entre niños y niñas de hasta 14 años de edad; la tasa de desempleo más alta desde el año 2006, llegando al 10.6%; y una inflación interanual del 54.5%. A menos de dos semanas de asumir un nuevo gobierno nacional, en diciembre de 2019, el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina sancionaron, a través de la Ley 27541, la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social. Al año siguiente la emergencia fue prorrogada.

La tendencia se profundizó, a pesar de la aplicación de medidas de protección social de emergencia durante el 2020, como el incremento en las partidas para asistir a comedores escolares, comunitarios y merenderos; el refuerzo extraordinario en la tarjeta Alimentar; el bono extraordinario para titulares de planes sociales; el período de gracia para el pago de cuotas de préstamos otorgados por la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES); el refuerzo del seguro de desempleo; la creación del Ingreso Familiar de Emergencia (un pago excepcional de $10.000); la suspensión del corte de servicios por falta de pago; la prohibición de despidos y suspensiones laborales; el lanzamiento del Programa "El barrio cuida al barrio", para el acompanamiento de promotores y promotoras comunitarias a grupos de riesgo, entre otras medidas en distintas áreas (Gobierno de Argentina, 2020).

En las periferias urbanas de las medianas y grandes ciudades, las situaciones desventajosas se concentran y potencian. En este escenario, las organizaciones sociales con sede en el barrio tienen un rol central en el sostenimiento de la sociabilidad barrial y en el tejido de redes de solidaridad. En el estudio de territorialidades -asociadas a conflictos, disputas y contradicciones - y temporalidades -referidas a procesos y ritmos - (Saquet, 2015), se apunta a profundizar el abordaje y aportar, a su vez, a reorientar proyectos y programas a partir de los deseos y necesidades relevadas.

El casco fundacional de la ciudad de La Plata, diagramado en un cuadrado de 5 km de lado con una grilla de calles y avenidas atravesada por diagonales, espacios verdes situados cada seis cuadras y un eje cívico perpendicular al río que concentra importantes edifícios públicos, contrasta con el afuera: una ciudad poco planificada y, en algunos sectores, autoproducida por sus habitantes, quienes trazan calles, desagües, provisionan de electricidad y construyen ciudad. Delimita este perfecto cuadrado histórico, una ancha avenida de circunvalación que marcó la ciudad y sus afueras, en una configuración típica de centro-periferia (Segura, 2012).

Estos datos ofrecen una breve contextualización sobre este trabajo desarrollado en el más populoso de los 164 asentamientos informales que existen actualmente en La Plata, según el Registro Público Provincial de Villas y Asentamientos Precarios (Figura 1). Se trata de Puente de Fierro, el último espacio de expansión urbana del centro comunal Altos de San Lorenzo, más allá del cual comienza el espacio periurbano. Ocupa 50 hectáreas y supera los cinco mil habitantes en poco más de mil hogares que registran necesidades básicas insatisfechas muy elevadas (Canevari, 2021b). A partir del año 2017, el asentamiento creció con la ocupación de otras 20 hectáreas. Allí se conformó un nuevo barrio bautizado como Barrio Evita, donde actualmente residen 300 familias aproximadamente. Los barrios están divididos por el terraplén de una línea de ferrocarril en desuso y el puente de hierro que da nombre al primer asentamiento. Ambos están emplazados en un área inundable sobre un afluente del arroyo Maldonado, una de las principales cuencas hidrográficas que atraviesan la ciudad y que sufrió, el 2 de abril de 2013, la inundación de alrededor de mil hectáreas, con alturas que superaron los dos metros de agua adentro de las casas (Facultad de Ingeniería UNLP, 2013). Este dato aporta otra de las cualidades que se repiten en miles de asentamientos que habitan sectores marginados: la elevada vulnerabilidad social y ambiental por la ocupación de sitios de riesgo que el mercado inmobiliario no consigue comercializar en el mercado formal.

Fuente: Tomás Canevari en base a datos del Registro Nacional de Barrios Populares de Argentina. Mapa base: Open Street Map.

Figura 1 Ubicación de Puente de Fierro y Barrio Evita en la ciudad de La Plata. 

Esta urbanización informal presenta características de 'asentamiento precario' en poco más del 80% de su superficie, mientras que el área restante posee características de lo que el RENABAP (2020) define como 'villa miseria'. El caso estudiado tiene como particularidad la presencia en el barrio de 19 organizaciones, en su gran mayoría lideradas por mujeres, que cuentan con comedores comunitarios o merenderos. Fruto de proyectos de investigación interdisciplinarios e interactores, sostenidos en el tiempo en esta zona de estudio, el equipo de investigación lleva adelante, desde el año 2016, una Agenda Científica Participativa que releva y sistematiza prioridades a partir de los resultados obtenidos y de una Mesa de Trabajo Permanente que los habitantes del lugar llamaron 'Puente de Fierro, territorio posible', donde se debaten y ejecutan acciones junto a actores científicos, empresarios, políticos y sociales[3].

Fundamentos Teóricos Metodológicos

Las desigualdades urbanas son entendidas como resultado complejo de procesos de apropiación-expropiación moldeados por construcciones simbólicas y relaciones de poder en contextos históricos específicos (Reygadas, 2008). Por consiguiente, el trabajo no se limita al análisis de condiciones de servicios y equipamientos, sino que indaga en la producción y circulación de prácticas y sentidos como aspecto central para la comprensión de la desigualdad.

En cuanto a las formas de sociabilidad y las experiencias de organización, el trabajo implica hallar huellas en redes, relaciones y usos de la palabra. Coincidimos con Martín-Barbero (2003) en la necesidad de los desplazamientos para captar los sentidos producidos socialmente: "La investigación de los usos nos obliga a desplazarnos del espacio de los medios al lugar en que se produce su sentido, a los movimientos sociales y de un modo especial a aquellos que parten del barrio" (p. 213). Entender la cultura como la dimensión significante de lo social, donde se disputan los sentidos legítimos, como una lucha no aislada de la conflictividad histórica, nos permite pensar en términos de transformación.

Fuente: Proyecto IP763 "Acciones, protocolos y dispositivos en Barrios Populares de Argentina: Prevención, control y monitoreo del COVID-19".

Figura 2 Identifìcación y mapeo de organizaciones en el barrio Puente de Fierro, La Plata, Argentina 

Al ubicar la comunicación entre las estructuras materiales de existencia y las dimensiones simbólicas, el enfoque se corre de la mera reproducción a la producción social de sentidos: un posicionamiento epistemológico que pretende rescatar saberes nacidos de las luchas sociales en un proceso de reconocimiento, respeto por identidades y diversidades. Esto, a su vez, no solo implica la generación de conocimiento, sino también un reconocimiento del otro (Huergo, 2008) con la valorización de saberes que surgen del barrio, de la experiencia y de recorridos previos no institucionalizados.

Lo planteado se sustenta en otro desplazamiento que refiere al paso de la palabra a la acción, al pensamiento dialógico y a la praxis. En este sentido, se apunta a fortalecer la acción en un camino de la acción-reflexión-acción (Freire, 1970) y de Investigación-Acción-Partidpativa (Fals Borda, 1986), para nutrir una Agenda Científica Participativa y una Mesa de Trabajo Permanente (Bozzano y Canevari, 2019). El primer concepto se asocia con la investigación interdisciplinaria, el diagnóstico y la planificación, mientras que el segundo se enfoca en momentos de encuentros participativos intersectoriales, debate, tomas de decisión, acción y reflexión. La Mesa consiste en un encuentro intersectorial que se ejecuta con una periodicidad mensual en el barrio y en donde se co-construyen acuerdos e iniciativas para hacer frente a problemáticas identificadas como prioritarias.

Respecto al relevamiento, este se asienta en el trabajo de campo llevado a cabo a lo largo del 2020, que se centró en el recorrido por comedores, merenderos y ollas populares, además de encuentros en plazas y otros espacios públicos. Asimismo, entre julio y agosto de 2020 se llevaron adelante entrevistas en profundidad a ocho referentes de organizaciones sociales que contaban con comedor. En el barrio conviven organizaciones con diferentes orígenes, recorridos y despliegue territorial. El trabajo de campo da cuenta de una diferenciación marcada entre, por un lado, organizaciones sociales con estructuras provinciales o nacionales (los casos de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón y la agrupación Darío Santillán) y, por otro lado, organizaciones con un anclaje barrial, surgidas por iniciativa de sus habitantes. Las referentes del primer grupo tienen menor poder de decisión en su organización. A la vez, tienen mayor autonomía respecto de las demás organizaciones y menor participación en espacios de encuentro que promueven iniciativas de articulación. Respecto del segundo grupo, coexisten organizaciones que se sostienen en el tiempo y cuentan con gran reconocimiento en el barrio, y otras de reducida y poco consolidada estructura. En este sentido, se establecieron tres criterios de selección, que ocho organizaciones cum-plieron, para nutrir el análisis de este artículo: contar con comedores que funcionen regularmente al menos tres veces a la semana, ser lideradas por habitantes del barrio, y participar de espacios de articulación como parte de una red interbarrial, lo que puede dar cuenta de asociatividad y estrategias comunitarias.

Se trabajó, también, en un registro de foto y video tanto de entrevistas como de las acciones que se describen[4].

El Barrio y la Importancia de la Organización

La organización en espacios de asambleas vecinales estuvo presente desde los inicios de Puente de Fierro, a mediados de la década de 1990. En los primeros años se gestionaron por la necesidad de operativizar el trazado de calles y zanjas, de parcelar y distribuir lotes, de llevar agua y electricidad al barrio, entre otras actividades, como el sostenimiento de huertas comunitarias o producciones familiares de chanchos y pollos. Desde mediados de la década del 2000, se centran en superar las dificultades asociadas a la prestación de servicios esenciales, las necesidades en torno al trabajo, la educación, la salud y el ambiente. A la vez, estas asambleas son acompanamiento y contención para familias con dificultades económicas, habitacionales, consumos problemáticos o que viven situaciones de violencia. En los últimos años apuntaron a la generación de espacios públicos, lugares de encuentro comunitario y espacios recreativos como canchas de fútbol y plazas. Los avances alcanzados son fruto de instrumentos de resistencia y de luchas populares por intereses comunes. Actualmente, la ocupación central es la gestión de asistencia alimentaria en comedores y copas de leche. Identificamos 19 organizaciones que realizan, entre otras, esta última tarea (Figura 2).

Las organizaciones son, en su gran mayoría, lideradas por mujeres que tienen en común haber llegado al barrio en condición de migrantes de provincias del noroeste argentino, en busca de trabajo y un lugar para vivir. Coinciden en haber habitado antes en la periferia del Gran Buenos Aires o del Gran La Plata, en otro barrio más establecido, y en ser fundadoras o habitantes desde los primeros años de Puente de Fierro. Tal el caso de Cecilia, de Corrientes, que vive en el barrio desde hace 24 años y comenzó en el 2000 con un comedor y copa de leche; de Claudia, de Jujuy, quien a raíz de la crisis en 2001 viajó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a buscar trabajo y que, desde 2003, vive en Puente de Fierro; de María, de Resistencia, capital de Chaco, que vive desde hace 30 años en La Plata, fue manzanera y trabajó siempre en comedores (desde la inundación de 2013 con mayor dedicación); de Mónica, quien también desde Chaco viajó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a trabajar junto a su marido, de cuidador de un edificio en construcción, luego a San Miguel en el Gran Buenos Aires "a plantar una casilla" y en 1998 a Puente de Fierro; de Rosa, también de Chaco, que estima unos 25 años de trabajo en el barrio, primero con una guardería que comenzó en el año 1999, luego con un comedor en 2003 y, después de la inundación y hasta el día de hoy, alojando gente en situación de calle; de Silvia, oriunda de Misiones, que vive en el barrio desde hace 20 años y fundó una organización para el acompanamiento y la politización de sus habitantes a partir de la inundación de 2013, o de Cristina y Zulema, de Sáenz Pena, Chaco, que viven en el barrio desde hace 24 años y sostienen una organización donde funciona un comedor.

La permanencia en el barrio de las entrevistadas permite dar cuenta de temporalidades, pues ellas son conscientes de los cambios de propósitos y objetivos de ellas mismas y de sus organizaciones a lo largo del tiempo. También han experimentado la profundización de la demanda de asistencia alimentaria como consecuencia de la pandemia, ante lo cual respondieron con un trabajo colaborativo de construcción de un tejido de red organizacional.

Como queda expresado en sus propias presentaciones y la de sus organizaciones, la peor inundación de la historia de la ciudad de La Plata, sufrida el 2 de abril de 2013, marcó un antes y un después en la vida del barrio (ver Canevari, 2021b). La ciudad volvió a ser tomada como objeto de reflexión como consecuencia de un acontecimiento que provocó una sacudida de todas las certezas. El evento trascendió la habitual preocupación en el barrio por inundarse y repercutió en la toma de conciencia del riesgo de vida. A su vez, evidenció como lo hace la pandemia, la dimensión territorial de la desigualdad.

"Cada vez viene más gente". Los Comedores ante la Pandemia y la Caída ingresos

Las medidas sanitarias y las campanas públicas de prevención fueron percibidas por las entrevistadas como un mensaje hacia otros y otras. Los enunciados no se ajustaban a sus realidades por lo que no se sintieron interpeladas. Su sensación es que estar afuera del casco fundacional de una ciudad con una marcada división centro/periferia, implica un estar afuera también en otros sentidos. Principalmente, la necesidad de continuar con actividades laborales para mantener el ingreso diario y cubrir las necesidades básicas, dificulta el sostenimiento de las medidas sanitarias de aislamiento:

Acá en Puente de Fierro no se puede hacer una cuarentena como se hace en otros sectores. Mi marido y yo seguimos trabajando y el resto se encerró en casa, pero somos ocho personas. Es difícil tener toda esa higiene que piden. (C. Jacu, comunicación personal, julio 2020)

Si sobrevivimos a la pandemia vamos a tener que empezar de cero. El que estaba trabajando de ayudante de albanil en alguna obra o los cartoneros y recicladores, todos tienen que volver a empezar. No es fácil. Es justamente la gente más pobre, la que más necesita y a la que más le cuesta conseguir las cosas. (R. Dejesús, comunicación personal, julio 2020)

La situación general de desocupación prepandemia, sumada a la pérdida de puestos de trabajo formales y a la imposibilidad de realizar actividades de cuentapropistas o changas[5] por la situación sanitaria, pone al trabajo como principal preocupación:

Según los sectores sociales pega de diferente manera. Acá en Puente de Fierro hay mucha gente que trabaja en la construcción. Es la changa del día al día. (C. Jacu, comunicación personal, julio 2020)

Yo soy empleada doméstica y no puedo trabajar. Mi sostén es lo que llevo del comedor a casa. Yo tengo una cooperativa de "Hacemos futuro", que es lo único que tengo ahora. (M. Gómez, comunicación personal, julio 2020)

El que juntaba cartón, el que cortaba el pasto, el que iba a pedir monedas o limpiar un vidrio en el centro, no lo puede hacer. Y era la moneda del día a día. Yo tengo dos hijos, pero pienso en las personas que tienen siete. (S. Tabarez, comunicación personal, julio 2020)

A la par de la pandemia, la caída de ingresos y el aumento del costo de vida, principalmente en alimentos, que superó el promedio de inflación con un 42,1% (INDEC, 2020a), llevaron a que los comedores y las ollas populares se multiplicaran y recibieran más demanda. En ese escenario adverso, se hizo sentir la escasez de mercadería para agrandar porciones:

Cada vez viene más gente, lo que hacemos a veces es cargar un poquito menos en cada táper de los que sabemos que no son tantos en la familia, porque de algunos sabemos que son 9, otros que son H... (Z. Díaz, comunicación personal, agosto 2020)

Hoy, por ejemplo, se va a llenar porque no hay otro que cocine. Nosotros hacemos al mediodía porque a la noche les podés dar un tecito a los chicos. Es muy importante que los chicos coman al mediodía, porque se levantan tarde, ya comen y después andan. A la noche se tomarán un té y ya están. (C. Friedrich, comunicación personal, agosto 2020)

Nosotros dábamos la comida en el comedor para 80 personas y ahora estamos dando para 200 o 250 personas. Veníamos ayudando, pero era menos cantidad de comida porque la gente tenía trabajo. Pasamos de cocinar cuatro kilos de arroz a cocinar 18 kilos. De hacer tres litros de leche pasamos a hacer siete y encima también agregar mate cocido. (S. Tabarez, comunicación personal, julio 2020) dificultades en la vida del barrio, impulsó mayor trabajo en red, asociando y coordinando la logística entre organizaciones. En este sentido, la reflexión y puesta en común de los resultados de este relevamiento fueron parte del acompanamiento para el fortalecimiento de una red barrial participativa, comunitaria e intersectorial. Además de la coordinación entre comedores, en el barrio circula de boca en boca la información sobre cuál está funcionando cada día. La dinámica es similar en todos los casos, con la diferencia que en algunos comedores se cocina con lena, mientras que en otros se consigue gas envasado. Para evitar el agrupamiento de personas, se reciben los tápers por la manana, se llenan y luego se entregan a partir del mediodía. Las referentes de organizaciones expresan la importancia de la articulación para ser fuente de apoyo en el barrio:

Armamos un foro barrial donde nos reunimos una vez por semana para coordinar que todos los días en el barrio haya una olla popular que cocine. Los clubes cercanos también colaboran y eso hace que todos los días funcione una olla. (M. Dejesús, comunicación personal, julio 2020)

Se empezó a tener un funcionamiento más continuo de ollas y comedores por las necesidades que hay. Desde el gobierno nacional no nos bajan mercadería desde hace un montón. Creo que en la pandemia fue una sola vez en los primeros cuatro meses. Tratamos de organizarnos con otros comedores. Nos organizarnos para que mínimamente haya todos los días algo. (C. Jacu, comunicación personal, julio 2020)

Yo iba a aprovechar, porque me levanto a las 8 de la manana a hacer el fuego y ya podía poner la olla para el té, y cuando los chicos traen el táper que se lleven el desayuno y después al medio día que vengan a buscar la comida. Pero bueno, no me llegó mercadería. (C. Friedrich, comunicación personal, agosto 2020)

Las políticas sociales del Estado se hacen presentes en los testimonios relevados. Estos dan cuenta de su llegada y, a la vez, de su carácter paliativo e insuficiente. El programa más mencionado es Tarjeta Alimentar, una política alimentaria de transferencia de ingresos lanzada como parte del Plan Argentina Contra el Hambre. Tarjeta Alimentar fue creado por resolución del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en enero de 2020, con el objetivo de garantizar a las familias más vulnerables el acceso a los alimentos: el Banco de la Nación Argentina entrega una tarjeta débito a madres y padres que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) o la Asignación por Embarazo (AUE) [6]. Entre las principales dificultades, están las restricciones a la movilidad, que impidieron las estrategias de compras a las que recurrían las personas habitualmente para acceder a mejores precios en comercios mayoristas o mercados puntuales. También los límites de los rangos etarios para el acceso al beneficio y los recargos indebidos en comercios dificultan el éxito del programa. Además de la dificultad de habitar en una periferia con escaso equipamiento urbano y comercios, surge otra preocupación al pensar en cómo sostener el funcionamiento de los comedores cuando los recursos mensuales obtenidos por estas políticas de protección social no son suficientes para todo el mes. La gestión de los tiempos, la asociatividad entre organizaciones y la complementación con otras líneas de provisión son las estrategias que despliegan estas referentes barriales:

Nosotros sabemos que acá en el barrio la ayuda empieza el día 5 del mes, pero ya al 15 no tenés nada. (R. De-jesús, comunicación personal, julio 2020)

El Estado ayudó con la tarjeta alimentaria, pero esa tarjeta es para los nenes más chicos. ¿Cómo hacen con hijos mayores? Ahí es donde entra el comedor. ¿Sabés qué feo es que venga el vecino con lágrimas en los ojos a decirte que cocina una vez al día y son ocho en la familia, y vos siendo una organización social que está para ayudar al barrio no tener un kilo de arroz? (S. Tabarez, comunicación personal, julio 2020)

No podés ir a trabajar, no podés salir. Si tenés plata y vas a comprar acá te sale todo el doble. No podés ir en el micro al centro porque sin permiso no podés salir. Encima vas a comprar con la tarjeta Alimentar que te dieron y te sacan el 30%. (C. Friedrich, comunicación personal, agosto 2020)

"Hacemos lo que podemos, vamos tapando agujeritos". Proyectar la Pospandemia.

La particular preocupación que se repite en los testimonios es la situación de niños y niñas. En el primer semestre de 2020, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC, 2020b) informó un 56.3% de pobreza entre las personas de 0 a 14 años en Argentina. Esta realidad se agrava en el territorio cuando se combina con la falta de acceso a un hábitat digno, con la elevada exposición a riesgos ambientales y con un deficiente acceso a servicios básicos, transporte, infraestructura y equipamiento.

Por fuera de políticas universalizadas como las mencionadas, el Estado está presente en el barrio en buena medida a través de las organizaciones políticas y sociales, lo que genera que el acceso a las prestaciones públicas estén sujetas a vínculos particulares. Esto da lugar a conflictos y negociaciones constantes. La pandemia y el aislamiento social preventivo y obligatorio intervinieron en esas tensiones:

El otro día vino una concejal y me dijo que teníamos que cerrar el comedor, y yo le dije, '¿por qué voy a cerrar el comedor? vos te parece cerrar el comedor en este momento?' No es el momento de cerrar, al contrario. (C. Jacu, comunicación personal, julio 2020)

Cristina: Yo lo respeto como cualquier enfermedad, pero tampoco cerrar, porque los chicos no tienen la culpa de la pandemia y tienen que seguir comiendo. (C. Friedrich, comunicación personal, agosto 2020)

Cuando uno va a las reuniones o manda las cartas a los políticos, a veces uno tiene vergüenza ajena porque estamos hablando de algo básico como es comer, o como la limpieza con jabón y lavandina. Es fácil decirle "quédate en tu casa y lávate las manos", pero un ranchito del fondo que tiene seis chicos y una sola canilla, sino provees lo necesario es muy difícil. Una botellita de alcohol en gel está $300 y con $300 una familia compra carne para hacer un guiso. En este barrio es todo más difícil. (R. Dejesús, comunicación personal, julio 2020)

La inestabilidad que caracteriza la vida de los sectores populares aumenta en un contexto donde todas las certezas se desmoronan. La resiliencia construida por la experiencia de sobreponerse a situaciones adversas lleva a las referentes a pensar en salidas colectivas para afrontar las dificultades que ya anticipan para el futuro cercano. Una experiencia muy presente, que implicó otra crisis y la pérdida de bienes materiales, fue la trágica inundación de 2013:

Nosotros pensamos que va a ser como después de la inundación, va ser difícil, volver a empezar. Queremos tener gallinas ponedoras para tener huevos, pollitos para tener carne y huertas para tener verduras y que el guiso sea más sabroso, tenga proteína, vitamina y esas cosas. Porque si el gobierno vuelve a dar mercadería, lo que te da es arroz, fideos, puré de tomate y arréglate. Todo eso te hincha, te infla y te engorda, pero no te nutre. Entonces estamos tratando de darle la vuelta. (R. Dejesús, comunicación personal, julio 2020)

Hubieron otras épocas económicas malas que hicieron que nos uniéramos e hiciéramos ollas populares, pero así no. Yo creo que la pandemia hizo que nos uniéramos mucho más. Si ahora es difícil, cuando se levante la pandemia ya no va a haber ayudas como hay ahora, entonces ahí toda la gente viene a las instituciones. No alcanza pero vamos paleando la situación. Hacemos lo que podemos, vamos tapando agujeritos. (M. Dejesús, comunicación personal, julio 2020)

Conclusiones

La pandemia y las medidas sanitarias para contener la propagación del virus del COVID-19 agravaron la situación socioeconómica ya adversa de barrios populares como Puente de Fierro. En ese escenario, las organizaciones sociales emplazadas en el barrio potenciaron su rol de asistencia, contención y solidaridad. La inestabilidad e incertidumbre que caracterizan su cotidianidad se incrementaron y se vieron reflejadas, principalmente, en dos grandes problemáticas interrelacionadas que destacan las lideresas barriales: trabajo y acceso a alimentos.

Argentina sufría, antes de la pandemia, una elevada tasa de desocupación con escasez de mercado de trabajo formal. En ese contexto, la pandemia agravó la discontinuidad de ingresos y la precariedad ocupacional. Las entrevistadas describen una mayor necesidad en el barrio de asistencia alimentaria directa y la consecuente dificultad de abastecer de insumos a los comedores. Mencionan, también, la insuficiencia de los programas estatales de transferencia de ingresos, como la Tarjeta Alimentar, y la profundización de desigualdades territoriales por las limitaciones de movilidad.

En barrios con alta densidad poblacional, elevados niveles de necesidades básicas insatisfechas y condiciones precarias de hábitat, fue difícil el cumplimiento de la principal medida de prevención previa a la existencia de vacunas: el distanciamiento social y el aislamiento. En Puente de Fierro, la situación de viviendas precarias, la búsqueda de alimentos diariamente y la búsqueda de changas fueron las principales cuestiones que dificultaron el seguimiento de las medidas de protección frente al COVID.

La pandemia profundizó tendencias previas y agudizó condiciones de vida desfavorables en ámbitos como el estudiado. En el marco de restricciones a la movilidad, el rol de las organizaciones reforzó su importancia y fue necesario preguntarse en qué medida el territorio ofrece soportes a individuos y familias. El barrio se constituye en un espacio fundamental de integración social e integración política. Es, también, un punto de apoyo para la acción colectiva ante la descomposición de los lazos por el trabajo. Lo que une a las diferentes organizaciones es una experiencia cultural en común. Los lazos de solidaridad que se tejen, siempre con base territorial, brindan soporte a las familias. Sin embargo, hay puntos de vulnerabilidad que hacen imposible resolver ciertos problemas en el marco de las solidaridades locales, puesto que las protecciones sociales del Estado o las formas de socialización secundaria que ofrecen las instituciones y el trabajo no son reemplazadas. Ante su ausencia o deficiencia, queda la acción colectiva y los vínculos particulares con actores políticos.

El relevamiento enriquece el proceso de reflexión-acción de Mesas de Trabajo Permanentes, y genera aporta significativos para el diseno de una agenda que aborde las problemáticas que las referentes barriales perciben como más acuciantes. Es lo que las entrevistadas sintetizan como "el día a día" ante la incertidumbre por la precariedad laboral, el autoempleo de bajos ingresos y las políticas de transferencia con dificultades de aplicación. Las iniciativas no pueden desconocer esas territorialidades y temporalidades específicas. El tratamiento de esa agenda en Mesas de Trabajo Permanentes pretende fortalecer la articulación de la red barrial con otros entramados organizacionales e instituciones públicas para hacer frente a la crisis sociosanitaria. El proceso de reflexión y acción sobre los tópicos estudiados permitió mejoras en la provisión y distribución de alimentos, así como nuevas vinculaciones que aportaron a los comedores en la emergencia. Asimismo, la articulación y co-construcción de posibles soluciones aportó también a la prevención, el control y el monitoreo de casos positivos o sospechosos de COVID-19. Para ello se trabajó en la producción de mensajes en afiches y postales, disenados junto a los actores sociales para fomentar el autocuidado, reducir la circulación el virus y gestionar la articulación con los organismos correspondientes para la llegada al barrio de brigadas sanitarias y de vacunación.

La interpelación y el reconocimiento de las referentes entre sí, y de estas con los habitantes del barrio, apunta a una mayor promoción de trabajo articulado y la ejecución de proyectos comunitarios.

Referencias

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[1] El relevamiento fue realizado en el marco del proyecto “IP 763: Acciones, protocolos y dispositivos en Barrios Populares de Argentina: Prevención, control y monitoreo del COVID-19. Caso Barrio Puente de Fierro” financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de Argentina.

[2] Así denomina la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social argentino a villas, asentamientos y urbanizaciones informales que presentan diferentes grados de precariedad y hacinamiento, déficit en el acceso formal a los servicios básicos y situación irregular en la tenencia del suelo.

[3] Para mayor desarrollo ver Bozzano y Canevari, 2019; y Canevari, 2021a.

[4] Una síntesis de la serie de entrevistas acompanada por imágenes del barrio y de sus ollas populares se encuentra disponible en soporte audiovisual en el siguiente link: https://www.youtube.com/playlist?list=PLaJzVtBsztfEzf3W0FVeO3fTZrbvKRBr_

[5] En Argentina, Paraguay y Uruguay se denomina changa a una ocupación transitoria, que permite la subsistencia mientras se busca, por lo general, trabajo más estable.

[6] La AUH fue instituída en 2009 y masificó la transferencia de ingresos a las familias con hijos a cambio de asegurar la permanencia en la escuela y el cumplimiento del calendario de vacunación. La AUE, aplicada desde 2011, implica una transferencia destinada al cuidado integral de la salud durante el embarazo y hasta el nacimiento, o su interrupción para mujeres desocupadas, con bajos ingresos o trabajadoras del servicio doméstico.

Autor

Tomás Canevari Licenciado, profesor y doctor en Comunicación por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina. Profesor por concurso en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP y becario del Consejo Nacional del Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales. Trabaja en las líneas de investigación de estudios sociales urbanos, comunicación e Investigación-Acción-Participativa. Integra la Red latinoamericana de investigación Territorios Posibles, Praxis y Transformación

Cómo citar este artículo: Canevari, T. (2022). Estrategias comunitarias y organización popular en pandemia. Caso Puente de Fierro, La Plata, Argentina. Bitácora Urbano Territorial, 32(II): 145-157. https://doi.org/10.15446/bitacora.v32n2.99438

Abreviaturas, acrónimos, siglas:

ANSES: Administración Nacional de Seguridad Social

ASPO: Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio

AUE: Asignación por Embarazo

AUH: Asignación Universal por Hijo

CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe

INDEC: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos

RENABAP: Registro Nacional de Barrios Populares

RMBA: Región Metropolitana de Buenos Aires

Recibido: 10 de Noviembre de 2021; Aprobado: 16 de Febrero de 2022

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