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Pensamiento Psicológico

Print version ISSN 1657-8961

Pensam. psicol. vol.9 no.16 Cali Jan./June 2011

 

Significados asociados al futuro laboral: entre la formalidad y la informalidad1

María Claudia Peralta Gómez2

Universidad de La Sabana, Bogotá (Colombia)

1Esta investigación fue financiada por el Fondo Patrimonial de la Universidad de La Sabana. Bogotá. Colombia; y forma parte de la Tesis Doctoral de la autora.
2Doctora en Psicología Social. Coordinadora del grupo de investigación Psicología, Ética y Cultura de la Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Barcelona. Correspondencia: claudia.peralta@unisabana.edu.co

Recibido:08/07/2009 Revisado:02/12/2010 Aceptado:18/01/2011


Resumen

Objetivo. Esta investigación analizó los significados que, desde la subjetividad y en un contexto de grandes transformaciones sociales y laborales, le otorgó un grupo de trabajadores de diferentes condiciones socioeconómicas a su futuro laboral. Método. Se realizaron 30 entrevistas autobiográficas a personas en edad de trabajar y con diferentes niveles ocupacionales y sociodemográficos. Se llevó a cabo un análisis de contenido de los datos recogidos y mediante la herramienta Atlas Ti. Resultados. Se encontraron categorías y relaciones que permitieron concluir que los trabajadores significan su futuro laboral desde trabajos independientes como formas de enfrentar la incertidumbre, las desigualdades y como resistencia ante las prácticas de gestión humana de jefes autoritarios y gran cantidad de horas de trabajo. Conclusión. Se recomienda la revisión de las formas de trabajar en las empresas y las políticas de desarrollo social actual.

Palabras clave: Trabajo, subjetividad, significado, futuro laboral, formalidad, informalidad.


Abstract

Objective. This research analyzed the meanings which, from the point of view of subjectivity, and in the context of great social and labor-related transformations, a group of workers from different socio-economic conditions gave to their future employment situation. Method. 30 autobiographical interviews were carried out with people of working age, and of different occupational and sociodemographic levels. A contents analysis was made of data gathered, and with the Atlas Ti tool. Results. Categories and relationships were found, leading to the conclusion that the workers see their future employment in independent work as a way of facing uncertainty, equality and as a form of resistance against the practices of the authoritarian heads of human resources and long working hours. Conclusión. A review is recommended of the ways of working in companies and the policies of current social development.

Keywords: Work, subjectivity, meaning ofwork, labor future, informality, formality.


Resumo

Esta pesquisa analisou os significados que, desde a subjetividade e em um contexto de grandes transformações sociais e laborais, lhe outorgou um grupe de trabalhadores de diferentes condições socioeconómicas com respeito ao seu futuro laboral. Metodologia. Foram feitas 30 entrevistas autobiográficas a pessoas em idade de trabalhar e com diferentes níveis ocupacionais e sócio-demográficos. Foi feita uma análise de conteúdo dos dados coletados e mediante a ferramenta atlas Ti. Resultados. Foram achadas categorías e relações que permitiram concluir que os trabalhadores significam seu futuro laboral desde trabalhos independentes como formas de afrontar a incerteza, as desigualdades e como resistência ante as praticas de gestão humana de chefes autoritários e grande quantidade de horas de trabalho. Conclusão. É recomendada a revisão das formas de trabalhar nas empresas e políticas de desenvolvimento social atual.

Palavras chave: Trabalho, subjetividade, significação, futuro laboral, formalidade, informalidade.


Introducción

Colombia, inserta en el mercado global, ha llevado a cabo procesos de reorganización económica y estatal, así como cambios estructurales a nivel social y laboral, con repercusiones profundas tanto en la expansión e intensificación de la pobreza como en el incremento de las desigualdades sociales. En un contexto histórico de desigualdad en toda la región, destacado por el Banco Mundial, (2004):

"América Latina sufre de una enorme desigualdad. Se trata, además, de un fenómeno invasor que caracteriza a cada aspecto de la vida como el acceso a la educación, la salud y los servicios públicos; el acceso a la tierra y otros activos; el financiamiento de los mercados de crédito y laborales formales, y la participación e influencia política" (p. 125).

Colombia ocupa el puesto 16 en el índice Gini, que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos, mostrando grandes brechas en igualdad social y siendo sólo superada por Guatemala y Brasil. Esta situación, unida al desplazamiento forzoso como consecuencia de la violencia que ha permeado todas las instancias de la sociedad, ha acentuado el problema de la migración del campo a la ciudad, que ya se venía dando por razones económicas. Los desplazados han incidido en mayores volúmenes de desempleo y en aumentar los cinturones de miseria de las grandes ciudades; situaciones que a su vez han debilitando el incipiente equilibrio social, incrementando la violencia urbana y mantenido una latente perturbación social y política (Ramírez y Guevara, 2006).

Los altos índices de pobreza e inequidad se suman a la precarización del empleo y la informalidad laboral. Factores que se convierten en un círculo vicioso, en el que la situación de inestabilidad laboral produce mayor pobreza y ésta a su vez mayor inestabilidad (Ramírez y Guevara, 2006). En este contexto, al cual se suman los cambios en las políticas laborales (desregulación y flexibilización), los trabajadores experimentan la sensación de un futuro precario y saturado de riesgos, sensación y vivencia de inseguridad que de otra parte es también compartida por quienes han mantenido su empleo o por quienes encontraron trabajo permanente (Stiglitz, 2003). En este escenario, surge la pregunta por la forma como desde la subjetividad de los trabajadores y trabajadoras se significa el futuro laboral. Para dar respuesta a la pregunta se hace un abordaje de los conceptos de trabajo desde su concepción simbólica, así como las nociones de empleo, subempleo y trabajo informal y las formas cómo éstas se comportan en el contexto laboral actual.

El trabajo y la condición laboral

El trabajo ha sido definido como factor relevante para las personas, por ser una actividad en la que se ocupa gran parte del tiempo; es un factor de socialización, al igual que es considerado el principal vínculo de la persona con la realidad. El trabajo también es visto como contexto fundamental para el establecimiento de relaciones sociales e interpersonales, convirtiéndose así en eje de grupos, comunidades y sociedades, a la vez que se asume como núcleo central en la construcción de la identidad personal y social (Álvaro, 1992; Blanch, 1996; Harpaz, 2002; Jahoda, 1987).

Según Salanova, Gracia y Peiro (1996), el trabajo cumple diversas funciones psicosociales, y clasificadas por ellos como: función significativa, al otorgar sentido de vida y de realización. A la vez, brinda estatus y prestigio social. El trabajo también es fuente de identidad personal, así como de medio de supervivencia, en su función económica. Asimimo, el trabajo se constituye en fuente de oportunidades, en un medio para estructurar el tiempo, y en una forma de actividad y ocupación. Por último, el trabajo aporta al desarrollo de destrezas y habilidades, a la transmisión de normas y expectativas, proporciona poder y control; y es un mecanismo de confort, en la medida en que se pueda contar con buenas condiciones físicas, seguridad y un horario de trabajo estable.

Para Marín (2001)y con una visión sociocultural, el trabajo hace parte de la regulación social, de manera que desarrolla un papel destacado para la legitimación de los cambios socio estructurales que afectan distintos contextos y momentos en la mayoría de las sociedades.

