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El Ágora U.S.B.

Print version ISSN 1657-8031

Ágora U.S.B. vol.23 no.1 Medellin Jan./June 2023  Epub Oct 09, 2023

https://doi.org/10.21500/16578031.6302 

Resultado de investigación

Juventud y educación digital en tiempos de pandemia: el caso de una universidad mexicana*

Youth and Digital Education in Times of Pandemic: The Case of a Mexican University

Gerardo Yorhendi Ceballos Marín1 

Rocío López González2 

Juan Carlos Ortega Guerrero3 

1Maestro en Producción Editorial por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Actualmente es estudiante de Doctorado en Innovación en Educación Superior del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior de la Universidad Veracruzana. México. Líneas de interés: estudiantes, educación superior y cultura digital. Contacto: yorhendi@gmail.com Orcid: http://orcid.org/0000-0003-4105-0672

2Doctora en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México. México Contacto: rociolopez@uv.mx Orcid: http://orcid.org/0000-0001-7597-5126

3Doctor en Investigación Educativa por la Universidad Veracruzana. Contacto: juaortega@uv.mx Orcid: http://orcid.org/0000-0002-2796-7639


Resumen

Los grupos que se han visto más impactado por la pandemia por COVID-19, en las instituciones de Educación Superior, fueron los estudiantes. Por tal motivo, se realizó un estudio con enfoque cualitativo en la Universidad Veracruzana, México, con la finalidad de conocer sus experiencias personales, tecnológicas y escolares durante la pandemia, así como sus expectativas post/pandemia. Los resultados invitan a reflexionar sobre diversas estrategias para el diseño de políticas educativas orientadas a apoyar la formación de los estudiantes universitarios. El presente trabajo de investigación se reconoce que las condiciones estructurales de la desigualdad social y brecha digital de los universitarios no son las más óptimas para su formación universitaria en modalidad presencial, virtual o hibrida, en este sentido, es posible detectar ciertas dificultades estructurantes en el ámbito escolar de los jóvenes universitarios y la falta de crear y constituir una universidad hibrida en las instituciones de educación superior.

Palabras clave: Educación superior; estudiantes; pandemia; tecnologías de información y comunicación

Abstract

The groups that have been most impacted by the COVID-19 pandemic, in Higher Education institutions, were the students. For this reason, a qualitative study was conducted at the Universidad Veracruzana, Mexico, in order to learn about their personal, technological, and school experiences during the pandemic, as well as their post-pandemic expectations. The results invite to reflect on different strategies for the design of educational policies geared to support the education of university students.

Keywords: Higher Education; Students; Pandemic; Information, and Communication Technologies

Introducción

La contingencia sanitaria debida a la enfermedad viral COVID-19 ha trastornado a los sistemas de Educación Superior de todo el mundo (UNESCO-IESALC, 2020). Esto ha generado que diversos estudiantes universitarios (tanto urbanos, semi - rurales y rurales), con escasos recursos económicos, se hayan enfrentado a la necesidad de trabajar ante la difícil condición económica de sus familias derivada del cierre de negocios; otros han tenido que adecuarse a los modelos de educación en línea sin contar con dispositivos digitales (computadora personal o teléfono inteligente) o una red estable de Internet; y algunos más se han visto obligados a estudiar sin contar con el apoyo docente ni con las instalaciones que les permitieran reforzar los conocimientos de sus asignaturas.

Una situación que se ha visibilidado con la pandemia de COVID-19 es la fragilidad emocional de los estudiantes. La OECD (2022) menciona que cerca del 90% de sus países asociados están llevando a cabo estudios para evaluar la salud mental de sus estudiantes a través de medir los niveles de estress, ansiedad o depresión. Esto contrasta con, por ejemplo, que sólo el 70% de los miembros de la OECD estén midiendo la eficacia de las estrategias de educación a distancia durante el cierre de las escuelas. El paulatino regreso a actividades académicas presenciales obligará a las instituciones educativas a elaborar programas para atender este aspecto en su población estudiantil.

En este sentido, es notable que los jóvenes estudiantes universitarios en tiempos de pandemia por COVID-19 se han convertido en objeto de estudio de múltiples áreas disciplinares, desde las Ciencias Sociales como la Pedagogía, la Sociología, la Filosofía y la Antropología; pero también de las Ciencias de la salud, como la Psicología clínica y la Medicina; además, también sus condiciones han sido valoradas desde áreas disciplinares como la Economía, la Estadística, y la Informática (Ojeda, Behar y Grima, 2021). Toda esta combinación de metodologías disciplinares han posibilitado la interdisciplinariedad del tema de estudio, de forma que han surgido nuevas interpretaciones a partir de la vinculación con estudios de frontera, muchos de los cuales aún se mantienen en el terreno especulativo.

Este trabajo tiene como objetivo analizar las experiencias de los estudiantes de una universidad mexicana: la Universidad Veracruzana (UV) a raíz de la pandemia generada por la COVID-19, particularmente en el ámbito escolar.

