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Print version ISSN 0124-8693

Tend. vol.14 no.2 Pasto July/Dec. 2013

 

Artículos y ensayos

CONFRONTACIÓN DE LA TEORÍA CLÁSICA FRENTE A LA KEYNESIANA SOBRE EL MERCADO DE TRABAJO: EL CASO DE COLOMBIA

SHOWDOWN OF THE THEORY TO THE CLASSIC KEYNESIAN ON THE LABOR MARKET: THE CASE OFCOLOMBIA

Ana Cristina Argoti Chamorro 1  

1. Economista. Esp. en Docencia Universitaria. Universidad de Nariño y Esp. en Gerencia de Mercadeo Universidad de Nariño y Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Magíster en Mercadeo Agroindustrial Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Docente Universitaria: Universidad de Nariño. Universidad Mariana. anacris213@yahoo.es - Colombia


RESUMEN

El artículo presenta un análisis con relación al empleo contrastando dos teorías económicas: la clásica y la keynesiana, situando el estudio en el caso particular del mercado laboral colombiano.

La pretensión expuesta en este texto surge del interés por complementar la reflexión adelantada en el artículo: “Algunos Elementos sobre la Teoría Clásica del Empleo y la versión Keynesiana” publicado en la Revista Tendencias en el segundo semestre de 2012, en donde se encuentran plasmados los elementos básicos del marco teórico de las dos escuelas de pensamiento económico que se pretenden confrontar con la realidad nacional.

En el cumplimiento de este propósito, se realiza una referencia a los principios fundamentales de las dos escuelas, para continuar con una disertación sobre la importancia del mercado laboral, y la situación del empleo en el mundo, situando el análisis hacia los países latinoamericanos y en particular a Colombia.

Este análisis se lo aborda desde una revisión documental en fuentes secundarias y terciarias que ilustran la problemática para cotejar estos diagnósticos con las teorías del empleo, concretamente la Clásica y la Keynesiana.

Se concluye que, a pesar de referirse a contextos históricos diferentes, los diagnósticos sobre el desempleo en la actualidad, se ajustan más a la versión keynesiana al tratarse de un paro forzoso y estructural, que no depende de la ‚flexibilidad de los salarios, sino más bien de la falta de fuentes de empleo que se crean a través de la inversión. Sin embargo, debido a que las propuestas de solución han sido insuficientes, sorprende observar como hasta la actualidad, se fusionan las recetas clásicas y keynesianas, al buscar, por una parte flexibilizar el mercado laboral y simultáneamente dinamizar la demanda global a través de sus componentes ajustándose a las circunstancias macroeconómicas de cada nación.

Clasificación JEL: E24

Palabras claves: Mercado Laboral; Desempleo; Demanda de Empleo; Oferta de Empleo.

ABSTRACT

The article presents an analysis in relation to employment by contrasting two economic theories: classical and Keynesian, by placing the study in the particular case of the Colombian labor market.

The pretension exposed in this text arises from the interest to supplement the reflection advanced in the article: “Some elements on the classical theory of employment and the Keynesian version” published in the journal Trends in the second half of 2012, where are embodied the basic elements of the theoretical framework of the two schools of economic thought that are intended to confront the national reality.

In the accomplishment of this purpose, there is a reference to the fundamental principles of the two schools, to continue with a presentation on the importance of the labor market, and the employment situation in the world, placing the analysis toward the Latin American countries and in particular to Colombia.

This analysis is approached from a documentary review in secondary and tertiary sources that illustrate the problems to collate these diagnostics with the theories of employment, specifically the Classical and Keynesian.

It is concluded that, despite referring to different historical contexts, the diagnostics on the unemployment in the present, are more in line with the Keynesian version, to being a forced and structural unemployment, which does not depend on the flexibility of wages, but rather on the lack of sources of employment opportunities that are created through investment.

JEL Classification: E24

Key words: Labor Market; Unemployment; Demand for Employment; Job Offer.

INTRODUCCIÓN

El empleo es un área de mucha importancia porque involucra en su estudio aspectos no solamente económicos sino también sociales, relacionados con la calidad de vida y el bienestar de las personas.

A pesar de que el empleo ha sido profundamente analizado por distintas escuelas de pensamiento económico, el desempleo es un problema que no se ha podido solucionar y afecta a todas las economías en el mundo, atacando indistintamente a naciones desarrolladas y en vías de desarrollo.

El argumento del artículo consiste en analizar los planteamientos clásicos y keynesianos del empleo, contrastando ambas posiciones teóricas con la situación colombiana, identificando tanto el diagnóstico del problema como las estrategias de solución formuladas en cada una de las corrientes económicas, considerando por supuesto las limitaciones de cada uno de los postulados teóricos al referirse a contextos completamente diferentes, entre el momento en el que se teoriza y la realidad actual.

Para cumplir con este propósito, se presentan unos condicionantes para el análisis, seguido de una comparación desde el punto de vista teórico - conceptual de las dos escuelas que se pretenden confrontar.

Las confrontaciones de las teorías, se plantearán en tres sentidos complementarios: (i) similitudes teóricas; (ii) diferencias teóricas; y (iii) contrastes con la realidad, las cuales se abordarán después de realizar una revisión sobre la importancia del estudio del mercado laboral, para continuar con un repaso por las condiciones del mismo en el mundo, hasta llegar a la situación en los países de América Latina en general y particularmente en Colombia. A partir de allí se elabora el argumento central del artículo y las conclusiones.

Asumiendo una técnica de revisión bibliográfica y contrastando las teorías planteadas con las realidades presentadas se desarrolla el presente artículo.

LA TEORÍA CLÁSICA Y LA TEORÍA KEYNESIANA DEL EMPLEO VERSUS LA SITUACIÓN DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA

CONDICIONANTES PARA EL ANÁLISIS DE LAS TEORÍAS:

  • Se debe considerar que tanto la teoría clásica del empleo, como la versión keynesiana contienen postulados que tratan de explicar la situación del desempleo dentro de economías que funcionan bajo el modo de producción capitalista.

  • En este orden de ideas, la escuela clásica planteó sus postulados teóricos en una época en la que el capitalismo se encontraba en su fase inicial de evolución, es decir; en la etapa pre-monopolista, en donde las contradicciones propias de este modo de producción no eran aún tan visibles, así como tampoco los problemas económicos que caracterizan al capitalismo, entre ellos el desempleo y las grandes concentraciones de poder económico y político en pocas manos.

  • Se utiliza la denominación: “Economistas Clásicos” tal y como lo trabajó John Maynard Keynes en su obra “La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”; es decir, haciendo alusión a los economistas anteriores a Keynes, fundadores de una teoría que culminó con Ricardo (Keynes, 1981:15) y en donde los planteamientos más completos y lógicos referidos a la teoría de la ocupación, están contenidos en las concepciones del profesor Pigou (Keynes, 1981:19).

  • Por su parte la teoría keynesiana está contenida en la obra “La Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero” y tiene un contexto diferente al de la escuela clásica, pues se trata de postulados emitidos en la fase imperialista donde las crisis del capitalismo están a la orden del día, generando consecuencias negativas como la proliferación del desempleo.

  • Las condiciones de 1930, contexto en el que se desarrolla la teoría keynesiana, no son las mismas que identifican el entorno económico, político y social de los países en la actualidad, el cual está caracterizado por procesos de internacionalización, que implican la movilización de mercancías, servicios y capital entre naciones; así como también por la globalización que genera interacción e interdependencia entre factores y actores dentro de un proceso productivo, con la aparición de las grandes multinacionales y de las fusiones y adquisiciones de empresas como estrategias para eliminar la competencia y hacer prevalecer los monopolios, rasgos distintivos claves del neoliberalismo actual (Caicedo,2002: 5 -7).

  • De la misma manera, se presenta en la actualidad, el desarrollo significativo de la macroeconomía financierista o macroeconomía del desarrollo, basada en el enfoque de equilibrios integrales tanto en las finanzas públicas, en el control de la inflación y en la apertura de la cuenta de capitales; compatibles con niveles correctos en los precios macroeconómicos claves, como son el tipo de cambio y la tasa de interés (Ffrench, 2008:3).

  • Todos estos rasgos, condicionan las propuestas de solución planteadas por las dos escuelas de pensamiento económico, pero aún así, se intenta determinar hasta qué punto estas teorías son contempladas en la actualidad y si sus planteamientos de solución pueden aliviar, aunque sea solo en parte, la situación existente en el mercado laboral.

CONFRONTACIÓN TEÓRICO-CONCEPTUAL ENTRE LA ESCUELA CLÁSICA Y LA CORRIENTE KEYNESIANA

i) SEMEJANZAS TEÓRICO - CONCEPTUALES:

  • Referidas al estudio del empleo:

Tanto la escuela clásica como la corriente keynesiana plantean teorías explicativas sobre los elementos que determinan la ocupación de los factores de producción disponibles en una economía, aún cuando el nivel de profundidad del estudio no es el mismo. Particularmente, la escuela clásica logró construir toda una estructura teórica basada en principios y postulados que intentan explicar en forma exhaustiva el problema del origen y la distribución de la riqueza, como temas económicos que concentraron su estudio. Sin embargo, se encuentra también de forma somera el análisis de la ocupación real de los recursos disponibles en una economía. Por su parte la corriente keynesiana aborda como tema central del estudio en La Teoría General, los factores que determinan la ocupación de los recursos disponibles en una economía toda vez que el incremento masivo e incontrolable del desempleo de los factores de producción, pero, principalmente de la mano de obra, conllevó a que Keynes reparara sobre este fenómeno, porque las explicaciones clásicas de la teoría del empleo, aunque muy lógicas en su fundamentación, fallaban al aplicarlas al mundo real.

  • Referidas al Método utilizado:

La Teoría clásica y la corriente keynesiana presentan sus postulados de forma lógica basados en principios y teorías que se sostienen uno dependiendo del otro, de tal manera que al desmoronarse uno de ellos todo el edificio de pensamiento teórico se derrumbaría. Esta lógica en la formulación de los postulados teóricos obedece al hecho de que las dos escuelas de pensamiento formulan sus teorías a partir de la utilización de métodos científicos, que le dan a sus planteamientos un criterio de madurez. Particularmente la escuela clásica utilizó el método deductivo y la corriente keynesiana utilizó la combinación del método inductivo - deductivo.

  • Referidas a los Postulados Fundamentales:

El profesor Pigou, como máximo representante de la escuela clásica en la teoría del empleo, consideraba al igual que Keynes que las tasas de salarios no son lo suficientemente flexibles, razón por la cual entre más rígidos los salarios, más fluctuará la ocupación (Pigou, 1927: 176). Por lo tanto, es válido afirmar que Keynes creía como los clásicos que los salarios reales y la ocupación tienen una correlación inversa.

Se afirma en la obra de Keynes que la teoría clásica se basa en dos postulados fundamentales: El primero que el salario es igual al producto marginal del trabajo y que esta igualdad determina la función demanda de ocupación, postulado que Keynes aceptó como válido hasta cierto punto, toda vez que el producto marginal disminuye a medida que la ocupación aumenta como consecuencia de la ley de los rendimientos marginales decrecientes, razón por la cual los salarios reales y la ocupación están íntimamente relacionados, si se supone como dados en el corto plazo la organización, el equipo y la técnica y que por lo tanto, la igualdad puede ser perturbada si la competencia y los mercados son imperfectos (Keynes, 1981: 17).

El segundo postulado de los clásicos que define la función oferta de empleo se basa en la identidad, utilidad del salario igual a la desutilidad marginal del volumen de empleo, que Keynes la aceptó parcialmente, hasta el punto donde la oferta de empleo presenta una inflexión y se retrotrae cambiando su pendiente.

ii) DIFERENCIAS TEÓRICO-CONCEPTUALES

  • Referidas al Objeto de Estudio:

Los postulados de la Economía Clásica, se orientan a trabajar en forma exhaustiva el origen y la distribución de la riqueza, a través de la remuneración a los diferentes propietarios de los factores de producción. Esto se debe básicamente al hecho de que la economía surgía como ciencia y por lo tanto, su objeto de estudio estaba concentrado en estos aspectos, dedicándose muy poco al estudio de los factores que determinan la ocupación real de los recursos disponibles en una economía.

Para la época, el escaso desarrollo del modo de producción capitalista, conllevó a que la ley de Say encontrara su espacio de validez en el mercado laboral y toda oferta de trabajo fuera absorbida automáticamente por una unidad de demanda sin ocasionar problemas graves de desempleo. Esta situación conllevó a que Keynes afirmara, que por parte de la escuela clásica existía un vacío con respecto a la teoría de la ocupación y que ésta fallaba al aplicarla al mundo real, toda vez que su argumentación fue precaria frente a la aparición del incontrolable desempleo que se desencadenó durante el período de 1929 a 1934, época que contextualiza a la Teoría keynesiana. De esta manera, para Keynes la determinación de los elementos que inciden en la ocupación de los factores de producción, constituye el objeto central de su estudio, razón por la cual denomina a su obra “La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” en donde en forma directa y exhaustiva Keynes trata de encontrar la explicación de los determinantes del empleo.

  • Referidas al Método Utilizado:

El siglo XVIII denominado siglo de las luces, fue el período que vio a la economía convertirse en ciencia, debido a la formulación de las primeras teorías, leyes, principios y modelos explicativos de la realidad económica, construidos a partir de la utilización de un método científico. Esta importante tarea de formulación de las primeras teorías científicas de la economía, le correspondió a la escuela clásica, que intentó amoldar sus formulaciones teóricas, a partir de la utilización del método deductivo propio de las ciencias naturales, que eran las únicas consideradas como ciencias en esa época.

Transcurridos dos siglos después de que la economía alcanzara el estatus de ciencia, Keynes considera que las teorías económicas deben formularse para servir al fin de interpretar los problemas y de proponer los remedios a cada situación económica, razón por la cual es partidario de una combinación de los métodos inductivo-deductivo, una vez apartadas las visiones inconvenientes de ambas metodologías, evitando recurrir a estos métodos en sus formas extremas para la teoría económica, afirmando que la economía no puede ni debe ser equiparada con las ciencias naturales. Bajo esa visión integrativa de los métodos inductivo- deductivo Keynes formula sus postulados en la Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero.

  • Referidas a las Premisas Fundamentales:

La teoría clásica defiende la premisa fundamental, de que el sistema flexible de precios conduciría inevitablemente a la ocupación plena. Si el precio que se paga por el uso de la fuerza de trabajo es el salario, entonces un sistema flexible de salarios aseguraría la situación ideal de pleno empleo, a no ser que surgieran perturbaciones ocasionales en el mercado de trabajo. Keynes por su parte considera que los salarios nominales son inflexibles a la baja, mientras que los salarios reales están disminuyendo permanentemente debido al incremento en el nivel general de los precios sin que esto alivie para nada la situación de desempleo dentro de la economía, debido a que el nivel de ocupación es inelástico frente a los salarios, porque lo que se requiere dentro de una economía son fuentes de empleo que se crean a través de la inversión, la cual a su vez depende de la eficiencia marginal del capital (Keynes, 1981:20).

  • Referidas al Agente Regulador de la Actividad Económica:

La escuela clásica le asigna un papel fundamental al mercado como el regulador por excelencia de la economía y el mejor distribuidor de los recursos. De esta manera, el mercado de trabajo, guiado por el laissez-faire, conduciría inevitablemente a las economías a la situación ideal de equilibrio, donde se alcanza la optimización de todos los recursos y la posición privilegiada de pleno empleo de los factores de producción, o por lo menos un nivel muy alto de ocupación, casi compatible con el pleno empleo, esto debido a que toda oferta crea automáticamente su propia demanda y por lo tanto no existe ningún obstáculo al incremento real del empleo. Por su parte, Keynes en la “Teoría general” ataca el funcionamiento de la Ley de Say, dentro del mercado de trabajo y cuestiona el papel que cumplen los salarios en el ajuste automático hacia la ocupación plena.

El argumento básico de Keynes, consiste en plantear que la Ley de Say no se cumple, y en contraposición con este planteamiento propone el principio de la demanda efectiva en donde las funciones de oferta y demanda agregadas son diferentes, ambas tienen pendiente positiva pero la demanda agregada tiene una pendiente inferior a la unidad por la existencia de la propensión marginal al consumo, de tal forma que la demanda agregada se convierte en un obstáculo para incrementar los niveles de empleo hasta el punto exacto para alcanzar el pleno empleo. De esta manera, la economía funcionando a través del libre juego de oferta y demanda, conlleva a ubicar al sistema económico en un nivel de empleo de equilibrio que generalmente está por debajo del nivel de pleno empleo. Por lo tanto, el libre funcionamiento de las fuerzas de mercado no garantiza el pleno empleo, sino que por el contrario existirán siempre niveles de desempleo involuntario ó forzoso dentro de los sistemas económicos, aún cuando estos se encuentren en situación de equilibrio, razón por la cual se necesita la intervención moderada del estado a través de la inversión y de la utilización de los instrumentos de política económica para conducir al sistema al incremento de la ocupación plena.

  • Referidas a la Situación de Equilibrio:

Para la escuela clásica el equilibrio de la economía es siempre compatible con la situación de pleno empleo por el cabal cumplimiento de la ley de Say, mientras que para Keynes el equilibrio de la economía se alcanza en el punto de la demanda efectiva y es compatible con la existencia de desempleo involuntario o forzoso (Keynes, 1981:34).

  • Referidas a la Demanda de Empleo:

Para la escuela clásica la curva de demanda de empleo está representada por las empresas que son las que necesitan mano de obra para accionar los equipos y la maquinaria que les permite producir y parten de considerar que el salario es igual a la Productividad Marginal del Trabajo, que es el valor que se perdería si la ocupación se redujera en una unidad. La productividad marginal del trabajo es plenamente conocida por el empresario y a partir de la ley de los rendimientos marginales decrecientes la productividad marginal del trabajo disminuye a medida que la ocupación aumenta. Keynes por su parte, consideró que el salario no siempre es igual a la productividad marginal del trabajo porque se presenta explotación dentro del modo de producción capitalista, que en ocasiones fija el salario por debajo de la productividad marginal del trabajo y también por la existencia de los sindicatos que determinan los salarios por encima de la productividad marginal del trabajo. Por otra parte, en determinadas circunstancias la curva de demanda de trabajo puede cambiar de sentido; fundamentada en la existencia de personal calificado y/o que posee mucha experiencia. Entonces, a mayor salario devengado por este tipo de personal se incrementa la demanda de las empresas por estos trabajadores.

  • Referidas a la Oferta de Empleo:

Los clásicos consideraban que la oferta de empleo la realizaban los trabajadores, que son las personas que ponen a disposición de las empresas su fuerza de trabajo, es decir; sus capacidades físicas e intelectuales. Esta función de oferta parte del supuesto de que la utilidad del salario debe ser por lo menos igual a la desutilidad marginal del volumen de empleo, pero preferiblemente, la utilidad del salario debería ser mayor a la desutilidad marginal del volumen de empleo, de forma tal que a mayor salario, mayor oferta de empleo, toda vez que un salario mayor permite satisfacer mejor las necesidades de los trabajadores y por lo tanto, sería un atractivo para ofertar más empleo, estableciendo entonces, una relación directamente proporcional entre el nivel de los salarios y el nivel de oferta.

Keynes afirma que la curva de oferta poseía pendiente retrógrada, es decir en su trayectoria la curva tiene inicialmente pendiente positiva corroborando la relación directamente proporcional entre los salarios y el nivel de oferta hasta llegar a un punto de inflexión en donde la curva de oferta cambia de pendiente por la existencia de personal altamente calificado ó por los pensionados que podrían devengar un salario muy alto por sus conocimientos y experiencia, pero la oferta disminuye respondiendo a una relación inversamente proporcional dada la escasez de este tipo de trabajadores en el mercado ó simplemente porque ya no les interesa trabajar por ningún salario.

  • Referidas a la Situación de Desempleo:

Para los clásicos el desempleo se presenta porque la desutilidad marginal del volumen de empleo excede la productividad marginal del trabajo, que en otras palabras representa un exceso de oferta frente a una escasa demanda. Para recobrar el equilibrio los clásicos confían en el perfecto mecanismo auto regulador de las economías de mercado, en donde el ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo dependía totalmente de la flexibilidad de los salarios que conllevarían a la existencia del pleno empleo. De esta manera, surge la proposición de que si en algún momento en la economía existiera desempleo, ésta situación de ocio era voluntariamente aceptada por parte de los trabajadores, argumentando que estos no deseaban vincularse al mercado laboral porque: i) las personas poseían otros factores de producción y por lo tanto vivían de las rentas que proporcionaban sus tierras, o de los intereses de sus capitales, y/o de las ganancias de sus empresas, ii) a las personas no les interesa trabajar por bajos salarios, iii) eran personas que no estaban dispuestas a desplazarse de sus lugares de origen, iv) existen sindicatos en donde se presenta la resistencia de los trabajadores a aceptar salarios reales más bajos, quienes de esa manera y coordinados a través de estas organizaciones impedían que el exceso de oferta de fuerza de trabajo sobre su demanda se tradujera en una reducción de su salario real.

Keynes por su parte considera que el desempleo obedece a la incapacidad de la demanda efectiva para absorber todas las unidades de empleo disponibles dentro de un mercado, permitiendo garantizar un nivel elevado de ocupación. En otras palabras el nivel de empleo está determinado por la demanda efectiva, ya que siempre el sistema económico tiende automáticamente hacia el nivel en que la demanda agregada se hace igual a la oferta agregada. Es decir, la economía abandonaba a las libres fuerzas del mercado alcanza el nivel de empleo de equilibrio en el punto de la demanda efectiva, pero no el nivel de pleno empleo que generalmente se ubica más a la derecha del empleo de equilibrio, porque el pleno empleo está dado por la disponibilidad de la fuerza de trabajo y no por la demanda efectiva. Solo hay un punto donde la demanda agregada es capaz de absorber exactamente la oferta agregada arrojando la ganancia esperada por los empresarios, ese punto es el de la demanda efectiva, que se ubica por debajo del pleno empleo. Si el empresario quiere incrementar la producción para absorber más mano de obra, se abre una brecha entre la oferta agregada y la demanda agregada, que tiende a hacerse mayor a medida que la ocupación aumenta por la existencia de la propensión marginal al consumo, razón más que suficiente para obligar al empresario a retornar al punto de la demanda efectiva. De esta manera, en la economía se puede presentar una situación de equilibrio compatible con el desempleo involuntario ó forzoso (Keynes, 1981: 36-37).

  • Referidas a la Solución del Desempleo:

Los economistas clásicos consideraban que el ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo dependía totalmente de la flexibilidad de los salarios que conllevarían a la existencia del pleno empleo. Keynes por su parte, considera que para aliviar el problema del desempleo se deben incrementar los niveles de la demanda agregada efectiva, a partir del estímulo a sus componentes: el consumo, la inversión, el gasto público y las exportaciones netas.

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DEL MERCADO LABORAL

La situación del mercado laboral ha llamado la atención de los grandes economistas durante todo el tiempo, razón por la cual, las más importantes escuelas de pensamiento económico han teorizado al respecto, como la teoría clásica y la versión keynesiana; entre otras. Sin embargo, mucho se ha profundizado desde la teoría económica, pero en la práctica siguen siendo débiles las explicaciones y diagnósticos para generar propuestas de solución efectivas al desempleo que tiende a perpetuarse dentro de los sistemas.

Este interés se debe, entre otras cosas, al hecho de que el desempleo es una situación que afecta a casi todas las naciones en el mundo, convirtiéndose en un problema estructural que genera consecuencias tanto de índole económica como sociales, al involucrar al factor de producción más importante que es el trabajo.

De esta manera, cuando se habla del empleo se hace referencia a un área neurálgica de análisis, que se concentra en el estudio del mercado laboral y la situación de empleo y/o desempleo de la mano de obra y que tiene que ver con mucho más que tener simplemente un puesto de trabajo. Desde esta óptica se plantean como objetivos a alcanzar dentro del mercado laboral los siguientes:

  • Encontrar un buen empleo: Significa que el empleo debe tener en cuenta las competencias laborales, es decir; aquello para lo cual ha sido capacitada y/o adiestrada la mano de obra. Las competencias están referidas al saber hacer y al saber actuar frente a las exigencias de un contexto, por lo que implican la utilización de los conocimientos, habilidades, destrezas, procedimientos y estrategias, otorgadas por el sistema educativo para la solución de problemas relacionados con las diferentes áreas del conocimiento (Guerrero, 2008: 93). Esto significa que las tasas de subempleo o subutilización de la mano de obra no son deseables.

  • Encontrar un buen salario: La remuneración recibida por el desempeño de una actividad laboral, debe alcanzar como mínimo para cubrir adecuadamente las necesidades básicas.

  • Reducir el tiempo del desempleo: Esta característica va en contra de la ociosidad de la mano de obra por cuanto se constituye en un desperdicio y debilitamiento de las capacidades físicas e intelectuales de los trabajadores.

  • Generar un alto nivel de empleo que equivale a tener una baja tasa de desempleo, la cual no debe ser superior al 3.5% anual para que exista estabilidad económica en una región.

Estos objetivos, exigentes dentro del mercado laboral, hacen que en muchos países, sobre todo en los de menores tasas de crecimiento económico, el empleo se convierta en el área de peor desempeño macroeconómico, en donde es urgente encontrar medidas que alivien esta difícil situación.

LA SITUACIÓN DEL MERCADO LABORAL EN EL MUNDO

Es lógico pensar que el problema del desempleo tiende a concentrarse con mucha más fuerza en aquellas naciones caracterizadas por presentar bajos niveles de crecimiento económico, ligados a fluctuaciones incontrolables e impredecibles en sus niveles de inversión y en la demanda agregada efectiva, tal y como lo diagnosticaba el economista Keynes. Sin embargo, este problema ha tocado sin contemplación a todos los países en el mundo, sin respeto alguno por la posición de las naciones como potencias económicas mundiales, tal y como lo vemos en la actualidad con la situación presentada en Estados Unidos y la Unión Europea que sin lugar a dudas son las economías más grandes del mundo.

El debilitamiento de estas economías poderosas puede arrastrar a la crisis a otras naciones en el mundo, de hecho las perspectivas de crecimiento del Producto Bruto Mundial para los años 2012 y 2013 son muy tímidas, entre el 2.6% y el 3.2% (Naciones Unidas, 2012: 1), lo que hace prever que estos países no se encuentran actualmente en condiciones de aliviar la crisis del desempleo en el mundo como había ocurrido en décadas anteriores, en donde las naciones con mejores niveles de crecimiento económico se encontraban en capacidad de demandar el exceso de oferta de trabajo generado en las naciones más pobres.

Contrario a lo que ha ocurrido históricamente, las tasas de desempleo han disminuido más significativamente en los países subdesarrollados, aún cuando cabe señalar, que a pesar de esa condición muchas de estas naciones siguen presentando preocupantes tasas de desempleo cifradas en dos dígitos.

Si se observa la realidad de Estados Unidos en la actualidad los objetivos deseables para el mercado laboral no se cumplen, todo lo contrario; la tasa de desempleo a julio de 2012 se ubico en el 8.3%, a pesar de que el gobierno del presidente Barack Obama había creado 163.000 nuevos puestos de trabajo, existen todavía 12.8 millones de personas desempleadas. De esta manera, Estados Unidos ha registrado 42 meses consecutivos con tasas de desempleo por encima del 8%, en lo que se calificó como la peor crisis de este país después de la de 19302.

Además, debido al prolongado período de desempleo que han tenido que padecer gran cantidad de trabajadores, las habilidades y capacidades de estas personas para ejercer sus funciones laborales se han ido deteriorando poco a poco con graves consecuencias para la productividad del sistema económico. El 29% de los desempleados norteamericanos han estado sin trabajo durante más de un año. Esta situación los conlleva a retirarse del mercado laboral definitivamente bajando las tasas de participación ó en su defecto a acceder a cualquier tipo de empleo aún a costa de su propio bienestar3.

De otra parte, esta realidad ha conllevado a que las personas opten por acceder a cualquier ocupación sin tener en cuenta directamente sus competencias, ni tampoco los niveles de ingresos que pueden obtener del ejercicio de su actividad laboral. Aproximadamente, el salario mínimo de un norteamericano es 230% superior al salario mínimo de un colombiano, de tal manera, que en un cálculo muy rápido, este salario para los norteamericanos en el 2012 asciende a $1.870.110, monto que parece muy atractivo en comparación con nuestros niveles de ingresos, pero hay que considerar que los gastos de los estadounidenses son significativamente mayores en su valor, comparados a los de un colombiano (Rombiola, 2012: 5).

