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Revista Ciencias de la Salud

versión impresa ISSN 1692-7273versión On-line ISSN 2145-4507

Rev. Cienc. Salud v.4 n.1 Bogotá ene./jun. 2006

 

Redes integradas de servicios de salud: ¿Solución o problema?

Integrated Networks of Health Services: Solution or Problem?

M. Luisa Vázquez Navarrete*, Ingrid Vargas Lorenzo**

* Ph.D. Salud Pública. Responsable de Investigación y Desarrollo. Servicio de Estudios del Consorci Hospitalari de Catalunya, España.
** Economista. Ms. Políticas Sociales. Investigadora del Servicio de Estudios del Consorci Hospitalari de Catalunya, España.


Hace ya tiempo que se identifican la inequidad y la eficiencia como problemas centrales que afectan a los sistemas de salud de Latinoamérica y el Caribe. Como respuesta a dichos problemas, en las últimas dos décadas muchos países de la región han llevado a cabo reformas en la financiación y provisión de sus servicios de salud. Estas reformas, fuertemente influidas por el pensamiento neoliberal, contemplan la búsqueda de una asignación más eficiente de los recursos mediante la introducción de mecanismos de mercado, entre otras medidas, a través de diferentes formas de organizar el sector (1-3).

En relación a las transformaciones de la organización del sector, tanto en países desarrollados (4-6) como en desarrollo (7-12), se han promovido formas diversas de integración de los servicios de salud, entre las que se encuentran las Redes Integradas de Servicios de Salud1 (13). Estas organizaciones han aparecido, sobre todo, en países con sistemas de salud privados muy fragmentados, como EE.UU., y en países con sistemas de seguro social en los que se han integrado aseguradoras y proveedores en organizaciones de competencia gestionada (managed care) que compiten por los afiliados (14), aunque también se han promovido en países con sistemas nacionales de salud (12, 15).

Se definen las Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) como el conjunto de organizaciones que ofrece, directamente o a través de la compra, un continuo de servicios a una población definida, y se responsabiliza por los costes y resultados en salud de su población (13). Los objetivos finales de este tipo de organizaciones son la mejora de la eficiencia global en la provisión y de la continuidad de la atención, a través de un objetivo intermedio: la mejora en la coordinación de los servicios o integración asistencial (16).

Según los contextos y las formas de definir la población atendida, se pueden distinguir dos tipos de RISS con implicaciones diferentes para el sistema de salud: a) basadas en la afiliación geográfica, y b) de afiliación voluntaria (17). El primer modelo se produce cuando hay una devolución de la gestión de los servicios de salud desde el gobierno central a un nivel inferior de gobierno, que puede ser una autoridad de salud regional, un municipio, etc. Se caracteriza, pues, por contar con una población definida geográficamente y, en general, por formar parte de un sistema nacional de salud. El segundo tipo de RISS se creó en países que han establecido un mercado para el aseguramiento de la salud (modelos de competencia gestionada) en los cuales la población considerada como consumidora, debe comprar sus planes de salud (18, 19). En estos países, las fuerzas del mercado y las reformas han conducido a una progresiva integración de los compradores y proveedores en una única entidad, que pueden adoptar diversas formas, como las conocidas Organizaciones de Mantenimiento de la Salud (HMO) (14).

Ambos tipos de redes integradas han sido ampliamente promovidas en países latinoamericanos como Colombia, Chile, Argentina, Perú, Brasil o El Salvador (7). En Colombia, las Leyes 60 y 100 de 1993 crearon el marco para la descentralización e introducción de la competencia en el sistema de salud. El núcleo de la reforma estaba constituido por el establecimiento de entidades aseguradoras con funciones de afiliación y organización de los servicios de salud (9): las Entidades Promotoras de Salud (EPSs) para el régimen Contributivo y las Administradoras del Régimen Subsidiado (ARSs). La función de EPSs y ARSs es garantizar la provisión, directa o por medio de otros proveedores de atención en salud (IPS, ESE), de un paquete de salud a la población afiliada. Por tanto las EPSs, las ARSs y las ESEs corresponden a la definición de RISS.

Se identifican distintas formas de integración de las RISS (20, 21): integraciones verticales u horizontales, según agrupen servicios a lo largo del continuo asistencial o en el mismo nivel de atención (por ejemplo, los sistemas multihospitalarios) con producción interna, de los servicios que ofrece, total o parcial, si algunos son subcontratados fuera de la red; integraciones virtuales o reales en la propiedad, según la forma de relación entre las organizaciones que constituyen la red.

La evidencia disponible no es concluyente sobre la relación entre las diversas formas de integración de las RISS y el logro de sus objetivos de continuidad y eficiencia (13, 22). No obstante, existe un consenso en relación a las variables organizativas que influyen en el acceso potencial y en el grado de la integración de la provisión de servicios (13, 21, 23): dimensión, estructura organizativa, cultura de la organización, líderes, y el sistema interno de asignación de recursos. Asimismo, se identifican elementos del contexto que influyen en el acceso y la integración (24, 25): la oferta de servicios de salud en el área de referencia, los mecanismos de asignación de recursos a la red, el nivel de cobertura del seguro y los copagos (26).

Es importante destacar que la integración de los servicios de salud en RISS, como forma de organizar la prestación de la atención en salud, debería ser un medio para la mejora de la eficiencia y el acceso a los servicios y no un fin en sí mismo, en especial cuando se tiene en cuenta que sus beneficios potenciales y riesgos todavía no se conocen suficientemente.

Se espera que la mejor coordinación entre los niveles asistenciales contribuya a reducir los trámites y la duplicación de actividades y, de esta manera, a mejorar la eficiencia, la efectividad y el acceso a los servicios de salud, con una mayor satisfacción del usuario (1). Sin embargo, se ha observado que la introducción de RISS en un contexto de competencia puede conducir a problemas de equidad de acceso, principalmente debido a los incentivos a la selección de los pacientes (27, 28). Es más, a largo plazo se puede producir una disminución en el acceso, ya que las redes que compiten por los afiliados pueden responder al incremento de costes limitando la cobertura de servicios, como ya han demostrado algunos estudios (29). Además de la selección del riesgo y de la disminución en la producción de servicios, Enthoven (30) señala como resultado de la competencia entre las redes, y en contra de lo esperado, la segmentación de la provisión de la atención en salud y el aumento de los costos de información. En este sentido, parece obvio que las RISS sólo mejorarán el acceso real a la atención en salud en la medida que garanticen el acceso a todos los niveles de atención a la población afiliada.

Por tanto, la implementación de RISS en entornos competitivos es un proceso muy complejo y que requiere una fuerte regulación, como sucede en países desarrollados. Esto hace dudar de su eficacia para países con escasa capacidad regulatoria debida a un funcionamiento débil del Estado, como podría ser el caso de los países en vías de desarrollo (31, 32).

A pesar de los potenciales riesgos, las evaluaciones sobre los resultados de la implementación de las RISS son escasas (33) y realizadas principalmente en los Estados Unidos y Canadá, con un énfasis en el análisis de las estrategias, las estructuras y los procesos. En cambio, las evaluaciones de los dos objetivos centrales de este tipo de organizaciones: la mejora de la eficiencia global y la continuidad, así como del potencial impacto de la implantación de redes sobre la equidad en el sistema de salud, resultan insuficientes. También lo son para Colombia, donde las RISS han sido ampliamente promovidas como elementos centrales de la reforma, y donde las evaluaciones realizadas hasta el momento muestran bajas coberturas de aseguramiento, amplias inequidades en salud y múltiples barreras para el acceso a los servicios de salud (26, 34-39, 40).

La evaluación del papel de las RISS en el acceso a la atención en salud y sus implicaciones para el sistema es, por tanto, una asignatura pendiente.

NOTAS AL PIE

1. También conocidas como Organizaciones Sanitarias Integradas (12).


BIBLIOGRAFÍA

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