Marco referencial de la investigación

Desde el contexto internacional, se ha destacado que las problemáticas educativas de los jóvenes universitarios se deben, principalmente, a la desigualdad social y la denominada brecha digital, entendida como “aquellas personas que no tienen acceso a las TIC y que, aunque lo tengan, no saben utilizarlas de manera óptima para su beneficio” (Mendoza y Caldera, 2014, p. 126).

Al respecto, diversos autores (Pacheco, 2010; Goldthorpe, 2012; Guzmán, 2013; y Chehaibar, 2020) han puesto de manifiesto que los estudiantes universitarios mexicanos, sobre todo en el ámbito rural, se encuentran en una situación de inequidad y retraso en aspectos claves de la educación digital, como la infraestructura escolar, la conectividad de banda ancha, el equipamiento, el software, la formación y la capacitación de los trabajadores de la educación.

Cabe destacar en este punto que los jóvenes universitarios de centros urbanos de las principales zonas metropolitanas, donde usualmente se encuentran los campus universitarios, en general poseen un alto nivel de competencias tecnológicas, un capital cultural objetivado (en cuanto al nivel de escolaridad de los padres) y un consumo cultural alto (en lo concerniente a la compra de libros, visitas al cine y eventos culturales, viajes nacionales e internacionales, etc.), en comparación a los estudiantes del nivel de educación superior de zonas rurales. Sumado a ello, estos jóvenes de clase media-alta (reconocidos como “de élite”) suelen contar con el apoyo económico de sus familias, por lo que no sólo se forman en universidades públicas, sino que tienen la capacidad económica para integrarse a instituciones de educación superior privadas, contando con una educación de mayor calidad, replicando la que recibieron sus progenitores, como refería (Casillas et al., 2001). En contraposición, los jóvenes rurales buscan contar “con características distintas a las de sus progenitores, con las cuales puedan estar en mejor situación para enfrentarse a los nuevos retos de la ruralidad y la urbanidad” (Pacheco, 1999, p. 1). Para ello, los jóvenes rurales suelen emigrar a zonas metropolitanas para realizar sus estudios profesionales como una estrategia de sobrevivencia temporal, con la finalidad de generar la economía necesaria para su reproducción social y cultural (Spencer, 2009).

Esta situación no ha cambiado en las últimas dos décadas, pues Lloyd (2020) resalta que, en México, los estudiantes de instituciones privadas tienen mayores posibilidades de acceder diariamente a las clases en línea, contando con profesores capacitados y con mayor experiencia en el acceso a las TIC. En las universidades públicas, el gobierno ha intentado subsanar esta desigualdad mediante algunos materiales y recursos didácticos en radio, TV e Internet.

En torno a esta dificultad, la UNESCO-IESALC (2020) refiere que la enorme brecha digital entre países se ha acrecentado aún más durante la contingencia sanitaria, sobre todo en cuanto a la adopción del aprendizaje en línea (e-learning) para garantizar la continuidad pedagógica de los alumnos, la cual ha sido rechazada por diversas organizaciones estudiantiles de países africanos, al considerar que “es una solución inasequible, poco práctica y elitista” (p. 20).

La gravedad de estas diferencias se vio reflejada, mientras en las IES de países ricos no hubo una deserción notable (pues su educación a distancia digital cubría entre el 80% y el 85% de la población estudiantil), en las naciones subdesarrolladas el abandono escolar se incrementó de forma significativa ante los altos costos para continuar con las clases en línea, puesto que la cobertura de sus sistemas de educación virtual no llega al 50%. Adicionalmente, las proyecciones de la ONU calcularon que casi 24 millones de estudiantes de todos los niveles educativos podrían abandonar los estudios debido a dificultades económicas (García, 2021).

Complementando esta perspectiva, los datos de la UNESCO (2020) también apuntan que la mitad del número total de estudiantes (alrededor de unos 826 millones) se mantuvieron fuera del aula a causa de la pandemia COVID-19, debido a que no tenían acceso a una computadora en el hogar; además, el 43% (706 millones) no contaba con Internet en casa, lo que complicó en gran medida su continuidad educativa.

Por su parte, Casanova (2020) considera que los jóvenes universitarios, además de las limitaciones tecnológicas, también han tenido que enfrentar distintas tensiones ante la emergencia sanitaria, como son la escasez de productos médicos y alimenticios en sus respectivas zonas geográficas; la obligación de ingresar en el ámbito laboral sin experiencia suficiente; la pérdida de la convivencia académica entre compañeros; y la falta de recursos para desarrollar una educación de calidad en línea.

En el caso de México, la suspensión de todas las actividades económicas, sociales y educativas del país se dio en marzo de 2020, lo que llevó a que las clases en las IES se efectuaran mediante plataformas en línea por más de un año, hasta aproximadamente agosto de 2021, aunque con periodos de retorno a las sesiones virtuales o con una modalidad híbrida (presencial-virtual), la cual, incluso, ha persistido hasta la actualidad en varias universidades públicas y privadas. Todo ello ha provocado una extendida incertidumbre entre los jóvenes universitarios con respecto al desarrollo de su trayectoria académica, sobre todo en lo concerniente a la obtención de los objetivos educativos planteados en sus planes de estudio.