Si a esto se le agrega la situación de desempleo de los trabajadores jóvenes que son los que en mayor medida han sido azotados por este problema, la realidad se complica aún más. El 13% de desempleo juvenil para Estados Unidos hace prever que se requiere urgentemente de una reforma laboral (Naciones Unidas, 2012: 4).

Por otro lado encontramos en Europa a un país como España, con 5.7 millones de desempleados, una tasa de desempleo del 24.63% y un alarmante 53% de desempleo entre los jóvenes4. Según el Fondo Monetario Internacional el mercado laboral español revela una difícil dualidad intergeneracional, en donde coexisten, un grupo de trabajadores de mayor edad que tienen las mejores condiciones laborales expresadas en contratos de trabajo indefinidos, protección laboral e incrementos salariales; al lado de trabajadores más jóvenes que cuando son vinculados al mercado laboral tienen condiciones diferentes caracterizadas por contratos de carácter temporal y bastante desprotegidos.

Además, han sido evidentes las diferencias en el empleo entre el campo y la ciudad y entre el norte y sur del país, debido a que las regiones rurales más afectadas son aquellas en donde el auge del sector inmobiliario y la burbuja especulativa fue más grande. Esta dualidad ha afectado, sin lugar a dudas la productividad del sistema económico en donde la contratación de trabajadores no ha tenido en cuenta la formación laboral y además, la solución a la crisis se ha concentrado en despidos de los contratos temporales haciendo aún más difícil la situación de los jóvenes trabajadores.

De esta manera, España es el país de la OCDE con mayor tasa de desempleo estructural, por encima de países como Irlanda y Grecia, los sectores de la derecha política española consideran que esta situación obedece a los altos costos laborales, debidos a los impuestos y las cotizaciones sociales, razón por la cual disminuir estos costos aliviaría la situación de desempleo; mientras que la izquierda considera que la carga de trabajo está mal distribuida en la población económicamente activa por lo que proponen reducir la jornada laboral de 40 a 35 horas semanales, para evitar que muchos trabajadores laboren horas extras sin retribución salarial.

Este escenario reflejado en las cifras ha conllevado a que Estados Unidos y España, dejen de ser vistos como el sueño económico para grandes contingentes de mano de obra joven provenientes de los países latinoamericanos que veían en estas naciones su posibilidad para insertarse en un mercado laboral.

Si se observa otro caso, como la situación en Grecia, se llega a afirmar incluso que este país por sus difíciles características económicas actuales está siendo transformado a una nación tercermundista, en donde el principal problema es el desempleo.

Entre las características más preocupantes se encuentran que el desempleo entre los jóvenes alcanza una alarmante cifra del 50%, en donde el 33% de este porcentaje son jóvenes titulados universitarios, el salario mínimo mensual disminuyó de 800 a 568 euros, el Estado como agente generador de empleo se está reduciendo en todos los sectores, pero fundamentalmente en la salud y en la educación, lo que conllevó a que aproximadamente 15.000 empleados públicos perdieran su empleo en el 2012. Por su parte, el sector privado no alivia la situación, los sindicatos han perdido su poder de negociación frente a los dueños de las empresas que tratan de superar la crisis recortando gastos, básicamente los laborales. Toda esta situación está generando un fuerte proceso de emigración con la consecuente fuga de cerebros, debido a que el 85% de los jóvenes que estudian fuera no desean volver a su país5.

Bajo este contexto que experimentan en la actualidad las grandes potencias económicas mundiales, es lógico pronosticar que a finales del año 2013 existirá un déficit de empleo alrededor de 71 millones de puestos de trabajo, de los cuales el 24% estaría en los países desarrollados.

La persistencia de las altas tasas de desempleo hace que esta situación actúe en contra de los trabajadores involucrados en el mercado laboral, puesto que viene a generar un deterioro en sus condiciones, en donde los salarios no crecen, la intensidad del trabajo se agudiza y las prestaciones sociales se recortan; entre otras.

En este panorama mundial cabe mencionar los países con situaciones más críticas de desempleo como son: Zimbabue con el 95% de desempleo, Islas Cocos con el 60%, Namibia: 51.2%, Senegal 48%, Nepal 46% y Kosovo con el 45.3%. Del otro lado de la moneda, los países con las mejores situaciones de empleo en el mundo son: Mónaco con el 0% de desempleo, Tailandia con el 0.7%, Bielorrusia con el 1%, Nueva Guinea 1.9%, Singapur con el 2% y Kuwait con el 2.2%. Colombia ocupa la posición número 86 entre 199 países referidos con un 10.8% de desempleo6.

SITUACIÓN DEL MERCADO LABORAL EN LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS

Para el conjunto de países latinoamericanos la situación del mercado laboral fue muy difícil durante largos períodos, en donde la mayor parte de estas naciones comportó tasas de desempleo de dos dígitos, que deterioraron la calidad de vida de sus habitantes, quienes tuvieron que sobrevivir siempre con niveles de ingresos muy por debajo de los obtenidos en los países desarrollados.

El desempleo en los países latinoamericanos se ensaña contra la población joven, las mujeres y las personas menos calificadas. Esta situación muestra la urgencia de reformas laborales más inclusivas, que tomen en cuenta los grandes contingentes de jóvenes profesionales que año tras año egresan de las universidades y también las nuevas tendencias del mercado laboral en donde las mujeres juegan un papel protagónico.

Como característica preocupante que persiste en el mercado laboral de estos países esta la proliferación del subempleo que disminuyen los rendimientos económicos y la competitividad de estas naciones. Quizás una de las causas fundamentales para la proliferación del desempleo y subempleo latinoamericanos fue la insuficiente inversión que caracterizó a estas naciones en las décadas de los ochenta y noventa, que no permitieron movilizar los recursos necesarios para la incorporación de nuevas unidades de ocupación.

Sin embargo, en los últimos años y contrario a la crisis económica mundial, las economías latinoamericanas se han venido recuperando jalonadas por el saneamiento macroeconómico que incentivó mayores niveles de inversión, concentrados básicamente en el sector urbano, permitiendo una disminución del desempleo hasta llegar a una cifra histórica del 6.8% en el año 2011, según lo informó la Organización Internacional del Trabajo, en su informe anual sobre el panorama laboral. Este comportamiento positivo, histórico en la tasa de desempleo latinoamericana, es muy importante si se tiene en cuenta que los países del continente ingresaron al siglo XXI con tasas de desempleo de dos dígitos y que en los años 2008 y 2009 experimentaron una contracción económica reflejo de la crisis mundial (OIT, 2011: 5).

Como parte del saneamiento macroeconómico llevado a cabo por las naciones latinoamericanas y que redundó en beneficio del empleo se puede mencionar: la disminución del déficit fiscal, del endeudamiento externo, de la tasa de inflación, el manejo de una tasa de cambio competitiva y el incremento de las reservas.

Este panorama positivo en el desempeño económico de los países latinoamericanos, permitió a muchas naciones orientar sus políticas al mejoramiento de los precios, los empleos y los ingresos de las personas (Arango, 2005: 472). Entre las medidas adoptadas se tuvo, el incremento de la inversión en infraestructura, planes de empleo de emergencia, estímulos a las empresas o programas sociales, instrumentos de regulación de las relaciones laborales y mecanismos de diálogo social, en el marco del respeto a los derechos fundamentales en el trabajo. De la misma manera, la política de salarios mínimos evitó la pérdida del poder adquisitivo de los salarios más bajos (OIT, 2011: 6).

Sin embargo, a pesar de la recuperación económica reflejada en un mejoramiento de la situación del mercado laboral, cabe aclarar que la baja en la tasa de desempleo no ha sido igual en todos los países del continente, por otra parte, preocupa la persistencia de características como las siguientes:

  • Cuatro de cada diez trabajadores urbanos no cotizan para su protección social en salud y el 43% tampoco lo hacen para recibir una pensión en el futuro.

  • Las mujeres presentan una tasa de desempleo de 8.3%, superior al 5.9% de los hombres.

  • La tasa de participación femenina fue de 49.5% en 2011, aún por debajo de la masculina de 71.3%.

  • Los salarios mínimos reales registraron un aumento del 4.5% en promedio (Córdova, 2011:8).

Se corrobora que en América Latina el desempeño en la recuperación económica y el manejo del mercado laboral fue desigual; debido a que en algunos países como Chile, Brasil y México, el crecimiento económico fue significativo repercutiendo en disminuciones en las tasas de desempleo, mientras que naciones como Puerto Rico, República Dominicana, Ecuador y Colombia requieren con urgencia la creación de nuevos puestos de trabajo y también mejores condiciones en este campo representadas en aspectos tales como: flexibilidad de los contratos a término, pagos y restricciones para trabajo nocturno y en feriados, licencias pagadas como vacaciones, regulaciones y compensaciones por despidos, flexibilidad en la determinación de salarios, salarios mínimos, cooperación en las relaciones entre patrones y empleados; entre otros (García, 2010: 1).

Tabla 1: TASAS DE DESEMPLEO EN LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS 

Fuente: Países Latinoamericanos por tasa de desempleo. Disponible en http://www.skyscraperlife.com/latin-bar/62798-países-latinoamericanos-por-tasa-de-desempleo.html. 2010 - 2011.

De la misma manera las diferencias entre los países latinoamericanos se evidencian en los salarios de los trabajadores, como se puede observar en la siguiente tabla que compara los salarios mínimos legales vigentes en dólares:

Tabla 2: SALARIOS MÍNIMOS VIGENTES EN CIFRAS REFERENCIALES A ENERO DE 2012 

Fuente: Venelogía. Dayan Yari/Emen. 2012.

SITUACIÓN DEL MERCADO LABORAL EN COLOMBIA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

Estudiar el mercado laboral en Colombia implica revisar las funciones de oferta y demanda, en donde específicamente, la oferta laboral está afectada primordialmente por los factores demográficos relacionados con el crecimiento poblacional.

En este aspecto se verifica un descenso de la tasa de crecimiento poblacional, debido a la reducción en la tasa de natalidad y el estancamiento en la tasa de mortalidad. Esto podría favorecer la situación en el mercado laboral; sin embargo, la estructura etaria muestra claramente una reducción de la población infantil con un incremento en la población en edad de trabajar, que aumenta la oferta laboral. Finalmente, los procesos migratorios del campo a la ciudad muestran una mayor tendencia de la población a habitar las zonas urbanas como consecuencia del abandono y el olvido que se registra en las zonas rurales, pero también por la reducción de la frontera agrícola del país por los cultivos ilícitos que han condenado al campo a la violencia.

Estos fenómenos aumentan la necesidad de más empleos en las zonas urbanas que deberían absorber la creciente fuerza laboral joven que se registra en el país.

Por su parte, la tasa de ocupación debe ser entendida como la demanda de trabajo. De esta manera si la tasa de ocupación crece a un mayor ritmo que la tasa global de participación, entonces la consecuencia sería una disminución en la tasa de desempleo, pero si la tasa de ocupación crece a un menor ritmo que la tasa global de participación, entonces la consecuencia inevitable será un incremento en la tasa de desempleo.

Con respecto al comportamiento de la demanda en Colombia, se observa que por parte de las empresas la tendencia es a contratar más mano de obra calificada. Esto ocurre porque el incremento de la población con estudios superiores ha sido significativo en el país, en donde las universidades año tras año han aportado numerosas cohortes de profesionales que ingresan al mercado laboral.

Con el incremento de la población con estudios universitarios y debido a las escasas posibilidades de encontrar un empleo acorde con su formación dentro del sector formal de la economía, en Colombia ha comenzado a hacer carrera una nueva modalidad que es la del autoempleo, en donde las mismas universidades han contribuido formando profesionales con espíritu empresarial para que salgan al mercado laboral no solamente a conseguir empleo, sino también a generarlo.

Sin embargo, en Colombia sigue siendo mayor la proporción de trabajadores asalariados aún cuando su porcentaje ha disminuido de un 71% que representaba en la década de los ochenta a un 59% en la década del 2000, la disminución de los asalariados viene acompañada de un incremento en los trabajadores por cuenta propia que pasaron de representar en el mismo período de tiempo de un 24% a un 33% aproximadamente (DANE, 2011: 18).

Analizando la demanda de empleos por sectores económicos, se observó durante el año 2011 una mayor participación de personas ocupadas en el comercio, restaurantes y hoteles; aún cuando la industria y la construcción también contribuyeron en forma positiva, sigue siendo el sector terciario de la economía el que más empleo absorbe liderado por el comercio y ligado a una mayor dinámica de consumo interno.

A pesar de que ha mejorado el desempeño del mercado laboral en la economía colombiana en los últimos años persisten preocupaciones relacionadas con la calidad del empleo, las tasas de desempleo de dos dígitos a nivel nacional y departamental y el subempleo.

Con respecto a la calidad del empleo las condiciones de un trabajo digno exigen salarios adecuados, el pago de prestaciones sociales y jornadas de trabajo reguladas; porque si bien es cierto, se ha incrementado la tasa de ocupación muchos de los nuevos empleos carecen de estas condiciones.

Por su parte la tasa de desempleo en Colombia en los últimos años se ha mostrado rebelde y con tendencia a permanecer en dos dígitos como se puede observar en la siguiente tabla:

Tabla 3: TASA DE DESEMPLEO EN COLOMBIA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS 

Fuente: DANE. Encuesta Nacional de Hogares. 2012.

Finalmente, con relación al subempleo se observan datos igualmente preocupantes que reflejan la subutilización del trabajo.

Tabla 4: COMPORTAMIENTO DEL SUBEMPLEO URBANO EN COLOMBIA ÚLTIMOS AÑOS 

Fuente: DANE. Encuesta Nacional de Hogares. Ajustes a Septiembre de 2012.

CONFRONTACIÓN DE LA TEORÍA CLÁSICA DEL EMPLEO Y LA MODERNA TEORÍA DEL EMPLEO -LA VERSIÓN KEYNESIANA- FRENTE A LA REALIDAD DEL MERCADO LABORAL COLOMBIANO

La Teoría Clásica y la Realidad Actual en Colombia:

Colombia en la actualidad presenta tasas de desempleo de dos dígitos que obedecen a un desempleo estructural, forzoso o involuntario. Este diagnóstico del problema del desempleo en el país se aparta de la teoría del desempleo voluntario expuesto por la escuela clásica.

Como lo plantea Robert M Solow en su libro, El mercado de trabajo como institución social, el trabajo es un bien económico muy peculiar que no puede asimilarse con el comportamiento de la oferta, la demanda y los precios en cualquier otro mercado. Las peculiaridades que exhibe el mercado de trabajo referente a los salarios y puestos se ven reflejadas en el funcionamiento del mercado laboral, en donde el escenario más frecuente, y en ocasiones considerado como normal, es la existencia de un desempleo masivo y permanente al salario vigente.

Frente a este diagnóstico es vital establecer estrategias que permitan aliviar el desempleo, para lo cual es necesario reconocer, que el mercado laboral es un área difícil de estabilizar dentro de una economía por múltiples fallas e imperfecciones que se presentan, como la falta de información de los participantes, la falta de acuerdos para determinar los salarios y las condiciones de trabajo, la inadecuada ubicación de las personas en los puestos de trabajo, la inflexibilidad de los salarios; pero fundamentalmente el hecho de que la oferta de mano de obra excede enormemente a la demanda laboral.

Al respecto Mauricio Cárdenas afirma:

El mercado de trabajo es uno de los más importantes en cualquier economía. En él se determinan tanto el empleo como los salarios, que resultan de un complejo proceso en el cual intervienen los individuos que ofrecen su mano de obra, las empresas que demandan trabajo, el gobierno, que además de fijar las reglas de juego puede llegar a ser un empleador importante.

…El mercado laboral tiene además, grandes imperfecciones. Una de ellas es la inflexibilidad a la baja de los salarios nominales. Contrario a lo que pregona la teoría económica tradicional para los mercados competitivos en términos generales, los salarios no se reducen cuando existe exceso de mano de obra. En otras palabras, mientras en la mayoría de los mercados un exceso de oferta se traduce en una reducción del precio, en el mercado de trabajo es posible que la oferta exceda su demanda laboral por períodos prolongados (Cárdenas, 2007: 351).

De esta manera, dentro de las grandes imperfecciones que presenta el mercado laboral el desequilibrio más preocupante en Colombia está entre la oferta y la demanda de trabajo.

Para comprender mejor la situación se asimila la oferta de trabajo con la tasa global de participación (TGP = PEA / PET * 100), en el caso de Colombia tomando los datos del censo de 2005 del DANE, con los respectivos ajustes que ha realizado la entidad hasta septiembre de 2012, la Tasa Global de Participación sería: TGP = (22.824.000/ 35.891.000) * 100 = 63.59% = 64%. = Oferta Laboral.

Por su parte, al comparar la cifra de los desocupados con la población económicamente activa (2.488.500 / 22.824.000) * 100, tenemos una tasa de desempleo de 10.90% que muestra la incapacidad de la demanda para absorber la mano de obra existente en el mercado laboral colombiano.

  • Solución al Problema de acuerdo a la concepción clásica:

La primera solución planteada por la escuela clásica a esta situación consiste en la reducción del precio de la fuerza de trabajo, es decir en la disminución de los salarios.

Bajo esta proposición se presenta la primera restricción a la teoría clásica del empleo debido a que en la realidad del mercado laboral en Colombia se imponen condiciones del bienestar de la sociedad que obstaculizan el libre funcionamiento del mercado. Dentro del complejo mercado laboral están en juego los salarios que determinan la calidad de vida de la población y por lo tanto tienen significativas repercusiones sociales, que desvanecen el sistema flexible de precios para permitir asegurar la situación ideal de pleno empleo.

Entonces, en estas circunstancias ¿por qué las fuerzas del mercado no funcionan reduciendo los salarios para ajustar la excesiva oferta laboral a la limitada demanda de puestos de trabajo? Solow, determina que existen reglas sociales de cooperación entre los actores en juego dentro del mercado, principalmente entre empresarios, trabajadores ocupados y trabajadores en paro; en donde cada uno de ellos se percata que lo mejor para todos es trabajar en forma coordinada y leal; pactando algunas condiciones y sin permitir las reducciones de los salarios nominales por lo cual todos terminan coadyuvando y haciendo que el precio de la mano de obra tienda a ser significativamente inflexible (Solow, 1992: 93 a 96).

  • Regulación dentro del mercado de trabajo:

En Colombia el Estado social de derecho, tiene a la Procuraduría General de la Nación, como máximo organismo del Ministerio Público, encargado de vigilar el cumplimiento de la Constitución y las leyes, y particularmente los derechos y garantías fundamentales de las personas; entre otras funciones. Concretamente, la Procuraduría Delegada para Asuntos del Trabajo y la Seguridad Social cumple funciones de carácter preventivo y de intervención y desarrolla actividades encaminadas a alcanzar los ideales de respeto por los derechos y garantías laborales y de la seguridad social de los colombianos, desde la perspectiva que le confía la Constitución Política de Colombia al Ministerio Público. Dentro de sus propósitos fundamentales está el de garantizar un trabajo decente y digno dentro del contexto colombiano.