Enfocarse en el estudio del trabajo permite una visibilidad sobre otros espacios que se entrecruzan, lo que facilita una mirada sobre la sociedad que, según González (2002), ha estado ausente en la psicología, a la vez que provee medios para apreciar otras construcciones sociales, no exclusivas ni específicas del ámbito de estudio, abarcando el tejido social distante. Precisamente, porque en los espacios relacionales surgen conexiones interculturales complejas que van conformando los modos de actuar y de pensar en cada época. Al mismo tiempo, estas perspectivas no son únicas ni homogéneas, al contrario, presentan polaridades, diversidades; son multidimensionales y dinámicas, porque como señala Schnitman (1998), "la ciencia, los procesos culturales y la subjetividad humana están socialmente construidos, recursivamente interconectados: constituyen un sistema abierto"(p. 18).

De igual manera, en el espacio laboral se recobra la memoria colectiva sobre los valores y las creencias que han surgido en momentos de la historia social de una cultura, y que hacen parte de las significaciones sociales que dan sentido al trabajo y al futuro laboral. Dice Hopenhayn (2001) al referirse al estudio del trabajo: "En la vida contemporánea conviven sedimentos de diversas visiones del trabajo, incorporados en diversos estadios históricos, bajo múltiples cosmovisiones y según diferentes patrones tecnológicos y productivos" (p. 37).

De otra parte, el significado que se da al trabajo es entendido por el estudio internacional Meaning of Work [MOW] (International Research Team, 1987), que realizó una investigación sobre el tema, como un constructo multidimensional, definido en cinco factores: a) Centralidad del trabajo como un rol de vida: grado de importancia que las persona le atribuyen al trabajo. Se divide en centralidad absoluta, importancia general que el trabajo tiene en términos absolutos o globales. Centralidad relativa, importancia dada al trabajo, comparada con otras áreas apreciables de la vida; b) Normas sociales sobre el trabajo: afirmaciones acerca de las expectativas y necesidades relacionadas con el trabajo; desde la perspectiva del individuo y de la sociedad; se relacionan con los valores de cada cultura. El estudio MOW propone dos tipos de valoraciones normativas: el trabajo con énfasis en las obligaciones y deberes; y el trabajo como derecho de los ciudadanos; c) resultados valorados del trabajo: éstos son los productos que la gente busca en el trabajo, desde lo que espera encontrar en su trabajo, como desde la importancia que se le otorga. d) Importancia de las metas laborales; y e) identificación con el rol laboral.

En este sentido, hay que puntualizar que el significado del trabajo que construyen los grupos sociales, se vincula tanto a una realidad político económica comprometida y condicionada por centros de poder, como al imaginario social que lo presenta como centro de la existencia humana. Situación que se refleja en las proclamas que se realizan en la mayor parte de las constituciones nacionales y en las declaraciones de derechos universales, y que contrastan con la realidad vivenciada (Marín, 2004).

Así, en el informe de las Naciones Unidas (2008), sobre los objetivos del milenio, se plantea la meta de lograr empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos, incluyendo mujeres y jóvenes. Para esto, se insta a los gobiernos a garantizar la reducción de la pobreza, como centro de la política pública, desde la estrategia macroeconómica nacional hasta medidas administrativas de carácter local. Se reclama especial atención a la creación de más oportunidades de trabajo decente.

En este orden de ideas, evaluar los significados otorgados al futuro laboral, como propósito de este trabajo, permite dar cuenta de las formas en que las condiciones laborales actuales están propiciando el logro o no de las expectativas y necesidades que se quieran cubrir en la actividad laboral en general. Estudiar estos aspectos muestra las tensiones bienestar/malestar que produce en los sujetos su condición laboral actual y los efectos que pueda tener en su porvenir.

Abordar el estudio del trabajo y el significado del futuro laboral dado por los trabajadores requiere entender las condiciones sociales actuales, en razón a que el trabajo, desde la Psicología Social, se asume como una producción simbólica en la que se conjugan las condiciones económicas y materiales, con la subjetividad.

La subjetividad es entendida como formas de interpretar las propias experiencias y vivencias en relaciones discursivas. La conformación de la subjetividad laboral se modifica en correspondencia con los cambios en el trabajo.

En tal sentido, la subjetividad se enlaza de manera estrecha con el contexto, el sistema de relaciones sociales, económicas y políticas en que se conjugan diferentes capitales sociales y que de alguna manera determinan las posiciones de los sujetos en la estructura social (Serrano, 2002).

Para Serrano (2002), el contexto para los trabajadores colombianos resulta importante debido a que la memoria se ve fragmentada por el terror, el desmoronamiento de un tiempo social seguro, por los efectos de múltiples violencias que se viven en el país. Cambios que junto a las transformaciones en el mundo de las organizaciones y del trabajo y sus efectos en la aparición de nuevos sujetos individualizados, en coherencia con el modo de ser capitalista y neoliberal, inciden de manera importante en la conformación de los proyectos de vida de cada trabajador y trabajadora.

Los trabajadores colombianos se sitúan en diversas condiciones laborales, como son el empleo, el desempleo, el subempleo y la informalidad, de las que se ocupa este estudio.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE] (2006; 2008) define el empleo, como la condición de Trabajador Ocupado (TO), en la que incluye a todas las personas que:

"(...) durante la semana de referencia (semana pasada) participaron en el proceso de producción de bienes y servicios, es decir, las personas de 10 años y más, que durante la semana de referencia: - Trabajaron al menos 1 hora a cambio de un ingreso monetario o en especie, o trabajaron al menos 1 hora sin recibir pago en calidad de TRABAJADOR FAMILIAR SIN REMUNERACIÓN o en calidad de TRABAJADOR SIN REMUNERACIÓN EN EMPRESAS DE OTROS HOGARES. - No trabajaron (por vacaciones, licencia, etc.) durante el período de referencia, pero tenían un empleo o negocio, o en general estaban vinculadas a un proceso de producción cualquiera y con seguridad, terminado éste regresarán a su trabajo". (DANE, 2006, p. 52)

Por otra parte, los desocupados son las personas de 10 años y más que durante un determinado período de referencia se encuentren en alguna de las siguientes situaciones:

1) haber trabajado por lo menos una hora remunerada en la semana de referencia; 2) no haber trabajado en la semana de referencia, pero tener un trabajo; 3) ser trabajador familiar sin remuneración y haber trabajado en la semana de referencia por lo menos 1 hora. (DANE, 2006, p.52). En este sentido es fácil ser catalogado como trabajador ocupado y no desempleado, debido a que trabajar una hora a la semana lo convierte en TO. Esto explicaría las paradójicas cifras de desempleo en el país.

Para el DANE (2006), la categoría de Trabajadores Desocupados (TD): está compuesta por las personas que en la semana de referencia, en la que se realiza el estudio, se encontraban, bien sea en situación de desempleo abierto o de desempleo oculto.

El primero, entendido como la persona que no tenía empleo en la semana de referencia, que hizo diligencias en el último mes para conseguir empleo y que se muestra disponible para conseguirlo. La segunda condición se define por las personas que no tuvieron empleo en la semana de referencia, que no hicieron diligencias en el último mes, pero sí en los últimos 12 meses, que aducen una razón válida de desaliento, y que además muestran disponibilidad para trabajar (DANE, 2006, p. 52).

El subempleo es definido por la Organización Internacional del Trabajo [OIT] (2006) como la situación en que las personas que ocupan una actividad no logran un nivel de pleno empleo. O que no logran un trabajo que permita la utilización de la capacidad productiva de la población ocupada.

Por último, con relación a la condición laboral trabajo informal y según la OIT (2006), este

"(...) comprende a los trabajadores cuya relación de trabajo no está sujeta a la legislación laboral nacional, al impuesto sobre la renta, la protección social o determinadas prestaciones relacionadas con el empleo, ya se ocupen estos en empresas del sector formal, empresas del sector informal, o en hogares". (p. 16)

El DANE (2008) clasifica como informales a aquellos empleados y obreros que laboran en establecimientos, negocios o empresas que ocupen hasta diez personas en todas sus agencias y sucursales; a los trabajadores familiares sin remuneración; a los empleados domésticos; a los trabajadores por cuenta propia (excepto los profesionales o técnicos independientes) y a los patrones o empleadores en empresas de diez trabajadores o menos.

