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Encuentros

Print version ISSN 1692-5858

Encuentros vol.16 no.1 Barranquilla Jan./June 2018

https://doi.org/10.15665/.v16i01.986 

Artículos

Aproximaciones para un análisis semiótico de la celebración eucarística como acto pedagógico y práctica significante cultural

Approaches for a semiotic analysis of the Eucharistic celebration as a pedagogical act and significant cultural practice

Aproximações para uma análise semiótica da celebração eucarística como lei pedagógica e uma prática significativa cultural

Luis Enrique Serrano Aldana1 

1Laboratorio de Investigaciones Semióticas y Antropológicas (LISA). Línea de Investigación: Lo Sagrado y la Diversidad Religiosa. Doctorado en Ciencias Humanas. Facultad de Humanidades, Universidad del Zulia. Venezuela. familiartrujillo@gmail.com


RESUMEN

El sistema de la cultura constituye una modalidad específica de aprendizaje de conductas adecuadas. La religión como fenómeno socio-cultural posee grandes manifestaciones sígnicas que generan significados. Se pretende determinar de qué manera la Celebración de la Liturgia Eucarística se constituye como un acto pedagógico y práctica significante cultural. El diseño metodológico es de tipo descriptivo, basado en registros de base cualitativa, en un enfoque epistemológico Introspectivo-Vivencial. Conclusiones: La celebración Eucarística como acto comunicativo y pedagógico es un proceso semiótico cognitivo que se genera en una comunidad de feligreses, ubicados en un entorno de producción de significados y sentidos, en el cual sólo dentro de este espacio resulta posible la realización de la acción comunicativa y la producción de nueva información.

Palabras clave: Religión; Pedagogía; Cultura

ABSTRACT

The culture system constitutes a specific modality of learning appropriate behaviors. Religion as a socio-cultural phenomenon has great signic manifestations that generate meanings. It is intended to determine how the Celebration of the Eucharistic Liturgy is constituted as a pedagogical act and significant cultural practice. The methodological design is descriptive, based on qualitative records, in an Introspective-Experiential epistemological approach. Conclusions: The Eucharistic celebration as a communicative and pedagogical act is a cognitive semiotic process that is generated in a community of parishioners, located in an environment of production of meanings and meanings, in which only within this space is possible the realization of the action Communication and the production of new information.

Key words: Religion; Pedagogy; Culture

RESUMO

O sistema de cultura constitui uma modalidade específica de aprendizagem de comportamentos apropriados. A religião como fenômeno sociocultural tem grandes manifestações parecidas com sinais que geram significados. O objetivo é determinar como a Celebração da Liturgia Eucarística é constituída como um ato pedagógico e prático culturalmente significativo. O desenho metodológico é de tipo descritivo, baseado em registros de base qualitativa, em uma abordagem epistemológica Introspectiva-Vivencial. Conclusões: a celebração eucarística como um ato comunicativo e pedagógico é um processo semiótico cognitivo que é gerado em uma comunidade de paroquianos, localizada em um ambiente de produção de significados e significados, no qual apenas dentro desse espaço é possível realizar a ação comunicativa e a produção de novas informações.

Palavras-chave: Religião; Pedagogia; Cultura

“…Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad…” (Mc 1,21-22)

1. Introducción

La religión es una actividad humana que abarca creencias y prácticas sobre cuestiones de tipo existencial, moral y sobrenatural de allí el interés de abordar el presente estudio dentro de la línea de investigación “Lo Sagrado y la Diversidad Religiosa”.

La religión como fenómeno socio-cultural posee grandes manifestaciones sígnicas que generan significados, de allí la importancia que posee el simbolismo como forma de percepción de lo sagrado, que muestra y otorga sentido a la situación existencial del hombre respecto a lo trascendente

La cultura es un sistema de lenguaje cuyas manifestaciones concretas son textos. (Lotman, 1993). Siguiendo la tradición cultural que considera el mundo como texto (el mundo es un libro que espera a su lector). Lotman supone a la cultura, como un texto constituido por signos de distintos órdenes; considera al libro como símbolo del mundo

La cultura como lenguaje que se enseña, está constituido como un sistema altamente estructurado (autoorganizado y autorreferente) de textos y procesos textuales (códigos de elaboración y recepción textual, metatextos, cánones, prácticas discursivas, etc.), cuyo funcionamiento se basa en la capacidad de producir, transmitir, conservar y actualizar los textos relevantes (pertinentes) para la práctica social (Lotman, 1993).

Cualquier cultura, en este sentido, se configura como un complejo y dinámico mecanismo social (transindividual y trans-generacional) de creación, comunicación y memoria textual (Lotman, 1993).

La cultura como constructora de reglas morales, de códigos, en fin, creadora de contexto, es esencia de la población, su avance gradual representa la evolución del hombre en todos sus aspectos. Constituye la memoria no hereditaria de la colectividad (Lotman, 1999)

Asimismo, cabe señalar que el sistema de la cultura también constituye una modalidad específica de aprendizaje de conductas adecuadas (conductas culturales) así como un específico dominio de acoplamiento estructural entre los seres humanos, su entorno y los demás organismos, dominio que asume la forma y el modus de un complejo entretejido de vidas y de textos en continua interacción, en el que constantemente se construyen, deconstruyen y reconstruyen (resuelven) tanto el sentido como los no-sentidos, tanto los consensos como los conflictos, tanto la unidad como el devenir histórico del propio sistema y de todos los elementos que lo integran (Lotman, 1993).

