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Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

Print version ISSN 1692-715X

Rev.latinoam.cienc.soc.niñez juv vol.14 no.2 Manizales July/Dec. 2016

https://doi.org/10.11600/1692715x.14230140715 

Segunda Sección Estudios e Investigaciones

 

DOI: http://dx.doi.org/10.11600/1692715x.14230140715

 

COMUNICA(C)CIÓN. La comunicación en la acción colectiva juvenil: dos experiencias organizativas en la ciudad de Bogotá *

 

COMMUNICA(C)TION. Communication in youth collective action: two organizational experiences in Bogotá

 

Comunica(a)ção. A comunicação na ação coletiva juvenil: duas experiências organizadas na cidade de Bogotá

 

 

Nicolás J. C. Aguilar-Forero

Profesor Universidad de los Andes, Colombia. Antropólogo y Profesional en Lenguajes y Estudios Socioculturales de la Universidad de los Andes. Magíster en Estudios Culturales de la Universidad Javeriana. Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud, Universidad de Manizales-Cinde. Profesor del Departamento de Lenguas y Cultura de la Universidad de los Andes. Correo electrónico: nj.aguilar1902@ uniandes.edu.co

 

 

Artículo recibido en julio 14 de 2015; artículo aceptado en septiembre 10 de 2015 (Eds.)

 


 

Resumen (analítico):

En esta investigación el objetivo principal fue comprender el lugar que ocupa la comunicación en las formas de acción colectiva juvenil de dos experiencias organizativas que trabajan por la memoria y contra la impunidad: H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio) y Contagio comunicación multimedia. La propuesta metodológica se basó en un enfoque de investigación colaborativa y militante, y en la combinación de distintas técnicas: “participación observante”, conversatorios, entrevistas semiestructuradas y análisis de contenidos radiales, textuales y audiovisuales. Se logró identificar que ambas experiencias construyen la relación entre comunicación y acción colectiva a través de prácticas y dinámicas diversas, que en su conjunto agencian políticas de la memoria contrahegemónicas y promueven iniciativas movilizadoras en términos de construcción de paz.

Palabras clave: Comunicación, organización juvenil, prácticas políticas, memoria (Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco).

Palabras clave autor: Prácticas comunicativas, acción colectiva juvenil, H.I.J.O.S., contagio.


 

Abstract (analytical):

The main purpose of this investigation was to understand the place that communication occupies in different forms of youth collective action with two organizational experiences that promote memory and fight against impunity: H.I.J.O.S. (Sons and Daughters for Identity and Justice against Oblivion and Silence, from its Spanish acronym) and the Contagio multimedia communication collective. The methodological proposal was based on a militant and collaborative research approach that combined different techniques: “participatory observation, dialogue spaces, semi-structured interviews and analysis of radio, textual and audiovisual content. The study identified that both collective action experiences build the relation between communication and collective action through diverse practices and dynamics, which as a whole promote counterhegemonic policies for memory and mobilizing initiatives in the area of peace building.

Key words: Communication, youth organization, political practices, memory (Unesco Social Sciences Thesaurus).

Author key words: Communicative practices, youth collective action, H.I.J.O.S., contagio.


 

Resumo (analítico):

Nesta pesquisa, o principal objetivo foi compreender o lugar que a comunicação ocupa nas formas de ações coletivas juvenis em duas experiências organizacionais de trabalho para memória e contra a impunidade: H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio-Filhos e Filhas pela Identidade e a Justiça, contra o Esquecimento e o Silêncio) y Contagio comunicación multimedia (Contagio comunicação multimídia). A proposta metodológica está fundamentada em uma abordagem de pesquisa colaborativa e militante e também na combinação de diferentes técnicas: “participação observante”, debates, entrevistas semiestruturadas e análise de conteúdos de rádio, textos e produções audiovisuais. Foi identificado que ambas as experiências estabelecem relação entre comunicação e ação coletiva por meio de práticas e dinâmicas diversificadas, que postas em conjunto conduzem políticas pela memória contrahegemônica e promovem iniciativas mobilizadoras no que tange a construção da paz.

Palavras-chave: Comunicação, organização juvenil, práticas políticas, memoria (Thesaurus de Ciências Sociais da Unesco).

Palavras-chave autor: Práticas comunicativas, ação coletiva juvenil, H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio), contagio.


 

1. Introducción

 

A partir de agosto de 2012 y hasta agosto de 2014 emprendí un trabajo investigativo con dos experiencias de acción colectiva juvenil cercanas a mi trayectoria vital y a mis afinidades políticas y afectivas. Desde su posicionamiento en defensa de los derechos humanos, de los territorios, de los bienes comunes y en especial de las memorias subalternizadas, dichas experiencias, así lo constaté, están agenciando importantes iniciativas de paz, promoviendo la solución política del conflicto social y armado en Colombia y “contagiando” a otros y otras del sentimiento de indignación e inconformismo, canalizado en politización y esperanza. El trabajo lo desarrollé con H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio) en Bogotá, y con Contagio Comunicación Multimedia (en adelante Contagio), una propuesta de comunicación alternativa con enfoque en derechos humanos.

H.I.J.O.S., es una organización internacional que existe hace 20 años pero cuyo nodo en Colombia encuentra sus raíces en el año 2006. Se trata de un colectivo en el que se reúnen jóvenes que ponen en marcha iniciativas de construcción de memoria, de lucha contra la impunidad y de trabajo a favor de la solución pacífica del conflicto sociopolítico y armado en Colombia. Sus integrantes son hijos e hijas de sindicalistas, abogados, periodistas, activistas de derechos humanos, intelectuales y militantes de izquierda que sufrieron distintas vulneraciones a sus derechos fundamentales durante las últimas tres décadas en nuestro país, en el marco de estrategias de represión y de concentración violenta de poder político y económico.

