SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.12 issue2Psychological factors in low performing school adolescents with academic: depression and self-esteemReturn Storytellings author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Encuentros

Print version ISSN 1692-5858

Encuentros vol.12 no.2 Barranquilla July/Dec. 2014

 

Entre hegemonías y contrahegemonías de estudiantes universitários metaleros y no metaleros en la ciudad de Santa Marta: un análisis desde Chantal Mouffe

Among hegemonies and counter-hegemonies of metalheads and non-metalheads university students in the city of Santa Marta: an analysis from Chantal Mouffe

Luis Ricardo Navarro Díaz1
Luisa Fernanda Ramírez Juvinao2

1 Universidad Sergio Arboleda, Bogotá-Colombia luisr.navarro@usa.edu.co
Doctorante en Ciencias Sociales de la Universidad del Norte. Magister en comunicación de la Universidad del Norte. Barranquilla-Colombia
2 Universidad Autónoma del Caribe luisa.ramirez24@uautonoma.edu.co
Estudiante de especialización en Gerencia de la Comunicación Organizacional, coterminal con el programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Autónoma del Caribe. Barranquilla-Colombia

Cómo referenciar este artículo:
Navarro Díaz, L.; Ramírez Juvinao, L. (2014). Entre hegemonías y contrahegemonías de estudiantes universitarios metaleros y no metaleros en la ciudad de Santa Marta: un análisis desde Chantal Mouffe. Revista Encuentros, Universidad Autónoma del Caribe, 12 (2), pp. 49-66.

Fecha de recibido: 12 de diciembre de 2013. Fecha de aceptación: 10 de marzo de 2014


Resumen

El artículo, derivado de la investigación "Caracterización del consumo de medios de los jóvenes para el diseño de una propuesta de espacios de educación en valores y convivencia ciudadana apoyado en TIC", aborda las relaciones interculturales que se establecen entre estudiantes universitarios, de la ciudad de Santa Marta, pertenecientes a grupos seguidores de la cultura metal y estudiantes universitarios no pertenecientes a este tipo de cultura. Cuyo objetivo es caracterizar el consumo de medios de los jóvenes para diseñar una propuesta de espacios de educación en valores y convivencia ciudadana apoyado en TIC. El análisis que se realiza de estas tribus urbanas es de carácter cuantitativo, y se construye desde las categorías de esfera pública, hegemonías y contrahegemonias propuestas de la politóloga Chantal Mouffe.

Palabras clave: estudiante universitario, metalero, esfera pública, hegemonía y contrahegemonía.


Abstract

The article discusses about the intercultural relationships established among university students, from Santa Marta, that belongs to the metal music culture groups and university students outside this culture, whose objective is to characterize the consumption means for young people to design a proposal for space education and citizen values supported ICT. The analysis is quantitative, and is built from the categories of public sphere, hegemonies and counter-hegemonies made by the political scientist Chantal Mouffe.

Key words: University student, metalhead, public sphere, hegemonies and counter-hegemonies.


Introducción

En Santa Marta los llaman metálicos, un término incorrecto para referirse a los metaleros y que es utilizado frecuentemente por aquellos que desconocen el tema, son ajenos a la cultura o la rechazan. El presente artículo ofrece los resultados de un estudio realizado en la ciudad de Santa Marta-Colombia sobre las relaciones entre estudiantes universitarios. En este caso específico el análisis se delimita a partir de dos grupos de estudiantes, uno conformado por estudiantes pertenecientes a la cultura metal; otro, constituido por estudiantes universitarios no pertenecientes a dicha cultura. El objetivo del documento es ofrecer una serie de interpretaciones sobre las interacciones de estos dos grupos a partir de los postulados de la politóloga Chantal Mouffe. Para tal fin, el documento está estructurado en cuatro momentos. En un primer momento, se presenta una breve contextualización de la cultura metal; en un segundo momento, se referencian algunos postulados de la politóloga Chantal Mouffe a través de los cuales se generan los análisis del artículo. Categorías como esfera pública, sociedad radical, conflicto, hegemonía y contrahegemonía son desarrolladas en este segmento. En un tercer momento se presentan los resultados del estudio para terminar planteando, en un cuarto segmento, elementos para la discusión a manera de conclusión.

Breve contextualización de la cultura metal: revisión de la literatura

De manera precisa, los "metaleros son aquellos rockeros que escuchan la música denominada metal o heavy metal, en todas sus tendencias, como son Thrash Metal, Death Metal, Speed Metal, Black Metal, GrindCore, Power Metal, entre otros" (Gallegos, 2004, p. 24). Ahora bien, países como Estados Unidos, España y México poseen una gran trayectoria en cuanto a investigaciones del tema, debido a que en estos países se considera que "el tema del rock es latente e importante, coinciden en que tienen una escena rockera fuerte y latente, con una gama de géneros sólidos y grupos frescos que le dan la vitalidad a su respectiva escena musical" (Frankurt, 2009, párr. 1).En este contexto, y como un referente relevante durante la revisión de la literatura1, se encuentra el libro Historia del rock de Eduardo Guillot (1997), el cual presenta un análisis de las diversas vertientes que abarca el rock a nivel mundial, el libro se divide en 3 partes; en la primera parte, el autor aborda los aspectos más peculiares en torno al rock; en la segunda parte, presenta la historia del rock desde sus inicios hasta fines de los 90. Finalmente, en la tercera ofrece un catálogo de los 50 rockeros imprescindibles que hicieron del rock un fenómeno de masas a nivel mundial y que modificó la conducta de los jóvenes y la sociedad de diferentes aristas.

