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Investigaciones Andina

Print version ISSN 0124-8146

Investig. andina vol.17 no.31 Pereira July/Dec. 2015  Epub Sep 21, 2016

 

Artículos de investigación científica y tecnológica

Prostitución masculina: una revisión narrativa

Male prostitution: a narrative review

A prostituição masculina: uma revisão narrativa

Giovane Mendieta Izquierdo* 

Juan Carlos Ramírez Rodríguez** 

Elizabeth Pérez Hernández*** 

* PhD Salud Pública. Director Maestría Salud Pública y Desarrollo Social e Investigador Fundación Universitaria del Área Andina. Investigador Universidad Manuela Beltrán. Bogotá, Colombia. giovanemendietai@yahoo.es

** Post-PhD Políticas en Salud Reproductiva. PhD Ciencias Sociales. Profesor Investigador en el PIEGE, Departamento de Estudios Regionales - INESER del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) Universidad de Guadalajara. Jalisco, México.

*** PhD Salud Pública. Profesora Investigadora. Universidad Cooperativa de Colombia. Villavicencio, Colombia.


Resumen

Introducción:

Describir la producción empírica y conceptual en torno a la prostitución masculina.

Método:

Revisión narrativa que incluyo 84 documentos entre libros, artículos empíricos y capítulos de libros sobre prostitución masculina. La búsqueda no se limitó por fecha, se hizo en idioma español e inglés. Se desarrolló un procedimiento en seis etapas: a) formulación de la pregunta, b) búsqueda bibliográfica, c) identificación de los estudios, d) sistematización de datos, e) elección del artículo y análisis primario, f) evaluación y análisis final de los artículos. No se excluyeron estudios por la calidad de su metodología.

Resultados:

84 documentos: 24 libros conceptuales y resultado de investigación, 9 capítulos de libro, derivación de trabajos empíricos, 5 documentos técnicos, 2 tesis doctorales y 44 artículos empíricos y de reflexión. Se encontró diversidad de aspectos conceptuales, etiquetas y resultados investigativos sobre la prostitución masculina.

Conclusiones:

La evidencia empírica y conceptual devela el debate en torno a la designación de términos, prostitución masculina, trabajo sexual masculino y sexo-servicio, así como la gran diversidad de etiquetas según el lugar donde se desarrolla y las prácticas sexuales que asuman los hombres que ejercen la prostitución.

Palabras clave: Prostitución; Masculino; Masculinidad; Literatura de Revisión

Abstract

Introduction:

Describe the empirical and conceptual production around male prostitution.

Method:

A narrative review that included 84 documents, including books, empirical articles and book chapters on male prostitution. The search was not limited by date, he was done in Spanish and English, a procedure was developed in six stages: a) formulation of the question b) literature search, c) identification of studies, d) systematize data, e) Article election and primary analysis, f) evaluation and final analysis of the items. Studies were not excluded for the quality of its methodology.

Results:

84 documents. 24 books and conceptual research result, 9 book chapters result of empirical studies, five technical papers, two doctoral thesis and 44 items empirical and reflection. Finding conceptual, tags and research findings on male prostitution.

Conclusions:

The conceptual and empirical evidence reveals the debate on the appointment of terms, male prostitutes, male sex work and sex-service as well as the wide variety of labels based on where it develops and sexual practices that take men prostitutes.

Key words: Prostitution; Male; Masculinity; Literature Review

Resumo

Introdução:

Descrever a produção empírico e conceitual em torno de prostituição masculina.

Método:

Revisão narrativa que incluía 84 documentos, incluindo livros, artigos empíricos e capítulos de livros sobre prostituição masculina. A pesquisa não foi limitada por data, ele foi feito em Espanhol e Inglês, um procedimento foi desenvolvido em seis fases: a) formulação da pesquisa bibliográfica questão b), c) identificação de estudos, d) sistematizar dados, e) Artigo eleição e análise primária, f) avaliação e análise final dos itens. Não há estudos foram excluídos pela qualidade da sua metodologia.

Resultados:

84 documentos. 24 livros e conceituais investigação resultado nove capítulos de livros resultam de estudos empíricos, cinco trabalhos técnicos, dois tese de doutorado e 44 itens empírica e reflexão. Encontrar conceituais, tags e resultados de pesquisa sobre prostituição masculina.

Conclusões:

As evidências conceituais e empíricas revela o debate sobre a nomeação de termos, prostitutas do sexo masculino, o trabalho do sexo masculino e do sexo de serviço, bem como a grande variedade de rótulos com base em onde se desenvolve e práticas sexuais que levam os homens prostitutas.

Palavras Chave: Prostituição; Masculino; Masculinidade; Revisão Da Literatura

Introducción

El trabajo sexual masculino y el denominado sexo-servicio masculino hacen referencia al intercambio de sexo en el marco de una relación económica. Históricamente la prostitución ha sido vista desde lo femenino, se ha entendido el fenómeno desde la mujer como la única que comercializa su cuerpo, el hombre es el que compra y está en búsqueda de placeres 1. La prostitución masculina es un fenómeno tan antiguo como el practicado por mujeres 2,3,4. No obstante, este fenómeno es poco reconocido socialmente y en general pasa inadvertido como fenómeno social.

En algún momento las autoridades en salud, las agencias y organismos de cooperación internacional consideraban a los hombres que ejercen la prostitución como una "población prescindible" por la que no valía la pena hacer esfuerzos, ni adelantar estudios en estos sujetos 5. En los últimos años esta población ha cobrado interés para ser estudiada, se destacan los esfuerzos de organizaciones internacionales como la Declaración Política de la Asamblea General de la Naciones Unidas sobre el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo integral en salud en 2006, allí se estableció el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA 6. La declaración incluye a este colectivo en el grupo de "hombres que tienen sexo con otros hombres" (HSH), por su importancia para la lucha de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y en particular el VIH/SIDA, como población de gran riesgo. No obstante se ha soslayado la gran cantidad de etiquetas, identidades y orientación de los sujetos que se incluyen en este grupo de (HSH), dejando de lado a los hombres que ejercen la prostitución masculina, quienes son incluidos en esta categoría.

