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Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

Print version ISSN 1692-715X

Rev.latinoam.cienc.soc.niñez juv vol.14 no.1 Manizales Jan./June 2016

https://doi.org/10.11600/1692715x.14144260215 

 

Segunda Sección: Estudios e Investigaciones

DOI: http://dx.doi.org/10.11600/1692715x.14144260215

 

 

Reformas neoliberales y sus implicaciones en un programa de apoyo a la crianza: El caso de los hogares comunitarios Familia, Mujer e Infancia en Colombia*

 

Neoliberal reforms and their implications in programs that support child rearing: The case of Family, Women and Children Community Homes in Colombia

 

Reformas neoliberais e suas implicações em um programa de apoio à criação das crianças: o caso dos lares comunitários Família, Mulher e Infância na Colômbia

 

 

Jaider Otálvaro1, Fernando Peñaranda2, Miriam Bastidas3, Nicolás Torres4, Johanna Trujillo5

 

1 Profesor Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Antioquia, Colombia. Sociólogo y Magíster en Salud Pública de la Universidad de Antioquia. Docente de la Universidad de Antioquia. Correo electrónico: jc.otalvaro@gmail.com

2 Profesor Facultad Nacional de Salud Pública, Universidad de Antioquia, Colombia. Médico de la Universidad Pontificia Bolivariana, Magíster en Educación y desarrollo comunitario, Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud del convenio Universidad de Manizales-Cinde. Profesor de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia. Correo electrónico: fernandopenaranda@gmail.com

3 Profesor Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia, Colombia. Médica, Pediatra, Magíster en Salud Colectiva de la Universidad de Antioquia; docente Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia. Correo electrónico: miryamba@gmail.com

4 Profesor Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia, Colombia. Médico de la Universidad Pontificia Bolivariana, Pediatra, especialista en niñez. Profesor, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia. Correo electrónico: jnicolastorres@gmail.com

5 Nutricionista Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Colombia. Nutricionista y dietista de la Universidad Industrial de Santander, Magíster en Salud Pública de la Universidad de Antioquia, Nutricionista Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Correo electrónico: manujoh@gmail.com

 

 

Artículo recibido en noviembre 21 de 2014; artículo aceptado en febrero 26 de 2015 (Eds.)

 


Resumen (analítico):

Objetivo: en este artículo se problematizan las recientes tendencias hacia la transformación de políticas de atención dirigidas a la crianza, fundamentadas en un orden modernizante de las relaciones entre Estado y sociedad a partir de un análisis de la transición de los hogares comunitarios Familia Mujer e Infancia (Fami), hacia los Centros de Desarrollo Integral. Metodología: se realizó una investigación-acción participante con madres Fami del Centro Zonal Nororiental del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) de Medellín. Se reconoció la experiencia y se aportó a la comprensión del modelo pedagógico de los hogares comunitarios del Instituto. Resultados y conclusiones: el proceso educativo que lideran las madres Fami es altamente pertinente para las familias usuarias, logrando generar vínculos comunitarios y transformaciones en las relaciones familiares, dado que se realiza en sus propios contextos. Contribuye, además, al desarrollo humano más integral para la familia; estos elementos corren el riesgo de perderse con los procesos de transición hacia los Centros de Desarrollo Integral.

Palabras clave: crianza del niño, educación comunitaria y transformadora, políticas sociales, globalización (Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco).

 


Abstract (analytical):

Objective: This article highlights recent trends toward transforming care policies aimed at child-rearing based on a modernizing order of state-society relations. The authors conduct an analysis of the transition of Community Homes Family Women and Children (Fami) to become Centers for Integrated Development. Methodology: A participative research project was conducted with community mothers from a Family Care Program (Fami) implemented by the Colombian Family Welfare Institute (ICBF) in Medellin. The study was an experience that contributed to developing further understanding of the program‘s pedagogical model for participants. Results and conclusions: The educational process led by the Fami mothers is highly relevant for the users‘ family, generating community networks and changes in family relationships. It also contributes to more integrated human development for the family; these elements are at risk of being lost in the transition process for the creation of Centers for Integrated Development.

Key words: child rearing, community and transformative education, social policy, globalization (Unesco Thesaurus Social Science).

 


Resumo (analítico):

Objetivo: neste artigo são problematizadas as recentes tendências para a transformação de políticas de atenção dirigidas ao cuidado e à educação das crianças, fundamentadas em uma ordem modernizante das relações entre o Estado e a sociedade, a partir de uma análise da transição dos lares comunitários Família, Mulher e Infância (Fami) para os Centros de Desenvolvimento Integral. Metodologia: foi realizada uma pesquisa-ação participante com mães dos lares Fami do Centro Zonal do Nordeste do Instituto Colombiano de Bem-estar Familiar (ICBF), de Medellín. A experiência foi realizada para o alcance de uma maior compreensão do modelo pedagógico dos lares comunitários do Instituto. Resultados e conclusões: o processo educativo, liderado pelas mães comunitárias do Fami, é altamente pertinente às famílias participantes, conseguindo gerar vínculos comunitários e transformações nas relações familiares, uma vez que é realizado em seus próprios contextos. Além disso, ele contribui para o desenvolvimento humano mais integral da família; esses elementos correm o risco de serem perdidos nos processos de transição para os Centros de Desenvolvimento Integral.

Palavras-chave: formação de crianças, educação comunitária e transformadora, políticas sociais, globalização (Thesaurus de Ciências Sociais da Unesco).

 


 

1. Introducción

 

El programa Hogares Comunitarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), modalidad Familia, Mujer e Infancia (Fami), comenzó a implementarse en 1996, con los objetivos de garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes y de fomentar la acción corresponsable de la familia, la sociedad y el Estado, en la protección integral de esa población, lo cual se promulgó mediante la Ley 7 de 1979 y se ratificó mediante la Ley 12 de 1991 y la Ley 1098 del 2006.

En el contexto social y económico colombiano, se hacen cada vez más urgentes las respuestas de orden estatal en la búsqueda de garantizar los derechos humanos de los niños y sus familias. Dicho contexto tiene que ver con las transformaciones en la estructura de la familia y la emergencia de nuevos conceptos sobre ella, vinculados a las perspectivas sobre el género, que le confieren cada vez más importancia y protagonismo a la mujer en la sociedad y a su papel como madre (Arriagada, 2001a, Puyana et al., 2003). De ese modo se torna visible el predominio de la mujer como cabeza de hogar, el madre-solterismo, y las familias superpuestas (Barrios, 2010, Rico, 2005) como situaciones que hacen más compleja la crianza.

Paralelo a lo anterior, han emergido cambios en los enfoques de la relación Estadosociedad (Menanteau, 2002), junto con nuevas formas de empleabilidad y propagación de los trabajos informales (Santofimio, 2010). Así, se han gestado transiciones desde un Estado benefactor hacia un Estado neoliberal, reduciendo al mínimo la capacidad de intervención estatal en el mercado (Salinas & Tetelboin, 2005) y reorientando los objetivos y métodos de intervención de los programas sociales dirigidos a las familias, los cuales terminan buscando fortalecerlas como agentes económicos, para que ellas mismas transformen sus condiciones de vida (Arriagada, 2001a), o prestando asistencia en los casos más complejos mediante la focalización del gasto público, orientado hacia las familias más vulneradas (Menanteu, 2002).

En el orden de las políticas sociales, esos cambios se ven representados en nuevas definiciones de conceptos como la pobreza y de acción estatal desde el marco de lo que se ha entendido como un nuevo proteccionismo: centrado en los individuos, de orden asistencial y que impone requerimientos de competitividad generalizada y fomentada en las personas (Salinas & Tetelboin, 2005).

Las iniciativas para la atención a la primera infancia, con enfoques proteccionistas sobre los derechos humanos de los niños, han venido tomando cada vez más fuerza en los países latinoamericanos (Guío, 2009, Arriagada, 2001a). Asimismo, como la evidencia muestra que la inversión económica en el mejoramiento de las condiciones de vida de este grupo contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de toda la población y al alcance de mejores oportunidades y posibilidades para el goce del ciclo vital y el desarrollo humano (Cousiño & Foxley, 2011, Irwin, Siddiqui & Hertzman, 2007), las políticas sociales de atención a la primera infancia han tendido a enfocarse, masificarse y popularizarse para el logro de metas como la lucha contra la pobreza extrema y la miseria, el mejoramiento de condiciones productivas, el crecimiento económico y el alcance de mejores niveles de calidad de vida (Serrano, 2005, Arriagada, 2001a, 2001b).

Las iniciativas para aportar a los objetivos mencionados en el sector salud han promovido la atención a las necesidades de la primera infancia. En Colombia, la Resolución 412 del 2000 (Ministerio de Salud, 2000) ordena el cubrimiento de las necesidades en salud de esta población con el programa de control y detección temprana de las alteraciones en el desarrollo. Del mismo modo, la implementación de estrategias como la Aiepi (Atención integrada a las enfermedades prevalentes de la infancia) (Organización Panamericana de la Salud, 2010), promovidas desde organismos multilaterales, han permitido avanzar en la garantía de los derechos de protección de esta población en materia de subsistencia, salud y calidad de vida; de otro lado, la Ley 1098 del 2006 (Código de la infancia y la adolescencia) (Congreso de la República de Colombia, 2006), incluye la atención integral y gratuita de la población menor a un año en el sistema de salud del país.

En el sector de la salud, uno de los cuestionamientos que se formulan a estas iniciativas que se han mencionado subraya que están enfocadas en el niño, con lo cual instrumentalizan a los padres, desconocen las necesidades de estos y dejan de lado enfoques más integrales, los cuales plantean que las condiciones de desarrollo de un niño están atravesadas por las condiciones de desarrollo de sus familias y de sus entornos comunitarios (Peñaranda, Bastidas, Ramírez, Lalinde, Giraldo & Echeverri, 2002); en cambio, el objetivo de estos programas se centra en la transformación de conductas de los padres, comunicándoles lo que requieren para garantizar el desarrollo de sus hijos (Peñaranda & Blandón, 2006). La crianza en estos programas no aparece como un concepto trazador del proceso de acompañamiento del niño, por lo cual el abordaje se asume desde perspectivas morbicéntricas y desconociendo el carácter histórico, cultural y ontológico de la crianza.

El proceso educativo dirigido a los padres se efectúa en el marco de lo que puede definirse como ejercicio de la violencia simbólica, remplazando los saberes culturales desde los que se aprende tradicionalmente la crianza (Peñaranda, 2011b), desde la abuela hacia la nueva madre (Stern, 1995). Dicha educación tiende a generar entonces más incertidumbres que apoyos pertinentes para las madres, dado que las culpabiliza de las alteraciones que se detectan en el proceso de desarrollo humano de sus hijos (Peñaranda & Blandón, 2006). De esta forma, los retos de la educación para la salud y para la crianza tienen que ver con la implementación de modelos más horizontales de enseñanza-aprendizaje y con la generación de opciones y oportunidades para la vida de los niños y sus padres, entendiéndolos como sujetos en constante interacción cuyo desarrollo se halla interrelacionado, integrado y situado en un contexto comunitario (Peñaranda, Bastidas, Escobar, Torres, Pérez & Arango, 2011c).

Sin embargo, las políticas han tendido a institucionalizar cada vez más los procesos de atención y de educación, orientándolos desde las posturas de los expertos, tecnificando y estandarizando los procesos, en la búsqueda de aumentar la cobertura y estableciendo como meta la modernización de la prestación de los servicios (Arriagada, 2001a); de esta forma, se da un viraje desde procesos que Serrano (2005) define como políticas territorializadas, locales, comunitarias y ciudadanizantes-basadas en el aprovechamiento de las capacidades de las personas- hacia otras orientadas por profesionales y expertos en las temáticas, percibidas como macropolíticas con grandes objetivos de impacto.

Durante el desarrollo de la investigación, el Programa Hogares comunitarios modalidad Fami estaba atravesando cambios que se pueden entender como efectos de las nuevas formas de acción estatal, mencionadas anteriormente. Dichos cambios se definen en el contexto institucional y estatal, como la transición hacia los Centros de Desarrollo Integral (CDI), lo cual se enmarca en la estrategia del gobierno nacional definida como De Cero a siempre1.

La transición tiene elementos que se destacan a continuación y se constituyen como ejes de análisis de este documento; de esa manera, se describen e interpretan los elementos positivos y negativos del Programa Hogares Comunitarios Fami que fueron omitidos para la transición, corriendo el riesgo de perderse, y con ellos, su capacidad de aportar pertinentemente a las familias que han sido objeto del programa.

El artículo también muestra de una forma crítica los aprendizajes acumulados existentes de una experiencia que ha transcurrido durante los últimos 18 años, como los del programa Hogares Comunitarios Fami del ICBF, en la vía de cualificar las formas de acompañar a la familia durante la crianza en el ámbito educativo institucional.

 

2. Metodología

Se realizó una Investigación Acción Participativa (IAP) basados en su perspectiva latinoamericana y desde los referentes propuestos por Fals-Borda (1979) y Bosco (1987). Se pretendió la cualificación del proyecto pedagógico y educativo del programa Hogares Comunitarios Fami del ICBF, a través de la recuperación de la memoria histórica y de las lecciones aprendidas en dichos hogares. El proyecto se realizó en el Centro zonal nororiental2 -Regional Antioquia (Medellín3)- del Instituto4. Se entendió a la IAP como una alternativa del paradigma crítico-social de las ciencias sociales, la cual se lleva a cabo con el fin de construir conocimiento sobre la realidad5, al tiempo que se busca transformarla (Fals- Borda, 1979).

Cuatro madres coordinadoras (representantes de cada comuna, a su vez de asistentes a los talleres), una funcionaria del ICBF, y 4 docentes de la Universidad de Antioquia integraron el equipo de investigación en los procesos de diseño e implementación de actividades de campo, análisis de información y construcción de productos investigativos.

El trabajo de campo se realizó mediante cinco talleres interactivos de socialización con 99 madres Fami en los que se abordaron temas como la historia del programa, los significados sobre la crianza, los significados sobre el proceso educativo, las redes de acompañamiento y apoyo y los nuevos retos para el futuro del programa. Las participantes reunidas en grupos por comunas con antelación a los talleres, hacían trabajos de análisis y reflexión sobre las temáticas que se tratarían en cada socialización; en los talleres presentaban los resultados de los análisis y profundizaban en los temas que les llamaba la atención. Durante estas sesiones se realizaban diarios, en donde se retomaban algunas frases textuales y significativas de los relatos de las participantes -algunas de las cuales se presentan en este documento-, también se hacían entrevistas cortas para aclarar algunos de los puntos abordados, las cuales se grababan con autorización de las madres y se escuchaban posteriormente para contrastarlas con otros datos.

El análisis se llevó a cabo a través de reuniones del equipo de investigación que se hacían quincenalmente después de los talleres, en los encuentros de este equipo se hacían diálogos reflexivos, que contrastaban los saberes de las madres Fami representantes, los de los profesionales y los de los funcionarios del ICBF identificando temas generadores.6 Las relatorías de estas conversaciones, los diarios de campo de los talleres, los apuntes sobre las entrevistas cortas, se sistematizaron a través de un proceso de codificación que combina los métodos axial y sustantivo propuestos por Strauss y Corbin (2002), el resultado de todo ello se presenta en este documento.

 

3. Tres fases del programa Hogares Comunitarios Fami: el surgimiento, la educación de la madre Fami y el desmonte de lo comunitario como forma de modernización

Para poner en marcha el programa en el centro zonal nororiental de la ciudad de Medellín (regional del ICBF), se asignaron responsabilidades a profesionales del instituto por cada conjunto de barrios. Estos profesionales convocaron a madres con reconocimiento en la comunidad para participar en el proceso, quienes recibieron formación mediante el programa educativo Vigía de la Salud y sesiones educativas complementarias en las que se abordaron los temas del cuidado en la gestación, la nutrición durante los primeros dos años de vida, la lactancia y los derechos del niño.

Inicialmente, cada hogar tenía 25 familias usuarias, y a cada una se le entregaba mensualmente un apoyo alimentario en especie. Se realizaba una visita domiciliaria y tres sesiones educativas donde las madres Fami multiplicaban los aprendizajes que habían logrado durante su capacitación inicial. Actualmente se entrega un apoyo más reducido para cada familia, dirigido especialmente a la madre usuaria durante la gestación y al niño durante sus primeros dos años de vida. Se realiza una visita domiciliaria y se trabajan temáticas más diversas, como crianza, cuidado, socialización, estimulación y lactancia, derechos humanos de los niños, economía doméstica y preparación de alimentos. En cuanto a las sesiones educativas, pasaron a celebrar sólo una; las otras dos las implementa recientemente un programa diferente con objetivos similares que se llama Buen Comienzo7, las dirige un profesional especializado quien también hace dos visitas domiciliarias mensuales, remplazando paulatinamente la labor de las madres Fami.

Al principio de esta experiencia, las Fami del centro zonal fueron orientadas por el instituto para realizar actividades de articulación con instituciones y organizaciones comunitarias. De esa forma, iniciaron vínculos con los puntos de atención en salud para que las enfermeras asistieran a las sesiones del hogar a realizar procesos educativos y asesorías, con los hospitales para realizar acompañamiento a los momentos de parto y cuidado de neonatos y con otras organizaciones e instituciones para capacitarse y cualificarse en temas de cuidado del niño, desarrollo humano y puericultura, o para llevar otras temáticas al hogar, como la prevención de embarazos y la sexualidad durante la adolescencia.

Las articulaciones también se realizaban con organizaciones de base en la comunidad, como juntas de acción comunal, para gestionar espacios comunitarios. En ese sentido, los hogares son una iniciativa comunitaria que establece vínculos y articulaciones estratégicas con otras organizaciones e instituciones, tanto de la comunidad como de orden privado y gubernamental.

Después de algunos años del programa, las madres Fami iniciaron procesos más avanzados de cualificación cursando programas de formación técnica en desarrollo integral de la primera infancia; algunas terminaron sus estudios de secundaria y continuaron carreras de formación profesional. También han asistido a cursos cortos especializados, lo que les ha permitido afianzar sus conocimientos relacionados con la crianza y cualificar el acompañamiento a las familias usuarias del programa.

Las madres Fami empezaron su labor contactando a madres gestantes en la calle para que se inscribieran en el programa, y aún lo hacen cuando identifican una familia con necesidades apremiantes. En la actualidad las familias llegan al programa de diferentes formas; la más común es mediante la comunicación voz a voz de madres que fueron usuarias a otras que lo requieren y que cumplen con los requisitos de ingreso.

En el contexto que ya se ha mencionado, una de las mayores preocupaciones de las madres Fami es que las usuarias deserten, ya que se preocupan por el bienestar de las familias que se van y por el del bebé; por ello tratan de romper las barreras de acceso de orden físico o económico, flexibilizando sus horarios de trabajo, gestionando y brindando acompañamiento más oportuno en estos casos.

Entre las razones para que las familias deserten, se cuentan: impedimento para formar parte de las actividades de dos programas gubernamentales al tiempo (Buen Comienzo y Hogar comunitario Fami) y los cambios de domicilio.

El programa ha sufrido transformaciones en los últimos años, dado que se ha presentado un proceso de transición hacia lo que se ha definido como los Centros de Desarrollo Integral en el marco de la implementación de la estrategia nacional De Cero a Siempre. Con esta medida, los hogares pierden su carácter comunitario y también las madres Fami pierden la centralidad del proceso educativo, la cual pasa a ser de los profesionales de los CDI. En la búsqueda de mayor eficiencia y cobertura, se dejan de lado aspectos de interés para las familias, como la economía doméstica y las problemáticas propias de las relaciones entre los miembros del grupo familiar, dificultando el acompañamiento cercano, integral y pertinente. Un aspecto complicado de esta transformación es que la madre Fami debe cumplir jornadas fijas de trabajo en los CDI, lo que restringe autonomía para flexibilizar horarios de acompañamiento a las familias usuarias en la comunidad y para compartir con su familia. Con la transición las familias usuarias no pueden aprovechar los saberes de la madre Fami, los cuales son prudentes, contextualizados, y articuladores del conocimiento científico-disciplinar y del conocimiento popular.

De acuerdo con las afirmaciones de las madres Fami, el apoyo de subsistencia era de más calidad y cantidad, servía para toda la familia y no sólo para la usuaria o su hijo y, además, la madre Fami tenía más autonomía para seleccionar las temáticas a abordar en sesiones educativas y visitas domiciliarias. Consideran que los cambios han afectado la adherencia al programa y la generación de vínculos en el tiempo entre las usuarias y la madre líder. Además, el programa promovía actividades de socialización entre las usuarias y personas de la comunidad y construcción de redes de apoyo mutuo, un tipo de relación que no se hallaba mediado por agentes externos y que permitía la construcción de confianza para el acompañamiento a las usuarias en varios aspectos; uno de ellos el emocional, clave para contribuir al desarrollo humano, pero también porque posibilitaba el acompañamiento desde las necesidades de cada familia.

 

4. El programa Fami: opción educativa pertinente para el desarrollo humano integral en contextos difíciles

El programa Fami atiende a familias en su función de proceso de atención inicial para la primera infancia, respondiendo así a las necesidades que ofrecen los cambiantes contextos económicos y sociales del país (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF, 2011b). Desde los lineamientos del ICBF, este programa está dirigido a familias especialmente vulnerables identificadas en un período muy sensible de la vida de las personas y del desarrollo humano, como la gestación y la lactancia y trata de responder a sus necesidades desde un acompañamiento educativo y comunitario. En ese sentido, se trata de un programa altamente pertinente.

Durante la implementación del programa, las madres Fami, agentes educativos y pilares del proceso, realizan actividades formativas en asuntos que son de interés para toda la familia y no sólo acerca del niño. Las madres Fami aportan así a la construcción de relaciones más armónicas en la familia, desde el entendimiento de que el bienestar de ese grupo contribuye al bienestar del niño.

Las madres Fami realizan visitas domiciliarias en las cuales procuran que todos los miembros del grupo familiar estén presentes, lo que, según las participantes del proceso investigativo, promueve la responsabilidad del cuidado del niño como un asunto de ambos padres y no sólo de la madre. El programa también desarrolla un acompañamiento cercano y sensible a las necesidades de la familia, en especial de la madre, cuando esta tiene incertidumbres y dificultades emocionales o en sus relaciones de pareja, además de inquietudes relacionadas con la salud. También trata de cumplir un acompañamiento equitativo que tenga en cuenta a las familias más necesitadas y vulnerables, con apoyos acordes a las necesidades particulares.

De acuerdo con las madres Fami que participaron del proceso investigativo, la importancia del programa se relaciona justamente con que el acompañamiento que se le aporta a la familia es integral: aborda necesidades de subsistencia, salud e información o conocimiento sobre las prácticas de crianza de las familias usuarias. Así, se constituye en un apoyo para resolver muchas de las inquietudes que tienen particularmente las madres que lo son por primera vez, sobre las necesidades de sus hijos, y se concentra en la construcción de mejores vínculos entre los miembros del grupo familiar, en la prevención de la violencia y la promoción de prácticas de crianza basadas en el afecto. Estos temas no sólo responden al orden biológico del proceso de crecimiento y madurativo del niño, sino que tienen que ver con aspectos psicológicos, relaciones de pareja y convivencia:

    No, yo le hablo de mis problemas, de cómo yo me siento. Por ejemplo, yo le digo a la madre Fami: "Es que vea: estoy muy aburrida por esto y esto"; entonces ella me da consejos, ella habla conmigo; o sea, yo me siento mucho mejor con ella que con mi propia sicóloga (Madre usuaria).

 

5. El carácter comunitario del programa como un elemento fundamental para el acompañamiento a la crianza

El hogar Fami instalado en los barrios de las familias usuarias, posibilita que los miembros de estas familias mantengan un vínculo con él, e incluso algunas personas regresan después de haber terminado su paso por allí para resolver inquietudes o pedir acompañamiento sobre dificultades que se presentan. Es un recurso que reconocen como propio de la comunidad. En esa medida, en muchas ocasiones las madres Fami van más allá de lo que exigen los lineamientos del ICBF, puesto que acompañan de forma constante: algunas refirieron durante los talleres que sus hogares son de puertas abiertas a la comunidad las 24 horas del día, dado que acuden en cualquier momento si se presenta una emergencia, esto es algo que realizan la mayoría de las madres Fami voluntariamente por cariño hacia sus usuarias quienes lo entienden como un gesto de amistad y preocupación; las Fami además, lo ven como la forma más adecuada de acompañar a las familias, pues las necesidades de la crianza se pueden presentar en cualquier momento del día.

    Una usuaria manifestó estar muy agradecida con la madre Fami. Dijo que los niños la quieren y le hacen caso en todo; incluso la llaman tía, y piden ir con ella (refiriéndose a la madre Fami que no es familiar de ellos). Lo que sucede es que ella les lleva regalos, a veces mercado, entonces los niños y ella se sienten agradecidos con la madre Fami (Tomado del registro de observación: equipo de investigación).

Las madres Fami se agrupan en organizaciones comunitarias denominadas asociaciones, y éstas, a su vez, contratan sus servicios con el ICBF para el acompañamiento a las familias usuarias mediante la modalidad de Hogares Comunitarios Fami. Estas asociaciones tienen cierto grado de autonomía en la forma de seleccionar a las madres líderes entre las integrantes de la comunidad, y pueden también desarrollar un trabajo de planeación financiera para cada hogar a partir de las necesidades de las familias usuarias. Este tipo de organización posibilita a las madres Fami y a las asociaciones participar en otras actividades de planeación local. Algunas, por ejemplo, forman parte de las juntas de acción comunal y de otras organizaciones que son de interés para el desarrollo local-barrial.

 

6. El proceso educativo del programa Fami: una respuesta a la pregunta ¿Cómo hacer educación transformadora para la crianza?

El programa ha sido reconocido como una estrategia con énfasis en educación comunitaria dirigida a la familia. Su enfoque es constructivista, en tanto que su metodología, definida como "aprender a enseñar" (ICBF, 2011a), propone cinco momentos en las sesiones educativas: reflexionemos y compartamos, consultemos, debatamos, comprometámonos y evaluemos (Mariño, 1992). La importancia del proceso radica en que se tienen en cuenta todas las opiniones, dudas y situaciones que experimentan y poseen las madres asistentes a las sesiones educativas para construir aprendizajes y conocimientos de manera conjunta.

El espacio en el que se llevan a cabo la mayoría de las actividades educativas del hogar comunitario Fami es la vivienda de la madre líder; sin embargo, también se aprovechan algunos espacios comunitarios, como la sede comunal, y lugares públicos como parques o bibliotecas; en ocasiones, desarrollan las sesiones educativas en las casas de las madres usuarias. Esto lo convierte en un programa con despliegue en lo vecinal y comunitario, más que en lo intramural, contribuyendo de esa forma a generar confianza, romper barreras geográficas, de acceso al programa.

La madre Fami vive de manera más consciente su condición como madre, líder, mujer, compañera y esposa, con lo cual cambian sus perspectivas de vida, sus relaciones cotidianas y mejoran sus prácticas educativas con otras madres a medida que adquiere experiencia, puesto que cree en el proceso pues ella misma se ha transformado con él. Durante el trabajo de campo, las madres Fami también mencionaron que junto con su posición comunitaria y la formación recibida, han adquirido conciencia como sujetos de derechos; además, con el apoyo económico que les brinda el ICBF se sienten mujeres más libres y seguras en sus casas para tomar sus propias decisiones.

    Nosotros hemos aprendido cosas muy importantes y muchas cosas buenas que uno no sabía; por ejemplo: el compartir en la familia, el cómo educar los hijos, cómo acompañarlos en su crecimiento, cómo no sentir que los hijos fueron un error. (Madre usuaria.)

Como limitaciones, las madres Fami relatan que en ocasiones sus casas resultan estrechas, pues se torna difícil celebrar allí la sesión educativa, dado que no hay espacios adecuados para que los niños puedan entretenerse mientras las madres usuarias asisten a las sesiones. Por otra parte anualmente reciben apoyo de las asociaciones, representado en materiales para implementar las actividades educativas, pero a veces los materiales no corresponden a sus especificaciones y necesidades, lo que lleva a que algunas madres tengan que comprar con dinero propio lo que les queda faltando.

 

7. Discusión

El agente educativo que lidera el proceso de hogares Fami es una madre líder comunitaria que conoce y comparte los referentes simbólicos de las familias usuarias, ha vivido experiencias similares, es sensible a sus incertidumbres, con lo cual se hace más fácil el proceso educativo y logra un gran impacto de sus intervenciones. De esta forma, las madres Fami conocen los valores y significados sobre la crianza de la comunidad e identifican fácilmente aquellos aspectos más problemáticos del contexto que tienen las familias sobre la crianza, el cuidado y la socialización.

Los programas que promueven la creación de redes de apoyo, facilitan el aprender de las experiencias de "otras iguales" la resolución de inquietudes más allá de los temas "técnicos" como asuntos que surgen en la vida cotidiana. De esa forma, las temáticas siempre están enfocadas hacia la superación de necesidades concretas de las familias.

El modelo de acompañamiento que se implementa en los Hogares Comunitarios fami es un proceso muy similar al de la conformación de vínculos afectivos y de cuidado entre las madres y los hijos en el proceso de crianza: estos sienten que el acompañamiento de sus madres es constante y permanente, por lo que ellas cumplen el papel de "estar ahí" en todos los momentos de sus vidas y, a su vez, aprehenden esta posición para el acompañamiento de sus propios hijos.

Las madres Fami, dadas esas características comunitarias que ya se mencionaron, logran construir vínculos de confianza y cercanía con las familias usuarias desde el "estar ahí", lo que posibilita también que el acompañamiento adquiera un gran impacto para las personas en su paso por el programa. De esa forma, las madres usuarias sienten que son cuidadas y acompañadas por las madres Fami y no se sienten juzgadas.

El programa tiene un carácter educativo popular (Mariño, 1992), lo que lo diferencia de otros programas de sectores educativos y de la salud dirigidos a este grupo poblacional -como los del control de alteraciones en el crecimiento y en el desarrollo-, que se estructuran desde una relación vertical del profesional con las personas usuarias (Peñaranda et al., 2002), mediada por el conocimiento técnico que el primero posee y que se presume que las segundas necesitan (Peñaranda, 2011a). Como consecuencia de ello, las personas evitan asistir a este tipo de sesiones, se generan tensiones, las madres usuarias se sienten desconocidas y cuestionadas y se presentan choques de saberes que no se tramitan adecuadamente (Peñaranda & Blandón, 2006), todo esto en una dimensión tan compleja como la de la crianza, que culturalmente es aprendida por diálogos intergeneracionales, como lo ha definido Stern (1995).

La transición de los hogares del ICBF hacia los CDI se da en el marco de la implementación de la estrategia De Cero a Siempre. Este cambio ha implicado la pérdida de algunos de los aspectos más relevantes del programa, como su carácter comunitario, su especificidad educativa y la capacidad de generación de vínculos que contribuyen al desarrollo social y comunitario. Esto se da como un proceso de institucionalización que implica la pérdida de centralidad en la familia y de las tensiones que se le presentan a ese grupo en todas las dimensiones del desarrollo humano hacia aspectos técnicos que son objeto de atención de diferentes profesionales, los cuales se enfocan en los niños. Así, se cambia también el carácter comunitario de la madre Fami como una líder, pues pasa a constituirse en un apoyo al proceso pedagógico orientado por una profesional.

En el trasfondo de este tipo de políticas se halla una visión emergente de lo público y de las relaciones entre Estado y sociedad enmarcado en un proceso de globalización económica que tiene impactos no sólo en la forma de implementar políticas, sino en sus intereses (Serrano, 2005). Autores como Sottoli (2002), Menanteau (2002) y Venancio, González y Palella (2009) plantean que en los países latinoamericanos las políticas sociales han dado un viraje importante desde que se firmó el Consenso de Washington.

En Colombia, las condiciones para el viraje estaban dadas desde la formulación de la Constitución Política de 1991, con la que se posibilitaron cuartro procesos en paralelo: a) la concepción de un Estado descentralizado que continúa buscando alcanzar la modernidad por la vía de la modernización8, eficiente administrativamente y cuidadoso del gasto público; b) los énfasis macroestructurales de las políticas que priorizan las necesidades, tecnifican la prestación de servicios y los dirigen a las capas de poblaciones más vulnerables, remplazando también las políticas localizadas en lo territorial, ciudadanizantes y con fuertes componentes en lo comunitario (Serrano, 2005); c) la privatización como un modelo que implica la venta de las empresas públicas y la tercerización de la ejecución de las políticas, buscando mayor eficiencia y desregularización del mercado en general (Venancio et al., 2009) y -de acuerdo con nuestro interés- del mercado de lo social y; d) focalizando el gasto social y siguiendo las condiciones técnicas, administrativas y conceptuales, puestas por otros países a las transferencias internacionales de recursos.

Estas políticas también tienen implicaciones en la forma de entender la ciudadanía, lo público y lo social, dado que tienden a individualizar la prestación de servicios y, asimismo, las personas beneficiarias (Serrano, 2005). Desde una perspectiva crítica y epistemológica, se trata de trasladar la idea de la ciudadanía como conjunto de sujetos de derechos, capaces de transformar sus realidades y con referentes de futuro, hacia la idea de personas beneficiarias de servicios, como consecuencia de la transformación de un Estado social de derecho en un Estado prestador de dichos servicios (Salinas & Tetelboin, 2005).

Lo público también se resignifica, pasa a comprenderse en la lógica del mercado privado como mercado de lo público. Y lo social pasa a convertirse en objeto de transformación desde la perspectiva neoliberal (Rodríguez & Cardet, 2011), dado que el interés está puesto en la modernización de los estilos de vida y de las condiciones de vida, en el marco de la liberalización y de la equiparación de oportunidades (Salinas & Tetelboin, 2005), las cuales son las estrategias para la democratización en una economía neoclásica (Venancio, González & Palella, 2009).

Es importante advertir que los modelos de flexibilización laboral aunados a la generación traslapada de ganancias y acumulación de capital de las economías más fortalecidas en ese contexto económico globalizante, generaron cada vez más en América Latina mayores condiciones de pobreza, crecimiento acelerado de la deuda pública y monopolización transnacional de las economías (Menanteau, 2002), con lo cual la democratización se relegó a una promesa incumplida, reduciendo los espacios para la participación y disminuyendo las oportunidades para el desarrollo humano, en lugar de ampliarlas (Salinas & Tetelboin, 2005, Serrano, 2005).

En materia de primera infancia en Colombia, las políticas que responden a esos enfoques neoliberales, están orientadas desde una perspectiva de integralidad que se concibe como el ejercicio de profesionales de distintas disciplinas y no desde la posibilidad de atender a los usuarios teniendo en cuenta todas las dimensiones del desarrollo humano (Serrano, 2005, Guío, 2009). Su fundamento también se halla en la necesidad de lograr una administración eficiente de los recursos, la focalización de la atención para los niños de primera infancia más vulnerables y el aumento de la cobertura y la tecnificación de los procesos.

Pese a los esfuerzos e inversiones para aumentar la cobertura, es difícil lograr que dichos servicios alcancen los objetivos de bienestar que se proponen (Arriagada, 2001a), ya que atienden a las familias como grupos aislados de sus contextos inmediatos, ven a sus miembros como individuos segmentados y desarticulados y los intervienen desde perspectivas multisectoriales; además, porque dejan de lado los enfoques centrados en la potencialización de capacidades y se sitúan en posiciones asistenciales.

Este tipo de políticas ponen en riesgo la posibilidad de concretar un proyecto comunitario con carácter integral como el que se venía dando en el programa Hogares Comunitarios Fami, porque componentes como las visitas domiciliarias se reorientan hacia visitas de inspección con un acompañamiento que resulta poco sensible a las necesidades reales de las familias y genera mayores tensiones y choques culturales en el encuentro entre el saber técnico, racional y lógico, contra el saber popular y comunitario de las familias usuarias. También se pone en el centro de la intervención a los profesionales en áreas como pedagogía, nutrición, entre otras, lo que aumenta la distancia cultural entre quienes operan los servicios y sus beneficiarios.

 

8. Conclusiones

Las políticas de orden comunitario, como el programa Hogares Comunitarios Fami, son relevantes en el contexto de la salud pública, dado que permiten resolver necesidades trascendentes para un grupo poblacional importante en Colombia como son las madres gestantes y con niños menores de dos años. De un lado se halla la articulación y la integralidad de las acciones para el desarrollo humano, al trascender las características desde las cuales se hace por lo general la educación para la crianza, con posiciones pedagógicas verticales y dándole primacía al conocimiento científico, el cual es segmentado por especialidades disciplinares. De otro lado, se halla la posibilidad de que un agente comunitario conozca los aspectos técnicos para brindar el acompañamiento y la educación de las familias, pero además posea el conocimiento del contexto y de la vida cotidiana que se construyen entre las familias usuarias del programa.

El proceso educativo con enfoque constructivista que se realiza en los Hogares Comunitarios Fami del ICBF es altamente pertinente porque posibilita rescatar los conocimientos que las madres traen desde sus experiencias de crianza con sus propias madres; los tramita y los pone en diálogo con otras madres. Se trata así de una educación que construye conocimientos y va más allá de la labor de informar, pero, además, de un proceso que está centrado en las personas y es respetuoso de sus saberes, lo cual lo hace más pertinente y efectivo porque los pone en contraste con los saberes técnicos propios de las iniciativas institucionales.

Por la forma en que se concibe el sistema de salud, este puede responder a esas necesidades de las familias cuidadoras de los niños sólo desde el campo de las especialidades clínicas y biomédicas, lo que hace que su aporte a la salud de los individuos se brinde de una forma fragmentada y centrada en las enfermedades. Los programas comunitarios, en cambio, al estar a cargo de personas capacitadas en asuntos de orden técnico y que hayan experimentado circunstancias similares a las de las familias usuarias frente a la crianza en sus vidas, resultan sensibles a muchas de las necesidades de toda la familia -y no sólo de algunas de ellas, como las biomédicas-; más aún si se tiene en cuenta que conocen el contexto y que están localizadas en él, lo que les permite asumir procesos de acompañamiento más pertinentes.

La sensibilidad frente a la maternidad que tienen las madres Fami, por haber sido madres, también posibilita que sus acciones estén encaminadas al bienestar de toda la familia, incluido el niño y no sólo enfocándose en él, por tanto resuelve la problemática que plantea la mera instrumentalización de los padres en la crianza. El hecho de que compartan referentes simbólicos similares también ayuda a generar empatía y comprensión mutua, lo cual es clave para lograr un acompañamiento oportuno a las familias.

Las políticas recientes van definiendo el horizonte de la intervención en la perspectiva de la modernización de la administración de los recursos públicos (Sottoli, 2002), pero también en la mirada hacia la lucha contra la pobreza, posicionando discursos que han sido cuestionados porque generan canales de dependencia en la perspectiva sur-norte (Escobar, 1998) y desconocen las realidades territoriales, históricas y culturales de las poblaciones.

La modernización de las políticas trae consigo inversiones mayores y más ordenadas de los recursos, con lo que se alcanza la eficiencia del gasto público y mayor acceso a este por parte de la ciudadanía; sin embargo, al alcanzar niveles tan tecnificados y de focalización de los gastos, se incurre en la pérdida del sentido comunitario y de la capacidad de lograr acompañamientos pertinentes e integrales a las familias más vulnerables, como lo venían haciendo las madres Fami. Por esta razón, es importante que los procesos de transición hacia esas políticas reconozcan la importancia de los componentes comunitarios y de la educación liberadora que venían haciendo las madres Fami con las familias usuarias. Asimismo, es importante que se reconozca uno de los avances más significativos logrados en estos años de implementación del programa, cual es la transformación de la madre Fami, dado que este factor no se ha tenido en cuenta para valorar los impactos del programa mismo.

 


 

Notas

* Este artículo de investigación científica y tecnológica es el resultado de un estudio con enfoque de IAP, realizado por la Universidad de Antioquia y financiado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), titulado "Actualización y fortalecimiento del proyecto pedagógico educativo comunitario por medio de la recuperación de la memoria colectiva y las lecciones aprendidas en el programa Fami, del Centro Zonal Nororiental del ICBF en la ciudad de Medellín", establecido por el convenio interadministrativo 714 del 10 de julio de 2013. Tiempo de ejecución: 15 de julio de 2013 al 31 de marzo de 2014. área de conocimiento: Ciencias de la Salud y Sociales. Subárea: Salud pública- Educación para la Salud-Crianza.

1 Estrategia del gobierno colombiano, coordinada y orientada por organizaciones no gubernamentales y organizaciones gubernamentales, a través de la cual se busca promover el desarrollo integral temprano y articular las acciones que se desarrollan en el país, orientadas a esta franja poblacional que tengan objetivos similares y/o compartidos. Uno de sus elementos de trabajo son los Centros de Desarrollo Integral: espacios modernos, atendidos preferiblemente por profesionales de distintas áreas que se componente de los siguientes elementos o temas de principal interés: Familia, comunidad y redes sociales, salud y nutrición, proceso pedagógico, talento humano altamente cualificado, ambientes educativos protectores (Ministerio de Educación Nacional, 2012).

2 El ICBF funciona a través de 33 regionales coordinadas por una dirección nacional, cada regional coordina conjuntos de Centros Zonales. La Regional Antioquia cuenta con 16 centros zonales, tres de ellos atienden la población de Medellín y otros dos funcionan en los municipios de Bello e Itagüí (es decir que en Medellín y el área metropolitana hay 5 centros zonales). Esta investigación se realizó en el centro Zonal Nororiental 1, el cual presta atención en las comunas 1, 2, 3, 4 y parte de la 10 de Medellín; las primeras cuatro comunas están ubicadas en la zona nororiental, y son algunas de las que presentan mayores niveles de vulneración entre la población, por condiciones de pobreza, se observan allí los indicadores más bajos de Calidad de vida y de Desarrollo Humano en la ciudad, predominan también los estratos socioeconómicos más bajos de la clasificación socioeconómica que hace el Estado colombiano (estratos 1, 2 y 3).

3 Medellín, es la segunda ciudad más poblada de Colombia. De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane, 2010), la ciudad cuenta con 2.464.322 habitantes. Es la capital del Departamento de Antioquia y se halla ubicada al interior del país, en una zona conocida como el Valle de Aburrá (En cordilleras central de los Andes colombianos)

4 El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar fue creado por la ley 75 de 1968; y a través de la ley 7 de 1979 se estableció como una institución pública, descentralizada coordinadora del Sistema Nacional de Bienestar Familiar. Esta institución "trabaja por la prevención y protección integral de la primera infancia, la niñez, la adolescencia y el bienestar de las familias en Colombia. ICBF con sus servicios brinda atención a niños y niñas, adolescentes y familias, especialmente a aquellos en condiciones de amenaza, insolvencia o vulneración de sus derechos". Tomado de la página: http://www.icbf.gov.co/portal/page/portal/PortalICBF, consultado el 12 de agosto de 2015.

5 En esta investigación se reconoce la importancia de la relación entre conocimiento-poder-liberación de las bases, como lo postula la IAP (Fals-Borda, 2009). Esta forma de investigación se caracteriza por algunos de los siguientes fundamentos (Fals-Borda, 1979): el conocimiento científico (teorías) no es neutral, refleja y posibilita siempre relaciones de poder; en la IAP, la relación entre investigación y sujetos de la investigación se establece de sujeto a sujeto, y no de sujeto a objeto; el conocimiento es el resultado de la interacción entre el investigador "profesional" y el investigador de las comunidades; el conocimiento que se produce en IAP permite el encuentro entre saberes especializados, con los saberes populares; la IAP debe hacer devoluciones permanentes a la comunidad para su empoderamiento y participación.

6 Los temas generadores se definen en la propuesta de educación popular de Paulo Freire (1980) como temáticas significativas sobre las cuales se estudia, consulta, profundiza y se llega a otros temas más específicos hasta proponer un programa y un proceso pedagógico. En términos investigativos, los temas generadores se refieren a la emergencia de tópicos, reflexiones, ideas, y conocimientos que se dan en la interacción de las personas cuando buscan comprender su realidad para transformarla.

7 El programa Buen Comienzo se crea en la ciudad de Medellín -Antioquia-, con el acuerdo de Concejo Municipal N° 14 de de 2004. Es una estrategia de acompañamiento inicial e integral que promueve el desarrollo integral, diverso en incluyente de los niños y las niñas menores de 6 años en la ciudad, la cual se orienta al trabajo con las familias y los niños más vulnerables del territorio, por sus condiciones de vida en general. La estrategia, operada por profesionales, sirvió como insumo para la formulación de la Estrategia De Cero a Siempre, la cual ya se ha enunciado y definido en este documento

8 La Modernidad y la modernización son categorías sociológicas que denotan dos fenómenos diferentes pero correlacionados en la historia de la humanidad. De acuerdo con Marín y Morales (2010) La Modernidad es el fenómeno occidental europeo que combina situaciones políticas (Revolución francesa), culturales (la ilustración), y económicas (Revolución industrial) europeas, instalando un nuevo orden social, un nuevo sujeto "moderno", ilustrado, racional, y una nueva forma de ver y hacer las cosas; en un sentido Weberiano, la modernidad es el proyecto de humanidad que reemplaza la acción tradicional, y considera fútil a la acción emotiva, haciendo énfasis y dándole relevancia a la acción racional instrumental moderna (Marín & Morales, 2010). La modernización en cambio, es el proceso que operacionaliza la modernidad en un mundo occidentalizado no europeo. En América Latina este proceso se dio según Santos (1998) de una forma impuesta, y por la vía de la colonización epistemológica, territorial, cultural, material y simbólica.

 


 

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    Referencia para citar este artículo: Otálvaro, J., Peñaranda, F., Bastidas, M., Torres, N. & Trujillo, J. (2016). Reformas neoliberales y sus implicaciones en un programa de apoyo a la crianza: el caso de los hogares comunitarios Familia, Mujer e Infancia en Colombia. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 14 (1), pp. 645-658.


 

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