SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.20 issue1Overcoming gender violence within intimate relations: Life historiesParticipation and planning in the local development in Medellín: Legal feasibility in citizen participation mechanisms at the local level author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


El Ágora U.S.B.

Print version ISSN 1657-8031

Ágora U.S.B. vol.20 no.1 Medellin Jan./June 2020

https://doi.org/10.21500/16578031.4184 

Artículos derivados de investigación

Tendencias, trayectorias y relaciones de poder en el discurso de construcción de paz en el periódico El Espectador (Colombia)1

Trends, trajectories, and power relations in the peace-building speech in the El Espectador newspaper (Colombia)

Gloria Maritza Grajales-Sánchez1 

Javier Orlando Martínez Arévalo2 

1. Psicóloga, Magíster en Paz, Desarrollo y Ciudadanía, Especialista en Cooperación Internacional y Gerencia Social. Docente de tiempo completo del programa de Psicología de la Corporación Universitaria Minuto de Dios UNIMINUTO, Rectoría Sur-Occidente, sede Cali. Líder de la línea Gestión social, participación y desarrollo comunitario del Semillero de Investigación DEGIS. Vinculada al Grupo de Investigación en Innovación Social y Educativa GISE. Colombia. Contacto: ggrajal2@ uniminuto.edu.co Orcid: https://orcid.org/0000-0002-4937-1107 Scholar: https://scholar.google.com/citations?user=AN4kLG0AAAAJ&hl=es

22. Comunicador Social, Magíster en Paz, Desarrollo y Ciudadanía, Corporación Universitaria Minuto de Dios UNIMINUTO. Docente de la Asociación para la Educación Integral en Salud “USESALUD” asignado a la sede Zipaquirá. Colombia. Encargado de direccionar proyectos de grado en los diferentes programas. Contacto: jmartinezar@uniminuto.edu.co Orcid: https://orcid.org/0000-0003-2252-0499 Scholar: https://scholar.google.com/citations?user=ECmWVhEAAAAJ&hl=es


Resumen

Este artículo analiza las tendencias, trayectorias y relaciones de poder producidas en el discurso de construcción de paz de El Espectador en 3 hitos del proceso de paz adelantado en Colombia entre 2012 y 2016: inicio de diálogos, su suspensión y realización del plebiscito. Se realizó un Análisis crítico del discurso de 21 editoriales. Los resultados indican que el medio, aunque apuesta por el diálogo como estrategia para resolver el conflicto armado en Colombia, avala el uso de la violencia por parte del Estado y su postura, está influenciada por el vínculo que mantiene con el poder político del país.

Palabras clave: Paz en Colombia; construcción de paz; análisis crítico del discurso; solución de conflictos; conflicto Colombia.

Abstract

This article discusses the trends, trajectories, and power relations produced in El Espectador’s peace-building speech in 3 milestones of the peace process in Colombia between 2012 and 2016: the start of dialogues, their suspension and conduct of the plebiscite. A Critical Analysis of the speech of 21 publishers was performed. The results indicate that the medium, although it bets on dialogue as a strategy to resolve the armed conflict in Colombia, supports the use of violence by the State and its posture, is influenced by its link with the political power of the country.

Keyword: Peace in Colombia; Peace-building; Critical Discourse Analysis; Conflict Resolution; and Conflict in Colombia.

Introducción

El 24 de noviembre de 2016 se produjo la firma del “Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera” entre el Gobierno colombiano y las FARC, luego de un “proceso de paz” que estuvo marcado por una serie de altibajos, fruto de las discusiones en temas álgidos como la reparación a las víctimas (Meléndez, Paternina, & Velásquez, 2018), la reforma a la justicia y la participación política de las exguerrilleras y los exguerrilleros luego de la entrega de las armas (Melo, 2016). El 2 de octubre de 2016 se realizó el Plebiscito por la paz con el fin de refrendar los acuerdos; sin embargo, para el 50,23% de los colombianos quienes votaron en contra del acuerdo firmado, éste no era el mejor camino para llegar a la paz y, todo lo allí plasmado, no contribuiría a esa construcción de la paz, estable y duradera. Para el 49,76% que votó a favor de los acuerdos, éste sí era el camino hacia la construcción de la paz en Colombia (El Tiempo, 2016).

La paz como concepto teórico guarda una serie de complejidades en la medida en que sigue siendo muy abstracto. Harto de Vera (2016) dice que gran parte de esa complejidad está dada porque la paz es un término “polisémico”. Al tener muchos significados, cada quien, dependiendo de su experiencia personal, el momento histórico, su contexto educativo, social, cultural, económico, entre otros, podrá tener una significación acerca de lo que es la paz y la forma de experimentarla, sentirla y vivirla. La construcción de paz hace referencia a aquellas acciones e iniciativas que deben implementarse con el fin de reducir la violencia y los conflictos. Dichas acciones van desde las que se orientan a promover el diálogo y la resolución pacífica de las diferencias, hasta las que buscan garantizar los derechos humanos, trabajar por la justicia social, crear condiciones de equidad, avanzar hacia una economía sostenible, entre otras (Galtung, 1998).

Para casi la mitad de las colombianas y los colombianos el proceso de paz conducía a esto y por eso votó sí; pero, resulta ilógico pensar que la otra mitad del país votara en contra de ello, porque es lo que toda sociedad necesita y anhela. Entonces, vale la pena reflexionar sobre cómo significan los colombianos la construcción de paz y cómo llegan a esa concepción.

Los medios de comunicación masiva hacen parte de ese contexto en el cual la mayoría del país se informa acerca de la realidad nacional y, muy seguramente, de los cuales ha tomado buena parte de la información correspondiente al proceso de paz (González, 2018). Según la Universidad Jorge Tadeo Lozano (2012), los medios de comunicación masiva han jugado un papel fundamental en la generación de una opinión pública con respecto a la construcción de la paz en Colombia. Además, son responsables en la conformación de actitudes y posiciones por parte del país respecto a la paz y a su construcción, ya que estos no se limitan sólo a presentar los hechos tal y como han sucedido, sino que también interpretan los hechos, ofreciendo diversas perspectivas, con las cuales cada quien se puede sentir identificado. Esto tiene que ver con la hipótesis de la Agenda Setting de McCombs y Shaw (1972) que “(…) se refiere a la idea de que existe una fuerte correlación entre el énfasis que los medios masivos ponen sobre determinados temas (posicionamiento, magnitud de la cobertura) y la importancia que las audiencias pueden atribuir a esos temas” (citado en Cárdenas, 2015, p.44).

Esta investigación, a través de un análisis crítico del discurso, busca conocer cómo la prensa, en este caso el periódico El Espectador, concibe la construcción de paz, cuál es su posición frente a ésta y cuáles son las relaciones de poder que están allí implícitas, teniendo en cuenta que dicha posición influye en la opinión pública. Igualmente, buscará conocer cómo dicha posición cambió o se mantuvo en diferentes momentos trascendentales del proceso de paz: el inicio de los diálogos, la suspensión temporal de estos y el resultado del plebiscito por la paz.

Los textos analizados serán las editoriales del periódico producidas en dichos momentos trascendentales, teniendo en cuenta que este tipo de textos argumentativos expresan claramente y públicamente su línea ideológica (Linares, Paniagua & Abejón, 2014), expresando ideas, creencias, normas y valores, que influyen en la forma de pensar y actuar de sus lectores. Por ello, es importante reflexionar, de manera crítica, sobre cómo un medio de comunicación de circulación nacional ha abordado la construcción de la paz, buscando en la investigación develar las intencionalidades, intereses, relaciones de poder, o formas de dominación expresadas en su discurso (Pardo, 2012). Esto podría contribuir a desinstalar imaginarios de violencia fuertemente arraigados en Colombia que avalan la permanencia del conflicto armado en Colombia.

En la revisión de antecedentes se encontraron estudios dirigidos a analizar estrategias discursivas en el marco del proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC. Parada (2014) hizo un análisis de las noticias publicadas por el periódico El Tiempo sobre el inicio de los diálogos en su portal virtual, encontrando información parcializada, explicando esto por el fuerte vínculo que, históricamente, este periódico ha tenido con el poder político y económico del país. Roncancio y Londoño (2015) toman como objeto de estudio los elementos usados para manipular al lector y los aspectos ideológicos que integran los discursos producidos en cuatro columnas, las cuales fueron escritas antes del primer acuerdo del proceso de paz llevado a cabo con las FARC en La Habana. Cárdenas (2015) concluye que la manera en la cual los medios presentan la información influye substancialmente en la forma como la ciudadanía construye sus actitudes frente al proceso de paz y el respaldo que puedan brindarle al mismo. Ayala (2015) toma como objeto de estudio las posturas editoriales de los periódicos El País, El Tiempo y El Espectador sobre el proceso de paz de La Habana; identifica que El País demuestra posiciones dubitativas frente al proceso de paz, y por otra parte, El Tiempo y El Espectador dejan ver su apoyo al proceso de forma más explícita bajo un marco de claridad; según el autor, estas diferencias en las posturas presentadas por los medios responden a la ideología que cada periódico ha demostrado históricamente. Teniendo en cuenta los antecedentes revisados, el análisis discursivo se ha centrado en un momento específico del proceso de paz; por ello, la presente investigación se interesa por analizar la postura editorial en tres momentos del proceso de paz para establecer si dicha postura cambió o se mantuvo uniforme.

