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Sociedad y Economía

Print version ISSN 1657-6357

Soc. Econ.  no.19 Cali July/Dec. 2010

 

¿Qué ha pasado con la Vulnerabilidad Social en Colombia? Conectar libertades instrumentales y fundamentales1

What about Social Vulnerability in Colombia? Connecting "freedom from" and "freedom to"

Andrea Lampis
Secretaría Distrital de Integración Social de Bogotá, Bogotá-Colombia
alampis@uniandes.edu.co

Recibido: 10.03.10
Aprobado: 29.11.10

1. El proyecto se realizó en alianza con el Programa Nacional de Desarrollo Humano (PNDH) del Departamento Nacional de Planeación (DNP). Se agradece al Director del Programa Dr. Alfredo Sarmiento por la invaluable colaboración y al Profesor Carlos Eduardo Alonso (UNAL) por la elaboración de los datos estadísticos relacionados con la dinámica de la vulnerabilidad presentados en este trabajo.


Resumen

Frente al dominio en Colombia de los enfoques de conceptualización y medición de la pobreza con base en la dimensión del ingreso, este artículo tiene dos objetivos. El primero es reconstruir los elementos históricos y conceptuales de la investigación que se ha ocupado de los enfoques sobre activos, medios de vida y vulnerabilidad. El segundo, presentar el caso de Bogotá, la partir de los resultados de un estudio de caso realizado entre 2006 y 2007 financiado por COLCIENCIAS y que abarcó también las ciudades de Cali y Manizales. A través de este artículo se plantea la importancia del análisis de la vulnerabilidad para identificar un elemento central: la conexión entre la "libertad desde" (eventos críticos) como elemento necesario para lograr "libertad para" (el logro de capacidades).

Palabras clave: Vulnerabilidad, protección social, libertades instrumentales, libertades fundamentales, dinámica de la pobreza, eventos de vida críticos, estrategias frente a la crisis.


Abstract

This paper has two main objectives, both related to an interest in counteracting the domination of income-centred approaches to poverty in Colombia. The first is to reconstruct the historical and conceptual steps of the research stream that developed a reflection on assets, livelihoods and vulnerability. The second, to present the results of a case study carried out in 2006/7 in Bogotá, Cali and Manizales as far as the case of the Colombian capital is concerned. The analysis illustrates the relevance of a vulnerability approach to identify a connection between "freedom from" (critical life events) as a necessary element to achieve "freedom to" (improve people´s capabilities).

Key words: Vulnerability, social protection, instrumental liberties, fundamental liberties, poverty dynamics, critical life events, coping strategies.

Clasificación JEL: I32.


Introducción

El enfoque de medición de la pobreza sigue siendo dominado por abordajes relacionados con el ingreso y el consumo, también definidos de manera sintética como enfoques monetarios (Blackwood y Lynch, 1994; Ruggeri Laderchi, 2000; Moser, 2005). En el ámbito internacional, la literatura indica que los programas de política social aplicada han presentado limitaciones para sobrepasar en la práctica un enfoque de asistencia social, basado principalmente en subsidios monetarios directos o indirectos (CEPAL, 2006). Frente a la inseguridad generada por las crisis financieras de las últimas dos décadas, al interior del amplio tema de la pobreza se posiciona un nuevo enfoque que pone a la vulnerabilidad y al riesgo en el centro de la reflexión sobre protección social (Kabeer, 2008). Este proceso de cambio en las políticas sociales encaja en un conjunto de debates de relevancia histórica para el futuro de millones de personas en los países en vía de desarrollo. Está marcado por los desafíos de la comprensión del carácter multidimensional de la pobreza (Sen, 1999) y la adopción de un enfoque centrado en los derechos sociales (CEPAL, 2006).

Desde finales de los años noventa, los programas de política social de carácter nacional de Colombia se basan en el supuesto simplista de que el rango de acción del Estado hacia la población pobre se agota en los subsidios monetarios directos o indirectos. Si bien estos programas acogen la invitación expresada en el ámbito internacional (Holzmann y Jorgensen, 1999) y nacional (Misión Social, 2002) acerca de la importancia del riesgo como elemento central en la construcción de un nuevas políticas de protección social, en la práctica se quedan anclados a una lógica de aseguramiento y desconocen otras lecciones internacionales relevantes de las últimas dos décadas. Estas reflexiones nos han ilustrado la vigencia de otras lógicas, diferentes del aseguramiento: las lógicas de la seguridad humana y de los derechos económicos, sociales y culturales. La justificación de este artículo reposa sobre un planteamiento de fondo representado por el rechazo de la lógica tendencialmente mono-dimensional en las formulaciones sobre protección social en el país. Una protección social centrada en la persona no puede construirse de manera separada a un análisis de la dinámica de la pobreza, en cuanto ésta misma dinámica no es tan sólo un problema de manejo del riesgo y aseguramiento frente del individuo frente al mismo.

Este artículo tiene un objetivo de carácter general y dos objetivos específicos. El objetivo general es realizar un aporte al debate sobre protección social mostrando la relevancia de una reflexión sobre la dinámica de la pobreza. En relación con su primer objetivo específico, el trabajo pretende reconstruir los elementos históricos y conceptuales de la investigación que se ha ocupado de los enfoques sobre activos, medios de vida y vulnerabilidad. Sobre el análisis relacionado con el segundo objetivo específico, se quiere presentar los resultados de un estudio de caso realizado entre 2006 y 2007 por el autor en Bogotá, Cali y Manizales gracias a la financiación de COLCIENCIAS y el apoyo del Ministerio de la Protección Social.

Es a través de la transmisión de la vulnerabilidad desde el ámbito macro de las crisis globales y regionales y de las macro-políticas que se crea la inseguridad en los medios de vida y se mengua la resiliencia de los individuos, las familias y las comunidades. El problema de la vulnerabilidad no es un asunto de mejor focalización sino de seguridad humana y de centralidad de la persona en la política pública. Las oportunidades que las personas tienen para adquirir, conservar y transformar sus activos en realizaciones, más no los subsidios en sí mismos, o el fortalecimiento de aspectos instrumentales frente al logro del bien-estar, como el capital humano, deberían ser considerados como elementos centrales para una superación de largo plazo de la pobreza y la mejora de los niveles de calidad de vida.

1. El análisis de vulnerabilidad y su relación con los debates sobre pobreza y desarrollo

En los años ochenta, se desarrolla una reflexión acerca de las dimensiones de la pobreza no captadas por los enfoques monetarios (Chambers, 1989). Este enfoque privilegia la comprensión de la pobreza a lo largo del tiempo y valora la percepción de la misma por parte de los pobres. Una clara marca de diferenciación e innovación es la identificación del concepto de vulnerabilidad, definida en ese entonces como indefensión frente a eventos y situaciones críticas. Otro elemento que, desde sus comienzos, marca la especificidad del análisis de vulnerabilidad es la relevancia que se le otorga a cada secuencia de acciones de respuesta a los eventos críticos.

En otras palabras el debate sobre la vulnerabilidad plantea preguntas diferentes a las de los enfoques tradicionales de análisis de la pobreza. Allí donde éstos últimos se preocupan principalmente por identificar "cuántos" pobres hay y "dónde" están o "dónde se concentran más", tras la lógica del aseguramiento; el análisis de vulnerabilidad se plantea interrogantes de carácter no sólo técnico sino también político. Las preguntas acerca del "cómo" se genera pobreza reflejan un interés por los encadenamientos entre eventos críticos y estrategias de reacción frente a los mismos por un lado y, por el otro, las opciones que las personas tienen no sólo con base en su propia recursividad sino en virtud de la actuación de actores de la esfera pública, privada y comunitaria. De manera paralela, los interrogantes acerca del "por qué" hay pobreza, reflejan un esfuerzo por conectar la dimensión macro, por ejemplo aquella de las grandes decisiones de política pública o de gasto con el nivel micro-social, donde se desenvuelven las dinámicas relacionadas con la cotidianidad de la vida de las personas.

Proteger a las personas, entonces, se torna en un asunto que supera los ámbitos del aseguramiento y manejo del riesgo. Es un desafío que implica cuanto menos complementar la lógica del riesgo-aseguramiento con otras lógicas, como las de la seguridad y de los derechos. El siguiente apartado, que presenta los elementos conceptuales plantea que hay cinco debates que han marcado las últimas dos décadas y que resultan claves para desentrañar los elementos más relevantes de estas lógicas complementarias. La articulación entre estos cinco debates responde al primer objetivo específico mencionado en la introducción.

El primero es el debate entre los enfoques centrados en el ingreso y el consumo, y aquellos que rechazan la validez del ingreso como aproximación al problema de la privación; esto tanto en el ámbito conceptual, como en la dimensión más técnica de la medición. Su revisión contribuye a darnos cuenta de por qué y cómo surge el debate sobre vulnerabilidad. El segundo, se desarrolla acerca del carácter y alcance del enfoque de vulnerabilidad. Su primer hito es el trabajo de Sen (1981) sobre pobreza y hambrunas; raíz profunda ésta de elaboraciones posteriores que se extienden hasta el assets vulnerability framework planteado por Moser (1998). El tercer debate reúne los temas planteados por el marco conceptual sobre medios de vida (livelihoods) presentado inicialmente por la cooperación inglesa DFID en 1999, tras los insumos de Chambers y Conway (1992). El cuarto aborda tanto las implicaciones como las limitaciones del enfoque de manejo social del riesgo; donde un hito fundamental es el informe sobre desarrollo mundial del 2000 del Banco Mundial titulado: "Atacar la pobreza". El quinto debate se encentra en la relación entre la dinámica de la vulnerabilidad y las libertades instrumentales que son limitadas por los eventos de vida críticos y las libertades fundamentales que se relacionan con la ampliación de las capacidades de las personas.

2. Enfoques de pobreza centrados en el ingreso versus enfoques no-monetarios

El principal problema de los enfoques monetarios de pobreza es que analizan tan sólo los resultados finales de un proceso complejo; este prooceso determina una condición de privación, a menudo multidimensional, que a su vez determina la pobreza de una persona.

Como ha recordado recientemente Ruggeri Laderchi (2000), ya desde los tiempos de Rowentree, a comienzos del siglo XX, el enfoque monetario de medición de la pobreza carece de una reflexión sobre ‘qué es la pobreza'; reduciendo el problema al asunto técnico de cómo medirla. Estas mediciones, si bien son útiles, sobre todo a nivel de decisiones de política macro, nos dicen a lo sumo cuánta pobreza hay y dónde se encuentra su mayor concentración, pero no nos dicen nada acerca de las razones que determinan la pobreza o los procesos que la magnifican y profundizan. Tampoco es cierto el argumento, comúnmente aceptado por muchos, según el cual debido a que los enfoques basados sobre ingreso y consumo son cuantitativos, entonces son los más precisos. Glewwe (1990) recuerda que la valoración de los diferentes componentes del ingreso o del consumo para la estimación de las líneas de pobreza se realiza utilizando los precios del mercado. La imputación de estos valores para aquellos bienes y servicios que no se encuentran contabilizados en el mercado es altamente arbitraria; como en el caso de los productos de subsistencia, del trabajo doméstico, de los bienes y servicios intangibles (como el cuidado y el cariño) y, más en general, los bienes públicos. Lo que se logra asumir como verdadero y científicamente válido en estas operaciones se puede definir como el fruto de "actos heroicos de fe" en cuanto para la imputación de esos valores, reiteran Ruggeri-Laderchi, Saith y Stewart (2003)2 sin ocultar un cierto tono satírico en sus comentarios.

3. Orígenes del concepto y estudios sobre "vulnerabilidad"

Es posible identificar por lo menos tres tipos de herencias diferentes cuando se busca reconstruir la complejidad de las contribuciones que retroalimentan la conformación de los estudios sobre vulnerabilidad social. En primer lugar, la contribución de Sen de 1981 (Op. cit.) en el texto Poverty & Famines, en el marco de la presentación de su enfoque de titulaciones, desde el cual viene la inspiración principal para la labor de investigación sobre las dimensiones de la pobreza y de la desigualdad (Chambers, 1989, Op. cit.; Moser, 1996 y 1998, Op. cit.; Glewwe, 1995). La segunda contribución viene de los estudios sobre desastres naturales y vulnerabilidad (Blaikie et al., 1994; Cernea, 1997; Pelling, 1998, 2002 y 2003; Woodrow y Anderson, 1989). Un tercer aporte es el de los autores que conforman una red de investigación sobre los medios de vida (Beall y Kanji, 2002; Chambers, 1995; de Haan, 1999; Heyer, 1989; Murray, 1999; Rakodi, Op. cit., 1999; Swift, 1989).

3.1 Sen y el enfoque de titulaciones: insumos para el análisis de vulnerabilidad

Sen (Op. cit.) ilustra cómo las hambrunas no son determinadas directamente por la falta de disponibilidad de alimentos, sino por una falla en la capacidad de las personas de tener acceso a ellos en el mercado con base en sus dotaciones. Los individuos, plantea, tienen diferentes posibilidades tanto de escapar a las hambrunas como, en términos más generales, de alcanzar un determinado nivel de bienestar en función de un conjunto de dotaciones iniciales que no son sólo de carácter económico (es decir, el ingreso, la tierra o una familia pudiente como medios para lograr estar-bien), sino también de carácter relacional. En otras palabras, se necesita de estatus social, de seguridad laboral, de protección social, de factores que, aunque pueden variar de una sociedad a la otra, en su conjunto constituyen unas titulaciones, estas sí en el ámbito del mercado, que permiten a las personas emprender el camino para lograr lo que eligen hacer o ser.

Este concepto de titulaciones (entitlements) es el antecedente directo de la idea articuladora del análisis de vulnerabilidad: lo que finalmente hace o no hace la gente vulnerable depende del acceso a unas dotaciones iniciales que se pueden movilizar, utilizar y transformar para lograr realizaciones en el caso de presentarse eventos críticos que amenazan el bien-estar o la seguridad de los medios de vida de los individuos y de las familias. En Poverty & Famines, Sen sienta las bases del enfoque de capacidades y al mismo tiempo del enfoque de vulnerabilidad, cuando nos aclara que lo que las personas pueden ser y hacer (las realizaciones o entitlements) depende tanto de la economía política de los recursos como de la capacidad que las personas tienen para enfrentar su escasez en el marco de situaciones críticas, coyunturales y personales al mismo tiempo. Por esta razón, podemos empezar a hablar de un enfoque de vulnerabilidad, es decir, una manera de mirar a la realidad de un fenómeno que trasciende el mero nivel del análisis. Es necesario ir más allá de la identificación de los pobres, porque tras de las mediciones están las personas, la multi-dimensionalidad de su privación, sus derechos, sus necesidades, percepciones y sentimientos.

3.2 La escuela de Sussex: la reflexión de Chambers

Este insumo inicial de Sen es retomado por Robert Chambers y el grupo de investigación del Instituto de Estudios sobre Desarrollo de Brighton en Sussex, que a finales de los años ochenta publica un boletín titulado: ‘Vulnerability: How the Poor Cope?' (Chambers, Op. cit, 1989; Evans, 1989, Pryer, 1989, Swift, 1989). El primer mérito de esta literatura consiste en el aporte de evidencia empírica al debate que permite diferenciar la vulnerabilidad de la pobreza.

A través de estudios de caso realizados en Asia y África en el ámbito de situaciones de pobreza rural, se reseñan tipología de procesos de empobrecimiento relacionados con la disminución e insostenibilidad de las dotaciones, es decir de los activos y recursos. Los casos presentados cubren un abanico de temas que van desde el impacto de las hambrunas, al de la estacionalidad, hasta al efecto de la enfermedad sobre la sostenibilidad de las comunidades estudiadas. En todos los casos la lógica de la vulnerabilidad se presenta como un asunto de seguridad de los medios de vida; el crédito por ejemplo, alivia la pobreza si por pobreza o privación entendemos la falta de medios materiales, pero nos hace más vulnerables porque disminuye nuestros recursos para enfrentar las situaciones críticas en el futuro.

Como segundo elemento destacado, estos estudios hacen hincapié en la diversidad y recursividad que reflejan las estrategias de los pobres para contrarrestar su vulnerabilidad (Chambers, Op. cit., 1989). Casos como el de la mujer del Sahel que mezcla el arroz con la arena para que sus niños no lo coman y ella pueda volver a construir un camino de seguridad y sostenibilidad de sus medios de vida introducen una reflexión sobre pobreza y protección social que es de gran relevancia, a pesar de haber sido a menudo ignorada. Por ejemplo, los escritos recientes sobre protección social en Colombia (Núñez, 2005), retoman el tema de Holzman y Jorgensen (1999) y del Banco Mundial (2001), según el cual el pobre no sabe aprovechar las ventajas de la inversión y del mercado. En asumir la aversión al riesgo de los pobres como un lema central de sus abordajes, estos planteamientos desconocen la lección de los estudios del grupo de Chambers. En su lógica del aseguramiento, no contemplan que el pobre no está equipado para manejar el riesgo de manera exitosa y, al mismo tiempo, se desinteresan sobre uno de los elementos más importantes en la lógica de la acción de los pobres: la obtención de seguridad (Moser, 1998).

4. El marco conceptual sobre vulnerabilidad y activos de Moser

La investigación de Moser es la pieza central a partir de la cual se desarrollan las investigaciones que pretenden incorporar el concepto de vulnerabilidad al análisis de la pobreza. Moser se basa en cuatro estudios 3 de casos que combinan la utilización de datos cuantitativos sobre ingreso entre otras variables demográficas y económicas, con la observación a lo largo del tiempo del comportamiento de las familias frente a la crisis. Su trabajo sobre vulnerabilidad indica que existen cinco tipos de activos claves para los pobres en relación con su capacidad de movilizar recursos para enfrentar las situaciones críticas (ver el cuadro No. 1):

1. El trabajo

2. La vivienda

3. La infraestructura económica y social

4. Las relaciones al interior de la familia

5. El capital social

Estos cinco tipos de activos resultan ser los más relevantes según la valoración de los pobres mismos de acuerdo a investigaciones llevadas a cabo en diferentes lugares, bajo diferentes condiciones y en asociación con diferentes contextos socioeconómicos y culturales; reflejan los hallazgos que habían sido señalados por los estudios de caso del IDS de 1989 y se ven también reflejados en los estudios de Pryer (2003) en Dhaka (Bangladesh).

Finalmente, el trabajo de Moser abre pistas sobre la existencia de dos "cajas negras" todavía no descubiertas, metafóricamente hablando, en el marco de los estudios sobre pobreza: los pobres y la familia. No existen los pobres como un grupo indiferenciado, sino diferentes grupos sociales y, sobre todo, individuos con diferentes dotaciones, capacidades y relaciones con su entorno y su institucionalidad, los cuales deben ser investigados de manera particular para generar políticas que no olviden a los unos premiando a los otros. En la misma tónica, la reflexión sobre la familia4 nos indica que las relaciones de poder en su interior, la edad, el control diferencial sobre activos, capitales y recursos (Bebbington, 1999), abre otro universo de investigación y otra agenda no explorada para el diseño de políticas sociales capaces de responderle.

5. Vulnerabilidad y Manejo Social del Riesgo: diferencias y retos

A la luz de los aportes históricos de diferentes autores, la vulnerabilidad5 se puede definir como una función inversa de la capacidad de los individuos, grupos, familias y comunidades de prever, resistir, enfrentar y recuperarse del impacto o efecto de eventos que implican una pérdida de activos materiales e inmateriales.

La vulnerabilidad &-entendida como vulnerabilidad social- se diferencia de la simple exposición a algún tipo de riesgo. La vulnerabilidad se da cuando, en relación con una exposición a un riesgo hay también una vulneración. Cuándo nos preguntamos: ¿vulneración de qué? La respuesta, con base en los estudios de vulnerabilidad que sobrepasan un enfoque de riesgo a menudo centrado de manera restringida en el ingreso es: ‘de los recursos, activos y capitales para enfrentarse al riesgo sin pérdidas de capacidades y oportunidades'.

Uno de los dilemas que enfrentan hoy las políticas sociales en países en vía de desarrollo es el que confronta políticas sociales de corto alcance a políticas de largo alcance (Barrientos, Hulme y Shepherd, 2005). Este mismo debate, que en Colombia se ha dado más desde el punto de vista de la disciplina económica y en los centros especializados de reflexión económica encara el dilema que se nos plantea en estar eligiendo entre las siguientes opciones:

A. Lógica del aseguramiento: seguir los planteamientos del enfoque del Banco Mundial sobre el Manejo Social del Riesgo (MSR) (Heitzmann et al., 2002; Holzmann y Jorgensen, 1999 y 2001).

B. Lógica de los derechos: ampliar el alcance de nuestras políticas, incorporando la reflexión que combina elementos del enfoque de capacidades de Sen (Op. cit., 1999) con el enfoque tradicional de derechos (Hunt et al., 2004).

C. Lógica de la seguridad: incorporar a las política de protección social el aporte de la reflexión anglosajona sobre medios de vida, según el cual estas políticas son un asunto que va más allá de la protección del ingreso (Hall y Midgley, 2004).

Los argumentos a favor de la inclusión de lógicas alternativas o complementarias a la del riesgo y del aseguramiento son poderosos. Como lo ha subrayado Frances Stewart, los países que adoptan un enfoque de desarrollo humano en sus políticas sociales presentan la tendencia a disfrutar de tasas más altas de crecimiento económico de manera conjunta a la mejora de los indicadores sociales (Stewart et al., 2000). De manera complementaria, como lo ha recordado Arraigada Luco (2001), una de las ideas fuertes por detrás del nuevo planteamiento sobre el asunto de la protección como un derecho es que los servicios sociales son un subconjunto de los activos circulantes. Por ende, se originan en la participación del Estado en su financiamiento, regulación y acceso. Entonces el problema no es el del encuentro entre la demanda y la oferta, sino un problema de distribución del acceso a los activos, su provisión y su gestión por parte de grupos sociales con diferentes grados de poder y privación.

Históricamente la seguridad social ha servido para quien tenía empleo fijo, estable. El análisis de vulnerabilidad revela la existencia de otras realidades y racionalidades y de dimensiones no-monetarias de la pobreza que es necesario tomar en cuenta Moser (2001). La protección social que se fundamenta en la lógica del aseguramiento se rige además sobre planteamientos científicamente cuestionables; por ejemplo, la distinción entre eventos idiosincrásicos y covariantes. Cada una de estas dos categorías puede perfectamente aplicar a los eventos definidos por la otra: eventos críticos como el desempleo que afecta a un hogar, generalmente considerado idiosincrásico, se torna un evento covariante cuando se considera un intervalo de tiempo lo suficientemente largo como para constatar que hay decenas de miles de personas afectados. Lo mismo pasa con los eventos relacionados con la salud y la violencia. El análisis de la vulnerabilidad se diferencia en su lógica de los enfoques tradicionales de riesgo y aseguramiento por:

1. La construcción de relaciones entre los eventos de vida críticos y su impacto sobre los diferentes tipos de activos.

2. La realización de un tipo de análisis que incluye necesariamente a la variable ‘tiempo' en poner en relación los eventos críticos, sus causas, las consecuencias que estos determinan.

3. El análisis de las estrategias de enfrentamiento a los mismos eventos críticos y las diferencias que existen en esto entre los diferentes perfiles de pobreza.

El problema de la protección de los grupos vulnerables tiene hoy en día un reconocimiento de carácter nacional y se encuentra planteado en la Constitución Política de Colombia en su Artículo 13:

"Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de grupos discriminados o marginados.

El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentran en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos que contra ellas se cometan."

(Constitución Política de Colombia, 1991: Art. 13.)

A pesar de la centralidad del tema de la vulnerabilidad al interior de la elaboración jurídica y de la planeación de las políticas públicas, los principales problemas se encuentran en el ámbito de la aplicación de estas políticas, donde se registra un vacío casi absoluto de definiciones operativas.

En el marco de las políticas aplicadas de enfrentamiento y reducción de la pobreza, a través del manejo social del riesgo, se sigue utilizando el término de vulnerabilidad sin una definición precisa. Esta carece de un marco conceptual de referencia robusto y sigue relacionando el término "vulnerabilidad" al significado que éste suele tener en los diccionarios, donde vulnerable equivale a la condición de ser comparativamente más sujeto a padecer un daño. El uso impreciso del término vulnerable genera una confusión terminológica que se refleja por ejemplo, en el aspecto crítico de la focalización, donde las mismas condiciones de vulnerabilidad, exclusión y pobreza son consideradas a menudo como equivalentes.

6. Estudio de caso: La dinámica de la vulnerabilidad en Bogotá

Este apartado responde al segundo objetivo específico planteado en la introducción; aquí se presenta un análisis más detallado de los resultados del trabajo realizado, enfocando de manera intencional el análisis en el caso de Bogotá. La sección tiene la siguiente estructura: se presenta el análisis de San Cristóbal (Bogotá) en cuanto el propósito es afianzar la importancia de estudiar los aspectos dinámicos de la pobreza6.

6.1 Metodología

Principales logros

La metodología utilizada en esta investigación permite una representatividad de carácter cualitativo de los principales patrones que se producen en las familias encuestadas. La gran mayoría de estas (98%) se encuentra en los niveles I y II del SISBEN. Esto permite afirmar que lo que se presenta en esta investigación es una aproximación interesante de lo que se podría encontrar por medio de un estudio que utilizara una muestra de carácter probabilístico a partir de un universo nacional7.

Principales limitaciones

Los resultados producidos no tienen representatividad estadística directa frente a la población nacional ni por SISBEN, índice de calidad de vida, línea de pobreza o indigencia. Cabe resaltar este aspecto aunque con la precisión que el alcance de una representatividad estadística no se contempló entre los objetivos específicos del estudio.

Selección de las familias

En este aspecto el trabajo de Jane Pryer sirvió de inspiración para el nuestro a partir de lo siguiente. El "rationale" de Pryer en su estudio sobre Dhaka en Bangladesh está expresado de esta manera: "That there is a serious gap in our understanding of the characteristics of vulnerable livelihoods in the urban economy and that this is a limiting factor in the design and implementation of effective programmes aimed at reducing this vulnerability" (Pryer, 2003:22).

Es interesante notar que Pryer retoma el enfoque de Entitlements de Sen en la versión adelantada por Switf en su artículo de 1989 en el boletín de IDS sobre vulnerabilidad (Chambers, Op. cit., 1989).

Ella clasifica los endowments (dotaciones) en 5 grupos:

• Recursos materiales: dinero, activos y reservas que tengan valor.

• Recursos humanos: edad, género, educación, habilidades, salud, condiciones nutricionales.

• Recursos sociales: relaciones con otras familias, individuos y organizaciones (importantes para las obligaciones y demás reciprocidades relacionadas con alimentos, crédito, trabajo, recursos productivos o para el intercambio de servicios entre parientes, grupos sociales similares por ejemplo por origen en cuanto a región, patrones y dependientes, gobierno local, ONG's).

• Recursos culturales: status social, restricciones y normas que regulan el comportamiento.

• Recursos ambientales: vivienda, agua, saneamiento, propiedades comunes y derechos relacionados.

Localidades Seleccionadas

El tamaño de la muestra planteado inicialmente fue de 400 familias, con base en consideraciones de presupuesto. Sin embargo dada la posibilidad de deserción, la muestra final contó con 432 familias. De estos, 108 se ubican en la localidad No. 4, San Cristóbal, en el sector de Juan Rey, Ciudad Londres y San Manuel. Otros 108 Familias residen en la localidad No. 1., Usaquén, en los barrios Buenavista y El Codito. Para un total de 216 familias en la ciudad de Bogotá8.

Desde la definición de los parámetros del estudio no se plantea un muestreo que permita realizar una expansión a una población de referencia, sin desconocer la importancia de verificar a posteriori el grado de superposición entre lo que se plantea en este trabajo por medio de cuatro estudios de caso y las características de la población pobre en las mismas zonas, aproximando el criterio de pobreza por medio del SISBEN.

El ideal de cualquier investigación, en la cual no se tiene control de los factores que afectan la población de estudio, es seleccionar los individuos de tal manera que la distribución en la población, de ciertas variables de interés quede reproducida en una escala menor en la muestra. En esta dirección, el recurrido mayormente aceptado para lograr lo mencionado anteriormente es el muestreo probabilístico. La metodología de selección en esta investigación no se pudo plantear de esta forma por los siguientes factores:

El período de tiempo que se tenía planteado dentro de los términos establecidos en el marco del proyecto de acuerdo a su aprobación por COLCIENCIAS resultó ser demasiado corto para realizar un muestreo probabilístico debido a los siguientes dos factores principales combinados entre si:

i. Los tiempos técnicos requeridos para definir los marcos muestrales por medio de la base de datos del SISBEN.

ii. Los tiempos requeridos para primero contactar a un número suficiente de familias en las tres ciudades, lo cual requirió de una notable actividad de contacto y movilización interinstitucional.

El problema de lograr ganar la confianza de las familias, su sensibilización frente al tema de la investigación y finalmente su adhesión al registro para el estudio longitudinal.

Este segundo elemento de confianza amerita una profundización que se presenta a continuación. Ganar la confianza de la familia ha sido un criterio prioritario relacionado con dos propósitos primordiales, el primero: disminuir la mortalidad muestral, evento ante el cual el estudio es altamente vulnerable dados los tamaños de muestra; y en segundo, lograr una información de mejor calidad, en aspectos que pueden rozar con la intimidad o los tabúes de la familia.

Al ser éste, un estudio de tipo transversal la decisión de sí una familia es parte del estudio, no sólo depende del equipo, sino que la mayor parte de esta decisión recae en el responsable o responsables de la familia.

Dado lo anterior, el método de selección (auto-selección), se procedió con una metodología que buscaba filtrar9 las familias de tal forma que se tuviera un muestreo no probabilístico, cercano a un muestreo por cuotas, donde los criterios de selección tenidos en cuenta, además de la confianza, tenían por objetivo cubrir el espectro más amplio de tipos de familias, en condición de alta pobreza.

Los criterios, son criterios externos como:

i. Ubicación Geográfica, criterio que está implícito en el momento de realizar el primer acercamiento con las familias a través de organizaciones (ONG, Colegio San Francisco de Asís, Ministerios de Protección, DABS y Junta de Acción Comunal de Ciudad Londres), organizaciones que cumplieron el papel de puente entre líderes u organizaciones locales &-juntas de acción comunal&- y el equipo de trabajo.

ii. Pertenecer a Nivel de SISBEN 1.

iii. Tipo de vivienda y tenencia de la misma.

El hecho de que, con bases en las variables descritas en el punto iii, estos sectores tengan como característica común una situación de pobreza generalizada reduce de entrada la posibilidad de encontrar una distancia amplia entre las características de la muestra y las de la población en cuanto a variables como el nivel de pobreza o el perfil socioeconómico y demográfico.

6.2 Validación de la muestra

Este apartado presenta una comparación entre la población de las localidades estudiadas y la población de la muestra. El objetivo es observar que tan cercanas son las distribuciones muestrales, considerando que la encuesta SISBEN tiene hoy en día un valor de censo al interior del Nivel I en estas localidades, así como, más en general, su aplicación es cuasi-universal para las localidades de las ciudades y zonas del país con alta incidencia de pobreza. Un segundo ejercicio del cual se presentan los resultados es la ubicación de algunos familias en la base SISBEN, con el objetivo de mostrar en que parte de la distribución se ubican los mismos, es decir cuál es la población de referencia exacta del estudio.

Validación - Comparación de las distribuciones Poblacional y Muestral

La validación se realiza usando la prueba del Chi-cuadrado para comparar dos distribuciones. De acuerdo a esta prueba, la hipótesis nula indica que las distribuciones son iguales, y el estadístico de prueba está dado por:

Donde:

k= es el número de categorías o clases,

nj=es la frecuencia observada en la clase j.

Xj= es la proporción en la población en la clase j. En este caso se obtiene a partir de la base SISBEN.

La hipótesis a contrastar está dada por:

Donde fn(.) es la distribución de la variable de interés, en el Mini-Panel, y fn(.) es la distribución de la misma variable, a partir de las bases SISBEN. Bajo la hipótesis nula,

Resultados del ejercicio de validación

A continuación se presentan las distribuciones poblacionales, es decir la distribución de la población por variables fácilmente medibles y que tienen efecto en como la familia enfrenta los eventos que los afecta.

Familias incluidas en la muestra de acuerdo a la base de datos SISBEN

A partir de la dirección de la familia y el documento de identificación del jefe de familia (cabeza de familia), se identificaron las familias de la muestra estudiada que se encuentran registrados en la base de datos del SISBEN, lo anterior para observar en qué parte de la distribución de ésta última se concentran las familias abarcados por el estudio. Cabe anotar que con lo anterior, de manera adicional, se plantea responder a la pregunta: ¿cuál es el estándar de vida de las familias en el estudio? El estándar de vida de la población objetivo es, de acuerdo a los objetivos del estudio, un aspecto de gran interés puesto que las hipótesis de trabajo llevó a dirigir la atención hacia familias de nivel I y II de SISBEN, con base en las investigaciones nacionales e internacionales que indican una fuerte superposición empírica entre dinámicas más críticas en cuanto a vulnerabilidad y mayores niveles de pobreza, no sólo con base en el ingreso, sino desde una perspectiva multi-dimensional. Para la ciudad de Bogotá (tabla No. 1, abajo) se ubicaron un total de 149 familias (de 216), en la base de SISBEN la mayoría de ellos ubicados en los niveles I y II de SISBEN (98%), el restante 2% (3 familias), están ubicados en nivel de SISBEN III. Este resultado es bastante bueno, porque indica que el estudio se concentró en familias pertenecientes a la población objetivo.

Buscando tener una apreciación más fina de la ubicación de las familias bajo estudio, con respecto a la distribución del SISBEN, se construyen los ventiles para los niveles I y II de SISBEN, y allí se ubicaron las familias que pertenecientes al Mini-Panel. El resultado (tabla No. 2) muestra que se tienen familias en todo el espectro de variación del puntaje SISBEN &- puntajes entre 0 y 22 puntos. Este resultado permite pensar que si los eventos que afectan a las familias y las estrategias que estos plantean ante tales eventos, cambian dependiendo de su estándar de vida, el estudio captará estas diferencias, porque se han involucrado familias en todo el abanico de variación de acuerdo al puntaje SISBEN.

6.3 Estudio de caso San Cristóbal (Bogotá)

En esta localidad el equipo tuvo la colaboración al estudio de 112 familias entre los cuales se presentaron 387 eventos de vida. Como se puede apreciar de acuerdo a la tabla No. 1, la incidencia de los eventos de vida se distribuye de manera generalmente homogénea entre los diez tipos (conglomerados) de eventos de vida. Por ende, primero la dinámica de la vulnerabilidad responde a factores multi-causales (no depende tan sólo del ingreso) y, segundo, observa un comportamiento equilibrado, puesto que la incidencia de cada tipo de evento varía entre un mínimo de 1 a un máximo de 1.54 eventos del mismo tipo por familia. Esto es muy importante porque respalda las tendencias identificadas en el análisis de las características generales y, de antemano, responde a la posible observación que se podría plantear con base en la hipótesis de que los eventos más críticos acontecen (se concentran en) en un número limitado de familias. Los resultados muestran que este no es el caso y, en particular, el dato mencionado arriba acerca de la incidencia ilustra que la dinámica de la vulnerabilidad, si bien con variaciones en intensidad, se distribuye (impacta) de manera bastante uniforme a todos las familias; hecho que añade valor a los insumos generados por la investigación.

Entre los 387 eventos de vida, los de mayor frecuencia fueron aquellos que ‘Implican Mejoras' con el 28%10. A estos le siguen los eventos relacionados con ‘Empleo y trabajo' (15%), y ‘Enfermedad y Salud' (15%). Los eventos que ‘Implican Mejoras', se presentaron en 71 de los 112 familias (79.5%), con incidencia media de 1.54 veces por familia, siguen los eventos relacionados con ‘Empleo y Trabajo' y ‘Salud y Enfermedad', con una incidencia de 1.23 eventos por familia; presentes respectivamente en el 56.2% de las familias.

Esto, subrayando que tanto como la lectura de los eventos que ‘Implican Mejoras' debe hacerse también en llave con los eventos de ‘Inversión-Riesgo', los de ‘Empleo-Trabajo' pueden desde luego analizarse por si solos, pero, siendo la vulnerabilidad un proceso dinámico determinado por un conjunto de variables, el análisis es más efectivo y útil cuándo estos eventos de analizan en llave con los de ‘Deuda' e ‘Ingresos, Activos y Consumo' por lo que concierne ‘Empleo-Trabajo', así como en llave con los de ‘Fallecimientos' y ‘Violencia', por lo que concierne los eventos de ‘Enfermedad-Salud'.

En total se presentaron alrededor de 3.46 eventos por familia a lo largo de los últimos 5 años, una incidencia alta considerando la brevedad del tiempo frente a lo demorado que es el proceso de consecución, formación, fortalecimiento y conservación de capitales y activos para familias que de entrada tienen un nivel de calidad de vida bajo o relativamente bajo; característica que se asocia con un bajo nivel de activos, como reconocido por la literatura sobre pobreza de cualquier tendencia o posición.

De forma descriptiva a continuación se presentan los patrones (cadenas típicas) más significativos. Se toman los ítems de mayor frecuencia relativa de los conglomerados de eventos de vida que se han identificado como los epicentros de la dinámica de la vulnerabilidad, o sea, de los patrones más importantes y se ilustra a cuales ítems específicos de causa, consecuencia y estrategia se relacionan. En otras palabras, estamos entrando en el análisis de casos particulares, realmente acontecidos, como ejemplos de las tendencias generales ya identificadas.

6.3.1 Eventos que ‘Implican Mejoras', San Cristóbal (Bogotá)

La figura No. 1, abajo, resume de una manera gráfica lo analizado en la sección 3.1 en los cuadros del 1 al 4. La diferencia es que mientras en la sección 3.1., se ha optado por separar analíticamente las cuatro categorías de evento, causa, consecuencia y estrategia; privilegiando así la comparación entre las localidades objeto de estudio de caso; aquí, en sede de profundización, se privilegia un análisis más integral al interior de cada estudio de caso tomado individualmente; en este caso: todo el patrón (cadena típica) de vulnerabilidad relacionado con eventos que implican mejoras en su integralidad.

El mismo esquema de análisis se repite por las demás cadenas típicas principales: primero se presenta el patrón en su integralidad y luego unos ejemplos particulares de ítems de eventos de vida más frecuentes con sus relativas causas, consecuencias y estrategias.

Como punto de entrada al análisis (ver figura No. 1) se resumen brevemente algunos aspectos sobresalientes relacionados con la cadena típica en su totalidad. Al indagar por las causas de los eventos que implican mejoras11, dentro de la primera causa mencionada, el 51% de las familias hablan de causas asociadas a mejoras en el nivel de activos, al mismo tiempo dentro de la primera consecuencia se tiene que en el 90% de los casos aparecen consecuencias asociadas a un aumento de las capacidades. Al interior de las consecuencias asociadas a aumento de las capacidades el 39% de las familias no plantearon ninguna estrategia, y el 30% optó por una estrategia en búsqueda de conservar los funcionamientos.

Un ejemplo real de lo anterior (ver figura No. 2), es representado por quince eventos en los cuales un miembro de la familia consigue empleo, cinco de los cuales tienen como causa una recomendación laboral, y en 7 se produce una mejora económica, en uno se adquiere capacitación, y en dos produce felicidad. En tres de estos casos no se planteó una estrategia, hecho éste que no debe sorprender en cuanto, como ya planteado en el análisis de las características generales, en los casos en los cuales se plantea un encadenamiento positivo entre eventos es normal que se pueda decidir no hacer nada de particular y que se encuentran estrategias principalmente frente a eventos negativos.

Es interesante destacar que entre 15 eventos positivos relacionados con la consecución de un empleo, una tercera parte se debe a recomendaciones personales y otra quinta parte a la ayuda de parientes. Una observación que permite destacar la ausencia prácticamente total de canales oficiales, procesos relacionados con concursos públicos, convocatorias públicas abierta por entidades públicas o privadas para la asignación de puestos de trabajo. Este es un insumo relevante para las políticas de promoción social.

Desde el punto de vista de la promoción, porque indica que el nivel de activos y capitales, en particular la educación relacionada con la trayectoria de formación a la cual pueden tener acceso las personas de familias con bajo nivel de calidad de vida no les permite el acceso a un tipo de trabajo seguro que generalmente es regulado públicamente por un contrato y se acompaña al beneficio de componentes fundamentales para los pobres en cuanto a seguridad social; no sólo la salud, sino también la pensión y los servicios ofrecidos, como en muchos casos los que ser relacionan a beneficios otorgados por las cajas de compensación.

Desde el punto de vista de la protección social, porque indica que el estudio logró focalizar grupos poblacionales que resultan ser excluidos socialmente, puesto que hoy en día, no ser beneficiarios de derechos sociales plenos, no tener una cobertura completa y efectiva, en cuanto a seguridad social, es una de las medios más graves de marginación, exclusión y privación de derechos sociales fundamentales, como el derecho al amparo frente a las situaciones críticas y de riesgo. En San Cristóbal, como en las demás localidades estudiadas, entonces, vemos que la política pública de promoción y protección social se enfrenta a un reto de más largo alcance que la mera asistencia social. El reto es la inclusión social y la puesta en marcha de políticas orientadas a otorgar garantías de acceso a los derechos fundamentales en el largo plazo.

6.3.2 Eventos Relacionados con Empleo o Trabajo

Al interior de los 58 eventos relacionados con ‘empleo y trabajo' como tipología de evento de vida principal (figura No. 3), el 69% tiene como causa factores económicos, el 17% causas relacionadas con salud y enfermedad y, en el 5% de los casos, se habla (en la primera causa mencionada) de acontecimientos relacionados con la violencia, como atracos o robos.

El 71% de las consecuencias son de tipo económico; donde se destaca el alto grado de correspondencia entre eventos de vida que resultan ser centrales al interior de los procesos de generación de ingreso y construcción de la estabilidad económicas de las familias (el empleo) y las consecuencias que se desprenden de los problemas que individuos y familias enfrentan en esta dimensión de su trabajo cotidiano para la consecución de medios de vida sostenibles en el tiempo. Entre las consecuencias que no implican directamente la disminución del ingreso, la pérdida económica, el endeudamiento o el recorte en el consumo de alimentos, se destaca que el 9% de los entrevistados menciona consecuencias que implican el aumento del riesgo de insostenibilidad de los medios de vida de las familias y el 7% consecuencias relacionadas con la salud.

Como hemos anticipado, al interior de las consecuencias asociadas con este grupo de eventos de vida, predominan las de tipo económico. Entre estas, en el 51% de los casos, las estrategia se concentran en la conservación de los funcionamientos12, mientas que el 34% de las familias optó por estrategias que buscan generar capacidades (ver sección 3.3). La mayoría de las estrategias se concentran, en términos generales, en la conservación del nivel de calidad de vida en el corto plazo, cuya contra cara es el relativo descuido de las inversiones de largo plazo que fortalecen las capacidades y por lo tanto la oportunidad de lograr un nivel de activos y capitales más sólidos.

Entre las situaciones concretas que la figura anterior ilustra en cuanto a los encadenamientos generales (figura No. 3) que se dan entre las cuatro categorías de análisis (eventos, causas, consecuencias y estrategias), la figura 4 detalla 25 casos en los cuales la pérdida del trabajo afecta a un miembro de la familia, 7 casos de inestabilidad laboral y 6 casos en los cuales el jefe o el conyugue pierde el empleo (en la figura No. 4, estos corresponden a los rectángulos resaltados en negrita). En relación con estos eventos, asociados en cuanto a causas con la edad, la precariedad del empleo y la dificultad de acceder a empleo seguro, entre las consecuencias (como ilustra la figura 4), la característica común es que todos los ítems se concentran en el campo de la economía de la familia y, en particular, de las realizaciones (o funcionamientos) y de las capacidades básicas: se mencionan la disminución del ingreso y la pérdida económica, el hecho de no tener para solventar los gastos, el tener que endeudarse, en cuanto a realizaciones entre otros; así como no poder atender las necesidades de los niños, tener que trabajar a pesar de una inhabilidad y el no poderse alimentar de manera suficiente y adecuada a causa de los recortes en las comidas, por lo que concierne las acciones de respuestas más directamente relacionadas con las capacidades básicas.

Esto, a pesar de que ningún ítem particular predomina en cuanto a frecuencias relativas, indica que el reto para una política de enfrentamiento de la vulnerabilidad se concentra en la dimensión de la seguridad que hay que promocionar a través del fortalecimiento de los activos y proteger por medio de su defensa, no sólo frente a los choques, sino también y sobre todo frente a los procesos donde su acumulación resulta obstaculizada por la posición de privación relativas que las personas tienen frente al acceso a la ampliación de sus capacidades y al acceso al disfrute de los derechos sociales y económicos.

Entre las estrategias aparecen dos elementos comunes a las acciones identificadas, tales como trabajar informalmente (rebusque), buscar trabajo, utilizar los ahorros y aumentar la carga de trabajo. En primer lugar, el individuo y, en general, la familia, aparecen de acuerdo a los resultados en una condición de soledad frente a la crisis. Es decir, no parecen encontrar el apoyo institucional entre las opciones viables y por lo tanto prioritarias, más bien su recursividad termina finalmente siendo su principal recurso. En segundo lugar, las estrategias indican que no hay sostenibilidad para los activos y los capitales en el largo plazo. Trabajar informalmente, trabajar más de la cuenta o movilizar el trabajo de quien está dedicado al cuidado de los demás, implica desgaste en salud y/o el pago -con recursos personales- de servicios relacionados a los derechos fundamentales de las personas, como la salud, la educación, la protección o, de manera paralela, el desgaste de recursos que no se tendrán muy probablemente para enfrentar de la mejor manera las crisis futuras, como en el caso del endeudamiento o de la venta y empeño de bienes.

6.3.3 Eventos Relacionados con Enfermedad y Salud

Entre las 112 familias de la localidad de San Cristóbal se presentaron 58 eventos relacionados con salud y enfermedad, en 66% de los cuales predominan las causas relacionadas con salud y enfermedad, mientras en el 12% de los casos las causas se relacionan con la violencia. Esta relación entre causas y eventos del mismo tipo13no debe sorprender, (como ya se analizó en términos más generales en la sección 3.3) depende, en buena medida, del hecho que el análisis de vulnerabilidad nos permite comprender los procesos a lo largo del tiempo. En este caso hay un momento en el tiempo que metodológicamente es el centro del análisis (¿qué le pasó?: me enfermé / se enfermó un miembro de la familia / tuve un accidente, etc.) y otro momento temporal precedente al primero donde en la entrevista se precisa la causa (reportada, conocida o, en este caso particular, también percibida) del evento de vida (¿cuál fue la causa? un proceso de enfermedad / no sabe / la inseguridad del trabajo, etc.).

Es importante precisar que la salud es un proceso que depende de determinantes multi-causales, cuya identificación requiere en la mayoría de los casos de herramientas científicas de alta confiabilidad y precisión. En nuestro caso la pretensión no es establecer este tipo de relación causa-efecto, sino señalar los elementos que nos permiten plantear insumos para las mejoras de políticas que fortalezcan los medios de vida de las personas y amplíen sus oportunidades.

Bajo este propósito, hay tres elementos que vale la pena rescatar: i) la enfermedad parece permanecer en el tiempo en muchos de los casos analizados: casi en ningún caso aparece la secuencia ‘fui al médico / centro de salud / hospital entre la causas y no me curé' o permanecí enfermo/a entre los eventos; más bien este grupo poblacional parece enfermarse y permanecer enfermo; ii) la presencia de la violencia como causa de la enfermedad en un porcentaje no despreciable de casos y iii) la relación entre la dimensión laboral y la dimensión de la salud, que no sólo se encuentra aquí en el encadenamiento entre causa y evento, sino también en la relación entre evento y consecuencias, además de una manera más fuerte y con impactos más evidentes (ver figuras No. 5 y 6).

La figura No. 5 muestra que dentro de las consecuencias priman aquellas que repercuten en la salud (47% de los casos), determinando un encadenamiento que es el más frecuente: causa de salud &-evento de salud&- consecuencia de salud.

En el 24% de los casos los impactos de los eventos de vida relacionados con enfermedad y salud afectan las capacidades y, finalmente, en el 17% de los casos las consecuencias son de tipo económico.

Al interior de las consecuencias asociadas con salud el 64% plantea como estrategia usar las redes de apoyo (32%) o generar capacidades (32%). Entre las consecuencias que afectan las capacidades, en el 80% de los casos se plantea conservar los funcionamientos y en el 20% generar a su vez mayores capacidades. En las consecuencias de tipo económico predomina el conservar funcionamientos (80%).

En esta cadena se tienen quince casos en los cuales se ha enfermado el jefe o su compañero, en dos de estos casos se desconoce la causa y en otros dos se sabe que la causa es la hipertensión. En cuatro de estos casos se produce una incapacidad o disminución para trabajar, ante este tipo de eventos la estrategia es trabajar, no ir al médico por falta de dinero entre otros (Figura No. 6).

6.4 Comparación perfiles de activos

Las cuatro gráficas en el cuadro presentado a continuación responden a los siguientes parámetros de análisis. En primer lugar, como se ha explicado arriba, se privilegia la comparación entre las cuatro localidades sobre el análisis de las particularidades al interior de las mismas. En segundo lugar, se agrupan en cada gráfica variables que presentan la mejor coherencia categorial.

Desde el cuadrante superior a la izquierda (gráfica a) y procediendo en sentido horario, se presenta primero el perfil de los activos/capitales identificados por indicadores construidos con base en las variables que mejor los aproximan de acuerdo a los indicadores disponibles: la tenencia de la vivienda para el activo ‘vivienda'; el ingreso per cápita para el activo ‘ingreso'; la presencia de redes sociales como reflejo del activo representado por la disponibilidad de apoyo reciproco y solidaridad frente a situaciones críticas entre familias14; la educación del jefe de familia como proxy para el activo ‘educación' y, finalmente, los electrodomésticos como variable que indica el nivel de activos tangibles, recurso importantísimo para los familias de bajos ingresos en situaciones de crisis por su convertibilidad en efectivo en el corto plazo.

La gráfica b presenta un conjunto de variables relacionadas con la estructura de la familia y su ciclo de vida, incluyendo la edad del jefe de familia, el número de hijos, etc., mientras las gráficas c y d presentan por medio de un abordaje análogo variables que se relacionan con los servicios públicos y la dinámica laboral respectivamente.

Entre los datos destacados encontramos que en Usaquén, nuestra localidad de trabajo de campo con mejor ICV y mejor dinámica de la vulnerabilidad, es mayor el ingreso per cápita y la educación del jefe de familia; el jefe de familia tiende a ser más anciano y, generalmente, el hombre viviendo con su pareja, hay uno de los niveles más altos de provisión de servicios públicos (relativamente hablando en términos comparativos de las cuatro localidades de trabajo de campo) y un mayor grado de formalidad (como en Aranjuez en Manizales) acompañado por una alta tasa de participación laboral.

Las localidades de Rialengo en Cali y de San Cristóbal en Bogotá, presentan los pentágonos más críticos en las cuatro gráficas de manera bastante consistente, lo cual se asocia en términos de análisis cualitativo con una dinámica de la vulnerabilidad que hemos visto ser más críticas en muchos aspectos.

El insumo analítico que resulta del análisis de estas gráficas es que el uso del abordaje de activos como complemento del análisis de vulnerabilidad nos indica dos cosas importantes. La primera es que sí, efectivamente parecería haber una coincidencia entre peores niveles de ICV, dinámica de la vulnerabilidad más crítica y perfiles de activos menos robustos. La segunda es que esta relación debe ser explorada en términos cuantitativos y explorada con base en un abordaje estadístico más riguroso, que es posible tan sólo cuando el análisis de vulnerabilidad se aplique a muestras grandes como la de la ECV o de la ENH

7. Conclusiones: Conectar libertades instrumentales y fundamentales

A la luz del estudio de caso presentado en este artículo, el análisis de la vulnerabilidad plantea una pregunta central acerca de ¿cuáles factores impiden a las personas el logro de mayores grados de libertad instrumental? El hecho de perder activos materiales e inmateriales se constituye como un elemento fundamental en el marco de la construcción de un modelo explicativo que pretende contribuir a una mejor comprender de esos factores y su relación con el logro de un mayor bien-estar a lo largo del ciclo de vida. La dinámica de la vulnerabilidad a través de la relación temporal entre eventos y consecuencia ilustra dos puntos que escapan a la lógica de una protección social fundamentada en el riesgo y el aseguramiento: a) como se producen las pérdidas en términos de seguridad humana y autonomía de las personas y b) cómo la lógica de la estrategias o acciones de los pobres frente a los eventos críticos responde a la búsqueda de seguridad y ampliación/conservación de oportunidades. Existe entonces una relación estrecha entre enfoque de vulnerabilidad y enfoque de capacidades, que se puede investigar de manera empírica a partir de estudios de caso como él que se ha presentado en este artículo y que se pude conceptualizar de la siguiente manera.

Las libertades positivas y negativas como lo ha señalado Wood, relacionando los conceptos de ‘freedom to' y ‘freedom from', que he traducido como ‘libertad para' y ‘libertad desde', están conectadas la una a la otra de manera profunda en la dinámica social. El análisis de vulnerabilidad puede ser un instrumento para ahondar en la generación de las libertades negativas y, por ende, en algunas importantes limitaciones hacia la ampliación de las capacidades de las personas. La libertad de la inseguridad afirma Wood "es la libertad desde todas aquellas cosas que se perciben como potenciales amenazas para el bien-estar, así como aquellas cosas que concretamente le amenazan, por ende, libertad desde el peligro presente y futuro al mismo tiempo"15 (Wood, 2007:111).

Tanto la vulnerabilidad como su opuesto, la seguridad, dependen de los activos y de los derechos sociales. Estos vienen a constituirse de manera directa e indirecta en razón de los recursos personales que permiten a la persona estar equipada para "gestionar su propia agenda en cuanto a ‘libertad desde' de manera independiente de sus derechos establecidos y reales titulaciones" (Wood, 2007: ibíd.). La seguridad, además, depende de lo que Sen (Op. cit., 2000) define como relaciones de poder capaces de excluir del acceso a medios que resultan fundamentales para adquirir y ampliar capacidades. Es entonces en la comprensión de los procesos que llevan a la baja capacidad de acumular, movilizar y transformar activos y capitales en virtud de la ocurrencia de un evento de vida crítico que se determina una falla en términos de ‘libertad desde' los efectos e impactos de esos mismos eventos sobre el bien-estar. "La debilidad en las condiciones relacionadas con la ‘libertad desde' condicionan la ‘libertad para' ampliar las posibilidades (Wood, Op. cit., 2007:113).

La expansión de las capacidades humanas no se puede dar en un contexto de fragilidad de la seguridad humana y no es posible lograr seguridad humana en presencia de altos niveles de vulnerabilidad, o bien sea, de una alta exposición de las personas a los impactos de los eventos de vida críticos. He presentado en este estudio un análisis que conecta el concepto de vulnerabilidad con algunos de los debates contemporáneos más relevantes acerca de la protección social y del bien-estar. De manera más específica he ilustrado la conexión entre el enfoque de capacidades, la perspectiva de la seguridad humana y la propuesta de una nueva protección social fundamentada en la persona y en la seguridad de los medios de vida como medida para contrarrestar el impacto de los eventos de vida críticos y, por ende, de la vulnerabilidad sobre el logro del bien-estar.

La protección social debe abrirse a una nueva agenda. Es necesario abrir el debate Colombiano a las grandes cuestiones internacionales y preguntarse así como comprender por qué a lo largo de las últimas décadas la pobreza de masa persiste; un tema que no se puede sobrepasar escudándonos con logros que no son tales porque no han logrado bajarnos, cualesquiera sea la medida utilizada, de los niveles de pobreza de hace una década atrás.

A la luz de cuanto planteado los desafíos específicos para las políticas de promoción y protección social se articulan en los seis siguientes puntos que pueden representar un marco de discusión y al mismo tiempo un reto para la profundización en nuestro conocimiento.

1. Comprender a las familias como un sistema de bien-estar, más allá de una perspectiva de aseguramiento.

2. Comprender a los pobres como un grupo no homogéneo de alta diversidad interna que requiere de políticas específicas capaces de traducir los lineamientos nacionales al ámbito del desarrollo local.

3. Reconsiderar la diversidad de las diferentes formas de pobreza. Es decir, las diferencias entre pobres crónicos y transitorios, la especificidad de la vulnerabilidad de grupos poblacionales particulares como los ancianos, las mujeres cabeza de hogar; las personas con múltiples privaciones como enfermo crónicos en situación de pobreza por activos y, con base en esto fortalecer en estas personas las estrategias de enfrentamiento tanto de las situaciones de crisis específicas como y, sobre todo, de las dificultades estructurales cotidianas.

4. Enfocar las políticas bajo el principio, según el cual, las personas no tienen sólo necesidades y una aspiración a la utilidad que se pueden parcialmente satisfacer con el ingreso, sino derechos a los cuales se responde con políticas que amplían las oportunidades y permiten el acceso a la acumulación de activos y a su transformación en logros sociales.

5. Incorporar el enfoque de activos, capitales y capacidades a la política de protección social, así como las implicaciones de un enfoque de derecho ya representado en la Constitución Política.

6. Elaborar una línea de política social donde los derechos sociales tienen igualdad de estatus con los derechos económicos, políticos y civiles y, al tiempo, abrir el camino para una discusión en el país sobre la necesidad de crear un poder de veto hacia las iniciativas macro-económicas que amenazan el bien-estar social.

Citas de pie de página

2. Nos recuerdan cómo la fascinación del abordaje monetario a la pobreza para los economistas se encuentra en el hecho de ser compatible con la hipótesis que asume que éste sea comparable con el comportamiento de los individuos vuelto a maximizar la utilidad, es decir, por ejemplo que el objetivo de los consumidores es maximizar su utilidad personal y que el gasto para consumo refleja el valor marginal que las personas asignan a los bienes. Entonces, el bienestar podría ser medido a través de la estimación del nivel total de consumo, aproximado por el gasto para consumo o, si disponible, directamente por el ingreso. La validez de este abordaje depende en buena medida de:

a) Si la utilidad es una medida adecuada de bienestar.

b) Si el gasto monetario es una medida satisfactoria de la utilidad.

c) Si la brecha de utilidad entre consumo/ingreso real y línea de pobreza nos dice todo lo que la pobreza significa.

d) Si una particular línea de pobreza tiene justificación.

3. Guayaquil (Ecuador), Lusaka (Zambia), Manila (Filipinas) y Budapest (Hungría).

4. En Colombia se tiende a utilizar como unidad de análisis a la familia, principalmente por una elección de política social del nivel nacional que hace de la familia el centro de gravitación de la intervención de política social. Esto puede ser válido en la mayoría de los casos en ámbito urbano, pero es una elección que sigue presentando un área gris cuándo se trata de analizar lo rural o las zonas periféricas de las ciudades.

5. Esta definición (Lampis, 1999) retoma los insumos de los estudios más importantes sobre vulnerabilidad, realizados por Robert Chambers (1989) (Instituto de Estudios sobre Desarrollo en Sussex, Inglaterra) Caroline Moser (1998) (Instituto para el Desarrollo en el Extranjero - ODI, Inglaterra; previamente consultora en desarrollo social y urbano del Banco Mundial) y Peter Blaikie (1994) (Escuela de Estudios sobre Desarrollo de la Universidad de East Anglia), que coordinó el estudio más importante realizado hasta la fecha sobre la relación entre vulnerabilidad, desastres naturales y sus determinantes socioeconómicos.

6.En mi ‘Vulnerabilidad y Protección Social en Colombia: Estudios de Caso en Bogotá, Cali y Manizales', he comparado e ilustrado a profundidad los casos de Bogotá, Cali y Manizales (Lampis, 2007).

7. Aspectos de la dinámica de la vulnerabilidad han sido investigados a escala nacional incluyendo preguntas específicas en la Encuesta de Calidad de Vida de 2003 y 2007, entre otras, con base en la contribución de los estudios que anticiparon esta etapa de la investigación (Lampis, 1999 y 2002) y lo relevante es que existe gran consistencia entre los resultados, siendo que la generación de ingreso y la dimensión de la enfermedad permanecen entre las más críticas tanto a partir de los estudios de caso como según lo que arroja la ECV.

8. En las otras dos ciudades del estudio se seleccionaron 108 familias en Cali, en el sector de Rialengo en la vía a Buenaventura, y 106 en Manizales las familias pertenecen al sector de Aranjuéz y la Playita.

9. Una de las variables de filtro más relevantes es la edad que se asocia con el nivel de productividad &- acceso al mercado laboral - de los jefes y respectivos conjugues de familia.

10. Ver cuadro No. 1 en la sección 3.1 para comparación con los lineamientos generales ya analizados.

11.De ahora en adelante, en aras de flexibilizar la lectura, para todo tipo de evento se usará de manera indiferente el nombre del conglomerado (ejemplo: ‘Implican Mejoras') o la descripción (ejemplo: "eventos que implican mejoras".

12.Desde la sección 3.3., es preciso recordar que "el grupo de estrategias relacionadas con la conservación de funcionamientos recoge acciones de alcance más inmediato, cuyo común matice es mantener la posibilidad de intercambiar en el mercado en un nivel estable, lo que la disciplina económica llama con un eufemismo ‘suavizar el consumo', como si en mucho casos hubiese mucha elección entre lo que consumir y en otros tantos, hasta algo disponible todos los días por ser consumido. Más allá de la suavización del consumo, entonces, estas estrategias que incluyen tres sub-grupos: el endeudamiento, los cortes en el consumo y la movilización del trabajo y de los activos, se caracterizan por la falta de seguridad económica y social que afecta a las familias".

13.Causas de eventos de vida relacionadas con problemas de salud y con la enfermedad y eventos de vida relacionados con lo mismo.

14. Este activo, definido por un conjunto de variables es llamado a menudo ‘capital social'. Aquí no se utiliza el término en cuanto se considera que es un concepto demasiado impreciso y su medición se basa en la consideración que los intercambios entre individuos pueden medirse asumiéndolos como equivalentes en términos cualitativos y cuantitativos entre si.

15. Traducción personal.


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