SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.56 issue2Women from the Atrato River, Repair Practices and Living SpacesThe Atrato River and Its Guardians: Ecopolitical Imagination for Weaving New Rights author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Revista Colombiana de Antropología

Print version ISSN 0486-6525On-line version ISSN 2539-472X

Rev. colomb. antropol. vol.56 no.2 Bogotá July/Dec. 2020  Epub Aug 05, 2020

https://doi.org/10.22380/2539472x.790 

Artículos

Sembrar el futuro, recordar el pasado: plantas y reconfiguración de la vida en Bellavista, Bojayá

Remembering the Past, Sowing the Future: Plants and the Reconfiguration of the Territory in Bellavista, Bojayá

Bela Henríquez Chacín* 

* Universidad Icesi, Colombia. belahenriquez@gmail.com / https://orcid.org/0000-0001-8927-8065


RESUMEN

El artículo presenta los resultados de investigación sobre el trabajo femenino de siembra en espacios domésticos y el papel de las plantas en el proceso de reterritorialización de una comunidad afrocolombiana, desplazada y reubicada a causa de la masacre de Bojayá en el 2002. A través de observación participante, entrevistas y relatos de vida, examino la experiencia de seis mujeres que reconstruyen una miscelánea de plantas en el nuevo asentamiento. Sus conocimientos y prácticas demuestran cómo las mujeres activan sus capacidades y revitalizan el cultivo de plantas de uso común para reconfigurar y resignificar la vida en este nuevo territorio dispuesto institucionalmente.

Palabras claves: desplazamiento forzado; etnobotánica; reubicación; mujeres afrodes- cendientes

ABSTRACT

The article presents the results of an investigation on the feminine work of sowing in domestic spaces and the role of plants in the reterritorialization process of an Afro-Colombian community, displaced and relocated due to the Bojaya massacre in 2002. Through participant observation, interviews and life stories, I examine the experience of six women who reconstruct a miscellany of plants in the new settlement. Their knowledge and practices demonstrate how women activate their capacities and revitalize the cultivation of commonly used plants to reconfigure and resignify life in this new territory institutionally arranged.

Keywords: forced displacement; ethnobotany; relocation; Afro-Colombian women

En todas partes, al lado de las habitaciones más lujosas, entre pantanos hediondos y bichos alevosos, se ven flores y semillas, plantas que arrastran sus penachos y trepadores medicinales. Nacederos y guanábanos, totumos, beldaco y botoncillo, saúco y menta crecen junto a otras verdes y rugosas. (Velásquez 1961, 211)

Introducción1

Este artículo examina la relación que las mujeres afrocolombianas del barrio Bellaluz en Bellavista, Bojayá (Chocó) construyen con sus plantas tras la reubicación de su pueblo en el 2002. El papel de estas como agente mediador de esta transformación disruptiva es importante para la reconfiguración de la vida en este nuevo contexto. Al sembrar plantas en Bellavista Nuevo y realizar un inventario de usos, las mujeres revitalizan el cultivo y, a través de la siembra, otorgan un sentido de lugar acorde con su identidad afrocolombiana en los ajenos espacios urbanizados. El papel de las plantas en este proceso se observa al estudiar su disposición en el espacio físico y sus usos comunes en Bellavista Viejo (antes del 2002) y en Bellavista Nuevo (después del 2002). El contenido simbólico y la estructura de las casas de material (bloque y cemento) construidas para la reubicación de esta comunidad desplazada por la violencia influyen decisivamente en las configuraciones territoriales que se gestan para responder a este nuevo asentamiento.

El 2 de mayo del 2002, durante los enfrentamientos entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los grupos paramilitares por el control territorial, el grupo guerrillero lanzó una pipeta explosiva artesanal que detonó en la iglesia de Bellavista y resultó en la muerte de 79 miembros de la comunidad afrocolombiana que se refugiaban ahí (Bojayá: la guerra sin límites 2010, 26)2. El accionar de ambos grupos armados, sumado a la intensificación de las lluvias, generó desplazamientos y la posterior reubicación de esta población rural, que pasó de estar asentada en viviendas palafíticas y espacios abiertos a habitar un territorio geoambientalmente contrastante, dominado por viviendas de interés social relativamente compactas y poco adecuadas al entorno natural y comunitario.

Este estudio de caso de los procesos de desplazamiento, retorno y reubicación vividos por los habitantes de Bellavista a partir de los hechos violentos del 2 de mayo da cuenta de las implicaciones ambientales, sociales y culturales de las dinámicas de despojo a las que están expuestas las comunidades del Chocó colombiano. De igual forma, la descripción de la relación con el territorio antes y después de la reubicación y, en especial, las prácticas de siembra realizadas por las mujeres en patios y azoteas permiten comprender la reconfiguración de la vida luego del desplazamiento forzado.

Bellavista Nuevo, como la llaman después de trece años de construcción y entrega oficial por parte del Estado, se encuentra distanciada del río Atrato y las casas tienen sus patios cercados. Por su disposición espacial es un poblado en donde fácilmente se puede olvidar que está en conexión con el río Atrato o rodeado de la densidad de la selva. A pesar de ello, se puede sentir sutilmente el dominio de las plantas que transitan desde la vegetación profusa del monte bravo3, y que crecen en cualquier espacio desocupado entre casas y construcciones, entre inmensos árboles poblados con enredaderas donde habitan heliconias y palmas. En este contexto sobresalen antejardines y patios llenos de plantas ornamentales, alimenticias y de usos medicinales; algunas crecen libremente entre el cemento y otras son cultivadas y cuidadas con esmero por las manos femeninas. Este texto aborda tanto los modos de cultivo y cuidado agenciados por las mujeres, como los distintos roles que las plantas ejercen en sus vidas.

Para los grupos afrodescendientes, el entorno natural es percibido como ese territorio donde se materializa "la vida en sí misma" (Escobar 2008, 40; Pinto y Ramírez 2009). Esta forma de entender el territorio como un espacio multidimensional e histórico en el que la naturaleza y las prácticas culturales "operan como un todo" ha resultado en la definición, por parte del movimiento social de comunidades negras, de biodiversidad como territorio más cultura (Escobar 2008; 1999, 195; Quiñones et al. 2016, 30)4. Las particulares formas de convivencia y apropiación de la riqueza ambiental del Pacífico colombiano por las comunidades afrodescendientes son elementos importantes para comprender la construcción de su territorialidad y la coproducción entre el lugar y las personas que, para las mujeres de Bellavista, está mediada por el desplazamiento violento y la reubicación institucional.

Los estudios de intervención psicosocial realizados en Bojayá a raíz de la masacre y el desplazamiento concluyen que la desreterritorialización es el fenómeno menos comprendido por las instituciones que intervinieron en el reasentamiento (Bello et al. 2005, 150; Millán 2010, 378). Diversos autores conceptualizan la desreterritorialización como un proceso de destrucción y reconstrucción territorial, en el que se resignifica y reapropia un nuevo espacio o el mismo donde se está, lo que da como resultado nuevos ordenamientos y arreglos sobre el territorio (Haesbaert 2013; Ocampo, Martínez y Zuluaga 2015; Rossi 2011; Sánchez-Ayala y Arango-López 2015). En este sentido, la relación geoecoantrópica multidimensional5 como parte del territorio empieza a tomar una posición relevante (Arboleda 2007, 473; Sosa 2012, 19). En este estudio de caso, el enfoque en la construcción y sentido de lugar surge de la intersección entre ambiente, cultura, procesos políticos comunitarios y los efectos del conflicto armado6. El patio es un espacio de confluencia de estos elementos y su observación permite entender y explicar las transformaciones del sentido de lugar7 ocasionadas por el proceso de desreterritorialización.

Recientemente, la antropología crítica, la geografía, la ecología política y sus vertientes feministas han situado las reflexiones en torno al lugar y al paisaje en una posición importante, reconociéndolos como híbridos, flexibles, producto de la historia y en permanente construcción. Están atravesados por las interrelaciones de cultura, poder y procesos sociales, en donde convergen la identidad (mediada por el género, la raza y la clase), la experiencia subjetiva y la resistencia (Escobar 2012; Gupta y Ferguson 2008). Gupta y Ferguson (1997) plantean el vínculo entre la creación de lugares, la identidad y la resistencia a través de la experiencia subjetiva, el autorreconocimiento (selfknowledge) y la agencia8. Para estos autores, la resistencia, entendida como experiencia que construye y reconstruye la identidad, está relacionada con las cambiantes estrategias del poder en necesaria conexión con la práctica colectiva. Esta idea de experiencia transformadora que invita a la agencia puede equipararse al concepto de suficiencias íntimas9, desarrollado por Santiago Arboleda en su esfuerzo por documentar el pensamiento político e intelectual afrocolombiano. La práctica individual de siembra en el hogar agenciada por las mujeres es una suficiencia íntima que hace parte de su identidad femenina y del reservorio de saberes propios afrocolombianos. Las mujeres resisten las opresivas condiciones del reasentamiento a través de la siembra de plantas en sus patios. Esta experiencia colectiva, transformadora de su realidad, busca garantizar y optimizar tanto la vida como la salud.

A través de técnicas etnográficas como entrevistas semiestructuradas, construcción de relatos de vida, representación cartográfica, inventario de plantas y sus usos, registro fotográfico y observación participante, durante los meses de junio y julio del 2017, enero del 2018 y marzo del 2019, construyo seis historias de vida de mujeres que han sobrellevado la guerra y el desplazamiento en el Atrato. Luego de intensos años de intervención, investigación y documentación de la masacre, el trabajo etnográfico en Bojayá se enfrenta a la saturación de sus habitantes y la resistencia a participar abiertamente (Bello y Millán 2005). Como resultado del trabajo sostenido y comprometido del Centro de Estudios Afrodiaspóricos (CEAF)10 y motivadas por una pregunta de investigación que se distancia de los estudios tradicionales dedicados a su condición de víctimas, ocho mujeres integrantes de Mujeres Resistentes de Bellavista (Murebe) cuentan sus historias: Damiana Romano, Virgelina Mosquera, María Eugenia Velásquez "Mayito", Sobenny Mosquera, Elaine Perea, Jhorlenny Mosquera, Cruz Elena Perea y Arelis Mosquera11. La recopilación de sus trayectorias de vida permitió identificar recuerdos y apreciaciones que dan cuenta de los profundos vínculos con el lugar y de las transformaciones más sentidas por las mujeres a causa de la reubicación12.

