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Civilizar Ciencias Sociales y Humanas

versão impressa ISSN 1657-8953versão On-line ISSN 2619-189X

Civilizar v.8 n.14 Bogotá jan./jun. 2008

 


Carta del Director

Ignacio Restrepo Abondano
Director Centro de Investigaciones Civilizar

En el ambiente universitario, cada día más, se mueve el tema de los doctorados y de la investigación y con razón. Da la impresión de que luego de un letargo de años, nos dimos cuenta del atraso, de la falta de doctores y por consiguiente de la nula o escasa investigación en las universidades colombianas.

Atravesamos durante muchos años aquello de "que investiguen otros" de acuerdo con la sentencia del famoso rector de la Universidad de Salamanca.

Según datos recientes, en Colombia hoy existen 90 doctorados, con una supremacía innegable de su origen en las universidades públicas, a saber, la Nacional de Colombia, la de Antioquia y la del Valle, fenómeno que evidentemente privilegia a Bogotá, Medellín y Cali. Tal situación nos habla, a su vez, de la pobreza del país en doctores, cuyo número se calcula en 2.3 por millón de colombianos. Y si nos preguntamos por la razón de número tan reducido, podemos mostrar, a manera de ejemplo, el caso de Brasil, que en el año 2007 graduó un total de 9 mil doctores, mientras Colombia no alcanzó sino el número de 56 durante el mismo año.

Existe otro dato relevante: en Colombia la investigación en ciencias sociales y humanas es dominante, con mucho, sobre la investigación en ciencias básicas duras. Todos los días nos enteramos de nuevos descubrimientos en biología, en química, en física y en sus aplicaciones en medicina, en genética, en nuevos fármacos, en electrónica, en nuevos materiales, con su gran influjo en patentes, en la calidad de vida y en la economía en general.

De alguna manera los países con mayor grado de desarrollo, relacionan el número de doctores con altos grados de tecnología, basados en el conocimiento científico.

En relación con las patentes la sola empresa I.B.M. registró entre 1993 y 2003, más de 25.000 patentes. Y más cerca de nosotros, México en 2007 presentó 173 patentes y Colombia solamente 31 y, un dato más global, afirma que durante 39 años -1968 a 2007- "se encontraron 711 patentes que tenían como titular a un colombiano". (Google, Patent search).

El Doctor Jaime Restrepo Cuartas -Representante a la Cámara y ex - rector de la Universidad de Antioquia-, señaló, hace poco, que "Colombia en general tiene un desarrollo muy incipiente porque tenemos una economía que se basa en bienes primarios. Aquí cultivamos banano, plátano, flores, entre otros, pero no damos valor agregado a ninguno de estos productos, porque no hay investigación. Por eso prevalece una pobreza e inequidad enormes".

Y el doctor Félix Londoño, Director de investigaciones y docencia en Eafit, afirma: "se dice que un país es más desarrollado que otro, y la pregunta es: ¿Cuál es la diferencia?. La respuesta es que uno ha creado más conocimiento que otro, tiene más patentes y a partir de éstas, han creado productos y desarrollos".

Cuando se analiza más a fondo la situación de la investigación en Colombia, -de la creación del conocimiento-, se encuentra que de los 90 doctorados existentes solamente una cifra parecida a 30 investigan en ciencias duras, que son las que producen desarrollo tecnológico.

Existe por lo tanto un claro desequilibrio en la investigación a favor de las ciencias sociales y humanas, lo cual no disminuye la importancia que también éstas tienen.

La investigación en ciencias sociales y humanas refuerzan valores, fijan criterios sociales, destruyen prejuicios, ofrecen principios rectores para la sociedad. Sin el conocimiento profundo del humanismo, los mejores descubrimientos y desarrollos pueden convertirse en remedios contraproducentes para la sociedad.

El mejor ejemplo lo encontramos en los desarrollos de ingeniería genética, que sin profundos conocimientos en ética, terminarán por conducir a la sociedad hacia abismos desconocidos.

Por eso sin ignorar la importancia de esta clase de investigación, no podemos echar de menos un mayor equilibrio en conocimientos que aplicados, vengan a solucionar los no pocos problemas de competitividad, eficiencia, desarrollo tecnológico y aún, calidad de vida.

Esta revista está dedicada -a mucha honra- a publicar el trabajo de investigativo en ciencias sociales y humanas. De esta manera contribuimos, de alguna manera, a un desarrollo armónico de la ciencia y, además a alentar un más profundo esfuerzo -en recursos humanos y en resultados-, de la investigación en todas sus áreas.

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