SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.59 número2Placing Outer Space: An Earthly Ethnography of Other WorldsDr. Space Junk vs the Universe: Archaeology and the Future índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Revista Colombiana de Antropología

versión impresa ISSN 0486-6525versión On-line ISSN 2539-472X

Rev. colomb. antropol. vol.59 no.2 Bogotá mayo/ago. 2023  Epub 01-Mayo-2023

https://doi.org/10.22380/2539472x.2447 

Reseñas

Constellations of Inequality: Space, Race, and Utopia in Brazil

Juan Camilo Portela Garcí* 
http://orcid.org/0000-0001-7136-3464

* Universidad de Antioquia camporia87@gmail.com https://orcid.org/0000-0001-7136-3464

Mitchell, Sean T.. ., Constellations of Inequality: Space, Race, and Utopia in Brazil. ., Chicago: University of Chicago Press, 2017. 272p. https://doi.org/10.7208/chicago/9780226499437.001.0001, ISBN: 978-022-6499-26-0. ISBN: 978-022-6499-12-3. ISBN: 978-022-6499-43-7.


Cuando se habla de proyectos espaciales es difícil no pensar en la carrera liderada por grandes potencias mundiales. Que la humanidad haya alcanzado las estrellas es un proceso tan encantador que imaginarlo y narrarlo suele pasar por alto experiencias de desigualdad en medio de las cuales se han forjado los sueños espaciales. Un aspecto usualmente poco pensado sobre estos proyectos, principalmente desde el sur global, es cómo expresan la existencia de desigualdades y la intención de superarlas, a escalas internacional, nacional y local. El caso brasileño es ilustrativo: más que responder a la narrativa de una humanidad universal que se encuentra con el cosmos, su proyecto espacial constituyó un sueño nacionalista por cerrar la brecha con las potencias mundiales y, en el contexto local, compartió la ilusión de llevar la modernidad a la península Alcântara, región del noreste que había protagonizado los inicios del desarrollo brasileño.

Precisamente de esta historia nos habla Sean T. Mitchell en su libro Constellations of Inequality: Space, Race, and Utopia in Brazil. Esta es una obra difícil de clasificar. Es un acercamiento importante a la antropología del espacio exterior, da centralidad al futuro como sentido para los actores, conversa con los estudios sociales sobre ciencia y tecnología, sobre raza y clase, sobre movimientos sociales e incluso dialoga con debates sobre modernidad y construcción de nación. El hilo conductor que permite articular esta amplitud de temas es la desigualdad, tal como se presenta en Alcântara, zona donde el gobierno brasileño decidió construir una base espacial en 1982.

La instalación de esta base en un territorio poblado por comunidades rurales afrobrasileñas y mestizas ofrece un marco poco común para comprender cómo la desigualdad atraviesa experiencias en diferentes niveles y esferas. De entrada, el interés del gobierno brasileño fue, en el contexto de la Guerra Fría, acortar brechas respecto a las potencias que se disputaban el poder global. Décadas después, el proyecto no ha logrado cerrar esta brecha que, por el contrario, parece expandirse más. Las comunidades rurales locales, que ocupan el territorio donde se instalaría la base, recibieron con ilusión las promesas de que su propio nivel de vida se vería beneficiado por la modernización tecnológica y el desarrollo económico. Numerosas familias que se trasladaron hacia agrovilas (poblados agrícolas) construidas por el gobierno verían cómo estos sueños se disiparían ante la realidad de la deprivación material y medioambiental. Con el pasar de los años, las que no se instalaron en esos poblados entrarían en conflicto con la base por sostener sus territorios ancestrales en una lucha que sería enmarcada primero, por medio de una identidad de clase (trabajadores rurales) y, posteriormente, mediante una identidad racial (quilombolas).

