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Sociedad y Economía

Print version ISSN 1657-6357

Soc. Econ.  no.19 Cali July/Dec. 2010

 

La celebración de una virgen migrante, construcciones identitarias entre bolivianos y santafesinos en un sector de Quintas al norte de la ciudad de Santa Fe, Argentina1

The celebration of the migrants virgin, identity constructions among bolivians and santafesinos in the agricultural fields located in the city Santa Fe, Argentina

María Alicia Serafino
Universidad Nacional de Rosario, Santa Fe-Argentina
mserafino@fhuc.unl.edu.ar

Recibido: 09.03.10
Aprobado: 29.11.10


Resumen

El presente trabajo tiene por finalidad presentar un abordaje teórico sobre una de las tantas festividades religiosas de migrantes bolivianos en nuestro país. En particular nos situamos en la ciudad de Santa Fe, más concretamente en el Paraje Ángel Gallardo. A partir de la décadas del '60 llegaron a la zona un grupo de familias bolivianas provenientes de la región de Tarija a trabajar en las quintas del sector. Con el paso del tiempo e impulsados por un sacerdote del lugar comenzaron a celebrar la fiesta de la Virgen de Chaguaya. Desde hace treinta años dicha virgen es venerada no sólo por los migrantes bolivianos, sino también por los locales, quienes se "apropiaron" de la misma y resignificaron sus características místicas acorde a sus valoraciones. A través de esta festividad analizamos las relaciones entre migrantes bolivianos y los habitantes locales, cuyos vínculos trascienden esta fiesta religiosa y remiten a relaciones laborales (principalmente), económicas y culturales.

Palabras clave: Migrantes bolivianos, Virgen de Chaguaya, identidad, diversidad cultural, dislocación, sociedad de emigración, sociedad de inmigración.


Abstract

The purpose of this paper is to present, theoretically, one of the many religious festivities preformed by Bolivian immigrants in our country. We will situate this paper in the city of Santa Fe and more concretely in Ángel Gallardo. During the 1960´s a number of Bolivian families from the region of Tarija settled in the area in search of work. Over time these immigrants, motivated by a priest of the town, began to celebrate the Feast of the Virgin of Chaguaya. Since that time, this Feast is venerated not only by the Bolivian immigrants but by the locals as well, as they have appropriated the Feast and have reassigned the mystical characteristic of the Virgin according to their own values. Through our analysis of this Feast we will try to explain the relationship between Bolivian immigrants and the local inhabitants, whose ties go beyond this religious feast and are also dependent on work, economic and cultural relations. In accordance with current thought related to cultural diversity we will analyze identity forms that are expressed in the celebration of the Virgin of the migrants.

Key words: Bolivian/migrations, Virgin of Chaguaya, Identity, Dislocation, emigration society; inmigration society


Introducción

Todos los meses de septiembre desde hace treinta años se celebra en la ciudad de Santa Fe, en un sector de quintas que se denomina Ángel Gallardo, la fiesta de la Virgen de Chaguaya. Dicha festividad presenta la particularidad de ser la conmemoración de una virgen patrona de la región de Tarija, al sur de Bolivia. La presencia de dicha virgen tiene que ver con el arribo a la zona a partir de la década del '60 de un grupo de migrantes bolivianos que, atraídos por las oportunidades laborales relacionadas a la cosecha de hortalizas que se cultivaban en el lugar, consolidaron su permanencia temporaria y se establecieron junto a sus familias. Si bien en un primer momento la fiesta estaba "en manos" de los migrantes bolivianos acompañados tímidamente por los nativos que colaboraban con la capilla del lugar, con el paso del tiempo la virgen se convierte en patrona y protectora del Paraje.

A través de la apropiación de una virgen migrante se establecen relaciones entre nativos1 y bolivianos que invisibilizadas por la efervescencia de la festividad conjunta dejan entrever ciertas diferencias entre las partes celebrantes. La adopción de una virgen "extranjera" como madre protectora del lugar es acompañada por una serie de resignificaciones en lo que hace a aquellos elementos culturales que se reproducen en su lugar de origen.

Nos abocaremos a analizar la festividad de la Virgen de Chaguaya en torno a las relaciones que se establecen entre bolivianos y nativos. Las mismas se abordarán considerando la construcción de identidades que en el plano de lo cotidiano se encuentran atravesadas por ciertas tensiones (que tienen que ver con la apropiación del espacio, lo laboral, lo económico y lo cultural) que pretenden ser invisibilizadas en los días festivos.

Acorde al problema presentado, centraremos nuestro análisis desde una mirada antropológica, a partir de la cual se abordarán diferentes aspectos de la realidad particular investigada. Los mismos no sólo se centrarán en las indagaciones que hacen al reconocimiento de perspectivas teóricas sino también intentaremos reflexionar sobre la construcción de una investigación que se complemente con el hacer del antropólogo.

Para Levi-Strauss (1981:15) lo que diferencia a esta disciplina del resto de las disciplinas sociales no radica principalmente en la construcción de su objeto de estudio sino en cierta inclinación por conocer situaciones que los sujetos viven cotidianamente y que pueden concebirse como procesos "no documentados". Por dicho concepto se entiende a aquellos problemas que atañan diferentes órdenes, por ejemplo, lo familiar, lo "obvio", lo informal, pero también lo "oculto" que pueden plasmarse en relaciones de poder, de dominación, de luchas de resistencia, etc.