Estas mujeres han vivido en diversos lugares del Chocó, tales como Puerto Contó, Murrí, Paimadó, Napipí, Turbo, Quibdó, Pogue y Currulao. Además de su trabajo como líderes comunitarias y su participación en escuelas de género y formación sociopolítica, entre sus diversas labores se destacan la agricultura, la extracción de oro, la pesca, los oficios varios, el trabajo comunitario y la educación. También son jóvenes trabajadoras, adultas alegres, amigas aguerridas, madres, amantes y abuelas. Ellas intentaron reconstruirse en el retorno a su pueblo y luego han asumido las fallidas esperanzas de una vida mejor en la reubicación, por la carencia de servicios públicos eficientes y las pocas posibilidades de empleo. Ahora, en un lugar con condiciones diferentes al anterior, inmersas y con preocupaciones más propias de lógicas urbanas, rehacen la cotidianidad y la existencia de su familia a su manera: haciendo uso de sus saberes, capacidades y energía. Construyen un nuevo territorio para la vida a partir de sus recursos, saberes, legados y experiencias.

Este documento tiene la siguiente organización: a esta introducción le sigue una segunda sección que elabora el contexto de Bellavista y sus transformaciones, y en la que se resaltan aspectos relevantes para la lectura del caso. A través de una rica descripción, la tercera sección sitúa la siembra de plantas en la reubicación y posiciona el pensamiento en torno a las plantas como parte de las resistencias de la comunidad afrodescendiente de Bellavista para garantizar la vida y darle sentido a este nuevo territorio.

La Bellavista del río Atrato, entre la selva y el cemento

Luego de la reubicación de la comunidad de Bojayá, existen dos pueblos: Bellavista Viejo, ahora colonizado por la selva, pertenece a los recuerdos de su gente. Las mujeres están en un nuevo contexto: Bellavista Nuevo, que lleva sobre sí las promesas fallidas de una vida mejor y, aunque aún forma parte de la vida del río y la región, difiere de los tradicionales poblados a orillas del Atrato.

Bellavista Viejo

Bellavista, cabecera municipal de Bojayá, está ubicado en el departamento del Chocó, el noveno más extenso del país (46.530 km2). Situado al noroeste entre la región andina y el océano Pacífico, limita al norte con Panamá y el mar Caribe, lo que le confiere una posición estratégica de interés comercial y conectividad. La región hace parte del Chocó biogeográfico, considerada la más húmeda del neotrópico y con las mayores concentraciones de diversidad de especies del planeta, donde se destacan los niveles de endemismo de escorpiones, mariposas, aves y herpetofauna, y tiene la comunidad de plantas más ricas del mundo (Pérez-Torres, Rodríguez y Vargas 1995). El Chocó está ocupado en su mayoría por bosque tropical húmedo. Allí, el 82,7 % de la población13 se autoidentifica como afrodescendiente y por ello se le conoce como el África en Colombia (Vergara-Figueroa 2018).

El poblado original de Bellavista se encontraba a orillas del Medio Atrato, el río más caudaloso y el tercero navegable de Colombia, después del Magdalena y el Cauca (Corte Constitucional 2016). En su recorrido desde la cordillera Central de los Andes hasta el golfo de Urabá en el mar Caribe, recibe diversas fuentes hídricas de la región, por lo que fue utilizado como ruta de libertad por cientos de cimarrones que escapaban de la esclavitud desde las zonas mineras y madereras para atravesar la espesa selva en los siglos XVIII y XIX (entre 1778 y 1850). El Atrato era una importante ruta económica entre el centro del país y la salida al mar Pacífico (Molano 2017, 182; West [1957] 2000, 194).

La migración de población negra hacia las áreas de bosque húmedo tropical del Chocó se caracteriza por el poblamiento rural disperso y el patrón de asentamiento ribereño lineal, en donde los fértiles diques naturales y las terrazas aluviales son propicios para la agricultura, la pesca y la recolección de crustáceos, moluscos, mamíferos acuáticos y anfibios (West [1957] 2000, 199). Las dinámicas sociopolíticas y ecológicas de la región les permitieron a los afrodescendientes establecerse y relacionarse de manera única con el entorno ambiental del Chocó, adaptación marcada por el fuerte legado cultural africano y siglos de convivencia con las comunidades indígenas que allí habitaban. Al respecto, Arocha (2009) considera que "los estudios sobre el vínculo entre la gente negra y la naturaleza son algo precarios" (87), pero algunas investigaciones de corte etnobotánico y antropológico han permitido, a través de la oralidad, acercarse a la comprensión de la vivencia cultural y las construcciones sociales de los afro-descendientes en su interacción con la naturaleza.

En el Pacífico, las viviendas adaptadas posiblemente del prototipo indígena (West [1957] 2000, 240) son construidas en madera y palma sobre cuatro o seis horcones de guayacán (Tabebuia sp.). Las casas están rodeadas por una primera zona de cultivo en donde se encuentran los patios o huertos, las azoteas14 y las fincas para el cultivo de plantas medicinales y pancoger. En terrenos más alejados y próximos a la selva, el monte se divide en unidades espaciales con usos definidos según el grado de intervención humana. Encontramos las fincas que se dejan enfriar o descansar por alrededor de uno a cinco años y que van dando paso a la sucesión natural15 del bosque húmedo tropical; estas zonas son denominadas monte biche y son seguidas por el monte alzado, en donde se permite el crecimiento de las especies vegetales por un espacio mayor, de diez a quince años. En lo profundo de las colinas aluviales, al respaldo de las casas y sus zonas de cultivo, encontramos el bosque primario: zona de monte bravo, selva húmeda tropical de poca intervención humana con recursos monteros para la recolección de especies vegetales y la caza de mamíferos (Peralta 2012).

El poblamiento de Bojayá responde a un proceso de colonización por arribeños venidos de arriba desde el Alto Atrato, personas que, en busca de "tierras, trabajo y de un lugar donde hacer la vida", fueron juntándose para criar una nueva generación (Quiceno 2016, 36). Según la tradición oral del municipio, Bojayá y su cabecera municipal, Bellavista, fueron creadas en 1961 en un evento comunal e institucional por sus fundadores (Velásquez, Escobar y Vergara 2018, 70). El surgimiento de Bellavista responde a las tradicionales formas de poblamiento en las orillas del río Atrato16. La historia de los pueblos de Bojayá es de trashumancia entre la finca, el monte, las zonas de pesca, la casa y los pueblos cercanos; permanentes movilidades dentro de un territorio que se configura en múltiples y similares territorialidades. Los vínculos con la tierra y con los elementos naturales son aspectos del bienestar y espiritualidad de las comunidades afrocolombianas en Bojayá, como también la fuente tradicional de sustento a través de la agricultura, la pesca, la caza, la cría de animales y la extracción maderera (PNUD 2013). Puede decirse que la vida a lo largo del Atrato se hace de forma similar; hacer un territorio para la vida implica construir la casa, cuidar la azotea, sembrar el colino de plátano17, montar la champa18, coger el pescado, entre otras actividades, y, junto a estas, lo que da cuenta de la pertenencia de alguien a un lugar -ya sea Puerto Contó, Pogue o Bellavista- son la casa y la red de parentelas con las que se ha hecho camino.

En las narraciones de las mujeres acerca de la vida en Bellavista Viejo, toman relevancia la paleadera19 y la trincha20, espacios agenciados por ellas para sus prácticas productivas y de cuidado familiar. Antes de la reubicación, los patios estaban dirigidos y abiertos hacia el monte y podían tener dimensiones variadas de hasta 20 metros de profundidad adicionales a la casa (G. Mosquera 2011, 127)21. En el frente de sus casas, las mujeres tenían árboles como el pichindé para estabilizar el terreno ante deslizamientos, así como plantas ornamentales. En el costado y en la trincha se encontraba la azotea donde sembraban cebolla, tomate, orégano, cilantro, poleo, col, menta, llantén, paico, hierbabuena, siete tipos de albahacas y otras hierbas de uso común. La gente sembraba detrás de sus casas diversos árboles frutales o productos de pancoger esenciales para la subsistencia, como caña blanca, arroz, plátano, yuca, borojó, guanábana, guayaba, achín o papachina, papaya, entre otros. Vivir frente al río y de espaldas a la selva les daba a las mujeres mayor acceso y autonomía para realizar sus labores diarias sin tener que recorrer grandes distancias para obtener los recursos necesarios: agua, tierra y tierra fértil, semillas, productos alimenticios y de uso general. Al hablar de la vida en el río, Damiana, a sus 48 años y reconocida sabedora de plantas en Murebe, resalta la autonomía y tranquilidad que generaba el poder sembrar: "uno vivía muy sabroso y amañao [cerca al río], cuando estaba allá, uno vivía al pie de su trabajo, uno comía lo que uno quería, allá, no faltaba a uno su diario".