A escala nacional, el proyecto espacial evidenciaría la brecha entre el sudeste, sede de los poderes económicos, políticos y, fundamentalmente, del saber científico y tecnológico; y el noreste negro, rural y con escasa infraestructura educativa. Ingenieros formados en São Paulo visitan la base espacial porque encuentran allí valiosas oportunidades, mientras que los habitantes de Alcântara que van hacia el sudeste trabajan en construcción y viven en favelas. Por último, a escala trasnacional, las redes de solidaridad construidas por el movimiento quilombolo dan cuenta de desigualdades raciales que atraviesan naciones y que hunden sus raíces en el esclavismo colonial como experiencia compartida a lo largo de todo el continente americano.

La manera como Mitchell logra articular en una narrativa coherente y atrapante tantos fenómenos es sorprendente e inspiradora. La desigualdad se entiende no solo como una realidad material, sino como el conjunto de interpretaciones que dan los protagonistas a sus experiencias. Este punto de partida le permite a Mitchell abordar la amplia trama de significaciones, narrativas, emociones y sueños que emergen en torno a esta base espacial y al territorio en donde se asentó. A lo largo de esta obra queda claro que el “análisis económico, aunque crucial para entender la desigualdad, no es suficiente para entender cómo las desigualdades se traducen políticamente” (Mitchell 2017, 4) y que para dar cuenta de esto “necesitamos análisis etnográfico e histórico” (Mitchell 2017, 4).

Para el autor, “todas las formas de desigualdad social generan tanto estructuras e imaginarios de legitimación y reparación” (2017, 15), históricamente específicos. En el caso brasileño propone dos conceptos clave para entender cómo la desigualdad es tanto legitimada como contestada: jerarquía complementaria y convergencia mimética. La primera refiere a una estructura de legitimación que se sostiene sobre “relaciones y concepciones de reciprocidad desigual entre los pobres y los ricos, los débiles y los fuertes” (Mitchell 2017, 5) y que también da lugar a formas validadas de racismo según las cuales blancos, indígenas y negros tienen relaciones desiguales, pero complementarias.

Esta estructura de legitimación se ha basado en la idea de democracia racial. Por su parte, la convergencia mimética constituye una utopía de reparación que ofrece vías para superar la desigualdad mediante la disminución de la diferencia, es decir, “que las desigualdades se reducirán a medida que las naciones pobres y la gente pobre se parezcan progresivamente más a los ricos” (Mitchell 2017, 5). La convergencia mimética se expresó en la construcción de la base espacial a través de la cual Brasil se “pondría al día” con las grandes potencias. Esta utopía de reparación también se expresa en los modelos dominantes que plantearon la superación de la desigualdad racial durante muchos años en la sociedad brasileña: la asimilación y el blanqueamiento.

Mitchell describe minuciosamente cómo estas estructuras e imaginarios se han transformado y de qué modo se han posicionado nuevas maneras de definir los conflictos que han dado lugar a una mayor politización de la desigualdad. La diferencia ha pasado a ocupar un lugar central. Ha tomado forma una utopía de reparación que no se basa en la erosión sino en el reconocimiento de la diferencia, en la que ha participado el movimiento quilombolo a escalas local y nacional, y en conjunto con redes transnacionales de solidaridad. A partir del descenso de la dependencia clientelar de los habitantes de Alcântara emergió una mayor conciencia sobre los intereses colectivos y adversariales, lo cual indica que la jerarquía complementaria ha sido desplazada como estructura legítima para ordenar el mundo social. Estas transformaciones también se expresan en el programa espacial. La convergencia mimética encarnada por el proyecto nacionalista de cerrar brechas respecto al primer mundo ha encontrado competencia en una utopía neoliberal que define la base espacial como una poderosa fuente de ganancia. Actualmente el programa espacial tiene dos brazos: uno militar, que conserva las aspiraciones nacionalistas y otro civil, que encarna las aspiraciones neoliberales. El capítulo uno consiste en una descripción etnográfica de Alcântara que señala estas transformaciones. Los siguientes capítulos vuelven sobre los cambios en la politización de la desigualdad para iluminar otros contornos.

