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Encuentros

versión impresa ISSN 1692-5858

Encuentros vol.14 no.2 Barranquilla jul./dic. 2016

https://doi.org/10.15665/re.v14i2.775 

Resultado de Investigacion

La enseñanza del nuevo discurso periodístico en instituciones de educación superior

An approach to the new journalism teaching discourse at the universities

Ensinar novo discurso jornalístico em instituições de ensino superior

Anuar Saad-Saad1 

Jaime De la Hoz Simanca2 

1Universidad Autónoma del Caribe, Colombia anuar.saad@uac.edu.co

2Universidad Autónoma del Caribe, Colombia jaime.delahoz@uac.edu.co


RESUMEN

Este artículo17 de investigación plantea la importancia del oficio del periodista y sus estrategias de enseñanza en los programas de comunicación social. Parte de una investigación por parte de los autores basada también en años de ejercicio del periodismo y la docencia. La premisa es que cada día parece más inevitable que los medios escritos están condenados a la desaparición. Esto obliga a los autores, en primer lugar, a dar luces sobre cuáles son los mecanismos para que los medios tradicionales puedan sobrevivir; y segundo a cuestionar las necesidades de un estudiante apasionado por el discurso narrativo de la prensa para destacarse en el medio. El estudio de corte cualitativo parte de la claudicación de la objetividad como paradigma del periodismo. Propone un viraje ético hacia lo subjetivo, partiendo de la interpretación y humanización de las historias que le interesan al lector. También, reflexiona sobre la aplicación en el ámbito pedagógico y busca validar la orientación de la enseñanza-aprendizaje hacia los diversos géneros periodísticos. Estos interrogantes se intentan responder en las siguientes líneas con base en el ejercicio docente en el programa de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Autónoma del Caribe, el cual tiene como propósito, más que enseñar periodismo, generar en sus estudiantes competencias en periodismo de calidad, y acorde con las nuevas realidades y las técnicas narrativas.

Palabras clave: Educación; periodismo moderno; subjetividad; géneros periodísticos; estrategias de enseñanza-aprendizaje

ABSTRACT

This paper represents the importance of the journalist´s job and its strategies in social communication programs. As a research result, the premise is that every day seems more inevitable than the printed newspapers are doomed to extinction. This pushes the authors, first, to shed light on what are the mechanisms for traditional media can survive; and second, to question the needs of a student passionate about the narrative of the press to stand in the field. The study begins with a hand over of objectivity as a paradigm of journalism. He proposes an ethical shift to the subjective, based on the interpretation and humanization of the stories that interest the reader. It also reflects on the application in the educational field and seeks to validate the orientation of teaching and learning to the various journalism genres. These questions will try to answer in the following lines based on the teaching practice in the program of Social Communication and Journalism at the Universidad Autonoma del Caribe, which has the purpose, rather than teach journalism, generate in students skills in quality journalism, and in line with the new realities and narrative techniques.

Keywords: Education; modern journalism; subjectivity; journalistic genres; teaching and learning strategies

RESUMO

Este trabalho de pesquisa apresenta a importancia do escritório de estratégias de jornalistas e de ensino em programas de Comunicacao Social. Parte de uma investigacao pelos autores também com base em anos de jornalismo e de ensino. A premissa é que a cada dia parece mais inevitável do que a mídia de impressao estao condenados a extincao. Isso forca os autores, em primeiro lugar, para lancar luz sobre o que sao os mecanismos para a mídia tradicional pode sobreviver; e em segundo lugar a questionar as necessidades de um estudante apaixonado sobre a narrativa da imprensa para ficar no meio. O estudo qualitativo do abandono da objetividade como um paradigma de jornalismo. Ele propoe uma mudanca ética a subjetiva, baseada na interpretacao e humanizacao das histórias que o interesse do leitor. Ele também reflete sobre a aplicacao no campo da educacao e busca validar a orientacao do ensino e aprendizagem aos vários géneros jornalísticos. Estas questoes vao tentar responder nas seguintes lin- has com base na prática de ensino no programa de Comunicacao Social - Jornalismo da Universidade Autonoma del Caribe, Colombia, que visa ao invés de jornalismo ensinam, geram em habilidades de estudantes em jornalismo de qualidade e em linha com as novas realidades e técnicas narrativas.

Palavras chaves: Educação; jornalismo moderno; subjetividade; géneros jornalísticos; estratégias de ensino e aprendizagem

1. Introducción

A lo largo de la historia del periodismo se han hecho muchas interpretaciones sobre la naturaleza, el desarrollo y la producción de sus géneros periodísticos basando su estructura discursiva en el viejo paradigma de la objetividad. Esto conllevó a que en las aulas de clase de casi todas las universidades del mundo, el discurso sobre la enseñanza de las técnicas de redacción periodística siguiera encaminada por los tradicionales mecanismos que ofrece la "Pirámide Invertida" sumada a la clásica técnica de los cinco interrogantes básicos, o las cinco W por las siglas en inglés, de "what, who, how, when, where" (qué, quién, cómo, cuándo y dónde).

El periodismo, como práctica e instrumento de la Modernidad, como interpretación de una época, se apoya en diferentes jerarquizaciones que determinan cuándo un hecho es noticiable y cuándo no. De esta forma, se establecen los criterios para la construcción de lo cotidiano y se logra moldear una para-realidad, o una ilusión de lo real. A su vez, en la medida que se toma como única y cierta, se percibe, ya no como algo creado, sino como lo previo, lo existente en sí mismo. Se genera así una situación en la que el periodismo alienta una inequidad cognitiva al privilegiar una percepción sobre otra. ¿Pero será la percepción desde el periodismo la que va más acorde con la realidad verdadera? Puede ser. De igual forma existen factores que modifican la importancia de un hecho y, por ende, la realidad.

Frente al crecimiento desbordado de los llamados "nuevos medios" que se soportan sobre la tecnología digital y el llamado "periodismo móvil", la prensa escrita y el discurso de la misma, requieren de un viraje. Un viraje que abarque la práctica del oficio, pero y tal vez más importante, la enseñanza de una nueva narrativa para poner en práctica los llamados "géneros mayores del periodismo". Esta transformación debe estar basada más en la humanización de la noticia, la personalización, la representación y por ende, la interpretación de los hechos. Estamos ante la propuesta de un cambio de paradigma en lo discursivo desde la perspectiva del periodismo: el paso de la desgastada objetividad a lo que podríamos llamar una subjetividad ética y honesta que aporta a la estética.