Bellavista Nuevo

Luego de los hechos violentos sucedidos en el 2002, el periodo de desplazamiento de la población a la ciudad de Quibdó y el posterior retorno al poblado en Bellavista, las autoridades decidieron reubicar a la comunidad. En los años 2005 y 2006 agencias nacionales y de cooperación internacional iniciaron el proceso de planeación de la infraestructura para el reasentamiento de los habitantes de Bellavista (Red de Solidaridad Social 2004; Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República de Colombia 2007), quienes aceptaron las condiciones de la construcción del nuevo pueblo por la conmoción del momento, la presión institucional, la esperanza de mejorar sus condiciones de vida y la necesidad de obtener recursos económicos que solo serían otorgados bajo ciertas condiciones, entre ellas, la reubicación (GMH-CNRR 2010; Quiceno 2016, 218).

El cerro El Fuerte fue el lugar escogido. De acuerdo con las lógicas institucionales, este era el lugar más indicado para evitar riesgos ambientales22, ya que las riberas del río Atrato se inundan periódicamente. Sin embargo, las dinámicas de esta comunidad para sostener la vida se vieron alteradas debido a la incapacidad institucional de realizar diagnósticos participativos que contemplaran las particularidades de las comunidades, los territorios y los ecosistemas que habitan (G. Mosquera 2011)23. La estructura del nuevo Bellavista ya no es lineal, las casas no son de madera ni su frente está dirigido hacia el río. El cerro donde fue construido Bellavista Nuevo debió ser aplanado y fue necesario realizar obras de estabilización del lote, manejo de taludes y de aguas, arborización, adecuación de zonas bajas y otras obras para asegurar el terreno (Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República de Colombia 2007). Para aprovechar las zonas planas, los barrios de Bellavista Nuevo están dispersos y desconectados; las instalaciones administrativas (alcaldía, puesto de salud, colegio, polideportivo) son el eje central del poblado. El nuevo ordenamiento espacial modifica la configuración de vida, los anhelos de sus habitantes, las tradicionales dinámicas productivas y los espacios de encuentro y cohesión comunitaria.

La casa es el punto de referencia utilizado por las mujeres para narrar las transformaciones más sentidas a causa de la desterritorialización, así como para la reconstrucción de la vida en la reubicación. El patio en Bellavista Nuevo es un lugar reservado para la intimidad de la familia con acceso limitado a los más cercanos. Al entrar, llaman la atención el sistema de manejo y recolección de agua y el de drenaje. Esto incluye tanques plásticos de 5.000 litros para almacenar el agua lluvia y, en la tierra o en el piso pavimentado, un canal de desagüe hasta el bosque o el pozo séptico. Gracias a la inversión estatal en proyectos productivos para las mujeres, algunos patios tienen galpones de gallinas o corrales para los cerdos que, por la enfermedad de los animales, la dificultad de su limpieza y el restringido acceso al agua para ello, se encuentran vacíos y abandonados.

En la actualidad, el municipio de Bojayá cuenta con una población de aproximadamente 11.000 habitantes, de los cuales el 96,03 % tiene insatisfechas sus necesidades básicas. El 39 °/o no posee ningún nivel educativo formal y solo el 1,3 % tiene educación superior o de posgrado (DANE 2005). Las opciones de empleo más prometedoras son los cargos públicos en la alcaldía, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) o el puesto de salud, pero son inaccesibles para la mayoría. Existe una alta competencia laboral y los procesos de vinculación pública están dominados por el clientelismo político.

Las actividades productivas y económicas tradicionales han sido limitadas por el conflicto armado y el despojo (Ojeda 2016, 21; Velásquez, Escobar y Vergara 2018, 70). Los terrenos baldíos cercanos a las casas son escasos y no son aptos para la siembra. El uso de escopeta y la caza de animales también están restringidos. La pesca se ha visto reducida por el robo de las embarcaciones. Luego de la entrega de las viviendas en Bellavista Nuevo, el Gobierno no restituyó las azoteas, ni mitigó el daño a las prácticas de pesca y agricultura ocasionado por la considerable distancia de este nuevo poblado hasta el río y las tierras productivas, lo cual incrementó la dependencia de recursos monetarios para la subsistencia comunitaria. La casa de material24 y la urbanización construida en Bellavista Nuevo determinaron los límites y posibilidades de la práctica tradicional de cultivo de plantas en el hogar. En otras palabras, el nuevo espacio es un sistema artificial diseñado para fines muy distintos a los del lugar de origen y a las vocaciones de vida de sus habitantes (Sosa 2012, 18).

Fuente: fotografía aérea de Gabriel Aponte (2006).

Figura 1 Imagen panorámica de Bojayá, Choco (Bellavista Nuevo en construcción) 

El proyecto institucional de reubicación en viviendas de material no solo generó un microclima caliente y sofocante (Quiceno 2016, 216), sino que también limitó la capacidad de siembra de plantas en el hogar, debido a la reducción del espacio en los patios, a los escombros dejados por la construcción y a la poca fertilidad. El perfil de suelo de la topografía ondulada en Bellavista presenta un horizonte franco rico en materia orgánica en su superficie (Martínez 2014), pero en la ejecución del proyecto de reubicación se removieron 750.000 m3 de tierra del cerro El Fuerte (Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República de Colombia 2007), lo cual dio paso a capas inferiores poco fértiles de suelos franco-arcillosos y arcillosos con alto material ferromagnésico (González 1958, 154). Sin embargo, aun en estas condiciones precarias para la siembra, las mujeres adaptan sus recursos y revitalizan el cultivo, sembrando tanto en el espacio público del andén como en el espacio privado de sus modificados patios.

En este contexto de desplazamiento forzado, la arquitectura de las casas impuso límites al accionar cotidiano de las mujeres (Ojeda 2016, 32); no obstante, también les proporcionó condiciones de bienestar. Luego de once años de reubicación, ellas reconocen la vivienda de material como patrimonio y espacio para reconstruir la vida. La posesión de una vivienda de material, duradera, cómoda y titulada a nombre propio les otorgó cierto grado de seguridad y estabilidad25. Al igual que otras mujeres de la escuela sociopolítica26, Sobenny, jefa de hogar con cinco hijos, valora la posesión de una casa de material que no se deteriora en cada creciente del río y la expectativa de vivir en un territorio que le permite emplearse y obtener recursos económicos de forma independiente a la presencia masculina27. De igual forma, Jhorlenny cree que las personas pueden mejorar sus viviendas y vivir "bien sabroso como vivíamos en Bellavista [Viejo]". Siente que las condiciones históricas, geoambientales y culturales de Bellavista Viejo inciden en la reconfiguración de una identidad específica que se mantiene y se transforma, superando las significativas modificaciones del pueblo y de las casas en la reubicación. En Bellavista Nuevo, la comunidad transformó su forma de vida para mantener o cambiar arreglos específicos en esta nueva reconfiguración territorial urbana (G. Mosquera 2011, 27).

En Bellavista Nuevo, la nueva estructura del patio y los obstáculos para la siembra quebrantaron los procesos de domesticación de especies vegetales provenientes de los ecosistemas que estas comunidades han habitado ancestralmente. Como cuenta Sobbenny:

yo antes [en Bellavista Viejo] tenía la amansa justicia, siempre la he sembrado, tenía la hierbabuena, tenía el paico, tenía la menta, sino que esas hierbas se me murieron. Porque acá sembramos en tierra de hormiga28, entonces, como acá [en Bellavista Nuevo] la sembramos y todo el tiempo no le vivimos echando de esa tierra, se nos mueren. (Entrevista a Sobenny Mosquera, mayo del 2019)

Al ser espacios estériles y foráneos, los patios en las casas de cemento gestan en las mujeres identidades en hibridación ante las formas tradicionales de sustento y las nuevas necesidades. Ellas activan su agencia, adaptan sus recursos y transforman su entorno. A partir de sus decisiones y trabajo sobre el patio en Bellavista Nuevo, el lugar es resignificado pese a las dificultades que impone a sus prácticas cotidianas. En esta reconfiguración territorial, se apropian del espacio, lo construyen y forman una nueva representación del lugar en una simbiosis dialéctica (Sosa 2012, 7).

Aunque algunas mujeres expresan estar cansadas de sembrar debido a que esta actividad en Bellavista Nuevo no es necesariamente exitosa, han intentado recuperar sus patios de manera intuitiva y recursiva. Durante los once años de reubicación, han utilizado este tiempo de aprehensión29 (Arboleda 2016, 262) para darle sentido al patio en Bellavista Nuevo. Cuando los recursos para mantener viva la práctica de azoteas son reducidos, recurren a sus suficiencias íntimas, flexibilizando prácticas ancestrales que resultarían inviables en esta nueva realidad. La siembra de plantas es una expresión de la identidad que abre caminos para posibilitar la vida y la humanidad en medio de los límites impuestos por la urbanización como espacio institucionalizado.

La siembra de plantas en la reconfiguración de la vida

Mayito, educadora y lideresa comunitaria del barrio Bellaluz, se refiere a diversas actividades como quehaceres de la casa, que incluyen mirar las matas. A través de acciones como imaginar, observar, sembrar, cuidar, nutrir, inspeccionar, calcular, planear y decorar, las mujeres activan sus capacidades y revitalizan el cultivo de plantas de uso común30 para reconfigurar la vida en el nuevo territorio. Las plantas climatizan, sazonan y nutren, son despensa alimentaria, ejercitan y enaltecen el alma, construyen espiritualidad, son fuente de productividad y recurso económico, cuidan la salud, educan, adornan y construyen paisaje. En sus distintos roles, refuerzan la conexión de las gentes del Atrato con su terruño.

Para revitalizar las prácticas de siembra en Bellavista Nuevo, las mujeres obtienen partes vegetativas o semillas, y adaptan alternativas frente a la escasez de ciertos recursos utilizados tradicionalmente para elaborar las azoteas, como la tierra de hormiga: este sustrato fértil es recolectado de la entrada del nido de la hormiga arriera (Atta sp.) en los bosques cercanos a las viviendas y utilizado como abono para sus plantas. El uso de la tierra de hormiga, práctica y conocimiento tradicional que las ha acompañado durante generaciones (Camacho 1999, 49), es ahora objeto de intercambio monetario: un costal de tierra es útil para llenar de cuatro a seis materas y cuesta aproximadamente $ 25.000, sin que ello supla las necesidades de sustrato para que una azotea sea productiva para la familia. Algunas también han hecho sus azoteas comprando tierra fértil traída desde la vía entre Bellavista Nuevo y la Ciénaga de Bellavista, o en ocasiones provenientes del mismo Bellavista Viejo, y la mezclan con tierra menos abonada obtenida del monte cercano a las casas.

Ante la lejanía y el alto costo de las tierras fértiles, las mujeres también abonan sus cultivos mediante sencillos procesos de compostaje con los residuos orgánicos de la preparación de los alimentos, como cáscaras de verduras, frutas, tubérculos, restos de la poda, afrecho del café, y de subproductos de otras actividades, como el aserrín de árboles seleccionados o la cascarilla de arroz. Arelis dice: "Cuando rozo el patio, ahí le voy aportando, con tierra, hojas y matorrales podados"; de esa forma elaboran en sus casas tierra orgánica y abono ricos en nutrientes para cuidar sus plantas. Ellas mantienen un circuito de ciclaje de nutrientes que les permiten abonar el suelo para la siembra hogareña. Para la siembra y el compostaje, construyen con tablones de madera cajones sobre el piso. Los zumbos31 son ahora la forma preponderante para cultivar en casa; con estos, transforman el paisaje y el ambiente de sus patios.

También seleccionan la planta a sembrar según los requerimientos y preferencias de la familia: curar enfermedades, sazonar alimentos o embellecer su hogar con sus plantas predilectas. Así lo cuenta Mayito: "Cuando andaba buscando una hierba que me dijeron servía para el cólico, yo fui y vi poleo, y le dije: 'ay, regálame una matica de poleo', y me regalaron una ramita. Y ahí la sembré, hice tres zumbos, la ramita que me dieron a cada una le hice su zumbo [para familiares]. Todas pegaron". Un retoño de la planta es obtenido directamente del monte o a través de la red de intercambios recíprocos (Camacho 2013, 126); a su vez, este intercambio refuerza los vínculos comunitarios. Al sembrar la semilla o la planta, son especialmente cuidadosas y permanecen atentas a su crecimiento: "el vecino me regala, uno va teniendo la semillita, primero se le organiza el sitio donde se va a sembrar, primero hay que limpiar la tierra, que salga la plaga, colocarla al sol, limpiarla bien y ahí sí, a la azotea" (entrevista a Jhorlenny Mosquera, mayo del 2019).

Al mirar las matas, las mujeres las huelen, les hablan, las observan en detalle y las rozan con sus manos, descifran la presencia de alguna enfermedad y quitan hojas secas o afectadas por patógenos. Para poder tener plantas en sus patios, han debido encontrar previamente zumbos disponibles y obtener la tierra para rellenarlos. Antes de regarlas, calculan la cantidad de agua que las plantas necesitan -"en tiempo de verano todos los días amanezco a echarles agua", cuentan-, según la humedad y las lluvias de los días próximos. Ellas deducen la ubicación temporal o permanente de las plantas y calculan el riego requerido según el microclima del patio, la humedad y otras condiciones ambientales durante cada temporada. Cruz Elena, de 37 años, explica: "[se ubican para que] no se agobien con el sol muy duro o el aguacero también".

Para la espiritualidad afrochocoana de legado africano, la selva es el templo sagrado, escenario ritual y lugar vital donde la comunidad habita en compañía de los ancestros, espíritus, las divinidades y las fuerzas naturales y sobrenaturales. Las plantas, en relación con la selva y la siembra, apoyan prácticas espirituales que tienen por finalidad reforzar la vida dirigiendo las fuerzas naturales (S. Mosquera 2000; Quiceno 2016, 97). La tradición de pensamiento de comunidades afrocolombianas del Chocó descrita por Losonczy (1993) reconoce a las plantas como entidades de cruce, gracias a su capacidad para operar como regulador térmico y herramienta de la mediación humana de los estados corporales a través de bebidas, pócimas y ungüentos. Losonczy afirma que "los vegetales son mediadores privilegiados"; las plantas y sus preparaciones actúan como intermediarias, "para debilitar así la rigidez de las oposiciones binarias, en un reconocimiento del carácter cambiante y lábil de los elementos del universo" (55). Los vegetales median entre los estados fundamentales de la existencia: la vida y la muerte; la movilidad y la inmovilidad; lo frío y lo caliente, en las relaciones étnicas e interculturales (Losonczy 1993). En el caso de Bellavista, median también entre las diferentes concepciones ideológicas de la vida, determinadas, por un lado, por el pensamiento afrocolombiano del Chocó y, por el otro, por el pensamiento impuesto a través de las viviendas de interés social y el espacio en los patios (Arboleda 2016; G. Mosquera 2010, 49).

Amplios o comprimidos, los patios de Bellavista Nuevo están adornados por las manos de mujeres que transforman en arte los vestigios de la construcción. Los patios pueden entenderse como paisajes intervenidos y construidos de forma poética (Oslender 2002) por las mentes inquietas de las mujeres que experimentan e imaginan a través del jardín. Esta performancia localizada (Escobar 2012, 175) busca dotar el espacio de sentido, estética, uso y significado. La laboriosa siembra de plantas en los patios de las mujeres de Bellavista se revela como la expresión primordial del arte gestión (Arboleda 2016, 263). Este aspecto puede ser considerado irrelevante ante las diversas dificultades que ellas deben afrontar. Sin embargo, en la tarea de una política de vida (230), ejercen su derecho a la belleza y a la contemplación, aspecto valioso en cuanto transforma al patio en un espacio más almado (263).

Jhorlenny se refiere al crecimiento del cilantro chocoano (Erygium foetidum) de la siguiente manera: "el más bonito es el cilantro chocoano, esa planta cuando crece da unas puyas, ¡se le abren a uno los ojos cuando uno las ve! El cilantro es la planta que me da más alegría". Al sembrar sus huertas, las mujeres hacen del lugar algo propio, no solo un espacio construido por un planificador que desconoce los modos de habitar la región. Mediante el ritual cotidiano de la siembra, ellas comunican sus ideas y sus emociones. La siembra, como parte del proceso de territorialización, "encarna el proyecto de vida" de las comunidades afrocolombianas (Sosa 2012, 24) y la visión del mundo que las mujeres quieren construir.

Además de elaborar el paisaje y climatizar los patios de cemento, las plantas son usadas tradicionalmente como recursos para diversificar la alimentación y suplir necesidades medicinales y terapéuticas. Con la miscelánea de siete plantas, las mujeres elaboran la culinaria bellavisteña, preparaciones que son reivindicadas como saludables, "sin tanto químico". Frente a la carencia de servicios de salud efectivos, recurren a la herbolaria tradicional para tratar las enfermedades más comunes en Bellavista Nuevo: malestares estomacales, inflamación, parásitos, insomnio, fiebres y resfriados, nerviosismo, dolores musculares, hipertensión e hiperglicemia, entre otras. La albahaca y el toronjil son recordados por las mujeres como el recurso para el nerviosismo durante los enfrentamientos acaecidos el 2 de mayo. Mayito cuenta: "hicimos aromática de toronjil y albahaca para los nervios, era lo único que había".

Fuente: fotografía de Bela Henríquez, junio del 2017.

Figura 2 Siembra de plantas en zumbo elaborado con una carretilla vieja. Paisajismo en el patio de Damiana Romano 

Las mujeres de Murebe recuerdan cómo aprendieron a sembrar plantas en su niñez, al acompañar a sus padres y madres al monte, y asumir tareas en el cultivo. Arelis, de 33 años, oriunda de Pogue y residente estacional entre su lugar de origen, Bellavista, y Quibdó durante sus años de estudio en su juventud, cuenta cómo aprendió a sembrar árboles acompañando a sus padres a la parcela de tierra donde sembraban: "eso lo aprendí con ella [mi madre], ella nos iba indicando cómo debíamos de meterlo [plántula o esqueje de raíz] y así". Reflexiona en torno a lo que dejó de aprender de las plantas debido a que su madre ya no tiene azotea y, aunque "siembra en zumbos, tiene menos plantas que antes". Dado que en las comunidades afrocolombianas se aprende y enseña haciendo, la ausencia de azoteas y huertos en el hogar pone en riesgo la transmisión de estos conocimientos ancestrales a las nuevas generaciones, siendo esta una vulneración adicional a las ya ocasionadas por la masacre. Con la realización de un inventario32, estas mujeres han logrado recuperar más de sesenta tipos de plantas y usos, con lo que proyectan elaborar materiales educativos que les permitan conservar y transmitir estos saberes a las nuevas generaciones.

Las mujeres valoran la actividad física y el desarrollo espiritual33 de cultivar y disfrutar de sus resultados, esfuerzo sustentado en conocimientos ancestrales sobre las plantas. El inventario de plantas y usos es también un insumo para establecer procesos productivos alternativos que puedan ser introducidos en esta realidad urbanizada. Es así como como imaginan y planean usos económicos en la elaboración de productos con valor agregado, como jabones y elementos de cuidado personal, que les permitan adquirir dinero y entrar en las nuevas cadenas de intercambio, ahora monetario. De todos modos, las mujeres están buscando establecer sus propios medios de generación de ingresos y autonomía para sobrellevar un proceso de reubicación que, ante la carencia de empleos dignos y actividades productivas viables hasta el momento, podría resultar en el empobrecimiento legalizado de poblaciones arraigadas territorialmente (Arboleda 2007, 472).

Construyen el patio como la primera despensa del hogar y fuente de productos de alimentación y salud para las familias. El patio es dominio de orden familiar; en este espacio, sus integrantes encuentran su primer escenario productivo, refuerzan su sentido de seguridad y sustentan su vida en el territorio.