Paz y construcción de paz

La paz, antes que todo, es un derecho; así lo consigna el Artículo 22 de la Constitución Política de Colombia que, además, la considera un deber de obligatorio cumplimiento (Constitución, 1991, Art. 22), es decir, que todos y todas los y las habitantes de este país deben gozar de una vida en paz, pero, además, deben ayudar a forjarla. De hecho, Barnett (2008) define la paz como “el objetivo y el proceso de expansión de las libertades de los pueblos” (p.82). De acuerdo con lo anterior, la paz es el ideal que cualquier sociedad quisiera alcanzar, pues ello significa la posibilidad de experimentar la libertad. Sin embargo, conseguir la paz puede ser una misión retadora para cualquier sociedad, o al menos, así lo ha sido para el pueblo colombiano. Tal vez porque, como lo piensa Lederach (2000), “la paz como concepto puede entenderse como vaga, emocional y manipulable” (p.16), es decir, a pesar de que es un derecho y es lo que todos desean, construirla o hacerla, es un asunto, no tan fácil.

La paz es un término que ha sido expuesto de manera amplia por Johan Galtung, fundador en 1959 del Instituto Internacional de Investigación de la Paz en Oslo, para quien la paz debe ser abordada desde: la paz positiva y la paz negativa. Cárdenas (2013) afirma que para Galtung (1969) la paz negativa deber ser asimilada como la simple ausencia de guerra o de conflictos, por el contrario, la paz positiva posee mayor profundidad, pues es tomada como:

(…) la ausencia de todo tipo de violencia, tanto directa (física o verbal) como estructural y cultural, además de la posibilidad de que las personas y los grupos sociales se liberen de todo lo que les impide llevar una vida mínimamente humana, es decir, que les garantice la satisfacción de sus necesidades básicas para vivir dignamente (Cárdenas, 2013, p. 44).

Según Fisas (1998) la paz es la posibilidad de transformar creativamente los conflictos, de forma no violenta, utilizando el método del diálogo. En este sentido, el Gobierno nacional y las FARC a través del proceso de paz han priorizado el diálogo como la mejor salida para superar el conflicto armado. Sin embargo, este autor también plantea que la paz va más allá de un diálogo de paz: “la firma de un acuerdo no es garantía de paz” (Fisas, 2004, p.61); la paz tiene que ver con las dinámicas que permiten superar todas las expresiones de la violencia, sea directa, cultural o estructural: “la paz implica el esfuerzo combinado hacia el desarrollo humano, la satisfacción de las necesidades básicas, la democratización, la gobernabilidad, el desarme y los derechos humanos, entre otros aspectos” (Sacipa, 2005, p.98).

Por lo anterior y, en definitiva, debe entenderse que la firma del acuerdo es sólo el primer paso hacia la consecución de la paz, y que ésta se forjará en la medida en que se pueda eliminar los signos visibles de la guerra y reestructurar el tejido social (violencia directa); transformar la cultura y los imaginarios que legitiman la violencia directa (violencia simbólica) y, por último, garantizar las necesidades básicas y de realización de los colombianos (violencia estructural) (Martínez C., 2015, p.104).

Algunas posturas coinciden en que para construir paz hay que prevenir los conflictos (Fisas, 2004; Gálvez, 2015; Unesco, 1999), es decir, para edificar la paz no es necesario esperar hasta que el conflicto haga presencia en la sociedad, sin embargo, habría que aclarar que el conflicto es una situación natural, que ocurre cuando hay posiciones o intereses diferentes; la prevención deberá ir dirigida a evitar la aparición de la violencia como un medio para resolver las diferencias y que deberá gestarse desde los hogares, las instituciones educativas, las empresas, en general, en cada escenario de organización social que pueda contribuir a este propósito, promoviendo el diálogo y la reconciliación. Lederach (2007) señala que la “construcción de paz constituye los esfuerzos, actividades y estructuras para reducir y acabar con la violencia y construir relaciones saludables entre individuos, comunidades y naciones” (como se cita en Zapata, 2009, p.18).

Además de las acciones de prevención, también se contemplan acciones de gestión y rehabilitación, orientadas a movilizar esfuerzos y recursos para superar y reducir las situaciones de violencia ya sea de tipo directa, cultural o estructural (Unesco, 1999). Ello implica adelantar una serie de iniciativas para mitigar los efectos negativos de la confrontación armada, luego de que ésta ya ha aparecido, o las acciones que se emprenden para que, luego de que el conflicto ha terminado, evitar que vuelva a reaparecer.

Walteros (2011) agrega que la construcción de paz contempla una serie de herramientas y estrategias y que, además, hace parte de un proceso más amplio: “(…) el proceso de construcción de paz puede verse como compuesto por una serie de pasos cuyo cumplimiento depende de ciertas estrategias identificadas y puestas en práctica” (p.18). Sin embargo, lo anterior se complejiza porque con respecto a dichas estrategias existen posiciones encontradas. Por un lado, están quienes piensan que para construir paz el Estado debe transformarse para eliminar todas aquellas inequidades que generan el conflicto, esto es, reformas económicas y legales, que permitan una paz sostenible. Por otro lado, hay quienes creen que para construir paz debe enfrentarse o eliminarse aquello que mantiene vivo el conflicto, por ejemplo, el narcotráfico. Walteros (2011) define algunas estrategias que pueden seguirse en la construcción de la paz como “(…) procesos de desarrollo económico, tales como proyectos de cooperación con agencias internacionales o con otros países que involucren el desarrollo agrícola, de infraestructuras o de la educación" (p.23).

Fisas (2004) recoge lecciones aprendidas fruto del abordaje de conflictos armados y procesos de construcción de paz en varios países del mundo; insiste que para construir un proceso de paz “se debe disponer de las herramientas adecuadas para hacer posible que el proceso vaya avanzando” (p.202); las cuales clasifica de la siguiente manera: Mejoras en el proceso de paz, orientadas hacia la generación de confianza entre las partes involucradas en el conflicto; ello implica poner en marcha procesos de negociación y diálogo para alcanzar la paz. Mejoras en la seguridad, es decir, crear las condiciones necesarias para que pueda darse la negociación, como suspensión de acciones armadas, altos al fuego, entrega de armas, entre otras. Mejoras en la gobernabilidad, son los cambios y transformaciones que deben generarse desde las instituciones de gobierno para contribuir a la construcción de paz. Refuerzo de la sociedad civil, es decir, la participación de la sociedad civil es vital para la construcción de la paz; y, finalmente, las Mejoras en la cooperación externa, es decir, contar con el apoyo de la comunidad internacional que puede brindar un apoyo importante para el alcance de la paz (Fisas, 2004).

Discurso y relaciones de poder

Las relaciones de poder se hallan soportadas en lo que afirma Van Dijk (1994) cuando expone que “la definición del poder es una forma de relación entre grupos diferentes (…), el poder permite el control. Hay dos tipos de control: el control de las acciones (que puede incluir la fuerza o que puede ser persuasivo) y un tipo de control mental” (p.29). Por lo cual, es vital decir que los medios de comunicación pueden ejercer relaciones de poder, buscando instaurar su ideología en quienes acceden a ellos. El Espectador podría constituirse en un emisario de poder, ya que es innegable que existen medios de comunicación que poseen fuerte relación con el poder económico y político, pues pertenecen a grupos económicos que han ido de la mano con la clase política y dirigente del país. Por ello, tales medios carecen de objetividad, pues se hallan impregnados de un fuerte contexto económico y político que les quita la independencia suficiente para desligarse del sostenimiento del statu quo.