Para Ramírez y Guevara (2006) los trabajadores informales se encuentran ante todo vinculados al sector de comercio y prestación de bienes y servicios. Trabajan por lo general en empleos precarios y de baja productividad, cuyos ingresos en muchos casos no llegan ni a medio salario mínimo.

A partir de estas nociones, se encuentra que la característica estructural más significativa de la ocupación laboral en Colombia está dada por la informalidad. Según cifras del DANE (2008) y siguiendo el análisis que presenta Pérez (2004), se puede afirmar que en el presente decenio, la ocupación informal continúa manteniendo la misma participación de finales de los 90, lo que significa que de cada 100 personas ocupadas, 56 trabajaban en la informalidad en 2008. Estas personas realizan su labor en un promedio mayor a 40 horas a la semana, no diferenciándose del tiempo que trabajan los empleados formales. Sin embargo, los ingresos laborales medios de los trabajadores informales son marcadamente inferiores a los devengados por los formales.

El empleo informal se concentra básicamente, en su respectivo orden, en actividades del comercio y servicios, seguido de la industria. Estas tres actividades, representan en conjunto, en promedio, el 80,8% del empleo informal urbano. Igualmente, algo más del 70% del total de subempleados también son subempleados informales. Dentro de los informales subempleados, los trabajadores por cuenta propia (no profesionales o técnicos), en especial, y los empleados particulares constituyen las posiciones de mayor peso. Se destaca que la mayoría de los trabajadores informales trabaja solo, en promedio, un poco más del 50%. Seguidos por aquellos vinculados a establecimientos que ocupan entre 2 y 5 personas (38%) y, por último, quienes trabajan en empresas que ocupan entre 6 y 10 empleados (10,7%).El grado de informalidad de personas con formación superior se ha venido incrementando año a año, algo que no sucedió para los otros niveles de formación. En 2001, los profesionales con ocupación informal sumaban 11,9%, y en 2008, alcanzaron una media de 16,8, con un incremento de 5 puntos porcentuales. Por otra parte, la informalidad es más pronunciada en la población femenina que, para 2007, alcanzaba una tasa de 58%, mientras que en la masculina era de 53.7% (Datos tomados de la Encuesta de Hogares, DANE, 2008)

Trabajar en la informalidad genera mayor vulnerabilidad con tendencia a menor remuneración, dificultad para acceder a los sistemas formales (contributivos) de salud, incrementando las condiciones de pobreza y desigualdad social (Ramírez y Guevara, 2006).

En tal sentido, el actual modelo de desarrollo conlleva la tendencia al ahorro de mano de obra y al deterioro de las formas de contratación; con propensión a disminuir en términos absolutos el trabajo permanente y aumentar, en mayor proporción, la contratación bajo la modalidad de trabajadores temporales (Ramírez y Guevara, 2006). Situación que se justifica en la competencia propia de los mercados globales y por la fuerza de las políticas neoliberales que sobrestiman la importancia del mercado en la regulación de los procesos económicos y de distribución. Así como por la economía informatizada, que dificulta la absorción de la fuerza laboral marginal, generando una creciente fusión entre lo formal y lo informal, en América Latina (Beneria, 2005).

Según Kashima y Foddy (2002), los cambios en el trabajo se deben básicamente a dos aspectos: un primer aspecto, el desarrollo tecnológico como la mayor fuerza detrás de este cambio. Y el otro, por el capitalismo como mecanismo de cambio sociocultural desde el fordismo al postfordismo o a la "sociedad postindustrial" (Gorz, 1995).

Para Sennet (1998), las políticas y prácticas del capitalismo de esta "nueva economía" afectan las formaciones sociales en su conjunto, los procesos psicosociales y, particularmente, los espacios laborales. Se generan ejércitos más pequeños de trabajadores con poca influencia en el mercado laboral; el trabajo deja de ser un espacio para la socialización, la realización personal y la construcción de referentes colectivos (Antunes, 2000; Bauman, 2005); al tiempo que pierde protagonismo como referente de identidad, como señala Gorz (1995) "lo mismo puede decirse de la actitud de las personas hacia el trabajo.

Para la mayoría, resulta prácticamente imposible identificarse con él, dada la escasez, la precariedad y la inseguridad de los puestos de trabajo (...)" (p. 69). Por esto, resulta importante ampliar la categoría conceptual de trabajo, y comprender cómo los trabajadores significan su futuro laboral.

Así, las condiciones precarias están siendo experimentadas por más de la mitad de la población en edad de trabajar en nuestro país, situación que justifica asumir el análisis de los significados que los trabajadores otorgan a su futuro laboral en este contexto.

Método

Tipo de estudio. Estudio con perspectiva hermenéutica de comprensión de los fenómenos, como una forma de acercarse para entender el contexto de negociación y cambio entre los actores. Perspectiva que facilita vincularse a la subjetividad, así como a sus objetivaciones sociales, en la medida en que se sustenta en el carácter estructural del lenguaje, como medio simbólico de comunicación, y en los postulados de la construcción simbólica de la realidad social. Esta visión, considera que el conocimiento es subjetivo, basado en experiencias y descubrimientos de naturaleza única y personal. Al mismo tiempo, plantea que el mundo social y cultural sólo puede ser entendido desde el punto de vista de quienes están involucrados en él.

Este análisis hermenéutico, se centra en la comprensión del mundo social y cultural del trabajador colombiano a partir de los relatos obtenidos de manera directa con los participantes; desde una aproximación histórica en que se destaca lo particular y único del fenómeno y el papel activo de la subjetividad de los sujetos tanto en los procesos de construcción de conocimiento como en la construcción de la realidad social (Gutiérrez, 2004; Zemelman y León, 1997).

Se asume una visión constructiva, dinámica y cambiante de la realidad social colombiana, desde los discursos y las prácticas; y a los sujetos como constructores permanentes y agentes de la acción social, razón por la cual se analizan los significados otorgados y las posiciones de los sujetos frente a su futuro laboral.

Participantes. Para la realización de esta investigación, centrada en las particularidades de los significados sobre el futuro laboral en un contexto específico, se ha contado con la participación de 30 personas que han contribuido a la investigación en un grupo que se ha distribuido de la siguiente forma: (véase la Tabla 1.)

Con esta muestra de participantes, se ha buscado identificar y hacer cruces de segmentos diferenciados de población de manera que se pueden abordar diferentes condiciones, tanto de género, como de edad, condición socioeconómica y condición laboral, así como de nivel de estudios. Se ha pretendido tener una mayor representación del género femenino, 20 de las 30 entrevistas realizadas, en la medida en que desde los datos estadísticos de situación de empleo/desempleo, y de vulnerabilidad laboral, las mujeres aparecen como más vulnerables a trabajo de menor valía y con mayor dificultad para su inserción laboral.

Instrumentos. A partir del objetivo de acercarse a la subjetividad de los trabajadores colombianos, se ha indagado por un método capaz de abordar dichos fenómenos desde la complejidad que implican. De tal forma, y partiendo la propuesta de Kashima (2002), se hace uso de la evaluación cualitativa, y del método narrativo de autobiografía, en razón a que como sostiene este autor, cuando este método se conceptualiza como depósito de códigos significativos simbólicos a los cuales las personas en el presente y el pasado han contribuido y los cuales son públicamente disponibles, este llega a ser una rica fuente simbólica para el entendimiento de la subjetividad.

Para Bruner (2000), entender al yo como sujeto cultural determinado en la práctica, requiere reunir diversas actividades prácticas en distintos contextos culturalmente especificables y esto se logra a través de la investigación retrospectiva que constituye una autobiografía.

Los relatos de vida o narrativa autobiográfica, viabilizan el acercamiento a las experiencias personales y, a la vez, crean un espacio de expresión de las diversas construcciones de sentido que éstas han ido tejiendo en el espacio laboral. Relatos de vida, anclados en la experiencia humana, que no constituyen la acción misma, sino son el relato de cada autor sobre su acción pasada y sobre la cultura. En cada proceso de autobiografía entra en juego su carácter experiencial. Cada quien narra desde sus vivencias, recuerdos, interpretaciones y conexiones con otros, pero siempre desde su experiencia personal.

Desde la posición de investigador se debe tener claro que lo que un narrador cuenta acerca de su vida entra en una interpretación de ciertos procesos y relaciones sociales que se ponen en juego en las vidas concretas de las personas (Bruner, 2000; Lindon, 1999).

Procedimiento y análisis de los datos. Para la realización de las entrevistas autobiográficas, se utilizó un guión de entrevista, el cual se desarrolló teniendo en cuenta los aspectos que se querían indagar con relación a las vivencias del trabajador. El procedimiento para la realización de las entrevistas fue informal, pensando en favorecer la emergencia de los significados. A cada participante se le invitó a su libre participación, se le indicó la confidencialidad de la información y el objetivo del estudio.

Para analizar los datos desde una perspectiva cualitativa y emergente, el foco se centró en la comprensión del significado del futuro laboral percibido a partir del modelo de la Grounded theory (Glasser y Strauss, 1967; Strauss y Corbin, 2002; Soto, 2004; 2008) quienes parten de un acercamiento en el que se pueden vincular la investigación empírica con la indagación teórica, de manera que se logra construir "teoría fundada en los hechos", basada en las informaciones obtenidas y contextualizadas en el terreno.

Todas las entrevistas fueron grabadas y posteriormente transcritas por cada uno de los investigadores que trabajaron como auxiliares en esta investigación. Una vez reunidas las entrevistas, se procedió al análisis de datos con la ayuda de la herramienta para análisis cualitativo Atlas Ti, versión 53. El análisis de la información, con ayuda de esta herramienta, comprende un componente mecánico y otro interpretativo; la parte mecánica está dada por la organización que se haga de los datos y la subdivisión en categorías. En la parte interpretativa, se establecen las características significativas en relación con la pregunta de investigación y con base en los fundamentos de la Grounded Theory que llevan a encontrar los elementos emergentes en los relatos de los participantes, sin basarse en categorías previas. Finalmente, los datos son organizados en una gráfica que permite interpretar los significados.

Resultados

Un primer aspecto que influye en significado de trabajo, asociado a la centralidad que este tiene para los participantes, se encuentra anclado en la socialización familiar; proceso en el que resalta la importancia dada al trabajo desde la familia. Socialización, en la que los padres, o bien han sido trabajadores independientes, en el campo o en el rebusque de las ciudades, o han sido empleados en empresas tradicionales. Así, se hace una valoración del trabajo dependiente, a término indefinido y estable, a partir de las ideas transmitidas de padres a hijos. En éstas se mantienen los marcos experienciales de estudiar para conseguir un buen empleo, como trabajo tradicional, permanente y dependiente de una empresa; como referente de éxito y progreso y en el que se recompensa el esfuerzo.

"Bueno, mis papás siempre han tenido trabajos muy fijos. Bueno mi papá siempre tuvo su trabajo en la misma empresa durante veinte, treinta años, mi mamá también lleva trabajando veinte años en su propia empresa y siempre es una constante estar a la misma hora todos los días, llegan a la misma hora todos los días a trabajar, respetan mucho el espacio de su familia pero también respetan mucho el espacio de su trabajo, mi mamá ha sido su propio jefe, mientras mi papá siempre fue empleado, es decir que los dos siempre han tenido sólo un trabajo".

Así aparece un referente de trabajo fijo y estable. Trabajo en una misma empresa, y con las condiciones de seguridad y estabilidad más propias del trabajo tradicional- fordista: ideal de trabajo estable, continuo y en el mismo sitio (Blanch y Cantera, 2009; Sennett, 1998). A partir de las experiencias de sus familias, los trabajadores señalan que las garantías de estabilidad y de condiciones favorables de la que disfrutaron sus padres tienden a desaparecer. También se encuentra que han vivenciado los despidos de personal que afectan la estabilidad de los empleados y que realizan las empresas amparadas en las nuevas formas de flexibilidad laboral. Por tanto, para los entrevistados, aquellos quienes dedicaron toda una vida a su actividad laboral, hoy perdieron ese espacio, de manera que se vieron abocados a nuevas formas de trabajo independiente y con menor compromiso de forma tal, que el trabajo ocupa menor centralidad para ellos y se convierte en eje para la supervivencia pero no en el rol central en sus vidas.

Esta menor centralidad es apoyada en las vivencias de los progenitores. Los trabajadores encuentran referentes laborales para sus condiciones actuales. De tal forma, estos señalan que sus padres fueron independientes y esto les trajo beneficios de satisfacción y de menor exigencia.

"Pues yo veía que se sentían satisfechos y con ganas de siempre de escalar o de verse en un futuro mejor. Exacto y ya que ellos dejaran de trabajar, eran ellos mismos y más bien de ser empleados pasaron a empleadores".

"Sí, mi papi siempre ha trabajado, él es independiente entonces es, se formó, no sé cómo será eso; es constructor, entonces siempre ha sido maestro y siempre ha tenido a cargo muchísima gente, por eso es así relajado, pues que no tiene que hacer nada".

En este sentido, y a partir de la socialización y con relación a la pregunta por los resultados valorados del trabajo en su futuro laboral, los entrevistados señalan tres significados asociadas: el trabajo independiente, entre el trabajo independiente y el dependiente y el trabajo estable.

El trabajo independiente

En primer término, el trabajo independiente es asociado al concepto de crisis generalizada y por tanto de crisis laboral como contexto. Contexto en que predomina el ideal de llegar a ser trabajador independiente, que se manifiesta en la frase: "La etapa más alta en la que me proyecto". Y que se encuentra de manera similar en la mayoría de las entrevistas realizadas, sin diferencia de condición.

El trabajo independiente como ideal y como repertorio recurrente en los relatos, señala un énfasis en la independencia como discurso que atraviesa la subjetividad de los trabajadores. Llegar a tener un trabajo independiente resulta valorado socialmente en estas narrativas, pero sin un trasfondo de esfuerzo o de actividad específica que la respalde como objetivo a lograr.

"El trabajo es... a mí el sector me gusta mucho y entonces creo que trabajando como independiente, es la etapa en que uno puede decir, como la etapa más alta en la que me proyecto; tener una empresa consolidada".

"Pues mi sueño sí, a mí me gustaría más adelante tener la oportunidad de yo tener mi propio trabajo, ser independiente".

El ideal de ser independiente se vincula con varios factores: las experiencias de evolución personal y familiar, la visión del futuro, los discursos dominantes asociados a la crisis, el tipo de supervisión y el deseo de trabajar para sí mismo y no para otro. Asimismo, la creencia de que el trabajo independiente genera bienestar y mayor retribución económica, resistencia a las altas demandas empresariales y el manejo del tiempo.

Experiencias de evolución personal y familiar

Las experiencias de evolución personal y familiar, en la valoración del trabajo independiente/ informal, señalan que la mayoría de las personas ha iniciado su vida laboral a muy temprana edad (15 años, aproximadamente) y siempre con trabajos de tipo informal. Realizando labores de comercio, de servicio, de trabajo doméstico, que para algunas mujeres se encuentra asociado también al "trabajo duro" y al rebusque como primeras formas de ganarse la vida.

"Bueno mis trabajos no han sido muchos, yo de niño, que yo me acuerde, estuve hasta los 22 años más o menos que trabaja en fincas, trabajé con mi papá en la finca, más o menos hace unos 14 años que llegué a la ciudad, y son muy pocos los trabajos que he tenido, he trabajado en celaduría, en flores, en construcción y como estilista profesional".

La visión de futuro

En la visión de futuro, el ideal de ser trabajador independiente se asocia con la crisis económica y laboral, que despierta sensación de incertidumbre, de inseguridad y de vivir el momento, sin una visión clara de las expectativas y del porvenir.

"Creo que un trabajador en este país no puede tener certeza si no que tiene a veces que dormir un poco con la incertidumbre al lado y creo que la incertidumbre es una posición sana porque el que considera que tiene certezas probablemente se dé golpes muy duros, pero en la medida que uno tiene incertidumbres, digamos que está listo para poder desarrollar cualquier otra cosa en cualquier otro momento". "Ha sido una vida llena de vicisitudes en lo material, en lo económico, pero llena de muchas gratificaciones en lo espiritual, en lo intelectual, en lo afectivo y en lo emocional; sin embargo, con alguna preocupación veo que a mis 57 años no he resuelto mi problema de vivienda, que pago arriendo, que tal y como van las cosas no hay viabilidad de lograrlo, no. Cierto, porque como te dije antes uno nota que las posibilidades económicas para este tipo de trabajo se cierran".

El trabajo independiente es, asimismo, visto como una forma de afrontar el futuro al tener como referentes a otras personas, quienes acuden al rebusque y a formas de trabajo informales como único medio para asegurar la supervivencia cuando las posibilidades de llenar las expectativas de un trabajo estable se ven frustradas.

"Como la gente que tú ves en los semáforos vendiendo chicles, vendiendo dulces, vendiendo muñecos, bueno todas esa cosas, uno dice hombre toda esta gente está trabajando porque quieren subsistir y no quieren hacerle daño a nadie como otras personas que quieren buscar un mal camino".

"Sí claro en un trabajo estable, bueno es que uno no tiene que estar seguro de las cosas porque es posible que no se den, si no se dan lo de un trabajo estable, pues por horas uno trabaja uno tiene que rebuscarse el trabajo como sea".

Un futuro que en la mayoría de las narrativas aparece como negativo en la medida en que se supone con un mayor incremento de las desigualdades, con más riqueza para unos y menos oportunidades para muchos; quienes en ese marco de incertidumbre y de crisis generalizada ven amenazadas sus condiciones mínimas de subsistencia.

"Por ejemplo, Colombia es un país que no tiene clase media, tienes pobres o ricos, entonces creo que el futuro laboral para las personas que tienen capital será muy bueno, porque son personas que tienen dinero, pueden hacer inversiones y pueden pagar a gente y disfrutar de su tiempo libre y trabajar cuando quieren y ponerse metas y todo. Pero mientras tanto los pobres que cada día que todo está más caro. No tienen un capital y tienen que sujetarse al trabajo empleado, pero para mí el peor trabajo es ser empleado y creo que cada día Colombia, por ejemplo, está destinado a que las personas que tengan dinero tengan empresas y generen empresas y cada vez haya muy pocos ricos y muchísimos pobres entonces que cada día va a ver más empleo".

Paradójicamente y en un relato propio de diversas posiciones, el discurso de la incertidumbre y la inseguridad hacia el futuro se vivencia el trabajo independiente como una forma de vencer esta sensación, aferrándose a alguna esperanza, como son las ayudas del Gobierno, el apoyo y la financiación de planes para la formación de pequeños empresarios o para la consolidación de mejores formas de vida, pero predominando la visión individualista.

"Y el contexto me lo da completamente, claro obviamente tengo que conseguir plata -risa - para montarlo pero creo que se van a dar las cosas y el Gobierno ayuda, la tierra está, la gente pila, esta digamos que tengo todas las herramientas para poder llegar allá no sé como si tú me preguntas si tengo un plan, pero lo veo completamente viable y para países como nosotros somos el futuro del mundo, nada qué hacer, el resto se va a morir. Primero, nosotros somos el futuro no a corto plazo puede que yo me muera y todavía no se dé pero nosotros somos el futuro de eso estoy segura".

Discursos dominantes asociados a la crisis

Los discursos dominantes asociados a la crisis, bajo el parámetro de la competencia, propician los despidos masivos; los contratos de trabajadores más jóvenes y menos experimentados a menores costos; la reducción de las prestaciones laborales; la valoración negativa de las personas mayores de 35 años a quienes se considera demasiado viejas para ser contratadas. Todas éstas se constituyen en prácticas, que en el contexto actual del trabajo, están llevando a que los trabajadores tomen decisiones radicales, se proyecten como trabajadores independientes y que se ubiquen en la informalidad y en actividades que rayan con lo ilegal.

"Después trabajé en un café internet, trabajaba los fines de semana porque estudiaba y ahí sí me gustaba pero resulta que llegó una persona que pedía menos plata y trabajaba más tiempo entonces no me necesitaron más". "No sé, es saber que en un lado no es bueno, no son buenas las prestaciones, se está jodiendo más pero a uno le están ofreciendo de pronto trabajo. A uno le toca como meterse en lo que hay e ingeniársela como sea, rebuscar trabajo".

Trabajo para sí mismo

"Quiero trabajar para mí. No para las demás". El tipo de supervisión que se ejerce en las empresas, asociada por los trabajadores a prácticas de tipo autoritario, en donde los jefes son personas con poco conocimiento o que abusan de su poder, las exigencias de comportamiento de sumisión que piden acogerse a los mandatos de la organización y el requerimiento de empleados comprometidos, que den más de sí mismos, tanto en los niveles de productividad como del tiempo, están produciendo que el trabajador, como forma de resistencia, sueñe con "ser su propio jefe".

"Sí, fue emocional porque era el mejor trabajo que yo tenía y en el trabajo que ganaba mejor dinero pero la pasaba muy mal porque era un ambiente de bastante envidia, bastantes problemas, bastantes chismes y yo como estaba ganando bastante había generado la envidia de muchas personas y sentí constantemente y me tocó luchar mucho para mantenerme. Después también en muchas ocasiones me pareció, no me gustaba trabajar porque habían (sic) personas arriba mío o mis jefes que no tenían ni el bachillerato ni formación y yo me consideraba más inteligente, me consideraba con más criterio y me consideraba mucho mejor que estas personas me molestaba cuando tenía que acatar órdenes de estas personas y no podía alegar no me podía proponer o dar mi opinión y esto era bastante difícil porque siempre que estaba trabajando pensaba que me quería ir y buscar otro trabajo pero esto a la vez fue un estímulo para estudiar más y formarme fuera de mi trabajo".

Trabajo independiente, significado como forma de realización de las propias posibilidades; un trabajo que permite doble ganancia, por un lado hacer las cosas a su manera y, de otro lado, trabajar para sí mismo, lograr sus propios resultados y metas, al mismo tiempo que se obtienen los beneficios. Tomar las propias decisiones y no depender de nadie más.