Por analogía con el concepto de biosfera, se le llama semiosfera a todo acto comunicativo dentro de la sociedad, la cual se encuentra constituida por la agrupación de todos los sistemas de signos (Lotman, 1999).

La semiosfera es un determinado funcionamiento semiótico para una colectividad; es el entorno de producción de significados y sentidos, en el cual sólo dentro de este espacio (abstracto) resultan posibles la realización de los procesos comunicativos y la producción de nueva información (Lotman, 1999).

Se puede considerar el universo semiótico como un conjunto de distintos textos y de lenguajes cerrados unos con respecto a los otros. La semiosfera es el espacio semiótico fuera del cual resulta imposible la existencia misma de la semiosis (Lotman, 1999).

2. Materiales y Métodos

Dentro de la línea de investigación de Lo Sagrado y la Diversidad Religiosa, se presentó la necesidad de analizar, a través del presente trabajo, una concepción particular de la cultura, desde la teoría lotmaniana referido al fenómeno religioso dentro de la cultura católica conocido como el Rito de la Celebración de la Liturgia Eucarística (Santa Misa) desde una perspectiva semiótica; con lo cual se pretende vincular el significado de los signos con el uso que se le otorga al momento de relacionarlos con el mundo (real o imaginario) por medio de los distintos canales de comunicación, lo cual permite interpretar y dar sentido a la cultura en las diferentes dimensiones del ser humano.

Para el desarrollo de presente investigación, se plantearon tres disciplinas de apoyo teórico: La Semiótica, la Hermenéutica y la Teoría de los procesos cognitivos básicos intervinientes en el aprendizaje. Desde la perspectiva de la Semiótica, se tomó como referencia el método semiótico dialéctico-cognitivo propuesto por Magariños de Morentin (1996; 2008) basado en operaciones semióticas fundamentales, la semiótica textual interpretativa de Lotman (1996; 1998) y el modelo dialógico de García de Molero (2004; 2007 a, 2007 b; 2009)

Este marco Teórico -Metodológico, permitió una aproximación al estudio del signo litúrgico, su interpretación, la producción del sentido y el significado verbal y no verbal del Rito Eucarístico como fenómeno y sistema de significación y los procesos a ellos asociados, lo cual constituye una práctica significante cultural; un proceso de semiósis que se vehiculiza mediante signos presentes en el acto litúrgico de la celebración Eucarística y se materializa en textos y en la vida social de sus participantes. La peculiaridad del enfoque semiológico responde al siguiente interrogante:

¿Por qué y cómo en una determinada sociedad, la celebración Eucarística de Rito Latino genera significación y otorga sentido en la construcción de la identidad colectiva? (Magariños de Morentin, 1996).

Así mismo, la necesidad de la Hermenéutica, en la presente investigación, estuvo dada por las complejidades del lenguaje, que frecuentemente conducen a conclusiones diferentes e incluso contrapuestas en lo que respecta al significado de un texto. Por medio del método hermenéutico se intenta descifrar el significado detrás de la palabra del mensaje cristiano enunciado durante la celebración del Rito Eucarístico y, con ello, intenta la exégesis de la razón misma sobre el significado de la fe, enmarcado en la religión católica. Por consiguiente, el uso de la hermenéutica en esta investigación tiene la intención de exponer la importancia de conocer el proceso interpretativo y cognitivo del sujeto durante la celebración Eucarística de Rito Latino.

En relación a la Teoría de los procesos cognitivos básicos intervinientes en el aprendizaje, el presente pretende aproximarse a una explicación del por qué el cerebro constituye la red más increíble de procesamiento e interpretación de la información en el cuerpo a medida que aprendemos cosas. A su vez, ésta puede ser dividida en dos teorías específicas: la Teoría Social Cognitiva (TSC) y la Teoría Cognitivo-Conductual (TCC).

El diseño de la investigación se ubicó en la etapa diacrónica, (Padrón, 2008b) en la cual, el desarrollo del estudio, se inserta dentro de la familia de investigadores de la línea de investigación “Lo sagrado y la diversidad religiosa”, del doctorado en Ciencias de la Universidad del Zulia. Con base a esta secuencia diacrónica, con diseño de tipo descriptivo, se pretendió lograr aproximarse a un análisis semiótico de la Celebración Eucarística como acto pedagógico y práctica significante cultural.

Por lo tanto, este diseño de investigación permitió llevar a cabo un conjunto de operaciones típicas y formas de trabajo estandarizadas mediante la observación, lo cual facilitó la recolección de datos; así como la formulación de criterios que contribuyeron a la agrupación de datos y unificar las diferencias singulares. Las técnicas de trabajo se basaron en registros de base cualitativa, de acuerdo al enfoque epistemológico Introspectivo-Vivencial (Padrón, 2013).

Esquema del componente empírico del diseño de Investigación

El método empírico es un modelo de investigación científica, que se basa en la experimentación, la lógica empírica y la observación de fenómenos, cuyo análisis estadístico es el más usado en el campo de las ciencias sociales y en las ciencias naturales (Serrano, 2014). Por tanto el componente empírico de la presente investigación estuvo conformado por las siguientes categorías de análisis:

  1. Corpus: Según Magariños de Morentín: “Todo Corpus se concreta en un conjunto de signos”(2008,p.54). Por tanto el Corpus de la presente investigación estuvo conformado por la Semiosis simbólica, constituida por la estructura de significación presente en el rito de la celebración Eucarística, es decir: Los Intérpretes/ productores: Feligreses participantes del rito litúrgico, miembros de los grupos de apostolado.

  2. El Muestreo, ¿Cuándo y/o a quién observar? El muestreo se realizó el primer domingo de cada mes, en forma secuencial en cada uno de las cuatro (4) templos religiosos de las parroquias seleccionadas de la Diócesis de Trujillo, durante los meses de Febrero a Mayo de 2016, lugar donde normalmente se realiza la celebración Eucarística de rito latino. La observación se realizó a los sujetos (feligreses-sacerdotes) que participaron en la celebración del rito eucarístico. En este sentido, la finalidad de esta fase de la observación consistió en de obtener pruebas significativas y representativas. Para lo cual se tomó en consideración las siguientes criterios de selección: 1) Lapso de tiempo; 2) Frecuencia, 3) Momentos que se inició y finalizó la observación, en forma constante a lo largo de los periodos de observación. 4) Se utilizaron intervalos de tiempo durante la observación para el registro de los datos. 5) Se observó a un solo sujeto por cada rito realizado, en cada celebración eucarística dominical, objeto de estudio.

  3. Los medios de recolección de datos de la observación ¿Con qué observar? Como medios o técnicas de recogida de información del presente trabajo, se utilizo primordialmente la entrevista en profundidad, en la cual el entrevistador sugirió a los entrevistados unos temas y le estimula para que exprese todos sus sentimientos y pensamientos de forma libre, conversacional y poco formal.

  4. Lugar de la observación, ¿Dónde se observó? De acuerdo con lo expuesto por Fernández-Ballesteros, citado por Puebla y col. (2010, p. 54). En donde se afirma que “el objeto prioritario del método observacional es el de recoger datos sobre la conducta en el lugar habitual donde ésta ocurre”, por lo tanto, el contexto observacional, correspondiente al ámbito de ocurrencia empírica de los hechos, estuvieron conformados por los templos ubicados en las parroquias eclesiásticas: El Carmen, San Alejo, La Coromoto y Niño Jesús, ubicadas en el municipio Boconó, pertenecientes a la Diócesis del Estado Trujillo, Venezuela, lugar este que para el momento del estudio presentaba un conjunto de condiciones sociales, históricas y culturales en las cuales se situó el proceso de observación.

  5. Recogida de datos y optimización. Esta fase consistió en clasificar o agrupar los datos recogidos en la observación y comprobar o valorar si los datos fueron confiables. Constituyen aspectos relativos a la fiabilidad, validez y exactitud de la observación realizada.

  6. Interpretación de resultados. A los fines del estudio realizado sobre Aproximaciones para un análisis semiótico de la celebración eucarística como acto pedagógico y práctica significante cultural, la fase de interpretación de resultados, se hizo referencia al análisis de los datos recogidos y a la elaboración de los informes en base a la observación realizada.

3. Resultados y Discusión

La perspectiva de Lotman sobre el fenómeno religioso dentro de la cultura, constituye un enfoque científico que interpreta al signo como un medio que nos permite percibir e interpretar el conjunto de códigos sociales, a través de los cuales el sujeto logra integrarse a todo un sistema significativo creado por el hombre. El presente trabajo que expongo pretende analizar, desde la perspectiva de la semiótica, la estructura elemental de significación del rito litúrgico de la celebración Eucarística, a los fines de evaluar la influencia del rito en el mensaje cristiano como un acto pedagógico, lo cual constituye una práctica significante cultural. Así mismo, se pretende aproximarse a un análisis sobre la importancia, de los signos y símbolos presentes en la Liturgia Eucarística, y como el hombre, siendo un ser a la vez corporal y espiritual, expresa y percibe las realidades espirituales a través de los elementos significantes presentes en la Celebración Eucarística de rito latino, dimensión ésta de mucha trascendencia espiritual y religiosa dentro de la cultura católica.

En opinión de Tenório dos Santos (2001, p.203) las observaciones de Cassirer con respecto al lenguaje mítico-religioso destacan el carácter complejo que existe entre el mundo fenomenal del lenguaje y su contraparte ontológica o metafísica, en el sentido peirceano del término. Esta doble articulación entre el mundo de los espíritus y el mundo externo también es tema de la preocupación de Edgar Morin (1988), al intentar entender los complejos hilos que enlazan el mundo cultural del hombre con la naturaleza.

Lotman desde la Semiosfera, afirma que es de allí donde lo religioso gana significado. Los sistemas religiosos son sistemas culturales (1993, p. 20). De los abordajes semióticos, la única teoría formal de los fenómenos culturales es la semiótica de la cultura de los eslavos Lotman, Uspenskij, Piatigorsky, Toporov e Ivanov. Tal abordaje tiene como base el formalismo ruso, la Teoría General de los Sistemas y la cibernética. Por lo tanto, esta forma de estudiar el fenómeno religioso no es estudiado como algo singular, sino formando parte de un complejo sistema de signos, que Lotman llamó Semiosfera.

Todos esos sistemas de significación se apoyan en el modelo que la propia lengua ofrece. La dualidad sagrado/ profano, característica estructural de todos los mitos que tanto encanta a Mircea Eliade, tiene en la semiótica de la cultura un excelente campo de análisis, pues son los aspectos estructurales y formales los que caracterizan a los sistemas religiosos, resaltados por los estudiosos de este campo de investigación.

3.1. Aproximaciones a los criterios semióticos que intervienen en la consideración del docente como aliado en la construcción de aprendizajes significativos por parte del discente.

La propuesta de García (2016), en relación con la semiótica y su papel formador en la docencia, permite identificar un conjunto de criterios que desde la perspectiva de la teoría, que tiene como objeto de estudio a los signos, contribuyen a la construcción de sentido de la realidad académica, facilitando la apropiación del conocimiento. Estos criterios semióticos son definidos por García (2012) a partir de una investigación de campo en concordancia con los referentes teóricos de Piaget, donde se evidencia que:

Entre más animemos a los discentes a hablar sobre sus propias ideas y a estar a gusto y contentos con estas, más probabilidad tienen de ser creativos cuando hacen nuevas conexiones de ideas y desarrollan en cualquier asignatura una estructura personal de conocimiento (García, 2016, p.1).

Partiendo del principio de las categorías que Pierce hace del signo, estos criterios que intervienen en la consideración del docente como aliado en la construcción de aprendizajes significativos por parte del discente, García (2012) los define en los siguientes términos:

La creatividad como primeridad del signo, el cual surge cuando el enseñante se forma la idea mental y se inicia el proceso cognitivo de construir conceptos, que puede ser estimulado por los docentes, tomando como referencia las vivencias saberes previos particulares de cada educando. (p.32)

Estos referentes previos que posee el estudiante, corresponden a la segundidad del signo peirceano. Finalmente se arriba del proceso de la significación, lo cual constituye la etapa superior, en donde el enseñante le otorga significado a lo aprendido, al relacionar con la realidad el aprendizaje obtenido.

Estos criterios, según García (2016) se hayan fundamentados en la semiótica cognitiva y la dialéctica, los cuales inciden notablemente en la formación del nivel de cognición del discente. La cognición entendida como la facultad de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la información. Por tal razón, la semiótica cognitiva y dialéctica, se pueden interpretar como el aprendizaje, el razonamiento, la atención, la memoria, la resolución de problemas, la toma de decisiones y el procesamiento del lenguaje por parte del enseñante.

Sin embargo, también se dice que los procesos cognitivos pueden ser no sólo naturales, sino también artificiales, así como conscientes o inconscientes, lo que explica el por qué se ha abordado su estudio desde diferentes perspectivas, incluyendo la neurología, la psicología, la sociología, la filosofía, las diversas disciplinas antropológicas, y las ciencias de la información, tales como la inteligencia artificial, la gestión del conocimiento y el aprendizaje automático.

La cognición está íntimamente relacionada con conceptos abstractos tales como mente, percepción, razonamiento, inteligencia, aprendizaje y muchos otros que describen numerosas capacidades de los seres humanos, aunque estas características también las compartirían algunas entidades no biológicas según lo propone la inteligencia artificial.

La semiótica cognitiva y dialéctica es utilizada para significar el acto de conocer, o conocimiento, y puede ser definido, en un sentido cultural o social, como el desarrollo emergente de conocimiento dentro de un grupo, que culmina con la sinergia del pensamiento y la acción, lo cual favorece su intervención en la consideración del docente como aliado en la construcción de aprendizajes significativos por parte del discente (García, 2016).

Una concepción cultural del fenómeno religioso de la Celebración Eucarística, como acto pedagógico.

Según plantea Lotman cada cultura crea su propia concepción del desarrollo histórico cultural. Es decir, crea una tipología de la cultura, de la que surgen dos enfoques generales:

  • La “cultura propia, considerada como la única (la que establece la norma).

  • La “no-cultura” de las otras colectividades (la cultura ajena).

Allí se aprecia el mismo sistema binario contradictorio pero complementario que plantea Lotman en su obra de Semiosfera, con lo cual hace referencia a los conceptos de centro/periferia, lo organizado/lo no-organizado, lo semiótico/lo alosemiótico (o extrasemiótico) (1996). De la primera concepción surge el metalenguaje de una tipología dada de la cultura, que servirá de base para la auto-descripción y para la descripción de esas otras culturas asumidas como “no-cultura”. De esta última, Lotman (1998) aclara que no es que posee otros rasgos, sino que están ausentes los rasgos (regularidades) de la cultura propia (la tomada como norma), que son los que se utilizan como punto de referencia para la descripción. Existe también otro enfoque del desarrollo histórico cultural, según el cual existen varios tipos internamente independientes de culturas en la historia de la humanidad. En función de ello se determina el metalenguaje de la descripción tipológica, que abarcará una visión desde adentro o desde afuera de la cultura a la que se pertenece. Es decir, será cuestión de ver dónde situarse al momento de hacer la descripción en cuestión (de qué lado de la frontera), para que así el metalenguaje pueda cumplir con su función científica de explicar la esencia de la cultura descrita.

Para Lotman (1998) dicho metalenguaje se basa en oposiciones de tipo psicológico, religioso, nacional, histórico o social. De esta forma, se supera la tendencia a no tomar en cuenta que un fenómeno único no puede tener peculiaridad (sin tener con qué comparar), pues tal peculiaridad requiere -por lo menos- dos sistemas comparables. Igualmente, se contrarresta esa tendencia de los dos mencionados modos de descripción de la cultura a absolutizar las diferencias en el material que se estudia y a no distinguir los universales comunes de la cultura de la humanidad.

Tomando como referencia los argumentos de Lotman, se puede deducir que la religión es un metalenguaje, en consecuencia el desarrollo del rito de la Celebración Eucarística como fenómeno religioso se constituye en un acto pedagógico, ya que en este evento sociocultural se evidencia un proceso de enseñanza y la construcción de aprendizajes significativos por parte de los discentes (feligreses).

La construcción de los aprendizajes que se generan a través del rito de la Celebración Eucarística, como tal metalenguaje, facilita que el acto pedagógico este caracterizado por un ambiente ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser, el espacio sagrado se convierte en “El aula” de manera tal que permite integrar discentes (feligreses) de distintas edades por un lapso determinado (45 minutos en promedio) lo que promueve naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad (Montessori, 1976) con sentido de trascendencia del sujeto discente.

Interpretando el acto pedagógico como la relación o relaciones que se establecen entre el enseñante-enseñado, el contenido y el contexto, en una interacción dialéctica, cognoscitiva, afectiva y social; y asumiendo una postura teórica desde la pedagogía constructivista de la transformación, podríamos afirmar que el rito de la Celebración Eucarística acto pedagógico, es un conjunto de acciones litúrgicas, comportamientos y relaciones que se manifiestan en la interacción del Sacerdote (docente) con los feligreses (discentes) mediados por los componentes de la comunicación y una intencionalidad claramente definida, en un espacio y tiempo determinado, para la enseñanza del mensaje y valores, basado en las sagradas escrituras, la tradición cristiana y el magisterio de la iglesia católica.

Tomando como referencia el modelo Montessori, el rito de la Celebración Eucarística como acto pedagógico implica, en general, la organización de actividades litúrgicas concretas para obtener un resultado, es concebido como un modelo educativo sustentado en una concepción filosófica de la relación enseñanza-aprendizaje, así como en la relación entre educador y educando.

En tal sentido, la Celebración Eucarística como acto pedagógico tiene presente la finalidad social de la actividad enseñanza-aprendizaje, es por ello que durante el desarrollo del evento religioso se hace uso de estrategias didácticas específicas, elementos que están presentes como parte de la descripción de la cultura judeo-cristiana, lo cual permite examinar los diferentes tipos de textos presentes a saber: Imágenes, pinturas, arquitectura religiosa, vestimentas (Ornamentos) de los sacerdotes y ministros del altar, decoración del templo, sonidos, música sacra, olores, colores según el tiempo litúrgico que se esté celebrando, gestos y lenguaje corporal del sacerdote como pedagogo (Homilía).

Precisamente, estos elementos simbólicos presentes en el rito de la Celebración Eucarística como acto pedagógico, vistos desde una perspectiva semiótica como texto invariante o texto-constructo (integrado por textos de diverso tipo) es a lo que Lotman se refiere como el texto de la cultura (el todo que encierra las particularidades, las diversidades), también llamado el cuadro del mundo de una cultura dada. Éste debe tener la universalidad como propiedad (incluye todo: lo igual y lo diferente).

Por tanto, desde una mirada semiótica, la Celebración Eucarística como acto pedagógico es una liturgia de la Iglesia católica (en que se suele denominar Santa Misa), la Comunión Anglicana y el Luteranismo en que se celebra la eucaristía. Según los Evangelios, fue instituida durante la Última Cena de Jesús de Nazaret con sus apóstoles.

El Catecismo de la Iglesia católica enseña que en la Santa Misa se renueva el sacrificio del Calvario al celebrar el sacramento de la Eucaristía. En ella el sacerdote celebrante, que representa a Cristo (alter Christus) consagra el pan y el vino pronunciando una fórmula sacramental (epíclesis) que causa el efecto de la transubstanciación, transformándolos en el cuerpo y la sangre de Cristo.

En la Celebración Eucarística se hace un canto de entrada, a veces el sacerdote, que representa a la Iglesia y a Cristo, sale a la puerta a recibir a los invitados o los saluda desde la sede o el altar; después se hacen algunas oraciones para entrar en contacto con Dios, que es el principal anfitrión; vienen luego las lecturas de la Biblia en las que Dios y la Iglesia nos explican el sentido de la celebración; se intercalan cánticos relacionados con las lecturas (Salmo, Aleluya); luego viene el discurso, que se llama homilía, en la que se explica más detalladamente el sentido de la fiesta. A través del Credo, la asamblea confirma estar de acuerdo con lo que se ha proclamado y explicado. En la segunda parte de la celebración se presentan al sacerdote y a Dios los dones del pan y del vino, con los que se celebrará el sacrificio y el banquete, se hacen varias oraciones de alabanza, de recuerdo de los misterios de Cristo, de petición y, finalmente, se invita a todos a comer y beber el cuerpo y sangre de Cristo y así asumir el misterio que se celebra de una manera que compromete: es una alianza que aceptamos en el cuerpo y sangre de Cristo para vivir como creyentes cristianos, es decir, discípulos, seguidores y testigos de Cristo. Finalmente, el sacerdote nos despide con su bendición, dándonos la paz de Dios para que vayamos al mundo a dar testimonio de lo que hemos celebrado.

  • Sus elementos

  • El lugar (espacio físico) de la misa. Un lugar especial, un escenario para la representación

  • Su estructura Antemisa: Liturgia de la palabra: Un espacio, un hecho lleno de simbolismos

  • Modelo de Cruz Latina: Nave, presbiterio (atar, ambón y sede), capillas laterales, sacristía, tabernáculo y campanario. Los actores de la misa, los que ocupan el lugar: Sacerdote, los ministros, la estudiantina, los fieles.

  • Los ornamentos de la misa, objetos que refuerzan la fe por medio de sus significados.

  • El altar, la cruz, el retablo, el pan, el vino, la copa, la patena y los manteles, las campanillas, el incensario, el cirio y el atril. Todo lo que está en la misa se presenta como “divino”. La misa como una “puesta en escena”. Cada escena con sus actores, escenografía y utilería irá dotando de forma, sentido y estructura a la misa.

  • Misa sacrifical: Liturgia eucarística.

  • Rito de entrada que crea el ambiente de fe y creencia . Preparación para la ofrenda.

  • Ritual de preces: Arrepentirse, nostalgia y anhelo, alabanza, súplica (Rezo, el ser humano habla).

  • Culto didascálico: Lectura de las escrituras “sagradas”: Epístola, evangelio, homilía. (Dios ha escuchado y ahora habla)

  • Momento de la ofrenda (personal y comunitaria)

  • Ofertorio: Se da, se entrega lo que se tiene por ofrecer, incorporación al sacrificio Consagración: Momento en que ocurre la transformación del pan y el vino en cuerpo y sangre de Cristo

  • Comunión: Unión con Jesús, con Dios. El ser humano es invitado a compartir el sacrificio que ha entregado, es invitado a “la mesa” “Se prepara la comida, se ingieren los alimentos y se levanta la mesa”

Se despide a la comunidad no sólo con la bendición que se cree haber recibido, sino con la serie de ideas transmitidas. Cada elemento ha sido formado aquí.

3.3 ¿Cómo desarrolla Lotman el concepto de semiosfera?

Semiosfera para Iuri Lotman (1996, p.22) es el continuum semiótico donde están sumergidos todos los procesos comunicativos y de producción de nuevas informaciones. Tales sistemas no están aislados. Son formaciones semióticas de diversos tipos y que se hallan en diversos niveles de organización. Lotman crea tal concepto, análogamente al concepto de biosfera construido por V. I. Vernadski, que utiliza, el concepto de noosfera para la esfera de las producciones humanas. Lotman insiste en aclarar que Semiosfera no debe confundirse con noosfera: «La noosfera se forma cuando en este proceso [aquel de la biosfera que transforma la energía radiante del sol en energía química y física] adquiere un papel dominante la razón del hombre. Mientras que la noosfera tiene una existencia material y espacial y abarca una parte de nuestro planeta, el espacio de la Semiosfera tiene un carácter abstracto» (Lotman, 1996, pp. 22-23). Tal como no es posible la vida fuera de la biosfera, nos es posible, dice Lotman, la existencia misma de la semiosis fuera de la semiosfera. Todo acto particular de comunicación sólo tiene significación porque está inserto en este universo.

Lotman define la semiosfera como “el espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis” (1996, p.24). Está determinada por su carácter abstracto, la mutabilidad de su estructura, la heterogeneidad, la irregularidad semiótica y el carácter delimitado. Un conjunto de textos y de lenguajes cerrados unos respecto a los otros puede ser considerado como un universo semiótico (Lotman, 1996:23). La organización interna de la semiosfera es una estructura irregular, una diversidad integrada de forma orgánica.

La semiosfera está formada por sistemas de signos que interactúan entre sí y se transforman sin perder la unidad. Entre el ámbito de la semiosis y la realidad extrasemiótica, hay un espacio que es penetrado por elementos de las esferas extrasemióticas. La dinámica de estos elementos transforma el espacio, a la vez que dichos elementos son transformados. El intercambio con la esfera extrasemiótica proporciona dinamismo a la semiosfera.

El espacio semiótico no es homogéneo, en él encontramos una estructura de niveles. En el núcleo se encuentran los sistemas semióticos dominantes y la periferia está constituida por estructuras externas que pasaron a formar parte de la órbita al ensancharse el espacio semiótico. Las formaciones periféricas están representadas por fragmentos de lenguajes y textos aislados que cumplen la función de catalizadores de lo nuevo (Lotman, 1996, p.31). En esta interrelación, el centro y la periferia se oponen, siendo el centro una estructura más rígida y la periferia más flexible, por lo que en ella los procesos se desarrollan a mayor velocidad, pues encuentran menos resistencia.

3.4 ¿Cómo caracteriza Lotman la semiosfera?

Lotman (Op. cit.) destaca que existen algunos rasgos distintivos que caracterizan la semiosfera, como:

1. carácter delimitado y 2. irregularidad semiótica. En otro lugar, Lotman (1990, pp.123-130) subraya aún que la semiosfera está marcada por el binarismo, asimetría y por su heterogeneidad. El modelo del que se vale Lotman y los eslavos para la semiosfera es el de la lengua (que es binaria), llamada por ellos desistema modelizante primario. Es sobre esta base que construye la cultura, que sería un sistema modelizante secundario. Es en este universo, por lo tanto, en el que encontramos el arte, la filosofía y la religión. Todos esos sistemas de significación se apoyan en el modelo que la propia lengua ofrece.

Lotman, desde La semiosfera (1985), instaló una pregunta: ¿por qué pensamos el signo como una unidad simple?, ¿y si en realidad el signo deba pensarse como algo complejo en sí mismo? Es en la complejidad donde el signo cobra sentido, cuando existe como parte de un sistema: el signo es complejo, y debe estudiárselo en su complejidad. Ante las ideas de Saussure (signo como entidad mental) y Peirce (signo como proceso), Lotman propone redefinir su ontología: el signo puede ser entendido como un organismo. No existen por sí solos en forma aislada sistemas precisos y funcionalmente unívocos que funcionan realmente.

La separación de éstos está condicionada únicamente por una necesidad heurística. Tomado por separado, ninguno de ellos tiene, en realidad, capacidad de trabajar. Sólo funcionan estando sumergidos en un continuum semiótico (fuera del cual el signo no existe) completamente ocupados por formaciones semióticas de diversos tipos y que se hallan en diversos niveles de organización. A ese continuum, por analogía con el concepto de biósfera, lo llamamos semiosfera: sólo dentro de este espacio (abstracto) resultan posibles la realización de los procesos comunicativos y la producción de nueva información. Se puede considerar el universo semiótico como un conjunto de distintos textos y de lenguajes cerrados unos con respecto a los otros. La semiosfera es el espacio semiótico fuera del cual resulta imposible la existencia misma de la semiosis.

3.5 ¿Cómo funciona la dinámica cultural?

Para explicar cómo funciona la dinámica cultural, es imprescindible entender el concepto de texto, desde la perspectiva lotmaniana, ya que el mismo es uno de los conceptos fundamentales de este planteamiento teórico y analítico. El texto no es un objeto estable sino que va a definirse en relación a sus funciones: un texto puede ser la obra, o una de sus partes; un grupo compositivo, un género o la literatura en su conjunto. El autor y sus lectores forman parte del concepto de texto. La obra puede ser leída como un texto diferente infinidad de veces, ya que el arte, como sistema de signos codificados, permite una multiplicidad de lecturas, dependiendo del contexto desde el cual sea interpretado.

La cultura definida como memoria no hereditaria de la colectividad (Lotman y Uspenskij (1979, p.71) implica una permanente relación con el pasado. La historia registrada se convierte en un elemento de la cultura cuya existencia dependerá de la continuidad que alcance en los textos de la memoria colectiva. Una lectura sincrónica que permita el autonocimiento y el autodesciframiento de los textos de la cultura en un periodo de tiempo, que luego podrá interpretar de forma diacrónica.

Al analizar el funcionamiento de la dinámica cultural, se hace eminentemente necesario considerar que el continuum que caracteriza la semiosfera de Lotman tiene matrices ontológicas y epistemológicas diferentes del sistematizado por Peirce, llamado sinequismo. Lotman (1996, pp.21-22), por ejemplo, resalta que a pesar de que la semiótica de Peirce difiere de la lingüística de Saussure, ambas poseen una característica común: parten de elementos atómicos y aislados (el signo, en el caso de Peirce) y «todo lo que sigue es considerado desde el punto de vista de la semejanza con él» (Lotman, 1996, p.21).

Tenório dos Santos (2001) afirma que en este sentido existe aquí un equívoco por parte de Lotman. El signo en Peirce es dinámico, traspasa todo el cosmos y es la propia base de su doctrina sinequista, que es mucho más general que la semiosfera de Lotman. Mientras Lotman concibe la semiosfera como un sistema cerrado y abstracto, el sinequismo peirceano es abierto y realista, lo que lleva a concebir los sistemas míticos-religiosos no de una manera formal y estructural, como hace Lotman, ya que toma la dualidad del signo lingüístico (en el sentido de Saussure) como matriz de la cultura. De allí la afirmación de “sistema funcionante complejo, jerárquicamente organizado” (Lotman, 1996, p.102) al describir el funcionamiento de la dinámica cultural.

3.6 ¿Cómo ocurre la transformación cultural?

El aspecto diacrónico de la cultura toma en cuenta la “ritmicidad del cambio de formas estructurales en el arte y en la ideología” (Lotman, 1996, p.59). Cuando una cultura vieja se pone en relación con una cultura nueva, los textos, códigos y signos que la conforman pasan a la nueva “desvinculándose de los contextos y los nexos extratextuales que les eran inherentes en la cultura madre, adquiere típicos rasgos «sinitrohemisféricos»” (Lotman, 1996, p.57). La memoria colectiva la conserva como un valor autosuficiente, hasta que pasado un tiempo es interpretada por la cultura hija. En esta nueva lectura de los textos se transforman.

Es importante tomar en consideración el concepto lotmaniano de cultura como “sistema funcionante complejo, jerárquicamente organizado” (Lotman, 1996, p.102) en el cual los textos tienen que ser considerados en su contexto, en su interacción con otros textos y con el medio socio-significante. Insistir en el carácter complejo de la cultura, en su capacidad de organización como sistema que funciona jerárquicamente permite comprender en qué medida la cultura hace posible la vida de relación en la socioesfera por ella creada, y cómo genera modelos que a su vez determinan las dominantes sobre las que se construye el sistema unificado.

3.7 ¿De qué modo se da el vínculo cultura-comunicación según Lotman?

Es necesario partir de la definición que Lotman ofrece de la cultura como parte de la historia de la humanidad, la cual va desde la revisión de la relación del hombre con el hábitat no cultural que lo rodea, hasta aspectos particulares, entre otros el de la cultura como sistema comunicativo que se basa en el lenguaje natural, o la cultura como texto. Todo ello permite concebir a la cultura como un sistema de signos que posee una estructura dinámica.

Para Lotman, la cultura estructura la realidad del ser humano y hace posible la vida de relación en la socioesfera creada por ella misma. Las dimensiones de la sociosesfera varían dependiendo del ámbito que seleccionemos para interpretar. Podemos entenderla desde una perspectiva general o particular, un espacio geográfico, una época dada o una comunidad determinada. Sin embargo, el vínculo cultura-comunicación, siempre está condicionado por la influencia que el afuera ejerce sobre ambas dimensiones del hombre.

4. Conclusión

La Semiótica como disciplina científica colabora en la sustitución e interpretación de esa estructura relacional a la que llamamos signos. Una estructura muy fructífera en la producción e interpretación de nuevos conocimientos, razón por la cual Magariños de Morentin expresa que “el conocimiento tiene siempre por objeto a otro conocimiento y nunca a la realidad en su pretendida pureza de no modificada todavía por el pensamiento”. Un conocimiento donde los signos no sólo sustituyen a las cosas, sino que funcionan como mediadores que acercan el mundo al alcance de los intérpretes. En consecuencia todo pensamiento se contiene en signos, que constituyen la base de todo proceso de significación como objeto de estudio de la semiótica.

Finalmente, se puede afirmar que Lotman relacionó la semiología con la comunicación, explicó que la semiosfera es el universo simbólico de una cultura y que ella se conforma por los actos comunicativos de los individuos que la conforman. Todas las personas vivimos bajo esa semiosfera que contiene todos los signos posibles de la cultura a la que pertenecemos, sin distinción alguna entre ellos; a lo largo del tiempo vamos aprendiendo y aprehendiendo cada uno de ellos para establecer comunicación con las demás personas.

Lotman se interesó no solo por los signos en sí, sino por la comunicación que se da a través de ellos. Lo estudió de manera más funcional hacia el objetivo que tenemos todos los seres humanos, comunicar. La comunicación tanto verbal y no verbal de una cultura depende del sistema de signos que se crea en ella. Los signos pueden ser los mismos en otras culturas, pero lo que los define en una es su significación. De ahí la idea de que cuando queremos comunicar algo, dependemos de que quien reciba el mensaje pueda descifrar los signos con la misma significación que nosotros. Independientemente de que el intercambio simbólico sea directo o indirecto (mediado) requerimos de que todos los miembros participantes de la comunicación conozcan los signos con la misma significación de cierta cultura. Al entender esto, entendemos mejor la comunicación y esto nos permite comunicar adecuándonos a la semiosfera de la cultura a la que nos queremos dirigir.

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Cómo referenciar este artículo: Serrano Aldana, Luis Enrique (2018) Aproximaciones para un análisis semiótico de la celebración eucarística como acto pedagógico y práctica significante cultural. En revista Encuentros, vol. 16-01. DOI: http://dx.doi.org/10.15665/.v16i01.986

Recibido: 14 de Enero de 2017; Aprobado: 07 de Diciembre de 2017

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