Van Dijk (2002) reconoce la existencia de una marcada relación entre discurso y sociedad, y expone que se da en tres sentidos: 1. Las estructuras sociales condicionan la producción y comprensión del discurso, 2. El discurso configura las estructuras sociales, 3. Las estructuras del discurso representan partes de la sociedad. Ahora bien, a partir de lo anterior, es importante reconocer que existe una relación entre el discurso del periódico El Espectador y la sociedad colombiana, el cual lleva más de 100 años de circulación y ha tenido una postura definida frente a diversos hechos de la vida nacional. A la luz de los tres sentidos anteriores, se puede exponer que, en este caso, las instituciones del Estado, las FARC, los partidos políticos, los representantes de la oposición, la sociedad civil, entre otros, que han tenido una relación directa o indirecta con el proceso de paz colombiano, de alguna manera han “obligado” a El Espectador a referirse a este hecho y, además, sentar una posición frente a él. Además, a través de la postura que El Espectador adopta frente al proceso de paz y que hace pública en sus editoriales, moldea las percepciones y apreciaciones de los actores ya mencionados, con respecto al proceso de paz. También, es necesario agregar que El Espectador puede tomar partido por uno u otro de los actores que tienen una posición con respecto al proceso de paz en Colombia.

Metodología

Elucidar el discurso de construcción de paz que ha edificado y trasmitido un medio de comunicación masiva como el periódico El Espectador a través de sus notas editoriales, se realiza desde un enfoque interpretativo, debido al interés por comprender el sentido de esta acción informativa dirigida al público colombiano, originada en sucesos trascendentales y que han marcado el destino y el futuro del país (Vasilachis de G., 2007). La respuesta al problema planteado, se construye a partir de la interpretación que los investigadores hacen de relatos escritos, en este caso, las editoriales del periódico El Espectador que abordan situaciones de la realidad colombiana, específicamente, del proceso de paz llevado a cabo entre el Gobierno nacional y las FARC entre los años 2012 y 2016 (Zaldua, 2006). Se busca comprender las percepciones, significaciones, particularidades y simbologías de este fenómeno social, producidas en dichos documentos (Vasilachis de G., 2007).

El medio de comunicación, específicamente sus notas editoriales, se constituyen en el objeto de estudio ya que, a través de su revisión, podrá tenerse una aproximación al problema de investigación, es decir, el discurso sobre la construcción de paz, observando las tendencias y trayectorias que éste sigue y las relaciones de poder que están allí contenidas. El investigador busca comprender, así mismo, estas elaboraciones desde una perspectiva analítica, para develar la forma como el medio de comunicación valora dichas realidades, sus intenciones, creencias o motivaciones (Shuster, Puente, Andrada & Maiza, 2013).

Según Urra, Muñoz & Peña (2013) “el discurso es una creencia, una práctica o un conocimiento que construye realidad y proporciona una forma común de entender el mundo por los individuos y pragmáticamente, es el lenguaje en uso y sus efectos en los distintos contextos sociales” (p.52). Por tanto, a través de las notas editoriales un periódico muestra su posición respecto a los temas que más importancia tienen en el contexto social donde está inscrito (Moreno, 2003). Dicha posición posee forma de discurso, que nace de la interacción que el medio de comunicación tiene entre los grupos sociales y las estructuras que componen la sociedad; su lenguaje está permeado por aspectos culturales, sociales y políticos, el cual, sus lectores significan e interpretan, asocian e interiorizan, y dicho lenguaje de alguna forma, guía las relaciones sociales, las posturas y las conductas de los miembros de dicha sociedad (Pardo, 2012).

A partir de lo anterior, la estrategia metodológica que se utilizará será el Análisis crítico del discurso (ACD), que Pardo (2014) define como principios y teorías que buscan explorar e interpretar los actos discursivos cuyo interés gira en reflexionar sobre problemas sociales, culturales o políticos importantes para una comunidad.

Según Van Dijk (1990): “(…) los medios de comunicación no son un mediador neutral lógico o racional de los acontecimientos sociales, sino que ayudan básicamente a reproducir ideologías reformuladas” (p.28). Por ello, a través del ACD se busca develar y explicar cuál es la postura del periódico El Espectador frente a la construcción de paz, cuáles son las estructuras sociales que han podido influir en esa tendencia, hacia dónde quiere orientar la opinión pública y de qué estructuras se pone de lado.

Además, el ACD como estrategia metodológica es usado en la presente investigación, ya que éste, de acuerdo con Van Dijk (1997), citado por De la Fuente, M. (2001-2002) cumple dos objetivos principales, primero, identificar las formas de dominio producidas en el discurso como las que ya están legitimadas en las relaciones sociales, y segundo, evidenciar aquellas relaciones de dominación discursiva o ideologías que se hallan de manera implícita u oculta en los discursos. Así, el ACD permite facilitar la comprensión de las relaciones de poder que puede estar entablando el periódico El Espectador con respecto a la construcción de paz y de qué manera se transforman (si lo hacen) y evidenciar si el medio de comunicación intenta ejercer algún tipo de dominación y hacia quién.

Técnica (Instrumentos o herramientas)

La técnica que se utiliza es el análisis documental o investigación basada en fuentes secundarias, ya que se reunirán, seleccionarán y analizarán datos que están en forma de documentos en formato digital, en este caso, 21 editoriales del periódico El Espectador producidas, en tres momentos del proceso de paz: inicio de los diálogos, suspensión de los diálogos y realización del plebiscito por la paz, ocurridos entre los años 2012 y 2016. Los instrumentos de recolección de información utilizados son, primero, la matriz de clasificación de textos, propuesta por T. Van Dijk (1997) retomada por Browne y Yáñez (2012), a la cual se le hacen ajustes con el fin de hacer un mejor proceso de clasificación y organización de la información y mayor claridad para el análisis. Segundo, una matriz para la identificación de cambios y trayectorias de la postura sobre la construcción de paz en los 3 hitos ya señalados.

El procedimiento incluye 3 fases; primera, el diseño de la investigación, que incluye el perfeccionamiento del diseño metodológico, la selección del corpus y la preparación del proceso de recolección de información. Segunda fase, la recolección de información, es decir, la revisión y selección de las notas editoriales del periódico El Espectador y la posterior organización de los datos en las matrices dispuestas para ello. Se seguirán las recomendaciones sugeridas por Penalba, Alaminos, Francés y Santacreu (2015) para hacer la lectura de las editoriales, siguiendo las siguientes fases: Momento 1. Lectura intuitiva, para identificar lo que se dice y cómo se dice, teniendo como pauta el tema de la investigación. Momento 2. Lectura temática, con el fin de identificar en las editoriales la información que se relaciona directamente con la categoría de construcción de paz y los objetivos de la investigación. Momento 3. Lectura contextual, para ubicar los actores que están involucrados en el acto discursivo y los aspectos físicos, sociales, económicos, entre otros, que hacen parte del contexto del discurso. Momento 4. Lectura relacional, para identificar lugares, posiciones, conflictos, valoraciones, representaciones, contradicciones, que se hayan producido en las editoriales. La tercera fase corresponde al análisis e interpretación de la información que permitirá una conceptualización de tipo inductivo sobre las significaciones de la construcción de paz del periódico El Espectador en los tres hitos definidos del proceso de paz.

Categorización y clasificación

La selección de este corpus mediático se realiza de forma intencionada, por ello, se definen tres hitos del proceso de paz, entre los años 2012 y 2016. Estos han sido elegidos por el nivel de trascendencia que alcanzaron en medio del proceso de paz y por el alto grado de opinión que generaron a nivel nacional e internacional. Luego se ha procedido a señalar momentos cumbres de cada hito, estos han sido seleccionados a partir de revisar en El Espectador los hechos noticiosos que se presentaron antes, en y luego de los tres hitos escogidos. A continuación, se presentan los tres hitos con sus momentos cumbres:

Tabla 1 Momentos cumbres en 3 hitos del proceso de paz 

Hito 1: Iniciación de los diálogos: 17 de octubre de 2012 Hito 2: Suspensión de los diálogos de paz: 16 de noviembre de 2014 Hito 3: Plebiscito por la Paz: 2 de octubre de 2016
26 de agosto de 2012. Delegados del gobierno y miembros de las FARC firman el acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. 24 de octubre de 2014. Un grupo de guerrilleros, considerados del “ala dura” del movimiento armado, llegaron a La Habana a sumarse a las conversaciones que sostienen el Gobierno Nacional y las FARC, lo cual genera cierta molestia en la opinión pública. 26 de septiembre de 2016. Se firman en Cartagena los acuerdos de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC.
4 de septiembre de 2012. El gobierno de Colombia en cabeza del presidente Juan Manuel Santos y las FARC anunciaron la hoja de ruta para los diálogos de paz que contiene cinco puntos fundamentales: desarrollo rural, garantías para la oposición política, el fin del conflicto, narcotráfico y derechos de las víctimas. 16 de noviembre de 2014. El general Rubén Darío Alzate Mora, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán y otras personas que le acompañaban, fueron secuestrados por las FARC en el Departamento de Chocó. Por esta razón, el presidente Juan Manuel Santos suspende los diálogos de paz. 2 de octubre de 2016. Se realiza el plebiscito por la paz donde triunfa el NO, es decir, que la mayoría de ciudadanos colombianos no avalaron los acuerdos entre el Gobierno Nacional y las FARC
17 de octubre de 2012. En Oslo (Noruega) se da inicio formal a los diálogos del proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC. 19 de noviembre de 2014, Gobierno nacional y FARC acuerdan los términos de la liberación del General Rubén Darío Alzate Mora. 5 de octubre de 2016. Luego del triunfo del No en el plebiscito, en las principales ciudades de Colombia, los ciudadanos realizaron marchas por la paz para exigir al gobierno y a la oposición que lleguen a un “acuerdo de paz ya” con las FARC.
19 de noviembre de 2012. Instalación en La Habana de la mesa de negociación, acompañado del anuncio de las FARC de un cese al fuego unilateral que duró hasta el 20 de enero de 2013. 30 de noviembre de 2014. El General Rubén Darío Alzate Mora y sus compañeros de secuestro fueron liberados por las FARC. 24 de noviembre de 2016. El Gobierno de Colombia y las FARC firmaron el acuerdo de paz definitivo en el Teatro Colón de Bogotá.
3 de diciembre de 2014. Gobierno de Colombia y FARC acuerdan reanudar los diálogos de paz.

Una vez definido lo anterior como vital para delimitar la recolección de la información, se ha ingresado al sitio web de El Espectador para seleccionar los editoriales que tienen relación directa o indirecta con el tema de la construcción de paz en Colombia. Para la búsqueda ha sido necesario ingresar al enlace www.elespectador.com/opinion/editorial que conduce a la ubicación de los editoriales. Un parámetro aplicado es que los editoriales tengan cercanía a los momentos cumbres de cada hito, con el fin de obtener editoriales relacionados con los tres hitos predefinidos. A continuación, se observa cada hito con los editoriales seleccionados:

Tabla 2 Editoriales analizados en 3 hitos del proceso de paz 

Hito No. 1: Iniciación de los diálogos: 17 de octubre de 2012 Hito No. 2: Suspensión de los diálogos de paz: 16 de noviembre de 2014 Hito No. 3: Plebiscito por la Paz: 2 de octubre de 2016
26 de agosto de 2012: El camino hacia la paz 25 de octubre de 2014: Para La Habana 24 de septiembre de 2016: 26 de septiembre de 2016
4 de septiembre de 2012: Construyendo la paz 17 de noviembre de 2014: Suspensión provisional 1 de octubre de 2016: Es el momento de decir sí
13 de octubre de 2012: Se viene Oslo 18 de noviembre de 2014: ¿Cese bilateral? 2 de octubre de 2016: Un no contundente
18 de octubre de 2012: El comienzo del comienzo 1 de diciembre de 2014: Después de todo 3 de octubre de 2016: Sigamos andando
20 de octubre de 2012: Proteger la mesa 20 de diciembre de 2014: Un paso más 6 de octubre de 2016: La calle toma la palabra
17 de noviembre de 2012: Comenzó esto 15 de octubre de 2016: Más que escuchar
20 de noviembre de 2012: Un paso razonable 13 de noviembre de 2016: Un nuevo acuerdo de paz
1 de enero de 2013: ¿El año de la paz? 25 de noviembre de 2016: La paz, en manos de la (mala) política

Resultados

Tendencias y trayectorias en el discurso de construcción de paz

Construir paz no es sólo combatir la violencia directa. En el hito 1 El Espectador deja claro, con mayor contundencia, lo esencial del cese al fuego como el primer paso de un posible acuerdo, siendo esto lógico con el momento histórico que se presentaba, el inicio de los diálogos, que se dio sin la concertación de un cese hostilidades. Pero deja claro que el cese al fuego no es lo único importante para el alcance de la paz y señala, al analizar los 5 puntos de la agenda de las conversaciones, que se están abordando algunos aspectos que son el origen del conflicto armado en Colombia: el tema de tierras y el narcotráfico, sin embargo, no va más allá de mencionarlo. En el hito 3, no obstante, el periódico amplía su visión sobre lo que, significa para él, combatir la violencia estructural en Colombia, y comienza a hablar con mayor profundidad de las reformas estructurales que deben ponerse en marcha en Colombia para el alcance de la paz y muestra su beneplácito porque, en su concepto, el acuerdo negociado en La Habana daba respuesta ello. Esto muestra unidad su postura, desde lo que pensaba al inicio de los diálogos hasta que finalmente se concretaron. Esta posición uniforme también se evidencia cuando se conoce el resultado negativo del plebiscito por la paz, señalando que: "(…) la orden de mantener el cese al fuego bilateral es el primer paso, el más importante, para mantener viva la ilusión" (El Espectador, 2016c), es decir, para salvar el proceso de paz.

El diálogo como estrategia de construcción de paz: La alternativa del diálogo para resolver los conflictos es una postura trasversal del periódico a lo largo de los 3 hitos analizados. Dice, por ejemplo: “Esta guerra centenaria sólo tiene una vía posible para terminar: el diálogo” (El Espectador, 2012a). Así, el Espectador envía un mensaje claro a sus lectores sobre lo esencial de actitudes que favorezcan actitudes como el diálogo, la negociación, la convivencia para el alcance de la paz. Sin embargo, el medio no es coherente con esta postura ya que, incluso, en los mismos editoriales donde habló de diálogo, seguidamente validó una estrategia militar basada en la violencia. Refiriéndose al expresidente Andrés Pastrana: “Pese a su loable cometido fracasó y generó -sin quererloun ambiente revanchista de eliminación militar que sobrevino, exitoso por años” (El Espectador, 2012b). Así, El Espectador, al mismo tiempo que considera que no hay estrategia mejor que el diálogo para resolver los conflictos, avala una postura que emplea la violencia para aniquilar a un grupo al margen de la ley y, además, la catapulta como aquella que permitió la concreción de los diálogos de paz: “(…) gracias al constante debilitamiento de la capacidad militar de la guerrilla es que ahora ella tiene una realidad distinta al frente y es más consciente de su posición en el conflicto” (El Espectador, 2012c).

Generación de confianza en la construcción de paz: En el primer hito analizado, El Espectador expresa una serie de opiniones relacionadas con la generación de confianza entre las partes, como base fundamental para hacer posible los diálogos y su exitosa culminación; de parte de las FARC resaltó el cambio del discurso anteriormente “guerrista” y la liberación de secuestrados políticos; y, de parte del Gobierno, su “sensatez” de percatarse de lo anterior, es decir, las mejoras en el proceso de paz propuestas por Fisas (2004) orientadas a crear confianza se cumplieron por parte de las FARC, mientras que las acciones del Gobierno estuvieron más asociadas a la verificación de condiciones; aunque el periódico resalta las muestras de buena voluntad por parte de la guerrilla, igualmente, valida la estrategia militar que se usó por años para enfrentar a las FARC por parte del poder ejecutivo.

En el segundo hito, en el momento que el secuestro de un general de la república provocó la suspensión de los diálogos, El Espectador reacciona pidiendo claridad a las FARC sobre lo sucedido, pues este hecho le resta transparencia y legitimidad al proceso; pero, además; refiriéndose a este hecho manifiesta que “hay cosas que generan más rechazo social que otras” (El Espectador, 2014c). Es decir, que el periódico, muestra posiciones contradictorias, que se resumen en una actitud condescendiente con las estrategias basadas en violencias siempre y cuando vengan del Estado y su legítimo derecho a la defensa y su deber de preservar el orden.

Reparación a las víctimas: Esta es una trayectoria posible de observar, principalmente en los hitos 1 y 2. En el primer hito, el editorial llama en especial la atención porque considera que es un tema que no ha sido priorizado por los responsables de adelantar los diálogos: “(…) a la luz de lo que ayer se vio no están en el primer lugar de las prioridades. Sin ellas, no hay terminación posible de ningún conflicto” (El Espectador, 2012d). En el segundo hito, el medio se reafirma en su posición pues es necesaria una construcción de paz que reconozca a las víctimas en lugar de invisibilizarlas, luchando a favor de la reparación, esto cuando comenta el acto simbólico que tuvo lugar en La Habana cuando las FARC pidieron perdón a un grupo que representaba las víctimas de la masacre de Bojayá (Chocó). Sin embargo, llama la atención que en el hito 3, cuando el plebiscito no es aprobado, el periódico no vuelve a mencionar a las víctimas. Si la posición de éstas era vital para el perfeccionamiento del acuerdo, se hubiera esperado del medio de comunicación un pronunciamiento al respecto, ya que la no refrendación de los diálogos, les afectaría directamente.

Relaciones de poder en el discurso de construcción de paz

Relación del medio de comunicación con el Gobierno Santos. Vale la pena mencionar que existe una relación entre El Espectador, de corte liberal, y el presidente Santos. No se debe olvidar que el presidente, en sus inicios, era miembro del partido liberal, y que, pese a fundar el partido de la U, no abandonó sus posturas liberales; tal vez por ello es que, así como Santos se halla a favor de la incursión de las FARC en la política, una vez firmados los acuerdos, El Espectador también se halla a favor de ello: “(…) Y, eventualmente, en una futura participación política de la insurgencia, punto del acuerdo que habrá de negociarse (…)” (El Espectador, 2012b).

Ahora bien, teniendo en cuenta que, según Van Dijk (2002), las estructuras del discurso representan partes de la sociedad, El Espectador puede tomar partido por uno u otro de los actores que tienen una posición con respecto al proceso de paz. Es decir, el medio puede darse a la tarea de representar a alguno, o algunos de los actores, y mostrarse a favor de éste o estos y su postura, lo cual se hace visible desde el hito 1: Iniciación de los diálogos de paz, cuando el periódico da un espaldarazo al presidente Santos, en momentos donde su popularidad se ve afectada por su iniciativa de un proceso de paz con las FARC: “Y pese a que se le reclame estar dejando algunos otros asuntos a la deriva, éste, que tiene gran parte de su atención, ha sido llevado por el presidente Santos con el buen cuidado y el juicio que requiere” (El Espectador, 2012e).

El medio prosigue a favor del Gobierno, para lo cual ocasiona una deslegitimación de las FARC, demostrando al lector el poder que posee el equipo negociador del Gobierno, por ello hace uso de calificar a los integrantes de tal equipo como “legítimos” y acto seguido califica a los representantes de las FARC como “detractores”: “Se sentarán cara a cara los representantes legítimos del Estado y sus principales detractores” (El Espectador, 2012a). Lo anterior busca mantener una relación de poder que se inclina a favor del Estado, pues, en cierta manera, pretende transmitir que la negociación no se da entre actores que poseen por igual posturas ideológicas y políticas válidas. Así, el medio intenta llevar al lector a percibir a las FARC como detractores, que sólo buscan ir en contra de lo establecido.

Luego el periódico pretende realzar el poder que posee el Estado, por hallarse bajo marcos de legalidad sobre las FARC, que, al no tener tales marcos, se halla en inferioridad si de legalidad se habla: “(…) Son criminales, igual. Su lógica es distinta a la de un Estado legalmente constituido y en esos términos hay que juzgarlo” (El Espectador, 2012f). Con esto el medio busca condicionar la interpretación que lleve a cabo la opinión pública sobre las promesas y actuaciones de las FARC.

Para proseguir en esta misma línea, la de representar a alguno o algunos de los actores y mostrarse a favor de éste o estos y su postura, en el hito 2, El Espectador continúa respaldando al presidente. Por ello, es necesario mencionar que el 24 de octubre de 2014, un grupo de guerrilleros, considerados el “ala dura” de las FARC, llegan a La Habana para sumarse a los diálogos, hecho denunciado por el expresidente Uribe. La opinión pública ante el ocultamiento de esta información se molesta con el Gobierno. Ante esto, El Espectador cuestiona al Gobierno, por sus fallas en la entrega de información y permitir que los opositores del proceso aprovechen esta situación para desprestigiarlo. Sin embargo, el medio reitera su apoyo al proceso; abiertamente, le da un voto de confianza al presidente Santos y al equipo negociador: “No dudamos que el equipo negociador y el presidente de la República saben lo que están haciendo (…)” (El Espectador, 2014b).

En el hito 3, El Espectador da continuidad a su respaldo al presidente Santos. Por tanto, es necesario mencionar que un día antes de votarse el plebiscito por la paz el 2 de octubre de 2016, el periódico expresa su respaldo al presidente frente a las directrices que dio al equipo negociador para lograr el Acuerdo de Paz:

(…)no tenemos duda alguna de que el equipo negociador y el norte que le trazó el presidente de la República estuvo allí tomando cada decisión con el bien de la patria como principio tutelar, y que lo que consiguió acordar con el enemigo es ni más ni menos lo que se podía alcanzar para que este país tenga una oportunidad de construir la paz y renovarse en clave de reconciliación. (El Espectador, 2016a).

El rol de la sociedad civil en la construcción de paz. De acuerdo con Van Dijk (2002), cuando afirma que el discurso configura las estructuras sociales, se observa que, a través de la postura que El Espectador adopta frente al proceso de paz, y que hace pública en sus editoriales, moldea las percepciones y apreciaciones de los diversos actores con respecto al proceso de paz. Ahora bien, lo anterior se percibe desde el hito 1 al identificar que, El Espectador, busca dotar de poder a las ciudadanas(os), llevándoles a que reconozcan e incorporen en su ser esa capacidad de influir y a la vez legitimar los diálogos de paz, lo cual se ve en: “Los colombianos no solamente tienen que estar conscientes del proceso, en aras de la transparencia, sino inmiscuidos de alguna forma en él, en aras de la legitimidad” (El Espectador, 2012a).

Más adelante, el medio relaciona la legitimidad del proceso con la participación de la ciudadanía, con lo cual busca hacerle ver a los colombianos que poseen un poder sobre el proceso de paz, el cual les es conferido por el sólo hecho de ser ciudadanas del país: “Esperamos, pues, que el proceso sea rodeado de mucha más legitimidad por parte de la ciudadanía (que ésta pueda participar y estar enterada, porque sin ella no hay proceso que valga) (…)” (El Espectador, 2013).

El periódico continúa en el hito 2 con un ejercicio de persuasión que le posibilite convencer a la ciudadanía de tener derecho a expresar, participar y, de esa manera, legitimar o no el proceso de paz. Nuevamente, a través de los editoriales, pretende dotar de poder a los ciudadanos, al hacerles ver que algunas situaciones demuestran que poseen poder, pues, el medio expresa que el proceso de paz puede terminarse debido al rechazo de la ciudadanía a las FARC, ya que ésta no va a tolerar que las FARC aprovechen la situación, para obtener beneficios a cambio de la liberación del general: “Si empieza a haber dilaciones, o existencias ulteriores, más que capacidad de negociación, las FARC ganarán un rechazo total: lo más inconveniente (…) es la ruptura de este proceso de paz”. (El Espectador, 2014c). De esta manera, El Espectador desprovee a las FARC del poder que creen haber obtenido con el secuestro del general, y busca demostrar que el poder lo tiene la ciudadanía. Más adelante, al darse la liberación del general Alzate el 30 de noviembre de 2014, El Espectador contempla el hecho como una muestra de cambio en la manera como las FARC asumen la trascendencia que posee la opinión pública:

Por vez primera en estos años, las Farc han dado muestras de que sí les importa la percepción de los colombianos frente a sus actos (…), entienden que no pueden cerrarle las puertas al Gobierno en su relación con la sociedad que habrá de darle el visto bueno a lo que entre ellos se negocie. (El Espectador, 2014a).

En el hito 3, el medio da continuidad a su labor persuasiva que le posibilite convencer a la ciudadanía de tener derecho a expresar, participar, y de esa manera legitimar o no el proceso. Para ello, un día después de conocer los resultados del plebiscito, en medio de la incertidumbre por la crisis política generada por el resultado a favor del No, El Espectador -en nombre de todo el paísinsta a los representantes de la oposición a demostrar están dispuestos a construir la paz. Por tanto, se vale de exponer que las ciudadanas(os) les reclaman su disposición para aportar a la paz:

(…) El país entero espera su participación activa para lograr cuanto antes alguna solución que no eche por la borda todo lo que se había conseguido, y que no desperdicie la voluntad expresada por las FARC de abandonar para siempre las armas. Necesitamos la grandeza de nuestros líderes en estos momentos. (El Espectador, 2016b).

Además, el medio otorga poder a la ciudadanía para que -en este momento de crisis del proceso de pazasuma su responsabilidad de seguir movilizándose hacia la construcción de paz: “(…) invitamos en este momento de incertidumbre a todas las personas que empezaron proyectos en sus regiones a que no desfallezcan y sigan cultivando la cultura de la paz (…)” (El Espectador, 2016b).

Sin embargo, llama la atención que tal ejercicio persuasivo del periódico se ve un poco empañado, cuando luego del triunfo del no en el plebiscito dice: “Le hablan los votos del No a la arrogancia de una clase dirigente que, primero, jamás debió prometer la refrendación de un acto que era el ejercicio de la potestad constitucional del presidente, (…)” (El Espectador, 2016c), pues, de alguna manera, pareciera desconocer el poder legitimador de la ciudadanía, que el mismo le había otorgado a lo largo de sus editoriales.

Discusión

Las sociedades que desean alcanzar la paz y todo el ideal que de ella se desprende deben empeñarse y volcarse hacia este propósito. Sin duda, así lo ha hecho la nación colombiana, que, en los últimos 30 años, ha realizado un esfuerzo significativo por alcanzar la paz, y, aunque esta ha sido esquiva, puede decirse que, como nunca antes, y concretamente con la firma de los acuerdos de paz con las FARC en el año 2016, se ha podido avanzar positivamente en esta materia.

Es preciso decir que el alcance de la paz en Colombia es un proceso que está en construcción, entendiendo que “(…) hay que concebir la paz como una continua evolución y un desarrollo de las relaciones sociales (…) la paz no es el fin del conflicto sino el trámite del conflicto por fines no violentos” (Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, 2014, p.13); la sociedad colombiana aún debe seguir trabajando en el tejido de sus relaciones que propicien una mayor apropiación de la paz, no solo como un concepto abstracto o estado ideal, sino como un conjunto de actitudes, prácticas y disposiciones, individuales, colectivas e institucionales que deriven en un mayor acercamiento a la vivencia de la paz.

Teniendo en cuenta los postulados de Galtung (1998), Colombia está aún lejos de alcanzar una paz propiamente dicha, pues no es suficiente con la firma de un acuerdo de paz y el cese de hostilidades, como lo logrado en los acuerdos de paz que firmaron el Gobierno nacional y las FARC en el año 2016, y que aportarían parcialmente a la paz. Para lograr una “paz positiva” es necesario que se garantice unos mínimos en los que la población colombiana pueda mejorar su calidad de vida y pueda desarrollar todas sus potencialidades.

Para el alcance de la paz es necesario transformar los conflictos de forma creativa y no violenta (Fisas, 1998) utilizando el método del diálogo; de esta manera El Espectador, presenta una postura a favor del diálogo, considerando esta salida, la mejor forma de abordar el conflicto armado, es decir, su terminación a través de una solución negociada sin perpetuar las acciones violentas; aprueba la puesta en marcha de alternativas diferentes a la violencia, que lleven a la reconciliación y el alcance de la paz. Sin embargo, al decir que una estrategia de “eliminación militar” por parte del Estado ha sido exitosa, El Espectador también legitima la violencia como método para la defensa de la soberanía; no siendo coherente entre el fin (la paz), y el medio (la violencia) para alcanzarla (Martínez C, 2015); el medio, de esta manera, refrenda normas y medidas de carácter represivo, que los gobiernos emplean hacia sectores diversos de la población en aras de proveer seguridad (Garrón, 2016).

El Espectador reconoce, tanto en el Gobierno como en las FARC, acciones o muestras de buena voluntad como la liberación de secuestrados, cumpliéndose en ese momento el indicador de paz definido por Fisas (2004) como mejoras en el proceso de paz que están orientadas a la generación de confianza entre las partes. Califica al Gobierno de “sensato” al aprovechar estas condiciones para poner en marcha el proceso de paz. Estos resultados van en la misma vía de lo que plantea Ayala (2015), en la medida en que también se logra identificar que El Espectador, en los inicios del proceso de paz, tenía una actitud positiva y de apoyo al diálogo como estrategia para el alcance de la paz. Sin embargo, en el Hito 2 al suspenderse los diálogos por el secuestro de un general de la República, se atenta contra dichas mejoras en el proceso de paz y, además, contra el indicador de mejoras en la seguridad, indicadores claves de la construcción de paz (Fisas 2004); según el medio, este hecho debilita la credibilidad de las FARC por parte de la sociedad colombiana y, da muestras, de que el proceso aún no había logrado acuerdos contundentes en relación al alto al fuego y la dejación de armas.

El Espectador reflexiona sobre una construcción de paz que debe ir más allá de la simple terminación del conflicto y que pasa por una paz concebida bajo marcos de justicia social, equidad y, ante todo, la concepción de un país incluyente, aproximándose al concepto de paz positiva de Galtung (1969) quien asevera que debe entenderse la paz como la “(…) ausencia de todo tipo de violencia, tanto directa (física o verbal) como estructural y cultural (…) (citado en Cárdenas, 2013). Ello implica que el Estado, para avanzar hacia una paz sostenible, deberá realizar reformas económicas y legales, que lleven a la eliminación de las inequidades que genera el conflicto (Walteros, 2011). Lo anterior permite elucidar que El Espectador va en la vía de lo que se ha concluido a partir de Cárdenas (2015), sobre la importancia de que un medio de comunicación abogue por un proceso de paz generador de cambios sociales; teniendo en cuenta esto, El Espectador, entonces, podría considerarse como un actor que comprende la construcción de paz como algo que debe llevar a una reconfiguración social con el apoyo y la participación de la sociedad civil; de acuerdo con la postura de Rettberg (2003) esta sería una visión maximalista de la construcción de paz, que equivale a lograr el fin de la guerra y tener condiciones óptimas para el desarrollo económico, social y político.

El Espectador, en el primer hito, analiza cada uno de los puntos que componen la agenda de diálogos a los que califica de “(…) primordiales y sensatos” (El Espectador, 2012e). Algunos de los aspectos que señala son: el desarrollo rural y el narcotráfico, a su parecer, importantes porque son parte de las causas del conflicto en Colombia; esto va en la misma vía de algunas estrategias que propone Walteros (2011) para la construcción de paz, quien se refiere al desarrollo agrícola, como una vía para superar las inequidades que generan el conflicto y la eliminación del narcotráfico, causa de su permanencia y crecimiento. El medio también insiste en algunos indicadores de construcción de paz, planteados por Fisas (2004): mejoras en la seguridad, es decir, la dejación de armas que, aunque reconoce es el paso más difícil, desde su punto de vista debe ser lo primero a alcanzar y las mejoras en la cooperación externa, es decir, resalta la importancia de contar con el amparo y la legitimidad del contexto internacional.

En varias de sus editoriales, El Espectador asegura la importancia de que el proceso de paz respete lo inicialmente pactado, los temas definidos y los tiempos estipulados “(…) a lo que si hay que ponerle más atención es al cumplimiento irrestricto de la agenda” (El Espectador, 2012b). La insistencia del periódico en este aspecto, probablemente se da tratando de advertir sobre el proceso de paz llevado a cabo entre 1999 y 2002, en el cual no se respetó lo inicialmente pactado y, finalmente, no prosperó. Al respecto, la Universidad de los Andes analiza las causas del fracaso de los diálogos con las FARC en el año 2002: “(…) no existió un plan a seguir durante las negociaciones, es decir, que carecía de una política de paz coherente que guiara las acciones de los distintos actores concernidos” (Universidad de los Andes, 2012, p.11). Este concepto desarrollado por El Espectador apunta a lo expuesto por Fisas (2014)/xref>, quien expone que una hoja de ruta marca las pautas generales a seguir durante el proceso de paz y, también, complementa las medidas de Mejoras en el proceso de paz, cuyo objetivo es crear las condiciones necesarias para que se genere confianza entre las partes involucradas en el diálogo.

El Espectador, en la mayoría de sus editoriales, ve en la sociedad colombiana, que ha tenido que sufrir las consecuencias del conflicto armado, la única con capacidad de legitimar una genuina construcción de paz; esto va en concordancia con lo expuesto por Cárdenas (2015), quien expone que la manera en la que los medios presentan la información, influye notablemente en cómo la ciudadanía construye sus actitudes frente al proceso de paz y el respaldo que puedan brindarle al mismo. El Espectador asume que es vital que se construyan escenarios de concertación donde participe la sociedad civil dirigidos a entablar consensos con respecto al proceso de paz; ello va en la misma vía de lo que propone Fisas (2004) dentro de los indicadores de construcción de paz, específicamente el refuerzo de la sociedad civil ya que, según este autor, la participación de la sociedad civil es vital para la construcción de paz, además, que los entes estatales deben permitir y apoyar dichas iniciativas. Los medios tienen un reto complejo en su deber de comunicar y formar opinión frente a la construcción de paz, porque cumplen un doble papel: por un lado, informan lo sucedido y, por el otro, a la vez, son actores políticos que validan y dan legitimidad al proceso, teniendo en cuenta los marcos de interpretación que hacen, los temas que privilegian en sus contenidos y las voces priorizadas en su cubrimiento (Cárdenas, 2015). El Espectador cumple esa doble función, informa los hechos priorizando de alguna manera la voz de la sociedad y, a la vez, se vale de su posición para destacar y legitimar el necesario reconocimiento del papel activo de ésta en la construcción de paz.