"Me veo trabajando independiente porque quiero trabajar para mí, no para las demás personas. Porque, porque prefiero esforzarme mucho y trabajar mucho para luego obtener beneficio para mí y no para una gran empresa. Así, así gane poco no importa pero me veo trabajando sola y en algo que sea para mí". "Porque antes tenía que depender de alguien, se veía uno como sujeto a esa persona y si quería hacer algo tenía que pedir permiso y ahorita no, ahorita es totalmente independiente".

Ventajas del trabajo independiente

El trabajo independiente genera bienestar y mayor retribución económica. Se parte de la creencia de que mediante el trabajo independiente se logran mayores ingresos, se trabaja con menos presión, se hace lo que las personas quieren y disfrutan. Igualmente, se asocia con mayores niveles de bienestar y de desarrollo profesional.

"Es que eso depende el tipo de pago porque a veces uno cuando es independiente le va muchísimo mejor que cuando es dependiente".

"A nivel laboral independiente, no en una empresa, y estar ganándome un buen sueldo".

Altas demandas empresariales

Las altas demandas empresariales y el denominado "presentismo laboral" parecen influir en el deseo de los trabajadores de ser independientes, en la medida en que podrán manejar su propio tiempo, distribuirlo como mejor les parezca y sobre todo disminuir la tensión trabajo familia y desarrollar otras actividades de crecimiento profesional.

"Digamos que inicialmente a uno le inculcan que uno tiene que buscar un trabajo dependiente fijo, en donde te den todas las garantías, con el tiempo esa percepción en mí ha cambiado totalmente y yo en este instante prefiero un trabajo independiente en el cual yo tenga cierta libertad para escoger mi horario y no me interesa la incertidumbre, creo que eso me da la opción de estar activa laboralmente y de estar recreándome constantemente".

En la posición que asumen algunos de los participantes de esta investigación, de ser trabajadores independientes, se encuentra una diferencia entre quienes tienen un mayor nivel socioeconómico y educativo, quienes también plantean como ideal el ser trabajadores independientes, pero con una visión de ser empresarios, crear su propia empresa y dar trabajo y dirigir personal. "Pues hacer la propia empresa, montar un negocio."

Para los trabajadores de nivel socioeconómico más bajo, este ideal se asocia con el rebusque, la informalidad, y el llevar a cabo actividades de venta y producción de alimentos, de ofrecer servicios e inclusive con realizar actividades al borde de la ilegalidad, pero siempre con la posibilidad de obtener recursos para sobrevivir y de "no dejarse morir de hambre".

"Pues la gente empieza hacer vendedores ambulantes cierto no, empieza a vender lo que tú dices Cd, comida en la calle, ahora yo lo que veo cada ratico son carritos con todo a trescientos entonces la hay hebillas, aretes, cosas de esas, entonces empiezan a ser como independiente y salir a buscársela y jugársela por fuera para no depender".

Por esto mismo, no es contradictorio, que aparezcan las grandes dificultades e incertidumbres que se vinculan con el trabajo independiente, el cual es asociado con problemas para su realización: Las exigencias de tipo físico y la preocupación por no obtener los resultados, implican unas de las principales dificultades asociadas al trabajo independiente; también en ocasiones se considera que es demandante y exigente en términos de tiempo; genera inestabilidad, momentos de mucho trabajo y momentos sin ningún trabajo, aparecen las dificultades jurídicas para la creación de empresa, y todo esto produce temor y requiere gran esfuerzo.

"Sí, es más como ser independiente, porque si tú lo miras como esfuerzo físico. Por ejemplo, hay épocas en que tiene mucho, mucho trabajo, entonces ella igual está ahí en la casa trabajando en sus cosas, pero ha habido épocas del año en las que se levanta a las cuatro de la mañana y se acuesta a las diez de la noche, y es físicamente pesado porque el desgaste de estar ahí mirando, y el ruido de las máquinas".

Entre el trabajo dependiente y el independiente

La tensión entre las ventajas del trabajo independiente y el dependiente, entre contar con prestaciones sociales y tener que someterse a la voluntad de otros. La perspectiva de desarrollo de su propio proyecto ante la dificultad de obtener un trabajo en una empresa, son factores que quebrantan el ideal de trabajo estable, seguro y de largo alcance, propio del trabajo fordista, y propician la posición de los sujetos entre la dependencia y la independencia.

"Sí, para mí es una manera transitoria. Tengo mi trabajo estable con mis prestaciones, con mi contrato, pero al mismo tiempo estoy desarrollando una actividad independiente; es lo que he realizado en varias ocasiones. Tengo mi trabajo pero de manera simultánea estoy realizando algo independiente.".

"Por estabilidad, por saber que ya tienes unos ingresos mensuales prefiero el de empresa, pero por ser independiente, pues, bacano pero no se alcanza el mismo nivel económico".

"Bueno creo que a futuro me veo, me veo igual perteneciendo a una empresa pero probablemente no con una dedicación del cien por ciento del tiempo, sino también la opción de trabajando independiente".

El empleo como seguridad y estabilidad

Por otra parte, y de manera contradictoria, el trabajador colombiano se posiciona así mismo como trabajador empleado, en la medida en que encuentra ventajas asociadas a trabajar en una empresa y a contar con un trabajo estable.

En las respuestas de tipo cualitativo se encuentran frases que dan cuenta que se sigue pensando en este tipo de trabajo estable, en el que las personas se sienten seguras y en que se han socializado los trabajadores y trabajadores colombianos. Se privilegian las empresas grandes, precisamente porque son las que al parecer ofrecen mayores seguridades y ventajas. En este sentido se señalan las ventajas del trabajo a término indefinido o empleo estable, dentro de las que se encuentran: la remuneración, las prestaciones sociales, el horario de trabajo, contar con un buen empleador, la estabilidad.

La remuneración. Una de las ventajas del trabajo estable, el acceso a una remuneración, pero este repertorio se encuentra fuertemente asociado a la valoración que se hace de las titulaciones por estudio. Se parte de un referente, que se mantiene como discurso cultural, pero que no parece experimentarse en las prácticas laborales, de que se paga más a quien demuestra haber realizado estudios superiores; igualmente, se asume sin cuestionar, que no haber realizado estos estudios, limita las posibilidades de alcanzar una buena remuneración. "No pues me gustaría tener personas a cargo mío, tener un buen cargo. E: ¿En una empresa? P: Sí tener gente que dependa de mí, ganar harto".

Las prestaciones sociales. El empleo estable permite contar con las prestaciones sociales, que adicionales al ingreso mensual, constituyen una prima anual, prestación por vacaciones, ahorro para cesantías, en caso de perder el empleo y una indemnización por despido injustificado.

Adicionalmente, contar con un contrato laboral indefinido incluye las prestaciones de seguridad social, en las que el empleador contribuye con un porcentaje de la prima por pensión y por salud, y paga la ARP-Aseguradora de Riesgos Profesionales-que cubre los riesgos en caso de accidente laboral. Tanto los pagos por prestaciones sociales como los referentes a salud representan un elemento importante a la hora de valorar el trabajo estable.

"La remuneración económica muy difícil al principio, y ahora tener algo más estable, como con mayores posibilidades, con ventajas en términos de afiliaciones salariales, prestaciones de salud, cosas como las que antes no existían. De, digamos que el cambio propio de la madurez del tiempo en el trabajo que da pues, la experiencia. Ese es otro cambio, es significativo".

El horario de trabajo. Adicional al acceso a las prestaciones sociales y a la Seguridad Social, que facilita el trabajo estable; para los entrevistados resulta muy conveniente la regulación de la jornada laboral que se vivencia en una empresa. Es un trabajo en que las jornadas se normalizan alrededor de las ocho horas diarias, con un máximo de 48 horas semanales, y esto es visto como una ventaja en empresas que organizan su actividad laboral.

"Bueno es que los cambios de que te hablé, fueron los que yo he percibido, no he tocado más a fondo el tema. Entonces, han sido más bien como cambios históricos. Para mí me afecto, de manera positiva el poder acceder a una caja de compensación, poder acceder a un seguro médico, a una Seguridad Social. Para mí eso fue también positivo, fue un cambio positivo pasar a una jornada de doce horas con un mínimo poder pasar a cumplir un horario con cuatro horas menos, cinco horas menos para ganar un poco más, esos han sido cambios que en mi trayectoria laboral me han afectado de esa forma".

La estabilidad como repertorio altamente valorado. La estabilidad, en medio de un mundo en crisis y de un país que afronta tantas dificultades y vicisitudes permite contar con algo fijo, genera tranquilidad, seguridad, y da guía al futuro.

"Creo que valorarían la posibilidad que tengo ahora de tener algo estable, algo fijo, permanente en el tiempo, que me permite estar tranquila, que me permiten eso, estabilidad, tranquilidad, seguridad".

Por otra parte, con relación a las ventajas expuestas de acceder a las prestaciones laborales, éstas se obtienen según la bondad o no del patrón, en una comprensión que se sale de lo legalmente establecido y que parecería estar a merced de encontrarse con un "buen patrón", o una buena empresa. Este repertorio permite pensar que los empleadores se sienten en libertad de cumplir o no la ley, y si lo hacen, son considerados buenos. Así aparece entonces la visión de buen empleador

y de quien no lo es. Este último, se toma la libertad de no pagar las prestaciones legales, dentro de la informalidad que en muchos casos se desvincula de los requisitos legales de tipo laboral.

"Pues de parte en parte, sí se cumplieron. Por ejemplo, ahora tienes la posibilidad de estar asegurado en la parte de la ARP, los riesgos profesionales, la salud. Que si tu empleador es un buen empleador te pagará la Seguridad Social, la Pensión y ese tipo de cosas, son beneficios alternos al trabajo, que toda persona debería tener y se supone que toda persona debería cumplir con un horario específico de trabajo y no extensas horas de trabajo, para las empresas que los hacen cumplir y las personas que lo cumplen es algo beneficioso pero pues para otras no, creo que pues en mi caso es más según lo que yo quiera hacer dentro de mis horas laborales y lo de la ARP y ese tipo de cosas ya si depende de mi empleador".

El buen empleador, asociado a cierto tipo de empresas, consideradas en el imaginario social como empresas que ofrecen estabilidad y pagan justamente. Son consideradas buenas empresas las empresas multinacionales y las ONG, también como empresas multinacionales. "Pues en EBEL el contrato, que nos dan alimentación gratis, que nos pagan bien, a parte la empresa siempre está motivando al personal".

Discusión

El significado del futuro laboral, es decir la centralidad, las normas societales y lo que se valora del mismo, es asociado con tres contenidos destacados en las entrevistas: el trabajo independiente, entre el trabajo independiente y el dependiente y el trabajo estable. Narrativas que permiten a los sujetos situarse en posiciones diversas y contradictorias, desde las que se ven a sí mismos y a los otros. Repertorios que resultan útiles para afrontar un futuro incierto a la vez que se convierten en formas de resistencia. El realizar trabajo independiente, o el llegar a ser un trabajador independiente es configurado como un ideal social, desde la posibilidad de obtener grandes ventajas, entre las que destacan ser el propio jefe, y ante todo manejar su propio tiempo.

El contenido de independencia ha permeado de manera fuerte la cultura laboral colombiana; los trabajadores se proyectan como trabajadores independientes, como ideal social a alcanzar, ideal que se nombra, pero con poco respaldo en las prácticas y objetivos concretos de realización. Sin embargo, al ser enunciado como "ideal" resulta necesario para enfrentar un futuro que se adivina incierto y con dificultades para conseguir o mantener un trabajo estable.

El ideal de ser independiente aparece relacionado con la socialización, a partir de las experiencias de los padres y de la propia evolución personal y familiar; la visión de futuro incierto y desigual para la mayoría, asociado a la crisis, a los estilos de supervisión y de presión de las organizaciones; al deseo de trabajar para sí mismo y no para otros. Asimismo, la creencia de que el trabajo independiente genera bienestar y mayor retribución económica y para el que se requiere poco esfuerzo; y como forma de evitar las altas demandas empresariales y el denominado "presentismo laboral".

Se encuentra que la mayoría de las personas iniciaron su vida laboral a temprana edad, en trabajo informales, en labores de comercio, de servicio, de trabajo doméstico, que algunas mujeres asocian con "trabajo duro", y en el rebusque, como primeras formas de ganarse la vida. Es decir, manifestaciones de informalidad presentes en esta sociedad.

En un contexto de crisis del empleo y de desregulación laboral, el ideal de ser trabajador independiente aparece como un medio para afrontar la incertidumbre y la inseguridad, como única opción para sobrevivir y como forma de vivir para el momento presente con poca claridad acerca del destino. Con una visión de futuro incierto, en el que es mejor no pensar. Es decir, trabajo independiente como rebusque y como manifestación de la informalidad, que se hace vigente en más del 50% de la población colombiana.

Como señalan Cariola y Lacabana (2001), en el espacio de transformaciones del mercado laboral y de repliegue social del Estado, surgen estrategias de adaptación de carácter netamente inmediatista, cuyos efectos han reducido las expectativas al largo plazo se ha ido conformando un modo de vida, donde lo central es sobrevivir día a día, y se ha alejado la esperanza de salir de la pobreza.

La elección de una carrera laboral, regular, durable y continua, coherente y estructurada, ya no está disponible para todos. El espacio laboral se ha debilitado como medio para construir un proyecto de vida. Sólo en contados casos se puede definir y garantizar la identidad permanente en función del trabajo desempeñado. Los empleos permanentes y seguros son la excepción. Los trabajos estables, de por vida y hasta heredados han desaparecido prácticamente, quedando algunos rezagos en pocas industrias. Los nuevos puestos de trabajo de tipo temporal, en horarios de tiempo partido, se combinan con otras actividades y no garantizan la permanencia ni la continuidad. El nuevo lema es la flexibilidad y esta noción, cada vez más generalizada, implica el uso de pocas reglas pero con la facilidad de cambiarlas unilateralmente, según los intereses de los empresarios (Bauman, 2005).

El futuro, es percibido por la mayor parte de los entrevistados como negativo en la medida en que se supone con un mayor incremento de las desigualdades, con más riqueza para unos y menos oportunidades para muchos; quienes en ese marco de incertidumbre y de crisis generalizada ven amenazadas sus condiciones mínimas de subsistencia.

En este orden de ideas, los eventos económicos y sociales, las nuevas tecnologías, las regulaciones políticas y legales, por un lado, crean nuevas formas de pensar acerca del sujeto y nuevas oportunidades y exigencias a las personas. Por el otro lado, generan posibilidades de discriminación, en la medida en que las condiciones de algunas personas mejoran y para otras resultan desfavorables (Sarriegui, 2008).

Los trabajadores, conscientes de las dificultades que la brecha económica supone, aparecen desalentados ante las posibilidades de encontrar trabajo en un futuro cercano. Se posicionan como trabajadores independientes en un mundo que les cierra las oportunidades y que les genera una visión cada vez más individualista y poco solidaria, que los va dejando cada vez más solos y realizando actividades "por su lado". Se experimenta lo que enuncia Fernández (2008), el "padecer de futuro" (p. 32), en el que se vive en continua actualidad, en una lógica del instante que anula la capacidad de ensoñar y de imaginar. Denotando modos de subjetivación propios de un momento socio-histórico crítico que atraviesa varios sectores de la población.

El trabajo independiente se encuentra igualmente, asociado al repertorio de individualismo, hacer las cosas por sí mismo, salir adelante por sus propios medios, lograr por sí mismo sus objetivos sin depender de nada ni de nadie. En una visión del mundo al alcance y con todas las posibilidades.

Paradójicamente y de manera que contradice los contenidos de incertidumbre e inseguridad, se vivencia el trabajo independiente, tanto desde las dificultades que éste supone, así como desde la esperanza de un futuro mejor, como forma de vencer la incertidumbre. Contar con el apoyo del Gobierno, la financiación de planes para la formación de pequeños empresarios o para la consolidación de mejores formas de vida aparece como futuros posibles.

En este sentido, y según Marín (2003), en el contexto socio político creado por la aplicación de políticas neoliberales, son cada vez más las personas que se esfuerzan por vencer la incertidumbre y el desencanto que generan las nuevas condiciones que definen el trabajo. Sobre todo los jóvenes, o gran parte de ellos, se debaten entre fuerzas contrapuestas instaladas en la vida cotidiana, que emergen de un imaginario social acerca del trabajo que todavía reivindica el esfuerzo y la formación como condición para un mejor futuro laboral y una realidad objetiva que anticipa una exclusión creciente.

Las narrativas no son iguales para todos, para algunos resulta interesante tener un trabajo estable y que les brinde seguridades y ante todo las prestaciones sociales como aspectos muy valorados y asociados a ciertos tipos de empresas; en este mismo sentido, se posicionan los trabajadores entre el trabajo dependiente y la independencia.

Así, ante la vivencia de sociedades constantemente cambiantes, en donde los cambios son desiguales y afectan de manera diferente a distintos grupos sociales, en los cuales siguen jugando papel fundamental, tanto las diferencias de clases, la ubicación en el sistema de producción, las relaciones de género, en la conformación de los sujetos. Las transformaciones en el orden de lo colectivo y lo social y sus efectos en la aparición de nuevos sujetos individualizados, en coherencia con el modo de ser capitalista y neoliberal, inciden de manera importante en la conformación de los proyectos de vida de cada uno y en sus biografías (Serrano, 2002).

En este orden de ideas, el ideal de trabajo independiente, en esta investigación particular, no es interpretado desde el discurso del "emprendimiento" fomentado por las nuevas teorías gerenciales y por el Gobierno. En las narrativas se menciona poco la concepción de empresa, -menos aún en las personas de menor nivel educativo-. Al contrario, ser trabajador independiente se convierte en respuesta a las necesidades de supervivencia y de configurar certezas ante un futuro incierto, en una sociedad que deja sin opciones a los más pobres pero que últimamente también está golpeando a los niveles medios y altos de la sociedad (Peralta, 2009).

Es importante considerar las implicaciones de tener tasas tan altas de personas en condición de precariedad, que son presentados como futuros empresarios que sacarán al país del subdesarrollo, según la concepción que se vende desde los programas oficiales de apoyo a la microempresa. Y según la visión individualizante, propia de las ideas neoliberales. En este sentido se coincide con la afirmación de Ramírez y Guevara, (2006):

"Así, lo que para sus protagonistas es la única opción que les dejó la sociedad antes de caer en la delincuencia, para el Gobierno es una muestra de la capacidad empresarial innata de los colombianos que habría que explotar si se le suministran las herramientas adecuadas". (p. 11)

Por esto mismo, es en la contradicción del ser independiente, que aparecen grandes dificultades e incertidumbres para alcanzar este ideal. El desgaste físico, la preocupación por no obtener resultados, las demandas y exigencias en tiempo, así como la inestabilidad, tanto en ingresos como en cantidad de trabajo, en un sube y baja continuo, van acompañados de temores y dificultades jurídicas para la creación de empresa.

En este orden de ideas, los sujetos laborales que han participado en esta investigación, se posicionan entre dos perspectivas, la primera es la de poder desarrollar un trabajo independiente, sin mayor claridad sobre el mismo y más próximo a los términos de la informalidad. Aparece una alta valoración del trabajo independiente, con poca claridad de qué hacer o en qué desempeñarse, al mismo tiempo que se aprecia interés por el trabajo estable que permite obtener ingresos y realizar otras metas.

Para las personas, en la actualidad el empleo o trabajo dependiente y con contrato laboral a término indefinido, es significado como un tipo de trabajo que proporciona, estabilidad, seguridad, contar con una empresa que sea bondadosa con sus empleados, en la que se tengan las prestaciones sociales aseguradas y en las que se desarrollen la capacitación, y el progreso. Muy asociado a una visión fordista del trabajo.

Es la tensión dependendiente/independiente, y de acuerdo con Walkerdine (2006), las nuevas condiciones suponen para los sujetos la construcción de un sí mismo en medio de exigencias contradictorias, tensiones y cruces de fronteras: "un sí mismo que debe ser cargado como un caracol transporta su concha" (p.10). Este debe ser coherente y mutable y también fijo, múltiple y flexible.

Un sí mismo, en que se privilegia la autonomía y la individualización, y que al mismo tiempo genera nuevos riesgos, incertidumbres y desigualdades, en la medida en que dificulta la construcción de marcos de sentido colectivos que permitan significaciones de pertenencia y participación en comunidades políticas que deliberen en torno al bien común (Stecher, Godoy y Díaz, 2006).

Todo esto, asociado a la "metamorfosis del trabajo" (Antunes, 2000) y sus efectos en las interacciones de los trabajadores. Se encuentran trabajadores insatisfechos, desmotivados, explotados; aparece una fuerza de trabajo que cuestiona su auto imagen, su identidad, su estabilidad; así como mano de obra barata, sometida, que trabaja de manera excesiva.

Un mundo en que las oportunidades aparentemente se abren para todos, pero que en realidad deja sin opciones a muchos. Opciones que son claras para aquellos que tuvieron oportunidad de estudiar y que cuentan con capital e inclusive que tienen relaciones sociales, circunstancia que les abren el acceso a trabajos estables y a incrementos de capital; al mismo tiempo, cierra las puertas para muchos de los que no cuentan con estas posibilidades. Dentro de un sistema que es percibido como injusto y que favorece a unos pocos por encima de grandes cantidades de población, dejando al trabajador solo, a su aire y con la ilusión de lograr sus objetivos en la medida en que quiera.

Vistos los significados que construyen los sujetos de esta investigación acerca del futuro laboral, también cabe preguntarse por las políticas de gestión humana de las empresas y por el papel que cumple la sociedad en general. El deseo de ser independiente, expresado por los participantes, de alguna manera, cuestiona las formas de dirección de personal, los horarios de trabajo extendidos y la poca comprensión de las necesidades de los trabajadores.

Y en cuanto al papel de la sociedad en general, Sen (1996) plantea la necesidad de asumir enfoques del desarrollo de las capacidades de las personas desde una visión que contemple la conexión de la economía con la ética, en una postura que comprenda las grandes carencias y ausencias de futuro que están experimentando los trabajadores.

Por último, esta investigación, que se pregunta por el futuro laboral de los trabajadores, resulta interesante en la medida en que indaga por las experiencias y significados a partir de las narrativas de los propios participantes y de sus autobiografías. Sin embargo, al ser un grupo particular de personas, habría que indagar otros colectivos. Por ejemplo, aquellos que viven en la informalidad, significan su experiencia laboral, y esto da pie para investigaciones más centradas en grupos específicos de personas.


Pie de página

3El Atlas Ti, versión 5, es un software que facilita el análisis y la interpretación de los datos cualitativos y que permite relacionar categorías y realizar gráficas que muestren estas relaciones.


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