El capítulo dos presenta el poblamiento de Alcântara y la formación de quilombos, que inició a mediados del siglo XVIII con la importación de esclavos desde África. La exportación de algodón desde esta región fue central en la economía brasileña hasta mediados del siglo XIX, cuando las élites la abandonaron. De ahí que su narración sobre Alcântara sea por lo general un canto nostálgico a la grandeza pasada que devino en su caída y despoblamiento. Mitchell retoma las narraciones de sus habitantes, afrobrasileños y mestizos, que permanecieron en estos territorios ahora como poblaciones libres y recuerdan este periodo de un modo opuesto: de intensa abundancia. Para ellos, la crítica contra los cambios en sus condiciones de vida, resultantes de la instalación del programa espacial, va de la mano de una añoranza respecto a la abundancia que llegó cuando a Alcântara la abandonaron sus élites. Después de compartir algunos relatos locales, el autor concluye que “la vida en las agrovilas se parece a la de un esclavo” (2017, 61). De este modo, enfatiza cómo la historia y las narraciones sobre el pasado de Alcântara son fundamentales para comprender sus conflictos presentes.

El capítulo 3 aborda la manera como se ponen en juego imaginarios de progreso que expresan diferentes formas de enmarcar la desigualdad en relación con un evento específico: la explosión de un cohete de lanzamiento de satélites en la base de Alcântara en 2003. Suspicacias sobre las explicaciones oficiales de esta explosión dan lugar a tres tipos de interpretaciones que evidencian el desplazamiento de la jerarquía complementaria como única estructura de legitimación. En una interpretación nacionalista desarrollista, expresada principalmente por sectores militares, la explosión revela una trama de conspiración liderada por Estados Unidos para impedir el ascenso de competencia en el continente. Por otra parte, interpretaciones neoliberales desde el brazo civil del programa espacial, atribuyen la explosión “a un control militar anticuado en una era en la que las empresas complejas se gestionan mejor como negocios” (Mitchell 2017, 90). Para los pobladores de Alcântara, la explosión fue provocada por el fracaso moral de un proyecto que reafirma la desigualad y la exclusión.

Este capítulo incluye también una poderosa crítica a los estudios de ciencia y tecnología que se centran en la provincialización de la modernidad. Mitchell plantea que concebir la ausencia de desarrollos tecnocientíficos como modernidades alternativas desatiende las relaciones entre ciencia, tecnología y desigualdad. Después de advertir que “a pesar de la importancia de provincializar el poder y valorizar lo provincial, debemos tener cuidado de no confundir desigualdad con diferencia” (2017, 82), invita a retomar el pensamiento latinoamericano en ciencia, tecnología y sociedad y la teoría de la dependencia, con su atención en la distribución desigual de tecnociencia como “aspecto esencial del esquema global de exclusión y explotación” (2017, 82).

Mitchell retoma la relación entre ciencia, tecnología y desigualdad en el capítulo cuatro a partir del análisis etnográfico de una reunión sostenida entre miembros del Gobierno, habitantes de Alcântara y activistas. Allí un funcionario del Gobierno afirmó que este no era el único lugar, ni siquiera el ideal, desde donde Brasil podría hacer lanzamientos al espacio, con lo cual dejó en el aire la posibilidad de que el proyecto espacial se trasladara y con ello los recursos y atención pública que podrían beneficiar a los habitantes de la zona. Esta afirmación ilustra cómo el conocimiento experto refuerza relaciones asimétricas. Los habitantes locales se sintieron profundamente amenazados y su horizonte de futuro se suspendió en la incertidumbre al no tener herramientas para evaluar la realidad de esta aseveración. La distinción entre afirmaciones ontológicas (lo que es) y afirmaciones normativas (lo que debería ser) dota a quienes poseen conocimientos expertos de mayor influencia sobre el curso de los conflictos. Especialistas se suman al movimiento quilombolo en una dinámica que apunta a equilibrar esta desigualdad.

En este capítulo Mitchell también aporta una sugerente crítica al giro ontológico: tratar cada visión de mundo como una realidad en sí misma (una ontología), impide ver que solo con base en una continuidad ontológica es posible construir conflictos que se basan en afirmaciones sobre la realidad. Más aún, esta continuidad es la base de referencias culturales comunes que permiten la comunicación y el conflicto. Por tanto, el autor enfatiza en que la heterogeneidad estructural de los grupos que están en conflicto en Alcântara se expresa en interacciones concretas que reflejan la existencia de una realidad común a todos.

En el capítulo cinco Mitchell aborda la tesis de la racialización. Este es un temor compartido en círculos académicos y de opinión pública sustentado en la idea de que las leyes orientadas al reconocimiento racial y a las acciones afirmativas pueden generar una profunda división social que se basa en la diferencia entre blancos y negros. Según esta tesis, los derechos reconocidos a los quilombos desde finales del siglo XX serían la causa de la racialización política de los afrobrasileños. Mitchell argumenta convincentemente que sucede lo contrario: la movilización quilombola ha racializado la ley y, por medio de modificaciones legales, se han cristalizado oportunidades para valorar la diferencia racial.

En el capítulo seis continúa el tema de la racialización, pero a la luz de otra forma de conciencia política: la clase. Mitchell describe las relaciones y tensiones entre el movimiento de trabajadores rurales y el movimiento quilombolo en Alcântara. El giro en la politización de la desigualdad ha llevado al desplazamiento de la clase por la raza como conciencia política en los conflictos sociales. Este capítulo contiene uno de los planteamientos más interesantes propuestos en el libro. Tras especificar cómo los estudios sobre raza en Brasil suelen resaltar que la hegemonía racial ha impedido trazar puentes de solidaridad afrobrasileña entre clases, Mitchell trae a la discusión las similitudes que tiene esta literatura con aquella que se enfoca en la debilidad de la solidaridad interracial de la clase obrera en Estados Unidos. Esta comparación permite ampliar el enfoque y comprender que, tal como lo plantea Edward P. Thompson, la conciencia política no se deriva mecánicamente de condiciones materiales, sino que resulta de utopías y conflictos culturales situados en la historia. Los cambios en la politización de la desigualdad en Alcântara expresan cómo la conciencia política ha virado desde una utopía de convergencia mimética hacia una de reconocimiento de la diferencia.

Finalmente, en el capítulo siete el autor aborda el lugar del Amazonas en las disputas de Alcântara, pues aparece como un significante vacío alrededor del cual se tejen alianzas inesperadas. Por ejemplo, militares y movimientos sociales rechazan proyectos neoliberales y foráneos porque son vistos como amenazas a la soberanía brasileña sobre el Amazonas. Esta misma razón ha provocado alineaciones entre sectores de derecha y de izquierda. En este sentido, distintos actores comparten un nacionalismo territorial, es decir, la idea de que es necesario proteger el territorio nacional de invasores. La diferencia entre este nacionalismo y el nacionalismo desarrollista -orientado al desarrollo tecnológico y económico- con el cual se estableció la base espacial en Alcântara, enuncia las transformaciones culturales con las que se legitima y contesta la desigualdad.

Hay varios aspectos para destacar del texto de Mitchell. Como mencioné inicialmente, Constellations of Inequality logra atrapar al lector gracias a una narrativa convincente que toma la desigualdad como lente analítica que permite trazar puentes entre fenómenos aparentemente muy distintos. La destreza con la que el autor articula la descripción etnográfica con profundas discusiones teóricas es de admirar: es notoria la capacidad de hilar cada explicación con un argumento. Ningún dato se pone al azar o como mera ilustración, sino que se problematiza a la luz del proceso histórico del que da cuenta. Explícitamente Mitchell retoma la senda de Max Gluckman (2003) para describir situaciones sociales como eventos que permiten “ver” un conjunto de procesos más amplios que atraviesan la vida social. A esto se le suma una reflexividad etnográfica que se comparte y se integra a la narración. Mitchell sabe, y nos lo cuenta, qué significa para los militares y amplios sectores de la sociedad brasileña ser un estadounidense aliado del movimiento quilombolo. Sospechas sobre la mano de Estados Unidos en explosiones en la base área, en conflictos desplegados por afrobrasileños, en intereses extractivos sobre el Amazonas recaen constantemente sobre Sean T. Mitchell e iluminan el proceso histórico-cultural que nos relata.

