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Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

versão impressa ISSN 1692-715Xversão On-line ISSN 2027-7679

Rev.latinoam.cienc.soc.niñez juv v.5 n.1 Manizales jan./jun. 2007

 

Segunda Sección: Estudios e investigaciones

La comunicación en los mundos de vida juveniles*

A comunicação nos mundos de vida juvenis

Communication in the life-worlds of Colombian youth

Germán Muñoz González**

* Este artículo hace parte de un trabajo personal de más de diez años, iniciado el 12 de septiembre de 1991 y concluido y sustentado el día 13 de noviembre de 2006, en el Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales – CINDE.

** Filósofo de la U. de San Buenaventura (Bogotá). Doctorado de Tercer Ciclo en Linguística de la EHESS de París. Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales – CINDE. Docente e investigador de la U. Distrital ‘Francisco José de Caldas' (Bogotá) y de la U. de Manizales – CINDE.
Correo electrónico: gmunozg2000@yahoo.es

Primera versión recibida noviembre 2 de 2006; versión final aceptada enero 17 de 2007 (Eds.)


Resumen:

Este artículo intenta dar cuenta de algunos elementos significativos, a nivel conceptual y metodológico, que emergen en la tesis doctoral que lleva el mismo título. Se centra en los relatos de vida y entrevistas a algunos y algunas jóvenes de Bogotá, Cali y Manizales, que testimonian sobre la experiencia personal desde su cotidianidad y experiencia vital. Se privilegian estas narrativas sociales de sujetos que hablan en primera persona de sus vivencias históricas comunes, las cuales son la materia prima del campo que denominamos Comunicación-Cultura. Desde estos saberes se dibujan tres grandes escenarios que redefinen y superan el modelo informacional dominante, a saber: el cuerpo, entendido como el espacio de las afectaciones recíprocas que se producen en el ámbito de la estética; las interacciones colectivas, que proponen una ética del ‘nosotros'; y la construcción de ciudad (mejor sería decir ciudadanías) al habitar territorios, como prácticas políticas de carácter público.

Palabras clave: Comunicación, jóvenes, mundos de vida, cuerpo, mediaciones, ciudadanías.


Resumo:

Este artigo pretende dar conta de alguns elementos significativos, no nível conceitual e metodológico, que emergem na tese doutoral que leva o mesmo título. Está focado em relatos de vida bem como em entrevistas a alguns jovens de Bogotá, Cali e Manizales, que testemunharam sobre a experiência pessoal desde a sua cotidianidade e experiência vital. Privilegiam-se estas narrativas sociais de sujeitos que falam em primeira pessoa a respeito das suas vivências históricas comuns, as quais são a matéria-prima do campo que denominamos Comunicação-Cultura. Desde estes saberes é que se desenham três grandes cenários que redefinem e superam o modelo informacional, a saber: o corpo, entendido como o espaço das afetações recíprocas que se produzem no âmbito da estética; as interações coletivas, que propõem uma ética do ‘nós'; e, por último, a construção de cidade (melhor seria dizer cidadanias) ao habitarem territórios, como prática política de caráter público.

Palavras-chave: Comunicação, jovens, mundos de vida, corpo, mediações, cidadanias.


Abstract:

This paper gives an account of some of the more significant conceptual and methodological aspects identified in the author's doctoral dissertation that bears the same title. It centers on the life narratives and interviews of a group of youths in each of three Colombian cities: Bogotá, Cali and Manizales, as witnesses of their personal experience in their daily lives. Particular attention is given to those first-person narratives that describe common historical experiences; these narratives are the prime material for what we call "the field of Communication-Culture". Starting with this knowledge, three main scenarios emerge, which redefine and go well beyond the dominant informational model of communication: the body, understood as the space of mutual affectation that occurs in the field of aesthetics; collective actions, which envisage a "we-ethics"; and the building of the cities (we might rather say "citizenships") as diverse territories inhabited by public political practices.

Keywords: Communication, youth, life-world, body, mediations, citizenships.


Contexto

Dos preguntas centrales definen el horizonte del trabajo de investigación del cual se intenta dar cuenta en este artículo, a saber:

- ¿qué papel juega la comunicación en la vida cotidiana de los/las jóvenes contemporáneos?

- ¿cómo inciden las prácticas de comunicación de los/las jóvenes en la formulación de políticas en ese campo?

La comunicación es un tema fundamental en la vida de los/las jóvenes contemporáneos. Sin embargo, está ausente en las políticas de juventud, que se han dedicado a los asuntos sectoriales, los cuales afectan al conjunto de la población. Han sido incapaces de percibir las especificidades de este grupo poblacional que, con sus propios procesos de subjetivación, ha transformado las relaciones socio-culturales en un corto periodo de tiempo. Su abordaje se ha simplificado instrumentalmente, con base en el modelo informacional que la reduce a ‘medios masivos de comunicación', es decir, a desarrollos técnicos que, con base en teorías matemáticas, cibernéticas y conductistas, la ponen al servicio de industrias culturales, inicialmente de carácter bélico.

Aunque en USA desde los años '40 se habla de los ‘teen-agers', consumidores de la naciente industria cultural masiva, hasta los años ‘70 se propone en el Centro de Estudios Culturales Contemporáneos de Birmingham una reflexión que marca rupturas en relación con los dos temas, desde la perspectiva de los estudios culturales (Barker, 2000). En Colombia y América Latina se hace visible una lectura de los/las jóvenes y la comunicación después de los años ‘80, a partir de obras seminales que permiten concebir un nuevo campo de estudios y abren el debate respecto al sujeto de la comunicación en la cultura.

Las políticas de juventud, de la cultura y de la comunicación son igualmente temas que apenas empiezan a ventilarse públicamente en los años ‘80. Sin embargo, se producen políticas implícitamente, en los ámbitos de algunas instituciones (p. e. la escuela) y de las empresas mediáticas y publicitarias. Al revisar la formulación de políticas de juventud en diferentes países se encuentra únicamente la mención de temas como ocio y tiempo libre, o consumo cultural, en el mejor de los casos. Y cada vez cobran más importancia las tecnologías de la información.

A mi parecer, la categoría comunicación, aunque tiene fronteras comunes con las categorías anteriores, en particular con la información, no puede ser confundida con las múltiples mediaciones que la visibilizan ni con los contenidos de las interacciones. Acercarnos a una adecuada comprensión de la comunicación humana, en particular aquella que practican hoy los/las jóvenes, requiere una serie de reformulaciones básicas.

Sin duda, aún resulta precaria la caracterización del sujeto joven: podemos identificar un conjunto de acercamientos conceptuales, construyendo cada uno su propio discurso: la biología, la pedagogía, la psicología, las ciencias sociales, los estudios culturales, la política social, etc. Pero aún no tomamos distancia suficiente de las simplificaciones etarias y de las miradas desde la perspectiva adulta, básicamente normativas, atravesadas por juicios descalificadores o por temores ante la pérdida de certezas para su manejo. Una lectura crítica y abierta al ‘espíritu del tiempo' requiere asumir otros ‘mapas de sujeto' y la perspectiva histórica de las transformaciones que están moviendo los escenarios socio-culturales en los cuales los/las jóvenes son protagonistas.

Para realizar este acercamiento hace falta superar modelos que han elaborado su conocimiento desde enfoques nomotéticos, que compartimentan los accesos, y que siendo subsidiarios de lecturas lastradas por algunos paradigmas sociales, terminan elaborando constructos teóricos incapaces de dar cuenta de fenómenos muy dinámicos, como aquellos que hacen parte de la comunicación contemporánea; considero necesario conjugar con los anteriores, un abordaje trans-disciplinario, donde la perspectiva culturológica cobra gran importancia.

Por otra parte, creo que ninguna disciplina por sí sola es capaz de una mirada comprensiva de la relación (jóvenes-comunicación-política) planteada como objeto de estudio. En consecuencia, hace falta arriesgar una apuesta conceptual, la construcción de un campo emergente, el de la comunicación-cultura. ¿Qué características particulares definen cada uno de sus escenarios particulares (cuerpo, mediaciones, ciudad)? Aunque existen antecedentes válidos, las políticas de juventud no se han ocupado suficientemente de este tema y las consecuencias de ello son inmensas.

La política social ha evolucionado mucho en la segunda mitad del siglo XX. Tal vez lo esencial sea la centralidad que se confiere al sujeto de las políticas, con base en la forma como hoy se le entiende, no un simple beneficiario sino un actor protagónico de la vida social. En el caso particular de los/las jóvenes, a pesar del incipiente avance, sus procesos de subjetivación en el ámbito de lo público, en asuntos que les conciernen de fondo y acerca de los cuales no disponemos de suficientes elementos de juicio aún, nos invitan a concebir políticas del cuerpo, de la diversidad, del reconocimiento al otro, de la vida. ¿En qué forma acercarse a políticas de comunicación y/o de la cultura?

A partir de un enfoque que privilegia la acción, pienso que es coherente proponer una línea de pensamiento donde los/las jóvenes sean vistos como ‘agentes culturalmente activos', es decir, personas que asumen su auto-creación y la construcción de ‘prácticas de libertad' y ‘formas aceptables de existencia' (Foucault, 1987) en el entorno humano más cercano, el de ciudadanías juveniles que permiten entrever una ‘ciudadanía comunicativa'. La relación entre los elementos anteriormente esbozados llevaría a sugerir algunos criterios que permitan replantear las políticas de juventud, tomando en consideración las prácticas y los agenciamientos de los mismos jóvenes.

Se puede constatar que las formas de comunicación instauradas por la llamada ‘sociedad de control' (o la ‘sociedad informacional'), participan en la constitución de determinadas subjetividades individuales y colectivas contemporáneas. Esto sucede mientras amplias minorías y nuevos colectivos juveniles buscan sobrevivir en un mundo globalizado, gracias a su capacidad de expresar, fortalecer, legitimar, posicionar, re-construir y crear discursos y culturas propias; otras formas de comunidad.

No se trata solamente de ejercer unos derechos determinados sino de definir nuevas formas de ser y existir. Es lo que ocurre en la incesante producción de subjetividad, y en múltiples ejercicios creativos, que se hacen visibles en movimientos sociales de muy diverso signo, donde los/las jóvenes actúan en tanto sujetos de la comunicación. Muchas de ellas son reseñadas como prácticas exóticas e intrascendentes que corresponden a sociedades en crisis o a inadaptaciones propias de la edad. Sin embargo, aquí hay algo realmente importante: la inter-cesión básica entre mundos de sentido que ocurre en la dimensión estética (vista como la dimensión de la creación), alterando los órdenes de realidad en los que acostumbramos movernos.

La comunicación en la vida cotidiana

Tres escenarios de comunicación me parecen esenciales en su cotidianidad:

- el cuerpo (centro de las afectaciones recíprocas (Spinoza, 2001): sociales, afectivas, culturales; básicamente se trata de la dimensión estética)

- las mediaciones (procesos y estructuras de interacción colectiva y de producción de significación social (Orozco, 2001); predomina aquí la dimensión ética)

- la ciudad (territorio habitado -referente y contenido a la vez- donde se construyen ciudadanías (Reguillo, 1995); es el ámbito de la dimensión política)

No se trata exclusivamente del cuerpo físico, ni de los medios masivos y las nuevas tecnologías de la información, ni del espacio geográfico. Estos representan recortes a los escenarios, que hay que superar. Concebir la comunicación desde los tres escenarios nombrados mueve sus fronteras del confín que se le ha trazado; no es un movimiento caprichoso, es un desplazamiento que se está produciendo y que es imperioso reconocer.

Lo primero que se puede destacar es el reconocimiento de la centralidad de la comunicación en sus vidas:

    Patricia: La comunicación es nuestra naturaleza. Marcela: Es básico estar comunicado...

    Alejo: Creo que la comunicación está en todo...

De inmediato surge la pregunta sobre la comunicación, ¿cómo la entienden, qué representa específicamente?

    Marcela: Voy con mis amigas a los cafecitos del centro a hablar un rato... Cuando uno está creciendo siente la necesidad de estar acompañada.

    Alejo: Los amigos nos unimos muchas veces para hablar con alguien, para contarle lo que nos pasa, lo que sentimos...

Sin preámbulos aparecen en este umbral de la conversación los asuntos centrales de la comunicación: la noción de ‘estar juntos' (Weber, 1969), haciendo parte de una ‘comunidad emocional' (Maffesoli, 1988), en la que se comparte una ‘sensibilidad colectiva', en un territorio promiscuo, sin ocupación, en medio de la cotidianidad simple. La experiencia básica en este espacio consiste en el simple ‘comadreo', en la amistad o ‘relación pura' con quienes se puede lograr un contacto táctil.

    Beatriz: Manizales es pequeña... todo tiene un aire de vecindad y familiaridad... tuve un grupo de amigas, me divertía mucho con ellas: hablábamos estupideces realmente todo el día...

Se hace evidente que la relación muchas veces es intrascendente. Sin duda hay acuerdos que se tramitan en la conversación, pero no hacen parte de deliberaciones argumentativas, sino más bien de dinámicas formas de encuentro, astutas e inasibles, llenas de altibajos, que se desdibujan en medio de las nebulosas proxémicas en las cuales la composición es cambiante, en las cuales lo verdaderamente importante es sentir cerca al otro, hacer empatía (Dayrell, 2005). Obviamente, la soledad y el aislamiento permiten ver más claramente el paisaje completo.

    Alejo: Muchas de las personas que conozco somos personas muy solitarias, personas muy solas... yo me aislé mucho. Paola: En mi barrio nadie habla, nadie se conoce... es completamente individualista.

Es indeseable aislarse, ‘estar o sentirse solo'. El calor de la compañía define una identificación profunda con lazos sociales que tienen forma de red, en donde cada uno como ‘persona' experimenta la vital necesidad de compartir lo que otros piensan o sienten como un ‘nosotros'. Es una experiencia religiosa (re-ligare), que mueve a la apertura a los demás. Se ha entendido que el vehículo privilegiado es el lenguaje articulado, auténtico órgano de la razón pensante. Sin embargo, en el conjunto de relatos aparece con mucha fuerza la idea subterránea de formas alternativas de expresión, en particular entre pares. Se trata entonces de una ‘razón sensible' que se aproxima a lo real en su fluidez y complejidad.

    Willi: Los jóvenes manejamos un lenguaje diferente, una forma de ver la vida distinta de como la ven otras generaciones. Alejo: Con mis padres no puedo hablar con naturalidad y tranquilidad. Ángela: Con la gente adulta no me siento cómoda.

No se trata al parecer de formalizaciones racionales, sino más bien de expresiones múltiples y variadas, entre las cuales cuentan las mensajerías informáticas, las redes sexuales, las convocatorias deportivas y musicales, particulares estilos de solidaridad... En estas lo fundamental es la apuesta por la vida, por otras formas de existencia. Se trata más bien de experimentar en un juego colectivo que tiene cierto carácter de trascendencia.

    Ingrid: ...se perforan la piel, igual que para hacer un piercing, pero en vez de una joya se atraviesan ganchos y de ellos se cuelgan después... se hace en círculos cerrados...entre amigos.

    Diego: En el pogo uno se descarga sin violencia.

    Walter: En una toma de yagé se produjo un cambio extremo... fue una práctica para conectarse con la vida, un trance que alteró todo mi cuerpo...en la danza y el teatro, uno no es el mismo, son prácticas ‘sagradas'.

    Patricia: Estar en contacto con la naturaleza recarga la energía y tranquiliza. Viajar es fundamental para tomar contacto con la vida...

    Diego: Trabajar juntos en esta organización cultural le da sentido a la vida.

Leyendo entre líneas los relatos se destacan algunas modalidades comunicativas: las relaciones de vecindario, el secreto, la mentira, el chateo y en particular el ‘afectar' (tocar o conmover) al otro (Cabra, 2006). También se mencionan los conciertos, la radio, el computador, la TV que en su aparente frivolidad, mueven sentimientos y mentalidades y el mundo entero de lo cultural. Los testimonios dejan entrever una gran potencia intuitiva que redefine el mundo teórico de la comunicación-cultura.

    Alejo: Yo me di cuenta que era gay cuando me empecé a fijar en un amigo del colegio, entonces me di cuenta que estaba haciendo algo que era distinto... con mis papás la cosa era no decirles nada... es un secreto no confesado... la mentira es parte de las relaciones... gracias al chat empecé a tener amigos gay en internet y en la Universidad... lo que muchas veces uno hace es compartir espacios y compartir afectos en la vida... me encanta ser un consumidor de medios: amo la televisión, las telenovelas.

    Walter: Los conciertos lo marcan mucho a uno... Patricia: La radio es parte de mi vida... el computador lo es todo, es un hermano del alma...

Quien mejor lo expresa en su relato es Alejo. Una de sus frases es paradigmática: "la comunicación es poder afectar, tocar al otro...". En la base se encuentra un pensamiento de fuerte arraigo vitalista donde la "afirmación" de la vida, el querer vivir en sociedad, en medio de las relativizaciones que le impone su singularidad, sirve de soporte a la vida cotidiana "vista de cerca".

    Alejo: Creo en la posibilidad de llegar a ser feliz, creo en la posibilidad de amar la vida... estoy construyendo el futuro: eso me genera amor, me genera alegría, me genera deseo... es necesario abrir espacios donde la diversidad sea válida, no sólo la diversidad sexual, sino de pensamiento, credo... Colombia es un país machista, homo-fóbico, violento, pero creo que hay unos espacios como lo son las ciudades y creo que hay unos espacios que se están formando que son espacios en los que las mentalidades están cambiando... los jóvenes de una u otra forma estamos empezando a movernos, no sé para dónde, no sé por qué, no sé si por los políticos, por los culturales, por los académicos, nos estamos moviendo y estamos moviendo la mentalidad y creo que espacios como telenovelas, nos están mostrando otro país posible donde la diferencia se incorpore...

Su intuición acerca de esa única certeza compartida con varias novelas de Calvino, la del movimiento en el que nos encontramos inmersos, cuya causalidad íntima tiene amarres fuertes en la mediación comunicativa, le lleva a aventurarse un paso más allá, preguntándose por la naturaleza profunda de ésta.

    Alejo: Los latinoamericanos somos más que racionales, somos seres emocionales y creo que una cosa súper importante es que nos estamos dando la libertad de amar... es desde los afectos donde se está modificando todo, es decir el hecho de querer, el hecho de amar, el hecho de saber, de sentir al pobre, al rico, al indio, al negro, al gay, a la lesbiana, al transexual, nos está generando más allá que el político... o sea yo creo que los reales movimientos se presentan en el mundo de lo cultural y lo cultural está atravesado por el mundo de los afectos y en la medida en que los afectos van cambiando y nos permiten sentir otras cosas, las mentalidades cambian y eso genera movimiento real; más que la palabrería de políticos yo creo que los movimientos reales surgen de esos afectos que se pueden dar en el mundo de lo cotidiano... necesitamos contar que sí pasan cosas, que sí hay algo... hay cosas que están pasando y que nosotros no sabemos...

Y al descubrir el afecto como la ‘potencia subterránea' de carácter rizomático, que no se deja atrapar en categorías binarias ni en lógicas deductivas, establece la bizarra conexión –toda una hipótesis de trabajo, luminosa y perturbadora- entre la comunicación entendida como afectaciones mutuas, que pone en evidencia un movimiento colectivo capaz de transformar la realidad.

    Alejo: El sensibilizarnos, el afectarnos por esas imágenes que vemos en los semáforos, el afectarnos por una novela... son esos afectos los que se están moviendo y al menos están generando espacios de visibilidad de realidades que estaban ocultas y yo creo que ese ejercicio de la visibilidad es el ejercicio de haber sido afectados por algo desde lo emocional, lo sensible, en el cuerpo; o sea que me rayen el carro eso ya implica que estoy sintiendo, que estoy viendo una realidad, es decir un ejercicio de visibilidad que antes no había... hacia donde se están dirigiendo estos afectos es hacia visibilizarse en realidad... más allá de la denunciadera esa que nunca funcionó y nunca funcionará, es del afectar... tocar, sí, tocar las fibras sensibles y mostrar... es conmover, es afectar... la comunicación es el poder afectar, tocar al otro y creo que a mí me tocan y toco a los otros diaria y constantemente en muchas acciones desde el ignorar al otro hasta ponerle toda la atención del mundo. Hay mucha gente que cree que la única forma de comunicarse es hablar con otro o aparecer en televisión...

    Cuerpos que se ‘afectan recíprocamente'

Uno de los escenarios básicos son los cuerpo(s), en plural. Y estos admiten diversas lecturas y tipologías que van desde la simple apariencia física atractiva, hasta la búsqueda de ‘éxtasis místico'. O desde la anatomía y la musculatura hasta los cuerpos sociales a los cuales pertenecemos o nos incorporamos: se mencionan la escuela y la familia, el trabajo y la ciudad, los amigos y los otros, incluso las instituciones que muchas veces ni siquiera preocupan... En principio, la corporalidad es objeto de ‘modificaciones', y tanto las sensaciones de dolor como el cuidado son prácticas que se incorporan desde la dimensión estética entendida como la auto-creación.

    Marcela: Las modificaciones corporales son pura estética: quieren verse bonitos...

    Willi: Aprendí a querer mi cuerpo, a no lastimarlo: no haría algo que lo pudiera afectar, como tatuajes, aretes o algunas actividades (deportes extremos) que pudieran causarle daños... me gusta ir al gimnasio...

    Ingrid: La suspensión y las modificaciones temporales (tatuajes, piercings, escarificaciones, implantes, brandings)... son impresionantes, aunque no tan terribles... son prácticas casi exclusivamente masculinas. Algunas suspensiones permiten alcanzar el éxtasis místico, religar el espíritu. La vertical con ganchos en el pecho, es la más jodida, duele mucho, se pierde la conciencia: se va el alma y vuelve diferente...Se apropian del saber médico: Orlan es una maestra del ‘carnal art' ( www.orlan.net ).

    Patricia: Las experiencias de dolor me han hecho conocerme.

Hablar del cuerpo remite casi espontáneamente a la intimidad afectiva y sexual. Este tema, para algunos/as objeto de prejuicio moral o de abierta negación, para otros/as se convierte en puerta de entrada en la conversación. Cuando la piel está implicada, la comunicación, como la estamos entendiendo, emerge y se hace posible (Llobet, 2005).

    Jennifer: El sexo es un lenguaje entre dos que se interpretan, e implica afecto.

    Diego: La TV ha naturalizado el sexo... los condones se venden en cualquier parte, los regalan en el colegio, la familia ya no es la que define los patrones...

    Paola: Nunca tendré una relación aceptable con mi estructura corporal... tuve novio cuando adelgacé... dos veces aborté... los sitios que inspiran mi cuerpo son aquellos donde la sensualidad, la sexualidad y el erotismo son fundamentales.

    Jimy: Me gusta ser carnal... todo lo que pueda sentir así sea sano o perjudicial.

    Alejo: El amor de pareja implica pensar en el otro, compartir espacios y afectos... el problema es que uno no logra despertar en el otro los mismos afectos que ese otro despierta en uno... Hay muchos niveles de amigos: amigo al que uno le cuenta todo, otros esporádicos, amigos con derechos, los amigos de la familia... Somos seres emocionales.

La apariencia física se convierte en una condición inicial de las relaciones, en un objeto de intercambio, no el más banal, que con demasiada frecuencia decide el éxito o fracaso en la vida social. Es carta de presentación, elemento decisivo del ‘sentirse bien', sustancia misma de la tactilidad dionisíaca, base material de la estética del ‘nosotros'.
    Marcela: Me gusta mi cuerpo, tal cual es... es hermoso por el simple hecho de ser cuerpo, porque encierra dentro de sí la magia de la vida y de las sensaciones, porque me da la oportunidad de sentir el amor... Mi complejo fue el no verme tan Barbie como otras niñas... la ropa entra a ser parte del cuerpo de uno: mi pinta depende del estado anímico en el que esté...

    Jenifer: La apariencia física es importante para estar o sentirme bien conmigo misma... aunque no lo quiera estoy a la moda para estar con los demás.

    Alejo: En el colegio me vestía como un monje; ahora (en la U.) la relación con mi cuerpo cambió: soy un poco más libre con mis movimientos, me siento más cómodo, más seguro...ahora me corto el cabello super bajito, andrógino, ambiguo, muy al estilo

    Miguel Bosé; tatuajes no tengo, piercings tampoco: me gusta más la piel como sin nada... Yo aumentaría la masa muscular... posiblemente aumentaría mis brazos porque son muy flacos, y el abdomen...

Entre los cuerpos sociales que se reconocen como puntos de anclaje y sitios de inscripción de la emoción compartida en las estructuras cotidianas, la familia es primordial. En menor medida lo son la escuela, el trabajo, la ciudad, el país y en casos excepcionales las organizaciones.
    Willi: La familia siempre ha sido lo más importante en mi vida...

    Paola: No cuento con una familia unida... con mi madre sólo hay discusiones.

    Beatriz: La cotidianidad es sencilla: del trabajo a la casa y de la casa al trabajo... en algunas ocasiones requiere de trabajo de campo y es realmente lo que más disfruto de mi oficio.

    Ángela: Yo nací en Fontibón y regreso a veces a recorrerlo. Pero ahora soy de Suba por las relaciones.

    Diego: Trabajar juntos para crear le da sentido a la vida, lo llena a uno.

    Alejo: En el colegio fui una persona de muy bajo perfil...entré a la universidad, me vinculé a un grupo, empecé a trabajar con ellos y me empezó a gustar...llegué a ser representante (de los estudiantes), eso me ha generado unos niveles de visibilidad dentro de mis compañeros de todos los semestres... todos me saludan, ha sido todo un proceso de reconocimiento. La organización en la que trabajo, Colombia Diversa, me ha vinculado a la lucha por una comunidad que siempre ha sido discriminada...Me encanta caminar por Bogotá, me encanta el centro, amo Bogotá...

Mediaciones de la interacción colectiva

Miremos ahora el segundo escenario, el de las mediaciones1. En el estudio que da origen a Secretos de Mutantes (Marín & Muñoz, 2002) aparece con toda claridad el lugar preeminente que ocupa la música en la vida de las culturas juveniles; podemos afirmar que así sucede en la vida de la mayoría de los/las jóvenes. La potencia que encierra la música, las atmósferas que crea, la sensibilidad colectiva que desencadena, implican múltiples funciones: produce un tipo particular de conocimiento, cierta apertura convivial al otro, una estética del sentimiento, un deseo de afirmar la vida... que en su conjunto constituyen una socialidad reticular, poco perceptible por su carácter fractal, pero profundamente comunicativa.

    Jimy: Mi único patrimonio es mi música... me gusta el metal por su violencia, su energía, sus conciertos son muy brutales...

    Alejo: Para mí la música es clave... mucha música electrónica...sólo la música, la música es suficiente, se lo lleva a uno a unos estados en lo que lo único que uno siente es la necesidad de mover el cuerpo acorde a la música que está sonando...

    Marcela: Casi todos nuestros planes se hacen en torno a conciertos y a bares donde se presentan los grupos que nos gustan! Me gusta sentirme identificada con la música que escucho y bailo, me gusta sentir como si las canciones estuvieran hechas para mí! Esa es quizás la razón de mi preferencia! La música le trae a uno olores, sabores, sensaciones... y eso es lo que me encanta de ella, que me lleve a otros tiempos, a otros lugares...

Pero la música implica un ambiente en el cual ella existe y mueve engranajes: es lo que los/las jóvenes llaman ‘la rumba'. A través de ella se crea una empatía, basada en la cercanía proxémica. Considero que esta es la mediación comunicativa nuclear.

    Patricia: En la rumba (de todo tipo) se comparte la ilusión de estar en lo mismo, es un planeta diferente...

    Walter: Para mí la rumba es una ‘celebración' que trasciende, estar con otros.

    Marcela: Uno sale de rumba es con amigos, con novios... A los sitios de rumba se va es como a mostrarse, como a venderse, a llenar vacíos...

La rumba está conectada a formas visibles de encuentro, a la vitalidad sin control, a los juegos eróticos, a la emoción que nace de la adrenalina, a la irrupción de la pasión dionisíaca...

    Diego: El alcohol es una puerta a la desinhibición y en los momentos de tomar juntos permite comunicar diciendo cosas que no se pueden decir en otros momentos...

    Jimy: Consumo bastante trago y cigarrillo... Alejo: En una fiesta me tomo 4 energizantes y quedo muy activo, muy despierto...

    Marcela: Los jóvenes están absorbidos por la rumba, el sexo, las drogas, el internet, el deseo de dinero, el poder...

La esencia misma de la rumba es el baile, cuya ritualidad creativa está hecha de máscaras, de teatralidad, de circo y de círculos, de risa, de formas carnestoléndicas, calor, codazos, roces, sudor, sabor festivo, masa en ebullición, altos decibeles, ‘cero aburrimiento'.

    Willi: Me gusta mucho salir a bailar... me gusta la música electrónica, el tecno...

    Paola: Suelo divertirme bailando toda la noche, tomando licor y fumando...

    Marcela: Bailar me encanta!! Ir a escuchar música a barcitos...

    Alejo: El colectivo de la gente que va a rumbear con música electrónica es de esa gente que cuando escucha música electrónica le despierta una serie de sensaciones que se lo llevan a puntos distintos, a puntos que le generan placer, que le gustan, que lo alegran... el baile se convierte en algo muy individual... el lugar de unión es la música... cuando yo me voy a rumbear con música de ‘planchar' uno está muy bien, está gritando, saltando, solo o en grupo... determinada música como que se presta para la seducción...

Está claro que para rumbear hay que vestirse ‘apropiadamente'. Pero la moda vestimentaria es, en sí misma, otra mediación que puede estar cruzada con la rumba o que, simplemente, es parte del cuerpo, como ya se dijo antes.

    Jimy: Me gusta la ropa negra, refleja seriedad, y si es a algún concierto, ahí sí me pongo las tacheras con puntillas, y las botas con el pantalón metido, tampoco puedo ir con ropa demasiado llamativa a un lugar inapropiado, me parece que debo respetar los espacios, pero eso sí, no cambio el negro.

    Alejo: En Abril me gusta mucho la ropa y es donde estoy comprando absolutamente todo... me gustan las manillas oscuras un poco, entre más oscuras mejor porque combinan con la ropa que uso, yo uso ropa casi siempre en tonos azules y negros, a veces hay una excepción de pantalones cafés y blancos... es ropa de mi talla, son prendas modernas pero moderadas.

Aunque podríamos pasearnos por otras mediaciones, la mundialización de la cultura ha puesto el énfasis en las tecnologías info-comunicacionales, atribuyéndoles cierta sinonimia con la comunicación, reducida a dichos artefactos que tienen la capacidad de ponernos en contacto a distancia (Buckingham, 2002). Más importantes son los modos de interacción que promueven y la forma como estos se introducen en la cotidianidad de los usuarios. Tal vez el objeto cultural que ha adquirido recientemente carácter predominantemente juvenil es el celular, que en convergencia e interfaz con internet, es capaz de gestionar más de 40 diferentes funciones.

    Paola: Soy adicta al celular.

    Marcela: Mucha gente no puede vivir sin el celular: cuando uno tiene novio el celular se vuelve súper-importante, si uno quiere amigos, o rumba, o poder, pues necesita un celular... El espacio por excelencia es el Messenger: todo el mundo le pide admisión a uno y terminamos hablando con gente que ni idea...

Se podría trazar una línea divisoria entre las tecnologías anteriores a internet (1990), es decir, los llamados medios masivos de comunicación (radio, cine, teléfono, televisión) y los que hoy se entienden como TIC: computador portátil, PDA, celular, Ipod... Estos últimos tienen en común el uso de convergencias mediáticas pantallizadas y la conformación de redes que mueven grandes paquetes de información digitalizada a alta velocidad. Para nuestro objeto de interés –la comunicación- resultan importantes sus potencialidades de interacción. Estamos entendiendo la tecnología como una mediación comunicativa. Los artefactos en sí mismos, es decir, los medios, sólo son trasmisores, canales. Y, en consecuencia, crean la sensación de compañía en el espacio virtual (Feixa, 2000).

Patricia: La TV es ocio total, veo todos los canales y me facilita comunicarme a propósito de lo que está de moda. La radio es parte de mi vida. El computador lo es todo, es un hermano del alma, es un personaje de la casa. Vivo sola, entonces el computador es la compañía.

    Willi: Me gusta muchísimo ver televisión, especialmente programas deportivos.

    Alejo: Necesito televisión... me encanta ser un consumidor de medios y por ejemplo amo las telenovelas porque me parecen muy cómicas... me gustan por ejemplo series como Sex and the City, me gustan los dibujos animados para adultos y para niños. En radio, escucho mucho a Juan Gossaín... escucho muchas emisoras juveniles por la cuestión de la música... necesito esos espacios que me cultiven el alma: necesito cine, necesito teatro, necesito bibliotecas... el cine para mí es lo máximo que hay en la vida...

    Marcela: Los libros hacen parte fundamental de mi vida... Han marcado historias, momentos y experiencias de mi vida.... El olor y la textura también son fundamentales para mí, eso hace parte de "conocerlos"...

Internet aparece en el relato como una opción que llama mucho la atención por la gama de posibilidades que genera, siendo la mediación tecnológica tal vez más importante.

    Alejo: La comunidad gay es internet, mucho Internet o sea uno conoce mucha gente por internet, demasiada gente por chat... yo tengo siete cuentas de correo de las cuales dos están destinadas casi que única y exclusivamente a hablarme con gente gay... en messenger yo tengo cerca de 90 contactos... En orden de importancia [estas son mis prioridades]: música, internet, televisión, video juegos, celular...

Podría pensarse que en la vida de niños y jóvenes la tecnología ha abierto una puerta a otras formas de relación lúdica, que son descritas con mucho tino en términos de frívolas, tal vez inútiles, mejor aún, donde lo esencial es la ‘conquista del presente', la exploración de mundos posibles, la errancia libre.

    Alejo: Nos gusta ver videos de deportes extremos, nos gusta jugar juegos de deportes extremos... por momentos creo que la frivolidad es necesaria... quiero comprar el Ipod para desalojar mi maleta de casetes... los video juegos para mí son lo máximo, me permiten hacer y vivir cosas que nunca voy a vivir realmente...

Y finalmente, se mencionan otras mediaciones de paso:

    Alejo: Me gustaría algún día viajar al exterior, nunca lo he hecho ...[conocer] una ciudad como Nueva York, como Madrid, una ciudad como Londres o Buenos Aires... donde se mueven... el dinero es importante para mí porque me permite muchas libertades...

Nos hemos acercado en los relatos a dos centralidades: las que ocupan el cuerpo, como eje de la afectación emocional, de la producción de sensibilidades y de la autocreación desde la dimensión estética; y las mediaciones (particularmente la música, la rumba y las interacciones en redes tecnológicas), como espacios de socialidad táctil, donde cobra protagonismo la ética en tanto ligazón colectiva, fundamentalmente empática.

Prácticas de ciudadanía, construcción de territorios propios

Veamos ahora, en los siguientes apartados, qué lugar tienen lo público y lo político en sus vivencias. Desde los primeros trabajos acerca de jóvenes que he realizado en Colombia (Qué significa tener 15 años en Bogotá?, 1993) he podido constatar que este es un tema relativamente silenciado en la experiencia de los/las jóvenes, comparado con los dos anteriores, que ocupan prioridad en el mismo orden. Sin embargo, como veremos a continuación, al hablar de la ciudad a la luz de su relación con la comunicación, entendida como territorio habitado convertido en humano por la presencia compartida, la vida ciudadana adquiere un perfil protagónico (García-Canclini, 1995). En diferentes escalas, empezando por el espacio personal y privado.

    Beatriz: Mi sitio favorito es sin duda mi casa, unos minúsculos 30 metros cuadrados que son el suelo prolífico para salir de las dinámicas colectivas que me apabullan... la ciudad cada vez cobra menor importancia, cada vez conozco menos sitios...

    Willi: Me encanta estar en mi casa gran parte del tiempo...

    Paola: Me siento segura en mi casa con mi pareja.

Sin embargo, cada quien moldea su territorio o su ghetto a partir de sus afectos, sus intereses, sus gustos sexuales o vestimentarios, sus representaciones religiosas, sus motivaciones intelectuales o sus compromisos políticos... No hay una ciudad, existe mi ciudad.

    Diego: En la plaza de Suba (el pueblo) uno puede hablar con la gente, me siento conocido y conozco a todos...Yo no salgo de Suba, es mi hogar.

    Jennifer: Mi ciudad es el centro de Suba.

    Jimy: Cali se está volviendo caótica, no hay por donde caminar o sentirse seguro.

    Willi: En mi barrio la vida es muy tranquila.

    Paola: Mi barrio es sedentario, nadie habla, nadie se conoce, es completamente individualista... no tengo rutas definidas.

El espacio adquiere valor en relación con el cuerpo, las mediaciones, la constitución de grupos que lo puntúan, el sentimiento de pertenencia, en función de una ética específica y en el marco de una red de comunicación... Y esta red de redes se construye a diario a partir de recorridos que tienen nombre propio y que adquieren significado mediante claves propias, no visibles para otros.

    Beatriz: Existen lugares etéreos [bares donde la gente va para ver y para ser vista... y las universidades], lugares lúgubres [oscuros, bucólicos: para hablar de la desgracia humana], saloncitos de té [intergeneracionales, para encontrarse con amigas a hablar de sexo], los luminosos [centros comerciales], los pomposos [los clubes] y los de los demás [el centro, las calles concurridas]...

    Alejo: Me encanta caminar por Bogotá... Para rumbear indiscutiblemente Chapinero es mi lugar. Sí, esos son como mis dos lugares, el centro y Chapinero, aunque del norte hay cosas que me gustan porque se ve una ciudad muy bonita, muy estilizada, pero el centro me encanta porque es un revuelto de todo.

La apropiación de calles que una vez caminadas se convierten en centros territoriales de la existencia, con referencias próximas, donde se une lo global con lo íntimo, donde es posible deambular en medio de grupos que se dan calor, redefinen la ciudad hasta el punto de hacerla totalmente nueva, teñida de afectos y sentimientos más que acotada entre coordenadas geográficas.

    Alejo: Chapinero es como chueco, es Chapigay, es donde me puedo coger de la mano con mi pareja, no hay rollo, donde le puedo dar un beso en la calle y tampoco hay tanto rollo, es eso, y el centro, el centro es muchas cosas, es demasiado, es pasar de una ciudad colonial a una republicana, a una ciudad de los setentas, es una ciudad que cambia y por eso me gusta.... no camino igual en Chapinero que en el centro, en el centro a veces digamos soy mal encarado mientras que en Chapinero puedo alcanzar a coquetear un poco... yo voy a muchos sitios gay, digamos Teatron, o Lotus o todos estos sitios donde ponen muy buena música electrónica... los parques me producen miedo y más que miedo son inseguridades, no me gustan las calles solas, me producen miedo... un pueblo me aburre...

Esa ciudad que tiene mis marcas es la que posibilita, finalmente, la vida colectiva, la verdadera experiencia humana, la estructuración societal en la que cabe un tercero, la armonía conflictual fundada en la diferencia, no en la perspectiva unanimista de la tolerancia, sino, más bien, con referencia a la organicidad de los contrarios... en donde cabe el disenso, la ciudadanía comunicativa, la vida plena.

    Marcela: Me encanta caminar por La Candelaria, pero sobre todo por la séptima y por la quince! A veces lo hago en compañía de mi mejor amiga!... Salir a la calle como ciudadana, marchar, hacer plantones...

    Alejo: Bogotá es necesaria, yo necesito respirar smog al menos cada tres días, necesito la bulla, necesito el tránsito, necesito Transmilenio, necesito que mi celular sirva, porque si no tengo señal de celular para mí eso es traumático. Bogotá me implica como el mundo, como el movimiento, como la vida, como ese estrés, como la vida que quiero. Quiero una vida que me implique moverme, trabajar, todo y hacer muchas cosas y eso es Bogotá...

Explorar lo que significa la política en su cotidianidad sugiere adentrarse en sus formas de ‘participación estética', en sus actos que expresan a la vez cierta alienación y cierta resistencia, cierta connivencia con el poder y cierto olfato para enfrentarlo. Una mezcolanza de banalidad y excepción, de morosidad y excitación, de efervescencia y distensión. Y esto resulta particularmente sensible en lo lúdico, que puede ser a la vez "mercancía" y lugar de un sentimiento colectivo real de reapropiación de la existencia... De entrada lo que aparece en muchos de ellos es el rechazo y la toma de distancia en relación con la política.

    Jimy: El tema de la política y la sociedad me interesan muy poco... en el gobierno están desubicados todos y nunca podrá funcionar... las fuerzas armadas y los gobernantes o los que tienen su conflicto, que se pudran y que se maten entre todos, me es indiferente... en mi colegio yo participaba en las huelgas o en las marchas, un Esmad (policía) corrupto casi me mata a golpes...

    Willi: No la voy mucho con la política cuando está en malas manos... pero bien encaminada, sobre todo en la democracia me parece buena. En este momento me lancé al consejo estudiantil de la facultad, pues me gustaría lanzar algunas propuestas, como también abogar por los estudiantes de la universidad, para tratar de resolver sus problemas...Por otra parte pienso que las fuerzas armadas, juegan un papel muy importante en nuestro diario vivir, las personas que las conforman son las encargadas de mantener cierto control sobre lo que pasa en el país y tomar decisiones pertinentes sobre un problema del Estado junto con el Presidente.

    Paola: Gracias a Dios no hago parte ni de la política, ni de creencias fanático-religiosas...no hago nada de resistencia... prefiero quedarme callada...

    Marcela: A los jóvenes nos vale huevo lo público, nos vale huevo lo que pasa afuera de nuestras vidas... hemos perdido la capacidad de asombrarnos, de indignarnos, de sentirnos tristes por lo que les pasa a otros... de hecho hemos perdido hasta la capacidad de opinar y es porque no nos interesa lo que pase alrededor.

Tal vez la primera reacción se da frente a las instituciones tradicionales, aquellas que son aparente refugio, las que definen las identidades homogéneas, donde se tramitan los asuntos colectivos.

    Alejo: En un primer momento de mi vida yo fui muy católico, muy religioso... no me cuadra más este cuento de un Dios que creó un reality grande con millones y millones de personas como participantes... estoy en un momento en el que no creo en nada religioso... yo creo es en la posibilidad que tengo yo de construir mi destino y lo que quiero ...sólo me he preocupado por cómo quiero vivir, cómo quiero que sea mi futuro... frente a los partidos actuales no les tengo confianza, no les creo, no creo en la estructura del partido. Creo en las ideas, más que afiliarme a un partido...

    Marcela: Dios sirve para sentirse tranquilo... los militares no me gustan, les tengo miedo... yo no creo mucho en la democracia, no me trama... los políticos colombianos no me gustan.

Cuando se abren a la opción de entrar en el juego colectivo se revelan nuevas formas de socialidad que atraviesan la vida corriente y que asumen pensar desde el lugar que el otro ocupa en mí, desde una ética del cuidado y la compasión que luego se traduce en el reconocimiento de horizontes de justicia que permiten interpelar públicamente.

    Jennifer: El trabajo ambiental, trabajar por los animales, quererlos y hacer algo por ellos. No como carne: esa es la forma de ir contra el consumismo, por eso soy vegetariana.

    Diego: Trabajo en una organización cultural: aquí nos inventamos todo, no hay jefes, ni modelos; aquí nos hacemos valer como jóvenes. Las Políticas Públicas de Juventud se han convertido en sofismas de distracción, porque con ellas no pasa nada...

    Alejo: En la universidad me vinculé a un grupo y me empezó a gustar, hubo toda una serie de cambios, gané seguridad, me convertí en el editor de la agencia de noticias...Yo trabajo actualmente con una ONG: una profesora de la universidad me dijo que si quería trabajar con ella como asistente y así fue como me fui vinculando al activismo de la comunidad LGBT...

    Marcela: Fue en la U donde mi relación con lo público se hizo más estrecha o evidente; en segundo año una profesora que pudo percibir mis inquietudes, me invitó a varios eventos de derechos humanos de las mujeres y en uno de ellos conocí a una feminista que me invitó a trabajar en una ONG de derechos humanos de mujeres llamada Sisma Mujer y fue así como al siguiente año ingresé a dicha organización. No fue mucho lo que duré allí pero seguí vinculada con el movimiento de mujeres, con ellas participé en un plantón en el parque Santander por la despenalización del aborto y además tuve la oportunidad de asistir al congreso a hablar también sobre dicho tema. En mi universidad estamos haciendo formas distintas de política, por ejemplo la otra semana tenemos una jornada de vacunación contra el TLC... aunque somos muy pocos, mis amigas no participan... tienen muy claro qué quieren con su vida, es netamente individual: yo quiero una casa, un perro, hijos y un esposo...

Y en medio del conflicto armado que campea en todo el país, también son válidas otras opciones de tramitar la violencia simbólicamente y de asumir como frente de lucha el tema de los derechos humanos.

    Alejo: En mi vida cotidiana no soy violento... yo creo que mi espacio violento son los video juegos. Yo creo que Colombia Diversa, la organización en la que trabajo, aparte de trabajar yo creo que me ha vinculado frente a la lucha de unos derechos que no existen, frente a una comunidad que siempre ha sido discriminada, yo creo que es por eso que me toca, por mi orientación sexual y eso me encamina a estas luchas por estos derechos... porque creo que es necesario abrir espacios donde la diversidad sea válida, no sólo la diversidad sexual, sino de pensamiento, de credo, en fin, toda la diversidad.

    Marcela: Yo creo mucho en el respeto, en la tolerancia, en el amor y en esas cosas. Siento que si yo voy a protestar debo hacerlo desde lo que yo pienso que deben ser las cosas y desde lo que soy... La subversión es conflicto armado: eso no va con mi personalidad, con mi esencia... yo pienso que debe haber protesta, hacer demandas en el plano de lo jurídico, luchar para que no haya impunidad, para hacer justicia... y como ciudadano salir a marchar, decirle a la gente, hacer plantones.

Finalmente, hay un horizonte amplio en el que se inscribe este sujeto político: la apuesta por la vida, por la buena y bella vida, por la creación de nuevas formas de vida, donde sea posible pensar en voz alta en la plaza pública.

    Alejo: No creo que haya un proyecto colectivo en Colombia. Creo que en Colombia hay toda una tradición de lo individual y de unos intereses particulares que han generado ese no futuro: no nos creemos en colectivo, no somos capaces de pensar. Creo que a nivel nacional no hay un proyecto que nos agrupe a todos en nuestra diferencia... Creo en la posibilidad de llegar a ser feliz, creo en la posibilidad de amar la vida y eso es para mí muy fuerte, de desear la vida. Estoy construyendo el futuro porque de una u otra forma me falta tener muchas cosas que yo quiero y eso me genera amor, me genera alegría, me genera deseo de hacer cosas, de amar lo que hago y eso creo que para mí es lo más importante, el hacer cosas que me gustan, eso que estoy haciendo me gusta, todo lo que estoy haciendo me gusta, desde mi trabajo, la universidad, lo que estudio, lo que leo. Todo me tiene que gustar y gustar implica o que me patee la cabeza y me haga ver el mundo de otra forma o que ratifique mi postura frente al mundo.

Epílogo

Entendemos la ‘comunicación' en los ‘mundos de vida' como el espacio social y cultural donde puede ser posible el reconocimiento de personas con capacidad de expresión libre y prácticas de auto-creación, donde emerge la opción del ‘estar juntos', donde se conciben los nuevos sentidos que adquiere el lazo social, donde se negocian las múltiples identidades y se interactúa con el cambiante entorno. En éste, los/las jóvenes actúan sobre aquello donde tienen gobierno: la propia vida cotidiana. Y lo hacen mediante la resistencia frente a todas las formas de dominación presentes en ella; y la subversión frente a prácticas autoritarias que pretendan suprimir la diferencia y desconocer la singularidad del otro/a; en contextos encarnados, donde se reconozca la experiencia de sus vidas y cobre valor su capacidad comunicativa.

Esos mundos de la vida los experimentamos intersubjetivamente, en zonas simbólicas y en lenguajes multívocos producidos por los seres humanos (mediaciones, sueños, ritos, formas artísticas), donde se puede intentar su comprensión. Y en un conocimiento fundado en intereses cotidianos, en la búsqueda emancipatoria que tiene como trasfondo la posibilidad de la comunicación y la convergencia de diversas perspectivas en algunos consensos ciudadanos.

Se entienden como "el ámbito de la realidad en el cual el hombre participa continuamente, en formas que son al mismo tiempo inevitables y pautadas, que puede intervenir y modificar al actuar... Allí podemos ser comprendidos por nuestros semejantes y podemos actuar junto con ellos. Y [sólo allí] puede constituirse un mundo circundante, común y comunicativo" (Schutz & Luckmann, 2003). Es esencial en dicho ámbito "actuar conforme al sentido común", bajo presupuestos que naturalizan el mundo real, en la medida que se sobreentiende que lo compartimos plenamente. En efecto, siendo su característica esencial el ser intersubjetivo, es decir, el mismo para distintos interlocutores, partimos de un acuerdo tácito: "puedo comunicarme y entrar en relación con otros seres humanos" (Schutz & Luckmann, 2003) que son como yo, con quienes es posible constituir un ‘nos-otros'.

El despliegue de la experiencia lleva a considerar lugar prioritario el sentido de la presencia viva, palpitante y atenta de los cuerpos en la relación comunicativa, donde estos se asumen como sujeto/cuerpo: arraigados en el mundo gracias al despliegue de su subjetividad, instalados en un conjunto amplio de relaciones de dominación y de resistencia que ellos dotan de sentido al narrarlas y/o biografizarlas, de emociones y afectos asumidos y expresados en múltiples lenguajes y formas.

Además, la experiencia corporal reconoce el territorio simultáneamente global y local, no linealmente articulado, donde ella se realiza, dotado de significaciones diversas: día/noche; permitido/prohibido; privado/público; apropiado y transformado con los pares con quienes se habita la calle, se marcan los muros, se da curso a la vida diaria en el espacio público.

Así mismo sucede con el tiempo de los acontecimientos (kairós), que al no ser productivo, se convierte en matriz donde se ‘revelan' otras posibilidades de ser y de estar en el mundo, de experimentar libremente el goce del encuentro, del ‘hacer nada' estando con el otro/a, de dedicarse al cuidado de los vínculos, tanto a nivel personal como colectivo.

Y así, se afirma enfáticamente el derecho a una vida distinta, a una vida digna, a la mejor vida, a transformarla cotidianamente ‘sin pedir permiso para ello'. Estando sometida al devenir, es objeto de narración. Cuando se convierte en relato entra a hacer parte de la historia y de la cultura, se hace cognoscible. Al reconocer la experiencia y el cuerpo como mediaciones cognoscitivas, se hacen posibles la transformación de la realidad a partir de la inter-subjetividad, la recuperación de la memoria (que hace concebible una justicia anamnética), las relaciones horizontales con otros legítimos, la emancipación de agentes cómplices de la auto-creación.

La propuesta conduce a un proceso tranquilo –no sin gozo y dolor- de escucha, donde cada uno pueda narrar su experiencia, sabiendo y sintiendo que es reconocido, que cada gesto y palabra están llenos de sentido y emoción, y que allí –en el decir y escuchar, en la expresión plenamente comunicativa- nos re-inventamos humanamente.

Concluyo destacando que la comunicación como centro mismo de los mundos de vida juveniles, ha pasado prácticamente desapercibido para los investigadores. La reciente configuración de esta como objeto de conocimiento exige miradas renovadoras, que superen las propuestas empíricas y sean capaces de reconocer las prácticas de los/las jóvenes, sus experiencias y ejercicios de vida pública, sus escenarios privilegiados, como espacios en los cuales pueden darse formas posibles de vida social, de existencia humana plena.


Notas

1 Proceso estructurante que configura y orienta la interacción y cuyo resultado es el otorgamiento de sentido a los referentes con los que se interactúa.


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