Para poder acercarnos a estos procesos "no documentado" recurrimos al trabajo de campo que, en complemento con la información que obtenemos de otras fuentes (bibliografía, investigaciones que analizan la problemática que nos interesa) nos permitirá reconocer determinados cambios que se visualizan en la construcción/reconstrucción de lo investigado. Éstos, se afirman en la formulación y reformulación de los análisis teóricos-metodológicos iniciales que permitieron orientar nuestro estudio, constituyendo así nuevas categorías analíticas en los diferentes niveles de la problemática. Entre las técnicas de investigación a desplegar se privilegian aquellas que en conjunto, impliquen un abordaje cualitativo: Observaciones participantes: se realizaron y actualmente se realizan en espacios donde se desarrolla el trabajo cotidiano de los migrantes bolivianos (quintas) como así también en aquellos otros en donde se llevan a cabo relaciones entre migrantes-vecinos de la zona; migrantes-docentes; migrantes-dueños de quintas. En cuanto a las entrevistas estructuradas y semi-estructuras, el despliegue de dichas herramientas nos ayudan a complementar la indagación en torno a la problemática acorde a, 1) la dinámica de las relaciones sociales hacia el interior de las unidades domésticas y 2) en torno a las relaciones que las familias bolivianas tiene con los vecinos, instituciones, ONGs de la zona. Consideramos que el análisis de las entrevista al ser realizado en etapas, nos permite el diseño de nuevas vías de aproximación en vistas de aquellas temáticas que precisen profundización y al direccionamiento de las mismas en torno a puntos que se tornen preponderantes en la indagación. Si bien pretendemos aprovechar la mayoría de las vías que surgen a medida que avanzamos en el campo, es importante aclarar que intentamos introducirnos en el mismo evitando construir de antemano ideas o cualquier tipo de valoración que pueda llegar a interferir en nuestro proceder. En lo que respecta a las observaciones, se registran in situ o se reconstruyen a posteriori, según las posibilidades de acercamiento construidas en la relación con las unidades de análisis y con los informantes.

Entendemos entonces que los abordajes específicos de los diferentes procesos de investigación se relacionan con un enfoque teórico y metodológico mucho más amplio a partir del cual se puede construir el objeto de estudio. Su construcción, por otro lado, se define y constituye en torno a una problemática teórica que dispone someter a un riguroso examen aquellos aspectos considerados de la realidad analizada y que se encuentran en relación a los planteamientos propuestos. La concreción del proceso de investigación de una realidad particular debe considerarse desde una concepción de metodología de investigación que reconoce el constante control crítico de aquellos procedimientos llevados a cabo en relación al objeto de estudio interesado.

Es importante también aclarar que la actual investigación retoma aquellas cuestiones en torno al aspecto laboral de los migrantes bolivianos que comenzaron a indagarse en el año 20012. Partiendo del análisis de los modos de inserción de mano de obra boliviana continuamos, desde otra mirada que intente una mayor complejización del estudio, replantearnos aquellos aspectos que acompañan el proceso migratorio de estas familias y su contratación como mano de obra en las quintas del sector. Si bien continuamos con el interés inicial en el objetivo general de reconocer aquellos indicios que  permiten pensar el despliegue de redes sociales como estrategias que expresan la presencia de los trabajadores bolivianos en la zona norte del cinturón hortícola de la ciudad de Santa Fe, intentamos complejizar dicho abordaje reconociendo a estas estrategias como conjunto de prácticas construidas por los inmigrantes bolivianos no sólo como posibilitadoras de inserción laboral sino también como hacedoras de diferentes vínculos e interacciones entre ellos y demás agentes presentes en dicho contexto (propietarios de quintas-sacerdotes, docentes, funcionarios públicos, instituciones).

De esta manera, nos introducimos en nuevos planteamientos vinculados a cuestiones que se relacionan al tema de la diversidad cultural, que si bien no modifican del todo los objetivos planteados inicialmente, particularmente permiten interrogarnos sobre las condiciones que lleva a los inmigrantes (bolivianos) a emigrar hasta aquellas formas de inserción que permiten ser pensadas en relación a la construcción de identidades en el nuevo espacio donde pasan a residir. Presentado nuestro tema a desarrollar, a continuación nos introduciremos en el abordaje de la visibilidad de estos vínculos entre bolivianos y santafesinos a través de la festividad de la virgen de Chaguaya.

En este tipo de festividades patronales en nuevos contextos de destino se ponen en juego la recreación de elementos simbólicos que liga a los migrantes a una tradición cultural de la que se sienten partícipes, pese a haber migrado tiempo atrás. A través de la conmemoración se rememora un pasado en un presente simulando ser lo que acontece en su país de origen. Esta idea de pertenencia puede estar fomentada en la sociedad receptora y llevada a cabo por primera vez como práctica (Giorgis, 2004). Muchos miembros de la comunidad boliviana que participan de la organización de la festividad afirman que viviendo en Tarija nunca presenciaron la fiesta de la virgen en Chaguaya, su asistencia fue por primera vez en Ángel Gallardo. Entendemos que se trata de una práctica que cobra importancia en situaciones concretas, así, la participación adquiere una relevancia particular y necesaria para los miembros de los bolivianos ya que ponen a disposición todos los conocimientos y elementos pertinentes para la recreación de la celebración (Ídem).

Por lo tanto, si bien entendemos que la festividad de la Virgen de Chaguaya _ transformada acorde a las nuevas relaciones que se despliegan en el nuevo contexto en donde se encuentran los bolivianos- implica cierto reforzamiento de los vínculos de los migrantes con su país, por el otro lado, consideramos que la aceptación de una virgen extranjera por parte de la población nativa conduce posiblemente a pensar que la misma se encuentra sujeta a la elección de algunos elementos de la cultura boliviana que representarían lo positivo de la imagen que éstos construyen acorde a supuestos identitarios. De esta manera, reconocemos una transformación del espacio social, que si bien puede llegar a entenderse como temporal, ya que incumbiría a los días de la festividad, se encuentra atravesado por ciertas relaciones entre migrantes y santafesinos construidas principalmente a partir del vínculo (laboral, económico, cultural) diario. Los modos de consolidarse tales relaciones se extienden a aquellos días previos que hacen a la organización y al momento de la concreción de la celebración aunque pueden llegar a disimularse en discursos y acciones de los participantes (nativos y migrantes bolivianos). En un mismo espacio se ponen en juego diversas relaciones que complejizan las configuraciones sociales, ya que si bien éstas continúan presentando asimetrías en lo que respecta al reconocimiento del boliviano por parte del nativo, se "toma" una virgen migrante para convertirla en la protectora del lugar.

Considerando que la identidad se consolida a través de procesos de inclusión pero también de exclusión, para formar parte de un "nosotros" se necesita diferenciarse de un "otro", en el caso de la festividad de la virgen de Chaguaya, el nosotros-nativo toma ciertos rasgos culturales del otro-boliviano para apropiarlos e identificarse, pero a su vez establecer diferencia. Lo que identifica el católico nativo es el nuevo rol que la virgen boliviana tiene, de esta manera deja de ser extranjera para ser localizada en un nuevo contexto. Sin embargo, los migrantes bolivianos continúan siendo para el imaginario social seres provisorios que llegan a la zona en busca de trabajo y que pese a su permanencia en el lugar seguirán siendo considerados como tal. Podemos entender a este particular sector de la ciudad de Santa Fe como parte de lo que Sayad (1998) denomina "sociedad de inmigración". En ésta, el inmigrante es considerado como extranjero, categoría impuesta por la sociedad aunque este carácter de "temporal" dure varias décadas y se perpetué a través de generaciones. En este sentido, existiría una negación de lo "boliviano" por parte de la población local, estableciendo sus representaciones en torno a la figura del "inmigrante". Los inmigrantes serán vistos como un conjunto homogéneo que por, otro lado, se encuentra bajo ciertas indefiniciones, que pueden llegar a interpretarse para los integrantes de la sociedad receptora en clave nacional, (Caggiano, 2007:71) sin embargo, es importante aclarar que en estos procesos de construcción identitaria la mayoría de las veces los bolivianos no se definen como inmigrantes, se los reconoce "…como una parte de un juego con cuyas reglas no se acuerda"3 (Ídem).

Sabemos muy bien que el sentido de pertenencia a un territorio determinado se consolida con la constitución del Estado Moderno, quien se encargará de clasificar, definir a aquellos ciudadanos que gozarán de los derechos que le son propios y distanciará de los beneficios de los mismos a los "extranjeros". La complejidad del tema exigirá un mayor análisis que en este trabajo consideramos no pertinente desarrollar, sólo intentamos acercarnos con dichas afirmaciones a la asociación que existe en torno a pensar el "lugar" que el inmigrante considera que tiene en el proceso emigración-inmigración y el que la sociedad de inmigración le otorga.

Argentina, en particular, desde su formación como Estado Nación promulgó activamente el carácter homogeneizador de la población de su territorio. La manera más concreta de actuar en términos de la pretendida homogeneidad fue la implementación de políticas (en muchos casos genocidas) de asimilación de la diversidad cultural. Se construyó una historia nación que exaltó y reivindicó a los inmigrantes europeos llegados a mediados y finales del siglo XIX, como los únicos capaces de forjar los cambios económicos, sociales, culturales, necesarios para el progreso argentino. Situaciones históricas pasadas, el debilitamiento de los inmigrantes de ultramar y la notoria presencia de migrantes de países limítrofes a principios y mediados del siglo XX4 provocó interesantes procesos que permiten desde la actualidad focalizar la comprensión de dinámicas sociales, culturales, económicas (Caggiano, 2007:49) ya sea a nivel nacional como a nivel internacional.

Por otro lado, el interés por presentar en las siguientes páginas la construcción de vínculos (sociales, culturales, religiosos, económicos) entre migrantes bolivianos y santafesinos en el paraje Ángel Gallardo debe contemplará los procesos generales de globalización que se concretizan y diferencia de aquellos otros procesos socio-históricos que pudieron dar cuenta de tales relaciones desde diferentes perspectivas disciplinares.

Ángel Gallardo: la construcción de relaciones entre los migrantes y los vecinos del lugar a través de la festividad de la virgen de Chaguaya

Como presentáramos en la introducción, Ángel Gallardo se extiende al norte de la ciudad de Santa Fe conformando, entre otras comunas, el núcleo central del cinturón hortícola de la región. Si bien dicho sector se caracteriza por la explotación de quintas, es importante señalar que dada su proximidad a la ciudad de Santa Fe, puede ser considerado como un cinturón rural-urbano. La expansión urbana de la ciudad hacia el norte provocó el desplazamiento de las actividades productivas, como es el caso de la hortícola, la cual se localizaba antiguamente en áreas hoy urbanas-residenciales. De esta manera, ante este desplazamiento hacia el norte de las tareas agrícolas, quedan incluidos en dicha actividad los distritos localizados allí, conformando el actual cinturón hortícola.

Estos distritos fueron los primeros en los cuales se comenzó a visualizar el arribo de población migrante boliviana como mano de obra en las quintas del lugar. Más tarde se registra este fenómeno en otras áreas próximas a la ciudad de Santa Fe, en su mayoría dedicadas también a la producción hortícola. Es decir, que podemos pensar la región como un continuum compartimiento de socialización rural-urbana. Pese a la cercanía con la ciudad, perduran en estas zonas el predominio de actividades hortícolas, con una especialización de servicios acorde a la misma, jugando un papel importante los factores étnicos-culturales (Attaderno, 2004:30; Archenti y Ringuelet, 1997:21).

Desde 1960 en adelante, con la llegada de inmigración boliviana, principalmente de Tarija, se comenzaron a percibir una serie de transformaciones tanto sociales, culturales como económicas en el espacio, la búsqueda de nuevos horizontes laborales sería uno de los motivos que explicaría la presencia de migrantes bolivianos en la zona6. Dichos migrantes, previo recorrido por otras provincias del país (principalmente las del Noroeste), llegaban a esta región respondiendo a la demanda de mano de obra acorde a la temporada agrícola. El paso del tiempo y dada las oportunidades que se ofrecían en las quintas del lugar permitieron a muchos de los recién llegados asentarse laboralmente fortaleciendo la posibilidad de traer al nuevo contexto a aquellos integrantes de sus familias que habían quedado en su región de origen. Estas oportunidades que se les presentaban retenían las expectativas de retornar a su país, afianzándose cada vez más la perdurabilidad en dicho sector.

Los nuevos integrantes que conformaban la familia migrante pasaban a ser mano de obra disponible para las explotaciones hortícolas de Ángel Gallardo. Intentaremos reconocer en la unidad doméstica migrante aquellas prácticas que acompañan el migrar de los bolivianos en esta zona elegida como destino. Es decir, destacaremos aquellas relaciones que los integrantes de las familias bolivianas despliegan para el cumplimiento de prácticas económicas y no económicas indispensables para la optimización de sus condiciones materiales y no materias de existencia (Torrado, 1982:8, citado en: Gutiérrez, 2004:57). Particularmente estamos haciendo referencia a la continuidad de los vínculos de los bolivianos con sus parientes y/o amigos en su lugar de origen, lazos que consideramos no sólo tienen que ver con la persistencia afectiva, sino que también serán principalmente una vía posible de inserción laboral en la región elegida por aquellos que llegaron por primera vez. Entendemos a los diferentes mecanismos sociales que acompañan al migrar de las familias bolivianas como redes sociales. Estos tipos de redes no son más que relaciones informales establecidas entre parientes, amigos, vecinos cuya intención es la de intercambiar aquellos bienes o servicios que hacen a la organización diaria de los participantes. Se trata entonces de unidades domésticas que al continuar los vínculos con su contexto originario ponen en juego una serie de relaciones que trasciende la dinámica interna de las mismas. Dichas afirmaciones nos permiten reconocer en el ámbito rural-urbano en el que desarrollamos nuestro análisis, una diversidad de espacios que expresan la conexión de diferentes prácticas e interacciones entre los bolivianos y los vecinos, instituciones del lugar. Es en dichos espacios donde podemos visualizar la construcción de relaciones sociales que, entendidas en términos de Barth (1992:168) refieren a aquellas relaciones que podemos mantener como integrantes de una sociedad, implicando a su vez el reconocimiento de lugares consolidados por una multiplicidad de actores e instituciones que en el contacto social dejan entrever determinados modos de comportamiento.

Este planteamiento nos lleva a centrar nuestra atención en procesos que incumben tensiones en la construcción de identidades. Vistos como fenómenos relacionales se establecen diferencias que serán analizadas concretamente en la conformación de vínculos entre los bolivianos y los nativos que si bien al momento de llevar a cabo la festividad dan cuenta de cierta "integración" entre las partes, dichas relaciones en las cotidianeidad se consolidan desde posiciones, definiciones divergentes que no hacen más que resaltar las fronteras bien definidas entre la población concebida como migrantes y la población que se define como nativa. De esta manera, en la interacción de los actores se pueden observar el despliegue de identificaciones étnicas, sociales, culturales, que son utilizadas para poder categorizarse y/o categorizar a los demás. Coincidimos con Bari (2002) al afirmar que esta noción de coexistencia que define a los grupos7 no como unidades discretas que se sostienen a sí mismas, auto-perpetuándose, permite abrir un espacio de reflexión en el cual, el interés está puesto en conocer la dinámica de estas agrupaciones en contextos reales de reproducción social e interacción. En este sentido, estamos haciendo referencia a aquellas posibilidades de elección, preferencia, creatividad ya sea individual o colectiva de apropiación de rasgos que permitan la construcción de una identidad acorde a la relación que se establezca con los otros.

Para poder presentar empíricamente de lo que estamos desarrollando en estas páginas consideramos pertinente detenernos en una breve descripción de la festividad de la virgen de Chaguaya en Ángel Gallardo. Al respecto es importante aclarara que la misma "llega" a la zona en el año 1978. Fue un sacerdote del lugar, quien activamente acompañó a una familia boliviana en la decisión de viajar hacia Tarija y volver con una imagen de la virgen para ser ubicada en la capilla que, al año siguiente se inaugura en el lugar. Según algunas entrevistas que pudimos realizar con vecinos católicos de la zona y que están a cargo de la organización de la fiesta, la intención del párroco de "convertirla" en protectora de Ángel Gallardo era la necesidad de "integrar" a ambas comunidades:

-"…Nuestra Virgen es de Tarija y fue traída para que la comunidad boliviana se sintiera protegida e integrada, ya que es a quien se venera en Tarija, y finalmente la adoptamos todos…es por eso que en la fiesta trabajamos todos juntos'' (Entrevista realizada a una de las mujeres organizadoras de la celebración).

A diferencia de la región tarijeña8 la fiesta de la virgen de Chaguaya en este sector de la ciudad de Santa Fe se realiza los segundos fines de semana del mes de septiembre, la modificación en la fecha tuvo que ver con la temporada agrícola, de intensas jornadas laborales que impedían a los organizadores del evento disponer exclusivamente de su tiempo para los preparativos. No sólo el cambio temporal de la festividad altera la conmemoración originaria sino que, como ya indicáramos, quienes también llevan adelante la organización de la festividad son los vecinos oriundos del lugar que se encargan de detalles considerados fundamentales para los inicios de la celebración, por ejemplo, vestir a la virgen:

-"… todos los años, a la virgencita se le cambia su vestido, sus collares, las flores que tiene...cada año una familia se encarga de traer de Bolivia la vestimenta, esta vez le tocó a una que viene de Córdoba…ellos son muy devotos, vienen todos los años…también traen una virgencita más chica, no sé si la viste, está junto a la grande pero es más chica…Recién la terminamo´ de cambiar…
-¿Quiénes son los que se encargan de cambiarla?
-Los que traen la ropa, y la señora Raquel y yo…
-Pero Raquel no es boliviana…
-Sí pero es la que "dirige la batuta" por así decirle (risas)…
-¿y usted qué hace?
-Y yo junto con dos muchachos más la terminamos de acomodar al costado el altar para que la gente pueda ir a rezarle y a prenderles unas velitas…
-¿que se hace con el vestido que tenía puesto?
-Se lo guarda, de recuerdo…es como una promesa que uno hace, uno promete poner linda a la virgen con ropa nueva y esas cosas y ella te ayuda…" (Entrevista realizada a una de las mujeres organizadoras de la celebración).

Al respecto consideramos pertinente aclarar la importancia que en Bolivia tienen las festividades religiosas. Se trata de fiestas patronales, dedicadas la mayoría al culto de santos católicos9 y asociadas algunas de ellas a regiones o pueblos en particular. En dicha región andina "…la fiesta no es tan solo un lugar de diversión (…) es el punto de encuentro entre lo cósmico y lo social (…) por su número, por la riqueza de sus significados simbólicos, por su poder de convocatoria y por el clímax que puede generar (…) es un momento fundamental en la vida del individuo y de las comunidades" (Albó, 1989:133-134).

Por otro lado, estamos refiriéndonos a una "fiesta-peregrinación", dicha característica permite poder entender a la festividad como la concreción de posibles escenarios de alta complejidad en donde se pueden visualizar ciertos dinamismos simbólicos que dan cuenta de las transformaciones sociales, políticas, económicas que acontecen en dichos contextos (Ginzburg, 1989, citado en: Giorgis, 2004).

En lo que hace a la festividad en sí podemos afirmar que el domingo es el día principal de la ceremonia, ésta se lleva a cabo generalmente de tarde y se inicia con una procesión. La virgen es sacada de la capilla por cuatro hombres, se recorre unas cinco cuadras linderas al lugar donde se realiza la celebración, concretándose luego la misa principal. Finaliza la festividad con la "ceremonia de la Pisada": la persona interesada se ubica debajo de su figura para que simbólicamente reciba una bendición, es decir, la "pisada" protectora de la virgen. Según observaciones que se realizaron en torno a dicho ritual, podemos señalar: "…los participantes de la misa se dirigen a la puerta principal de la capilla y forman una fila que se hace cada vez más extensa a medida que se van incorporando nuevos integrantes, mientras tanto la virgen es levantada del altar en donde estaba y es colocada en una especie de tarima que se encuentra por encima de dos largos palos que la sujetan en ambos extremos. Cuatro hombres, se ubican a los costados de la virgen, dos adelante y dos atrás y al acercarse la primera persona, descienden unos segundos la imagen, luego la persona se retira… mientras tanto el coro sigue cantando y el padre que precedió la misa bendice a niños que se acercan con sus padres, como así también estampas con la imagen de diferentes santos, vírgenes, velas, etc."10

Esta breve descripción de la fiesta debe complementarse con aquellos otros aspectos que acompañan a la misma, a modo de ilustración podemos señalar: llegando a Ángel Gallardo se puede observar que la avenida principal y las calles lindantes están decoradas con banderas de Argentina y Bolivia, se puede ver también que ambas banderas están presentes en las entradas de las quintas o en las ventanas de las casas. Aproximándonos a la capilla se encuentra un escenario cuyo fondo presenta una imagen de la virgen de Chaguaya entre dos banderas argentina y boliviana. Estos elementos que ambas poblaciones expresan en la conmemoración de la virgen son necesarios para la construcción del contexto festivo. En el caso de los migrantes, detalles como las banderas, banderines, vestimenta que alude a la región de origen serán importantes para la construcción de discursos alusivos a lo que se desee celebrar. Este "deseo de celebrar" que denota la transformación del espacio y que pretende dar cuenta de las relaciones entre bolivianos y santafesinos, conduce a orientar nuestra atención en ciertos indicios que entendemos pueden ser consideramos por los vecinos del lugar para la construcción de dichos vínculos. Nos estamos refiriendo principalmente a determinadas "visiones" por parte del nativo acerca de lo que entienden como posible aceptación del boliviano. Es decir, podemos pensar que la "adopción" de una virgen extranjera como forma de reconocimiento de la población migrante en la zona se consolida acorde a lo que los vecinos consideran como rasgos positivos a destacar y aceptar de lo que entienden como "bueno" de lo "traído los bolivianos de su país de origen". De manera, todo aquel que posea alguno de estos elementos es depositario de un capital cultural que cobra valor específico en tales acontecimientos (Rivero Sierra, 2008: 30).

Es pertinente aclarar que esta situación concreta expresa la diversidad de interacciones que en dicho contexto los bolivianos y los miembros de la sociedad local despliegan. Entendemos que centrar nuestra mirada en los vínculos que se establecen entre migrantes y nativos en los días en que se lleva a cabo la fiesta permite dar cuenta a su vez de otros tipos de vínculos que pueden establecerse en dicho contexto y con tales protagonistas. Estamos haciendo referencia a la construcción de un espacio que no se circunscribe a las delimitaciones físicas sino también que él mismo se erige en torno a las relaciones que establecen los sujetos involucrados. Esta definición puede complejizarse si introducimos el concepto propuesto por Grimson (2000a:41) de campos de interlocución, pretendiendo dar cuenta de la conformación de espacios nacionales, los mismos pueden definirse acorde a la idea de "…marco dentro del cual ciertos modos de identificación son posibles mientras otros quedan excluidos…". De esta manera, se institucionalizan lenguajes, definiciones, acciones específicos que hacen referencia a la diferencia y la desigualdad.

Es importante también señalar que en determinadas circunstancias como la analizada y acorde a las modificaciones en la cotididianedad de las prácticas de las familias migrantes en la sociedad de destino suelen emerger sentimientos de pertenencia nacional. La nación como comunidad imaginada (Anderson, 1993) puede adquirir un carácter inédito, no sólo por su intensidad sino por su naturaleza (Caggiano, 2003:12). En este sentido la figura de migrantes "representativos" de la comunidad en el contexto de destino, ya sea por haber sido pioneros en la zona o por ser referentes en cuestiones que permitan el acceso a documentación, trabajo, etc., permitirá la concreción de estos espacios simbólicos que al celebrar una festividad religiosa despliegan elementos que los vinculan a su país de origen. Es necesario aclarar que en este caso, el Estado-nación de procedencia, de importancia capital como nominador y clasificador social que remite a la sociedad de emigración no juega un papel central, no tiene protagonismo, por lo tanto, entendemos a estos momentos de celebración donde hay una referencia de origen y de destino como procesos de etnicización en términos nacionales, y no de procesos de nacionalización, puesto que el Estado no es aquí una referencia central. Es un proceso eminentemente cultural y que toma forma desde abajo, y no predominantemente político y desde arriba (Ídem).

Por otro lado, el despliegue de estas ideas sería incompleto sino se lo complejiza acorde al reconocimiento de un abordaje que se interiorice por los debates y discusiones en torno a lo que se entiende por interculturalidad. Concepto que en la actual tiene mucha vigencia para los estudios que se interesan por reflexionar acerca de procesos migratorios. Caggiano afirma que el prefijo "inter intenta dar cuenta de los posibles efectos de fronteras que los grupos culturales establecen al momento de relacionarse" (2007:33). Esta definición a su vez es tomada de la idea de Jameson según la cual la cultura "no es un sustantivo o un fenómeno propiamente dicho; se trata de un espejismo objetivo que surge de una relación entre, por lo menos, dos grupos" (1998:101). Afirmar que la cultura se consolida a partir de las relaciones que los diferentes grupos disponen implica, que ningún grupo "tiene" una cultura sólo por sí misma. Dicha definición no pretende entender a la cultura como conjuntos de símbolos, acervo de valores y costumbres de una determinada sociedad sino por el contrario, se la considera como "formas de estructurar valores, deseos y prácticas, acciones y repertorios para la acción, una forma de interrelacionarse y, fundamentalmente, una forma de concebir los clivajes sociales y de imaginar las categorías identitarias" (Caggiano, 2007:34).

Estando de acuerdo con la concepción arriba indicada debemos reconocer a su vez las particulares maneras de concretarse en marcos de significaciones la articulación de dimensiones identitarias, sentidos de pertenencia, que dan cuenta a su vez a procesos dinámicos de carácter relacional. A partir de las representaciones que se construyen en torno a la figura de la virgen de Chaguaya en Ángel Gallardo se ponen en juego ciertas posiciones que si bien pretenden un acercamiento entre ambas poblaciones, las bases de las mismas son frágiles y limitadas evidenciando diferencias "internas" que pretenden ser dejadas a un lado al momento de "compartir" una misma virgen. Por otro lado, dichos planteamientos entendidos en términos culturales nos introducen a la complejidad expresada nuevamente por Barth (2005:18) en torno a la relación entre grupos étnicos. Desde una mirada más contemporánea a dicha problemática, el autor afirma que en tipos de relaciones donde podemos pensar en sociedades de inmigración una minoría y una mayoría, el "nosotros" de la identidad minoritaria comparte tantas diferencias en relación a los "ellos" dominantes, _en términos de situación de vida, preocupaciones y actitudes_ que en contextos en donde ambos grupos se relacionan los elementos culturales que fluyen son compartidos, demostrando la construcción de una cultura que refleja esas diferencias. De esta manera, siguiendo a los autores indicados en párrafos anteriores las relaciones que se establecen se las puede entender como constructos que expresan las inflexiones generadas por situaciones históricas, lingüísticas y políticas de los diversos actores que la integran. Estos pueden ser el Estado-nación, comunidades en diásporas, multinacionales, movimientos (religiosos, políticos o económicos) que forman parte de una nación como así también el caso de pequeños grupos que se conforman acorde a relaciones de cara a cara en un pueblo, barrios o las familias mismas (Appadurai, 2001:23).

Al mismo tiempo, el análisis de estos procesos debe esforzarse por construir un abordaje que no circunscriba el referente empírico de estudio a un "mundo cerrado", con sus propias lógicas y especificidades. En un sentido amplio, nuestra investigación también remite a las problemáticas vinculadas a la diversidad cultural considerada en el marco de procesos de globalización. Es importante aclarar que si bien planteamos la problemática de inmigrantes bolivianos en nuestro país, ésta no es abordada en términos de un fenómeno social producido por la dinámica relacional de homogeneización heterogeneización, sino que responde a causas históricas particulares (culturales, sociales, económicas) tanto de Bolivia como de Argentina. En lo que respecta particularmente al país vecino debemos indicar que las migraciones en su interior son muy notorias y constan de una larga trayectoria histórica. El traslado de población principalmente campesina se concretiza ante el deterioro y la concentración de las tierras en pocas manos, se migra en busca de nuevas oportunidades laborales fuera de la región de origen ubicándose temporalmente en ciudades y dedicándose a actividades alejadas del trabajo en el campo como el comercio, la artesanía, la construcción. En estas tendencias migratorias internas se verifica una intensidad desde "… las tierras altas del Occidente hacia las tierras bajas del Oriente y del ámbito rural hacia el urbano en casi todos los departamentos de Bolivia, constituyéndose algunos departamentos como el de Chuquisaca, La Paz, Oruro y Potosí en expulsores netos de población. Mineros o campesinos responden a la diversidad de oferta de empleos informales que se les presenta en su país como también en la Argentina. De esta manera, entendemos que el migrar de parte de la población boliviana hacia algunas provincias argentinas puede también ser considerada como una estrategia de inserción laboral que responde a cierta movilidad social, económica, cultural; iniciada en su lugar de origen. Por tal motivo, nos interesa conocer cómo a través de las interacciones de las poblaciones migrantes bolivianos y los vecinos de Ángel Gallardo lo que entendemos como cultura, se encuentra en continuo flujo estructurado, generando procesos de transformación y variación cultural entre ambos grupos. Es por ello que consideramos pertinente pensar a la cultura como algo que se distribuye, circula, por intermedio de las personas, entre las personas, como producto de sus experiencias individuales y grupales.