Al mirar las matas y los cuidados que esta práctica conlleva, las mujeres reacomodan sus recursos, y al habilitarlos activan una tradición de pensamiento alrededor de las plantas definida por prácticas de siembra y uso que les permite resistir de forma creativa a los escenarios de despojo impuestos a través de la reubicación. El papel de las plantas, como agente mediador de esta transformación disruptiva, es fundamental para la reconfiguración de la vida en este nuevo contexto.

En la búsqueda de garantizar su existencia en esta nueva configuración territorial, las mujeres mantienen y modifican las tradicionales prácticas de siembra de plantas en el hogar. A través de las plantas, resignifican el lugar y lo transforman para que resulte útil a su forma de vida, en profunda conexión con la selva, con el cuidado de la vida y con la pervivencia comunitaria. La experiencia de reubicación en Bellavista aporta a los debates relacionados con la conceptualización de territorio y la construcción de territorialidad. Las mujeres se apropian de este nuevo territorio mediante la actividad e intervención de los patios para mejorarlo, transformarlo o enriquecerlo. Estas prácticas espaciales propias están basadas en la valoración que le dan a este nuevo lugar. Con la apropiación social del espacio en los patios, las mujeres se reterritorializan y al intervenirlo lo dotan de sentido.

Entre los hallazgos también encontramos que, si bien la arquitectura de la casa de material es valorada por las mujeres porque contribuye a su bienestar y autonomía, actúa como un dispositivo de despojo, ya que cuestiona y modifica los comportamientos campesinos y las prácticas tradicionales y de sustento de las comunidades afrocolombianas (G. Mosquera 2011, 27).

Tabla 1 Inventario de plantas medicinales usadas y sembradas por las mujeres en Bellavista Nuevo 

Nombre científico Nombre vernáculo Origen Uso Parte usada Preparado
Familia Género y especie
1 Acanthacea Justicia cff. Pectoralis Amasa justicia Nativa Hemorragia menstrual Hojas Macerada
2 Acanthacea Justicia cff. chlorostachya Calambombo Introducida, África Limpiar el cuerpo y la menstruación Hojas Cocinada
3 Amaranthaceae Alternanthera cff. lanceolata Descancel Nativa Bajar la fiebre Baño fresco Hojas Macerada
4 Amaranthaceae Alternanthera sp. Descancelito Nativa Fuego cutáneo Salud del corazón Hojas Amasada
5 Amaranthaceae Cyathula sp. Sanalotodo Naturalizada Curar heridas Hojas Cocinada
6 Amaranthaceae Iresine herbstii Amaranto Nativa y cultivada Regula la presión arterial Hojas
7 Apiaceae Eryngium foetidum Cilantro cimarrón Nativa y cultivada Aire en el vientre después del parto Inflamación Sazonar Toda la planta Cocinada
8 Xanthorrhoeaceae (subfamilia Asphodeloideae) Aloe vera Sabia Introducida, Arabia y Mediterráneo Desintoxicar Cicatrizante Hojas Macerada
9 Asteraceae Tagetes cff. erecta Flor de muerto Introducida, México Cultivada Ornamental y aroma Rasquiña en el cuerpo Reumatismo Ramas Amasada Preparada
10 Asteraceae Bidens pilosa Pacunda Nativa Adventicia Diarrea Colesterol alto Sereno de los niños en baño Hojas Cocinada
11 Asteraceae Acmella ciliata Botoncillo Nativa Analgésico Dolor de muela Curaciones del hígado Hojas Flores Cocinada Emplasto
12 Basellaceae Basella alba Espinaca Introducida, Asia Cultivada Alimenticia Contra la anemia Para la sangre Hojas Amasada Cocinada
13 Euforbiaceae Euphorbia tithymaloides Vitamurreal Nativa Para los riñones Dolor de oído Inflamación Fragilidad del embarazo Vomitiva y cáustica Hojas Raíz Exudada Macerada
14 Fabaceae Senna reticulata Galve Nativa Afecciones de la piel Hojas Emplasto Cocinada
15 Fabaceae Senna sp. La potra Nativa Diarrea Hojas Cocinada
16 Fabaceae Gliricidia sepium Matarratón Nativa y cultivada Fiebre e infecciones virales Rasquiña del cuerpo Inflamación y hematomas Ramas Hojas Cocinada Amasada Emplasto
17 Gesneriaceae Chrysothemis sp. Cerveza Nativa Bebida refrescante Hojas Amasada
18 Gesneriaceae Drymonia sp. Desbaratadora Nativa Inflamación o hematoma Refrescante corporal Toda la planta Emplasto Cocinada
19 Lamiaceae Hyptis verticillata Gallinaza orillera Nativa Reuma y gripa Hojas Té Macerada
20 Lamiaceae Mentha sp. Hierbabuena Cultivada Buena suerte Parásitos estomacales Hojas Cocinada Macerada
21 Lamiaceae Mentha rotundifolia Menta Cultivada Parásitos estomacales Hojas Macerada
22 Lamiaceae Clinopodium brownei Poleo Introducida Digestivo Afecciones respiratorias Hojas
23 Lamiaceae Ocimum sp. Albahaca blanca Introducida Digestiva Sazonar Protección para los nervios Hojas
24 Lamiaceae Ocimum campechianum Albahaca Nativa Nervios Malestar estomacal Hojas Té apagado
25 Lamiaceae Plectranthus amboinicus Orégano Oreganón Introducida, África Cultivada Naturalizada Sazonar Dolor de oído Digestivo Afecciones respiratorias Contra parásitos intestinales Antiinflamatoria y sedante Contra hongos y bacterias Hojas Amasada Té apagado
26 Malvacea Theobroma sp. Bacao Nativa Alimenticia
27 Malvacea Cff. Malvaviscus sp. Cff. Hibiscus rosa-sinensis Bonche Nativa y cultivada Baño fresco Ramas Cocinada
28 Malvacea Malachra sp. Malva Nativa Afectaciones del cabello, cuero cabelludo y piel Cicatrizante y antiinflamatorio Ramas Hojas Flores Cocinada
29 Malvacea Gossypium barbadense Algodón Introducida Dolor de muelas Pasmo después del parto Maceta Hojas Emplasto Macerada
30 Oxalidaceae Oxalis sp. Doradilla Nativa Mal de nacimiento Hojas Emplasto
31 Petiveriaceae Petiveria alliacea Anamú Nativa Tos Hojas Cocinada
32 Phyllanthaceae Phyllanthus sp. Dormidera Nativa Antiinflamatorio Cálculos renales Diurético Contra el insomnio en baño Rama Té apagado Cocinada
33 Piperaceae Peperomia pellucida Celedonia Nativa Dolores de parto Dolor de muelas con pasmo Parásitos intestinales Hojas Macerada Emplasto Cocinada
34 Piperaceae Piper peltatum Santamaría blanca Nativa Afectación del vaso en niños Dolor de cabeza Baño fresco Desinfectante Hojas Macerada Emplasto Cocinada
35 Piperaceae Piper auritum Santamaría de anís Nativa Pasmo después del parto Aromático Hojas Amasada
36 Piperaceae Piper tricuspe Tres dedos Nativa, Chocó Para limpiar el riñón Dolores de cabeza Mordedura de serpientes Hojas Amasada Cocinada
37 Plantaginaceae Scoparia dulcis Escubillla Nativa Aumentar apetito Hojas Cocinada
38 Plantaginaceae Plantago major Llantén Introducida, Europa y Asia Parásitos estomacales Gastritis Cataratas Hojas Té apagado Reposada
39 Poaceae Cymbopogon citratus Citronela Introducida Aromática Repelente de insectos y mosquitos Hojas Saumerio Cocinada
40 Poaceae Cymbopogon citratus Limoncillo o verde limón Introducida Gripa y tos Afecciones respiratorias Hojas Cocinada
41 Selaginellaceae Selaginella sp. Carpintero Nativa Conjuntivitis Ramas Cocinada
42 Solanaceae Cestrum nocturnum Galán de noche Nativa Ornamental y aromática Flores Preparada
43 Solanaceae Solanum sp. Fiegaplato Nativa Frialdad en el embarazo Hojas Cocinada
44 Verbenaceae Lippia sp. Chiva grita Nativa Digestiva Tos Jaqueca y sistema nervioso Estrés y mal humor Enfermedades del corazón Diabetes Hojas Té apagado Cocinada
45 Verbenaceae Verbena sp. Verbena Nativa Insomnio Antiofídico Hojas Amasada Té
46 Verbenaceae Lantana sp. Venturosa Nativa Pasmo después del parto Hojas Amasada
47 Zingiberaceae Zingiber officinale Jengibre Introducida, Asia Cultivada Afecciones respiratorias Digestivo Antiinflamatorio Dolores musculares Sistema inmunológico Raíz Té Cocinada

* Cff: confirmar especie.

Fuente: resultado del Proyecto Bellavista-Lab y la colaboración del Herbario de la Universidad Icesi.

Conclusiones

Las plantas climatizan, sazonan y alimentan; son despensa; ejercitan y enaltecen el alma; son fuente de productividad y recurso económico; cuidan la salud; educan, adornan y construyen paisaje. En sus distintos roles, al igual que el río, refuerzan la conexión de las gentes del Atrato con su terruño. Las plantas, como símbolo y lenguaje del pensamiento afrocolombiano, se reactualizan. Buscando la salida a nuevos problemas concretos, las mujeres rescatan los saberes y usos pasados, readecuándolos y encontrando nuevas potencias para abrir camino a la expresión de la identidad en espacios institucionalizados. Al sembrar, las mujeres activan sus capacidades y revitalizan sus saberes ancestrales, las plantas son mediadoras en la reconfiguración de la vida en este nuevo contexto urbanizado.

El intercambio de semillas y plantas, los zumbos y el compostaje simple son ahora las formas preponderantes de siembra en los patios de Bellavista Nuevo. El esfuerzo por recuperar las prácticas de cultivo de plantas de uso común es para ellas una necesidad vital. Recurrir a estos saberes surge como una estrategia para reexistir en el despojo, aferrándose a su capacidad de inventiva, resiliencia y su empeño por mantener su humanidad. La documentación de conocimientos en torno a las plantas revitaliza saberes ancestrales y su uso y manejo potencian una identidad en conexión con la naturaleza. Las plantas son el recurso que las mujeres utilizan para cuidar su salud en medio de la ineficiencia de las instituciones; les permiten nutrir y diversificar su dieta, y también se proyectan como una futura activación económica a través de la elaboración de productos con base en las propiedades de sus plantas. En este sentido, son una forma de hacerle frente a la precariedad de este nuevo contexto urbanizado.

Los intercambios recíprocos de información, plantas y alimento entre las mujeres y la política de vida inmersa en la siembra y uso para fines alimenticios y medicinales son potentes mecanismos para contrarrestar la fragmentación comunitaria, la desesperanza y la inacción generadas a causa de las limitaciones impuestas por la urbanización construida en Bellavista Nuevo. Al habitar y territorializar las casas de material, las mujeres resisten las limitaciones impuestas por la configuración de los patios, cuyo sentido de lugar se encuentra en oposición a su identidad campesina. A partir de sus suficiencias íntimas, las mujeres reterritorializan este espacio. Para ello, reacomodan recursos, apelan a sus saberes ancestrales e imaginan escenarios propicios para la vida, acordes con su identidad afrodescendiente.

La urbanización en Bellavista Nuevo es una espacialidad que determina y define las posibilidades para habitar y reterritorializar este nuevo espacio. El nuevo habitar se construye a partir de las relaciones, representaciones, eventos e imaginarios basados en la identidad afrodescendiente y en el desarrollo de actividades productivas y económicas propias, definidas por la relación íntima e histórica con el lugar y las representaciones colectivas. Para las bellavisteñas, la transformación del patio a través de la siembra de plantas desata la memoria ancestral y la imaginación, las conecta con su historia, afianza su identidad afrocolombiana, y otorga cierto grado de autonomía, arraigo y pertenencia a este lugar vaciado.

La siembra de plantas es una práctica tradicional que refleja la pervivencia de la relación con la naturaleza característica de las comunidades que habitan el Chocó. Al dibujar el paisaje con sus zumbos y sus plantas, las mujeres bellavisteñas experimentan a través de la acción y los patios pueden ser entendidos como paisajes construidos. Al imaginar y construir la escena, el espacio es dotado de estética, uso y significado.

La experiencia de las mujeres del barrio Bellaluz en Bellavista cuestiona la construcción de viviendas de interés social como práctica institucionalizada para la reubicación de población vulnerable, y exige políticas públicas destinadas a fortalecer los procesos de planeación y concertación con la comunidad, de modo que la perspectiva interdisciplinar y el trabajo sostenido y profundo sean centrales. Este caso también plantea la necesidad de contemplar reubicaciones en construcciones híbridas que permitan la mixtura entre los proyectos urbanísticos, la cultura propia, las formas productivas tradicionales y las condiciones ambientales del lugar de origen y de recepción.

Referencias

Arboleda, Santiago. 2007. "Conocimientos ancestrales amenazados y destierro prorrogado: la encrucijada de los afrocolombianos". En Afro-reparaciones: memorias de la esclavitud y justicia reparativa para negros, afrocolombianos y raizales, compilado por Claudia Mosquera, 467-488. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. [ Links ]

______. 2016. Le han florecido nuevas estrellas al cielo: suficiencias íntimas y clandestinización del pensamiento afrocolombiano. Cali: Casa Editorial Poemia. [ Links ]

Arocha, Jaime. 2009. "Homobiosfera en el Afropacífico". Revista de Estudios Sociales 32: 86-97. https://revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/10.7440/res32.2009.06Links ]

Bello, Martha y Constanza Millán. 2005. "La intervención institucional en contextos culturalmente distintos: lógicas de tensión y contradicción". Palimpsestvs (enero). https://revistas.unal.edu.co/index.php/palimpsestvs/article/view/8079/8723Links ]

Bello, Martha, Elena Martín Cardinal, Constanza Millán Echeverría, Belky Pulido Hernández y Raquel Rojas Isaza. 2005. Bojayá, memoria y río: violencia política, daño y reparación. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. http://www.bivipas.unal.edu.co/bitstream/10720/364/1/141-Bello_Martha-2005-427.PDFLinks ]

Bernal, Rodrigo, Gloria Galeano, Ángela Rodríguez, Helena Sarmiento y Mauricio Gutiérrez. 2017. Nombres comunes de las plantas de Colombia. Bogotá: Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia. Consultado el 10 de junio de 2020. http://www.biovirtual.unal.edu.co/nombrescomunes/Links ]

Bernal, Rodrigo, S., Robbert Gradstein y Marcela Celis, eds. 2019. Catálogo de plantas y líquenes de Colombia. Bogotá: Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia. Consultado el 10 de junio de 2020. http://catalogoplantasdecolombia.unal.edu.coLinks ]

Berroeta, Héctor, Álvaro Ramoneda, Viviana Rodríguez, Andrés di Masso y Tomeu Vidal. 2015. "Apego de lugar, identidad de lugar, sentido de comunidad y participación cívica en personas desplazadas de la ciudad de Chaitén". Magallania 43 (3): 51-63. http://www.magallania.cl/index.php/magallania/article/view/775Links ]

Camacho, Juana. 1999. "Mujeres, azoteas y hormigas arrieras: prácticas de manejo de flora en la costa pacífica chocoana". En Zoteas: biodiversidad y relaciones culturales en el Chocó biogeográfico colombiano, editado por José Eduardo Arroyo, 35-58. Bogotá: Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico; Fundación Natura Colombia; Fundación Swissaid-Colombia. https://www.academia.edu/14518974/Mujeres_zoteas_y_hormigas_arrie-ras_Pr%C3%A1cticas_de_manejo_de_flora_en_huertos_de_la_costa_chocoanaLinks ]

______. 2013. "People, Place and Plants". En Seeds of Resistance, Seeds of Hope. Place and Agency in the Conservation of Biodiversity, editado por Virginia Nazarea, Robert Rhoades y Jenna Andrews Swaan, 115-148. Tucson: University of Arizona Press. Consultado el 26 de abril del 2019. https://www.academia.edu/14473945/People_Place_and_Plants_in_the_Pacific_Coast_of_ColombiaLinks ]

Cerdas, José. 2015. "Prospección de la bacteria entomopatógena Bacillus thuringiensis en colonias de hormigas zompopas (géneros: Atta y Acromyrmex) para su potencial aplicación como agente de control biológico". Tesis de Microbiología y Química, Universidad de Costa Rica Rodrigo Facio, Costa Rica. [ Links ]

Cinep (Centro de Investigación y Educación Popular) y Diócesis de Quibdó. 2004. "Bojayá, un año después. La otra versión". Banco de datos de derechos humanos y violencia política. Noche y Niebla. Caso tipo n.° 1B: 1-76. https://www.nocheyniebla.org/wp-content/uploads/u1/casotipo/Bojaya2.pdfLinks ]

CNMH (Centro Nacional de Memoria Histórica). 2018. "Narrativas de la guerra a través del paisaje". Consultado el 10 de abril del 2020. http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/recorridos-por-paisajes-de-la-violencia/narrativas-guerra.pdfLinks ]

Corte Constitucional de la República de Colombia. 2016. Sentencia T-622/16. http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2016/t-622-16.htmLinks ]

DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística). 2005. Boletín Censo General-Perfil Bojayá-Chocó. Consultado el 30 de abril del 2019. https://www.dane.gov.co/files/censo2005/perfiles/choco/bojaya.pdfLinks ]

De Groot, Mirjam. 2012. "Exploring the Relationship Between Public Environmental Ethics and River Flood Policies in Western Europe". Journal of Environmental Management 93 (1): 1-9. DOI: 10.1016/j.jenvman.2011.08.020 [ Links ]

Ellis, Neville y Glenn Albrecht. 2017. "Climate Change Threats to Family Farmers' Sense of Place and Mental Wellbeing: A Case Study from the Western Australian Wheatbelt". Social Science & Medicine 175: 161-168. DOI: 10.1016/j.socscimed.2017.01.009 [ Links ]

Escobar, Arturo. 1999. El final del salvaje, naturaleza, cultura y política en la antropología contemporánea. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología. [ Links ]

______. 2008. Territories of Difference. Durham, NC: Duke University Press. [ Links ]

______. 2012. Más allá del tercer mundo: globalizacióny diferencia. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia. [ Links ]

GMH-CNRR (Grupo de Memoria Histórica-Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación). 2010. Bojayá: la guerra sin límites. Bogotá: Taurus; Fundación Semana; CNRR; Memoria Histórica. [ Links ]

Gómez Nadal, Paco. 2012. Los muertos no hablan. Buenos Aires: Aguilar. [ Links ]

______. 2016. La guerra no es un relámpago: Bojayá habla de guerra y de paz en Colombia. Bogotá: Editorial Otramérica. [ Links ]

González, Adel. 1958. "Algunas observaciones sobre suelos de la vertiente del río Atrato y sus análisis químicos". Acta Agronómica 8 (4): 143-165. https://revistas.unal.edu.co/index.php/acta_agronomica/article/viewFile/49056/50151Links ]

Grueso Castelblanco, Libia Rosario. 2000. "El proceso organizativo de comunidades negras en el Pacífico sur colombiano". Tesis de Maestría en Estudios Políticos, Pontificia Universidad Javeriana, Cali. http://www.nacionmulticultural.unam.mx/reconocimientopueblos-negros/docs/263.pdfLinks ]