Quizá la noción clave para dar cuenta de este malentendido es la de objetividad, término que solía constituirse hasta hace menos de dos décadas en el valor único del discurso de los medios. El periodista que desarrolla un trabajo de campo o que se aboca a cubrir un hecho de interés para el público, trata de reflejar en su escrito de la mejor manera posible esa realidad. Pero el reflejo de eso que llamamos realidad no puede ser aséptico. Es decir, no puede ser supeditado a reglas preexistentes que indiquen por qué camino toma el redactor para que la realidad por él percibida y vivida, sea veraz. (Saad, 2012)

No siempre la veracidad se logra por el camino de la objetividad, precepto que se había enquistado por años y que se torna peligroso cuando se intenta reflejar los diferentes mundos cotidianos. Sobre esa premisa Daniel Ulanovsky Sack asevera que cuando nos enfrentamos a una sola realidad, sólo basta con conocer las técnicas necesarias para encontrarla. Esas técnicas, sin embargo, han sido pensadas para dar forma a una clase de percepción y no a otras. De ahí, la situación de inequidad: habrá vivencias, procesos, sentimientos, subjetividades que nunca serán registrados como realidad porque no se detectan con las herramientas que utilizamos. Si desde una epistemología demasiado frágil se define lo objetivo a partir de ciertas reglas y de ciertas preguntas, su carácter resulta equívoco y absolutista. (Sack, p. 47)

Este trabajo busca desde la mirada de la educación y sus estrategias para la formación en periodismo lograr dos objetivos. Por una parte, fortalecer los distintos saberes que confluyen en la enseñanza del periodismo para que el periodista en formación reciba un aporte humanista significativo en la Academia y le permita discernir críticamente al abordar la realidad y por otra, que las metodologías aplicadas para el proceso de enseñanza - aprendizaje sean determinantes para mejorar la calidad de los contenidos en la prensa escrita en la Región Caribe colombiana. Así, este trabajo es una síntesis de la investigación sobre la evolución del discurso periodístico y la necesidad de aplicar una pedagogía dinámica e innovadora que permita a futuros periodistas humanizar las historias que se publican a diario sin perder de vista la exactitud de los hechos.

Teniendo ese fin, los autores, ambos con trayectoria en periodismo y docentes de la Universidad Autónoma del Caribe (UAC) y quienes han venido desarrollando en el currículo las asignaturas Redacción Periodística II, II, III y IV, han trabajado en mecanismos metodológicos, consensos teóricos y puesta en marcha de técnicas y estrategias metodológicas para la enseñanza de la diversidad de los géneros periodísticos en el Programa de Comunicación Social - Periodismo.

Con base en múltiples miradas de los contenidos y lenguajes periodísticos de la ciudad y la región y de sopesar la manera tradicional como se enseña la redacción de los géneros periodísticos, nace la necesidad de proponer un cambio de paradigma en el enfoque periodístico que nos lleva de una fría y lejana objetividad. Como se viene sosteniendo, el viraje es hacia una subjetividad ética y honesta y que permita el reconocimiento de personajes y temas que componen las historias.

Las afirmaciones aquí presentadas están basadas en el trabajo con editores y jefes de redacción de medios. También con grupos de estudiantes de tercero a quinto semestre del programa de Comunicación social - periodismo de la UAC y de la lectura y análisis de las formas narrativas publicadas en la prensa regional. Como resultado, se ratifica la urgencia de contribuir al currículo de las asignaturas de los géneros periodísticos proponer nuevas metodologías en talleres; incrementar el ejercicio interpretativo de las diversas realidades de la ciudad y la región con base a trabajos de campo y exploración. Esto orientado desde un manual que recoja lo propuesto en torno a la enseñanza de los géneros periodísticos desde la perspectiva de la narrativa moderna.

De ahí que este escrito en su desarrollo temático trate de dar respuesta al interrogante sobre si es posible que para hacer buen periodismo los redactores deben seguir ciñéndose a los criterios que impone el concepto de objetividad. En este trabajo se identificó el problema científico

¿Cómo potenciar la subjetividad en la redacción del discurso narrativo de prensa desde el proceso de formación del periodista? Para resolver el problema se planteó el siguiente Objetivo: Proponer técnicas para la enseñanza aprendizaje del discurso narrativo basado en la interpretación subjetiva de la noticia para la formación humanista de estudiantes del programa de Comunicación Social Periodismo de la Universidad Autónoma del Caribe.

2. Metodología

Para el desarrollo de la investigación, los autores partieron de los conceptos de objetividad y subjetividad aplicados ambos al periodismo y a la enseñanza del oficio. Se construyeron tres grupos focales; uno con editores de medios escritos, otro con profesores de periodismo de la ciudad de Barranquilla y otro con estudiantes entre cuarto y quinto semestre en la asignatura de Redacción en los que se debatió la vigencia del concepto de objetividad en el periodismo y la estructura del discurso periodístico y las técnicas o estrategias de enseñanza que deberían aplicarse para la enseñanza de los mismos.

Los syllabus de asignaturas similares a Redacción Periodística o géneros periodísticos de la Universidad del Norte, la Universidad de la Sabana, Universidad Sergio Arboleda, seccional Santa Marta y la Universidad Tecnológica de Bolívar, fueron estudiados y comparados con los que ofrece la Universidad Autónoma del Caribe con el fin de determinar la pertinencia de contenidos y buscar un punto de partida de cómo se enseña el discurso periodístico desde las instituciones de Educación Superior y su anclaje al tradicional objetivismo o el punto de partida a una subjetividad humanística.

Así mismo, se analizaron las ediciones diarias y dominicales del mes de enero de 2016 de los periódicos El Heraldo de Barranquilla y El Tiempo de Bogotá para validar si las estructuras narrativas vigentes en esos periódicos hacían parte del Periodismo Moderno o, por el contrario, se seguían direccionado en los parámetros del periodismo tradicional.

Se recurrió a conclusiones de cumbres mundiales en las que se discutió la enseñanza del periodismo ahondando en el hallazgo común: la necesidad de una formación humanística para el periodista que aporte a este un componente crítico, interpretativo, estético, ético e integral como persona y profesional.

3. Resultados

Antes de continuar con la discusión sobre la evolución del discurso periodístico y el viraje en el proceso de enseñanza-aprendizaje del mismo, vale preguntarse ¿qué es la objetividad? Alsina (1999) asegura que podemos señalar la existencia de cierto discurso marxista sobre la objetividad partiendo del principio de que la realidad existe de forma objetiva, independiente del sujeto. Pero no siempre el reflejo de la realidad que recoge la prensa es verdadero o fiel. Lo cierto es que hay que hacer también la distinción entre objetividad y neutralidad, porque mientras que la primera es deseable, la segunda no es ni tan siquiera posible.

El concepto capitalista, por su parte, según el mismo Rodrigo Alsina, es que la objetividad propugna la descripción de los principales hechos desconectados de las relaciones de clase en que se dan. Una objetividad así concebida no es objetiva (Alsina M. R., 2000)

La evolución del discurso noticioso obligado en gran parte por la necesidad de la prensa escrita de reinventarse ante la pérdida creciente de lectores coadyuvó para que empezaran a circular doctrinas sobre ¿cómo redactar historias? que aparte de los obvios elementos periodísticos, debía contemplar aspectos que impactaran al lector, que fuera teleológico. Que lo humano se convirtiera en el hilo conductor. Historias que, más que datos, mostraban la vida de personas en particular, donde no cabe la objetividad histórica. El reto se establece en asumir los relatos periodísticos desde la práctica de una subjetividad ética que permita la correcta interpretación de un hecho desde el punto de vista del narrador.

