SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.50 issue1Wandering Trajectories at the Extremes of an Identity. Norma M.: From Peronist Union Leader to Fishery Entrepreneur author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Revista Colombiana de Antropología

Print version ISSN 0486-6525

Rev. colomb. antropol. vol.50 no.1 Bogotá Jan./July 2014

 

Editorial

El año pasado, el equipo editor de la RCA terminó de digitalizar y divulgar, en la página Web del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, la totalidad de los volúmenes de la revista, desde su primer número editado hace 61 años. Las tendencias temáticas de los primeros 18 años de producción editorial demuestran que la práctica antropológica en Colombia refleja una tensión entre el legado culturalista, que se preguntaba por el lugar de las alteridades étnicas en la nación colombiana, y los contextos sociales de modernización y desarrollo, que replanteaban los marcos conceptuales y éticos dentro de la disciplina. Es así como, entre 1953 y 1971, la mayor parte de las investigaciones en antropología social se centraron en las cuestiones del cambio cultural, debido a la influencia que ejerció la academia norteamericana en cuanto a la necesidad de posicionar una etnografía de urgencia o salvamento. Nociones como las de aculturación o sociedades en riesgo de extinción eran frecuentes y estaban relacionadas con las problemáticas socioeconómicas y los asedios de la modernización a los sujetos de estudio de la antropología. En consonancia, ya empezaban a perfilarse los temas regionales, rurales y urbanos como referentes centrales dentro del contexto sociopolítico que influenció la profesionalización antropológica. Las relaciones de sometimiento —en los planos local, regional y nacional en que se desenvolvían la diferencia cultural y la desigualdad social— fueron también un tema central de la antropología colombiana de las décadas de los sesenta y los setenta del siglo pasado, y los campos privilegiados de observación fueron el Cauca, la Sierra Nevada de Santa Marta, La Guajira y la Amazonia.

Esos primeros 18 años reflejan, a su vez, el desarrollo de una arqueología que privilegiaba el estudio de lo monumental, pero que también se interesó por establecer una periodización o cronología de las sociedades prehispánicas, y por reconstruir sitios de habitación y contextos fúnebres a partir de estudios cerámicos y líticos detallados. La mayor parte de los artículos que se publicaron en esos primeros años fueron el resultado de investigaciones dirigidas por el propio instituto. Sin embargo, en años posteriores las ediciones de la RCA fueron el receptáculo de la producción académica de los departamentos de antropología del país y de las investigaciones a cargo de extranjeros.

Este es un volumen diverso en cuanto a sus temáticas y las maneras de abordarlas. Celebra, una vez más, el papel que esta revista ha jugado en la historia y el devenir de la antropología colombiana, en diálogo con otras academias, como la argentina. Los primeros dos artículos se apoyan en el método biográfico para reconstruir la relación entre la vida, los hechos y la narrativa de una exsindicalista y empresaria en Mar del Plata (Argentina) y de una líder desplazada en Bogotá. Gonzalo Yurkievich y Leidy Bolaños nos presentan dos retratos y dos trayectorias de vida que no descuidan la importancia de los relatos biográficos en sí mismos, ni los trazos que conectan la vida narrada con hechos y acontecimientos de relevancia histórica y etnográfica. En el caso que expone Yurkievich, se trata del surgimiento del cooperativismo en medio de procesos de precarización laboral. El de Bolaños versa sobre la manera en que el desplazamiento forzado y las políticas de atención a las víctimas de este se convierten en una forma de subsistencia y devienen un elemento identificatorio en la vida de las personas que, dentro de esa condición, asumen vocerías y liderazgos.