Por su parte, Contagio es un proyecto comunicativo multimedia orientado a la democratización de la información a través de Internet y de las nuevas herramientas tecnológicas. La iniciativa, en principio radial (Contagio Radio), surgió a comienzos del año 2009 y desde entonces ha desarrollado un importante trabajo a favor de la cultura de paz, el cuidado del medio ambiente y el respeto por los derechos humanos. Esta propuesta, que se basa en la producción y circulación de contenidos radiales y audiovisuales durante 24 horas al día los siete días de la semana a través del portal web 1 y las diferentes redes sociales, ha estado integrada por jóvenes estudiantes y egresados de carreras como comunicación social, ciencia política o trabajo social, comprometidos con la realidad colombiana y con el análisis, la investigación, la crítica y el apoyo al trabajo de distintos colectivos y organizaciones urbanas y rurales del país (Aguilar-Forero & Muñoz, 2013).

Consciente de la importancia de la comunicación en la acción colectiva juvenil, quise responder la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo entienden y construyen la relación comunicación-acción colectiva los integrantes en condición juvenil de dos experiencias que trabajan por la memoria y contra la impunidad: H.I.J.O.S. Bogotá y Contagio comunicación multimedia? Esta pregunta se acompañó del potencial propositivo de una tesis: experiencias organizativas como H.I.J.O.S. Bogotá y Contagio, encuentran en la comunicación una forma de impugnar los órdenes instituidos, y despliegan por medio de sus prácticas comunicativas políticas de la memoria contrahegemónicas que anuncian alternativas de país y constituyen, de manera compleja, una “política de la posibilidad” (Gibson-Graham, 2011) que confronta los modelos dominantes de producción económica y sociocultural. Tanto la pregunta como la tesis, que apuntaron a develar los sentidos y prácticas asociadas a las expresiones comunicativas de estas dos experiencias de acción colectiva y de producción de políticas de la memoria constituyentes, se enmarcaron en varias intencionalidades:

El objetivo principal del trabajo fue comprender la relación comunicación-acción colectiva a partir de la lectura analítica del lugar que ocupan las prácticas comunicativas en las formas de acción colectiva juvenil que ponen en marcha los integrantes de las dos experiencias mencionadas. Los propósitos específicos fueron los siguientes: 1) visibilizar las prácticas comunicativas desarrolladas por dichas experiencias organizativas que participan de las luchas políticas por las memorias. 2) Identificar los sentidos políticos que se otorgan a las prácticas comunicativas en H.I.J.O.S. Bogotá y en Contagio. 3) Fortalecer la reconstrucción de memoria histórica mediante la comprensión de los alcances (potencial contrahegemónico) de la relación comunicación-acción colectiva juvenil y lo que ésta aporta a la reconfiguración de lo político, a la creación de políticas de la memoria instituyentes y a la construcción de nuevas agendas de país basadas en una cultura de paz.

 

2. La relación entre prácticas comunicativas y acción colectiva juvenil

La relación entre prácticas comunicativas y acción colectiva juvenil en el mundo contemporáneo, adquiere, según varias investigaciones, ciertos rasgos que vale la pena señalar:

    1) en los procesos de movilización y revuelta social, más que un “sujeto” convocante y una masa convocada, se ha visto el incremento de dinámicas de convocatoria simultánea, reticular, descentralizada y a través de canales comunicativos menos institucionalizados y más informales y horizontales (Zibechi, 2006).

    2) El uso de nuevos dispositivos (computadores personales, teléfonos inteligentes, tablets) así como de diversas plataformas y espacios como los blogs, fotologs, sitios web, correo electrónico, mensajería instantánea y redes sociales como Facebook y Twitter, ha permitido a varios movimientos con liderazgo juvenil, coordinar acciones a distancia, agilizar la toma descentralizada de decisiones, compartir información en tiempo real, mantenerse comunicados, generar sentimientos de pertenencia e identificación, posicionar demandas, visibilizar conflictos, crear formas de trabajo e intercambio colaborativo, entre otras prácticas que han sido documentadas (Valderrama, 2013, Aguilera, 2006, 2010 y 2011, Juris, 2005). Otras características asociadas a la relación entre prácticas comunicativas y acción colectiva juvenil en las más recientes movilizaciones tienen que ver con lo siguiente:

    3) la creación de contrarrelatos que ponen en tela de juicio las lecturas y versiones oficiales difundidas a través de los medios masivos “gobiernistas”.

    4) La producción y difusión de documentos, contenidos audiovisuales e imágenes con una alta carga emotiva que ha propiciado respuestas igualmente emotivas y pasionales ligadas a una suerte de “contagio afectivo”, que ha llevado a la gente a volcarse masivamente a las calles y a emprender actos de toma simbólica de las plazas (Zibechi, 2006, García-Mantilla & Navarro, 2011, Rodríguez, 2012, Feixa & Nofre, 2013, Harvey, 2013).

    5) La acción política comunicativa en varias escalas y bajo otras formas de apropiación del lugar y el territorio, que reflejan las porosidades del espacio on-off line, así como las lógicas reticulares y de flujos (Escobar, 2010, Cruces, García-Canclini & Urteaga, 2012, Aguilar- Forero & Muñoz, 2013).

    6) La creación de culturas digitales basadas en la experimentación con nuevas tecnologías, en la participación abierta, en la comunicación horizontal, en la descentralización y la autonomía, en la desobediencia civil electrónica, en el hacktivismo y en la producción de imaginarios políticos alternativos soportados en las lógicas de la red (Juris, 2005).

Estos rasgos que los estudios señalados identifican, relativos a la relación entre las prácticas comunicativas y la acción colectiva juvenil, me han llevado a plantear, desde el título mismo de esta investigación, la noción de comunica(c)ción, con el fin de destacar, por una parte, que dicha acción colectiva juvenil en el mundo contemporáneo es predominantemente comunicativa y expresa rupturas sistemáticas frente a las formas de control, comando, gestión y modulación dominantes, así como maneras de realización que constituyen alternativas de expresión, interacción y apropiación, o en otras palabras, "dispositivos de éxodo" (Negri, Hardt, Cocco, Revel, García & Tapia 2010, Negri, 2012) frente a las regulaciones biopolíticas y noopolíticas que cohabitan en el mundo actual. Por otra parte, en su otro sentido, con la noción de comunica(c)ción expreso también la decisión de delimitar lo que puede ser asociado a la comunicación, que en principio podría relacionarse con intercambios lingüísticos o difusión de información, para ligarlo con la acción, o mejor, con la comunicación en tanto práctica social, lo cual demarca en cierta medida el estatuto ontológico que en este trabajo le concedo.