Gupta Akhil y James Ferguson, eds. 1997. Culture, Power, Place: Explorations in Critical Antropology. Durham; Londres: Duke University Press. [ Links ]

______. 2008. "Más allá de la cultura: espacio, identidad y las políticas de la diferencia". Antípoda 7 (julio-diciembre): 233-256. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1900-54072008000200011Links ]

Haesbaert, Rogério. 2013. "Del mito de la desterritorialización a la multiterritorialidad". Cultura y Representaciones Sociales 8 (15). http://www.scielo.org.mx/pdf/crs/v8n15/v8n15a1.pdfLinks ]

Lancheros, Aída y Julián Rincón. 2006. "Bojayá: entre el miedo y los medios". En Afro-reparaciones: memorias de la esclavitud y justicia reparativa para negros, afrocolombianos y raizales, compilado por Claudia Mosquera, 443-466. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. http://www.bdigital.unal.edu.co/1237/17/16CAPI15.pdfLinks ]

Losonczy, Anne-Marie. 1993. "De lo vegetal a lo humano: un modelo cognitivo afro-colombiano del Pacífico". Revista Colombiana de Antropología 30: 38-57. https://www.academia.edu/19637677/02_De_lo_vegetal_a_lo_Humano_-_LosonczyLinks ]

Martínez, Edison. 2014. "Estudio de suelos de la cuenca del río Atrato". En "Modelación hidrológica de la cuenca alta del río Atrato mediante HEC-HMS, para la determinación de caudales máximos" (anexo 3). Bogotá: Ideam y Universidad Santo Tomás. Consultado el 10 de abril del 2019. https://repository.usta.edu.co/handle/11634/371Links ]

Millán, Delma Constanza. 2009. "Ya no llega el limbo porque la gente bailando está. Prácticas de memoria en Bojayá-Chocó". Tesis de Maestría en Antropología Social, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. https://pacificocolombia.org/wp-content/uploads/2016/05/0590110001260215574.pdfLinks ]

______. 2010. "Mostrar que en Bojayá siguen pasando cosas". En Intervención social, cultura y ética: un debate interdisciplinario, editado por Claudia Mosquera, Marco Martínez y Belén Molina, 351-380. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. [ Links ]

Molano, Alfredo. 2017. De río en río, vistazo a los territorios negros. Bogotá: Penguin Random House. [ Links ]

Mosquera Torres, Gilma. 2010. Vivienda y arquitectura tradicional en el Pacífico colombiano, patrimonio cultural afrodescendiente. Cali: Escala; Universidad del Valle. [ Links ]

______. 2011. "La vivienda tradicional como alternativa en zonas vulnerables. Casos del Pacífico colombiano". Revista Arte & Diseño 9 (2): 31-33. https://doi.org/10.15665/ad.v9i2.244Links ]

Mosquera, Sergio. 2000. "Visiones de la espiritualidad afrocolombiana". Serie Ma' Mawu 5. Consultado el 5 de abril del 2020. https://www.centroafrobogota.com/attachments/article/6/Visiones%20de%20la%20espiritualidad%20afrocolombiana,%20Sergio%20A%20 Mosquera.pdfLinks ]

Mosquera, Gilma y Jacques Aprile-Gniset. 2006. Hábitats y sociedades del Pacífico. Vol. 3: Aldeas de la costa de Buenaventura. Cali: Programa Editorial de la Universidad del Valle. [ Links ]

Nogué, Joan. 2014. "Sentido de lugar, paisaje y conflicto". Geopolítica(s) 5 (2): 155-163. http://dx.doi.org/10.5209/rev_GEOP.2014.v5.n2.48842Links ]

Ocampo, Myriam, Mabel Martínez y Sandra Zuluaga. 2015. "Del campo a la periferia de la ciudad, la omnipresente sombra de la violencia. Campesinos desplazados forzados en Colombia caminan de la mano del eterno retorno a la violencia: vulneración y potencia de vida". Psicología USP 26 (2): 161-168. DOI: 10.1590/0103-6564D20140018 [ Links ]

Ojeda, Diana. 2016. "Los paisajes del despojo: propuestas para un análisis desde las reconfiguraciones socioespaciales". Revista Colombiana de Antropología 52 (2): 19-43. https://doi.org/10.22380/2539472X38Links ]

Oslender, Ulrich. 2002. "Espacio, lugar y movimientos sociales: Hacia una espacialidad en resistencia". Scripta Nova-Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales VI (115). http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-115.htmLinks ]

Peralta, Jaime. 2012. "De lo doméstico/manso a lo lejano/arisco. Un recorrido por la cartografía simbólica del territorio negro del Chocó". Antípoda 14: 113-137. [ Links ]

Pérez-Torres, Jairo, Miguel Rodríguez y Orlando Vargas. 1995. "Programa Chocó Biogeo-gráfico, marco de referencia". Universitas Scientiarum 2 (2): 63-71. https://www.academia.edu/3456646/Programa_Choc%C3%B3_Biogeogr%C3%A1fico_Marco_de_ReferenciaLinks ]

Pinto Benítez, Nayive y Giovanni Ramírez. 2009. "Conocimiento tradicional de especies vegetales usadas con fines mágico-religiosos en comunidades del Pacífico colombiano norte". Boletín Latinoamericano y del Caribe de Plantas Medicinales y Aromáticas 8: 180-183. [ Links ]

PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo); Red Ormet. 2013. "Perfil productivo del municipio Bojayá". http://www.redormet.org/documento/perfil-producti-vo-bojaya/Links ]

Quiceno Toro, Natalia. 2015. "Embarcados por la vida: luchas y movimientos afroatrateños en medio de la guerra en Colombia". Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), Buenos Aires. Consultado el 20 de febrero del 2019. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20150218050828/embarcadosporlavida.pdfLinks ]

______. 2016. Vivir sabroso. Luchas y movimientos afroatrateños, en Bojayá. Chocó. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario. [ Links ]

Quiceno Toro, Natalia y Camila Orjuela. 2017. "Bojayá: memoria y horizontes de paz". Revista Colombiana de Sociología 40 (suplemento 1): 103-127. DOI: 10.15446/rcs.v40n1Supl.65909 [ Links ]

Quiñones, Liceth, Ginna López, Teresa Valencia, Stella Cuero, Blanca Gómez y Asoparupa. 2016. "Plan Especial de Salvaguarda de los Saberes Asociados a la Partería Afro del Pacífico". http://patrimonio.mincultura.gov.co/siteassets/paginas/plan-especial-de-salvaguardia-de-los-saberes-asociados-a-la-parter%c3%8da-afro-del-pac%c3%8dfico/20-parter%c3%ada%20afro%20del%20pac%c3%adfico%20-%20pes.pdfLinks ]

Red de Solidaridad Social. 2004. "Colombia: reubicación de Bojayá, lista casa modelo, adecuación del lote y bloquera". https://reliefweb.int/report/colombia/colombia-reubica ci%C3%B3n-de-bojay%C3%A1-lista-casa-modelo-adecuaci%C3%B3n-del-lote-y-bloqueraLinks ]

Riaño-Alcalá, Pilar. 2006. Jóvenes, memoria y violencia en Medellín. Una antropología del recuerdo y el olvido. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia ; Editorial Universidad de Antioquia. [ Links ]

Rossi, Rafael. 2011. Reseña del libro Territory: A ShortIntroduction, de David Delaney (2005). Cuaderno Prudentino de Geografía, Presidente Prudente 33 (1). https://revista.fct.unesp.br/index.php/cpg/article/view/1938Links ]

Sánchez-Ayala, Luis y Cindia Arango-López. 2015. "Contra viento y marea, aquí estoy. Territorio e identidad en San Cristóbal, Montes de María". Latin American Research Review 50 (3): 203-224. https://www.researchgate.net/profile/Luis_Sanchez_Ayala/publication/283800688_Contra_viento_y_marea_aqui_estoy_Territorio_e_identidad_en _San_Cristobal_Montes_de_Maria/links/56a789ae08aeded22e36dcef/Contra-viento-y-marea-aqui-estoy-Territorio-e-identidad-en-San-Cristobal-Montes-de-Maria.pdf? origin=publication_detailLinks ]

Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República de Colombia. 2007. "La nueva Bojayá en cifras". http://historico.presidencia.gov.co/sp/2007/octubre/13/07132007.htmlLinks ]

Sosa Velázquez, Mario. 2012. ¿Cómo entender el territorio?. Ciudad de Guatemala: Editorial Cara Parens de la Universidad Rafael Landívar. https://rebelion.org/docs/166508.pdfLinks ]

UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). 2012. "Adaptación basada en ecosistemas, una respuesta al cambio climático". https://portals.iucn.org/library/sites/library/files/documents/2012-004.pdfLinks ]

Velásquez, María, Natalia Escobar y Aurora Vergara. 2018. "Etnografía comprometida en contextos de conflicto armado: lecciones de Bellavista - Bojayá - Chocó y Bahía Málaga - Valle del Cauca - Colombia". Revista Antropológica 41: 59-92. http://dx.doi.org/10.18800/anthropologica.201802.003Links ]

Velásquez, Rogerio. 1961. "Apuntes socioeconómicos del Atrato Medio". Revista Colombiana de Antropología 10: 159-225. http://biblioteca.icanh.gov.co/DOCS/MARC/texto/REV-091 5v10a05.pdfLinks ]

Vergara-Figueroa, Aurora. 2018. Afrodescendant Resistance to Deracination in Colombia. Massacre at Bellavista-Bojayá-Chocó. Chaz: Palgrave Macmillan. DOI: 10.1007/978-3-31959761-4 [ Links ]

West, Robert. (1957) 2000. "Las tierras bajas de Pacífico colombiano". En Pensar el suroccidente: antropología hecha en Colombia, editado por Enrique Jaramillo y Axel Rojas, 193-250. Cali: Universidad Icesi. [ Links ]

1 Mi agradecimiento especial a las mujeres del grupo Murebe, por sus enseñanzas de templanza, cuidado y resistencia; por sus relatos y el alegre tiempo compartido. También agradezco a Aurora Vergara y a las editoras de este número por sus valiosos comentarios y acompañamiento en el proceso.

2Como consecuencia de la disputa territorial entre estos dos grupos iniciada en los años 1990 (GMH-CNRR 2010, 137; Quiceno 2015, 2), en mayo del 2002, durante los enfrentamientos entre paramilitares del Bloque Élmer Cárdenas, comandado por Freddy Rendón Herrera alias "El Alemán", y el Bloque Móvil José María Córdoba de la guerrilla de las FARC, los frentes 5, 34 y 57 detonaron una pipeta artesanal explosiva dirigida a la iglesia de Bellavista donde se refugiaba la comunidad, frente a la omisión del Estado colombiano a las alertas tempranas. En este enfrentamiento perdieron la vida 98 civiles, 79 como víctimas directas de la explosión, de los cuales 41 eran mujeres y 38 hombres, y 48 eran menores de edad (GMH-CNRR 2010, 26). Para ampliar, véanse Cinep (2004), Gómez (2012, 2016), Lancheros y Rincón (2006), Millán (2009), Quiceno (2016), Quiceno y Orjuela (2017) y Vergara-Figueroa (2018).

3 Se refiere al monte con vegetación profusa, no intervenido o con varios años de descanso.

4Esta concepción de territorio se distancia de posturas que conciben el espacio y el territorio como estático y carente de contenido político (Oslender 2002).

5 Sosa (2012) entiende el territorio como la relación compleja entre naturaleza, espacio, tiempo y ser humano en sus dimensiones social, económica, política y cultural.

6El interés en la intersección entre paisaje, naturaleza y narrativas de la guerra en el marco del conflicto armado colombiano es reciente y se encuentra poco desarrollado. El Centro de Memoria Histórica identificó las potencialidades de esta perspectiva y desarrolló el proyecto "Recorridos por los paisajes de la violencia en Colombia", cuyas reflexiones se sintetizan en el especial web y el documento "Narrativas de la guerra a través del paisaje" (CNMH 2018).

7El sentido de lugar, como parte de la desreterritorialización, nos habla de la añoranza, el apego, la significación y resignificación de un lugar transformado (Berroeta et al. 2015; De Groot 2012; Ellis y Albrecht 2017; Nogué 2014). Se trata de la estructura de sentimiento local de orientación subjetiva que se deriva de vivir en un lugar particular, hacia el que los individuos y las comunidades desarrollan sentimientos de apego mediante sus experiencias y memorias (Oslender 2002). También es entendido como una construcción cultural a través de prácticas de memoria que crean lugares con sentido y significado (Riaño 2006).

9 Santiago Arboleda (2016) expone que las suficiencias íntimas son "cúmulos de experiencias y valores siempre emancipatorios, [de origen positivo y vivificante]; reservorio de construcciones mentales operativas, producto de las relaciones sociales establecidas por un grupo a través de su historia, que se concretan en elaboraciones y formas de gestión efectivas, verbalizadas condensadamente en ocasiones, siendo orientaciones de su sociabilidad y su vida" (26-27).

10Esta investigación se desarrolla a través del proyecto "Bellavista-Lab: estrategias pedagógicas para el fortalecimiento de iniciativas comunitarias en Bellavista, Bojayá, Chocó", gestionado por el Centro de Estudios Afrodiaspóricos (CEAF) de la Universidad Icesi (Cali).

11Como vindicación de su trabajo y sus historias, las participantes han decidido que se incluyan sus nombres reales en esta publicación.

12Las historias de vida y las experiencias personales han sido útiles para diversos autores al indagar en los modelos que comunidades arraigadas localmente construyen en su relación con la naturaleza, como el cultivo de plantas agenciado por las mujeres en los hogares de Bellavista.

13 De acuerdo con el censo del 2005, aproximadamente 454.030 habitantes del Chocó se autoiden-tifican como negros, mulatos, afrocolombianos o afrodescendientes.

14En el Pacífico colombiano las mujeres siembran sus huertas hogareñas en una plataforma elevada de madera o hecha con canoas en desuso, que es sostenida por horcones de madera local, para proteger las plantas del exceso de agua causado por las intensas lluvias y los periódicos desbordamientos del río. Estas columnas son enterradas en la tierra y les dan soporte por años.

15Sucesión ecológica es un proceso natural en el que se produce una secuencia de cambios en la comunidad ecológica que son observables en el tiempo y el espacio. A causa de colonizaciones y extinciones locales de especies, un ecosistema complejo es producido o transformado por su propia dinámica interna, es decir, los organismos que lo integran se sustituyen progresivamente por otros, hasta que la comunidad llega a un momento climácico o clímax.

16Los núcleos familiares afrocolombianos pueblan lugares adecuándolos en torno a la casa. Estos poblados fueron fincas dispersas conectadas por redes de parentesco, intercambio y movilidad. Con el tiempo, por la necesidad de estar más cerca, se van armando caseríos y pueblos con coloridas casas de madera a las orillas de los ríos. La estructura del poblado se define y afianza a partir de la construcción de la escuela, la iglesia y el puesto de salud (G. Mosquera 2010, 51; Quiceno 2016, 40).

17Semilla de plátano: se le llama colino al tipo de reproducción vegetativa por rizoma o esqueje de raíz.

18Bote o lancha construida en fibra de vidrio; embarcación de pasajeros con motor de 200 caballos de fuerza.

19Espacio abierto que da acceso al patio a través de una escalera. Es también la zona de servicios denominada de oficios húmedos (Mosquera y Aprile-Gniset 2006, 78). Entrevista a Yorlenis Velasquez, enero del 2018.

20Verja de madera o láminas de zinc que delimitaba el espacio íntimo habitado entre las viviendas y el monte no habitado.

21Si bien las casas en Bellavista Nuevo son de mayor tamaño que las viviendas promedio de interés social (45 m2 para vivienda de interés social en contraposición a los 65 m2 de las casas construidas en Bellavista Nuevo), siguen siendo reducidas y parcialmente inadecuadas para los usos, costumbres y el número de habitantes por unidad habitacional de las comunidades afrocolombianas.

22 El Estado no puede hacer inversiones en "lugares de riesgo de desastre ambiental" ni en zonas de inundación, como Bellavista Viejo.

23La adaptación basada en ecosistemas (AbE), promovida por el Banco Interamericano de Desarrollo, comprende la conservación, el manejo sustentable y la restauración de los ecosistemas naturales, con el propósito de facilitar la adaptación al cambio climático de las comunidades y de la sociedad en general. Este análisis tiene un elevado potencial para reducir la vulnerabilidad al cambio climático, a la vez que "hace posibles cobeneficios para los grupos particularmente vulnerables y aporta en preservar la biodiversidad" (UICN 2012).

24Para las mujeres, la casa de material es la vivienda construida con materiales foráneos, como el cemento y las láminas de zinc. Este tipo de construcción caracteriza a los barrios de interés social (usualmente concentrados en centros urbanos) pero es contraria a la tradicional casa de madera que puebla las orillas del Pacífico colombiano.

25La preferencia por casas de material no es un hecho aislado, sino que responde a "una aspiración legítima de las familias nativas" del Pacífico colombiano (G. Mosquera 2011, 96).

26La escuela sociopolítica hace parte del proyecto Bellavista-Lab de la Universidad Icesi.

27A diferencia de la construcción impuesta y disruptiva de Bellavista Nuevo, en la región la arquitectura foránea comúnmente se hibrida con la arquitectura tradicional de forma paulatina para responder a las necesidades comunitarias en su contexto ambiental (G. Mosquera 2011).

28Tierra de hormiga: material rico en compuestos orgánicos y microorganismos benéficos para la nutrición del suelo que es dejado por la hormiga arriera (Atta sp.) a la entrada de su hormiguero. Material de desecho o subproducto del proceso de cultivo fúngico en las cámaras de nido (Cerdas 2015).

29El tiempo de aprehensión es el necesario para captar y adquirir nuevos contenidos, para apropiar sentidos y lenguajes que les permitan comunicarse con coherencia en contextos cambiantes. Para la diáspora africana, los cambios inesperados solo pueden responderse con atino. Del tiempo de aprehensión depende la respuesta apropiada y pertinente de las resistencias (Arboleda 2016, 262).

30Aunque no siembran como antes, la siembra y el uso de plantas permanecen presentes. La siembra de las plantas que son usadas con regularidad no se había perdido por completo; esta práctica es revitalizada a través de documentar sus usos y adaptar la siembra a las nuevas condiciones.

31Zumbo significa baldes, ollas o cualquier tipo de recipiente que, luego de averiarse o romperse, es utilizado por las mujeres como maceta para sembrar sus plantas.

32La identificación taxonómica registrada en la tabla anexa se logró a partir de la investigación participativa y del registro fotográfico de las plantas sembradas en patios y antejardines del barrio Bellaluz en Bellavista Nuevo, Bojayá (Chocó). Se agradece por esta contribución al Herbario de la Universidad Icesi, especialmente a María Camila Pizano Gómez (directora) y a Camilo Sánchez (investigador).

33Búsqueda de bienestar físico, psíquico y anímico. La espiritualidad afrochocoana de legado africano "es la ideología que construye una manera diferente para entenderse, actuar y recrearse en el medio físico y psicosocial" (S. Mosquera 2000).

Recibido: 29 de Mayo de 2019; Aprobado: 21 de Abril de 2020

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons