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Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

Print version ISSN 1692-715X

Rev.latinoam.cienc.soc.niñez juv vol.11 no.2 Manizales July/Dec. 2013

 

Segunda Sección: Estudios e Investigaciones

La socialización política en el aula: Comparación entre las movilizaciones de Francia y Chile*

Political socialization in the classroom: A comparative study of french and chilean mobilizations

A socialização política na sala de aula: Comparação entre as mobilizações da França e Chile

Camila Ponce-Lara

Doctoranda en Sociología de la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) y en la Universidad de Chile. Socióloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), Maestra en Políticas Comparadas de América Latina del Institut d'Etudes Politiques de Paris, Candidata a Doctora en Sociología en la Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales (Ehess) y la Universidad de Chile. Correo electrónico: camila.poncelara@gmail.com

Artículo recibido en enero 21 de 2013; artículo aceptado en mayo 15 de 2013 (Eds.)


Resumen (analítico):

Durante 2006 y 2008 los jóvenes secundarios de Chile y Francia se movilizaron para defender y mejorar la calidad de la educación. El objetivo de este artículo es analizar ambas movilizaciones y los factores que influyen en la construcción de la identidad política, las orientaciones políticas, el rol del liceo como socializador político, como también la importancia de las socializaciones políticas. Se utilizó una metodología cuantitativa, descriptiva de carácter exploratorio y también una metodología cualitativa. Los resultados demuestran que los estudiantes chilenos a diferencia de los franceses, presentan dificultades para identificarse con los partidos políticos aunque presenten valores políticos definidos. Asimismo, la socialización primaria se impone en los estudiantes y el rol del liceo es fundamental para movilizarlos y estrechar lazos políticos. Además, este artículo aporta a la investigación comparativa de movimientos estudiantiles en configuraciones sociales divergentes.

Palabras clave (Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco): socialización, movimiento estudiantil, participación política, formación política.


Abstract (analytical):

During 2006 and 2008 the young secondary school students from Chile and France mobilized to defendand improve the quality of education. The objective of this article is to analyze both mobilizations and the factors that influence the construction of political identity, political orientations, the role of high school as a political socializer, as well as the importance of political socializations. A quantitative, descriptive methodology of exploratory character was used and also a qualitative methodology. The results demonstrate that the Chilean students unlike the French, present difficulties when it comes to identifying themselveswith political parties although they present defined political values. In like manner, the primary socialization imposes itself among the students and the role of high school is fundamental to mobilize them and to strengthen political ties. Furthermore, this article contributes to comparative research of student movements in divergent social configurations.

Keywords (Social Science Unesco Thesaurus): socialization, student movements, political participation, political education.


Resumo (analítico):

Durante 2006 e 2008 os jovens do ensino médio do Chile e da França se mobilizaram para defender e melhorar a qualidade da educação. O objetivo deste artigo é analisar ambas as mobilizações e os fatores que influem na construção da identidade política, as orientações políticas, o papel da escola como socializador político, como também a importância das socializações políticas. Foi utilizada uma metodologia quantitativa, descritiva e de caráter exploratório e também uma metodologia qualitativa. Os resultados demonstram que os estudantes chilenos, diferentemente dos franceses, apresentam dificuldades para se identificar com os partidos políticos, embora apresentem valores políticos definidos. Desta forma, a socialização primária se impõe aos estudantes e o papel da escola é fundamental para mobilizá-los e estreitar seus laços políticos. Também este artigo aporta à investigação comparativa de movimentos estudantis em configurações sociais divergentes.

Palavras-chave (Tesauro de Ciências Sociais da Unesco): socialização, movimento estudantil,participação política, formação política.


1. Introducción

Durante el año 2006 y 2008, en Chile y Francia se produjeron importantes movilizaciones sociales. Los movimientos de estudiantes de secundariao les lycéens (estudiantes entre 14 y 18 años) fueron los actores sociales más importantes de los últimos años, y con peticiones de reforma y reivindicaciones claras encararon a los representantes de sus respectivos países. Los estudiantes y las estudiantes de Franciamás los de la Universidad- protestaron contra el proyecto de ley CPE (Contrato de Premier Empleo) que precarizaba el trabajo de los más jóvenes; y más tarde contra la ley del Ministro Darcos, que tenía como objetivo cambiar el sistema educativo en el nivel llamado seconde (antepenúltimo año del liceo) suprimiendo materias y horas de docentes.

Mientras que en el caso chileno, los estudiantes y las estudiantes se oponían a la ley Loce (Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza), exigiendo el fin de la municipalización y de un sistema segregado y excluyente. En este contexto, podemos preguntarnos cómo se elaboraron estas ideas y con quiénes los estudiantes y las estudiantes discutían de política, y así analizar si el liceo tuvo realmente un rol de "laboratorio" en la construcción y elaboración de un movimiento estudiantil. De esta manera, en este estudio comparativo busco también conocer las diferentes socializaciones políticas que influencian a los estudiantes y a las estudiantes de Chile y de Francia, y entender las diferencias que se producen en la construcción de su imaginario político.

Resulta interesante comparar a Francia y a Chile, puesto que Francia tiene una tradición de manifestación ciudadana bastante sólida. Los sindicatos y los partidos políticos atraen miles de personas en cada manifestación, donde cada Primero de Mayo se congregan multitudes para marchar por las principales ciudades francesas. Tanto así, que en el año 2012 se congregaron 750.000 personas en toda Francia, y para las manifestaciones contra la extrema derecha de Le Pen en 2002 se contabilizaron más de un millón de personas. Sin embargo, la tasa de abstención electoral de los sujetos jóvenes entre 18 y 25 años de edad, en la primera vuelta en 2002, alcanzó un 35%, y las elecciones legislativas de la primera vuelta el mismo año llegaron a un 51% de abstención juvenil.

En Chile, las protestas fueron muy importantes para demostrar el descontento ciudadano durante los últimos años de dictadura en los años ochenta, pero durante la transición democrática en los años noventa, las manifestaciones fueron pequeñas y con bastante represión policial. Sin embargo, hay una transformación a partir del 2006 con manifestaciones con alta convocatoria entre los jóvenes y las jóvenes.

Por otro lado, la participación política de los chilenos y chilenas en política era bastante baja: las inscripciones electorales de las personas jóvenes entre 18 y 29 años de edad, no superaban el 30,7% en el año 2006, mientras que la participación de este mismo grupo etario en partidos políticos era de un 1,7% (Instituto Nacional de la Juventud, 2006).

2. La socialización política y las variables de estudio

La socialización política -incluyendo la de los sujetos jóvenes- ha sido muy estudiada en Francia por politólogas como Muxel (2001) y Percheron (1978), mientras que la socialización de la gente joven de Chile se ha analizado desde una perspectiva generacional, en relación con su participación en organizaciones comunitarias como aquellas investigaciones realizadas por Duarte (2004) y Garretón (1999). Asimismo, otros estudios1 o sondeos políticos han buscado indagar la falta de interés de los jóvenes y las jóvenes hacia la política, y conocer hacia dónde se orientan políticamente.

El liceo, como espacio socializador político, no ha sido estudiado desde esta perspectiva, y el interés surge por su carácter de espacio en el cual se pueden llevar a cabo una multiplicidad de discusiones, la creación de grupos y organizaciones políticas; además, es en este lugar donde los jóvenes y las jóvenes aprehenden la política, desde un nivel teórico hasta en su ejecución, puesto que es donde votan por primera vez para elegir a sus líderes estudiantiles (tanto del establecimiento como de su clase) y donde aprenden a debatir. Por esta razón resulta interesante estudiar a Everhart (1983), quien se interesa por la cantidad de cosas que las personas jóvenes aprenden en el liceo, fuera de las horas de clases. El autor explica que la gente joven discute muchos más temas que los puramente académicos. Los jóvenes y las jóvenes producen, según Everhart, un conocimiento llamado "regenerativo", que se presenta solamente entre los grupos ya formados, como lo serían los estudiantes y las estudiantes de secundaria. Por tanto, propone el autor dar mayor importancia a este conocimiento de códigos (bromas, historias, eventos entre amigos) puesto que es paralelo al conocimiento de la "reificación" (conocimiento aprendido por medio de programas y materias). Este conocimiento regenerativo hace que la gente joven socialice la política más fácilmente que durante las horas de clase, pero dentro del espacio escolar y con sus pares.

Por esta razón, me intereso en la escuela más como un espacio de discusión que como un lugar de aprendizaje. De todas formas, estudiaré el rol de los profesores y profesoras en la construcción del pensamiento político. Para comprender el rol del liceo, primero es necesario entender cómo se organiza la educación en los dos países y el contexto en que se encuentran estos liceos. En el sistema educativo en Francia se puede encontrar dos tipos de subsistemas: el público y el privado (dentro del cual hay diversos estatus); el sistema público está descentralizado y se organiza en academies según los distritos, mientras que el sistema privado es minoritario, representando una proporción bastante pequeña de establecimientos educativos.

Mientras que en el sistema educativo chileno coexisten ambas dependencias escolares y además se incluyen los establecimientos particulares subvencionados, sistema mixto en el cual los privados reciben financiamiento estatal. Los establecimientos particular subvencionados representan un 55% del total de establecimientos del país, y muchos de los estudiantes y de las estudiantes migran de los establecimientos públicos a los subvencionados buscando una mejor calidad. A pesar de esto, existen muy buenos establecimientos educacionales públicos, particularmente los llamados "emblemáticos", que se encuentran únicamente en Santiago; por ejemplo el Instituto Nacional, el Liceo Carmela Carvajal y el Liceo Victorino Lastarria. Sin embargo, las estadísticas dan cuenta de que finalmente la mayor proporción de estudiantes con buenos resultados en la Prueba de Selección Universitaria (de ingreso a la universidad) provienen principalmente de liceos particulares. El ranking de colegios 2010 de la Prueba de Selección Universitaria, realizado por la Universidad de Chile y el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), demuestra que de los cien mejores establecimientos chilenos, la mayoría son particulares, mientras que sólo tres de la lista son públicos y cuatro son particulares subvencionados2.

Para efectos comparativos de este estudio entre países, diferenciaré los liceos de acuerdo con las categorías de centro y periferia. Estas categorías las elaboré a partir de la investigación de Van Zanten (2001), quien define el liceo de periferia como un liceo que no es solamente de suburbio, si no que acoge a estudiantes necesitados, mientras que los liceos de centro no solo representan el centro urbano sino el centro del conocimiento y de la calidad educativa. Por tanto, los liceos de centro capitalizarán los mejores estudiantes, con nivel socioeconómico elevado y buen rendimiento, a la inversa de los liceos de periferia.

Annick Percheron define la socialización política en los sujetos más jóvenes como la "adquisición de valores y de normas ideológicas y el poder de organización de las percepciones y de sus experiencias sociales" (Percheron, 1978, p. 47). Aunque en este estudio analizo la socialización desde la mirada de Gaxie (2002), autor que no buscar conocer dónde surgen los valores asociados a la izquierda o a la derecha durante la infancia, sino que analiza la politización en todas las edades, clases sociales y niveles de interés político. Este autor define la politización como la capacidad de producir juicios políticos en la medida en que constata que esta competencia es repartida de manera desigual en la población, intentando explicar cómo esta identidad política se construye. Gaxie se interesa en las trayectorias de vida y en las relaciones interpersonales para comprender las elecciones políticas de los individuos, pero subrayando que también la edad, el género, los orígenes familiares, sociales, nacionales, religiosos, políticos, el lugar de residencia, las pertenencias sociales, escolares, profesionales, religiosas y comunitarias, son variables importantes para formar una identidad política. Además, el autor diferencia las socializaciones primaria (comprendida como el primer contacto, que en este caso será la esfera familiar) y la secundaria (que será entendida como los amigos y amigas, compañeras, compañeros y relaciones dadas al interior del liceo). Gaxie afirma que en el caso de diferencias mayores entre las socializaciones primarias y secundarias, o entre las socializaciones secundarias en sí mismas, las valorizaciones asociadas a las experiencias más recientes tienden a imponerse sobre las más antiguas, sin aniquilarlas (Gaxie, 2002, p. 171).

3. Movilizaciones estudiantiles

Los sujetos jóvenes chilenos como los franceses, dieron mucho que hablar en sus respectivos países, puesto que en los últimos años no se habían visto movilizaciones tan masivas, además de que sus reivindicaciones eran muy claras y ellos presentaban una destacada organización. Ambos movimientos de estudiantes de secundaria develaban la crisis en el sistema educativo: por un lado los estudiantes y las estudiantes de Chile exigían una mejor calidad y equidad en la educación, mediante la derogación de la ley actual; mientras que del lado francés, los estudiantes y las estudiantes se manifestaban contra la instauración del proyecto de ley que deterioraría la calidad de su sistema educativo.

A pesar de las similitudes, los contextos políticos de ambos países son muy diferentes. Francia cuenta con un Estado democrático estable con canales de participación bastante expeditos, que van desde organizaciones vecinales, asociaciones con todo tipo de objetivos, hasta sindicatos fuertes en empresas, universidades y liceos. Mientras que en Chile los sindicatos son organizaciones desprestigiadas y no generan mayor adhesión entre los trabajadores y trabajadoras. Fruto de la dictadura chilena, las gentes de Chile, durante los años de la transición, no recuperaron el espacio público ni crearon nuevas asociaciones. Los sujetos jóvenes, a primera vista, presentaban alto desinterés hacia lo político, manifestado esto por la baja inscripción electoral y la casi nula participación en organizaciones sociales y políticas.

Otra diferencia importante entre estos movimientos reside en las condiciones en las cuales emergen. En el caso del movimiento pingüino, las voces de protesta se hacen escuchar a partir del año 2006, a diferencia del movimiento contra la ley Darcos que surge en el año 2008. Estos dos movimientos fueron precedidos por otras movilizaciones, que en el caso del movimiento de los pingüinos fue el del Mochilazo, que no tuvo ni el mismo impacto ni la misma fuerza. Estas movilizaciones de estudiantes de secundaria, originadas durante el año 2001, con una orgánica más bien anárquica, exigía fundamentalmente la gratuidad del pase escolar.

Mientras que en el caso francés, el movimiento Darcos no tiene un nexo directo con el movimiento "contra el CPE", puesto que el primero estaba enfocado al área de la educación y el segundo al ámbito del trabajo, sin embargo, ambos apelaban a la pérdida de beneficios asociados a la juventud. El movimiento "contra el CPE" (proyecto de ley del Contrato de Primer Empleo) tuvo su aparición durante el año 2006 y congregó a muchos estudiantes de secundaria y universitarios, como también a manifestantes fuera del ámbito educativo.

Los dos movimientos tuvieron modus operandi diferentes: en el caso de Chile, los estudiantes y las estudiantes se organizaron a través de una Asamblea de Secundarios donde participaban los representantes de una gran cantidad de liceos públicos y particular subvencionados, a través de las cuales se hicieron conocidos los líderes y lideresas provenientes de los liceos emblemáticos de Santiago; en cambio los lycéens se organizaron mediante asambleas en cada liceo, y también a nivel de ciudad y país, pero siempre mediados por los sindicatos estudiantiles y de docentes que eran principalmente el Faen, Ferc-CGT, Fnec- FP- FO, FSU, SGEN-CFDT, SUD-Education, Unsa-Education y algunos colectivos por la educación.

Los líderes del movimiento pingüino estuvieron muy mediatizados durante todo el año 2006, mucho más que los líderes del movimiento Darcos, al punto de transformarse en personalidades reconocidas, entrevistadas sistemáticamente por los medios de comunicación. Los líderes del movimiento tenían posturas políticas variadas, puesto que había líderes de derecha, izquierda, centro y extrema izquierda. Por ejemplo, María Jesús Sanhueza era simpatizante de las juventudes comunistas, Karina Delfino y César Valenzuela eran militantes de las Juventudes Socialistas, y Germán Westhoff se declaraba pre-militante del partido de extrema derecha UDI (Unión demócrata Independiente).Por el contrario, la cara visible del movimiento Darcos eran los sindicatos estudiantiles, por lo cual la mediatización no era similar y no estaba construida a base de liderazgos.

Las demandas de los pingüinos eran principalmente el mejoramiento de la calidad de la educación escolar y la disminución de las diferencias entre los liceos privados y los liceos públicos, mediante la desmunicipalización -que consiste en que los liceos públicos dependen de la municipalidad o ayuntamiento, y esta dependencia genera una brecha muy alta entre los liceos pertenecientes a comunas de mayores recursos y aquellos pertenecientes a comunas más pobres-, y la derogación de la ley Loce puesta en marcha los últimos días de la dictadura militar. Los secundarios franceses, en cambio, se manifestaban contra el proyecto de ley que quería transformar la seconde en 2009-año en el cual los estudiantes optan por especialidadesdividiendo el año en dos semestres, eliminando los trimestres, incorporando 21 horas de clases del tronco común, 6 horas de clases complementarias y 3 horas de acompañamiento personalizado. Estos cambios significaban el no reemplazo de 11.200 docentes que se jubilaban. Un proyecto que, según los sindicatos, generaba la degradación de la calidad educativa.

Por otro lado, los repertorios de acción colectiva en ambos movimientos no fueron los mismos. Los estudiantes y las estudiantes de secundaria, después de fuertes manifestaciones en las principales ciudades del país, comenzaron a bloquear, a paralizar y a realizar ocupaciones en los establecimientos escolares durante semanas y meses, aparte de las constantes manifestaciones en el espacio público que en muchos casos terminaban con actos de violencia y enfrentamientos entre los encapuchados y las fuerzas policiales; mientras que los lycéens realizaron principalmente manifestaciones en el espacio público y bloqueos en los liceos. Asimismo, los estudiantes y las estudiantes de Chile fueron apoyados por el Colegio de Profesores de Chile, y también por las federaciones universitarias del país que igualmente incorporaron sus propias demandas en el discurso de protesta, como la reducción de aranceles, el fin del endeudamiento para los universitarios y universitarias, y el establecimiento de una carrera docente para los profesores y las profesoras. Durante el paro nacional realizado el 30 de mayo del 2006, se contabilizaron alrededor de 600.000 manifestantes, 509 detenidos y 14 heridos3. El apoyo sobrepasó los límites del ámbito educativo, con la paralización de trabajadores de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores).

En Francia, los estudiantes de secundaria se manifestaron junto con los profesores y profesoras, puesto que esta ley los afectaba directamente; también se manifestaron los apoderados y administrativos de esta área. En las huelgas nacionales del 20 de noviembre del año 2008, realizadas en París, Marsella, Burdeos, Lyon, Toulouse y Grenoble, se congregó a más de 220.000 personas entre docentes y lycéens.

La violencia era una constante que se repetía en las movilizaciones y ocupaciones de los pingüinos, puesto que muchas veces los encapuchados se enfrentaron a las fuerzas policiales, pero según los líderes del movimiento, estos actos no representaban el pensamiento de la mayoría de los manifestantes. Razón por la cual se crearon nuevos repertorios de acción colectiva, como las llamadas "jornadas reflexivas" en las cuales estudiantes y docentes debatían sobre el tipo de educación que querían. Ciertos líderes y lideresas veían la violencia como una manera válida de manifestar; tal era el caso de María Jesús Sanhueza, una de las voceras más importantes, quien se encadenó a la Embajada de Brasil en junio del 2008"para protestar por el proyecto de la Ley General de la Educación"(Araya & Urzúa, 2008). Sin embargo, la violencia más cruda era la ejercida por las fuerzas policiales, que continuaron con su tradición represiva que data de los años de dictadura. Además de la agresividad con la cual se dispersaban y continúan dispersándose las protestas en Chile, mediante zorrillos (pequeño camión que lanza gases lacrimógenos), guanacos (gran camión que lanza agua tóxica), y una gran cantidad de arrestos. Un ejemplo de esto fue el "Encuentro participativo en Educación", en el cual María Música Sepúlveda, una estudiante de 14 años que había sufrido maltratos por parte de carabineros, le lanzó un jarrón de agua a la Ministra Jiménez en julio del 2008.La Ministra, al no escuchar los reclamos de la joven contra los carabineros, quien le mostraba fotos de los golpes sufridos en detención por la policía, fue víctima de su impotencia. Asimismo, los medios de comunicación también dejaron en manifiesto la violencia ejercida por los carabineros hacia periodistas y fotógrafos de prensa, acciones que fueron consideradas como graves por la Presidenta Bachelet.

Los estudiantes y las estudiantes de Francia, por su parte, también contaron con actos de violencia, tanto de estudiantes como de la policía, con la utilización de bombas molotov entre los manifestantes, destrucción de propiedad privada en casos aislados y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas del orden; pero esta violencia fue periférica y no tuvo los grados de agresividad de las émeutes o disturbios en los suburbios parisinos del departamento Seine- Saint-Denis a fines de 2005.

Las negociaciones de ambos movimientos fueron constantes y de larga data: en el caso chileno, los líderes y lideresas del movimiento pingüino generaban mesas de diálogo con los ministros de Educación, como Zilic, Provoste y finalmente Jiménez, así como las sesiones bajo el alero del Consejo Asesor por la Educación. Mientras que los sindicatos estudiantiles franceses negociaron durante todo el comienzo del año escolar con el Ministro Xavier Darcos. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, puesto que a pesar de que en Chile la Presidenta Bachelet anunció la inyección de recursos en educación y la derogación de la Loce, no se accedió a la demanda más importante que apuntaba al fin de la municipalización. Por esta razón, los estudiantes y las estudiantes de secundaria continuaron las movilizaciones en 2009 y 2011. Por el contrario, en Francia el movimiento se paralizó cuando el ministro Darcos anunció la postergación y suspensión de la reforma educacional.

4. Metodología

Esta investigación es de carácter exploratorio, entre otras cosas por la limitación numérica de la muestra: la condicionante geográfica, puesto que solamente estudié las capitales de Chile y Francia; además de las limitaciones de la variable centro-periferia con la que intento cubrir las diferencias socioeconómicas y culturales, pero sin diferenciar las especificidades de los alumnos y alumnas dentro de esas mismas escuelas.

Dado el eje central de esta investigación, la metodología que utilicé fue cualitativa y cuantitativa. La metodología cuantitativa fue descriptiva, mediante cuestionarios semiestructurados auto-aplicados en salas de clases. En cambio, la metodología cualitativa, que tuvo por objetivo profundizar en los resultados obtenidos en las encuestas, la llevé a cabo a través de entrevistas en profundidad a la población estudiantil previamente encuestada. El objeto de análisis fueron los estudiantes y las estudiantes de secundaria de Santiago y París. Este estudio es de carácter transversal, puesto que realicé y analicé las respuestas de los estudiantes y las estudiantes en un momento preciso en el tiempo, que comprendió tres meses, entre abril y junio de 2009. Elegí a los alumnos y alumnas entrevistados según sus respuestas y su aprobación a someterse a la entrevista. Apliqué las encuestas en 4 establecimientos: dos de centro y dos de periferia, situados dos de ellos en París y los otros dos en Santiago. El número de encuestas que realicé fue de 297(176 en Francia y 121 en Chile). La cantidad de encuestas fue mayor en Francia, puesto que las salas de clases contaban con un número mayor de alumnas y alumnos.

5. Estudio de caso

En una primera etapa quise analizar la relación de los estudiantes de secundaria de la muestra con los movimientos descritos, para saber qué tan participativos fueron estos estudiantes. En la tabla Nº1 se puede observar que la mayoría de los sujetos jóvenes afirma que ha participado en las movilizaciones (58%), siendo más elevada la participación de los estudiantes y las estudiantes de los liceos de centro (con 68,8% en el liceo de centro francés y 73,1% en el liceo de centro chileno); respuestas que son congruentes con la realidad, puesto que los liceos de centro emblemáticos fueron los gestores del movimiento en Chile, caso que se repite en Francia.

Las entrevistas confirman los datos, puesto que los estudiantes y las estudiantes de centro se muestran más adeptos a la manifestación, a diferencia de los de periferia, independientemente del país. Por ejemplo, una estudiante del liceo de centro francés afirmó que "manifestar para mí significa hacerse escuchar, para el CPE era eficaz, pero no siempre es el caso, pero esto sirve para abrir el diálogo".

Otra alumna del liceo de centro chileno decía: "Manifestar para mí es muy importante. Yo tengo la impresión de que se hace algo, no estoy contenta de quedarme con los brazos cruzados. Yo pienso que todo el mundo se sentiría mucho mejor si manifestaran. Yo pienso que las protestas no deberían ser violentas, sería mejor hacer debates para discutir. Pienso que hasta una discusión en la casa es manifestar. No entiendo por qué una manifestación debería molestar a otros para hacerse escuchar. Yo pienso que para hacerse escuchar no es necesario imponerse".

Por otro lado, los estudiantes y las estudiantes de liceos de periferia no estaban interesados en las manifestaciones, por lo cual prácticamente no participaban en ellas. Un estudiante de liceo de periferia francés planteaba: "Yo pienso que hay otros medios de protestar. Se puede discutir sin violencia, no es necesario parar las clases. Yo tengo un amigo que está en la Universidad y ya lleva 3 meses sin clases. No hay que penalizar a los otros. Yo pienso que hay un tema de fondo pero para la gente de mi edad manifestar es ir a gritar, la gente que yo conozco no sabe por qué manifiesta. Puede servir pero va muy lejos como parar por 3 meses la universidad".

Mientras que otro alumno del liceo de periferia chileno comentaba: "Manifestar es hacerse escuchar pero no lo hacen siempre bien. Ellos defienden sus derechos pero creo que son demasiado violentos. ¿A qué sirve todo eso? ¿Hacer desastres por todas partes?".

Otra alumna proveniente de un liceo de periferia chileno explicaba su punto de vista: "yo estoy de acuerdo con el movimiento de los pingüinos, pero en nuestro liceo no se puede participar mucho, nosotros estamos un poco fuera de todo eso. No sé por qué pero es así, es que son solo algunos liceos los que participan y el resto no entiende bien el problema de las leyes. A mí me gustaría participar pero no cacho (entiendo) nada, además no me gusta la violencia... ese es un problema del movimiento".

Esta última frase deja de manifiesto que los liceos periféricos, al menos una proporción importante, no eran actores influyentes ni partícipes en los movimientos estudiantiles.

Asimismo, quise explorar sobre el interés de los estudiantes y las estudiantes de secundaria de ambos países en la política. En la tabla Nº2 se observa que la proporción de estudiantes que considera la política como importante, es más fuerte en los liceos de centro que en los liceos periféricos. El porcentaje de estudiantes que considera como importante o muy importante la política es de 71% en el liceo de centro en París, y de 69,1% en Santiago. En cambio, el liceo periférico en Chile posee una mayoría de estudiantes "poco o nada interesados por la política" con un 55,6%. En Francia, en el liceo de periferia, el desinterés por la política parece menos profundo, puesto que los porcentajes son similares en las tres categorías de respuestas indicadas en esta tabla.

En las entrevistas se constata la información de las estadísticas, y las diferencias por tipo de liceo son muy marcadas. Por ejemplo, una alumna de liceo de centro en Chile afirmó que "La política me interesa porque es el paradigma en el cual vivimos. La política controla la vida de las personas, a partir de la política se organiza nuestra vida. Si la ecología fuera el paradigma de nuestra vida yo estaría más interesada en la ecología...".

También un estudiante de un liceo de centro francés comentó: "Para mí la política es muy importante porque no hay que ignorar el mundo en el que vivimos" .Otra alumna del mismo liceo respondió que "Yo estoy muy interesada por la política, yo participo activamente en un sindicato, pero yo pienso que hay mucho desperdicio. Muchos jóvenes no se interesan en la política, no leen, no trabajan, no tienen cultura. Yo creo que es culpa de la sociedad. Los jóvenes solo piensan en la plata, los autos y el lujo..." Aunque de todas formas se observa un desinterés en todo tipo de liceo, por ejemplo un alumno del liceo de centro francés planteaba que: "Yo no estoy interesado en la política, porque no me toca realmente en la vida cotidiana".

En los liceos de periferia el rechazo a la política es más marcado. Un alumno chileno respondió: "No me gusta la política, no me interesa, no tiene ninguna utilidad", al igual que otro francés afirmó: "A mí no me interesa mucho, sobre todo porque yo no entiendo mucho al respecto".

También indagué en la relación del colectivo de estudiantes y las diferentes orientaciones políticas en los dos países estudiados. Para Muxel, clasificarse en una escala de derechaizquierda, es tomar posición en la política, es reconocerse capaz de mantener una opinión (Muxel, 2001, p. 125). Tomar también posición es comprometerse con valores determinados y perfilarse en una identidad política con ciertas normas, valores que son propios de ciertas corrientes ideológicas que forman parte de una historia particular. Para profundizar esta idea y observar las diferencias según liceo, en la tabla Nº3 explico que los sujetos jóvenes de los dos países son mayoritariamente de izquierda (con un 37,1%).

Los jóvenes y las jóvenes de Francia de la muestra son más de izquierda (52,4% en el liceo de centro y 51,5% en el liceo de periferia) que los jóvenes y las jóvenes de Chile, y las diferencias entre los tipos de liceos franceses son bastante débiles. En los liceos chilenos, las orientaciones son diferentes según liceo: en los liceos de centro los jóvenes y las jóvenes consideran que ellos no tienen una orientación política clara (29%); mientras que en el liceo periférico los sujetos jóvenes no saben cuál es su orientación política (63%).

A partir de las entrevistas, es posible dar cuenta de que la mayoría de los estudiantes y las estudiantes interesados en la política se clasifican de izquierda, aunque varios sigan definiéndose como de derecha.

Una alumna chilena del liceo de centro afirmaba: "A mí no me gusta el pensamiento de derecha, no me gustan los extremos. Hay algunas cosas que me gustan en los comunistas, por ejemplo que el pueblo pueda tener poder, pero encuentro que es mejor ser de centroizquierda o socialista porque los extremos son malos".

En los liceos de periferia se observan dificultades para definirse políticamente; por ejemplo, un alumno chileno decía: "Yo no conozco nada de los partidos, no conozco sus ideas, no me considero de ningún partido político ni de ninguna orientación política". Una alumna francesa afirmaba: "Yo me considero de derecha porque me gusta Sarko... yo no conozco muy bien su partido político ni sus ideas pero yo encuentro que sabe bien lo que hace y que los otros no hacen más que criticarlo".

En esta parte sobre la socialización política de los sujetos jóvenes, el interés está centrado en las personas que tienen mayor influencia en ellos, como los padres, las madres, los abuelos y abuelas, las amigas y amigos, las profesoras y profesores y también las personalidades políticas o los personajes históricos. Como ya lo he explicado anteriormente, la socialización primaria corresponde a la influencia de la familia en la formación de una identidad política, con la transmisión de valores, ideas, ideologías y simpatías por un partido político determinado, entre otros. Por consiguiente, la socialización secundaria corresponde a un segundo nivel de relaciones, como los amigos y amigas, las compañeras y compañeros de colegio o universidad, la pareja y los colegas del trabajo.

Por esta razón, se quiere conocer con quién discuten más de política: con los amigos y amigas, con la familia, con las compañeras y los compañeros o con las profesoras y profesores. En la tabla Nº4 se observa que generalmente los estudiantes y las estudiantes de secundaria discuten más de política con la familia (65%) y luego con sus amigas o amigos, y con sus profesoras y profesores (40,9% y 40,1%, respectivamente). Entre los diferentes liceos de la muestra también se encuentran muchas diferencias; por ejemplo, se puede constatar que los estudiantes y las estudiantes de secundaria de liceos periféricos en Chile hablan muy poco de política y discuten mucho más con sus profesoras y profesores (22,2%). Frecuentemente son los profesores y profesoras quienes los llevan a reflexionar sobre política, independientemente de que esta sea discutida poco o nada en el círculo familiar. Los estudiantes y las estudiantes de Francia de liceos de centro son quienes más discuten de política, y lo hacen más con sus familias (88,2%), seguidos por los profesores y profesoras (24,2%). En el liceo de periferia francés, los sujetos estudiantiles de la muestra también discuten más con sus familias (61,5%); mientras que en el liceo de centro chileno discuten más con sus familias (60,7%) y mucho menos con sus profesoras y profesores (9,6%). Según las entrevistas, me fue posible inducir que la población estudiantil de secundaria tiene concepciones diferentes sobre lo que significa discutir de política, puesto que para los estudiantes y las estudiantes de secundaria con mayor conocimiento sobre la política a nivel teórico y de actualidad, discutir sobre política significa tener conversaciones más profundas y basadas en ideas, mientras que para los de liceos periféricos con menos nociones al respecto, estas conversaciones se refieren a un contexto más bien educativo.

En este tema, en cambio, las respuestas son variadas y no se ve una idea marcada de acuerdo con el tipo de liceo o país. Una alumna chilena del liceo de centro planteaba: "Yo no sé si con mi familia se discute mucho de política, pero se discute. El fin de semana y sobre todo en el almuerzo. Con mi madre yo discuto un montón, con mi papá solo algunos comentarios. El problema con mi papá es que es extremista, el es comunista entonces piensa que el país está en el caos y que todo es culpa de la derecha. Que desde el 73 el país está en caída. Mi madre en cambio trabaja para el gobierno en el Ministerio de Planificación, entonces no ve tantos problemas en la Concertación".

Otra alumna chilena del mismo liceo explicaba: "Sí, con mis compañeras yo hablaba mucho, es importante para mí porque yo comencé a participar en el movimiento gracias a mis amigas. Mis papás no estaban de acuerdo, pero mis amigas estaban emocionadas por el movimiento de los pingüinos. Tengo amigas tan metidas con el tema que lloraban por la educación...".

Una alumna francesa del liceo de centro planteaba: "... con mi familia hablamos viendo las noticias, con mi madre yo hablo más porque mis padres están separados y mi papá es más cerrado en sus ideas. Todos somos musulmanes pero mi padre es más tradicional. El me critica por varias cosas, la ropa por ejemplo, porque no uso velo y porque no puedo usar faldas que me lleguen por sobre la rodilla, pero yo lo hago igual. Para mi papá yo soy de una generación perdida, porque no vivimos en el mismo país de origen, perdimos las raíces. Somos franceses. Mi madre en cambio es más abierta".

Otro alumno francés del liceo de centro decía: "... discutimos mirando las noticias todos los días. Casi siempre estamos de acuerdo, pero a veces mis papás son muy conservadores. Discutimos sobre el liceo, sobre la inmigración, hablamos a veces de eso porque conocemos gente que fueron expulsados de Francia".

Mientras que un alumno chileno del liceo de periferia afirmaba: "... casi no discutimos de política, tenemos otras cosas qué hacer, pero a veces hablamos de delincuencia viendo las noticias, está la cagá (caos) en este país".

En la mayoría de los casos, los partidos políticos en los cuales los padres y las madres se identifican, concuerdan con los partidos elegidos más tarde por sus hijas e hijos. En los casos donde las madres y padres no tienen la misma opinión política entre ellos, los estudiantes y las estudiantes de secundaria de la muestra eligen a uno de los dos (el padre o la madre), generalmente al más cercano a ellos o a ellas. La familia, por tanto, es un espacio fundamental para iniciarse, hablar, aprender y debatir la política.

6. Conclusiones

Según el presente estudio, es posible explicar que los estudiantes y las estudiantes de secundaria de la muestra son menos ingenuos y más críticos hacia la política en general. El desinterés en los sujetos jóvenes varía y no está ligado a una clase social, al tipo de establecimiento ni al país; sin embargo, se presenta más claramente en los liceos considerados periféricos puesto que ellos se encuentran desplazados, son aquellos que presentan el apartheid educativo, social y cultural, en los que se necesita implementar medidas que los integren, como también abrir espacios para la discusión. Asimismo, se ha podido constatar que los jóvenes y las jóvenes se sienten muy comprometidos con su futuro y con su país; son activos y participativos, pero los partidos no son necesariamente la vía ni el camino para resolver sus demandas. Es por esto quelas personas jóvenes prefieren pertenecer a un movimiento más libre, más allá de organizaciones políticas, sindicatos o partidos, puesto que rechazan el adoctrinamiento y las reglas que exige el militantismo. Por otro lado, esta gente jóvenes consciente de la educación y del tipo de país que quiere, y no duda en decir que la educación deseada no es de mercado. Sin embargo, la relación de los estudiantes y las estudiantes de secundaria con la política hoy día es muy variable en función del contexto, el medio social, la historia familiar, la formación escolar, los valores, la religión y las pertenencias territoriales, características que he llamado "socialización política primaria".

Los sujetos jóvenes de periferia no se interesan mucho en la política, no siguen muy de cerca el movimiento ni los medios de comunicación, y presentan apenas los conocimientos básicos. Sin embargo, esta diferencia cambia cuando las familias tienen una socialización política importante; por ejemplo, el caso de familias obreras con una cultura política fuerte.

En este estudio pude medir la importancia del contexto político y social que vivieron los jóvenes y las jóvenes en sus países. Por ejemplo, en esta investigación el contexto era la revuelta y la movilización social, pero un contexto de pasividad o de guerra generaría otros resultados muy distintos. De la misma manera, se puede medir el peso de las diferentes socializaciones en los sujetos jóvenes, entre los amigos o amigas, la familia, los medios y los profesores y profesoras. Pude constatar la importancia de la familia porque es en el seno de la esfera familiar donde los jóvenes y las jóvenes discuten más de política, del mismo modo como es posible ver una fuerte correlación entre las elecciones y las orientaciones políticas de los padres y madres y de las personas jóvenes.

Es posible constatar que la socialización secundaria no es fundamental en este momento de la vida y de la formación política. Sin embargo, esta socialización política puede ser importante en otros momentos de formación de una identidad política. En algunos casos, los amigos o amigas y el liceo pueden ser fundamentales para motivar la participación en las manifestaciones estudiantiles o en las tomas. Los amigos y amigas pueden aportar en instalar otra mirada sobre la política diferente a las ideas instauradas desde la familia, pero estos casos se daban en aquellos sujetos estudiantes con más interés en la política y en los medios de comunicación. En cambio, los profesores y las profesoras son importantes, principalmente para aquellos estudiantes que no discuten mucho con sus familias de política y que se consideran más apolíticos. En este caso, los profesores y las profesoras inician a los estudiantes y a las estudiantes en su aprendizaje político, y les entregan herramientas necesarias para la toma de decisiones.


Notas:

* Este artículo de investigación científica y tecnológica (área de sociología; subárea: otras sociologías específicas) presenta los resultados de la investigación denominada La socialisation politique des jeunes: Comparaison entre les lycéens chiliens et français dans un contexte de mobilisation, que la autora realizó entre enero y junio del 2009 y que fue presentada para optar al título de Magíster de Investigación en el Institut d'Etudes Politiques de Paris, aceptada el 6 de septiembre de 2009.

1 Ver las encuestas anuales sobre Juventud, Participación y Consumo de Medios, realizadas por la Escuela de Periodismo UDP y Feedback. Por ejemplo: Periodismo UDP y Feedback (2012). Jóvenes, Participación y Consumo de Medios. Santiago de Chile: Universidad Diego Portales.

2 Datos consultados el 12 de octubre 2012, de: http://www.quepasa.cl/articulo/8_3460_9.html

3 Datos consultados el 12 de octubre 2012, de: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-67637-2006-05-31.html


Lista de referencias

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    Referencia para citar este artículo: Ponce-Lara, C. (2013). La socialización política en el aula: Comparación entre las movilizaciones de Francia y Chile. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 11 (2), pp. 603-615.