En cuanto a las relaciones de poder en los tres hitos escogidos del proceso de paz, es evidente que El Espectador se inclina a favor del Gobierno, en cabeza del presidente Santos; permanentemente se aprecia un respaldo de parte del medio de comunicación al presidente, a su equipo negociador y a sus decisiones. Es evidente esa relación de poder con el Gobierno Santos, que se halla mediada o conectada por la ideología del liberalismo que profesan los Cano, quienes, a la fecha, mantienen la dirección del medio. Además, es importante recordar que a pesar de que el presidente Santos abandonó su militancia en el partido liberal, nunca dejó sus posturas arraigadas en el liberalismo, lo cual facilita puntos de encuentro con El Espectador.

Partiendo del liberalismo profesado por El Espectador se puede explicar por qué el medio busca dotar de poder a la ciudadanía, para lo cual se vale de realizar un ejercicio de persuasión que le posibilite convencerla de tener derecho a expresar, participar, y, de esa manera, legitimar o no el proceso de paz; pues uno de los principios de la ideología del liberalismo es la defensa y la vivencia de la libertad soportada en los derechos del hombre y del ciudadano, siendo la libertad de expresión algo fundamental.

Este ejercicio persuasivo realizado por el periódico, tal y como se ha visto, en los tres hitos deja apreciar que el medio busca posicionar a la ciudadanía, para tratar de llevarle a ejercer el poder legitimador y, de paso, busca conducirle a la vivencia de un principio liberal que radica en la defensa y la vivencia de la libertad, es decir, de esa libertad que se halla soportada en los derechos del hombre y del ciudadano, pues no se debe olvidar que: “el concepto liberal nació en la Asamblea francesa el 4 de agosto de 1789 con la publicación de los derechos del hombre y el ciudadano” (Llano, 2009, p.15). Por ende, quienes dicen ser de pensamiento liberal, deben abogar por el cumplimiento de la libertad basada en derechos. Aquí, El Espectador buscó ir a favor de lo anterior, al desarrollar un ejercicio de persuasión que le permitiera convencer a la ciudadanía de tener derecho a expresar, participar, y de esa manera legitimar o no el proceso de paz entre las FARC y el Gobierno.

La ambivalencia identificada en el ejercicio persuasivo del periódico cuando, luego de otorgar a la sociedad civil un papel legitimador del proceso de paz, cuestiona la refrendación de los acuerdos a través del plebiscito, permite preguntarse hasta qué punto tal discurso del medio solo buscaba favorecer al Gobierno, en cuanto a generarle respaldo en el plebiscito o, si, por el contrario, se trató de una desconexión momentánea en su discurso, la cual probablemente se originó por la frustración experimentada ante la derrota del Sí, pues, es importante agregar que detrás de cualquier texto se halla un ser humano, que no sólo se encuentra mediado por posturas ideológicas, sino también por emociones y pensamientos conectados con experiencias propias y ajenas, que influyen en su visión.

Conclusiones

Para El Espectador, el diálogo es la mejor alternativa para resolver el conflicto armado colombiano; éste deberá propender por terminar la violencia directa, es decir, cesar el fuego, pero, además, deberá comprender acciones que, a su vez, combatan la violencia estructural, implementándose estrategias que disminuyan las desigualdades y favorezcan cambios sociales. Sin embargo, el medio de comunicación también avala estrategias violentas utilizadas por el Estado, especialmente aquella que se usó en el período presidencial anterior y que, según el periódico, sentó las bases firmes de los diálogos de paz con las FARC.

Para el medio de comunicación la participación de la sociedad civil, a quien le atribuye un rol fundamental legitimadora del proceso de paz, el acompañamiento de la comunidad internacional y el cumplimiento estricto de lo inicialmente pactado, son factores que favorecen la construcción de paz en Colombia.

Se observa que, en los tres momentos analizados, el lenguaje utilizado permanentemente invalida el lugar asumido por los miembros de las FARC en el proceso de diálogos, a quienes constantemente señala de “enemigos” y “detractores”, prevaleciendo una postura que, en lugar de apoyar la generación de nuevos significados sobre este grupo, reafirma la visión que la sociedad colombiana por muchos años ha tenido de éste, lo que pudo haber influido en que la población colombiana siguiera cultivando el sentimiento de aprensión por las FARC y, de esta manera, no refrendara el acuerdo de paz que se construyó con ellos.

A través del poder se busca controlar la acción y el pensamiento de los individuos y, este control, puede ejercerse a la fuerza o a través de métodos persuasivos; lo cual conduce a reconocer que los medios de comunicación pueden ejercer relaciones de poder, buscando instaurar su ideología en quienes acceden a ellos.

El Espectador mira la paz y su construcción desde su ideología y busca impregnar a sus lectores, de su visión de construcción de paz. Aquí es palpable que la ideología del periódico es lo que le lleva a generar una identificación con este proceso y, por ende, una defensa del mismo, la cual pasa por tratar de direccionar a la sociedad civil a un involucramiento y apropiación del proceso de paz con las FARC.

La actual investigación aporta a la comprensión del papel de los medios de comunicación en la construcción de paz, pues brinda la posibilidad de comprender cómo un medio no puede alejarse totalmente de sus ideologías a la hora de opinar sobre un tema como la construcción de paz, que causa profundas divisiones en la sociedad.

Referencias bibliográficas

Ayala, G. (2015). El proceso de paz de la Habana y las posturas editoriales de la prensa colombiana. Summa Iuris, 3(2), 278-308. Recuperado de http://funlam.edu.co/revistas/index.php/summaiuris/article/viewFile/1826/1456Links ]

Barnett, J. (2008). Peace and Development: Towards a New Synthesis. Journal of Peace Research , Vol. 45 , No. 1, 7589. [ Links ]

Browne, R., & Yáñez, C. (2012). Comunicación intercultural mediada: construcción de realidad a través de un análisis crítico y complejo de los discursos periodísticos entre Chile y Perú . En Alpha No. 34. Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22012012000100011Links ]

Cárdenas, J. (2013). Opinión pública y proceso de paz: actitudes e imaginarios de los bogotanos frente al proceso de paz de La Habana entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. Ciudad paz-ando, 6(1), 41-58. Recuperado de http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/cpaz/article/viewFile/5336/6957Links ]

Cárdenas, J. (2015). Los medios de comunicación como actores des (legitimadores). Algunas reflexiones acerca del rol de los medios de comunicación sobre la construcción de la opinión pública en torno al proceso de paz en La Habana. Análisis Político No. 85, 38-56. [ Links ]

Constitución Política de Colombia. (1991). Artículo 22 (Título II). Bogotá: Editorial LEGIS. [ Links ]

De la Fuente, M. (2001-2002). El análisis crítico del discurso: una nueva perspectiva. Contextos XIX-XX /37-40, 407-414. [ Links ]

El Espectador. (17 de noviembre de 2012a). Comenzó esto. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/comenzo-articulo-387644Links ]

">El Espectador. (4 de septiembre de 2012b). Construyendo la paz. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/construyendo-paz-articulo-372632Links ]

">El Espectador. (26 de agosto de 2012c). El camino hacia la paz. Recuperado de Editorial: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/el-camino-paz-articulo-370116Links ]

">El Espectador. (18 de octubre de 2012d). El comienzo del comienzo. Recuperado de https://www.elespectador.com/opinion/editorial/el-comienzo-del-comienzo-articulo-382026Links ]

">El Espectador. (13 de octubre de 2012e). Se viene Oslo. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/se-viene-oslo-articulo-381023Links ]

">El Espectador. (20 de noviembre de 2012f). Un paso razonable. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/un-paso-razonable-articulo-388229Links ]

">El Espectador. (1 de Enero de 2013). ¿El año de la paz? Recuperado de https://www.elespectador.com/opinion/editorial/el-ano-de-paz-articulo-394777 [ Links ]

">El Espectador. (1 de Diciembre de 2014a). Después de todo... Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/despues-de-todo-articulo-530692Links ]

">El Espectador. (25 de Octubre de 2014b). Para La Habana. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/habana-articulo-524200Links ]

