EDITORIAL

Nos encontramos en una situación económica global muy difícil, cada día son más las potencias mundiales que se declaran en procesos de recesión y los pronósticos de crecimiento económico en los países industrializados no son muy halagadores.

Luis Alberto Moreno, presidente del BID, en una entrevista publicada por la revista Semana a finales del mes de enero de este año, corrobora lo anteriormente planteado: "Estados Unidos está en una recesión y todo indica que es posible que se profundice. Pero Europa y Japón también lo están. Y, sin duda, el hecho de que los grandes motores de la economía mundial entren en recesión tiene como consecuencia inevitable un impacto para el mundo en desarrollo y para América Latina".

En Colombia, algunos expertos afirman que la economía podría crecer entre el 2,8 o el 3,1 por ciento, varios coinciden incluso, que será menos. Las razones podemos encontrarlas en nuestro entorno, porque dependemos comercialmente de países como Estados Unidos, Ecuador y Venezuela.

Hasta la industria minera en nuestro país, que indudablemente aporta un porcentaje considerable al PIB, empieza a sufrir una serie de problemas relacionados con la crisis financiera y la caída de los precios de los minerales.

Ante este panorama, ¿qué propuestas existen para "sobrevivirlo"?, tengo que resaltar que no soy un experto en economía mundial, pero me atrevo a plantear desde mi realidad académica y cotidiana, que nuestro país puede trabajar mucho en reforzar otras áreas, que siempre han jalonado procesos importantes de desarrollo, en este caso opino que el sector agropecuario y agroindustrial son claves para aportar en la salida de esta crisis.

Se resalta entonces, entre muchos otros, los trabajos que viene impulsando el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de nuestro país, en los que se busca la posibilidad de apoyar proyectos relacionados con el agro, generados desde la academia o desde otras instituciones. También es importante mencionar como esta entidad gubernamental, junto con otras organizaciones, se han unido para capacitar en temáticas relacionadas con el café y otros productos del campo, de forma gratuita a miles de jóvenes pertenecientes al sector rural, todo esto con el fin, no solo de aportar al desarrollo social de esas comunidades, sino también el de reforzar procesos competitivos y comerciales, de este producto a nivel mundial.

La investigación entonces, es y siempre ha sido vital para procesos de mejora y avance en el sector anteriormente mencionado, ya que aporta nuevas realidades, nuevos caminos y nuevas soluciones ante problemas o situaciones generadas en las dinámicas del agro.

Biotecnología en el sector agropecuario y agroindustrial, también desde un escenario de investigación y de academia, sin duda, contribuye de forma muy destacada, a estimular nuevas acciones y panoramas que pueden aportar al desarrollo del agro de nuestro país y por ende al mejoramiento de nuestra economía, así sea en una dimensión microeconómica, con repercusiones en el exterior, ya que sabemos la exportación de alimentos es una gran estrategia de ingresos.

En este volumen 6, en su versión impresa y electrónica, la revista demuestra una vez más, que sus artículos, con sus respectivos autores, son muy coherentes con los avances investigativos que continuamente se están generando en nuestra región y en nuestro entorno, es decir, tienen una visión global, a partir de las fuentes bibliográficas consultadas y de experiencias, las cuales aterrizan en nuestra realidad local.

No queda más que concluir, que desde la academia y la investigación enfocada en un área tan vital e importante para nuestro país, como es la dimensión agropecuaria y agroindustrial, sí es posible hacer aportes tangibles al desarrollo económico y social de una nación.

PAULO CÉSAR PAZ RAMOS
Docente Universidad del Cauca