La misma Organización Internacional del Trabajo vela por la promoción de oportunidades para que hombres y mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo y para cumplir ese propósito es necesario desarrollar cuatro componentes:

  • Oportunidades de empleo e ingresos: Hace referencia a tres condiciones relativas a la suficiencia de empleo y la remuneración de los trabajadores. Las condiciones tienen que ver con: Las oportunidades de empleo es decir, determinar, si la oferta de empleo de un país es suficiente en términos de cantidad y variedad para satisfacer la demanda del mismo, la aceptabilidad de la remuneración que les permita a los trabajadores mantener condiciones adecuadas de vida para ellos y sus familias y las condiciones de trabajo tomando en cuenta factores como la duración de las jornadas de trabajo, el descanso, la existencia de medidas de protección a la salud ocupacional, entre otros.

  • Promoción de los derechos fundamentales en el trabajo: los derechos de los trabajadores están referidos principalmente al conjunto de normas laborales de protección a las libertades básicas de los trabajadores, o derechos fundamentales del trabajo. Su objetivo es asegurar que el trabajo se asocie con la dignidad, equidad, libertad, remuneración adecuada, seguridad social, representación y participación para todas las clases de trabajadores.

  • Protección social: Este componente del trabajo decente se refiere a la seguridad social de los trabajadores, es decir, al objetivo de brindarles una salvaguarda, a ellos y a sus familias, en los casos en que se presenten contingencias como la enfermedad o los accidentes laborales, la maternidad, la muerte, la vejez, el desempleo y la invalidez.

  • El diálogo social: Este componente supone que los actores con intereses en los asuntos del trabajo puedan dar a conocer su punto de vista directamente o a través de sus representantes y así influir en la toma de las decisiones que les conciernen. Las decisiones giran en torno a aspectos específicos de la relación con un determinado empleador, pero también a temas más generales tales como las políticas laborales, económicas y sociales que determinan las condiciones de empleo. En este diálogo están llamados a participar no solo los trabajadores, que de manera más frecuente se agrupan en organizaciones sindicales, sino también los empleadores y el Estado7.

Entre los aspectos laborales que se acuerdan concertadamente, para reducir las imperfecciones del mercado laboral en Colombia, se pueden mencionar: la determinación del salario mínimo, las restricciones al despido injustificado, el pago de Cesantías y el pago de vacaciones y primas, entre otros.

Todas estas características que debe poseer el mercado laboral confirman la posición básica de que éste debe ser intervenido por el gobierno y/o sus instituciones para garantizar un mejor y más justo desenvolvimiento en el mismo; toda vez que los asuntos que se negocian están relacionados directamente con la calidad de vida de las personas, posición que contradice la teoría del libre funcionamiento para regular el mercado de trabajo.

Aún a pesar de estas consideraciones que desmienten la concepción clásica, hay que reconocer que en los últimos años, concretamente desde que la política de apertura económica en Colombia tomó fuerza, los defensores de las bondades del mecanismo ciego de mercado, comenzaron a trabajar la idea, de que la flexibilización del mercado laboral era una necesidad, como un elemento para poder garantizar mayores puestos de trabajo.

Esta concepción retoma el supuesto básico de los economistas clásicos de que el libre funcionamiento del mercado puede aliviar la situación de desempleo. En otras palabras, era una necesidad flexibilizar al mercado laboral dados los retos que asumía el país con el nuevo orden económico que adoptaría. Para tal fin el gobierno de César Gaviria Trujillo (1990-1994) expidió la Ley 50 de 1990 de la Reforma Laboral cuyo objetivo primordial era flexibilizar la contratación laboral eliminando la retroactividad de las cesantías y facilitando el proceso de contratación y despido de trabajadores.

De esta manera, y con el fin de mejorar las condiciones de las empresas colombianas con el nuevo modelo de apertura económica, se debía liberar las rigideces de las relaciones laborales y se crearon los fondos de cesantías que administrarían estos recursos de los empleados, con el fin de fomentar la demanda de papeles en el mercado de valores, dinamizando el sector financiero. También, se introdujeron reformas al Código Sustantivo del Trabajo como la implementación de los contratos a término fijo, el empleo temporal y diversas modalidades de subcontratación, en detrimento de los trabajadores. De igual manera, se estableció el salario integral para los salarios superiores a 10 salarios mínimos legales vigentes (No hay cesantías, primas, horas extras, etc.).

Desde esta época hasta la actualidad se han implementado normas que se encaminan a garantizar una mayor flexibilidad laboral en el país, atendiendo al dictamen de los economistas clásicos, en el sentido de que un mercado menos regulado actuaría en forma mucho más eficiente para la generación de empleo. Entre ellas se puede mencionar: La ley 789 de 2002 referida a la extensión de la jornada diurna de 6:00 a.m. hasta las 10:00 p.m., la reducción del valor a la remuneración dominical y festiva y reducción de los montos indemnizatorios en caso de despido sin justa causa, para generar 160.000 empleos anuales y 640.000 empleos en un lapso de cuatro años (Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 2002) y el Decreto 1779 de 2009 referido al aumento de la cuota de aprendices.

Sin lugar a dudas la flexibilización del mercado laboral es un asunto controvertido, defendido ampliamente por los empresarios y repudiado por los trabajadores que ven en dicha flexibilización únicamente el deterioro de la calidad del empleo, que está generando en Colombia un incremento en la rentabilidad de los empresarios pero sin efectos positivos en la disminución de las tasas de desempleo y a costa de empeorar la situación de los trabajadores colombianos, incrementando la pobreza.

  • Reducción del Salario:

La flexibilización del mercado laboral está ligada también con el postulado clásico de que el Salario es igual a la Productividad Marginal del Trabajo que disminuye a medida que la ocupación aumenta. Es decir, si la ocupación aumenta la productividad marginal del trabajo disminuye, entonces el salario sería menor y esto como consecuencia lógica conllevaría a incrementar la demanda de trabajadores.

Este principio clásico ha conllevado a afirmar que la flexibilización salarial consiste en permitirles a los empleadores desmejorar las condiciones laborales de sus trabajadores, toda vez que con el sueldo de un empleado se pueden contratar dos, lo que significa que el sueldo del segundo empleado se pagará con el sueldo que se le deje de reconocer al primero. De esta forma, las empresas pueden contratar más empleados sin aumentar el valor de su nómina, por lo que las utilidades de los empresarios no se verían afectadas.

En Colombia esta flexibilización salarial lo único que ha conseguido es disminuir los costos de producción vía la disminución de los costos de la mano de obra, lo cual genera como consecuencia el incremento de la rentabilidad del empresario. Es decir; se está quitando una parte del sueldo de los empleados para dárselo a los empresarios y no para compartirlo con otros empleados, lo cual es útil para mejorar la competitividad de las empresas, pero no para generar empleo, argumento que es respaldado por las tasas de desempleo en nuestro país que pese a las nuevas normas, siguen siendo superiores a dos dígitos.

  • La Oferta de Empleo:

En lo referente a la oferta de empleo, los clásicos consideraban que la Utilidad del Salario debería ser mayor a la Desutilidad Marginal del Volumen de Empleo, de forma tal que a mayor salario, mayor oferta de empleo, toda vez que un salario mayor permite satisfacer mejor las necesidades de los trabajadores y por lo tanto, sería un atractivo para ofertar empleo por parte de los obreros. Determinar un nivel salarial adecuado dentro del mercado laboral es un asunto serio que debe tener en cuenta múltiples aspectos como por ejemplo, el nivel académico, la necesidad del mercado laboral de cubrir una vacante, la experiencia, el sector económico donde se va a desempeñar el trabajador y también el salario emocional que implica dar a los empleados una vida óptima, donde las dinámicas laborales se combinen con el tiempo libre y con las relaciones familiares y sociales.

Es decir que, hoy en día un trabajo se considera mucho más que un lugar para ganar dinero y desarrollar un perfil profesional, por lo que la oferta laboral no está determinada única y exclusivamente por el salario, como lo asumieron los clásicos.

Sin embargo, es lógico pensar que el incentivo del salario atrae más mano de obra al mercado laboral. Por tal razón, Juan Felipe Pinzón García de El Tiempo Clasificados realizó un estudio de los campos de acción que mejores salarios prometen a los futuros empleados en Colombia, encontrando que en el ranking de las 10 profesiones con ofertas de trabajo por más de diez millones de pesos mensuales de salario para un trabajador están: ingeniería industrial, administración de empresas, ingeniería de sistemas, economía, ingeniería de redes y telecomunicaciones, ingeniería electrónica, ingeniería de petróleos, ingeniería civil, ingeniería mecánica y publicidad y mercadeo. Por su parte, las carreras con menor número de ofertas laborales son: literatura, geografía, música, ingeniería aeronáutica (Pinzón, 2012: 1).

Tomando como referencia los cargos, se observa en el mismo estudio que los puestos de trabajo con mayores ofertas de empleo se ubican en los puestos estándares y no precisamente en los cargos de perfiles altos, contradiciendo en este punto el postulado clásico. De esta manera, los cinco cargos con mayores ofertas de empleo son: Asesor, auxiliar, coordinador, analista y asistente.

Se puede afirmar entonces, que la teoría clásica es en algunos casos, insuficiente o con una validez parcial, incluso hasta equivocada para explicar el intrincado mundo del mercado laboral que se presenta en la actualidad pero, a pesar de que la teoría clásica fue formulada ya hace más de dos siglos algunos de sus principios son tenidos en cuenta hoy en día en el afán de encontrar alguna solución al problema del desempleo.

La Teoría Keynesiana y la Realidad Actual en Colombia:

  • El Mercado de Trabajo: Funciones de Oferta y Demanda:

La demanda efectiva de Keynes desmontó la famosa ley de Say, demostrando que las funciones de oferta y demanda no son idénticas, también desvirtuó el famoso mercado de trabajo de los clásicos al demostrar que la demanda de empleo es inelástica frente a la disminución de los salarios y que una reducción de los salarios puede provocar el efecto contrario a la generación de empleo.

Como es bien sabido lo salarios altos se reflejan directamente en el incremento de la productividad del trabajador que beneficia ampliamente al empresario, por lo tanto, los empresarios en la mayoría de los casos prefieren mantener sus nóminas de trabajadores altamente productivos, por encima del supuesto de que puedan reemplazar y ampliar sus nóminas por trabajadores con menores salarios. Por su parte, tampoco los trabajadores están interesados en una competencia despiadada y desleal porque en ellos existe, en forma consciente o inconsciente, la idea de un salario justo por cada puesto de trabajo, de tal forma que un ingeniero no es capaz de aceptar el salario de un técnico, así como este tampoco aceptaría el salario de un aprendiz (Solow, 1992: 117). De esta manera, se comprueba la premisa Keynesiana de la existencia de una situación de empleo de equilibrio que no coincide con la situación ideal de pleno empleo.

  • El Problema del desempleo:

Además, es importante determinar, como lo hizo Keynes, que lo que genera empleo es la dinámica económica que va ligada con el nivel de inversión y de demanda agregada efectiva. Según lo anterior, si no hay demanda agregada efectiva no habrá oferta y si el nivel de oferta disminuye, no se contratarán empleados puesto que no se los necesita porque ninguna economía en el mundo produce sino existe quien demande efectivamente los productos. Por lo tanto, la generación de empleo está en función directa del comportamiento general de la economía y no del comportamiento de los salarios, razón por la cual no hay justificación alguna para disminuir los salarios de los trabajadores.

En Colombia, desde 1992 la apertura económica aumentó drásticamente el desempleo en la industria y el agro, debido al incremento de las importaciones, esto se reflejó claramente en las estadísticas a partir de 1994, cuando la industria comenzó a limitarse a las actividades de ensamblaje, lo cual determinó una paulatina pérdida de puestos de trabajadores no calificados y la tasa de desempleo comenzó un ascenso preocupante.

Precisamente y como se mencionó anteriormente, la Ley 50 de 1990 de reforma laboral se hizo con el pretexto de que la flexibilización del mercado laboral aumentaría el empleo (Premisa clásica), cosa que no ocurrió a lo largo de la década.

Si hacemos referencia a la crisis económica generada durante 1997 a 1999 por la incertidumbre política del gobierno del presidente Ernesto Samper, cuando fue acusado de recibir cuantiosas sumas de dinero por parte del cartel de Cali, las altas tasas de interés, la inflación, la fuga de capitales y la crisis financiera, entre otras, fueron los detonantes de una tasa de desempleo del 20.2%, la cifra más alta de las últimas dos décadas en el país. Estas altas tasas de desempleo conjuntamente con altas tasas de inflación, conllevaron a la pérdida de poder adquisitivo de la población y por ende al detrimento de la calidad de vida de los colombianos.

La tasa de desempleo en Colombia, era ya para esta época de las mayores de América Latina y del mundo y el presidente Andrés Pastrana cuando asumió la Presidencia, no contribuyó eficientemente a solucionar la situación. El desempleo era del 12.1% y el subempleo del 19.8% y terminado su período presidencial el desempleo se ubicaba ya en el 18.4% y el subempleo en el 34%. En este período, a la crisis del desempleo suscitada por los despidos en los sectores industrial y agrario, se sumó el desempleo generado por el recorte de los gastos del estado aplicando leyes como la 617 de 2001 de saneamiento fiscal, de tal forma que el sector público, gran captador de mano de obra no ayudó a aliviar la grave situación presentada.

El gobierno de Andrés Pastrana, fiel a la doctrina neoliberal, inspirada en las ideas clásicas, culpó del desempleo a la rigidez del mercado laboral, por lo cual se adelantaron medidas para contrarrestar el desempleo ligadas a la flexibilización del mercado laboral, pero que en realidad fueron inútiles. Entre las medidas adoptadas cabe recordar el programa de empleo en acción y vías para la paz que prometía generar 200.000 nuevos puestos de trabajo, el acuerdo temporal de solidaridad para crear 600.000 empleos, la reforma laboral que pretendía prolongar la jornada de trabajo hasta las ocho de la noche para no pagar festivos, extras, ni dominicales, bajar la tabla de indemnizaciones, permitir salarios inferiores al mínimo, disminuir los aportes a las Cajas de Compensación; suponiendo, como en la versión clásica, que al reducir los ingresos de los trabajadores se resolvería el problema del desempleo, que era consecuencia básicamente de la apertura económica que quebró sin contemplación a los pequeños productores, de la incertidumbre política y económica que había caracterizado el período de gobierno anterior y que condujo a la crisis económica; así como también de la privatización que debilitó al estado quitándole protagonismo en la generación de empleo (Arango, 2012: 2).

Para los períodos de gobierno de Álvaro Uribe Vélez la tasa de desempleo continuó ubicándose en dos dígitos y a pesar del buen comportamiento del crecimiento económico del país medido a través del PIB, no se evidenció una respuesta positiva que permitiera aliviar la desocupación, por lo que el gobierno comenzó a buscar opciones para estimular la generación de empleo introduciendo incentivos a las empresas que contraten más mano de obra en particular a los jóvenes que ha sido un sector fuertemente golpeado por este fenómeno.

Este comportamiento de la economía colombiana durante los períodos de gobierno de Uribe Vélez contrasta con la teoría keynesiana de que la recuperación económica va ligada directamente con un mejoramiento en el nivel de empleo y conlleva a pensar que el mercado laboral en muchas ocasiones es impredecible e inexplicable, razón por la cual la inmensa cantidad de desarrollos teóricos al respecto se quedan cortos para comprender este fenómeno. Lógicamente, enfrentamos un contexto diferente en donde el actual desarrollo de la economía capitalista ha conllevado a que la inversión privilegie en su retorno a la tecnología antes que la absorción de mano de obra y excluyendo aún más a los trabajadores con menores niveles de calificación. Esto se traduce en un cambio en la demanda de empleo por parte de las empresas prefiriendo siempre la mano de obra calificada y a necesitar cada vez mayores incrementos en los niveles de inversión para jalonar el empleo.

  • Solución al Desempleo:

Cuando Keynes en la crisis de los años treinta escribió su obra La Teoría General tenía la enorme responsabilidad de aliviar el grave problema de desempleo en la economía norteamericana, para lo cual planteó como solución incrementar la demanda efectiva a través de mecanismos que permitan aumentar el consumo, la inversión, el gasto del gobierno y elevar el saldo positivo de las exportaciones netas. La clave para Keynes estaba en el incremento de la demanda efectiva.

Si lo que se requiere es incrementar la demanda global, entonces este aumento supone el incremento del consumo, de la inversión privada, del gasto gubernamental y del saldo de las exportaciones netas.

De esta manera, el incremento del consumo se debería llevar a cabo vía una disminución de los impuestos directos, que afectan a los ingresos de los contribuyentes y por lo tanto al consumo. Por lo tanto, para determinar si en Colombia se ha tenido en cuenta esta recomendación keynesiana es necesario analizar el comportamiento de los impuestos en el país en los últimos años.

En Colombia en los últimos años las reformas tributarias han sido esencialmente regresivas, es decir, el énfasis ha estado en el cobro de impuestos indirectos, con el ánimo de seguir la receta keynesiana que permita el incremento del empleo. Por ejemplo, el regalo de navidad del presidente Santos para los colombianos en diciembre de 2012 fue la reforma tributaria más regresiva de toda la historia del país.

Como lo afirma el senador Jorge Robledo, los grandes beneficiarios serán los hipermegaricos y la más grandes transnacionales a quienes les rebajaran los impuestos y los grandes perjudicados la clase media, todos los profesionales que derivan sus ingresos del trabajo y el pueblo colombiano; por cuanto se incrementan los impuestos indirectos como el IVA a los artículos de la canasta familiar y se crea un gravamen nuevo denominado impuesto al consumo. En general los impuestos indirectos son responsables hoy del 60% del total del recaudo del gobierno.

Estas reformas tributarias tienen su soporte en dos postulados básicos, el primero la carga tributaria debe recaer sobre el total de la población colombiana y no solamente sobre las espaldas de los que tienen más riqueza, y en segundo lugar gravar a las clases empresariales es desmotivar la inversión y por lo tanto aumentar el desempleo. Cabe mencionar también que esta forma de actuación del gobierno en la recaudación de sus impuestos puede desmotivar el consumo al imponer cargas tributarias regresivas que son mucho más lesivas para los intereses de la comunidad en general.

Continuando con la regla de oro de Keynes para solucionar el desempleo, el incremento de la demanda global depende también del aumento de la inversión privada para lo cual se debe optar por una política monetaria expansionista que propenda por la disminución de la tasa de interés.

En Colombia en los últimos años el manejo de la política monetaria ha estado concentrado en la disminución progresiva de la tasa de interés como mecanismo para estimular la inversión en el país. Las tasas de interés bajas abaratan los costos de los créditos de consumo e inversión y reactivan la demanda global. Además, el Banco de la República en Colombia en los últimos años ha tendido a la disminución de la tasa de interés como un mecanismo para contrarrestar la revaluación galopante del peso colombiano frente al dólar, que dicho sea de paso, ha sido una medida estéril frente a este fenómeno, pero que si ha permitido la reactivación de los créditos en Colombia.

Tabla 5: COMPORTAMIENTO PROMEDIO DE LAS TASAS DE INTERÉS EN COLOMBIA EN EL ÚLTIMO AÑO. DEPÓSITOS A TÉRMINO FIJO -DTF- 

Fuente: Banco de la República. Indicadores Económicos. 2012.

Se puede afirmar que la tendencia en el manejo de la política monetaria a mantener una tasa de interés baja si ha permitido estimular el crecimiento de la inversión vía la obtención de créditos mucho más baratos, así como también incrementar el consumo de los hogares, sobre todo en lo que respecta a bienes de uso durables; sin embargo, la reactivación del consumo y de la inversión poco o nada han contribuido a aliviar la difícil situación de desempleo del país. Además, el manejo de la tasa de interés a niveles tan bajos ha provocado una disminución de los recursos captados por las entidades financieras, lo que puede en el mediano o largo plazo amenazar el monto de los recursos internos necesarios para financiar la inversión.

En lo que respecta al gobierno éste debe incrementar su inversión pública a través del aumento del gasto social, el gasto en infraestructura física y básica; entre otros, para poder reactivar la demanda global.

Colombia ha venido arrastrando un gran déficit fiscal provocado en administraciones pasadas, en donde los gastos del gobierno llegaron a desbordar de forma significativa los ingresos, razón por la cual las últimas administraciones han tenido que realizar ajustes fiscales severos generando austeridad en el gobierno que implica la reducción del gasto público acompañada de incrementos en los impuestos que como se señaló anteriormente, se ha privilegiado los impuestos indirectos, distribuyendo la carga tributaria en la totalidad de la población colombiana.

El manejo de la política fiscal en forma contraccionista ha provocado en el país la afectación en el consumo, fundamentalmente de las clases medias y bajas de la población colombiana que son las más fuertemente afectadas con esta política. La lógica en la implementación de este manejo se sustenta en el afán del gobierno por superar el déficit fiscal y por ser fiel a los lineamientos de la política neoliberal que le quita participación y protagonismo al gobierno en los asuntos económicos dejando la tarea en manos del sector privado.

La actuación del manejo de la política fiscal en Colombia va en contravía con los lineamientos keynesianos que proponen la intervención moderada del estado complementando y no sustituyendo la iniciativa privada, de tal forma que el gobierno debe invertir en aquellos sectores y renglones en los que el sector privado no invierte, aumentando la dinámica económica a través de la inversión pública. Se puede afirmar, que dadas las actuales condiciones presupuestarias del gobierno colombiano, éste se encuentra muy limitado para actuar en la debida dirección tal y como lo contemplaba Keynes.

En lo que se refiere a las exportaciones netas se debe propender por una política que favorezca el incremento de la tasa de cambio beneficiando una devaluación de la moneda local con el fin de incrementar la competitividad de los productos nacionales en el mercado internacional, que se refleje en un aumento del volumen de las exportaciones netas.

El Banco de la República en Colombia ha venido actuando con un régimen de tasa de cambio flexible con flotación sucia o controlada que defiende una mínima intervención en la determinación de la tasa de cambio, dándole prioridad a la política de inflación objetivo, este mecanismo permite una intervención abierta comprando o vendiendo reservas internacionales acompañada de intervención discrecional en el mercado de divisas.

De esta manera, para la política monetaria en Colombia la prioridad está en el control de la tasa de inflación dejando que la tasa de cambio se regule prácticamente sola en el mercado de divisas, en donde el Banco de la República interviene en forma abierta comprando y vendiendo reservas internacionales y/o a través del manejo de la tasa de interés, pero no directamente manipulando la tasa de cambio. Esta forma de actuación del Banco Central de Colombia ha favorecido la revaluación del peso colombiano en los últimos años, en contravía de la formula keynesiana que se orienta al incremento del consumo externo a través de las exportaciones, vía una devaluación de la moneda local.

Cabe advertir que en el país la constante revaluación del peso colombiano ha permitido la importación mucho más barata de tecnología para el mejoramiento de los procesos de producción y de la calidad de los productos, condición necesaria para incrementar las exportaciones.

Tabla 6: COMPORTAMIENTO PROMEDIO DE LA TASA DE BIO EN COLOMBIA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS 

Fuente: Banco de la República. 2012

Conclusiones:

  • Si bien es cierto, es un ejercicio interesante confrontar la teoría clásica del empleo con la teoría keynesiana, aterrizando el análisis en el caso particular del mercado laboral colombiano, no se puede perder de vista el hecho de que se trata de un contexto histórico y geográfico totalmente diferente al contemplado por estas teorías en el momento de su formulación. Sin embargo, a pesar de haber transcurrido muchos años después de la formulación de estos postulados teóricos sorprende el hecho de que aún hoy en día y con contextos diferentes muchas de las premisas emitidas por estas escuelas de pensamiento económico son tenidas en cuenta para aliviar la difícil situación de desempleo de los países en el mundo y particularmente del caso colombiano.

  • En las naciones del mundo en general y particularmente en Colombia, se tiene en cuenta en la actualidad la macroeconomía del desarrollo, basada en el enfoque de equilibrios integrales en las finanzas públicas, en el control de la inflación y en la apertura de la cuenta de capitales, compatibles con niveles adecuados en los precios macroeconómicos claves como son el tipo de cambio y la tasa de interés. Esta tendencia en el manejo macroeconómico ha conllevado a neutralizar la actuación del estado como agente generador de empleo dentro de la economía, pero de la misma manera ha conllevado a incrementar los niveles de inversión nacional y extranjera por el saneamiento macroeconómico en las variables claves. Sin embargo, el incremento en el nivel de ocupación se resiste al buen comportamiento de la inversión debido a que el avance del modo de producción capitalista conlleva a privilegiar la inversión en tecnología que sustituye la mano de obra y en capital fijo, razón por la cual son necesarios cada vez más niveles de inversión para jalonar el empleo.

  • Teniendo en cuenta todo esta revisión sobre el problema del desempleo en el mundo en general y particularmente en Colombia, se puede concluir que aún a pesar de que el desempleo ha concentrado la atención de las más importantes escuelas de pensamiento económico para tratar de diagnosticar el problema y proponer estrategias de solución al mismo, este se ha convertido en un problema crónico que ataca sin contemplación a las economías en el mundo independientemente de su nivel de crecimiento económico, sin encontrar una solución eficaz que permita erradicar esta situación que genera consecuencias negativas tanto de índole económica como social.

  • Quizás las características propias del mercado de trabajo, en donde las negociaciones comprometen la calidad de vida de los trabajadores, donde siempre la oferta representada en el número de trabajadores excederá en forma considerable la demanda representada en el número de puestos de trabajo que se necesita para incorporar a todos los empleados en el mercado laboral; entre otros; generan circunstancias que hacen que alcanzar el equilibrio con pleno empleo, en este mercado sea utópico. De esta manera, las escuelas de pensamiento económico han diagnosticado el problema desde sus postulados básicos pero las soluciones no son lo suficientemente efectivas.

  • En la actualidad, los diagnósticos sobre el desempleo se ajustan mucho más a la versión keynesiana partiendo del postulado básico de que se trata de un paro forzoso, involuntario y estructural, que no depende de la flexibilidad de los salarios, sino más bien de la falta de fuentes de empleo que se crean solamente a través de la inversión. En este orden de ideas y debido a la ineficacia de las propuestas de solución, se encuentra que se fusionan la recetas tanto de la escuela clásica como de la keynesiana, en donde se busca por una parte flexibilizar el mercado laboral para generar más empleo, simultáneamente tratando de dinamizar la demanda global a través de sus componentes, el consumo, la inversión, el gasto público y las exportaciones netas; ajustándose a las circunstancias macroeconómicas que tiene cada nación.

  • En este orden de ideas y en el afán por solucionar la situación de desempleo de una gran cantidad de colombianos, el gobierno ha intentado en los últimos años flexibilizar el mercado laboral, introduciendo reformas, en donde la más contundente ha sido la Ley 50 de 1990, que pudo haber generado resultados netamente estadísticos en términos de incremento de la ocupación, pero que ha desmejorado las condiciones económicas y sociales de los trabajadores colombianos conllevando a un detrimento de sus ingresos y una generalización de la situación de pobreza dentro del país con la consecuente ineficiencia distributiva que esto genera.

  • Aún a pesar de que en los últimos años el crecimiento de la economía colombiana ha sido bueno, sobre todo durante el largo período de gobierno de Álvaro Uribe Vélez, estas tasas de mejoramiento de la dinámica económica poco o nada han contribuido a disminuir la tasa de desempleo que sigue cifrada en dos dígitos, lo que preocupa al país. Significa esto, de algún modo, que el crecimiento de la economía y los incrementos en los niveles de inversión deben venir acompañados de políticas económicas que favorezcan la absorción de la mano de obra calificada del país, puesto que por ejemplo el incremento de la inversión extranjera ha contribuido a incrementar la tasa de crecimiento del PIB colombiano, sin la consecuente generación de empleo porque los inversionistas extranjeros prefieren contratar mano de obra foránea y porque además la alta cuota de participación del capital representada en tecnología de punta, termina por desplazar la mano de obra, básicamente la de menores niveles de calificación.

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3Op. cit. p. 4.

4 www.hoy.com.ec/tag/1283/desempleo/ El desempleo en España alcanza a 5.7 millones de personas. Publicado el 3 de Agosto de 2012. Consultado 20 de septiembre de 2012.

5Redacción Negocios. El Espectador. Desempleo no se detiene en Grecia. Disponible en www.elespectador.com/noticias/economía/artículo_380574 _ desempleo-no-se-detiene-en-Grecia . 2012.

6CIA World Factbook - disponible en http// www.cia.gov/library/publication/the-world-fatbook/ Enero 1, 2012.

7Procuraduría General de la Nación. Trabajo Digno y Decente en Colombia. Seguimiento y Control Preventivo a las Políticas Públicas. En http://www.procuraduria.gov.co/portal/media/file/Trabajo%20digno%20y%20decente%20en%20Colombia_%20Seguimiento%20y%20control%20preventivo%20a%20las%20pol%C3%ADticas%20p%C3%BAblicas.pdf

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