A pesar de que un periodista debe describir lo que observa, escucha, percibe, huele, siente, saborea, puede quedar atado de manos por causa de las rígidas reglas que le impiden utilizar técnicas y herramientas novedosas para llevar a cabo una narración que, efectivamente, recoja una fiel aproximación de la realidad sin que él mismo deba sustraerse de ella. Ese precepto de "ser objetivo" es una prohibición expresa para que el reportero pudiese vivir la historia.

La renombrada periodista Oriana Fallaci, en el prólogo de su libro "Entrevista con la Historia también cuestiona el concepto de objetividad refiriéndose que tal cosa no existe, sino que en vez de ser objetivo ella se aferra a la honestidad y la buena fe. (Fallaci, 1986) Se refiere con esto a las condiciones humanas que debe tener un periodista en el ejercicio de su trabajo que va más allá de seguir normas impuestas para ejecutar el oficio. La buena fe a la que ella aduce, no es más que la intencionalidad del periodista al abordar un trabajo: la mirada subjetiva le permite interpretar los hechos para que su sustento discursivo vaya en favor de los intereses comunes basándose, por supuesto, en esa buena fe.

En su artículo publicado en Sala de Prensa, Frank González García aduce sobre la objetividad periodística que esta es deudora del positivismo decimonónico y su obsesión por someter el estudio de los fenómenos sociales a métodos de verificación científica como única validación posible y la eliminación de los juicios de valor, espirituales y subjetivos en terminan entonces en una derivación reduccionista del concepto de verdad, que acaba por deformarlo. (García, 2008)

El cuestionamiento a la noticia tradicional, paradigma de la objetividad, no es nuevo. Ya en los 80s Gonzalo Martín Vivaldi, (Martín, 1987) advertía de la precariedad del género, instalado como única fuente de información para los lectores. Martín asumió esta posición dado que en ese momento empezó a irrumpir con fuerza la era de la información, catapultada por las novedades tecnológicas que fueron permitiendo que los noticieros televisivos pudieran, gracias a la tecnología satelital, informar en directo un suceso de interés para la comunidad y la inmediatez misma de la radio que se anticipaba por mucho, a lo que publicaba 24 horas después un diario.

Desde entonces se empezó a tener la certeza de que los periódicos que mantenían su esquema informativo basado en el género de la noticia, podrían naufragar debido a que lo que contaban bajo ese rígido género, ya había sido difundido con exhaustivo detalle por otros medios más inmediatos. Enfatiza Martín que las principales noticias que aparecen en cualquier edición de un periódico, pudieron ser conocidas con anterioridad a través de los boletines informativos radiados o televisados. Lo cierto es que el periódico diario, cuando sale a la calle, sale ya prácticamente con noticias viejas, conocidas en su esencia informativa. (Saad, 2008)

Han existido, por otra parte, prácticas periodísticas con las que se pretende mantener una objetividad imposible. Es el caso de la impersonalidad de la noticia que se impone o porque la información es el producto de una empresa, o porque está ausente un yo individual, sin expresiones como lo sentencian algunos manuales de estilo de diversas empresas periodísticas.

Van Dijk asegura que "el yo puede estar presente sólo como un observador imparcial, como un mediador de los hechos.11 (Van Dijk, p. 57) Ante esto, Restrepo (2001) formula la siguiente interrogante

(...) una práctica de esta naturaleza, sugiere la pregunta: ¿para preservar la objetividad, debe desaparecer el yo del periodista? Se sabe que las citas son la protección del reportero contra la calumnia y el perjurio, y la ilusión retórica de fidelidad de la verdad que se está representando sin tener en cuenta que, en efecto, todos esos recursos al servicio de la objetividad, no crean la objetividad ideal sino una ilusión de objetividad, porque es posible aparentar impersonaidad, manejar fuentes, manipular cifras y porcentajes y convertir todas esas tácticas en simples "coartadas11 (Restrepo, 2001, p. 22).

Lo que se está demostrando con el paso del tiempo, es que el esquema de la objetividad, de largo reinado en esta disciplina, ha empezado a perder validez. Sin embargo, todavía influye en los reporteros y directores de algunos diarios. Cuando se quiere exigir buen producto, veracidad, profundidad y eticidad en las piezas periodísticas, se alude a que "hay que ser objetivos". Por el contrario, cuando se trata de tildar negativamente la expresión común es "ese periodismo no es objetivo". Se extraña en los periódicos, principalmente los regionales, la falta de historias que lleguen a la gente. La narración de hechos que den cuenta de un fenómeno que puede afectar nos o también la visibilización de las víctimas en un país donde el conflicto armado ha estado presente por más de cinco décadas. Las historias escuetas y netamente informativas ya no llenan las expectativas de los lectores que quieren saber más en el caso de la prensa escrita sobre un hecho puntual tratado de manera rápida y efímera en los medios audiovisuales.

El periódico moderno debe recordar que el lector es cada día más exigente y ya no se conforma con meros hechos que respondan a una reinventada pirámide y a seis interrogantes básicos que cada día son más cambiantes. Además del periodista mismo, los lectores juegan un preponderante papel en la evolución de la noticia y del paso de la objetividad a la subjetividad en este oficio (Saad, 2012). El lector de periódicos en las últimas décadas del XX no es ya mero lector de noticias, de gacetillas o de sociales. Nos encontramos cada día con un lector más instruido, ávido de información que no solo le entretenga sino que lo instruya, lo forme.

Se lee el periódico para saber lo que pasa. Pero en el mundo suceden muchas cosas que son mucho más que el puro hecho noticioso. Hay que dejar claro que el acto de la interpretación es un acto de la inteligencia y que este es inherente al buen periodismo. Concebir hoy un periodismo sin interpretación, de una sola cara, plano, rígido y poco dinámico, nos llevarían a un largo viaje al pasado. Hoy, el lector siente que el periodista puede ser vocero de la realidad pasando ésta por su prisma interpretativo que, siempre que se haga con ética, hará que el periodismo y el lector salgan se beneficien.

El periodista moderno, aquel que interpreta la realidad, debe huir de la generalización propia de los estudios científicos, porque en la particularización o estudio de casos en los que se toma como "muestra" a algunos sujetos, pueden realizarse descripciones, perfiles, centrar detalles, recrear los hechos, lo que le permite una aproximación más efectiva con el lector que desea "vivir la historia". Por ello, el que trabaja en un diario debe detenerse a dar una nueva mirada: recrear los hechos, interpretar, pensar en los interrogantes que aún le han de quedar al lector que espera el diario con deseos de absolver interrogantes que la radio, la televisión y la Internet no pudieron.

Con la puesta en práctica de la objetividad tradicional, apegada a normas y reglas, esta premisa sería imposible de cumplir y el redactor del periódico sería un transmisor de una realidad que ya transmitieron otros medios sin aportar nada nuevo. Y con ello, el que pierde no sólo es el lector, sino el periodismo mismo.

Técnicas y estrategias de enseñanza de un periodismo moderno gracias a la implementación del denominado "periodismo digital", la prensa escrita tradicional, cada año, es condenada a su extinción. Ilustres autores han abordado este tema de discusión, arguyendo que lo que mantenía viva a esa prensa tradicional era el poder de la noticia, encanto que, por supuesto, con la instantaneidad de la web pierde validez.

Sin embargo, han transcurrido los años y muchos de los periódicos tradicionales no solo no han desaparecido, sino que, por el contrario, se han ido fortaleciendo debido a reinvenciones, restructuraciones y a la búsqueda permanente de ese "algo" que llene las expectativas de los potenciales lectores. Iraida Calzadilla (2016) advierte sobre la amenaza a la prensa escrita. Sea cual fueren los fundamentos tecnológicos y financieros decisores del anunciado deceso, la prensa impresa ya enfrentó similares augurios desde el nacimiento de la radio y la televisión y en todos los casos mantuvo su vigencia porque inteligentemente reinventó su discurso (Calzadilla, 2016).

Tomás Eloy Martínez en 1996 se adelantó a la discusión que se tejió en los años posteriores. En el marco de la Cumbre de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expuso, ante una comunidad de dueños y directores de medios de todo el mundo, cuál era el "secreto" para que los periódicos se mantuvieran pese a la arremetida del periodismo digital y el Internet.

Martínez en su discurso, que certeramente bautizó como "Periodismo y narración: desafíos para el Siglo XXI" en la instalación de la Asamblea de la SIP, se preguntó cómo los diarios van a contar la historia que sus lectores han visto y oído decenas de veces en la televisión o en la radio, ese mismo día preguntándose, entre otras cosas ¿Con qué palabras narrar, por ejemplo, la desesperación de una madre a la que todos han visto llorar en vivo delante de las cámaras? ¿Cómo seducir, usando un arma tan insuficiente como el lenguaje, a personas que han experimentado con la vista y con el oído todas las complejidades de un hecho real? La contestación, según el periodista y escritor, radica en la forma de la narración elemento que, sin embargo, a los editores les cuesta aceptar que esa sea la respuesta a lo que están buscando desde hace tanto tiempo. (Martínez, 1997)

La profesora Calzadilla (2016), en su tesis doctoral La articulación de los factores internos y externos que limitan la presencia de la noticia interpretativa en el proceso de producción en dos de las publicaciones impresas, sustenta que para transformar las notas factuales, frías, descontextualizados y de escasa densidad informativa debe trabajarse desde una perspectiva tridimensional. De esta forma, se garantiza la armonía entre los sustentos que dan cuenta de los hechos, su análisis, interpretación y confluencia de diversas y múltiples fuentes, en el intento de identificar al lector con la situación problémica que se le presenta, hacerlo sentir que es parte del engranaje que llevará a una solución o, al menos, voz que será escuchada y tenida en cuenta. Es decir, que el lector se compenetre, comprenda y se haga una representación de la historia que el periodista narra.

Teniendo en cuenta las nuevas exigencias y retos para el periodismo en plena Era de la Información, permeada por avances tecnológicos significativos; donde la inmediatez ha roto las expectativas y en el que la comunidad cada vez más está más ávida de información, el lenguaje de los géneros del periodismo escrito están llamados a reinventarse para poder ser sostenibles. Para mitigar la avanzada de la radio, la televisión y los medios digitales y para poder convencer al lector que el olor a tinta y la textura del papel periódico seguirá acompañándonos se hace cada vez más imperativo el redescubrimiento de nuevas formas de escritura. A lo que llamaríamos la reivindicación de la narración o, mejor, el arte de contar la historia.

Hasta hace poco más de una década en la redacción periodística seguía erigiéndose la "pirámide invertida" como una de las fórmulas más reconocidas y efectivas para dar cuenta de un hecho. Pero esta fórmula, hasta entonces infalible, se ha quedado obsoleta en la era del periodismo digital. En una obra colectiva sobre análisis del periodismo moderno, "Escribir para la red", José Manuel Pérez Tornejo, uno de los coautores, advierte que la clásica pirámide invertida, que después se convirtió en pervertida y hasta en horizontal, se renueva para contar historias en la red y que el hipertexto es lo de ahora lo que viene a configurar un nuevo lenguaje para comunicarnos (Tornejo, 2014). Esto deja en claro que la técnica con que muchos aprendieron a escribir noticias y textos periodísticos en los periódicos tradicionales, pueden ser usadas para los enlaces de la web, hipervínculos y para contar historias cortas.

Hoy, las necesidades de la sociedad de querer ver más allá del dato, de sentir que puede informarse mejor "viendo" a los personajes y que gracias a la narración moderna puede tener una mejor recreación de las causas y consecuencias de un hecho, han obligado a una cultura transformativa en los medios escritos con la finalidad de poder llevar a sus lectores productos comunicativos que estén sintonizados con lo que esa misma sociedad desea.

Es por eso que en este estudio se propende por la realización de un texto que sea destinado a la enseñanza de los géneros periodísticos en alumnos que estén cursando entre III y VI semestre en el Programa de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Autónoma del Caribe en las asignaturas de "Redacción Periodística I (Noticia y Entrevista"); Redacción Periodística II (Reportaje); Redacción Periodística III (Perfil y la Crónica) y Redacción Periodística IV, Periodismo de Opinión y Periodismo Literario.

Para ello, los autores han recurrido al estudio de las técnicas y teorías del periodismo Moderno, bautizado también como "Nuevo Periodismo". Esta corriente tuvo su máximo auge a finales de los años 50, pero paradójicamente, fue sepultado por la inmediatez, el afán "de la chiva" y las formas esquemáticas impuestas por la noticia.

Estas técnicas y teorías pueden estudiarse en el prólogo del libro "Periodistas Literarios" del profesor y periodista norteamericano Normam Sims quien considera que las cosas que aparentan ser vulgares y chillonas en la novela, funcionan en cambio maravillosamente en el periodismo porque son ciertas. Sims (2002) añade que es por eso mismo que hay que tener cuidado porque se trata del poder fundamental que uno tiene en sus manos. Un poder que se debe disponer y presentar y para ello se necesita de mucha habilidad artística. Pero no se debe inventar.

Hace años que los periodistas practican su oficio sentados cerca de los centros de poder: el Pentágono, la Casa Blanca, Wall Street y como perros bajo la mesa, han esperado que les caigan sobras de información de Washington, de Nueva York y de sus visitas a los juzgados, las alcaldías y las estaciones de policía. (Sims, 2002, p. 16).

Esa frase bien puede aplicarse a nuestro periodismo regional, y más a los reporteros que basan sus historias solo en las declaraciones de las fuentes de poder: Alcaldías, gobernaciones, institutos descentralizados o políticos de turno, olvidando las historias cotidianas, esas mismas que sí impactan en la vida de la gente.

El periodismo narrativo que se propone en este texto, está estrechamente ligado también a las técnicas que Sims expone en su citado libro y que manifiestan los pasos casi que obligatorios que un periodista interpretativo y crítico debe seguir para contar bien las historias:

a.- Inmersión, sumersión a la realidad ajena. Comprender desde dentro y describir desde fuera;

b.- La estructura, arquitectura sintagmática bella o impactante, que es la historia que empieza, se encamina hacia alguna parte, y termina de una manera pensada de antemano.

c.- La Voz, que son las "tácticas de narración eficaz" que vienen a definir el estilo y alcance en la narración, enruta a los lectores para acercarse a una realidad determinada: la estructura de no ficción novelada.

d.- La Exactitud, que es el compromiso ineludible que tiene el periodista con sus personajes y las situaciones específicas del tema que está desarrollando. Al incluir técnicas literarias en el escrito estas pueden viciar en el lector su veracidad "Las historias en periodismo no bastan que sean verdaderas. Deben parecer verdaderas" es una de las sentencias con que Norman Sims defiende la exactitud en la narración, a pesar de la intervención estética sobre el discurso narrativo.

El estudio de la nueva narrativa responde a la condición del periodismo como algo dinámico, en constante movimiento, que no puede renunciar a la búsqueda de presentar productos nuevos y atractivos que impacten e informen al lector. Productos que se identifiquen por su dinamismo, colorido, sencillez y, especialmente, por su elaborada estructura argumental en la que se privilegia la estética y la búsqueda de la exactitud con base en la mirada crítica y la capacidad interpretativa del periodista.

El periodismo del Siglo XXI, su enseñanza y la práctica del mismo, no se deben definir como un relato aséptico de los hechos. Limitado a la información que, si bien responde a los tradicionales interrogantes, no representa, personaliza ni crea sensaciones en el lector. Ese periodismo tradicional no hace partícipe a su público de la ocurrencia de esos hechos porque por la frialdad con que están contados, no llega a conmover ni a representar esa realidad sucedida.

Sin embargo, los estudiantes de las Escuelas de Periodismo siguen confundidos al momento de afrontar la redacción de un hecho periodístico. Por un lado, la existencia de docentes que siguen aferrados a las normativas tradicionales de redacción manteniendo el fantasma de la objetividad como paradigma del oficio o aferrados a presentar el mundo desde la parcialidad y carente de una mirada interpretativa con mente crítica que sea capaz de narrar el hecho con una exactitud honesta bajo el cariz de la responsabilidad social.

En ese mismo sentido, el reconocido periodista y escritor colombiano Plinio Apuleyo Mendoza en entrevista concedida a la Revista Semana (Mendoza, 1994) afirmó que era necesario el viraje de la objetividad a la interpretación y a la búsqueda de nuevas narrativas que logren no solamente informar, sino orientar a la opinión pública. Enfatizó además, que más que simples interrogantes el periodista debe dar respuesta a los cómo y por qué de los acontecimientos. Es esta su función esencial. Para Mendoza (1994), en la enseñanza de los géneros periodísticos es importante desarrollar una inteligencia interpretativa, porque una opinión pública se forma a través de este juego dinámico de interpretación y de análisis y no de una sobredosis de declaraciones y recuentos de lo ocurrido. El citado periodista asegura que "la objetividad químicamente pura no existe en el periodismo moderno. A lo sumo es exigencia para las agencias de noticias, las cuales deben suministrar la materia prima de la información" (Mendoza, 1994, p. 34)

Barbero (2011) propone dar un paso determinante a una "heterogeneidad que no es mera diversidad, sino algo mucho más fuerte, hecho de inclusiones y exclusiones, de participación segmentada y de descentramiento" (Barbero, 2011, p. 121) Es ahí donde debe radicar el interés de la narrativa del nuevo periodismo: una forma novedosa y creativa de representar una realidad que permita entender con mayor contexto esa realidad en la que vivimos y los hechos que acaecen en ella.

Por ello, al replantear la enseñanza y práctica de los géneros periodísticos, se debe trabajar desde lo puramente lingüístico hasta lo argumental, pasando por el conocimiento de la estilística y formas de la literatura añadiendo conceptos de teoría crítica y pensamiento complejo. El cuerpo de la narración moderna no se centra solamente en la enumeración y ordenamiento de los datos de mayor a menor importancia. Más oportuna será una mirada que lo apropie desde el enfoque de la singularidad del hecho su esencia, a su generalidad, de manera que se ofrezcan datos necesarios para representar con ojo crítico y agudeza interpretativa una historia.

Desde hace más de cuatro décadas, ya para Tom Wolfe (1972) la búsqueda de la estética en el simple reportero debería ser una obligación, como aditamento de lujo. El propósito es que la historia, aún no relevante, pueda ser leída con complacencia. Desde una perspectiva diferente: meterse dentro de la piel de los personajes (Wolfe, 1972). Hoy, por la experiencia de los autores en más de 25 años de ejercicio del periodismo y más de 20 en la enseñanza del mismo, es un detalle relevante que la estética de la pieza periodística sea para muchos "algo de poca importancia".

Un descuido por los nexos, hilos conductores, recreación del entorno, diálogo y perfil de los personajes, dan como resultado géneros periodísticos que informan de manera escueta que además no representan para nada la realidad de los hechos. Ni las alegrías ni los dramas; ni los triunfos ni las derrotas, tal como lo advierte el mismo Wolf en un interrogante ¿cómo puede un periodista, que escribe no-ficción, penetrar con exactitud en los pensamientos de otra persona? La respuesta se reveló maravillosamente simple: entrevistarle sobre sus pensamientos y emociones junto con todo lo demás.

De la teoría al método y estrategias de enseñanza

La necesidad de intensificar la enseñanza y práctica de un nuevo periodismo hacen necesario proponer y ejecutar cambios en los currículos de las asignaturas, así como a las actividades extracurriculares y trabajos independientes de los estudiantes. De igual manera, a cimentar estrategias participativas que inciten al estudiante a sumergirse voluntariamente en el ejercicio de las nuevas técnicas de narración periodística, como es el caso de la crónica, género que jalona la técnica del periodismo narrativo que se propone en este artículo. Es importante recalcar que un cronista es un escritor que establece un puente directo entre el lector y el periodista a través de historias, evocaciones, recuerdos, personajes, lugares, hechos o situaciones, trabajados con la acentuación del relato. Es ese fluir narrativo que desplaza imperceptiblemente las acciones frente a los ojos y la imaginación del ciudadano consciente. (Simanca J. D., 2001)

El docente en Periodismo de la Universidad Javeriana de Cali, Grisales (2012) asevera en su artículo Enseñar periodismo para leer y narrar la sociedad del siglo XXI que el planteamiento del problema tuvo, desde Germán Rey, cuatro aspectos a tener en cuenta en un intento por perfilar posibles respuestas a la pregunta: la crisis del periodismo vinculada a los cambios que experimentan las sociedades; la irrupción de las nuevas tecnologías; el perfil futurista de los medios, y por último una afirmación vocacional de las vicisitudes que ayer y hoy caracterizan al oficio (Grisales, 2012).

Pena de Oliveira plantea dos tipos de tensiones en el afán de fijar un norte delimitado al periodismo. Por una parte lo relacionado con la teoría y la práctica, y la otra el lugar del periodismo en la comunicación, pensando, al igual que otros autores en una eventual teoría del periodismo basada en dos objetivos básicos:

¿Por qué las noticias son como son? y ¿cuáles son los efectos que esas noticias generan? (Oliveira, 2009).

Desde el 2005, Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), con sede en Cartagena, Colombia, trató de resolver el interrogante ¿a dónde va el periodismo? y en busca de esas respuestas congregó maestros de Latinoamérica para iniciar el respectivo debate. La propuesta giraba en torno a una formación integral que incluía un sesenta por ciento en enseñanza del área Humanidades y Ciencias Sociales (historia, ética, economía y Teoría de la Comunicación) y el otro cuarenta por ciento en medios, técnicas y lenguajes en periodismo. De allí la importancia de la fusión de las técnicas de la literatura y el aporte de su estilística al texto periodístico. Se requiere la confluencia entre uno y otro para poder alcanzar la denominación de Periodista Literario, es decir, aquel periodista que puede escribir sobre hechos reales en cualquiera de los géneros periodísticos más representativos- mediante recursos que llegarían a conformar una "obra de arte". Así mismo, es notoria la práctica, en estos tiempos modernos, de un periodismo literario ejercido con todas las características atribuibles al mismo. (Simanca, 2001)

El borrador del plan de estudios se examinó en una segunda reunión consultiva de expertos celebrada en la UNESCO, en París, durante la cual se seleccionaron varios modelos de estudios con el objetivo de completar el documento de cara a su presentación oficial en el Congreso Mundial sobre Enseñanza del Periodismo, en Singapur, en junio de 2007.

La propuesta se estructuró sobre tres ejes académicos:

1. Normas, los valores, las herramientas, los criterios de calidad y las prácticas del periodismo.

2. Aspectos sociales, culturales, políticos, económicos, jurídicos y éticos del ejercicio del periodismo, tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales.

3. Conocimiento del mundo y las dificultades intelectuales ligadas al periodismo.

En el análisis sobre la cumbre de la Unesco sobre la enseñanza del periodismo, el profesor investigador de la Universidad Rey Juan Carlos de España, José Gutiérrez Cendin, advirtió que el documento hace énfasis especial en la redacción y cobertura periodística, y también en el necesario complemento de materias que doten de contenidos y desarrollo intelectual al futuro periodista o comunicador y lo apuntala sobre cuatro fundamentos que explica así:

1. La capacidad de pensar de modo crítico, integrando destrezas de comprensión, análisis, síntesis y evaluación de material, y una comprensión básica del concepto de prueba y de los métodos de investigación.

2. La capacidad de redactar con claridad y coherencia valiéndose de procedimientos narrativos, descriptivos y analíticos.

3. El conocimiento de instituciones políticas, económicas, culturales, religiosas y sociales nacionales e internacionales.

4. El conocimiento de asuntos y cuestiones de actualidad y unas nociones generales de historia y geografía. (Gutiérrez, 2015)

Tomando como marco las anteriores tendencias y estudios sobre la enseñanza del periodismo y sus géneros, sometimos a revisión distintos syllabus de estas asignaturas en universidades de Colombia que ofrecen programas para la formación de periodistas. Muchas concuerdan en una división de cuatro niveles para abarcar la enseñanza del periodismo escrito en sus planteles. El primero, de carácter introductorio; el segundo que desarrolla lo que compete a los géneros meramente informativos, un tercero que se dedica al periodismo de opinión y un cuarto agregado que trabaja la tendencia, cada vez más creciente, del periodismo digital. Si bien los citados niveles cubren gran parte de la estructura del periodismo moderno, parece insuficiente si lo medimos por la manera de enseñarlo. Es decir, no basta con tener los campos en el currículo, sino se ha desarrollado una pedagogía moderna con los nuevos tiempos del periodismo y nuevas necesidades de los lectores en el caso de la redacción periodística para prensa tradicional. Es por eso que llamamos la atención hacia el fondo más que a la forma. ¿Cómo encarar el cubrimiento de una historia donde las víctimas se hagan Desde el 2005, Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), con sede en Cartagena, Colombia, trató de resolver el interrogante ¿a dónde va el periodismo? y en busca de esas respuestas congregó maestros de Latinoamérica para iniciar el respectivo debate. La propuesta giraba en torno a una formación integral que incluía un sesenta por ciento en enseñanza del área Humanidades y Ciencias Sociales (historia, ética, economía y Teoría de la Comunicación) y el otro cuarenta por ciento en medios, técnicas y lenguajes en periodismo. De allí la importancia de la fusión de las técnicas de la literatura y el aporte de su estilística al texto periodístico. Se requiere la confluencia entre uno y otro para poder alcanzar la denominación de Periodista Literario, es decir, aquel periodista que puede escribir sobre hechos reales en cualquiera de los géneros periodísticos más representativos mediante recursos que llegarían a conformar una "obra de arte". Asimismo, es notoria la práctica, en estos tiempos modernos, de un periodismo literario ejercido con todas las características atribuibles al mismo. (Simanca, 2001)

El borrador del plan de estudios se examinó en una segunda reunión consultiva de expertos celebrada en la UNESCO, en París, durante la cual se seleccionaron varios modelos de estudios con el objetivo de completar el documento de cara a su presentación oficial en el Congreso Mundial sobre Enseñanza del Periodismo, en Singapur, en junio de 2007.

La propuesta se estructuró sobre tres ejes académicos:

  1. 1. Normas, los valores, las herramientas, los criterios de calidad y las prácticas del periodismo.

  2. 2. Aspectos sociales, culturales, políticos, económicos, jurídicos y éticos del ejercicio del periodismo, tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales.

  3. 3. Conocimiento del mundo y las dificultades intelectuales ligadas al periodismo.

En el análisis sobre la cumbre de la Unesco sobre la enseñanza del periodismo, el profesor investigador de la Universidad Rey Juan Carlos de España, José Gutiérrez Cendin, advirtió que el documento hace énfasis especial en la redacción y cobertura periodística, y también en el necesario complemento de materias que doten de contenidos y desarrollo intelectual al futuro periodista o comunicador y lo apuntala sobre cuatro fundamentos que explica así:

  1. 1. La capacidad de pensar de modo crítico, integrando destrezas de comprensión, análisis, síntesis y evaluación de material, y una comprensión básica del concepto de prueba y de los métodos de investigación.

  2. 2. La capacidad de redactar con claridad y coherencia valiéndose de procedimientos narrativos, descriptivos y analíticos.

  3. 3. El conocimiento de instituciones políticas, económicas, culturales, religiosas y sociales nacionales e internacionales.

  4. 4. El conocimiento de asuntos y cuestiones de actualidad y unas nociones generales de historia y geografía. (Gutiérrez, 2015)

Tomando como marco las anteriores tendencias y estudios sobre la enseñanza del periodismo y sus géneros, sometimos a revisión distintos syllabus de estas asignaturas en universidades de Colombia que ofrecen programas para la formación de periodistas. Muchas concuerdan en una división de cuatro niveles para abarcar la enseñanza del periodismo escrito en sus planteles. El primero, de carácter introductorio; el segundo que desarrolla lo que compete a los géneros meramente informativos, un tercero que se dedica al periodismo de opinión y un cuarto agregado que trabaja la tendencia, cada vez más creciente, del periodismo digital. Si bien los citados niveles cubren gran parte de la estructura del periodismo moderno, parece insuficiente si lo medimos por la manera de enseñarlo. Es decir, no basta con tener los campos en el currículo, sino se ha desarrollado una pedagogía moderna con los nuevos tiempos del periodismo y nuevas necesidades de los lectores en el caso de la redacción periodística para prensa tradicional. Es por eso que llamamos la atención hacia el fondo más que a la forma. ¿Cómo encarar el cubrimiento de una historia donde las víctimas se hagan visibles más allá de los datos informativos? ¿Cómo interpretar crítica y honestamente un hecho sucedido más allá de responder unos interrogantes básicos? Y en cuanto a la forma, debemos dejar claro en el proceso enseñanza-aprendizaje que la estética hace parte esencial de la pieza periodística pero que esa estética no sacrificará jamás la exactitud de los hechos.

En este aspecto, hay que resaltar lo consignado por Montiel (2006) quien sostiene que la era de la información digital en que estamos sumergidos le sigue planteando cada vez más a los periodistas retos a los que sólo podrán enfrentarse desde unos cimientos formativos sólidos Sin embargo, las facultades de periodismo siguen, en su mayoría, aferradas a unos planes de estudio un tanto desfasados y escasamente dinámicos que no atienden a las demandas actuales del mercado ocupacional. (Montiel, 2006)

Por esa razón, la inmersión de la juventud en la era de la tecnología hace presagiar que el periodista moderno será en su mayoría, un comunicador multimedial. Pero qué pasa con aquellos que siguen aferrados a las técnicas de redacción en prensa escrita, y qué sucederá entonces con la enseñanza de la redacción periodística en los programas, facultades y escuelas de periodismo. Es relevante advertir que, precisamente, el crecer bajo la era de la tecnología digital afecta de manera drástica la capacidad de lectura de los estudiantes y, por ende, la capacidad narrativa y discursiva en el texto escrito. De ahí que las estrategias a implementar que apunten a la redacción de piezas periodísticas que generen impacto y calen en el alma de los lectores, demandará del docente una novedosa planeación académica y, además, la puesta en escena de su creatividad para abordar estrategias extra currículo que hagan al estudiante partícipe de su propio aprendizaje.

Lo que un programa de comunicación social - periodismo debe buscar en últimas, no es solamente la formación de un profesional tecnológicamente dotado, sino que sea capaz de concebir a las tecnologías como una herramienta idónea que permita fortalecer, ampliar y permitir el logro de los objetivos. Los docentes deben utilizar la tecnología "como herramienta para la investigación, la búsqueda de la verdad, el pensamiento, la reflexión, es un nuevo saber hacer que le permitiría cumplir efectivamente con su misión, democratizar la información y atender a las demandas sociales". (Montiel, 2006, p. 39)

Se puede entonces hablar de un triángulo que permea la enseñanza y formación de los nuevos periodistas, esos mismos que serán capaces de abordar desde la narración moderna temas y personajes de interés para la comunidad. Un triángulo compuesto por la educación información - tecnologías de la comunicación. En ese sentido, se garantiza el uso de las herramientas tecnológicas para acceder de manera inmediata a información necesaria y con la calidad esperada.

Por tanto, es por ello que en la enseñanza de Redacción periodística III, el syllabus del curso en la Universidad Autónoma del Caribe

-tomándolo a manera de ejemplo combina estratégicamente los fundamentos teóricos con la práctica y desarrollo de los géneros. Se proyectan trabajos de campo que permiten reconocer el entorno y sus problemáticas, los personajes públicos, sus personalidades y las historias que fueron noticias para ser rastreadas desde la óptica de sus protagonistas y convertirlas en crónica. De la misma forma, propone un compendio de los mejores trabajos para que sean compilados en una publicación.

La enseñanza de los géneros periodísticos en las distintas asignaturas de Redacción va complementada con materias cursadas previamente. Estas además, le apuestan a la complementaria, la formación humanista de nuestros comunicadores y periodistas. Una visión desde la antropología, sociología, psicología, el estudio de las Ciencias Sociales, las teorías estéticas, la historia de las culturas, la ética y la bioética, son, entre otras, puntales que se afianzarán en el aprendizaje del periodismo y deben manifestarse de forma explícita en la manera en que el estudiante encarará sus trabajos de campo.

Los estudiantes, ingresando a lo que se denomina "aula extendida" una extensión del aula de clases en ambientes virtuales, pueden encontrar detalladas las actividades del semestre. Aquí se incluyen piezas claves que le servirán como guía para la redacción de los géneros periodísticos. Estos ejemplos son, por lo general, de autores reconocidos mundialmente, con marcado énfasis en Latinoamérica debido a que la problemática de las naciones es, en muchos casos, similar. Las lecturas son socializadas y analizadas detalladamente en clases, haciendo el ejercicio hermenéutico desde la época, el contexto, los personajes y la temática. Posteriormente se abordan temas locales y regionales que deberán plasmarse a manera de periodismo narrativo desde la perspectiva de la subjetividad.

Pero el alcance va más allá: los docentes de la cátedra seleccionan los trabajos y los hacen públicos a través del periódico virtual Elcomunicador.co propio del programa, donde el estudiante empieza "a volverse público" y ser retroalimentado, en el mismo portal, por los lectores.

Los alcances de los Syllabus se complementan con la puesta en común de trabajos que exigen al estudiante ir más allá del aula de clases. Es decir, trabajar en campo la búsqueda de la información para la que deberá auscultar fuentes, entrevistar personajes, buscar documentación, rastrear pesquisas, que lo pondrán en consonancia con los problemas reales de su entorno y que exigirán, para su desarrollo, un conocimiento integral de este.

En tal sentido, la búsqueda de historias, el hurgar en los intereses de la comunidad, los debates en clases sobre temas de actualidad, los trabajos de campo que apuntan al perfeccionamiento de la observación para afinar la descripción, las técnicas narrativas y las lecturas guiadas para lograr la aprehensión de los procesos propios del narrador (como en la literatura pero aplicado al periodismo) deben dar como producto final un comunicador-periodista competente para interpretar críticamente la realidad con alto sentido de la estética y fiel a la exactitud de los hechos.

El Programa de Comunicación Social - Periodismo de la UAC es consciente de que la motivación es un aliciente para que el estudiante adquiera mejores competencias y multiplique sus esfuerzos. Es por ello que genera espacios en sus medios institucionales con circulación regional y nacional, para que trabajos destacados puedan desplegarse en ellos, como es el caso del periódico trimestral El Comunicador y la Revista Pluma Caribe. La propuesta pedagógica para los géneros periodísticos es más ambiciosa. Concibe la redacción periodística como un arte que debe ser cultivado, por lo que los autores lideraron la creación del programa "Escuela Universitaria de Periodismo Álvaro Cepeda Samudio", el primer semestre de 2016. Bautizada así en honor a uno de los grandes periodistas-escritores de la Región Caribe y quien fue quien pusiera la primera piedra para la consolidación de lo que más tarde Gabriel García Márquez denominara "Realismo Mágico".

La Escuela de Periodismo inició con 30 estudiantes seleccionados por sus docentes por su desempeño en el área. En la escuela recibirán conferencias, talleres, seminarios de manos de expertos en el oficio y, además, conformar equipos de trabajo para la cobertura total prensa radio y televisión de temas sensibles de alto impacto en la comunidad. Los resultados serán socializados a través de los medios propios del programa.

Pero el método de enseñanza necesita un punto de encuentro o la presentación de un acuerdo final de cómo el programa encarará la enseñanza de los géneros. Y como una manera de ordenar los conceptos y marcar un derrotero sobre esa metodología de enseñanza de los géneros periodísticos en las asignaturas de redacción. Los autores, gracias a sus años de experticia profesoral y de ejercicio del periodismo activo, plasmaron en tres libros que denominaron "Biblioteca Moderna de Periodismo" las técnicas, formas, estrategias, recursos y teorías sobre los géneros periodísticos y el uso de la nueva narrativa para un periodismo moderno, que servirán de insumo a los estudiantes para su proceso de aprendizaje y que, de hecho, su contenido se ve reflejado con coherencia en la construcción de los syllabus y la estructura curricular.

4. Conclusiones

El ejercicio del periodismo es cambiante y, más aún, en medio de la Era de la Información en la que cada día un nuevo dispositivo, una nueva herramienta, un nuevo adelanto tecnológico lo hace más inmediato y capaz de abarcar a más gente en menos tiempo.

Pero ello, va en contra vía de los intereses de la prensa escrita, esa misma que debe sobrevivir a la instantaneidad y al poder dramático de las imágenes y el sonido. De ahí la apuesta por enseñar y poner en práctica un discurso periodístico desde una perspectiva distinta a la tradicional. Que se aleje de la frialdad de lo objetivo para que pueda recoger los matices humanos que encierran las historias que afectan a la gente.

Por ello, podríamos enumerar, dejando campo para la discusión, algunas conclusiones que se derivan de nuestra observación, reflexión, investigación y quehacer como docentes y periodistas sobre las nuevas estrategias de enseñanza de los géneros periodísticos en una institución de educación superior.

1.- La enseñanza de la redacción periodística debe alejarse de los paradigmas antiguos y basarse en la capacidad crítica del aprendiz de periodista para que, además de informar, sea capaz de interpretar un hecho y exponerlo en todas las dimensiones privilegiando lo humano, aquello que lo hace sensible y que va más allá del dato. Es evidente que en la prensa Regional (Caribe colombiano) es escaso el uso de la interpretación y de la narración al estilo del periodismo moderno, notándose algunas excepciones en las publicaciones dominicales, esto no puede ser óbice para que los estudiantes no entiendan que el discurso periodístico debe tomar otro derrotero si quiere sobrevivir a la llegada de los nuevos medios que amenazan seriamente la continuidad de la prensa escrita.

2.- La enseñanza y práctica del denominado estilo del "Periodismo Narrativo" que contempla la interpretación, el uso de la forma narrativa literaria y la recreación del entorno y personajes, posibilitará realizar piezas periodísticas que ofrezcan los fenómenos en su dimensión argumentativa. Así se garantiza que los estudiantes se podrán deslindar de presentaciones reduccionistas, directas y descriptivas, sin contextualizaciones sólidas. Fenómeno visible en medios hoy día. De esta manera le da un sentido más humanístico y ético al periodista que se debe comprometer más con la comunidad. De ahí la inquietud de los autores por proponer una especie de texto para la enseñanza y aprendizaje de los géneros periodísticos dentro del currículo de las cátedras de Redacción Periodística. Es lo que pretende ser la "Biblioteca Moderna de Periodismo", que plantea una manera de hacer y enseñar un periodismo que permita reconstruir y reconocer el pasado; que sitúa el hecho en su presente y que se atreve a dar señales futuras y, en el entorno permeado por la violencia de más de 50 años, permite reivindicar la memoria de las víctimas y prepararse para un discurso de paz desde los géneros periodísticos de avanzada.

3.- El proceso de enseñanza - aprendizaje de las cátedras de Redacción Periodística debe ser integral interdisciplinar. Valores como la ética, la equidad y saberes desde la antropología, la geopolítica, el derecho y la bioética, son puestos en escena al momento de encarar el cubrimiento de historias ocurridas en la ciudad o sus alrededores. El conocimiento de los conceptos y preceptos del buen periodismo se fundamentan en una bibliografía pertinente y de estrategias audiovisuales (por lo general películas que recrean hechos históricos del periodismo moderno y sus hitos) para ser discutidos en clases. Así mismo, la discusión sobre el abordaje de temas de actualidad por distintos medios y la valoración subjetiva sobre la calidad de los mismos.

La técnica propuesta precisa de una disposición del estudiante profesor reportero para desligarse de teorías impuestas que son reduccionistas de la narración y la belleza estilística .- La selección de lecturas de géneros periodísticos que representen la ciudad, la región y el mundo harán parte de esa formación integral, mientras se explica en detalle cómo está narrado el escrito. La enseñanza de la redacción periodística parte desde el reconocimiento de sociedad y de la problemática natural que ésta enfrenta, esto es, un reconocimiento de sus problemas y actores que los protagonizan.

4.- Los periodistas consultados reconocen que los elementos interpretativos y narrativos son fundamentales en el quehacer actual, pues no deben limitarse a informar y describir, sino que deben enfocar el trabajo a dar el sentido y el contexto en el que se producen las situaciones. En ese mismo sentido, se valoran las coincidencias entre comunidades internacionales y sus propuestas para la enseñanza del periodismo en un sentido humanista e integral, más allá de la fría objetividad.

5.- Uno de los aportes principales del trabajo es contribuir a fomentar el interés tanto por el estudio como por la puesta en práctica de un estio género llamado a desempeñar un protagonismo en la prensa impresa periódica. Toda vez que ese soporte mediático perdió la inmediatez y el resto de las plataformas contemporáneas del periodismo le imponen dar espacio a productos comunicativos que indaguen en las causas y expliquen los acontecimientos que ocurren y los ciudadanos necesitan conocer en amplitud. Se hace necesaria la implementación de recursos más allá de lo curricular que compenetren al estudiante con el entorno, los temas y los personajes de la ciudad y la región donde se desenvuelven.

6.- Por último, valga la pena señalar que es esta la línea que conduce este texto, la narración es el gran reto del periodista moderno y no solo en el estrecho campo de la prensa escrita: la televisión y la radio ponen en juego, cada una con su aparataje técnicas narrativas apropiadas para ganar adeptos, llegar fácil al público, ejemplarizar, crear conciencia, subir el rating, ganar prestigio y credibilidad. En otras palabras, los medios están viviendo hoy una puja promovida por lo mediático, por lo masivo, lo instantáneo por el cómo, cuándo y por dónde transmitiré el mensaje. Hoy el periodista que quiere perdurar en la memoria colectiva, debe ser aquel que sepa enfrentar estos nuevos retos. Que al ser testigo de un hecho, o conocedor de alguna situación, piense si, efectivamente, esa situación puede ser contada de una manera distinta. De una manera más humanística, ética y estética.

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Cómo citar este artículo: Saad Saad, Anuar; De la Hoz Simanca, Jaime (2016) La enseñanza del nuevo discurso periodístico en instituciones de educación superior. Revista Encuentros, Universidad Autónoma del Caribe. Vol. 14-02 , pp. 175-190 DOI: http://dx.doi.org/10.15665/re.v14i2.775

Recibido: 02 de Mayo de 2016; Aprobado: 19 de Junio de 2016

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