Con respecto a los estudios efectuados en las IES mexicanas sobre afectaciones de los estudiantes durante la pandemia, pueden mencionarse las siguientes conclusiones:

  1. Los estudiantes poseen competencias tecnológicas y disposición para hacer uso de las comunidades digitales, aprovechando estos recursos en la medida de sus posibilidades. No obstante, un gran porcentaje de los estudiantes no utilizaron las comunidades virtuales de aprendizaje durante el confinamiento por el COVID-19 debido, particularmente, a que sus docentes no las emplean como herramientas para reforzar su enseñanza y aprendizaje (Dzib, 2020).

  2. Los estudiantes consideran como ventajas la disponibilidad de información y aprendizaje colaborativo; contaron con mayores habilidades para manejar diferentes aplicaciones tecnológicas durante la contingencia sanitaria del COVID-19: plataforma Moodle donde el maestro les compartía materiales de los cursos; videoconferencias a través de Google Meet; y consultar información por medio de los diferentes buscadores para la elaboración de trabajos. Como desventajas los jóvenes mencionaron las fallas constantes en la conexión de Internet y numerosas distracciones durante la clase (Sapién et al., 2020).

  3. Los estudiantes presentaron problemas de salud, como la falta de inestabilidad en el estado de ánimo, alteraciones en el sueño y alimentación y violencia familiar (Corona y González, 2021). Aunado a ello, durante la crisis sanitaria han padecido alteraciones socioemocionales como desesperación, miedo y frustración, los cuales les provocaban estrés, ansiedad y depresión, sobre todo ante la pérdida de contacto con sus compañeros de clase, profesores y familiares, así como por la enfermedad o la pérdida de seres queridos, como refieren varios autores (González, 2020; Hernández y Valencia, 2020; Pérez, 2020; Santana, 2020).

  4. Los estudiantes consideran que la mayor parte de los contenidos se pudo cubrir con éxito, sin embargo hubo temas prácticos que no pudieron profundizarse, y otros no se abordaron. Reconocieron que no les gustaría tomar sus clases completamente en línea (Balderas, Roque, López, Salazar y Juárez, 2021).

  5. Los estudiantes presentaron problemas de conectividad estable y disposición de los dispositivos tecnológicos necesarios (pues en numerosas ocasiones estos eran prestados o compartidos con los demás miembros de su familia), además de que en sus hogares solían estar expuestos a muchas distracciones personales y familiares (Dzib, 2020; Sapién, 2020; Balderas, 2021; Corona y González, 2021).

Marco contextual

En cuanto a las circunstancias particulares en el Estado de Veracruz, México, debido al alto número de pobladores y a las condiciones propias de su geografía y demografía, fue una de las entidades de la República Mexicana con mayores casos de contagio (Gobierno del Estado de Veracruz, 2021). Para la UV, esto significó el tener que hacer un esfuerzo monumental al verse obligada a reforzar sus tecnologías educativas, propias como la plataforma institucional EMINUS y comerciales como Microsoft Teams y Colabora 365, entre otros recursos digitales. Asimismo, dicha Universidad emitió el plan de contingencia para salvaguardar la salud de los jóvenes estudiantes y garantizar el cierre de los ciclos escolares febrero-agosto del 2020 y septiembre 2020-enero 2021.

En el periodo abril 2020-marzo 2021, la Dirección General de Administración Escolar de la UV reportó que sus índices de deserción aumentaron, puesto que 528 estudiantes solici taron su baja de la institución de manera definitiva, mientras que 494 lo hicieron de forma temporal. La mayor parte los estudiantes que desertaron fueron hombres (51.56%), sin embargo se carece de información de los factores que afectaron a la deserción.

Cabe destacar que la región con más solicitudes de baja fue el campus Xalapa con 509 solicitudes (La Universidad Veracruzana cuenta con cuatro regiones a lo largo del estado de Veracruz: Xalapa, Orizaba-Córdoba, Poza Rica-Tuxpan y Coatzacoalcos-Minatitlán), de las cuales 303 fueron temporales y 206 definitivas (Cortés, 2021). En esta zona, la Licenciatura en Derecho fue la carrera con mayor deserción, con un total de 50 estudiantes que decidieron darse de baja (17 de ellos definitivamente). Otras carreras en el campus Xalapa que presentaron bajas fueron Ingeniería Civil (41), Psicología (24), Cirujano Dentista (39), Enfermería (34), Ingeniería Química (34), Médico Cirujano (32) y Pedagogía (38). Por su parte, en la región Veracruz-Boca del Río desertaron 183 alumnos, 91 de manera temporal y 92 definitivamente. A su vez, en la zona Poza Rica-Tuxpan se presentaron 117 bajas; en la región Orizaba-Córdoba, 104; y en la de Coatzacoalcos-Minatitlán, 36 (Cortés, 2021).