En el caso latinoamericano, es relevante citar la revisión de bibliografía realizada para contextualizar la presente temática, a Eduardo Berti y su texto Rockología (1994), documentos de los 80, a través del cual se presenta un recuento general de la historia y las etapas por las cuales pasó el rock argentino hasta 1994. Así mismo, otro documento pertinente para este breve recuento es el escrito por Maritza Urteaga Identidad cultura y afectividad en los jóvenes punk mexicanos (2000), en el cual realiza un análisis etnográfico y sociológico de los jóvenes de la ciudad de Nezahualcoyotl y afirma que el rock mexicano es visto en dicho lugar como práctica cultural y como un lugar de interpretación de identidades y colectividades juveniles rockeras entre sectores de clase media y populares urbanos de los 80 y principios de los 90. La autora describe las diversas conductas, símbolos, look, lenguaje de dichas colectividades mexicanas.

Otro es el caso de la cultura del metal en Colombia. En este territorio, al igual que en otros países de Sudamérica, dicha cultura es una de las más estereotipadas por la sociedad, en donde el sistema voz a voz de la cultura predominante les atribuye la práctica de ritos satánicos, la drogadicción y la maldad. Esto no se debe precisamente a las conductas de sus miembros actuales, sino a dos grandes razones: la primera, apunta a que la visibilidad cultural que adquirieron los/ las jóvenes como sector social diferenciado desde mediados del siglo XX, los ha hecho objeto de múltiples miradas, estereotipos, estigmas:

La juventud aparece como una construcción cultural, relativa en el tiempo y en el espacio: 'para que exista la juventud, deben darse, por una parte, una serie de condiciones sociales como normas, comportamientos e instituciones que distinguen a los jóvenes de otros grupos de edad y, por otra parte, una serie de imágenes culturales: valores, atributos y ritos específicamente asociados a los jóvenes' (Feixa, 1998a, p.18, citado en Bergé, 2007, p. 2).

La segunda, la referencia que la gente ha tomado de actos llevados a cabo por particulares simpatizantes del metal, pues se conserva el imaginario de aquel rock que surgió en Estados Unidos que desde sus inicios "asumió un sabor contestatario" (Ibarra, 2004, p. 82). A propósito de ello, el siguiente es un extracto del blog Autopista Rockosa publicado en el periódico El Tiempo de Bogotá, bajo el texto titulado Una introspección al heavy metal colombiano:

Bueno, yo creo que el apoyo para la escena rockera siempre ha estado y sigue manteniéndose y creciendo, Colombia está volviendo cada vez más común en las giras de las grandes bandas que tanto nos gustan y en los últimos años hemos podido disfrutar de excelentes conciertos como Dream Theater, Slayer, Symphony x, Roger Waters, Angra, Sepultura, Fear Factory, etc, y ahora Iron Maiden en donde se va a ver el gran poderío de la escena Rockera en Colombia. El Rock nunca va a morir, eso es seguro. Pero también piensan que en la escena criolla, el soporte existe, pero hace falta mucho trabajo en equipo, que haya más recursos para los grupos, las oportunidades son escasas, y las pocas que se ofrecen no son bien manejadas (Rockoso, 2008, parr. 3).

De todas formas, algunos prefieren asumir al Rock como un movimiento no violento Folgueira, 2010, p. 6), muy a pesar de que, para algunos, el sonido metálico pueda tornarse agresivo y desagradable. Ahora bien, para comprender cada una de estas miradas, es relevante también ofrecer aquí un breve contexto histórico de este proceso cultural. Ante ello, cabe resaltar a propósito de estas anotaciones el contexto histórico que marcó el surgimiento del metal como hijo del rock.

Sobre los orígenes de la cultura metal

Después de la Segunda Guerra Mundial, la juventud sobreviviente se encontró con que todos los sistemas de educación y el orden social comenzaban a desarrollarse como métodos de intervención gubernamental. Eventos como la Guerra Fria y la Guerra de Vietnam culminaron con una pérdida de confianza en ideologías previas. La búsqueda de la paz y la esperanza se transformaron en banderas de lucha para todos y condujeron a una época de hedonismo y relativismo impulsado por el comercio y el deseo de ser mejores.

La Revolución de las Flores y el Movimiento Hippie constituyeron los grandes referentes de esta época de búsqueda de amor y rescate de relación naturaleza-hombre, pero luego, como todos los grandes cambios carentes de verdaderos ideólogos, degeneró en excesos motivados por la propia falta de mesura en los estilos de vida. El amor libre se transformó en el swinging, la experimentación se transformó en dietas a base de drogas, y la búsqueda de ideologías, en una simple conversación de bar (Sierra, 1987). Esto enterró poco a poco los movimientos de los sesenta y abrió la senda para una época más cruda, en la que finalmente el amor por el dinero y el crecimiento material tomó las riendas y preparó el camino para el surgimiento de un nuevo grupo de personas no conformes con el rumbo del mundo y, absolutamente, no participativos con los cambios que se estaban viviendo; esta postura se expresó a través de una cultura popular extrema basada en la disconformidad, la rebeldía y el arte (Maldonado & Camargo, 2009).

Entre las expresiones artísticas de esta cultura de tipo underground, llamada cultura del metal, estaba la música, elemento que recogería todo el descontento y la nueva manera de ver el mundo, impulsando la búsqueda de un nuevo sonido que fuera capaz de responder a esas expectativas de cambio y, a la vez, indicara claramente que no se estaba de acuerdo con ninguna solución de corte tradicional, pues dichas soluciones siempre que se han aplicado fallan por contener los mismos vicios que están presentes en casi cualquier creación humana. "El metal surge como un movimiento cultural e ideológico, que propone radicalmente un inconformismo frente a las reglas socialmente impuestas"(Sierra, 1987, s/p)

Referentes teóricos

Según Lady Maldonado en un artículo titulado Representaciones sociales hacia la cultura del metal de un grupo de metaleros de Bogotá, la cultura del metal a través de su música y su influencia en el contexto social de los jóvenes, dio respuesta a todas estas inconformidades y contradicciones de la sociedad (Maldonado, et al., 2009, p. 116). En este contexto, se utiliza como expresión no sólo la ropa y sus colores, el uso de su cabello, sino también la expresión del cuerpo.

Con Foucault (1984, p. 141), el cuerpo es manipulable, puede ser entonces sometido, utilizado, perfeccionado y transformado. En relación con esta tesis, y según Karina Gallegos en su texto titulado Al estilo de vida metalero: resistencia cultural urbana en Quito, el cuerpo puede ser un grabado "donde se está mostrando que las cadenas

significan hostilidad, que el cabello largo es rebeldía, y el negro de la ropa es protección o desconfianza" (2004, p. 25). A lo largo del tiempo y de acuerdo con las nuevas necesidades de los metaleros, aparecieron diferentes ramas o géneros del metal, que van a influir en el comportamiento e identidad de los grupos, algunos de estos son: heavy metal2, thrash metal, funk metal, black metal, white metal, death metal, doom metal, speed metal, hardcore metal, grindcore metal, entre otros (Maldonado, et al, 2009, p. 116). Ahora bien, teniendo como referencia el contexto histórico, el presente documento busca analizar la interacción entre estudiantes universitarios metaleros y estudiantes universitarios no metaleros en la ciudad de Santa Marta. Para ello se divide, bajo un criterio cultural, a la ciudad, específicamente la universidad analizada, en dos grandes grupos que se enfrentan constantemente en sociedad: Los pertenecientes y los no pertenecientes a la cultura Metal.

En este punto cada cultura es "un conjunto de procesos donde se elabora la significación de las estructuras sociales, se la reproduce y transforma mediante operaciones simbólicas" (Garda-Candini, 1989, p. 25), e interacciones que conllevan al disenso y hacen parte de un proceso comunicacional colectivo que, según las categorías establecidas por Cardona, (1990, pp. 31-38) es aquel que se da entre varios grupos de personas. Sin embargo, estas interacciones no sólo se presentan por actos comunicativos propiamente explícitos. En el libro Interculturalidad y comunicación de Alejandro Grimson, se agrupan algunos lenguajes negativamente bajo la denominación no verbales, y corresponden a los lenguajes kinésicos, proxémico, cronémico, paralingüístico, olfativo y táctil. Esto se puede sustentar a partir del siguiente extracto del mismo autor:

Lo kinésico alude a la gestualidad y los movimientos corporales. La proxémica refiere al uso del espacio, organización o disposición que generalmente da cuenta de expresiones de intimidad y de poder. A través del uso del tiempo la gente comunica interés, compromiso, status o jerarquía, entre otros aspectos. Lo paralingüístico se refiere al uso de la voz, el timbre, el tono, el volumen, la velocidad con la que se habla, los silencios, y se comunican estados emocionales, veracidad, sinceridad. Los olores y el tacto, al igual que otras dimensiones, tienen codificaciones culturales (2000, p. 61).

En este cruce de contextos, estudiantes universitarios pertenecientes y estudiantes universitarios no pertenecientes, todas estas dimensiones son aplicables al analizar la interacción entre los dos grupos de jóvenes que aborda el artículo. Sin embargo, es importante resaltar que el estudio se lleva a cabo sólo con estudiantes de una sola universidad, por lo cual sus resultados no podrían ser generalizables a todo el universo posible de universidades existentes en la ciudad de Santa Marta. En este contexto, se recrea así un escenario de dos tipos de tribus con características diferentes que luchan por coexistir, desde sus gestos, espacios, tiempos y cuerpos, en una esfera pública llamada Santa Marta, estableciendo parámetros comunicacionales a través del lenguaje como puente de la intersubjetividad como lógica de validación (Hoyos & Vargas, 1996, p. 162); elaborando imaginarios colectivos o construcciones simbólicas, no solo por el carácter trascendente de sus expresiones, sino por la creación de nuevos símbolos(Villar, & Amaya, 2010, p. 18); y construyendo una fachada, que no es más que "la parte de la actuación de un individuo que funciona regularmente de un modo general y prefijado a fin de definir la situación con respecto a aquellos que observan dicha actuación" (Goffman, 2003, p. 34).

De esta forma, se tiene entonces una articulación social dada a través de una cultura juvenil contestataria y una cultura juvenil hegemónica, que refleja la existencia de una distribución del poder cultural a escala (Hall& Jefferson, 1983), es decir, la relación de los metaleros con los no metaleros se da mediatizada por diversas instancias en las que el poder cultural se transmite y negocia. Según Chantal Mouffe (1997), existe una esfera pública ideal que se manifiesta mediante la sociedad o democracia radical, la cual hace referencia a la posibilidad de diferencias al interior de la sociedad. Dentro de esta diferencia se generan las opiniones diversas y se olvida el consenso, optando por el disenso, con el fin de fortalecer la democracia.

En coherencia con lo anterior, es posible plantear que para Mouffe (1993), en la interacción de los sujetos dentro de la esfera pública se da siempre la categoría de lo antagónico, donde se toma al otro como un enemigo pasional y, donde es posible, tomar represalias como consecuencia. Ante ello, la politóloga propone que se cambie esta categoría y se utilice la denominación agonista, en la cual el oponente es visto como el adversario en discusión y se asume una visión en la que se acepta la pluralidad de sujetos y subjetividades dentro de la sociedad.

Esta concepción es, sin duda, parecida a la planteada por Nancy Fraser en el texto Habermas y la esfera pública, en el cual sustenta la idea de que una sociedad igualitaria y multicultural "solamente tiene sentido si suponemos una pluralidad de escenarios públicos en los cuales participan grupos con diversos valores y retóricas. Por definición una tal sociedad tiene que tener una multiplicidad de públicos" (Fraser, 1992, p. 17). En este sentido, gradas a la relación antagónica, se dan los conflictos democráticos entre 'nosotros' y 'ellos' de posiciones distintas que aluden a las hegemonías y contra hegemonías (Mouffe, 1993).

Desde lo anterior, es posible asumir que el rock nació como una expresión de vanguardia que, tras medio siglo de historia, ha generado diversos valores, tradiciones y prácticas culturales, y con ello ha configurado una matriz de singulares identidades socio-culturales, lo que a su vez le ha valido la definición de contracultura. De manera complementaria, esta tesis se puede sustentar con la siguiente cita:

La construcción de la identidad metalera como una "identidad de resistencia" se ha convertido para sus seguidores en un modo de vida: son identidades opuestas a las ideas de lo "normal" impuestas por las ideologías dominantes y que se agrupan en formas cerradas. La sociedad de "normales" los estigmatiza (Gallegos, 2004, p. 26).

Desde la perspectiva de Gallegos, se propone considerar en este artículo, que al igual que otros estudios sobre identidades de grupos subalternos o minoritarios, el estudio de las identidades de los jóvenes rockeros se vincula a una demanda de reconocimiento (González, 2004, p. 33) que debe discutirse en el marco de las políticas del multiculturalismo.

Decíamos que la discriminación constituye en sí misma una forma de relación desequilibrada y potencialmente conflictiva, en la medida en que supone un reconocimiento evaluativo deficitario por el que los grupos dominantes atribuyen identidades devaluadas, etiquetadas y frecuentemente estigmatizadas a los dominados. Por lo tanto, las diferentes figuras de discriminación tienden a generar conflictos y luchas por el reconocimiento social (Giménez, 2003, p. 11).

Ahora bien, estas propuestas se denominan identidades de resistencia Castells (1998), las cuales se caracterizan por ser identidades con posiciones opuestas a las ideas dominantes. Esto produce identidades que se agrupan en formas cerradas, por lo cual son poco interpretadas y más bien estigmatizadas por los grupos autodeterminados como "normales". En este sentido, Castells (1998, p. 28) entiende las identidades como "el proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo cultural o conjunto de atributos relacionados culturalmente". Pero este conjunto de atributos culturales no son estables ni objetivables, sino que son producidos en el marco de las relaciones sociales.

La propuesta de Chantal Mouffe: Una aproximación a los conceptos de esfera pública, conflicto, hegemonía y contrahegemonía

La idea a demostrar en este apartado se puede expresar con las palabras de Mouffe: "El objetivo de una política democrática no reside en eliminar las pasiones ni en relegarlas a la esfera privada, sino en movilizarlas y ponerlas en escena de acuerdo con los dispositivos agonísticos que favorecen el respeto del pluralismo" (Mouffe, 1993, p. 14). A propósito de esta tesis, en conferencia titulada Por una política de identidad democrática Mouffe3 sostiene que todas las tendencias filosóficas llamadas posmodernas convergen en una crítica al esencialismo, es decir, en una crítica a la metafísica clásica. De esta manera, se plantea la posibilidad de reformular el proyecto democrático Ilustrado (radicalizándolo), lo que exige comprender que el marco racionalista y universalista sobre el que tal proyecto fue formulado se ha convertido en un obstáculo para una adecuada comprensión de la etapa actual de la política democrática, y que este marco podría dejarse de lado sin que necesariamente se atente contra la democracia liberal.

Contraria a la idea de acabar con los conflictos izquierda-derecha a través de un centro, Mouffe plantea que los antagonismos son necesarios para definir el carácter político de las relaciones humanas. "La idea política nunca podrá prescindir del antagonismo, pues atañe a la acción pública y a la formulación de identidades colectivas" (Mouffe, 1993, p. 16). Desde esa perspectiva no hay lugar a la lucha política en términos de izquierda y derecha. De igual manera, sobre esta base, se podría establecer una especie de consenso al centro, puesto que finalmente no hay más antagonismos fundamentales en la sociedad. Según estos planteamientos, Mouffe asegura en tono irónico en la misma entrevista que ahora sería posible a través de la discusión, de la moderación poner a todo el mundo de acuerdo sobre la política que hay que llevar a cabo para modernizarse, para adaptar cada país a la globalización.

Sin embargo, la política siempre tiene que ver con un "nosotros" opuesto a un 'ellos'. Siempre se define en términos nosotros/ellos. Una identidad colectiva, un 'nosotros', no puede existir sin determinar quién está afuera. La idea de que se pudiera tener un 'nosotros' totalmente inclusivo es completamente inconcebible para Mouffe. Según la politóloga, uno de los principales problemas del marco liberal es que reduce la política a un cálculo de intereses. Dicha perspectiva, presenta a los individuos como actores racionales movidos por la búsqueda de la maximización de su interés personal. Es decir, se percibe que actúan en el campo de la política de una forma básicamente instrumental. "La política se concibe a través de un modelo elaborado para estudiar la economía, como un mercado interesado por la asignación de recursos, en el que se alcanzan compromisos entre intereses definidos independientemente de su articulación política" (Mouffe, 1999). Por otra parte, otros liberales, los que se rebelan contra el modelo instrumental y desean crear un vínculo entre política y ética, creen que es posible crear un consenso universal y racional por medio del libre debate, lo cual se puede sustentar con las siguientes palabras de Mouffe:

Creen que al relegar los temas problemáticos a la esfera privada, será suficiente con un acuerdo racional sobre los principios para administrar el pluralismo de las sociedades modernas. Para ambos tipos de liberales, todo lo que tenga que ver con las pasiones y los antagonismos, todo lo que pueda llevar a la violencia es percibido como arcaico e irracional, como residuos del pasado, de una era en que el «dulce comercio» aún no había establecido la preeminencia del interés por encima de las pasiones (1999, marzo).

Las dos perspectivas descritas anteriormente están destinadas al fracaso. Según Mouffe, la política, tal como se ha entendido de manera tradicional, tiene que ver más que con identidades que con el antagonismo presente en todas las relaciones sociales, en las cuales la relación «nosotros/ellos» se construye en términos de «amigo/enemigo». Negar esta dimensión de antagonismo no la hace desaparecer, sólo lleva a la impotencia al reconocer sus distintas manifestaciones y al tratar con ellas. Esto explica que un enfoque democrático tenga que aceptar el carácter indeleble del antagonismo. Una de sus tareas principales es plantearse modos de distender las tendencias a la exclusión presente en todas las construcciones de identidad colectiva. En este sentido, lo político está ligado a la dimensión de antagonismo y de hostilidad que existe en las relaciones humanas, antagonismo que se manifiesta como diversidad de las relaciones sociales, mientras la política, apunta más bien a establecer un orden, a organizar la coexistencia humana en condiciones que son siempre conflictivas. Sobre la base de estos argumentos, la propuesta de Mouffe apunta a la necesidad de ampliar el concepto de racionalidad para dar cabida a lo razonable y a lo plausible, y con ello reconocer la existencia de múltiples formas de racionalidad.

La anterior reflexión de Mouffe apunta a considerar la construcción de un ethos democrático que tenga que ver con la movilización de pasiones y sentimientos, con la multiplicación de prácticas, instituciones y juegos del lenguaje que provean la condición de posibilidad de los sujetos democráticos y formas democráticas de voluntad. En la misma obra de 1997, Mouffe apunta que una comunidad política moderna no puede ya pensarse en torno a una única idea de bien común, es decir, la redefinitión y la reactivación de una idea de ciudadanía no puede darse a costa del sacrificio de la libertad individual. "En consecuencia, mientras la política apunte a la construcción de una comunidad política y a crear una unidad, será irrealizable un comunidad política completamente inclusiva, y una unidad final, pues siempre habrá un exterior constitutivo, algo externo a la comunidad y que la hace posible" (Mouffe, 1993, p. 101).

Se trata de concebir un ciudadano no a partir de una concepción metafísica; tampoco a partir del hecho de maximizar la utilidad como sujeto racional, según la rama del liberalismo que se siga; se trata de concebir un ciudadano vinculado a las relaciones sociales, de poder, lenguaje, cultura y de todo el conjunto de prácticas que hacen posible la acción de una ciudadanía democrática. En esta noción de ciudadanía, constitutiva de una democracia pluralista, juega un papel crucial el conflicto. El conflicto es la dimensión política de la democracia. Y esto no debe verse como un obstáculo temporario en el camino hacia el consenso, dado que con su ausencia la democracia dejará de ser pluralista. Ése es el motivo por el cual, para Mouffe, la democracia política no puede plantearse siempre en armonía y reconciliación. Como presupuesto primordial se requiere pensar en un sujeto descentrado y sin referente alguno a un absoluto o ente totalitario, sin identidad definitiva, inmerso en la multiplicidad de posiciones subjetivas, es decir dado como antagónico y como tal político. Para Mouffe, muchos teóricos liberales se niegan a admitir la dimensión antagónica de la política y el papel de los afectos en la construcción de las identidades colectivas, porque consideran que eso pondría en peligro la realización del consenso al que consideran el objetivo de la democracia. "No comprenden que lejos de amenazar la democracia, la confrontación agonista es la condición misma de su existencia.

La especificidad de la democracia moderna radica en el reconocimiento y la legitimación del conflicto, así como en la negativa a suprimirlo mediante la imposición de un orden autoritario" (Mouffe, 2007, septiembre, p. 7). Una sociedad democrática-pluralista no niega la existencia de conflictos, sino que proporciona las instituciones que le permiten expresar el conflicto de modo agonístico. De la misma manera, el ciudadano que propone Mouffe, inmerso en el proyecto de democracia radical y plural, se postula como un ciudadano que convive entre distintos proyectos e identidades democráticas, probablemente irreconciliables entre sí, sin llegar por ello a su destrucción, exclusión o integración mutua.

Métodos y herramientas

En este orden de ideas, surge la necesidad de identificar cuáles son los imaginarios colectivos que se generan a partir de la interacción de los sujetos pertenecientes y no pertenecientes a la cultura metal en Santa Marta, desde la perspectiva comunicacional que propone la dialéctica hegemonía - contra hegemonía de Chantal Mouffe. Para ello se delimitó la investigación a la población de estudiantes universitarios de Santa Marta pertenecientes a cualquier programa de estudios de una institución universitaria específica de esa ciudad. En este caso, se asume como condición necesaria de la investigación ser estudiante universitario, de una institución específica ubicada en la ciudad de Santa Marta, siendo indiferente para ello el nombre de la institución y si es de carácter público o privado. Esto conduce a inferir que los resultados no son generalizables ni a toda la población estudiantil universitaria ni a todas las instituciones universitarias de Santa Marta, pero sí pueden convertirse en un punto de referencia para posteriores análisis que puedan ser desarrollados sobre el tema.

De acuerdo con lo anterior, la investigación contempló dos objetivos específicos: Medir el rechazo de los estudiantes universitarios samarios no pertenecientes hacia los pertenecientes a la cultura metal y viceversa; de igual forma, conocer, mediante encuestas, que tan rechazados se sienten los estudiantes pertenecientes a la cultura "Metal" por los no pertenecientes y viceversa. Se pretendió con esta delimitación estructurar el siguiente momento:

• Un proceso comunicacional entre los estudiantes universitarios de una institución específica de la ciudad de Santa Marta definidos como pertenecientes y no pertenecientes a la cultura partiendo de los siguientes esquemas:

Donde P significa perteneciente y NP significa no perteneciente. Y la flecha es el canal de comunicación que se materializa en las acciones, expresiones, vestimenta e ideología de cada grupo. Estos dos modelos ratifican que el proceso comunicacional es de doble vía y que ambas culturas son emisores y receptores al mismo tiempo.

La muestra del estudio fue de carácter no probabilístico y de tipo por conveniencia o a juicio del investigador. Esta decisión se asume dada la temática de indagación, la interacción de los sujetos pertenecientes y no pertenecientes a la cultura metal que cumplan la condición de ser estudiantes universitarios en la ciudad de Santa Marta. Para la validez y confiabilidad de sus actuaciones, en la aplicación de los instrumentos tienen que poseer atributos sobre este tema y ser estudiante de una institución de educación superior. En este orden de ideas, se determina encuestar a 25 estudiantes para el instrumento de no pertenecientes a la cultura metal y a 25 estudiantes para el instrumento pertenecientes a la cultura metal.

Resultados

La finalidad de realizar dos cuestionarios, uno para cada grupo, es la de obtener de manera cuantificable qué tan rechazados se siente cada grupo y qué tanto rechaza la interacción con el contrario. Luego de recolectada la información, en un segundo momento, la data fue sistematizada de la siguiente manera:

La gráfica 1 indica los porcentajes alcanzados para cada posible respuesta de las preguntas del cuestionario. A continuación se especifican los porcentajes:

  1. ¿Ha sentido alguna vez algún tipo de rechazo por estudiantes universitarios ajenos a la cultura del metal?
    1. Cero veces. 28%
    2. De 1 a 10 veces. 52%
    3. De 11 a 20 veces. 16%
    4. De 20 veces en adelante. 4%

  2. ¿Siente temor por manifestar ser perteneciente a una cultura que no es la dominante en la universidad a la que pertenece?
    1. Nunca. 72%
    2. A veces. 16%
    3. Casi siempre. 8%
    4. Siempre. 4%

  3. ¿Cree usted que su cultura debería ser la dominante en el campus universitario?
    1. Sí. 16%
    2. No. 84%

  4. ¿Rechaza usted las relaciones de cualquier tipo con personas de su universidad que no pertenezcan a la cultura del Metal?
    1. Sí. 0%
    2. No. 100%

  5. Piensa usted que las relaciones interculturales (entre diferentes culturas) en la universidad a la cual pertenece son:
    1. Buenas. 28%
    2. Regulares. 40%
    3. Malas. 28%
    4. Pésimas. 4%

    La gráfica 7 indica los porcentajes alcanzados para cada posible respuesta de las preguntas del cuestionario. A continuación se especifican los porcentajes:

  6. ¿Ha rechazado alguna vez algún estudiante de su universidad por pertenecer a la cultura del metal?
    1. Cero veces. 60%
    2. De 1 a 10 veces. 36%
    3. De 11 a 20 veces. 4%
    4. De 20 veces en adelante. 0%

  7. ¿Siente temor por relacionarse con estudiantes de su universidad pertenecientes a la cultura del metal?
    1. Nunca. 32%
    2. A veces. 52%
    3. Casi siempre. 12%
    4. Siempre. 4%

  8. ¿Ha sentido alguna vez algún tipo de rechazo por estudiantes de su Universidad pertenecientes a la cultura del metal?
    1. Cero veces. 68%
    2. De 1 a 10 veces. 20%
    3. De 11 a 20 veces. 12%
    4. De 20 veces en adelante. 0%

  9. ¿Rechaza usted las relaciones de cualquier tipo con personas de la universidad que pertenezcan a la cultura del Metal?
    1. Sí. 28%
    2. No. 72%

  10. Piensa usted que las relaciones interculturales (entre diferentes culturas) en la universidad a la cual pertenece son:
  1. Buenas. 28%
  2. Regulares. 40%
  3. Malas. 32%
  4. Pésimas. 0%

Posterior a los momentos de recolección y sistematización de la data, se obtuvieron resultados precisos que permiten realizar inferencias claras acerca del desenvolvimiento intercultural de los actores sociales encuestados pertenecientes a universidades ubicadas en la ciudad de Santa Marta. De dichos resultados, los siguientes son los más significativos:

  • El 72% de los metaleros estudiantes universitarios encuestados se ha sentido rechazado alguna vez por aquellos ajenos a la cultura metal.
  • El 72% de los metaleros estudiantes universitarios encuestados nunca siente temor por expresar ser miembro de la cultura.
  • El 84% de los metaleros estudiantes universitarios encuestados considera que su cultura no debe ser la dominante en el plantel.
  • El 100% de los metaleros estudiantes universitarios encuestados no rechaza las relaciones interculturales.
  • El 40% de los metaleros estudiantes universitarios encuestados piensa que las relaciones interculturales son regulares; un 28% que son buenas; otro 28% que son MALAS; y un 4% que son pésimas.
  • El 40% de los estudiantes universitarios encuestados NO metaleros ha rechazado a un estudiante metalero alguna vez.
  • El 68% de los estudiantes universitarios encuestados NO metaleros siente temor por relacionarse con un estudiante metalero.
  • El 32% de los estudiantes universitarios encuestados NO metaleros ha sentido rechazo por parte de un estudiante metalero.
  • El 28% de los estudiantes universitarios encuestados NO metaleros rechaza las relaciones de cualquier tipo con un estudiante metalero.
  • El 40% de los estudiantes universitarios encuestados NO metaleros piensa que las relaciones interculturales son regulares; el 32%, malas; y el 28%, buenas. Discusión

Los anteriores resultados reflejan notoriamente tres conclusiones acerca de la cultura metal y su desenvolvimiento dentro del campus universitario al que pertenecen:

  • Gran parte de la cultura experimenta una especie de orgullo cultural, pues el 72% de sus pertenecientes son fieles a sus convicciones y manifestaciones constantes propias del ser metalero.

  • Una porción considerable de la cultura piensa en la aceptación de un pluralismo cultural, pues el 84% de sus pertenecientes considera que no debe ser su grupo el dominante. Desde la perspectiva de Chantal Mouffe, se infiere que este fenómeno indica que los metaleros defienden las sociedades radicales, las coexistencias de las hegemonías y contra hegemonías dentro de estas, y por ende el disenso a favor de la democracia en el proceso de comunicación. Es allí, en ese espacio de aparición, donde los sujetos actúan, es decir, se relacionan y son capaces de elaborar múltiples significados, reconocimiento mutuo (lo común entre), y, por consiguiente se convierten en sujetos capaces de construir comunicación y, a través de ella, su libertad (Navarro, 2009, p. 29). A propósito de esto, Guillermo Hoyos (1996) hace referencia a la intersubjetividad en el proceso comunicacional que, para este caso, se aplicaría en la medida en que el mismo pluralismo cultural que defienden los metaleros, defiende a su vez que cada individuo, sin importar su procedencia cultural, sea autentico y anti-consensual.

  • La cultura se encuentra en disposición total para acceder a una sociedad radical entendida desde Chantal Mouffe y aceptar los procesos interculturales, pues el 100% de sus pertenecientes NO rechaza las relaciones con cualquier persona del plantel. Este resultado reafirma la proposición de que los metaleros piensan en una sociedad pluralista pero coexistente. Pese a lo anterior es notorio el 40% de los encuestados metaleros que manifiestan que las relaciones interculturales son regulares. Esto se debe a las irregularidades que han sufrido en el momento en que son rechazados por los otros estudiantes no pertenecientes que no están de acuerdo con este tipo de intersubjetividades culturales.

En cuanto a los estudiantes NO metaleros, las inferencias son las siguientes:

  • Aún existe en la sociedad de estudiantes universitarios ajenos a la cultura metal, grados de incompatibilidad con aquellos que si son pertenecientes, pues un 68% manifiesta temor por entablar cualquier tipo de comunicación con un metalero. Este factor se debe al gran número de imaginarios colectivos que existen, se generan y se vociferan acerca de la cultura en mención.

  • Aún hay quienes no están dispuestos a aceptar un acercamiento entre estudiantes pertenecientes y no pertenecientes a la cultura metal, pues el 28% de los encuestados rechaza esta propuesta, lo cual iría en contra de la propuesta que sobre política y sociedad plantea por Mouffe. Esto se debe a que en este grupo no controlable rigen infinidades de variables, probablemente religiosas y manejables por estereotipos, que van en contra de estas relaciones.

Por ejemplo, según Piaget, la discriminación sería una forma de pensamiento sociocéntrico por el que se valoriza al propio grupo en comparación con los demás grupos considerados como diferentes o inferiores (Piaget, 1965, p. 68). Y en ese orden de ideas, se convierte un factor que se interpone entre las diferentes subjetividades y "en los procesos de interacción / comunicación se traduce en comportamientos de hostilidad y trato desigual" (Jiménez Gilberto, 2003, p. 2). En síntesis, el análisis apunta a plantear la posibilidad de rescatar la dimensión política de este tipo de colectivos juveniles, a partir de particularidades locales en un contexto de narrativas en conflicto. En este sentido, y según Roxana Reguillo, el consumo cultural, los aspectos socio-estéticos y su vinculación con las dimensiones identitarias se constituyen en factores centrales para pensar la interacción entre diversas clases de tribus juveniles urbanas:

El vestuario, la música, el acceso a ciertos objetos emblemáticos, constituyen hoy una de las más importantes mediaciones para la construcción identitaria de los jóvenes, que se ofertan no sólo como marcas visibles de ciertas adscripciones sino, como un concepto. Un modo de entender el mundo y un mundo para cada estilo, en la tensión-identificación-diferenciación (...) cada adscripción identitaria va incorporando o desechando elementos hasta conseguir un estilo que las distingue de los demás (2000, pp. 27-28).

Finalmente, "reconocer y tratar como iguales a los miembros de ciertos grupos es algo que hoy parece requerir unas instituciones públicas que reconozcan, y no que pasen por alto, las particularidades culturales, al menos por lo que se refiere a aquellos cuya comprensión de sí mismos depende de la vitalidad de su cultura" (Taylor, 1993, p. 5), pues es necesario que prime la interacción cultural en un ámbito de coexistencia para que sean posibles las sociedades radicales.


Notas

1 Sugiero los estudios de Adrian Acosta (1997) El Rock: imovimiento social o nuevo espacio público? en Ecuador; Sierra, J. (1987). Heavy Metal. Espana: edicomunicación; Maldonado & Camargo (2009). Representaciones sociales hacia la cultura del metal de un grupo de metaleros de Bogotá. Revista diversitas perspectivas en sicología, 5(1), 111-124.
2 Según el libro El sonido de la bestia: historia del heavy metal, (Christie, 2005). El heavy metal empezó en el caos. Solas en su oscuridad privada, aquellas notas extranas y aquellas retorcidas letras comenzaron a unirse, poco a poco, hasta que un día formaron una fuerza musical nueva y sorprendentemente poderosa. Para algunos, esa música era el canto oscuro y temible del mismísimo diablo, pero, para las innumerables legiones de fans con que el heavy metal cuenta en todo el mundo, representó la explosión definitiva de pensamientos, sentimientos e imágenes que jamás antes habían podido expresar por sí mismos.
3 Para ampliar sobre Chantal Mouffe sugerimos el capítulo II del libro Entre esferas públicas y ciudadanas (2010).


Referencias

Acosta, A. (1997). El rock: ¿movimiento social o nuevo espacio público? en Ecuador. Debate, 42.         [ Links ]

Bergé, E. (2007). Estetizando la fachada: Debates en torno a la noción de estilos culturales juveniles. Mendoza: Memorias de las XI Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación.         [ Links ]

Berti, E. (1994). Rockología, documentos de los 80. Buenos Aires: Beas ediciones.         [ Links ]

Cardona, I. (1990). Comunicación efectiva: introducción a la comunicología. San Juan, P.R: Editorial Cultural.         [ Links ]

Castells, M. (1998). La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol.2 El poder de la identidad. Madrid: Alianza.         [ Links ]

Christie, I. (2005). El sonido de la Bestia: la historia del heavy metal. España, Barcelona: Ediciones Robinbook.         [ Links ]

Foucault, M. (1984). Vigilar y castigar. Madrid: siglo del hombre.         [ Links ]

Frankurt. (2009). Algunos apuntes a los estudios sobre el Rock, discusiones y un esbozo de lo escrito e investigado. Blog "Histeria Y Cultura" http://histeriaycultura.blogspot.com/2009/07/algunos-apuntes-los-estudios-sobre-el.html.         [ Links ]

Folguiera, P. (2010). La idea de historia en el heavy metal español. Revista Tiempo y sociedad, 3, 5-41.         [ Links ]

Fraser, N. (1992). Habermas y La Esfera Pública. Inglaterra: The MIT Press.         [ Links ]

Gallegos, K. (2004). Al estilo de vida metalero: Resistencia cultural urbana en Quito. Iconos. Revista Iconos, 18, 24-32.         [ Links ]

García-Canclini, N. (1989). Introducción. Políticas culturales y crisis de desarrollo: un balance latinoamericano. En Néstor García Canclini, (coord.)Políticas culturales en América Latina. (1989) México: Grijalbo.         [ Links ]

Giménez, G. (2003). Las diferentes formas de discriminación desde la perspectiva de la lucha por el reconocimiento social. San Andrés Totoltepec.: Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.         [ Links ]

Goffman, E. (2003). La presentación de la persona en la vida cotidiana. Buenos Aires: Amorrortu Editores.         [ Links ]

Grimson, A. (2000). Interculturalidad y comunicación II. Bogotá: Grupo Editorial Norma.         [ Links ]

Guillot, E. (1997). Historia del rock. España: La Mascara.         [ Links ]

González, D. (2004). Rock, identidad e interculturalidad. Breves reflexiones en torno al movimiento rockero ecuatoriano. RevistaIconos, 18, 33-42.         [ Links ]

Hall, S. & Jefferson, T. (1983) Resistance Through Rituals. Youth Subcultures in post-warBritain. Londres: Hutchinson.         [ Links ]

Hoyos, G. & Vargas, G. (1996). La Teoría de la Acción Comunicativa como nuevo paradigma de investigación en Ciencias Sociales: Las ciencias de la discusión. Bogotá: ICFES.         [ Links ]

Ibarra, H. (2004). La construcción social y cultural de la música. Revista Íconos, 19,80-86.         [ Links ]

Maldonado, L., Burgos, L., & Camargo, I. (2009). Representaciones sociales hacia la cultura del metal de un grupo de metaleros de Bogotá. Revista diversitas perspectivas en sicología, 5(1), 111-124.         [ Links ]

Mouffe, Ch. (1993). El retorno de lo político: Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical. Barcelona: piados.         [ Links ]

Mouffe, Ch (1997). Liberalismo, pluralismo y ciudadanía democrática. México D.F: Instituto de investigaciones científicas de la UNAM. Extraído el 10 de mayo, 2008, de: http://www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=488.         [ Links ]

Mouffe, Ch (1999, Marzo). Antagonismos. Por una política de identidad democrática. Conferencia impartida por Chantal Mouffe dentro del seminario Globalización y diferenciación cultural, 19 y 20 de marzo, MACBA- CCCB, 1999. Extraído el 21 de abril, 2008, de: http://www.macba.es/antagonismos/castellano/09_04.html.         [ Links ]

Mouffe, Ch. (2007) Alteridades y subjetividades en las ciudadanías contemporáneas. Revista Diálogos, 75, 1-7. Extraído el 01 de junio, 2008, de: http://www.dialogosfelafacs.net/75/articulo_resultado.php?v_idcodigo=37=7.         [ Links ]

Navarro, L. (2010). Entre esferas públicas y ciudadanías. Barranquilla: Ediciones uninorte.         [ Links ]

Navarro, L. (2009). El hacer y el decir como acciones propias de la libertad humana. Revista Folios, 21-22, 27-49.         [ Links ]

Piaget, J. (1965). Études sociologiques. Ginebra: Librairie Droz.         [ Links ]

Rockoso. (2008). Una introspección al Heavy Metal colombiano. Blog "Autopista Rockosa" del periódico El tiempo. http://www.eltiempo.com/blogs/autopista_rockos.         [ Links ]

Sierra, J. (1987). Heavy Metal. España: Edicomunicación.         [ Links ]

Reguillo, R. (2000). Emergencia de culturas juveniles. Estrategias del desencanto. Buenos Aires: Norma.         [ Links ]

Taylor, Ch. (1993). El multiculturalismo y "la política del reconocimiento". México, D.F: Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

Urteaga, M. (2000). Identidad cultural y afectividad en los jóvenes Punk mexicanos. En Medina Gabriel (Comp). Aproximaciones a la diversidad juvenil. México: Colmex.         [ Links ]

Villar, M., & Amaya, S. (2010). Imaginarios colectivos y representaciones sociales en la forma de habitar los espacios urbanos. Barrios Pardo Rubio y Rincón de Suba. Revista de Arquitectura, 18,17-27.         [ Links ]