Otra de las consecuencias de dicho proceso, tiene que ver con la reproducción de un contexto desterritorializado. En el caso de nuestro referente de análisis, la conmemoración de la virgen de Chaguaya si bien permite pensar la extensión de la relación de los migrantes bolivianos con su país, constituyen sistemas eficaces de circulación de elementos culturales que incumben a procesos de identidad que pueden ser resignificados en un nuevo espacio. El término "dislocación" alude a aquellos circuitos o flujos por medio de los cuales circulan matrices culturales sin tener en cuenta las fronteras territoriales. De esta manera, podemos notar el traspaso de virgen migrante a patrona de este paraje santafesino. Entendemos que a través de este trasplante se construyen ciertas fronteras en torno a la identidad, sujetas a particulares prácticas de selección, asimilación acorde a las relaciones que se establecen entre migrantes y nativos. La identidad y la alteridad se constituyen cotidianamente en un contexto socialmente preexistente (Ángel Gallardo) que fue ocupado por otros (migrantes), cuyos vínculos son ambiguos pese a que se quiera disimular a través de la festividad religiosa. La conmemoración de la virgen en este escenario conflictivo pretende ser para los protagonistas (santafesinos, bolivianos) un momento de interrupción de la cotidianeidad en donde las diferencias laborales, sociales, culturales, intentan ser dejadas a un lado y "compartir" desde el lugar que cada uno tiene, los festejos, aunque las mismas siguen estando presentes. Para los nativos, se celebrará la "fiesta de Ángel Gallardo", para los migrantes se celebra la virgen "patrona de Tarija", su región de origen, la rememoración del vínculo con Bolivia, con su familia, con su tierra.

Estamos indicando que en la interacción de las partes se deja entrever procesos de reconocimientos construidos a través de ciertas significaciones que van, siguiendo a Caggiano (Ídem), de "adentro" hacia "afuera" conformando lo que Romero (1987:205) denomina identidad atribuida. En el vinculo que ambas poblaciones establece se conforma cierta unión en términos de pensarse como grupo ("los que conmemoran a la virgen de Chaguaya") sin dejar a un lado "lo que el otro piensa de nosotros". De esta manera, se ponen en juego posiciones que nos hacen indagar sobre la construcción de un espacio común o mejor dicho un lugar que pretende ser "propio" acorde a cierta lógica que entendemos es de alteridad. La construcción de identidades no tiene como base la unicidad de rasgos sino, por el contrario, las mismas consisten en diferentes formas de redisponer la sustancia cultural que de ellas emanan, permitiendo cierta capacidad de cambio y la habilidad de escapar de aquellas formas y contenidos que pueden ser establecidos de una vez para siempre (Bauman, 2002).

Por lo tanto, entendemos que a partir de estas relaciones entre migrantes bolivianos y nativos en torno a la conmemoración de la Virgen de Chaguaya se consolidan nuevas maneras de concreciones culturales que ligadas a cuestiones de identidad permiten una selección de rasgos reciclados en un escenario que se circunscribe momentáneamente. El lugar de destino se convierte en un contexto desterritorializado a partir del cual se permiten nuevas construcciones sociales, culturales, económicas en torno a la veneración de la virgen migrante.

Conclusiones

Tal como planteamos al inicio de este trabajo, pretendimos presentar aquellos abordajes teóricos que entendemos permiten orientar nuestra investigación en torno a una de las actuales festividades religiosas de uno de los grupos migrantes limítrofes que llegaron a la Argentina en busca de oportunidades laborales. Intentamos dar cuenta de nuestro acercamiento al tema centrándonos en aquellas investigaciones que en la actualidad se interesan por procesos de globalización, que vislumbran determinados fenómenos que particularmente en torno a la inmigración pueden ser abordados en términos de dislocación. La comprensión de esta festividad en un espacio que puede ser entendido como desterritorializado, se plantea como parte de un debate más general que incumbe entender a la inmigración como un conjunto de procesos que implican una serie de prácticas que no sólo permiten y facilitan el continuo contacto con su región de origen y con sus coterráneos, sino que traspasando fronteras despliegan en el contexto (provisorio) de destino relaciones que pueden pensarse como nuevos constructos sociales, económicos, culturales.

Consideramos que la particularidad de este proceso de investigación expresa cierta "mediación del mundo conceptual en el que viven los sujetos" (Geertz, 1994:20). Dicha afirmación nos permite explicar la constante tensión presente en nuestro hacer antropológico al momento de "aprehender" en la construcción del objeto de estudio ese universo simbólico acorde a la incorporación de nuevas categorías. De esta manera, la construcción de la trama de relaciones que configuran lo que muchos autores denominan la vida social se debe a las diversas prácticas que los sujetos desempeñan. Justamente el reconocimiento de esta diversidad que puede inscribirse en determinados momentos, contextos históricos, posibilita tener en cuenta cierta autonomía del sujeto a partir de la concreción de relaciones diferentes en su cotidianeidad, reorientando nuevos modos de apropiación de espacios, significaciones.

Por otro lado, entendemos, tal como sostiene Sayad, (1998:40) a la inmigración como "un hecho social total" que revelan los fundamentos antropológicos y políticos de las sociedades contemporáneas, estos procesos implican "estar ausente" de la localidad, de la familia, de los padres y de las redes de inserción laboral anteriores para inscribirse luego en la "otra ausencia", aquella de la posición de liminaridad marcada por la nueva condición de "extranjero". El inmigrante sólo existe en la sociedad que así lo denomina, a partir del momento en que atraviesa sus fronteras y pisa su territorio. El inmigrante "nace" en ese día en que la sociedad (de destino) lo recibe. La inmigración es en primer lugar un desplazamiento de personas en el espacio físico, pero también es un espacio caracterizado como social, económico, política y cultural. Los procesos de inmigración, afirma dicho autor, producen una "doble ausencia" y sólo son asibles en la doble especificidad del eje emigración-inmigración. Desde esta visión, con la cual concordamos, el estudio de procesos migratorios deben ser considerados desde el análisis de las condiciones que llevan a la emigración hasta las formas de inserción de los inmigrantes en la zona dónde pasan a residir. Por eso constituyen la categoría de emigrantes (de allí) y se tornan inmigrantes (aquí). Los inmigrantes bolivianos pasan a ocupar posiciones a partir de la inserción como fuerza de trabajo, en espacios dónde las necesidades del mercado de trabajo son circunstanciales, de este modo el inmigrante suele ser considerado un "ser provisorio", aunque este carácter de "provisoriedad" dure varias décadas y se perpetué a través de generaciones.

Por último, quisimos dar cuenta también a través de este trabajo de algunos de los debates centrales que se construyen en relación al fenómeno de la inmigración en los actuales procesos de globalización. Intentamos entonces destacar aquellas investigaciones que se interesan por la temática, circunscribiendo su abordaje en términos antropológicos, sociológicos y que dan cuenta de las transformaciones en la trayectoria de los migrantes, expresando nuevas formas de relaciones sociales, culturales, económicas. Es por ello que consideramos que la fiesta de la virgen de Chaguaya se lleva a cabo en un contexto de despliegue de elementos culturales migratorios que son resignificados acorde a las transformaciones que se establecen según las relaciones entre migrantes-nativos. Entendemos que tales relaciones dejan entrever procesos que hacen a la identidad de las partes y que las mismas denotan aspectos que trascienden lo meramente religioso y que hacen a los vínculos que a diario se establecen en el orden laboral, económico, social. Es decir, de manera particular intentamos acercarnos a la cotidianeidad de las prácticas y relaciones del contexto en estudio para conocer las formas en la que cierta asimetría es ejercida en torno a la construcción de identidades. En definitiva se trató de interrogar cómo funcionan dichos vínculos en aquellos procesos continuos de emigración-inmigración a través de una mirada antropología particular.

Citas de pie de página

1 Por dicho término entendemos a los vecinos oriundos de la zona.

2 Tesis de grado para la Licenciatura en Antropología con orientación socio-cultural, "Con las manos en la tierra: familias de inmigrantes bolivianos en las quintas de un barrio al norte de la ciudad de Santa Fe". Escuela de Antropología. Facultad de Humanidades y Arte. Universidad Nacional de Rosario. 2004. Mimeo .

3 Al respecto se puede expresar a modo de ejemplo los discursos muy comunes que se reproducen en algunos vecinos de Ángel Gallardo: "los boliviano son muy trabajadores"; "son gente muy tímida…en la fiesta del pueblo, te das cuenta quienes son bolivianos, están siempre en grupos, no hablan…" (Registro de campo N°3, 12/11/2008).

También se puede observar descripciones discriminadoras al momento de definir a la población boliviana, como los siguientes fragmentos de entrevistas"…ahora viene otro tipo de boliviano, antes eran todos muy sucios, tenían un olor…dicen que es por la comida que comen, a ellos le gusta mucho lo picante, el comillo…." (Reg. de campo N°2, 6/11/2008).

"…una vez una directora de una de las escuelas de la zona me dijo en una reunión que nosotros (los bolivianos) éramos los culpables de traer el cólera en la Argentina, porque dormíamos entre chanchos, no nos higienizábamos como correspondía…me sentí tan mal…" (Reg. N° 7, 28/02/2010).

4 Sin embargo es importante aclarar, tal como lo señala Benencia (2003:433), que los flujos de inmigrantes a la Argentina, provenientes de Bolivia, Paraguay, Chile, Brasil, Uruguay estuvieron presentes antes de comenzar el siglo. La escasez de información oficial (censos nacionales, provinciales) sobre los mismos impide afirmar con certeza sobre su presencia en dichos períodos. Además debemos indicar, siguiendo al autor, que hasta las décadas del 1940-1950 aproximadamente la población vecina era concebida como migración interna. Es a partir de 1960 donde la mayoría de los migrantes limítrofes comienzan a concentrarse en regiones particulares de nuestro país fortaleciendo algunos sectores de mercados de trabajo.

5 El resaltado en color rojo en el cuadro ilustra la ubicación física del Paraje Ángel Gallardo, entre otros sectores que conforman al cinturón hortícola santafesino.

6 Los migrantes bolivianos son contratados por los propietarios de las quintas a través de lo que se denomina contrato de mediería. Este contrato se caracteriza por ser de tipo asociativo entre dos partes: una de estas partes aporta mano de obra (en este caso, bolivianos) mientras que la otra proporciona la tierra y el capital necesario para llevar a adelante la producción (productor hortícola). En el plano jurídico, la mediería establece también el compartimiento de los gastos de explotación y mantenimiento, de los riesgos que puedan ocasionarse (por ejemplo: pérdidas de la cosecha por malas condiciones climáticas) y las ganancias obtenidas. La mediería puede ser entonces definida no solo como un sistema con participación de producto sino también como una forma de trabajo, jugando el núcleo familiar del mediero un papel preponderante en la reproducción laboral y social del sector.

7 En este caso estamos pensando principalmente en aquellos que se caracterizan desde lo étnico.

8 En este caso estamos pensando principalmente en aquellos que se caracterizan desde lo étnico.

9 Es importante aclarar que si bien estamos hablando en dicha región andina de fiestas católicas, impuesta a los pueblos originarios por el cristianismo y la colonización hispánica, la mayoría de estas festividades en sus rituales, símbolos, imágenes denotan claramente los aportes de creencias religiosas de los pueblos andinos. "(…) Por esta razón se hace difícil discernir los aspectos cristianos dentro de la fiesta o aislar sus elementos netamente andinos transformados o neutralizados por dos factores complementarios: el histórico de la cristianización y el más reciente de su urbanización y modernización" (Albó, 1989).

10Registro de campo Nº 11, 14 de septiembre de 2008.


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