El tercer artículo nos plantea esas intersecciones entre diferencia cultural y desigualdad social en el marco de la relación entre el Estado y la Comunidad India Quilmes, en la provincia de Tucumán, del noroeste argentino. Sandra Tolosa sigue de cerca un conflicto jurídico y territorial entre esa colectividad, los terratenientes y la estructura institucional gubernamental de los niveles local, regional y nacional, que deja ver una historia de abusos, formas de desposesión y resistencias. La autora encuentra necesario un rediseño jurídico-político del Estado argentino en función de lo que pareciera ser una lógica de reconocimiento pluriétnico y multicultural. Resulta interesante encontrar que estas posturas proclives a la adopción de los sistemas políticos multiculturales contrastan con la perspectiva crítica de algunos analistas colombianos, quienes han examinado sus consecuencias luego de dos décadas de implementación (véase el volumen número 47 [2] de la RCA).

El cuarto artículo se deriva de la investigación de Mauricio Manchado sobre el discurso religioso dentro del sistema penitenciario de la ciudad de Rosario, Argentina. El autor explora la manera en que los movimientos evangélicos inculcan en sus devotos ideas sobre resocialización y buen comportamiento que inciden en las interacciones cotidianas entre los reclusos y las autoridades del penal. El artículo de Bárbara Martínez trata acerca de un acto lúdico que los miembros de la comunidad de El Cajón, en Catamarca, Argentina, realizan en un momento específico del año en el que rememoran a sus muertos mediante oraciones y actos recitativos. Este proceso de memoria, a través del juego, crea un sentido de orientación en el presente y sirve de recurso a los vivos, en tanto que reconstruye y redefine relaciones de parentesco.

El sexto artículo también tiene como escenario la localidad de Catamarca, aunque se trata de una investigación arqueológica basada en un estudio lítico de puntas de proyectil de obsidiana. Juan Pablo Carbonelli aporta una contribución teórica y metodológica al estudio de las industrias líticas, porque aborda el problema desde una perspectiva amplia que va más allá de considerar la elaboración de artefactos como un asunto puramente tecnoecológico, asociado a la necesidad y la adaptación al medio. El autor sugiere que la tecnología lítica jugó un papel destacado en la reproducción del orden político y en los vínculos entre poblaciones distantes, todo lo cual le permite inferir algunas características de la organización social y política de las comunidades agropastoriles en el noroeste argentino del siglo XIII de nuestra era.

Por su parte, el artículo del investigador Hernando Pulido se refiere a la producción intelectual de Nina S. de Friedemann en los volúmenes de la Revista Colombiana de Antropología de la década de los setenta. Esta antropóloga, interesada en la diáspora africana y la construcción cultural afroamericana, publicó una serie de resultados de sus investigaciones en la RCA, en los cuales sentó las bases de los principios éticos, políticos y científicos de su trabajo frente al problema de la invisibilidad, la estereotipia y la negación de la gente negra en Colombia.

En la sección de las reseñas, Pedro Quintín nos presenta What Kinship Is – And Is Not, libro en el cual Marshall Sahlins revisa (y reflexiona sobre) el concepto de parentesco, a partir de una amplia gama de material etnográfico. Le siguen dos textos que no son ensayos bibliográficos, sino biográficos. El primero es una semblanza de la antropóloga Silvia Broadbent, por Marianne Cardale, y el segundo trata acerca de un hecho poco conocido en la historia de la antropología colombiana: los vínculos que establecieron Andrew Hunter Whiteford y Gregorio Hernández de Alba, y el papel que jugó la misión antropológica del Beloit College en la influencia notable de la academia norteamericana sobre la práctica antropológica local de los años cincuenta y sesenta. Esta sección cierra con un texto de Leonor Herrera, quien rememora la trayectoria de la RCA en sus diferentes etapas. La autora hace una semblanza de algunos de los proyectos editoriales asociados a estas, a partir de su experiencia como investigadora del ICANH y editora de la revista.

Agradecemos el apoyo, la paciencia y el empeño que pusieron los autores, los evaluadores y el equipo de Publicaciones del ICANH en la elaboración del fascículo 50 (1). Gracias también al comité editorial por sus sugerencias, y a Vivian Ladino y María Teresa Salcedo por contribuir en la realización de este número.

Carlos Andrés Meza
Editor RCA