La prostitución es fundamentalmente un fenómeno social y por tanto todos los integrantes del conjunto de la sociedad comparten cuotas de responsabilidad en la búsqueda y materialización de vías de solución a los problemas que está plantea 7. Es aquí donde entra en juego la salud pública, como elemento importante para el análisis del fenómeno.

Se presentan elementos de reflexión en torno a la prostitución masculina, aspectos que hacen parte del análisis en el marco del debate social sobre este tema. Se establece la delimitación conceptual con los diferentes términos en torno a esta actividad, términos como: sexoservidores masculinos, prostitución masculina y prostitución viril. La revisión narrativa se toma como herramienta metodológica para el desarrollo de este artículo a partir de la pregunta ¿Cuál es la producción empírica y conceptual en torno a la prostitución masculina?

El objetivo de esta revisión se centra en describir la producción empírica y conceptual sobre la prostitución masculina a partir de referencias empíricas y documentos académicos para proporcionar una visión sobre el tema y aportar una herramienta para futuras investigaciones. Algunos apartados de este texto forman parte de la tesis doctoral 'Significado de la experiencia vivida de cuerpo en hombres que ejercen la prostitución viril en la Plaza Tapatía de Guadalajara, Jalisco. México', adscrita al Doctorado en Ciencias de la salud pública de la Universidad de Guadalajara, Jalisco México y del Libro prostitución viril: un estudio fenomenológico del cuerpo'.

Métodos

Tipo de investigación: revisión narrativa 8. Se desarrolló a partir de referencias empíricas, libros, capítulos de libro y documentos técnicos, con la finalidad de determinar el estado del arte respecto al tema.

Procedimiento: el fin es determinar el estado investigativo sobre la prostitución masculina. Se desarrolló un procedimiento con etapas 9 definidas así: a) formulación de la pregunta, b) búsqueda bibliográfica, c) identificación de los estudios, d) sistematización de datos, e) elección del artículo y análisis primario, f) evaluación y análisis final de los artículos. Se obtiene una lista de artículos candidatos para la revisión.

Se llevó a cabo una búsqueda en los índices internacionales MEDLINE e ISI Web of Knowledge. Con ayuda de DeCS - Descriptores en Ciencias de la Salud -, se establecieron para la búsqueda las palabras clave en inglés: prostitution; male; masculinity. Español: prostitución; masculino; masculinidad y portugués: prostituição; masculino; masculinidade. Se examinó en las bases de datos electrónicas EBSCO, SciELO y REDALYC. Además de la consulta bibliográfica directa de publicaciones en libros y capítulos de libros.

Para la búsqueda se utilizaron los siguientes límites: a) temporales: sin límite de tiempo; b) idiomas: español, inglés, portugués; c) tipo de diseño: estudios empíricos sin límite; y d) tipo de personas analizadas en el estudio: hombres adultos (hombres jóvenes y adolescentes).

Esta primera búsqueda arrojó un listado de 167 referencias. La selección inicial se realizó con la lectura de los títulos de las publicaciones, se eligieron aquellos en los cuales se hiciera explícito el tema de prostitución masculina. En los artículos donde se presentaba duda respecto al tema, se realizó lectura completa de los resúmenes. Se hizo una lista de los estudios potencialmente relevantes, los cuales se identificaron y seleccionaron, para finalmente conformar un listado de 84 títulos.

Se incluyeron estudios empíricos donde se buscó identificar la producción del tema. Se excluyeron los estudios cuyo objetivo era el análisis de la prostitución femenina, excepto los documentos que trataban el tema desde lo conceptual. Las estrategias utilizadas para la recuperación de los textos completos fueron directamente de las bases de datos (n = 24), a través de la revista (n=19), artículos sin ninguna solicitud de sobretiro al autor, en la web: documentos técnicos (n=5). Búsqueda directa en libros (n=24), capítulos de libro (n=9) y dos tesis doctorales. El proceso de selección se presenta en la figura 1, diagrama de flujo diseñado de acuerdo con lo sugerido por Van de Voorde 10.

Figura 1 Diagrama de flujo del estudio. Proceso de selección de los documentos 

Una vez finalizada la búsqueda, se realizó la etapa de sistematización de la información recolectada, como lo propone Popay 8. Se agruparon los documentos en libros, capítulos de libros y artículos de revistas. Una vez examinados los documentos se capturaron los datos para su posterior análisis. Se diseñaron matrices con diferentes propósitos. La primera estuvo destinada a conocer los temas abordados en los documentos de acuerdo al objetivo, población a la que va dirigido, duración, contexto en que se aplica, temática del mismo, quién lo expide, criterios de inclusión y exclusión en la selección de sus participantes; varias matrices se diseñaron para conocer los diferentes temas y subtemas analizados en los trabajos de acuerdo a los objetivos.

Análisis de datos: se realizó análisis temático. Se agruparon los documentos por tópicos, esto permitió identificar el estado de las investigaciones sobre el tema, hallazgos que reconocen el debate y los aspectos trabajados sobre la prostitución masculina.

Resultados

Se reconoce un debate en torno a la prostitución masculina; se describen diferentes acepciones, las cuales se adoptan para describir el fenómeno, aspecto que centra el debate actual del tema.