Atendiendo a las causas de estos abandonos, se identificó que el principal motivo por el que se dieron de baja los estudiantes de la UV, en el lapso marzo 2020-junio 2021, fue que varios de ellos decidieron que era mejor regresar a sus lugares de origen y retornar cuando la clases volvieran a ser presenciales, pues muchos consideraron que llevar una educación a distancia o totalmente digital, les generaba más gastos (pagar electricidad e Internet, así como comprar dispositivos tecnológicos o renovar equipos), además de los costos que ya cubrían de agua, renta de departamento y alimentos en Xalapa. Sumado a lo anterior, al no encontrar un trabajo para ganar un dinero extra en esta zona, debido a la cuarentena y el cierre de negocios, no les quedó otra alternativa que volver a sus localidades, muchas de las cuales tenían conectividad limitada y, en casos extremos, nula.

Esta situación fue común entre los jóvenes universitarios que provenían de lugares semi-rurales o rurales, como es el caso de los estudiantes de la Universidad Veracruzana Intercultural, la cual comprende cinco sedes: Huasteca, Totonacapan, Grandes Montañas y Las Selvas.

Cabe resaltar que, tras la vacunación del personal educativo de la UV, en agosto de 2021 los estudiantes pudieron retornar a clases en la universidad bajo un sistema híbrido, sin embargo, la deserción temporal o definitiva de los jóvenes estudiantes siguió presente en esta Universidad, aunque en menor medida en comparación a los ciclos anteriores.

Posteriormente, durante el semestre enero-julio de 2021, la Dirección General de Comunicación Universitaria emitió comunicados semanales o quincenales donde se manifestaron las actividades académicas, administrativas y técnicas que se realizarían vía remota durante ese semestre, de acuerdo al semáforo epidemiológico nacional y estatal. Estos comunicados fueron publicados en el portal web de la UV llamando “Plan de contingencia” alojado en el siguiente link: https://www.uv.mx/plandecontingencia/

En el semestre ya mencionado, el Gobierno del Estado de Veracruz anunció en un comunicado (2021) un pronto regreso a clases presenciales de manera escalonada, pero solamente en los sistemas educativos básico y medio superior. Para facilitar el regreso a las aulas, entre abril y mayo de 2021 se vacunó a todo el sector educativo (directivos, docentes, administradores y auxiliares) de la entidad, así como a la gran mayoría del personal educativo de la UV, aunque no se regresó a clases presenciales por completo, manteniéndose un modelo híbrido para el semestre agosto 2021-enero 2022.

Es importante destacar que el regreso a clases presenciales en la UV, fue en el ciclo escolar agosto 2022-enero 2023, diversas experiencias educativas (o materias) continuaron siendo virtuales o híbridas. Para organizar lo que se denominó “regreso a clases responsable”, en marzo de 2022, la UV aplicó una encuesta a los alumnos encontrando que más del 72% de los que respondieron no tenían ningún problema para regresar a actividades presenciales (31 509 de un total de 43 433 respuestas obtenidas); el 98% se había vacunado y 63% ya había recibido el refuerzo. Respecto a su situación emocional, el 55% manifestaba haber presentado algún trastorno de ansiedad, pánico, alimentación, desarrollado fobias o depresión (DGAE, 2022).

Metodología

Para conocer las experiencias de los estudiantes durante la crisis sanitaria, se realizó una investigación de carácter cualitativo. Para ello, se elaboró una guía de entrevista de 22 preguntas estructuradas en cuatro categorías: 1) Características personales: se indagaron aspectos relacionados como las condiciones de vivienda y lugar de residencia; ámbito familiar y condiciones económicas; 2) Acceso a la tecnología: principalmente se enfocó en conocer aspectos relacionados con el acceso y uso de los dispositivos digitales y acceso a Internet; 3) Actividades escolares y uso de las tecnologías digitales: estuvo centrada en conocer la dinámica escolar, comunicación entre profesores y alumnos, habilidades digitales, rendimiento académico, y limitantes y obstáculos de aprendizajes; y 4) Medidas preventivas y expectativas postpandemia: esta última categoría estuvo centrada en los cuidados y prevención de la salud, expectativas educativas y apoyo institucional.

En total participaron 15 estudiantes, cuyas edades se encontraban entre los 19 a 25 años, pertenecientes a las seis áreas académicas del campus Xalapa (Artes; Ciencias de la Salud; Técnica; Económico-Administrativa; Ciencias Biológicas y Agropecuarias; Humanidades). Todos ellos pertenecían al sistema escolarizado durante el periodo académico comprendido de febrero a julio del 2022. Se seleccionaron estudiantes de distintos semestres (a partir del tercero), tomando en cuenta que son jóvenes que ya están más incorporados a la Universidad, por lo que conocen la dinámica socio-escolar, el modelo educativo y el código de ética y/o reglamento escolar. Cabe señalar que se contó con ocho estudiantes foráneos en su mayoría pertenecientes a diversos municipios a lo largo del Estado de Veracruz, excepto uno oriundo de Oaxaca.

Para la selección de los participantes se compartió una convocatoria abierta en Facebook (más de dos meses) y se asistió a diferentes facultades donde se invitó directamente a los estudiantes a participar. Las entrevistas fueron efectuadas en los meses de mayo - junio de 2022, siendo 13 presenciales y 2 virtuales (a través de la plataforma de videoconferencias Zoom), con una duración aproximada 56 minutos.