Por último, cabe destacar que la comunica(c)ción, entendida como prácticas comunicativas productoras de significados que ponen en marcha diversas experiencias de acción colectiva juvenil, siempre busca generar “resonancias” (Colectivo Situaciones, 2004) o afectaciones mutuas que interactúan con el entorno (Muñoz, 2007). En otras palabras, la comunica(c)ción siempre tiene efectos concretos (influencia, entretiene, crea, instituye, impugna) y consecuencias perceptivas (emocionales, cognitivas, afectivas, ideológicas, comportamentales) (Hall, [1973] 2013), que participan de una disputa política y cultural por los sentidos atribuidos al mundo social, por las realidades e historias configuradas y por las posibilidades de vida, de presente y de futuro.

 

3. El abordaje metodológico

En esta investigación se puso en marcha una aproximación eminentemente cualitativa con algunos elementos propios del enfoque hermenéutico-comprensivo, pero con una inclinación especial hacia el enfoque críticosocial, también denominado enfoque crítico de la acción social. De esta manera, si bien se apostó por la comprensión del lugar que ocupan las prácticas comunicativas en las formas de acción colectiva que ponen en marcha los agentes en condición juvenil de dos experiencias organizativas de la ciudad de Bogotá, el componente crítico hizo parte del horizonte ético y político que orientó el trabajo, y que se expresó en un abordaje participativo-colaborativo que buscó aportar al fortalecimiento de las dos experiencias desde/con las que se trabajó, y a la búsqueda conjunta de la transformación de realidades que fueron y son objeto de reflexión. En otras palabras, el propósito central no fue solamente la interpretación del mundo sino su intervención y la organización propicia para su transformación.

Con esto en mente la propuesta metodológica se basó en el enfoque de investigación colaborativa, en la implementación de dos estrategias complementarias (etnografía militante y reflexividad dialógica) y en la combinación de distintas técnicas: “participación observante”, conversatorios, entrevistas semiestructurada y análisis de contenidos radiales, textuales y audiovisuales. De manera similar a lo experimentado por Juris (2005, 2007), mi estrategia de participación observante no se redujo a las formaciones físicas, sino que consistió en seguir las prácticas comunicativas tanto en espacios físicos como virtuales. Como señala Sade-Beck (2004), solo quedarse en el mundo físico o solo volcarse hacia el mundo virtual, resulta problemático debido a que el “trabajo de campo” 2 proveerá hallazgos unidimensionales y simplistas: una imagen parcial y limitada de lo que sucede en el mundo social.

De manera que la investigación debe transitar entre ambos mundos desde estrategias y técnicas complementarias en las que tenga cabida la imaginación y la integración de formas de recolección de datos online y offline. Haciendo eco de ello, lo que hice fue combinar la participación observante “on/offline” con un análisis de contenido, ante la constatación de que buena parte de la interacción a través de internet se expresa en textos que pueden ser interpretables y decodificables. Dicho análisis lo realicé luego de una selección de documentos y mensajes orientada por un interlocutor de cada una de las experiencias, que me señaló cierto tipo de documentos cuya lectura analítica podría arrojar información significativa en el lapso de tiempo de la investigación.

Si bien la participación observante con ambas experiencias se desarrolló desde noviembre de 2012 hasta mayo de 2014, el análisis de contenido se hizo en un periodo de tiempo menor, entre enero de 2013 y diciembre de 2013, para contar con un volumen de información que no fuera excesivo y que no superara los alcances y posibilidades de este trabajo. Además de la participación observante y el análisis de contenido, se desarrollaron tres sesiones de diálogo formal con un interlocutor central de cada una de las experiencias y entrevistas con expertos en temas de juventud y acción colectiva. A continuación se presentan parte de los resultados obtenidos luego de la implementación de esta propuesta metodológica.

 

4. La comunicación en la acción colectiva juvenil de H.I.J.O.S.

H.I.J.O.S. Bogotá construye la relación entre comunicación y acción colectiva a través de prácticas y dinámicas diversas, entre las que se destacan las marchas, las batucadas, las conmemoraciones públicas, las intervenciones artísticas, los espacios reflexivos y de diálogo y el ciberactivismo. Se trata de un entramado de mediaciones artísticas, políticas y formativas que confirman que la acción colectiva juvenil es plural en sus expresiones, en las formas que toma, en las presencias y apariencias que manifiesta. No hay una manera privilegiada de acción y por el contrario es la complementariedad de prácticas, la diversidad, el entrar y salir de la web y las trayectorias entre espacios, mediaciones y tiempos lo que convierte a esta acción colectiva en una potente forma de intervención políticocultural que cuestiona las formas dominantes y convencionales de comunicación y acción. Con las batucadas, por ejemplo, presentes en marchas y plantones, se impugna la “normalización” de la movilización social tradicional y se atribuyen otros sentidos al ejercicio político en las calles, vinculándolo con lo festivo, lo musical, lo carnavalesco, lo corporal y la creación colectiva de ritmos, cánticos y ambientes sonoros. En ellas se experimenta una temporalidad distinta, que escapa al tiempo acelerado de la productividad capitalista y se reconcilia con los tiempos autónomos, reposados y discontinuos del encuentro solidario y el movimiento de las singularidades interconectadas 3. Con ellas también se esquivan las violencias y la represión social de las protestas, pues los cantos y los tambores descentran a la fuerza pública y evitan sus lugares comunes ligados al hostigamiento y la criminalización. Las batucadas además de romper con el orden y los rituales de la política callejera, tienen un gran poder comunicativo pues difícilmente pasan desapercibidas y por el contrario, con facilidad hacen sentir, reír y vibrar a todo el que se cruza con ellas.

Asimismo, en estas formas alternativas de protesta se genera una fuerte mezcla de emociones (rabia, miedo, indignación, ansiedad) que se canalizan en sentimientos de solidaridad colectiva, alegría y ambiente festivo. Frente a las marchas institucionalizadas, las batucadas resultan más movilizadoras en términos emotivos pues se utiliza el cuerpo para romper con los rituales de la confrontación y la protesta e introducir dosis de incertidumbre, desconcierto, juego, alegría y diversión. Como explica Juris (2008) distintos tipos de protestas producen efectos emocionales contrastantes. Las acciones más formales y convencionales tienden a ser menos visibles y emocionalmente movilizadoras, mientras que aquellas que gozan de un cariz más “espectacular” ya sea por incluir actos violentos o prácticas festivas, tienen intensidades emocionales mayores que favorecen su visibilidad e intensidad comunicativa, aunque suelan ser estigmatizadas o trivializadas por los medios masivos dominantes.

En H.I.J.O.S. Bogotá, junto con las batucadas, otras intervenciones que gozan de altas cargas emotivas son las prácticas estético-expresivas asociadas a la música de El Furibundo 4, la poesía de Chico Bauti 5 y el arte urbano. Estas mediaciones son instancias cruciales de interpelación político-cultural y de reconstrucción de memoria histórica. Con los versos, las canciones y los diseños plasmados en los muros, se logra transformar el dolor y el trauma social en creación, en esperanza y en “poder constituyente” (Negri, 2012). Se trata de lenguajes que aunque son profundamente políticos, no se dejan atrapar por los formatos del discurso político convencional y logran hacer de la memoria metáfora, color, rima, imagen y canción. En ello radica también su fuerza comunicativa y la facilidad con la que remueven lo sensible y condensan el pasado en el presente de cara a la apertura de futuros posibles.

Otra importante forma de comunicación ligada a las conmemoraciones públicas y a los actos de homenaje y dignificación que suele realizar H.I.J.O.S., son las galerías de la memoria, que demuestran ser importantes instalaciones para movilizar reflexiones, acciones y recuerdos. Especial mención merecen las cartas de la memoria 6 que integran tanto las galerías físicas como la galería de la memora virtual disponible en el blog y la página web del colectivo. Su diseño colorido, la simbología que expresan y las frases alusivas a rasgos personales de sus protagonistas, propician que otros jóvenes se sientan atraídos por los ejercicios de memoria y por los mensajes de paz, de verdad, de solidaridad o de cambio social que intentaron difundir las personas asesinadas o desaparecidas que con las cartas se apuesta por recordar. Igualmente, las cartas de la impunidad constituyen piezas comunicativas que superan los formatos acartonados de denuncia social. El ver a la persona que goza de impunidad con el traje de la reina puede resultar divertido para amplios públicos, lo cual favorece que el mensaje central logre ser apropiado: La impunidad no puede seguir siendo la reina.

 

 

El humor, la metáfora, la ironía y la parodia son gestos comunicativos estratégicos para la afectación y “producción de resonancias” (Colectivo Situaciones, 2004). A través de ellos pueden ser dichas ciertas cosas que de otra manera no serían toleradas, y generar sentimientos de identificación en amplios sectores que quizás de otra forma no serían interpelados. Sin lugar a dudas las cartas de la memoria permiten reavivar anhelos y posibilidades truncadas, mientras que las de la impunidad, permiten denunciar con tintes de ironía y burla reflexiva a personajes implicados en graves violaciones a los derechos humanos. Tanto unas como las otras, posibilitan superar el “tedio” que para muchos jóvenes no militantes representan los temas de memoria, las galerías convencionales o las denuncias hechas por jóvenes activistas, que suelen ser estigmatizados como “aburridos” o “mamertos”. Las cartas, que circulan en el ciberespacio y también impresas en afiches, flayers e incluso camisetas, son un buen ejemplo de la manera como desde la creatividad y la imaginación política, se generan formas de comunicación alternativas.

Estos componentes se complementan con espacios reflexivos y de diálogo (reuniones, tertulias, encuentros con colectivos y organizaciones amigas, entre otros), que propician el intercambio de posturas sobre la realidad nacional y en especial, la autoformación y consolidación de redes que trabajan por la memoria y la construcción de paz. En estos espacios hay lugar para aprender de y con los otros/as más allá de los modelos educativos tradicionales centrados en la transmisión de contenidos y el disciplinamiento. La disposición circular de los asistentes que favorece el contacto visual, la toma libre de la palabra, el intercambio espontáneo de opiniones, la construcción colectiva de propuestas, entre otros, hacen que estos encuentros además de amenos, resulten altamente formativos para los participantes. Desde la conversación, la confrontación de ideas y la identificación de pequeños principios aglutinadores, se produce democracia directa, participativa, no reductible a la idea de “representación” y mucho menos a los grandes consensos o al unanimismo. De igual forma, los espacios reflexivos y de diálogo son una oportunidad para estrechar lazos y articular propuestas que circulan a veces de manera dispersa. Son, en suma, un lugar en el que se manifiesta la “ecología de saberes” (Santos, 2006) en torno a los derechos humanos, las iniciativas de memoria y las apuestas de paz.

Por último, con respecto al ciberactivismo, tenemos tres conjuntos de prácticas comunicativas centrales en H.I.J.O.S., asociadas a tres usos de las tecnologías digitales y el ciberespacio. El primero tiene que ver con la circulación de contenidos, que puede ir desde lo interpersonal hasta lo intergrupal, o llegar a escalas más amplias de comunicación e intercambio transnacional. Circulan invitaciones para eventos académicos o culturales, convocatorias para acciones colectivas, textos informativos o de opinión (desde notas hasta informes), contenidos audiovisuales, denuncias, campañas, comunicados, entre otros. Las herramientas que favorecen dicha práctica son las redes sociales (tres Fan Page de Facebook con el nombre del colectivo 7 y una cuenta en Twitter 8), un blog, una página web y un canal de YouTube 9. Estas plataformas están enlazadas entre sí y se refuerzan mutuamente, pues de una se puede saltar con facilidad a las otras y acceder a contenidos complementarios. En ello radica parte de su poder comunicativo, pues la interacción dinámica de las herramientas permite que se complementen y que se llegue a un número alto de seguidores a partir de la combinación simultanea de medios y formatos.

Con respecto a las redes sociales, es claro que éstas propician una relación cercana e interactiva con los seguidores, que trasciende lo netamente informativo. La opción de calificar los contenidos (“me gusta”), de intervenirlos (compartir o comentar) y de entrar en conversación e interacción a partir de ellos, no solo hace que estos espacios sean coproducidos por sus administradores y seguidores, sino que promueven la configuración de sentimientos de identificación y solidaridad entre redes mucho más extensas que el cordón activo de militantes del colectivo. A su vez, los contenidos que circulan en el blog y la página web, aunque propician menos la interacción, al ser más detallados que los nanomensajes de las redes sociales permiten a los internautas acceder a informaciones más elaboradas y profundas, acerca de acciones colectivas pasadas o futuras, denuncias, comunicados, etc.

El segundo conjunto de prácticas comunicativas y usos políticos del ciberespacio tiene que ver con la coordinación de acciones. Estas prácticas están relacionadas con las comunicaciones internas y asociadas al correo electrónico grupal y a la mensajería instantánea a través de dispositivos móviles y plataformas como whatsapp. Por medio de estas herramientas de uso restringido a los integrantes más cercanos del colectivo, se convoca a reuniones, se hacen consultas puntuales para obtener respuestas inmediatas, se deciden aspectos operativos y logísticos de futuras acciones colectivas y en el caso del correo, se difunden relatorías con acuerdos sobre líneas de acción futuras y se dinamiza el trabajo colaborativo y la creación colectiva de comunicados públicos, denuncias, palabras para eventos, informes y en general toda clase de documentos que expresan los posicionamientos compartidos.

El tercer tipo de prácticas está asociado a la construcción de lo común y la transformación productiva de los disensos. En especial el correo electrónico grupal permite ver la manera como ciertas dificultades, molestias y malestares que tienen lugar fuera de la web, se proyectan a ella y pueden tener un desenlace constructivo para el colectivo. Las tensiones propias de la relación social directa, los rumores, las palabras de más o lo que hizo falta ser dicho, encuentran en las herramientas del ciberespacio maneras para resolverse. En ocasiones, en la interacción cara a cara, quedan pendientes aclaraciones sobre ciertas palabras, posturas o hechos, preguntas sobre puntos que suscitaron molestia, disculpas necesarias que no alcanzaron a hacerse presentes o explicaciones que no lograron decantarse como se hubiera querido. De modo que en espacios como el correo grupal, se llenan esos vacíos de la relación directa, se tramitan productivamente los conflictos internos y se fortalecen los vínculos humanos y la construcción siempre dinámica e inacabada de lo común.

Ahora bien, tales capas de lo comunicativo están asociadas al devenir de las acciones colectivas, que cuentan con momentos e intensidades variables de comunicación. La metáfora de las mareas o de la ola puede servir para pensar al respecto. Buena parte de las acciones colectivas de H.I.J.O.S. Bogotá comienzan a gestarse con intercambios comunicativos simples, pero veloces y crecientes, que inician en la web y luego saltan a las calles y espacios públicos. Las intervenciones “offline” (batucadas, actos de memoria, encuentros, etc.) son en sí mismas medios de comunicación de alta intensidad, con los que se posicionan demandas, se hacen exigencias o se orienta la atención hacia ciertas situaciones que motivan la indignación y el inconformismo. En este punto la ola se encuentra en el momento más alto pero solo termina su ciclo cuando despliega su energía en ondas comunicativas que “golpean” con fuerza a públicos extensos, a través de las mediaciones del ciberespacio que propician una visibilidad y circulación masiva de las acciones realizadas. Para ello son fundamentales las redes sociales y YouTube, pues las intervenciones suelen ser registradas y en corto tiempo ya están circulando fotografías, informaciones y videoclips por estos espacios.

Las redes sociales y YouTube funcionan como “agitadores”. Su rol es preponderante al momento de convocar o de contagiar a otros para que se sumen a ciertas causas, así como también, para generar un impacto emotivo en quienes no pudieron estar presentes en algún acontecimiento pero fueron alcanzados por la ola comunicativa del ciberespacio, que les muestra de manera explícita lo sucedido. Otras mediaciones como el blogs y la página web, operan como lugares de reposo y de condensación de energía. Allí hay ondulaciones comunicativas constantes pero su rol no es el de agitar o movilizar, sino el de mantener una presencia pública permanente, un lugar propio en el que se encuentra consignada la historia, las razones de ser y los contenidos más detallados sobre lo que se ha hecho, lo que se hace y lo que se espera hacer a favor de la memoria y en contra de la impunidad.

En la actualidad, la acción colectiva juvenil on/offline de H.I.J.O.S. entrelaza pluralidad de medios, mediaciones y lenguajes expresivos. La comunicación digital interactiva se complementa con formas de comunicación gráfica que no han sido desplazadas (piezas en físico, flayers, impresos); y el ciberactivismo, mucho más que un tipo de acción política que pueda ser pensada por diferencia u oposición a la del “mundo real”, agrupa múltiples prácticas de frontera que se mueven, se relacionan, interactúan, se auto-transforman, se reinventan y transitan de forma distribuida, horizontal y heterogénea (Rueda, 2011), entre los intersticios del mundo físico-virtual.

 

5. La comunicación en la acción colectiva juvenil de Contagio

Durante el periodo de tiempo en el que se elabora esta investigación, Contagio construye la relación comunicación-acción colectiva a partir de cinco líneas de intervención. La primera es la producción y emisión de cinco programas radiales: “Otra mirada”, “Hablemos alguito”, “Sonidos urbanos”, “Viaje literario”, “Sin olvido”. Los dos primeros permiten circular contenidos y hacer análisis en torno a múltiples temáticas de la vida política, económica, social y ambiental a nivel nacional e internacional. Con ellos es posible promover el pensamiento crítico y conocer miradas alternativas sobre los acontecimientos que en ocasiones aparecen desdibujados o descontextualizados en los grandes medios privados. En “Otra mirada” y “Hablemos alguito” hay espacio para las voces de las víctimas, de los estudiantes, de los trabajadores, de los campesinos, de las mujeres y de las minorías políticas y sexuales que suelen ser marginadas en las parrillas de programación de los medios dominantes.

Por su parte, en “Sonidos urbanos” se incorporan las voces juveniles y sus expresiones artísticas y musicales. En este programa se invita a distintas bandas para que hablen de su historia, sus características y sus formas de composición y autogestión. También comparten sus posturas sobre diferentes temas en especial relativos a la coyuntura nacional. Igualmente, en “Sonidos urbanos” se posibilita una relación interactiva con los oyentes, quienes pueden vía Twitter comunicarse con las bandas que están escuchando en vivo. Asimismo, desde un lenguaje informal que refleja las marcas juveniles del habla cotidiana, se incorpora la ciudad, las problemáticas urbanas y las anécdotas callejeras de los invitados. Sus historias hablan de violencia urbana, de represión policial, pero también de formas de apropiación de las calles, de los muros y los espacios, a través de los cuales se ejerce el derecho a la ciudad: el derecho a cambiarla y reinventarla de acuerdo a los propios deseos (Harvey, 2013). En el caso del programa “Viaje literario”, se apoya la poesía y la narración independiente, superando la concepción del arte como saber-hacer experto que circula en espacios prefigurados (museos, exposiciones, galerías) y es producido para el consumo y deleite de la élite. Por “Viaje literario” han pasado personas formadas y no formadas en literatura, poetas y narradores populares, estudiantes, jóvenes y adultos. Se trata de un espacio para la experiencia narrativa, para la creatividad, para los versos, para compartir el gusto y la vocación literaria. Acá no cabe la racionalidad logocéntrica o la pretensión de verdad. Es un lugar en el que se construyen sentidos a través de juegos lingüísticos y recursos expresivos que se complementan con ambientes sonoros sujetos a la sensibilidad de quien realiza la producción. Con este programa se toma un rumbo distinto al de los demás y se desbordan las temáticas cotidianas de trabajo. Más allá de los derechos humanos, de las violencias, de la impunidad, del territorio y de otros asuntos recurrentes abordados en Contagio, encontramos el lenguaje con sus recovecos, sus residuos, sus piruetas y sus figuras sensibles. Al trascender los contenidos regulares de Contagio que pueden interesan a un público muy concreto, con “Viaje literario” se logra llegar a sectores más amplios, plurales e intergeneracionales.

Con respecto al “Sin olvido”, más que un programa radial se trata de una estrategia de reconstrucción de memoria histórica que configura la segunda gran línea de intervención de Contagio. Esta estrategia se desarrolla mediante tres modalidades. La primera consiste en la movilización e incidencia pública en calles, plazas y eventos, en los que el cuerpo se convierte en una membrana social que logra articularse para producir sentido, para conformar el mensaje, Sin olvido, de letras negras sobre fondo naranja que a veces camina, a veces viaja en bicicleta y a veces simplemente descansa en algún lugar.

 

 

La segunda modalidad tiene que ver con la construcción de espacios de memoria en distintas comunidades que han padecido variadas formas de victimización, y que emprenden acciones colectivas de afirmación de sus derechos y de protección de sus vidas apelando a la historia, los legados y las memorias colectivas. La tercera modalidad está asociada al componente virtual y al ciberactivismo basado en la circulación de contenidos relacionados con crímenes de Estado y con la conmemoración de fechas en las que se produjo algún tipo de victimización. La acción política en el ciberespacio se apoya en un blog y en una cuenta de Twitter en la que día a día se publican los nombres y fechas de personas silenciadas a causa de sus pensamientos o de sus luchas.

Como señaló Urresti (comunicación personal, 17 de junio de 2014) “Twitter es el gran medio de la circulación” y no solo de la opinión como tiende a pensarse. En la cuenta de Twitter @SINOLVIDO, permanentemente se difunden imágenes, videos, contenidos informativos, enlaces (que conducen a los otros espacios de Contagio), denuncias públicas, preguntas reflexivas y frases alusivas a los lugares, victimarios, fechas y nombres y apellidos de las personas que fueron asesinadas o desaparecidas. Además, con las preguntas ¿dónde están? o fases del tipo “hoy recordamos a…” y “que aparezcan vivos porque vivos se los llevaron”, se mantiene latente el recuerdo de centenares de luchadores y luchadoras, y se promueve un ambiente de inconformismo e indignación favorable a la búsqueda de respuestas y a la construcción de iniciativas de paz.

La tercera línea de intervención de Contagio consiste en la difusión de columnas de opinión y la participación en alianzas que construyen pensamiento y opinión crítica por medio del trabajo conjunto y la acción en red. Las columnas de opinión, escritas por personas con perfiles diversos, expresan posturas sobre temáticas que no necesariamente están vinculadas con los derechos humanos, y promueven la libertad de expresión y la presencia pública de los posicionamientos de gente común, distinta a aquella que usualmente tiene “derecho a opinar” y a que sus pensamientos sean ampliamente publicitados. De la misma manera Contagio aboga por la libertad de expresión y la comunicación alternativa a través de redes y alianzas como la que intentó realizarse durante el año 2013, denominada Alianza de medios y periodistas por la paz. Esta alianza buscó visibilizar las voces marginadas y las propuestas de paz promovidas desde los territorios, para complementar y contribuir a las conversaciones adelantadas entre el gobierno nacional y las Farc en la Habana 10.

La cuarta forma de comunicación y acción de Contagio tiene que ver con la producción audiovisual y el cubrimiento de eventos en streaming. Aunque se realizan algunos documentales, la producción de videoclips ocupa un lugar central en las formas de intervención de esta experiencia organizativa, en gran parte debido a que se reconoce que las preferencias en el consumo y acceso a la información de los prosumidores mediáticos, tiende a orientarse hacia contenidos audiovisuales de corta duración a los que se accede vía redes sociales. Además de cortos, los contenidos buscan ser emocionalmente movilizadores, pues aquellos videos que cuentan con una fuerte carga emotiva son los que más atraen la atención y obtienen una mejor respuesta por parte de los internautas, lo cual propicia la apropiación del mensaje, la identificación y el “contagio afectivo” (Zibechi, 2006).

La cobertura de eventos en streaming favorece también una amplia sintonía y conexión con las audiencias. La posibilidad de acceder en tiempo real y sin descargas a sucesos de interés para ciertos públicos como son las movilizaciones, las cumbres agrarias, los encuentros de víctimas, los eventos de derechos humanos, entre otros, tiene por lo menos tres potencialidades. Primero, se redefinen los límites espaciales de tal forma que las distancias físicas no constituyen un impedimento para estar presente y sentirse partícipe de los sucesos que se desarrollan en otras ciudades o en otras localidades de la misma ciudad. Segundo, se promueve la democracia comunicativa en la medida en que se hace posible acceder a contenidos que usualmente no aparecen en los medios masivos que agencian los intereses económicos de sus propietarios. Tercero, se construye opinión crítica al permitir conocer los pormenores de distintos hechos (actos de memoria, eventos, marchas, etc.) sin las ediciones, omisiones, estigmatizaciones o tergiversaciones recurrentes en los medios masivos dominantes.

La quinta forma de intervención de Contagio son los procesos de formación en comunicación y derechos humanos. Por medio de estos procesos se promueven habilidades comunicativas y el manejo de distintas mediaciones. También se apuesta por la consolidación de redes de comunicadores populares productores de contenidos propios y administradores de espacios virtuales que permitan el intercambio, el apoyo mutuo y la colaboración. Actualmente, como resultado de estos procesos de formación, a través de radios comunitarias y de los medios disponibles en distintas regiones ya se construyen reportes y diferente material que narra sucesos del pasado y del presente desde las voces, miradas e intereses de las propias comunidades. También circula la producción radial de Contagio que poco a poco viene consolidando un discurso alternativo al de las cadenas radiales más escuchadas en los territorios, basado en los derechos humanos y el respeto por la vida.

Esta red de comunicadores populares pertenece a una experiencia más amplia denominada Conpaz: Comunidades construyendo paz en los territorios 11. En estas comunidades la comunicación propia y por medios alternativos viene asumiéndose como táctica central en la lucha cotidiana por defender la vida y el lugar. Se trata en este caso de una comunicación anclada al territorio, que continúa siendo una importante fuente de cultura e identidad. A pesar “de la dominante des-localización de la vida social, hay una corporalización y un emplazamiento de la vida humana que no puede negarse” (Escobar, 2010, p. 24). La comunicación se expresa en/desde el territorio, en tanto escenario de configuración de mundos simbólico-materiales y experiencias compartidas. Las prácticas comunicativas no se ejercen en abstracto o solo desde escalas globalizadas y desterritorializadas. Las prácticas comunicativas se expresan en los cuerpos y en las formas de apropiación, uso y defensa de localidades concretas que se realiza mediante estrategias de resistencia a las políticas hegemónicas de despojo y devastación.

En síntesis, Contagio construye la relación entre comunicación y acción colectiva por medio de las cinco líneas de intervención mencionadas y a través de pluralidad de prácticas que entran y salen de la web. En su conjunto, la producción de Contagio y su trabajo circula a través de distintas plataformas y herramientas del ciberespacio: una página web, dos blogs (Sin olvido y Conpaz), tres cuentas de Twitter (@contagioradio1, @ SINOLVIDO y @CONPAZ_), dos Fan Page de Facebook (de Contagio y de la Alianza de medios y periodistas por la paz), un canal de YouTube y canales ocasionales para streaming de audio y video. Todas estas plataformas están enlazadas y se refuerzan entre sí con el fin de fortalecer la visibilidad del trabajo que realiza Contagio dentro y fuera de la web.

 

6. Conclusiones

La acción colectiva juvenil en el mundo actual es predominantemente comunicativa, y se expresa a través de mediaciones en las que las tecnologías digitales y las herramientas de Internet desempeñan un papel central. Esto lo pude confirmar en las dos experiencias con las que trabajé, que desde luego no me permiten hacer generalizaciones ni es mi pretensión afirmar que lo que en ellas pasa, cobija a toda la acción colectiva juvenil independientemente del contexto, el tiempo o el lugar. Pero sí es posible arriesgar por lo menos una conclusión que se puede convertir en precaución analítica para futuros estudios. Es erróneo pensar que primero es la acción colectiva y luego vienen las prácticas comunicativas utilizadas para difundir o visibilizar determinada acción que se realizó. Por el contrario, el trabajo con H.I.J.O.S. Bogotá y con Contagio permite identificar que lo que tenemos son formas de comunica(c)ción, esto es, prácticas en las que la comunicación no es posterior a la acción, sino inherente a la misma.

La comunicación en lugar de ser solo un medio o un modo para comunicar lo realizado, es una instancia que configura la propia acción colectiva. Las organizaciones juveniles no actúan para luego pensar cómo comunican, pues lo comunicativo es constitutivo de la acción política, no una consecuencia de, o un efecto 12. El comunicar lo que se hace es parte de la acción, está incluido dentro de su lógica, dentro de la planeación y producción de las prácticas políticas. Además, lo comunicativo no solo es inherente a la acción sino que reconfigura la identificación de las experiencias políticas juveniles y su presencia pública.

H.I.J.O.S. y Contagio no son cinco, ocho, diez o más personas que se reúnen para sacar adelante determinada acción callejera. También son varias Fan Page de Facebook, cuentas de Twitter, blogs y páginas web. Estas plataformas no representan los canales creados y utilizados para visibilizar lo que hacen unas organizaciones previamente constituidas. Más bien, tales mediaciones son las organizaciones mismas que se coproducen en una relación imbricada entre lo real y lo virtual. Puede que detrás de las experiencias en ciertos momentos no estén sino dos o tres personas administrando las plataformas de la web, o que se pase mucho tiempo sin tener une presencia física en las calles. Sin embargo, esto no quiere decir que las experiencias “ya no existan” o que se hayan desvanecido, pues continúan como autoafirmación en la página web, como etiqueta, como tweet o como forma de presencia pública en las redes sociales, desde donde se preserva, construye, reconstruye y promueve la identificación e imagen colectiva. De modo que la comunicación no es exterior a la acción y al autorreconocimiento, sino que es su “interior constituyente”.

Así pues, podemos pensar la acción y la comunicación como dos caras de una misma moneda, que se articulan de formas distintas en cada una de las experiencias mencionadas pero que, en su trasegar complementario, las configuran y posicionan cada día más como voces imprescindibles y actores sociales centrales en la producción de políticas de la memoria contrahegemónicas, en la construcción de iniciativas de paz y en la promoción de cultura democrática desde la movilización social y la comunica(c)ción colectiva.

 

 


Notas

* Este artículo de investigación científica y tecnológica que pertenece al área de conocimiento de las Ciencias Sociales, subárea: antropología, se basa en la investigación desarrollada por el autor (COMUNICA(C)CIÓN. La comunicación en la acción colectiva juvenil: dos experiencias organizativas en la ciudad de Bogotá) desde el 1 de agosto de 2012 hasta el 30 de agosto de 2014, y que fue presentada para optar al título de Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud (Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud-CEANJ-, Universidad de Manizales-Cinde).

1 http://www.contagioradio.com/

2 Las investigaciones que transitan entre los mundos físicos y el ciberespacio invitan no solo a superar la falsa dicotomía entre lo “real” y lo “virtual”, sino también a redefinir la noción de “campo” asociada al trabajo de campo de la etnografía tradicional. Pistas al respecto se encuentran en las etnografías “on/offline” (Juris, 2005, 2007, Sade-Beck, 2004) y en las etnografías virtuales (Jones, 1999, Hine, 2000, Mason, 2001, Schaap, 2002).

3 Comparto con Tischler y Navarro (2011) que las colectividades autoorganizadas muchas veces vivencian temporalidades anticapitalistas como forma de expresión de su autonomía, que no es otra cosa que existencia emancipada frente al poder del capital.

4 Agrupación musical con raíces profundas en la movida Redskin de Bogotá e influencias del punk de izquierda. Cuenta con varias producciones musicales y con numerosas canciones que transitan entre el rock, el punk, el ska, el hardcore e incluso el reggae. Varios de sus integrantes, al mismo tiempo han hecho parte o hacen parte de H.I.J.O.S.

5 Nombre artístico de Antonio Erik Arellana Bautista, integrante de H.I.J.O.S Bogotá, dirigente de la Fundación Nydia Erika Bautista para los DD.HH e hijo de la militante del M-19 Nydia Erika Bautista, desaparecida y asesinada por la inteligencia militar en agosto de 1987. Chico Bauti cuenta ya con varias recopilaciones poéticas.

6 Las cartas de la memoria y de la impunidad hacen parte de la serie titulada “Cartas para algo más que un juego”. Se trata de piezas comunicativas que Alejandra Gaviria S., integrante de H.I.J.O.S. en Bogotá, ha puesto al servicio del pensamiento, la acción y la identidad del colectivo. Se pueden consultar las cartas de la memoria y de la impunidad en los siguientes enlaces: http://goo.gl/uuN3VD - http://goo.gl/qGkc60 Para ampliar la información al respecto ver: http://goo.gl/Th1z2P.

7 1) http://goo.gl/r7BPLO 2) http://goo.gl/vF5Vgf 3) http://goo.gl/ qJGe1L

8 @hijosenBogota

9 Respectivamente: http://hijosenbogota.blogspot.com.ar/ - http://www.hijosbogota.org/-http://goo.gl/AlMc6p

10 Se puede encontrar un poco más de información al respecto en Aguilar-Forero y Muñoz (2013) o consultar el espacio en Facebook de la Alianza: https://goo.gl/0f5MJr

11 Conpaz está conformada por familias, comunidades y organizaciones rurales, afrodescendientes, indígenas, mestizas y mulatas de los departamentos de Antioquia, Atlántico, Cauca, Chocó, Putumayo, Magdalena, Meta, Nariño y Valle, que han padecido distintas formas de violencia y cuentan con el acompañamiento de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. Se trata de una red de apoyo mutuo, de colaboración y de confianza entre comunidades que habitan en medio del conflicto armado interno, que ponen en marcha mecanismos de protección no violenta de los territorios y que trabajan, desde el deber de la memoria, por la afirmación de los derechos a la verdad, la educación, la salud, la comunicación y por supuesto, la consecución de la paz con justicia social y ambiental. Ver el blog de la red: http://comunidadesconpaz.wordpress.com/

12 En opinión de Pablo Vommaro (comunicación personal, 26 de junio de 2014), los partidos políticos o las formas tradicionales de hacer política todavía están pensando que primero se hace algo y después se comunica, para captar adhesiones o tener algún efecto, cuando la lógica emergente es que lo comunicativo configura las prácticas políticas. Aunque coincidimos en esta lectura, considero que inclusive los movimientos y partidos políticos se están “juvenilizando”, pues son jóvenes quienes comienzan a manejar los espacios virtuales de las organizaciones tradicionales y a permear sus prácticas de los sentidos emergentes en los que la comunicación no es ajena o posterior a la acción.

 


 

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    Referencia para citar este artículo: Aguilar-Forero, N. J. C. (2016). COMUNICA(C)CIóN. La comunicación en la acción colectiva juvenil: dos experiencias organizativas en la ciudad de Bogotá. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 14 (2), pp. 1331-1344.

 

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