Prostitución

Etimológicamente el término proviene de la palabra latina 'prostituere' que significa "exhibir para la venta". Para unos el término se asocia a la esclavitud sexual y violación de los derechos de las personas involucradas, dejando de lado a las personas que ejercen esta actividad como elección personal 11, elemento que también se considera en debate. Para otros autores es "el intercambio entre dos o más personas de una parte de su intimidad con independencia de que el trueque sea sexual o no y de que el pago sea económico o por otros medios" 11. Se puede hablar de prostitución cuando una persona alquila o vende una parte importante de su intimidad (no necesariamente sexo o sexualidad) a cambio de algo (no exclusivamente dinero) 12. Se asocian dos aspectos fundamentales: 1) la supuesta intimidad que una persona vende, al mantener relaciones con un cliente y 2) la concepción de la sexualidad desde la moralidad. Elemento que es fruto de la educación sexista, patriarcal y conservadora que durante años se ha impuesto 11.

Se reconocen posturas a favor y en contra del término. Algunos autores critican la palabra prostitución, porque no es lo suficientemente neutro para referirse al comercio sexual por la aceptación negativa que la palabra ha tenido a lo largo de diferentes épocas; se argumenta que la palabra cuenta con una carga que la condena a nivel moral 13,14. Por otra parte los defensores de esta expresión argumentan que la connotación negativa que se asocia a la palabra "parece afectar más a los observadores políticamente correctos que a las supuestas personas perjudicadas" 11, esto condujo a buscar un vocablo preciso, universal y adecuado para referirse al comercio sexual 15. Surge aquí otra denominación, comercio sexual, que se refiere a las personas que intercambian un servicio sexual a las personas que lo compran a cambio de dinero o alguna prebenda. Hoy en día a esta actividad se le intenta reconocer como trabajo sexual comercial 16.

La prostitución masculina es comprendida en el contexto de servicios sexuales remunerados: 1) con o sin la intervención de una tercera persona, 2) cuando los servicios son publicitados o reconocidos de forma general como disponibles en un lugar específico y 3) cuando el precio de los servicios refleja las presiones en el marco de la oferta y la demanda 17. El ejercicio de la prostitución masculina en algún momento se estudió como una conducta social desviada 18,19 que se ha adaptado hacia una figura del trabajador del sexo, inmerso en la industria del sexo comercial 20,21. Se ha estudiado la prostitución masculina infantil en centros de recepción de menores prostitutos. Se han analizado las características de las relaciones establecidas con sus clientes en jóvenes entre 12 y 19 años. El contacto físico con los clientes se caracteriza por ciertas reglas: a) contacto boca-pene, b) la distancia afectiva y c) la no violencia 22. La relación económica con sus clientes se caracteriza por ser generosa por parte del cliente, entendida como apoyo y la entrega de dinero eventualmente, pero siempre esperando a cambio favores sexuales por parte del sexoservidor.

Trabajo sexual

Esta etiqueta hace referencia al intercambio sexual entre dos o más personas con fines económicos 11, su uso surge con el movimiento feminista, con el advenimiento de la lucha de los derechos y beneficios sociales de las 'prostitutas', surge para mitigar la estigmatización y las connotaciones negativas de acepciones como 'puta' 23,24,25. Para algunos autores el uso del término ayuda a disminuir cierta carga moral que acompaña el oficio, aspecto que debería tratarse lejos de la moralidad 26. Para otros, su uso va más allá de los salarios o el desempleo, su uso establece la frontera de la vida íntima y personal de los que ejercen la actividad, relacionando la idea de sexo sin sentimientos involucrados 27. De este modo, la negociación y ejercicio de servicios sexuales remunerados con o sin la intervención de una tercera persona y la publicidad o reconocimiento de forma general como servicios disponibles en un lugar específico, en donde el precio refleja las presiones de la oferta y la demanda, se conoce con el término de trabajo del sexo 28.

Al igual que la palabra prostitución, esta etiqueta también cuenta con algunos detractores, por las siguientes razones: 1) su uso puede crear confusión conceptual y legal; al ser muy amplio el término se podría incluir también en esta categoría a los actores o actrices porno 15, y 2) la expresión admitiría encasillar a personas dentro de una actividad con la que probablemente no se identifican y que no les permitiría salir de ella de manera libre, si lo desearan 15. De este modo se puede afirmar que el trabajo sexual no es más que un fenómeno conocido tradicionalmente como prostitución, el cual engloba diversas actividades que pueden ser clandestinas, públicas o semioficiales, y que se combinan con otros servicios como parte de las transacciones políticas y de negocios 29,30.

Trabajo Sexual Masculino (TSM)

El TSM se le considera un trabajo que realiza un conjunto de personas, que por sus características está ligado a diferentes problemáticas sociales como: 1) enfermedades de transmisión sexual, 2) drogadicción, 3) alcoholismo, 4) desintegración familiar y 5) explotación de personas. Esto ha contribuido a que la prostitución sea analizada desde diferentes aristas y a que, con frecuencia, los investigadores discrepen al intentar definirla 31. Algunos autores la utilizan porque es una expresión políticamente correcta; esta etiqueta contribuye a estigmatizarlos cuando se les incluye dentro del colectivo homosexual, ya que se asume que la mayoría de los clientes son hombres y aunque en teoría los servicios de prostitución viril estarían dirigidos a ambos sexos, la mayoría de estos están dirigidos a hombres, destacando que la incidencia de la clientela femenina es insignificante 32,33,34,35, elemento importante que genera gran tensión, porque no es suficientemente clara la diferencia entre orientación sexual y el ejercicio de estas prácticas sexuales entre hombres como actividad profesional 26,34,35; es así como la heterosexualidad parece ser mucho más invocada que efectivamente practicada 32.

