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Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

versão impressa ISSN 1692-715X

Rev.latinoam.cienc.soc.niñez juv vol.12 no.2 Manizales jul./dez. 2014

 

 

EDITORIAL

Presentación del Volumen 12 Nº 2 de julio-diciembre de 2014

 

“MOVIMIENTOS JUVENILES, PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE JÓVENES Y POLÍTICAS PÚBLICAS DE JUVENTUD EN IBEROAMÉRICA Y EL CARIBE”

En 2012 la revista Young, publicada por la red nórdica de investigadores sobre juventud, convertida en un referente internacional en este campo, dedicó una special issue a América Latina. En la introducción a dicho número, los editores distinguían tres grandes tradiciones de los estudios sobre la juventud en el subcontinente (Feixa-Pàmpols & Oliart, 2012)1. La primera de estas tradiciones ve a los jóvenes como actores políticos, y se centra en el estudio de los movimientos juveniles. El movimiento de reforma universitaria en la Argentina en 1918, que inspiró una serie de reformas universitarias en toda la región, se considera como el momento fundacional de la aparición de un cambio generacional en el liderazgo de los movimientos sociales. Este escenario fue recurrente en las décadas siguientes, lo que generó una serie de escritos, primero como ensayos filosóficos y políticos, y más tarde como investigación social e histórica, que sin duda ha dejado una huella histórica, pero también una tradición de estudios sobre los movimientos de jóvenes como protagonistas de transformaciones políticas, que sigue viva en América Latina y el Caribe.

La segunda tradición ve a los jóvenes como problema social, y se centra en el estudio de la exclusión y la inclusión social. La misma floreció en el contexto de la profunda crisis económica y social de la década de 1980, pero sigue siendo actual. Grupos de jóvenes se consideraban tanto el problema como las víctimas más vulnerables de la agitación social y la creciente violencia urbana. Principalmente realizado por o para instituciones públicas, y publicado como literatura gris, este corpus de investigación se ocupa de la juventud como objeto de políticas públicas. Después de 1985 (Año Internacional de la Juventud) agencias estatales y organizaciones no gubernamentales o agencias de cooperación promovieron la investigación “aplicada” sobre la juventud, con el fin de “integrar” a la juventud marginal o rebelde en procesos de cohesión social.

La tercera tradición ve a los jóvenes como ciudadanos, y se centra en el estudio de las culturas y políticas emergentes. También surgió a finales de 1980 y en la década de 1990, paralela a la anterior, pero en lugar de centrarse en los aspectos problemáticos de la juventud vulnerable, reconoció la energía creativa, las prácticas críticas y estilos de vida alternativos promovidos por los jóvenes en búsqueda de enfoques diferentes y la comprensión de las subjetividades juveniles y las culturas. En sintonía con las tendencias actuales en la investigación social y cultural sobre los jóvenes, pero también muy fundados, estos estudios analizan la relación dinámica entre la juventud y los cambios culturales. Influenciados por renovados enfoques teóricos, los investigadores buscan una comprensión de la diversidad de las realidades juveniles, los cambios y las tendencias en su comportamiento colectivo y el manejo creativo de las tensiones entre las agendas locales y globales.

El presente número de la Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud parte de una convocatoria abierta en torno al tema “Movimientos juveniles, participación política de jóvenes y políticas públicas de juventud en Iberoamérica y el Caribe”. Aunque finalmente se han incorporado otras aportaciones, por lo que ha acabado siendo un número misceláneo, vale la pena retomar el texto de la convocatoria, pues el mismo resume el contexto social, político y académico donde se enmarcan los artículos contenidos en el mismo.

En los últimos treinta años, se han concretado avances relevantes en el campo de las políticas públicas de juventud, pero las mismas no han logrado convocar efectivamente a las nuevas generaciones, al ofrecer espacios exageradamente institucionalizados para la participación juvenil y no responder con programas pertinentes y a la altura de los principales problemas que aquejan a las juventudes de Iberoamérica, en diversas medidas y formatos. Alternativamente, se han ido gestando diversas formas de participación juvenil autónoma, al margen de las correspondientes políticas públicas, que han logrado canalizar más y mejor el creciente “malestar” existente en las nuevas generaciones, que perciben crecientemente que aún en contextos de crecimiento económico sostenido, la exclusión que los afecta no cede, y aunque las desigualdades sociales medidas en términos de ingresos también comienzan a achicarse, ello no ocurre con otras desigualdades, especialmente las que separan a las generaciones.

En el plano internacional, las protestas griegas, la primavera árabe y el movimiento Occupy Wall Street constituyen tres ejemplos representativos del alcance de estos movimientos, que pese a responder a causas locales y nacionales distintas, se enmarcan en dinámicas en red, en un contexto de una crisis financiera global, que afecta con particular virulencia a los jóvenes. En el plano iberoamericano, a la irrupción del movimiento de indignados en España y otros países altamente desarrollados y de los estudiantes chilenos en la escena pública (seguidos incluso en otros contextos nacionales, como Colombia y Brasil, entre otros, aunque en menor medida) se ha sumado la presencia en las calles del movimiento “Yo soy 132” mexicano, mostrando claramente que la supuesta “apatía” juvenil no era mucho más que un mito del que mucho se hablaba pero que poco reflejaba el estado de ánimo de las nuevas generaciones, interesadas en la participación ciudadana, pero no dispuestas a aceptar los “formatos” que se les ofrecían (a través de partidos políticos que no cuentan con niveles de legitimidad ni siquiera mínimos para tales propósitos, por ejemplo). Los nuevos movimientos juveniles muestran escasos parecidos con los más tradicionales, pero no por ello muestran menos pujanza y entusiasmo al momento de expresar sus reivindicaciones, centradas en el reclamo de “una educación pública, gratuita y de calidad” y/o mayor transparencia en la gestión pública, junto con una mayor pluralidad de enfoques y puntos de vista en los medios masivos de comunicación. Se trata, por tanto, de respuestas autónomas, gestadas desde los propios grupos juveniles, que rechazan -en paralelo- las políticas públicas de juventud que sólo han pretendido “entretener” y/o “controlar” a las nuevas generaciones, que han sido presentadas por las grandes cadenas mediáticas -además- como el nuevo “enemigo” a combatir.

La propia gestión de las políticas públicas de juventud ha ido decantando “aprendizajes” relevantes, asumiendo que el enfoque predominante hasta el momento, centrado en la creación de espacios específicos para la juventud (casas de la juventud, tarjeta joven, etc.) ha fracasado, mientras -en paralelo- los movimientos de mujeres han logrado más y mejores impactos, operando sobre la base de incorporar la “perspectiva de género” en todas las políticas públicas, lo cual ha llevado a proponer un modelo alternativo en el campo de las políticas de juventud, centrado en el objetivo de dotar de una “perspectiva generacional” al conjunto de las políticas públicas, dándole la necesaria continuidad a los esfuerzos que se despliegan en relación a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, buscando también las conexiones correspondientes con las políticas públicas destinadas a adultos y a ancianos, siguiendo el ciclo de las edades correspondientes.

Pero entre las definiciones teóricas y las realidades efectivas, existen notorias distancias, diferentes según los casos nacionales en los que se revisen estas particulares dinámicas. Ello justifica e invita a reflexionar profundamente sobre las implicancias de fondo y de forma que tales variantes implican, revisando los esfuerzos que se están realizando en los diferentes países de la región, teniendo centralmente en cuenta los diversos contextos (económicos, sociales, políticos y culturales) en que tales políticas públicas operan. En dicho marco, ya no tienen tanto sentido algunas preguntas que fueron centrales en el pasado reciente (¿existen o no políticas de juventud?; ¿hay voluntad política en los gobiernos para encarar respuestas diferentes a las tradicionales en este campo?) y en su lugar surgen otras más fértiles en la búsqueda de modelos alternativos (¿cómo responder proactivamente a las crecientes violencias relacionadas con jóvenes?; ¿cómo lograr más y mejores inserciones laborales efectivas para las nuevas generaciones?; ¿cómo construir entornos más saludables para el desarrollo juvenil?; ¿cómo canalizar más y mejor las evidentes energías juveniles hacia el desarrollo humano en nuestras sociedades?) que comienzan a orientar estudios e investigaciones específicas.

En términos comparados, deberíamos poder responder si -por ejemplo- en el marco de países con gobiernos “progresistas” se logran mejores resultados, en este campo, que en el marco de países con gobiernos “conservadores”, o si en el marco de economías dinámicas se logran impactos más o menos equitativos en los diferentes sectores poblacionales, comparando con aquellos países donde los efectos de la crisis se han hecho sentir en mayor medida. En cuanto a las nuevas formas de participación política, esta misma perspectiva comparada puede permitir poner de relieve las distintas tácticas y estrategias utilizadas en los movimientos juveniles antes señalados, que aúnan antiguas formas de movilización colectiva (herederas de los movimientos estudiantiles, urbanos y contraculturales del siglo XX) con nuevas formas de protesta (que nacen y se expanden viralmente a partir de las redes sociales y del ciberespacio, bajo la influencia de los movimientos por una globalización alternativa del siglo XXI). Las preguntas de investigación pertinentes pueden ser: ¿Qué es lo que lleva a los jóvenes a participar en estos movimientos? ¿Cuál es el papel de internet y de las redes sociales en la organización social de la protesta? ¿Cómo reaccionan las instituciones frente a las demandas de los jóvenes? ¿Cómo influyen dichos movimientos en las políticas públicas y especialmente en las políticas de juventud? Los trece artículos incluidos en este número pueden agruparse en las tres grandes tradiciones señaladas al principio. En primer lugar, la visión de los jóvenes como actores está presente en varios artículos que abordan la relación entre juventud y participación política en arenas como los movimientos antiausteridad, la rendición de cuentas a nivel local, la politización a nivel nacional, y la participación electoral. Anna Planas-Lladó, Pere Soler-Masó y Carles Feixa-Pàmpols presentan y discuten la situación de las políticas de juventud en España en el contexto actual de austeridad y drásticos recortes sociales; parten de los parámetros del triángulo mágico que unen las políticas, la investigación y el trabajo social con jóvenes, señalando los riesgos de que este se convierta en un triángulo de las Bermudas que lleve a la invisibilización de los jóvenes y a su exclusión del poder. Rubén Alejandro Rosas-Longoria y Víctor Daniel García-García evalúan las políticas públicas juveniles implementadas en tres municipios del Estado de México, México, concluyendo que las administraciones municipales no lograron aprobar ejercicios ciudadanos de transparencia y rendición de cuentas, como preconiza la contraloría, lo que pone cortapisas a la necesaria sinergia entre poderes públicos y jóvenes. Miriam Kriger estudia la politización juvenil en las naciones contemporáneas, a partir del caso argentino, cuestionando el pasaje de la despolitización a la politización de los jóvenes en las últimas décadas. Gonzalo Contreras-Aguirre y Mauricio Morales-Quiroga estudian el efecto del voto voluntario en Chile, descubriendo la paradoja de que en lugar de incentivar el voto juvenil, en las últimas elecciones presidenciales la participación se redujo a niveles históricos y los jóvenes siguen siendo el grupo con menor predisposición a votar.

En segundo lugar, la visión de los jóvenes como problema está presente en varios artículos que exploran las barreras económicas, sociales, sexuales y emocionales que dificultan su inclusión social. Nicté Soledad Castañeda-Camey aborda el imaginario juvenil de la migración, a partir de un estudio de caso sobre la emigración de Guadalajara, México, a los Estados Unidos, mostrando como este se forma a partir de expectativas laborales, económicas y educativas, pero también de deseos, ilusiones y expectativas desde lo afectivo y lo emocional. Marina Medan evalúa el impacto de programas para jóvenes de sectores desfavorecidos, a partir de un estudio de caso en el Gran Buenos Aires (Argentina), señalando que la dependencia estatal puede servir para proteger a los usuarios de los riesgos circundantes. Marta Ceballos-Fernández explora la construcción de la identidad homosexual de jóvenes en el marco familiar heteroparental, a partir de un estudio de caso en España, apuntando que la familia actúa como un factor de riesgo. Otros dos estudios desde la psicología transitan de la visión patologizante clásica a otra que prioriza aspectos positivos y resilientes en la actitud de los adolescentes. María Julia Raimundi, María Fernanda Molina, Mariel Giménez y Claudia Minichiello analizan el significado subjetivo de los “retos” en el proceso de maduración social de adolescentes de Buenos Aires, Argentina. Luciana Flores-Battistella, Márcia Grohmann y Carolina Iuva-de Mello, tratan de evaluar las percepciones respecto de las políticas públicas de bienestar, a partir de un estudio de tipo cuantitativo con estudiantes de la Universidad Federal de Santa Maria, Brasil.

En tercer lugar, la visión de los jóvenes como ciudadanos está presente en varios artículos que abordan formas creativas de participación juvenil a través del grafiti, las nuevas tecnologías y la música (lo que se denomina “culturas juveniles”). Jesús Gómez-Abarca se aproxima al grafiti como expresión político-cultural juvenil, a partir de un estudio de caso en San Cristóbal de Las Casas, México, mostrando como a través de estas prácticas culturales los jóvenes se (re)apropian de los espacios públicos, cuestionan el ordenamiento socio-espacial y generan disputas por la definición del paisaje urbano. Héctor Rolando Chaparro-Hurtado y Claudia Maritza Guzmán-Ariza analizan cómo se construyen y reconstruyen las nuevas formas de identidad en relación con la cultura mediática en sujetos jóvenes urbanos escolarizados en la ciudad de Villavicencio (Colombia); mostrando procesos de subjetivación juvenil en los que las tecnologías digitales permiten nuevas formas de identificación consigo mismos, con el entorno y con los otros. Alexandre Bárbara-Soares y Lucia Rabello-de Castro enfocan la escena músical underground en la ciudad de Rio de Janeiro, exponiendo algunos de los aspectos contemporáneos de la dominación y de los ejercicios posibles de la resistencia en el ámbito cultural. Maria Natália Matias-Rodrigues y Jaileila de Araújo-Menezes discuten la experiencia de mujeres jóvenes raperas, a partir de un estudio de caso en la ciudad de Recife, Brasil; a través de sus músicas, consiguen espacios de visibilidad, pueden desafiar los códigos del género del Movimiento Hip Hop, proponiendo nuevas formas de pensar y de tener voz y voto, en una sociedad marcada por los valores machistas. Este número de la revista se basa en investigaciones procedentes de varias disciplinas (antropología, sociología, psicología, economía, educación, comunicación, ciencia política, etc.), combina metodologías cuantitativas y cualitativas (encuestas, tests, estudios de caso, entrevistas en profundidad, observación participante, etc.), y se aplica a seis países distintos (Argentina, Chile, Brasil, Colombia, México y España). La mayoría de los estudios se ubican en los últimos cinco años, por lo que indirectamente puede entreverse el contexto de la crisis financiera internacional y de la emergencia de novísimos movimientos sociales, de nuevas modalidades de cultura juvenil y de formas renovadas de subjetivación juvenil. Es importante recordar que el monográfico es fruto del trabajo de la Red Iberoamericana de Posgrados en Infancia y Juventud, RedINJU de Clacso, del grupo de trabajo Clacso “Juventudes, infancias: políticas, culturas e instituciones sociales en América Latina” y ha contado con la cooperación de algunas de las principales revistas latinoamericanas sobre juventud, como la chilena última Década, la cubana Estudio, la Revista de Ciências Sociais-Política & Trabalho, de Brasil y la Revista Argentina de Estudios sobre Juventudes, iniciativa de colaboración editorial que se pretende tenga continuidad en el futuro.

En la Tercera Sección aparecen el índice acumulativo por autores y el índice temático seguidos de la información completa sobre la I Bienal Latinoamericana de Infancias y Juventudes: Democracias, Derechos Humanos y Ciudadanías, que se realizará del 17 al 21 de noviembre de este año en la ciudad de Manizales, Colombia. Luego, la Universidad Mariana ubicada en la ciudad de Pasto, Colombia, invita al I Encuentro Internacional de Grupos de Investigación y cuya preinscripción está activa desde el 25 de abril. Al final de esta sección la revista se une y apoya el desarrollo de un nuevo dominio científico que se inscribe en el manifiesto: “Ciencia de la Sostenibilidad: una revolución científica”, mediante el cual la Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud se suma al llamamiento dirigido a la comunidad científica y movimientos sociales para el desarrollo de una Ciencia de la Sostenibilidad que contribuya a la necesaria y urgente superación de la actual situación de emergencia planetaria y haga posible la transición a la Sostenibilidad.

La Cuarta Sección presenta dos interesantes entrevistas realizadas por Lorena Natalia Plesnicar a dos investigadores latinoamericanos: Martín Hopenhayn y Sara Victoria Alvarado. Estas fueron realizadas en el marco del Programa Posdoctoral de Investigación en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, realizado en el mes de mayo de este año en Tijuana, México, y del cual los entrevistados fueron profesores.

En esta misma sección y como un aporte a la I Bienal Latinoamericana de Infancias y Juventudes: Democracias, Derechos Humanos y Ciudadanías se entrega un ejercicio creativo con narrativas de niños, niñas y jóvenes publicadas en la Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Esta coreografía testimonial y lúdica fue realizada por Carlos Alberto González-Quitian y Gloria patricia Quintero-Serna.

Dos reseñas bibliográficas hacen parte del corpus de este número: “Sentidos de la exclusión social”, realizada por Marina Medan con base en el trabajo del mismo nombre de Valeria Llobet. Del libro “Matices de la globalización en los entornos para la primera infancia. Puntos de vista de India, Sudáfrica, Canadá y Colombia”, publicado por Concordia University, University of Alberta y Cinde con la autoría de Ailie Cleghorn, Larry Prochner, Luz Marina Vivas-Hoyos y Leonor Isaza-Merchán, incluimos la presentación que hace Alejandro Acosta, Director general del Cinde.

Resultado de la comisión de trabajo “Democracia, Derechos Humanos y Ciudadanía: Infancias y Juventudes en América Latina y el Caribe” que funcionó durante la IV Escuela de Posgrados, organizada por la RedINJU de Clacso en la ciudad de Tijuana, México, en el mes de mayo del presente año, publicamos con autoría de Gloria Alcocer, óscar Bueno, Jhonnatan Curiel, Jesús Cárdenas, Fabiana Espíndola, Maria Victal, Natalia Galeano, Antonia Garcés, María Clara Márquez, María Nelcy Muñoz, César Nureña y Cinthia Wanschelbaum, la sistematización: “Jóvenes en América Latina y El Caribe. Ejes y reflexiones para la investigación y la acción, desde Tijuana, México”.

Por último, se presenta una relación bibliográfica de tesis, artículos y libros en niñez y juventud de los Centro de Documentación de las tres regionales del Cinde a nivel nacional (Bogotá, Medellín y Manizales). El 30 de junio de ese año se vence el plazo para el envío de artículos que aspiran a ser publicados en la convocatoria “Infancias, instituciones sociales y contextos políticos en América Latina y el Caribe”, Volumen 13 Nº 1 de enero-junio de 2015.

En el marco de la I Bienal Latinoamericana de Infancias y Juventudes: Democracias, Derechos Humanos y Ciudadanías se realizarán los encuentros de Editores de Revistas en Niñez y de Editores de Revistas en Juventud con la participación de varias publicaciones de América Latina, el Caribe y España (web bienal: http://bienal-clacso-redinju-umz.cinde.org.co/).

En el mes de mayo la revista fue reindexada en la Categoría A 2 de Publindex, Colciencias, Colombia, con una vigencia hasta el 30 de junio de 2015. Esperamos en este segundo semestre del año respuesta de Scopus y de Thomson Reuters para ser incluidos en Social Science Citation Index.

En este primer semestre del año 2014 la revista fue recibida en Left Index(the) Ebsco Host (Base bibliográfica con comité de selección) y en las siguientes Bases de datos y Bibliotecas: Sherpa/Rome, Base-Bielfeld Academic Search, Engine, Unam-Universidad Nacional Autónoma de México, BDCol: Biblioteca Digital Colombiana, Google Académica, OCLC WorldCat, Copac, Recolecta-Recolector de Ciencia Abierta, CC-Creative Commons.

Las acciones emprendidas por el equipo humano involucrado en la edición de la revista están encaminadas al avance permanente de la producción del conocimiento generada en las universidades y centros de investigación de América Latina, el Caribe, España y Portugal, con el fin de impactar las políticas públicas, los programas y proyectos, que permitan una mejor calidad de vida de nuestras niñas, niños y jóvenes; ese es nuestro principal objetivo.

 

El editor invitado,

Carles Feixa-Pàmpols Universitat de Lleida, España

El director-editor,

Héctor Fabio Ospina

Editoras asociadas,

Sônia Maria da Silva Araújo Universidade Federal do Pará, Brasil

Liliana Del Valle Secretaría de Educación de Medellín, Colombia

Marta Cardona Integrante del Colectivo Coordinador de la Maestría en Educación y Derechos Humanos de la Universidad Autónoma Latinoamericana, Medellín, Colombia.

 


1 Feixa-Pàmpols, C. & Oliart, P. (2012). Youth studies in Latin America. Changes, Exchanges, Challenges. Editorial. Young, 20 (4), 327-328. DOI: 10.1177/110330881202000401. http://you.sagepub.com.