Es pertinente indicar que fue difícil entrevistar a los jóvenes porque muchos no deseaban participar, ya sea porque tenían clases, estaban haciendo servicio social, prácticas de campo o simplemente estaban realizando un trámite. Sin embargo, cuando fueron entrevistados, la mayoría de los universitarios se vieron con disposición y abiertos al diálogo, algunos tímidos y otros dispuestos a expresar sus necesidades en el ámbito escolar.

Debe resaltarse que muchos jóvenes deseaban ser escuchados, lo que se vió reflejado en la duración total de cada entrevista. Los estudiantes más participativos eran los jóvenes de semestres más avanzados, mientras que los jóvenes de semestres inferiores se notaban nerviosos y con poco que contar sobre sus experiencias educativas en tiempos de pandemia.

Se hizo registro audiovisual de los testimonios, para lo cual se utilizaron equipos de grabación de video y audio, esto con la finalidad de recolectar íntegramente las experiencias narradas por los participantes, incluyendo gestos, ademanes y reacciones por parte de ellos al interrogatorio. El análisis de las entrevistas se realizó de manera manual y con el apoyo del software MAXQDA 2022.

Principales hallazgos

En cuanto a las características personales, se encontró que casi todos los estudiantes entrevistados eran oriundos del estado de Veracruz, y sólo uno perteneciente al estado de Oaxaca. Así mismo, la mayoría de los estudiantes afirman que las condiciones de su vivienda son intermedias, y tienen las pertenencias escolares necesarias para realizar sus tareas, aunque hubo dos que las consideraron como bajas, sobre todo en lo concerniente a la infraestructura tecnológica y a las condiciones económicas.

La gran mayoría de los estudiantes entrevistados describieron el ambiente familiar en que se desenvuelven como regular, es decir, consideran su ámbito familiar estable, únicamente un universitario consideró que su entorno familiar era malo. Esto dejó en claro que, la mayoría de las y los estudiantes cuentan con un entorno que les brinda el apoyo suficiente para que cuenten con vivienda y los recursos económicos que les permitieron desarrollar sus actividades escolares desde casa.

Es importante destacar, que aun cuando la mayoría de los estudiantes cuentan con condiciones familiares regulares o buenas que facilitaron su tránsito educativo a distancia, un informante se encontró en situación de vulnerabilidad:

...para el trámite del Internet es muy complicado porque como está muy lejos. se necesita dar muchas vueltas. y pues para dar muchas vueltas se necesita mucha solvencia económica y a veces pues no es que no se pueda, sino de que a veces no estoy, por ejemplo, con mis familiares y como no estoy cerca de mis familiares no me pueden solventar. este (piensa). dinero o ciertos recursos para que yo me pueda movilizar mejor. (Adrián).

Refirieron además que, al no contar con las condiciones económicas suficientes, tal como lo señala Carlos quien necesitó ayudar a su familia para obtener algunos ingresos extras y apoyarles:

.por las tardes ya nada más me dedicaba al negocio y a hacer. mis tareas, digo era complicado porque sí tenía que hacer lecturas era molesto tener que estar parándote cada pues (piensa). no sé (ríe) cada que te llegaba un mensaje y tenías que entregar y entonces te desconcentrabas de tu. de tu tarea. (Carlos).

Con relación al acceso a la tecnología, se identificó que la mayoría de las y los estudiantes comentó tener contratado (ya sea en sus casas o en la casa del familiar a donde van a realizar la tarea) un servicio de Internet, la mayoría considera tener un acceso medio a la red global. Algunos de ellos, mencionaron que la calidad de Internet del proveedor no es óptima, por lo cual, tuvieron que aumentar el ancho de banda, y en casos extremos, tuvieron que cambiar de proveedor, ocasionando gastos de instalación para obtener una banda ancha más estable y óptima.

Pues. (pausa) tuvimos dificultades porque. hubo un tiempo en que. se descompuso el modem, entonces nos quedamos sin Internet como una o dos semanas, y pues a veces de que falla la señal y...me acuerdo que el semestre pasado, también en talleres, tuve muchos problemas con el internet porque no. no me llegaba bien la señal. Entonces, yo pensé que era la señal de la maestra (risas) hasta que me dijo que no, que era el mío. Entonces, pues tuve que hablar a Telmex para pues preguntar ¿qué estaba pasando? y me dijo que era un fallo, pero pues sí tardo. mucho y no mandaban al técnico. Entonces tuve muchos problemas para entregar mis trabajos y para entrar a clases. (Matías).

Así mismo, otra estudiante señaló:

.muchas veces no tuve acceso a Internet, por lo mismo de que en el piso de arriba pues mis familiares también estudian, tengo primos que estudian todavía o que están tomando carreras en línea y pues era difícil que se pudiera distribuir el Internet, y pues yo me sentía rara, pues no tenía yo derecho a exigir que se me diera una conexión apropiada (Teodora).

Respecto del tipo de dispositivos con los que contaron los estudiantes, se halló que casi todos tuvieron celular, en menor medida laptop y computadora de escritorio (no en las mejores condiciones); seguido de la impresora y la tableta. Sin embargo, consideraron que el dispositivo de mayor uso durante la pandemia fue la Laptop.