Por último, el autor plantea varias discusiones teóricas a lo largo de su obra: la relación entre raza y clase, a propósito de las diferentes conciencias sobre la desigualdad en Estados Unidos y Brasil, invita a profundizar etnográficamente la senda trazada por Edward T. Thompson. Estudios sobre pueblos afro e indígenas y reflexiones sobre lo campesino en la antropología colombiana reciente pueden nutrirse poderosamente de la articulación entre desigualdad y conciencia política. En el mismo sentido puede explorarse el vínculo entre luchas por el territorio y conflictos interétnicos. Mitchell también retoma el énfasis de Trouillot en las narraciones desde abajo que, como ha mostrado el trabajo de Yie (2015, 2016), adquiere mucho sentido para comprender las experiencias de lucha en torno a la tierra. En últimas, su trabajo constituye una valiosa contribución al estudio de la dimensión cultural de la política, con lo cual renueva el interés de la antropología política en el vínculo entre poder, asimetría y desigualdad mediante un lente simbólico y de la antropología de los movimientos sociales que se ha construido en América Latina (por ejemplo, Escobar, Álvarez y Dagnino 2001). Con esto, permite trazar puentes con estudiosos de los movimientos que se interesan en su dinámica cultural desde enfoques del proceso político (McAdam, McCarthy y Zald 1999) o desde la sociología cultural (Alexander 2018).

Por otra parte, la crítica a la invisibilización de la desigualad en los estudios poscoloniales en Ciencia y Tecnología, y el llamado de atención sobre la continuidad ontológica respecto al perspectivismo antropológico, son debates que Mitchell pone sobre la mesa desde el relato etnográfico, en un esfuerzo que contribuye a dar una voz más potente a la antropología en el debate público.

Referencias

Alexander, Jeffrey C. 2018. La esfera civil. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas. [ Links ]

Escobar, Arturo, Sonia Álvarez y Evelina Dagnino, eds. 2001. Política cultural y cultura política. Una nueva mirada sobre los movimientos sociales latinoamericanos. Bogotá: Icanh; Taurus. [ Links ]

Gluckman, Max. 2003. “Análisis de una situación social en Zululandia Moderna”. Bricolage 1: 34-50. https://www.uam-antropologia.info/articulos/gluckman1958.pdfLinks ]

McAdam, Doug, John McCarthy y Mayer Zald, eds. 1999. Movimientos sociales: perspectivas comparadas. Madrid: Istmo. [ Links ]

Mitchell, Sean T. 2017. Constellations of Inequality: Space, Race, and Utopia in Brazil. Chicago: University of Chicago Press. https://doi.org/10.7208/chicago/9780226499437.001.0001Links ]

Yie, Soraya Maite. 2015. Del patrón-Estado al Estado-patrón. La agencia campesina en las narrativas de la reforma agraria en Nariño. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia; Pontificia Universidad Javeriana. [ Links ]

-. 2016. “Narrando (desde) el despojo. Mediaciones morales y conceptuales de la noción de despojo en las luchas de los sectores populares rurales de los Andes nariñenses”. Revista Colombiana de Antropología 52 (2): 73-106. https://doi.org/10.22380/2539472X40Links ]

Recibido: 11 de Julio de 2022; Aprobado: 27 de Julio de 2022; Publicado: 01 de Mayo de 2023

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons