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Civilizar Ciencias Sociales y Humanas

versión impresa ISSN 1657-8953

Civilizar vol.16 no.31 Bogotá jul./dic. 2016

 

Carta del director

Carta del director

Ignacio Restrepo Abondano1 

1 Universidad Sergio Arboleda, Bogotá, Colombia.


No poco bombo está dando el Gobierno nacional con el supuesto "triunfo" en las pruebas de PISA del año 2015, que han sido publicadas en estos días. El presunto éxito mereció una alocución presidencial y una entrevista de la ministra de Educación.

Hasta dónde puede ser una victoria un adelanto en comparación con países semejantes en subdesarrollo al nuestro. Pero ha hecho camino tal metodología, pues también el consuelo en el bajo progreso económico es afirmar que crecemos más que otros subdesarrollados.

De todas formas se afirma como gran triunfo que adelantamos unos puntos en ciencias y en lectura: pero en estos dos renglones el informe sostiene que los alumnos examinados no saben cómo aplicar las primeras ni pueden concretar el contenido de lo leído...

A los supuestos logros el Gobierno nacional los adoba "con lo de que falta mucho por hacer...". Y en esto sí le sobra razón. ¿Por qué no lo hemos hecho? Es la pregunta que merece una respuesta. Hasta donde van los recuerdos, en la creación del Frente Nacional, por allá en 1957 se vio como un gran avance el que se dedicara un 10 % del presupuesto nacional al rubro de la educación. Pero los grandes montos, que hoy parecen ser los de mayor peso en el presupuesto nacional, no han servido de mucho para dar grandes saltos en materia de educación, elemento fundamental del desarrollo humano y consecuentemente del desarrollo cultural y económico.

Es que el país no ha sabido resolver, al menos, dos grandes problemas en materia de educación. El primero es una falta de política pública educativa. No pasamos de micropolíticas que duran -en el mejor de los casos- lo que un gobierno y a veces ni eso, porque se limitan a lo que dura un titular de la cartera de Educación en su cargo.

Aparte -probablemente del asunto presupuestal- ¿qué políticas importantes y continuadas hay en materia de metodología pedagógica? ¿Qué plan se ha tenido para conseguir la formación integral de los alumnos? ¿Qué orientación general ha habido para dirigir a los estudiantes a partir de sus propias condiciones intelectuales? Es necesario aguzar la memoria para encontrar algún plan integral de desarrollo educativo y muy especialmente las personas idóneas para sacarlos adelante.

Sin ir más lejos y citando fuentes conocidas en los medios -y por supuesto sin tener la menor intención de denigrar a la titular actual de Educación-, Luis Grubert, presidente de Fecode, afirmó: "ojalá la nueva ministra de Educación, sepa algo de educación". Y el decano de Comunicación Social

de la Universidad de La Sabana y quien parece que conoce bien a la ministra, dijo: "la nueva carta de Santos en la cartera de educación, llena de incertidumbre a gran parte de los docentes del país, porque todos saben que no tiene experiencia en educación".

Sin embargo, ella viene de dirigir Colciencias y estuvo de asesora temporal de algún viceministro de Educación. Pero esa no es su formación ya que es economista, con especialización en Resolución de Conflictos y maestrías en Estudios Políticos y Estudios de Guerra. Lo que sucede con la actual ministra es lo que pasa con casi todas las personas que han pasado por esa cartera.

Lo segundo, que es tan grave como lo primero, es la sindicalización de los profesores del sector público. Casi que toda la labor de un ministro de Educación consiste en tratar con Fecode. E infortunadamente la Federación no piensa, tampoco, en educación sino en problemas salariales. Y en cualquier enfrentamiento entre el Ministerio y Fecode, sale ganando Fecode, por el chantaje que significa un paro de maestros para el país. Pero, claro está, no aceptan las evaluaciones sobre su rendimiento académico y solo se retiran, lo hagan bien o lo hagan mal, cuando alcanzan una pingüe jubilación.

Mientras problemas como estos no se resuelvan, vamos a continuar con pequeños saltos en materia de evaluación internacional de educación, saltos que unas veces serán hacia adelante y otras veces hacia atrás.

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