Se reconoció que todas y todos los estudiantes utilizaron Internet para conectarse a las redes sociales, las cuales representaron el principal distractor en este orden: Facebook, WhatsApp, YouTube, TikTok, Twitter e Instagram.

Por otro lado, la mayoría consideró que sus habilidades digitales eran regulares, aunque hubo un sector importante que las catalogó como altas. Las respuestas proporcionadas por los estudiantes permitieron ver que muchos se fueron capacitando en distintos programas conforme fue desarrollándose la pandemia, pero aun así no refirieron que sus destrezas tecnológicas hayan mejorado tanto. De hecho, algunos mencionaron haber mejorado sus habilidades para la edición de video, el uso de herramientas colaborativas y la paquetería de Office (en especial, Excel y PowerPoint).

las aplicaciones que utilizamos sí mejoraron, yo no sabía utilizar Zoom, no sabía utilizar, creo que ninguna aplicación de videollamadas, pues creo que con la pandemia se nos tuvo que hacer costumbre el saber utilizarlas, mínimo para juntar, una tarea, un archivo o poder iniciar una reunión con nuestros maestros, creo que sí, claramente las habilidades tecnológicas se tienen que agudizar porque de otra manera pues no, no veríamos, como alternativa el llevar a cabo un semestre en línea. (Ángel) .

En este sentido, otro estudiante mencionó:

Pues aprendí a usar mejor toda la paquetería de Office y aprendí a usar más aplicaciones de mi carrera, siento que ya mejoré en la cuestión de AutoCAD, apenas estoy llevando esa experiencia. Entonces, pues sí, siento que me ha servido (Matías).

En cuanto a la comunicación digital con diferentes personas, se encontró que la familia y los compañeros de escuela fueron los más mencionados por los estudiantes, siendo el principal medio de conexión el teléfono celular, haciendo uso de WhatsApp, llamadas y video-llamadas.

Varios de los entrevistados resaltaron que la educación en línea les brindó mayor oportunidad para realizar actividades domésticas, académicas y laborales que no podrían haber llevado a cabo de encontrarse estudiando de forma presencial.

En el caso de las actividades escolares y uso de las tecnologías digitales, la mayoría calificó su rendimiento durante la pandemia como “regular”, aunque también se ubicó un sector importante que lo valoró como “bajo”. En contraste, sólo tres personas valoraron a este criterio como “alto”. Lo anterior, permite vislumbrar que la mayoría consideró que la educación en línea no logró cubrir en su totalidad sus requerimientos académicos, pues durante la pandemia se vio muy limitado el desarrollo de las actividades escolares.

En efecto, cuando se les preguntó sobre sus avances en el aprendizaje bajo la modalidad digital, varios comentaron que sí han conseguido mejorar sus conocimientos y habilidades, aunque también mencionaron no haber llegado a un desarrollo profundo, pues reconocieron que el contacto físico y los ambientes reales también son importantes. Resultó evidente el deseo de la mayoría por regresar a clases presenciales, sobre todo para tener una mayor convivencia con sus compañeras/os maestras/os y amigas/os, pues percibieron que la educación virtual casi no les dio esa posibilidad, además consideraron que la presencialidad les brinda la oportunidad de tener una mayor libertad, en lugar de estar encerrados en casa.

...me costó adaptarme, yo creo que la primera semana, las primeras dos semanas, ya después me seguí derecho ¿no? O sea, como que ya empecé a dominar más el tema del contacto con las demás personas, y el saber cómo relacionarse porque pues esta reinserción social sí costo un poquito (Sofía).

Hay que mencionar, además que las principales limitaciones en el proceso de aprendizaje durante la pandemia, fueron con mayor frecuencia afectaciones socioemocionales (respuesta que llama la atención sobre el aspecto emocional, el cual ha sido muy poco estudiado), en segundo lugar dificultades para la interacción social, en tercer lugar complicaciones en la movilidad, seguida de desmotivación, saturación por carga de tareas, distracciones, falta de espacios de estudio, y finalmente por contagio de COVID-19, entre otras. Como se puede apreciar en la Figura 1. Limitantes y obstáculos de aprendizaje, los estudiantes coincidieron señalar las afectaciones socioemocionales, como señala Sofía:

.mi mayor obstáculo fue lo emocional porque. osea si me pegó muchísimo de que no sabíamos si íbamos a regresar, si continuábamos, si no continuábamos. Entonces no sé, osea, me podía pasar cualquier cosa, pero creo que lo emocional era lo que más influía, sí me daba como la tristeza así repentina de que ya nunca íbamos a salir de la pandemia, sí era como que ¡ay! ya para que le echo ganas a la escuela. (Sofía).

Así mismo, la retroalimentación de tareas fue escasa, además algunos informantes externaron limitantes y obstáculos en el aprendizaje: socioemocionales, interacción social y desmotivación, principalmente.

Atendiendo a la dinámica escolar, casi todos los estudiantes consideraron que el trabajo en línea fue muy pesado, es decir, la educación en línea demandaba más tiempo, lo que ocasionaba cansancio físico y mental.