">El Espectador. (17 de Noviembre de 2014c). Suspensión provisional. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/suspension-provisional-articulo-528061Links ]

">El Espectador. (1 de Octubre de 2016a). Es momento de decir Sí. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/editorial/momento-de-decir-si-articulo-657974 [ Links ]

">El Espectador. (3 de Octubre de 2016b). Sigamos andando. Recuperado de https://www.elespectador.com/opinion/editorial/sigamos-andando-articulo-658279Links ]

">El Espectador. (2 de Octubre de 2016c). Un No contundente. Recuperado de https://www.elespectador.com/opinion/editorial/un-no-contundente-articulo-658163 [ Links ]

El Tiempo. (2 de Octubre de 2016). Polarización del país, reflejada en resultados del escrutinio. Recuperado de https://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/resultados-plebiscito-2016-42861Links ]

Fisas, V. (1998). El sexo de la violencia. Género y cultura de la violencia. Barcelona: Icaria. [ Links ]

Fisas, V. (2004). Procesos de paz y negociación en conflictos armados. Barcelona: Paidós Estado y Sociedad 119. [ Links ]

Fisas, V. (2014). Anuario de procesos de paz. Barcelona: Icaria Editorial. [ Links ]

Galtung, J. (1969). Violence, peace and peace research. Journal of peace research, 6(3), 167-191 [ Links ]

Galtung, J. (1998). Tras la violencia 3R: reconstrucción, reconciliación y resolución. Bilbao: Gernika Gogoratuz. [ Links ]

Gálvez, J. (2015). La representación del concepto de paz en comunidades en situación de desplazamiento. Colección Académica de Ciencias Sociales, 2(1), 107-118. [ Links ]

Garrón, E. (14 de Junio de 2016). Colonialidad y violencia en la construcción de paz en Colombia. Recuperado de http://www.revistapueblos.org/blog/2016/06/14/colonialidad-y-violencia-en-la-construccion-de-paz-en-colombia/ [ Links ]

González, V. (20 de Marzo de 2018). Zero. Ultimatum. Recuperado de http://zero.uexternado.edu.co/el-papel-de-los-medios-en-la-construccion-de-la-paz/Links ]

Harto de Vera, F. (2016). La construcción del Concepto de Paz: Paz negativa, Paz positiva, Paz imperfecta. Cuadernos de estrategia No. 183, 119-146. [ Links ]

Lederach, J. P. (2000). El abecé de la paz y los conflictos. Madrid: Catarata. [ Links ]

Linares, V., Paniagua, P., & Abejón, P. (2014). La matriz de la opinión en los periódicos: el artículo editorial. Sphera pública , No. 14 , Vol. 1, 142-173. [ Links ]

Llano, R. (2009). Historia resuminda del partido liberal colombiano. Recuperado de https://www.partidoliberal.org.co/userfiles/file/historiaresumidadelplc.pdfLinks ]

Martínez, C. (2015). De nuevo la vida. El poder de la Noviolencia y las transformaciones culturales. Bogotá: Editorial Trillas. [ Links ]

McCombs, M., & Shaw, D. (1972). The agenda-setting function of mass media. Public opinion quarterly, 36(2), 176-187 [ Links ]

Meléndez, Y., Paternina, J., & Velasquez, D. (2018). Procesos de paz en Colombia: derechos humanos y familias víctimas del conflicto armado. JURÍDICAS CUC vol. 14 no. 1, 55-74. [ Links ]

Melo, J. (2016). Resumen del acuerdo de paz. Revista de economía institucional , vol. 18 , n.º 35, 319-337. [ Links ]

Moreno, P. (2003). Géneros para la persuasión en prensa: los editoriales del diario El País. Ámbitos , núm. 10. [ Links ]

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (UNESCO) . (6 de Octubre de 1999). Declaración sobre una cultura de paz. Recuperado de http://www.fund-culturadepaz.org/spa/DOCUMENTOS/DECLARACIONES,%20RESOLUCIONES/Declaracion_CulturadPaz.pdfLinks ]

Parada, M. (2014). La paz en El Tiempo: discursos sobre el inicio de los diálogos de paz entre la guerrilla de las FARC-EP y el gobierno nacional en el portal virtual del periódico El Tiempo. Ciudad Paz-ando, 7 (2), 50-71. [ Links ]

Pardo, N. (2012). Análisis crítico del discurso: conceptualización y desarrollo. Cuadernos de Linguistica Hispánica , No. 19, 41-62. [ Links ]

Pardo, N. (2014). Discurso en la web: pobreza en youtube. Bogotá D.C.: Universidad Nacional de Colombia. [ Links ]

Penalva, C., Alaminos, A., Francés, F., & Santacreu, O. (2015). La Investigación Cualitativa. Técnicas de investigación y análisis con atlas ti. Cuenca, Ecuador: Pydlos ediciones. [ Links ]

Rettberg, A. (2003). Diseñar el futuro: una revisión de los dilemas de la construcción de paz para el postconflicto. Revista de estudios sociales, (15), 15-28. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2349580Links ]

Roncancio, A., & Londoño, D. (2015). Proceso de paz colombiano en prensa y revistas: un análisis desde la aproximación histórica discursiva y la argumentación pragmadialéctica. Revista Virtual Universidad Católica del Norte(44), 81-101. Recuperado de http://revistavirtual.ucn.edu.co/index.phLinks ]

Sacipa, S. (2005). Las y los ciudadanos de Bogotá significan la paz. Universitas Psychologica, 4(1), 97-106. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/rups/v4n1/v4n1a12.pdfLinks ]

Shuster, A., Puente, M., Andrada, O., & Maiza, M. (2013). La metodología cualitativa, herramienta par investigar los fenómenos que ocurren en el aula. La investigación educativa. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología, 4(2), 109-139. [ Links ]

Unesco (1999). Movimiento mundial para la cultura de paz y no violencia. p.12. Quito: Autor. [ Links ]

Unidad para la atención y reparación integral a las víctimas. (2014). Convivencia, Reconciliación y Paz. Recuperado de https://www.academia.edu/28367657/Convivencia_Reconciliaci%C3%B3n_y_PazLinks ]

Universidad de los Andes. (2012). El proceso del Caguán: ¿una oportunidad fallida? . Documentos del Departamento de Ciencia Política No. 16, 10-12. [ Links ]

Universidad Jorge Tadeo Lozano. (2012). ¿Qué tienen que ver los medios de comunicación y la construcción de la paz? Cuadernos Paz a la Carta No. 2, 2-3. [ Links ]

Urra, E., Muñoz, A., & Peña, J. (2013). El análisis del discurso como perspectiva metodológica para investigadores de salud. Enfermería Universitaria 10 (2), 40-57. [ Links ]

Van Dijk, T. (1990). La noticia como discurso. Madrid: Paidós Comunicación. [ Links ]

Van Dijk, T. (1994). Discurso, poder y cognición social. Conferencias de Teun A. Van Dijk. Cuadernos No. 2 Año 2. [ Links ]

Van Dijk, Teun (1997). Racismo y análisis crítico de los medios. Paidós: Barcelona. [ Links ]

Van Dijk, T. (2002). El análisis crítico del discurso y el pensamiento social. Athenea Digital , Núm. 1, 18-24. [ Links ]

Vasilachis de G., I. (2007). El aporte de la epistemología del sujeto conocido al estudio cualitativo de las situaciones de pobreza, de la identidad y de las representaciones sociales. Forum: Qualitative Social Research , Vol 8, No 3, 1-20. [ Links ]

Walteros, D. (2011). Las concepciones de la construcción de paz: entre estabilidad y eficacia. En U. J. Paz, Estado y ciudadanía para la paz. (pp.17-32). Bogotá: Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. [ Links ]

Zaldua, A. (2006). El análisis del discurso en la organización y representación de la información-conocimiento: elementos teóricos. ACIMED v. 14 n.3, 1-16. [ Links ]

Zapata, M. L. (2009). Acción sin daño y reflexiones sobre prácticas de paz. Una aproximación desde la experiencia colombiana. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. [ Links ]

1Investigación realizada y aprobada como trabajo de grado en la Maestría Paz, Desarrollo y Ciudadanía, Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO, junio de 2019

Citar así: Grajales Sánchez, G. & Martínez Arévalo, J. (2020). Tendencias, trayectorias y relaciones de poder en el dicurso de construcción de paz en el periódico El Espectador. El Ágora USB, 20(1). 112-129. DOI: 10.21500/16578031.4184

Recibido: 01 de Octubre de 2019; Revisado: 01 de Noviembre de 2019; Aprobado: 01 de Diciembre de 2019

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons