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Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

Print version ISSN 1692-715XOn-line version ISSN 2027-7679

Rev.latinoam.cienc.soc.niñez juv vol.17 no.2 Manizales July/Dec. 2019

https://doi.org/10.11600/1692715x.17211 

Estudios e Investigaciones

Niños, niñas y adolescentes de circuito: entre la precariedad y la frontera, México*

Circuit children and adolescents: between precariousness and the border, Mexico

Meninos, meninas e adolescentes de circuito: precariedade e fronteira, México

Jesús Peña Ph.D 1  

Enrique García-Mendoza 2  

1 Profesor El Colegio de la Frontera Norte, México. Doctor en Investigación en Ciencias Sociales con mención en sociología por la Flacso México, Profesor-investigador del departamento de estudios de población de El Colegio de la Frontera Norte. Orcid: 0000-0003-1212-9058. Índice H5: 0. Correo electrónico: jesuspena@colef.mx

2 El Colegio de la Frontera Norte, México. Maestro en Desarrollo Regional por El Colegio de la Frontera Norte. Índice H5: 0. Correo electrónico: agarciammdr2016@colef.mx


Resumen (analítico)

Analizamos los factores que promueven la incursión de menores de edad a mercados laborales ilícitos en la frontera norte de México. Se analiza el caso de los niños, niñas y adolescentes de circuito. Llevamos a cabo una revisión bibliográfica, hemerográfica, así como desarrollamos y aplicamos indicadores de desarrollo social en una de las regiones de mayor incidencia del fenómeno y realizamos entrevistas a actores clave en la atención institucional a esta población.

Concluimos que este fenómeno tiene un origen multifactorial, pero con un trasfondo geográfico y de deficiencias en desarrollo social con una visión incluyente de la niñez y la adolescencia.

Palabras-chave: Desarrollo social; crimen organizado; infancia; migración internacional; adolescencia; frontera; México. Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco.

Abstract (analytical)

In this study the authors explore the factors that promote the involvement of children and adolescences in illicit labor markets in Mexico’s northern border region. The study analyses cases from the population known as circuit children and adolescents. The research includes bibliographic, hemerographic, and statistical analyses, as well as the application of social development indicators in one of the regions that has the highest concentration of cases. The study also included interviews with key informants who provide institutional assistance to this population. The authors conclude that there are multiple factors that contribute to the insertion of minors in illicit labor markets. These can be traced to geographic conditions and a lack of social development that has an inclusive vision for children and adolescents.

Keywords: Social development; organized crime; childhood; international migration; adolescence; border; Mexico.

Resumo (analítico)

Este artigo analisa a relação entre as condições de desenvolvimento social e a incursão de menores de idade em mercados de trabalho ilícitos na fronteira norte do México. Analisa-se o caso de meninos, meninas e adolescentes de circuito. Realizou-se uma revisão bibliográfica, hemerográfica, desenvolveram-se e aplicaram-se indicadores de desenvolvimento social em uma das regiões com maior incidência do fenômeno, e realizaram-se entrevistas com atores-chave no atendimento institucional dessa população. Concluiu-se que esse fenômeno tem origem geográfica e multifatorial, mas com um pano de fundo de deficiências no desenvolvimento social com visão inclusiva da infância e adolescência.

Palavras-chave: Desenvolvimento social; crime organizado; infância; migração internacional; adolescência; fronteira; México.

Introducción

Los poco más de tres mil kilómetros de franja fronteriza que México y Estados Unidos comparten conforman una región vasta y heterogénea con diferencias regionales importantes. Sin embargo, algunas de sus regiones comparten rezagos notables en materia de desarrollo social, viéndose más afectadas las ciudades donde la población ha crecido a un ritmo acelerado debido a la migración nacional e internacional. De manera similar, la región es asechada por violencia relacionada con el crimen organizado debido a su importancia para el tránsito de drogas ilícitas y de personas hacia Estados Unidos. Estas actividades forman parte de una economía internacional y un mercado laboral regional que conjuga elementos lícitos e ilícitos imbricados de manera que no siempre es clara su división; al igual que no siempre resulta clara la naturaleza y motivos de los actores que participan. Las redes criminales que operan en esa región están en constante búsqueda de modos de operar para lograr una ventaja significativa a la hora de llevar a cabo sus actividades.

En décadas anteriores, el cruce irregular hacia Estados Unidos estaba ligado a la figura del «pollero» o «coyote» para referirse a la persona que guiaba y transportaba a las personas migrantes durante el cruce. Sin embargo, en tiempos recientes se tiene el conocimiento que los grupos del crimen organizado han buscado asumir el control del tráfico de migrantes en la frontera México-Estados Unidos. Con una frontera sur estadounidense cada vez más vigilada en cuestiones de control migratorio y una política migratoria con castigos más severos para quienes son atrapados cruzando de manera irregular, surgen nuevos mecanismos por parte del crimen organizado con la finalidad de facilitar la actividad de tráfico de drogas y personas. Una de ellas consiste en emplear menores de edad debido a que son sujetos a penalizaciones menores que un adulto por parte de las autoridades estadounidenses. Esta población es conocida como niños, niñas y adolescentes de circuito (Nnac). En contraste con los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, los Nnac no buscan cruzar la frontera con fines de reunificación familiar o solicitar asilo, sino que lo hacen con la finalidad de asistir en el cruce de personas y drogas participando así en redes de actividades ilícitas. Este fenómeno no es en sí un fenómeno migratorio. Incluso se puede considerar más en las líneas de movilidad transfronteriza. Sin embargo, su reproducción está ligada y depende directamente a los flujos migratorios internacionales presentes en la frontera norte de México. Los Nnac se han convertido en actores clave para facilitan la migración irregular de trabajadores que necesitan los mercados laborales de Estados Unidos. La incursión laboral de los Nnac en la «industria de la migración» se ha tornado determinante para que se lleven a cabo este tipo de actividades ilícitas, apoyándose en redes de traficantes de personas, aumentado su rentabilidad (Moreno-Mena & Avendaño-Millán, 2015).

Las investigaciones sobre los Nnac son relativamente nuevas con relación al acervo de estudios sobre niñez migrante en la frontera México-Estados Unidos. Como menciona Mancillas (2009), el estudio de la migración infantil de México a Estados Unidos carecía de relevancia en comparación de la migración de personas adultas, ya que se tenía la idea de que los menores de edad migraban siguiendo los pasos de sus padres o tutores inmersos en procesos migratorios. Su importancia era evidenciada solamente en su rol de víctimas pasivas dentro del proceso migratorio, en particular cuando se trataba de niñez migrante no acompañada. En un inicio, se contemplaba a esta población migrante como homogénea. Por lo que en sus inicios, el estudio de Nnac fue abordado dentro de los marcos teórico-conceptuales de la migración de niños, niñas y adolescentes no acompañados lo que obstaculizó su identificación como un fenómeno con sus propias características. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que se reconociera que se trataba de un fenómeno con características únicas e inéditas. No sabemos con certeza desde hace cuánto tiempo los Nnac han participado de manera sistemática y cuantiosa en el cruce de personas y drogas hacia Estados Unidos. Fue hasta principios de la década del dos mil que el fenómeno fue identificado y comenzó a ser investigado aparte de la niñez migrante no acompañada.

Una primera generación de estudios sobre Nnac logró importantes avances en identificar, caracterizar y darle visibilidad al tema en la agenda académica y de política pública. Estos estudios fueron principalmente de carácter descriptivo y exploratorio. Tal es el caso del estudio realizado por Cordero (2014) que identifica los Nnac como un «grupo nuevo» para las instituciones que atienden y protegen a la niñez migrante. De manera similar, el trabajo de Moreno-Mena y Avendaño-Millán (2015) buscaba hacer visible el fenómeno con miras a renovar los marcos de protección de las autoridades migratorias. Por otro lado, se encuentran los estudios de Misael Hernández-Hernández (2012, 2017), que aportan profundidad sobre el fenómeno desde la perspectiva del actor al incorporar testimonios y vivencias de los propios Nnac, además pone sobre la mesa de debate el papel que los regímenes ilícitos juegan en el desarrollo de la actividad.

Otra parte importante del conocimiento sobre Nnac ha sido generado por asociacionesciviles e instituciones de gobierno dedicadas a la atención de la niñez. Desde el gobierno, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Ciudad Juárez, ha contribuido al conocimiento y atención del fenómeno a través del Centro de Seguimiento y Monitoreo de Niñas, Niños y Adolescentes de Circuito (Cesemonnac). Este centro comenzó a operar en el año 2007 con el objetivo de atender a menores de edad que estuvieran involucrados en actividades de tráfico de personas y drogas en Ciudad Juárez. El personal que labora en el Cesemonnac busca identificar a las niñas, niños y adolescentes que realizan actividades de circuito para distinguirlos de la población migrante de menores de edad y así poderles dar una atención especializada. Estudios recientes han sido elaborados por asociaciones civiles como es el caso de Derechos Humanos Integrales en Acción (2017) el cual de manera más específica se concentra en el fenómeno de menores de circuito de en Ciudad Juárez. Este estudio realiza un acercamiento de mayor profundidad acerca de las condiciones en las que viven estos menores en cuestiones de desarrollo y la importancia de la atención institucional para lograr el desarrollo humano de estos menores.

Dentro de la literatura sobre el tema, no existe un consenso sobre la definición de «menor de circuito». No obstante, se pueden identificar algunos elementos en común como el hecho que se refiere a un grupo de menores de edad que residen en ciudades fronterizas del norte de México, que cruzan la frontera México Estados Unidos de manera irregular con la finalidad de asistir en el cruce de personas o drogas para luego regresar de manera voluntaria o por deportación a México provocando que se encuentren en un «circuito» de ir y venir entre las dos fronteras. Algunas definiciones se han aportado desde la academia y otras provienen de personas que laboran en instituciones del gobierno o sociedad civil. En la construcción de un concepto común, nos parecen cruciales los aportes del gobierno y sociedad civil orientados en avanzar hacia una definición en acorde con el respecto de sus derechos de niñas y adolescentes, evitando la criminalización o estigmatización de sus actividades, así como la construcción de identidades juveniles desacreditadas. Por ejemplo, se ha intentado abandonar el uso de palabras como «polleritos» o «coyotitos». Gilberto Solís (2018) un funcionario público que ha trabajo con esta población por más de diez años, define a esta población como:

niños y niñas que son originarios de la frontera y viven en un circuito de ir y venir entre los dos países. El concepto se ha aterrizado en una población más pequeña que son los niños, niñas y adolescentes que de alguna forma están siendo facilitadores del cruce de personas, a lo que anteriormente se les llamaban guías o menores polleros. (Gilberto Solís, comunicación personal, 20 de febrero de 2018)

Los estudios revisados para esta investigación coinciden en que los Nnac viven en condiciones de extrema vulnerabilidad social y económica. Según la bibliografía especializada y las personas entrevistadas en esta investigación, identificamos cinco características entre los Nnac: 1) La situación geográfica es importante, ya que en su gran mayoría viven cerca de la franja fronteriza de México-Estados Unidos; 2) sus actividades están ligadas con grupos del crimen organizado, y en algunos casos el acercamiento de los menores de edad con el crimen organizado se da a través de familiares; 3) son en su mayoría hombres entre los doce y diez y siete años; 4) muestran altos índices de consumo de drogas y de deserción escolar; y 5) la mayoría proviene de familias monoparentales.

La frontera norte de México ha sido un lugar propicio para actividades ilícitas como el tráfico de drogas y personas, lo que ha generado constante violencia y pérdida de vidas humanas, en particular de personas jóvenes (Monárrez, 2012). Las pandillas y el crimen organizado son una realidad de la región que traen consigo vulnerabilidad permanente para sus habitantes, en especial la juventud (Velázquez-Vargas, Acosta, Almada-Mireles, Almada-Mireles, Corral, Castillo, & Ampudia, 2009). La asociación narrativa y conceptual de juventud y criminalidad es problemática ya que refuerza estereotipos negativos y distrae la atención de las causas estructurales que llevan a las personas jóvenes a cometer actividades ilícitas. Como comenta Valenzuela (2015), entender los procesos sociales que derivan en la posibilidad de que miles de jóvenes sean asesinados, implica colocar estas muertes en escenarios sociales más amplios que incluyen procesos de precarización económica y social, la estigmatización y construcción de grupos, sectores o identidades juveniles desacreditadas y la construcción de cuerpos-territorios juveniles como ámbitos privilegiados de la muerte, el narcomundo y el despliegue de corrupción, impunidad, violencia y muerte.

En la frontera norte de México, esos procesos sociales son producto en parte del acelerado y espontáneo crecimiento demográfico, producto de la inmigración nacional e internacional, que han experimentado algunas ciudades fronterizas como Ciudad Juárez. Este tipo de crecimiento ha hecho de la planeación urbana una actividad insostenible, generando la concentración de población de bajos ingresos en áreas con grandes rezagos socioeconómicos y, en cuestión de infraestructura pública, carencia de escuelas, áreas verdes y recreativas (Brugués et al., 2010). De esta población, cerca del 130 % corresponde a niños niñas y adolescentes que están expuestos a grandes rezagos en distintos rubros como educación, salud, cultura y recreación, por lo que es común encontrar niños, niñas y adolescentes que se insertan en mercados laborales ilícitos e ilegales y en muchos casos realizando trabajos de alto riesgo (Derechos Humanos Integrales en Acción, 2017).

Los estudios sobre Nnac coinciden en que esta población se concentra en sectores urbanos colindantes con la línea fronteriza con altos niveles de precariedad de vivienda y servicios públicos. En el caso de Ciudad Juárez, Cordero (2014) identifica los sectores de Rancho Anapra, Puerto Anapra y Felipe Ángeles como los puntos de concentración del fenómeno. No obstante, ninguno de estos estudios ha profundizado en el análisis de las condiciones de vida de los hogares que cuentan con algún Nnac. En ese sentido, es importante mencionar que la literatura e informes recientes sobre Nnac, si bien no ha buscado centran su atención en condiciones estructurales en la que se encuentran estos menores y sus familias, mencionan que viven en condiciones de precariedad socioeconómica y en entornos de violencia asociados a regímenes ilícitos que normalizan comportamientos delincuenciales. Esta literatura sugiere una relación entre nivel de desarrollo social y la presencia de familias que adoptan estrategias de sobrevivencia que involucran el trabajo de menores de edad en actividades de cruce de personas y drogas hacia Estados Unidos.

Con esto en mente, nuestro estudio toma como base teórica el desarrollo social desde una dimensión macro estructural, con un aterrizaje en un nivel meso tomando en cuenta las condiciones de precariedad presentes en ciertos sectores de la población y las estrategias que emplean para alcanzar su bienestar. En términos teóricos nuestro acercamiento macro parte de un concepto relativamente reciente sobre desarrollo social¿ propuesto por Midgley (2013). Entendemos al desarrollo social como un proceso planeado de cambio social, designado para promover el bienestar social de la población dentro de un contexto de desarrollo dinámico multifacético; esto quiere decir que el proceso busca modificar las condiciones estructurales existentes para que pueda existir una mejora continua de las condiciones sociales y condiciones de vida de toda la población en aspectos como el acceso a la educación, salud, alimentación, empleo, vivienda, seguridad social; implica reducir condiciones de desigualdad, marginación y pobreza, donde la participación del Estado es crucial para coordinar y dirigir a las diferentes instituciones y actores sociales con la finalidad de lograr las metas del desarrollo. En el nivel macro se ubican proyectos de desarrollo social como la agenda creada por Naciones Unidas referentes a las metas del milenio las cuales han sido adoptados por gobiernos en sus planes de desarrollo.

Es importante señalar la diferencia conceptual entre desarrollo social y desarrollo económico. Consideramos que desarrollo social implica un proceso social de mejora continua para procurar mejores condiciones que permitan alcanzar el desarrollo humano de los individuos. Por otro lado, el crecimiento económico implica el crecimiento de indicadores de corte macroeconómico. Esta distinción nos parece clave ya que buscamos referencias teórico-conceptuales que lograran captar la realidad de nuestra región de estudio. Consideramos que la frontera norte de México es una región que ha gozado de altos índices de desarrollo económico en relación con otras regiones de México, pero que no se ha reflejado en enmendar los rezagos importantes en infraestructura pública y mejora de la calidad de vida de sectores importantes de su población.

En el nivel meso ubicamos a la ciudad, como un espacio donde se manifiestan las desigualdades socioeconómicas y exclusión social que producen y reproducen las diferentes estrategias de vida de su población. Para este nivel analítico, nuestro referente conceptual es la subsistencia (livelihood). De Haas (2010) define subsistencia como como una acción que busca combinar actividades grupales para asegurar, mantener o mejorar su calidad de vida. Estas acciones se basan en estratégicas referentes al acceso a ciertos bienes, percepción de oportunidades y aspiraciones de los individuos. La perspectiva de subsistencia nos permitió aterrizar nuestra discusión sobre desarrollo social en las estrategias de supervivencia que los hogares adoptan para solventar las carencias estructuras de desarrollo social acceso a servicios públicos, mercados de crédito, atención institucional y oportunidades de desarrollo humano, entre las cuales se incluye aumentar las fuentes de ingreso por medio de la incursión de miembros adicionales del hogar al mercado laboral.

Con este en mente, llevamos a cabo un estudio que profundizara en las condiciones de desarrollo social en los sectores donde se ha identificado la presencia de hogares con Nnac. La pregunta que buscamos contestar fue: ¿cuáles factores de desarrollo social de la frontera norte de México influyen para que algunos hogares adopten estrategias de subsistencia como las actividades de tráfico y trata de personas donde los principales actores son menores de edad? Para su respuesta nos dimos a la tarea de generar datos que nos permitieran analizar y comparar las condiciones de infraestructura y precariedad de los sectores donde habitan los Nnac con relación a otros sectores de población en la frontera norte de México. Con esto, buscamos complementar los estudios sobre Nnac utili zando teorías y técnicas de análisis desarrollo regional que permitieran analizar el desarrollo social desde una dimensión macro y su aterrizaje en un nivel de análisis meso que tome en cuenta las condiciones de bienestar o desarrollo determina las posibilidades de alcanzar el desarrollo humano.

Método

Aunque existe evidencia de que los Nnac se encuentran a lo largo de toda la frontera norte de México, este estudio se focalizó en Ciudad Juárez, Chihuahua. Elegimos esta ciudad debido a que desde hace más de diez años cuenta con datos sobre los Nnac, así como con el único programa de atención institucional en todo México especializado para atender la problemática. Se trata de un programa desarrollado a inicios de 2007 por el gobierno estatal conocido como Centro de Seguimiento y Monitoreo de Niñas, Niños y Adolescentes de Circuito (CSMNNAC), el cual consiste en atender de manera integral a Nnac con un énfasis en el restablecimiento de sus derechos y desarrollar de sus capacidades. Por lo que consideramos que en esta ciudad podíamos encontrar una mayor riqueza de datos que en otras partes de la frontera norte de México. Realizamos una metodología mixta. La parte cualitativa de nuestro trabajo consistió en hacer entrevistas semiestructuradas a informantes clave. Entrevistamos personas que desde el gobierno o la sociedad civil organizada han atendido a los Nnac, en algunos casos se trata de personas con más de diez años de experiencia en el tema. Entrevistamos a titulares de cinco de las principales instituciones dedicadas a la atención de niños niñas y adolescentes en Ciudad Juárez. Realizamos un análisis de las actividades y datos generados por el Centro de Seguimiento y Monitoreo de Niñas, Niños y Adolescentes de Circuito (Cesemonnac).

Realizamos nuestro trabajo de campo de febrero a marzo de 2018. Por cuestiones éticas acerca de la protección de la identidad y protocolos de seguridad implementados por autoridades locales para la protección de NNA, decidimos no buscar entrevistar a Nnac.

De la valoración de los datos recabados, identificamos el sector llamado Asociación Nacional de Productores Agrícolas (mejor conocido por sus iniciales como Anapra) como el lugar de mayor incidencia del fenómeno. Procedimos a aplicar estrategias cuantitativas para caracterizar mediante indicadores tradicionales de desarrollo social las condiciones de los hogares en Anapra y compararlas con el resto de la ciudad. Para esto, construimos un modelo de análisis cuantitativo con datos de las 33 Agebs1 que conforman Anapra a través de datos censales recabados por el Instituto de Estadística y Geografía (2010). Esto representa una población de 28 025 personas de las cuales 22 % es población infantil.

Buscábamos datos que nos permitieran caracterizar la condición socioeconómica de la población establecida en los Agebs en Anapra. Por lo que seleccionamos cinco indicadores que se referían a nuestro concepto de desarrollo social: 1) acceso a servicios médicos, 2) viviendas con suelo de tierra, 3) viviendas sin drenaje, 4) viviendas sin acceso a internet y 5) población ocupada. Por medio de técnicas de análisis regional se pretendió contextualizar la realidad en la que viven las personas de Anapra, zona de Ciudad Juárez de donde provienen la gran mayoría de los menores de circuito. Para nuestro análisis de indicadores seleccionados, empleamos el cociente de localización Qlij, que es utilizado para identificar el nivel de localización y especialización de una actividad en un sector geográfico. Las medidas de localización tienen la finalidad de identificar patrones de concentración o dispersión espacial y las medidas de especialización se centran en analizar las estructuras productivas regionales con la finalidad de analizar el grado de especialización y diversificación entre periodos. En conjunto, estos indicadores nos permiten identificar patrones de distribución espaciales de ciertas actividades. Por ejemplo, el cociente de localización de población ocupada muestra la concentración o dispersión de personas económicamente activas que no cuentan con una remuneración fija o determinada o cuyas actividades no cubren una tercera parte de la jornada laboral.

Resultados

Según los expertos y expertas consultados para este estudio, las condiciones de precariedad y bajo desarrollo social son un factor importante para que en los hogares se decida integrar a los miembros menores de edad en el mercado laboral, incluyendo actividades ilícitas (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2015). En la frontera norte de México, los menores de edad son víctimas de las condiciones precarias en las que viven y de bandas delictivas, formadas en su mayoría por otros jóvenes, que los y las reclutan para realizar actividades ilícitas. En un principio se tenía conocimiento que sus actividades se limitaba al tráfico de personas y de drogas, pero investigación realizada recientemente han identificado otras actividades dentro de las redes de tráfico de personas y drogas asumiendo roles de vigilancia o de distracción de la patrulla fronteriza para que sus compañeros puedan cruzar sin problema alguno y como reclutadores de otros menores de edad (Sánchez, Navarrete, Loera, & Zavala, 2017).

Las ganancias que obtienen los Nnac son un factor importante para realizar la actividad. Los ingresos de los Nnac varían de acuerdo con el número de personas que cruzan, la distancia que recorren y la función que desempeñan. El promedio de pago que reciben es de 50 a 80 dólares por persona que cruzan. Algunos Nnac llegan a alcanzar ganancias semanales de 700 dólares. No obstante, existen otros factores no económicos igual de importantes. A través de la incursión en estas actividades los Nnac buscan satisfacer también necesidades simbólicas. Es decir, las causas estructurales de este fenómeno son de orden económico, pero a la vez impactan en las subjetividades referentes a relaciones de poder matizadas por género, edad y posición social. Se trata tanto de una aspiración personal como de una necesidad económica anclada en una cultura masculina que impone que son los hombres quienes deben de trabajar para poder ser reconocidos como tales (Hernández-Hernández, 2012). Como lo explica Nateras (2014), los menores de edad y jóvenes han encontrado en las pandillas o grupos del crimen organizado un sitio en el cual pueden acceder a prestigio y reconocimiento social a través del imaginario social que representa la portación de armas, drogas, joyas o autos. El hecho que los menores de edad se involucren con pandillas o bandas por lo general está asociado con delitos y violencia. Este tipo de asociaciones puede ser origen de actos vandálicos, delincuencia y violencia, pero sirven también como mecanismos de socialización ante los limitados espacios públicos de recreación, exclusión social y otras limitantes que condicionan su participar en la vida social de sus comunidades (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2015).

De acuerdo con los datos obtenidos del Centro de Seguimiento y Monitoreo de Niñas, Niños y Adolescentes de Circuito (Cesemonnac), de 2012 a 2017 se registraron en Ciudad Juárez 642 casos (ver figura 1). La reincidencia no es muy común. Solamente un 18 % de los Nnac realizan el circuito en más de una ocasión. Según datos recabados por Cesemonnac, algunos Nnac los motiva la aventura de la experiencia de conocer un país que de otra manera probablemente jamás tengan la oportunidad de conocer; otros y otras lo hacen por cuestiones de solidaridad al acompañar a otro menor de edad que le pidió compañía (figura 2). Por otro lado, también existe evidencia que sugiere que algunos Nnac son obligados por parte del crimen organizado, llegando al punto de amenazar a familias enteras con el propósito de seguir utilizando al menor de edad. No se sabe con certeza si los Nnac son parte de la estructura criminal o solamente se les asignan actividades que son de utilidad para los grupos del crimen organizado. Gutiérrez (2018) menciona que en algunos casos se trata de reclutamiento forzado por parte del crimen organizado.

Nota. Elaborado con datos de CSMNNAC, 2012-2017.

Figura 1 Casos registrados, edad promedio y sexo de Nnac en Ciudad Juárez, 2012-2017 

El grupo de especialistas consultado coincide en que las actividades de los Nnac, como estrategia de subsistencia, forman parte del ingreso del hogar familiar. Al respecto, Flores (2018) menciona que es una forma mediante la cual los hogares buscan acceder a un dinero en efectivo rápido y, aunque esta no resuelve problemas de precariedad, sí resuelve problemáticas inmediatas referentes a alimentos, servicios básicos o medicamentos (José Luis Flores, comunicación personal, 12 de febrero de 2018). En otros casos, actividad de tráfico de personas y de drogas se remonta a una actividad generacional, donde anteriormente eran los abuelos, padres, tíos o primos quienes eran los encargados de llevar acabo esta dinámica; sin embargo, después de que las sanciones se hicieran más fuertes por parte de las autoridades estadounidenses, encontraron una oportunidad en los menores de edad, ya que estos no están sujetos a penas mayores.

Nota. Elaborado con datos de CSMNNAC, 2008-2016.

Figura 2 Distribución porcentual de los motivos por los que los Nnac realizan actividades de circuito en Ciudad Juárez, todos los casos desde 2008 

Otro factor que debemos contemplar dentro del desarrollo de esta actividad es la estructura familiar. Los datos recabados de las entrevistas apuntan a una relación entre las condiciones socioeconómicas de las familias y la incursión de menores de edad en actividades de tráfico de personas y drogas. Como comenta Oscar Hernández-Hernández:

Hemos identificado que son chicos residentes en colonias o sectores populares y que, en algunos casos, las familias saben que se dedican a este tipo de actividades porque a partir de ellas contribuyen a la economía familiar (Comunicación personal, 10 de febrero de 2018).

Con base en las bases de datos del Cesemonnac, identificamos los sectores de la ciudad donde había mayor concentración de Nnac y seleccionamos el de mayor incidencia. Se trata de un sector conocido con el nombre de Asociación Nacional de Productores Agrícolas (Anapra), compuesto por las colonias La Conquista, Oasis, Rancho Anapra y Lomas de Poleo. Por su ubicación en el límite fronterizo, este sector ha sido un punto estratégico para la llegada y tránsito de flujos migratorios hacia Estados Unidos desde su creación hace cerca de cincuenta años. Anapra se formó en gran parte de población inmigrante que llegaban a la región con la intención de migrar a Estados Unidos. Hasta la fecha, Anapra sigue siendo un punto de conexión donde los migrantes buscan espacio y apoyo para el cruce ilícito. En la opinión de Flores, Anapra es un bastión donde la actividad migratoria se desarrolla dentro de una gran concentración de pobreza y sin acceso a los servicios públicos necesarios para alcanzar un mínimo desarrollo (José Luis Flores, comunicación personal, 12 de febrero de 2018).

Una vez definida la región de análisis, procedimos a aplicar técnicas de cociente de localización para identificar el nivel de concentración de personas sin acceso a servicios básicos en Anapra con relación al resto de la ciudad. Encontramos para el acceso a servicios médicos un coeficiente de localización de 0.8129, lo que indica que existe una alta concentración de población en la zona de Anapra que no cuenta con acceso a servicios médicos en relación a la población total de Ciudad Juárez. De una población de 325 215 personas sin acceso a servicios médicos en Ciudad Juárez, 5562 de estas vive en alguna de las Ageb que conforman Anapra (Figura 3).

Nota. Elaborado con en QGIS, con datos del Inegi (2010).

Figura 3 Mapa coeficiente de localización de Ageb sin servicios médicos en Anapra 

En el caso de las características de las viviendas, encontramos una alta concentración de viviendas sin piso firme y sin drenaje. En Anapra se concentran 6878 viviendas con piso de tierra, arrojaron un coeficiente de 4.11 y las 3542 viviendas sin drenaje representan aún mayor concentración en Anapra con un índice de 10.79 (figura 4 y 5 ).

Nota. Elaborado en QGIS, con datos del Inegi (2010).

Figura 4 Mapa coeficiente de localización de viviendas con piso de tierra en las Ageb que conforman Anapra 

Nota. Elaborado en QGIS, con datos del Inegi (2010).

Figura 5 Mapa coeficiente de localización de viviendas sin drenaje en las Agebs que conforman Anapra 

Respecto a viviendas sin acceso a internet encontramos un cociente de localización de 0.28 lo que indica que el número de viviendas con acceso a internet en Anapra es similar que en el resto de la ciudad (figura 6). Por lo tanto, concluimos que en Anapra se concentra viviendas en condiciones de mayor precariedad, con excepción del acceso a servicio de internet ya que la conectividad de internet en Anapra es muy similar a la de Ciudad Juárez.

Nota. Elaborado en QGIS, con datos del Inegi (2010).

Figura 6 Mapa coeficiente de localización de viviendas sin acceso a internet por Ageb en Anapra 

Pasando al cociente de localización que involucra población económicamente activa en la desocupación obtuvimos un resultado de 1.07; lo que a nivel individuo representa 34 145 personas en condiciones de trabajar que están desocupadas en las Agebs que conforman la zona de Anapra (figura 7). Cabe señalar que este problema de desocupación tiene que ver más con las condiciones de empleo y no tanto con la falta de vacantes laborales.

Flores menciona que en su mayoría las familias en Anapra se encuentraran en situaciones de gran precariedad, compuestas, extensas y con mujeres jefas de hogar (José Luis Flores, comunicación personal, 12 de febrero de 2018). Farlat (2018) concuerda con que en general las familias que viven en Anapra enfrentan un ambiente de gran adversidad ya que muchas de estas familias no disponen de apoyo para el cuidado de sus hijos ya que ambos padres trabajan y en algunos casos hasta realizan jornadas laborales dobles para afrontar gastos no contemplados como enfermedades o accidentes. De igual forma menciona que las fuentes de empleos se encuentran lejos de Anapra lo que dificulta aún más que los padres o jefes de familia puedan disponer de tiempo para atender a sus hijos (Carolina Farlat, comunicación personal, 3 de febrero de 2018).

Nota. Elaborado en QGIS, con datos del Inegi (2010).

Figura 7 Mapa coeficiente de localización de población desocupada por Ageb en Anapra 

Discusión

El fenómeno de niños, niñas y adolescentes involucrados en el tráfico de drogas y personas en la frontera norte de México conocidos como «menores de circuito» presenta características únicas y preocupantes que ameritan profundizar en el tema. Esta investigación contribuye a acentuar la participación e importancia que la población menor de edad ha adquirido dentro de economías y actividades ilícitas en la frontera norte de México. Los menores de edad están ganando mayor presencia y diversificación de actividades en los mercados laborales ilícitos. Dentro del campo de la migración, esta investigación complementa a otros estudios que consideran a los niños, niñas y adolescentes como agentes de gran relevancia en los flujos migratorios. Pensados como actores que anteriormente se tomaban como pasivos dentro de las migraciones, ahora adquieren un papel protagónico, ya que se vuelven actores primarios dentro de la economía que se generan alrededor de los flujos migratorios que transitan y surgen de la frontera norte de México.

Los resultados de nuestro estudio refuerzan otros trabajos cualitativos que apuntan que los Nnac en Ciudad Juárez provienen de hogares en sectores con un bajo desarrollo social. Esta condición de precariedad, en combinación con una ubicación geográfica limítrofe con Estados Unidos y con una tradición de actividades de cruce irregular a ese país, dan como resultado la presencia de hogares que adoptan estrategias de subsistencia que involucran el trabajo de menores de edad en actividades ilícitas de cruce de personas y estupefacientes a Estados Unidos. De acuerdo con los indicadores de concentración elaborados en nuestro, podemos afirmar que los Nnac provienen de zonas con rezagos profundos en cuestión de servicios básicos en comparación con el resto de Ciudad Juárez. Cabe mencionar que Anapra no es el sector que muestra las mayores carencias de desarrollo social de Ciudad Juárez. Otros sectores de reciente establecimiento al suroriente de la ciudad muestran carencias que Anapra. No obstante, es la combinación entre ubicación en el límite fronterizo y características de precariedad y rezago que hacen de Anapra un sitio idóneo para que se generen climas de violencia y espacios para actividades ilícitas relacionadas con la migración. Por lo que es importante subrayar que además de las condiciones de bajo desarrollo social y precariedad, otros factores intervienen para que la gran mayoría de los Nnac hasta ahora identificados vivan en Anapra. Otro factor presente en esta zona son las prácticas generacionales donde anteriormente eran los abuelos, padres o tíos quienes se dedicaban a las actividades de tráfico y estos han pasado la batuta a los menores de edad.

Una vez terminado este estudio, nos parece evidente que aún existen líneas de investigación pendientes de abordar que pueden enriquecer el debate y conocimiento de este fenómeno. Se requieren de estudios comparativos entre los posibles orígenes, experiencias, motivaciones y desempeño de actividades de los Nnac entre Ciudad Juárez y otros puntos de la frontera norte de México. Asimismo, la inclusión de otros indicadores de desarrollo social relevantes en el desarrollo infantil y juvenil como número de escuelas y guarderías, deserción escolar e ingreso por unidad familiar enriquecería nuestro análisis. Debemos de explorar, en la medida de lo posible, la participación del crimen organizado en la reproducción de esta actividad ya que según los expertos y expertas consultadas en nuestro estudio, ciertos NNAC son forzados a trabajar. No obstante, no contamos con datos certeros que nos permitan identificar los medios de reclutamiento ni la proporción de Nnac en estas condiciones.

La necesidad de exponer a miembros menores de edad a correr riesgos como cruzarel desierto, detenciones por parte de autoridades mexicanas y estadounidenses, y ser asechados por grupos del crimen organizado con la finalidad de obtener ingresos que les permitan tener acceso a distintas necesidades y minimizar carencias, es una estrategia que ciertos hogares asumen de acuerdo a sus posibilidades y capacidades para lograr para superar las barreas estructurales que los empuja a los márgenes del desarrollo social del resto de la región. A pesar de que parte de sus funciones es producir recursos económicos para sus familias, las actividades que realizan los Nnac concuerdan con las peores formas de trabajo infantil por lo que deben ser erradicadas. Estas actividades laborales no generan condiciones en las que niñas, niños, adolescentes puedan potenciar su agencia y sus opciones para alcanzar el bienestar, además de aliviar sus condiciones económicas precarias a largo plazo. Por el contrario, estas actividades desembocan en problemáticas como las altas tasas de deserción escolar infantil, incremento en el uso de narcóticos y crecimiento poblacional en las prisiones.

Los Nnac son la manifestación de la realidad presente y pasada de la frontera norte de México. Una región donde los jóvenes son igual víctimas que victimarios de la violencia. Queda claro que mientras no se atienden las condiciones estructurales que dan origen al trabajo infantil, incluyendo una demanda de guías para el cruce irregular a Estados Unidos, la incursión de menores de edad en el mercado laboral ilícito de la frontera México-Estados Unidos continuara aumentando y diversificándose.

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* Artículo de Investigación. Artículo basado en la investigación titulada «Desarrollo social y estrategias de subsistencia: El caso de los menores de Circuito en Ciudad Juárez». Acta del 24 de agosto de 2018, realizada entre agosto de 2016 y agosto de 2018. Contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el cual facilitó apoyo económico fundamental para su desarrollo y de El Colegio de la Frontera Norte que brindó apoyo logístico e infraestructura. Área: Sociología; subárea: Temas especiales.

Para citar este artículo: Peña, J., & García-Mendoza, E. (2019). Niños, niñas y adolescentes de circuito: entre la precariedad y la frontera, México. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 17(2), 1-21. doi: 10.11600/1692715x.17211

1El Instituto Nacional de Estadística y Geográfica del gobierno de México presenta los principales resultados de sus censos de población en unidades llamadas área geoestadística básica (Ageb). En el caso de esta investigación se trabajó con Ageb urbanas. Una Ageb urbana es un área geográfica ocupada por un conjunto de manzanas perfectamente delimitadas por calles, avenidas, andadores o cualquier otro rasgo de fácil identificación en el terreno y cuyo uso del suelo es principalmente habitacional, industrial, de servicios, comercial, etcétera.

Recibido: 30 de Noviembre de 2018; Aprobado: 17 de Enero de 2019

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