Es importante mencionar, que la mayoría de los informantes percibieron la dinámica escolar durante la pandemia como muy monótona, es decir, sólo algunos informantes la valoraron positivamente, es decir, que los estudiantes realizaban diferentes actividades digitales relacionadas con lo escolar.

Con respecto a la comunicación estudiante-docente, la mayoría de los estudiantes coincidieron en manifestar que fue constante, sólo algunos la consideraron insuficiente, lo anterior, permite reconocer que si bien, existen los canales de comunicación entre alumnos y docentes, persistieron algunas dificultades y obstáculos para la interacción en tiempo real entre profesores y alumnos, pues, aunque los entrevistados mencionaron y describieron el uso de diversos programas para estar en comunicación con sus maestros y compañeros de clase: Zoom, Google Meet, Teams, Eminus, correo institucional y WhatsApp, la comunicación se diluía conforme avanzaban el semestre, principalmente con aquellos profesores de la tercera edad que no incursionaron en la misma medida en el uso de las aplicaciones en línea.

Finalmente, respecto a las medidas preventivas y expectativas postpandemia, un gran número de estudiantes afirmó tener cuidados ante el contagio del COVID-19, la principal razón se relacionaba más con prevenir el contagio de su familia o sus padres, que en su mayoría eran de la tercera edad. Así mismo, consideraron como un aspecto importante estar consciente sobre la prevención de la salud, como señala Teodora:

...obviamente a las personas que estaban a mi alrededor como mis abuelos, pues sí, entonces ahí estuvo difícil. por la perdida. Sí se llegaron a contagiar, por alguna razón mi mamá, yo y mi hermana no (ríe) entonces este. pero la pérdida en lo emocional sí sufrieron mucho y pues como vivimos juntos, ahí es cuando. o todos tenemos que hacer algo ¿no? entonces sí tenía yo como más actividades porque a lo mejor alguno no tenía ganas de levantarse, porque se sentía mal, estaba triste o tenían que apoyar en cuestiones de. dónde lo van a enterrar, los pagos, lo rezos, entonces había como más movimiento, pero no era un movimiento positivo (Teodora).

En lo correspondiente a las expectativas educativas, los alumnos manifestaron en primer lugar, la necesidad de contar con becas que les permitan contar con recursos para seguir estudiando; en segundo lugar, apoyo psicológico (en cuanto a los requerimientos de atención de ciertos padecimientos, varios de ellos derivados de la crisis sanitaria); en tercer lugar flexibilidad por parte de la escuela y los docentes, esto con la intención de poder ajustar sus horarios y actividades; y en la cuarta posición, se señalaron los protocolos sanitarios de cuidado, así como la solicitud de una mayor y mejor infraestructura tecnológica.

Pasando al aspecto del apoyo institucional, la mayoría lo calificó entre “bueno” y “regular”, pues los informantes expresaron que sus facultades sí les dieron facilidades para poder efectuar sus trámites de manera virtual y acreditar sus experiencias educativas.

De acuerdo con los resultados, los estudiantes mencionaron que lo más importante son las becas para solventar gastos escolares, quizá de vivienda y alimentos, así como psicológicos; confirma Carlos:

...lo que yo busqué fue la beca... el apoyo económico para poder así pagar mi apoyo psicológico, porque ya había experimentado el CEnDHIU, entonces. sé que es algo que no me funciona, así como lo manejan y. ya en esta etapa de mi vida, considerando que he buscado el apoyo desde primer semestre como que (ríe). no tengo ganas de volverlo a buscar la beca... (Carlos).

En segundo lugar, mencionaron el apoyo psicológico mediante la creación, desarrollo y refuerzo de programas que ya existen en la Universidad Veracruzana como: los Centros Centinelas, los Centros para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (CEnDHIU), para tratar asuntos de ansiedad y depresión que sufrieron gran parte de los entrevistados durante la pandemia.

En tercer lugar, los participantes mencionaron la importancia de la flexibilidad educativa dentro de sus experiencias educativas, es decir, se espera de los profesores sean más comprensivos en la entrega de tareas o los posibles problemas para conectarse sincrónicamente a sus clases en línea, como lo señala Adrián:

Pues tal vez que sean más accesibles. ‘más accesibles los profesores'. y más comprensibles, porque hay profesores que literal te dicen que no es su problema, ¡y sí!, no es su problema, pero tampoco es nuestro problema, porque no se pueden controlar algunas situaciones, aunque nosotros queramos. pues ahora sí. responder a lo que ellos nos piden, a veces no se puede, ya sea, porque no tenga uno la facilidad o porque pues básicamente uno no pueda, pues ya sea económicamente o emocionalmente, o dependiendo de cómo esté uno (Adrián).

En cuarto lugar, mencionaron la importancia de seguir con los protocolos sanitarios en la Universidad para minimizar el contagio, pues consideran que la pulcritud personal debe ser esencial en tiempos de contagio, también, los informantes consideraron mejorar las instalaciones universitarias e infraestructura tecnológica para la asistencia a sus clases en modalidad híbrida.

En quinto lugar, consideraron que es importante la capacitación tanto de profesores como de alumnos el uso de las TIC dentro de la Universidad, sobre todo en el uso de plataformas para videoconferencia y, en algunos casos, mencionaron los informantes de áreas técnicas y administrativas, la optimización del manejo de programas especializados correspondientes a sus áreas de estudio.

Para finalizar, los informantes desean que la Universidad Veracruzana ofrezca una mejor calidad de conexión a Internet, pues opinan que sería optimo ofrecer paquetes de conectividad a los estudiantes en tiempos de pandemia y que se encuentran fuera de las zonas urbanas.

Un punto que es necesario enfatizar, es que la mayoría de los alumnos consideraron que sí han recibido apoyo institucional, y pese a que la comunicación con sus docentes y la dinámicas escolar suele ser catalogada como regular, los estudiantes piensan que la educación en línea sí les permitió avanzar, en cierta medida, en su formación educativa. En cuanto a sus expectativas, casi todas las personas entrevistadas aspiran a conseguir becas, pero también requieren de asesoría psicológica, así como de mayor flexibilidad para poder realizar sus actividades escolares y concretar sus objetivos de aprendizaje.

Conclusiones

La mayoría de los estudiantes consideraron que las condiciones de sus hogares fueron regulares para llevar a cabo las actividades académicas en línea, sobre todo en relación a los equipos y programas informáticos, aunque casi todos afirman que tienen el apoyo económico de sus familiares para continuar sus estudios, hubo estudiantes que tuvieron que trabajar o dar de baja experiencias educativas. Aunque prácticamente todos cuentan con celulares, computadoras y red de internet para poder estudiar; sin embargo, varios de ellos reconocen que no cuentan con los espacios adecuados o que su servicio de conexión no funciona correctamente.

Con respecto a las actividades escolares, la dinámica escolar para algunos estudiantes fue buena, para otros fue regular, esta información la podemos corroborar por la poca o mucha comunicación que tuvieron con sus profesores, así como la retroalimentación escasa de sus trabajos, en este sentido, los estudiantes mencionaron que los contenidos de enseñanza-aprendizaje sí se cumplieron en su totalidad, aunque hubo limitantes y obstáculos de aprendizaje.

Además, las distracciones de las redes sociales y los problemas psicológicos (muchos de ellos derivados de la pandemia) también complican que puedan llevar a cabo todas sus actividades académicas, lo que suele afectar su rendimiento escolar, dando como resultado calificaciones bajas y, en casos extremos, darse de baja temporal o definitiva.

Es importante señalar, que la pandemia favoreció las habilidades digitales de los estudiantes, todo fue sobre la marcha, especialmente en el uso de paquetería Office y sistemas de videoconferencias.

En suma, el contagio por el virus ha disminuido considerablemente, pero la contingencia sanitaria aún no ha terminado, por lo que este estudio plantea continuar con la realización de diversas entrevistas que contribuyan en el análisis de las experiencias de los estudiantes desde dos momentos coyunturales: 1) experiencias durante la pandemia (en modalidad digital) y 2) experiencias en el regreso a clases presenciales o sistema hibrido. Cabe destacar que a partir de las evidencias obtenidas, se plantea formular propuestas que permitan redefinir políticas, programas y proyectos educativos que contribuyan a la formación de los estudiantes. Con estos resultados se evidencia la necesidad de que la universidad pueda otorgar mayores becas o paquetes de acceso a Internet a los estudiantes, estrategias de acceso a dispositivos tecnológicos, así como mayor formación y capacitación en el uso a las tecnologías digitales en el ámbito educativo.

De acuerdo a la Dirección General de Comunicación Universitaria (UV, 2022), en julio de 2022 se convoco a toda su población al regreso a clases presenciales, esta desición sorpren dió a algunos sectores entusiastas de los medios virtuales que creyeron se desperdiciaba lo aprendido en la pandemia o que se desaprobechan las instalaciones, como las aulas virtuales, o la virtualización de las experiencias educativas del área de formación básica general (materias comunes a todos los alumnos de nivel licenciatura y que son: Lengua I, Lengua II, Literacidad digital, Pensamiento crítico y Lectura y escritura). Sin embargo, ésta era una lectura errónea de los acontecimientos, ya que era necesario romper la inercia y resistencias en la que algunos sectores universitarios habían caído y que se oponían al regreso presencial; además era la única forma de medir el verdadero impacto del COVID-19 en el abandono escolar. Se ha planeado que para el semestre (febrero-julio de 2023) las medidas de regreso a actividades virtuales puedan ajustarse para hacer uso eficiente de la experiencia adquirida y de las inversiones en tecnología realizadas durante la pandemia.

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*Citar así: Ceballos Marín, G. Y., López Gonzáles, R. & Ortega Guerrero, J. C. (2023). Juventud y educación digital en tiempos de pandemia: el caso de una universidad mexicana. El Ágora USB. 23(1), 208-224. Doi: https://doi.org/10.21500/16578031.6302

Recibido: 01 de Enero de 2023; Aprobado: 01 de Marzo de 2023

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