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Apuntes: Revista de Estudios sobre Patrimonio Cultural - Journal of Cultural Heritage Studies

versión impresa ISSN 1657-9763

Apuntes vol.26 no.2 Bogotá jul./dic. 2013

 

Un homenaje al Arquitecto Jaime Salcedo

Hace ya varios años, entre los años setenta y noventa del siglo anterior, el Arquitecto Jaime Salcedo Salcedo orientó las labores de Instituto Carlos Arbeláez Camacho -antes Instituto de Investigaciones Estéticas- y con ello dio un paso importante en el reconocimiento del patrimonio urbano y arquitectónico en nuestro país. Formado como arquitecto en la Pontificia Universidad Javeriana, desarrolló un perfil profesional que reunió su experiencia de vida en el Valle del Cauca (lugar de donde era oriundo) con su especial conocimiento en historia y arquitectura, lo que permitió que durante toda su vida fuese un reconocido profesional en el campo del patrimonio cultural.

Graduado como arquitecto en 1970, asumió la dirección del Instituto en 1972, y desde allí marcó su trayectoria profesional a partir del interés en el estudio de las huellas arquitectónicas y urbanas de nuestro pasado colonial, el análisis de las obras de arte y los objetos contenidos en estos espacios, y la forma como enriquecieron su significación cultural. Este interés, que nunca lo abandonó, lo llevó a contribuir en la revista APUNTES para fortalecer y visibilizar el esfuerzo de profesionales interesados en la protección de estos vestigios. Trabajó incansablemente en precisar conceptos y desarrollar métodos que permitieron validar y sistematizar procesos de intervención, especialmente sobre la arquitectura y el urbanismo de los siglos XVI a XVIII en América.

En su labor como editor de la revista APUNTES, socializó el trabajo de investigadores nacionales y extranjeros en torno a estudios de caso en el continente y ensayos críticos que nacían de la experiencia profesional en la intervención técnica de edificaciones o conjuntos urbanos. Su labor y continuo trabajo académico incidieron en la forma como eran estudiados e intervenidos buena parte de los bienes culturales del país. Como profesional, investigador y docente marcó un hito en los profesionales e instituciones dedicadas al estudio, protección e intervención del patrimonio cultural; como docente, formó a muchas generaciones de arquitectos entusiastas y conscientes del papel del pasado para la proyección de nuevos espacios para la sociedad.

Sus múltiples investigaciones y trabajo le llevaron a estructurar el programa de la Maestría en Restauración de Monumentos Arquitectónicos en 1976. Adicionalmente, las direcciones de los proyectos en muchas regiones del país le permitieron tener una comprensión del estado y los riesgos a los que se enfrenta la conservación de las huellas del pasado. Esta condición le permitió ser uno de los grandes consultores para el manejo del patrimonio cultural en Iberoamérica.

En cuanto a su labor como arquitecto y miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, fue su representante ante el Consejo Nacional de Monumentos Nacionales entre 1987 y 1992, posición desde el cual se convirtió en uno de los más acérrimos defensores de las construcciones aún en pie de nuestro pasado. Fue consultor Unesco y Profesor Emérito de la Universidad Nacional, miembro del grupo e investigación Estudios Históricos y Artísticos de los Bienes Culturales y docente del programa de Doctorado en Arte y Arquitectura de la misma universidad. A través de sus escritos se siguen formando generaciones de arquitectos.

Hoy día, a pesar de los esfuerzos de los arquitectos que intentamos seguir la trayectoria de Jaime Salcedo Salcedo, se ha visto que aún persiste la idea de ver los temas culturales como accesorios a la cotidianidad del común de la población. Esta situación es evidente cuando, al revisar las propuestas y programas de gobierno frente a los temas de cultura, las acciones quedan enmarcadas en principios básicos sin dar mayor posibilidad de profundización al potencial implícito en las prácticas culturales frente al desarrollo y ordenamiento territorial o al desarrollo humano.

El arquitecto Jaime Salcedo, como estudioso del patrimonio cultural y el territorio, tenía clara esta visión y sus aportes siempre estaban dirigidos a la articulación de este nuevo conocimiento con las necesidades de cada entorno. Nadie mejor que él para resignificar o fortalecer los valores culturales de cada sitio, y con ello determinar los potenciales culturales que propician procesos de recomposición social en comunidades de diversos lugares.

A través de sus enseñanzas y sus charlas, fuimos testigos de las cualidades que debe tener un maestro, como la incansable determinación para asumir y desarrollar una idea desde la ética personal y profesional, el trabajo en equipo y el permanente diálogo entre los estudiantes y los profesores, el profundo conocimiento del contexto cultural que debe validar el oficio del arquitecto en la proyección de espacios y el uso de técnicas constructivas.

Sus continuas reflexiones, originadas en la enseñanza de la arquitectura, fueron siempre en función del espacio, su significado y su papel como formador de modos de vida frente a una cultura que en ocasiones va en detrimento de las viejas tradiciones. En este sentido, la búsqueda de espacios apropiados para las necesidades materiales y espirituales, la experimentación de formas estructurales más eficientes y los procesos constructivos de menor costo lo llevarían a un mayor dominio del diseño total. Como docente, siempre hizo énfasis sobre la importancia del estudio de la historia como complemento del trabajo del estudiante, ya que permitía el análisis de obras y teorías de arquitectura, y fortalecía la capacidad creadora del presente desde el pasado.

Cuando se cuestiona la pertinencia de programas relacionados con la protección del patrimonio, y los espacios académicos para abordar esta problemática se ven reducidos, valdría la pena recordar a Jaime Salcedo y resaltar la forma en que promovió la transformación del pensamiento frente a la conservación y el desarrollo en varias generaciones de arquitectos y otros profesionales que acudían a sus enseñanzas. Hoy sabemos que, si bien el tema no es de un interés masivo, es importante resaltar el trabajo de diversos grupos que han dedicado su experiencia profesional a demostrar que el patrimonio cultural fortalece sentimientos de arraigo, identidad y pertenencia, que a largo plazo mejoran la calidad de vida de la sociedad.

Con este interés, continúa el trabajo del Instituto Carlos Arbeláez Camacho junto con el grupo de investigación Patrimonio Cultural Colombiano, y las líneas que siguen integrando los estudiantes de la carrera de Arquitectura y los de la maestría en Patrimonio Cultural y Territorio. A partir de estas redes de profesionales se mantiene activa la revista APUNTES.

Para terminar, esta edición reúne el trabajo de investigadores en torno a uno de los temas más inquietantes del manejo del patrimonio cultural: los riesgos a los que se encuentra sometido. Con los trabajos aquí reunidos pretendemos dar una muestra de la forma en que se ha asumido el tema del riesgo en diferentes geografías.

Agradecemos infinitamente el esfuerzo de autores y pares para esta producción y esperamos que, como los números anteriores, se convierta en una fuente de consulta para avanzar en el conocimiento de esta problemática.

Esperamos que con estos esfuerzos se pueda mantener vivo el mensaje de Jaime Salcedo y recordarlo como el gran maestro que acompañó a muchos de los profesionales que trabajan en este campo, y que en determinado momento sirvió de inspiración para sus trabajos.

Lina Beltrán Beltrán
Editora