El TSM es un fenómeno universal pero generalmente invisible, aspecto que puede llegar a tocar la clandestinidad, razón por la cual no es fácil determinar su magnitud 34,35, aunque parece ser que es importante y que incluso ha aumentado en los últimos años 36. Al hablar sobre trabajo sexual masculino se involucran severos tabúes, porque alude a una serie de transgresiones respecto a cómo se concibe socialmente el género, la sexualidad y el deseo 33. En esta categoría se circunscriben identidades tan distintas como la de los travestis, los prostitutos viriles, gigolós, personas que ejercen prácticas de prostitución ocasionalmente, y diferentes denominaciones que pueden expresar características únicas que varían de un lugar a otro 32.

Tipos de prostitución masculina

Un elemento de importancia en el análisis de la prostitución masculina, es el conocer las diferentes tipologías y categorías establecidas en la literatura para su denominación, las cuales están dadas en torno al rol, esto es a la existencia sexual 37 que asumen los hombres que ejercen esta actividad.

Se destacan varios nombres y eufemismos: acompañantes masculinos, gigolós, rentboy, miché en Brasil, chacal y mayate en México, taxiboys en Buenos Aires, chaperos en Madrid, jineteros o pingüeros en Cuba, hustler en Norte América, entre otros; denominaciones característicos de la ubicación geográfica y asumida por la tipología o identidad sexual de estos hombres 34,35.

Se identifican dos tipologías de hombres prostitutos, según reconozcan o no su homosexualidad "la creencia de que no son homosexuales por acostarse con estos, está facilitada psicológicamente por un pago en dinero". Pero "la versatilidad y la ambivalencia (... ) y la fusión de prostitución y afección" que caracterizan al hustler, lo hacen desistir de la posibilidad de delinear un estereotipo único 38. Por ejemplo en México, a este tipo de hombres con esta característica se le asigna el término mayate, etiqueta que designa a un hombre prostituto y activo; es así como se asume que los activos no son considerados homosexuales 34,35,39,40,41,42. Se cuenta con la idea que el varón que asume esta identidad genérica, no se le afecta su masculinidad, mientras asuma este rasgo en su sexualidad; es decir, el rasgo "dominante en sus encuentros sexuales, siempre que siga siendo el penetrador y no el penetrado" 34,35,43,44,45. Dentro de esta tipología encontramos a los varones que desarrollan la prostitución viril.

Prostitución viril. El término "prostitución viril" es acuñado por Néstor Perlongher 32 para establecer la diferencia de los servicios sexuales que llevan a cabo los -miché- (término utilizado en Brasil para referirse a los hombres que ejercen la prostitución viril). Estos hombres que se presentan al cliente con una exacerbada masculinidad, permitiendo salvaguardar ese aspecto de masculinidad, se aleja y diferencia la prestación de servicios sexuales llevada a cabo por otras formas de prostitución homosexual, por ejemplo el travestí, quien cobra por su exagerada representación de feminidad; aspecto que no está lejos del fetiche 32.

Asumir un modelo de sexualidad dominante, permite entender la bisexualidad como resultado de un impulso sexual masculino potente e irrefrenable 34,35,46, esta categoría de prostitución masculina es entendida también como prostitución viril 32,34,35. Con fines expositivos, al describir estas etiquetas y categorías se considera útil adoptar la diferenciación que hace Néstor Perlongher entre prostitución viril, prostitución travesti y otras formas de prostitución homosexual 32.

El término prostitución viril también ha permitido analizar: 1) la creación y recreación del cuerpo desde la norma, estableciendo que el cuerpo es una relación entre dominadores y dominados. Relación dada en torno a las reglas que imperan entre el cliente y el sexoservidor. El sexoservidor se asume como dominador en tanto que es el activo penetrador y el dominado se adjudica al cliente, siendo este el pasivo receptor 34,35, conformando así una masculinidad normativa. 2) Los anclajes en los deseos y las prácticas sexuales, los cuales permiten la configuración de una diversidad de identidades de acuerdo con el sistema de género binario, que pueden funcionar como un cuestionamiento, pero también como una confirmación de la 'objetividad' del género. El papel de activo es considerado como el punto de anclaje en la narrativa de los sexoservidores, en el marco de normas culturales en cuanto a la sexualidad, entendida como dominante, se refleja la dominación de lo masculino sobre lo femenino. Situación reproducida en las relaciones homoeróticas 47,48.

Etiquetas de la prostitución masculina

El interés por caracterizar la prostitución masculina, según los lugares donde se desarrolla la actividad, configura una especie de guía social. La denominación de los hombres que ejercen la prostitución masculina está dada de acuerdo al lugar donde se desarrolle la actividad y los espacios geográficos en los que se lleva a cabo esta actividad. Confluyen, en gran parte con los de la escena gay en donde se destacan:

  • 1) Lugares cerrados como: bares, discotecas, saunas y cines pornográficos. En estos lugares sobresalen: strippers, masajistas, sexoservidores de spa, de anuncio en el periódico, locales, saunas, pisos privados, bares o clubes 47,49,50,51,52,53.

  • 2) Sitios públicos como plazas, parques y calles. Destacan etiquetas como strippers, mayates, travestis y trotacalles 18,24,34,35,47,50,54,55,56,57,58.

  • 3) Con el desarrollo tecnológico y virtual en los últimos años y con el advenimiento de las redes sociales, la prostitución masculina es publicitada en espacios virtuales 24,50,56,59,60,61.

  • 4) Turismo sexual masculino. Asociado comúnmente a la subcultura gay 62,63.

Las etiquetas se establecen de acuerdo a la región y al país de origen. Aunque se pueden reconocer otros tipos de ellas en estos lugares, para fines discursivos se presentan de esta manera y aunque no necesariamente se goza de exclusividad geográfica a la hora de desarrollar la actividad, es necesario aclarar que es un fenómeno dinámico y diverso.

1) Lugares cerrados. Estudios han caracterizado psicosocialmente a los denominados trabajadores del sexo masculino que desarrollan su actividad en lugares cerrados y que son gestionados por terceras personas; en países como España se destaca el trabajo de Salmerón 11, quien hace un estudio de corte cuantitativo explorando las circunstancias asociadas a la realidad psicosocial de estos sujetos en dos ciudades de este país y encuentra: 1) en su exploración socio demográfica un gran componente migratorio y de movilidad; baja escolaridad y diversidad en su orientación sexual. 2) En la historial sexual, el inicio de la sexualidad se dio a temprana edad, las fantasías son de gran variedad, homo y heterosexual y reconoció también una proporción no muy alta de abuso sexual en la infancia. 3) En la actividad profesional, encuentra que las motivaciones en gran proporción son de tipo económico, considerando la actividad como algo temporal y en su gran mayoría la iniciaron después de los 18 años, así como también los aspectos económicos en torno a las tarifas y las características del trabajo. 4) Sobre la percepción de riesgo, destaca la exposición a infecciones y no menos importante el riesgo a agresiones. 5) Con relación a las prácticas sexuales con los clientes hombres o mujeres, son la penetración anal, el sexo oral y la masturbación, como las más frecuentes encontradas en estos trabajadores del sexo.

En estos espacios y en muchos lugares que son denominados como clubes 49 es común encontrar los llamados masajistas y strippers o bailarines.

a) El masajista: es una modalidad de prostitución masculina que también prolifera a través del internet y de las casas de masajes, en muchas de estas casas ofrecen personal especializado de ambos sexos, promocionando sus servicios en anuncios publicitarios en periódicos e internet 33,47. Esta categoría cuenta con un mayor grado de organización, en donde existen hombres con un nivel educativo superior, pero que eligen esta opción como forma de obtener ingresos.

b) El stripper o bailarín: no se identifica como prostituto, pero el medio en el que ejerce su actividad le permite combinar de manera simultánea el baile con la prostitución, entendiendo que su actividad principal es la exhibición de su cuerpo, haciendo gala de su masculinidad. Las características de estos hombres giran en torno a la juventud, belleza física y una apariencia muy masculina, que se acentúa con el vestuario y la exhibición constante de la musculatura. Estos sujetos asumen su identidad genérica como heterosexuales 33,47,48 aunque en la práctica no todos los stripper son sexoservidores, es un aspecto que está inmerso en su rol. Particularmente los stripper suelen explicar su participación en la ocupación como una forma de entretenimiento sexual, una indulgencia personal, un "golpe de ego" "catarsis sexual", o como un trabajo hasta que otra cosa se presente. Para el stripper, la creación de la fantasía es el trabajo, el placer que dan, y el placer que parece que están recibiendo es la suma y sustancia del trabajo, es para ellos, solo un trabajo 47,51. El bailarín, se entrega en una figura de fantasía cuyo único deseo es complacer a los clientes, mientras que al mismo tiempo gana dinero 47,51. Los problemas pueden surgir, cuando el control del producto emocional y sexual se desplaza; en este caso, encontrarse sometido a participación en la sexualidad y los comportamientos que son ajenos a sus propios deseos. Se puede explicar la conducta dentro de su repertorio performativo, en donde podría sentir subjetivamente confusión por haber participado voluntariamente. Encontrando cinco situaciones: 1 aceptación de la violación a su intimidad como parte de sus límites hasta ahora desconocidos, 2 la negativa de la responsabilidad, 3 la vergüenza, 4 adormecer la experiencia con las drogas y el alcohol, y 5 la eliminación a sí mismo de lo sucedido 52.

2) Sitios públicos. Se incluyen escenarios callejeros en donde predomina que deambulen, como las plazas o parques, esquinas, calles, baños 34,35,58,64,65,66. Se han explorado los espacios de trabajo sexual masculino y el sexo en público, en donde se destacan patrones de caminar y esperar, mediada por la lectura del entorno 34,35. El caminar ofrece entender las oportunidades potenciales disponibles en el medio; la repetición continua de mirar, caminar y de estar de pie en un lugar, permite a los hombres involucrados en el comercio sexual (cliente - trabajador) y a hombres que tienen encuentros sexuales no comerciales, a reconocerse entre sí 34,35,41,58. Se contribuye a la aparición y persistencia de espacios de encuentro homoeróticos, tanto por hombres que cobran, como los que buscan pares 34,35,66. Los datos pueden traducirse en directrices de alcance directos con relación a momentos del día, ubicaciones apropiadas de contacto, además de proporcionar detalles para prestar servicios eficaces 41,58.

En los estudios de prostitución de calle se destacan factores sociales como la pobreza 34,35,55, juventud, relaciones familiares desestructuradas 34,35,57, donde la mayoría de veces hombres mayores actúan como redes de apoyo; los jóvenes aprovechan su juventud, proyectan imagen de agresividad, siendo esta parte de la supervivencia y de normas de masculinidad para implementar la violencia en la calle; aspectos encontrados en hombres en Estados Unidos 55, México 34,35 y Estambul 67, los hombres estudiados hacen uso de una masculinidad exagerada para negociar las tensiones entre sus entornos de exclusión social local en una floreciente cultura gay, mientras realizan sus interacciones sexuales 'riesgosas' con otros hombres, acercándose a los ideales de la masculinidad hegemónica. Se comercializa el sexo a la luz de subjetividades heterosexuales 67. En este tipo de actividad se destacan ventajas y desventajas asociadas a la prostitución masculina, estudios que apoyan la decisión de participar con una perspectiva de elección racional. Se resaltan: 1) beneficios: económicos y financieros, placer sexual, control de horario de trabajo y afecto. 2) Desventajas: temor a ser detenidos, violencia, tener relaciones sexuales con personas indeseables y que no paguen por los servicios prestados. 34,35,57.

Se ha investigado la prostitución callejera desarrollada por travestis en la ciudad de Oaxaca (México) 68. Estos autores estudiaron a 15 hombres que se asumían como homosexuales, los cuales estaban organizados en un grupo de prevención de enfermedades transmisibles VIH/SIDA. Luchaban por el derecho a trabajar en la calle, así como la promoción de la educación sobre VIH/SIDA entre sus clientes y en foros públicos. Los autores describen: 1) el trabajo. Trabajaban de madrugada, (12 de la noche hacia las 5 o 6 de la mañana). Contaban con carné de salud emitido por las autoridades competentes; no establecían competiciones entre ellos ni contaban con padrotes; su trabajo era autónomo. 2) Ingresos. A estos sujetos les resultaba fácil su trabajo y les reportaba el dinero suficiente para vivir como querían. Sus tarifas van de 80 a 150 pesos por cliente 3) Los servicios que prestan. El grupo se percibe como caliente y excitante, no tienen relaciones sexuales con otros gay pasivos, no buscan estímulos genitales y los cubren durante las relaciones sexuales. 4) Su estilo de vida y familia. Vive la mayor parte con amigas, tienen sus parejas y tres de ellas una hija adoptiva. 5) Sus rituales de transformación. Antes de salir hay grandes preparativos para el cambio de apariencia, su 'look' diurno es de gay, se transforma para la noche y lucirse en la calle. El ritual dura de tres a cuatro horas, dependiendo de la apariencia que decidan adoptar 68.

En los sitios públicos se reconocen: los trotacalles, dentro de los que podemos encontrar sub-categorías, en torno a su existencia genérica en términos de Nuñez-Noriega 37, bien sea los mayates, travestis o los que sí se asumen como homosexuales 47. En países como México se reconocen entre otras tipificaciones la de chichifos y chacales, aunque estos dos últimos no necesariamente se asumen como prostitutos. En este mismo país se destaca el estudio de los sociólogos mexicanos Gomezjara y Barrera 69, quienes publicaron aspectos interesantes sobre la homosexualidad masculina en su estudio sobre la prostitución masculina y femenina. Particularmente se han investigado los contextos sociales y laborales, actitudes, prácticas de riesgo o de prevención en torno al SIDA en grupos de travestis y masajistas en baños de vapor públicos en la ciudad de México.

a) El travesti: la característica principal de esta población, gira en torno a la exageración de sus rasgos femeninos, mediante el maquillaje, el vestuario, el peinado y el uso de prótesis externas. Se identifica un cuerpo de varón con apariencia de mujer; estos sujetos asumen que tienen un alma de mujer en un cuerpo de hombre, sintiéndose de este modo seguros, deseables, mediante la caracterización casi teatral en términos de Butler, J. 70; en este caso con relación a la feminidad 47. En los travestis, el cuerpo se muestra como una ficción, son cuerpos de varón con apariencia de mujer 47.

b) El mayate: Carrier menciona que la palabra fue aplicada para señalar a seres humanos, "primero para los hombres que usaban ropa chillona, llamativa, luego al prostituto que se acostaba con hombres y finalmente a todo hombre que desempeña el papel de insertivo en el coito homosexual". La palabra significa "hombre macho, joven y heterosexual que tiene contactos sexuales ocasionales de carácter insertivo anal con hombres receptivo-anales y afeminados de cualquier edad" 41. Actualmente el uso de la palabra ha cambiado, destacando que las características de los denominados mayates giran en torno a la exhibición de un aspecto masculino, asociado de manera directa a la prostitución, en donde los clientes buscan un cuerpo más masculino. Es así como los hombres que ejercen la prostitución viril son tipificados; en muchos casos asumen su identidad sexual como heterosexuales o bisexuales. Los denominados mayates, ofrecen servicios sexuales a varones en su gran mayoría homosexuales y toman el rol de activos de manera insistente, presentando un aspecto masculino; no se identifican como homosexuales y en ocasiones mantienen relaciones de pareja con mujeres 34,35,41. Se destacan las normas culturales relativas al género masculino, la virilidad es un elemento poseedor de un valor de cambio 34,35. El mayate es entonces el hombre activo penetrador, que establece contacto sexual con hombres por dinero, asumiendo su rol social como heterosexual en la mayoría de las veces con mujer e hijos 34,35. "Es el participante activo en el coito homosexual, pero sin la connotación de homosexual" 41. Es aquel que ejerce la prostitución viril.

c) Los "Chichifos": "son jóvenes que reciben dinero de manera sistemática por tener sexo con otros hombres". También "puede tener la connotación de ratero" 41. Son hombres que establecen relaciones con otros varones de manera frecuente, reciben prebendas económicas o materiales a cambio de exclusividad sexual, es acompañante, "va y viene a merced de su compañero, viaja al lado de su pareja y no busca estabilidad ni tampoco una relación estrecha de compromiso tradicional heterocéntrica de contrato social familiar 41. Se muestra abiertamente sin dinero alguno, sin capacidad de aportación económica o monetaria. Explica directa y abiertamente su situación social y sus posibilidades de aportar "algo" a la relación. Ese algo que está relacionado con la compra del afecto, el cariño, el erotismo, la sensualidad, el placer y el cumplimiento de una fantasía como amor de verano, un romance y por qué no una relación de mutuo acuerdo" 71.

d) Los "Chacales": término que describe Rodolfo N. Morales 72, el cual lo define como: "aquel hombre con características netamente masculinas, sin llegar a la preocupación excesiva por el modelito ni a la sobrecarga de masculinidad como en el caso de los leather". Monsiváis 73 lo describe como:

"En la jerga de los entendidos, el chacal es el joven proletario de aspecto indígena o recién mestizo, ya descrito históricamente como Raza de Bronce [...] el chacal es la sensualidad proletaria, el gesto que los expertos en complacencias no descifran, el cuerpo que proviene del gimnasio de la vida, del trabajo duro [... ] es la friega cotidiana y no el afán estético que decide la esbeltez. El chacal tiene por hábito [... ] sentirse ampliado, deseado así nadie lo contemple [... ] El chacal no mira para no regalar su mirada, pero se deja mirar para ascender en su autoestima [:::] las camisetas entalladas, los jeans ajustados y convenientemente rotos, las gorras de béisbol, el perfeccionamiento de la mirada hostil o indiferente que sin embargo invita [...] de ningún modo el prostituido, en modo alguno el inaccesible... " 73.

El chacal es un tipo de aspecto hipermasculino, que pueden llegar a establecer relaciones con otros hombres a cambio de prebendas económicas pero no necesariamente se asumen como sexoservidores 33. La hipermasculinidad está caracterizada por la exageración casi teatral de lo que se considera como 'masculino', manifestada en un cuerpo y corporalidad a través del comportamiento con tendencia a lo rudo, violencia, carencia de afectividad y exceso de agresividad. Los hombres hipermasculinos generalmente se asocian a seres maleantes que consolidan su autoestima y ganan el respeto de sus pares a través del comportamiento violento y el rechazo de cualquier actitud que se considere femenino o afeminado 34,35,74. El chacal hace referencia a los hombres de estratos socioeconómicos bajos que en su gran mayoría trabajan en construcción, su identidad genérica es asumida como hombres heterosexuales o bisexuales, pues al hacer gala de su exagerada masculinidad, venden la idea de macho activo 34,35,47.

Estas tres últimas etiquetas mayate, chichifo y chacal son reconocidas en México, Guatemala y Nicaragua principalmente.

Posturas basadas en estudios sobre hombres identificados como heterosexuales que trabajan en la calle, sugieren que este colectivo debe recibir asesoramiento y ser educados sobre el abuso de drogas y prevención de VIH/ ITS 60,77. Logana 61 en Estados Unidos, encontró desde una óptica de masculinidad hegemónica, que en su mayoría, estos varones no se identifican como gay. Aspecto encontrado también por Mendieta-Izquierdo 34,35. También el cuerpo y la corporalidad tienen gran demanda e importancia, confirmando las formas físicas masculinas hegemónicas.

3) Escenarios virtuales. Es un grupo poco estudiado, se asume que no difieren mucho de los hombres que ejercen la prostitución de calle en cuanto a necesidades. En Canadá Morrison, 76, en un estudio cualitativo realizado a masajistas contratados por una agencia que publicitaban servicios en internet, encontró que la mayoría de los entrevistados cree que el trabajo sexual es estigmatizado, pero este estigma es atribuido por la tendencia de la sociedad a confundir, 'escort' / masajista erótico, con prostituto callejero y la visión negativa de la sociedad de la sexualidad en general y de la homosexualidad en particular. La percepción de estos hombres sobre el comercio sexual antes y durante su participación se da en dos vías: los que perciben su ejercicio desde la mitificación de 'prostituto', la cual es perjudicial para ellos, y otro que no tiene claramente definida su labor, la percibe como positiva.

4) Turismo sexual masculino. Es otra modalidad, cuenta con poca producción científica y gran interés social. Se reconoce en ciudades de gran afluencia turística, es penalizada y se asocia a trata de personas, redes de venta de drogas y a la subcultura gay. En las personas que se involucran en esta modalidad de prostitución, también se destaca la motivación económica 63. Los estudios de hombres que ejercen esta forma de prostitución se centran en describir las relaciones entre los turistas gay y los hombres que contratan en sus viajes. La gran mayoría se asumen como compañeros para turistas extranjeros. En estos varones el deseo, se enmarca sobre relaciones de hospitalidad, su construcción es solo de intercambio económico o de bienes y servicios a cambio de dinero 62.

Se ha estudiado el turismo sexual en México y en particular en Cancún como problema de salud pública. En este estudio se analizaron las entrevistas a doce jóvenes que se autodefinen como prostitutos. Se destaca el riesgo al contagio de enfermedades de transmisión sexual como el VIH/ SIDA, al que se exponen. Sus servicios los ofertan en lugares como: spa, anuncios en periódicos, internet, tarjetas personales o en las calles de Cancún. Cancún se etiqueta como un destino de turismo sexual, con el incremento y la incorporación de menores de edad en esta actividad, evidenciando la falta de control sanitario en los sexoservidores. Dentro de las causas descritas del incremento de menores de edad se destacan: la disfunción familiar, que va desde la incomprensión, el maltrato físico y psicológico, hasta antecedentes de violación y pobreza. No existen políticas públicas o estrategias que regulen la actividad, ni programas de salud, haciendo evidente la falta de control sanitario en esta población 24.

Discusión

Los hombres que desarrollan la actividad provienen de estratos socioeconómicos bajos, existe diferencias en los diferentes grupos y etiquetas, en cuanto a condiciones de trabajo, exposición a riesgos, prácticas sexuales y medidas preventivas en torno al riesgo 34,35,77. Los masajistas mantienen una identidad masculina heterosexual, la cual no se ve cuestionada por tener sexo con otros hombres, siempre que se asuma el rol de penetradores en el sexo oral y anal; mantienen una conducta preventiva, hacen uso del condón y siguen las políticas del establecimiento. Por otra parte, el grupo de travestis llevan una vida marginada, de constante confrontación diaria, su trabajo no es explotado por otros, pero se ven expuestos a mayores peligros y violencia, aumentando el riesgo para esta población. Los travestis son más abiertos en torno a sus prácticas y disfrute sexual, encontrando su conducta preventiva como alarmante, por la no frecuencia del uso del condón 5.

El ejercicio de la prostitución de hombres en sitios públicos -plaza o parque-, instituyen una de las prácticas de mayor ocultamiento, represión y discriminación, cuyo conocimiento desde las ciencias sociales es escaso. Los varones que hacen uso de estos espacios han sido identificados como un grupo que tiene necesidades específicas en materia de vivienda, salud sexual, gestión de abuso de sustancias y situaciones ilícitas 34,35,58,78.

Estos aspectos establecen la base para que la prostitución masculina se contemple como un problema de salud pública, en tanto que aluden aspectos socioculturales como: carencias de recursos, relaciones al interior de familia, aspectos relacionados con la niñez y con sus grupos de pares. Así como el reconocimiento social y cultural que el sexo es factible de ser comercializado, el que tiene dinero lo compra y lo adquiere. Se reconoce una oferta y demanda, un mercado del sexo, develando así el riesgo para la salud al desempeñar esta actividad. Los mundos y cuerpos en los que vive el hombre que ejerce la prostitución no son universales y atemporales, por el contrario, son diferentes según la cultura, el tiempo o época histórica, y la familia en que nace 34,35.

La población de sexoservidores masculinos se considera un potencial problema como agentes de riesgo para ETS y VIH/SIDA para sus parejas, sus futuros hijos, sus clientes y ellos mismos 34,35. Estos elementos se configuran en un cuerpo que se vende, se compra, se comercializa, aceptando prácticas corporales que se alejan de las normas convencionales para los usos de los cuerpos 79. Su análisis puede llegar a permitir una mejor comprensión del contagio de enfermedades de transmisión sexual en hombres que ejercen la prostitución y las complejas asociaciones de HSHyM (hombres que tienen sexo con hombres y mujeres), como elementos de orden sociocultural y contexto, en la que las relaciones y comportamientos están inmersos. Su comprensión permitirá orientar programas de prevención de VIH/ SIDA para HSHyM 80 y en particular hombres que se prostituyen.

Si algo es característico de los comportamientos, conductas y percepciones del sexo y vínculos afectivos entre hombres, es justamente su infinidad de manifestaciones 81. En jóvenes sexoservidores que ejercen la denominada prostitución de calle, bares, baile nudista y acompañante sexual, se encuentran aspectos característicos como: 1) Fuerte asociación entre toxicomanía y prostitución. Es difícil distinguir cuál de estas actividades trajo consigo la otra. La asociación entre estas dos actividades fue denominada como 'La Deriva', término que es entendido cómo "las ganancias de la prostitución le sirven ante todo para financiar su consumo de drogas y alcohol". 2) 'El sobresueldo': la prostitución es un medio provisional u ocasional para incrementar ingresos. 3) 'La pertenencia': en donde la prostitución ya existía en su familia o esta llega a ser su familia y 4) 'la liberación': término que designa la prostitución como escenario de realización personal 34,35,82.

De este modo se hace evidente que las intervenciones preventivas y la organización comunitaria, deben tomar en cuenta la cultura, identidad y política de los grupos sociales 83. Debe existir una cultura de prevención e intervención diferente entre los hombres que ejercen la prostitución por internet, los que buscan a sus clientes en la calle, o por otro medio 20,21,84. En pocas palabras, los riesgos específicos de estas poblaciones requieren políticas de prevención específicas 64. Se hace necesario para hacer frente a la epidemia del VIH/SIDA recuperar de los márgenes a las poblaciones vulnerables, para que puedan tomar control sobre su salud y sus vidas 85,86.

Consideraciones finales

La evidencia empírica y conceptual devela el debate en torno a la designación de términos, prostitución masculina, trabajo sexual masculino y sexo-servicio, así como la gran diversidad de etiquetas según el lugar donde se desarrolle y las prácticas sexuales que asuman los hombres que ejercen la prostitución.

Los estudios de prostitución masculina han tomado diferentes puntos de análisis:

Primero. Caracterización de la población. Se destacan aspectos sociales en torno a la educación, relación con la familia, prácticas sexuales, uso de drogas y relación directa con el VIH/SIDA, desvelando la gran importancia de seguir avanzando en torno a estos ejes.

Segundo. La relación cliente sexoservidor. No hay mucha evidencia en torno a las características de las relaciones entre los hombres que ejercen la prostitución y sus clientes. El cuerpo es un eje central en esta relación. El contacto físico con los clientes gira en torno al contacto físico oro-genital (Pene-Boca), estableciendo una distancia afectiva; contrario a esto, algunos hombres que ejercen la prostitución establecen una relación vagamente generosa en un marco económico, normas y códigos cliente-sexoservidor, instituidas de manera conjunta.

Tercero. Etiquetas de la prostitución masculina. Es denominada de acuerdo a los lugares y forma en donde se desarrolla, estableciendo categorizaciones dentro de estos grupos, las cuales son dadas de acuerdo a la región o país de origen. De este modo, los hombres que hacen gala de una masculinidad exagerada demostrada a través de su cuerpo, la establecen como objeto de venta al no mostrarse ni identificarse como homosexuales.

Cuarto. Las jerarquías sexuales. El cuerpo es un elemento de tensión en los hombres que ejercen la prostitución, dados los componentes culturales y sociales en torno a este, permeando de manera directa en la construcción de su identidad, así como de sus convenciones sociales y jerarquías sexuales con sus pares y sus clientes.

Se hace necesario la búsqueda de más elementos que brinden herramientas desde resultados empíricos para la mejor comprensión del problema.

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Recibido: Mayo de 2015; Aprobado: Julio de 2015

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