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Revista Colombiana de Antropología

versión impresa ISSN 0486-6525

Rev. colomb. antropol. vol.45 no.2 Bogotá jul./dic. 2009

 

RESEÑAS

TURF WARS. TERRITORY AND CITIZENSHIP IN THE CONTEMPORARY STATE

BETTINA NG´WENO

Stanford: Stanford University Press 2007, 299 p.



En antropología se han hecho más comunes los análisis sobre el Estado y sus instituciones o las múltiples organizaciones no estatales que promueven la movilización social. En tal dirección se orienta este libro, que es una reflexión sobre la dimensión política del fenómeno de los afrodescendientes en Colombia, a la luz de las relaciones que estos han mantenido con el gobierno en las últimas décadas del siglo XX. La investigación se concentra en el caso de las disputas territoriales por el Cerro Teta, municipio de Buenos Aires, en las riveras del río Cauca, zona de confluencia de comunidades afrocolombianas, de campesinos mestizos, indígenas y actores armados.

B. Ng'weno es una antropóloga de origen keniano con formación en los Estados Unidos, quien enseña antropología en la Universidad de California (Irvine). Recibió su PhD de la Johns Hopkins University, donde estudió en uno de los programas más innovadores de antropología de ese país, que surgió a raíz de los debates teóricos que removieron los cimientos disciplinarios en los años 1960 y 1970 y que dieron paso a esquemas académicos pioneros en el uso de teoría social contemporánea, la antropología sociocultural y el revisionismo ético y metodológico del trabajo etnográfico. Las tendencias en las que se formó Ng'weno representaron un viraje de 180 grados en la otrora discutible agenda de manejo estratégico de los fondos que comúnmente los Estados Unidos destinó para los llamados Area Studies y que promovió investigaciones en Asia, África y Latinoamérica, a menudo en detrimento de las comunidades estudiadas. La autora realizó su trabajo de campo en el occidente colombiano, entre 1996 y 2000, bajo la tutela de M. Trouillot y J. Rappaport, ambas figuras sobresalientes de la antropología sociocultural en los Estados Unidos.

Turf Wars. Territory and citizenship in the Contemporary State tiene como argumento central que las particulares transformaciones del Estado, forma y función, ocurridas en las últimas dos décadas se llevan a cabo en el marco de modificaciones en las nociones jurídicas de autoridad y propiedad. Dichas transformaciones han ocurrido en la época del ajuste estructural del Estado y originado dos fenómenos de importancia. En primer lugar, la aparición de nuevos mecanismos jurídicos y formas alternativas de gobierno creados por los grupos étnicos, que ganan importancia a la hora de realizar reclamos o demandas por territorios. Segundo, el papel decisivo que juegan las categorizaciones emanadas del Estado sobre los mismos grupos, como actores sociales y políticos, en la reestructuración territorial, en especial, en las demandas jurídicas por autonomía administrativa y la disposición de recursos.

Estas premisas circunscriben la investigación al ámbito del Estado y la percepción que de él tienen los grupos históricamente marginados del andamiaje legal contenido en la Constitución Nacional. Los grupos afrocolombianos, sus reclamos territoriales, sus disputas con campesinos mestizos, indígenas y grupos del conflicto armado, son el escenario de fondo del estudio sobre la relevancia, significado, prácticas, funciones y lugares donde el poder gubernamental deja su impronta. Cabe anotar la importancia que B. Ng'weno da a los intrincados litigios retardados en el laberinto procesal o la maraña jurídica acumulada, décadas atrás, en múltiples instituciones.

La antropóloga keniana empieza por definir conceptos críticos para su investigación tales como la noción de afrocolombiano, etnicidad, territorio y propiedad, basada en la consideración de los cambios jurídicos luego de la Constitución de 1991, pero sobre todo en las dinámicas sociales que han redefinido la presencia africana en Colombia. Su trabajo enfatiza la necesidad de agrupar los sectores afrodescendientes más allá de su realidad marginal y de segregación o en los resquicios de su contexto local. En el análisis de las intersecciones político-jurídicas ocurridas entre comunidades afrocolombianas, indígenas, y mestizas, la autora presenta las irregularidades conceptuales por las que fluctúan sus alianzas y disputas. Principalmente, la manera en que la autodefinición como "etnia" ha elevado su capacidad de diálogo y negociación política con el Estado. También, en el contexto de la globalización, B. Ng'weno distingue entre el concepto de "territorio", como patrimonio cultural inalienable, en oposición al de "tierra", en la que prima la búsqueda de un beneficio, sin perspectivas de autosostenibilidad o preservación de recursos. Esto es importante a lo largo del libro.

La obra está dividida en tres secciones. La primera, las luchas por autonomía que introducen la temática de los reclamos por territorios colectivos, donde la negociación para obtener su control se da en términos jurídicos y legales que no solo le otorgan legitimidad a las formas de autogobierno de las comunidades afrocolombianas, sino que amplía y acentúa las definiciones etnoculturales usadas durante el proceso. Para el caso estudiado por la investigadora, la adopción de una categorización étnica de los afrodescendientes ha despertado incomodidades en otros grupos sociales que ven amenazados sus intereses por "tierras" en dicho "territorio" del municipio de Buenos Aires. El los últimos años esta zona es un destacado eje productivo donde importantes recursos mineros, madereros y proyectos de expansión de la infraestructura energética del país han despertado ambiciones por su control político y en especial del Cerro Teta.

La siguiente sección analiza las implicaciones de tales categorizaciones dentro del marco territorial y administrativo —autogobierno— de las comunidades y enfatiza en la forma como los afrocolombianos han defendido sus particularidades culturales como una estrategia para ampliar su rango de acción y efectividad en las demandas por territorios. Este apartado del texto es una aproximación a las formas de autodefinición étnicas, donde la pertenencia cultural se inscribe en relaciones de territorialidad. Este hecho ha sido importante para definir la legitimidad de sus demandas por tierras, ya que más allá del interés extractivo subyace una relación de pertenencia y sostenibilidad con recursos existentes en los territorios en litigio.

Por último, en el capítulo sobre ciudadanía, Ng'weno entreteje las categorías de equidad, participación y autoridad para esclarecer cómo en el caso de los afrodescendientes en Colombia, los reclamos por territorios y autonomía representan un desafío a las convenciones jurídicas que históricamente el establecimiento ha usado para controlar la asignación de recursos. Basados en la premisa de una búsqueda por el reconocimiento de subjetividades culturales, la autora nos presenta la importancia de estos pleitos a la hora de definir categorías de inclusión en un proyecto nacional y cómo, en el contexto del ajuste estructural y sus efectos en Colombia, salen a la luz las inherentes ambigüedades de la formación del moderno Estado-nación.

En el caso de los afrodescendientes, la autodefinición como comunidad étnica, trajo como resultado una oportunidad para favorecer sus peticiones legales por tierras, en un país donde la prórroga de la reforma agraria inspiró movimientos radicales o el agotamiento de los canales institucionales y, en ocasiones, de las expectativas campesinas por recibir la tierra prometida. Para B. Ng'weno es de interés cómo en el caso de Buenos Aires y Cerro Teta se fomentaron pugnas entre las autoridades tradicionales y sus cuerpos administrativos locales. De allí que se pregunte por las relaciones provechosas y prolíficas con el Estado, lo que con audacia implica el observar al Estado como factor de alianza y cooperación, y no como de forma tradicional se ha hecho al preenjuiciar cualquier posible contacto con sus instituciones. A la luz de los trabajos sobre la globalización, este libro explora la fina línea que vincula y a menudo separa a las comunidades del Estado.

En el libro, el balance entre lo local y lo global es adecuado. Estudia los cambios en las normativas y los laberintos burocráticos y políticos por los que los líderes afrocolombianos pasaron para alcanzar titulación de tierras. Luego, hace una estricta correlación entre los cambios políticos e ideológicos mundiales entre los años 1980 y 1990, sus efectos en la política energética nacional y la concientización de destinar, de forma apropiada, tierras explotables y santuarios selváticos para proteger la biodiversidad. A la vez, Ng'weno pondera con éxito los efectos del conflicto armado, sin sobredimensionarlo o desestimarlo, lo que le permite subrayar las particulares intersecciones entre las luchas sociales, el Estado y el régimen constitucional vigente desde 1991.

Los logros territoriales alcanzados en los últimos años no dependen tanto del espíritu benefactor de los gobiernos nacionales, sino de la habilidad política para copar espacios que no existían antes de 1991. De otra parte, el ajuste estructural, la descentralización, la ambición pluricultural de la Constitución, y las tensiones entre lo que exige un régimen neoliberal y lo que se impone al contexto local, han generado dinámicas jurídicoadministrativas peculiares como parte de la globalización. De tal influencia no han sido ajenos los puntos más remotos del litoral pacífico colombiano y la definición de esa lucha pasa por la idea de la etnicidad, territorialidad y el derecho que tienen como ciudadanos.

De forma casi paradójica, B. Ng'weno hace un paralelo entre los conflictos entre los sectores subordinados de la sociedad y aporta una visión alternativa de las dinámicas sociales, que a menudo dilatan o postergan la resolución política y pacífica de conflictos de intereses, que en ocasiones son tan contemporáneos como ancestrales. El campesinado mestizo, los afrocolombianos, los indígenas, son presentados en pugna en un ambiente político en el que se instrumentaliza la ley y se abren paso nuevas formas de asociación, en aras de optimizar el bien común.

En conclusión, la autora analiza cómo las políticas neoliberales han arrojado al gobierno a un laberinto que desconfigura el entramado del Estado-nación moderno, soberano, autónomo, homogeneizante, aferrado a la ley y que mide a la sociedad con un rasero impuesto desde arriba hacia abajo.

Turf Wars. Territory and citizenship in the Contemporary State es una historia del Estado y sus instituciones en nuestros días, desde el punto de vista de sus constituyentes marginados, sin dejar de lado un diálogo crítico con las formas políticas y conflictos de interés que han limitado el impacto de nuevos actores sociales en el juego jurídico procesal de la nación.


Juan Carlos Sánchez Sierra
Doctorando en Teoría Social y Política
Instructor del Departamento de Ciencias Políticas
Virginia Polytechnic Institute and State University (Virginia Tech)
jcsierra@vt.edu.