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El Ágora U.S.B.

Print version ISSN 1657-8031

Ágora U.S.B. vol.14 no.1 Medellin Jan./June 2014

 

ZONAS SUBURBANAS.

SUBURBAN AREAS.

Por: Diana Valencia Londoño*, Fredy López Pérez**.

* Arquitecta, Especialista en Gestión Ambiental, MSc en Medio Ambiente y Desarrollo. Facultad de Artes Integradas, Universidad de San Buenaventura, Bello, Colombia. Correo electrónico diana.valencia@usbmed.edu.co.
** Sociólogo, Especialista en Gestión Ambiental, MSc en Relaciones internacionales iberoamericanas. Facultad de Ingenierías, Universidad de Medellín, Medellín, Colombia. Correo electrónico jflopez@udem.edu.co.

Recibido: Junio 2013 Revisado: Octubre 2013 Aceptado: Diciembre 10 de 2013


RESUMEN.

Las zonas suburbanas representan una categoría de uso y apropiación del suelo que es particularmente problemática en el contexto latinoamericano. Los conflictos que suelen verificarse en este tipo de zonas se dan por la expansión incontrolada de las ciudades en una competencia con las áreas rurales que priva a éstas de varias de sus condiciones ambientales y de habitabilidad positivas. El artículo es producto del proyecto de investigación "Metodología para la intervención de suelos suburbanos, caso de estudio Aburrá Norte" en Medellín, Colombia, con el fin de divulgar los conceptos de base que orientan el estudio y generar intercambio académico al respecto.

PALABRAS CLAVE: Zonas suburbanas, sostenibilidad ambiental del territorio, planeación territorial.


ABSTRACT.

The suburban areas represent a category of use and appropriation of the soil that is particularly problematic in the Latin American context. The conflicts that tend to occur in this type of areas are given by the uncontrolled expansion of cities in a competition with the rural areas which deprives these from various environmental conditions and positive housing conditions. This article is the product of the research project "Methodology for the Intervention of Suburban Soils, Northern Aburra: A Case Study" in Medellin, Colombia, in order to disseminate core concepts that guide the study and generate academic exchange in this regard.

KEY WORDS: Suburban Areas, Environmental Sustainability of the Territory, and Territorial Planning.


Introducción.

El estudio busca aportar nuevos elementos en la comprensión e intervención de aquellas zonas que tienen un proceso de consolidación territorial difuso con componentes de lo urbano y lo rural. El principal problema de estos territorios adyacentes a nuestras ciudades consiste en que no existe una categoría específica de tratamiento, diferente a la denominación sub-urbano que como su nombre indica, ya lleva un sesgo específico, y que permita abordar tanto los conflictos como las oportunidades que esta clase de suelos brindan.

Basados por tanto en la idea de que las zonas suburbanas1 representan otra categoría de análisis territorial necesariamente complementaria al de lo rural, lo urbano, la ciudad y el campo, el proyecto de investigación se fundamenta en una serie de premisas que a manera de hipótesis, encierran el problema a investigar:

Las ZSU en Colombia, son espacios geográficos donde se reproducen condiciones de insostenibilidad ambiental en estrecha relación con las dinámicas territoriales de lo urbano y lo rural

Para la planeación del desarrollo, las actuaciones sobre el espacio vienen dadas por la posibilidad de intervenir usualmente en lo urbano o en lo rural como una dicotomía que dificulta la identificación de otros ámbitos que como las ZSU, pueden tener un tratamiento diferenciado.

En relación con la anterior, las entidades político administrativas que tienen funciones de autoridad ambiental y/o que regulan los usos del suelo y los recursos naturales, se enfrentan a limitaciones conceptuales e instrumentales para la toma de decisiones y la concreción de actuaciones en una ZSU

La legislación aplicable a la definición del ordenamiento territorial y en un sentido amplio a las relaciones entre el campo y la ciudad, ha sido insuficiente para actuar sobre lo que denominamos una ZSU.

Contexto de la ciudad contemporánea

Las ciudades cambian a la par que lo hace la sociedad en un contexto cada vez más cambiante. El mundo se polariza por conflictos de poderes entre ideologías y asimetrías en la distribución de la riqueza; El mundo se globaliza en la medida en que las telecomunicaciones, los transportes, las migraciones, los intercambios y las mercancías unifican más al mundo; El mundo incrementa sus condiciones de riesgo por el terrorismo, las catástrofes, las nuevas enfermedades, el deterioro ambiental y el calentamiento global.

En el año 2007, por primera vez en la historia del planeta Tierra, más de la mitad de la población estaba viviendo en las ciudades, y la urbanización como tal seguirá siendo uno de los fenómenos más importantes que les dan forma a los países. A pesar de que el incremento de la población mundial sigue, la tasa del crecimiento va decayendo y la actual tasa de natalidad en el mundo de 3.11 niño/mujer tiende a bajar igualmente (ONU, 2004).

Junto a la urbanización hay otras tendencias, que conforman de una manera muy decisiva a las ciudades, sus formas y organización territorial. Procesos como la sub-urbanización, la re-urbanización y la de-urbanización, dan forma permanentemente a las ciudades desde adentro. En línea gruesa y de modo preliminar, la sub-urbanización se relaciona con los procesos -no exentos de complejidad y conflictos- de expansión; la re-urbanización se relaciona con los nuevos procesos de atracción de los centros y la de-urbanización habla de los procesos de expulsión de pobladores desde la ciudad.

Para nuestro interés, el fenómeno que más se ha de estudiar y comprender es el de la sub-urbanización, dentro de cuyas consecuencias podemos contar con el de la ciudad difusa, ciudad dispersa, o sprawl, en literatura anglo-americana. Dicha dispersión tiene varias formas condicionadas por factores históricos específicos como la Edad de Oro del Capitalismo y su posterior concreción en Estados Unidos y Europa. Se aprecia en la forma de casas familiares de clase media, fábricas y almacenes amplios, parqueaderos, centros comerciales o la infraestructura necesaria para mantener estos nuevos usos del suelo - autopistas, puentes, rotondas. En América Latina en particular se dan además otros factores sociales, resultando que las periferias están formadas por vivienda popular de la clase social más baja, al mismo tiempo que por viviendas elites de clases sociales más altas en otros lugares. Esta última forma de urbanización tiene a su vez dos variantes: la primera de ellas en la forma de vivienda en condominios cerrados y la segunda en fincas y lugares de descanso que se toman como segunda vivienda de fin de semana.

Desde sus aspectos problemáticos, el proceso de sub-urbanización y su consecuencia evidenciable en la ciudad difusa, acapara cada vez más y más tierra y genera consecuencias, a veces irreparables:

  • debilita los equipamientos y servicios públicos

  • mina el mantenimiento efectivo de las infraestructuras existentes

  • incrementa los costes de transporte

  • consume más recursos que otros modelos de desarrollo urbano

  • genera segregación urbana, espacial y social

  • supone un incremento de los impuestos de manera automática

  • degrada la calidad del aire y del agua

  • crea dificultades para mantener la sociabilidad

  • supone una alteración o destrucción de los hábitats naturales

  • hace que la libertad de elección desemboque paradójicamente en una reducción de las posibilidades de elección (de transporte, de lugar de compra, de trabajo, de estilos de vida) (McElfish, 2007)

La ciudad latinoamericana: particularidades.

Las ciudades latinoamericanas poseen considerables diferencias culturales y socioeconómicas (Griffin & Ford, 1980). Por su sus rasgos característicos, que vienen de una mezcla de la cuadrícula colonial española con la modernidad del siglo XX, fuertes procesos migratorios y una sociedad muy estratificada y diversa, la ciudad latinoamericana presenta grandes retos para su comprensión e intervención.

Los barrios informales en la zona periférica y los procesos de auto construcción se han convertido en un rasgo común en todas las ciudades de los países latinoamericanos, tanto como partes o zonas de viviendas elites, que se están encerrando y generando espacios privados respecto al resto de la ciudad, como por la marginalidad típica de los desplazados por conflicto, campesinos recién llegados y en general, población con pocas o nulas oportunidades de ascenso social del otro lado. En general, la gente con mayores recursos anhela lo "nuevo", "mejor", "más grande" o "más moderno" y eso hace que estos habitantes se muevan dentro de la ciudad o se vayan incluso a otras periferias, lo contrario a la gente de bajos recursos, que no tienen las mismas posibilidades de elección.

A pesar de todas las actualizaciones en los modelos y mejoramientos en esquemas, la situación en lo general no ha cambiado. La población de los estratos más altos sigue ocupando una cantidad excesiva de espacio pese a que son pocos respecto al total de la ciudad. Por el contrario, los barrios "populares" acaparan más población en más poco espacio. En general, la informalidad está presente en la carencia de planeación, la ilegalidad en la propiedad de los terrenos y los servicios públicos.

Para buena parte de los habitantes de nuestras ciudades en América Latina, es cotidiano vivir en zonas de alto riesgo, con poco espacio público, sin equipamiento colectivo, en zonas de altos índices de insalubridad, pobreza, desempleo y deserción escolar. Éste es uno de los motores de los diversos tipos de violencias que nos rondan: común, intrafamiliar, por marginalidad social, inseguridad alimentaria, y desinterés y desconfianza hacia el Estado y las instituciones gubernamentales. Desde el punto de vista del fenómeno migratorio hacia las ciudades, no hay políticas públicas para prevenirlo y en consecuencia, los asentamientos irregulares sólo se atienden cuando se convierten en un problema insostenible (Cárdenas, 2006).

Periferias expandidas.

Históricamente las periferias de las grandes ciudades se concibieron como espacios donde las patologías urbanas y las desvalorizaciones eran máximas: la degradación física y social, la marginalidad, la exclusión, la desviación. No obstante, esta imagen negativa de las periferias urbanas, derivada de una concepción centralista de la ciudad, ya no tiene sentido en el presente contexto de creciente globalización y de evolución misma de la periferia (Durán, 2005). En todo caso, el centro de las ciudades convoca a la idea de concentración y distribución vertical de actividades. La periferia en cambio, de horizontalidad en la medida en que si bien es parte de un hecho urbano, habla de la desconcentración.

Dicha desconcentración urbana sucede en dos niveles: 1) desconcentración de población y actividades productivas hacia ciudades secundarias localizadas fuera de la región principal metropolitana, y 2) desconcentración al interior de la mega-ciudad hacia zonas periféricas, a lo largo de corredores de transporte y otros subcentros urbanos, dentro de la "región central" (Aguilar, 2002).

La periferia expandida nos señala la ampliación de la influencia de la ciudad y el desafío será adivinar hasta donde llega su poder de atracción. Se trata de un área mixta de contrastes entre lo rural y lo urbano. Tiene un carácter difuso y multidireccional, siendo más complejo por contener e integrar todas las funciones urbanas como vivienda (de estratos altos y bajos), industria ligera y pesada, parques industriales de alta tecnología, infraestructura vial, servicios, centros comerciales, y todo esto más agricultura, ganado, bosques, pastos y reservas naturales. Es un proceso discontinuo en toda su forma y multifuncional. Esto es indicativo de que en esta periferia expandida es inadecuado hablar de la dicotomía rural-urbana, puesto que ambas categorías se entrelazan y a la vez, son insuficientes para explicar por completo la dinámica territorial de esta porción de espacio (Madaleno & Gurovich, 2004)

Noción de Zona Suburbana

Dentro de lo que reconocemos como periferia expandida, encontramos la Zona Suburbana. Como se ha esbozado, este espacio es entendido de muchas maneras, unas veces como el límite de la ciudad, otras como una zona de amortiguación, otras como la confluencia diversa de usos del suelo, entre otros.

Esto se debe en buena medida a que gran parte de las lecturas sobre lo urbano y lo rural se basan en la noción de "pares en oposición" a partir de la inevitable referencia a lo rural y a lo urbano como espacios que se están condicionando mutuamente en el tiempo, bien desde la inclusión, la exclusión o la yuxtaposición1

Esta manera de analizar los espacios rurales y urbanos, a veces dificulta el reconocimiento de otros espacios diferenciales de esa dualidad, como la ZSU en nuestro caso. Si bien el proyecto parte de validar que cada una de estas posibilidades conceptuales se nombra en un contexto académico y político administrativo específico, no refleja el sentido de la búsqueda desde el planteamiento del problema de investigación.

A continuación se retoma un esfuerzo por acercarse a este espacio que consideramos emergente en los estudios territoriales, hecho por el University College of London. En esta universidad, la Development Planning Unit, ha condensado tres formas en las que regularmente han identificado aproximaciones a la noción de interfase, o ZSU en nuestro caso (Allen, 2003a, 2003b, Da Silva, & Corubolo, 1999)

La ZSU como la periferia de la ciudad, la cual hace referencia a las áreas marginales en proceso de urbanización.

La ZSU como un sistema socioeconómico, es decir, sistemas sociales de pobladores con una condición dual entre lo rural y lo urbano.

La ZSU como la interacción de flujos rurales y urbanos, considerando las áreas periféricas de las ciudades en donde se verifican con mayor intensidad vínculos rural-urbanos y son más intensos los cambios y conflictos sociales, ambientales y económicos.

Cuyo interés está dado por:

Logran mantener estilos de vida tanto urbanos como rurales. Es decir, representan una oportunidad de que en un mismo territorio se reproduzcan ambos modos de vida.

Pueden conservar un stock de capital natural de interés para las zonas urbanas y rurales dado que, cuando se dan las condiciones, los ecosistemas de estas áreas lo permiten.

En estas áreas puede habitar tanto población pobre como la que no está en esta condición. Sin embargo, las transformaciones en la ZSU suelen inducir mayores efectos negativos en la población pobre. La intervención en las ZSU se puede concebir entonces como una oportunidad en la lucha contra la pobreza.

Otra posibilidad de interpretación (López Pérez, Delgado Gómez, Posada Arrubla, Aguilar Maya, & Vinasco Torres, 2006), que el proyecto de investigación ha adaptado con fines operativos, se fija más en los procesos territoriales que se dan en la ZSU. Así entendida, la ZSU es entonces un espacio geográfico de carácter sistémico complejo, heterogéneo, delimitable aunque de difícil inclusión en las zonificaciones de uso del suelo vigentes según la planeación formal. Un campo relacional en proceso y en continua construcción; un espacio de transición de interacciones de usos del suelo que se caracteriza en esencia por:

Diversidad de: ecosistemas, dinámicas de población, culturas e individuos.

Manifestación de muchos territorios y territorialidades, significados por diversos actores privados, públicos, comunitarios, académicos, etc., con intereses no necesariamente convergentes.

Confluencia difusa y superpuesta de usos del suelo y de relaciones sociales entre lo rural y lo urbano

Desde el punto de vista de las representaciones e imaginarios, así como las funcionalidades que la interfase puede llegar a significar entre los distintos actores que la apropian, puede tener los siguientes sentidos, no necesariamente convergentes:

Un espacio para la permanencia y la funcionalidad de la ciudad en términos de: conservación de la naturaleza, producción de agua y energía, ocio, recreación, seguridad alimentaria y sumidero de residuos.

Oportunidades para la expansión de las fronteras urbanas y los estilos de vida urbanos. Así como posibilidad de viviendas con condiciones de calidad ambiental para estratos medios y medios altos

Oportunidades para la conservación de los estilos de vida rurales.

Territorios ligados a la idea de marginalidad económica y social.

Variedad de ofertas y demandas, en términos de bienes y servicios de carácter ambiental, social y económico, tanto para los pobladores rurales como los urbanos.

Espacios receptores de nueva población a causa del desplazamiento, procesos migratorios campo -ciudad y provenientes de sectores populares.

Espacios receptores de población flotante con una condición dual entre lo rural y lo urbano.

Procesos de reubicación o relocalización industrial, así como de infraestructuras especiales como grandes proyectos viales, de infraestructura, aeropuertos, rellenos sanitarios, etc.

Un espacio periférico a la ciudad como consecuencia de una concepción centralista de la planeación

La zona sub urbana y la sostenibilidad ambiental territorial.

El acercamiento hecho al significado que tienen las ZSU para la comprensión de las interacciones entre lo urbano y lo rural, puede leerse en un sentido más articulador desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental, reconociendo el conjunto de problemáticas que pueden verificarse en estos espacios.

Para el DPU, estas transformaciones ambientales en una ZSU se leen del siguiente modo (Allen, Da Silva, & Corubolo, 1999):

Cambios en el uso del suelo

Industrialización

Expansión urbana incontrolada

Desarrollo de infraestructuras físicas especiales

Pérdida y degradación de suelos agrícolas y sitios de valor ecológico

En el uso de los recursos naturales

Deforestación

Afectaciones en la calidad, cantidad y coberturas de agua disponible para consumo humano. Los más pobres suelen ser los más afectados siempre.

En la generación de residuos y contaminación (asociado al incremento de la población y el cambio en la vocación económica)

Por búsqueda de nuevos rellenos o sobreutilización de los existentes. El caso de Doña Juana en Bogotá o Pradera en Medellín es uno de los más típicos

Por relocalización de las industrias contaminantes. Las áreas peri urbanas son frecuentemente utilizadas con este propósito.

Se suele destinar más recursos y atención al manejo ambiental en las áreas urbanas consolidadas que en las áreas peri urbanas.

Esto nos ubica en la necesaria pero a la vez difícil discusión respecto a la vigencia actual de las nociones desarrollo, sostenibilidad y a su híbrido: el desarrollo sostenible.

El estado de la discusión actual respecto a la validez del concepto de Desarrollo sostenible (DS), ha permitido la emergencia de la noción de sostenibilidad como posibilidad conceptual que trata de superar las limitaciones que frecuentemente se le han asociado al primero.

De manera muy simple, el término DS ha estado fuertemente vinculado a la idea de desarrollo sin establecer una ruptura conceptual determinante respecto al crecimiento económico. La idea de sostenibilidad por su parte, ha estado recientemente más articulada con la idea de sostenibilidad ecológica, en el sentido de que, para un ecosistema, se debe "mantener constante en el tiempo la vitalidad de sus componentes y procesos de funcionamiento" (Agudelo, 2000) con lo que su énfasis trasciende al ámbito de la economía y del crecimiento.

En relación con lo anterior y tomando como base un conjunto de reflexiones de Naredo, quien a su vez cita a Norton (1992), esta dicotomía entre desarrollo y sostenibilidad, se puede plantear en el plano de distintas categorías de sostenibilidad (Naredo, 1997). Dos de las más recurrentes son la sostenibilidad débil, con la cual el autor citado alude a la concreción de una mejora ambiental a partir del logro de niveles de productividad y renta que permitan hacer un aumento sensible en las inversiones en mejoras ambientales y la sostenibilidad fuerte, entendida por el mismo autor como la preocupación por la salud de los ecosistemas en los que se inserta la vida humana, pero sin ignorar la incidencia que el razonamiento monetario tiene sobre los procesos físicos del mundo.

El proyecto de investigación no puede divagar sin embargo en nociones muy abstractas de sostenibilidad ambiental que lo alejan de su problema de estudio. Lo que nos interesa, es reconocer en la ZSU, a un ámbito territorial propenso al desequilibrio dado que en él se manifiestan condiciones de insostenibilidad ambiental.

Retomando lo expuesto, el desequilibrio territorial lo entendemos en el proyecto de investigación como la emergencia de conflictos por uso del suelo, presión negativa sobre los recursos naturales, pérdida de referentes de identidad por sus pobladores, limitaciones para la implementación de políticas públicas, entre otros. Lo contrario, es decir, el conjunto de condiciones necesarias para el equilibrio territorial es lo que inicialmente estamos nombrando como sostenibilidad ambiental aplicada a una ZSU.

Con esto se pretende, no sólo incorporar elementos para la reflexión de lo que implica la sostenibilidad en la ZSU, sino también allegar los elementos que hagan posible pensar en las condiciones para la sostenibilidad de los espacios conexos: el campo, la ciudad y el ámbito regional en el que se circunscriben.

La consideración de estas situaciones de desequilibrio en un proceso de diagnóstico, diseño de propuestas, ejecución y seguimiento, es lo que puede llamarse como Gestión Ambiental Territorial. Retomando la noción de sostenibilidad ambiental, el proyecto la concibe, considerando la propuesta de Fernández, como la confluencia de distintos tipos de sostenibilidad: sostenibilidad ecológica o natural, sostenibilidad productiva, habitabilidad o sostenibilidad social y gobernabilidad o sostenibilidad política (Fernandez, 2000a, 2000b).

Lo anterior significa que los distintos actores sociales deberían tener las condiciones para hacer nuevos pactos sociales en los que el proyecto colectivo de sociedad, se defina en función del equilibrio entre la decisión política, el acceso a los recursos, el desarrollo de actividades productivas y el logro de calidad de vida, aspiraciones que tienen una expresión territorial como el de las ZSU en nuestro caso.

En línea gruesa, la propuesta de análisis territorial de la ZSU por ámbitos de sostenibilidad, basados en Fernández, consiste en:

Sostenibilidad ambiental. Se refiere a la cantidad y calidad de recursos naturales más o menos antropizados, sobre cuya base se instala y desarrolla la tecnoestructura urbana. Se reconoce como el KN (capital natural) que puede ser potenciado, enriquecido o revalorado mediante un KT (capital tecnológico).

Sostenibilidad productiva. La productividad como sostenibilidad económica, implica: una maximización de la productividad de una economía sin reducir significativamente los otros polos (social, natural y político). Establecer un determinado marco o techo a las condiciones de competitividad y un manejo conservativo y a largo plazo del capital económico.

Sostenibilidad política. Se define la gobernabilidad como sostenibilidad política que implica la correlación proactiva de las actuaciones públicas de los agentes institucionales estatales, económicos, sociales y de diversos grupos de interés.

Sostenibilidad social. Se define la habitabilidad en el sentido que el Banco Mundial le da al desarrollo humano en términos de sostenibilidad social. Esto supone una mejora Progresiva de toda la sociedad local (urbana-regional) que permita superar la línea de pobreza y en el mediano plazo las NBI.

La parametrización de estos ámbitos de sostenibilidad en variables operativas, permite una adecuada lectura de las zonas suburbanas y su análisis para garantizar el equilibrio territorial entre las zonas urbanas y rurales.

Notas

1 En adelante puede aparecer como ZSU.

2 Para la docente investigadora de la Universidad Nacional de Colombia Gloria Patricia Zuluaga, los espacios rurales y urbanos han estado definidos siempre como realidades o nociones opuestas contaminado/no contaminado, civilizado/menos civilizado, denso/disperso, moderno/premoderno o atrasado, oferente de servicios/carente de servicios, etc. En muchas de estas valoraciones se genera una percepción excluyente en la mayoría de casos, en las que dependiendo de la ideología sobre la que estén fundamentadas, prevalece una forma sobre otra.


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